Вы находитесь на странице: 1из 11

Batalla de Huamachuco

[mostrar]
Campaña de la Breña

La batalla de Huamachuco fue una batalla ocurrida en los Andes peruanos el 10 de


julio de 1883 entre las fuerzas peruanasbajo el mando del General Andrés Avelino Cáceres y
el Ejército de Chile comandado por el Coronel Alejandro Gorostiaga, en el marco de la Guerra
del Pacífico.
Luego de la batalla, Cáceres se retiró a Ayacucho para reorganizar sus fuerzas y continuar la
resistencia junto al Coronel Justo Pastor Dávila.
El triunfo chileno permitió establecer en Lima el gobierno regenerador de Miguel Iglesias,
siendo este enfrentamiento el fin de las acciones bélicas de relevancia durante la Guerra del
Pacífico.

Eventos previos[editar]
Después de la Batalla de San Pablo, el Coronel Miguel Iglesias emite un manifiesto desde la
hacienda Montán6 el 31 de agosto de 1882, llamando a firmar la paz entre Chile y Perú,
aceptando la cesión territorial como parte del acuerdo. Andrés Avelino Cáceres estaba en
contra de una paz de este tipo. Iglesias contaba con el apoyo de las provincias del norte del
Perú y otras fuerzas peruanas en Lima como el Coronel Manuel de la Encarnación Vento que
se encontraba en Canta con una fuerza de 300 hombres. En enero de 1883 Iglesias se
autoproclama "Presidente Regenerador de la República". Los enviados de Iglesias a cargo de
Juan de Lavalle inician un proyecto de paz con los negociadores chilenos a cargo de Jovino
Novoa en Chorrillos. Con el presidente Francisco García Calderón desterrado en
Santiago, Lizardo Montero como primer vicepresidente asume el gobierno del Perú desde
el 28 de septiembre de 1881 y organiza el congreso en Arequipa.
El 9 de febrero de 1883, Patricio Lynch recibe la orden del Presidente Santa María para que
refuerce el mando de Miguel Iglesias,7 en el norte convencido que con Iglesias podría firmar la
paz según sus intereses, y que Lizardo Montero Flores y Francisco García Calderón no
aceptarían la cesión territorial.8
La retirada del Coronel Del Canto a fines de julio de 1882, permitió a Cáceres mantener la
sierra central sin tropas chilenas y establecer un cuartel general en Tarma. El 31 de marzo de
1883 Cáceres llega a Canta, derrotando a las fuerzas de Vento quien se refugia en Lima.
Desde Arequipa llegó primero a Tarma y luego a Canta el Coronel Isaac Recavarren junto a
200 hombres que provenían del ejército de Lizardo Montero.9 Cáceres envía a Recavarren
a Huaraz junto al batallón Pucará de 250 hombres para que organice tropas y luego marchar
al norte a deponer el gobierno de Iglesias. Acompaña a Recavarren el Coronel Leoncio Prado.
El 3 de abril de 1883 Cáceres llega a la costa de Chancay y el Coronel Urriola embarca en
la Corbeta Chacabuco recibiendo luego refuerzos desde Lima por lo cual Cáceres se retira
hacia Canta y luego a Tarma.
El 3 de mayo de 1883 la base del Tratado de Ancón ya estaba acordada entre Patricio Lynch y
Miguel Iglesias quien firma este convenio inicial desde Cajamarca.9
Lynch planea atacar a Cáceres cercarlo y envía a León García con 2.000 hombres por Canta
(batallones Buin, 4º de Línea, Curicó, Aconcagua y 150 jinetes del Granaderos), a Del Canto
con 1.500 por Lurín (batallones 2º de Línea, Coquimbo y Granaderos). Las dos fuerzas
confluyen en Chicla el 5 de mayo de 1883. Acompañaban a las tropas de García dos
coroneles peruanos afines a Iglesias: Manuel Vento y Luis Milón Duarte.10 También Lynch
había realizado un préstamo en mayo de 1883 al negociador Mariano Castro Saldívar para la
compra de suministros que armen fuerzas leales a Iglesias como Vidal García en Trujillo con
200 hombres, Genaro Carrasco en Piura con 480 hombres y estas no sean atacadas por
guerrillas de Cáceres.
El 16 de mayo de 1883, Cáceres realiza un consejo de guerra en Tarma y decide marchar
hacia el norte. El 21 de mayo de 1883 León García llega a Tarma y el 26 de mayo llega Del
Canto, pero Cáceres ya no se encontraba en el pueblo sino en dirección a Huaraz a reunirse
con Recavarren. Cáceres con 2.300 hombres llega a Cerro de Pasco el 30 de mayo y
cruzando la Cordillera Blanca en Arguaycancha, llega a Huaraz el 15 de junio de 1883.
Ante los problemas de mando entre García y Del Canto en Tarma, Lynch nombra como nuevo
jefe de la expedición a Marco Aurelio Arriagada quien parte de Lima y llega
a Aguamiro en Huánuco el 12 de junio de 1883, tomando el mando de las tropas de Del Canto
y García.

Movimientos para la batalla[editar]


Con el fin de proteger a Miguel Iglesias y su gobierno con una fuerza de 400 hombres en
Cajamarca, Patricio Lynch envía a Alejandro Gorostiaga desde Trujillo a Huamachuco el 3 de
mayo de 1883 (Talca, Concepción, Zapadores y Cazadores de Yungay), para evitar que
Recavarren ataque el gobierno de Iglesias. En Trujillo quedaba Herminio González junto a 600
hombres.
El 5 de junio de 1883 Cáceres es elegido Segundo Vicepresidente de la República por el
congreso de Arequipa y el gobierno de Lizardo Montero.
Gorostiaga deja Huamachuco y marcha en dirección de Huaraz con 1.000 hombres y 4
cañones para enfrentar a Recavarren.
Ante la marcha de Cáceres a Huaraz, Arriagada con 3.000 hombres lo sigue por la sierra sur,
cruza la cordillera de Guaramarca y llega Recuay el 17 de junio de 1883. Mientras tanto
Gorostiaga se encontraba en la sierra norte.
El 20 de junio se reúnen las fuerzas de Cáceres y las de Recavarren en Yungay. Cáceres
decide rodear la posición de Gorostiaga marchando hacia el oriente y cruzar la cordillera por
la Laguna de Llanganuco, llegando a Pomabamba el 26 de junio de 1883. Las inclemencias
de la cordillera y la falta de víveres reducen su tropa.
Conocidos estos planes, Cáceres envía falsas noticias a Yungay, que decían replegaría sus
fuerzas por la sierra sur, detrás de la Cordillera Blanca. Arriagada, llega a Huaraz y luego
a Yungay el 23 de junio de 1883, decide dejar la ruta norte y enrumbar hacia el sur, pasando
por Huánuco, Cerro de Pasco, allí se reúne con las tropas de Urriola enviada por Lynch el 12
de julio, no encontrando a Cáceres y finalmente llegan a Lima el 5 de agosto de 1883. En el
parte que Arriagada elevó a Patricio Lynch a su llegada a la capital manifestó que de los 2.870
hombres que partieron de Lima se perdieron en campaña 571 a pesar de no haber tenido
encuentro alguno con el ejército de Cáceres sino únicamente con partidas de montoneros,
estas bajas se debieron principalmente a muertos por enfermedad y deserción.11
Gorostiaga llega a Sihuas el 25 de junio de 1883, pero al ver los caminos y puentes
inhabilitados decide retornar a Huamachuco, además se entera de la reunión de las fuerzas de
Recavarren y Cáceres. Gorostiaga deja Sihuas y pasa por Corongo arribando a Pallasca y
enterado que Cáceres se encontraba en Pomabamba se retira de Pallasca con dirección a
Mollepata para llegar a Huamachuco y esperar a González.
Con el fin de apoyar a Gorostiaga, González parte desde Trujillo y llega a Santiago de Chuco
con 600 hombres, consigo llevaba suministros y municiones. Pasan por Mollepata, Tres Ríos
sin detenerse llegando a Huamachuco el 6 de julio de 1883. A esa fecha las fuerzas chilenas
reunidas contaban con 1.500 hombres de las tres armas. A finales de mayo de 1883 ocupan
Trujillo las fuerzas del coronel José Mercedes Puga12 quien había organizado sus fuerzas en
Cajamarca y era leal a Cáceres.13
Cáceres pasa por Conchucos y llega a Mollepata y conocido el avance de González decide
enviar a Recavarren para atacarlo en Tres Ríos, pero las tropas de González no descansan y
continúan su marcha sin encontrarse con Recavarren.
Cáceres llega a Tres Ríos el 7 de julio de 1883 donde realiza un consejo de guerra y decide
enfrentar las fuerzas chilenas. En esa fecha las fuerzas de Cáceres llegaban a 1.440 hombres
armados con fusiles Peabody y Remington, sin bayonetas, con escasez de municiones
(30.000 unidades14) y poca caballería. Contaba con 11 cañones de diversas fabricaciones y
calibres.

Fuerzas enfrentadas[editar]
Las fuerzas estaban formadas de la siguiente manera:

Fuerzas Peruanas Fuerzas Chilenas

General en Jefe: General Andrés


Avelino Cáceres

Destacamento del Norte


(Coronel Isaac Recavarren)
1.ª División (Coronel
Mariano Aragonés)
Batallones Pucará N.º 4
y Pisagua N.º 5
2.ª División (Coronel
Ciriaco Salazar)
Batallones Tarma N.º 11
y Huallaga N.º 12
Caballería
Escuadrón de Húsares
(Teniente Coronel José
Cabrera)
Artillería
Compañía de Artillería
E
j
é
r
c
i
t
o
d
e
l

C
e
n
t
r
o

(
C
o
r
o
n
e
l
Batallón Concepción (Teniente Coronel Herminio
González)
F
r Batallón Talca (Teniente Coronel Alejandro Cruz)
a 2 Compañías del Batallón Zapadores (Capitán Ricardo
n Canales)
c Piquete del Batallón Victoria (Parque) (Teniente Abel
i García)
s Escuadrón Cazadores a Caballo (Teniente Coronel Alberto
c Novoa Gormaz)
o Brigada de Artillería (Sargento Mayor Gumersindo
Fontecilla)
d
e

P
a
u
l
a

S
e
c
a
d
a
)
1.ª División (Coronel
Manuel Cáceres)
Batallones Tarapacá N.º
1 y Zepita N.º 2
2.ª División
(Coronel Juan Gastó)
Batallones Marcavalle
N.º 6 y Cazadores de
Concepción N.º 7
3.ª División
(Coronel Máximo Tafur)
Batallones Junín N.º 3 y
Cazadores de Jauja N.º 9
4.ª División (Capitán de
navío Luis Germán
Astete)
Batallones Cazadores de
Apata N.º 8 y San
Jerónimo N.º 10
Caballería
Escuadrón Cazadores
del Perú (Sargento
Mayor Santiago Zavala)
Escuadrón Tarma
(escolta) (Sargento
Mayor Agustín Zapatel)
Artillería (Teniente
Coronel Federico Ríos)
Batallón de Artillería de
Montaña

El efectivo chileno era de 1.736 hombres, incluyendo jefes, oficiales y el efectivo del parque.3
La infantería estaba armada con fusiles Gras repotenciado a bala Comblain y bayonetas. La
caballería y artilleros con carabinas Winchester modelo 1873, sables ingleses y 7 cañones de
montaña Krupp de calibre 75 mm.
El efectivo peruano era de 1.380 hombres el ejército del centro y no más de 500 el
destacamento del norte.1 La infantería estaba armada con fusiles Peabody Martini, Remington,
Gras repotenciado a bala Comblain (capturado a los chilenos en combates anteriores) y viejos
de avancarga Minié, pero carecían de bayonetas. La caballería estaba armada con carabinas
Peabody Martini, Spencer y Minié, pero sólo la escolta tenía sables. Los artilleros estaba
armados de carabinas Winchester modelo 1866, 8 cañones de bronce y 4 de acero, de
diversos sistemas y calibres.

La batalla[editar]

Plano de la ciudad de Huamachuco en 1883.

El 8 de julio de 1883, Cáceres decide no tomar el camino de Santiago de Chuco para llegar al
poblado sino el camino de Escalerillas para llegar al sur de Huamachuco por la cordillera
del Huaylillas y van ocupando las alturas del Cuyulga al sureste. Cáceres ordena al coronel
Francisco de Paula Secada atacar la plaza desde el cerro Santa Bárbara, al coronel Pedro
Silva atacar la derecha del poblado y al coronel Isaac Recabarren la izquierda capturando
suministros dejados por las tropas chilenas.
Las fuerzas de Gorostiaga se retiran del poblado de Huamachuco al encontrarse en posición
desventajosa, perdiendo vestuario y municiones. Con ello ocupan las alturas del cerro Sazón
al norte en donde encuentran fortificaciones de la época inca que les sirven como defensa.
El 9 de julio de 1883, algunas compañías de Cáceres que ocupaban el pueblo de
Huamachuco y se acercan al cerro Sazón intercambiando fuego de fusilería con las fuerzas
chilenas que se encontraban parapetadas en las alturas. A las 3 p. m. de ese día arriban al
campamento peruano 200 milicianos procedentes del vecino pueblo de Santiago de Chuco a
órdenes de Santiago Calderón y otros vecinos notables, trayendo consigo pan, harina y
aguardiente para el ejército. La plana mayor de Cáceres decide iniciar el enfrentamiento el
día 11 de julio.
El 10 de julio de 1883, Gorostiaga inicia el desplazamiento de dos compañías en dirección
hacia el cerro Cuyulga antes que las fuerzas del coronel Puga, que se encontraba en Trujillo,
se reúnan con las divisiones de Cáceres.
En la noche del 9, calculando que las fuerzas de Puga, que habían sido llamadas, podían llegar al día
siguiente y engrosar las filas enemigas y no habiendo, por otra parte, podido formarnos una idea exacta
del número de sus fuerzas por haber permanecido ocultas en su mayor parte tras las quebradas, recibí
emprender en la mañana un reconocimiento sobre la derecha enemiga, llevando por ese lado un
simulacro de ataque en forma a fin de hacerlas salir de sus trincheras.
Alejandro Gorostiaga

Protegidos por la neblina bajan del cerro Sazón una compañía del Zapadores al mando del
capitán Amador Moreira y después otra al mando del Capitán Ricardo Canales, en dirección al
Santa Bárbara. Para enfrentarlos a los de santiago de chuco, Cáceres envía una compañía
del Junín y del Jauja haciendo retroceder a las compañías chilenas.
Para cortarles la retirada a los Zapadores, Cáceres envía a compañías del Cazadores de
Concepción y del Marcavalle al mando del coronel Juan Gastó, buscando envolver las tropas
chilenas en retirada. Para proteger a estas últimas, Gorostiaga envía a una compañía del
batallón Concepción al mando del Capitán Luis Dell'Orto. Además, envía al flanco izquierdo
chileno a otras dos compañías del Concepción y del Talca que se enfrentan a la división de
Germán Astete.
Ante la carga peruana las tropas chilenas retroceden hasta el cerro Sazón, su punto de
partida. Una tras otra las compañías chilenas entran en combate, a medida que entraban en la
batalla nuevos batallones peruanos. El combate se entabla hasta la izquierda chilena en el
cerro Conochugo hacia donde Gorostiaga envía nuevas fuerzas para proteger la caballería y
la artillería.15 El ala derecha chilena era defendida por la segunda compañía del
regimiento Talca, al mando de Julio Meza, el cual se batía contra las compañías de Manuel
Cáceres.
A las 12:00 las fuerzas peruanas avanzan escalando el cerro Sazón ocupando su base y las
laderas. El combate se libra en la pendiente del cerro. Cáceres envía a la artillería para
apuntar hacia la cima del cerro para tomarlo. Las fuerzas de Cáceres ya no contaban con
municiones16 y sin bayonetas se enfrentan con las culatas y en ascenso del cerro.
...arrollado el enemigo hasta la cumbre del Sazón, fugando ya en dirección de Condebamba;
descendiendo su artillería para rodar desordenadamente, dueño el ejército peruano de la línea
¡diminuyeron repentinamente sus fuegos!... Faltaron municiones y cesando el denodado ataque ofensivo
comenzó a defenderse...... Apercibido el enemigo de lo débil de nuestros fuegos, volvió a
envalentonarse y reorganizado cargó sobre la izquierda de nuestra línea, teniendo los soldados
peruanos que defenderse a culatazos, pues sus rifles carecían de bayonetas...
Abelardo Gamarra. Teniente del Ejército del Centro[1]
Gorostiaga instruye una carga del escuadrón Cazadores a Caballo, comandado por el
Sargento Mayor Sofanor Parra, junto a una carga general a la bayoneta de su infantería contra
la línea peruana. La infantería peruana es rechazada en toda la línea, ante esta nueva
situación Cáceres ordena a la artillería regresar a su posición original para cubrir la retirada
pero cuando se encontraba realizando esta maniobra es tomada por la caballería chilena.
...Dos horas después, cuando ya hacía tiempo se había comprometido el combate por toda la fuerza de
la división y el enemigo volvía a tomar su primera línea de defensa, según instrucciones que recibí,
ordené que el Sargento Mayor Sofanor Parra cargase con un escuadrón hacia donde se encontraba la
artillería enemiga. Ejecutada dicha carga destruyó aquella fuerza y le quitó siete piezas que ahí tenía
con todas sus municiones. Al mismo tiempo dispuse que el Teniente don Benjamín Allende, con los 25
hombres de su mitad, cargase a la derecha de la misma línea.
Alberto Novoa Gormaz. Regimiento de Cazadores a Caballo[2]

Mientras tanto Cáceres, seguido por su escolta, se dirige al campo donde se consumaba la
dispersión de la infantería peruana logrando reagrupar al batallón Tarma y arengándolo para
realizar una última resistencia.17 Atacados por la infantería y caballería chilena el batallón fue
deshecho y la escolta del general muerta en su mayor parte. El teniente Gamarra refiere así
esta última fase de la batalla
...Sangriento fue el combate del Tarma, que hecho pedazos en una lucha desigual, vio al cuadillo sereno
y valeroso que le conducia hasta aquella tumba de gloria, abrirse paso revólver en mano en medio de la
caballería enemiga, acompañado de su secretario Florentino Portugal, después de haber visto caer a su
ordenanza Oppenheimer...
Abelardo Gamarra. Teniente del Ejército del Centro18

Al general se le creía muerto, porque después de darme la orden de contramarchar se lanzó en medio
de los fuegos enemigos y no se le volvió a ver, y como en ese momento ya la caballería enemiga
interceptó el camino descendiendo por un flanco el general quedo cortado sin poderse unir a nosotros.
Coronel Francisco de Paula Secada. Comandante del Ejército del Centro19

Consumada la derrota peruana las tropas chilenas iniciaron la persecución de los dispersos,
los coroneles Isaac Recavarren y Leoncio Prado que se encontraban heridos fueron retirados
del campo por sus soldados, el segundo sería capturado poco después. Finalmente la
infantería chilena apoyada con dos piezas de artillería ocupa la posición del cerro Cuyulga. La
caballería trató infructuosamente de capturar al general Cáceres:
Si nuestra caballería después de las marchas por la sierra y de las cargas que tuvo que dar durante la
batalla no hubiera estado en la imposibilidad absoluta de dar siquiera un galope, el héroe cae en
nuestras manos...Cáceres que montaba un excelente caballo pudo ganar distancia cuando nuestros
soldados lo llevaban talvez a un cuarto de cuadra de distancia, el famoso guerrillero logró asi escapar
acompañado de dos o tres oficiales.
Carta anónima de un oficial chileno, fechada en Cajabamba 17 de julio de 1883. Publicada por
Ahumada Moreno20

Resultado de la batalla[editar]
Cáceres indica que los muertos peruanos llegaron a 900.21 Al momento de terminar la batalla
el coronel Secada estimaba que sus pérdidas ascendían aproximadamente a 500 entre
muertos y heridos, siendo que si alcanzó el número de 900 lo fue con la ultimación de estos
últimos y la ejecución de todos los prisioneros.22 El parte del coronel Gorostiaga indica que
encontró 500 muertos en el campo de batalla y 300 en las alturas; además el mismo
Gorostiaga, a decir del historiador chileno Franciso Encina, hablaría años más tarde de
alrededor de 200 desertores chilenos, enrolados en el ejército peruano, ejecutados
posteriormente a la batalla, aunque esto no ha sido confirmado por fuentes peruanas. Cáceres
por su parte señalaría en sus Memorias que los desertores chilenos que se le presentaban
eran enviados como peones a las haciendas de la selva de Chanchamayo no refiriendo en
parte alguna que estos fueran enrolados entre sus tropas.23
Cumpliendo las órdenes de Lynch,24 Gorostiaga ordenó la ejecución sin excepción de los
prisioneros y heridos peruanos que eran considerados por el mando chileno como parte de
un ejército irregular o montonera por lo que no merecían ser considerados como prisioneros
de guerra.2526 Entre los ejecutados se contaron entre otros los coroneles Miguel Emilio
Luna, Leoncio Prado y el capitán Florencio Portugal, los cuales solicitaron a Gorostiaga fueran
fusilados conforme a la ordenanza militar lo que les fue denegado.
El parte del coronel Gorostiaga indica que sus bajas sumaron el 10% de su tropa, es decir 150
hombres. Según el jefe del servicio sanitario del ejército chileno el cirujano Carlos Vargas
Clark las bajas contabilizaron un total de 164 hombres: 68 muertos y 96 heridos, entre estos
últimos 5 oficiales.5
Concluida la batalla, la población fue saqueada y muchos de sus habitantes muertos, hecho
que el autor chileno Raimundo Valenzuela (La Batalla de Huamachuco, 1885) atribuye a
los montoneros del vecino pueblo de Santiago de Chuco dirigidos por Santiago Calderón y
Manuel Porturas, testimonio que fue refutado por el teniente huamachuquino Abelardo
Gamarra, (La Batalla de Huamachuco y sus desastres, 1886) quien señala como autores de
estos hechos a las tropas chilenas y refiere que dichos vecinos, concluida la guerra,
comerciaban y mantenían la mejor cordialidad con los habitantes de Huamachuco con quienes
posteriormente se unieron a la causa de Cáceres en la guerra civil con Iglesias, cabe señalar
que entre los jefes del ejército de Cáceres se contaba al sargento mayor Santiago Zavala,
natural de Huamachuco, que mandaba la caballería y fue uno de los primeros en ocupar el
pueblo el 8 de julio.
Al día siguiente del encuentro, el coronel Gorostiaga dirigió un oficio a los vecinos de Santiago
de Chuco en el cual "por haber tomado parte en los últimos combates", les imponía un cupo
de guerra de 10 mil soles de plata y 40 caballos y mulas aparejados, "bajo amenaza de ser
totalmente incendiado y sus habitantes tratados como montoneros".27 Para el transporte de
sus heridos a la costa Gorostiaga levó a 400 pobladores, los cuales custodiados por soldados
chilenos emprendieron la marcha a Trujillo, ciudad que ya había sido ocupada por Iglesias y
en la que una vez concluida su misión fueron enrolados por la fuerza en el
batallón Cajamarca del ejército iglesista.28

Consecuencias[editar]

Fusilamiento del coronel Leoncio Pradosegún un grabado peruano de la época.

Después de la batalla Cáceres se retira a Ayacucho donde organizó un nuevo ejército9 junto
a Justo Pastor Dávila14 Lynch envía una expedición de 1.500 hombres al mando del Coronel
Martiniano Urriola para enfrentarlo, quién sostiene varias escaramuzas con las guerrillas en
Huanta en septiembre de 1883.29 Las tropas de Cáceres se encontraban en Andahuaylas con
1000 hombres armados y una nueva guerrilla. El 20 de octubre de 1883 se firma el Tratado de
Ancón y estaba pendiente la promulgación por el congreso peruano. El 25 de octubre una
revuelta popular y militar depone el gobierno de Lizardo Montero en Arequipa quien se retira
a La Paz, con lo cual tropas chilenas al mando de José Velásquez ocupan la ciudad. Cáceres
como segundo Vicepresidente asume el Gobierno del Perú. Cáceres se aproxima a Ayacucho
para enfrentar a Urriola. El 12 de noviembre Urriola se retira de Ayacuchosiendo atacado por
las guerrillas.30 El 8 de marzo de 1884 el gobierno de Miguel Iglesias promulga el Tratado de
Ancón. El ejército de Cáceres se enfrentan en diferentes batallas a las fuerzas de Iglesias que
contaban con el apoyo del gobierno de Chile.
Día Mundial de la Población
11 de julio

El 11 de julio de 1987 se conmemoró el “Día de los 5 mil millones” en honor a la


cifra que alcanzó la población mundial en ese momento. A partir de ello, en junio de
1989, el Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) propuso el 11 de julio como “Día Mundial de la Población“.

La conmemoración de este día tiene como objetivo centrar la atención de los pueblos
en la importancia de los problemas demográficos, en particular, en el contexto de los
planes y programas de desarrollo. La necesidad de encontrar soluciones urgentes a
dichos temas compromete a la humanidad a la reflexión en la propia comunidad,
región, país y planeta, y a tomar decisiones personales que le den forma.

El crecimiento actual de la población es muy rápido y provoca una gran alarma entre
algunos especialistas. Una consecuencia de este crecimiento son las innumerables
dificultades relacionadas, especialmente, con los recursos disponibles (agua, tierras
de cultivo, alimentos, atención sanitaria y educativa) y el deterioro del medio
ambiente.

Actualmente somos más de 6.000 millones de habitantes en el planeta y las


previsiones esperan entre 8.000 y casi 11.000 millones de personas para el año 2050.

El problema clave de la superpoblación no es el número de personas que viven en el


planeta, sino cómo viven. El que fuera Secretario General de las Naciones Unidas,
Kofi Annan, en un discurso con motivo del Día Mundial de la Población de 1999 (el
año en el que se llegó a los 6.000 millones de habitantes) nos recuerda que no todo
son cifras:

“La población no sólo es cuestión de números. Es una cuestión de seres humanos,


una cuestión de individuos, una cuestión de cada uno de nosotros. Se trata de que
cada mujer y cada hombre sean capaces de tomar decisiones libres, informadas y en
igualdad, incluyendo el tamaño de su familia y el espaciamiento entre sus hijos. Se
trata de que cada hombre y cada mujer sean capaces de mantener a los hijos que
eligieron tener, de asegurar su bienestar y de darles una vida digna. Se trata de
libertad individual, de derechos humanos y de desarrollo sostenible para todos”

El Día Mundial de la Población es un evento anual que se celebra cada año el 11 de


julio con el fin de tomar conciencia de las temáticas globales demográficas. El evento fue
establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 1989, en
virtud de que alrededor de este día, pero dos años atrás, la Tierra alcanzó los cinco mil
millones de habitantes.1

Índice

 1Celebración
 2Temas sobre el Día Mundial de la Población
 3Véase también
 4Referencias
 5Enlaces externos

Celebración[editar]
La población 11 de julio de 2008, en el aniversario número veinticinco del "día de los cinco mil
millones", se estimó en 6.727.551.263. En 1968, los líderes mundiales proclamaron
responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos. Cuarenta años después, los
métodos anticonceptivos modernos permanecen inasequibles para cientos de millones de
mujeres y hombres.
El Día Mundial de la Población reafirma el derecho de la gente para planificar sus familias, lo
que impulsa actividades, eventos y difusión de información que ayuden a hacer real este
derecho, principalmente para aquellos con mayor dificultad para acceder a la información y a
los servicios necesarios para planificar sus familias, como la población marginal por los
jóvenes.
Que la población pueda planear sus familias implica que puedan planear su vida. Pueden
programar vencer a la pobreza, mejorar la salud de las madres e hijos, lograr una mayor
equidad de género, planear derrotar la muerte materna y sostener a la juventud.
Más de 1.500 millones de personas tienen entre 10 y 25 años. Esta generación de
adolescentes se aproxima a la adultez en un mundo que sus ancestros jamás pudieron
imaginarse: Globalización, sida, comunicación electrónica y un cambio climático que ha
modificado irrevocablemente el ambiente.
El escenario es heterogéneo, en razón de que los jóvenes comparten ideas, valores, música y
símbolos a través de los medios masivos de comunicación y de la tecnología electrónica, lo
que ha ocasionado el surgimiento de una cultura juvenil global. Muchos están organizándose y
comunicándose a través de vías formales e informales.
Pero más de la mitad de los jóvenes vive en la pobreza con menos de dos dólares diarios. La
mayoría de las veces carecen del acceso a las tecnologías y a la información. Muchos
también enfrentan la desigualdad social, escuelas deficientes, discriminación de género,
desempleo y sistemas de salud inadecuados. Esta situación se debe revertir, porque invertir
en los jóvenes es invertir en los líderes futuros de las familias, comunidades y naciones del
mundo.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas promueve y protege los derechos de los
jóvenes, visionando un mundo en el cual los niños y las niñas tengan oportunidades óptimas
para desarrollar plenamente su potencial, para expresarse libremente, para que sus opiniones
sean respetadas y superen la pobreza, la discriminación y la violencia.
El Fondo trabaja a través de diversos sectores y con varios socios para:
Otorgar a los adolescentes y jóvenes las habilidades necesarias para lograr sus sueños, para
pensar críticamente y expresarse con libertad. Promover la salud, lo que incluye permitirles el
acceso a información de contenido sexual y reproductivo, educación, comodidades y servicios.
Facilitar a los jóvenes el acceso a planes de vivienda y de empleo. Defender los derechos de
los jóvenes, especialmente aquellos de las adolescentes y de los grupos marginales para que
crezcan segura y saludablemente y sean objeto de inversiones sociales. Impulsar a los
liderazgos juveniles y su participación en decisiones que les conciernan, incluyendo el
desarrollo de sus sociedades.
La planificación familiar es un derecho humano
Este año, que la celebración se centra en el reconocimiento de la planificación familiar como derecho
humano, se cumplen 50 años de la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de 1968, cuando
la planificación familiar fue reconocida mundialmente, por primera vez, como un derecho humano. El
documento final de la conferencia, titulado la Proclamación de Teherán, declara inequívocamente que:
"Los padres tienen el derecho humano básico de determinar libremente el número de sus hijos y los
intervalos entre los nacimientos".

Вам также может понравиться