Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Un saludo especial a los militantes del partido, a quienes dedican lo mejor de sus
esfuerzos para que sigamos presentes en esta batalla hermosa por un mundo mejor,
por una patria mejor para todos los peruanos.
Aspiramos a que éste sea un acto de reafirmación en nuestros ideales que son
intransferibles, de reflexión sobre lo realizado y las tareas que nos aguardan, de
compromiso militante con los trabajadores y de servicio al pueblo peruano.
Arribamos a los 90 años de vida del Partido de los comunistas peruanos, el partido
de los trabajadores, de la dignidad, del patriotismo y el socialismo, en la cúspide de
la ofensiva de las fuerzas más retardatarias del capital y el imperialismo empeñados
en desaparecernos del mapa político, ideológico y cultural.
Una severa crisis política y moral sacude al Estado y sus instituciones, la corrupción
y la impunidad puestas de manifiesto en toda su crudeza, el choque de poderes que
el referéndum convocado para diciembre próximo atenuará pero no dará solución.
Cambio de rumbo o continuismo, es el quid del problema.
Sin embargo, necesitamos tener una mirada más amplia para entender mejor la
dimensión de los retos que enfrentamos y la responsabilidad que nos corresponde
en nuestra condición de partido político comprometido con el cambio social.
1
Estados Unidos, en reciente discurso en la ONU ha tenido el desparpajo de arroparse
de “patriotismo” y condenar “la interferencia de naciones extranjeras expansionistas
en este hemisferio”, siendo como es el imperio más agresivo, expansionista y
guerrerista.
2
capacidad de la vanguardia. Una cosa es acceder al gobierno; otra, distinta,
conquistar el Poder. Una cosa es ganar elecciones; otra, más compleja y heroica,
gobernar y hacerlo bien y con visión estratégica. Creer que el imperio y sus
paniaguados aceptarán pasivamente su derrota, sería ingenuo y torpe. Extraen
lecciones de sus errores, perfeccionan sus métodos, redefinen sus planes, sacan
ventaja de los errores del adversario. Pero no todas las cartas están de su lado ni
sus ventajas son absolutas. Al final, la necesidad histórica será siempre más fuerte
que sus ambiciones. La Argentina de hoy es un claro ejemplo de ello.
Lo que está claro es que América Latina y el Caribe no saldrán del subdesarrollo
mientras el imperio norteamericano tienda sus garras en la región. El “patriotismo”
de Trump funciona de sus fronteras hacia adentro; hacia afuera sigue vigente la
vieja doctrina Monroe de “América para los americanos”.
3
No está demás reiterar palabras del historiador Pablo Macera en su ensayo Los
proyectos nacionales en el Perú: “El déficit histórico de la República comenzó en el
propio momento de su fundación: cuando pasados apenas unos años (o quizá
semanas) de la Batalla de Ayacucho, los indios y negros del Perú tuvieron evidencia
que nada había cambiado para ellos”. Para Jorge Basadre, la República sigue siendo
una “promesa incumplida” que requiere “una radical renovación, moralización y
reformas sociales”. José Carlos Mariátegui, cuya filiación socialista es
incuestionable, examinando el Perú de su tiempo arribó a la misma conclusión: el
“Perú es una nación en formación”, es decir una nación no realizada a pesar de un
“formal capitalismo ya establecido”.
4
La consigna una Nueva Constitución para una nueva República sintetiza la voluntad
de cambio, en correspondencia con los tiempos actuales. Lo que hay que discutir no
es tanto su necesidad, sino su contenido y el proyecto que señale su rumbo.
Democracia, soberanía, ética y moral, desarrollo, integración, estado, economía,
educación, salud, derechos fundamentales, seguridad, transparencia, derechos
étnicos, mercado, etc. son conceptos fundamentales que necesitan ser dilucidados
y revaluados a la luz de los hechos.
Una izquierda satisfecha de moverse al ritmo que le marca una derecha política,
social y económica que ha envilecido la política, destruido la moral pública,
enajenado la dignidad humana, convertido en mercancía todo cuanto toca,
degradado la soberanía, deja de ser izquierda aun cuando se encubra detrás de un
discurso aparentemente radical.
Sin perder de vista el socialismo como proyecto histórico y única alternativa posible
al capitalismo, estamos obligados a entender también las condiciones concretas del
país, de la correlación de fuerzas y de la lucha, y ajustar a ella la táctica. Y lo
concreto que enfrentamos hoy, que hay que derrotar sumando las fuerzas más
amplias posible, es el proyecto neoliberal con todo lo que significa y representa.
Cambio o continuismo: es la línea divisoria que separa las fuerzas en contienda,
cuyo núcleo, en nuestra opinión, es la lucha por una nueva Constitución para una
un nueva República.
Una batalla de esta dimensión nos obliga a repensar el Perú como totalidad, como
proyecto integral, como capacidad de realizar la “promesa peruana” que reclama
Basadre. Obliga, también, a construir la correlación de fuerzas suficientes que lo
permita, a asumir como tarea “la capacitación espiritual e intelectual” de los
trabajadores y el pueblo en sus diversos componentes. Es decir, recuperar la
dimensión transformadora de la política ahora asfixiada por el pragmatismo vulgar,
por su mercantilización, que lleva a la renuncia a todo ideal y a todo sueño grande
que la dignifique. “La política –decía Mariátegui- “se ennoblece, se dignifica, se eleva
cuando es revolucionaria”, ajena a todo forma de caudillismo o utilitarismo. Es así
cómo debemos entenderla y asumirla, con dignidad y coraje de cara al pueblo.
5
repugnan, que sueñan con un presente y futuro digno y mejor para ellos y para sus
hijos. Toda cerrazón será siempre funesta.
Ese Perú nuevo es posible. Que las pequeñas apetencias, que la desconfianza o la
pérdida de fe en las posibilidades de su realización, no lo impidan ni lo echen a
perder.
Pero la búsqueda de la unidad va mucho más allá. Juntos por el Perú fortalecido,
activo y con iniciativa política, debe encontrarse en mejores condiciones de
contribuir a ese esfuerzo unitario más amplio.
Queridos camaradas:
Tenemos a la vista el Congreso del Partido. Dependerá de todos nosotros que sea
un evento de unidad, que examine críticamente la experiencia vivida después del
VIII Congreso, que apruebe las mejores decisiones para hacerlo grande e influyente.
6
en dogmatismo y seguidismo ciego de experiencias externas, o bien cedimos a la
presión del movimiento espontáneo perdiendo de vista el rumbo estratégico. El
costo pagado ha sido demasiado caro para olvidarlo. 90 años de historia nos señala
virtudes, y muchas, también desvíos que explican por qué no somos aún el partido
comunista que soñó el Amauta. Partido influyente y conductor que podemos serlo
si nos empeñamos con responsabilidad, coraje y pasión en ese propósito.
Tenemos que construir un partido más fuertemente vinculado con los trabajadores,
con la juventud, con la mujer, con la intelectualidad, con las comunidades étnicas y
los pequeños empresarios. Un partido que hace de la unidad por el Nuevo Curso
hoy, mañana por el socialismo, un compromiso indeclinable.
Estamos convencidos que esta batalla la ganarán, que harán grande y unida la JC,
que serán fieles al legado del Amauta y a nuestras raíces marxistas, que levantarán
en alto su ejemplo y su temple de intelectual revolucionario y comunista.
7
direcciones, el conocimiento de sus realidades, la defensa indesmayable de los
derechos de los trabajadores. Necesitamos contar con una CGTP poderosa, unificada
y democratizada, con una Coordinadora Nacional con capacidad de centralización
de las luchas nacionales, con sindicatos del sector estatal más articulados. Nuestra
solidaridad permanente con la lucha de los trabajadores del campo y la ciudad, con
todos los sectores populares, con los pueblos indígenas.
Sólo una gran causa puede engendrar un gran ideal, una gran pasión, una acción
heroica. Nuestra causa es grande, profundamente humana, enraizada en los valores
más elevados creados por la civilización, en cuyo centro debe estar siempre el
pueblo a quien nos debemos y su relación armoniosa con la naturaleza. ¡Nos
sentimos orgullosos de ser comunistas, herederos del Amauta José Carlos
Mariátegui! ¡Que este nonagésimo Aniversario signifique el compromiso de ser
mejores, de superar con decisión los puntos débiles, de avanzar en la construcción
de un Partido a la altura de los retos que nos coloca el siglo XXI, de renovarnos
siempre sin renunciar a nuestras raíces!