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Jack Canfield
Jacqueline Miller
Traducción:
Ma. de la Luz Broissin
Traductora técnica
ZZZIDFHERRNFRPGHVFDUJDUOLEURVPHGLFLQD
McGRAW-HILL
MÉXICO • BUENOS AIRES • CARACAS • GUATEMALA • LISBOA • MADRID • NUEVA YORK
PANAMÁ • SAN JUAN • SANTAFÉ DE BOGOTÁ • SANTIAGO • SÃO PAULO
AUCKLAND • HAMBURGO • LONDRES • MILÁN • MONTREAL
NUEVA DELHI • PARÍS • SAN FRANCISCO • S1NGAPUR
ST. LOUIS • SIDNEY • TOKIO • TORONTO
Gerente de producto: Iliana Gómez Marín
Supervisor editorial: Carmen Paniagua Gómez
Supervisor de producción: Margarito Flores Rosas
Supervisor de diseño de portada: Dolores Parrales
Diseño de portada: Braulio Morales Sánchez
AMOR AL TRABAJO
Anécdotas y estrategias para fortalecer la dignidad
y reanimar la vitalidad en el trabajo
ISBN 970-10-1258-5
ISBN 0-07-011643-1
Nos gustaría dedicar este libro a todas las personas en el mundo que han
hecho el compromiso de convertir sus lugares de trabajo en sitios más
alegres, humanos, positivos, aceptables, interesantes, respetuosos,
estimados, saludables, habilitados y muy animados. Admiramos su valor
y su voluntad de evaluar sus valores y su visión. Esperamos que este libro
facilite sus esfuerzos.
CONTENIDO
1 LA AUTOESTIMA y USTED 9
Cómo desarrollar su toque personal / Barbara Glanz 10
El principio de la bellota / Jim Cathcart 14
Nuestro temor más profundo / Nelson Mandela 17
¿Quién tocará su música? / Michael Jones 18
Integridad y autoestima / Nathaniel Branden 22
Al vivir una mentira / Richard Brodie 23
Conserve su integridad / Fuente desconocida 28
¿Qué es la integridad? / Jack Hawley 29
Excelencia / Jack Hawley 31
Los empresarios y la autoestima / Wilson L Harrell 32
La fórmula de la victoria / Lou Holtz 36
Una lección de un millón de dólares / Petey Parker 38
Haga lo que le gusta hacer —El dinero llegará después 40
El trabajo es amor que se hizo visible / Jalil Gibrán 41
Respeto en el centro de trabajo / Jack Hawley 42
Son mías las iniciales pequeñas / Mildred Brown Duncan 44
Aprender una lección / Susan Cunningham Euker 46
La pregunta / Bob Moore 48
Mire hacia dónde quiere ir / Jim Donovan 49
Despedida / Mary A. Long 50
Las mujeres de Ahmedabad / Gloria Steinem 54
El reino del cielo / Thich Nhat Hahn 58
vii
viii Amor al trabajo
Recursos 287
Eel lmarchitamiento
ambiente laboral en las empresas modernas ocasiona
del espíritu humano. En reacción con-
tra esto, la gente habla en favor del "amor al trabajo", del
"espíritu en el centro de trabajo". Encontramos una insis-
tencia creciente en que cada sector de la sociedad (en es-
pecial el centro de trabajo, donde tantas personas pasan
una gran parte de sus vidas) se encauce hacia el desarrollo
pleno del se' humano.
Con frecuencia escuchamos una defensa del "amor al
trabajo" con argumentos que quedan reducidos a "El espí-
ritu en el centro de trabajo produce más ganancias". Aun-
que esto puede ser verdad en algunos casos, se aleja del
punto real.
Hubo un tiempo cuando no resultaba demasiado difícil comparar "tra-
bajar con determinación" con "amor al trabajo". Ejemplificaban esto el gran-
jero que amaba su tierra y sus animales; la costurera que se enorgullecía por
el resultado de su trabajo hecho a mano; el artesano que sentía una gran
satisfacción por su creación. Las personas preguntan por qué el trabajo en
la empresa moderna no puede ser tan satisfactorio como lo fue anterior-
mente para muchos en una economía más simple. Para responder esto, de-
bemos explorar algunos aspectos de la empresa moderna de participación
pública.
Hace un cuarto de siglo, Rouse Corporation (cuando era mucho más
pequeña de lo que finalmente llegó a ser) logró que se incrementara la com-
pra de sus acciones al anunciar los tres principios de la empresa. El primer
principio era que la compañía es, ante todo, un lugar donde cierto grupo
de personas (empleados y gerentes) se reúnen para crear vidas satisfacto-
rias para sí mismas. Segundo, la compañía busca hacer una contribución a
la sociedad (en el caso de esta empresa particular, por medio del desarrollo
de la tierra, como la "nueva ciudad", en aquel tiempo, Columbia, Maryland).
Tercero, el objetivo de todas las personas involucradas es llevar a cabo los
xi
xii Amor al trabajo
dos principios anteriores con bastante eficiencia como para tener utilidades
y permanecer en el negocio.
Cuando algunas compañías crecen y llegan a ser de participación pú-
blica, la responsabilidad fiduciaria con los accionistas explota otros valo-
res. Entonces, parte del problema es la creencia de que la compañía existe
para los accionistas. Esto nos hace preguntar: ¿Para qué sirve la empresa?
¿Para qué sirve la economía? Se supone que la economía sirve a la socie-
dad; sin embargo, parece que hoy día se piensa que la mayoría de la so-
ciedad sirve a la economía. Algo está mal fundamentalmente y es este
sistema de creencias el que concibe cada uno de nosotros.
La función de la compañía en la sociedad se cuestiona en la actuali-
dad. A pesar de los beneficios importantes en productividad y productos,
la mayoría de los empleados no comparten las recompensas, que en defini-
tiva sí comparten los accionistas y los ejecutivos de la empresa que tienen
varias alternativas. La compensación del trabajador común ha disminuido
durante una década; más de una de cada cinco personas trabajan medio
tiempo o temporalmente; menos trabajadores tienen seguro médico o pen-
siones. El capitalismo trata de pagar menos a los trabajadores, para poder
pagar más a los accionistas. La marea económica creciente que alguna vez
levantó a todos en Estados Unidos, en la actualidad levanta algunos yates
y hace que muchos botes de remos pequeños naveguen con dificultad. Lo
que es evidente es que los conservadores y los liberales desean que las em-
presas hagan algo más por la sociedad, que elevar sólo el precio de sus ac-
ciones. La historia que escuchamos con mucha frecuencia es que debido al
medio competitivo, a pesar de que por una parte, la gente insiste cada vez
más en la participación y en un medio ambiente donde cuente la calidad de
las relaciones, el hecho de "disminuir el número de empleados" ocasiona
que se cargue más trabajo sobre los hombros de menos trabajadores y el
"ánimo" se apaga.
El ánimo o el vigor en el centro de trabajo es sólo uno de varios tem-
blores menores que indican que se está llevando a cabo un cambio es-
tructural en la cultura moderna. Nos corresponde comprender ese movi-
miento cultural más amplio. Se hacen preguntas básicas sobre asuntos que
se pensaba estaban solucionados generaciones antes. ¿Qué es la sociedad?
¿La producción económica? Las cosas que se suponían servían a la socie-
dad (producción económica) han llegado a impulsar a la sociedad (desa-
rrollo económico). Hemos aceptado la creencia de que la principal función
de la empresa es el beneficio financiero de los accionistas.
Existen quizá dos fuerzas principales que contribuyen a este movi-
miento. Una de éstas es la conciencia creciente de la gente acerca de que en
la sociedad moderna se ha descuidado una importante dimensión espiri-
Prólogo xiii
tual, ética y ecológica. Esta fuerza está vinculada con insatisfacción cre-
ciente con los impactos del orden económico y político actual en sus vidas,
en las de sus hijos y en las de sus nietos, así como con su deseo de un
mundo mejor.
En todo el mundo, la sociedad se encuentra hoy día en un periodo de
transición. La forma de lo nuevo no puede percibirse, aunque parece que
vemos elementos de esto en un conjunto de nuevas clases de compañías
empresariales, nuevas formas de comunidad, economías alternativas y otras
innovaciones sociales que incluyen valores y principios compatibles con
un paradigma nuevo más sincero.
Decenas de millones de personas en Norteamérica y un número simi-
lar en Europa, con muchas más en todo el mundo, expresan su descontento
con el centro de trabajo desmoralizado. Es algo que está sucediendo en
todo el mundo moderno.
'Amor al trabajo" es en realidad una frase clave de una nueva con-
cepción revolucionaria del objeto real de la empresa, la economía y la
sociedad.
Jack Canfield y Jacqueline Miller han llevado el poder de la narración
hasta nuevas alturas, al utilizar relatos y estrategias para abrir nuestros
corazones y llevar de nuevo vida al centro de trabajo.
Una amplia muestra representativa de temas, relatos, estrategias y
personas, desde Mary Kay hasta Jack Stack y desde líderes políticos hasta
taxistas, se ha reunido aquí para hacer, de una manera provocativa y pro-
funda, una declaración osada y potente. Es hora de armonizar el centro de
trabajo y examinar lo que hacemos en relación con los demás y el trabajo.
WILLIS HARMAN
INSTITUTE OF NOETIC SCIENCES
AGRADECIMIENTOS
Epersonas
xpresamos nuestro agradecimiento a las siguientes
que contribuyeron a que este libro se escribiera:
Georgia Noble, la esposa de Jack, por soportar el proyecto de otro
libro y por ser un espacio de ubicación, cordura y apoyo en medio de lo
que con frecuencia parecía un caos total.
Andrew Michael, el esposo de Jackie, por sobrevivir el primer pro-
yecto de libro de Jackie y todo el tiempo que ella pasó lejos del hogar, en la
casa de Jack en Santa Barbara, así como por la administración del proyecto
del libro y por ser el director genuino de texto este proyecto. Andy, gracias
por tu guía.
Patty Aubery, quien supervisó incansablemente la redacción, la meca-
nografía y la edición de este libro. Patty, eres sorprendente cuando estás
bajo presión. No hay palabras suficientes para expresar nuestra gratitud.
Nancy Mitchell, quien fue la primera en terminar el manuscrito y en
proporcionar retroalimentación valiosa, quien pasó innumerables fines de
semana en la oficina para terminar este proyecto y dedicó cientos de horas
consiguiendo los permisos para muchos de los relatos y artículos utiliza-
dos en este libro. ¡Todo en un tiempo récord!
Heather McNamara, quien ha llegado a ser indispensable para la pro-
ducción, edición y recopilación de nuestros libros. Siempre deseosa de re-
correr la milla extra, día tras día, para terminarlo. ¡Gracias, muchas gracias,
Heather!
Kim Wiele, quien se encargó de todo, desde la mercadotecnia y las
ventas, hasta la contabilidad y el servicio a los clientes en la oficina, para
que pudiéramos enfocarnos por completo en este libro durante los últimos
tres meses de 1995.
xv
xvi Amor al trabajo
Ésta no es
la época de la información.
Ésta no es
la época de la información.
Olvídense de las noticias,
de la radio
y de la pantalla borrosa.
Éste es el tiempo de
las hogazas y del
pescado.
La gente está hambrienta, y
una buena palabra es pan
para mil.
David Whyte
1
2 Amor al trabajo
tivos sobre lo que estaban haciendo y habían hecho para crear una elevada
autoestima y liberar el potencial humano en sus empresas.
Nuestro editor quería un libro universal que pudiera leerse con faci-
lidad y que fuera apreciado por personas de todos los niveles en el centro
de trabajo (altos ejecutivos, empresarios, gerentes, supervisores, empleados
y asesores). Esto hizo que el proyecto resultara mucho más difícil, porque
en el nivel de configuración, nuestros intereses son en alguna manera di-
ferentes. No obstante, descubrimos que en cuanto a principios y valores lo
que importa es el corazón, todos somos iguales.
Lo que surgió finalmente fue un libro que creemos ha combinado con
éxito lo mejor de los tres libros en uno.
Este libro contiene los relatos personales de trabajadores, gerentes,
líderes empresariales, entrenadores y asesores, que comparten sus expe-
riencias y puntos de vista sobre lo que hace que el trabajo sea más humano,
más satisfactorio y más sincero. Los relatos mencionan la importancia de la
autoestima, la aceptación de sí mismo, el amor, el interés, el reconocimiento,
el objetivo, el respeto, la integridad, el compromiso y el valor, que podrían
llamarse cualidades del espíritu en el centro de trabajo.
Este libro comprende también comentarios de presidentes ejecutivos,
gerentes, asesores y psicólogos organizacionales que forman parte activa
de la práctica cotidiana para crear una nueva clase de empresa u organiza-
ción que respete a las personas, que estimule la expresión plena de sus em-
pleados, que abrace la verdad, que dé poder a sus trabajadores, que respete
y se interese por el medio ambiente y que produzca productos y servicios
que hagan una diferencia.
Los relatos y los puntos de vista de estos dirigentes iluminados ofre-
cen visiones positivas de esperanza y guías prácticas para crear empresas
que desarrollen la autoestima en lugar de destruirla y que reconozcan y
honren el espíritu humano.
El objetivo de este libro es devolver vida al centro de trabajo. Deseamos que
las personas respiren con alivio al saber que hay personas que trabajan con
amor, que ponen en primer lugar a la gente y, aún así, tienen buenas utilida-
des. Esperamos que sus relatos, puntos de vista e imaginación lo inspiren
para que haga lo mismo.
Las anécdotas son en ocasiones el mejor medio para expresar la verdad y si
son impresionantes y apropiadas, a menudo resultan más conmovedoras y
poderosas que él argumento.
Tyrone Edwards
Introducción 5
PASOS SIGUIENTES
Por último, al final del libro aparece una lista de recursos que puede utilizar
para desarrollar y conservar su autoestima, desarrollar la autoestima de sus
empleados, mejorar su habilidad directiva y transformar su empresa. In-
cluimos libros, audiocintas, videocintas, programas de capacitación y ase-
sores que ampliarán y ahondarán en los temas tratados en este libro. Le
proporcionamos también información sobre cómo ponerse en contacto con
quienes contribuyeron en este libro.
FUENTE: PEANUTS® © 1991 United Features Syndicate, Inc. Reimpreso con permito.
9
10 Amor al trabajo
CŁMO DESARROLLAR
SU TOQUE PERSONAL
Barbara Glanz
Oradora profesional
Autora de: The Creative Communicator—399 Tools to Communicate Commitment Without
Boring People to Death! y CARE Packagesfor the Workplace—Dozens of Little Things You
Can Do to Regenerate Spirit at Work
Si es llamado para ser barrendero de calles, barra las calles como pintó
Miguel Ángel o como compuso música Beethoven o como escribió poesía
Shakespeare. Barra las calles tan bien, que todos los habitantes del cielo y de
la tierra se detengan para decir. "Aquí vivió un gran barrendero de calles
que hizo bien su trabajo".
Martin Luther King, Jr.
E l otoño pasado me pidieron hablar ante 3000 empleados de una gran ca-
dena de supermercados en el Oeste Medio, sobre "Cómo crear la lealtad del
cliente y regenerar el ánimo en su centro de trabajo".
Una de las ideas que enfaticé fue la importancia de "añadir un toque
personal a su trabajo". Con todos los cambios tecnológicos abrumadores
para reducir el número de empleados de las empresas, así como la reinge-
niería y el estrés en el centro de trabajo, creo que es esencial que cada uno
encuentre una manera en la que podamos sentirnos en verdad bien con no-
sotros mismos y con nuestros empleos. Una de las formas más poderosas
de llevar a cabo esto es haciendo algo que lo distinga entre todas las demás
personas que hacen lo mismo que usted.
Compartí algunos ejemplos: el de un piloto de United Airlines, quien,
después que todo está bajo control en la cabina del piloto, se acerca a la
computadora y al azar selecciona a varias personas a bordo del vuelo y les
escribe a mano una nota de agradecimiento por su preferencia. Un artista
gráfico con quien trabajo, adjunta siempre un pedazo de goma de mascar
sin azúcar a todo lo que envía a sus clientes, ¡para que nunca tiren nada del
material que él envía!
Un empleado de equipaje de Northwest Airlines decidió que su toque
personal sería recoger todas las etiquetas del equipaje que se desprenden
La autoestima y usted 11
FUENTE: Bizarro, de Piraro. Reimpreso con permiso de Chronicle Features, San Francisco. Todos los derechos
reservados.
14 Amor al trabajo
EL PRINCIPIO DE LA BELLOTA
Jim Cathcart
Presidente de Jim Cathcart Company
Orador profesional
Ex presidente de National Speakers Association
Autor de Relationship Selling
No ser nadie sino tú mismo, en un mundo que hace todo lo posible por
hacerte como todos los demás, significa librar la batalla más difícil que
cualquier ser humano puede luchar y nunca dejar de combatir.
E. E. Cummings
que escribí para ti. Dice: 'Soy una secoya, grande y alta. Mis ramas podero-
sas protegen todo. Soy bastante buena, soy bastante inteligente y, ¡caram-
ba!, le agrado a la gente'."
Ahora le pregunto, ¿qué va a ser esa bellota cuando se desarrolle? Es
probable que piense que un roble. Sí, mas un roble en verdad inseguro,
porque durante todo este tiempo recibió el mensaje de que no estaba bien
ser quien era y lo que era. Recibió el mensaje de que debería ser otra cosa y,
en este caso, algo que no es capaz de llegar a ser.
Supongamos que ese mismo gerente da un enfoque diferente y dice:
"Primero, voy a averiguar cuál es la naturaleza de esta persona". En segui-
da, se formula otras preguntas: "¿Cómo puedo cultivar esa naturaleza?
¿Cómo puedo descubrir los dones naturales que tiene esta persona y es-
tructurar un plan de desarrollo de acuerdo con esos dones naturales?" En
este caso, podría haber dicho a la bellota: "Ésta es una cinta sobre El poder del
pensamiento positivo del roble. Éstos son algunos ejemplos de robles exitosos y
me gustaría que aprendieras de ellos. Ésta es una autorización para un se-
minario sobre las habilidades del roble. Deseo que empieces a relacionarte
con otros robles y escribí una afirmación para ti, relacionada con tus cuali-
dades de roble". Si hubieran hecho eso, el empleo de las mismas técnicas
habría dado resultados excelentes, puesto que nutrieron la naturaleza que
ya estaba allí. Mientras más encontremos las semillas que hay en nuestro
interior y en otras personas, más valoraremos a esas personas como lo que
son y las ayudaremos a desarrollarse en sus líneas naturales, para que apro-
vechen su verdadero potencial.
En uno de los discursos del doctor Kenneth McFarland habla sobre un
amigo suyo, el doctor Edward Rosenal, quien a la edad de once años vio
cómo un médico iluminó los rostros de sus padres al aliviar el dolor y el
sufrimiento de su hermano. Su hermano estaba muy enfermo y sus padres
llamaron al médico. El médico llegó finalmente, y lo que hizo y cómo lo
hizo ocasionó que los rostros de sus padres se iluminaran de una manera
tan maravillosa, que a la edad de once años, el joven Edward Rosenal de-
cidió convertirse en médico. Tuvo una carrera brillante como médico en
Cincinnati.
Después que escucharon esa cinta, dije a mi audiencia que en 1979
hablé ante un grupo de dueños y operadores de Dairy Queen. Hice la pre-
gunta: "¿Por qué entraron en este negocio?" Una mujer levantó la mano y
respondió: "Entré en este negocio porque, cuando era enfermera, el dolor
y el sufrimiento que veía todos los días solía preocuparme demasiado. Una
tarde me encontraba en una nevería del vecindario y vi que un niño pe-
queño señalaba la ilustración de un helado de chocolate. Juro que el niño
tenía un lazo espiritual con ese helado de chocolate y decidí que cambiaría
16 Amor al trabajo
INTEGRIDAD Y AUTOESTIMA
Nathaniel Branden
Autor de The Six Pillars of Self-Esteem y The Psychology oj Self-Esteem
P ara comprender por qué las faltas de integridad son nocivas para la
autoestima, considere lo que ocasiona una falta de integridad. Si actúo en
contra de un valor moral que tiene otra persona, pero no yo, puedo estar
equivocado o no estarlo, mas no pueden culparme por haber traicionado
mis convicciones. Sin embargo, si actúo contra lo que yo considero correcto,
si mis acciones chocan con mis valores expresados, entonces, actúo contra
mi juicio, traiciono mi mente. La hipocresía, por naturaleza propia, es
autoinvalidante. Es la mente que se rechaza a sí misma. Una falta de integri-
dad me debilita paulatinamente y contamina mi sentido de ser. Me daña
como ningún reproche o rechazo externo puede dañarme.
Si sermoneo sobre la honestidad a mis hijos y miento a mis amigos y
vecinos; si me muestro recto e indignado cuando la gente no cumple con
sus compromisos conmigo, pero descuido mis compromisos con los demás;
si expreso preocupación por la calidad, pero con indiferencia vendo a mis
clientes artículos de mala calidad; si vendo bonos que sé que están dis-
minuyendo en valor, a un cliente que confía en mi honor; si finjo que me
interesan las ideas de mis empleados, cuando mi mente ya tomó una deci-
sión; si pido una retroalimentación honesta y castigo al empleado que no
está de acuerdo conmigo; si pido sacrificios a otras personas, relacionados
con el sueldo, basándome en los tiempos difíciles, y me otorgo una bonifica-
ción gigantesca, puedo evadir mi hipocresía, puedo presentar varias ex-
plicaciones racionales, pero el hecho permanece, ataco el respeto a mí mis-
mo que ninguna razonalización puede atenuar.
Si estoy ubicado únicamente para incrementar mi autoestima, tam-
bién estoy ubicado sólo para disminuirla.
Uno de los grandes autoengaños es decirse: "Sólo yo lo sabré". Sólo yo
sabré que soy mentiroso; sólo yo sabré que no soy ético en mi trato con la
gente que confía en mí; sólo yo sabré que no tengo intención de cumplir mi
promesa. La implicación es que mi juicio no es importante y que únicamente
cuenta el juicio de otras personas. Sin embargo, cuando se trata de asuntos
relacionados con la dignidad, tengo que temer más a mi propio juicio que
al de cualquier otra persona. En la sala de la corte de mi mente, mi juicio
es el único que cuenta. Mi ego, el "yo" en el centro de mi conciencia, es el
juez de quien no hay escape. Puedo evitar a las personas que conocen la
humillante verdad acerca de mí, mas no puedo evitarme a mí mismo.
La autoestima y usted 23
Las mentiras más devastadoras para nuestra dignidad no son tanto las
mentiras que decimos, sino las mentiras que vivimos.
Nathaniel Branden, doctor en filosofía
Cualquier camino es sólo un camino y no hay afrenta para uno mismo o
para otros al dejarlo, si eso es lo que dicta el corazón. Observe cada camino
con detenimiento y deliberación. Recórralo tantas veces como considere
necesario. En seguida, hágase una pregunta, sólo a sí mismo. ¿Este camino
tiene amor? Si lo tiene, el camino es bueno; si no lo tiene, no vale la pena...
Don Juan
cantó tan cerca, que pude haber extendido la mano y tocarla. Había roto el
ciclo de baja autoestima.
Si en 1986 me hubiera acercado a Bill para pedirle ayuda, si le hubiera
dicho que no era competente para dirigir este equipo y que necesitaba que
por favor me capacitara más o me ayudara a encontrar una forma diferente
de contribuir, Word para Windows, que es en lo que se convirtió el Proyecto
Cashmere, habría salido al mercado un año o dos antes y es probable que
yo fuera dueño de los Marineros de Seattle ahora, con toda la riqueza que
perdí al dejar Microsoft, en lugar de pedir ayuda.
Más allá de la riqueza y los logros, la autoestima que sentimos al vivir
la vida de una manera auténtica y sin nada que ocultar, es nuestra propia
recompensa. Todos los días despierto sabiendo que tengo ante mí un mun-
do lleno de oportunidades, una oportunidad para hacer lo más importante
para mí, para ayudar a las personas a progresar y desarrollarse, para ayu-
darlas a causar sensación en la vida, incluso, a alterar el curso de la evolu-
ción humana para mejorar. Nada de eso habría sido posible, si me hubiera
resignado a vivir una mentira.
CONSERVE SU INTEGRIDAD
Fuente desconocida
H ace poco tiempo se escuchó un relato sobre Reuben Gonzolas, quien juga-
ba el partido final de su primer torneo de raquetbol profesional. Era el cam-
peón favorito para su primera victoria en el circuito profesional. Cuando se
jugaba el punto para partido en el quinto juego final, Gonzolas lanzó un
súper "tiro fulminante" hacia la esquina del frontis para ganar el torneo. El
arbitro calificó el tiro como bueno y uno de los jueces de línea confirmó que
era de triunfo.
Sin embargo, después de un momento de duda, Gonzolas se volvió y
declaró que su tiro había rebotado en la pared, golpeando primero el piso.
Como resultado, el servicio pasó a su oponente, quien ganó el partido.
Reuben Gonzolas salió de la cancha; todos estaban sorprendidos. La
edición siguiente de una de las revistas principales de raquetbol sacó a
Gonzolas en la portada. En el artículo principal se cuestionaban y buscaban
una explicación para este primer suceso en el circuito de raquetbol profe-
sional. ¿Quién podría imaginarlo en cualquier deporte o competencia? Allí
estaba un jugador con todo a su favor oficialmente, con la victoria en las
manos, quien se descalificaba a sí mismo en el punto para partido y perdía.
Cuando le preguntaron a Gonzolas por qué lo hizo, respondió: "Era lo
único que podía hacer para conservar mi integridad".
La autoestima y usted 29
œQUÉ ES LA INTEGRIDAD?
Jack Hawley
Asesor empresarial
Autor de Reawakening the Spirit in Work
Iverdad
ntegridad es tener el valor y la autodisciplina para vivir de acuerdo con su
interior. Imagine una vida humana vivida de esa manera. Hay mu-
cho honor en ella. Considere este relato verídico:
Patrick, un asesor que trabaja en una compañía aparentemente exito-
sa, notó que algo estaba mal. A pesar del éxito exterior, la atmósfera en la
suite ejecutiva era inactiva y sin vida. ¿Cómo podía ser eso?
Habló con los altos gerentes de la compañía, tratando de recuperar el
vigor perdido. Con lentitud, la respuesta se conformó: "contabilidad
creativa". Siempre habían seguido la política de rebasar la línea de lo legal
en lo relacionado con los impuestos; recientemente, habían rebasado esa
línea varias veces. Como les resultó demasiado fácil, permanecieron allí y
eso les quitaba vitalidad.
¿Qué hacer? Patrick sabía que el proyecto de motivación por el que
lo contrataron no funcionaría mientras esa nube flotara sobre el lugar. Lo
meditó durante el fin de semana y escuchó las indicaciones de su verdad
interior.
El lunes entró en la oficina del presidente y recomendó una auditoría
total."¿Qué cosa?" Sí. Les explicó que por su propio bien deberían llamar a
EXCELENCIA
Jack Hawley
Asesor empresarial
Autor de Reawakening the Spirit in Work
Ptrabajé.
hil era el principal agente de compras de la primera compañía donde
Era un caballero de Boston con cabello blanco, nariz abultada y pru-
dente, mayor que nosotros, los empleados recientes de MBA. No era elegan-
te. Sus trajes, con solapas de ancho inadecuado, siempre colgaban ajados
en su cuerpo rechoncho. Sin embargo, era un hombre con un papel muy
claro. Era responsable de comprar cada año para la compañía quizá cien
millones de dólares en alimentos y bebidas. Esa parte del negocio de la hos-
pitalidad es conocida por las comisiones confidenciales, el fraude y el com-
portamiento deshonroso. La gente encoge los hombros y no piensa en eso.
Sin embargo, Phil no actuaba así. Ante tal corrupción, Phil sacaba el
pecho y era escrupuloso, meticuloso y totalmente honesto. Ni siquiera lle-
vaba a casa una de las miles de servilletas de coctel o algún bolígrafo "gra-
tuito" que compraba para la compañía. Phil ni siquiera aceptaba nunca que
le invitara una copa alguno de los muchos representantes de ventas que lo
llamaban amigo. "Beberé contigo, pero pagaré mi copa", sonreía de manera
significativa.
No hacía alarde de su integridad, pero siempre tenía tiempo para de-
cirnos cómo y por qué era tan cuidadoso, enfatizando la excelencia perso-
nal. Nos enseñaba cara a cara y explicaba hasta que comprendíamos, sin dar
un sermón, sólo proporcionaba información amistosa. Nunca se cansaba de
compartir esto con los jóvenes a su alrededor.
A través del tiempo, los sabios acordaron que el amor y el trabajo son
ingredientes esenciales de la felicidad y la paz mental. Muchas de las
alegrías y frustraciones en nuestras vidas parecen encajar en una de estas
categorías o en ambas.
Walter Scott
36 Amor al trabajo
LA FŁRMULA DE LA VICTORIA
Lou Holtz
Entrenador principal de fútbol de la Universidad de Notre Dame
Ual cliente
n taxista me enseñó una lección de un millón de dólares en satisfacción
y expectativa. Los oradores que motivan cobran miles de dólares
por impartir su capacitación a ejecutivos empresariales y empleados. A mí
me costó un recorrido en taxi de $12. A usted le costó el precio de este libro
y el tiempo dedicado a leer esta sección.
Había volado hasta Dallas con el único propósito de visitar a un clien-
te. El tiempo era esencial y mi plan incluía un viaje rápido de ida y regreso
al aeropuerto. Un taxi impecable se detuvo. El conductor se apresuró a abrir-
me la puerta del pasajero y se aseguró de que estuviera cómodamente sen-
tado, antes de cerrarla. Al ocupar el asiento el conductor mencionó que el
Wall Street Journal, perfectamente doblado, que se encontraba junto a mí,
estaba a mi disposición. En seguida, me mostró varias cintas y me preguntó
qué tipo de música me gustaba. ¡Vaya! ¡Busqué a mi alrededor una "Cámara
Escondida"! ¿No lo haría usted? ¡No podía creer que estaba recibiendo ese
servicio! Aproveché la oportunidad para decir:
—Es evidente que se enorgullece de su trabajo. Con seguridad tiene
una historia que contar.
—Puede apostarlo —respondió él—. Solía trabajar en Corporate Ameri-
ca. Sin embargo, me cansé de pensar que lo mejor que podía lograr nunca
sería suficientemente bueno, rápido o apreciado. Decidí encontrar mi lugar
en la vida, donde pudiera sentir orgullo de ser lo mejor que podía ser. Sabía
que nunca sería un científico de cohetes espaciales, pero me gusta conducir
coches, servir a la gente y sentir que trabajo todo el día y que lo hago bien.
Evalué mis cualidades personales y..., me convertí en taxista. No en un con-
ductor de taxis común, sino en un taxista profesional. Algo que sé con segu-
ridad, es que para ser bueno en mi negocio, podía simplemente satisfacer
FUENTE: Dilbert de Scott Adams. Utilizado con permiso de United Feature Syndicate, Inc.
La autoestima y usted 39
únicamente las expectativas de mis pasajeros. ¡No obstante, para ser grande
en mi negocio, tengo que superar las expectativas del cliente! Me gusta el
sonido y la recompensa de ser "grande", me agrada más que sólo ser "pro-
medio".
¿Le di una buena propina? ¡Puede apostarlo! ¡La pérdida de Corporate
America es el amigo de los viajeros!
40 Amor al trabajo
¿Sabía usted que cuando puede decir: "Me gusta mi trabajo", reduce el
riesgo de enfermedad cardiaca? Un estudio llevado a cabo por
Massachusetts HEW, que investigó la causa de la enfermedad cardiaca,
formuló dos preguntas a los participantes: ¿Es feliz? ¿Ama su trabajo? Los
resultados indicaron que aquellas personas que respondieron
afirmativamente tienen mejor probabilidad de no enfermarse del corazón.
Deepak Chopra, doctor en medicina
Magical Mind, Magical Body
La autoestima y usted 41
Cfinaladadevezla quepágina
mecanografío una carta para el médico para quien trabajo, al
pongo sus iniciales con letras mayúsculas y, junto a
éstas, las mías en minúsculas.
"Las iniciales pequeñas son mías", comenté a un empleado nuevo un
día, al revisar la correspondencia anterior. Después, medité sobre esa frase.
¿Qué significaba? ¿El médico importante y ocupado en contraste con la se-
cretaria insignificante?
No, no es así como considero mi trabajo. Hay muchas recompensas y
satisfacciones al ser la secretaria de un médico. En su consultorio, el médico
escribe una receta que calmará el dolor y, por medio del diagnóstico, puede
llevar a cabo una curación.
Sin embargo, muchas de las recompensas están de mi lado de la puer-
ta. Soy la primera en ver el rostro sonriente de una persona que, al salir del
consultorio, se aferra a la esperanza y a la seguridad con la misma fuerza
con la que sostiene una muestra del medicamento o una receta.
Con frecuencia, soy el vínculo con el médico y al decir simplemente:
"Él le agradará mucho; es fácil hablar con él", veo que se relajan los múscu-
los de la mandíbula y que los ojos pierden un poco de la ansiedad que acom-
paña a la cita con un médico nuevo.
Consuela a un paciente saber que, aunque es imposible que el médico
conteste el teléfono, la secretaria tiene tiempo para escuchar y puede con-
fiar en que le dará el mensaje. Trato de mantener en mente que ése es el
motivo por el que estoy aquí y, también, ¡el motivo por el que con frecuen-
cia estoy retrasada en lo que tengo que mecanografiar!
He entregado mensajes tan importantes y, en ocasiones, tan atemori-
zantes, que no pude concentrarme en nada más hasta haberlos dado. Al
responder el teléfono, puedo escuchar cosas rutinarias, como la noticia de
que la cama que solicitamos en el hospital ya está disponible o algo tan es-
peluznante como una voz aterrada que grita: "Lo intentó de nuevo", refi-
riéndose al suicidio.
He recibido algunos regalos especiales. Hay tres que aprecio mucho.
El primero es un ángel de cartón pegado con cinta adhesiva en la pared
detrás de mi escritorio. Fue pintado laboriosamente por una pequeña mano
cuyos músculos no seguían muy bien las indicaciones y me lo regaló en
Navidad un niño que padece retraso mental.
La autoestima y usted 45
Los otros dos son intangibles, pero no menos reales. Uno me lo dio
una paciente nueva. Los años habían marcado anillos en su cuello como
sucede con el tronco de un árbol y le habían dado a sus ojos la mirada de
serenidad profunda que llega con el sufrimiento. Terminamos con mis
preguntas de rutina y dije: "Ya puede pasar al consultorio del médico". Ella
se levantó despacio de la silla y respondió: "Pensé que usted era el médico".
El último regalo me lo dio un anciano agradable, con rostro de color
caoba, coronado con cabello cano. Empujó el rabillo de un lápiz y un sobre
arrugado hacia mí, antes de irse y dijo:
—Señorita, ¿podría anotar su nombre en este papel?
—Por supuesto, pero, ¿por qué desea conocerlo?
—Porque ha sido muy amable y me gustaría conocer su nombre.
Salió arrastrando los pies y guardé su cumplido en el lugar de mi cora-
zón que reservo para cosas muy especiales. Nuestros caminos se cruzaron
de nuevo un día. En esa ocasión la crisis estaba en mi vida, no en la suya.
Mientras las lágrimas rodaban por mi rostro, él dijo con voz suave:
—Rezaré por usted.
En la correspondencia de un mismo día envié una carta a una madre
preocupada, dándole instrucciones sobre cómo ajustar el medicamento para
controlar mejor los ataques de epilepsia; una carta a un hombre, aconse-
jándole que buscara asesoramiento legal; una carta informando que una
persona joven y ambiciosa, apartada de la vida normal debido a años de
enfermedad mental, ya se había recuperado lo suficiente como para que le
devolvieran sus derechos civiles inherentes.
Por la noche, cuando tapo la máquina de escribir y coloco a su lado los
expedientes en espera de que se mecanografíen en ellos los informes de
progreso, no puedo evitar pensar que son algo más que tinta y hojas de pa-
pel. Son los registros de dolor y su alivio; de pesar y cómo se soporta; de
problemas y su solución o que son enfrentados y aceptados valerosamente.
En resumen, representan las vidas humanas que he tendido el privilegio de
afectar. Algunos tienen algo especial imposible de definir, algo que me hace
saber que aunque no vuelva a ver a la persona, la impresión que dejó du-
rante una visita única no se borrará nunca.
Al final del día, apago la luz, tomo mis llaves y salgo del consultorio,
dejando una parte de mí allí y llevándome el conocimiento de que aunque
el servicio, al igual que las iniciales, es pequeño, yo también he servido.
Spasado,
oy maestra. Creo que no lo supe en realidad hasta la primavera del año
a pesar de que he estado en el salón de clases durante más de vein-
te años.
Hasta que conocí a T.J., fui educadora. No creo que sea algo malo ser
educadora, es sólo algo diferente a ser maestra. Es tal vez más académico, más
explicable para las pruebas estandarizadas del gobierno, más necesario para
los resultados de la Prueba de Aptitud Escolar. Enseñar es escuchar la vocecita
en el corazón que valora a los niños que el mundo ha desechado. Es compartir
una parte de uno mismo y, en el proceso, recibir más de lo que se da.
T. J. cambió las cosas para mí. T. J., grande, rubio, desgreñado, anti-
social, callado, olvidado. Me enseñó mucho sobre lo que valoro respecto a
mí y cómo esos valores los transmito a mis estudiantes. Me mostró lo que es
mi profesión.
T. J. se sentaba hasta atrás en el salón de clases, solo, aislado durante
todo un semestre y, a pesar de mis esfuerzos, no hacía nada, ni tareas, ni
pruebas, ni trabajo en la clase, no participaba, no mostraba interés en nada.
Reprobó.
Sentí curiosidad por este joven poco común y, después de revisar los
expedientes confidenciales en la oficina de la dirección, descubrí información
que hacía que encajaran las piezas del rompecabezas de T. J. Había perdido
a su padre cuando cursaba el séptimo grado y se le dificultaba mucho lle-
varse bien con su madre alcohólica durante sus años de adolescencia. Tenía
un hermano con graves limitaciones y había indicios de posible abuso de
los dos chicos. La madre de T. J. era tan abusiva verbalmente con los admi-
nistradores de la escuela, que casi ya no prestaban atención a las ausencias
injustificadas de T. J.
T. J. vivía con una familia disfuncional. Comprendí su poco respeto
por sí mismo; comprendí mejor su motivo para llegar pronto a casa cada día
después de la escuela y el hecho de que faltara con frecuencia a la escuela
fue justificable. Sentí pesar por él. Debido a que mi curso es necesario para
graduarse de la escuela secundaria y que por algún motivo T. J. deseaba
graduarse, regresó en el semestre de primavera de su último año, para un
intento final. Tenía mis dudas, al igual que todos los demás.
Las cosas empezaron ese semestre con el retiro de T.J., como sucediera
anteriormente. Sin embargo, cuando un día la clase discutía la autoestima,
algo cambió. Pedí a mis estudiantes que pegaran con cinta adhesiva hojas
La autoestima y usted 47
de papel blanco en sus espaldas y les di cinco minutos para que circularan
por el salón, encontraran a cinco personas que no conocieran particular-
mente bien y escribieran en la hoja algo positivo que hubieran notado en
esa persona. Después que nos sentamos y discutimos las ansiedades y sen-
timientos relacionados con la terminación de este ejercicio, les pedí que es-
cribieran un párrafo describiéndose a sí mismos como los veían los demás y
lo que sentían respecto a lo que habían leído. T. J. obedeció las órdenes. Me
pregunté por qué.
Al día siguiente, T. J. se acercó a mí después de la clase y preguntó si
podía presentar el "collage de su personalidad". Acepté, a pesar de que lo
debería de haber presentado más de un mes antes y de que los otros estu-
diantes lo habían presentado un día que T. J. estuvo ausente. Con franque-
za, sentí curiosidad y le dije a T. J. que nos encantaría ver su presentación.
Cuando T. J. llegó a clase al día siguiente, tenía su collage y estaba pre-
parado para explicarlo ante la clase. Los otros estudiantes habían presentado
cartelones elaborados con fotografías, palabras y recuerdos, acomodados
artísticamente sobre varios tamaños y formas de etiquetas de cartón. El collage
de T. J. consistía únicamente en una cosa: tres revistas de agricultura unidas
una con otra por medio de un pedazo de cordón para empaquetar. T. J. ex-
plicó que la agricultura era el negocio de su familia y que el cordel para
empaquetar era lo que mantenía su vida junta. En la parte inferior de las
tres revistas estaba pegada con cinta adhesiva la hoja de papel que T. J. usó
el día que llevamos a cabo la actividad sobre la autoestima. Escritas sobre
la hoja estaban las palabras "amable", "divertido", "cabello hermoso", "una
persona agradable" y "una persona que muestra interés".
En silencio, colgué el collage en la parte frontal del salón, para que to-
dos lo vieran. Cuando T. J. regresó a su asiento ese día, acercó su silla a la
última fila de estudiantes. Controlé las lágrimas y continué la lección del
día. Al sentir el privilegio de experimentar la presencia de T. J., tal vez por
primera vez, la clase permaneció en silencio. Para T. J. fue el inicio de un
vínculo.
T. J. se graduó el pasado mes de junio. No sólo aprobó mi clase, sino
que también aprobó los estudios sociales del doceavo grado, la causa de
aflicción de todos los jóvenes que se gradúan. Durante la ceremonia de gra-
duación, sólo hubo un momento en que sentí la alegría de esa vocecita en
mi corazón, cuando T. J. recibió su diploma. Recordé el regalo que me había
dado y mi clase del cuarto periodo ese semestre y lloré. Cuando esa noche
pasó junto a mí cuando se retiraba, con su túnica volando, su muceta obli-
cua y su diploma sostenido en alto en señal de celebración gozosa, sonrió,
extendió la mano, estrechó la mía... y guiñó el ojo.
Supe entonces que era una maestra. T. J. me había enseñado.
48 Amor al trabajo
LA PREGUNTA
Bob Moore
Autor de You Can Be President (or Anything Else)
Spori esos
pregunta a los conductores de autos de carreras cómo pueden pasar
lugares tan angostos sin chocar con nada, lo que escuchará es: "Mire
hacia dónde quiere ir, no hacia dónde no desea ir". Si mira la pared, es pro-
bable que la golpee. Podemos utilizar esta metáfora en nuestras vidas tam-
bién. Enfoque lo que desea en su vida y no lo que no desea. Con demasiada
frecuencia las personas gastan la mayor parte de su tiempo y energía pen-
sando en lo que quieren perder (deseo perder diez kilos) o en lo que no
desean (desearía no tener estas deudas). Trate en cambio de enfocar lo que
desea. Hablaba recientemente de esto con un amigo y me enteré que la for-
ma en que los paracaidistas acrobáticos logran "enlazarse" en el aire es mi-
rando los ojos de la persona con quien desean enlazarse. ¡Sus cuerpos si-
guen después y automáticamente se mueven hacia la otra persona!
Un día pensaba en esto, cuando nuestro gato, Ming, entró en mi ofici-
na. Le gusta sentarse junto al reborde de la ventana detrás de mi escritorio
y fantasear que atrapa un pájaro. Lo observé cuando empezó su ritual para
alcanzar el reborde de la ventana. Primero, se sentó mirando con intensi-
dad la parte superior de mi escritorio. Es como si se enfocara en estar allí. En
seguida, saltó con facilidad y sin esfuerzo hasta la parte superior del escrito-
rio, una distancia equivalente a veinte veces su altura. Comprendí que éste
es el mismo principio en acción. Avanzar con seguridad en dirección a sus
objetivos.
Esta práctica funciona si su objetivo es obtener lo que desea en su vida
o, simplemente, saltar hasta la parte superior de un escritorio. El otro ele-
mento que no puede descuidarse (me lo indicaron en forma apropiada) es
la fe. Ming tiene fe y confía en que no caerá sobre su cara, ¡y así debemos
actuar nosotros!
Todos los que han logrado cosas grandiosas han tenido un gran propósito,
fijaron la mirada en un objetivo que se encontraba alto, uno que en
ocasiones parecía imposible.
Orison Swett Marden
50 Amor al trabajo
DESPEDIDA
Mary A. Long
Extractado de Guideposts
siado vieja para tener éxito en el trabajo. ¡Me había sentido tan orgullosa
por haber encontrado ese trabajo! Habían transcurrido 30 años desde que
trabajé tiempo completo y sólo había estudiado hasta la secundaria.
Oh, Dios, es tan humillante. ¿Es esto lo que consigo con toda mi fe,
mis plegarias y mi esfuerzo?
Al fin me controlé lo suficiente para conducir hasta mi apartamento,
esa sombría tarde de febrero.
Tan pronto como abrí la puerta, Duchie, mi sabueso pequeño, saltó
hacia adelante moviendo la cola y meneándose feliz como queriendo decir
"¡Me da mucho gusto que estés en casa!" Lo cargué para sentir el calor de su
pequeño cuerpo tibio. Me lamió la mejilla. De pronto, en forma intensa, me
sentí de nuevo como una niña. Deseé sentir los brazos de mi madre a mi
alrededor y escuchar su voz amorosa: "Vamos, vamos, querida, estarás bien".
Por un momento me dediqué a tareas familiares: le di a Duchie su
cena, preparé una marmita de café. Me senté en mi sillón reclinable, con el
perro sobre las piernas. Deseaba relajarme, cerrar los ojos y fingir que los
sucesos de unas horas antes no habían ocurrido. En cambio, viví de nuevo
la escena humillante. Me sentí muy avergonzada, débil e impotente.
¿Quién contrataría a una mujer de 56 años, sin habilidad, que acababa
de ser despedida? No podía continuar rentando ese apartamento sin tener
un trabajo. Vivir con alguno de mis tres hijos casados era imposible; tenían
lo necesario para mantener a sus propias familias.
Sin embargo, era necesario que mis hijos supieran lo sucedido. No
obstante, lo temía. Habían compartido mi orgullo de conseguir un empleo.
Deseaba que me recordaran con alegría y respeto, no con lástima.
Con pesar, levanté el auricular y marque el número de mi hija Donna,
quien vivía a unos kilómetros de distancia.
—¿Cómo es que estás en casa tan temprano, mamá? —preguntó de
inmediato.
—Acaban de despedirme —expliqué, tratando de no darle im-
portancia.
—¿Bromeas?
—No, es verdad —respondí.
Guardamos silencio. Sabía que también ella luchaba por controlar las
lágrimas.
—Mamá, no pueden despedirte.
—Pero lo hicieron —le di los detalles.
Después de otro silencio penoso, habló, con tono enfadado e irónico.
—¡Sólo espero que puedas encontrar algo bueno en esto, mamá!
Me acobardé. Comprendí que la amargura reflejaba sus sentimientos
respecto a la situación, no respecto a mí. Comprendí algo más. Donna desa-
52 Amor al trabajo
Fue una lucha prolongada y difícil, que duró meses, no semanas. Lle-
né solicitudes y respondí anuncios de "se desea ayuda" que no tuvieron
como resultado entrevistas. Fui a entrevistas que no tuvieron como resul-
tado empleos. Las deudas aumentaban y tuve que pedir dinero prestado a
un hermano comprensivo. Reprobé un examen de administración pública
y tuve que presentarlo de nuevo.
La autoestima y usted 53
Sin embargo, con los pensamientos de Dios pase ese examen la segun-
da vez que lo presenté. Con los pensamientos de Dios causé una buena
impresión durante una entrevista en la Universidad del Estado de Ohio.
Con los pensamientos de Dios he trabajado allí durante tres años, a pesar
de que mi jefe tuvo que soportar muchos errores y un trabajo lento mien-
tras pulía mis habilidades de secretaria.
He aceptado el hecho de que no soy a prueba de errores; sencillamen-
te continúo intentando la perfección y me perdono cuando fracaso. De la
misma manera como Dios me perdona, si lo intento y fracaso.
Aprendí la diferencia entre humillación y humildad. Humillación es
decirse a uno mismo que el ser despedido lo convierte a uno en una per-
sona inútil. La humildad es saber que perdimos el trabajo porque ne-
cesitábamos tiempo y capacitación que la compañía no podía darnos.
Respecto al orgullo, también sé lo que es eso. Es llamar a mi hija y
decirle:
—Adivina algo, Donna, ¡encontré otro empleo! ¡Uno mejor!
Y escucharla decir:
—¡Oh, mamá, gracias a Dios!
54 Amor al trabajo
No permitan que nadie se desanime al creer que no hay nada que un hombre
o una mujer pueda hacer contra el enorme conjunto de males del mundo,
contra la miseria y la ignorancia, la injusticia y la violencia... pocos tendrán
la grandeza de cambiar la historia, pero cada uno de nosotros puede trabajar
para cambiar una pequeña parte de los acontecimientos y en el total de todos
esos actos estará escrita la historia de esta generación... Es a través de
innumerables actos diversos de valor y confianza como se moldea la historia
humana.
Cada vez que una persona defiende un ideal o actúa para mejorar
muchos otros o lucha contra la injusticia, transmite una pequeña onda de
esperanza y, al cruzarse una con otra desde un millón de diferentes centros
de energía y arrojo, estas ondas forman una corriente que puede derribar los
muros más potentes de opresión y resistencia.
Robert F. Kennedy
E n la India moderna, las mujeres que venden verduras en la calle, las que
enrollan cigarrillos o las que tejen canastas para venderlas mientras ama-
mantan a sus bebés, las que transportan materiales para la construcción so-
bre sus cabezas en cadenas humanas en las construcciones y las que
desempeñan otros mil trabajos individuales a destajo se llaman "mujeres
que trabajan por su cuenta". Representan el peldaño inferior de la fuerza
de trabajo, mas su trabajo es indispensable. Además de fabricar y distribuir
muchos productos pequeños, también arreglan y venden de nuevo ollas de
cocina, recogen el papel de las oficinas y basureros y enderezan los clavos
usados para que se usen de nuevo: un sistema de reciclaje humano en un
país donde todo se utiliza muchas veces.
No son únicamente las trabajadoras más pobres de la India, sino que
están sujetas también a los castigos especiales de vivir en un cuerpo feme-
nino. Las niñas son consideradas mucho menos valiosas que los niños y dos
terceras partes de las criaturas que mueren antes de los cuatro años de edad
son niñas; el resultado de infanticidio, además del hecho de que reservan la
comida escasa y la atención médica para los niños. Es mucho menos proba-
ble que envíen a las niñas a la escuela y el porcentaje de alfabetismo femeni-
no nacional es menos de la mitad que el masculino (entre los trabajadores
es con frecuencia mucho menor) y su humanidad es tan poco reconocida,
que el matar a una esposa para tomar otra y obtener otra dote es uno de los
principales sufrimientos que considera el movimiento femenino.
La autoestima y usted 55
En un mundo que tanto las devalúa, tienen poco motivo para valorar-
se a sí mismas y por eso hay mucho que aprender de sus éxitos.
Durante años, los periodistas y los funcionarios del gobierno en ciu-
dades industriales como Ahmedabad han condenado el hecho de que las
mujeres desempeñen ese trabajo físico tan pesado, pero nada ha cambiado.
En 1971, una joven seguidora de Gandhi, organizadora de la clase obre-
ra, llamada Ela Bhatt, hizo algo nuevo: preguntó a las mujeres lo que
deseaban.
Resultó que desde hacía mucho tiempo les divertía y les enfadaba que
los expertos con manos suaves dijeran que las mujeres no deberían desem-
peñar ese trabajo. Dicho trabajo las ayudaba a alimentar a sus familias y les
proporcionaba cierta independencia, por lo que no estaban dispuestas a
renunciar a él. Lo que deseaban eran mejores condiciones para de-
sempeñarlo: lugares seguros para dejar a sus hijos; salarios más altos por
los productos fabricados a mano o reciclados y por los trabajos relacionados
con la construcción; que se pusiera fin a los sobornos que tenían que pagar
a la policía por el privilegio de vender sus artículos en la calle y un cambio
por parte de los prestamistas que cobraban tasas de intereses muy altas por
las pocas rupias que les prestaban para comprar verduras o materias pri-
mas cada mañana, para pagarlas al terminar cada día. Por último, deseaban
un lugar seguro para guardar sus rupias lejos de sus maridos, quienes con-
sideraban propias las ganancias de las mujeres.
A pesar de que deseaban estas cosas, dijeron también que nada podía
hacerse. No tenían fe una en la otra, no confiaban en Ela Bhatt, no había
motivo para creer en el cambio. ¿Quién podía escuchar a las mujeres pobres
y analfabetas?
Cuando conocí a Ela y a algunas de estas mujeres en Ahmedabad, en
1978, su Asociación de Mujeres que Trabajan por su Cuenta (Self-Employed
Women's Association), cuyas siglas SEWA significan también "servicio",
existía desde hacía seis años. Habían denunciado la corrupción de la policía
que exigía sobornos; habían establecido centros de atención infantil y jardi-
nes de niños e, incluso, habían convencido al Banco de la India para que les
permitiera abrir una sucursal especial para atender sus pequeños présta-
mos y los ahorros ganados con tanto esfuerzo. Ellas mismas recorrieron las
calles en busca de miembros, colocaron dos ventanillas improvisadas en un
salón pequeño y, literalmente, crearon un banco. (El problema del analfabe-
tismo se superó colocando la fotografía de cada mujer en su libreta de depó-
sito. "Tal vez no sabemos leer", explicó una de ellas con una sonrisa, "pero
podemos pensar".) Para sorpresa incluso de quienes respaldaban a Ela Bhatt
(un sindicato de trabajadores textiles que había considerado a estas mujeres
demasiado pasivas e incapaces de organizarse debido a sus empleos dife-
56 Amor al trabajo
N o tenemos que morir para entrar en el Reino del Cielo. En realidad, tene-
mos que estar plenamente vivos. Cuando respiramos y abrazamos un árbol
hermoso, estamos en el Cielo. Cuando respiramos intencionalmente, cons-
cientes de nuestros ojos, nuestro corazón, nuestro hígado y de que no nos
duelen las muelas, somos transportados de inmediato al Paraíso. La paz
está disponible; sólo tenemos que tocarla. Cuando estamos en verdad vi-
vos, podemos ver que el árbol es parte del Cielo y que nosotros somos tam-
bién parte del Cielo. Todo el universo conspira para revelarnos esto, mas
estamos tan fuera de contacto, que invertimos nuestros recursos en talar los
árboles. Si deseamos entrar en el Cielo en la Tierra, necesitamos dar única-
mente un paso consciente y respirar intencionalmente. Cuando estamos en
contacto con la paz, todo llega a ser real. Nos convertimos en nosotros mis-
mos, llenos de vida en el momento presente y el árbol, nuestros hijos y todo
lo demás se nos revela en todo su esplendor. El milagro no es caminar en el
aire o en el agua, sino caminar sobre la Tierra.
59
60 Amor al trabajo
es, de dónde viene o cómo obtener más. Puesto que no existe todavía una
definición generalmente aceptada de la dignidad, para propósitos de este
artículo, la autoestima se define como la actitud que tenemos hacia noso-
tros mismos, basándonos en la suma de:
1. Respete a los demás. Aretha Franklin tenía razón; todos desean un poco
de R-E-S-P-E-T-O. Cada uno de nosotros tiene una necesidad interior de ser
visto y comprendido por los demás. Los gerentes pueden demostrar respeto
al ser corteses, al escuchar con atención y de una manera enfática y al
mantener contacto visual, así como al evitar dar consejos, reprimendas y
utilizar un tono condescendiente o sarcástico.
En demasiados casos, el problema es que no hemos mostrado respeto
por la vida, por lo que no tenemos la capacidad de darlo a los demás. Peor
aún, aquellas personas con patrones de comportamiento Tipo A y poca
autoestima tienden a controlar, a ser impacientes y a ofender verbalmente
en situaciones tensas, terminando así con cualquier habilidad para comuni-
carse que hayan cultivado. Sin importar las circunstancias, la verdad es que
ningún gerente logrará un desempeño excepcional de los empleados, si los
trata con hostilidad, desdén o falta de respeto.
Un restaurante es un campo de prueba perfecto para practicar el com-
portamiento para mejorar la autoestima, porque es uno de los medios de
negocios más tensos orientados al desempeño. McCleery enfatiza: "En un
Restaurante Hobee's típico, hay un promedio de 375 clientes al día, cuyas
necesidades deben quedar satisfechas o, de lo contrario, pueden salir por la
puerta y no regresar jamás".
Uno de los gerentes "estrella" en el terreno de trabajo para mejorar la
dignidad es Kathy Gunn, gerente del Restaurante Hobee's en Cupertino,
California. Kathy es uno de esos gerentes conscientemente competentes,
que está en el sitio de trabajo todos los días, creando un medio de trabajo
que por lo regular produce ejemplos positivos de cada una de las ocho
soluciones que se mencionan en este artículo. El estilo de administración de
Kathy se basa en el respeto por sus empleados. "Cuando alguien tiene un
problema, de inmediato arreglo una reunión entre los dos. Casi siempre
vamos a algún sitio privado, alejado de la oficina, el cual se siente más abier-
to. Empiezo diciendo: 'Dime lo que tienes en mente', escucho con atención
y no interrumpo, hasta que la persona termina de hablar."
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 63
El mejor acto de motivación que una persona puede hacer por otra, es
escuchar.
Roy E. Moody
Presidente de Roy Moody and Associates
Es probable que dando el ejemplo no sea la mejor manera de enseñar: tal vez
sea la única forma de hacerlo.
Albert Schweitzer
Nadie puede lograr que se sienta inferior sin que usted lo consienta.
Eleanor Roosevelt
66 Amor al trabajo
Kathy Gunn fijó también sus límites personales, aunque quizá el mejor ejem-
plo sería la ocasión cuando el jefe y dueño la llamó durante la hora de ma-
yor trabajo y empezó a informarle respecto a una decisión que ella había
tomado. Kathy fijó sus límites con claridad y precisión al decir con tono
neutral: "Estoy aquí para atender a los clientes. Si tiene algo que aclarar
conmigo, llámeme después que hayamos cerrado y con gusto lo discutiré
con usted".
Si trata a una persona... como si fuera lo que debería ser y puede ser, esa
persona llegará a ser lo que debe ser y puede ser.
Johann Wolfgang Von Goethe
Un llamado a la acción
Si la experiencia de Kay McCleery y de Kathy Gunn con las ocho soluciones
del comportamiento lo ha desafiado, entonces, tal vez se proponga atender
el llamado a la acción. La idea de mejorar la autoestima en el centro de tra-
bajo no es un sueño imposible, pero para convertirlo en una realidad, los
empleados y los altos ejecutivos de cada empresa deben proponerse apren-
der nuevas habilidades y crear centros de trabajo que animen el respeto por
sí mismo positivo. Hola, América corporativa, ¿alguien está escuchando?
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 69
tacto con quienes somos en realidad como hijos de Dios. Nuestro pensa-
miento no es claro, perdemos el sentido de nuestro vínculo con el hogar, las
otras personas y nuestro verdadero yo.
Es interesante ver cómo la desconfianza de sí mismo y el falso orgullo
actúan con los gerentes. Cuando son adictos a cualquier padecimiento del
ego, esto daña su efectividad. Los gerentes dominados por la desconfianza
sobre sí mismos son los "jefes que no hacen nada". Son descritos como "nunca
están presentes, evitan siempre el conflicto y no son de mucha ayuda". Con
frecuencia dejan solas a las personas, incluso cuando están inseguras y no
saben lo que están haciendo. No parecen creer en sí mismos ni confían en
su propio juicio. Valoran los pensamientos de los demás más que los pro-
pios, en especial, los pensamientos de aquellas personas con quienes se re-
portan. Como resultado, rara vez hablan y apoyan a sus empleados. Bajo
presión, parecen delegar en quienes tienen más poder.
En el otro extremo del espectro se encuentran los "controladores". Éstos
son los gerentes dominados por el falso orgullo. Incluso cuando no saben lo
que están haciendo, tienen una gran necesidad de poder y control. Aun
cuando es evidente que están en un error, continúan insistiendo que tienen
la razón. Estas personas no apoyan lo suficiente a sus empleados. Si todos
se sienten optimistas y seguros, el controlador los desanima. Apoyan a sus
jefes por encima de sus empleados, porque desean escalar la jerarquía y
convertirse en jefes.
Si algo de esto le resulta bastante incómodo, no se alarme. La mayoría
de nosotros tenemos indicios tanto de la propia capacidad como del falso
orgullo, porque el problema es en realidad el ego. Estamos estancados, en-
focados únicamente en nosotros mismos. La buena noticia es que si pode-
mos aceptar el amor incondicional de Dios, preparamos el camino para un
tiempo cuando los resultados o la aprobación de otros ya no sean lo más
importante en la vida.
En años recientes pregunto a las personas que asisten a mis semina-
rios administrativos: "¿Cuántos de ustedes tienen hijos?" Muchas personas
levantan las manos. Entonces pregunto: "¿Cuántos de ustedes aman a sus
hijos?" Ríen y veo levantadas las mismas manos. En seguida formulo la
pregunta clave: "¿Para cuántos de ustedes el amor de sus hijos depende de
sus logros? Si tienen éxito, todavía los aman. Si no lo tienen, no los aman".
Nadie levantó la mano. "Entonces, el amor de sus hijos no depende de lo
que logran o del poder o la influencia que obtienen." Continúo: "Sin embar-
go, ¿por qué ustedes y yo no aceptamos esa clase de amor incondicional de
nuestro Padre?"
Si podemos empezar a aceptar el amor incondicional que está disponi-
ble para nosotros, nuestro enfoque ya no tiene qué estar en tos resultados,
72 Amor al trabajo
FUENTE: ETTA HULME. Reimpreso con permiso de Newspaper Enterprise Association, Inc.
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 73
coordinador del programa para evaluar a los treinta abogados del bufete en
el departamento de la oficina de litigios en San Francisco, el programa "nos
da la sensación de que los socios nos respetan y consideran nuestros co-
mentarios acerca de cómo debería dirigirse el bufete para ser importante".
"Eso es trascendental", dice Peter Keane, presidente de Bar Association, de
San Francisco, porque, "si una empresa no desea ser atacada, tiene que res-
ponder más a las ideas y deseos de los asociados".
¿Cómo logra usted, como persona, que su jefe se interese en usted?
Después de todo, la idea de interesarse por los empleados queda entre lo
que enseñaron a los gerentes que no deben hacer (involucrarse con los em-
pleados y conmoverse con sus sentimientos). La mayoría no escucha nues-
tras quejas o nuestros sueños, a no ser que se vean obligados a hacerlo. Si su
jefe es más un adversario que un colaborador, inclinado hacia el trabajo
obsesivo, en lugar de hacia un estilo de vida equilibrado, no puede esperar
que una persona así adopte un nuevo comportamiento de interés por enci-
ma de sus antiguas actitudes.
Las personas cambian su comportamiento de una manera duradera
sólo si desean cambiar primero sus actitudes. Es allí donde interviene us-
ted. Eleanor Roosevelt observó sabiamente: "Nadie puede lograr que se sien-
ta inferior sin su consentimiento". Para cambiar la forma como lo trata su
jefe y los compañeros de trabajo, cambie primero sus propias actitudes.
Empiece con un cambio en su actitud respecto a decir la verdad, compartir
la visibilidad, hablar cuando tenga una buena idea o aclarar sus prioridades
en la vida.
¿Puede usted, como individuo, poner en funcionamiento la Ética del
Valor? ¡Sí! La Ética del Valor se demuestra en su integridad personal y en
cómo utiliza su poder personal. Se muestra en su deseo de encontrar el
significado profundo en su trabajo, de utilizar su intuición, de desarrollar
sus talentos y aprobarse a sí mismo. Se muestra en su éxito al equilibrar su
vida, de tal manera que se recompense a sí mismo por el trabajo bien de-
sempeñado y por manejar la tensión y el tiempo, de tal forma que trabajen
para usted.
La Ética del Valor se concibe en la autoestima y la nutren sus propios
logros y la satisfacción propia. Una vez que la tenga en el interior, le sor-
prenderá la frecuencia con la que su jefe lo felicitará por su trabajo y le dará
más oportunidades para destacar. Los motivos de esto son dos: (1) junto
con los sentimientos superiores de valor propio llegan las habilidades au-
mentadas para escuchar y aceptar las cosas buenas que le comunica la gente
y (2) al lograr más y mostrar la satisfacción de sí mismo, las personas
empezarán a interrogarlo sobre el cambio que notan. "¿Qué le sucedió?",
preguntarán. Usted podrá responder: "¡La Ética del Valor!"
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 77
Seis formas en las que puede desarrollar personalmente la Ética del Valor
1. Cambie a normas meticulosas de integridad y confianza. De alguna
manera, muchas personas tienen la idea de que si dicen la verdad, no conse-
guirán lo que desean. En una ocasión hablé con un jefe y le comuniqué mi
versión de la verdad acerca de cómo deberíamos desarrollar nuestros pro-
ductos. No estuvo de acuerdo ni tampoco lo estuvieron mis compañeros de
trabajo. Sin embargo, continué insistiendo, hasta que, finalmente, me escu-
chó y puso a prueba una de mis ideas. Ésta funcionó y la siguiente vez que
ofrecí una idea, me escucharon de inmediato.
Con demasiada frecuencia, operamos por conveniencia, cuando de-
bería preocuparnos más el hecho de crear confianza. A la larga, las acciones
convenientes crean desconfianza y sospecha. Los esfuerzos conjuntos para
solucionar un problema son casi imposibles sin la confianza mutua. Por ese
motivo, cuando los gerentes deciden si deben promover a una persona de
contribuyente individual a gerente de primer nivel, ponen mucho énfasis
en la habilidad de la persona para crear confianza y lograr que las personas
trabajen bien juntas. Gane el respeto de los demás haciéndose responsable
de lo que dice y hace.
a las personas a controlar un área que resulta difícil para muchos de noso-
tros: el dinero.
LA AUTOESTIMA Y EL TRABAJO
Will Schutz
Asesor empresarial, entrenador
Autor de The Human Element y The Truth Option
vista, quienes abogan por el amor propio tienen toda la razón. El amor pro-
pio es en verdad el meollo del asunto.
Encontré una respuesta a mi perplejidad en el diccionario. La
"autoestima" se define de dos maneras, que en un sentido son contradicto-
rias y que pueden ayudar a explicar mi dilema. The Random House Dictionary
define la autoestima como:
œQué es la autoestima?
La autoestima es el sentimiento que tengo respecto al concepto sobre mí
mismo. Cuando lo que deseo para mí va de acuerdo con lo que percibo que
soy, tengo un concepto sobre mí mismo positivo, que a su vez me ayuda a
sentirme tan lleno de vida, autónomo, conocedor de mí mismo, importante,
competente y agradable como deseo ser. La autoestima se logra al elegir con
éxito ser la clase de persona que deseo ser.
La autoestima es consciente e inconsciente. Se inicia en la niñez y se
desarrolla cuando creo el concepto sobre mí mismo al incorporar (o rechazar)
los mensajes sobre mí que recibo de mis padres y de otras personas, y de
mis propias experiencias sobre lo que puedo y no puedo hacer y lo que soy
y no soy. Me comparo con otras personas o con una idea del tipo de persona
que deseo ser o con las definiciones que otras personas dan de un ideal.
No estoy consciente de algunas partes del concepto sobre mí mismo.
Elijo que sean inconscientes, porque me siento incómodo con ellas o siento
que no puedo o no deseo enfrentarlas. Por ejemplo, puedo haber asumido
que básicamente era un niño malo, por lo tanto, no digno del amor de aque-
llas personas que me conocían bien. Hice que este sentimiento de no ser
amado fuera inconsciente: resultaba demasiado doloroso reconocerlo. Para
ocultar este sentimiento de mí mismo o para defenderme y no tener que
84 Amor al trabajo
damos algo que nosotros deseamos dar y nos sorprende que la persona que
recibe muestre resentimiento. Este resultado es consecuencia de no preo-
cuparse por investigar lo que es de valor para esa persona. El dar porque
deseamos que otras personas nos consideren generosos no es en verdad
generosidad. Típicamente, esto es resultado de una autoestima pobre. Si en
verdad nos sentimos generosos, nos preocupamos por averiguar lo que la
persona que deseamos ayudar considera útil. Mi enfoque está en ser útil, no
en ser visto como útil.
Para que una acción social o personal resulte efectiva para mejorar la
dignidad, debe meditarse cuidadosamente. Ayudar es una de las bellas artes.
Si deseo ayudar a alguien a que mejore su autoestima, debo ser lo bastante
ingenioso como para crear condiciones dentro de las cuales la persona de-
sarrolle sus propias habilidades y venza sus temores de no ser adecuada
(recuerde la anécdota anterior del pescado). Es la experiencia de hacer y ser
algo que anteriormente no me sentía capaz lo que nos hace sentir una
autoestima mayor. Por lo tanto, aunque la empresa no pueda proporcionar
a los empleados una autoestima superior, puede crear las condiciones den-
tro de las cuales resulta más fácil que ellos mejoren su propia dignidad. La
tabla siguiente describe estas condiciones.
■ Sentirse con vida. Estoy plenamente vivo. Me utilizo bien. Tengo ener-
gía. No estoy aburrido.
88 Amor al trabajo
Parte II. Si utilizo los resultados de esta encuesta puedo ayudarme a encon-
trar el origen de las decisiones que tomé sobre mí mismo, las cuales no me
satisfacen en la actualidad. Para explorar dónde se originaron las decisiones
que determinan mi autoestima, para cada punto no satisfactorio antes ano-
tado me pregunto:
Cierre los ojos por favor. Piense en las tres cosas que más le gusten sobre sí
mismo. Descanse. Catalogue estas tres características a partir de la más importan-
te, el número uno, hasta la menos importante, los números dos y tres. Descanse.
Imagine ahora que tiene las características uno y dos, pero no la tres. Sienta cómo
sería eso e imagine esa situación. Descanse. Imagínese ahora con la característica
uno, pero no con la dos o la tres. Descanse. Imagine que no tiene ninguna de estas
características. Note cómo se siente. ¿Qué imágenes pasan por su mente? Descan-
se. Abra los ojos por favor y note sus sentimientos al abrirlos. Descanse. ¿Qué
quedó después de haber eliminado las tres características?
92 Amor al trabajo
C uando Procter & Gamble expandió por todo el país Pringle's New-
fangled Potato Chips, de 1973 a 1975, el producto fue un éxito inmediato y
enorme.
Sin embargo, en un año, el negocio inició un descenso rápido y a largo
plazo, con ventas de apenas el 25% al año, de 1975 a 1980. El resultado,
desde el punto de vista de la orgullosa y exitosa Procter & Gamble, fue muy
desagradable. P&G no estaba acostumbrada a un lugar secundario en el
mercado, mucho menos a un fracaso público. El negocio perdió mucho di-
nero; algunas personas del exterior estimaron pérdidas hasta por 250 millo-
nes de dólares por Pringle's. La confianza y la imagen de P&G también re-
sultaron afectadas; después de todo, ésta era la compañía de productos del
consumidor con más marcas principales en el mercado que cualquier otra
empresa. Nada que no fuera el liderazgo en el mercado se consideraba un
éxito y Pringle's se había convertido en el único fracaso más grande y más
público de la empresa.
Se dedicó mucho tiempo, energía, recursos e investigación al negocio
de Pringle's, en un intento de lograr un cambio. Reunieron a altos ejecutivos
de P&G para dirigir los esfuerzos de cambio. Los esfuerzos se iniciaron des-
de los niveles altos hacia abajo, permitiendo a los ejecutivos de nivel más
alto la oportunidad de establecer una política y las tácticas. Se puso en fun-
cionamiento una nueva agencia de publicidad. Sin embargo, nada dio re-
sultado.
¿Por qué los mejores y más brillantes empleados de la venerable P&G,
con vastos recursos a su disposición, no podían lograr el cambio de Pringle's?
Irónicamente, después de traer altos ejecutivos de todas las sucursales de la
compañía para que estudiaran e intentaran "arreglar" Pringle's, un peque-
ño grupo de ejecutivos jóvenes descubrió la verdad: las respuestas habían
estado disponibles todo el tiempo; sólo necesitaban interrogar a la "gente".
Ésta es la primera ley del cambio en los negocios: la gente conoce siempre el
motivo, pero es un recurso que no utilizamos en nuestro mundo de nego-
cios con jerarquías, que está de cabeza. El sistema de los grandes negocios
en los Estados Unidos está en gran parte establecido en formas que evitan
94 Amor al trabajo
dos. Los gerentes tenían una nueva norma que cumplir y la empresa tenía
mi garantía de eso. Resultó que los gerentes disfrutaron este papel; sin em-
bargo, la mayoría protestó al principio.
No buscaba únicamente sugerencias sueltas. Necesitaba que 500 aseso-
res actuaran en un nivel profesional. Las personas necesitaban una capa-
citación básica en el análisis del flujo de trabajo, para formular reco-
mendaciones y evaluar los impactos del negocio. Por lo tanto, organicé un
programa de capacitación para todos. Fue necesario medio día cada sema-
na, durante seis semanas, para completarlo. En seguida, cada persona pre-
paró para mí una presentación individual, como un asesor real.
Cada presentación fue una experiencia honorable y, para mí, una expe-
riencia de aprendizaje. Las personas me agradaron con ideas brillantes y
con una preparación meditada. Agradecí todo lo que presentaron. Empeza-
ban a reflejar la confianza que había puesto en ellas.
El punto culminante de todos estos esfuerzos fue cuando cuatro de
nuestros empleados profesionales ofrecieron una nueva dirección es-
tratégica que ahorraría medio millón de dólares al año, incluyendo una
propuesta para eliminar sus propios puestos. ¡Eso demostraba una gran
confianza en mí! Por supuesto, acepté su plan, los recompensé con boni-
ficaciones importantes y me aseguré que consiguieran empleos incluso
mejores en la organización.
Empezaron a suceder cosas importantes en nuestras operaciones en
todo el país, en las semanas y meses siguientes. El impacto era muy sorpren-
dente. Los equipos empezaron a llevar a cabo mejoras con mayor rapidez
de la que pude imaginar. Se ganaron el respeto del resto de la compañía.
Las personas estaban entusiasmadas con su trabajo. La métrica del negocio
dio un giro para mejorar.
Para mantener el espíritu de creatividad fenomenal, pedí a los geren-
tes que reservaran dinero en sus presupuestos para lo que llamé "vidrio
roto". Al principio, algunos de ellos se quejaron de que no sabían cómo
gastar el presupuesto en vidrio roto. "¡Eso es porque todavía no han roto
ninguno!", les dije. Más adelante, llamaron y anunciaron con orgullo: "Hoy
rompí algunos vidrios".
"Eso es fabuloso". Pregunté: "¿Qué hizo?". Todavía me gusta escuchar
historias sobre vidrio roto, porque sé que eso significa que hay un ambiente
de trabajo en el que la gente es respetada porque se arriesga.
A las personas les gustó el trabajo, disfrutaban lo que hacían y se di-
vertían haciéndolo. La siguiente encuesta de empleados mostró mejoras
más allá de los límites de la validez estadística. En menos de un año, las
actitudes habían cambiado de un aburrimiento desapasionado o una rebe-
lión reprimida, al otro extremo de la balanza. "Nos gusta estar aquí y esta-
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 101
Hay un sin fin de maneras para lograr la grandeza, pero cualquier camino
para alcanzar el potencial máximo debe tener como base el respeto por la
persona, un compromiso con la excelencia y un rechazo a la mediocridad.
Buck Rodgers
Unes,n denominador común fundamental que traspasa las culturas, las nacio-
las razas y las religiones es el respeto. Sin importar los tipos de
personalidad, los estilos de aprendizaje, la orientación, las fuerzas o las
debilidades, el respeto al empleado trasciende todas las diferencias. Éstas
constituyen la base para los juicios; la separación y el prejuicio, son las célu-
las cancerosas de las relaciones. El respeto permite las diferencias. Respeto
es aceptar a otras personas como son, sin desear que se asemejen a uno. Si
respeta a las personas, reconoce sus áreas de experiencia, su capacidad, sus
preferencias y sus fuerzas, así como sus defectos. De esta manera, les da
poder con un sentido de respeto de sí mismas positivo o de autoestima.
El conservar la autoestima de un empleado es un asunto delicado. Re-
quiere de la claridad en la comunicación. Ésta incluye varios aspectos: papeles
y responsabilidades, expectativas, oportunidades y consecuencias, revisión del
desempeño, retroalimentación consistente, refuerzo positivo, reconocimiento
y recompensas apropiadas y oportunas. Además de la comunicación, otros
aspectos importantes del respeto son la compasión, la empatía, el apoyo y la
dirección con tacto. En un mundo donde una de cuatro personas experi-
menta una crisis de salud con alguien cercano a ella, junto con las presio-
nes relacionadas con criar a una familia, alimentar una relación primaria y
ganarse la vida, la habilidad de las relaciones humanas juega un papel muy
importante.
Los empleados son personas. ¿Una afirmación obvia? Tal vez no, si
pensamos en los jefes que esperan que los trabajadores actúen como má-
quinas. Si un jefe considera a los empleados como un medio para un fin,
entonces, tal vez no desee invertir el tiempo, la energía y la preocupación
por el bienestar general del empleado.
Los empleados son personas que crecieron en familias. El medio fami-
liar los trató de una manera que los marcó para toda la vida. Estas marcas
fueron causa de decisiones y comportamientos respecto a la vida. Las deci-
siones y los comportamientos les permitieron sobrevivirías y operan toda-
vía en la actualidad.
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 105
De la misma manera, puede solicitar cosas tales como que las perso-
nas presenten tres soluciones propuestas junto con cada problema o queja
y puede negarse a permitir comportamientos tales como mentir, robar o
divulgar los secretos de la compañía. Estos comportamientos son motivo de
despido inmediato, sin ofrecer una segunda oportunidad.
Sugiero que disponga de tiempo para hacer la siguiente lista:
6. Motivos para rechazo. Todos los empleados tienen una lista de "nunca
hacerlo". Pregunte a cada empleado: "¿Hay algunas cosas que en verdad le
molestan, le enfadan o le hieren y que nunca hará, como gritar, tocar, bro-
mas atrevidas, molestar, reprimendas frente a otros, etcétera?"
Tengo un empleado que es un técnico muy bueno, que registra la infor-
mación a gran velocidad y que puede solucionar gran parte de nuestros
problemas con las computadoras. Es también una persona muy reservada
que no se comunica mucho y mi hermana no lo soporta. Tengo que ser
intermediario entre ambos.
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 111
Isaac Tigrett, cofundador de Hard Rock Cafe, había asegurado que si tenía
la oportunidad de dirigir un negocio, lo haría de una manera distinta a como
lo había hecho antes. "Yo era la tercera o cuarta persona más joven en el
lugar y no sabía nada acerca del negocio de los restaurantes, por lo que tuve
que seguir mi intuición", comenta él. "No había ninguna guía para crear la
clase de lugar que tenía en la mente y en el corazón."
Él contrata personalmente a cada uno de los empleados. "Mi colec-
ción arco iris", los llama. "Tuvimos veinticinco idiomas nativos entre el per-
sonal." Lleva a cabo "reuniones familiares" diarias y semanales, con todo el
personal. "Enséñenme este negocio", les dice, "y yo les proporcionaré los
recursos y la guía".
Las juntas del personal son bulliciosas y llenas de energía. "Entrenamos
y entrenamos a algunos más", comenta él. "Cada semana, hablamos sobre
la amabilidad, sobre la calidad por medio de la cortesía y sobre nuestros
temas: clase y 'cordialidad agresiva norteamericana'. Tenemos que trabajar
para compensar la reserva inglesa común. Deseamos que el lugar transpire
amor."
Isaac instituyó el primer plan para compartir utilidades en una com-
pañía de restaurantes en Inglaterra. Las utilidades se comparten con cada
empleado, basándose en un sistema de calificación que incluye la cordiali-
dad, la utilidad y encajar en la "familia", así como otros asuntos convencio-
nales relacionados con el desempeño del trabajo. Todos son tratados de la
misma manera. Por lo general, a las mujeres en la década de los sesenta se
les pagaba exactamente la mitad del salario de los hombres; en el Hard Rock,
se les pagaba con exactitud lo mismo.
"No encontrarán un gerente más dármico que yo", ríe. "Conocía a to-
dos en el restaurante por su nombre y todos me conocían. Todos tenían mi
número telefónico y sabían que podían ponerse en contacto conmigo direc-
tamente, en cualquier momento. Pasé el 70% de mi tiempo en el teléfono.
Los empleados y yo teníamos una relación especial. Más adelante, coloqué
máquinas de fax en los restaurantes de cada empleado, para comunicarse
directamente con mi oficina. Cada empleado en cada Hard Rock Cafe del
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 113
EL GRITŁN
Joe Black
Orador profesional y entrenador
Autor de The Attitude Connection-Focus on Quality
Pagaré más por la habilidad para tratar a la gente, que por cualquier otro
producto bajo el sol.
John D. Rockefeller
D ale Carnegie solía contar una historia sobre Charles Schwab, quien re-
cibía un salario de un millón de dólares al año en el negocio del acero. Él le
dijo al señor Carnegie que le pagaban ese cuantioso salario principalmente
debido a su habilidad para tratar a las personas.
Un día, cuando Schwab recorría una de sus fábricas, descubrió a un
grupo de hombres que fumaban exactamente abajo de un letrero que decía
"No fumar".
En lugar de señalar el letrero y decir: "Hey, ¿qué sucede con ustedes,
muchachos, no saben leer?", Schwab charló de manera informal con los
hombres y nunca mencionó el hecho de que fumaban bajo un letrero que
decía "No fumar".
Al final de la conversación, dio a los hombres algunos puros y, en-
tonces, guiñó el ojo y añadió: "Apreciaría si fumaran estos puros afuera".
Eso fue todo lo que dijo, sin sermones, sin avergonzar, sin reprimen-
das degradantes. Con seguridad, quienes cometieron la falta sabían que él
notó que no obedecieron el reglamento y es muy probable que lo hayan
admirado por su forma de abordar el problema. Estoy seguro que, debido a
que fue comprensivo con ellos, quisieron serlo también con él.
118 Amor al trabajo
Ken Blanchard
Presidente de Blanchard Training and Development
Coautor de The One Minute Manager, Putting the One Minute Manager to Work y The
Power of Ethical Management
Las personas rara vez tienen éxito en algo, a no ser que se diviertan
haciéndolo.
La Rochefoucauld
Creo que lo fundamental en autoactualización es cuando una persona está
confusa acerca de la diferencia entre el empleo y la recreación.
Ken Blanchard
Joel Goodman: ¿Tiene recuerdos tempranos acerca del papel del humor en su
vida?
Ken Blanchard: En el campeonato de básketbol del sexto grado de la escuela
primaria, nuestro colegio llegó a las finales. Jugamos contra Lincoln y
ellos tenían a un joven robusto, que en sexto grado parecía que tenía
una estatura superior a un metro ochenta centímetros. Todos los chi-
cos del equipo lo llamaban "Meatball". Tuve uno de esos días en los
que soñamos, cuando todas las pelotas que lanzaban entraban. La gente
no podía creerlo, ganamos.
Al final del juego, entramos para cambiarnos. Meatball estaba
sentado en la banca. Al pasar, le di una palmada en la espalda y dije:
"Buen juego, Meatball". Se puso de pie de un salto, me asió por la
camisa, me arrojó contra su casillero y dijo: "Sólo mis amigos me lla-
man Meatball". No sé de dónde saqué la compostura, pero respondí:
"¡Bueno, entonces seamos amigos!" Rió como un loco y pensó que era
lo más gracioso que había escuchado. Me bajó y comentó: "Tienes ra-
zón, hombre".
JG: ¡Y por eso está aquí hoy! ¿Hay otras personas en su vida temprana que
jugaron un papel en el desarrollo de su sentido del humor?
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 119
KB: Mi papá tenía una capacidad tremenda para tomar una situación y en-
contrar humor en ella. Durante la Segunda Guerra Mundial, se en-
contraba en las Islas Marshall, en el Pacífico, y el 70% de sus hombres
habían muerto o estaban heridos. Después, los hombres que conocí
dijeron que una de las cosas que en realidad los mantuvo activos fue
el hecho de que mi padre utilizara el sistema de intercomunicación y
encontrara humor en las cosas.
Cuando asistí a la escuela secundaria, fui nominado para presi-
dente de la clase y tuve que pronunciar un discurso. Papá se sentó
para ayudarme con el discurso y dijo: "Lo primero que tienes que re-
conocer para pronunciar un discurso es que necesitas tener humor y
hacer reír a la gente".
El día del discurso, me puse de pie frente a todos los alumnos
del séptimo grado y dije: "Como dijo la vaca al granjero, cuando se
descompuso la ordeñadora mecánica, gracias por esa mano tibia". Las
personas rieron mucho. A propósito, Meatball fue el gerente de mi
campaña.
JG: ¿Continuó recibiendo una "mano tibia" más tarde en la escuela?
KB: La gente esperaba que el humor fuera parte de mi estilo y encontrar
humor en casi todas las situaciones. Pronuncié el discurso de gradua-
ción en la escuela secundaria y en la preparatoria, frente a miles de
personas. Lo que noté fue que muchas otras personas pronunciaban
discursos y la audiencia parecía aburrida. Comprendí que no podía
permitir que transcurrieran más de un par de minutos sin una buena
risa, pues sabía que de lo contrario, empezaría a perder público.
Por lo tanto, mi técnica es tratar los puntos serios en esos dos
minutos que tengo y, después, es mejor adornarlos con cierto humor.
JG: Entonces, hubo humor desde el principio. Después, a lo largo del cami-
no, ¿dónde más encontró humor..., o el humor lo encontró?
KB: En la Universidad de Ohio, daba un curso de Política de los Negocios.
Al utilizar el humor, tuvimos un tiempo maravilloso. Nunca imaginé
que me encontraría frente a los estudiantes y que todos reirían, disfru-
tando. La asistencia a la clase era fabulosa y, por lo mismo, decidí de-
dicarme a la enseñanza, porque los estudiantes dijeron: "No es como
los otros profesores, pues no es seco". Fue en especial maravilloso para
mí escuchar esto, porque sabía lo que era estar aburrido en clase, ya
que la mayoría de mis profesores nunca pudieron ver el lado gracioso
de nada.
Empecé a utilizar el humor y lo que es en realidad interesante,
es que las personas empezaron a contar anécdotas que podía utilizar.
Me gusta ver la realidad y llamarla como es. Con humor en las histo-
120 Amor al trabajo
rías, las personas pueden reír porque dicen: "Es como mi madre" o
"Es como yo" y toman parte en lo que sucede.
JG: En mi experiencia al asesorar empresas y en los programas internos so-
bre el uso positivo del humor en la administración y las empresas, me
he encontrado personas que dicen: "¿De qué habla, de humor? Vaya-
mos a lo importante" u "Olvidemos lo gracioso". ¿Algunas palabras
de sabiduría a los gerentes, que podrían descubrir que el humor es
una herramienta efectiva?
KB: Uno de los conceptos clásicos que todos aprendimos en la escuela fue la
diferencia entre proceso y producto. El producto es el resultado final
de lo que tratamos de lograr, mientras que el proceso es cómo lo hace-
mos y la interacción. Escuché esta cita maravillosa cuando estaba en
Japón: "El dirigir por las utilidades o la cifra final del balance, es sólo
como jugar tenis con los ojos en la pizarra de anotaciones y no en la
pelota". Las personas que no dejan de decir: "Volvamos al negocio",
olvidan todo el proceso y la pelota.
Por medio del uso del humor y la risa es posible que las personas
se curen solas. Otra cita que en verdad me encanta es: "En la vida, lo
que resistimos, persiste". El humor puede ser una liberación maravi-
llosa para las personas, porque si enfrentamos lo que nos molesta, en
el mismo proceso de tratarlo, desaparecerá. Una de las mejores for-
mas de hacerlo es a través del humor, pues entonces todos saben lo
que hacemos, todos ríen y no tenemos que decir nada más.
El humor y la risa en las empresas puede incrementar la canti-
dad de retroalimentación que podemos obtener, la honestidad y la
capacidad de las personas para decirnos cosas buenas. Todas las solu-
ciones de los problemas en las empresas se encuentran entre los em-
pleados, pero el problema es que la mitad de ellos no desea decir nada,
porque por lo general son atacados, matamos al mensajero.
Es por medio del humor como podemos abrir las líneas de co-
municación. Las personas en nuestra empresa desean decirme cosas
que no dicen a otras personas, porque saben que las recibiré bien, que
puedo reír y río ante los desafíos que enfrentamos.
JG: Uno de los principios que menciono en varios programas que hago es
que existe una diferencia entre ser un gerente solemne y un gerente
serio. Es muy apropiado ser serio respecto al trabajo, sin tomarse de-
masiado en serio.
KB: Ése es el orgullo. Falso orgullo significa que no podemos reírnos de
nosotros mismos. Cuando tenemos autoestima y las cosas están en
perspectiva, reímos de nosotros mismos y de nuestras debilidades.
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 121
FUENTE: Dilbert de Scott Adams. Reimpreso con permiso de United Feature Syndicate, Inc.
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 125
ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD
Michael J. Wyman
Asesor de reconocimiento y habilitación, capacitador y entrenador
a disposición del mejor postor, pero debido a que los empleados tenían
mucho poder por los resultados extraordinarios que lograron juntos, re-
unieron el dinero necesario y compraron la compañía a su familia. Hasta
hoy, la compañía tiene cada vez más éxito en todo sentido.
128 Amor al trabajo
más barato que el 100% del costo de su comida. Después de unas semanas,
lo comprendieron.
En la actualidad, esos supervisores defienden el plan Robin Hood.
Comprenden lo que significa para sus colegas con salarios más bajos.
Nota del editor: Cuando las personas se quejan, ponga en sus manos el pro-
blema para que lo solucionen. Encontrarán formas que usted nunca con-
sideró o que no se atrevió a proponer.
130 Amor al trabajo
Muchas personas sienten una pérdida de valoración cuando les piden que
cuestionen sus 15 o 25 años de aprendizaje y de hacer algo, y les dicen que lo
hagan de otra forma. Muchas personas definen la capacidad como gastar
un mínimo de energía con un resultado máximo. Hemos desarrollado hábi-
tos de trabajo y administración. Hemos dominado algo y, ahora, nos piden
que lo hagamos de una manera diferente. Necesitamos olvidar los viejos
hábitos. Hacer las cosas de una manera nueva requiere de mucho mayor
esfuerzo y se acompaña con sentimientos de falta de familiaridad, inseguri-
dad, pérdida del control y sorpresas a granel.
¿Qué opina acerca de la calidad administrativa total, los equipos de
trabajo autodirigidos, la disminución del número de empleados, delegar
poder, una cultura cambiante y competir globalmente? A medida que la
empresa se hace más pequeña, las responsabilidades de la gerencia media
cambian en forma drástica. La toma de decisiones en equipo se está con-
virtiendo en algo normal. Si ha vinculado todo su sentido de valor a la des-
cripción de su puesto, entonces, sin duda, su autoestima puede estar en
peligro.
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 131
■ Reconozca que es hermoso y único así como es; el yo único y mejor que
ha habido.
■ No crea que tiene que compararse con otras personas. Sólo compita con
su mejor yo. Competir contra otros no es sólo la llave hacia la mediocri-
dad, sino que también puede dañar mucho su nivel de autoestima.
■ Reconozca que su valor es innato y que no está determinado por las ac-
ciones y las decisiones. Tal vez pierda un empleo, mas no es un perdedor.
Quizá fracase en un proyecto, pero no es un fracaso.
■ Acepte el 100% de la responsabilidad por sus elecciones y decisiones.
Reconozca y acepte el hecho de que usted crea sus propias tensiones,
positivas o negativas, con sus reacciones o respuestas ante lo que sucede
en su mundo. Las circunstancias y otras personas no lo ponen tenso; sólo
usted puede ponerse tenso. (¿Se siente cómodo con esa idea o esa idea lo
pone tenso?)
■ Reconozca que los errores son escalones hacia el logro. Si lo despiden o
desplazan de su trabajo, dese la oportunidad de aprender de sus errores
mientras busca un nuevo empleo, retroceda en busca de un rango avan-
zado, etcétera. Durante los tiempos de cambio, puede ser que su cociente
de actitud sea más importante que su cociente de inteligencia. El finado
Buckminster Fuller dijo: "Todos mis adelantos se lograron por medio del
error. Descubrimos lo que es librándonos de lo que no es".
■ Tal vez sería sabio adoptar la actitud de Thomas Edison, cuando le pre-
guntaron si se sentía un fracasado después de 25 000 intentos sin éxito
para almacenar la electricidad en una caja, lo que finalmente se converti-
ría en la batería eléctrica. Su respuesta fue: "Nunca nos percibimos como
un fracaso en Edison Inventions, Inc. Tenemos inicios falsos, demoras
temporales, errores de aprendizaje. Básicamente, nuestro enfoque a es
tos 25 000 intentos es que hemos descubierto 25 000 formas diferentes,
hasta el momento, para no almacenar la electricidad. Debemos estar
acercándonos a un descubrimiento". Esa actitud será un buen presagio.
■ Disfrute cada día a la vez, reconociendo que la vida es un viaje para vivirlo
momento a momento. Hay ladrones gemelos que le robarán su efectivi-
dad hoy y dañarán su estima. Esos ladrones son: a) el ayer, que es histo
ria antigua y b) el mañana, que es una nota promisoria y garantía para
nadie. Espero que no crea en la psicología de la década de los setenta,
que intentaba convencernos de que hoy es el primer día del resto de
nuestras vidas. Si alguna vez ha tomado una clase de lógica o de
epistemología, está consciente de que la falla fatal de esta teoría es que
ninguno de nosotros tiene garantía por el resto de la vida. Aprender a
vivir el día de hoy y celebrar cada día con una actitud de gratitud es muy
Los principios básicos para lograr una autoestima plena 133
digno. Mark Twain dijo en una ocasión: "Vivan cada día de tal manera
que si murieran hoy, incluso el encargado de la funeraria estaría triste".
Deténgase y huela las rosas.
■ Elógiese mucho por el esfuerzo. Elogie las retribuciones, incluso cuando
las cosas no van bien.
Recuerde que las actitudes son contagiosas y que no hay nada más
atractivo (o utilizable) que un ser humano naturalmente feliz, realizado y
lleno de vida. Las dificultades de la vida tienen la intención de mejorarnos,
no de amargarnos.
mos a ser como esa imagen de nuestro mundo que predomina en nues-
tra mente.
■ Se necesita menos energía para completar una tarea desagradable "en el
momento", que para preocuparse por ella todo el día.
■ Elija no asociarse con personas negativas.
■ Vigile su dieta. Mantenga una nutrición adecuada.
■ Comprenda que los días festivos, las vacaciones y los pasatiempos son
importantes.
■ Planee hacer algo hoy, que le proporcione energía; algo que le guste ha-
cer, algo sólo para usted.
■ Sea un "buen descubridor" y no un "mal descubridor". Atrápese y atra-
pe a los demás en el acto de hacer las cosas en forma correcta.
3 LA IMPORTANCIA
DE INTERESARSE
Todo empieza con el gerente. ¿A él le interesan las personas?
Jim Treybig
Presidente y director general
de Tandem Computers
FUENTE: In the Bleachers, de Steve Moore. Reimpreso con permiso: Tríbune Medía Services
135
136 Amor al trabajo
COMENTARIOS
James Autry
Ex presidente de la división de revista de Meredith Publishing
Autor de Lave and Profit: The Art of Caring Leadership ,
El simple acto de-prestar atención positiva a las personas tiene mucho que
ver con la productividad.
Thomas Peters y Robert Waterman, Jr.
FUENTE: Dilbert de Scott Adams. Reimpreso con permiso de United Fea ture Syndicate, Inc.
138 Amor al trabajo
CONSTANCIA E IMPARCIALIDAD
Doctor Timothy Johnson
Presidente de Obstetricia y Ginecología
Universidad de Michigan en Ann Arbor
EL LETRERO INVISIBLE
Mary Kay Ash
Fundadora y presidenta ejecutiva de Emeritus, Mary Kay Cosmetics
Autora de Mary Kay on People Management y You Can Have It All
¡C ada persona es especial! Con sinceridad creo esto. Cada uno de noso-
tros desea sentirse bien respecto a sí mismo, pero para mí, es igualmente
importante lograr que los demás se sientan también así. Siempre que co-
nozco a alguien, trato de imaginar que esa persona lleva un letrero invisible
que dice:
¡HAZME SENTIR IMPORTANTE!
esta manera las motiva para que trabajen mejor. Fue John D. Rockefeller
quien dijo: "Pagaré más por la habilidad para tratar a la gente, que por cual-
quier otro producto bajo el sol". La moral elevada es un factor significativo
para aumentar la productividad, lo que significa que un buen gerente debe
esforzarse en forma continua para incrementar la autoestima de cada indi-
viduo en su empresa.
¡Mi experiencia con la gente es que por lo general hace lo que usted
espera que haga! Si espera que tenga un buen desempeño, lo tendrá; por el
contrario, si espera que su desempeño sea malo, es probable que lo com-
plazca. Creo que los empleados comunes, que se esfuerzan bastante para
satisfacer las elevadas expectativas que usted espera de ellos, trabajarán
mejor que las personas promedio con poca autoestima. ¡Motive a sus emplea-
dos para que utilicen ese 90% no registrado de su habilidad y su nivel de
desempeño mejorará!
¿Cómo logra un gerente hacer que las personas se sientan importan-
tes? Primero, escuchándolas. Permita que sepan que respeta su pensamiento
y permítales que expresen sus opiniones. (¡Como una bonificación adicio-
nal, usted podría aprender algo!) Un amigo mío me habló en una ocasión
sobre un ejecutivo de una gran operación al menudeo, quien dijo a uno de
sus gerentes de sucursal: "No hay nada que pueda decirme, que yo no lo
haya pensado antes. Nunca me diga lo que piensa, a no ser que yo se lo pre-
gunte. ¿Quedó entendido?" Imagine la pérdida de autoestima que con segu-
ridad sintió ese gerente de sucursal. Eso debió desanimarlo mucho y afectar
su desempeño. Cuando se desalienta la dignidad de una persona, su nivel
de energía disminuye. Por otra parte, cuando logra que una persona experi-
mente un gran sentido de importancia, esa persona caminará en la novena
nube y el nivel de energía se disparará. ¡Iniciará el flujo de adrenalina y un
garito se convertirá en un tigre!
LA MANOPLA DE JESSIE
Rick Phillips
Entrenador de ventas internacionales y administración
D esde hace tiempo he estado asociado con las palabras que hacen que los
especuladores del mercado se estremezcan por temor a que mis imprecacio-
nes puedan disminuir el precio de las acciones. ¿Por qué es tan difícil for-
mar los encabezados con esas palabras que se utilizan con frecuencia en mi
compañía: amor, dar, preocuparse, sentir, esperanza, justo, alma y verdad,
todas las cuales se encuentran en el trabajo?
Siempre he creído que podemos llevar el corazón al trabajo. La mayo-
ría de nosotros pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en el trabajo. Es
el lugar donde tenemos el mayor contacto diario con los demás, donde em-
pleamos la energía creativa y donde establecemos relaciones. No comprender
el papel que juega el trabajo en el desarrollo de las personas sería un error.
Para mí el centro de trabajo no es una fábrica para la producción de artícu-
los, sino una incubadora para el espíritu humano.
El centro de trabajo es donde la búsqueda compulsiva del vínculo, del
propósito común, de un sentido de amistad y de compañerismo puede
encontrar un lugar especial. Es donde puede tener lugar un sentido conti-
nuo de educación espiritual y donde la autoestima nos proporciona la habi-
lidad para expresarnos y contribuir sin egoísmo a un bien mayor.
La política de la conciencia
Durante demasiado tiempo, los negocios han enseñado que la política y el
comercio son dos arenas diferentes. No estoy de acuerdo. La conciencia
política y el activismo deben incorporarse en los negocios. En un mundo
global, no hay acciones sin valor o políticamente desenmarañadas. Pocas
fuerzas motivantes son más potentes que la de proporcionar a los emplea-
dos una oportunidad para ejercitar y expresar su idealismo tendiente a in-
fluir en el cambio, local, nacional y globalmente.
Las campañas no son sólo para cambiar el mundo, sino para cambiar
la forma como trabajan juntas las personas. El dar a las personas un sentido
de su propio poder es, con mucho, parte del objetivo como solucionar los
problemas. Proporciona un nuevo foro para la educación del personal. Los
empleados pueden tratar problemas y entrar en áreas donde normalmente
nunca se aventurarían. Las campañas son una forma fabulosa para integrar
el comportamiento de los empleados en el trabajo con los valores que tie-
nen como ciudadanos individuales en el mundo. Los líderes de negocios
necesitan comprender que ésta es la manera a seguir en el centro de traba-
jo: el personal se convierte en la política, la cual se convierte en lo global.
UN PAR DE CALCETINES
Trevor B. Kwok
Sviaroylauntensión
hombre de negocios en mi comunidad y, en ocasiones, para ali-
y poner perspectiva en mi vida, me ofrezco como voluntario
en un comedor de beneficencia en uno de los distritos más pobres de la
ciudad.
En uno de mis turnos, barría la calle, cuando vi que una anciana daba
vuelta en la esquina. Vestía un viejo vestido con estampado de flores, un
suéter tejido de color amarillo desteñido y un par de zapatos negros andra-
josos. La noche estaba muy fría y no pude evitar notar que no llevaba pues-
tos calcetines.
Cuando le pregunté dónde estaban sus calcetines, me respondió que
no tenía ningunos. Miré a esa mujer frágil y supe que los necesitaba mucho,
pero lo único que podía ofrecerle en ese momento era un par de calcetines
tibios. Me quité mis zapatos para correr y los calcetines blancos nuevos; se
los puse, allí mismo, en el estacionamiento. Lo consideré un acto muy pe-
queño de bondad, mas siempre recordaré su respuesta. Me miró con tanto
amor como una abuela miraría a su nieto y dijo: "Gracias. Muchas gracias. Si
hay algo que me gusta, es irme a la cama por la noche con los pies tibios. No
puedo recordar la última vez que lo hice". Esa noche conduje hasta mi casa
con el corazón henchido.
La noche siguiente trabajaba otro turno en el comedor de beneficen-
cia, cuando dos oficiales de policía entraron. Querían información sobre
una mujer, que un vecino había encontrado muerta. Me mostraron una foto-
grafía de la mujer a la que yo había regalado mis calcetines. Con pesar pre-
gunté: "¿Qué sucedió?"
El policía me dijo que ella era una viuda anciana, sin familia y con
pocos amigos. Vivía en una vieja habitación de una casa, sin calefacción, a
dos cuadras de distancia. Una vecina que la visitaba ocasionalmente la
encontró.
Mientras servía una taza de café a los oficiales, comenté: "¡Qué his-
toria!" El oficial levantó la mirada y dijo: "Yo estuve presente cuando el
médico forense levantó el cuerpo. Es algo muy extraño, pero juro que vi
una expresión de satisfacción completa en su rostro. Una expresión de con-
tento, de tranquilidad, de paz. Espero tener esa apariencia cuando me vaya".
La importancia de interesarse 155
Conduje a casa esa noche pensando en la vida difícil que con seguri-
dad tuvo esa mujer, en todas las dificultades y la soledad que experimentó.
Recordé las palabras que pronunció cuando le puse mis calcetines en sus
pies. "Si hay algo que me encanta, es irme a la cama con los pies tibios".
Materialmente, no le di mucho a esa mujer. Sin embargo, interiormente, no
puedo evitar pensar que le di un poco de comodidad durante su última
noche en el mundo.
156 Amor al trabajo
CONMOVEDOR
Sid Friedman
Presidente ejecutivo de Corporate Financial Services
Orador motivador y asesor
S iento mucho amor por todos mis empleados. Por desgracia, tengo que
ser muy cuidadoso en el mundo actual, porque el hecho de tocar está muy
vinculado con los asuntos de acoso sexual. Nunca me han demandado y he
tenido mucha suerte, pero la verdad del asunto es que en la actualidad es
muy peligroso, porque soy una persona que toca. Abrazo a todos, a no ser
que alguien diga: "Retira las manos de mí".
Nada ilegal, nada inmoral, pero sabrán que me interesan. Cuando cami-
no por el pasillo soy muy visible y mis empleados ven los efectos de tocar y
les agrada. Me ven hacerlo, ellos lo hacen y, a su vez, los veo hacerlo. Es algo
contagioso. Es uno de los mejores gérmenes en el hospital.
La importancia de interesarse 159
"Querido Jack:
Hoy inicié este día con un estado de ánimo bastante sombrío. Mi
amiga, Rosalind, se detuvo y me preguntó si hoy iba a repartir
abrazos. Murmuré algo, pero empecé a pensar en los abrazos y en
todo lo sucedido durante la semana. Decidí consultar la hoja que
nos diste sobre Cómo mantener vivo un seminario y me sobrecogí
cuando llegué a la parte acerca de dar y recibir abrazos, porque no
podía imaginar abrazar a las personas en el trabajo.
Decidí que ése fuera un "día de abrazos" y empecé a abrazar a los
clientes que se acercaban a mi mostrador. Fue fabuloso ver cómo la
gente se animaba. Un estudiante saltó sobre el mostrador y bailó.
Algunas personas regresaron y pidieron más. Los dos mecánicos de
Xerox, que entraron juntos sin hablarse, quedaron muy
sorprendidos; de pronto despertaron y empezaron a charlar y reír
por el pasillo.
Creo que abracé a todos en Wharton Business School y el problema
que tenía esta mañana, que incluía un poco de dolor físico,
desapareció. Lamento que esta carta sea demasiado prolongada,
pero estoy en verdad emocionada. Fue algo fabuloso y en cierto
momento, diez personas se abrazaban entre sí frente a mi mostrador.
No podía creer que estuviera sucediendo esto.
Con amor,
Pamela Rogers
PD.: Camino a casa abracé a un policía en la Calle 37. El dijo:
"¡Vaya! Los policías nunca recibimos abrazos. ¿Está segura que
no quiere arrojarme algo?"
4L A IMPORTANCIA Y EL
PODER DEL
RECONOCIMIENTO
El principio más profundo en la naturaleza humana es anhelar
ser apreciado.
William James
Hay dos cosas que las personas desean más que el sexo y el
dinero: el elogio y el reconocimiento.
Mary Kay Ash
160
La importancia y el poder del reconocimiento 161
G lenn Tobe & Associates llevó a cabo una encuesta en la que pidieron a
los supervisores que clasificaran la importancia de diez motivadores para
sus empleados. Ellos a su vez pidieron a los empleados que clasificaran la
misma lista en el orden de lo que más deseaban de sus supervisores.
Esta es la lista de lo que más desearon los empleados y una lista de lo
que sus supervisores pensaron que deseaban.
Empleados Supervisores
nos hicieron como somos; nos hicieron creer que somos de la manera que
somos.
Incluso los niños o los empleados más inteligentes, hábiles y talen-
tosos no logran mucho con sus recursos, si no creen en sí mismos. No ten-
drán un buen desempeño o no tendrán ninguno. Los buenos padres y los
buenos gerentes ayudan a las personas que dirigen para que se sientan fuer-
tes y sepan que valen.
¿Cómo lograr esto?
Por supuesto, la forma más obvia es siendo generosos con el elogio.
¿Cuántas veces caemos en la trampa de responder sólo a lo negativo e igno-
rar lo positivo? Mi papá me enseñó el valor del elogio. Cuando una situa-
ción lo requería, él se sentaba y me escribía una carta para decirme que
estaba muy orgulloso de mí. Seguí su ejemplo con mis hijos, porque sé que
éste es un regalo que perdura. Incluso en la actualidad, puedo sentirme
mejor al leer una de las cartas de mi padre.
En Mackay Envelope Corporation, la compañía que inicié hace treinta
años, siempre buscamos la oportunidad para dar una palmada a un em-
pleado en el hombro y decir: "Hey, lo que hiciste fue maravilloso". Hace-
mos esto 52 semanas al año.
El elogio individual no es suficiente. En realidad, el elogio general
puede parecer un poco insincero, como esos trofeos que algunas personas
con buenas intenciones entregan a todo el equipo, para que nadie se sienta
mal. No logran tampoco que nadie se sienta especialmente bien. Lo que
ayuda en verdad es identificar los puntos fuertes de un niño o de un traba-
jador y reforzarlos para que esa persona sepa que su talento es una herra-
mienta, que puede utilizar cuando la necesite.
Noté que dos de mis hijos tenían una coordinación terrible entre las
manos y los ojos. Les indiqué esto y les di lecciones de tenis, para desarro-
llar esas habilidades. Mi otro hijo no se concentraba mucho y supe que no
sobresaldría en un deporte de equipo, pero que tenía habilidad con los pu-
ños. Por lo tanto, lo animé para que tomara lecciones de karate para desa-
rrollar esa habilidad.
En mi compañía, descubrimos que uno de nuestros vendedores era
magnífico para abrir cuentas nuevas. (En contraste, un "tenedor" es alguien
que se destaca al atender las cuentas.) Identificamos su habilidad, la desa-
fiamos y la desarrollamos. Único en nuestra fuerza de ventas, él no tiene
territorio particular. Lo alentamos a ir a cualquier parte donde ve una "cuen-
ta" potencial.
Desarrollar la autoestima significa también lograr que sus hijos y sus
trabajadores se sientan seguros. Significa que se sientan cómodos para ha-
blar y expresarse sin temor al rechazo o a la crítica. Esto alienta la plática
164 Amor al trabajo
Las compañías que crean mejor una vida de trabajo de buena calidad podrán
atraer y conservar a los trabajadores más hábiles.
Rosabeth Moss Kanter
Editor de Harvard Business Review
1. Apreciaciones
Iniciamos con las apreciaciones. A cada miembro del equipo se le pide que
haga una pausa y medite a quién le gustaría dar las gracias por algo (apoyo,
ánimo, una idea, una cualidad personal o un empuje que hayan demos-
trado). En seguida, se les anima para que compartan eso con otra persona.
Esto asegura que todos tomemos tiempo para hacer una pausa y oler las
rosas.
2. Preocupaciones y soluciones
Cada empleado es responsable de expresar cualquier preocupación que pu-
diera tener, junto con una solución propuesta. Las sugerencias se negocian,
se llega a una resolución y se afirma la solución. En ocasiones, esto puede
hacer que se traten asuntos difíciles y se requiere que las personas maduren
emocional y profesionalmente. Sin embargo, cada empleado forma parte
de la solución necesaria para progresar.
4. Esperanzas y sueños
Esta cuarta sección es de esperanzas y sueños, en la que hacemos una pausa
para bendecir las esperanzas y los sueños de cada empleado para esa sema-
na. Este nivel de compartir asegura que la compañía y sus empleados traten
asuntos importantes y expresen sus emociones implícitas. Esto es contrario
a la práctica corporativa tradicional de falsa cortesía y fingir que es mejor
dejar en paz los asuntos emocionales.
Estas reuniones representan el trabajo más arduo que desempeñan
nuestros empleados cada semana, pero creemos que son responsables de la
sorprendente productividad de CMC. Más que cualquier otra herramienta
que utilizamos, incrementan también la autoestima de los empleados. Son
un reflejo de nuestro compromiso implícito para conferir poder y facilitar
que cada empleado lleve a cabo la acción necesaria para diseñar el trabajo
que más desea. Por lo general, éste es también el trabajo en el que serán más
productivos.
La importancia y el poder del reconocimiento 167
EL PODER SORPRENDENTE
DEL RECONOCMIENTOSM
Michael J. Wyman
Asesor corporativo
Presidente de Global Acknowledgement Foundation
colega. En cada ocasión que les pedí que no actuaran así, rieron en mi cara y
continuaron.
—Soy el presidente y puedo hacer lo que desee. Yo pago sus honora-
rios —me dijo él.
A medida que mi ira iba en aumento lo único que pude pensar fue: "Si
yo tuviera poder, despediría a usted y a su amigo y los reemplazaría con
José". Cada vez que les pedí que guardaran silencio, ambos me miraron con
ira. En cierto momento yo estaba tan enfadado, que me dije a mí mismo,
como en el comercial: "No es bueno engañar a la madre naturaleza". No
dejé de pensar: "Son un par de pelmazos. Resultan dañinos para la moral y
la autoestima de todos". No dejaba de imaginar a José como el nuevo presi-
dente.
Después que el programa terminó, el gerente de recursos humanos y
José se acercaron para disculpar la rudeza del presidente y de su camarada.
Creo que es hora de dejar de excusarlos y de empezar a comprender
que dañan el autoestima de los demás al no respetar el compromiso total
que hicieron todos hoy para crear una nueva declaración de la misión de la
compañía —comenté y miré a José—. José, si de mi dependiera, usted sería
el presidente.
La importancia y el poder del reconocimiento 169
De vuestra boca no salga ningún discurso malo; sino los que sean buenos
para edificación de la fe, que den gracia o inspiren piedad a los oyentes.
La Biblia, Efesios 4:29
170 Amor al trabajo
EL AMOR Y EL TAXISTA
Art Buchwald
Columnista sindicado
Mbajamos
e encontraba en Nueva York y viajaba en taxi con un amigo. Cuando nos
del taxi, mi amigo le dijo al conductor:
—Gracias por el viaje. Condujo de maravilla.
El taxista se sorprendió durante un segundo y preguntó:
—¿Se cree muy inteligente o algo parecido?
—No, querido amigo, no intento tomarle el pelo. Admiro la forma como
se mantiene controlado en medio del tráfico pesado.
—Sí —dijo el taxista y partió.
—¿Qué fue todo eso? —pregunté.
—Intento traer de nuevo el amor a Nueva York—respondió él—. Creo
que es lo único que puede salvar a la ciudad.
—¿Cómo puede un hombre salvar a Nueva York?
—No es un hombre. Creo que logré que el taxista tenga un buen día.
Supongamos que hace 20 viajes. Va a ser atento con esos veinte pasajeros,
porque alguien fue amable con él. Esos pasajeros a su vez serán más ama-
bles con sus empleados o con sus vendedores o con sus meseros o, incluso,
con sus propias familias. Finalmente, la buena voluntad se extenderá al
menos hacia 1000 personas. Eso no es malo, ¿no lo crees así?
—Sin embargo, cuentas con que ese taxista extienda tu buena volun-
tad hacia otras personas.
—No dependo de eso —respondió mi amigo—. Estoy consciente de
que el sistema no es infalible y que puedo tratar con 10 personas diferentes
hoy. Si entre las 10 puedo lograr que tres sean felices, entonces, finalmente,
puedo influenciar de manera indirecta las actitudes de 3000 más.
—Suena bien en teoría —admití—, pero no estoy seguro de que dé
resultado en la práctica.
—No se pierde nada si no da resultado. No me quitó tiempo decir a
ese hombre que hacía un buen trabajo. No recibió una propina mayor ni
una menor. Si mis palabras encontraron oídos sordos, ¿qué puede suceder?
Mañana habrá otro taxista a quien pueda intentar hacer feliz.
—Estás un poco chiflado —opiné.
—Eso demuestra lo cínico que has llegado a ser. Llevé a cabo un estu-
dio sobre esto. Lo que parece faltar a nuestros empleados postales, además
del dinero, por supuesto, es que nadie dice a las personas que trabajan en la
oficina de correos el buen trabajo que desempeñan.
—No están haciendo un buen trabajo.
La importancia y el poder del reconocimiento 171
LA ÐLTIMA CENA
Extractado de Bits & Pieces
NO MENOSPRECIEN
A
¿ caso no lo hemos escuchado con anterioridad? Motive, confiera poder,
recompense a sus empleados y sea amables con los clientes y con los provee-
dores. Sea un entrenador, en lugar de un dictador. Sea alguien alrededor de
quien deseen estar los demás. Magnífico. ¿Cómo lograr esto en una base
cotidiana? Después de todo, no puede dar bonificaciones a los empleados
todos los días, ni fiestas sorpresa o viajes a la playa. ¿Cuántos días al año
puede regalar a los clientes o a los proveedores calendarios y bolígrafos?
Lo que puede hacer todos los días es demostrar su aprecio por medio
del elogio. Es la herramienta de la gerencia más olvidada y menos costosas
que cualquiera puede tener.
Las estadísticas recientes del Departamento del Trabajo de los Estados
Unidos indican que el 46% de las personas que renunciaron a sus trabajos
el año pasado lo hicieron porque se sintieron i-n-a-p-r-e-c-i-a-d-a-s. En to-
dos los estudios que he visto sobre lo que las personas desean de sus em-
pleos, el reconocimiento y la apreciación son importantes. Más aún, los clien-
tes se aferrarán como una enredadera a una fuente de productos o servicios
que los hagan sentirse bien.
Todos los empleados desean ser reconocidos por el trabajo que creen
desempeñaron bien o, al menos, que intentaron hacer bien. El reconoci-
miento estimula la satisfacción y una gran autoestima entre los empleados,
sin importar si son uno o mil.
Algunas compañías grandes comprenden el valor del elogio y es-
tán familiarizadas con la máxima del desarrollo de la empresa que dice:
"Lo que obtiene recompensa se hace y se hace bien". Es tiempo de que
todos los negocios pequeños comprendan también la verdad de esta
sabiduría popular.
178 Amor al trabajo
■ "Diga a las personas con franqueza que les comentará cómo es su desem-
peño.
■ Elogie a las personas de inmediato.
■ Informe a las personas lo que hicieron bien, sea específico.
■ Comunique a las personas que está contento porque trabajaron bien, así
como lo mucho que esto ayuda a la empresa y a otros empleados que
trabajan allí.
FUENTE: Bent Offer'mgs de Don Addis. Con permiso de Don Addis y Crea-
tors Syndicate.
La importancia y el poder del reconocimiento 181
Las palabras tienen un gran poder y deben utilizarse con cuidado. Por
ejemplo, aloha no debe considerarse sólo como un saludo turístico frivolo.
Significa también el corazón o el centro del universo y ha, el aliento de Dios,
por lo que pronunciar esta palabra es apreciar la divinidad de otra persona.
Nana Veary
Kupuna hawaiana
Permite que todo lo que hagas sea hecho como si fuera importante.
William James
186 Amor al trabajo
nuestras palabras pueden ser leídas más de una vez, pueden saborearse y
atesorarse.
A pesar de que escribir una nota toma más tiempo, algunas personas
muy ocupadas lo hacen, incluyendo a George Bush. Hay quien dice que
gran parte de su éxito en la política se debe a su pluma que siempre está
lista. ¿Cómo? Durante su carrera ha continuado virtualmente cada contacto
con una respuesta cordial, con un cumplido, con una frase de elogio o dan-
do las gracias. Sus notas están dirigidas no sólo a sus amigos y asociados,
sino a conocidos ocasionales y a personas por completo extrañas, como la
persona sorprendida que recibió una afectuosa nota de agradecimiento por
haberle prestado un paraguas.
Incluso los miembros de los medios informativos, que por lo general
no son favoritos de ningún presidente, han recibido notas solícitas del ex
comandante en jefe, al igual que los miembros de sus familias. Un día de
verano, cuando Bush invitó a algunos miembros de la prensa a Kenne-
bunkport, a una carne asada, la joven hija de Jack Gallivan, director de
"Primetime Live", de ABC, nadó en la piscina de Bush y perdió su diente. Al
darse cuenta de que Katie Gallivan lloraba, Bush le preguntó qué había su-
cedido. Cuando se enteró, recordó lo que eso significaba para sus propios
hijos: no habría prueba debajo de la almohada para el Ratón de los Dientes.
Pidió a un asistente que le llevara una hoja de papel presidencial con el
membrete de su casa en Kennebunkport. Bush dibujó una X pequeña en el
papel y escribió:
Querido Ratón:
El diente de Katie se perdió donde está la X. En verdad así fue, lo
prometo...
George Bush
tro apredo. Quienes llevan a cabo esta práctica con mayor éxito incluyen lo
que llamo las cuatro "Es" para escribir notas:
Resulta difícil ser espontáneo cuando tiene que buscar los materiales
necesarios para escribir cartas, por lo que es conveniente tener a la mano
papel, sobres y timbres, incluso cuando viaja. No se necesita papel para
escribir y sobres elegantes, puesto que es el pensamiento lo que cuenta.
¿Quién a su alrededor merece una nota de agradecimiento o de
aprobación? ¿Un vecino, su bibliotecario, un pariente, el alcalde, su
compañero, un maestro, su médico? No necesita ser poético. Si necesita
un motivo, busque un acontecimiento importante, el aniversario de un
hecho especial que compartieron, un cumpleaños o un día festivo. Durante
los últimos 25 años, he escrito una carta anual de Navidad a los amigos
que no están cerca y con frecuencia añado una palabra de agradecimiento o
de felicitación escrita a mano. Reconocer el éxito o la buena fortuna logrados
durante el año parece en particular apropiado, si consideramos el espíritu
de la temporada.
No escatime el elogio. Los superlativos tales como "óptimo", "el más
inteligente", "el más bonito" nos hacen sentir bien a todos. Incluso si nues-
tra aprobación va un poco más allá de la realidad, recuerde que las expecta-
tivas son con frecuencia los padres de sueños cumplidos.
Hoy recibí una carta afectuosa de felicitación de mi ex jefe y consejero,
Norman Vincent Peale. En una ocasión me dijo que el propósito de escribir
notas inspiradas (es el mejor escritor de cartas en tres frases que he conoci-
do) es sencillamente: "exhortar a otras personas, porque hay demasiada
gente en el negocio de la demolición en la actualidad".
Su pequeña nota dirigida a mí estaba plena de frases alentadoras y me
senté ante mi máquina de escribir para enviar también algunas cartas efusi-
vas. No sé si lograrán que alguien más tenga un buen día como el mío. Como
dijo mi amigo, Don Wolfe, el hacer que otros se sientan bien respecto a sí
mismos me hace sentir bien también.
190 Amor al trabajo
Una vez que los empleados se dan cuenta de que lo que hacen es importante
para la empresa y que lo valoran, su desempeño será mucho mejor.
Rita Numerof
Presidente de Numerof & Associates
La importancia y el poder del reconocimiento 191
FUENTE: FARCUS © FARCUS CARTOONS. Distribuido por Universal Press Syndicate. Reimpreso
con permiso. Todos los derechos reservados.
192 Amor al trabajo
tenía una filosofía simple que utilizaba para inspirar a sus jugadores. Es una
filosofía que cualquier gerente debería probar.
No tiene que anotar esto, porque una vez que lo escuche, lo recordará.
Son tres puntos sencillos:
Les diré lo que hace que un entrenador sea magnífico. Un buen entrenador
tiene el don de lograr que los jugadores de pelota piensen que son mejores de
lo que ellos creen que son. Los obliga a tener una buena opinión de sí
mismos. Les deja saber que cree en ellos. Los obliga a dar más de sí mismos.
Una vez que saben qué tan buenos son en realidad, nunca se conformarán si
no juegan lo mejor posible.
Reggie Jackson
La importancia y el poder del reconocimiento 193
Lo mejor que puede decir a los trabajadores es: "Son valiosos, son mis
recursos más importantes".
Phyllis Eisen
Director de Estrategia
National Association of Manufacturers
R esulta gracioso la frecuencia con la que nos referimos a las personas que
"nos irritan" en la vida. Personas cuyas personalidades, modales o actitudes
respecto a la vida no van de acuerdo con los nuestros y con quienes, como
resultado, elegimos no asociarnos. Creo que es el momento de que empece-
mos a prestar atención a las otras personas que "nos halagan con habili-
dad". Las personas que son positivas y vigorosas respecto a la vida, con
quienes resulta divertido convivir y trabajar y cuya energía es contagiosa.
Mejor aún, creo que cada uno de nosotros debería esforzarse por ser una
persona así.
Un buen comienzo es apreciar a los demás. A todos les agrada que
los aprecien. Sin embargo, ¿cuántas personas dedican tiempo a apre-
ciar a los demás? En el medio ambiente actual de los negocios, las que
solían ser cortesías comunes han sido aniquiladas por la prisa y la tec-
nología. Las personas tienden a estar demasiado ocupadas y apartadas
para agradecer a los demás su ayuda. La tecnología reemplazó la interacción
personal con el gerente, con el trabajo directo constante con la propia com-
putadora. Hace una década, John Naisbitt predijo en su libro Megatrends
que esto sucedería. Dijo que mientras más técnicos sean nuestros medios
de trabajo, mayor será la necesidad de los empleados de ser más personales
y humanos. Llamó al fenómeno alta tecnología/contacto pleno. Todo esto
está sucediendo en un tiempo cuando los empleados buscan encontrar un
significado mayor en sus vidas y, en especial, en sus trabajos.
Sin embargo, ¿cuántos gerentes consideran que el hecho de "apreciar
a los demás" sea una función importante de su trabajo en la actualidad?
Debe serlo. En una época cuando a los empleados se les pide que trabajen
incluso más que antes, que hagan sugerencias para un mejoramiento conti-
nuo, que resuelvan con rapidez problemas complejos y que actúen en for-
ma independiente en interés de la compañía, los recursos y el apoyo para
ayudarlos son deficientes hasta el momento. Los presupuestos son res-
tringidos y los salarios están congelados.
194 Amor al trabajo
Con frecuencia, cuando hablo con los gerentes, pido que levanten la
mano aquellos que tienen empleados no motivados. Típicamente, entre una
tercera parte y la mitad del grupo levanta las manos. Entonces digo que un
empleado no motivado se refleja más en ellos que en sus empleados. Todos
los empleados desean ser magníficos. Todos ellos inician un trabajo nuevo
entusiasmados por desempeñarlo lo mejor posible. No obstante, de alguna
manera, para muchos empleados, el entusiasmo por el trabajo se desvane-
ce. Creo que esto se debe a cómo los tratan sus gerentes, más que a cual-
quier otra cosa.
La ironía de la situación es que lo que motiva más a las personas, toma
en realidad muy poco tiempo hacerlo, ya que sólo es necesario dedicar un
momento y atención a quienes empiezan. En un estudio de investigación
reciente de 1500 empleados, llevado a cabo por el doctor Gerald Graham,
"Felicitaciones personales del gerente por desempeñar un buen trabajo"
quedó en primer lugar entre 65 incentivos potenciales en el centro de traba-
jo que él evaluó. El 58% de los empleados que tomaron parte en el estudio
dijeron que rara vez o nunca su gerente les demostraba su agradecimiento.
El segundo lugar lo ocupó una nota personal por un buen desempeño es-
crita por el gerente; el 76% reportó que rara vez o nunca recibían una nota
personal de agradecimiento de parte del gerente.
Practique el elogio
La mejor manera de empezar a apreciar a los demás es con elogios simples
o, como dice el líder administrativo Ken Blanchard: "sorprendan a las per-
sonas cuando hacen algo bien". En el centro de trabajo, el elogio no tiene
precio, sin embargo, no cuesta nada. A pesar de que el hecho de elogiar en
forma efectiva puede parecer que es de sentido común, muchas personas
no han aprendido cómo hacerlo. Sugiero que recuerden los elementos esen-
ciales de un buen elogio. El elogio debe llevarse a cabo con presteza, since-
ridad y de la manera más específica, personal, positiva y proactiva posible.
en una táctica manipuladora, en algo que hace sólo cuando desea que
un empleado trabaje después de las horas de oficina, por ejemplo.
Específico. Evite las generalidades respecto a los detalles del logro. El
ser específico le da credibilidad a su elogio y tiene también el propósi-
to práctico de indicar con exactitud lo que considera bueno en rela-
ción con ese comportamiento o logro. Los elogios muy generales tien-
den a parecer insinceros. En cambio diga: "Gracias por haber perma-
necido después de las horas de oficina para terminar esos cálculos que
necesitaba. Era muy importante para mi reunión de esta mañana".
Esto indica específicamente qué y por qué fue útil el esfuerzo de un
empleado.
Personal. La clave para transmitir su mensaje es elogiar personalmente,
cara a cara. Esto demuestra que la actividad es lo bastante importante
para usted como para dejar a un lado todo lo demás que tiene que
hacer y enfocarse en la otra persona. Como todos tenemos poco tiem-
po disponible, las cosas que haga en persona indican que tienen más
valor para usted.
Positivo. Demasiados gerentes quitan valor al elogio al concluir con
una frase de crítica. Cuando dice algo parecido a: "Hizo un gran traba-
jo con este reporte, pero hubo algunos errores", el "pero" borra ver-
balmente todo lo que dijo con anterioridad. Guarde los comentarios
correctivos para el próximo trabajo similar.
Proactivo. Elogie el progreso hacia los objetivos deseados, pues de lo
contrario, tenderá a ser reactivo (típicamente respecto a los errores)
en sus interacciones con otras personas.
logran, pero en una base cotidiana, con frecuencia hacen muy poco por sor-
prender a sus empleados haciendo algo correctamente. Peor aún, a menudo,
el reforzamiento positivo que efectúan es incorrecto; por ejemplo: proporcio-
nan retroalimentación individual inespecífica o insincera, elogiando a algu-
nos empleados, mientras descuidan a otros que contribuyeron de igual
manera al éxito o tienen información incorrecta respecto a un desempeño
específico que desean reconocer.
¿Cómo pueden los gerentes empezar a elogiar más a sus empleados?
Al igual que con cualquier cambio del comportamiento, tienen que encon-
trar una manera para lograr que sea un hábito, una parte natural de su ruti-
na diaria. Por ejemplo, he tenido éxito al lograr que los gerentes analíticos
orientados a las tareas empiecen a elogiar más a los empleados al conseguir
que piensen en ellos como en cosas que deben hacer. He pedido a estos
gerentes que anoten los nombres de cada persona que se reporta con ellos
en su lista semanal de "cosas que deben hacer" y que tachen de la lista a
cada persona, una vez que la hayan elogiado basándose en su desempeño.
Para algunos gerentes, esta técnica tan específica ayuda a evitar que la acti-
vidad sea general e intangible y se convierta en una acción específica y fini-
ta, mucho más fácil de terminar.
En otro ejemplo, Hyler Bracey, presidente de The Atlanta Consulting
Group, sabía que deseaba elogiar más a los empleados, pero descubrió que
sus buenas intenciones con frecuencia no se transmitían al comportamiento
cotidiano. Para corregir esta situación, empezó a guardar cinco monedas en
el bolsillo de su chaqueta cada mañana y a transferir una moneda al otro
bolsillo cada vez que durante el día hacía un comentario positivo a un em-
pleado. En unas semanas, el hábito nuevo se arraigó y elogiar a los emplea-
dos se convirtió en una segunda naturaleza en él. Dice Bracey: "El elogiar a
los empleados en verdad funciona. Hay mucha más energía y entusiasmo
en el centro de trabajo en donde el gerente acostumbra elogiar".
Los gerentes que por algún motivo no pueden elogiar en persona a
los empleados, deben tratar de indagar qué actividades de reconocimiento
desean llevar a cabo. Por ejemplo, en ocasiones estos gerentes se sienten
menos intimidados si escriben notas personales a los empleados que tienen
un buen desempeño, agradeciéndoles haber hecho un trabajo excelente, lo
que es también un motivador importante, de acuerdo con lo que reportan
los empleados. Puede también enviar a un gerente para que autorice la ce-
lebración de un departamento, incluso si no asiste a la celebración.
Puede, asimismo, proporcionar estructura o sistemas en su medio am-
biente de trabajo, que fomenten los elogios. Por ejemplo, en mi empresa,
Blanchard Training and Development, dedicamos siempre tiempo al final
La importancia y el poder del reconocimiento 197
Incluya a las personas a quienes intenta motivar. Hable sobre el tema del
reconocimiento y haga esta pregunta: "¿Alguien piensa que necesitamos
demostrar más reconocimiento aquí?" Puesto que nunca he escuchado que
ningún empleado diga: "Recibo demasiado reconocimiento donde traba-
jo", ésta es casi una pregunta retórica. Note el interés inicial que expresan
los empleados respecto a recibir más reconocimiento y pregunte si alguien
entre ellos desea ayudar a elaborar un programa para el grupo. ¡Algunos de
los mejores programas de reconocimiento son dirigidos por voluntarios!
Después de ayudarlos inicialmente a establecer objetivos, permítales que
desarrollen el criterio y el mecanismo para el programa. Desde el principio,
puede ser su programa, no el de la gerencia, y de esta manera hay una ma-
yor probabilidad de éxito. Recuerde, la mejor dirección es lo que hace con
las personas, no lo que les hace. Convierta a los empleados en socios de su
propio éxito.
Pregunte a los empleados lo que los motiva. Ya sea que les pida que anoten
los temas que les parecen motivadores en su primer día de trabajo o que
198 Amor al trabajo
Ser líder significa desear arriesgarse y desear amar. ¿El líder le ha dado algo
con el corazón?
Hubert H. Humphrey
203
204 Amor al trabajo
Un buen corazón y una mente sana es lo que necesita para ser un buen jefe.
Louis Farmer
Onandaga Eider
Hbloabiay sólounadeseaba
vez un rey sabio y amado que se interesaba mucho por su pue-
lo mejor para ellos. La gente sabía que el rey tenía un
interés personal en sus asuntos y que trataba de comprender cómo sus deci-
siones afectaban sus vidas. Periódicamente se disfrazaba y recorría las ca-
lles, con la intención de ver la vida desde la perspectiva de ellos.
Un día se disfrazó como aldeano pobre y visitó los baños públicos. Allí
se encontraban muchas personas que disfrutaban el compañerismo y la re-
lajación. En un horno del sótano calentaban el agua para los baños y un
hombre era responsable de mantenerla a una temperatura agradable. El
rey se dirigió al sótano para visitar a la persona que incansablemente vi-
gilaba el fuego.
Ambos compartieron una comida y el rey ofreció su amistad a este
hombre solitario. Día tras día, semana tras semana, el rey visitó al encar-
gado de vigilar el fuego. El hombre del sótano simpatizó de inmediato con
el extraño visitante, porque bajaba al sótano donde él estaba. Nadie más le
había demostrado tanto interés o preocupación.
Un día el rey reveló su verdadera identidad a su amigo. Fue una ju-
gada riesgosa, puesto que temía que el hombre le pidiera favores especiales
o algún regalo. En cambio, el nuevo amigo del rey lo miró a los ojos y dijo:
"Dejaste tu palacio cómodo para visitarme en este sótano caliente y sucio.
Comiste mi comida escasa y demostraste interés genuino en lo que me
sucede. A otras personas les has dado quizá regalos costosos, pero a mí me
diste el mejor regalo de todos. Me diste el regalo de tu persona".
Das poco cuando regalas tus posesiones. Es cuando te entregas tú, cuando en
verdad regalas.
Jalil Gibrán
Lo que opinan los presidentes de la autoestima 207
Sempezar
iempre he creído firmemente que el desarrollo de la autoestima debe
muy temprano en la vida. A una tierna edad, los niños deben
comenzar a desarrollar la confianza en sí mismos.
El desarrollo de la autoestima debe tener una base sólida. Es impor-
tante que los padres estimulen el proceso al delegar algún tipo de responsa-
bilidad a los niños en el hogar. Si les ordenan tareas tales como hacer sus
camas cada mañana o ayudar en el patio, les proporcionarán un sentido de
logro, de seguridad en sí mismos y de independencia.
Uno de los mejores regalos que un padre puede dar a su hijo para
ayudarlo a desarrollar la autoestima es enseñarlo a pensar, en lugar de en-
señarle qué pensar.
Las habilidades pueden aprenderse; sin embargo, las semillas de la
seguridad tienen que sembrarse a una edad temprana y nutrirse durante
los años de formación. Desarrollar la autoestima con frecuencia resulta un
proceso evolutivo y no revolucionario.
A los niños siempre debemos darles retroalimentación positiva y re-
forzamiento cuando hacen algo bien. Los niños se enriquecen y sobresalen
cuando los elogian.
Utilice la crítica en forma constructiva, no destructiva. Permítales que
sepan que no siempre espera la perfección, sino que espera que actúen lo
mejor posible. Asegúrese de dar énfasis a sus fuerzas y sus capacidades. Los
elogios y la comunicación son esenciales para el desarrollo de la autoestima.
Debido a que los niños aprenden con el ejemplo, guarde para sí mis-
mo sus temores y sus inseguridades. No los transmita a sus hijos. Influyalos
en forma positiva, no negativa. Incúlqueles la precaución y la prudencia,
pero nunca el temor.
Como adulto, nunca permita que otras personas determinen o degra-
den su autoestima. La seguridad debe llegar desde el interior. Debe creer en
ella para sentirla y exudarla. No haga hincapié en sus errores o en sus derro-
tas, en cambio, aprenda de ellos, mejore y siga adelante. No permita que los
errores lo derroten o lo desanimen y no tome la crítica como algo personal.
208 Amor al trabajo
cualquier otra cosa que atraiga su atención. La clase de persona que trabaja
para el mejoramiento del mundo tiene por lo general un nivel de inteligen-
cia superior al promedio (por lo que se aburre al hacer lo que se supone
debe hacer), posee un deseo de ayudar superior al normal (y, por lo mismo,
una tendencia a ser entrometida) y un hábito bien desarrollado de pensar
por sí misma (lo que hace a nombre de usted y con frecuencia requiere me-
nos dirección para desempeñar su trabajo, y en nombre de cualquier ocu-
rrencia posible que tenga, lo que requiere de más dirección para volver al
camino).
El secreto es encontrar el equilibrio. No sea complaciente con los miem-
bros del personal cuando su propósito sea tonto; sin embargo, escuche lo
suficiente para darse cuenta cuando tengan un buen plan y esperan que
posea la sabiduría para conocer la diferencia. Existe también una gran dife-
rencia entre una persona que busca constructivamente mejorar la situación
y alguien que actúa con agresión o que necesita reconocimiento de una
manera que hace perder el tiempo a todos. La mayoría de las organizaciones
no lucrativas han aceptado donativos de personas que creen en la misión
establecida, no necesariamente en la satisfacción de los valores idiosincrá-
ticos de un funcionario. Es tarea del ejecutivo y del personal de alto rango
mantener en curso la organización. Esto significa desear fijar el límite y te-
ner suficiente autoestima personal para informar a las personas cuando se
tomó una decisión y el asunto ya no está abierto a discusión.
Dirigir significa tener un sentido amplio de la dirección que debe to-
mar la organización, de las prioridades que en verdad importan y de cuán-
do se puede permitir un experimento. En ocasiones, esto significa calmar a
los miembros del personal más tradicionales, mientras que todo el grupo
prueba alguna idea no convencional, porque una corazonada indica que
dará resultado. Por ejemplo, cuando el encargado de comprar los víveres se
acercó a mí molesto porque los otros empleados cuestionaban sus prácticas
frugales, acordamos que su presupuesto sería la base, pero que los emplea-
dos que desean lo que definen como comida "más saludable" pueden co-
operar con el presupuesto, con lo que puedan ahorrarle al Instituto en algu-
na otra forma.
El desafío no es sólo dar a las personas una tarea y ver lo que se hace
de una manera competente y a tiempo, sino inspirar al personal para que
desee dedicarse lo máximo a su misión de provisión {y ala misión de provi-
sión de ellos). Es poco probable que los problemas que enfrentan la mayoría
de las organizaciones no lucrativas se solucionen a no ser que el personal
vaya más allá del deber y cree enfoques innovadores a los problemas para
los que hay muy poco dinero y pocos recursos para atender de una manera
racional.
Lo que opinan los presidentes de la autoestima 213
UN PARADIGMA NUEVO
Michael Ray y Alan Rinzler
Coautores de The New Paradigm in Business
Epo,n deBrasil, Ricardo Semler dirige Semco, una compañía fabricante de equi-
una manera que ilustra un nuevo paradigma en los negocios. Vir-
tualmente, cada empleado fija sus propio horario. No existe código para
vestir. Algunas personas con habilidades en particular valiosas ganan sala-
rios mayores que sus jefes, sin tener que formar parte de la gerencia. No
existe jerarquía, aparte de los títulos de asesores, socios y asociados que lle-
van a cabo el trabajo de investigación, diseño, ventas y fabricación.
Los empleados toman también muchas de las decisiones corporativas
importantes. Por ejemplo, los trabajadores, no los agentes de bienes raíces,
encontraron tres sitios posibles para la fábrica de una división de Semco.
Todos en esa división abordaron autobuses para ir a visitar el lugar. Los
empleados votaron por un edificio que la gerencia no deseaba en realidad,
porque se encontraba frente a una planta que cuenta con uno de los peores
récords de trabajo en Brasil. Después de adquirir la planta, la creatividad de
los trabajadores se desarrolló cuando la diseñaron para un sistema de fabri-
cación flexible y uno de los principales artistas de Brasil pintó el interior y el
exterior de las instalaciones, incluyendo la maquinaria. Como dice Semler:
"En realidad la planta pertenece a sus empleados. Me siento como un invi-
tado cada vez que entro allí". Sin embargo, a él no le importa esto, porque la
productividad por empleado aumentó de 14 200 a 37 500 dólares cuatro
años después de llegar a la nueva planta.
En Semco, a los empleados los tratan como adultos y no como adoles-
centes. Más de 150 empleados administrativos fijaron sus propios salarios.
Semco alienta a los empleados para que roten puestos cada tres o cinco años.
Cuando contratan a supervisores, sus futuros subordinados los entrevistan
y evalúan. Existe información franca que incluye proporcionar clases, para
que cada trabajador aprenda a comprender la información financiera. A cada
división se le proporcionan hojas de balance mensuales, análisis de pérdi-
das y ganancias e información sobre el flujo de efectivo. Esta información
ofrece un contexto para la creatividad de todos.
La combinación de Semco de democracia, participación de ganancias
administradas por los empleados e información franca ha creado una de las
compañías con desarrollo más rápido en Brasil. Se le consideró la mejor
compañía para trabajar y tiene un margen de utilidades del 10%.
Lo que opinan los presidentes de la autoestima 215
El viejo lakota era sabio. Sabía que el corazón del hombre lejos de la
naturaleza se endurece.
Oso Parado
Lakota sioux
Nota del editor: Divertirse es lo mejor que puede hacer por su salud,
según sugiere un nuevo estudio llevado a cabo por Arthur A. Stone, doctor
en medicina, en State University, en Nueva York, Stony Brook. En su inves-
tigación, el doctor Stone descubrió que las experiencias placenteras parecen
incrementar la función inmune durante tres días (el día que se divierte y
222 Amor al trabajo
dos días después). Al igual que muchos otros estudios, estos descubrimien-
tos demostraron también que los eventos negativos pueden inhibir su siste-
ma inmune; sin embargo, esta investigación demostró que la inmunidad
disminuida duró sólo el día que ocurrió la tensión. Como resultado, las ex-
periencias agradables pueden tener una mayor influencia sobre la función
inmune, que los eventos no deseables y las personas pueden equilibrar los
efectos negativos de la tensión con actividades más positivas, según dice el
doctor Stone. Esto apoya un estudio previo que él efectuó, en el que un
aumento de los eventos no placenteros y una disminución de las experien-
cias placenteras parecieron estar relacionados con atrapar un resfriado.
Lo que opinan los presidentes de la autoestima 223
Creo que sería maravilloso si toda una compañía dejara de trabajar durante
15 minutos cada día y meditara.
John Bradshaw
¿Q ué hace que una compañía tenga más éxito que otra? ¿Cuál es el secreto
para tener empleados felices, satisfechos y productivos? Para encontrar
las respuestas, creo que la empresa debe suspender el control, no
juzgar y estimular la creatividad, la innovación y la intuición de cada
empleado.
Muchas compañías tienen dificultad para suspender el control; las
normas aprendidas en la escuela administrativa son difíciles de olvidar.
Resulta más sencillo dirigir de acuerdo con un conjunto de reglas gene-
rales, moldear a un empleado para que se ajuste a la descripción de un pues-
to, en lugar de permitir que el potencial único de esa persona se revele en el
trabajo. Los métodos tradicionales de considerar a los empleados según
el título del puesto o su número de identificación ya no funcionan. Llegó el
momento de tratar a los empleados como personas y de valorarlos confor-
me a sus habilidades y talentos únicos.
La actitud de la personalidad
Cada uno de nosotros tiene control únicamente sobre nuestro propio sis-
tema de creencias y sobre nuestra propia actitud. El viejo refrán es verdad:
"Si hace siempre lo que siempre ha hecho, recibirá siempre lo que siempre
ha obtenido". Parece que una y otra vez cometemos el mismo error. Piense
en el acróbata en el trapecio. Desea llegar al segundo trapecio, pero no pue-
de lograrlo hasta que suelta el primero. Cuando suelta el primero, queda en
el aire por una décima de segundo. Ese momento en el espacio parece du-
rar una eternidad. Finalmente, el acróbata no puede alcanzar el segundo
trapecio hasta que suelta el primero.
Es en el momento en que queda suspendido en el espacio cuando
ocurre el aprendizaje. Debe olvidarse de las viejas actitudes, de las anti-
guas maneras de hacer las cosas, sin importar lo cómodas o familiares que
resulten. La mayoría de nosotros hace lo que siempre ha hecho, debido a la
atracción y la seducción de lo familiar. Exhortamos a nuestros empleados
para que entren en la oscuridad o en lo desconocido. Es entonces cuando la
oportunidad para cambiar y aprender es mayor. El mensaje es: si ha hecho
algo durante toda la vida y obtiene los mismos resultados, intente algo
diferente.
1. Usted es quien elige ser. Eligió hacer lo que está haciendo, interactuar con
las personas que escogió. No es víctima ni un héroe desconocido. Tomó
228 Amor al trabajo
EL ORGULLO DE LA PROPIEDAD
Jack Stack
Presidente y director de Springfield Re-Manufacturing Corporation
Autor de The Great Game of Business
SOBRE LA AUTOESTIMA
L. S. Barksdale
Fundador de The Barksdale Foundation for the Furtherance of Human
Understanding
Autor de Building Self-Esteem y Essays on Self-Esteem
ERocosas
mpecé mi vida en un rancho de ganado en el corazón de las Montañas
de Colorado y me gradué en la Universidad del Estado de Colora-
do, durante la gran depresión de 1929, con un título de licenciado en Cien-
cias en Ingeniería Mecánica. Para mantenerme y mantener a mi familia, lle-
vé a cabo varios trabajos manuales y no especializados para la construcción
de nuevos caminos y trabajé como mecánico general y como aparejador en
la construcción de tres presas. Trabajé también como guardafrenos, "sujeta-
dor" y "ferroviario" en el Acueducto del Río Colorado. Pensé que lo había
logrado, cuando al fin conseguí mi primer trabajo como ingeniero, en una
compañía petrolera importante, durante el otoño de 1935. Me desilusioné
tristemente, cuando el nuevo ingeniero en jefe de la compañía me llamó a
su oficina un día, a principios de la recesión de 1937. No sólo me despidió,
sino que me dijo: "Barksdale, no tienes lo que se necesita para seguir ade-
lante en el mundo. Será mejor que consigas algún trabajo de rutina y que te
conformes con eso". Mi autoestima que ya estaba demasiado baja llegó al
fondo y no tenía lugar hacia dónde ir, si no era "hacia arriba".
Me sentía sin valor y experimenté una necesidad desesperada y com-
pulsiva de demostrar mi valor a través de mis logros, sin comprender en-
tonces que mi existencia demuestra mi valor innato y mi importancia. Con
una motivación tan intensa, abrí una compañía exitosa de ingeniería y de-
sarrollo. Más tarde fui socio y presidente de un negocio que fabrica más del
80% de las válvulas de control hidráulico que utilizan los aviones norte-
americanos, militares y comerciales. También fui socio del fabricante más
grande de joyería de fantasía al oeste del Misisipí.
Dispuse de mis intereses en estas empresas y fundé otras tres compa-
ñías de gran éxito, que lograron buenos negocios en el mundo libre. De-
sarrollé un principio revolucionario para las válvulas y fui pionero en el
control de líquidos a presiones sumamente altas en los aviones y en la in-
dustria. Entre otros logros, diseñé y construí válvulas sumamente especiali-
zadas para el Nautilus, el primer submarino atómico, después que otras com-
pañías de válvulas se dieron por vencidas.
A pesar de mi éxito material y de haber recibido numerosos honores y
recompensas, descubrí que mis sentimientos intensos de inferioridad y fal-
ta de valor no habían disminuido. ¿Qué sucedía? ¿Acaso no había demos-
238 Amor al trabajo
que se liberen de los conceptos falsos y destructivos, para que los reempla-
cen con las realidades observables del comportamiento humano.
Sin embargo, mi motivación mayor para contribuir con mi energía y
mi fortuna a esta tarea es la comprensión clara de que los niños que todavía
no han nacido sufrirán como yo sufrí, debido al estilo de vida destructivo
que heredan los padres con autoestima deficiente, de generación en gene-
ración. A no ser que se rompa este círculo vicioso, tendremos cada vez más
niños maltratados, desavenencias entre padres e hijos, suicidios, crimen en
las calles, careceremos cada vez más de bienestar, habrá más prisiones re-
pletas, más instituciones de salud mental, más centros para alcohólicos y
abuso de las drogas, así como un porcentaje mayor de divorcios, todo lo
cual se origina por una carencia hiriente o debilitante de autoestima, debida
al autorrechazo resultante de un sentido falso de falta de adaptación, de
inferioridad y de falta de valor.
Para este fin fundé Barksdale Foundation, una institución no lucrativa
con fondos propios Para el Fomento de la Comprensión Humana. Cito mi pro-
pia experiencia personal como evidencia de la efectividad dinámica de su
Programa de Autoestima. A los 68 años de edad, después de muchos años
de dolor emocional y físico, de la muerte de mi único hijo y de mi querida
esposa y de otros problemas personales devastadores, me siento mejor
mental, física y emocionalmente de lo que jamás me sentí en mi vida.
FUENTE: Dilbert de Scott Adams. Reimpreso con permiso de United Fea ture Syndicate, Inc.
cada uno de los cuales adapta su producción y sus servicios a las necesida-
des específicas del mercado local.
Después de la adquisición por la gerencia y MDC en 1987, BMC West
comprendió que todos tenían que responsabilizarse del éxito de la compa-
ñía. Comprendió también que la gerencia debería demostrar primero sus
intenciones; por este motivo iniciaron con 75 gerentes un programa de for-
mación de equipos para incrementar la conciencia en tres días.
Por medio de la atención continua a la delegación de poder en los
empleados y a la Administración de la Calidad Total, la compañía ha dejado
de ser una empresa con jerarquía para convertirse en una compañía des-
centralizada. Al reconocer la habilidad y la integridad de las personas en el
campo, en la actualidad se evalúa la alta gerencia por medio de su respuesta
al personal de campo. De esta manera todos en la organización trabajan
para el cliente, y las personas que están más cerca de este último dirigen el
proceso. Los gerentes regionales tienen mucha autonomía y todos los sis-
temas se basan en el desempeño y no en la antigüedad.
Las ventas anuales de BMC West se acercan a los 750 millones de dóla-
res, a partir de 145 millones de dólares en 1987, cuando se adquirió la compa-
ñía. La empresa se triplicó en tamaño, adquirió 40 instalaciones adicionales
y vendió o consolidó siete. BMC West completó una oferta pública inicial en
menos de cuatro años después de su formación como compañía indepen-
diente, seguido por una oferta adicional el año siguiente.
250
Más percepciones 251
LA AUTOESTIMA EN EL CENTRO
DE TRABAJO
Emmet E. Miller, doctor en medicina
Presidente de Source Cassette Learning Systems, Inc.
Líder en el campo de la Medicina de La mente y el Cuerpo y de la
Psiconeuroinmunología
Asesor corporativo en el campo del manejo del estrés
Efectos de la organización
Abraham Lincoln señaló: "Una casa dividida contra sí misma no puede per-
manecer". Lo mismo es válido para el centro de trabajo. Cada grupo de
trabajo es en realidad un equipo. Es el mismo espíritu del equipo, el in-
grediente importante que logra la victoria en los deportes. Los celos, la com-
petencia, la falta de respeto mutuo y la venganza destruyen este espíritu.
Los insultos sexuales y los raciales, así como otros comportamientos seme-
jantes, dañan el desempeño. El resultado es una compañía que funciona en
Más percepciones 253
Uneranacomo
de las cosas que descubrimos en nuestra investigación es que la ma-
reaccionan las personas ante una situación de cambio depende
de qué tanto de dicho cambio lo experimentan como una amenaza a su
sentido de identidad propia. Este sentido puede significar (1) su sentido de
autoestima, qué tanto se agradan a sí mismas, (2) su sentido de autoidentidad,
cómo se definen a sí mismas o (3) sentimientos más generales de control
que pudieran tener. Para mí, éstos son los tres puntos psicológicos principa-
les que determinan qué tan bien se adaptan las personas a las situaciones
de cambio. Los gerentes que no prestan atención a los asuntos de la identi-
dad propia descubren con frecuencia que el proceso de cambio no funciona
muy bien.
Para mí, los tres puntos anteriores son asuntos relacionados con el
manejo del personal y una parte principal de éstos incluye el trato con los
egos de las personas y la percepción de quiénes son (temas relacionados
con la estimación y la identidad).
Un aspecto principal de esto tiene que ver con el manejo de la autoes-
tima, el manejo de la identidad propia y dar a las personas un sentido ma-
yor de control en el centro de trabajo.
Uno de los problemas que encontramos en el recorte del personal, es
que las personas que conservan sus puestos (los sobrevivientes del despi-
do) son muy resistentes a lo que vieron que sucedía. La "resistencia" es un
término crítico. La forma como se refleja en el centro de trabajo es que la
productividad y la moral sufren en realidad y, al efectuar un análisis más
detenido, descubrimos que sufren porque los sobrevivientes sienten que
les han quitado todo su sentido de identidad propia y en particular, su sen-
tido de control. El consejo que damos habitualmente a los gerentes en una
256 Amor al trabajo
LA ESPIRITUALIDAD EN EL CENTRO
DE TRABAJO
Martín Rutte
Presidente de Livelihood, Inc. una firma de asesoría administrativa
Orador corporativo, asesor y entrenador
Autor de Being in Business: The Renaissance of Spirit at Work (próxima aparición)
Coautor de Chicken Soup for the Soul at Work (próxima aparición)
El anhelo interior
Además del temor, hay un anhelo interior urgente de satisfacción espiri-
tual. Varios factores presentes en la sociedad reflejan el deseo que surge de
espiritualidad personal y colectiva.
La generación que nació después de la Segunda Guerra Mundial lle-
gó a los cincuenta años. Llegó a la madurez y considera los temas caracterís-
ticos de cualquier persona de esta edad: "¿Cuál es mi legado?" "¿Cuáles son
los valores a largo plazo que deseo dejar atrás?" "¿En qué otras áreas de la
vida deseo invertir mi energía ahora que llegué a la cima de mi carrera?"
"¿Qué es en realidad importante para mí cuando empiezo a ver morir a mis
padres, tías y tíos?"
Estos pensamientos son comunes para las personas que alcanzaron la
edad madura. Sin embargo, lo que no es usual es que la generación poste-
rior a la Segunda Guerra Mundial sea tan grande como un grupo demográ-
fico. Cuando empieza a pensar en estos temas, la sociedad la sigue. Cuando
emerge lo espiritual de esta generación, influye en toda la sociedad.
La preocupación y el interés en el bioambiente refleja también un sen-
tido de lo espiritual. El medio ambiente protege la vida y nos da conoci-
miento y conciencia del conjunto. Nos revela cómo el conjunto está
interconectado y es interdependiente. Cuando pensamos en esto, es una
metáfora muy espiritual.
œQué es la espiritualidad?
Descubrí que cuando la gente me hace la pregunta "¿Qué es la espiritua-
lidad?", lo que en realidad le preocupa es si tengo "la respuesta" o si daré
una respuesta dogmática. Las personas temen que esté reafirmado espiri-
tualmente y que no estén de acuerdo con mi definición, lo que causaría
separación. Temen que yo (o cualquiera que hable sobre la espiritualidad)
insista en algún punto particular respecto a la espiritualidad. Esta clase de
enfoque no ofrece al oyente ninguna oportunidad para buscar la verdad
individual.
En este caso, lo importante acerca de la espiritualidad no es "la
respuesta", sino "la pregunta". Una pregunta nos permite ahondar más.
Nos permite buscar lo que es verdad para nosotros y, al hacerlo, profun-
dizamos en nuestra propia experiencia. Sin embargo, al ir de la respuesta
a la pregunta resulta seguro y permisible explorar este "territorio" de
una manera útil.
¿Qué es la espiritualidad para usted? ¿Dónde están aprisionados
el espíritu o la espiritualidad en su centro de trabajo? ¿Dónde florecen?
Explore esta clase de pregunta en el trabajo, para usted mismo, en sus
relaciones, en su división y en su compañía. En este cuestionamiento,
en este ahondar, note lo profundo de su propia experiencia de espirituali-
dad en el trabajo.
Recuerde que el trabajo es un acto de creación.
Una invitación
La siguiente fase de la evolución del trabajo se ha iniciado. La espiritualidad
se está reconociendo como una parte integral del trabajo. Si esto es algo que
lleva un mensaje para usted y desea que haya más espiritualidad en su cen-
tro de trabajo, acepte el desafío. Es probable que lo reten o quizá lo criti-
quen. Esto no importa. Lo importante es lo que es verdad para usted. Lo
invito a empezar.
LA AUTOESTIMA Y EL IMPACTO
DEL CAMBIO
Ichak Adizes, PhD
Fundador y presidente de Adizes® Institute, Inc.
Autor de Mastering Change, Corporate Lifecycles y How to Solve the Mismanagement
Crisis
œQué es posible?
Imagine el equipo tan dinámico que podría tener en su negocio o en su
organización, cuando todas las personas se presenten y trabajen juntas por
el mayor bien de todos. ¿Es esto factible? Si es así, ¿qué podríamos hacer
usted y yo para facilitar que la norma del centro de trabajo fuera la integri-
dad, el ingenio, la cocreatividad, el trabajo en equipo y la realización?
En cada persona hay dos partes básicas: una es la espiritual o mascu-
lina y la otra es el alma o la femenina. Cada parte tiene habilidades y nece-
sidades específicas y funciona de una manera particular. La espiritualidad
es inteligencia universal, libre, expansiva, el cielo, el amor, el espacio y algo
impersonal. El alma es la mente, personal, enfocada, artística, la ley, la natu-
raleza, la tierra, el mundo, la individualidad y la creatividad. Puede llamar a
estos dos aspectos el amor y la ley. Sin embargo, no podemos separarlos, así
como no podemos separar la fragancia de la rosa. Tenemos un cerebro dere-
cho y un cerebro izquierdo. Tenemos un lado derecho y un lado izquierdo y
nuestro cuerpo tiene un interior y un exterior y, si los separamos, ya no
tendremos vida en el cuerpo. Cuando las partes trabajan para el bien de
todos, tenemos sinergia. En el mercado ocurren problemas cuando uno o
los dos aspectos del ser son ignorados, actúan mal o no se utilizan. El éxito,
la felicidad y la satisfacción son el resultado natural de la armonía. Armonía
significa producir música hermosa juntos. El espíritu y el alma son socios y
amantes inseparables que viven juntos como uno en el mismo cuerpo.
¿Cómo podemos lograr que las personas en su totalidad participen
por completo, para que el trabajo llegue a ser una experiencia santa o sa-
grada? Observemos el éxito en el pasado para tener noción de lo que es
posible en el presente.
Hace muchos cientos de años, en India había un rey virtuoso llamado
Ramachandra y su casta esposa, Sita, era su pareja ideal. Él era un marido
leal y devoto y como un padre para sus súbditos, se preocupaba por su
bienestar y su prosperidad y también los protegía. Era honesto, trabajador,
veraz, humilde, respetaba a Dios y se había realizado. Ella era casta, amoro-
276 Amor al trabajo
fía, la ciencia y el sentido común, que hay 21 principios comunes para lo-
grar el éxito, la prosperidad, el bienestar y la buena fortuna, y que cuando
se aplican producen el cumplimiento de los deseos del corazón de una per-
sona en cualquier área donde se utilizan.
El cambio fundamental que necesita llevarse a cabo es un cambio de
espíritu dentro de la persona y en el negocio. Este cambio de espíritu nece-
sita efectuarse dentro del corazón del líder/ejemplo visionario. Debido a
que el espíritu es inteligente, es importante utilizar la inteligencia de manera
sabia. El líder es la chispa espiritual que enciende a los demás. Este líder/
jefe tiene la visión en su interior y está enardecido. Un líder en este estado
contagia y enciende la flama latente en otros con su sola presencia. Realizan
una gran misión las personas que encuentran satisfacción natural al desem-
peñar un trabajo que nutre sus almas. Seguimos el ejemplo que dan los
líderes con su trabajo, su compromiso, sus actitudes, sus palabras y sus ac-
ciones. La autorrealización es la realización de que cada ser viviente es un ser espi-
ritual eterno y como tal, procede del Ser Supremo infinito. La autorrealización
ocurre cuando las personas recuerdan quiénes son, el propósito de la vida
humana y lo que deben hacer para realizar su potencial y ser almas perfec-
tas. Llamamos genios a las personas que utilizan todas sus partes y cua-
lidades personales.
œQué es el éxito?
Algunas personas dicen que el éxito se mide por el dinero que tenemos o
que podemos pedir prestado, cuando en realidad el éxito significa que he-
mos encontrado quiénes somos y proporcionamos un servicio devoto con
nuestra máxima habilidad y recursos. Hubo un emperador en India en el
siglo m a.C. Se llamaba Ashoka. Cuando era emperador, se convirtió en monje
budista. Este compromiso con su yo espiritual transformó toda su forma de
gobernar, lo que produjo 60 años de paz, prosperidad, no violencia, felicidad
familiar y salud ambiental. Por supuesto, la opulencia sigue a la integridad,
la excelencia, el servicio devoto y el compromiso con las cualidades supe-
riores de la existencia.
darán a usted y a su negocio a llegar a ser ese ideal. Busque guía y ayuda en
las enseñanzas de su religión. No está solo y es honorable que desee desa-
rrollarse buscando el propósito real de la vida, la autorrealización y el servi-
cio devoto.
Los valores espirituales y los ideales nos dan un espacio en el que
crecemos. Cada uno de nosotros es una semilla divina y cuando se nutre y
habilita, nos desarrollamos para ser nuestras verdaderas personalidades.
Las normas de procedimiento o los acuerdos nos ayudan a recordar quiénes
somos, nuestro propósito y nuestros métodos para desarrollar nuestro po-
tencial mientras nos servimos mutuamente, a la tierra, a nuestros clientes y
a nuestros parroquianos. Algunos ejemplos de acuerdos son: mantenga sus
acuerdos y, si no es posible, sea responsable. Hable con buena intención.
Sea amable. El cliente siempre tiene la razón. Haga su trabajo con excelen-
cia y prontitud. Una gran parte de la experiencia humana es estar equili-
brado entre la individualidad y las sociedades. Los acuerdos desarrollan el
trabajo en equipo y un gran equipo producirá de manera natural resulta-
dos benéficos para todos. Coloque primero a Dios y haga todo lo que esté a
su alcance por poner en práctica los principios espirituales que inclu-
yen cómo tratar a los demás y cómo hacer mejor su trabajo, cualquiera
que éste sea.
Todas las cosas buenas... acontecen por la gracia y la gracia se obtiene por el
arte y el arte no se logra con facilidad.
Norman Maclean
A River Runs Through It
Creemos que este libro es algo bueno y, como sugiere la cita anterior, no
se logró con facilidad. Para escribirlo, tuvimos que observar muchos de
nuestros propios problemas relacionados con el autoestima en el centro
de trabajo: primero, al procesar los temas que surgieron en nuestra relación
mutua como compiladores y editores del libro, tuvimos la oportunidad de
examinar muchos de nuestros temores y patrones de relación disfuncional.
Al trabajar en la misma oficina día tras día (en muchos casos 16 horas al día)
y al leer, escribir y editar anécdotas y escritos sobre la autoestima, el espíri-
tu y el alma, estuvimos cara a cara con nuestros propios "hoyos en el alma",
como los llama Chérie Carter-Scott. Éste fue un proceso que nos abrió los
ojos y que produjo desarrollo, que ninguno de nosotros había previsto, y
no estamos seguros de que siempre lo recibimos bien. Sin embargo, a am-
bos nos proporcionó lecciones intensas y profundas por las que siempre
estaremos agradecidos.
281
282 Amor al trabajo
prometernos con nosotros mismos, con nuestras familias, con nuestras or-
ganizaciones, con nuestras comunidades, con nuestros ideales, con nues-
tros valores y con nuestras visiones del futuro.
Cuando conversábamos en los últimos días antes fie terminar este li-
bro, comprendimos que incluso aunque nunca se publicara, había valido la
pena todo es esfuerzo que dedicamos, el cual fue considerable, por todo lo
que aprendimos y cómo maduramos. El ego desea de manera constante
crear cosas, tener éxito y, por lo tanto, demostrar que es merecedor. El alma
desea tener experiencias que le permitan crecer y expandir su conciencia.
Tal vez logramos las dos cosas aquí, pero es la última la que tendrá más
valor en nuestros corazones y en nuestras mentes.
El segundo motivo por el que fue muy valioso escribir este libro es
que cada uno de nosotros comprendió que tenemos un largo camino por
recorrer para lograr que nuestras propias empresas sean lugares para tra-
bajar con mayor autoestima. Cada vez que leímos una lista de seis pilares,
ocho claves o diez cimientos para la autoestima en el centro de trabajo, tuvi-
mos que admitir que no llevábamos a cabo todos éstos tan bien como nos
gustaría. Con cada nuevo artículo elaboramos listas de las cosas que debe-
ríamos hacer para lograr que nuestros centros de trabajo fueran más huma-
nos, equilibrados, saludables, relajantes, divertidos y reafirmantes. También
descubrimos que caíamos en la vieja trampa de pensar "tan pronto como el
libro esté terminado".
Antes de terminar el libro, reconocimos y elogiamos más, instituimos
almuerzos para el personal con comida sana pagada por nosotros y prepa-
rada por el chef Rosalie Miller, proporcionamos masajes gratuitos a las me-
canógrafas agotadas, así como apoyo en la oficina. Dedicamos más tiempo a
escuchar las frustraciones y las sugerencias de las personas para lograr sis-
temas mejores y horarios más razonables. Comprendimos que tal vez algu-
nos de nuestros compromisos en nombre de "hacer una diferencia" eran
originados por nuestros propios problemas de autoestima y codependencia
al necesitar servir para "justificar" nuestra existencia. Hicimos planes para
tener más días libres, vacaciones y momentos divertidos para nosotros y
nuestros empleados. Nos comprometimos a decir "no" con mayor frecuen-
cia y a cuidarnos mejor.
Otros puntos en nuestras listas de cosas por hacer, como resultado de
crear este libro, son:
4. Siéntase por favor en libertad para duplicar las cosas que lo conmuevan
más y compártalas con sus colegas, empleados y supervisores. Escribi-
mos este libro porque deseábamos cambiar el centro de trabajo. Espera-
mos que comparta las anécdotas y las ideas que aquí presentamos con la
mayor audiencia posible.
5. Haga una lista de 10 o 20 cosas que desee empezar a llevar a cabo en su
vida, su oficina, su planta, su escuela o el lugar donde trabaje y empiece
a ponerlas en práctica hoy. Empiece con algo pequeño y continúe desa-
rrollándolo.
6. Por último, envíenos por favor sus anécdotas, poemas, artículos, técnicas
y reportes sobre cómo desarrollar la autoestima, expresar interés, liberar
el espíritu y despertar el alma en el centro de trabajo. Éstas pueden ser
historias que haya escrito usted, recortado de un boletín de la compañía
o que haya leído en otro libro. Le damos la bienvenida para que se una a
nosotros y trabajemos juntos para crear más "¡Amor al trabajo!"
286 Amor al trabajo
http:/ /www.heartatwork.org
http:/ /www.heartatwork.com
LIBROS
Para usted
Building Self-Esteem de L.S. Barksdale. Idyllwild, CA: The Barksdale
Foundation, 1972.
Chicken Soup for the Soul: 101 Stories to Open the Heart and Rekindle
the Spirit, de Jack Canfield y Mark Victor Hansen. Deerfield Beach,
FL: Health Communications, 1993.
A 2nd Helping of Chicken Soup for the Soul, de Jack Canfield y Mark
Víctor Hansen. Deerfield Beach, FL: Health Communications, 1995.
A 3rd Serving of Chicken Soup for the Soul, de Jack Canfield y Mark Vic-
tor Hansen. Deerfield Beach, FL: Health Communications, 1996.
The Confidence Factor: How Self-Esteem Can Change Your Life, de Judith
Briles. Nueva York: Master Media Limited, 1990.
Creating an Imaginative Life, de Michael Jones. Berkeley, CA: Conari Press,
1995.
Cut-Through: Achieve Total Security and Máximum Energy, de Doc Lew
Childre. Boulder Creek, CA: Planetary Publications, 1996.
Developing Self-Esteem; A Positive Guide of Personal Success, de Connie
Palladino, PhD. Los Altos, CA: Crisp Publications, Inc., 1989.
Essays on Self-Esteem, de L.S. Barksdale. Idyllwild, CA: The Barksdale
Foundation, 1977.
Freeze Frame, de Doc Lew Childre. Boulder Creek, CA: Planetary Publica –
tions, 1994.
Getting Past OK: Getting Your Life Into the "Wow" Zone! de Richard Bro-
die. Nueva York: Warner Books, Inc., 1993.
NLP, The New Technology of Achievement, editado por Steve Andreas y
Charles Faulkner. Nueva York: Quill William Morrow, 1994.
Revolution from Within: A Book of Self-Esteem, de Gloria Steinem. Bos-
ton: Little, Brown and Company, 1992.
287
288 Amor al trabajo
PROGRAMAS EN AUDIOCINTAS
How to Build High Self-Esteem: A Practical Process for Your Personal
Growth, de Jack Canfield. (Seis casetes) Chicago, IL: Nightingale Co-
nant, 1989. Llame al 1-800-323-5552 para solicitar el catálogo de
Nightingale-Conant.
Self-Esteem and Peak Performance, de Jack Canfield. (Seis casetes) Boul-
der, CO: Career Track, 1988. Llame al 800-334-1018 para catálogo de
Career Track.
Self-Esteem for Women, de Julie White. (Seis casetes) Boulder, CO: Career
Track, 1990. Llame al 800-334-1018 para solicitar catálogo de Career
Track.
Spirituality in the Workplace, de Martin Rutte. Livelihood, 64 Carnerada
Loop, Santa Fe, NM 87505.
Writing Your Own Script (#202), Health and Wellness (#18), Accepting
Chage and Moving on: A Unique and Powerful Process for Dealing
with Grief and Transition (#48), Personal Development &
Overcoming Obstacles (#803), Power Vision: Peak Performance
(#650), Stress Fitness, Self-Esteem: I Am, I Can (#14, #15), The Power
of True Self-Esteem (#37), Finding Inner Direction (#336), de Emmet
Miller, MD, Source Cassette, Learning Systems, PO Box W, Stanford,
CA 94309. Teléfono: 1-800-52-cintas; Fax: 415-328-4412 para hacer pe-
didos.
PROGRAMAS EN VIDEOCINTA
Chicken Soup for the Soul Live, de Jack Canfield y Mark Víctor Hansen.
Boulder, CO: Career Track, 1996.
Self-Esteem and Peak Performance: Volumes 1 & 2, de Jack Canfield. Boul-
der, CO: Career Track, 1988.
The Psychology of Self-Esteem, de Julie White. Boulder, CO: Career Track,
1991.
Llame al 800-334-1018 para solicitar catálogo de Career Track.
hacerlo. Sin embargo, aquí anotamos a las personas que conocemos y que
hemos verificado personalmente, cuyo trabajo podemos respaldar sin re-
servas. Además de ponerse en contacto con estos asesores y entrenadores,
tal vez desee informarse en su comunidad local para encontrar a personas
que estén más cerca de usted.
Le recomendamos que escriba, envíe un fax o llame a todas las perso-
nas y las organizaciones anotadas a continuación y que solicite que le en-
víen un folleto sobre su trabajo.
Frank Siccone, 2151 Union Street, San Francisco, CA 94123. Teléfono: 415-
922-2244. (Autoestima y Capacitación sobre la responsabilidad)
Team Climate Associates and Hawley Consultants, Jack Hawley, 806
Manhattan Beach Boulevard, Suite 206, Manhattan Beach, CA 90266.
Teléfono/Fax: 310-376-5448. (El espíritu en el centro de trabajo. Aseso-
res en la recuperación de espíritu en las empresas)
Dr. James Wanless, 25585 Flanders Drive, Carmel, CA 93923. Teléfono: 408-
626-2974. (Merril West Publishing - Institution Consultant)
Jonathan Wygant, Consciousness Unlimited, 3079 Calle Pinon, Santa Bárba-
ra, CA 93105.
Michael Wyman, Global Acknowledgment Foundation, 135 MacDougal
Street, #2-B, Nueva York, NY10012. Teléfono: 212-995-0532. (Recono-
cimiento).
ORGANIZACIONES
The Adizes ©Institute, 820 Moraga Drive, Los Ángeles, CA 90049. Teléfono:
310-471-9677. Fax: 310-471-1227. Contactar al doctor Patrick Griffin. Un
innovador en Transformación Empresarial, esta consulta de administra-
ción internacional ha asesorado los cambios corporativos desde 1975.
Fundada y dirigida por el doctor Ichak Adizes, el Instituto con 8 ofici-
nas internacionales ha puesto en práctica el programa Adizes en casi
500 organizaciones en todo el mundo, incluyendo Fortune 500, pues-
tas en marcha, organizaciones no lucrativas y organizaciones sociales.
Adizes Gradúate School otorga maestrías y doctorados aprobados por
el estado en Transformación Empresarial. Distribuye libros, videos y
audios del doctor Adizes y ofrece servicios de conversación con el doc-
tor Adizes y Adizes Associates. Sede internacional. Internet:
adizes@adizes.com. Páginas Web: http://www.adizes.com/adizes.
Center for Work and the Human Spirit, una división de John Scherer &
Associates, The Paulsen Center, Suite 1600,421W Riverside, Spokane,
WA 99201. Teléfono 800-727-9115. Fax: 509-623-2511. Lleva a cabo un
programa de desarrollo personal poco común llamado "Desarrollo
Ejecutivo Intensivo". Los altos ejecutivos y sus esposas asisten con el
propósito de obtener perspectivas sobre sí mismos, que sus empresas
esperan mejoren su efectividad como líderes. El trabajo se basa en la
premisa de que la calidad del trabajo que desempeñamos no puede
separarse de la calidad del "yo" que creamos en nuestras vidas.
The Conference Board, 845 Third Avenue, Nueva York, NY 10022-6601. Te-
léfono: 212-339-0356. Fax: 212-980-7014. Gina Walter y Anna Powell.
Recursos 295
297
298 Amor al trabajo
Ichak Adizes, PhD. Adizes® Institute, Inc. Sede internacional: 820 Moraga
Drive, Bel Air, Los Ángeles, CA 90049.310-471-9677; fax: 310-471-1227.
En la actualidad reside en Santa Bárbara.
Sam Albert. Presidente de Sam Albert Associates. 27 Kingwood Road,
Scarsdale, NY10583.914-723-8296; fax: 914-723-2886; correo electróni-
co: SamAlbert@SamAlbert.com
Dr. Gilbert Amelio. Presidente y director de Apple Computer, Inc. One
Infinite Loop, Mail Stop 75-8A, Cupertino, CA 95014. 408-996-1010.
Mary Kay Ash. Contacto: Randall Oxford, 3219 McKinney Avenue, Dallas,
TX 75204.214-754-6077.
James Autry. PO Box 12069, Des Moines, IA. 515-279-1245; fax: 515-279-4065.
L. S. Barksdale. The Barksdale Foundation. PO Box 187, Idyllwild, CA 92549.
909-659-4676.
Acerca de los autores y colaboradores 301
CAP¸TULO 1
Cómo desarrollar su toque personal
1
Esta historia se tomó del último libro de Barbara Glanz, CARE
Packages for the Workplace-Dozens of Little Things You Can Do to
Regenerate
Spirit at Work (Nueva York: McGraw Hill, 1996). Lo recomenda-
mos plenamente como un libro compañero de éste.
CAP¸TULO 2
La autoestima y el trabajo
1
Gracias a Ron Luyet, que creó este ejercicio.
2
Ron Luyet hizo la formulación original de estos informes.
3
El informe completo de los pasos dos, tres y cuatro se presenta en el docu-
mento llamado ELEMENT E: Self Esteem™, disponible en WSA, 800-462-5874.
CAPITULO 4
El poder de un listón azul
1
Para ordenar listones o solicitar una capacitación de listón azul para su em-
presa, escuela u organización, escriba a Difference Makers/Helice Bridges
Communications, RO. Box 2115, Del Mar, CA 92014; o llame al 800-887-8422.
304
Notas finales y permisos 305
PERMISOS
Developing Your Personal Signature. Reimpreso con permiso de Barbara Glanz.
Tomado de CARE Packages for the Workplace- Dozens of Little Things
You Can Do to Regenerate Spirit at Work. © 1996 McGraw Hill.
The Acorn Principle. Reimpreso con permiso de Jim Cathcart. © 1996 Jim
Cathcart.
Our Deepest Fear. Reimpreso con permiso de Marianne Williamson. Selec-
cionado de "A Return to Love" de Marianne Williamson. © 1992
Marianne Williamson.
Who Will Play Your Music? Reimpreso con permiso de Conari Press. Selec-
cionado de Creating an Imaginative Life. © 1995 Michael Jones.
Integrity and Self-Esteem. Seleccionado de The Six Pillars of Self-Esteem. © 1994
por Nathaniel Branden. Utilizado con permiso.
On Living a Lie. Reimpreso con permiso de Richard Brodie. © 1996 Richard
Brodie.
What Is Integrity, Impeccability, Respect, Caring and Big Loving y Reverence in
the Workplace. Reimpreso con permiso de Jack Hawley.
Entrepreneurs and Self-Esteem. Reimpreso con permiso de Wilson L. Harrell.
© 1996 Wilson L. Harrell.
Victory Formula. Reimpreso con permiso de Lou Holtz.
A Million dollar Lesson. Reimpreso con permiso de Petey Parker. © 1994 Petey
Parker.
Do What You Love-The Money Will Follow y Let Complainers Solve the Problems.
Reimpresos con permiso de The Pryor Report.
Work Is Love Made Visible. Reimpreso con permiso de Alfred A. Knopf, Inc.
Seleccionado de The Prophet, de Jalil Gibrán. © 1923 por Jalil Gibrán y
renovado en 1951 por Administrators CTA de Jalil Gibrán Estáte y Mary
G. Gibrán.
Mine Are the Small Initials y A Most Important Question. Reimpreso con per-
miso de Guideposts Magazine. © por Guideposts, Carmel, NY10512.
Learning a Lesson. Reimpreso con permiso de Susan Cunningham Euker. ©
1991 Susan Cunningham Euker.
The Question. Reimpreso con permiso de Bob Moore. © 1996 Bob Moore.
Look Where You Want to Go. Reimpreso con permiso de Jim Donovan. Toma-
do de Handbook to a Happier Life. © 1995 Jim Donovan.
Fired. Reimpreso con permiso de Guideposts Magazine. © Guideposts, Car-
mel, NY 10512.
Positive Self-Esteem at Work: The Eight Behavioral Keys. Reimpreso con permi-
so de Kathy L. Indermill. © 1996 Kathy L. Indermill.
306 Amor al trabajo
FINANZAS Y CONTABILIDAD
GERENCIA
CÓDIGO AUTOR TITULO
E6156669 ANDREU ESTRATEGIA Y SISTEMAS DE INFORMACIÓN
E6158378 BADARACCO ALIANZAS ESTRATÉGICAS
C6003361 BARKER PARADIGMAS
E6158394 BEER LA RENOVACIÓN DE LAS EMPRESAS
BS 6100650X BEIL SOLUCIONES PRACTICAS PARA TRIUNFAR
E8100190 BITTEL CURSO M-H DE MANAGEMENT EN 36 HORAS
BS 61001141 BITTEL LO QUE TODO SUPERVISOR DEBE SABER 6/ED.
PP PEND. BLANCHARD MISIÓN IMPOSIBLE
BS E8118375 BOXWELL BENCHMARKING
PP PEND. CANFIELD HEARTATWORK
61000250 CHIAVENATO INICIACIÓN A LA ADMINISTRACIÓN GENERAL
6100308X CHIAVENATO INICIACIÓN A LA ORGANIZACIÓN Y EL CONTROL
BS 61001869 CONGER EL LÍDER CARISMATICO
PP PEND. CONRADT GERENCIANDO LO OBVIO
E8118146 CORNELLA LOS RECURSOS DE LA INFORMACIÓN
DINÁMICA GERENCIAL
REFLEXI
O 64227736 CROSBY LIDERAZGO
BS 64225101 CROSBY LA ORGANIZACIÓN PERMANENTEMENTE EXITOSA
C6001334 DANIELS GERENCIA DEL DESEMPEÑO
C4224176 DICHTER ¿ES USTED UN BUEN GERENTE?
E8101456 ETKIN LA DOBLE MORAL EN LAS ORGANIZACIONES
BS 61009371 GATES CAMINO AL FUTURO
61005252 GILBREATH ESCAPE DEL INFIERNO ADMINISTRATIVO
C6000273 GILBREATH LA ESTRATEGIA DEL CAMBIO
BS 61002814 GINEBRA EL LIDERAZGO Y LA ACCIÓN
E8119525 GÓMEZ DIRIGIR ES EDUCAR
PP PEND. GOUILLIART REVOLUCIÓN EMPRESARIAL
PP PEND. GRAHAM MARY PARKERT FOLLET: PROFETA DE LA ADMON.
BS 61002997 GROVER EL TOQUE MÁGICO DE DISNEY
BS 61001990 GROVER *PD* EL TOQUE MÁGICO DE DISNEY
PP PEND. HALEY LA EXPERIENCIA CAMALEÓN
E8100247 HANDSCOMBE LIDERAZGO ESTRATÉGICO
BS 61002768 HILL EL NUEVO GERENTE
E811731X HRONEC SIGNOS VITALES
BS 61005236 HYLAND REFLEXIONES PARA LOS GERENTES
PP PEND. HYLAND MAS REFLEXIONES PARA LOS GERENTES
BS E6159064 JARILLO DIRECCIÓN ESTRATÉGICA 2/ED.
N 61006984 JOINER GERENCIA DE LA 4TA. GENERACIÓN
C6000338 KAMI PUNTOS ESTRATÉGICOS
61002792 KEARNS XEROX, PROFETAS EN LA OBSCURIDAD
BS E8100433 KELLEY LÍDERES Y SEGUIDORES
PP PEND. KENNEDY LAS 25 VERDADES DE LOS NEGOCIOS
BS 64223633 KEPNER EL NUEVO DIRECTIVO RACIONAL
PP PEND. LEIDER REHACIENDO LAS MALETAS
E8101898 LEÓN ANÁLISIS DE DECISIONES
N 61006771 LINEBACK LOCURA EMPRESARIAL
61004426 LLANO EL POSTMODERNISMO EN LA EMPRESA
64228120 LLANO EL EMPRESARIO Y SU ACCIÓN
64228139 LLANO EL EMPRESARIO ANTE LAS RESP. Y LA MOTIVACIÓN
64228112 LLANO EL EMPRESARIO Y SU MUNDO
6422902X LLANO *PD* EL EMPRESARIO ANTE LA RESP. Y MOTIVACIÓN.
64229011 LLANO *PD* EL EMPRESARIO Y SU MUNDO
64229003 LLANO *PD* EL EMPRESARIO Y SU ACCIÓN
61004418 MANN LAS GUERRAS DE LAS ASPIRINAS
PP PEND. MANRIQUE UN CAMBIO DE ÉPOCA NO UNA ÉPOCA DE...
E8100115 MASCAREÑAS MANUAL DE FUSIONES Y ADQUISICIONES
PP PEND. MCFARLAND LIDERAZGO SIGLO XXI
N E8116097 MIRALLES HERRAMIENTAS MICROINFORMATICAS DE LA EMPRESA
C6000648 MOODY TOMA DE DECISIONES GERENCIALES
C6002810 MORRIS REINGENIERIA
PP PEND. NOLAN DESTRUCCIÓN CREATIVA
BS 64223927 OHMAE LA MENTE DEL ESTRATEGA
E8103203 ORTIZ LA HORA DE LA ETICA EMPRESARIAL
E8101413 PFEFFER EL PODER DE LAS ORGANIZACIONES
N 61007808 PINCUS EL GRAN JEFE
N C6004430 QUINGLEY VISION
61005260 RADZIK 70 RESPUESTAS CLAVE PARA TODOS LOS GERENTES
C6001962 RANDOLPH GERENCIA DE PROYECTOS
PP PEND. RYE EL JUEGO EMPRESARIAL
BS 61007239 SCOTT LAS REGLAS NO ESCRITAS DEL JUEGO
BS 61007220 STARK TODO ES NEGOCIABLE
E6157916 SUAREZ DICCIONARIO DE ECONOMÍA Y ADMINISTRACIÓN
BS C6003124 TAP SCOTT CAMBIO DE PARADIGMAS EMPRESARIALES
C600192X THORNE EL NUEVO GERENTE GENERAL
6100275X VLCEK EL EFECTO DOMINO
E6157878 WANG TECNOVISION
E615787-8 WATSON UNA EMPRESA Y SUS CREDOS
GLOBALIZACION INTERNACIONAL
CÓDIGO AUTOR TITULO
E810000X ALVAREZ LA POLÍTICA DEL MERCADO COMÚN LA
E6156782 BARTLETT EMPRESA SIN FRONTERAS
E8119967 CANALS INTERNACIONALIZACION DE LA EMPRESA
N V616833X CORDEIRO EL DESAFIO LATINOAMERICANO
61000293 DE MENTE COMO HACER NEGOCIOS CON LOS JAPONESES
64228694 DE MENTE JAPÓN AL ALCANCE DE SU MANO
61000307 DE MENTE LA ETIQUETA Y LA ETICA JAPONESAS
E8118235 GARRIGUES LA UNION EUROPERA, EFICACIA Y DEMOCRACIA
BS 61007816 GARZA ¿NEGOCIANDO CON AMERICANOS?
BS 6100440X GONZÁLEZ LA EXPERIENCA DE LAS FRANQUICIAS
BS 61004396 GONZÁLEZ FRANQUICIAS, REV. DE LOS 90 ED. REVISADA
61004434 ITAM LO NEGOCIADO DEL TLC
PP PEND. ITAM ESTADOS UNIDOS DE AMERICA
E6156723 JARILLO ESTRATEGIA INTERNACIONAL
E8100298 KESTER LAS ABSORCIONES DE EMPRESAS
E8100026 MAKRIDAKIS EL MERCADO ÚNICO EUROPEO
C6001407 OGLIASTRY EL SISTEMA JAPONES DE NEGOCIACIÓN
64227418 OHMAE EL PODER DE LA TRIADA
BS 64228783 OHMAE EL MUNDO SIN FRONTERAS
E8119959 O'KEAN ANÁLISIS DEL ENTORNO ECONÓMICO DE LOS NEGOCIOS
E8100212 PAMPILLON ANÁLISIS ECONÓMICO DE LOS PAÍSES
E8100638 PIÑEIRO INTERCAMBIO COMPENSADO
64228422 REÍD BIEN HECHO EN AMERICA
61002857 SABORIO RETO A LA APERTURA. LIBRE COMERCIO EN LAS AMER.
E8100581 SALOME TRATADO DE LA UNION EUROPEA
E6158203 VALLS LA IMAGEN DE LA MARCA DE LOS PAÍSES
INTERÉS GENERAL
RECURSOS HUMANOS
BS = BEST SELLER
N= NOVEDAD
PP= PRÓXIMA PUBLICACIÓN
LINEA DE LIBROS DE COMPUTACIÓN
SISTEMAS OPERATIVOS
CÓDIGO AUTOR TITULO
N CAMPBELL TODO LO QUE QUISO SABER SOBRE DOS...
E-451762-9 HOFFMAN SIST. OPERATIVO MS-DOS GUIA DEL USUARIO
BS E-615823-8 JAMSA INTRODUCCIÓN AL DOS
BS E-81O132-4 JAMSA INTRODUCCIÓN AL DOS 6
E-810143-X JAMSA DOS 6 MANUAL DE BOLSILLO
N E-811975-4 JAMSA 1001 TRUCOS P/DOS Y PC Y 114 TRUCOS DOS
E-81192-1 JAMSA PROGRAMACIÓN EN DOS MNL. REFERENCIA
N E-810190-1 JAMSA DOS 6 MNL. DE REFERENCIA
E-810123-5 SCHILDT DOS 6 A SU ALCANCE
E-811870-7 RAMALHO MS DOS 6.2
N
WINDOWS
BS/N
UNIX
DBASE
PARADOX
ACCESS
ORACLE
KOCH
N
MS ACCESS P/WINDOWS A SU ALCANCE
7 MNL. DE REFERENCIA
FOXPRO
PROCESADORES DE TEXTO
WORDPERFECT
AUIPRO
PAQUETES INTEGRADOS
CÓDIGO AUTOR TITULO
N RAMALHO MS. OFFICE
HOJAS DE CALCULO
EXCEL
QUATTRO
LENGUAJES Y PROGRAMACIÓN
CLJPPER
«C»
N C++
BASIC
6-422216-5 JOYANES
BASIC AVANZADO
TURBO BASIC
E-615297-3 JOYANES
N TURBO BASIC MNL DE PROGRAMACIÓN
QUICKBASIC
REDES/TELECOMUNICACIONES
N INTERNET
N
HARDWARE
UTILERÍAS Y HERRAMIENTAS
DISEÑO
__________ DICCIONARIOS
CÓDIGO AUTOR TITULO
BS E-810030-1 FREEDMAN DICCIONARIO DE COMPUTACIÓN
BS/N C-600203-9 FREEDMAN DICC. DE COMPUTACIÓN ING/ESP ESP/ING
NUEVA TECNOLOGÍA
CÓDIGO AUTOR TITULO
N HEIMLICH SOUND BLASTER LIBRO OFICIAL 2/DE
N E-810187-1 GARCÍA B INFORMATIZACION DE EMPRESAS
N E-811857-X LARIJANI REALIDAD VIRTUAL
BS 6-100315-2 JAMSA LA MAGIA DE MULTIMEDIA
N VAUHGHAN TODO EL PODER DE MULTIMEDIA
N = NOVEDAD
BS = BEST SELLER
LISTA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
INGENIERÍA Y TECNOLOGÍA
CÓDIGO AUTOR TITULO
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E-811937-1 ASTIGARRAGA HORNOS INDUSTRIALES
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