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Sergio F. Martinez
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En Cuadernos Hispanoamericanos , No. 757-758, España, 2013, pp. 31-44.
ISSN: 0011250X
Sergio F. Martínez
Instituto Investigaciones Filosóficas,
Universidad Nacional Autónoma de México
A mediados del siglo XX los filósofos de la ciencia tuvieron que reconocer que el
devenir histórico de la ciencia no podía dejarse simplemente de lado como un mero
contexto de descubrimiento que era dispensable para la filosofía de la ciencia. Como
lo puso Hacking en un libro muy conocido en 1983:
Los filósofos desde hace mucho tiempo hicieron de la ciencia una momia. Cuando
finalmente la desenvolvieron vieron los restos de un proceso histórico de devenir y
descubrimiento, se crearon para ellos la crisis de la racionalidad. Esto sucedió cerca
de 1960 (Hacking 1983, p.1).
1
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La filosofía de la ciencia está llena de discusiones sobre este punto. Una manera de
tratar de resolver el dilema es hacer ver que Kuhn estaba equivocado, que
históricamente no hay tal diferencia entre períodos de ciencia normal y ciencia
extraordinaria. La sugerencia es que Kuhn mal interpretó la historia de la ciencia.
Por ejemplo se puede cuestionar que incluso los ejemplos más sonados de
paradigma no se abandonaron por la acumulación de anomalías. O pueden darse
razones filosóficas a favor de que la racionalidad de la ciencia no puede modelarse
de la manera como lo presume Kuhn. Popper por ejemplo propone una respuesta
bien conocida en esta dirección. Otra manera de resolver o disolver el dilema ha
sido tratar de mostrar que en realidad hay diferentes tipos de racionalidad en la
ciencia y que el tipo de racionalidad de la ciencia normal es diferente del tipo de
racionalidad que sale a relucir en la ciencia extraordinaria.3 Y otra alternativa es
empezar por aceptar que la ciencia no es una empresa racional en el sentido
tradicional pero que es racional en un sentido que está implícito en su historia4.
Todas estas respuestas asumen por lo general que los paradigmas están bien
definidos como sistemas de creencias. Este supuesto sin embargo es cuestionable.
Los paradigmas no pueden caracterizarse como meros sistemas de creencias,
involucran sistemas tecnológicos, agendas de investigación, y otras maneras de
hacer cosas, que se transmiten de generación en generación a través de prácticas
establecidas. Kuhn muchas veces habla de paradigmas como maneras de hacer las
cosas, pero la diferencia entre esos diferentes sentidos de paradigma se pasa por
alto. Y en particular se pasa por alto que dar cuenta de la importancia de estilos de
razonamiento en la filosofía de la ciencia es mucho más fácil cuando nos fijamos en
3 Godfrey Smith tiene una propuesta en esta direccion en Theory and Reality: An
Introduction to the Philosophy of Science, Chicago U.P 2003.
4 Hay muchas maneras de desarrollar esta idea. Este tipo de propuestas se conoce
usualmente como propuestas historicistas. Lakatos en su famoso trabajo de 1970
“Falsification and the Metholodoly of Scientific Research Programmes” sugiere una
propuesta historicista, así como Laudan en Progress and its Problems (1977). Toulmin en
1967? Propone que la racionalidad de la ciencia no se captura en modelos lógicos de
argumentación sino que requiere entender la estructura pragmática de los
argumentos y la manera como esa estructura evoluciona a través de la historia de la
ciencia (como parte de la evolución de patrones de argumentación pragmáticos).
4
5 O’Donohue 1993
6 Coleman and Salamon muestra que el 95% de las citas a Kuhn en psicología son
positivas, usualmente toman a Kuhn para apoyar la tesis del autor.
7 Ver Strike y Posner 1992 para un resumen de la propuesta.
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sólo una fuente de inspiración del concepto de paradigma de Kuhn, sino una de sus
acepciones más importantes (en prácticas científicas específicas).
8Un estudio a fondo de la relación entre estilos y prácticas es Castro Moreno 2012.
9Hacking ha cambiado bastante sus ideas respecto a cómo se entienden los estilos.
El recuento que hago aquí de sus ideas no pretende ser una caracterización justa de
su manera de entenderlos actualmente, pero es un bosquejo de sus ideas que me
parece es fiel a ideas que Hacking ha sostenido y que independientemente de si
Hacking las sostiene o no han sido ideas muy influyentes en la discusión sobre
estilos.
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vease Kush 2010 para un examen minucioso de estos problemas.
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Ver Ellwick 2012
10
reproducción es una idea vieja. Han habido muchas teorías y muchas discusiones
entre proponentes de las diferentes teorías. El sentido en el que Darwin inicia una
nueva forma de plantear el proceso de la evolución tiene que ver con una manera
diferente de entender procesos de cambio. La idea tradicional en el siglo XIX, de un
autor como Spencer, por ejemplo, era que había una ley general que hacía que la
complejidad de los procesos tienda a aumentar. Darwin cuestiona esta visión
metafísica de la evolución y para distinguirse de ese tipo de caracterización de la
evolución Darwin habla de descendencia con modificación.
Pero Darwin no propuso un modelo de la evolución que venía de la nada, no es
simplemente una idea novedosa que llega para contrastarse con la teoría de Spencer
respecto a la pregunta de qué es la evolución. Darwin recluta resultados y métodos
de investigación de muy diferentes prácticas en la biología de su tiempo, pero
también en la linguística y la psicología, para construir un argumento en favor de
una explicación de la evolución. Pero lo que hace que las ideas de Darwin sean un
paradigma científico son las consecuencias productivas que tiene su propuesta para
temas centrales en muchas tradiciones científicas, y no solo en biología. Por
ejemplo, la teoría de Darwin tiene implicaciones importantes para las ciencias
sociales y su discusión va a ser un tema central en las ciencias sociales desde
entonces.
En una teoría como la de Spencer la evolución se sobreponía a los tipos de cosas y a
los tipos de animales que se tomaran como puntos de partida. La evolución para
Spencer (y la mayoría de sus contemporáneos) es una consecuencia de supuestas
leyes universales que dictan el tipo de cambios que tienen lugar en la naturaleza.
Esta manera de entender la evolución hace que una teoría como la de Spencer sea
compatible con la idea que los seres humanos son diferentes de los otros animales
en un sentido fundamental. Las leyes de la evolución se aplican por aparte a las
formas biológicas y a las formas (organizaciones) sociales. Los seres humanos
pueden haber sido creados en un momento determinado, o surgido de la nada, y
luego las leyes de la evolución explican el desarrollo de las instituciones y el
desarrollo de los lenguajes humanos, y cualquier otro tipo de proceso social. La
teoría de Darwin en la medida que pretendía explicar la diversidad de las formas
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requieren para poder unificar las ciencias sociales. Herbert Gintis, por ejemplo,
propone que las ciencias sociales son muy defectuosas porque estudian el
comportamiento humano desde perspectivas muy diferentes y no consistentes una
con otra (Gintis 2007). Este estado de cosas-nos dice Gintis- tiene que cambiar, y la
manera como puede y debe cambiar es haciendo ver que una teoría de la evolución
Darwiniana que cubra tanto la genética como la cultura puede ser un marco
integrador para las ciencias sociales. En otros trabajos he criticado estas maneras de
usar entender las implicaciones del Darwinismo para las ciencias sociales y he
hecho ver otras versiones del Darwinismo que llevan a diferentes tipos de
resultados para las ciencias sociales. Sin embargo, aquí lo que me interesa recalcar
es que hablar del paradigma Darwiniano no es hablar de un sistema definido de
creencias o ni siquiera de un núcleo de ideas a partir del cual se construyen modelos
teóricos con poder explicativo, más bien, el paradigma Darwiniano es un marco de
discusión en el cual se plantean propuestas alternativas respecto a cómo mejor
plantearnos el avance de disciplinas particulares en el contexto de discusiones muy
locales pero que expresan valores (relacionados con percepciones de cierto tipo de
crisis en una disciplina por ejemplo) que nos hacen fijar la vista en problemas
filosóficos tales como el problema de qué es avance o progreso científico.
Los paradigmas y los estilos de razonamiento nos ayudan a establecer ese tipo de
relaciones entre problemas y valores locales y problemas y valores filosóficos más
generales.
Bibliografía