EL AGUA, FUENTE DE EMPLEO Y DESARROLLO

Según estudios realizados, en Colombia se desperdicia cerca del 43% del agua; siendo el
departamento de la Guajira donde más agua potable se pierde, con un 82%. Una de las
principales causas del desperdicio, ocurre debido a fallas en la infraestructura de los
acueductos encargados de conducir y distribuir el recurso; no obstante, se presentan otros
tipos de problemas que colocan en riesgo el agua en el país, problemas tales como la falta
de planeación, la corrupción y el desinterés ciudadano por el cuidado del líquido. Por lo
tanto, “Una gestión insostenible del agua y otros recursos naturales puede provocar graves
daños a la economía y a la sociedad, revirtiendo de esta forma muchos de los progresos
realizados con gran esfuerzo en la reducción de la pobreza, la creación de empleo y el
desarrollo.” (UNESCO, 2016, pág. 2).
El agua es un componente importante para la economía en nuestro país, siendo una fuente
necesaria para mantener y crear nuevos puestos de trabajo en todos los sectores
económicos. En Colombia uno de los principales sectores generadores de empleos es el
agroindustrial, pero también, el sector que presenta mayores índices de contaminación
hacia el agua, debido al vertimiento de sustancias químicas y materia orgánica sobre suelos
y afluentes cercanos, generando un gran efecto irreversible en la calidad de aguas
superficiales y subterráneas.
La minería es otro sector que genera consecuencias alarmantes de contaminación tanto del
suelo como de gran número de afluentes. Debido a la extracción minera cada año se vierten
a las aguas y suelos sólo por extracción de oro y plata, alrededor de 205 toneladas de
mercurio. La región más afectada por estas actividades es La Guajira. Puesto que
la minería de carbón ha generado no solo grandes ingresos a la economía del país, sino que
también graves daños para los recursos hídricos. Con una extensión de 69.000 hectáreas la
mina del Cerrejón es una de las más grandes explotaciones de carbón en el mundo. Esta
mina se encuentra en la parte media de la cuenca del Río Ranchería: la principal fuente de
abastecimiento para la población. Algunas de las repercusiones que éste proyecto ha
generado para la comunidad es la disminución de la pesca y actividades agrícolas. “A causa
de la actividad minera de carbón han desaparecido entre 8 y 10 arroyos y quebradas, tales
como Bartolico y Araña e’ Gato (en La Guajira)”, señala ATALC.

El sector hidroeléctrico es la principal fuente de generación de energía hidráulica en

Colombia, también es una importante fuente de empleos, que ofrece oportunidades de
trabajo no solo a personas capacitadas como ingenieros y técnicos, sino que también a
muchas personas no capacitadas, las cuales son habitantes de las zonas donde se encuentran
las centrales hidroeléctricas, estas personas ocupan cargos como seguridad, construcción
entre otros. El 64% de la producción de energía en Colombia proviene del aprovechamiento
de las energías cinética y potencial de las corrientes de agua, esto significa un gran
aprovechamiento del recurso hídrico de nuestro país; sin embargo, en muchas ocasiones
estas centrales hidroeléctricas traen consigo graves consecuencia al ecosistema, ejemplo de
ello es el desarrollo del complejo hidroeléctrico de la miel I, en el departamento de Caldas,
en dicho proyecto fue necesario el trasvase de los ríos Manso y Guarinó, lo que afecto a
unas 22 fuentes de agua y altero los terrenos de las comunidades aledañas.
Por ultimo cabe destacar el sector de la gran industria, el cual es un sector muy importante
ya que representa el 16% del empleo, cerca del 19% de los ocupados formales, el 20% de
las exportaciones y el 11% del PIB del país. Inclusive, llegaría a significar el 35% del PIB
si se tuviera en cuenta toda la cadena industrial que se tercerizó. Un buen desarrollo de este
sector es necesario para enfrentar la desaceleración de la minería y el gasto del Gobierno
por los menores precios del petróleo. La industria depende mayormente del uso del agua
para llevar a cabo todo tipo de procesos que esta desarrolle, y Para nadie es un secreto que
la contaminación industrial del agua es un gran problema, debido a que la mayoría de las
industrias del país están ubicadas cerca a mares o ríos, y por la peligrosidad de las
sustancias que vierten a esos cauces.
Algunos de los casos de contaminación por parte de industrias más sonados en el país son:
los vertimientos de desechos peligrosos por parte del complejo industrial de
Barrancabermeja que han contaminado aguas subterráneas y superficiales en la zona, con
costos económicos y ambientales muy elevados. Otras zonas con una importante presencia
de contaminación hídrica industrial son la Bahía de Cartagena (a causa del complejo
industrial de Mamonal) y las cuencas de los ríos Bogotá, Cali, Medellín y el río Magdalena
a la altura de Barranquilla.
Según un estudio sobre la pequeña y mediana empresa, realizado mediante un convenio
entre el Departamento Administrativo del Medio Ambiente de Bogotá (DAMA) y la
Corporación para la Investigación Socioeconómica y Tecnológica de Colombia (Cinset),
entre las empresas de menor escala que más contaminan el agua están: las de autopartes,
alimentos y bebidas, textiles, curtiembres y las fábricas de sustancias químicas industriales,
jabones y detergentes, productos de limpieza y plásticos. En lo que corresponde a
contaminación por descargas orgánicas, se encuentran: el sector de producción de licoreras
con el 19%, luego se encuentra la producción de malta y cerveza, ambos con el 16%, la
fabricación de sustancias químicas industriales con el 13% y por último la industria del
cartón y papel, con un 12%. En cuanto a sólidos suspendidos, la más contaminante es la
industria de licores, seguida por la de alimentos, el procesamiento de minerales como la cal
y el yeso, la industria maderera, textiles, vidrios y generación térmica contribuyen cada
una con menos del 2% del total.
Abordando el tema asignado inicialmente (agua y empleo), mediante la investigación
realizada nos dimos cuenta que para desarrollar una investigación un poco más completa
era necesario establecer un paralelo de relaciones entre los sectores económicos
(agroindustrial, minero, hidroeléctrico e industrial), ya que son los que más generan
empleos y hacen un mayor uso del agua en nuestro país. Partiendo del planteamiento
problemático anteriormente expuesto, procederemos a presentar una serie de criterios para
el desarrollo de nuestra investigación, que consideramos deben ser tenidos en cuenta para
exponer soluciones al tema asignado.
La gestión sostenible del agua, las infraestructuras del agua y el acceso a un suministro
seguro, fiable y asequible de agua y servicios de saneamiento adecuados mejoran el nivel de
vida, expanden las economías locales y promueven la creación de puestos de trabajo más
dignos y a una mayor inclusión social. La gestión sostenible del agua es también un motor
esencial para el crecimiento verde y el desarrollo sostenible (UNESCO, 2016).

Los próximos gobernantes de nuestro país enfrentan un gran reto y es el de desarrollar una
economía más auto sostenible y amigable con el medio ambiente. Será necesario emprender
y llevar a cabo proyectos ambiciosos que le den una nueva cara a nuestra economía; reducir
considerablemente la dependencia de la explotación minera y petrolera, potenciar y
desarrollar un agro más amigable con el medio ambiente, crear nuevas políticas y normas
más estrictas que rijan y sancionen a las empresas que hagan mal uso de sus desechos, crear
conciencia social sobre la importancia del cuido del agua, destinar recursos al mejoramiento
de la infraestructura de distribución de agua potable en todo el país, y de esta manera
garantizar el acceso del recurso a las poblaciones más vulnerables. Sin duda alguna los
próximos años serán cruciales y determinaran el futuro que afrontaremos, aun nos
encontramos a tiempo para tomar buenas decisiones que nos garantice una buena disposición
del agua en los años venideros.

Abordar la conexión agua-empleo, especialmente a través de políticas coordinadas e

inversiones, es un requisito muy indispensable para el desarrollo sostenible de nuestro país.

Las tres categorías funcionales con las que más se relaciona el empleo en lo que tiene que
ver con agua en Colombia, son: 1) gestión de los recursos hídricos, incluida la gestión
integrada de los recursos hídricos y la restauración y rehabilitación de ecosistemas; 2)
construcción, uso y mantenimiento de las infraestructuras hídricas; y 3) la prestación de
servicios relacionados con el agua, incluido el suministro de agua, el saneamiento y la gestión
de aguas residuales. Todos estos puestos de trabajo sirven de apoyo para formar las bases
con las que se crean una amplia gama de posibilidades laborales en distintos sectores como
la agricultura, la energía y la industria. Específicamente, está demostrado que las inversiones
en agua potable y saneamiento estimulan el crecimiento de la economía, con altos indicadores
de beneficios.

[] Sectores como la pesca y el turismo mantienen una dependencia más sana con el agua, los
cuales ofrecen también gran número de ofertas de empleo y forma de vida, vista mayormente
en las regiones pacífica y caribe. “La industria de viajes y turismo se consolida como uno de
los motores de la economía colombiana. Estamos trabajando de la mano de los prestadores
de servicios y de las comunidades para aprovechar todo su potencial” señalo María Lorena
Gutiérrez, ministra de comercio, industria y turismo. De acuerdo con el informe, sobre el
impacto económico del turismo, este crecimiento representará ingresos por 55,1 billones de
pesos a la economía del país durante este año.