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ANALISIS TITULO V EXTENSION DE LA JURISPRUDENCIA DEL CONSEJO DE ESTADO

ARAMENDIZ MESTRA LUIS BERNARDO

DR. WILLIAN ZAMBRANO CETINA

PROF.ACTUACION ADMINISTRATIVA

UNIVERSIDAD DEL ROSARIO

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA

BUCARAMANGA – SANTANDER

2019
INTRODUCCION

El presente ensayo hace un breve análisis crítico del procedimiento para la extensión de la

jurisprudencia del Consejo de Estado, para lo cual se explora el trámite que se adelanta en

sede judicial específicamente.

Para tal propósito a manera de contexto, se exhibe lo relacionado con las fuentes del derecho

y en especial de la jurisprudencia, a partir de esto se establece el valor que se le ha dado a las

decisiones judiciales en el ordenamiento jurídico colombiano, y como con la entrada en

vigencia de la Ley 1437 de 2011, por mandato normativo se utiliza de fundamento para exigir

a la Administración en sus actuaciones, la presentación equitativa de la jurisprudencia frente a

casos equivalentes, por lo tanto se presentará los requisitos necesarios para alcanzar la

extensión de la jurisprudencia y las etapas que debe agotar el ciudadano tanto ante la

administración como ante la jurisdicción.

A partir de este panorama normativo, mediante el estudio de las decisiones judiciales en

materia de unificación, se muestran aquellas susceptibles de producir efectos a terceros,

identificando sus supuestos facticos y jurídicos, y posteriormente, las providencias de

extensión de la jurisprudencia que ha producido el Consejo de Estado, todo esto con el objeto

de establecer las circunstancias que en la práctica se han suscitado alrededor de la aplicación

y gestión de los procesos de extensión de la jurisprudencia ante el Consejo de Estado.

La Ley 1437 de 2011 regula el Código de Procedimiento Administrativo; y de lo Contencioso

Administrativo, inicia a regir el 2 de julio de 2011. “En su corta existencia”, el nuevo Código

ha sido demandado ante la Corte Constitucional en siete oportunidades. La finalidad de las


normas consagradas en la primera parte consiste en garantizar y proteger los derechos y

libertades de las personas, la primacía de los intereses generales, la observancia de las

autoridades a la Constitución Política y a la ley, el cumplimiento de los fines del Estado, el

eficiente y democrático funcionamiento de la administración, y la observancia de los deberes

del Estado y de los particulares.

Consagra que las normas de la parte primera del Código son de obligatoria aplicación a todos

los organismos y entidades que conforman las ramas del poder público en sus distintos

órdenes, niveles y sectores, a los órganos autónomos e independientes del Estado, y a los

particulares que cumplan funciones administrativas.


ESTADO DEL ARTE

A manera de crítica analitica se hace un esbozo breve, del mecanismo descrito partiendo del

argumento de que a través de él, se fortalece la cooperación de la administración en el ejercicio

de la función judicial y permite un ejercicio dinámico en el que convergen el ciudadano, la

Administración pública y el Consejo de Estado. Ambiente en el que, dada la naturaleza mixta

de ese procedimiento, es viable que, por una parte, la Administración vele por la aplicación de

la regla judicial trazada en una sentencia de unificación a casos iguales que son de su

conocimiento anterior; y por otra, que el máximo tribunal de lo contencioso administrativo

intervenga en una decisión administrativa respecto de esa aplicación (sin necesidad de que el

ciudadano tenga que promover el medio de control correspondiente).

Se demuestra que esta novedosa figura pretende armonizar las relaciones entre la

Administración y el ciudadano, puesto que con el nuevo procedimiento administrativo se busca

darle mayores beneficios a la persona, que desde años anteriores era la parte indefensa de

esa relación con la Administración. Circunstancia que conllevó que los jueces hayan sido los

únicos garantes de los derechos de los ciudadanos, de alli que la Administración, en la mayoría

de los casos, actuara no solo por imposición legal sino por ser destinataria de alguna condena

judicial. Una visión ante el cual esta no se apropiaba de su verdadero papel, que le fue

concedido desde la Constitución Política de 1991, esto es en lo concerniente a servir a la

comunidad, ser garante del interés general y seguir los principios propios de la función

administrativa, entre estos, el de igualdad.


Se trata de un trámite, en el que el interesado cuenta con 30 días para presentar la petición de

extensión de la jurisprudencia ante el Consejo de Estado. En esta instancia, no se trata de

presentar una demanda, pues será una petición y se resolverá como trámite corto, en la que

no se podrán plantear nuevos debates jurídicos diferentes a los ya estudiados en la sentencia

de unificación.

¿Es un mecanismo eficaz?

¿Está surtiendo los efectos para el cual fue establecido en el Cpaca?

¿Las autoridades administrativas cuentan con las herramientas necesarias para hacer uso

adecuado de este mecanismo?

¿Existe claridad sobre mecanismo por parte de los juristas?

Son miles las preguntas que surgen sobre el mecanismo de extensión de la jurisprudencia, y

por ello debe ser una figura objeto de estudio y desarrollo por parte de los administradores de

justicia, los juristas y las autoridades administrativas.

En este orden de ideas, la Administración, como primer operador jurídico, que debe mediar por

la defensa y protección de los derechos de las personas y la coherencia y equidad en la

interpretación de las normas aplicables a sus actuaciones, contribuye a la garantía de la tutela

judicial efectiva, que si bien es cierto que se demanda del aparato judicial, también lo es que

con el novedoso mecanismo de extensión de la jurisprudencia se puede exigir de las

autoridades administrativas, en el momento en que ellas ingresen a resolver las peticiones

formuladas al respecto, podrán apoyar la función judicial desde el procedimiento

administrativo, lo que evita que el ciudadano deba acudir a un proceso judicial y, por otra parte,
fortalece el papel garante de la Administración en relación con los derechos de rango

constitucional.

Por lo tanto, con esta herramienta de extensión de la jurisprudencia se ha dado un cambio en

la visión de las relaciones Persona-Administración y Consejo de Estado-Administración.

En la primera, su eje lo hace la efectividad de los derechos fundamentales, lo que implica un

cambio de actitud de las autoridades administrativas frente a las personas, que acuden a ellas,

inicialmente, para conseguir una respuesta pronta y coherente con el ordenamiento jurídico,

de acuerdo con las pautas fijadas por el Consejo de Estado, con el fin último de alcanzar el

amparo de su derecho sustancial, sin recurrir a la intervención de un juez.

Afirmando estas visiones en aras de propender hacia el ejercicio serio y real de la función

administrativa, el CPACA, vincula a las autoridades a las sentencias de unificación del máximo

tribunal de la jurisdicción contencioso administrativa, para que, al momento de adoptar

decisiones puntuales a casos con identidad fáctica y jurídica a los actores de dichas

providencias, se tengan en cuenta y se extiendan sus efectos al asunto.

Así a manera de obiter dicta, si a través de la Administración, con la nueva figura de extensión

de la jurisprudencia, se adquiere en mayor medida la efectividad de las garantías

constitucionales, se lograría que la jurisdicción tuviera un carácter residual, obteniendo el ideal

de una justicia pronta y cumplida.


CONCLUSIONES

A partir de lo anteriormente explicado, se puede decir a manera de conclusión que además de

que con este trámite de ultima ratio se da la creación a una petición de carácter especial,

también surge en nuestro ordenamiento jurídico administrativo un protocolo de igual condición,

que empieza por ser de naturaleza administrativa en cuanto tiene sus inicios se basan en la

petición que eleva el ciudadano ante la Administración, que deberá decidir sobre la extensión

de los efectos de la sentencia de unificación del Consejo de Estado al caso que se solicita, por

lo que su negación al respecto o su silencio abre la puerta al interesado a acudir al este

organismo en busca de que sea este el que defina si el caso objeto de petición se admite o no

al que se resolvió en la sentencia de unificación para que sea posible la extensión de sus

efectos.

Por lo anterior, estamos ante una estrecha simbiosis armónica que siempre debe existir entre

las ramas del poder público, a sabiendas de que, por una parte, la Administración ayuda en la

actividad judicial, pues ante una sentencia de unificación jurisprudencial del Consejo de Estado

puede aplicar la regla judicial contenida en esta a controversias similares que sean de su

competencia, y, por otra, el Consejo de Estado, como máximo órgano de la jurisdicción de lo

contencioso administrativo, que ejerce control respecto de los actos, hechos, omisiones y

operaciones administrativas, delimita reglas jurisprudenciales que, ante el vacío o ambigüedad

legislativa, le dan un marco al actuar de las autoridades administrativas en el ámbito

democrático.
De ahí que con el nuevo Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso

Administrativo se refuercen las siguientes funciones:

 En relación con el Consejo de Estado, su función de unificación jurisprudencial, que

lleva a las autoridades administrativas a aplicar sus precedentes de manera uniforme a

asuntos semejantes a los decididos por aquel, especialmente, en fallos de unificación.

Y el mecanismo de extensión de la jurisprudencia sirve de medida de seguimiento a la

aplicación de sus reglas judiciales desde el aparato administrativo, ya que el ciudadano

tendrá que acudir primeramente a este, solicitándole la respectiva extensión de los

efectos del fallo de unificación y, en caso de una decisión negativa (tácita o expresa),

esa entidad será la que definirá si hay lugar o no a ello, luego del correspondiente debate

argumentativo.

 En lo ateniente a la Administración pública, su función de garante inicial de los derechos

sustanciales de las personas, toda vez que las sentencias de unificación jurisprudencial

del Consejo de Estado delimitan su actuar y, el trámite de dicha extensión de la

jurisprudencia le permite concretar el postulado de la justicia desde los estrados

administrativos, toda vez que es ella la llamada a respetar y aplicar esas sentencias en

casos que sean de su competencia y aun advertirle al Consejo de Estado que su

jurisprudencia debe ser modificada o cambiada, en aras de la prevención del daño

antijurídico, con lo cual se abre paso a un escenario entre el poder judicial, la

Administración y el ciudadano

Concluyendo esta breve reseña del denominado mecanismo de extensión de la jurisprudencia

del Consejo de Estado, que comporta un procedimiento mixto, en atención a que a pesar de
que sus orígenes se da en la Administración, a través de la petición especial con la que cuenta

el ciudadano para exigir la extensión de los efectos de un fallo de unificación del Consejo de

Estado, este trámite puede prolongarse hacia lo judicial, claro está a solicitud del interesado,

ante una decisión negativa, tácita o expresa, parcial o total, de aquella, para que ese tribunal,

en su condición de juez del fallo de unificación, sea el que determine si tiene mérito o no la

extensión de los efectos de este al asunto sometido a estudio, cuya sentencia no podrá ser

objeto de recursos y de ser favorable hará tránsito a cosa juzgada


BIBLIOGRAFIA

 https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/Deradm/article/view/5469/6977
 https://www.ambitojuridico.com/noticias/administrativo/administrativo-y-contratacion/precisiones-
para-que-la-figura-de-extension
 https://www.ramajudicial.gov.co/documents/10228/2045451/LEY+1437+DE+2011+PDF.pdf/7f84163f-
0261-4790-b67b-83012cb70a62?version=1.1
 http://www.consejodeestado.gov.co/documentos/biblioteca/libros/sentenciasunificacion/libro.pdf.
 https://repository.usta.edu.co/bitstream/handle/11634/573/Extension%20de%20jurisprudencia.pdf?s
equence=1&isAllowed=y

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