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Universidad Católica Boliviana ¨San Pablo¨

Ingeniería Industrial
PREPARACION Y EVALUACION DE PROYECTOS
(ECO – 306)

Nombre(s): Pablo S. Antelo Burgos


Fabricio Farel Cárdenas
Docente: Ing. Rene Alfredo Ovando
Fecha de Presentación: 29 / 07 / 2019
Tema: Análisis sobre el texto “Emprendimientos
Productivos en Bolivia”

Santa Cruz - Bolivia


Emprendimientos Productivos en Bolivia

I. Introducción.-
Empezaremos hablando sobre ¿Qué es un emprendimiento productivo?
Un emprendimiento suele ser un proyecto que se desarrolla con esfuerzo y haciendo frente a
diversas dificultades, con la resolución de llegar a un determinado punto. En este caso, un
emprendimiento es una iniciativa de un individuo que asume un riesgo económico o que invierte
recursos con el objetivo de aprovechar una oportunidad que brinda el mercado. La persona que
inicia un negocio o que crea una pequeña empresa por su propia iniciativa se conoce como
emprendedor, los emprendedores deben contar con ciertas capacidades para tener éxito:
flexibilidad, dinamismo, creatividad, empuje, etc.
Las empresas se clasifican en términos generales en:
 Unipersonal: El empresario o propietario, persona con capacidad legal para ejercer el
comercio, responde de forma ilimitada con todo su patrimonio ante las personas que
pudieran verse afectadas por el accionar de la empresa.
 Sociedad Colectiva: En este tipo de empresas de propiedad de más de una persona, los
socios responden también de forma ilimitada con su patrimonio, y existe participación en
la dirección o gestión de la empresa.
 Cooperativas: No poseen ánimo de lucro y son constituidas para satisfacer las
necesidades o intereses socioeconómicos de los cooperativistas, quienes también son a la
vez trabajadores, y en algunos casos también proveedores y clientes de la empresa.
Las empresas se clasifican según su tamaño en:
 Microempresas: Por lo general, la empresa y la propiedad son de propiedad individual,
los sistemas de fabricación son prácticamente artesanales, la maquinaria y el equipo son
elementales y reducidos, los asuntos relacionados con la administración, producción,
ventas y finanzas son elementales y reducidos y el director o propietario puede atenderlos
personalmente.
 Pequeñas Empresas: En términos generales, las pequeñas empresas son entidades
independientes, creadas para ser rentables, que no predominan en la industria a la que
pertenecen, cuya venta anual en valores no excede un determinado tope y el número de
personas que las conforman no excede un determinado límite.
 Medianas Empresas: En este tipo de empresas intervienen varios cientos de personas y
en algunos casos hasta miles, generalmente tienen sindicato, hay áreas bien definidas con
responsabilidades y funciones, tienen sistemas y procedimientos automatizados.
 Grandes Empresas: Se caracterizan por manejar capitales y financiamientos grandes, por
lo general tienen instalaciones propias, sus ventas son de varios millones de dólares,
tienen miles de empleados de confianza y sindicalizados, cuentan con un sistema de
administración y operación muy avanzado y pueden obtener líneas de crédito y préstamos
importantes con instituciones financieras nacionales e internacionales.
II. Análisis Critico sobre los Emprendimientos Productivos en Bolivia.-

Nuestro país (Bolivia) viene de un período insólito de alto crecimiento económico, pero a su vez,
no hemos cambiado la estructura de nuestra economía, para que esta pueda demostrar que es
menos vulnerable a las fluctuaciones que se dan en el mercado internacional. Mas al contrario,
como el motor nuestra economía es el sector extractivo, apoyado por un contexto internacional
muy favorable, con precios de los minerales demasiado elevados y con términos de intercambio
inusualmente favorables, hemos consolidado la condición de una economía basada en recursos,
pero desaprovechando las oportunidades para acelerar el cambio hacia una economía de
eficiencia y con elementos de innovación.

Hoy en día ya se advierte sobre el agotamiento del modelo de crecimiento sustentado en precios
altos de commodities (Que es todo bien que tiene valor o utilidad, y un muy bajo nivel de
diferenciación o especialización, como ser materias primas o bienes primarios), con una
economía esencialmente extractiva y de base estrecha por su intensa concentración en la
producción y exportación de gas natural, minerales y soya. Así pues, y para remontar la crítica
situación que asoma es indispensable cambiar nuestro modelo de crecimiento hacia la
transformación y diversificación productiva, a partir de un enorme esfuerzo en el campo de la
innovación, el emprendimiento y la generación de valor agregado.

¿Y cómo estamos en capacidad emprendedora? Según los estudios del Global Entrepreneurship
Monitor (GEM) que miden las percepciones sociales y los atributos individuales para el
emprendimiento así como las características de la actividad emprendedora y el perfil de los
emprendedores, Bolivia se encuentra entre los países con más altos índices de emprendimiento,
sin embargo la mayor parte son emprendedores por necesidad.

El perfil del emprendedor boliviano es el de una persona que busca ingresos económicos
propios, ya sea por la falta de empleo y si lo tienen por la mala remuneración de este; con una
edad promedio de 34 años, con un nivel de ingresos aproximado de Bs 2.000 y que se
desempeña en el sector de servicios al consumidor.

Los emprendimientos que se dan en el país se caracterizan por la falta de recursos económicos,
la ausencia de planificación, de visión de crecimiento e inversión, tienen bajos niveles de
ingreso, no tienen perspectivas de crecimiento, su producción y comercialización es al día.
La gente solo piensa en llevarse el pan a la boca día por día, no tienen una visión a largo ni
mediano plazo de la situación, es por esto que tampoco se da el crecimiento de sus
emprendimientos.

Cuando hablamos de iniciar un emprendimiento, Bolivia tiene una tasa muy por encima del
promedio que se tiene en Latinoamérica, pero contrastando con esto también tenemos que
cuando se trata de propietarios de negocios establecidos, el porcentaje del país es menor al
promedio regional. Ello se correlaciona, además, con una tasa de discontinuidad de los negocios
en Bolivia que es superior a las tasas promedios en América Latina.

El hecho de que Bolivia sea un país con alta tasa de emprendimiento en etapas iniciales, en
realidad no significa mucho, ya que esta condición se opaca por la calidad de los
emprendimientos, que son mayormente actividades de autoempleo, básicamente informales, de
muy baja productividad, que no generan valor agregado, y caracterizados por su corta duración
y su elevada mortalidad.

El impulso emprendedor que se tiene en nuestro país se ve frenado por aspectos como ser
aspectos legales, falta de capital de inversión, pocas fuentes de financiamiento, así como también
la falta de capacitación.

Una persona que quiere abrir una empresa en Bolivia, necesita hacer trámites en la notaría,
Impuestos Internos, Fundempresa, Sistema Financiero, alcaldía, Ministerio de Trabajo, Caja de
Seguro, AFP, entre otros, además debe hacer trámites especiales según el tipo de negocio que
quiera emprender. Además, no se presume la buena fe de quien inicia un trámite y muchas veces
las entidades piden que terceros certifiquen las declaraciones, lo que suma los procedimientos.
Otro aspecto no menos importante, es que los medios para informar los requisitos, están
desactualizados o simplemente no están disponibles. Las personas deben asistir, en primer lugar,
a la institución para averiguar los requisitos o verificar si no han cambiado, lo que incrementa el
tiempo que debe dedicar a este objetivo.

En este marco, la apertura de una empresa es solo el principio, porque una vez constituida, las
empresas ingresan en un sinfín de trámites, procedimientos y requisitos complejos que muchas
veces necesitan especialistas y asesores para no incurrir en faltas que implicarían sanciones.

Tan solo como ejemplo, en Bolivia se necesitan 1025 horas por año para cumplir obligaciones
tributarias, mientras que en Colombia solo se necesitan 239, en Chile 293, en Perú 291 y en
Uruguay 321. Por año las empresas bolivianas deben hacer alrededor de 42 pagos a alguna
entidad del Estado, entre impuesto a las ganancias o utilidades, aportes laborales y otros
impuestos. En comparación, Chile solo demanda 7 pagos, Ecuador 8 y Argentina 9. Es evidente
que esta tendencia tan compleja e irracional es una de las principales causantes de la
informalidad.

Los emprendedores que quieren iniciar una empresa, fácilmente se ven intimidados e incluso
perjudicados por la cantidad de tiempo y recursos económicos que deben perder realizando
trámites en oficinas que se caracterizan por el maltrato, la ineficiencia y la burocracia.

Entonces, ¿Qué hacemos?

El reto que se plantea es el logro de emprendimientos innovadores, innovación que vaya más allá
de sólo el producto o el servicio a ofrecer, que abarque desde los ámbitos de la cultura hasta el
soporte financiero y la entrega de productos y servicios a nuevos mercados.

El reto que tenemos como país es el de resolver las carencias básicas para el desarrollo de
capacidades y actividades emprendedoras fuertes, innovadoras y con potencial de crecimiento.
Hoy en día buena parte de la actividad emprendedora es más fruto de la falta de alternativas de
empleo y su resultado, es decir la microempresa de subsistencia. Al no haber suficiente músculo
emprendedor para crear e impulsar empresas dinámicas, los emprendimientos no consiguen
crecer ni generar riqueza.

Entonces, nos urge implementar políticas y regulaciones que generen condiciones favorables
tanto para el emprendimiento como para el emprendedor, incluyendo la formalización de la
economía popular.

III. Referencias Bibliográficas.-


Fundación Educación para el Desarrollo FAUTAPO. Emprendimientos Productivos en
Bolivia
Campos Vélez, Marcelo. (2017, 15 de abril). La travesía de crear una empresa legal en
Bolivia.
El Nuevo Día, p.13.
Querejazu Verónica, Zavaleta David & Mendizábal Joel. (2015). Global Entrepreneurship
Monitor: Reporte Nacional Bolivia 2014. La Paz: Escuela de la Producción y la
Competitividad de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”.

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