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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE MEDICINA

INTRODUCCIÓN BASICO-CLÍNICA I

Unidad 1 “El desmayo de Erick”

Alumna: Tania Patricia Cordero Enríquez.

Grupo: 1125

Fecha de entrega: 27/09/1

Ensayo “El desmayo de Erick”

Resumen.

Paciente masculino, que presentó síncope, tras exceso de actividad física con
exposición prolongada al sol y sin ingesta debida de líquidos, lo cual provocó una
deshidratación de tipo hipotónica, en el servicio médico su tratamiento consistió
en la hidratación oral, a base de agua y electrolitos, y con una buena
recuperación.

Introducción.

Se trata de un paciente masculino, de 19 años de edad, quien presentó perdida


repentina de la conciencia al realizar ejercicio físico durante 3 horas y exponerse a
los rayos del sol.
Al interrogatorio durante su estancia en el servicio médico, el paciente refiere,
haber presentado fatiga rápida al realizar el ejercicio, nauseas, sed, sudoración y
debilidad.
Un día antes realizó ejercicio durante 4 horas al rayo del sol, sin haber ingerido
líquidos, presentando oliguria posteriormente.
Refiere no presentar antecedentes heredo familiares ni patológicos de
importancia.
A la exploración física se encontró disminuida la tensión arterial, así como una
elevación en su frecuencia cardiaca y respiratoria, se encontró aumentado en
frecuencia el pulso carotideo, radial y pedio, y presento ligera palidez de
tegumentos así como mucosas secas en la cavidad oral, sin más alteraciones.

Estructura.

Deshidratación
La deshidratación es una deficiencia de agua en el organismo, se produce cuando
la eliminación de agua del cuerpo es mayor que el volumen ingerido, se acompaña
de un trastorno en el equilibrio de los electrolitos esenciales, particularmente el
sodio, potasio y cloro, provocando que el agua no se desplace con facilidad desde
el interior de las células hacia la sangre. Por ello, el volumen de agua circulante en
la sangre es todavía menor. Puede producirse una caída de la presión arterial,
provocando una lipotimia o un síncope.
La deficiencia de agua, por lo general, provoca un aumento de la concentración de
sodio en la sangre.
La deshidratación puede producirse por estar en una situación de mucho calor,
por el exceso de ejercicio físico, sobre todo si no se repone el agua y los
electrolitos que se consumen, sudoración excesiva, falta de líquidos o una
combinación de estos factores.
La deshidratación estimula los centros de la sed del cerebro, haciendo que se
beba más líquido. Si el consumo no alcanza a compensar el agua que se pierde,
la deshidratación se agrava. La sudoración disminuye y se produce menor
cantidad de orina. El agua se desplaza desde el vasto depósito interno de las
células hacia la sangre. Si la deshidratación no mejora, los tejidos corporales
comienzan a secarse. Por último, las células empiezan a plegarse y a funcionar
inadecuadamente. Las células del cerebro están entre las más propensas a la
deshidratación, de modo que una de las principales señales de gravedad es la
confusión mental, que puede evolucionar hacia el coma.

Los síntomas de la deshidratación, aparte de la sequedad de las mucosas que


provoca la sed, pueden ser: náuseas, falta de fuerza o disminución del
rendimiento, fatiga mental y física, disminución en la turgencia de la piel, lengua
blanquecina, oliguria, irritabilidad, confusión, y disminución de la presión
sanguínea.
La frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria empiezan a aumentar para
compensar la disminución del volumen del plasma sanguíneo y de la presión
arterial. A su vez, la temperatura corporal puede aumentar debido a una
disminución de la sudoración.
En el paciente del caso, la deshidratación fue provocada por el exceso de
ejercicio, la exposición prolongada a los rayos del sol, situaciones que provocaron
una sudoración excesiva, más la falta de reposición de líquidos, trayendo consigo
la pérdida de líquidos y el desequilibrio hidroeletrolítico.

Síncope.
El desmayo (síncope) es una pérdida súbita de la consciencia y de tono postural,
de duración breve, con recuperación espontánea sin necesidad de maniobras de
reanimación.
Se debe a un aporte inadecuado de oxígeno y otros nutrientes al cerebro, por lo
general causado por una disminución temporal del flujo sanguíneo. Esta
disminución puede producirse siempre que el organismo no pueda compensar
rápidamente un descenso brusco de la presión arterial. Con frecuencia, el
desmayo se produce después de realizar un esfuerzo porque el corazón es
apenas capaz de mantener una presión arterial adecuada durante el ejercicio;
cuando el ejercicio se interrumpe, la frecuencia cardíaca comienza a disminuir,
pero los vasos sanguíneos de los músculos permanecen dilatados para eliminar
los productos metabólicos de desecho. La combinación de la reducción del
volumen de expulsión del corazón junto al aumento de la capacidad de los vasos
sanguíneos hace que la presión arterial descienda y que la persona se desmaye,
en el caso de Erick al haber pérdida de líquidos la tensión arterial disminuyó lo
cual provocó un menor aporte de oxigeno a nivel cerebral, ocasionado con ello
una taquicardia compensatoria de parte del organismo y que al no haber oxigeno
suficiente Erick presentara el síncope.

Hipoglucemia
La hipoglucemia es una afección en la que las concentraciones de glucosa en
sangre son anormalmente bajas.
El organismo mantiene normalmente la concentración de glucosa en la sangre
dentro de un margen más bien estrecho (alrededor de 70 a 110 mg/dl de sangre)..
Los valores bajos de glucosa llevan al funcionamiento incorrecto de muchos de los
sistemas orgánicos. El cerebro es especialmente sensible a los valores bajos,
porque la glucosa es su principal fuente de energía. El cerebro responde a los
valores bajos de glucosa en sangre y, mediante el sistema nervioso, estimula las
glándulas suprarrenales a liberar adrenalina. Esto provoca, a su vez, la liberación
de glucosa por parte del hígado para adaptar su concentración en sangre. Si la
concentración se sitúa en unos valores demasiado bajos, el funcionamiento del
cerebro puede verse perjudicado.

La hipoglucemia tiene varias causas diferentes, a saber, la secreción excesiva de


insulina del páncreas, una dosis demasiado elevada de insulina o de otro fármaco
administrado a un diabético para disminuir los valores sanguíneos de azúcar, un
trastorno en la hipófisis o en las glándulas suprarrenales o una anomalía en el
almacenamiento de hidratos de carbono o en la producción de glucosa por parte
del hígado.

El ejercicio extenuante prolongado, en casos raros, provoca hipoglucemia en


personas sanas.
Ante una caída de los valores en la sangre el organismo responde, en primer
lugar, liberando adrenalina por parte de las glándulas suprarrenales y de ciertas
terminaciones nerviosas. Esta hormona estimula la liberación de glucosa
contenida en las reservas del organismo, pero también causa síntomas similares a
los de un ataque de ansiedad: sudoración, nerviosismo, temblores,
desfallecimiento, palpitaciones y a veces hambre. Si la hipoglucemia es más grave
se reduce el suministro de glucosa al cerebro y aparecen vértigos, confusión,
agotamiento, debilidad, dolores de cabeza, un comportamiento inadecuado que
puede ser confundido con un estado de embriaguez, incapacidad para
concentrarse, anomalías de la visión, convulsiones semejantes a la epilepsia y
coma. La hipoglucemia prolongada puede lesionar el cerebro de forma
irreversible. Tanto los síntomas de ansiedad como la alteración fisiológica cerebral
pueden tener un inicio lento o repentino que progresa en pocos minutos desde un
malestar moderado a una confusión grave o incluso hasta pánico. Las más
afectadas son las personas que se tratan con insulina o fármacos
hipoglucemiantes orales para la diabetes. En el caso de Erick se descarta la
hipoglucemia en primer lugar, porque no tiene antecedentes patológicos
relacionados con ese proceso y por otro lado la sintomatología presentada fue
distinta a la descrita en párrafos anteriores, así como la recuperación espontanea
de la conciencia no se hubiera presentado si la hipoglucemia fuera la causante, ya
que en estos casos el paciente se recupera hasta la administración de glucosa.

Anemia

Es una enfermedad en la que los glóbulos rojos o la hemoglobina (la proteína que
transporta oxígeno) presentan valores inferiores a los normales.

En un volumen determinado de sangre, el volumen total de glóbulos rojos es


conocido como hematocrito. Cuando hay anemia el hematócrito se encuentra
disminuido a causa de la falta de glóbulos rojos.

Los glóbulos rojos contienen la hemoglobina, que les permite transportar oxígeno
desde los pulmones hasta las distintas partes del cuerpo. Como en la anemia se
reduce el número de los glóbulos rojos o la cantidad de hemoglobina presente en
ellos, la sangre no puede transportar una adecuada cantidad de oxígeno. Los
síntomas, causados por la falta de oxigenación, pueden causar fatiga, así como
debilidad, incapacidad para realizar ejercicio y dolores de cabeza leves. Si la
anemia es muy grave, puede aparecer un ataque o un paro cardíaco.

Los análisis simples de sangre pueden detectar la anemia. Es posible determinar


el porcentaje de glóbulos rojos en el volumen total de la sangre (hematócrito) y la
cantidad de hemoglobina presente en una muestra de sangre. Estos análisis
forman parte de un recuento completo de las células sanguíneas.

La hemorragia es la causa más frecuente de anemia. Cuando se pierde sangre, el


cuerpo rápidamente absorbe agua de los tejidos hacia el flujo sanguíneo a fin de
mantener los vasos llenos de sangre. Como resultado, la sangre se diluye y el
porcentaje de glóbulos rojos se reduce. Finalmente, se corrige la anemia
incrementando la producción de los glóbulos rojos. Sin embargo, la anemia puede
ser intensa al principio, sobre todo si es debida a una pérdida súbita de sangre,
como sucede en un accidente, una intervención quirúrgica, un parto o la rotura de
un vaso sanguíneo.

La pérdida súbita de grandes cantidades de sangre puede ocasionar dos


problemas: la disminución de la presión arterial porque la cantidad de líquido
remanente en los vasos sanguíneos es insuficiente, y la reducción del suministro
de oxígeno en el organismo porque el número de los glóbulos rojos que lo
transportan ha disminuido. Cualquiera de estos dos problemas puede ocasionar
un ataque al corazón, un paro cardíaco o incluso la muerte.

La anemia causada por hemorragia oscila de leve a grave y los síntomas varían
según su intensidad.

La anemia puede no producir ningún síntoma o puede causar debilidad, vértigo,


sed, sudor, pulso débil y rápido y respiración acelerada. Es frecuente el vértigo
cuando una persona se sienta o se levanta (hipotensión ortostática). La anemia
también puede causar fatiga intensa, falta de respiración, dolor en el pecho, y si es
lo suficientemente grave, la muerte.

La rapidez con que se pierde la sangre es un factor determinante de la intensidad


de los síntomas. Cuando la pérdida de sangre es rápida (durante varias horas o
menos), la pérdida de sólo un tercio del volumen sanguíneo del organismo puede
ser fatal. Cuando la pérdida de sangre es más lenta (durante varios días, semanas
o mucho más tiempo), la pérdida de hasta dos tercios del volumen sanguíneo
puede causar sólo fatiga y debilidad o no causar ningún síntoma en absoluto. En
el caso de Erick se descarta anemia ya que como se ha dicho no refiere
antecedentes patológicos de importancia, si hubiera sido una anemia crónica la
sintomatología no hubiera sido aguda, sino progresiva y en dado caso que
hubiera sido aguda Erick no refirió algún traumatismo que hubiera generado
alguna hemorragia que explicara el origen del cuadro.
Lo anterior de acuerdo al tratado del Manual Merck, Medicina Interna de Farreras
Rozman y Diagnóstico Clínico y Tratamiento de Lawrence M. Tierney, Jr. se
argumenta el diagnóstico del caso, debido a la información ya señalada de cada
una de las posibles patologías así como su sintomatología, la que se adapta mas
al cuadro que se presenta en este caso es la de la deshidratación provocada por
el golpe de calor y el exceso de actividad física así como la sudoración y falta de
rehidratación que provocaron el síncope debido a la falta de irrigación de sangre al
cerebro.

Conclusiones.

El paciente al realizar una actividad física en exceso, aunada a la exposición


prolongada de los rayos de sol que provocan una sudoración, sufre una pérdida de
agua y electrolitos, al no reponerse estos, lleva consigo a una deshidratación
hipotónica, donde se ve afectado el liquido extracelular ya que hubo más perdida
de sodio que de agua, presentando como sintomatología de esta, oliguria,
nauseas, fatiga, sed, debilidad, cavidad oral con mucosas secas, y una
hipotensión la cual debido a la falta de irrigación sanguínea al cerebro conduce a
un síncope, siendo así que tanto la taquicardia y la taquipnea son resultado de
una compensación debido a la disminución del volumen del plasma sanguíneo y
de la presión arterial.

Por último debemos establecer la importancia que tiene el utilizar la Historia clínica
en la atención de todos los pacientes, ya que es una herramienta que nos va
permitir conocer a nuestro paciente desde sus antecedentes, estado actual y nos
guiara al diagnostico y por supuesto al tratamiento correcto ya que debe de haber
una correlación de datos entre sí durante el desarrollo de la misma.

Referencias.

-Lawrence M. Tierney, Jr., Stephen J. McPhee, Maxine A. Papadakis. Diagnóstico


Clínico y Tratamiento, 41° ed. Manual Moderno; 2006.
-Farreras, Ciril Rozman, Medicina Interna [CD-Rom]. Madrid, España:
Edit.Harcourt; 2000.

- Mark H. Beers, M.D., y Robert Berkow, M.D., Editores, Manual Merck, 17 ed. España:
2007.

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