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CURSO DE HERMENÉUTICA BÍBLICA

Curso de Hermenéutica Bíblica

Definiciones Fundamentales e Importancia de su Estudio


La exégesis y la hermenéutica son dos herramientas de valor incalculable en el
entendimiento correcto de la Palabra de Dios. Son factores determinantes en el manejo
del arte de la homilética sagrada.

Definiciones Fundamentales
Exégesis

Exégesis (Gr. Exegomai) significa guiar, decir, volver a contar. La raíz básica indica
sacar el significado de algo. La exégesis provee el significado correcto del texto en su
verdadero contexto. El Dr. Hasel señala que el contexto bíblico es determinado por lo
siguiente:
1.- El contexto de las palabras en la frase en que se encuentra.
2.- El contexto de la frase en su inmediata unidad de pensamiento.
3.- El contexto de la unidad de pensamiento dentro del libro bíblico.
4.- El contexto del libro bíblico dentro de todos los libros de la Biblia.

El círculo exegético

El círculo exegético es de mucho importancia en el entendimiento correcto el texto que se


esté estudiando. El círculo exegético contiene y considera los siguientes elementos que
afectan en forma directa al texto:
1.- La porción del pasaje en el cual se encuentra el texto.
2.- El capítulo en el cual se encuentra el pasaje.
3.- El libro en el cual se encuentra el texto.
4.- Lo que el autor del texto dice en otros libros.
5.- Lo que otros autores bíblicos señalan en otros pasajes.

Es de suma importancia, en la tarea de la interpretación, tomar en cuenta el círculo


exegético porque este nos ayuda al correcto entendimiento del texto.

Hermenéutica

La palabra hermenéutica tiene su origen último en la derivación del nombre Hermes, el


dios griego que trajo mensajes de los dioses a los seres mortales. Era el dios de la ciencia,
la invención, elocuencia, oratoria, escritura y arte. Con esto en mente se puede decir que
“la hermenéutica denota el proceso de entendimiento o interpretación de los mensajes
divinos.”

La palabra “interpretación” es derivada de la palabra griega “diermeneuo” de la cual se


deriva la palabra “hermenéutica” y que significa la ciencia de la correcta interpretación
de la Biblia.
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El principio del círculo hermenéutico establece que: Se puede entender el todo de un
punto, aspecto o verdad, solamente a través de sus partes simples o individuales. Las
partes individuales contribuyen al todo. Y viceversa, el todo contribuye al entendimiento
de cada parte individual, proveyendo nuevos aspectos en el entendimiento de cada uno de
ellos.

Hay dos divisiones principales en hermenéutica:


1.- Hermenéutica general. Esta tiene que ver con las reglas generales de interpretación de
todas las Escrituras.
2.- Hermenéutica especial. Esta se refiere a las reglas con referencia a ciertas partes
especiales de la Biblia como las parábolas, poesía, profecía, etc.

Principios hermenéuticos.

Los principios hermenéuticos que dieron forma al compendio doctrinal de la Reforma y


que siguen siendo válidos hasta nuestros días son los siguientes:
1.- Un pasaje debe ser entendido primeramente en su significado literal y obvio
(simple).
2.- El texto debe ser estudiado en su contexto mediante el método histórico-
gramatical.
3.- La escritura debe se usada para interpretar la Escritura.
4.- La regla Cristocéntrica, que hace de Cristo el centro focal de la Biblia, debe ser
aplicada.
5.- El entendimiento correcto de la relación entre la ley y el evangelio y el triple
uso de la ley es básico en la interpretación de la Escrituras.

Principios de hermenéutica que fueron base de la interpretación bíblica


al comienzo de la formación doctrinal de la Iglesia Adventista

1.- Sola Scriptura. La Palabra de Dios es la base para probar y decidir las
cuestiones conflictivas.
2.- La unidad de la Escritura. A través de toda la Biblia corre una idea central: La
ruina del hombre por el pecado y su redención por gracia. En una palabra:
Jesucristo es el salvador. Esta idea esta en todo el Antiguo y Nuevo Testamento.
3.-Deja que la Escritura explique las Escrituras.
4.- Las palabras de la Biblia deben recibir su propio significado. Aquí entra en
forma especial el uso de los idiomas originales y de diferentes traducciones.
5.- Atención al contexto y trasfondo histórico.
6.- La Biblia debe ser interpretada primeramente en la forma más simple, obvia, y
literal posible, a menos que una figura sea empleada.
7.- El principio tipológico. Muchos pasajes tipológicos de las Escrituras deben ser
estudiados en su contexto y permitiendo que las mismas Escrituras aclaren el
significado de la tipología.

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Homilética

Es el arte de transmitir eficientemente el mensaje de la Palabra de Dios.

Diferencia básica entre exégesis y hermenéutica

Los escritores y peritos en exégesis tratan principalmente con preguntas relacionadas con
lo que el escritor bíblico quería decir y cómo ese significado era discernido por los que lo
oyeron por primera vez. Los exegétas son por lo tanto historiadores, filologistas y críticos
literarios. El uso de los idiomas originales es de suprema importancia en esta rama.

Los interesados en la hermenéutica principalmente buscan el significado de los materiales


bíblicos para nuestros días, lo que la Biblia nos quiere decir para nosotros hoy.

La tarea exegética intenta la reconstrucción del significado de los pasajes bíblicos para
obtener algunas ideas acerca de cómo pudieron haber sido entendidos por los lectores
originales; La tarea hermenéutica es interpretar el texto para nuestros contemporáneos.

En otras palabras:
“Comenzamos al principio, paso por paso, tratando de entender primero lo que ocurrió en
el pasado allá en el monte Sinaí, o en la casa del alfarero, o en el Getsemaní.
Arbitrariamente llamaremos a eso exégesis. Entonces, recordando que esos eventos de
antaño eran las formas por las cuales Dios hablaba a la iglesia en aquellas épocas, nos
preguntamos qué es lo que Dios quiere decir a su pueblo hoy y mediante su pueblo al
mundo incrédulo. A eso llamaremos hermenéutica o interpretación.” (Preaching
Biblically, Exegesis and Interpretation. William D. Thompson. 15).

¿Cómo se une la homilética a la exégesis y a la hermenéutica?

La homilética es el puente que facilita la canalización de los conocimientos adquiridos


por la exégesis y la hermenéutica para ser transmitidos eficientemente por medio de un
buen sermón.

El ministro toma exegéticamente la revelación divina de aquel entonces, la interpreta


hermenéuticamente para el día, tiempo y circunstancias actuales de su congregación, y la
entrega mediante las reglas homiléticas establecidas para una correcta entrega del
mensaje Divino.

Por lo tanto estas tres tareas o ciencias son de suprema importancia para el ministro
actual. “Los que llevamos la responsabilidad de enseñar y predicar en la comunidad
cristiana, es mejor que aprendamos la metodología exegética, hermenéutica y homilética
si es que queremos ser leales a la tarea de preservar y pasar la tradición.” (Ibid., 19).

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Herramientas para la tarea de interpretación

1.- Distintas versiones de la Biblia.


2.- Concordancias bíblicas.
3. diccionarios bíblicos.
4.- Atlas bíblicos.
5.-Comentarios bíblicos.
6.- Tratados teológicos.
7.- Libros de Elena White.

Relación de la hermenéutica con otras esferas del estudio bíblico

La hermenéutica no esta aislada de otras esferas del estudio bíblico. Está


relacionada con el estudio del canon, la crítica textual, la crítica histórica, la exégesis y
las teologías bíblica y sistemática.
El estudio del canon. El aspecto que precede a todas las demás esferas del estudio
bíblico es el estudio de la canonicidad, es decir, la diferenciación de los libros que llevan
el sello de la inspiración divina y los que no la llevan.
La crítica textual. También conocida como la baja crítica, es el intento de
determinar las palabras de un texto. La crítica textual es necesaria porque no tenemos los
manuscritos originales, sólo muchas copias de los originales, y dichas copias contienen
variantes entre ellas.
La crítica histórica. También conocida como la alta crítica, es la que estudia la
paternidad literaria de un libro, la fecha de su composición, las circunstancias históricas
que rodean su composición, la autenticidad de su contenido y su unidad literaria. Muchos
eruditos en la alta crítica, han comenzado su trabajo con presuposiciones liberales, y por
ésta razón los creyentes conservadores han igualado la alta crítica con el liberalismo.
Después del estudio de la canonicidad, la crítica textual y la crítica histórica, el
erudito está listo para hacer exégesis. La exégesis es la aplicación de los principios de la
hermenéutica para arribar a una correcta interpretación del texto. El prefijo ex (“fuera de”
“desde”) lleva a la idea de que el intérprete está tratando de derivar su interpretación a
partir del texto, en vez de leer su significado hacia el texto (eiségesis).
Después de la exégesis, están las esferas gemelas de la teología bíblica y la
teología sistemática. La teología bíblica es el estudio de la revelación divina como está
dada a través del Antiguo y del Nuevos Testamento.
En contraste con la teología bíblica, la teología sistemática organiza la
información bíblica de una manera lógica antes que histórica. La teología sistemática
trata de colocar junta toda la información sobre un tema dado (Por ejemplo, la naturaleza
de Dios, el ministerio de los ángeles, etc.)

Conceptos de inspiración y hermenéutica

El punto de vista que un erudito tenga sobre la inspiración de la Biblia tiene


implicaciones directas sobre la hermenéutica.

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Los tres principales puntos de vista sobre la inspiración son los siguientes:

1. La postura liberal. Este punto de vista sostiene que la inspiración de los


escritores bíblicos es de manera semejante a la de Cervantes y otros grandes escritores.
Lo que ellos transcribieron fueron primitivas concepciones religiosas hebraicas acerca de
Dios y de sus obras.
2. La postura neoortodoxa. Dentro de esta postura hay mucha variación sobre el
tema de la inspiración. No obstante la mayoría cree que Dios se revelo sólo en actos
poderosos, no en palabras. Las palabras de la Biblia atribuidas a Dios son la forma como
los hombres entendieron el significado de las acciones divinas. El énfasis de ese punto de
vista está en el proceso de desmitologización, es decir, quitar los acontecimientos
mitológicos que se han empleado para transmitir la verdad existencial, de modo que el
lector pueda tener un encuentro personal con la verdad. La postura neoortodoxa concibe
que las Escrituras llegan a ser Palabra de Dios cuando adquieren un sentido personal
existencial.
3. La postura ortodoxa. Este punto de vista sobre la inspiración sostiene que Dios
obró por medio de las personalidades de los escritores bíblicos de manera tal que, sin
suspender su estilo personal de expresión o libertad lo que ellos produjeron era
literalmente “soplado por Dios” (2 Timoteo 3:16). El énfasis del texto es que la propia
escritura y no solamente los escritores eran inspirados. Decir que solo los escritores
fueron inspirados dejaría abierta la posibilidad de argüir que sus escritos fueron
contaminados por la interacción del mensaje con sus propias concepciones e
idiosincrasias primitivas. La postura ortodoxa sostiene que la Biblia es y siempre seguirá
siendo un depósito de la verdad sea que La leamos y que nos apropiemos de ella o no.

La tarea exegética es afectada por:


1. El punto que se tenga sobre la inspiración.
2. Los problemas que afectan la hermenéutica.

Problemas de la Hermenéutica Contemporánea


1. Validez en la interpretación.

Quizá la pregunta más fundamental en la hermenéutica sea: ¿Es posible decir


lo que constituye el sentido valido de un texto, o hay múltiples
interpretaciones validas?. En el estudio de la Biblia, la tarea del exégeta es
determinar lo mas cerca posible lo que Dios quiso decir en un pasaje
determinado y no lo que el texto significa para mí. Si aceptamos la idea de
que el significado de un texto es lo que éste significa para mí, entonces la
Palabra de Dios puede tener tantos significados como lectores tenga.

Es útil distinguir entre interpretación y aplicación. Decir que un texto tiene un


sentido valido (el que el autor tuvo en mente) no significa que su escrito solo
tenga una aplicación posible.

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La posición que los eruditos adoptan en el asunto de la validez de la
interpretación influye en su exégesis. Por eso es un asunto decisivo para el
estudio de la hermenéutica.

2. Doble paternidad literaria y sensus plenior

Una segunda controversia en la hermenéutica es la cuestión de la doble


paternidad literaria. La posición ortodoxa de la Biblia es la de la autoría
confluente; es decir, los autores humanos y el autor divino trabajaron juntos
(fluyeron juntos) para producir el texto indicado.

Se ha debatido durante siglos la cuestión de si el texto Bíblico tiene o no un


significado más amplio (sensus plenior) que el que tenía en mente el autor
humano.

Textos que se usan para apoyar la posición del sensus plenior.


- 1 Pedro 1:10-11
- Daniel 12:8
- Daniel 8:27 Profecía que se dice los contemporáneos no entendieron.
- Juan 11:49-52 profecía que los contemporáneos no entendieron.

Argumentos que se usan en contra de la posición del sensus plenior.


- si se acepta la idea de dobles significado en la Escrituras puede abrirse
el camino a toda clase de interpretaciones eisegéticas.
- 1Pedro 1:10-12 puede entenderse con el significado de que los profetas
del A. T. Ignoraban sólo el tiempo del cumplimiento de sus
predicciones pero no el significado de sus predicciones.
- En algunos casos los profetas entendieron el significado de sus
predicciones pero no todas las implicaciones de ellas. (ejem. Caifás en
Juan 11:50 no entendió todas las implicaciones de su profecía.

La controversia del sensus plenior es uno de los asuntos que no tenga


solución antes de la eternidad.

3. Interpretación literal, figurado y simbólica de las Escrituras.

Un tercer asunto en la hermenéutica contemporánea es la literalidad con que


interpretamos las palabras de la Biblia. Los eruditos conservadores son acusados de ser
“literalistas tercos” en sus interpretaciones. Sus hermanos de teología más liberal alegan
que incidentes como la caída, el diluvio y la historia del viaje submarino de Jonás deben
entenderse como metáforas y alegorías en vez de verdaderos acontecimientos históricos.
Como todas las palabras son símbolos que representan ideas, dicen esos liberales, no
debemos tratar de aplicarlas en un sentido literal estricto.

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Los teólogos conservadores están de acuerdo están de acuerdo en que las palabras
pueden emplearse en sentido literal, figurado y simbólico. Ejemplo:

- literal. “Se colocó en la cabeza del rey una corona centelleante de


joyas”
- Figurada. “Esta novela corona la obra del autor.”
- Simbólica. “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del
sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de
doce estrellas.” (Apoc. 12:1)

Los problemas surgen cuando los lectores interpretan las declaraciones de un


modo distinto al que le autor tenía en mente. Si todas las palabras son en cierto
sentido símbolos, ¿cómo podemos determinar cuándo deben entenderse literal,
figurada o simbólicamente? El Teólogo conservador respondería que las palabras
deben interpretarse de acuerdo con la intención del autor. Si el autor pretendía que
se interpretaran literalmente, erramos si las interpretamos de manera simbólica. Si
su intención era que se interpretarán simbólicamente, fallamos en interpretarlas
literalmente.

4. Factores espirituales en el proceso de percepción.

Un cuarto problema de controversia en la hermenéutica contemporánea es el de si


los factores espirituales afectan o no la capacidad de percibir con precisión las
verdades contenidas en la s Escrituras.

- Una escuela de pensamiento sostiene que si dos personas tienen la


misma preparación intelectual para hacer hermenéutica (instruidas en
el idioma, la historia y la cultura originales) los dos serían buenos
intérpretes.
- Una segunda escuela de pensamiento sostiene que la Escrituras mismas
enseñan que la consagración espiritual, o la carencia de ella, influye en
la capacidad de percibir la verdad espiritual.

5. La cuestión de la infalibilidad.

Es probable que el más importante de los problemas de controversia con


implicaciones para la hermenéutica en el que los evangélicos están debatiendo es
de la infalibilidad de la Biblia. Este asunto ha dividido a los evangélicos en dos
grupos:
-Los liberales. Son los que creen que la Biblia no tiene error cuando habla
de asuntos de salvación y de fe cristiana, pero que puede tener errores en asuntos
históricos y otros detalles.

- Los conservadores. Son los que creen que la Biblia está totalmente sin
error.

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El asunto de la infalibilidad es también importante en la esfera de la hermenéutica.
Si comenzamos con la presuposición de que la Biblia contiene errores, y luego
hallamos una aparente discrepancia entre dos o más textos, pudiéramos decidir
que uno de los dos contiene errores. Si comenzamos con la presuposición de que
la Biblia no contiene errores, estamos motivados a encontrar una manera
exegéticamente justificable de resolver cualquier discrepancia aparente.

Principios específicos para la interpretación que ayudan a entender la cuestión de la


infalibilidad de la Biblia.

1. Los números con frecuencia se dan de modo aproximado.


2. Se pueden parafrasear los discursos y las citas en vez de ser reproducidas
verbalmente, una práctica usual cuando se resumen las palabras de otra persona.
3. Se puede describir el mundo en términos fenomenológicos (como los
acontecimientos les parecen a los observadores humanos).
4. Los discursos hechos por hombres o Satanás son registrados o parafraseados
con exactitud sin que eso implique que lo que esas personas afirmaron era
correcto.
5. A veces un escritor usó fuentes para lograr su objetivo sin implicar afirmación
divina de todo lo demás que esas fuentes hayan dicho.

Algunos abismos en la tarea de la interpretación bíblica


1. Abismo de tiempo. Nos hayamos ampliamente separados en el tiempo de los
escritores y los lectores originales.

2. Abismo cultural. Hay diferencias importantes entre la cultura de los antiguos


hebreos y la nuestra. En la Biblia encontramos costumbres creencias y prácticas que
tienen poco sentido para nosotros. Por ejemplo el ungimiento de los reyes y de la
gente enferma con aceite.

Además nuestro entendimiento de las costumbres antiguas puede afectar su


verdadero significado (por ejemplo 1 Corintios 11:4-16 la cabeza cubierta).

3. Abismo geográfico. A menos que hayamos tenido la oportunidad de haber visitado


los lugares mencionados en la Biblia, necesitaremos ayuda para entender algunas
frases. Por ejem. La expresión de subir de Cesarea a Jerusalén. O de bajar de
Jerusalén a Jericó.

4. Abismo de lenguaje. La Biblia fue escrita en hebreo, arameo y griego; tres idiomas
que tienen estructuras y modismos muy diferentes a los nuestros. Inclusive los que hablan
el hebreo y el griego modernos tienen un conocimiento incompleto de los idiomas
antiguos. Nosotros dependemos de los eruditos en idiomas bíblicos para traducir las
Escrituras a nuestras lenguas, pero su trabajo es necesariamente interpretación.

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5. Abismo filosófico. Los conceptos acerca de la vida, de las circunstancias y de la
naturaleza del universo difieren entre varias culturas. Para transmitir un mensaje de forma
válida de una cultura a otra, el traductor o lector debe estar consciente de las semejanzas
y los contrastes de las cosmovisiones.

La hermenéutica es necesaria, entonces, debido a los abismos cultural, histórico,


geográfico, lingüístico y filosófico que bloquean una comprensión espontánea y exacta
de la Palabra de Dios.

Métodos de interpretación bíblica


En la tarea de la interpretación bíblica, no basta tener el espíritu correcto al empezar el
estudio; es necesario también usar el método correcto.

El interprete puede tener sinceridad, humildad, reverencia, y espíritu de oración pero no


podrá llegar a conclusiones adecuadas si no procede usando el método correcto.

Conceptos equivocados respecto al propósito de escritor la validez de sus declaraciones


doctrinales, la exactitud de los hechos históricos que relata, y el origen divino del texto,
llevarán muchas veces a conclusiones falsas.

Hay tres métodos de uso común que son falsos (el método racionalista, el método
alegórico-místico, y el método dogmático) y uno que lo consideramos como el método
correcto (el método gramático-histórico).
1. El método racionalista. Sostiene que toda la Escritura se debe sujetar a juicio
humano para saber si son válidas o no sus declaraciones. Presupone que lo
sobrenatural no existe y que todo texto se puede entender por medio de la razón
humana. El racionalista considera que los milagros de la Biblia –así como todos los
eventos sobrenaturales- no eran sino sucesos naturales que se pueden explicar por
las leyes naturales que ahora entendemos.
2. El método alegórico místico. Este método considera que toda la Biblia fue escrita
como una serie de alegorías. Insiste en que no es el significado natural y evidente el
que da a la Biblia su importancia, sino el sentido “místico”. Para ellos, “místico”
significa oculto o espiritual.

Este método fue inventado por los griegos antiguos que procuraban explicar para sí
mismos sus mitos y leyendas. Algunos creyentes cristianos de Alejandría, incapaces
de explicar ciertas dificultades bíblicas adoptaron este método para recomendar las
Escrituras y la fe cristiana a sus amigos educados.

Un ejemplo de la forma en que el método alegórico-místico se emplea, se ve en el


trato dado a la experiencia de Daniel en el foso de los leones. Para los interpretes que
usan este método, Daniel nunca estuvo en el foso de los leones, sino que se encontró
“preso” por las tentaciones y debilidades comunes entre los hombres. Están son

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representadas en la historia por los leones. Por medio de la fe Daniel salió ileso. Sus
enemigos, sin embargo, cayeron víctimas de esas mismas tentaciones. La lección que
encuentran en esta historia: que solo aquel que tiene fe en Dios puede salir triunfante
sobre las dificultades de la vida.

3. El método dogmático. El nombre de éste método se deriva de la palabra griega


dogma, que significa enseñanza. El método dogmático no se considera equivocado
por ningún espíritu dogmático, sino porque interpreta de acuerdo con los dogmas de
algún grupo. Sus enseñanzas son consideradas correctas porque proceden de aquel
grupo, y no porque tengan mérito basado en algunos principios aceptados de la
hermenéutica.

La iglesia católica romana usa este método que consiste en aceptar lo que la iglesia
haya declarado sobre alguna doctrina. También algunos creyentes evangélicos,
interpretan ciertos pasajes bíblicos de acuerdo con las enseñanzas de sus propias
iglesias sólo porque son enseñanzas oficiales.

4. El método gramático histórico. Este método siempre requiere que el intérprete haga
su trabajo de acuerdo con las características del idioma, especialmente de aquel
idioma en que la Biblia fue escrita, así como aquél al que fue traducida. Considera
que la Biblia fue escrita como historia fidedigna; es decir, que su historia no es
alegórica ni compuesta de fábulas, leyendas, mitos tradiciones, engaños, etc., sino
solamente donde las mismas Escrituras indiquen que algún pasaje debe entenderse en
alguno de estos sentidos no literales.

Este método es el más antiguo de todos. Se puede verificar su uso antes del segundo
siglo después de Cristo. Mientras que los teólogos de Alejandría usaban el método
alegórico para defender las escrituras, los de Antioquía de Siria seguían usando el
método literal. Allí el obispo Teófilo insistía en seguir la práctica antigua de los
judíos.

Los reformadores Lutero y Calvino dieron impulso principal al método correcto, por
medio de su énfasis en los idiomas originales. Demostraron que el justo
entendimiento de ellos aclaraba su sentido verdadero, que tenía que ser literal y no
alegórico.

Cualidades Del Intérprete Bíblico


( Según E. P. Barrows en Normas de interpretación bíblica)

1) Un supremo respeto a la verdad.

2) Un profundo juicio combinado con el poder de una concepción vívida.

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El intérprete necesita el poder de la concepción, a fin de poder traer a su mente un
cuadro vívido de las escenas que se describen. Este poder de vívida concepción
cuando no es refrenado por un sano juicio, puede llevar al expositor de las Escrituras
a las más locas extravagancias de la fantasía.

3) Simpatía hacia la Divina verdad.

Esto significa armonía del espíritu con las verdades reveladas que vienen de la sincera
recepción que de ellas hacemos. El hombre que desea ser un buen intérprete de la
Palabra de Dios, debe comenzar en el momento en que conozca la verdad y aceptarla
de corazón, no de teoría solamente sino en la práctica diaria. Entonces estará
preparado para obtener mayor conocimiento de ella. (Juan 7:17; 3:20)

4) El saber.
-Idiomas en que fue escrita la Biblia
-Geografía e historia bíblica
-Antigüedades bíblicas
-Historia y cronología antigua
-Cronología bíblica.

5) Comprender el verdadero sentido de los pasajes bíblicos y poder explicarlos a


sus semejantes con toda la fidelidad y claridad que le sea posible.

6) Reconocer el lado humano y el Divino en la interpretación bíblica.

Por el lado humano las escrituras se dirigen a los hombres en el idioma humano y de
acuerdo con la manera de hablar y pensar de los hombres.

Por el lado divino, las escrituras contienen una verdadera revelación de Dios a los
hombres, distinguiéndose en este respecto de todos los otros escritos del mundo. La
negación del lado divino sea inocente o intencionalmente, se manifiesta por una
interpretación fría y escéptica, que niega o explica a su manera, todo lo que es
sobrenatural en la Biblia.

No podemos llegar a un verdadero conocimiento de la Palabra Inspirada, sino tenemos


siempre ante nuestra vista estos dos aspectos de la revelación, que mutuamente se
suplementan.

Los requisitos del intérprete


( Según José M. Martínez en Hermenéutica bíblica)

A.- Requisitos generales

1.- Objetividad.

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El exegeta, sean cual sean sus puntos de vista iniciales, ha de acercarse con actitud
muy abierta al texto permitiendo que éste los modifique parcial o totalmente en la
medida de que no se ajusten al verdadero contenido de la escritura examinada.

2.- Espíritu científico.


Se han adoptado a menudo dos modos dispares de acercarse a la Biblia: El que
podíamos llamar devocional o pietista o el racionalista. El primero nos lleva al texto en
busca de lecciones espirituales y está presidido no por el afán de conocer el pensamiento
del escritor bíblico, sino por el deseo de derivar aplicaciones edificantes. El racionalista,
analiza la Escritura sometiéndola a la presión de rígidos prejuicios filosóficos, de este
modo muchos textos son gravemente tergiversados.
Tanto como en un caso como en el otro, se da poca importancia al significado original al
pasaje que se examina. No se investiga lo que el autor quiso expresar. En ambos falta el
rigor científico.
No basta la posesión de conocimientos relativos a la labor exegética. El interprete debe
saber utilizarlos científicamente. Bernard Lonergan, refiriéndose a ésta cualidad, llegó a
la siguiente conclusión: “ Cuanto menor sea la experiencia, cuento menos cultivada la
inteligencia, cuanto menos formado el juicio, tanto mayor será la probabilidad de que el
intérprete atribuya al actor una opinión que el actor jamás tuvo”.

3.- Humildad.

Todo exegeta debe renunciar a la más breve pretensión de infalibilidad. No sólo la


iglesia católica, sino también en las iglesias evangélicas, hay quienes se aferran a sus
ideas sobre el significado del texto bíblico con tal seguridad de que en ningún momento
admiten la posibilidad de que otras interpretaciones sean más correctas.

B. Requisitos especiales

1.- Capacidad espiritual.

La facultad de discernimiento espiritual de creyente ha se ser alimentada por una


actitud de reverente dependencia de la dirección divina. Todo trabajo de exégesis debe ir
de la mano con la oración. En el campo de la hermenéutica tiene perfecta aplicación el
aforismo “ orar bien es estudiar bien”. El exegeta más que cualquier simple lector de la
Biblia, habría de hacer suya la súplica del salmista: “Señor, abre mis ojos y miraré las
maravillas de tu Ley” (Sal.119:18)

2.- Actitud de compromiso.

El verdadero intérprete de la Biblia no se limita al estudio frío de sus páginas


como si efectuase un trabajo de laboratorio. Tampoco basta una actitud pietista, pero
desencarnada, hacia la Palabra de Dios. Si la Biblia es el vehículo que Dios usa para
llegar al hombre y hablarle, el lector – mucho menos el intérprete – no puede
desentenderse de lo que Dios les dice. El mensaje bíblico ha de hallar en él una
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resonancia interior y ha de influir decisivamente en su vida. La comprensión de la
Palabra de Dios lleva inevitablemente al compromiso con Dios, a la decisión de aceptar
lo que El ofrece y darle lo que exige, a hacer de su verdad nuestra verdad, de su voluntad
y de su causa nuestra causa.

3.- Espíritu de mediador.

En último término, la misión del intérprete es servir de puente entre el autor del texto y
el lector. La hermenéutica debe abrir un diálogo entre el autor bíblico y el presente del
lector. Y como mediador en el diálogo está el intérprete, quien ha de recorrer una y otra
vez el círculo hermenéutico, acercándose por un lado al texto y por otro a su propio
contexto histórico, interrogando a ambos hasta llegar a discernir el verbo de Dios,
significativo para los hombres de cualquier lugar o época.

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LA BIBLIA OBJETO DE LA HERMENÉUTICA SACRA

15
La Inspiración de la Biblia
Conceptos registrados en Creencias de los adventistas del séptimo día.

Definición: “La inspiración es el proceso mediante el cual Dios comunica sus verdades
eternas”

Dos pasajes del N. T. Tratan específicamente el tema de la inspiración:

2 Timoteo 3:16 “ Toda Escritura es inspirada por Dios...”

La palabra griega theopneustos, traducida como inspiración, literalmente significa


“alentada por Dios”. Esto implica que “Dios respiró” la palabra en las mentes de los
hombres. Ellos a su vez, la expresaron en las palabras que se hallan en las Escrituras. Por
lo tanto, la inspiración es el proceso mediante el cual Dios comunica sus verdades
eternas.

Ralph Earle en Cómo nos llegó la Biblia declara en la pág. 13 “La frase inspirada por
Dios.....significa literalmente, respirada por Dios. Esto quiere decir que la Sagrada
Escritura fue exhalada por Dios e inhalada por las mentes de los hombres por obra del
Espíritu Santo.

2 Pedro 1:21 “...los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu
Santo...”

Estas revelaciones fueron incorporadas en el lenguaje humano con todas sus limitaciones
e imperfecciones; sin embargo, permanecieron como el testimonio de Dios. Dios inspiró
a los hombres, no las palabras.

¿Eran los hombres tan pasivos como las grabadoras que repiten lo que se ha grabado? En
algunas ocasiones se mandó a los escritores a que expresaran las palabras exactas de
Dios, pero en la mayoría de los casos Dios los instruyó a que describieran lo mejor que
pudieran lo que habían visto y oído. En estos últimos casos, los escritores usaron sus
propios estilos y palabras.

Los escritores de la Biblia comunicaron los divinos mandatos, pensamientos e ideas, en


su propio estilo de expresión. Es porque Dios se comunica de esta forma que el
vocabulario de los diversos libros de la Biblia es variado y refleja la educación y cultura
de sus escritores.

Elena de White declara en Mensajes selectos t.1:24 “Los escritores de la Biblia eran los
escribientes de Dios, no su pluma” “La inspiración no obra en las palabras del hombre ni
en sus expresiones, sino en el hombre mismo, que esta imbuido con pensamientos bajo la
influencia del Espíritu Santo. Pero las palabras reciben la impresión de la mente
individual. La mente divina es difundida. La mente y voluntad divinas se combinan con

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la mente y voluntad humanas. De ese modo, las declaraciones del hombre son la palabra
de Dios.”

La Biblia, entonces es la verdad divina expresada en el idioma humano.

Existe un paralelo entre el Jesús encarnado y la Biblia: Jesús era Dios y hombre
combinado, lo divino y lo humano hecho uno. De modo que la Biblia es lo divino y
humano combinado. Esta combinación divino - humana hace que la Biblia sea única entre
toda la literatura.

La Biblia no enseña inspiración parcial o grados de inspiración. Estas teorías son


especulaciones que le quitan su autoridad divina.

Diferencias entre Inspiración, Revelación e Iluminación

Inspiración: Acción del Espíritu Santo en dirigir al escritor a escoger y relatar las cosas
que ya son conocidas, como lo hizo Lucas (Lucas 1:1-4).

Revelación: Acción mediante la cual Dios da a conocer al hombre las cosas que no se
conocían antes, y cosas que el de ningún modo podría descubrir sin la obra natural del
Espíritu Santo.

Alguien ha dicho: “La revelación descubre nuevas verdades a los hombres


(1Cor.2:10,11), y la inspiración les guía y controla en publicarlas.” (1Cor.2:12,13).

No toda la Biblia fue revelada por Dios a los escritores, pero sí toda la Biblia fue
inspirada por el.

Iluminación: Es la acción del Espíritu Santo que ayuda a las personas a entender la
Biblia cuando se la estudia o a explicarla cuando se la comparte a otros.

Teorías erróneas de la Inspiración

1.- Inspiración natural. Es la teoría que enseña que la Biblia fue escrita por hombres
buenos y sinceros que tenían genio especial, o fuerza intelectual extraordinaria. Coloca a
los escritores bíblicos en el mismo nivel de otros grandes escritores de la historia.

2.- Grados de Inspiración. Es la teoría que dice que algunas partes de la Biblia, las más
importantes, son plenamente inspiradas de Dios, otras en grado inferior, y otras partes
son meramente palabras humanas.

3.- Inspiración universal cristiana. Es la teoría que reclama una inspiración igual para
todos los escritores cristianos.

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4.- Inspiración de conceptos o ideas. Es la teoría que enseña que no fueron las palabras
sino solamente las ideas o los pensamientos lo que dio Dios, y después los hombres
falibles los expresaron en sus propias palabras.

5.- Dictado verbal. Es la teoría que presenta a los escritores como el secretario de Dios
que toma dictado, escribiendo cada palabra de Dios sin usar su propia mente.

La Inspiración Plenaria

La inspiración plenaria (llena, completa) enseña que todas las partes de la Biblia son
igualmente inspiradas, incluyendo su historia, poesía, profecía y doctrina. Además,
sostiene que el Espíritu Santo moraba en los escritores de la Biblia, los dirigía en sus
procesos de meditación y composición, en una manera libre que daba lugar para que la
personalidad del escritor se manifestase por medio de las facultades mentales.

Infalibilidad e “inerrancia” de las Escrituras

Ambos conceptos se desprenden lógicamente de la inspiración de las Escrituras. Sin


embargo éstos términos son teológicos más que bíblicos.

Falibilidad se deriva del latín fallere que significa engañar, inducir al error, ser infiel, no
cumplir, traicionar. Entonces se puede decir que la Biblia es infalible porque no induce a
error y no traiciona el propósito por el cual Dios la inspiró.

La inerrancia indica la ausencia de error en los libros de la Biblia. Ha habido quienes han
defendido la inerrancia llevándola a extremos innecesarios, afirmando con vehemencia
que en la Biblia no existe ninguna clase de error, ni siquiera los derivados de
equivocaciones de los copistas, y soslayando cualquier problema que el texto pudiera
plantear o sugiriendo soluciones poco convenientes.

Al hablar de infalibilidad e inerrancia de las Escrituras debemos recordar que ninguno de


sus libros fue escrito para ser usado como textos de cosmología, biología, antropología o
historia en un sentido científico. San Agustín declaró: “El Señor quería cristianos, no
matemáticos o científicos.”

Ramm subraya: “Al juzgar la inerrancia de la Escritura, hemos de hacerlo de acuerdo


con las costumbres, reglas y pautas de las épocas en que los varios libros fueron escritos
y no según una noción un tanto abstracta o artificial de la inerrancia.”

Cuando se aplica el principio señalado por Ramm muchos problemas que pudieran
comprometer la inerrancia desaparecen. Por Ejemplo:
 Divergencias entre la Biblia y la ciencia.
El sol “sale” o “se pone”
Atribuir funciones psicológicas a determinados órganos o partes del cuerpo
( riñones, corazón, huesos, entrañas, etc.)

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Esta peculiaridad del lenguaje popular debe ser tenida muy en cuenta por el
exégeta. Algunos ven sensacionales declaraciones coincidentes con descubrimientos o
logros posteriores de la ciencia. Ramm declara: “El intérprete esmerado no tratará de
hallar el automóvil en Nahum 1, el avión en Isaías 60, La teoría atómica en Hebreos11:3
o la energía atómica en 2 Pedro 3. Todos esos esfuerzos por extraer de la Escritura
teorías científicas modernas hacen más daño que bien.”

 Los textos que pudiéramos considerar documentales, como las genealogías, no


revisten la exactitud que cabría esperar de un documento notarial e nuestros días.
Por ejemplo:
La genealogía de Mateo 1 contiene “errores” si como tales interpretamos la
omisión de algunos nombres.

Marcos empieza su evangelio (Marcos 1:2) con una doble cita. La primera es
tomada de Malaquías; la segunda, de Isaías. Pero Marcos atribuye ambas a Isaías. Aquí
el “error” parece clarísimo; pero se desvanece si tenemos presente la práctica normal
entre los judíos de citar textos de varios profetas bajo el nombre del principal de ellos.

Por supuesto, no todos los problemas relativos a la inerrancia de la Escritura son tan
fáciles de resolver. Algunos siguen esperando soluciones realmente satisfactorias.

Unidad y diversidad en la Biblia


1.- Los diversos libros de la Biblia constituyen una unidad orgánica.

La palabra orgánica significa que tal unidad no es simplemente mecánica, o sea de


diversas partes preparadas con vistas a su mutua relación, como las partes de un reloj, las
cuales finalmente, fueron coleccionadas en un volumen.

La Biblia no puede ser comparada a la construcción de una catedral según los planos
específicos de un arquitecto, sino a un árbol corpulento, producto de un crecimiento
progresivo. La Biblia no fue hecha sino creció.

La Biblia es, en última instancia, el producto de una sola mente. Por esta razón, sus
diferentes partes son dependientes mutuamente y juntas, sirven al organismo como un
todo.

La misma Biblia testifica de su unidad.


 Es en todas sus partes producto del Espíritu Santo.
 Todos los libros de la Biblia tienen a Jesucristo como centro de su
unidad. Todos ellos se refieren de alguna forma a su obra redentora.
Además, todos concuerdan en su enseñanza doctrinal.
 El carácter progresivo de la revelación divina. La Biblia revela el
desarrollo de un solo pensamiento divino con varias subdivisiones, a

19
saber: El plan de la gracia de Dios en Jesucristo para la redención de
los pecadores. Nos muestra el capullo de la divina promesa abriéndose
gradualmente hasta convertirse en hermosa flor. La venida de Cristo,
proyecta su sombra ante el, y finalmente aparece en persona.
 Las citas colectivas de la Biblia destacan también su unidad. Los
escritores del Nuevo Testamento ilustran o prueban alguna verdad
particular citando los libros del Antigua Testamento.

2.- La Biblia también revela la mayor diversidad.

 Diferencias entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.


 Respecto al contenido. El A. T. Contiene la promesa, el N. T.
El cumplimiento. El primero señala la venida de Jesús, el
segundo parte de el señalando su completo sacrificio como la
expiación por el pecado del mundo. El A.T. es el capullo, el
N.T. es la flor.
 Respecto a su lenguaje. El A.T. esta escrito en hebreo
mayormente y algunas partes en arameo, y el N.T. esta escrito
en griego.
 Distinción entre los varios libros de la Biblia.
Esto se debe a que el Espíritu Santo usó a diferentes hombres con
diferentes talentos naturales y conocimientos adquiridos. Cada autor puso
en su libro un sello definido. Por esta razón, cada libro de la Biblia tiene
un carácter individual.
 Distinción entre las formas fundamentales de la inspiración divina.
 En algunas partes se presenta en forma de narración histórica.
 En otras partes se presenta por medio de discursos o escritos
didácticos.
 Otras veces su consejo se da a través de profecías.
 También usa la poesía para expresar la voluntad de Dios.

FIGURAS RETÓRICAS HALLADAS EN LA BIBLIA


El lenguaje figurado es aquel en que una cosa se dice bajo la forma o figura de otra cosa

El lenguaje figurado es empleado por los escritores bíblicos mediante recursos


literarios para ilustrar, aclarar, recalcar y mantener el interés del público.

Se dice que una palabra tiene sentido figurado cuando expresa una idea
diferente de la de su acepción literaria. En este caso se produce un cambio de
significado. De ahí, que a las figuras de lenguaje se les de el nombre tropos,
transliteración del término griego que significa vuelta o cambio.

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La inmensa mayoría de las figuras del lenguaje que hallamos en la Escritura,
están tomadas del entorno del autor. Los profetas del Antiguo Testamento recurren una
y otra vez a los elementos pictóricos de su mundo, tanto los referidos a la naturaleza
como a los relativos a las mil y una actividades humanas. Todo se convertía en fuente
de ilustración; todo enriquecía y vigorizaba el lenguaje como convenía en la
comunicación de un mensaje que frecuentemente entrañaba decisiones de vida o
muerte. En el Nuevo Testamento también abundan los tropos derivados del contexto
existencial. Jesús mismo fue un verdadero Maestro en el uso de este material.

Los tropos más usuales pueden ser clasificados en dos grandes grupos: figuras
simples o breves y figuras compuestas o extensas.

FIGURAS SIMPLES

DE COMPARACIÓN

1. El Simil

El símil es la figura que consiste en comparar expresamente una cosa con otra,
para dar idea viva y eficaz de una de ellas. En la Biblia se hallan numerosos y bellos
símiles. Jesús compara a Herodes como una zorra. Isaías dice que el hombre es “como
la hierba”. “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos”.

2. La Metáfora

Esta figura tiene por base alguna semejanza entre dos objetos o hechos,
caracterizándose el uno con lo que es propio del otro. Al decir Jesús “Yo soy la vid
verdadera”. “Yo soy la puerta.” Yo soy el camino”, lo está haciendo en sentido
figurado y no en sentido real y literal. Está usando la metáfora.

DE DICCIÓN

1. El Pleonasmo

En el pleonasmo el escritor repite una idea que ya ha sido expresado,


simplemente por el hábito de repetir. De estos hay muchos en la Biblia. Ejemplos:
Lucas 22:11. En la antigua versión de Valera se hallan muchos pleonasmos.

2. La Hipérbole

Esta figura de lenguaje se encuentra también muy a menudo en la Palabra de


Dios. Cuando los espías regresaron de recorrer la tierra de Canaán dijeron que ellos
ante los hijos de Anac se parecían a langostas. O la hipérbole que usa Juan en su
21
Evangelio cuando dice que “Jesús hizo muchas cosas que si se escribieran, pienso que
no cabrían los libros en el mundo.

FIGURAS DE RELACIÓN

1. La Sinécdoque.

Esta figura de lenguaje consiste en que se toma la parte por el todo o viceversa. Ver
los
siguientes ejemplos: “Mi carne reposará segura” (Sal. 16:9). Aquí carne se toma por
cuerpo.
O “Todas las veces que bebieres esta copa” Los discípulos no se beberían la copa,
sino parte
del vino que está en la copa,

2. La Metonimia

Esta figura de lenguaje se usa cuando se pone la causa por el efecto o la señal o
símbolo por lo que indica el símbolo. Ejemplos: Jesús les dijo: “Tienen a Moisés y a
los profetas, óiganlos”. Aquí Moisés claramente significa sus escritos, mas no al
hombre Moisés.

FIGURAS DE CONTRASTE

1. La Ironía.

Esta también se halla en la Biblia. Ejemplos claros son los de 1ª de Reyes


18:27, donde Elías se burla y usa la ironía ante los sacerdotes y profetas de Baal.
“Quizá está durmiendo” ¡Gritad!.

2. La Paradoja

Se denomina paradoja a una proposición o declaración opuesta a la opinión


común; a una afirmación contraria a todas las apariencias y a primera vista absurda,
imposible y contraria al sentido común. Pero si se medita en ella, resulta correcta y bien
fundada. Ejemplos en el NT. “Mirad guardaos de la levadura de los Fariseos y de los
Saduceos” (Mat. 16:16). “Deja que los muertos entierren a sus muertos” (Mat. 8:22).
“Coláis el mosquito y os tragáis el camello” (Mat. 23:24).

3. La Atenuación

Esta figura consiste en no expresar directamente lo que se piensa si no negando


lo contrario de aquello que se quiere afirmar. Por ejemplo Jesús usa esta figura en su
22
promesa del Espíritu Santo: “Seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no
muchos días”. (Hechos 1:5) equivalente a “dentro de pocos días”. La misma figura usa
Pablo al referirse a los judíos que “no agradan a Dios” (1 Tes. 2:15). Esta expresión es
una forma atenuada de decir que “desagradan u ofenden” gravemente a Dios como se
desprende del concepto.

4. El Eufemismo

En el eufemismo, una palabra o frase que es menos directa es sustituida por el autor
porque cree la forma directa sería de mal gusto, ofensiva e innecesariamente dura.
Ejemplos: Lev. 18:6; Jueces 3: 24.

FIGURAS DE INDOLE PERSONAL

1. La Personificación o Prosopopeya

En esta figura se personifican las cosas inanimadas, atribuyéndoles los hechos y


sentimientos de las de las personas. Por ejemplo, Pablo exclama: “¿Dónde está oh
muerte tu aguijón! Los collados y los montes dan palmadas de aplauso, según dice el
salmista. Otra personificación muy bonita es la que usa el salmista en Salmos 85: 10,11.
“La misericordia y la paz se encontraron; la justicia y la paz se besaron

2. El Apóstrofe

El apóstrofe se asemeja mucho a la personificación o prosopopeya. Se lo define


como la figura que consiste en cortar de pronto el hilo del discurso o narración, ya para
dirigir la palabra con vehemencia en segunda persona a una o varias, presentes o
ausentes, vivas o muertas; a seres abstractos o inanimados, o también para dirigírsela a
si mismo. Moisés dice: “ Escuchad cielos y hablaré” ¡Ay de ti, Moab! ¡Ay de ti
Corazín!.

FIGURAS COMPUESTAS

1. La Parábola

La parábola es una especie de alegoría presentada bajo la forma de una


narración o relato de hechos naturales o acontecimientos posibles, siempre con el objeto
de declarar o ilustrar una o varias verdades importantes. Ejemplo de ellos son la
parábolas de Jesús halladas en los Evangelios.

2. La Alegoría

La alegoría es una figura retórica que generalmente costa de varias metáforas


unidas, representando cada una de ellas realidades correspondientes. En la Biblia a
23
veces la alegoría está acompañada de la interpretación que exige. Por ejemplo Jesús
usa la alegoría cuando dice: “Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo. Si
alguno comiere de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne,
la cual es verdadera comida” O la hermosa alegoría que usa Isaías en el capítulo 5: 1-7
de su libro, donde habla de cantar de la viña.

3. La Fábula

La fábula es una alegoría histórica poco usada en la Escritura. En ella un


hecho o alguna circunstancia se expone en forma de narración mediante la
personificación de cosas o animales. Un ejemplo es el que se halla en 2ª de Reyes 14:9.

4. El Enigma

El enigma es también un tipo de alegoría, pero su solución es difícil. Ejemplo


el enigma que Sansón les puso a los filisteos: “Del comedor salió comida y del fuerte
salió dulzura.” Afortunadamente en la Biblia los enigmas tienen solución en el mismo
pasaje o perícopa.

OTRAS FIGURAS BÍBLICAS

Existen otras figuras Bíblicas que escapan a la clasificación mencionada y que se


enumeran a continuación:

Los puntos de analogía que los tipos y los símbolos tienen con las figuras del
lenguaje permiten que escapen de esta clasificación dado que existe una diferencia
entre estos tropos (tipos y símbolos) y el lenguaje figurado de la Biblia. Este es común
a cualquier otra literatura, mientras que la tipología Bíblica y en parte la simbología,
están determinados por el contenido mismo de la Escritura.

1. El Tipo

El tipo consiste en hechos, personas, instituciones u objetos que designan


hechos, personas instituciones u objetos semejantes en el porvenir. En la Biblia
llámanse ‘sombras de las cosas venideras.’ Jesús usa la serpiente de bronce que
levantó Moisés en el desierto y lo aplica a la manera como él va a ser levantado en una
madero, Jn. 3:14. Adán, tipo de Cristo que es el segundo Adán. El santuario terrenal era
un tipo del santuario celestial que es su antitipo.

2. El Símbolo

El símbolo es una especie de tipo, por el cual se representa una cosa por medio
de otra cosa familiar o parecida que se usa a propósito para servir de semejanza. Se usa
24
la figura del león como símbolo de fortaleza, de realeza. Llaves, simboliza autoridad.
Aguas simbolizan pueblos naciones.

3. La Interrogación

Se define como la figura que consiste en interrogar, no para dar respuesta, sino
para expresar indirectamente la afirmación, o dar más vigor o eficacia a lo que se dice.
Un ejemplo bello es el que se halla en Gen. 18:25. “El juez de toda la tierra, ¿no ha de
hacer lo que es justo?

4. La Antítesis

Figura que consiste en contraponer una frase o una palabra a otra de contraria
significación. En Deut. 30:15, se halla un precioso antítesis. “Yo he puesto delante de
ti la vida y la muerte” Mat. 7:13,14 es una antítesis muy vigorosa.

5. El Proverbio

Se define como una afirmación extraordinaria y paradójica. En el AT los


proverbios están redactados generalmente en forma poética. Salomón escribió los más
bellos que se hallan en la Biblia. En el NT hay algunos. Ejemplo es el que pronunció
Jesús: “Médico, cúrate a ti mismo” “No hay profeta en su propia tierra.” Hay que
tomar precauciones al interpretar un proverbio, especialmente aquellos que no son
fáciles de entender. Quizá estén basados en hechos o costumbres que se han perdido
para nosotros. Dado que pueden ser metáforas, símiles, parábolas o alegorías, es bueno
determinar a qué clase pertenece el proverbio.

6. El Acróstico

Se hallan muchos en el AT. El Salmo 119 está escrito en forma de acróstico.


También los Salmos 111 y 112. En el NT el símbolo o figura de una pescado usado por
los primeros cristianos en Griego tiene un significado muy especial. Las letras de la
palabra pez en Griego cuando se ordenan en forma de acróstico son las mismas que
expresan lo siguiente: Jesucristo hijo de Dios Salvador. De ahí que para los paganos era
imposible comprender por qué los cristianos usaban la figura del pez en sus lápidas y en
otros lugares.

Cristo el centro de la Biblia

1. Todo el sentir divino eternamente está enfocado en Cristo

Cristo existía en la forma de Dios. El tiene todas las perfecciones de Dios, y es la


imagen visible del Dios invisible.
Dios no fue visto por el hombre antes de la encarnación.
Cristo es la imagen del Dios invisible.
25
El es Dios.
Cristo es el creador de todas las cosas. Es el todo, objeto y fin de toda la creación.
Antes de la fundación del mundo el centro de todas las cosas estaba en Cristo.
Efesios 1:4

2. Todo pensamiento y ministerio de los ángeles están concentrados en Cristo.

Isaías 6 presenta el trono rodeado de ángeles y Apoc. 5 los presenta dorando al


Cordero.
En Lucas 1 se presenta a los ángeles anunciando el nacimiento de Jesús.
En Mateo 4:11 se los presenta sirviendo a Jesús después de la tentación.
En 2 Tes. 1:7 y Mateo 25:31 indican que Jesús regresará rodeado de ángeles.
En uno 1 Ped. 3:22 presenta a los ángeles como sujetos a Cristo.
Hebreos 1:6 señala que todos los ángeles de Dios adoran a Cristo.

3. Todo el odio y la astucia de Satanás convergen hacia Cristo

Apoc. 12 presenta al dragón parado frente a la mujer a fin de devorar al hijo que
nacería.
Satanás ha sostenido por todos los siglos una guerra para impedir la venida de Cristo,
la simiente prometida.

4. Toda esperanza humana tiene, y toda ocupación humana debe tener, a Cristo
como centro.

Solamente en El y por El podemos recibir la vida eterna. Juan 1:29 Hechos 4:12,
Hebreos 1:3.
Toda esperanza humana, desde Adán en adelante, estriba en El.
Todas las ocupaciones humanas deben tener a Cristo como centro. Col.1:16; 3:17.
Fil.2:10,11. 1 Cor 10:31.
Si le diéramos a Cristo el lugar que merece en nuestra vida, el resultado sería la
salvación de muchas almas. Juan 15:4-7.

5. El universo material, en su creación y en su conservación tiene como centro a


Cristo.

Col. 1:16; Heb. 1:3

6. Toda la Palabra escrita de Dios enfoca a Cristo.

Textos: Luc. 24:27, 44,45. Juan 1:45; 16:13,14


La Biblia es el único libro que registra el pasado, presente y futuro del hombre, pero
el hombre no es el tema de la Biblia.
La Biblia es el único libro que registra el pasado presente y futuro de Satanás, de las
naciones y de la Iglesia, pero ninguno de estos es su tema principal.
26
Toda página de la Biblia en alguna forma habla de Cristo. Cada uno de los 66 libros
trae algún mensaje especial acerca de Cristo.

Algunas Clases de Interpretación Erróneas

A continuación, se aclarará lo que esta envuelto en una exposición con precisión, se


intentará enumerar y discutir brevemente algunos acercamientos e interpretaciones
engañosas, que han sido empleadas en la historia de la Iglesia Cristiana. Debe hacerse
notar que algunas de estas contienen algo de verdad o son motivadas parcialmente por
una causa.

1.- Interpretación Fragmentada


Trata las Escrituras como si fueran meramente una colección de versos aislados,
del cual cada uno puede ser comprendido de su inmediato y exteriorizado contexto.
Habrá algunas veces donde no se puedan armonizar largos pasajes bíblicos, y es más
simple utilizar un verso o dos.

2.- Interpretación Dogmatizada


Este tipo de exposición tiene como propósito encontrar apoyo en las Escrituras
para ciertos dogmas las cuales ya han sido aceptadas. La interpretación fragmentada y
Dogmatizada, ilustran que las Escrituras pueden ser usadas para probar cualquier cosa.
Estas dos interpretaciones erróneas contienen un elemento de verdad en ellas, aceptan el
principio de que la Biblia debe ser abrogada como la autoridad en la que los cristianos
creen; de cualquier manera fallan al examinar el verdadero significado de autoridad en las
Escrituras.

3.- Interpretación Racionalista


Los racionalistas, tienden a explicar las Escrituras que de tal modo las hace
comprensibles y aceptables a la razón. Hay varias causas para tal énfasis. La inhabilidad
resultan en la interpretación racionalizada. Racionalismo nos recuerda que exégesis debe
estar envuelta en el uso de la razón, y que debe haber una tentativa sincera para
comprender el mensaje de la Biblia.

4.- Interpretación Mitológica


Su acercamiento mitológico, esta . Así que para quitar lo que no puede ser
comprendido o aceptado por la razón, uno va a declarar que ciertos eventos son mitos,
mejor que decir que fueron sucesos históricos reales, tal es la historia de la resurrección
entre otras. La idea de la interpretación mitológica viene a ser resumida en este
pensamiento: “Si los mitos pueden traer tan grande motivación, es solo porque estos
reflejan lo que verdaderamente pasa en la experiencia humana.”

27
5.- Interpretación Histórica.
Son acercamientos puramente históricos de las escrituras.
El punto de vista histórico nos recuerda la importante verdad que el mensaje
bíblico tiene una fundación histórica, y la fundación existe por motivo del edificio. La
historia es el medio a un extremo o a un fin, de allí entonces uno no puede limitare el
proceso de exégesis a una examinación de los medios.

6.- Interpretación Alegórica


Esta es usada frecuentemente por ejemplo en la explicación de las parábolas, esos
que usan estos acercamientos los interpretan como alegorías o metáforas extendidas. Los
que utilizan el acercamiento alegórico muy seguido aceptan una narrativa como historia,
pero en lugar de exponer su significado en el punto de vista de sus ajustes históricos
concretos, los usan como alegorías para enseñar lecciones espirituales.

7.- Interpretación Literal


Los que utilizan este tipo de interpretación insiste que las escrituras, generalmente
deben ser explicadas literalmente. Esto nos recuerda que hay algunos pasajes que deben
ser interpretados literalmente, autores bíblicos a veces emplean declaraciones literales
para transportar sus ideas, y cuando ellos usan y cuando el autor usa una declaración
literal para expresar sus pensamientos, el expositor debe emplear el significado
correspondiente para explicar esas ideas, llamadas, acercamiento literal. Uno de los
errores de los literalitas es que tiende a comparar o igualar lo literal con lo histórico y lo
figurativo con lo no histórico.

8.- Interpretación Tipológica


Los que practican esta interpretación exponen el antiguo testamento como si en
cada punto, presagia el nuevo testamento, hasta los detalles mas diminutos en las
narraciones históricas son interpretadas como eventos que están satisfechos en el nuevo
testamento. Estos comparan los dos testamentos.
La mejor política para seguir evitar caer en este peligro es limitar la exposición los
símbolos del antiguo testamento a esos que se explican por ellos mismos en las escrituras.

9.- Interpretaciones Predictivas


Los que siguen este tipo de interpretación asumen que la Biblia esta repleta de
predicciones de futuros eventos. Así entonces estos, tratan de enseñar como es que cada
evento de gran importancia que ocurre, fue pronosticado por los escritores bíblicos, y
haciendo esto es como se convienen el los responsables de distorsionar las escrituras.

10.- Interpretación Sistematizada


Las escrituras son a veces tratadas como si presentaran una teología sistematizada.
Se cree en esta interpretación sistematizada que si uno de los escritores bíblicos
sugestionaba cierta acción para los que el escribía, esa acción es interpretada como un
ingrediente indispensable para todas las experiencias cristianas, de esta manera es que no

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debemos nosotros cometer el psicológico error de asumir, en efecto, que la experiencia de
todos esta forzada a un mismo exacto patrón.

11.- Interpretación Referencia-reciproca


En esta interpretación se están buscando constantemente pasajes similares, y los
explican con la luz de otros comparables. Al hacer esto caen el error de no tomar el
tiempo para examinar cada unidad y descubrir su significado singular, y de allí es que se
hacen asociaciones erróneas, pero si se hiciera primero la interpretación de cada pasaje
con su entidad literaria, entonces asociaciones validas podrían ser hechas.

12.-Interpretación Enciclopédica
El interpretador enciclopédico trata la Biblia como si fuese exhaustiva, como si
esta contuviera una respuesta a cada posible pregunta que pudiese surgir. Es verdad que
la Biblia contiene la respuesta a muchos problemas de la vida, y que nos puede proveer
una respuesta para estos, pero recordemos que la Biblia tampoco es una Enciclopedia
Británica en el campo de religión, contiene algunas respuestas especificas y muchos
principios generales, donde se encuentran estas respuestas es que deben ser aplicadas.

13.- Interpretación Literaria


Muchos de los que examinan las escrituras desde el punto de vista como una Gran
Literatura caen en la cuenta de que el propósito es esencial para el enriquecimiento en
literatura. Lo que ellos buscan en las escrituras son solo frases eufonías y pintorescas
imágenes como si fueran una colección sin propósito alguno, como una colección de
expresiones abrogadas y nada mas.

Sugerencias Para la Interpretación Bíblica


1.- Hay tres peligros que deben ser evitados en la exposición:
Una mala interpretación.
Una subinterpretación.
Una superinterpretación.

2.- La aproximación básica a la exposición de las Escrituras debe ser la aproximación


gramático-histórica.

3.- Siendo que cada libro de la Escritura es dirigido a una situación histórica concreta, su
exposición como tal debería ser relevante a esa situación.

4.-El intérprete debería mantener siempre delante de el la distinción entre asignar el


significado a las palabras de la Escritura y descubrir el significado de las palabras de las
Escrituras. La primer aproximación es subjetiva y deductiva; la segunda es objetiva e
inductiva.

5.- La explicación más fácil es aquella que sale naturalmente de todos los hechos sin
coerción, es usualmente la explicación más correcta.
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6.- En un contexto dado cada término y declaración bíblica tiene un significado y
solamente un significado. Por lo tanto, debemos tener cuidado de asignarle doble
significado a ellos.

7.- El expositor debe tener cuidado de no interpretar un pasaje sobre la base de ideas
preconcebidas.

8.- El intérprete objetivo no prejuzga un pasaje sobre las bases de interpretaciones


tradicionales o denominacionales.

9.- Uno debería estar constantemente en la búsqueda de la interpretación del autor en su


libro tal como se encuentra en Luc. 1:1-4 y en Juan 20:30,31.

10.- El principio de la consistencia siempre debería caracterizar el proceso de la


interpretación.

11.- Problemas que inevitablemente surgirán del estudio de la Biblia no deben


obstaculizar la explicación de lo que es suficientemente claro. Esto no implica que los
problemas son insignificantes, y que deben ser ignorados, pero se corre el peligro de que
lleguen a ser problemas concientes , y desarrollar un problema complejo que se dejan ver
en las Escrituras en una miríada de enigmas.

12.- Uno debiera leer entre líneas, si es que se va a derivar el significado completo de un
capitulo en la literatura bíblica. Esto es especialmente cierto cuando se estudia las
Epístolas del Nuevo Testamento. Por la propia naturaleza de la epístola, nace la
necesidad de no solo procurar el descubrir implicaciones sin especificación por parte del
autor, sino también los propios pensamientos del lector, los cuales son asumidos por el
autor. Las Cartas siempre asumen e implican mucho más de lo que su explicitud expresa.

13.- El expositor debe mirar principios subrayados, como también verdades especificas
en la exégesis de los pasajes bíblicos.

14.- Ciertos libros y partes de libros deben ser estudiados juntos. Por ejemplo Oséas y
Amós deben ser asociados en interpretación, como debe ser Job; Libro de los Salmos,
Proverbios y Eclesiastés, en efecto algunas veces es necesario relacionar ciertos libros
bíblicos con escritos extra-bíblicos.

15.- Cuando se está interpretando un Capitulo del Nuevo Testamento con referencia en
el Antiguo Testamento, la referencia debe ser examinada desde su contexto original. Es
válido asumir que los escritores del Nuevo Testamento estaban precavidos del contexto
de sus referencias y utilizarlas en sus pensamiento y escritos.

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16.- Cuando se encuentran pasajes paralelos en las Escrituras, como esos que ocurren en
los Sinópticos, deben ser comparados. Su estudio comparativo es para ser suplemento a la
examinación de cada uno, con la luz de su propio contexto y el propósito de su escritor.

17.- Trate de desarrollar eso que caracteriza los escritos de C. S. Lewis, quien ha sido
descrito como uno de los que tienen el talento de poner verdades pasadas de moda, en
idioma moderno.

18.-Regularmente es necesario hacer cuidadosas distinciones lógicas, si se quieren evitar


errores exegéticos.

19.- Uno debe cuidadosamente evitar evaluaciones que se mezclan con la interpretación.
Los juicios deben ser sostenidos hasta que el significado del pasaje haya sido averiguado.
Lo que un hombre dice, debe primero ser descubierto antes de que sea decretado
independientemente de que lo que él diga este bien o mal. Este principio no puede ser
sobre enfatizado.

20.-Debe también abstenerse de disculpas antes de que la exposición haya sido concluida.
En realidad si el significado del capitulo a sido verdaderamente descubierto, éste no
necesitará ninguna defensa. Para la difusión de las Escrituras, ella misma es la mejor
polémica a su favor.

21.- No es asumido que cuando uno ha seguido los procedimientos discutidos hasta
ahora, sus exposiciones serán inevitablemente finales e inmutables. En las explicaciones
con sentido verdadero resultan de un estudio inductivo, son siempre tentativas.

22.-A llamado la atención el hecho de que hay dos tipos de conocimiento. Uno es el
conocimiento horizontal, el cual está descrito en la naturaleza. El otro es el conocimiento
vertical, el cual envuelve profundidad más que lo que se ve a simple vista. Uno no puede
venir a la Biblia con una mente en blanco y esperar tomar de sus aguas profundas. Debe
uno tomar mucho tiempo en la meditación y en la oración si es que uno quiere entender
las profundidades de las Escrituras. Entonces comenzara a ver las relaciones e
interrelaciones en la verdad y el descubrimiento de la unidad en la verdad.

23.Uno debe hacer el propósito de leer historias de interpretación, como las de Farrar o
Grant. Historias de la Biblia en inglés, como las de Baikie y Goodspeed, también
proveen un valioso significado de enriquecimiento para exponer las escrituras.

31
HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN BÍBLICA

32
LA EXÉGESIS JUDÍA ANTIGUA

En esta unidad estudiaremos los principios exegéticos más importantes hallados en cada
uno de los siguientes periodos de la interpretación bíblica.

A través de los siglos ha habido muchísimos enfoques al estudio de la Palabra de Dios.

1.- La interpretación literal


2.- Otros han practicado un enfoque alegórico
3.- Aun otros han buscado en cada letra y palabra un significado secreto que necesita
descifrarse.

Una comprensión de las presuposiciones de otros métodos provee una perspectiva más
equilibrada y capacita para un diálogo más significativo con los que creen de manera
diferente a la nuestra.

Al observar los errores podemos estar más conscientes de los posibles peligros cuando
estemos en tentaciones semejantes. El que no aprende de la historia esta condenado a
repetirla es tan aplicable a la esfera de la interpretación como lo es cualquier otra esfera.

Además muchos de los grandes cristianos entendieron y prescribieron mejores principios


hermenéuticos que los que ellos mismos practicaron. Por lo tanto, debemos recordar que
el conocimiento de un principio debe ir acompañado de la aplicación al estudio personal
de la palabra.

Exégesis judía antigua

Un análisis de la historia de la interpretación bíblica comienza por lo general con la obra


de Esdras. A su regreso del exilio babilónico, el pueblo de Israel pidió que Esdras les
leyera del Pentateuco. Nehemías 8:8 recalca “Y leían (Esdras y los levitas) en el libro
claramente, y ponían el sentido, de modo que entendieran la lectura.

Los israelitas habían perdido probablemente su comprensión del hebreo durante el


periodo del exilio, la mayoría de los eruditos suponen que Esdras y sus ayudantes
tradujeron el texto hebreo y leyeron en voz alta en arameo, añadiendo explicaciones para
hacer más claro el significado. De este modo comenzó la ciencia y el arte de la
interpretación bíblica.

Los escribas copiaban con gran cuidado las escrituras pues creían que cada letra del texto
era la inspirada por Dios, esa reverencia tenía ventajas y desventajas. La principal ventaja
era que el texto sagrado fue cuidadosamente preservado en su transmisión a través de los
siglos. La mayor desventaja era que los rabinos pronto comenzaron a interpretar las
33
escrituras por métodos distintos a los que se empleaban en la interpretación normal de la
comunidad. Los rabinos suponían que como Dios es el autor de las escrituras, el
interprete podía esperar hallar numerosos significados en cualquier texto, y tenía
importancia cada detalle incidental del texto. El rabino Akiba, en el siglo I d.c. finalmente
extendió eso para mantener que cada repetición, figura histórica, paralelismo sinónimo,
palabra letra y aun las formas de las letras tenían significados ocultos. Ese letrismo
(enfoque indebido de las letras de las cuales se componían las palabras de las escrituras)
era llevado muchas veces al extremo que el significado que el autor tenía en mente era
pasado por alto y las especulaciones fantásticas de los rabinos tomaban su lugar.

En la época de Jesucristo, la exégesis judía podía clasificarse dentro de cuatro tipos


principales: literal, midráshico, pesher y alegórico.

El método literal de interpretación, al parecer servía de base para otros tipos de


interpretaciones. Se suponía que este tipo de comentario era conocido por todos y no
había disputas al respecto.

La interpretación midráshica incluye una variedad de dispositivos hermenéuticos que


fueron desarrollados considerablemente durante la época de Cristo y que siguió siendo un
desarrollado durante varios siglos después. Al rabino Hillel, cuya vida antecede al
surgimiento del cristianismo por una generación o más, se le considera como el que
desarrolló las reglas fundamentales de la exégesis rabínica que recalco la comparación de
ideas, palabras o frases halladas en más de un texto, la relación de principios generales a
casos particulares, y la importancia del contexto en la interpretación. Con todo, la
tendencia hacia una exposición más fantasiosa que conservadora continuó. El resultado
de esto era una exégesis que daba significados a textos, frases, y palabras sin
consideración al contexto en el cuál se trataba de aplicar; combinaba textos que contenían
palabras o frases similares fuera que los textos se refirieran o no a la misma idea; y
tomaba aspectos incidentales de la gramática y les daba pertinencia interpretativa.

De ese modo al concentrarse en la identificación de significados ocultos de detalles


gramaticales incidentales y especulaciones numéricas artificiales, la exégesis midráshica
con frecuencia pierde el verdadero sentido del texto.

La interpretación Pesher existió particularmente entre las comunidades de Qumrán. Esas


formas tomaron extensamente de las práticas midráshicas, pero incluyeron un enfoque
escatológico importante. La comunidad creía que todo lo que escribieron los antiguos
profetas tenía un significado profético velado que estaba por cumplirse inminentemente
por medio de su comunidad del pacto. La interpretación Pesher era denotada con
frecuencia por la frase “esto es aquello”, indicando que “este presente fenómeno es el
cumplimiento de aquella antigua profecía”.

34
La exégesis alegórica se basaba en la idea de que el verdadero significado de las
escrituras yacía bajo el significado literal. Históricamente, el alegorismo había sido
desarrollado por los griegos para resolver la tensión entre su tradición religiosa mística y
su herencia filosófica. Como los mitos religiosos contenían mucho que rea inmoral o
inaceptable, los filósofos griegos alegorizaban esas historias; es decir, los mitos no eran
entendidos literalmente, sino como leyendas cuyo verdadero significado yacía en un nivel
más profundo.

Filón (20a.C. – 50d.C.) creía que el significado literal de las Escrituras representaba un
nivel de comprensión inmaduro; el significado alegórico era para los maduros. Debiera
emplearse la interpretación alegórica en los casos siguientes: si la interpretación literal
decía algo indigno de Dios, si la declaración parecía contradecir alguna otra declaración
de la Escritura, si el relato afirmaba ser alegórico, si las expresiones estaban duplicadas o
si se empleaban palabras superfluas, si había una repetición de algo ya conocido, si una
expresión es variada, si se empleaban sinónimos, si era posible un juego de palabras, si
hubiera algo anormal en número o tiempo (del verbo), o si estaban presentes símbolos.

Ramm cita este ejemplo: “ El viaje de Abraham a palestina es en realidad la historia de


un filósofo estoico que dejó Caldea (la interpretación sensual) y se detuvo en Harán, que
quiere decir ‘agujeros’, y significa el vacío de conocimiento de las cosas mediante los
‘agujeros’, es decir, los sentidos. Cuando se convierte en Abraham llega a ser un filósofo
verdaderamente iluminado. El casarse con Sara es casarse con la sabiduría abstracta.”

En resumen, durante el primer siglo d.C. los intérpretes judíos estaban de acuerdo en que
las Escrituras representan las palabras de Dios, y que estas palabras están llenas de
significados para los creyentes. La interpretación literal se empleaba en esferas de interés
judicial y práctico. La mayoría de los intérpretes emplearon las prácticas midráshicas,
particularmente las desarrolladas por Hilliel, y muchos usaron suavemente la exégesis
alegorica. Dentro de la comunidad judía, sin embargo, algunos grupos fueron en
direcciones separadas. Los fariseos continuaron en el desarrollo de la exégesis midráshica
con el propósito de vincular su tradición oral más estrechamente con las Escrituras. La
comunidad de Qumrán, creyendo que ellos eran el verdadero remanente fiel y los
destinatarios de los misterios proféticos, siguieron empleando los métodos midráshicos y
pesher para interpretar las Escrituras. Y Filón y los que deseaban reconciliar las escrituras
judaicas con la filosofía griega continuaron desarrollando los métodos de la exégesis
alegórica.

INTERPRETACIÓN NEOTESTAMENTARIA
DEL ANTIGUO TESTAMENTO

35
 Diez por ciento del Nuevo Testamento son citas directas, paráfrasis o alusiones al
Antiguo Testamento
 Sólo nueve de los treinta y nueve libros del Antiguo Testamento no son aludidos
en el Nuevo Testamento
 Este conjunto de literatura nos proporciona suficiente material para conocer los
métodos que Jesús y los escritores del Nuevo Testamento utilizaron para
interpretar el Antiguo Testamento.

Uso que Jesús hizo del Antiguo Testamento

Del uso que Jesús hizo del Antiguo Testamento se derivan los siguientes
principios hermenéuticos:

1. Tomó las narraciones como registros históricos literales

Para Jesús los acontecimientos históricos relacionados con las personas de Abel,
Noé, Abraham, Isaac, Jacob, David, fueron verdaderos.

2. Extrajo la aplicación de un relato histórico de su significado normal

Jesús no aplicó el método alegórico a relato histórico alguno.

3. No le asignó ningún valor a la tradición (Marc. 7:6-13; Mat. 15:1-9)

4. Interpretó de acuerdo al significado natural del texto

a. No usó las Escrituras de manera antinatural o ilegítima (Mat. 5:21-48;


Mat. 7:28,29)
b. Reprendió a Satanás apelando al sentido natural de textos del Antiguo
Testamento (Deut. 6:16 en respuesta a Sal. 91:11-12; cf Mat. 4:4,7)
c. En dos ocasiones apeló al sentido natural de Oseas 6:6 para responder a las
cr´ticas de los fariseos (Mat. 9:13; 12:8).

5. Hizo compilación de citas

Ésta era una práctica hermenéutica aceptada en su tiempo que consistía en


combinar citas de dos o más escritores y atribuirlas al más eminente de ellos. (Mat.
27:9,10 cf Jer. 32:6-9, Zac. 11:12,13) (Este pasaje no es una cita directa de Jesús)

6. Reclamó ser el cumplimiento de los tipos y profecías del Antiguo Testamento

a. En una sinagoga de Galilea inició su ministerio diciendo ser el


cumplimiento de Isaías 61:1-2 (Luc. 4:18-21; Mar. 1:15)

36
b. Cuando Juan tuvo dudas de que Jesús era el Mesías, Jesús señaló su obra
de sanamientos físicos como cumplimiento de Isaías 35:5-6 (Luc. 7:21-
23).

Uso que los Apóstoles hicieron del Antiguo Testamento

Los apóstoles fueron los primeros intérpretes del mundo cristiano.


Ellos apelaron a las Escrituras del Antiguo Testamento para sustentar sus
creencias.
Su interpretación del Antiguo Testamento fue hecha desde una nueva perspectiva
que rompió de manera decisiva con sus raíces judías.
Esta nueva perspectiva consideraba:

a. A Jesús como el nuevo Moisés y a su autoridad como superior a la


de la misma ley de Moisés.
b. Que el Antiguo Testamento señalaba a Jesús como Mesías y a la
nueva era inaugurada por su venida.

Principios hermenéuticos empleados por los apóstoles:

1. Jesús representa el cumplimiento literal de las profecías del Antiguo Testamento

a. Éste constituyó el principio hermenéutico fundamental para los apóstoles.


b. Los apóstoles derivaron este principio siguiendo el ejemplo de Jesús de ser
él mismo el cumplimiento de los tipos y profecías del Antiguo Testamento.
c. Los apóstoles entendieron el Antiguo Testamento cristológicamente.

2. Método Tipológico

a. Este método consistió en buscar en el Antiguo Testamento eventos,


objetos, tipos, patrones o símbolos que anticiparan la obra de Cristo y la iglesia.
b. El objetivo de este método era mostrar a Cristo y al cristianismo como la
culminación del Antiguo Testamento.
c. Mateo y Hebreos son los mejores ejemplos del uso de este método.

c.1. Mateo 2:17 señala que la matanza de los niños por Herodes es el
cumplimiento de Jeremías 31:15. En el contexto de Jeremías, el verso se refiere
al exilio de Israel en Babilonia durante el siglo VI. Para Mateo este evento tuvo
un cumplimiento tipológico en el sentido de que en ambos la mano soberana de
Dios se manifestó para lograr sus propósitos.

3. Método Literal - Contextual

37
a. Los apóstoles interpretaron al Antiguo Testamento de acuerdo a su
significado natural, siguiendo el ejemplo de Jesús.
b. Interpretaron literalmente textos del Antiguo Testamento para apoyar sus
instrucciones sobre asuntos morales.

b.1. Pablo cita en Romanos 12 a Deuteronomio 32:35 y Proverbios 25:


21-22 para exhortar a sus lectores que no sean vengativos.
b.2. Pedro cita Proverbios 3:34 para pedir a los creyentes que traten a
otros con humildad.

4. Aplicación o Extracción de un Principio

Este método consistía en extraer el principio existente en un pasaje del Antiguo


Testamento y aplicarlo a una situación diferente, pero parecida a la de su contexto
original.

a. Pablo trató de probar que Dios quiere salvar tanto a Judíos como a
Gentiles citando a Oséas 2:1;23 (Rom. 9:25-26). Originalmente las palabras de Oséas se
refieren a la nación de Israel. Pablo extrae el principio teológico: Dios puede convertir
en su pueblo a aquellos que nunca antes han sido. De este modo Pablo justifica la plena
membresía de los gentiles en el pueblo de Dios.

Frank B. Holbrook

I. Algunas presuposiciones básicas de los escritores del NT

1. El AT tiene fuerza de autoridad para la fe y la práctica. El AT son los “oráculos


de Dios” (Rom. 3:2). Pedro le considera una simiente “incorruptible”, “que vive
y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23). Pablo le llama “Las Santas
Escrituras” y “Sagradas Escrituras” hiera gramata (Rom. 1:2; 2Tim. 3:15). Rom.
15:4 y 1Cor. 10:11.

2. El Espíritu Santo es el autor de AT. (Heb. 3:7; 9:8; 2Pedro 1:21 y 1Pedro 1:10,
11).

3. La revelación divina es por su naturaleza progresiva. El AT es una promesa y un


bosquejo oscuro del plan divino. Pero el NT es el cumplimiento de lo que Dios
prometería a nuestros padres (Hechos 13:32, 33). En el hijo, Dios dio a la
humanidad la más perfecta revelación de sí mismo (Heb. 1:1, 2).

4. Hay una unidad fundamental entre el AT y el testimonio de los apóstoles. Ver


particularmente 2Pedro 3:2. Los escritores del NT, en algunos casos, añaden
hechos históricos y nuevas percepciones espirituales que iluminan el AT. Pablo
da el nombre de los magos que se opusieron a Moisés en la corte del faraón
(2Tim. 3:8). El Génesis nos afirma que Noé predicó a sus contemporáneos sobre
el diluvio venidero con un llamaiento al arrepentimiento. Pero el NT lo afirma
38
(2Pedro 2:5 y Heb. 11:7). El movimiento se hace en las dos direcciones. La
salvación del pecado por Jesucristo no tendría significado sin el relato de la
caída en el AT.

5. Los relatos históricos del AT son aceptados como genuinos.


a) La caída
b) El diluvio
c) Sodoma y Gomorra
d) Caín y Abel
e) Abraham e Isaac

6. Las verdades morales y espirituales son de valor permanente. Rom. 15:4

7. Cristo es el enfoque de toda acción divina en el AT, ya sea a través de


experiencias históricas, profecía o ritual. Hechos 10:43 y Rom. 15:8

8. La Palabra de Dios es válida en la traducción. Los apóstoles empleaban la


Septuaginta como si fuera la Palabra de Dios. Esto explica por qué muchas citas
son diferentes del original hebraico. Es posible que los escritores de NT también
conocieron los Targums en arameo.
a) La Septuaginta. La mayor parte de las citas del AT hechas por los
escritores del NT son sacadas de la Septuaginta. Algunas razones por los
que las citas del AT pueden divergir del texto masorético son las
siguientes:

a. Los traductores de la LXX pueden haber leído el texto hebraico


sin puntuación de una manera diferente de la de los masoretas
posteriormente. En Gén. 47:31 leyeron mtth coo matteh
“ceptro” en vez de mittah “cama”.
b. Quizá algunos de los traductores de la LXX trabajaron a partir
de un texto diferente del texto masorético.
c. Quizá los escritores del NT sacaron sus citas de otra versión
que la LXX.

b) El texto Masorético. Antes que el texto masorético fuera fijado, había


otros textos hebraicos del AT en curso. Esto es demostrado por el
descubrimiento de Qumron donde un manuscrito de Deuteronomio
contiene el texto del DT 32:43, presente en la LXX, pero ausente del
texto masorético tradicional

c) Los Targums en arameo. Algunas citas del AT parecen derivar de los


Targums en lugar del texto hebraico. Un ejemplo sería el texto de Isa.
6:9, 10, citado en Marcos 4:12, donde se dice: “Y sean perdonados”, lo
que concorda con el Tárgum, pero no con el texto hebreo donde se lee:
“Y haya para él sanidad”.

39
II. Principios hermenéutos empleados por escritores del NT

1. El principio gramático – histórico. Este principio significa que un pasaje debe


ser entendido en su contexto histórico y en su sentido gramatica común.

2. El principio de la analogía de las Escrituras. Como todo Escritura fue inspirada


por el mismo Espíritu Santo, un texto puede ser comparado con otro que trate
del mismo asunto para obtener una comprensión más completa. Ejemplos de
este principio se encuentran en Lucas 24:27; 44, 45; Rom. 3:10 – 18, y Rom.
9:33; donde Pablo combina parte de Isa. 28:16 con parte de Isa. 8:14).

3. El principio del nuevo Israel. Pasajes de las Escrituras que perdieron su


significado primario por causa de su naturaleza condicional son aplicados al
nuevo Israel por escritores del NT. Un ejemplo de esto se encuentra en 1Pedro
2:9, 10 donde se combinan Exodo 19:5, 6 con Oseas 2:23, y se hace una
aplicación a la iglesia cristiana.

4. El principio de amplificación. Un escritor del NT, bajo la inspiración divina,


puede ensanchar la significación de un texto, sin negar o abolir la verdad
contenida en el sentido primario. Es el caso de la cita de Hab. 2:4 en los escritos
de Pablo (Rom. 1:17 y Gal. 3:11) para apoyar la doctrina de la justificación por
la fé. La verdad de la necesidad de ejercer fé en los tiempos difíciles es
ensachada para incluir confianza en Dios para la salvación espiritual.

5. El principio de acomodación. Los escritores del NT algunas veces presentan la


fraseología de un texto del AT para expresar su pensamiento que no es
exactamente el mismo del escritor original. El uso que Pablo hace en Rom. 10:6
– 9 del texto de Deut. 30:12 – 14 puede ilustrar el caso. Como el conocimiento
de la voluntad de Dios no era difícil de obtener, tampoco era difícil obtener la
justificación por la fe.

6. Traducción adaptativa. La práctica de traducciones interpretativas de las


Escrituras hebraicas en las sinagogas era común entre los judíos en los tiempos
postexílicos. Un ejemplo de este tipo sería la cita en Mat. 2:6 de la profecía de
Miqueas 5:2. Al paso que el original habla de la pequeñez de Beth-lehem, la cita
en Mateo dice: “...no eres muy pequeña entre los príncipes de Judá...”

7. Interpretación cristológica. De las escrituras del AT Jesús afirmó que “ellas son
las que dan testimonio de mí” Juan 5:39. Así los escritores del NT ven el
propósito supremo del AT como prefiguración del Mesías mediante sus
profecías, rituales, y preceptos.

8. Interpretación tipológica. Los escritores del NT comprendieron ciertas personas


y eventos como tipos históricos prefigurando algún especto de Cristo. Por
ejemplo, Pablo vé en Adam una “figura del que había de venir” (Rom. 5:14). En
40
Heb. 1, varias citas del AT son aplicadas a Cristo. Notemos dos a título de
ilustración. La primera es: “Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy” (Salmos 2:7).
Es una afirmación aplicable a David en las circunstancias del momento, porque
en el verso anterior el Señor afirma: “Yo empero he puesto mi rey sobre Sión,
monte de mi santidad” (2:6). Pero el escritor del NT, usando una interpretación
tipológica, puede citar este texto con referencia a Cristo. Ve a David, el rey
ungido de Israel, como un tipo del Rey supremo, el Mesías. Si el rey David
puede ser llamado “hijo” de Dios, con más fuerte razón Dios puede designar al
descendiente postrimero de David “mi hijo”. La segunda cita es la que se
encuentra en Heb. 1:5 sacada de 1 Samuel 7: 14. Si Dios considera al rey
ungido, Salomón,que construye su templo material como “hijo”, cuanto más
considera como “hijo” al Mesías, que es mayor que Salomón, y construirá el
templo espiritual del Señor.

CONCLUSIÓN

El bosquejo arriba citado, es una tentativa de sacar por inducción del NT las
presuposiciones básicas con que los escritores del NT abordaron las escrituras del
AT, y los principios hermenéuticos que emplearon al interpretar su contenido.

El expositor cristiano de las Escrituras, estará prácticamente obligado a limitarse


a los principios de interpretación de los tipos gramático-histórico y analogía de las
Escrituras. Podrá acomodar un texto a fin de presentar una verdad universal, pero
sus oyentes deberían saber que no está haciendo una exposición dentro del contexto.
Puede también recurrir a una paráfrasis de un texto bíblico como medio para
explicar su significado. Pero en general el expositor debe limitarse a investigar lo
que los autores inspirados mismos revelaron.

Exégesis y Hermenéutica en la Era Patrística, la Edad Media y


en la Reforma
LA ERA PATRISTICA 100-600 d.C.

1. La Escuela de Alejandría

Esta escuela creía que en el significado histórico de los acontecimientos del


Antiguo Testamento estaba otro significado más espiritual. En contraste, la
escuela de Antioquia creía que el significado espiritual de un acontecimiento
histórico estaba implícito dentro del suceso bíblico.

Algunos representantes de la escuela de Alejandría son los siguientes:

Clemente. (150-215d.C.) Según él, “Toda escritura debe entenderse alegóricamente.


Alegaba que hay cinco sentidos en las Escrituras: El sentido histórico, el doctrinal,
41
el profético, el filosófico y el místico. Según Clemente, el sentido literal sólo puede
proporcionar una fe elemental, pero el alegorizante, conduce al verdadero
conocimiento. La Escritura no es para que todos las entiendan.
Orígenes. (185-254 d.C.) Este dijo: “El significado del Espíritu Santo es siempre
claro, simple y digno de Dios. Todo lo que parece oscuro, inmoral o intrascendente
en la Biblia sirve simplemente como incentivo para hacerlo trascendente.” Orígenes
creía que así como el hombre consiste de tres partes (cuerpo, alma y espíritu), la
Biblia también contiene tres sentidos que corresponden a las tres partes constitutivas
del hombre. El sentido literal en la Biblia corresponde al cuerpo; el sentido moral
corresponde al alma y el sentido alegórico o místico, corresponde al espíritu en el
hombre. Constantemente empleo el sentido alegórico y se olvidó de los otros dos.

2. La Escuela de Antioquia.

En Antioquia de Siria un grupo de eruditos intento evitar tanto el literalismo


judío como la alegorización de la escuela de Alejandría. Esas personas
defendieron fuertemente el principio gramático histórico de interpretación, es
decir, que el texto debe interpretarse de acuerdo con las reglas de gramática y los
hechos de la historia.

Los principios exegéticos de la escuela de Antioquia pusieron el fundamento de


trabajo de la hermenéutica evangélica moderna ya que en esta escuela se evito la
exégesis dogmática.

Algunos representantes de la escuela de Antioquia son los siguientes:

Diodoro escribió un tratado de hermenéutica, pero los que hicieron historia en


esta escuela fueron: S. Juan Crisóstomo, Teodoro de Mopsuestia. El primero
hizo exégesis práctica; el segundo practicó una exégesis intelectual. Tristemente
negó la inspiración divina de algunos libros. En vez de practicar la alegoría muy
popular en su tiempo, defendió el método histórico- gramatical. Halló el
elemento típico en las Escrituras y reconoció los pasajes mesiánicos de algunos
salmos.

3. La Escuela Occidental

Un tipo intermedio de exégesis y hermenéutica está representado por la escuela


occidental. Esta tomó algunos elementos de la escuela alejandrina y otros de la escuela
de Antioquia. Introduce un nuevo elemento hasta entonces desconocido: la tradición
de la iglesia en la interpretación bíblica. Los representantes de esta escuela son
Jerónimo y Agustín de Hipona, Hilario de Poitiers y Ambrosio de Milán.

El más importante es Agustín. (354-430 d.C.) El punto de vista de Agustín llegó a


ser el predominante en la edad media. En su libro De Doctrina Cristiana, anota
una docena de reglas que hay que tomar en cuenta al exponer la Palabra de Dios.
Hay que resaltar que algunas de ellas son valiosas hoy día, pero también hay que
42
saber que en la práctica Agustín no tomó en cuenta sus principios. He aquí sus
reglas:

1. El intérprete debe poseer una fe cristiana genuina.


2. El significado literal e histórico deben tenerse en alta estima
3. La Escritura tiene más que un solo significado, por lo tanto, el método
alegórico es
un método apropiado
4. Los números bíblicos tienen significado
5. El AT es un documento cristiano, pues Cristo está retratado en él.
6. La tarea del expositor bíblico es comprender el significado del autor, no
imponer su
propio significado al texto.
7. El intérprete debe consultar al verdadero credo ortodoxo.
8. Un versículo debe estudiarse junto con su contexto y no aisladamente.
9. Si el significado de un texto no es claro, nada en ese pasaje debe ser materia de
fe.
10. El Espíritu Santo no es un sustituto al estudio personal y diligente del intérprete
bíblico.
El intérprete debiera conocer Hebreo, Griego, Geografía, y otras disciplinas.
11. Un pasaje oscuro debe someterse a uno claro.
12. El expositor o intérprete de la Biblia deberá tomar en cuenta que la revelación
es:
progresiva y remedíal.

LA EDAD MEDIA 600-1500 d.C.

Este periodo fue triste, ya que se consideraba a la Biblia como libro misterioso y
que sólo se podía entender en sentido místico. San Benito decía: “Aprende primero lo
que debes creer y luego vé a la Biblia para hallarlo allí.”

Realmente hubo poco o ningún avance en la exégesis durante la Edad Media.


La hermenéutica estuvo atada a la tradición de la iglesia, a lo que los primeros padres
habían hecho. Los cuatro sentidos articulados por S. Agustín fueron los que privaron
durante estas centurias. Según estos en cada pasaje de la escritura se hallaba lo
siguiente:

a) Histórico - La letra (lo literal e histórico) nos muestra lo que Dios y nuestros
padres hicieron
b) Alegórico - La alegoría nos muestra dónde está oculta nuestra fe.
c) Etiológico - La moral nos da las reglas para nuestra vida diaria.
d) Analógico o Escatológico - La analogía, dónde terminan nuestras luchas.

Alegóricamente, la ciudad de Jerusalén podía ser enfocada mediante estos cuatro


sentidos como sigue:
43
a) En sentido literal, la ciudad de Jerusalén se refiere a la histórica capital de la
nación.
b) En sentido alegórico, Jerusalén se refiere a la iglesia de Cristo
c) En sentido moral, Jerusalén es el alma humana.
d) En sentido analógico o (escatológico), Jerusalén es la ciudad celestial, la
nueva
Jerusalén.

Los judíos cabalistas existieron en la última parte de la Edad Media. Estos


abusaron de la gematría o numerología. Creían que en cada palabra se hallaban ocultos
misterios que había que descifrar buscando el contenido numerológico de las palabras.
Sin embargo, los judíos españoles de los siglos XII al XV prendieron la chispa
abogando que debería regresarse al método histórico-gramatical de interpretación. Uno
de los que abogó por volver a la interpretación literal de la Biblia fue Nicolás de Lira
en el siglo XIII. Aunque aceptaba los cuatro sentidos de la Biblia, defendió como el más
importante el sentido literal. Sus escritos influyeron en el pensamiento de Lutero.

LA REFORMA AY LA EXEGEIS (1500 d.C.)

Durante los siglos XIV y XV prevaleció una ignorancia proverbial respecto al


contenido de las Escrituras. Por este tiempo hubo doctores en divinidad que no había
leído jamás toda la Biblia. Con el surgimiento del Renacimiento se vio la necesidad de
saber las lenguas originales a fin de entender la Biblia. Erasmo de Rotterdam facilitó
su estudio al publicar la primera edición griega del NT. Reuchlin hizo una gramática y
un léxico Hebreo.

Lutero. (1483-1546 d.C.)Creía que la fe y la iluminación del Espíritu Santo eran


los prerrequisitos para el intérprete de la Biblia. Lutero también defendió la idea de que
la iglesia no es la que determina lo que la Biblia enseña, sino que es la Biblia la que dice
qué debe enseñar la iglesia. Rechazó el método alegórico de interpretación Biblica. Lo
denominó “trapo sucio y aborrecible”. Abogó por el sentido literal de interpretación.
Consideró a la Biblia como clara y entendible a diferencia de la iglesia popular que
afirmaba que la Biblia era un libro oscuro y difícil de entender. Descubrió el principio
Cristológico en el AT, y distinguió claramente entre ley y evangelio.

Calvino. (1509-1564 d.C.) Probablemente el más grande exegeta de la Reforma


fue Juan Calvino. Calvino estaba de acuerdo en forma general con los principios de
interpretación esbozados por Lutero. Su frase: “La Escritura es su propio intérprete” ha
quedado como una verdad hasta hoy. Abogó que al estudiar la Biblia hay que tener en
cuenta el contexto, la gramática, las palabras y los pasajes paralelos. El intérprete debe
ser un exegeta y no eixégeta. No compartía con Lutero de que Cristo debe ser hallado
en donde quiera en la Biblia.

¿Y qué de la Iglesia Católica en este periodo? No hubo avances en la


hermenéutica ni en el quehacer exegético. No admitieron el juicio privado en la
44
interpretación bíblica. La postura de la iglesia fue: “Debe mantenerse la autoridad de la
iglesia y la tradición eclesiástica.” Adoptaron la Vulgata como la versión oficial y el
texto en el cual confiar. Esto mató el desarrollo de la exégesis.

Exégesis y Hermenéutica en la Postreforma y la Edad Moderna


LA EXÉGESIS Y LA HERMENÉUTICA EN EL PERIODO DE LA POST -
REFORMA. (1550-1800 d.C.)

1) El periodo confesionalista. Así como la Iglesia Católica en el Concilio de


Trento (1545-1563) formuló una lista de decretos y dogmas, en respuesta los
protestantes empezaron a formar sus confesiones de fe y sus credos. Surgieron debido a
esto las controversias entre los diferentes grupos de evangélicos. La hermenéutica
empobreció y la exégesis llegó a ser sierva del dogma, degenerando a veces en sólo
citas de textos prueba. Fue durante este periodo que llegó a aceptarse el concepto
mecánico de la inspiración. Los Buxtorfs sostuvieron que aun las vocales que entraron
en el texto hebreo eran inspiradas.

A) El pietismo. El pietismo surgió como una reacción a la exégesis dogmática, y


con frecuencia amarga, del periodo confesional. Jacobo Spener (1635 - 1705) es
considerado como el líder del pietismo. Llamó a dejar las controversias entre las
diferentes confesiones y preocuparse más por el bien común, el amor entre hermanos y
las buenas obras. En otras palabras abogó por una religión práctica. Algunos como
A.H. Francke se dedicó a fundar instituciones para cuidar a los huérfanos y destituidos y
enfermos. Se apegaron al método histórico gramatical al estudiar la Biblia. Después lo
descartaron y dieron su lugar a “una luz interior” o “una unción del Santo”.

C) El racionalismo. El racionalismo es la posición filosófica que acepta la


razón y únicamente la razón como autoridad para determinar la posición personal
respecto a determinado curso de acción. Esta postura tuvo efectos en la teología y en la
hermenéutica. Por siglos antes que el racionalismo naciera, la revelación era
considerada superior a la razón al tratar de hallar la verdad. Pero ahora, la verdad
debería ser inherentemente razonable para ser creída. Lutero hizo una distinción entre
el uso de la razón ministerial y el uso de la razón magisterial. Mediante la primera
entendemos y aceptamos lo que dice la Palabra, mediante la segunda el juicio personal
se impone a lo que la razón determina. Los Socinianos decían que la Biblia debe
interpretarse racionalmente, que como Palabra de Dios no debe contener nada contrario
a la razón. Echaron por la borda doctrinas como la Trinidad, la resurrección y la doble
naturaleza de Cristo.

Durante este periodo se enmarca a Coccejus un teólogo holandés. Este insistía


que el intérprete debe estudiar cada pasaje a la luz de su contexto, del pensamiento
principal de libro y del propósito del autor. Sin embargo, su exégesis se vio afectada
por su execisva tipología. Su contribución a la exégesis fue que concibió a la Biblia

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como un todo orgánico. J. A. Turrentín dijo que la Biblia debía ser interpretada sin
ningún prejuicio dogmático, con la ayuda de la lógica y el análisis.

Durante este periodo se sitúa al filósofo y teólogo Blas Pascal (1629- 1662).
Pascal fue un genio en las ciencias de sus días. Fue católico, pero no tradicionalista.
Sus reflexiones teológicas tuvieron fuerte impacto en Jansenio. El pensamiento
religioso de Pascal es conformado por el estudio de la Biblia. Interpretaba la Biblia con
el corazón. Algunas de sus frases eran: “El corazón es el que siente, no la razón.” “El
corazón tiene razones que la razón no entiende.” “En la Biblia hay suficiente claridad
para iluminar al intelecto y suficiente oscuridad para humillarlo.” “Yo creo y acepto al
Dios de Abraham, al Dios de Isaac, al Dios de Jacob, no al Dios de los filósofos.” Pacal
jamás abandonó la Iglesia Católica, pero fue un católico de corte protestante.

LA HERMENÉUTICA MODERNA (1800- al presente)

A) El liberalismo. El racionalismo en la filosofía puso las bases para el


liberalismo en la teología. Mientras que en los siglos anteriores la revelación
determinaba qué debería creer la razón; al finalizar el siglo XVII, la razón determinaba
que parte de la Escritura debería aceptarse como verdad. En los siglos anteriores se
enfatizaba la divina autoridad de las Escrituras, pero en este periodo moderno, la autoría
humana era lo importante.

B) El periodo crítico. Este fue una reacción contra la interpretación dogmática


de la Biblia. Niega la inspiración verbal de las Escrituras y también su infalibilidad.
Señala que en la Biblia se ve claramente el factor divino-humano. LeClerc dijo que
había dos grados de inspiración en la Biblia. Que los errores se hallaban en el grado
inferior de la inspiración. Otros de este periodo creían en una inspiración parcial. Por
eso es que la Biblia contiene errores históricos y geográficos. Es inspirada en lo que
concierne a lo moral y espiritual. Otros negaron la inspiración sobre natural limitándola
a una iluminación espiritual del lector. Afirmaron que la Biblia debe ser interpretada
como cualquier otro libro. Por lo tanto se rechaza el método histórico gramatical. (De
este método se hablará en forma mas amplia en estos apuntes).

C) La neortodoxia. Este es un fenómeno del siglo XX. Surgió como una


reacción al liberalismo, pero desgraciadamente no logró mucho. Por lo tanto se ubica en
una posición intermedia entre el liberalismo y la ortodoxia. Los neortodoxos
generalmente creen que la Biblia es el testimonio humano de la revelación que Dios
hace de sí mismo. Mantiene que Dios no se revela en palabras, sino mediante su
presencia. Para ellos la revelación ocurre cuando el creyente lee las palabras de la Biblia
y responde en fe a la presencia de Dios. Para ellos la revelación no es histórica sino una
experiencia presente. Infalibilidad o inerrancia de las Escrituras son palabras extrañas
para los neortodoxos. Para ellos los relatos donde ocurren fenómenos sobrenaturales son
mitos. No son mitos paganos, pero no relatan hechos históricos. Los “mitos” bíblicos,
tales como la creación, la caída y la resurrección de Cristo, tratan de introducir verdades
teológicas como accidentes históricos. Así, la tarea principal del intérprete es despojar

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los mitos de su ropaje histórico, a fin de descubrir la verdad existencial contenida en
ellos.

D) La nueva hermenéutica. Este fenómeno es de cuño europeo


primordialmente. Se desarrolló a partir de la Segunda Guerra Mundial. Emerge de los
escritos de R. Bultman y fue desarrollada por E. Fuchs y G. Ebeling. Mucho de lo
dicho respecto a la neortodoxia se aplica a esta corriente filosófica-teológica. Afirman
que el lenguaje no es sino una interpretación personal de la realidad. El uso que
hacemos del lenguaje ya es hermenéutica. Mediante el lenguaje interpretamos el mundo
que nos rodea. Para ellos la hermenéutica no es una ciencia con reglas y principios
mediante los cuales se ha de interpretar un texto, es más bien una investigación de la
función hermenéutica del lenguaje.

E) La hermenéutica entre los cristianos ortodoxos. Durante los últimos 200


años no han dejado de existir aquellos que creen que la Biblia representa o es la Palabra
de Dios revelada al hombre. La tarea del interprete en este contexto es, tratar de
entender más plenamente el significado de lo que quiso decir el autor original. Se
estudia y se toma en cuenta al interpretar un pasaje: la cultura, las circunstancias, el
medio, el lenguaje y la comprensión teológica de los recipientes del mensaje. Hay
muchos eruditos que militan dentro de esta escuela de interpretación bíblica.

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HERMENÉUTICA GENERAL
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Análisis Textual
El análisis textual considera la relación de un texto determinado con todo el conjunto de
los escritos del autor, porque el conocimiento de todo el pensamiento del autor resulta en
una mejor comprensión de su obra. A éste análisis también se le conoce como análisis
contextual.

No puede interpretarse un texto con algún grado de certidumbre sin el análisis contextual.
Ejemplo: Proverbios 22:28 ordena: “No traspases los linderos antiguos que pusieron tus
padres”. Este versículo significa:
a. No hacer cambios del modo en que siempre hemos hecho las cosas
b. No robar
c. No quitar las señales de tránsito que guían a los viajeros de un lugar a otro
d. Ninguna de las anteriores
e. Todas la anteriores

La respuesta es b. Si su respuesta es a. o c. Es porque se ha acercado al texto


preguntando en el subconsciente: “¿ Qué significa este texto para mí?” La pregunta
importante es:”¡Qué significaba ese texto para el escritor y sus lectores?”. En ese
caso en particular, los antiguos linderos se referían a las marcas limítrofes que
separaban la tierra de una persona de la de su vecino, y que eran relativamente fácil
de moverlas durante la noche e incrementar el terreno propio. La prohibición esta
dirigida contra un tipo específico de robar.

Importancia del contexto. El contexto ilumina el significado de los términos.

Definición de contexto. El contexto expresa la conexión de pensamiento que existe entre


sus diferentes partes para hacer de ella un todo coherente.

Extensión del contexto


¿Hasta dónde hemos de remontarnos en la parte del escrito que antecede al pasaje objeto
de interpretación o hasta qué punto hemos de llegar en la que le sigue? En respuesta a
esta pregunta , se habla de un contexto remoto y de un contexto inmediato.

El contexto remoto, en un sentido amplísimo está constituido por la totalidad de la


Escritura. Después El Antiguo y El Nuevo Testamento. En seguida, las secciones dentro
de esas partes. Como el Pentateuco, Libros Históricos, Los Salmos, Los Evangelios, Las
Epístolas, etc. Luego el libro que se estudia y en seguida la sección del texto que se
analiza.

En el tránsito de contextos más amplios a otros más reducidos, conviene descubrir y


tomar en consideración el propósito del autor. A veces el autor señala el propósito de su
libro por ejem Juan 20 30,31. 2 Pedro 1:13-15; 1Juan 1:3; Judas 3. Otras veces el
propósito no se halla expuesto de modo expreso en el libro, pero se puede descubrir sin
demasiado esfuerzo a través de su contenido. En otras ocasiones, la finalidad del autor no
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aparece con demasiada claridad y sólo puede averiguarse mediante un análisis laborioso
dando la debida atención a la estructura del texto. La selección y ordenación del material
y las frases claves que se repiten en el texto.

Guiados por el contexto amplio se llega al contexto inmediato. En él, el investigador


bíblico, se percata del pensamiento central que lo preside, ya sea en la sección que se
analiza o en el libro entero que se estudia.

Tipos de contexto.
La conexión entre el texto y su contexto inmediato puede ser:
1.- Lógica, cuando las ideas del texto aparecen engarzadas en la línea de pensamiento de
toda la sección.
2.- Histórica, cuando existe una relación con determinados hechos o acontecimientos.
3.- Teológica, si el contenido del texto forma parte de un argumento doctrinal, como en
numerosos pasajes de Gálatas y Romanos.

Con frecuencia la conexión puede ser doble o triple. Es decir participa tanto del carácter
lógico, histórico o teológico.

Irregularidades contextuales
1.- A veces el texto incluye paréntesis, digresiones y cambios bruscos de un tema a otro.
El intérprete cuidadoso notará que el contexto de esos paréntesis no lo constituyen los
versículos anteriores o posteriores a los mismos. Ejem. 2Co. 6:14-7:1. Para interpretar
2Co. 7:2 no nos detendríamos en buscar ayuda en los vers. anteriores. Tendríamos que ir
a estudiar el cap. 6:1-13.

2.- La actual división de la Biblia en capítulos y versículos es arbitraria. La Vulgata


Latina fue la primera versión dividida en capítulos (En el siglo XIII). Este tipo de
divisiones a veces deja el pensamiento incompleto Ejems. El texto de Isaías sobre el
Siervo doliente no empieza en 53:1 sino en 52: 13. Los primeros 5 versículos de Jeremías
3 deberían formar parte del capítulo anterior.

3.- Los encabezados de párrafos o secciones de muchas versiones modernas son muchas
veces deplorables.

Pasajes paralelos
No siempre el contexto aporta luz para la mejor comprensión de un texto. Puede suceder
que el texto se encuentre aislado, sin conexión con lo que le antecede o le sigue. En la
mayor parte los Proverbios se ve esto. También se nota esto en Eclesiastés y en Cantares.
En este caso es útil valerse de pasajes paralelos para la mejor comprensión del texto.

Los pasajes paralelos son aquellos que en otros lugares de la Biblia tratan de los mismos
hechos históricos, la misma doctrina o enseñanza, o la misma exhortación o tema
semejante.

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Los pasajes paralelos pueden ser verbales o conceptuales. Verbales cuando se encuentra
la misma palabra o frase en un sentido idóneo o semejante. Y conceptuales es cuando
hay una correlación de hechos o ideas, a pesar de que estos se expresan con diferentes
palabras. Ejem. Heb. 2 y Fil. 2:2 en ambos textos el tema es la humillación de Cristo. En
Ro. 3:24-26 y Heb. 9:11-10:14 el contenido esencial es la redención por la muerte
expiatoria de Cristo.

En el estudio de pasajes paralelos es aconsejable seguir este orden:


1.- Buscarlos primeramente en el mismo libro, si los hay, o en los escritos del mismo
autor
2.- Dar prioridad a los que aparezcan en libros o secciones que tratan de temas iguales o
de cuestiones afines
3.- Usar paralelos de un mismo género literario. Por ejem. Para textos narrativos usar
paralelos narrativos, para proféticos usar textos paralelos proféticos.

Pasos Para Desarrollar un Entendimiento del Contexto Inmediato


Algunas cuestiones secundarias ayudan a entender un texto e n su contexto inmediato.
Las siguientes preguntas le ayudarán para entender el contexto inmediato.

En primer lugar., ¿Cuáles son los bloques mayores de material y cómo armoniza con un
todo? O sea, ¿Cuál es el bosquejo del autor?

En segundo lugar, ¿Cómo contribuye el pasaje al desarrollo del argumento del autor? Es
decir ¿Cuál es la conexión entre el pasaje bajo estudio y los bloques de material
precedentes y subsiguientes a el? Por lo general hay una conexión lógica y teológica entre
cualquiera de los pasajes del contexto.

En tercer lugar, ¿Cuál era la perspectiva del autor? Los autores bíblicos a veces
escribieron con la intención de que se les vieran como voceros directos de Dios y en otras
hablaron como reporteros humanos que describen un acontecimiento. La perspectiva del
autor puede ser: (noumenológica) desde la perspectiva de Dios y (fenomenológicamente)
desde la perspectiva humana.

En cuarto lugar, ¿Es el pasaje una declaración descriptiva o una verdad prescriptiva?
Los pasajes descriptivos relatan lo que se dijo o sucedió en un tiempo en particular. Lo
que Dios dice es verdad, lo que el hombre dice puede ser verdad o no; lo que Satanás dice
por lo general mezcla la verdad con el error. Cuando la Escrituras describen las acciones
humanas, no debemos suponer necesariamente que tales acciones sean aprobadas.
Los pasajes prescriptivos de las Escrituras expresan principios normativos. Las epístolas
son principalmente prescriptivas. El análisis contextual es el modo más válido de
diferenciar los pasajes descriptivos de los prescriptivos.

En quinto lugar, ¿Qué constituye la enseñanza principal del pasaje y cuáles son los
detalles incidentales del pasaje? Algunas de las herejías más grandes en la historia de la
iglesia se han apoyado en la exégesis que no ha sabido mantener la distinción anterior.
Por ejem, los pelagianos de comienzos del siglo quinto, considerando la historia del hijo
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prodigo, alegaron que , puesto que el hijo pródigo se arrepintió y regresó a su padre sin
la ayuda de un mediador, se deduce que nosotros no necesitamos un mediador. Otro
ejemplo, es la interpretación que una persona dio a 1co3:16 “Vosotros sois el templo de
Dios”. El asunto principal de pablo en este versículo es la santidad del cuerpo de Cristo,
la iglesia. Sin embargo esa persona dijo el templo del antiguo Testamento tenía tres
partes, el atrio, el lugar santo, y el lugar santísimo y puesto que los cristianos son
llamados templo, en consecuencia concluyó que el hombre tiene tres partes: El cuerpo
que equivale al atrio, el alma que equivale al lugar santo, y el espíritu que equivale al
lugar santísimo.

En sexto lugar, ¿A quién se dirige ese pasaje? ¿Quien habla? ¿Es la enseñaza normativa o
esta destinada a personas específicas? ¿A quién se dirige el pasaje? Si se logra responder
a estas preguntas será más fácil entender el pasaje que se estudia.

Casos a considerar en dinámicas de grupos


Para la clase: Análisis textual.

1.- Un autor evangélico consideraba la manera de descubrir la voluntad de Dios para la


vida de una persona y señaló que la paz interior era un indicador importante. El único
versículo que él empleó para apoyar su argumento fue Colosenses 3:15 (“Y la paz de
Dios gobierne vuestros corazones”) ¿estaría usted de acuerdo con él, en la forma que
empleó ese versículo para probar su argumento? ¿por qué si o por que no?.

2.- Un creyente perdió su empleo. El y su esposa interpretaron Romanos 8:28 (“Todas las
cosas les ayudan a bien”) en el sentido de que él perdió el empleo a fin de que Dios
pudiera darle uno mejor remunerado. En consecuencia él rechazo diversas oportunidades
de empleo de menor o igual remuneración al que tenía antes, y permaneció en la
condición de desempleado por mas de dos años antes de volver a trabajar. ¿Esta usted de
acuerdo con la forma en que esta persona interpretó el versículo? ¿diga por que si o por
que no?.

3.- Hebreos 10:26,27 dice: “Por que si pecáramos voluntariamente después de haber
recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino
una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los
adversarios”. Una persona deprimida acude a usted. Hace una semana que voluntaria y
deliberadamente hurtó un articulo de una tienda y ahora, basándose en los versículos
anteriores, cree que no hay posibilidad de arrepentimiento y perdón. ¿Cómo lo
aconsejaría?.

4.- Una señora acude a usted a petición del esposo de ella. Dice que tuvo una visión
donde recibía instrucciones de dejar a su esposo e hijos, e ir a Bulgaria de misionera. Su
esposo a tratado de razonar con ella diciéndole que esa visión debe de tener alguna otra
explicación, que no viene de Dios, porque a) sus hijos y su esposo la necesitan b)Dios no
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ha dado al resto de la familia un llamado similar, c) ella no tiene apoyo económico, y d)
las agencias misioneras donde ella ha hecho solicitud no la han aceptado. Su respuesta
constante a todo eso ha sido citar Proverbios 3:5,6 (“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y
no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezara
tus veredas”) ¿Cómo la aconsejaría, en particular respecto a ese versículo, ya que parece
ser la base su obsesión?.

5.- Usted acaba de decirle a alguien que no esta de acuerdo con emplear las Escrituras
como oráculo (consultar la Biblia abriendo y aplicando las primeras palabras que uno lee
como si fueran las instrucciones de Dios para uno), porque eso por lo general interpreta
las palabras sin relación con su contexto. Esa persona alega que Dios a menudo ha
empleado ese método para darle consuelo y orientación. ¿Cómo le respondería?.

Análisis Literario
Mediante el estudio de los elementos lingüísticos del texto bíblico se puede penetrar en él
con el objeto de descubrir su significado.

Estudio de las Palabras

1.- Tomar en cuenta el contexto.


Al realizar un análisis de las palabras del texto, sería un a equivocación empezar ese
análisis estudiando por separado cada uno de sus vocablos. El valor y significado de una
palabra no depende de la palabra en sí, sino de su relación con las palabras del contexto.
Por tal motivo, es aconsejable iniciar el análisis lingüístico con una lectura del contexto
en un sentido amplio. En algunos casos el contexto puede ser la totalidad del libro en que
se encuentra el pasaje.

A menos que se tenga una idea clara del origen y desarrollo del pensamiento que preside
el texto, es fácil perderse entre los detalles semánticos de las palabras sueltas. Sólo
cuando el interprete ha captado lo substancial de la línea de pensamiento que atraviesa las
palabras, frases, párrafos o secciones, está en condición de analizar éstos.

2.- Seleccionar las palabras del texto.


Una vez que se conoce, aunque sólo sea de manera preliminar, el contexto con el meollo
del pensamiento que expresa, se deben seleccionar las palabras del texto que se
consideran más significativas. Según W. C. Kaiser una palabra es significativa cuando
responde a algunos de los siguientes criterios: a) Desempeña un papel clave en el pasaje
que se interpreta; b) Ha aparecido frecuentemente en contextos anteriores; c) Es
importante en el curso de la historia de la salvación anterior al texto.

Cada una de las palabras seleccionadas debe ser examinada con objeto de determinar su
significado. Para esta tarea es bueno hacer uso de un buen diccionario de hebreo o griego
bíblicos y de una buena concordancia. En algunos casos puede ser útil en profundizar en
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las raíces etimológicas del término o contemplar la evolución de su uso a lo largo de
sucesivos períodos históricos. Para esta tarea es muy útil el Diccionario Teológico del
Nuevo Testamento de Kittel o el Diccionario Teológico del Nuevo Testamento de Collin
Brown. Hay muchas palabras cuyo significado difiere marcadamente del que tuvieron
originalmente. Por ejemplo, “Mártir” significa etimológicamente “testigo”, pero hoy, en
español, “Mártir” es la persona que padece muerte por amor de Jesucristo y en defensa de
su fe.

Hay que considerar que las palabras pueden tener un sentido general o un sentido
particular según cada autor se lo aplica. Por ejemplo la palabra “carne” (hebreo, basar;
griego, sarx), según el sentido general significaba:
a) carne animal usada como alimento para el hombre
b) la carne del cuerpo humano
c) el cuerpo humano en su totalidad
d) el conjunto de la humanidad cuando se habla de “toda carne”
e) el elemento transitorio, perecedero, del humano.

Según el sentido particular que le atribuye Pablo la palabra “carne” sarx, adquiere un
sentido eminentemente moral; es la naturaleza del hombre caído, divorciado de Dios, el
asiento del pecado, la raíz de todas las obras malas (Gálatas 5:19,20) del ser humano.
Para Pablo, la carne no es una parte del hombre, sino el hombre mismo antes de su
regeneración en Cristo.

3.- Considerar la variedad de significados que un palabra puede tener.


Otro elemento que debe de tomarse en cuenta al estudiar las palabras del texto bíblico, es
la variedad de significados que una palabra puede tener en una misma época e incluso en
los escritos de un mismo autor. Por ejemplo la palabra mundo en Juan 3:16 no expresa la
misma idea que en 1 Juan 2:15. En el primer pasaje se refiere a la humanidad perdida; en
el segundo, a la esfera físico moral corrompida por el pecado en que la humanidad vive.

Principios para determinar el sentido de los vocablos

El sentido que debe darse a un vocablo cuando este tiene varios significados se determina
aplicando los siguientes principios:
1. El significado dado por el propio autor a sus palabras es indiscutible
2. El sentido de muchos términos es determinado a menudo por otras palabras,
expresiones o frases que se unen a las primeras como complementos.
3. En algunos casos, el sentido de las palabras se descubre por vía de contraste o
oposición .
4. Determinados pasajes , especialmente los poéticos , son ricos en paralelismos.
Una misma idea es expresada doblemente mediante frases análogas, lo que facilita
la compresión de ambas. Por ejemplo, salmo 51:1-12
5. Los sinónimos deben ser cuidadosamente examinados. Algunos pueden
intercambiarse sin que se altere el significado, pero hay que recordar que los
lingüistas dicen que hay pocos sinónimos que se puedan encontrar que tengan
exactamente el mismo sentido.
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6. Cuando el significado de una palabra no puede ser precisado por ninguno de los
principios anteriores, debe deducirse considerando cada una de sus acepciones y
escogiendo la que mejor cuadre con el contexto la que de mayor coherencia al
conjunto de la sección en el que el pasaje se encuentra
7. El significado de una palabra debe determinarse teniendo en cuenta el marco
cultural y de costumbres imperantes en el época del texto.

Estudio Gramatical

Debemos recordar que las palabras de un texto no son unidades con existencia propia e
independiente. Son miembros de conjuntos orgánicos: la frase, la oración gramatical, el
párrafo. Por esta razón es importante el estudio de palabras y frases desde el punto de
vista gramatical.

El investigador bíblico debe considerar, en su tarea de interpretación las formas de


arreglar y mostrar la relación de una palabra con otra porque el orden de las palabras
puede ser una guía para su significado. Por ejemplo, los sustantivos normalmente
preceden a los verbos. Decimos “el árbol es verde”. Sin embargo, por cuestiones de
estilos se puede alterar ese orden sin perder el sentido. Se pudiera decir “verde es el
árbol” logrando así un énfasis especial.

El sentido de palabras y frases ha de estar en consonancia con la línea de pensamiento del


autor, con el propósito evidente del pasaje. En exégesis , la gramática es una gran ayuda
que merece respeto, pero no tiene la palabra final. Si la gramática tuviera palabra final ,
a veces nos encontraríamos con grandes contradicciones. Un ejemplo de esto es
Lucas7:47
“sus pecados le son perdonados, porque (hoti) amó mucho.” La conjunción es causal y
correctamente puede traducirse por la española “porque” (Así lo hace la versión Reina
Valera de 1960) o “por cuanto”, “ya que”, pero hacer de ella un factor decisivo en la
interpretación desfiguraría por completo el sentido clarísimo del relato, en el que
sobresale el amor de la mujer como consecuencia y no como causa del perdón de sus
pecados.. Esta idea se corrobora con claridad en la segunda parte del ver 47: “más aquel a
quien se perdona poco, poco ama.” Por eso, con una interpretación atinada, algunas
versiones han traducido: “ su mucho amor demuestra que sus muchos pecados son
perdonados” (Versión Dios llega al hombre) o, con mayor elegancia literaria. “quedan
perdonados sus pecados, que son muchos; por eso muestra mucho amor” (Reina Valera
1977).

Modismos

Los modismos son expresiones o frases que se suelen apartar de las reglas de la gramática
y que expresan ideas diferentes de lo que literalmente indicarían sus palabras. En todas
las lenguas se usan modismos. En español, por ejemplo, cuando decimos que alguien “ha
perdido la cabeza” a ninguna persona que conoce español se le ocurre pensar que a tal
persona se le ha desprendido la cabeza de su cuerpo. Es una manera de decir que se le ha

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ofuscado la razón. “Comerse con los ojos a una persona” no es una forma insólita de
comer, sino mostrar en la mirada un deseo vehemente, o admiración.

Tanto en el hebreo como en el griego bíblicos también se encuentran modismos. Algunos


tipos de modismos pueden ser:
1. Uso de lo absoluto por lo relativo. Por ejemplo Lucas 14:26 menciona
“aborrecer” a los seres queridos, en este caso no debe interpretarse en sentido
literal; se trata de una forma de expresar el amor superior que se debe a Jesucristo
por encima de todo otro amor.
2. Modismos de filiación. Se usan cuando se dice que una persona es “hija de” algo o
de alguien y resulta evidente que la expresión no puede tomarse en sentido literal.
En algunos casos puede indicar la idea de descendiente. Como los judíos lo
expresaban con orgullo que eran “¡hijos de Abraham somos!” Mateo 3:9, Lucas
3:8. Otros ejemplos pueden ser, los “hijos de este mundo” Lucas 16:8; 20:34. Los
“hijos de desobediencia” Efesios 2:2. O “hijo de perdición” Juan 17:2.
3. Modismos de tiempo. Mateo 12:40 registra uno de los más interesantes “Así estará
el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” El texto
plantea una dificultad ya que Jesús estuvo en la tumba dos noches y no tres. Pero
lo judíos veían el día y la noche como un periodo completo y una parte del mismo
era equivalente a la totalidad. La comprensión de este modismo resuelve el
problema relativo al tiempo que Jesús permaneció en el sepulcro.
4. Antropomorfismos. Son aquellos modismos que en los que se atribuyen a Dios
órganos o miembros físicos (“los ojos del Señor”, “la boca de Jehová”, “el brazo
del Poderoso”), o aquellos donde se presenta a Dios como un ser con reacciones
típicamente humanas.

En conclusión el estudio gramatical del texto, si es importante, pero sin otorgarle


funciones de árbitro supremo. La lingüística es más que la gramática. Y la hermenéutica
más que la lingüística.

Casos a considerar en Dinámicas de Grupos


Para la Clase de: Análisis Literario
1.- Un pastor predicó un sermón empleando 1Corintios 11:29 como texto preparatorio
para la Cena del Señor. El interpretó la frase “sin discernir el cuerpo del Señor”, como
una referencia al cuerpo de Cristo, la iglesia. Su mensaje del texto era que no debemos
participar de la comunión cuando tenemos sentimientos negativos hacia nuestros
hermanos o hermanas sin resolver, porque al hacerlo estaríamos comiendo y bebiendo sin
“discernir el cuerpo del Señor”. ¿Es válido ese uso del texto?

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2.- Gran parte del debate sobre el tema de la ira se ha basado en Efesios 4:26
”airaos...”Analice el significado de ese versículo y explique si apoya o no la opinión
positiva de la ira normalmente derivada de ese pasaje.

3.- En Mateo 5: 22, Jesús dice que uno que llama a su hermano fatuo, quedará expuesto al
infierno de fuego, pero El les llama “insensatos” a los fariseos en Mateo 23:17-19. En
ambos casos se emplea la misma palabra griega moré. ¿Cómo explica esa aparente
contradicción?

Análisis Histórico
Explicación
El Análisis histórico no debe ser confundido con el análisis histórico-crítico de nuestros
días, que se basa en la filosofía de la evolución aplicada a la historia. El término, análisis
histórico , es usado aquí para referirnos al estudio de las Escrituras a la luz de las
circunstancias históricas que ponen su sello en los diferentes libros de la Biblia.

La interpretación histórica se refiere al contenido material de la Biblia y se realiza


considerando lo siguiente:

1.- Supuestos básicos para la interpretación histórica.

a.- La Palabra de Dios fue Originada de un modo histórico y, por lo tanto, debe ser
entendida a la luz de la historia.

b.- Cualquier palabra no es nunca plenamente entendida hasta que puede apreciársele
como una palabra viva. Esto es, tal como se originó en el alma del autor.

c.- Es imposible entender un autor e interpretar sus palabras correctamente a menos de


ser consideradas a la luz de su fondo histórico.

d.- El lugar, tiempo y circunstancias y puntos de vista prevalecientes en el mundo y en la


vida del autor darán, naturalmente, colorido a los escritos producidos bajo tales
condiciones de tiempo, lugar y circunstancias.

2.- Requerimientos respecto al exégeta.

a.- El intérprete debe tratar de conocer al autor cuya obra trata de explicar: su parentela,
su carácter y temperamento, sus características intelectuales y religiosas, así como las
circunstancias externas de su vida.

b.- Al intérprete le corresponde reconstruir, tanto como es posible, por medio de los datos
históricos que tiene en mano el mundo del autor, o sea, las circunstancias en que se
originaron los escritos que se propone considerar.

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c.- El intérprete hallará que es de la mayor importancia considerar las diversas influencias
que determinaron más directamente el carácter de los escritos que trata de considerar,
tales como: los lectores originales, el propósito que el autor tenía en mente, la época del
autor, su formación intelectual y las circunstancias especiales en que su libro fue
compuesto.

Características personales, o personajes de la Escritura


1.- ¿Quién es el autor? En la interpretación histórica de un libro, esta pregunta es siempre
la primera. Algunos libros de la Biblia mencionan sus autores, otros no. Además, el sólo
conocimiento del nombre no proporciona al exégeta todo el material que necesita. Tiene
que familiarizarse con el autor como hombre. Esto significa que debe conocer su carácter,
su temperamento, su disposición y modo habitual de pensar. Debe tratar de penetrar en
los secretos de su vida interna a fin de entender tanto como sea posible los motivos que
controlaron su vida, y así adquirir una visión de sus pensamientos, voluntad y acciones.
Es necesario conocer algo acerca de la profesión del autor, la cual pudo haber ejercido
una poderosa influencia en el hombre, sus maneras y su lenguaje.

El conocimiento íntimo del autor del libro facilitará la comprensión de sus palabras e
iluminará ciertas frases y sentencias de un modo inesperado y las hará parecer más reales
con la fuerza viva de sus circunstancias.

2.- Los personajes del libro. ¿A quién va dirigido el libro?, ¿Quiénes son los personajes
que aparecen el libro? La respuesta a éstas preguntas suministran datos de gran valor en
la tarea de interpretación. Hay que considerar que a veces, los autores bíblicos
introducen a menudo personajes en sus escritos, y es de la mayor importancia que el
expositor distinga escrupulosamente las palabras del autor con las de aquellas personas
que intervienen en la narración.

Circunstancias generales
1.- Circunstancias geográficas. El intérprete bíblico debe estar familiarizado con la
geografía de Palestina, con las estaciones de esa región, con su topografía, y con su
vegetación. Este estudio es esencial, especialmente en vista de que los orientales vivían
generalmente muy en contacto con la naturaleza y ello les inducía a usar fácilmente de
simbolismos, tomados de la naturaleza, al expresarse.

2.- Circunstancias históricas. La consideración de éstas circunstancias permitirá el


intérprete bíblico aproximarse más al mundo del autor.

3.- Circunstancias políticas. Las condiciones políticas de un pueblo dejan también una
profunda impresión en su literatura nacional. La Biblia contiene amplias evidencias de
esto. Por ésta razón, es básico en el examen de un pasaje bíblico tomar en consideración
la esfera política que los protagonistas se movían.

4.- Circunstancias sociales. El intérprete bíblico debe tener en cuenta, en su tarea de


interpretación, la relación social de las personas en el círculo familiar, en el trabajo, en las

58
diferentes clases sociales, y en los cultos públicos. También en otras áreas, tales como en
la administración de la justicia.

5.- Circunstancias económicas. Debe tomarse en cuenta, en la tarea de interpretación, que


en tiempos bíblicos, la sociedad era eminentemente agrícola, sin seguridad financiera ya
que la cosecha dependía de los factores climáticos. Todo eso era motivo de gran
ansiedad, sobre todo en las clases menos acomodadas. (Mateo 6:25-34)

6.- Circunstancias culturales y de costumbres. Al entender este aspecto, muchos de los


textos bíblicos se esclarecen.

7.- Circunstancias religiosas. Es necesario entender las influencias religiosas que


imperaban en los tiempos bíblicos. Esto facilitará comprender los mensajes de los
escritores bíblicos.

Ayudas para el estudio del fondo histórico


La información bíblica no siempre es suficiente y debe ser completada con los datos que
nos proporcionan otras fuentes como las siguientes:

1.- La arqueología, cuyos descubrimientos han arrojado luz inestimable sobre una
multitud de textos. Los hallazgos arqueológicos han ilustrado acontecimientos registrados
en la Biblia, han ayudado a definir o interpretar palabras oscuras, han esclarecido
conceptos que anteriormente eran de difícil comprensión y se han afinado las
cronologías.

2.- La historia. Las obras de historia, contemporáneas de los tiempos bíblicos, como
“Historia” de Herodoto, de tiempos del Ant. Test. Y “Antigüedades de los judíos y las
Guerras de los judíos”, de Flavio Josefo, de tiempos del N. Test. Ofrecen un marco útil
para la tarea de interpretación.

3.- La literatura extrabíblica. Literatura como los llamados libros apócrifos, el Talmud, y
los escritos de los padres apostólicos, también contribuye a enriquecer nuestro
conocimiento del fondo histórico.

Análisis Teológico
En la tarea de la interpretación bíblica es indispensable tener en cuenta la perspectiva
teológica de la Escritura. Si la hermenéutica del fondo histórico es importante, no lo es
menos el fondo doctrinal. La interpretación teológica es un complemento de la literaria y
de la histórica.

El principio básico de la interpretación teológica es que el significado doctrinal atribuido


al texto debe estar en consonancia no sólo con algunos textos escogidos a capricho, sino
en la enseñanza que sobre el mismo punto de doctrina aparece a lo largo de toda la Biblia.
Es el principio denominado “Analogía de la fe”, en virtud del cual todo el pasaje, en
59
especial si es oscuro, ha de examinarse a la luz de los demás, presididos por los más
claros.

Ninguna interpretación puede considerarse válida si contradice abiertamente las doctrinas


enseñadas de modo diáfano por el conjunto de la Biblia.

Principios básicos para la interpretación teológica


Una labor tan importante y delicada como lo es determinar el sentido doctrinal de un
texto no puede realizarse a la ligera. Debe extremarse en ella la aplicación de unos
principios fundamentales que aseguren lo correcto de los resultados. A continuación se
presentan algunos principios indispensables.

1.- El análisis literario debe preceder a la interpretación teológica. En muchos casos el


sentido de un texto ha sido desfigurado porque desde el primer momento se ha
examinado a través del prisma dogmático.

Cuando se hace la exégesis de un texto doctrinal, se debe recurrir primeramente, como en


cualquier otro caso, al análisis literario, al contexto, a los pasajes paralelos y al fondo
histórico. Todo ello puede darnos luz suficiente para una interpretación fiel al
pensamiento del autor sin que se planteen problemas de armonización con el cuerpo
didáctico de las Escrituras.

2.- La interpretación teológica ha de efectuarse teniendo presente la estructura doctrinal


de la Escritura. Algunos puntos doctrinales del Antiguo Testamento, son expresados de
modo tenue, incompleto y a veces un tanto oscuro, mediante tipos, símbolos y figuras
diversas. Pero ninguno, en ningún momento de la revelación, aparece en contradicción
con el conjunto doctrinal de la Biblia.

3.- La interpretación teológica ha de asumir tanto la unidad esencial como el carácter


progresivo de la revelación. La comprensión de este principio es fundamental. Una de las
particularidades fundamentales de la Biblia es la unidad esencial de su contenido,
perfectamente compatible con la diversidad de sus libros y con el carácter progresivo de
la revelación.

4.- La interpretación teológica ha de apoyarse preferentemente en textos de sentido


literal. Por supuesto, la prioridad de la interpretación literal no excluye la validez a todos
los efectos de textos escritos en lenguaje figurado. Además, hay que recordar que
muchas de las grandes doctrinas de la Biblia están expresadas en forma poética en los
Salmos o en determinados pasajes de los profetas, descriptivamente en las palabras de los
Evangelios y mediante el uso de metáforas tal como las emplea Pablo. Ninguna doctrina
importante debiera fundamentarse en textos de sentido figurado si no tienen el apoyo
indiscutible de otros textos cuyo significado literal es claro.

5.- La interpretación teológica no debe rebasar los límites de la revelación. Hay que
recordar que la Escritura no arroja suficiente luz sobre algunos de nuestros interrogantes
y que no faltan en ella pasajes envueltos en la oscuridad.
60
Por otro lado, también hay puntos que fácilmente pueden ser distorsionados cuando se
introduce en ellos más de lo que la Escritura dice.

Al resaltar los límites de la revelación, hemos de volver a recalcar el carácter único de la


Biblia. Ella no es una fuente sino la fuente del conocimiento de la verdad revelada.

Casos a Considerar en Dinámicas de grupos


Para la Clase: Análisis Teológico
1.- Una pareja con profundos conflictos acude a usted en busca de orientación sobre
cierto asunto. El esposo dice que ellos necesitan un automóvil y que su hermano está
dispuesto a concederles un préstamo para comprarlo. Su esposa, basando su argumento
en Romanos 13:8 (“No debáis a nadie nada”), cree que es malo pedir prestado dinero
para comprar el auto. El esposo dice que el no cree que ese versículo se refiera a su
situación, y quiere saber lo que usted piensa. ¿Qué haría usted?

2.- Por lo menos una denominación evangélica se niega a tener ministros a sueldo sobre
la base de 1Timoteo 3:3 ¿ está usted de a cuerdo con la base de su postura? ¿Por qué sí o
por qué no?

3.- Un matrimonia al quien usted ha estado aconsejando revela que le esposa ha estado en
asuntos amoroso. El esposo profesa ser creyente, así que usted le pide que reconcilie su
conducta con la enseñanza bíblica de la fidelidad marital. El replica que ama a ambas
personas, y justifica su conducta apelando a 1 Corintios 6:12 (“Todo me es lícito”). ¿ Qué
le diría usted?

Exégesis y Actualización
Una interpretación correcta de los textos bíblicos sólo es posible cuando se practica una
exégesis concienzuda de los mismos a fin de determinar lo que el autor quiso significar.
Si el intérprete bíblico ha realizado ejercicios prácticos de exégesis a la luz de la
semántica, de la gramática, de los contextos, de pasajes paralelos, del fondo histórico y
del análisis teológico, habrá podido penetrar en el pensamiento del escritor y captar el
sentido de sus palabras. Pero ¿se ha alcanzado con ello la verdadera meta de la
interpretación?

Para dar respuesta a la pregunta anterior debe recordarse que la dimensión de la


hermenéutica de la Biblia va más allá de su ámbito original. Es cierto que el mensaje de
los autores sagrados iba dirigido directamente a sus contemporáneos, pero entrañaba la
palabra de Dios. Y esta palabra , en la esencia de su contenido, tiene como destinatarios a
los hombres de todos los tiempos. Por eso, no es suficiente que el intérprete se pregunte:
¿Qué dijo el autor a sus contemporáneos?, También debe preguntarse: ¿Qué nos dice a
61
nosotros hoy? En la contestación debe resonar de nuevo la palabra divina con toda su
fuerza iluminadora y renovadora. Todo lo que no sea esto se reduce a ejercicio académico
estéril. No importa la pulcritud con que se haya realizado. Será un fracaso, por cuanto no
responde a su propósito final. Y defraudará a cuantos esperan de la exposición bíblica
mucho más que un producto lingüistico-histórico-crítico-teológico.

La interpretación bíblica sólo cumple su finalidad última cuando la exégesis es


completada con la “actualización” del texto, es decir, con su aplicación al lector de
cualquier época en su propio contexto cultural y existencial; cuando se descubre el
significado de un pasaje y su sentido para personas que viven en lugares, momentos y
circunstancias diferentes de los del escritor. Sólo entonces la exégesis se convierte en
exposición de la Palabra de interés y provecho para quien la escucha.

Imperativo de la Actualización
Ya entre los judíos del siglo II d. de C. se sintió la necesidad de aclarar los textos del
Antiguo Testamento de modo que tuviesen una aplicación adecuada al contexto histórico
de cada época. De esa necesidad surgió la midrash (investigación) o explicación rabínica
de la Escritura, cuyo propósito era hacer el texto sagrado, según J. Goldingay
“inteligible, coherente, aceptable, relevante para un auditorio posterior, con la convicción
de que es la Palabra inspirada de Dios y de que puede esperarse que sea significativa para
todas las generaciones.”

La labor actualizadora se hace más necesaria cuanto más nos alejamos, en el tiempo de
los autores bíblicos. Es además, de un deber, un beneficio para el propio intérprete. Lo es
asimismo para la comunidad creyente, tanto en la reafirmación de su fe como en su
testimonio.

La identidad profunda del hombre de antaño con el de tiempo posteriores constituye el


fundamento sobre el cual puede construirse el puente que ha de unir el mundo del autor
con el del moderno lector de la Biblia, salvando así la distancia existente entre las formas
bíblicas de presentar el mensaje y la mentalidad de nuestros contemporáneos.

Sistemas Inadecuados de Actualización

1.- Lectura devocional de la Biblia.

El término “devocional” es positivo si lo aplicamos a una lectura de las Escrituras en la


que se busca una experiencia de encuentro espiritual de diálogo con Dios. Sin embargo,
hay creyentes que se acercan al texto bíblico con una total indiferencia respecto a lo que
el autor sagrado quiso comunicar a sus lectores. Lógicamente lo que a menudo reciben
del pasaje leído poco o nada tiene que ver con el sentido original del mismo. Tal lectura
esta presida más por el sentimiento que por el entendimiento y fácilmente puede inducir a
conclusiones excesivamente osadas. Es frecuente oír a creyentes que usan frases como
“Dios me ha dicho...”, refiriéndose a la impresión que la lectura de una porción bíblica
les ha producido.

62
Lo arriesgado de este tipo de lectura de la Biblia raya en la temeridad cuando, en
situaciones de perplejidad o de prueba, el creyente pide a Dios un texto que le hable de
manera clara y le muestre la decisión que debe tomar.

2.- Método filosófico.

La práctica del método filosófico ha significado un distanciamiento de la hermenéutica


tradicional. Este método sobre enfatiza el papel del intérprete y su contexto, hasta el
punto de que estos llegan a primar sobre el pensamiento del autor. Afirmar en términos
generales de que el intérprete puede llegar a conocer mejor que el propio autor lo que este
escribió es ir más allá de lo que el sentido común y la experiencia permiten. Ningún
sentido, por significativo que parezca, es válido si se aparta del significado que hubo en
la mente del autor y , en la mayoría de los casos, en la de sus primeros lectores.

Lo que la exégesis bíblica ha de buscar con el objeto de proveer una base sólida para la
interpretación, es descubrir lo que un autor determinado quiso decir a personas
determinadas en un momento dado.

3.- Interpretación carismática.

Se le ha dado este nombre a la interpretación que mantiene como característica la


dependencia exclusiva del Espíritu Santo para la comprensión y aplicación de la
Escritura, independientemente de cualquier análisis exegético del texto o con escasa
dependencia del mismo.

Desde el punto de vista hermenéutico debe hacerse notar lo inadecuado de las ideas que
muchos tienen respecto a la relación entre el Espíritu Santo, Escritura y entendimiento.
Los defensores de este método pierden de vista los textos bíblicos en los que el
crecimiento en la experiencia cristiana esta presidido más por la mente que por las
emociones ( Rom. 12:2; 14:5; I Co. 2:16; 14:15,19; Efe.4:23) y por la meditación de la
Palabra más que por supuestas revelaciones directas de Dios.

4.- Actualización socio-política.

En las últimas décadas los grandes problemas sociales con que se enfrenta la humanidad
han incidido fuertemente en la teología y han dado lugar a nuevos intentos de
reinterpretación del mensaje bíblico.
Por ejemplo, cualquier análisis dela Teología de la Liberación debe tener su punto de
partida en una de sus premisas básicas: La teología debe asentarse sobre el análisis de las
realidades socio-políticas. Ello revela de inmediato una toma de posición previa a la
exégesis bíblica. No se empieza con el texto de la Escritura, sino con el contexto del
hombre de hoy, con la situación de la flagrante injusticia que distingue a la sociedad.

La integridad hermenéutica obliga a no caer en el error de quienes practican este método


inadecuado porque ellos menosprecian una exégesis apegada al marco teológico
determinado para las enseñanzas fundamentales de la Escritura.
63
Principios Básicos Para una Interpretación Correcta
Existen algunos principios hermenéuticos que han de aplicarse si la obra ha de tener una
solidez digna de confianza.

1.- La significación actual de un texto no puede divorciarse de su significado original.

En el proceso de adaptación a la situación del hombre moderno, el significado original ha


de preservarse fielmente.

2.- Debe descubrirse el elemento común al contexto original del autor y al del lector.

3.- Es necesario hacer la debida distinción entre lo cultural y lo perennemente normativo.

Interpretar I Tim. 5:23, por ejemplo, como una prescripción médica válida hoy para el
tratamiento de enfermedades gástricas sería sacar del texto más de lo que seguramente
Pablo pensaba.

4.- Determínese el pensamiento central del mensaje.

No es suficiente ahondar en el significado de palabras aisladas o de algunas frases


sobresalientes. Hay que descubrir la línea del pensamiento del autor.

5.-Tómese en consideración todas las partes del texto.

6.- Debe descubrirse y respetarse el fondo teológico.

La Respuesta la Palabra
La actualización del mensaje bíblico sólo mes efectiva cuando produce una respuesta
positiva, tanto en el expositor como en aquellos a quienes se predica. De lo contrario, la
exégesis, la teología y la predicación resultan vanas.

Sólo en la medida en que nos abrimos interiormente a la Palabra de Dios y nos dejamos
interpelar por ella captamos la profundidad del significado de la Escritura y su eficacia. A
esta apertura es llamado el intérprete. La experiencia de la acción de la Palabra en su
propia vida debe unirse a su estudio exegético de los textos bíblicos a fin de que su labor
como transmisor del mensaje divino sea eficaz.

64
HERMENÉUTICA ESPECIAL

65
Interpretación de Parábolas
Definiciones
El término parábola se deriva del griego “parabolé,” que significa arrojar o colocar al
lado de, y lleva la idea de colocar una cosa al lado de otra con el objeto de comparar.

Una parábola “es la narración de un supuesto acontecimiento, con el propósito de ilustrar


una verdad espiritual.” El propósito de la narración es encerrar el principio o verdad que
se desea enseñar.

Una parábola “es una narración, dentro de la esfera de lo posible, que ilustra principios
que rigen en la esfera espiritual.” Una ilustración generalizada no es una parábola, pues
falta el elemento claramente narrativo.

La parábola “es la narración, más o menos extensa, de un suceso imaginario de que, por
comparación, se deduce una lección moral o religiosa”

El uso de las parábolas era común entre los griegos y los judíos. Ellos habían descubierto
su efectividad, no sólo como recurso retórico, sino como valioso auxiliar didáctico.
Según C. H. Dodd, las parábolas “son la expresión natural de una mentalidad que ve la
en imágenes concretas en vez de concebirla por medio de abstracciones” La utilización
de este modo facilita la comprensión de una verdad espiritual, a la par que contribuye a
fijarla en la memoria, pues no es una verdad que se recibe directamente sino que se
descubre mediante el proceso mental comparativo por parte del oyente.

Jesús y las parábolas


Jesús, el Gran maestro, reconoció el elemento pedagógico de la parábola. Muchas de sus
grandes enseñanzas las presentó haciendo uso de ellas. El término parábola lo
encontramos 48 veces en los evangelios sinópticos en relación con enseñanzas de Jesús.

Propósito de las parábolas usadas por Jesús. ¿Qué propósito guiaba a Jesús en el uso de
las parábolas? ¿Eran un vehículo de revelación o un medio de ocultación? ¿Aclaraban o
velaban las enseñanzas que Jesús quería comunicar?

La dificultad para dar respuesta a estas interrogantes surge de los siguientes textos:
Mateo 13:10-17; Marcos 4:10-12 y Lucas 8:8-10. Al leer estos textos, a primera vista
parece prevalecer un aspecto diametralmente opuesto al propósito normal de una
parábola, que es el de ilustrar y facilitar la comprensión de una verdad que de otro modo
podría resultar poco inteligible.

Muchos de los oyentes de Jesús, a través de las parábolas, “viendo no ven y oyendo no
oyen ni entienden”, de acuerdo con la profecía de Isaías 6:9,10. En realidad, lograr este
resultado no era la única - ni la principal - finalidad de las parábolas. Si así fuera ,
habría una contradicción insalvable entre este objeto y el carácter salvífico de la obra de

66
Cristo. Se de debe recordar que uno de los motivos de asombro de las multitudes que le
oían eran precisamente “las palabras de gracia que salían de su boca” (Lucas 4:22).
La explicación de esta aparente contradicción radica en el doble efecto que las parábolas
producían en los oyentes de Jesús, de los cuales unos eran discípulos y otros no. Alos
primeros dijo el Señor: “A vosotros os ha sido dado conocer los misterios del reino de
los cielos” En ellos las parábolas tenían un resultado iluminador. Pero simultáneamente
las parábolas eran lenguaje cifrado para quienes adoptaban una actitud de incredulidad
ante Jesús.

En conclusión, las parábolas revelaban y velaban, aclaraban y ocultaban al mismo


tiempo. Que tuviese un efecto u otro dependía de la disposición espiritual de los oyentes.

Temática y clasificación de las parábolas de Jesús. El contenido de las parábolas


referidas por Jesús corresponden a los grandes temas de su predicación relativos a Dios,
a su soberanía, al hombre, al sentido de su vida, a su responsabilidad y destino, a la
oración, al servicio cristiano, etc. Todo ello en el marco de un tema central: El Reino de
Dios.

Las diferentes fases del Reino de Dios pueden servir de base para una clasificación de las
parábolas que relató Jesús.

1. Parábolas que indican que el Reino de Dios ha llegado. Esas parábolas indican
que el Reino de Dios no sólo estaba cerca, sino que ya había hecho su aparición.
Esa realidad se enfatiza cuando se declara: “El Reino de los cielos es - no “será”
– semejante a...” Ejemplos de parábolas de este grupo:
- La del sembrador. Mateo 13:3
- La primera parte de las del trigo y la cizaña. Mateo 13:24
- La semilla de mostaza y la de la levadura Mateo 13:31-33
- Los obreros de la viña. Mateo 20:1
- Los viñadores malvados. Mateo 21:33
- La fiesta de bodas. Mateo 22:1

2. Parábolas que describen el Reino que progresa. En este grupo de parábolas se


destaca el aspecto dinámico del Reino de Dios en su proceso histórico. En ese
proceso no todo es positivo y alentador. Ejemplos:
- La buena semilla llevará fruto, pero una buena parte se malogrará.
Mat.13:3
- Crecerá el trigo, pero inseparable de el también la cizaña. Mateo 13:24
- La red echada al mar recoge peces bueno y malos. Mateo 13:47
- La semilla que se desarrolla. Marcos 4:26
- La semilla de mostaza y la de la levadura. Mateo 13:31

3. Parábolas que anuncian el Reino en su manifestación futura. Algunas de las


parábolas ya mencionadas, en su parte final son descriptivas del “tiempo de siega”
del “fin del mundo”.Mateo 13:30,39,49

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En este grupo también están las que indican la crisis escatológica, con las
perspectivas de juicio, pero que también señalan los beneficios salvíficos. Entre ellas
están:
- Las diez vírgenes y la de los talentos. Mateo 25
- La del siervo vigilante. Lucas 12:36
- La del mayordomo infiel. Mateo 12:45
- La de las minas. Lucas 19:11

Diversas presentaciones de las parábolas que usó Jesús. Jesús hizo uso de diversas
presentaciones de las parábolas para ilustrar algunas verdades espirituales.

1. Algunas las usó en forma absoluta. Como la de la higuera seca (Luc. 13:6-9)

2. Las que más comúnmente usó fueron a la manera de similitud. Como “El reino
de los cielos es semejante al hombre que sembró buena cimienten su campo”
(Mateo 13:24); o “¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿O a qué lo
compararemos?” (Mateo 24:30)

3. Otras las presentó sin explicación. Como sucede en la parábola de los dos hijos a
quienes el padre pide que vayan a trabajar en la viña. En este caso concluye la
parábola con la siguiente aplicación: “De cierto os digo que los publicanos y las
rameras os van delante al reino de Dios” (Mateo 21:28-31)

4. Otras más , las comenzó y las terminó con cláusulas explicativas. Como la
parábola del publicano y el fariseo (Lucas 13:9-14)

Reglas de interpretación
Las parábolas se prestan a ser interpretadas siguiendo el método alegórico, con todos los
inconvenientes que este lleva aparejados. La historia de la interpretación bíblica, desde
los primeros siglos hasta nuestros días, nos muestra la facilidad con que muchos
expositores han alegorizado los textos parabólicos, dando a cada persona, objeto ya
acción un significado particular.

La interpretación de las parábolas no es tan fácil como parece. Las dificultades surgen del
intento de sacar más de la narración de lo justificado en su contexto, y el estudiante
debiera acordarse de las siguientes reglas:

1.- Búsquese el tema principal de la parábola en primer término. Ese tema se


percibe generalmente por las circunstancias que dieron lugar a la enseñanza
parabólica. A menudo se subraya en una frase introductoria, o por las
explicaciones que el mismo Señor da a manera de epílogo.

Para determinar la verdad central es necesario tomar en consideración los


siguiente factores:

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a.- El contenido esencial. Esto se encuentra analizando los protagonistas,
su carácter, el progreso de la acción, su punto culminante y las palabras que se
repiten o son claves en el relato.
b.- La ocasión. La situación particular que motiva la parábola siempre es
iluminadora. Por eso es importante preguntarse, ¿A quién es dirigida? ¿En qué
circunstancias fue dicha? ¿En qué momento se dijo? ¿En qué actitud espiritual se
encontraban los oyentes?
c.- Fondo cultural y existencial. Si nosotros queremos captar
objetivamente el significado de una parábola, hemos de situarnos en el plano
cultural de quienes la escucharon de labios de Jesús. Por ejemplo, en la simbología
hebrea, la siega, era figura del fin del mundo; las bodas y el vino, del tiempo de salvación; la
higuera del pueblo de Dios, etc.

d. - Posible paralelismo con otros textos. Algunas parábolas tienen


marcada semejanza con otras o son referidas con alguna variante por dos o más
evangelistas. En ambos casos la comparación es útil, tanto para confirmar como
para enriquecer su significado.

e.- Observaciones hechas por Jesús mismo. En no pocas parábolas, antes o


después del relato, hallamos alguna frase de Jesús que determina la verdad central.
Por ejemplo las palabras del Señor de perdonar “hasta setenta veces siete” (Mateo
18:21-22) dan la clave para fijar la enseñanza capital de la parábola de los dos
deudores. En algunos casos las observaciones de Jesús las hallamos antes y
después del cuerpo de la parábola. Cuando esto ocurre, es bastante iluminador
para entender la parábola.

2.- Recuérdese que hay detalles en la parábola que forman un marco necesario
que
da realce a la lección. Algunos teólogos han hablado del “cuerpo” y del “alma”
de la parábola, dando a entender que hay elementos externos y puramente narrativos que
encierran la lección espiritual pero que no son en sí significativos. Por lo tanto, sería solo
fantasía procurar hallar equivalencias espirituales para todos los detalles.

3.- Las parábolas no sirven como fundamento para doctrinas. Más bien son
inspiradas ilustraciones de doctrinas que se explican en términos claros en otros
lugares.

La sensatez y la sobriedad deben caracterizar la tarea de interpretación de las parábolas.


Su exégesis se deber hacer dando preferencia a la interpretación natural, y sin creer que
cada frase tiene que encerrar un significado esotérico.

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La Interpretación de símbolos
Definición:
El símbolo es un ser, objeto o acción que representa un concepto abstracto, invisible por
alguna semejanza o correspondencia. Ejemplos de esto son:

El perro símbolo de fidelidad


La balanza símbolo de justicia
El cetro símbolo de autoridad
La bandera símbolo de la patria
El ramo de olivo símbolo de la paz.

Los ejemplos anteriores son símbolos con significado casi universal. Pero hay símbolos
que son neta y exclusivamente bíblicos y se refieren aspectos determinados de las obras
de Dios en su relación con los hombres. Son innumerables los símbolos que pertenecen
singularmente al pensamiento y alo escritos bíblicos.

Desde el punto de vista hermenéutico el símbolo tiene mucho en común con el tipo por lo
que ambos pueden llegar a confundirse. En cierto sentido todos los tipos podrían ser
considerados como símbolos, pero no todos los símbolos son tipos. Ambos tienen en
común que están constituidos por objetos literales que entrañan el significado de otras
realidades con las que existe una relación de analogía. La diferencia radica en que el tipo
tiene su confirmación – y frecuentemente su explicación- en el Nuevo Testamento
requisito que no distingue necesariamente al símbolo.

La interpretación de los símbolos bíblicos, es una de las partes más difíciles de la


hermenéutica, pues el símbolo es elemento esencial en numerosas porciones de la
Escritura, particularmente en los libros proféticos y sobre todo en los apocalípticos.

Factores que deben tomarse en consideración


al interpretar un símbolo
1. Un objeto determinado no siempre tiene el mismo simbolismo. El fuego puede ser
símbolo de purificación (1Pedro 1:7) pero también de juicio (Isaías 31:9); el agua puede
simbolizar lavamiento moral, (Efesios 5:26), también salvación (Juan 4:14) o vida
abundante dada por el Espíritu Santo (Juan 7:38-39), el aceite símbolo del Espíritu Santo
pero también símbolo de sanidad (Isaías 1:6) o de alegría (Isaías 61:3).

2. La perspectiva histórica de escritor y lo esencial de su mensaje.

3. El significado claro del mismo símbolo usado en otros pasajes de libro.

4. La analogía entre el símbolo y lo simbolizado debe ser simple no deben buscarse


múltiples puntos de semejanza o correspondencia entre ambos. Ejemplo cuando es justo
entender el aceite como símbolo del Espíritu Santo, no es lícito buscar otros significados
en el aceite, como apto para dar luz cuando arde, o que se extrae del fruto solo cuando se

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exprime o que sirve para suavizar las heridas. Tal procedimiento en la interpretación de
los símbolos viola el verdadero carácter de ésta figura.

Principios generales que guían la interpretación de símbolos


1. La explicación del símbolo que da el mismo autor.
2. Cuando el autor no explica el símbolo se debe estudiar cuidadosamente la
naturaleza de las figuras que se usan.
3. Debe analizarse la conexión en que aparecen los símbolos en el escrito del autor.

La literatura apocalíptica abunda en símbolos y no puede ser comprendida sin una


interpretación correcta de los símbolos. Bernardo Ramm en su libro Protestant Biblical
Interpretation, pp. 2143, 215, nos provee las reglas siguientes para la interpretación de los
símbolos bíblicos:

1. Símbolos interpretados por las Escrituras mismas proveen un fundamento seguro para
todo el estudio de simbolismo.

2. Cuando los símbolos no son interpretados en las Escrituras, la interpretación debería ser
procurada por el método siguiente:

a) Examine el contexto a fondo, porque la idea correspondiente al símbolo podría ser ahí
revelada.
b) Estudie otras referencias que usan el mismo símbolo en procura de una llave a su
significado.
c) Considere la naturaleza del símbolo en procura de la clave a su significado. Cuide de
no transponer a la Biblia el fondo cultural del expositor. Si tales investigaciones no
revelan el significado de un símbolo, Ramm recomienda que “es más sabio callarse
que hacer especulaciones”.

3. Que el expositor esté consciente del posible doble significado de un símbolo. Un león
por ejemplo, es un símbolo tanto de Cristo como de Satanás. Lo mismo se podrá decir de la
serpiente.

Clasificación de símbolos.
Generalmente se establecen tres clases de símbolos:
1. Objetos materiales. Ejemplos el arca del testimonio colocada en el lugar santísimo del
tabernáculo; el pan y el vino el a cena del Señor.

2. Hechos milagrosos. Los seres u objetos milagrosos simbólicos no abundan en la


Biblia; pero los pocos que se señalan son altamente sugestivos. Ejemplos:
a) el querubín con la espada flamífera a la puerta del Edén (Génesis 3:24) símbolo
de ruptura en la comunión del hombre con Dios.
b) La zarza ardiente que vió Moisés en Horeb (Éxodo 3:2) símbolo de la presencia
soberana y de la santidad de Dios.

71
c) La nube de día y la columna de fuego de noche que acompañaban a los israelitas
por el desierto (Éxodo 13:21-22), símbolo de la protección y dirección de Dios.

3. Elementos de visiones proféticas. En las visiones concedidas por Dios a los profetas
abundan los elementos simbólicos. Hay muchos ejemplos de esto en el Antiguo
Testamento. En el Nuevo Testamento fuera de Apocalipsis las visiones escasean pero en
Apocalipsis las visiones cuajadas de los más variados símbolos.

4. Acciones simbólicas. Algunas veces, por indicación divina, los profetas llevaron acabo
actos a menudo insólitos, que tenían por objeto hacer más vivido y penetrante su mensaje.
Así el profeta dejaba de ser simplemente anunciador para convertirse en actor.
Algunos ejemplos de acciones simbólicas son los siguientes:

a) En el libro de Ezequiel se encuentran algunas acciones simbólicas


 El simulacro de asedio en torno a un ladrillo figura del sitio de Jerusalén (4:1-3).
 El acostarse primeramente sobre su lado izquierdo y después sobre el derecho,
como testimonio de la maldad de Israel y de Judá, así como del juicio sobre
Jerusalén (4:4-8)
 La dieta restringida y repugnante, impuesta al profeta, señal de privaciones y
angustias que esperaban al pueblo por su maldad (4:9-17)
 El total rasuramiento de su cabeza y de su barba y el triple destino de sus cabellos,
símbolo de las grandes tribulaciones, la dispersión y la mortandad de que serían
víctimas los moradores de Jerusalén (5:1-4).

b) En la vida de Jeremías también se encuentran acciones simbólicas como su experiencia


en el taller del alfarero (18:1-6); la compra y uso de una faja de lino (13:1-11); la rotura
de una vasija de barro ante el pueblo (19:1,2,10) etc.
c) Isaías presenta una sola acción simbólica cuando anduvo desnudo y descalzo (20:2).
d) La acción simbólica más impresionante se encuentra en el libro de Oseas el profeta del
amor perdonador. El drama vivido en la experiencia por la prostitución de su esposa, a
quien, a pesar de todo, ama y a la que finalmente rescata (cap. 1-3).

5. Números simbólicos. El carácter simbólico de algunos números de la Biblia ha sido


reconocido por todos sus interpretes, tanto judíos como cristianos. Los números más
significativos en la simbología de la escritura son los siguientes:
a) El número siete cuando tiene un claro carácter simbólico suele significar
totalidad, integridad o perfección. En algunos casos, puede denotar intensidad
como en la alabanza al Dios siete veces al día (Salmos 119: 164).
b) El número doce. Es otro de los números más significativos probablemente la
predilección de él que sentían los israelitas se debía a que era el número de los
hijos de Jacob que dieron origen a las doce tribus. En el nuevo testamento se
destaca la elección de los doce apóstoles. En Apocalipsis se habla de doce mil
sellados de cada tribu de Israel. De todo esto se deduce que este número simboliza
al pueblo de Dios en su totalidad, en su unidad y en la grandeza y gloria a la que
esta destinado.

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c) El número tres es considerado como símbolo de un todo ordenado y completo
d) El número cuatro se le reconoce como un símbolo de universalidad

6. Nombres simbólicos. De vez en cuando encontramos en la Biblia nombres propios de


persona o de lugares, que se usan simbólicamente. David representa al pastor y príncipe
mesiánico; Elías simboliza Juan el bautista; Babilonia simboliza a una sociedad humana
soberbia, hostil a Dios y al testimonio de su verdad.

7. Colores simbólicos. En la Biblia en azul por ser el color del cielo, sugería lo celestial,
lo santo, lo divino. Ello explica que el manto del Efod del sumo sacerdote fuese de este
color (Éxodo 28:31;39:2).
El color púrpura o escarlata era símbolo de realeza o majestad (Jueces 8: 26; Daniel 5:7).
El blanco siempre ha sido símbolo de pureza y gloria lo usaron en las vestiduras de lino
del sumo sacerdote (Éxodo 28:5,6,8,15,39). Jesús tenía vestiduras de este color en el
momento de su transfiguración (Mateo 17:2; Marcos 9:3). La esposa del Cordero también
viste vestiduras blancas (Apocalipsis 19:8)
El negro suele estar relacionado con la muerte y el luto (Jeremías 14:2) y con el hambre
(Apocalipsis 6:5,6).
El rojo hace pensar el sangre en la guerra (Nahum 2:3; Apocalipsis 6:4).

Conclusión
La simbología, indudablemente, puede hacer una aportación importante en el estudio
exegético de no pocos textos. Los datos bíblicos nos facilitan la orientación para su
estudio. Pero es menester que nos movamos en este campo con la máxima
circunspección, pues es terreno abonado para el desarrollo exuberante de fantasías poco
recomendables.

Interpretación de Tipos
Tanto los tipos como los símbolos son figuras del lenguaje que expresan algo distinto de
lo indicado en su sentido literal. La diferencia radica en que el lenguaje figurado de la
Biblia es común a cualquier otra literatura, mientras que la tipología bíblica, y en parte
la simbología bíblica, esta determinado por el contenido mismo de la escritura. Surge
básicamente de indicaciones contenidas en la propia revelación.

Definición de Tipo
Existe una diferencia fundamental entre un símbolo y un tipo. Un símbolo puede
representar una cosa sea presente pasada o futura; el tipo, esencialmente prefigura algo
en el futuro. En el sentido técnico y teológico un tipo es una figura o bosquejo de algo
venidero. Es una persona, institución, oficio, acción o acontecimiento, mediante el cual
se predijo, bajo las disposiciones del Antiguo Testamento, alguna verdad del evangelio.
Cualquier cosa así prefigurada se llama anti tipo

73
El termino griego typos, del que se deriva la palabra “tipo”, aparece 14 veces en el
Nuevo Testamento con diversos significados los más importantes son dos: a) Modelo;
b) Producto que se obtiene según el modelo.

Puede definirse la tipología como el establecimiento de conexiones históricas entre


determinados hechos personas o cosas (tipos) del Antiguo Testamento y hechos
personas u objetos semejantes del Nuevo Testamento (anti tipos). Esas conexiones no se
efectúan arbitrariamente no son, como en la interpretación alegórica, producto de la
fantasía. Corresponden al desarrollo de la revelación progresiva y tiene su fundamento
en Dios mismo, quien dispuso los elementos típicos del Antiguo Testamento de modo
que entrañaran y prefiguraran las realidades que se manifestarían en la época del Nuevo
Testamento.

La tipología bíblica tiene una base lógica en la unidad esencial entre la teología del
Antiguo Testamento y la del Nuevo. La similitud básica entre el Antiguo y el Nuevo
Testamento y el uso que en el segundo se hace del primero explica la validez de la
tipología.

Características Esenciales de los Tipos


1.- Tanto el tipo como el antitipo son realidades históricas que se corresponden. Si falta
el carácter de realidad objetiva en el antitipo, ya no tenemos un caso re relación
auténticamente tipológica; nos hallaos ante una mera ilustración o ante la alegorización
de una pasaje del Antiguo Testamento. No podemos, por ejemplo, considerar la victoria
de David sobre Goliat –un acontecimiento- como tipo del valor cristiano –una cualidad
moral-. En cambio, entre la colocación de la serpiente de metal en lo alto de un palo en
el desierto y la crucifixión de Jesús si existe una clara relación típica.

2.- Entre el tipo y el antitipo debe haber algún punto importante de analogía, aunque en
la comparación de ambos aparezcan notables diferencias, por ejemplo, Jonás es tipo de
Cristo Mateo 12:40; por la permanencia del profeta “en el vientre del pez tres días y tres
noches” seguida de su liberación. Este acontecimiento se convirtió en un tipo que
anunciaba la sepultura de Jesús seguida de su resurrección. Este tipo es perfectamente
valido a pesar de marcadas diferencias entre el profeta rebelde, racista, y enojón, con
Aquel que fue “manso y humilde de corazón” y “amigo de pecadores”.

3.- El tipo siempre tiene un carácter predictivo y descriptivo es “sombra de lo que ha de


venir” Colosenses 2:17; Hebreos 10:1; pero la sombra no es tan difusa que carezca por
completo de perfiles. Pese a su naturaleza rudimentaria, imperfecta, describe
figuradamente los rasgos del antitipo que le corresponden.

4.- Los tipos, avalados por el Nuevo Testamento, se refieren a lo más sobresaliente de
la persona en la obra de Cristo o de su aplicación en la experiencia cristiana. Esto
debiera prevenirnos contra la búsqueda incontrolada de detalles del Antiguo Testamento
con el propósito de convertirnos en tipos correspondientes a antitipos insignificantes. B.
Ramm nos advierte: “En la tipología, deberíamos limitar nuestros esfuerzos a las
74
grandes doctrinas, a las verdades centrales, a las lecciones espirituales claves y a los
grandes principios morales. Una tipología demasiado fascinada por las minucias no se
ajusta al espíritu de la tipología del Nuevo Testamento.”

5.- En todo tipo debe distinguirse lo verdaderamente típico de lo accesorio. Si un objeto


en su conjunto es un tipo, no debe deducirse que cada una de sus partes tiene también
su propia entidad típica.

6.- El tipo es determinado por Dios mismo, no por la fantasía humana. El tipo responde
al programa de la revelación establecida por Dios desde el principio con visión global
de la historia de la salvación. El tabernáculo israelita y su servicio, resulta riquísimo
desde el punto de vista tipológico, porque en él todo esta diseñado según el plan divino
(Éxodo 25:9; Hebreos 8:5).

Debe ejercerse cuidado para diferenciar entre tipo y predicción. Aunque un tipo tenga
referencia al futuro, no es en si una predicción. Es registrado como mero hecho histórico sin
referencia evidente al futuro. El antitipo se demuestra ser el “cuerpo” del lcual el tipo era una
prefiguración, y así posee una realidad más vital que el tipo.

En el Nuevo Testamento tenemos suficientes claves para precisar lo que del Antiguo
debe ser considerado tipo sin ningún género de dudas. Sin embargo algunos se
preguntan: ¿es lícito considerar como tipos a personas, cosas o acontecimientos del
Antiguo Testamento si no hallamos en el Nuevo textos que explícitamente nos den
pruebas para hacerlo? La respuesta, por lo general, es afirmativa, pero es recomendable
ejercer prudente sobriedad que nos libre de abusos erróneos.

Clases de Tipos
Los principales tipos del Antiguo Testamento pueden agruparse en las siguientes cinco
clases distintas:

1.- Personas típicas. las personas son típicas, no como personas, sino a causa de algún
carácter o relación que sostiene con la historia de la redención. Por ejemplo:
a) Adán cabeza y representante da la humanidad, prefigura a Cristo
quien es la cabeza de la humanidad redimida (Romanos 5:14,19;
1Coritntios 15:45)
b) El Abraham creyente es tipo de todos los seres humanos que serían
justificados por la fe (Génesis 15:6; Romanos 4:3; Gálatas 3:6)
c) Melquisedec es tipo de Cristo en su función sacerdotal (Hebreos 7:1-
3, 15-17)
d) Elías fue tipo de Juan el bautista.

2.- Instituciones típicas. Por ejemplo:


a) Los sacrificios de corderos y otros animales cuya sangre se
consagraba a hacer expiación por los hombres Levítico 17:11, eran
75
típicos de Cristo, quien “como cordero sin mancha y contaminación”
1 Pedro 1:19 “fue ofrecido una vez para agotar los pecados de
muchos” Hebreos 9:28.
b) El sábado es figura del descanso eterno de los creyentes Hebreos 4:4-
9.
c) La provisión de ciudades de refugio a donde pudiera escapar el
homicida inocente Números 35:9-34, era típica de las provisiones del
evangelio mediante el cual el pecador puede salvarse la muerte eterna.

3.- Oficios o dignidades típicos. Por ejemplo:


a) Los sacerdotes y especialmente el sumo sacerdote en el desempeño de
sus deberes sacerdotales, eran tipos de Aquel quien por su propia
sangre entro por una sola vez en santuario, obteniendo eterna
redención Hebreos 14:14; 9:12
b) Melquisedec rey de justicia y de paz, es tipo de Cristo como rey
Hebreos 7:2

4.- Acontecimientos típicos. Por ejemplo el diluvio, el éxodo, el viaje por el desierto, el
suministro del maná, la provisión de agua de la roca, la elevación de la serpiente de
bronce, la conquista de Canaán, etc. Según Pablo, acontecimientos y experiencias como
estas “Les acontecieron en figura (es decir, típicamente) y están escritas para nuestra
admonición, en quienes los fines de los siglos han parado.” 1 Corintios 10:11.

5.- Acciones típicas. Estas participan de la naturaleza del símbolo que, con propiedad,
podemos designarlas como simbólico típicas. Hasta donde fueron proféticos de cosas
venideras eran tipos y pertenecen esencialmente lo que hemos definido como
acontecimientos típicos hasta donde fueron señales sugestivas de elecciones de valor
actual y permanente, eran símbolos, algunos ejemplos, de los actos típico simbólicos
son estos:
a) Isaías andando desnudo y descalzo durante tres años (Isaías 20:2-4)
b) Jeremías tomando su cinto y escondiéndolo cerca del Eúfrates (Jeremías 13:1-
11).
c) Jeremías visitando al alfarero y observando como trabaja éste (Jeremías 18:1-6).
d) Jeremías destrozando el vaso del alfarero en el valle de Hinnom (Jeremías 19).
e) Jeremías colocándose un yugo al cuello (Jeremías 27:1-14).
f) Ezequiel durmiendo sobre un costado por mucho días (Ezequiel 4).
g) Oseas casándose con una fornicaria (Oseas 1).
h) Oseas comprando una adúltera para casarse con ella (Oseas 3).
i) Zacarías haciendo coronas de plata y de oro para la cabeza de Josué (Zacarías
6:9-15).

Reglas para la Interpretación Tipológica


1. Los puntos específicos de correspondencia deben ser notados cuidadosamente entre el
tipo y el
antitipo.

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2. Los puntos de diferencia o contraste entre el tipo y el antitipo deben ser también
observados.
3. Los puntos de correspondencia y contraste deben ser estudiados a la luz del contexto
histórico de cada uno.
4. No debe esperar descubrir un significado en cada pormenor.
5. La interpretación sana de los tipos debe estribarse sobre la dirección de autores
inspirados.
6. El intérprete debe procurar comprender el propósito de Dios en dar tanto el tipo como
el antitipo. Debe haber una semejanza evidente de sentido entre ellos.

Tipos y los Servicios del Santuario.

Las fiestas anuales de Israel tenían también un sentido simbólico. Hay una
prefiguración definida en estos tipos de ministerio venidero de Cristo como el gran Sumo
Sacerdote, que después de ser ofrecido en sacrificio por los pecados del hombre, resucitó de
entre los muertos y ascendió al cielo para continuar su intercesión a favor de los hombres.

El significado simbólico de las fiestas anuales puede ser resumido de la manera siguiente:

1. La Pascua era un tipo de la muerte de Cristo (Lev. 23:4-8 y 1 Cor. 5:7, 9).
2. La fiesta de los Asimos empezaba con la presentación delante del Señor de
las primicias de la siega. Las primicias eran un tipo de Cristo como las
primicias de los muertos que serán llamados a la vida (1 Cor. 15:23).
3. El día del Pentecostés, que ocurría siete semanas después de la presentación
de las primicias, encontró su antitipo en el derramamiento del Espíritu Santo
en la Iglesia Primitiva (Lev. 23:15-21) y Hechos 2:1-4).
4. La Fiesta de las Trompetas, el toque de una alarma en vista de la
aproximación del Día de la Expiación, representaba el toque de una alarma
semejante precediendo el trabajo antitípico del juzgamiento presidido por
Cristo (Lev. 23:23, 24 y Apoc. 14:6, 7).
5. El día de la Expiación, la purificación del Santuario, representaba la
conclusión de la obra de Cristo en el Santuario Celestial (Lev. 26-32 y Dan.
8:13, 14).
6. La fiesta de las Cabañas representaba la siega final y la cosecha del pueblo
de Dios en la Segunda Venida de Cristo (Lev. 23:33-44 y Mat. 13:39).
7. El Israel carnal un tipo de Israel espiritual. Israel era el pueblo escogido por
Dios en la época del AT. Fueron llamados para un trabajo especial, pero
fallaron en su responsabilidad. En el NT Dios llama a otro pueblo, libre de
restricciones étnicas. Su fe y lealtad se centralizaban en Cristo. Las promesas
del AT se cumplen ahora en aquellos que son Judíos en el Interior. (Rom.
2:29). La comisión de llevar el evangelio a todo el mundo será cumplida por
ellos. La iglesia Cristiana asume el papel del antiguo Israel.

77
Tipología Vs. Alegorización

La interpretación alegórica, como regla, ignora el sentido histórico del texto bajo
estudio. Una meta de los alegoristas judíos era de establecer el judaísmo como una fe
intelectualmente respetable en un medio pagano sofisticado, como Alejandría. Así se
esforzaban para dar a los textos antropomórficos una interpretación alegórica. Pero aunque el
objetivo fuera bueno, el método era deplorable. Un ejemplo de las fantasías de algunos de los
intérpretes alegóricos se encuentra es un sermón de Crisóstomo sobre “la masacre de los
inocentes”. El autor afirma que porque los niños de dos años abajo fueron masacrados por
Herodes mientras los de tres años se escaparon, aquellos que sostienen la concepción trinitaria
de la Divinidad serán salvados, y los demás perdidos.

Interpretación de Alegorías
Definición:
“Es una figura retórica que generalmente consta de varias metáforas unidas,
representando cada una de ellas realidades correspondientes”

“Es un artificio de retórica que expone un sentido oculto que no es implícito en lo


literal. Es una forma más desarrollada de una metáfora”

“Es una sucesión de metáforas, de cuyo significado literal se prescinde.”

La característica principal de la alegoría es la pluralidad de puntos de aplicación, a


diferencia de la metáfora simple en la que el punto de comparación y aplicación es solo
uno.

La naturaleza figurativas de la alegoría suele ser tan palpable, que una interpretación al
pie de la letra casi se hace imposible. A veces la alegoría, como la parábola, esta
acompañada de su interpretación.

Diferencia entre alegoría y alegorización


Existe una notable diferencia entre alegoría, como una figura del lenguaje y la
alegorización, como un método de interpretación bíblica.

La alegoría es un medio legítimo usado por algunos autores bíblicos para enseñar; la
alegorización es, un método de interpretación, mediante el cual el interprete da
arbitrariamente a un texto un significado que se aparta completamente del pensamiento
y propósito del autor.

Alegorías bíblicas
Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento el uso de la alegoría es más bien limitada.

78
Los escritores bíblicos a veces emplearon alegorías para ilustrar el trato de Dios con su pueblo.
Un ejemplo de esto en el AT se encuentra en el Salmo 80, donde Israel es comparado a una vid
sacada de Egipto. Esto ilustra como Dios hizo venir Su pueblo del cautiverio egipcio y lo llevó
al país de Canaán, donde prosperaron y se multiplicaron.

Otros ejemplo de alegorías del Antiguo Testamento son estos: las aguas del pozo (Proverbios
5:15-18); los días malos de la ancianidad (Eclesiastés 12:3-7); la ruina de los edificadores
frívolos (Ezequiel 13:10-15).

Cristo usa una alegoría semejante, la de la vid y sus sarmientos (Juan 15:5). Deseaba
mostrar a sus seguidores como dependían de su Padre (el Labrador) y de El mismo (La Vid)
para su sostenimiento y desarrollo personal. También usó la alegoría de la puerta y el pastor
(Juan 10:1-16)

Pablo empleó una alegoría para ilustrar la diferencia entre el pacto antiguo y el nuevo (Gálatas
4:21-31) Señalo la historia de Agar y Sara, y de Ismael e Isaac para ilustrar la libertad que los
cristianos tienen en la gracia de Cristo, en contraste con la servidumbre de los que intentan
ganar la salvación por las obras. Isaac era el hijo de la fe; Ismael el hijo de las obras. También
usó otra alegoría para señalar la responsabilidades de la edificación (1 Corintios 3:10-15). En
otra parte presenta la vivida alegoría de la armadura del soldado para señalar el conflicto del
cristiano (Efesios 6:11-17).

Dificultad en la Interpretación de Alegorías


La interpretación de las alegorías no es siempre sencilla. Prueba de ello es la disparidad de
opiniones respecto al significado de algunas de sus metáforas. Ejemplo de esto es el capitulo
12: 3-7 de Eclesiastés. Donde se presenta la alegoría de los días malos de la ancianidad. Hay
unanimidad casi absoluta en cuanto al sentido de “los guardas de la casa” son los brazos y las
manos, “los hombres fuertes” son las piernas “las que muelen” los dientes, “los que miran por
las ventanas” los ojos y “las puertas de afuera” los oídos, aunque algunos han visto en ellos
una figura de la boca.

Dentro de la narración de ésta alegoría se encuentra el versículo 6 ¿cómo se interpreta este


versículo? ¿se debe dar un significado especial a cada uno de los objetos mencionados (cordón
de plata, cuenco de oro, cántaro, fuente, rueda, pozo) o solo a algunos de ellos? ¿o hemos de
tomar ese conjunto de figuras como un tono descriptivo de la ruina física final? Si optamos por
la primera posibilidad, es decir, atribuir un significado concreto a cada objeto, ¿cuál debe ser
ese significado? Pronto se advierte que no son fáciles las respuestas. Por esta razón, lo más
prudente es contentarse con interpretaciones probables, como sucede con otros pasajes de la
Biblia.

Medios de Orientación para Determinar


el Significado de una Alegoría
1.- La determinación precisa de los oyentes o lectores originales y sus circunstancias.

2.- La consideración del contexto histórico general.


79
3.- EL propósito del autor al usarla.

4.- Los puntos de identificación que a veces se hallan en el texto por ejemplo “Yo soy la vid
verdadera, y mi Padre es el labrador” Juan 15:1

5.- La distinción entre las metáforas esenciales, que exigen interpretación y aquellas que dado
su carácter secundario como elementos complementarios de la narración, no han de ser
interpretados.

La Interpretación de Profecías
Comentario Bíblico Adventista

Interpretación De Las Profecías En La Historia

Se eclipsa la exposición de la Iglesia Primitiva

La clara exposición de los primeros siglos de la Era Cristiana fue


progresivamente tergiversada y mal aplicada a medida que aumentaba la apostasía. Las
profecías comenzaron a ser consideradas como alegorías o verdades espirituales debido
a la influencia de orígenes (185,254), el ilustre teólogo y filósofo de Alejandría.
Ciertamente, en ese tiempo, toda la Escritura fue sometida a este mismo proceso de
interpretación en forma espiritualista, alegórica y mística.

Los falsos conceptos de orígenes, seguidos por Eusebio Pánfilo (265-340),


Obispo de Cesarea e historiador eclesiástico, y de Agustín (354-430) influyente obispo
de Hipona, derivados de la tendencia a la alegorización casi extinguieron, durante
siglos, la luz de la verdadera interpretación.

Se restaura la interpretación correcta

El reavivamiento medieval de la interpretación histórica, no surgió con los


Valdenses y otros grupos que estaban fuera de la Iglesia Católica –y que no reconocían
las supremacía del obispo de Roma- sino que procedió de intrépidos católicos, algunos
de los cuales se sintieron constreñidos a clamar contra las perversiones inconcebibles de
esa iglesia y a aplicarle a algunos de los símbolos proféticos de las Escrituras. En la
mente de hombres pensadores, estas profecías fueron recuperando gradualmente el
lugar que le correspondía, fundamentando sus críticas que hacían a la iglesia en las
profecías de Daniel y Apocalipsis.

La Reforma se basó en las Profecías.

Todos están de acuerdo en que la gran Reforma Protestante fue un re


descubrimiento de las verdades evangélicas de la Iglesia Primitiva, las cuales
predominaron en el tiempo de su mayor pureza. Pero esto pudo lograrse, gracias a un
80
nuevo énfasis en el propósito de las Profecías Bíblicas acerca del Anticristo. Durante
dos siglos antes de Lutero, hombres de inclinación espiritual, habían dado énfasis con
creciente claridad, a la salvación por medio de Cristo, protestando por las grandes
perversiones de Roma, entre tanto que permanecían dentro de la Iglesia Católica. Pero
cuando Martín Lutero captó la verdad de la identidad profética del Anticristo, esto lo
alentó a él y a centenares más en diferentes países, a romper con Roma. A la luz de las
repetidas y explícitas representaciones y admoniciones proféticas, se sintieron
impedidos a “salir” de la Babilonia Papal.

La Contrarreforma estimula interpretaciones contrarias

La acusación virtualmente unánime de que el papado es el Anticristo de la


profecía, acusación lanzada por todos los grupos protestantes en todos los países, indujo
a los dirigentes Católicos Romanos a procurar que se desviara el dedo acusador y que se
alejara la atención de los protestantes del sistema católico medieval. En esto alcanzaron
mucho éxito. Francisco Rivera y Luis Alcázar, jesuitas españoles del siglo XVI, se
levantaron para hacer frente al desafío, formulando interpretaciones aparentemente
razonables aunque contrarias a las de la Reforma.

Rivera sostenía que el Anticristo era un individuo aún por aparecer, un


gobernante impío de Jerusalén que ejecutaría sus designios al fin de los siglos en tres
años y medio literales. Esta interpretación que coloca al Anticristo en el futuro, recibe
con justicia el nombre de futurista. Esta idea futurista pronto se convirtió en la
interpretación habitual católico-romana, en cuanto al anticristo y es ahora la más
difundida entre los Católicos.

Por otra parte, Alcázar sostenía lo que recibió el nombre de preterismo, con lo
cual se afirma que prácticamente todas las profecías terminaron con la caída de la
nación Judía y con la destrucción de la Roma Pagana y que el Anticristo había sido
algún emperador Romano, como Nerón, Domiciano o Diocleciano. Le enunciación de
estos dos puntos de vista -futurismo y preterismo- mostraba el espectáculo anómalo de
dos explicaciones opuestas y mutuamente excluyentes que surgieron de la misma Iglesia
Católica; pero lograron su propósito: confundir la interpretación profética protestante.

El restablecimiento provocado por la Reforma, dañado por desviaciones posteriores

La interpretación antagónica del jesuita Alcázar, comenzó a ser adoptada por


protestantes. El preterismo penetró en la escuela racionalista de los teólogos alemanes
del siglo XVIII. El futurismo halló cabida entre los protestantes del siglo XIX y en
décadas recientes generalmente ha sido aceptado por los fundamentalistas.

La interpretación Católica opuesta y el Protestantismo moderno

Los reformadores protestantes sostenían que el sistema papal era el Anticristo


profetizado, descrito por los múltiples signos del cuerno pequeño de Daniel, el hombre
de pecado y el misterio de iniquidad de Pablo, y la bestia, la Babilonia y la Ramera,
81
descritas por Juan, etc. Dos astutos jesuitas opusieron el argumento de que el anticristo
no era un sistema que pretendía se cristiano y que abarcaba la edad Media, sino un solo
individuo. Según Francisco Rivera, el Anticristo era un judío en el futuro distante, que
reinaría en Jerusalén, o como, según Luis Alcázar un emperador romano pagano del
pasado que gobernó durante los primeros siglos.

Con el tiempo estas interpretaciones fueron adoptadas por la gran mayoría de los
protestantes, que, probablemente no conocían estos antecedentes jesuíticos. La mayoría
de los fundamentalistas han adoptado el argumento futurista de Rivera: que la bestia-
anticristo es un tirano perverso y ateo que aparecerá y ejecutará sus fechorías en
Jerusalén al fin de los siglos en un lapso de tres y medio años literales. De esta manera
el futurismo coloca la mayor parte del libro del Apocalipsis en el llamado tiempo del
fin. Pero los modernista mayormente aceptaron la tesis preterista de Alcázar,
identificando a la bestia-anticristo como un emperador romano perseguidor en un lejano
pasado, y aplican todo el libro del Apocalipsis a los comienzos de la Era Cristiana. De
manera que el protestantismo moderno dividido ha abandonado en general la clara
enseñanza de los reformadores protestantes en cuanto al Anticristo, y ha aceptado
interpretaciones basadas en uno u otro de estos dos puntos de vista, que se excluyen
mutuamente y fueron auspiciados por la contrarreforma católica

El despertar del siglo XIX

La interpretación profética histórica ha tenido predominio en tres períodos:


primero, en los comienzos de la Era Cristiana, después en los períodos de la Reforma y
la época posterior a la Reforma y finalmente, a comienzos del siglo XIX. En su
conjunto, este es el marco de fondo del despertar adventista del siglo XIX en el viejo
mundo y del movimiento adventista del nuevo mundo en los cuales muchos expositores
independientes fueron pioneros en la presentación de interpretaciones paralelas.

Antecedentes de la interpretación Adventsita

Las interpretaciones de 25 siglos demuestran que nuestra tarea, como


Adventistas del Séptimo Día, es la de recuperar y continuar las honrosas y ortodoxas
exposiciones proféticas mantenidas a través de los siglos, las cuales se han ido
acumulando y desarrollando, y ahora han sido restauradas y perfeccionadas y han
adquirido una nueva importancia a las luz de estos últimos tiempos. Es lógico y natural
que nuestro énfasis especial se enfoque ahora sobre estos segmentos de las profecías
que atañen a los últimos días y que hasta ahora no se habían percibido o hecho resaltar.
En el pasado aún no había llegado el tiempo para su cumplimiento y reconocimiento
natural, su aplicación y énfasis.

Escuelas de Interpretación Profética

1. La Escuela Modernista. Niega totalmente la posibilidad de una profecía que se


proyecta hacia el futuro, y afirma que las “predicciones” fueron escritas después
82
de haberse realizado lo que se había “predicho” o que tales “predicciones” solo
reflejaban las esperanzas que el profeta y su pueblo acariciaban para el futuro.

2. La Escuela Futurista. Afirma que muchas de las promesas de restauración y


liderazgo mundial que le fueron formuladas al antiguo Israel están aún por
cumplirse en relación con el establecimiento del estado moderno de Israel.

3. La Escuela Preterista. Sostiene que prácticamente todas las profecías


terminaron con la caída de la nación Judía y con la destrucción de la Roma
Pagana; y que el Anticristo había sido algún emperador romano como Nerón,
Domiciano o Diocleciano.

4. La escuela conocida como movimiento Anglo Israelita. Enseña que los pueblos
anglosajones son los descendientes de las así llamadas “tribus perdidas” del
reino del Norte, y que las promesas se cumplirán en buena medida a favor de sus
descendientes actuales.

5. Una escuela menos definida. Basa su interpretación de las partes proféticas del
AT en la teoría de que el profeta, si bien presentaba mensajes a la gente de su
época, también a veces se trasladaba a un futuro distante, de modo que muchas
de sus predicciones no se aplicaban en absoluto al pueblo literal de Israel, sino
que eran exclusivamente para el Israel espiritual o sea la iglesia de hoy.
Siguiendo esta interpretación, algunos han llegado al extremo de proponer una
migración cristiana a Palestina.

6. Escuela Historicista (Profética – Histórica). Este principio de interpretación ha


sido heredado por los Adventistas del Séptimo Día . Esta escuela sostiene que
las profecías, “especialmente las de Daniel”, revelan claramente la mano
decisiva de Dios en la historia y su dominio de los asuntos mundiales; presenta
la filosofía divina de la historia y su significado; despliega el proceso del gran
Plan de Redención, con la terminación catastrófica de los siglos en el futuro; y
por último presenta la última esperanza del mundo y su final glorioso.

Principios de Interpretación Profética del Antiguo Testamento


de la Escuela Historicista

1. Las promesas hechas al antiguo Israel eran condicionales. La promesas y


las predicciones del AT estaban dirigidas al Israel literal y debían haberse
cumplido en relación con esa nación, siempre que ella fuera obediente. El
cumplimiento parcial de la voluntad de Dios, determinó que fuera también
parcial el cumplimiento de las promesas que Dios había hecho con respecto
al pacto.

2. Israel como nación no cumplió las condiciones; por lo tanto, perdió el reino
y las promesas. Muchas de las promesas dadas a Israel, sobre todo las que
se refieren a la proclamación del Evangelio a las naciones y al
83
establecimiento del reino Mesiánico no pudieron cumplirse para los judíos
debido a su infidelidad.

3. La Iglesia Cristiana, el “Israel Espiritual”, es ahora la heredera de las


promesas. El fracaso del Israel literal no significa que “la Palabra de Dios
halla fallado” (Rom. 9:6). Cuando la nación de Israel fue cortada como
rama muerta de la verdadera raíz de Abraham, quedaron los judíos
cristianos adheridos al tronco espiritual. Además, fueron injertados a ese
tronco original los cristianos gentiles.

4. Profecías que fueron originalmente literales pueden tener un cumplimiento


espiritual para el “Israel Espiritual” en esta época y trascendentalmente en
el mundo venidero. Las aplicaciones del NT muestran que las profecías
dadas literalmente al antiguo Israel pueden tener un cumplimiento no literal
en la iglesia, en las nuevas condiciones de la Era Cristiana, y un
cumplimiento final, sin los factores propios de la mortalidad en el Reino
Eterno.

Las predicciones de los profetas del Antiguo Testamento


Pueden dividirse en cuatro categorías

1. Predicciones que surgieron de la situación histórica inmediata y que solo se


relacionaban con ella o con los acontecimientos que estaban a punto de ocurrir.
Ejemplo: Las profecías de Jeremías en cuanto a los yugos de hierro y madera.
(Cap. 28).

2. Predicciones que anticipaban manifiesta y exclusivamente hechos relacionados


con la venida del Mesías. Ejemplo: Isaías 9:6,7; 40: 3-5; 53; Daniel 9

3. Las profecías del libro de Daniel que tienen que ver en primer lugar con los
acontecimientos históricos del futuro lejano Es decir, con la Era Cristiana y el
tiempo del Fin según lo afirman las profecías mismas. Ejemplo: Daniel 2:44;
7:27; 8:14; 10:14; 11:40; 12:4

4. Profecías que tienen doble aplicación: Primero, a una situación local o histórica;
segundo, al Mesías y a su Reino. Las profecías de esta cuarta categoría son las
que más fácilmente resultan mal entendidas y mal aplicadas. Esto ocurre a
menudo por no comprender que ciertas profecías tienen un aspecto doble.

En las escrituras abundan las profecías que tienen doble aplicación. Ejemplos:

A. La profecía hecha a Abram de que tendría “Descendencia” ( Gén. 12:7;


13:15; 22:18) señalaba claramente a Cristo (Mt.1:1; Gal.3:16), pero
halló también un cumplimiento real y verdadero en el nacimiento de
Isaac (Gen. 13:16; 15:4,5, 13; 17:7, 16; 18:10). En verdad, el primer

84
cumplimiento correspondiente a Isaac, simbolizaba el cumplimiento
completo en Cristo.

B. Cuando el pueblo se preguntaba quién ocuparía el lugar de Moisés como


dirigente, Moisés hizo esta predicción inspirada: “Profeta de en medio
de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios” (Deut.
18:15) Por el contexto resulta evidente que esta promesa atuvo
aplicación inmediata en la dirección profética de Israel, en los años que
siguieron a la muerte de Moisés (Núm. 27:18-23; Deut. 34:9,10; Os.
12:10,13), y sin embargo la inspiración declara que “Nunca más se
levantó profeta en Israel como Moisés” (Deut. 34:10; Núm.12:6-8). Solo
Cristo podía llenar plenamente las condiciones presentadas por Moisés
en su predicción ( Jn. 1:21; 6:14; 7:40)

C. Isaías describió en forma vívida el estado espiritual de Israel en sus días


(Isa. 6:9,10; 29:13), pero Cristo declaró que esas palabras proféticas
describían su generación diciendo: “Se cumple en ellos la profecía de
Isaías” (Mt. 13:14,15; 15:7-9).

La exégesis hecha por Pablo de los incidentes históricos y de las


declaraciones proféticas registrados en el AT se ajusta al molde trazado
por Cristo y los evangelistas.

Ante las profecías que tienen doble aplicación, es natural que surja la
pregunta: ¿Cómo podemos saber cuándo puede considerarse que cierto
incidente histórico tiene su equivalente en un acontecimiento posterior, o
cuándo una declaración tiene doble aplicación? La respuesta es esta:
Cuando un autor inspirado hace tal aplicación. El ir más allá de lo que
está claramente expuesto por la Inspiración, es entrar en el reino de la
opinión persona. En la interpretación Bíblica, la única regla segura es
comparar unos con otros los diferentes pasajes de las Escrituras.

Características de la Literatura Apocalíptica

Entre las características distintivas de la Literatura Apocalíptica, sobresalen las


siguientes:

1. El alcance cósmico apocalíptico. La mayoría de las profecías se refieren a


problemas nacionales e internacionales que giran en torno a la historia de Israel.
Pero las profecías Apocalípticas desempeñan su papel en el escenario mayor del
universo, y tiene como tema central el gran conflicto entre Dios y Cristo contra
Satanás y viceversa

2. La base de lo Apocalíptico en visiones y sueños. El escritor Apocalíptico


registra los sueños y visiones que recibió mientras estaba “en el espíritu” (Apoc.
1:10) . Estas experiencias son particularmente características de los escritores
85
apocalípticos; en realidad, forman virtualmente todo el contenido de las
secciones apocalípticas de Daniel y del Apocalipsis.

3. El uso de alegorías en lo apocalíptico. En términos generales, en la profecía los


símbolos son lecciones objetivas concretas de la vida diaria; por ejemplo el
alfarero y la arcilla (Jer. 18:1-10), el yugo (Jer. 27:2), el adobe (Eze.4:1,2). Por
otra parte, en la profecía apocalíptica los símbolos empleados son casi siempre
seres que nunca se ven en la vida real, como bestias policéfalas, ángeles que
vuelan en el cielo y animales que hablan y obran con inteligencia.

Los lapsos proféticos, que en Daniel y Apocalipsis aparecen repetidas veces


generalmente deben entenderse de acuerdo con el principio de día por año.

4. La forma literaria de lo apocalíptico. Muchas de las profecías están en forma


poética, mientras que la profecía apocalíptica está casi enteramente en prosa,
excepto una inserción ocasional de poesía, particularmente de himnos (Apoc.
4:11; 5:9,10; 11:17,18; 15:3,4; 18:2-24; 19:1,2, 6-8).

Estas consideraciones destacan la regla de que para ser debidamente interpretada


la literatura apocalíptica, debe ser entendida en términos de su estructura literaria
característica y de su énfasis teológico. El centro de su mensaje es el tema del
gran conflicto que enfoca especialmente el fin catastrófico de este mundo y el
establecimiento de otro nuevo. Todo esto se presenta en lenguaje
eminentemente simbólico, que no siempre permite una exacta interpretación. Al
hablar de las cosas sobrenaturales, el lenguaje literal es a veces completamente
inadecuado para presentar las más primorosas realidades del cielo. El lenguaje
figurado apocalíptico es en algunos aspectos semejantes al de las parábolas y
deben tomarse las mismas precauciones al interpretar ambos.

Interpretaciones Proféticas del Milenio

1. Los premilenaristas. Sostienen que estas profecías señalan un reino mundial de


la iglesia o de los judíos, en un milenio futuro después de la Segunda Venida de
Cristo.

2. Los posmilenaristas. Enseñan que las profecías del milenio señalan a una era
áurea futura que disfrutará la iglesia antes de la Segunda Venida.

3. Los amilenaristas. Sostienen que el milenio se refiere simbólicamente a toda la


Era Cristiana. Este grupo reduce las descripciones del AT relativas al reinado
ofrecido al antiguo Israel, a simples alegorías de las victorias de la iglesia en la
dispensación evangélica.

Estas tres interpretaciones del milenio tienen una doble falsedad:

86
A. Ninguna de ellas armoniza con las especificaciones que presenta
Apocalipsis 19:11 al 20:15, el pasaje más importante de las Escrituras
que trata del Milenio. Este pasaje muestra claramente que no habrá ser
humano vivo en la tierra durante ese período (20:1) Por lo tanto, el
milenio no puede ser un período de justicia, paz y prosperidad en la
tierra.
B. Estas profecías se fundan en un concepto falso de la naturaleza de las
profecías del AT. Por ejemplo, muchos premilenaristas sostienen que
las profecías del reino del AT son decretos literales e inalterables que
aún deben cumplirse para el Israel literal. Esta creencia equivocada ha
producido un sistema conocido como futurismo.

Precaución en la interpretación de las


profecías no cumplidas

En general los Adventistas del Séptimo día han sostenido que el cumplimiento
de Daniel 11:45 está aún en el futuro. Señalando esta profecía es importante recordar
las prudentes palabras pronunciadas por el pionero adventista Jaime White en 1877 con
referencia al cuidado que se debe tener al interpretar la profecía aún no cumplida,
todavía constituyen un buen consejo en la actualidad:

“Al interpretar profecías no cumplidas donde la historia no está escrita, el


estudiante debiera presentar su exposición sin demasiado dogmatismo para que
no se encuentre extraviado en el terreno de la fantasía.

“Hay quienes piensan más sobre la verdad futura que sobre la verdad presente.
Ven poca luz en el sendero en que caminan, pero creen que ven gran luz delate
de ellos.

“Las opiniones respecto a la cuestión del Oriente se basan en profecías que no se


han cumplido aún. En estos casos debiéramos andar con cautela y nuestras
definiciones debieran ser cuidadosas para que no se nos encuentre quitando los
hitos que se han establecido firmemente en el movimiento Adventista. Puede
decirse que hay consenso general sobre este tema, y que todos los ojos se
vuelven hacia la guerra actual entre Turquía y Rusia [1877-78] como el
cumplimiento de esa porción de la profecía que confirmará mucho la fe en el
próximo clamor y el fin de nuestro mensaje. Pero es inquietante preguntarse
cuál será el resultado de este en dogmatismo en cuanto a profecías no
cumplidas, si las cosas no salen como se espera tan confiadamente”. (Jaime
White RH 29-11-1877).

87
HERMENÉUTICA ADVENTISTA

88
INTERPRETACIÓN BÍBLICA EN EL MOVIMIENTO
ADVENTISTA

¿Por cuales principio de hermenéutica llegó William Miller a su convicción de


que el advenimiento debía ser esperado en 1844?

Tres escuelas de interpretación profética estaban en existencia cuando el


movimiento millerista empezó: (1) Preterismo, la creencia que la mayor parte del libro
de Apocalipsis se cumplió hace mucho tiempo; (2) Historicismo, la creencia de que los
eventos del Apocalipsis se están cumpliendo a través de la historia, con algunos ya
cumplidos, otros en vía de cumplimiento, y aún otros se han de cumplir en el futuro; y
(3) Futurismo, la creencia de que lo que esta predicho en Apoc. (4) y adelante, está aún
en el futuro; nada se cumplió, ni se cumplirá hasta justamente antes del fin de los siglos.

El futurismo surgió con Ribera, el jesuita español que en 1590 publicó un


comentario sobre el Apocalipsis. Al comienzo del siglo XIX en futurismo penetró entre
los protestantes. Hoy domina este segmento del protestantismo que más se ocupa con
las profecías y su cumplimiento.

Miller pertenecía a la escuela historicista. Muchos comentaristas antes de él


seguían este sistema. En efecto, los reformadores eran historicistas. George E. Ladd
dice que “este tipo histórico de interpretación con su aplicación del anticristo a Roma
papal dominó de tal modo el estudio protestante de las profecías durante tres siglos, que
ha sido frecuentemente llamado la interpretación “protestante.”

Esta dependencia del pasado es abundantemente demostrada por L. E. Froom en


su obra en cuatro tomos La Fe Profética de Nuestros Padres. Enumera decenas de
intérpretes que esperaban el fin de los 2300 días aproximadamente entre 1844 y 1847,
aunque divergían en cuanto a los acontecimientos a realizarse en esta fecha.

En sus sermones Miller frecuentemente hacía mención de las reglas por las
cuales sacó sus conclusiones. Creía firmemente que sólo cuando principios correctos de
interpretación son aplicados se puede llegar a conclusiones correctas. Sigue un sumario
de sus reglas:

1. Una buena parte del mensaje profético es comunicado por símbolos.

Por ejemplo: Animales, representan reinos; agua, representa pueblos. Todas las
figuras tienen tanto un significado literal como simbólico. Así, literalmente, un animal
representa un reino; pero metafóricamente, por ejemplo, si fuera una león, el poder de
reinar.

2. El sentido literal de una figura es descubierto hallándose otros textos que lo


expliquen.
89
3. La Escritura debe ser comparada con la Escritura.
4. Hay unidad en las Escrituras. Una profecía completa a otra. La unidad menor, la
palabra, debe recibir su sentido bíblico.
6. La unidad mayor, la sentencia, debe tener su relación propia con el todo.

7. El estudiante de la Biblia debe seleccionar y reunir todas las partes del asunto
que quiera
investigar.

8. La palabra y la oración deben tener su función propia en el todo.

¿Cómo lo determinan los historicistas? ¿Cuáles eventos en la historia son el


cumplimiento de profecías específicas?. Para verificar si el verdadero evento histórico
fue identificado, Miller sugiere lo siguiente: “Si usted halla cada palabra de la profecía
(después que los símbolos son comprendidos) cumplida literalmente, entonces puede
saber que identificó el evento correcto en la historia. Pero si a una palabra le falta el
cumplimiento, entonces debe procurar otro evento o esperar su desarrollo futuro. Porque
Dios cuida que la historia y la profecía se armonicen de tal suerte que los hijos de Dios
verdaderos y creyentes no sean avergonzados.”
Por encima de requerir un conocimiento profundo de las Escrituras, el método
historicista exige un conocimiento sólido de historia. Pero se debe recordar que el
tiempo que Miller hizo su trabajo, las interpretaciones básicas de los libros de Daniel y
Apocalipsis habían sido desarrolladas por varios expositores. Después de su estudio
inicialmente independiente, Miller examinó críticamente sus propias conclusiones. De
un modo general se vio de acuerdo con los comentaristas. Pero llegó a ciertas
conclusiones independientes. Así estuvo edificando sobre los hombros de sus
predecesores. Sus asociados a su vez continuarían edificando sobre sus hombros y
corrigieron y aclararon algunas de sus opiniones.

A su vez los intérpretes adventistas posteriores corrigieron y aclararon opiniones


proféticas de sus antecesores. En cuanto a principios de hermenéutica aplicables a la
literatura apocalíptica, los adventistas introdujeron muy poco de nuevo, aunque
ensancharon y sistematizaron la interpretación de los libros de Daniel y Apocalipsis.

El libro de Uriah Smith sobre Daniel y Apocalipsis acepta sin discusión el


principio de interpretación historicista. En la introducción a la edición de 1897 el autor
habla del principio de interpretación místico o aligorizante y sus errores, y de los
méritos del principio de interpretación literal. Continúa diciendo que aunque haya
muchos símbolos en la Biblia, y que muchos de los libros bajo consideración,
particularmente el de Apocalipsis, sean revestidos de una lengua simbólica, las
Escrituras no introducen símbolos sin proveer en alguna parte una explicación literal del
mismo símbolo.

En 1953-1958 la iglesia Adventista del Séptimo Día publicó el Comentario


Bíblico Adventista. Este comentario, a groso modo endosa, las opiniones de Smith

90
sobre las profecías de Daniel y Apocalipsis, al mismo tiempo que ensancha y aclara
algunas de las interpretaciones. Pero el principio historicista queda.

Al paso que Miller y los Adventistas más tarde afirmaban que el tiempo de
prueba para los hombres termina al tiempo de la Segunda Venida, los premilenialistas
literalistas esperaban el milenio durante el cual los judíos restaurados a la Palestina y al
favor de Dios reinarían sobre reinos temporales. Contra estas nociones literalistas los
Adventistas combatieron desde el comienzo. Una conferencia millerista de 1842 hizo l
siguiente: “Ninguna porción del NT da la mínima sugestión de la restauración literal de
los judíos a la vieja Jerusalén. Creamos que los argumentos sacados de las profecías del
A T son basados sobre una comprensión errónea de estas profecías.”

Miller escribió el mismo año: “No hay texto, promesa o profecía, escrita o dada
por Dios para apoyar la idea que las profecías del A T requieren una restauración futura
de los Judíos.”

Un Enfoque Adventista al Estudio de la Biblia

La palabra “Adventista” puede sonar parroquial o sectarista pero no es esta la intención. Por
”Adventista” queremos significar en esta instancia, un enfoque que está fundado en la Biblia y
que es típico de la gran herencia protestante a la cual pertenece la mayor parte de los
reformadores del siglo XVI, el enfoque mantiene su fundamento en la Biblia como Palabra de
Dios inspirada, mientras que al mismo tiempo contesta las interrogantes de al mente moderna
en la situación actual.

A continuación se presentan los conceptos básicos y fundamentales de interpretación Bíblica


bajo dos títulos principales:

I. Fundamento de interpretación Bíblica


II. Principios y procedimientos para interpretar la Biblia

I. Fundamento de Interpretación Bíblica

A continuación se presentan los fundamentos de interpretación de las Escrituras:

1. La Biblia como Palabra inspirada de Dios.

Toda interpretación apropiada de la Biblia debe estar fundamentada en el principio de que


todas las Escrituras han sido inspiradas por Dios a través del Espíritu Santo. Por lo tanto, no
hay una diferencia cualitativa de inspiración. Esta aceptación de la Biblia como Palabra de
Dios excluye grados o niveles de inspiración.

2. Dios como Autor de la Biblia

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La singularidad de la Biblia es dada a través de su origen Divino, inspirado. Las Escrituras
provienen de Dios, quien es el Autor de ellas, aún cuando estén escritas en lenguaje humano.
Por consiguiente, la Biblia no es el producto del genio humano o de la tradición, no debe ser
utilizada o interpretada como si fuera solamente un libro humano. No debe ser interpretada a
nivel del lenguaje humano solamente.

La Biblia presenta una “unión de lo Divino con lo humano”. Cualquier enfoque


interpretativo de la Biblia que intente investigarla o interpretarla solamente a nivel humano, no
es fiel a la unión indivisible de lo Divino y lo humano.

3. La unión indivisible de lo Divino y lo humano en la Biblia

La Biblia “presenta una unión de lo Divino y lo humano” (5T. 747), como fue también
manifestado en Jesucristo, quien en sí mismo combinó la divinidad con la humanidad al ser el
Hijo de Dios y el Hijo del Hombre. Como la unión de lo Divino y lo humano en la persona de
Jesucristo es inseparable e indivisible, así la Biblia es la unión inseparable e indivisible de lo
Divino y lo humano, tornándola la Palabra de Dios en el lenguaje de los hombres. Los
enfoques interpretativos, los métodos y las técnicas que intenten tratar con la Biblia solamente
a nivel humano, no hacen justicia a la unión inseparable e indivisible de los Divino y lo
humano. Toda interpretación de las Escrituras debe estar en armonía con la unión Divina y
humana de la Palabra de Dios.

4. Autoridad de la Biblia como autoridad de Dios

La autoridad de Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo es la fuente de la autoridad de la Biblia.


La autoridad de la Biblia es así, norma de fe y vida, doctrina y proclamación, pensamiento e
investigación. La autoridad Bíblica no está fundada en la iglesia. No está fundada en ninguna
agencia o empresa humana. Por lo tanto, el significado e interpretación de la Biblia no
depende de decretos o concilios de los seres humanos.

5. La unidad en el Antiguo y Nuevo Testamento

La unidad de los dos Testamentos de la Biblia es una realidad de las Escrituras fundada en la
inspiración de ellas. Toda la Biblia es la Palabra de Dios. Hay unidad tanto dentro de cada
Testamento como entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Esto, a pesar de la variedad de
lenguajes, estilos, formas literarias y énfasis de los escritores inspirados individualmente.

6. El Canon de la Biblia en ambos Testamentos

Declaraciones de Jesús, tales como “Escrito está” (Mt. 4:4; 6,10) o que, “la Escritura no
puede ser quebrantada” (Jn. 10:35) indican que El ejemplificó y mantuvo una fiel sumisión a l
Antiguo Testamento como Canon inspirado. Los libros del Nuevo Testamento no se hicieron
Canónicos por autorización de la iglesia o porque fueran incluidos en listas Canónicas, sino
porque éstos 27 libros del Nuevo Testamento fueron incluidos en el Canon de la iglesia por ser
Divinamente inspirados, por tener autoridad apostólica y ser reconocidos así por orientación

92
del Espíritu Santo. El Canon de la Biblia no es por lo tanto, el producto de la iglesia, sino del
Espíritu Santo.

En vista de que la Biblia no hace distinción entre los niveles Canónicos, y siendo que todos
los Libros Bíblicos son de igual origen Divino, escritos por medio de instrumentos humanos
inspirados, no hay formas superiores o inferiores de las Escrituras Canónicas. Los libros o
Escritos Bíblicos, ya sean de mayor o menor antigüedad, son autoritarios, genuinos y
auténticos por igual. No hay distinción cualitativa en los niveles de autoridad en el Canon.

7. La Biblia como su propio intérprete

El famoso y reconocido principio de la reforma de que “la Escritura es su propio intérprete”


o que “La Biblia es su propio expositor”, tiene completo apoyo Bíblico. Por ejemplo 1 Cor.
2:13; 2 Pd. 1:20; Luc. 24:27). Esto significa que “la Escritura interpreta a la Escritura”
(Evang. 423).

La interpretación propia de la Biblia es:

a. Una salvaguarda contra la superposición de nuestros puntos de vista


sobre las Escrituras.
b. Niega que un pasaje de las Escrituras contradiga, interprete o aplique
erróneamente otros pasajes
c. La interpretación propia de la Biblia dilucida y revela otros pasajes,
sin reinterpretarlos, de tal manera que tengan un significado ajeno al
intento original.

8. Las verdades normativas de la Biblia

La Biblia es la revelación autoritativa de las verdades Divinas. La autoridad de las verdades


contenidas en la Biblia no está restringida solamente a asuntos de salvación, sino que toda
verdad que revela la Escritura es objetiva, autoritaria y absoluta. Esto implica, por ejemplo ,
que Génesis capítulos 1 al 11 es un registro inspirado de eventos de los comienzos y no
solamente algo teológico o un mito.

9. Preconceptos humanos determinados por la Biblia

Ningún intérprete puede despojarse tan completamente de su pasado que pueda acercarse a
la Biblia con absoluta neutralidad. Hay un dogma que dice que no hay total o absoluta
objetividad. No existe el así llamado “Principio de la cabeza vacía”, de acuerdo con el cual el
investigador se despoja así mismo de todas las nociones y opiniones preconcebidas, y enfoca el
tema a ser estudiado con completa neutralidad. Parece que de alguna manera inevitable hay
siempre un preconcepto con el cual el intérprete enfrenta su investigación. Mientras
reconocemos este hecho, también debemos afirmar que los preconceptos del intérprete deben
derivar y permanecer bajo el control de la misma Biblia. Cualquier preconcepto que esté
93
sujeto a conceptos tales como el naturalismo con su universo cerrado de un sistema de causas y
efectos imanentes, la evolución con sus axiomas de desarrollo, o la ciencia, el humanismo o el
relativismo, es ajeno a la Biblia. La Palabra de Dios no debe ser forzada a amoldarse a tales
conceptos y suposiciones foráneas.

10. La iluminación permanente del Espíritu Santo

Se necesita el Espíritu Santo por medio del cual fueron inspiradas las Escrituras, como
iluminación permanente del intérprete Bíblico. El Espíritu Santo crea en el intérprete, a través
de las Escrituras un preconcepto adecuado y una perspectiva esencial para la interpretación de
la Palabra de Dios. La iluminación permanente del Espíritu Santo es esencial para auna
genuina interpretación de la Escrituras.

II. Principios y Procedimientos de Interpretación Bíblica

Los principios y procedimientos de interpretación Bíblica que se señalan a continuación ,


buscan:

a. Determinar lo que quisieron decir los escritores Bíblicos para su tiempo y lugar.
b. Exponer el sentido completo, directo o indirecto, de las palabras y mensajes de los
escritores inspirados, a un yendo más allá de lo que el escritor inspirado pueda haber
comprendido por sí mismo. ( I Pd. 1, 10,11; DN 8:26,27; Zc 4:13)
c. Comunicar el mensaje Bíblico apropiadamente al hombre moderno en los distintos
ambientes culturales en los cuales se encuentra.

1. El texto original y los estudios de textos

Los documentos originales de la Biblia no han sido preservados, pero hay más de 5.500
manuscritos o fragmentos de manuscritos del Nuevo Testamento (una cifra inigualada en
ningún otro documento antiguo) y numerosos manuscritos o fragmentos del Antiguo
Testamento. Aunque se evidencia un cuidado especial en el proceso de copia, los escritores
han cometido errores, la mayor parte sin intención y algunos intencionales. Los estudios de
textos (normalmente referido como, “paja crítica” o más frecuentemente “crítica textual”) son
obligatorios para la recopilación del texto original.

En general, se puede decir que las variantes textuales no influyen en las doctrinas Bíblicas en
ninguna forma materias.

2. La traducción de la Biblia en los idiomas modernos

Entre las técnicas apropiadas de traducción están la formal, de palabra por palabra y la
dinámica, de significado por significado. El significado de la Biblia no está atado a la
estructura Bíblica o a un contexto de cultura antigua como para que su significado no sea
comprendido por otros contextos culturales. La Biblia en el texto de los lenguajes originales y
en una adecuada traducción, es para toda la gente sin tomar en cuenta el tiempo y el espacio.

94
3. Determinación de paternidad literaria, fecha, lugar y unidad de los libros Bíblicos

Muchos libros Bíblicos o partes de ellos (por ejemplo, Salmos, Proverbios) proveen
información explícita sobre los autores en encabezamientos, versículos de apertura u otros
tipos de información. Este criterio Bíblico directo e interno, es normativo para conocer el
autor, fecha, lugar y unidad de estructura. Cuando hay anonimato o falta de información en un
documento dado o en un grupo de escritos, el resto de las Escrituras tendrá prioridad para la
identificación del autor, fecha, lugar y unidad por encima de cualquier tradición antigua o
moderna, o de la opinión de los eruditos.

Es cierto que la determinación del autor, fecha, lugar y unidad de cada escrito de la Biblia es
muy valioso por muchas razones, pero no debe, de ninguna manera, oscurecer el hecho de que
Dios es el autor de la Biblia.

4. El texto Bíblico y el asunto del contexto

En la interpretación, el significado del contexto es de gran importancia. Deben considerarse


los siguientes contextos:

a. Contexto de Palabra. El contexto de una palabra en la oración puede ser llamado contexto
léxico. Hay un significado recíproco entre cada palabra de una oración en su relación
sintáctica. Las palabras encuentran su significado en la oración y en su relación con otras
oraciones y finalmente en la unidad o párrafo al cual pertenece la oración.

b. Contexto de pensamiento. Se puede ir más allá del significado del término en su oración a
las ideas, conceptos, motivos y pensamientos que expresan, o sea, al contexto de pensamiento
en el libro o documento investigado dentro del contexto mayor de las escrituras. La Biblia es
la revelación de Dios que trasciende todo pensamiento humano. El contexto Bíblico determina
el contexto de “pensamiento” escrito por los autores Bíblicos.

c. Contexto literario. Los escritores Bíblicos emplearon una gran variedad de formas
literarias, tales como prosa y poesía, expresiones idiomáticas, metáforas, parábolas, etc. El uso
de estas diferentes formas literarias no niega la realidad de la narración o la historicidad de los
sucesos.

d. Contexto Bíblico. La Biblia es la Palabra de Dios y no puede ser interpretada como


cualquier otro libro. El contexto más apropiado para comprender e interpretar cualquier parte
de las Escrituras, son ellas mismas. El AT es la clave del NT y el NT revela los misterios del
AT. El AT y el NT se dan luz uno al otro (PV.88). El AT es el evangelio encubierto y el NT
es el evangelio revelado (PV.88). La revelación progresiva, en el sentido de que la revelación
posterior es superior en valor o autoridad a la anterior, no es Bíblica, sino que la revelación
Bíblica de Dios es progresiva en el sentido de que hay un constante descubrimiento de la
verdad por medio de los escritores inspirados posteriores.

e. Contexto moderno. Es básico el reconocimiento de que el significado original del texto de


las Escrituras determina su comprensión. El significado original no debe ser alegorizado o
95
reinterpretado, basado en la suposición de que el contexto del lector u oyente moderno es tan
diferente del contexto de los escritores inspirados del pasado y sus oyentes que no hay
suficiente continuidad u homogeneidad para garantizar una directa aplicación de la enseñanza
Bíblica de fe y vida hoy día. La visión Bíblica de la humanidad y su situación no es diferente
de la de los hombres del mundo moderno. El diagnóstico de los problemas y sus soluciones
permanecen verdaderos y altamente relevantes en el presente.

5. El texto Bíblico en palabras, oraciones y unidades.

Hay una relación recíproca entre las palabras, sus formas gramaticales y su relación en una
oración (sintaxis). Las relaciones entre palabras y oraciones son de fundamental importancia
para el intérprete. En el lenguaje hebreo, la s relaciones son diferentes de las del griego y
ambos difieren de los idiomas modernos. El estudio apropiado de las palabras y oraciones
exige un profundo análisis de los idiomas Bíblicos.

El contexto Bíblico y la verdad Bíblica permanecen como normas para el uso de las
palabras en sus oraciones y unidades. Se entiende que una unidad contiene una serie de
oraciones y trata con un pensamiento dado o un aspecto de un pensamiento mayor. La
clasificación de unidades se logra a través de un criterio interno.

La interpretación de las unidades involucra el estudio de:

a. Los antecedentes Bíblicos y extrabíblicos, históricos, culturales y religiosos


b. La ambientación y fecha de la unidad dentro de un texto Bíblico
c. Si es posible, la forma y contexto literario
d. Las palabras y oraciones
e. Los motivos teológicos y el mensaje total con el contexto de toda la Biblia como un
todo

6. Los libros Bíblicos y sus mensajes

La comprensión de los libros enteros de la Biblia depende de la interpretación de sus


unidades constituyentes. El significado acumulado de todas las partes constituye el mensaje
total del libro de Isaías. El evangelio de Mateo también debe ser estudiado en su totalidad
para captar su mensaje.

7. La teología de la Biblia en su totalidad

El propósito final de toda interpretación Bíblica no es solamente conocer el significado de


sus palabras, oraciones, unidades y libros. La meta última es descubrir las verdades y
mensajes totales de todas las Escrituras.

Es intención divina que el “sentido completo” genuino y normativo fuera revelado a través
de la inspiración divina en un momento posterior. Este procedimiento resguarda a las

96
Escrituras de interpretaciones subjetivas y personales y asegura la interpretación propia de la
Biblia basada en el principio de la analogía de la fe.

Por último, la Biblia tiene un solo evangelio y un solo mensaje. Diferentes escritores
inspirados variarán en sus expresiones de acuerdo a sus respectivas circunstancias y
propósitos, pero hay acuerdo sobre las verdades Bíblicas en su riqueza total. Hay “un Señor,
una fe...” (Efesios 4:5).

Interpretación Escatológica
Hans K. Rondelle

Los Adventistas del Séptimo Día creen que sus credenciales divinas como la “iglesia
del remanente” se encuentran particularmente en la promesa de la venida de Elías antes del
“día de Jehová grande y terrible” en Mal. 4, y en el llamamiento de Apoc. 14, para rendir culto
al Creador y prepararse para el día del Juicio. Esta conciencia escatológica es reflejada en el
hecho de que la mitad de sus declaraciones de creencias fundamentales son basadas sobre las
profecías del Apocalipsis.

Relación con el Protestantismo Primitivo

Visto en una perspectiva religiosa-histórica, la interpretación bíblica adventista


concuerda con el principio de sola scriptura de la Reforma, esto es, que la Biblia es su propio
intérprete. En armonía con la interpretación de los Reformadores, de nuevo, los adventistas
confiesan que el tema unificador del AT y del NT es Jesucristo y la redención que se centra es
Él. La diferencia entre la teología adventista y la teología reformada no está en el campo de la
soteriología sino en el de la escatología, especialmente la que enfoca la segunda venida de
Cristo.

Este capítulo usa el término “escatología” para el cumplimiento de profecías del AT


que van desde el primer advenimiento de Cristo hasta el establecimiento del reino eterno de
Dios. El término escatología apocalíptica se concentra en las señales de los tiempos
conducentes a la segunda venida de Cristo.

Intérpretes adventistas pretenden en su escatología continuar las


interpretaciones proféticas normativas de la Iglesia Cristiana. Por consiguiente la
escatología adventista puede ser caracterizada no solamente por sus
interpretaciones particulares, sino también por retener las interpretaciones
normativas de la Reforma.

Esta continuidad es fundamental, porque lo nuevo es el resultado de la aplicación


consecuente de los principios cristocéntricos de la Reforma, particularmente a las profecías
apocalípticas de Daniel y del Apocalipsis. En tanto que las iglesias protestantes en general
abandonaron gradualmente su plataforma histórica sobre las profecías en los siglos XIX y XX,
el movimiento adventista resultó de un renacimiento de la interpretación profética y un
97
reanudamiento profético de la Reforma de los siglos XVI y XVII. (Ver el Comentario Bíblico
Adventista, Vol. 4. Pág. 76)

Coherencia en la Interpretación Profética Cristocéntrica

El NT frecuentemente revela que ni todas las profecías en el AT concernientes a Israel


y sus enemigos – tales como Babilonia, Edom y Egipto, tuvieron un cumplimiento final. Esto
no significa, que las profecías cumplidas no tengan importancia para la iglesia cristiana. El NT
frecuentemente sugiere una relación teológica entre las experiencias de Israel como el pueblo
del antiguo pacto y las de la iglesia de Cristo como el pueblo del nuevo pacto (Ver Gál. 4:21-
23; Heb. 12;18-24; 1Ped. 2:9, 10).
Esta correspondencia entre las promesas y admoniciones del AT y del NT, encuentran
su unidad fundamental en el Dios de la alianza, que habló a través de los profetas del AT y
después por Jesucristo (Heb. 1:1, 2; 2 Cor. 1:19, 20; Rom. 15:8, 9)

Bajo la alianza de Dios con Israel, el cumplimiento de sus promesas fue subordinado a
la obediencia (Ex. 19:1 – 6; Jer. 18:5 – 10). Es esencial considerar el tiempo y el lugar exactos
de las varias promesas y maldiciones relacionadas con el pacto, en el desarrollo histórico de
Israel a fin de averiguar los cumplimientos específicos durante y después del exilio asirio –
babilónico, así como los aspectos que no se cumplieron por su falta en satisfacer las
condiciones impuestas por Dios. Lo que es de importancia crucial, sin embargo, es reconocer
el testimonio de los apóstoles de que muchas promesas de restauración de Israel encontraron (y
están encontrando) su cumplimiento en Cristo y su iglesia desde el Pentecostés (comparar
Hechos 15:13 – 18 y Amós 9:11, 12; 1 Pedro 2:9 y Éxodo 19:5, 6; Heb. 8:8 – 12 y Jer. 31:31 –
33).

Las promesas del AT ligadas a la alianza no se cumplen automáticamente en la Iglesia.


Ella también es advertida a no hacer alianzas ilícitas con los poderes de este mundo. Los
sacramentos no son una garantía contra la apostasía (1 Cor. 10:1 – 11). Al contrario,
predicciones fuera de duda apuntan a la apostasía que entraría en la iglesia y también a un
conflicto final entre los cielos y la tierra centrado en Cristo y su pueblo (Hech. 20:29, 30; 2
Pedro 2:1 – 3; 2 Tes. 2; Apoc. 17). El NT anticipa la restauración final de la iglesia de Cristo,
compuesta de judíos y gentiles, en preparación para la Segunda Venida del Señor Jesús (Apoc.
12:17; 14:6 – 12). En la Segunda Venida de Cristo muchas de las promesas del AT
concernientes a la restauración de Israel encontrarán un cumplimiento glorioso en la reunión
visible de los santos en ocasión del advenimiento de Cristo “en las nubes a recibir al Señor en
el aire (1 Tes. 4:17; cr. Mat. 24:31 – 31). Entonces los elegidos recibirán la herencia de una
patria y una ciudad, cuyo artífice y hacedor... es Dios” (Heb. 11:10, 13 – 16, 39, 40).

La interpretación cristológica del AT en el NT tiene implicaciones hermenéuticas para


la escatología. Como una elipsis con sus dos focos, las dos venidas de Cristo constituyen los
dos focos de la escatología del NT. Cristo y su pueblo de la alianza, de todas las épocas, son la
norma para el cumplimiento de las promesas y maldiciones ligadas al pacto (Mat. 7:21 – 23;
25:31 – 46).

98
Reconociendo el cumplimiento progresivo en la historia de la redención, la
hermenéutica adventista parece reconocer un cumplimiento múltiple de las promesas
condicionales, ligadas al pacto, referentes a la restauración de Israel (Deut. 30:1 – 10; Isa.
11:11 – 16; Amós 9:11 – 15; Jer. 31: 10).

1. Algunos cumplimientos iniciales a los israelitas que volvieron cuando el cautiverio


babilónico terminó con el decreto de Ciro en 537 A. C. (Esdras 1:1-4).

2. Un cumplimiento en el NT no limitado a orígenes étnicos o lugares geográficos, en


relación a los judíos y gentiles que son reunidos a Cristo y a Su iglesia por la
predicación del evangelio desde el día de Pentecostés.

3. Una culminación en la reunión universal en el reino de Dios de todos los creyentes


en Cristo de todos los tiempos y lugares, en ocasión de su segunda venida en gloria,
sin consideración de origen étnico.
Es significativo que ni Cristo ni los escritores del NT aplican las promesas territoriales
restringidas de Jerusalén y Palestina a la iglesia de Cristo, el remanente fiel de Israel (Rom.
11:5). Esto está de acuerdo con lo que podríamos llamar la interpretación cristología del Israel
de Dios como una nación espiritual (1 Ped. 2:9). El pueblo del NT es unido como un pueblo
solamente por los lazos de la fe y bautismo en Cristo (Gál. 3:26 – 29). La cualificación
cristológica del nombre de Israel superó todas las fronteras religiosas y nacionales y
restricciones étnicas (Efe. 2:14, 15). Esto tiene repercusiones inevitables sobre las promesas
tradicionales territoriales ligadas al cercano Oriente. Más bien que anuladas, estas promesas
territoriales ligadas al pacto son extendidas a todo el mundo (Mat. 5:5; Rom. 4:13), de tal
suerte que las viejas fronteras y restricciones son eliminadas, en armonía con el significado
cristológico de los términos Israel y Judá. De esta manera y desde esta perspectiva, desde la
cruz de cristo, no hay, teológicamente hablando, una tierra, ciudad, montaña santa en el mundo
(Juan 4:21; Mat. 23:28).

El apóstol Pedro también señala este cumplimiento universal de la antigua promesa


territorial: “Bien que esperamos nuevos cielos y tierra nueva, según sus promesas, en las cuales
mora la justicia” (2 Pedro 3:13). El Apocalipsis muestra como Juan vio un nuevo cielo y una
nueva tierra, con “la Santa Ciudad”, Jerusalén nueva, que descendía del cielo” (Apoc. 21:2),
que es el cumplimiento postrimero de todas las promesas de Dios a Abraham e Israel. Los doce
apóstoles y las doce tribus de Israel son integradas en el pueblo de la alianza, en una ciudad, en
un mundo nuevo (Apoc. 21:12 – 14).

Solamente entonces serán cumplidas las promesas del AT completamente, porque el


plan divino de la redención es “de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del
cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”
(Ef. 1:10). El principio cristocéntrico de interpretación testifica a la verdad evangélica
fundamental que los dos testamentos constituyen una unidad espiritual en Cristo, y que los dos
testamentos proyectan luz uno sobre el otro. El AT es la llave escogida para abrir las puertas
del NT y el NT revela los misterios del AT.

99
Escatología del Fin

Aceptando los límites del canon bíblico como la única autoridad normativa para la
teología, no consideraremos aquí los muchos escritos apocalípticos judíos extracanónicos. El
dominio de la apocalíptica veterotestamentaria se concentra específicamente en el libro de
Daniel. Sin embargo, secciones particulares de los libros proféticos pueden ser considerados
apocalípticos, tales como (Isa. 24:47; Eze. 38, 39; Joel 2, 3; Zac. 12 y 14; Jer. 25:15 – 38, etc.).

En el NT, el discurso de Jesús registrado en Marcos 13 y sus paralelos en


Mat. 24 y Lucas 21, y 2 Tes. 2, pueden ser considerados como apocalípticos,
juntamente con el Apocalipsis de Juan.

David S. Russell en su libro The Method and Message of Jewish Apocalyptic


(Londres, 1964). Menciona entre las características de la literatura apocalíptica las siguientes:
simbolismo concentrado, la perspectiva determinada de la historia, especificaciones de tiempo,
ministerio angélico, y las dimensiones cósmicas del conflicto final; una nueva escatología que
conserva una unidad fundamental con la escatología de los otros profetas.

De acuerdo con L. E. Froom, los tres períodos más fértiles de la interpretación


profética en la iglesia cristiana son: la iglesia primitiva, la Reforma, y el despertar del Segundo
Advenimiento, los cuales reconocieron en los libros de Daniel y Apocalipsis tres
características únicas:

1. Ambos libros contienen diversas series de profecías que revelan una secuencia no
interrumpida de eventos culminando con el establecimiento del reino eterno de
Dios.
2. El foco de estas series proféticas es el conflicto perenne entre las naciones y el
Israel de Dios, entre el anticristo y Cristo.
3. Cada serie por si misma revela una repetición y una amplificación de ciertas
partes de la serie anterior, siempre enfocando la historia de la redención y
específicamente el conflicto final entre el bien y el mal.

Estas características nos permiten sacar algunos principios de interpretación


profética. Sobre la base de que ley y orden reinan en el dominio de la apocalíptica bíblica,
siendo Cristo el centro de todas las promesas. Por lo tanto, sugerimos los siguientes
principios hermenéuticos para la interpretación apocalíptica:

1. La apocalíptica del AT y la apocalíptica del NT constituyen una unidad espiritual


en y mediante Jesucristo.
2. Es importante para la apocalíptica del AT determinar, cuando los datos lo
permiten, cuando cada serie profética pasa en el tiempo, el punto de la cruz de
Cristo, porque la terminología y el simbolismo del AT de aquel punto en adelante
reciben una interpretación cristológica.
3. Las profecías apocalípticas del AT que quedaron sin cumplimiento, generalmente
por causa del fracaso de Israel en satisfacer las condiciones impuestas por Dios,
encontrarán su cumplimiento en el remanente fiel de Jesucristo.
100
4. La interpretación de la apocalíptica del NT debe primero considerar el contexto
histórico y teológico en el AT, y al mismo tiempo reconocer el peso hermenéutico
del contexto más amplio de ambos testamentos.
5. Aunque el mismo símbolo de diferentes series apocalípticas lleven el mismo
significado básico, cada símbolo debe ser determinado en su aplicación histórica
y precisa por su contexto inmediato, donde puede tener una diferente aplicación
histórica o geográfica.
6. Como el Apocalipsis de Juan se refiere mas de 490 veces al AT (y así muchos
otros libros de la Biblia parecen encontrar su fin en el Apocalipsis) es un
principio válido determinar como la historia de la redención y el mensaje de cada
libro encuentran su culminación en el Apocalipsis.

A fin de comprender los misterios de la literatura apocalíptica parece ser necesario


emplear diferentes avenidas:

1. La estructura tipológica
2. El concepto de promesa y cumplimiento
3. La perspectiva de la historia de la redención

En el NT no solamente los sacrificios del AT, pero también las funciones


sacerdotales, real y profética, son explicados como tipos de Jesucristo y sus oficios. Además,
Algunos eventos en la historia de Israel tienen valor tipológico para Cristo, su iglesia y sus
enemigos. Se espera que la estructura tipológica en cuestión sea identificada claramente por un
escrito del NT.

Al sugerir que la tipología en la Biblia presupone una historia redentiva en el pasado,


presente y futuro, culminando en los acontecimientos relacionados con Jesucristo (ver Heb. 1:1
– 3), estamos siguiendo las distinciones generalmente aceptadas entre las interpretaciones
tipológica, alegórica, simbólica y literal enunciadas por L. Goppelt en su obra clásica TYPOS.
Una estructura tipológica es caracterizada por la analogía entre el tipo y antitipo. A esta
continuidad básica pertenece la convicción que “el Dios del AT es el padre de Jesucristo y que
Jesús de Nazaret es el Cristo, esto es, el que cumple la historia redentiva del AT” (Goppelt).

Sobre esta base Goppelt llega a la conclusión fundamental que los tipos del AT son
expresiones de una relación con el Dios del AT, al paso que todos los antitipos del NT son
definidos por su relación con Cristo. El AT no puede por consiguiente, ser verdadera y
plenamente comprendida aparte de Jesucristo y el NT (cf. 2 Cor. 3:14 – 16).

Esta manera de comprender AT fue introducida por Cristo. El vio en los profetas,
reyes y ritos del santuario tipos de su propia misión. Revelándose a los judíos como el Mesías,
Jesús anunció: “He aquí más que Jonás en este lugar” (Mat. 12:4). “He aquí mas que Salomón
en este lugar” (Mat. 12:42). “Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí” (Mat. 12:6)

El rey persa Ciro, que conquistó Babilonia en 539 A. C., desviando las aguas del
Eufrates, fue llamado por Isaías el “ungido” de Jehová, y sus actos en libertar los Judíos de
Babilonia fueron predichos por los profetas Isaías y Jeremías (Isa. 44:25: 45: 1 – 6; Jer. 50,
101
51). La historia cumplió estas promesas de liberación de Israel, juntamente con las profecías de
destrucción pronunciadas sobre Babilonia (Ver PK, pp. 531, 532). Lo sorprendente es que el
último libro de la Biblia revela que estos eventos del pasado tienen una aplicación tipológica
en relación a la liberación final del Israel de Dios (ver Apoc. 14:8; 16:12 – 21).

En Apocalipsis 15 el futuro remanente, “los que habían alcanzado la victoria de la


bestia, y de su imagen”, son descritos como cantando triunfalmente “el cántico de Moisés
siervo de Dios, y el cántico del Cordero” (Apoc. 15: 2, 3). Esto puede ser visto como una
referencia al cántico de Moisés y de Israel después de su liberación de Egipto y de la
destrucción de sus perseguidores en el Mar Rojo por la intervención divina (Ex. 15). La
implicación, entonces, es que la experiencia histórica de Israel en el éxodo, y lo mismo su
cántico de victoria tienen valor tipológico para el remanente.

Toda vez que el Apocalipsis de Juan menciona o aplica un nombre hebreo, o se


refiere a una persona o evento del AT, el modelo tipológico exige la determinación del valor
redentivo – histórico original de una expresión en relación con la alianza de Dios con el
antiguo Israel. Solamente entonces el significado cristológico y eclesiológico propio puede ser
sacado por analogía estructural.

Al principio tipológico se aplica no solamente a Israel, pero también a los enemigos


de Israel, tales como Babilonia, Egipto, Edom, de suerte que los antiguos enemigos del pueblo
de Dios funcionan como tipos de los enemigos de la iglesia de Cristo (cf. Apoc. 19:13, 15 e
Isa. 63: 1 – 6). Así el juicio divino de las diez plagas van a ser enviadas a un mundo
impenitente (ver Apoc. 16: 1 – 11). El juicio sobre la antigua Babilonia es también incorporado
en el simbolismo de las siete últimas plagas (Apoc. 16: 12, 19).

El Concepto de Promesa y Cumplimiento


En otra dimensión la relación entre el AT y el NT es de promesa y cumplimiento. El
NT proclama el cumplimiento en Cristo de las promesas de Dios hechas a Israel (Juan 5:39; 2
Cor. 1:20). Este hecho implica confirmación y revelación progresiva de las promesas del AT
en Cristo (2 Pedro 1:19). Consecuentemente, el AT queda como libro de esperanza para la
iglesia cristiana (c.f. 2 Pedro 3:13 con Isa. 65: 17; Mat. 5:5 con Salmos 37: 22, 29).

En este sentido las promesas condicionales no cumplidas del AT concernientes a


Israel y sus enemigos quedan como promesas de valor para la iglesia cristiana, el Israel de la
nueva alianza. Aquí se aplica la palabra de Pablo: No empero que la palabra de Dios haya
faltado” (Rom. 9:6). El libro del Apocalipsis resume, continúa y despliega la promesa del AT
de que finalmente Dios habitará con su pueblo, calificándoles como el pueblo que ha lavado
sus ropas y las ha blanqueado en la sangre del cordero (Apoc. 7:14).

El Apocalipsis revela que solamente Cristo, el León de la tribu de Judá, la raíz de


David, puede obtener el cumplimiento de todas las promesas, porque El solamente conquistó el
mal, y por consiguiente es digno de abrir el rollo (quizá el título de propiedad a esta tierra) y
sus sellos (Apoc. 5).

102
El tema dominante del Apocalipsis de Jesucristo (Apoc. 1:1) es que el Dios de Israel
cumplirá fielmente sus promesas de la alianza por Jesucristo. Juan ve en visión un arco celeste,
símbolo de promesa, alrededor de Dios (Apoc. 4:3).

Una falta hermenéutica común ha sido de interpretar las profecías apocalípticas del
AT sin consideración al aspecto Cristológico del NT. Una interpretación, por consiguiente, se
puede apegar a la letra de las profecías del AT, haciendo apelación a la exégesis normal y
natural de estos textos, y aún llegar a conclusiones erróneas y dispensacionalistas.

La Perspectiva de la Historia de la Redención

La Biblia se presenta no como una colección de códigos morales y promesas


incondicionales acerca de los judíos, pero como el testigo de los actos justos de Dios, sus actos
de redención y castigo en la historia de Israel, y su culminación en la cruz y la resurrección de
Jesucristo (Juan 1:18; 12: 48, 49). Jesús es designado por el Padre como el juez de toda la
tierra, tanto de Israel como de los gentiles (Juan 5:22)

Esta verdad tiene valor hermenéutico para la interpretación de las profecías


apocalípticas de Daniel de Joel, de Ezequiel y de todas las otras profecías de juicio. El
principio cristológico es sencillo en su esencia. Todas las profecías del AT que se aplican al
tiempo posterior a la cruz de Cristo, esto es, al tiempo escatológico, encontrarán su
cumplimiento solamente en y a través de Cristo y su Pueblo como el verdadero Israel y en sus
enemigos declarados. Aquí el NT provee la llave para abrir el tesoro de la apocalíptica del AT.
Sin esta perspectiva de la historia de la redención en Cristo Jesús la apocalíptica del AT puede
ser expuesta solamente dentro del literalismo de un judaísmo que rechaza a Cristo.

A esta altura sería apropiado negar que la alegorización se infiltró en la interpretación


de los textos que vamos a considerar. Se puede admitir que algunos de los eslabones del NT a
las profecías no son explícitamente dados (como cuando Cristo cita a Daniel o cuando Pablo
cita a David), pero el autor cree que la evidencia de citas del AT en los escritos apocalípticos
de NT, o las simples alusiones, (especialmente las alusiones en el Apocalipsis) justifican las
interpretaciones dadas.

Importancia de la Escatología de Joel


El profeta Joel anunció la promesa de un gran derramamiento del Espíritu de Dios
sobre Sión arrepentida (2:28, 29).¿Fue esta promesa cumplida antes de la cruz de Cristo? El
AT no parece dar pruebas de esto. La profecía, por consiguiente, aún aguardaba su
cumplimiento cuando Cristo apareció. En el día de Pentecostés el apóstol Pedro aplicó esta
profecía de Joel 2 al derramamiento dramático del Espíritu Santo por el Cristo ascendido y
ensalzado sobre los israelitas que creían en Cristo. Pedro citó la profecía de Joel 2:28 – 32, y
proclamó su cumplimiento en Pentecostés, sobre la base de la muerte expiatoria de Cristo y su
entronización en el cielo como sacerdote y rey (Hechos 2:16 – 21, 33). Joel sin embargo, había
ligado su profecía con “el día grande y espantoso de Jehová”, cuando el remanente de Judá
reunido en Jerusalén recibirá protección y salvación (2:31, 32).

103
Las naciones paganas enemigas que sitiaban el monte de Sión estarían fuera de la
ciudad santa, reunidas en los valles alrededor. Este valle es llamado, con buena razón, “valle
de Josaphat” (3:2, 12); este es, el valle del juicio de Yahweh. Solamente la intervención divina
vindicaría al remanente fiel de Judá y honraría la alianza de Dios con ellos al momento de su
extrema necesidad (ver Cap. 3). Este juicio liberaría a Israel y destruiría sus enemigos.
¿Cumplióse esta profecía también en la primera venida de Cristo? ¿Fueron las naciones
reunidas en el valle de Josaphat y destruidas? La evidencia de NT parece reconocer un
cumplimiento espiritual escatológico en el día de Pentecostés, cuando muchas naciones
estaban representadas en Jerusalén (Hechos 2:5 – 11). Pablo en Romanos 10:13 cita Joel 2:32 y
los aplica a su ministerio a favor de los judíos y gentiles. Con respecto a los creyentes Judíos,
relativamente pocos, el declara explícitamente: “Así también aún en este tiempo han quedado
reliquias por la elección de gracia” (Romanos 11:5)

Desde Pentecostés las naciones de todas partes pueden ser consideradas en el valle de
la decisión (Joel 3:14). Algunos se convirtieron a Cristo por la predicación del evangelio. No
obstante, el día grande y espantoso de la decisión final e irrevocable de Dios no llegó aún.
Consecuentemente Joel 2: 28 – 32 y Joel 3 aún aguardan su aplicación final en la segunda
venida de Cristo. Jesús mismo interpretó el día espantoso de Jehová como siendo su Segunda
Venida para juzgar al mundo. (Mateo 25: 31 ss.).

La exposición más completa de Joel 2:32; 3, se encuentra en Apoc. 14. Este capítulo
demuestra ser de la más alta importancia para la misión y credenciales de la Iglesia remanente.
Apoc. 14 consiste de tres partes entrelazadas con el contexto inmediato. Cada parte parece
tener una raíz en el AT que explica el sentido fundamental de todo capítulo 14 en la
perspectiva de la historia de la redención.

Apocalipsis 14: 1 – 5 describe el monte de Sión y sobre él el Cordero (Cristo) y con


El un Israel victorioso, 144 mil, con los nombres de Cristo y del Padre en sus frentes indicando
a quienes pertenecen.
Estos 144 mil son verdaderos cristianos, pero son también descritos como viniendo
de las 12 tribus de Israel (como se menciona en Apoc. 7). Aquí se ve un eslabón con Joel 2:32.
Además, Apoc. 14:14 – 20 (parte 3) parece ser un desarrollo de la escena del juicio de Joel 3.
Apoc. 14:15 claramente se refiere a Joel 3:13, y entonces lo despliega en los detalles de una
siega doble. Esta relación apocalíptica de Joel 3 y Apoc. 14 es notable por interpretar el día del
juicio del Señor en Joel como el segundo advenimiento de Jesucristo, que viene como rey y
juez (Apoc. 14:14).

La imágenes empleadas por Joel son mantenidas en el fondo de Apoc. 14 (implicando así la
unidad espiritual tanto del pueblo de la antigua alianza como el de la nueva) y más
específicamente que la profecía no cumplida de Joel será al final cumplida en los seguidores de
Cristo. Indicaciones son dadas en seguida para confirmar la aplicación universal del cuadro de
Joel. Al paso que Joel describió un Judá literal sobre la montaña literal del tempo, las
poblaciones paganas siendo reunidas en los valles literales alrededor del monte de Sión, Apoc.
14, subraya seis veces que la tierra como un todo es el campo de la cosecha, tanto en relación a
los fieles seguidores de Cristo (la cosecha del trigo), como en relación al pueblo que niega a
Cristo (la vendimia).
104
El cuadro de Apocalipsis 14:20 muestra la relación con la apocalíptica de Joel. La ira
de Dios cae solamente fuera de la (santa) ciudad, esto es, fuera del remanente de Cristo.
Significa liberación para Israel fiel y destrucción para sus enemigos declarados. Así
Apocalipsis 14, parece transportar la apocalíptica de Joel a una escala universal, Cristo siendo
revelado como el Juez del mundo.

Importancia de las Profecías Apocalípticas de Daniel


Jesús mencionó el libro de Daniel como de importancia vital para la iglesia cristiana
primitiva (Mat. 24:15). El Apocalipsis de Jesucristo por sus muchos paralelos enfatiza la
urgencia de las visiones apocalípticas de Daniel para la iglesia remanente. La historia de las
interpretaciones de Daniel muestra que muchas veces eventos corrientes han sido hechos el
foco de la interpretación de la profecía. Especulaciones sin fundamento han desacreditado el
libro de Daniel. Por consiguiente tanto más imperativa es una consideración cuidadosa y una
aplicación de principios de hermenéutica iluminados por el evangelio eterno.

En primer lugar es necesario respetar la orden de las cuatro visiones principales en el


libro de Daniel, en los capítulos 2, 7, 8, 10 – 12. Comienzan con un bosquejo sencillo de
acontecimientos religiosos (Cap. 12), continúan con una amplificación de acontecimientos
religiosos dentro del cuadro político previo, centrado en el pueblo de Dios y su culto (Caps. 7 y
8), y finalmente el libro termina con un bosquejo complicado y detallado de todos aquellos
conflictos políticos que tienen una relación con el pueblo de la alianza desde el tiempo de
Daniel hasta el fin de la prueba en el día de la resurrección (Caps. 11 – 12:2). Abordar este
libro apocalíptico a partir del fin, esto es de la última visión, y regresar para explicar las otras
visiones, ha sido el error fundamental de muchos esfuerzos para abrir los misterios del libro de
Daniel.

El libro de Daniel es estructurado con mucha habilidad, y exige un reconocimiento


de su estructura. Primero, el bosquejo sencillo y general en el capítulo 2, el llamado ABC de
todas las profecías apocalípticas subsiguientes. Solamente entonces, pueden ser colocadas la
segunda, tercera y cuarta capas. Cada capa requiere el conocimiento de las precedentes.

La continuidad de la terminología simbólica entre Daniel y el Apocalipsis ha sido


generalmente reconocida. Pero no todos interpretan Daniel consistentemente mediante el
Apocalipsis. El reino de Dios en Daniel (2:44; 7:27) es ahora, en el tiempo entre los dos
advenimientos de Cristo, revelado como siendo el reino “de nuestro Señor, y de su Cristo”
(Apoc. 11:15; Sal. 2:7 – 9). Por consiguiente las profecías de Daniel 2 y 7 cubren el período de
tiempo hasta el segundo advenimiento de Cristo en gloria y poder.

Una vez que las cuatro profecías principales de Daniel empiezan con los imperios
mundiales de los días de Daniel (Neo-Babilonia y Medo-Persia), y todas las cuatro series
terminan con el día del juicio, en algún punto en cada serie se pasa al primer advenimiento de
Cristo. Esto puede no ser indicado explícitamente en cada serie, pero es aún de importancia
crucial para el intérprete cristiano de un punto de vista hermenéutico.

105
El NT enseña la aplicación consistentemente cristológica (incluyendo su aspecto
eclesiológico) de toda terminología de la alianza y del simbolismo de la antigua dispensación,
en lo que se aplica al tiempo después de la primera venida de Cristo. Las consecuencias
hermenéuticas del evangelio de Cristo para las profecías de Daniel vuélvense ahora evidentes.
Requieren que el significado de términos como Israel, Judá, Tierra Santa, Monte de Sión,
Santuario, Santos, Cuerno Pequeño, Rey del Norte y Rey del Sur, sean aplicados
cristológicamente y eclesiologicamente, desde el punto de vista que una serie entra en la
nueva Era. Cuando Cristo se convierte en la llave hermenéutica para abrir los misterios de
Daniel, su profundo mensaje escatológico puede ser detallado para la iglesia cristiana sin
interpretaciones arbitrarias.

La aplicación cristológica consistente a la terminología y simbolismo en capítulo 11


de Daniel, podría proveer una interpretación que no es basada sobre las arenas movedizas de
especulaciones políticas, raciales y territoriales, pero sobre la Roca Eterna Jesucristo. La
cuestión crítica es: ¿Dónde en la serie de eventos de Daniel 11 el cuadro profético pasa la
primera venida de Cristo, y entra en el tiempo del fin?

La profecía de Daniel 11 parece entrar en el período posterior a la cruz de Cristo a


partir del versículo 31, porque el verso 31 habla del establecimiento de la “abominación”,
profanación del templo, la remoción del continuo “holocausto” o “diario” (servicio de
mediación). Aquí Daniel 11, repite y ensancha el capítulo 8, como es frecuentemente
reconocido. Daniel 11 por consiguiente, es fundamentalmente una amplificación de Daniel 8.
El poder impío descrito en Dan. 11:31 – 39 posee las mismas características que la potencia
descrita en Dan. 8:11 – 13. Se emplean la misma terminología y simbolismo en las dos
profecías, cada una empezando con el dominio de la Medo – Persia: eventualmente un
enemigo cruel (y que se deifica) del pueblo de Dios que se levantará, penetrará en el país
glorioso (Palestina), echará por tierra la verdad (esto es, el verdadero culto religioso), hollará
tanto el santuario como su ejército (esto es, los adoradores que en él se encuentran), y
reemplazará la verdad por su propio culto en trasgresión, la abominación asolada y
devastadora. Es evidente que el mismo principio hermenéutico y coherente de aplicación sería
exigido en interpretar Daniel 11 como Daniel 8. En ambas profecías el Rey impío se levanta
contra el príncipe del ejército, el príncipe de los príncipes (8:11, 25; 11:22), una referencia
aparente al Mesías, el caudillo del Israel de Dios (cf. También Daniel 9:25; Jos. 5:15).
La interpretación que la Iglesia cristiana ha aplicado al rey impío de Daniel 11: 36 es
al anticristo, a quien Pablo vio tomar su lugar dentro “del templo de Dios” (2 Tes. 2:4), esto es,
dentro de la iglesia cristiana (cr. Ef. 2:20 – 22; 2 Cor. 6:16). Esta interpretación cristológica –
eclesiológica de Dan. 11:31 – 39 fue continuada en las exposiciones proféticas de los
Milleristas (de 1831 1 1844), y en las de los principales adventistas sabatarios de (1844 –
1875). La cuestión crítica, no en tanto, tenía que ver con la interpretación de la sección final de
Daniel 11, versos 40 – 45; 12: 1, 2; por que esta parte es reconocida como profecía no
cumplida. Aquí todo depende de los principios hermenéuticos cristológicos de interpretación
apocalíptica y su aplicación coherente. Pero en la mejor de las hipótesis, hay lugar para
incertidumbre cuando se pasa más allá de interpretación no inspirada de profecías no
cumplidas.
Luego que Cristo y Su pueblo son echados del centro y corazón de la apocalíptica,
inmediatamente el foco de atención parece ser dirigido a asuntos temporales como territorio y
106
raza, independientes de Cristo y Su pueblo. Así Cristo y el NT son subordinados al AT y
consecuentemente rechazados como la norma superior y decisiva de interpretación
apocalíptica. Ni la raza judía o reyes, ni ningún territorio del próximo Oriente, ni algún antiguo
enemigo de la nación judía tales como Babilonia o Egipto, jamás estuvieron en el centro del
pacto de Dios con los patriarcas y con Israel. El Dios del AT mismo es el centro de todas las
promesas de que habitará entre Su pueblo.

Al comienzo, el Creador escogió a Abraham y más tarde a las doce tribus de Israel
para el beneficio de toda la humanidad, a fin de que todas las naciones fuesen bendecidas en
Cristo Jesús, el Salvador del mundo, y pudiesen adorar a Dios por El (ver Gén. 12:3; Gál. 3:6 –
29). Consecuentemente, todas las cuatro visiones principales de Daniel, inspiradas por el Dios
de Abraham, revelan este objetivo universal y significado para los gentiles, y culminan en el
conflicto final entre el cielo y la tierra. Este propósito universal de la elección de Abraham e
Israel por Dios, a fin de que la salud de Dios fuera “hasta lo postrero de la tierra” (Isa. 49:6;
45: 22 – 25), es ahora desplegado en el mensaje evangélico de Pablo (Ef. 1 – 3; Rom. 11) y en
el libro de Apocalipsis.

Ya demostramos la opinión de que los cuadros apocalípticos de Joel y Malaquías son


desarrollados en Apoc. 14 en un cumplimiento universal. Es esencial reconocer que el texto no
cumplido de Dan. 11:40 – 45; 12:1, 2 debe ser interpretado de acuerdo con los mismos
principios hermenéuticos como la apocalíptica de Joel y Malaquías.

Puede haber solamente una apocalíptica armoniosa en el AT, como hay una sola
apocalíptica en el NT, y ambas son una en Cristo. Esto implica que la apocalíptica del AT
(incluyendo Dan 11:40 – 45; 12:1, 2) se cumplirá según la interpretación cristológica en el
Apocalipsis, capítulos. 12 – 22 en particular.

El simbolismo de un remanente fiel reunido sobre el Monte de Sión en Jerusalén


cercado por enemigos confederados en el “Valle de Josaphat”, como se lee en Joel, Ezequiel,
Zacarías y Daniel (11:40 – 45), no desaparece en Apoc. 14, pero es extendido y universalizado
de modo que abrace todo el mundo (ver Apoc. 15:14). La cuestión en esta guerra cósmica
apocalíptica, no es raza o territorio, sino el nombre de Dios, la verdad de su alianza, y la
vindicación de Su pueblo (ver Joel 3:2, 3; Eze. 38:16; 39:22, 25 – 29; Zac. 12:5 – 8; Apoc.
12:17; 14:12).

Básicamente esto parece ser el cuadro de Dan. 11:40 – 45; 12:1. El cuadro, como en
los capítulos 8 y 11, es descrito en la terminología del AT y por tanto es centralizado en
Palestina. El “rey del norte” (Babilonia; cf. Jer. 1:15; 25:9) de nuevo (ver v. 31 invade la tierra
gloriosa (Palestina) (Dan. 11: 41, 45) cuando sale con “grande ira para destruir y matar a
muchos” (v. 44). Sin embargo, su objetivo principal es conquistar Jerusalén y destruir al
pueblo de Dios reunido sobre el monte de Sión, donde Dios habita en Su Santuario (c.f. Joel
12:32; 3:16, 17). Ver Daniel 11:45 y 12:1.
Este es el cuadro que Daniel pinta de la guerra apocalíptica del AT entre el cielo y la
tierra, concentrada entre el remanente fiel de un lado y Babilonia del otro. El campo de la
batalla final es centrado en el Monte de Sión, que es llamado “el Monte deseable del

107
Santuario” (Daniel 11:43), por que el Señor habita en Su monte en Sión al norte de Jerusalén
(ver Sal. 48:1, 2)

En el cuadro de Dan. 11, el último enemigo de Israel sitiará la ciudad de Dios.


Tomando su lugar cerca del monte santo “entre el mar (Mediterráneo) y el monte santo y
glorioso”, él se prepara para un ataque final contra la ciudad santa. Entonces viene la sorpresa
“Y vendrá hasta su fin, y no tendrá quien lo ayude” (v. 45). La razón es dada: “Miguel, el gran
Príncipe” (12:1) de Israel se levantará para vindicar el pacto de Dios en el último momento.

Este fin culminante presenta fundamentalmente el mismo cuadro que los profetas
Joel, Ezequiel y Zacarías. Cuando Cristo viene como rey y juez (Apoc. 14:14), intervendrá a
favor de Su pueblo en “el Monte de Sión”, y destruirá los perseguidores “fuera de la ciudad”
(Apoc. 14:20). De este modo la apocalíptica del AT contiene para la Iglesia Cristiana al mismo
tiempo una exhortación a ser fiel a la alianza de Dios y una promesa de liberación final para
aquellos que perseveran hasta el fin. Aquellos que murieron en esperanza, no habiendo
recibido la promesa, “serán despertados... para vida eterna” (Dan. 12:2).

Cuando los libros de Daniel y Apocalipsis son así ligados, viéndose el Apocalipsis de
Juan como el desplegamiento avanzado de la interpretación cristológica de Daniel, no
solamente se mantiene y honra la unidad teológica de la apocalíptica del Antiguo y del Nuevo
Testamento, pero también Cristo es ensalzado como el divino y fiel Salvador de Israel. Durante
toda la eternidad el pueblo de la alianza tanto de la antigua como de la nueva dispensación se
unirán al coro celestial para cantar alabanzas a su Creador, que reunió “todas las cosas en
Cristo... así las que están en los cielos, como las que están en la tierra” (Ef. 1:10).

1. Conciencia Escatológica de los ASD

Los adventistas creemos que nuestras credenciales divinas se hallan en la


promesa de un Elías que habría de venir “antes que llegue el día grande y
terrible de Jehová.” (Mal. 4:5). Creemos que hemos venido a la existencia con
un propósito específico, en un tiempo especial de carácter escatológico.

a’ Somos el pueblo de la profecía


b’ Venimos para preparar el camino del Señor

2. Nuestra relación con el cristianismo primitivo.

Hemos heredado de los reformadores el principio de “Sola Scriptura” El gran


principio
descubierto por Lutero también lo hemos adoptado y reconocido. Este es:
“Cristo es el tema unificador de los dos testamentos.

Hay sin embargo, una direrencia entre nuestra teología y la teología reformada.
Esta no está: en el campo de la soteriología, sino en la escatología

108
¿Qué es escatología? El cumplimiento de las profecías del AT que van desde el
primer
advenimiento de Cristo hasta el establecimiento del reino eterno de Dios.

La escatología adventista se caracteriza por que sigue las interpretaciones


normativas de la iglesia cristiana, pero también por sus interpretaciones
particulares.

Lo nuevo o particular de los ASD, es la aplicación consecuente de los principios


cristocéntricos de la reforma, particularmente a las profecías de Daniel y
Apocalipsis.

3. Coherencia de la interpretación profética cristocéntrica

El Nuevo Testamento revela que no todas las profecías concernientes a Israel y


sus enemigos se cumplieron en el AT. El NT revela también una relación
tipológica entre las experiencias de Israel como pueblo y parte del pacto, y las de
la iglesia de Cristo como el pueblo del nuevo pacto (Gl. 4:21-24); Heb. 12:18-
24) Bajo el pacto de Dios con Israel, el cumplimiento de sus promesas estuvo
subordinado a la obediencia por parte del pueblo de la alianza (Éxodo 19:1-6).
Los apóstoles claramente enseñan que esas promesas que no se cumplieron con
Israel se están cumpliendo y se cumplirán en el nuevo Israel y en Cristo Jesús
desde el Pentecostés en adelante, (compárese Hech. 15: 13-18 con Amós 9:11,
12) (Jer. 31:31 – 33)

Hay que tener presente que las promesas no se cumplen automáticamente, la


iglesia es prevenida que si no se cumplen las condiciones las promesas no se
cumplen

a’ Por eso no debemos hacer alianzas ilícitas con los enemigos de Dios.
b’ Los sacramentos no son una garantía contra la apostasía.
c’ Pablo predijo la gran apostasía que vendría a la iglesia cristiana.

4. Interpretación Cristológica de la Apocalíptica

La interpretación cristológica del AT y del NT tiene grandes implicaciones


hermenéuticas para la escatología, es como una elipsis con sus dos focos

 Primera venida de Cristo.


 Segunda venida de Cristo.

Cristo y su pueblo de la alianza de todas las épocas son la norma para el


cumplimiento de las promesas ligadas al pacto. Se reconoce un cumplimiento
múltiple de las promesas condicionales ligadas al pacto. Algunos
cumplimientos iniciales tuvieron lugar con los que regresaron de Babilonia, este
remanente fiel gozó del cumplimiento parcial de algunas promesas:
109
a’ Un cumplimiento en tiempos del NT no limitado a raza, geografía quienes
reunidos
alrededor de un mensaje creen en Cristo en días del Pentecostés.

b’ Cumplimiento climático o el clímax cuando se reúnan todos los creyentes en


el reino
de Dios al fin del tiempo en su gloriosa aparición. Sin tomar en cuanta raza,
lengua o
nación.
Esta interpretación Cristológica de las profecías del AT están ligadas al pueblo
del pacto. Nótese que ni Cristo ni los apóstoles aplican las promesas del AT que tienen
que ver con Israel a un lugar geográfico restringido:

a’ Efesios 2:14-16
b’ 2 Pedro 3:13
c’ Apocalipsis 21:2
d’ Efesios 1:10

5. Escatología del tiempo del fin

Ya vimos qué entendemos por escatología. ¿Qué es apocalíptica? La literatura


apocalíptica se distingue por lo siguiente:

a’ Uso de mucho simbolismo


b’ Uso del factor tiempo
c’ Ministerio de los ángeles resaltado
d’ Dimensiones cósmicas del conflicto final entre el bien y el mal,
entre el
cielo y la tierra.
e’ Uso de la gematría o numerología.

Una nueva escatología, que retiene una continuidad subyacente con la


escatología de los otros Profetas. Aquí son importantes los tres períodos donde ha
florecido la interpretación profética:

a’ La iglesia primitiva
b’ La Reforma
c’ El despertar de 1830 – 1844

La importancia del libro de Daniel y el Apocalipsis. Tome en cuenta los


siguientes aspectos comunes en estos libros:

a’ Ambos libros contienen varias series de profecías, que muestran una


inquebrantable

110
secuencia de eventos que conducen hasta el establecimiento del reino de
Dios

b’ El foco de estas profecías es la lucha milenial permanente entre Cristo y el


Anticristo, entre el pueblo de Dios y las naciones paganas, sus enemigos

c’ Cada serie distinta revela una repetición y una ampliación de ciertas partes
de la
serie anterior, siempre enfocadas ala historia redentiva que se verá al final
del
conflicto.

Estas características establecen un patrón o base que constituyen lo que serían


los principios de la interpretación apocalíptica o interpretación profética del tiempo del
fin. Sobre la base de que orden y leyes gobiernan el ámbito de la interpretación
apocalíptica, y puesto que Cristo es el foco central de todas las promesas del pacto de
aquí los principios guiadores de la interpretación apocalíptica: La apocalíptica del AT
así como la apocalíptica del NT constituyen una unidad espiritual en Cristo Jesús.

ELENA G. DE WHITE Y LOS PRINCIPIOS HERMENÉUTICOS

I. PRINCIPIOS QUE TOMA EN CUENTA

a) El marco histórico y cultural de los escritores bíblicos.

“Una comprensión clara de las costumbres de aquellos que vivieron en los


tiempos bíblicos es importante. También se debe tener en cuenta el tiempo y el
lugar en que ocurrieron los hechos.” (CPM, p. 518).

“Entendiendo lo que las palabras de Jesús quisieron decir a aquellos que las
oyeron, podremos discernir mejor su belleza y significado, así como sacar mejores
lecciones” (El Sermón del Monte, p. 1).

b) El trasfondo cultural y las características individuales de los autores bíblicos.

“La Biblia fue escrita en distintas épocas por hombres quienes diferían en
ocupación, rango y capacidad mental. Eso es lo que hace la diferencia entre los
distintos estilos y variaciones de la Biblia” (Introducción al C.S., p. iv).

c) El significado de las palabras.

Elena White enfatiza la importancia de las palabras y su significado. Enfatiza la


urgente

111
necesidad de comprender con fidelidad lo que el escritor bíblico quiso dar a
entender con
los términos que usó. Notemos los que dice:

“Una palabra puede tener distinto significado, dependiendo de la cultura y


mentalidad del
lector. Todo lo que es humano es imperfecto. Diferentes significados se
expresan con la
misma palabras. No hay una palabra para cada idea distinta” (1MS, pp. 19,20).

d) El contexto.

“A fin de sustentar doctrinas erróneas y prácticas no cristianas, acomodan las


palabras de las Escrituras a su modo sacándolas del contexto para perdición
propia” (CS. p. 521). “Así lo hacía Judas”(DTG, p. 719).

e) Analogía de las Escrituras.

Reconoció la unidad donde había diversidad. “La Escritura debe compararse con
la
Escritura. Debe haber cuidadosa investigación y paciente reflexión” (R&H. Oct.
9, 1883).

“La Biblia es su propio expositor. La Escritura deber ser comparada con la


Escritura. El estudiante debiera aprender a ver la Biblia como un todo, y luego
ver la relación de cada una de sus partes” (La Educación, p. 190).

f) Las variantes del texto.

“ Es probable que haya variantes en el texto, pero todas las variantes o errores
del copista no causará problema a ningún alma sincera que ande en busca de la
verdad” (1MS, p. 16).

g) El sentido literal y el sentido figurado de algunas declaraciones.

“ El lenguaje de la Biblia deberá ser explicado de acuerdo a su significado obvio,


a menos que un símbolo o figura sea empleado” (CS, p. 599).

II. EL USO QUE ELENA WHITE HACE DE LAS ESCRITUAS

1. Su roll o papel como ella lo entiende.

 Su tarea, como ella la vio, fue la de señalar a los hombres y mujeres La


Palabra de Dios como inspirada y como la máxima autoridad en materia de
fe y doctrina.

112
 Lucho por lograr que los miembros aplicaran a sus vidas las enseñanzas del
divino libro.

2. Su actitud hacia la Biblia.

 “La Biblia es la voz de Dios hablándonos tan ciertamente como si


pudiéramos oirla con nuestros propios oídos” (6T, 393).
 “La Biblia es la única regla de fe y doctrina” (FEC, 326).
 “Las Escrituras debieran aceptarse como autoridad, e infalible revelación de
su voluntad” (CS, p. ix).

3. Concepto que tenía de su relación con la Biblia.

 “Te recomiendo querido lector la palabra de Dios como regla de fe y


práctica. Por esa palabra seremos juzgados” (P.E. p. 76).
 “Los Testimonios no fueron dados para tomar el lugar de la Biblia. . . . no
son una adición a la Palabra de Dios. Dios ha visto conveniente mediante
ellos traer las mentes de su pueblo a su Santa Palabra” (5T. 663).
 “Dios ha dado una luz menor para guiar a los hombres a la luz mayor”
(C.Ev. p, 125).

4. Reclama también para sus escritos la misma inspiración.

 “El Espíritu Santo es el autor de las Escrituras y el autor del Espíritu de


Profecía” (Carta 92, 1900).
 “En tiempos antiguos Dios habló a los hombres mediante los profetas y los
apóstoles; en estos días habla a los hombres mediante los Testimonios de su
Santo Espíritu” (5T, p. 125).

5. Actitud hacia la verdad. Entre las muchas cosas que recomienda al investigar la
verdad
están:

 Sinceridad de propósito
 Dedicación de la mente y la vida a la verdad
 Mente abierta
 Deseo de aprender la verdad
 Donde necesario, juicio suspendido.

Algunos consejos específicos que da:

 “El Espíritu con el cual te aproximes a la investigación de la verdad,


determina el carácter de quien está a tu lado para asistirte” (TM, p. 108).
 “La percepción y la apreciación de la verdad, depende menos de la mente
que del corazón” (DTG, p. 455).
113
6. Necesidad de una mente objetiva mas que subjetiva.

 “El estudiante de la Biblia, no debiera hacer de sus opiniones el centro


alrededor de cual la verdad debe girar” (CPM, p. 463).
 “El pecado mas desesperanzado y el más ruin e incurable, es el de creerse
sabio en su propia opinión. Se opone y entorpece el camino de todo
crecimiento” (7T. p, 109).

7. Investigación exacta.

 “Antes de aceptar cualquier doctrina o precepto, debiéramos exigir un ‘Así


dice Jehová’ ” (CS, p. 595).
 “Dios exige un estudio diligente de las Escrituras, y el más crítico examen de
las posiciones que sostenemos” (CPE, p. 40)

8. Diligencia con paciencia.

 “Debe haber estudio paciente y meditación y oración ferviente” (OE. p, 10).


 “ Muchos de los tesoros de la Biblia, se encuentran bajo la superficie, y
pueden ser hallados mediante diligente investigación y continuo esfuerzo”
(ST, 20 Oct. 1906).

9. El Espíritu Santo como guía.

 “Los hombres deben estar bajo la influencia del Espíritu Santo, a fin de
entender lo que el mismo Espíritu declaró mediante los profetas y
apóstoles” (2MS, p.114).
 “Ninguno es capaz de explicar las Sagradas Escrituras sin la ayuda del
Espíritu Santo” (1MS, p. 41).
10. Concepto de la naturaleza de la Escritura.

 Un prerrequisito básico para una viable comprensión de la Escritura, es el


saber que en ella se hallan:

Un elemento divino y un elemento humano


La naturaleza de la inspiración
El texto y el canon de las Escrituras
La unidad de la Biblia
La naturaleza progresiva y dinámica de la revelación-inspiración

 ¿Cómo se relaciona Elena White con estos requisitos? Veamos lo que dice:

114
“La Biblia señala a Dios como su autor. Sin embargo, fue escrita por manos
humanas. De ahí el estilo de sus diferentes libros, los cuales presentan las
características de sus varios escritores” (1MS, p.25).

“ La Biblia fue escrita por hombres inspirados, pero no es el modo, ni la


expresión de Dios. Dios no está representado como escritor. . . los escritores
de la Biblia fueron escritores, no su pluma” (1MS, p. 21).

 Naturaleza de la inspiración.

“No son las palabras de la Biblia las inspiradas, sino los hombres que las
escribieron fueron los inspirados. . . las palabras reciben la impresión de la
mente individual”
(Id.).

 El texto y el canon de las Escrituras.

“La Biblia es la más antigua y la más comprensiva historia que tienen los
hombres. Nos llega fresca de la fuente de la verdad eterna y a través de las
edades nos ha sido preservada en su pureza por el poder de Dios” (CPM, p.
52).

“Dios ha tenido sus fieles testigos a quienes encargó su verdad, y quienes


preservaron la Palabra de Dios. Los manuscritos del Hebreo y del Griego ha
sido preservados a través de las edades por un milagro de Dios” (Carta 32,
1899).

 La revelación es progresiva.

“Las Escrituras fueron dada a los hombres no en una cadena contínua de


oráculos y declaraciones, sino poco a poco a través de continuas
generaciones, como Dios en su providencia lo vio conveniente, ‘en otros
tiempos y en distintas maneras’ (1MS, p.20).

 La unidad de las Escrituras.

“Los libros de la Biblia presentan un amplio contraste de estilo, como en los


diversos temas que contiene. Diferentes formas de expresión son usadas por
los diferentes autores o escritores. A veces la misma verdad es más
contundente presentada por un autor que otro. Para el observador superficial
puede esto parecer discrepancia o inexactitud o aun contradicción, mientras
que para el estudiante reverente con clara visión de fe, discierne una
subyacente armonía” (MS, vol. 1. p.25).

115
PRINCIPIOS GENERALES DE HERMENÉUTICA

Aunque nadie se propuso la tarea de formular una hermenéutica


sistemática para la interpretación de las Escrituras entre los Adventistas,
algunos principios fueron dados por sentados o recibidos de la herencia
protestante. Una investigación de la literatura del período formativo de nuestra
iglesia revela el reconocimiento de 0.los principios siguientes:

1. El principio de Sola Escritura.

Jaime White decía en uno de los primeros números de la revista Present Truth:

“La Biblia es nuestra lámpara, nuestra guía. Es nuestra regla de fe y práctica.” J. N.


Andrews escribía en 1851:
“... Haga de la Palabra de Dios su única regla, reciba lo que está escrito en ella, y
rechace todo el resto.”

2. La Unidad de la Escritura.

Un artículo en la Review de marzo 20, 1866, decía: “A través de toda la Biblia, hay
una idea
dominante – la ruina del hombre por el pecado, y su redención por la gracia: en una
palabra,
Jesucristo el Salvador.”

3. Que la Escritura sea su propio intérprete.

Jaime White escribía en 1851: “La Escritura debe explicarse a sí misma;


entonces se verá
una armonía a través del todo.”

4. Las palabras deben recibir su significado propio.

Un artículo de la Review de 1855 afirmaba: “Para averiguar lo que dice un texto,


considere lo que las palabras significan de acuerdo con su sentido común y de acuerdo
con su uso en otra parte de las Escrituras; si tienen más de un significado, considere su
conexión y el asunto.”

5. Atención al contexto y fondo histórico.

Esta regla es repetidamente demostrada al hacerse la pregunta: ¿De qué


hablaba el escritor
bíblico? ¿Qué decía?, y ¿qué quería decir con lo que decía? quería decir
Jesús en Juan seis.

116
6 Uso de los símbolos

La Biblia debe ser interpretada de acuerdo con el sentido claro, obvio y


literal, a menos que
un símbolo sea empleado. J. N. Loughborough escribía en 1855: “La belleza de
la Revelación Divina ha sido excluida de la mente del pueblo común, por
enseñársele que la Biblia no significa lo que dice, o que el sentido de los
escritores bíblicos no se encuentra en las Escrituras mismas.”
Continúa: “Admitimos qué símbolos sean usados, y explicados, pero insistimos en que
una afirmación clara debe ser entendida como cualquier otro libro. No podemos formar
una concepción justa del carácter de Dios..., si esto no corresponde a la verdad. Si Dios
reveló su voluntad de tal manera que los hombres no pueden comprenderla, entonces
pronunció condenación y muerte sobre aquellos que no obedecieron su voluntad;
debíamos concluir inmediatamente que no manifestaba el carácter que la Palabra afirma
poseer.” No puede conducir al que traspasa lo que dijo.

i) El Principio tipológico.

Así se expresó R. L. Croisier en un artículo titulado, “La Ley de Moisés”, en


1846: “La Ley debería ser estudiada y recordada como un modelo simplificado
del gran sistema de redención que contiene representaciones simbólicas del
trabajo empezado por nuestro Salvador en su primera venida, cuando “vino para
cumplir la Ley” ... Redención es liberación adquirida por el pago de un rescate,
y por consiguiente no puede ser completa hasta que el hombre y la tierra sean
liberados de la sujeción y consecuencias del pecado; este último acto de
liberación será al fin de los mil años. A esto la sombra de la Ley se extiende.

SUMARIO Y CONCLUSIONES

Un examen preliminar de los principios hermenéuticos seguidos por los


Adventistas revela que trabajaron dentro del sistema protestante ya establecido, y que
no introdujeron nuevas reglas de interpretación. Apelaban constantemente a la Biblia y
a la Biblia sola como su regla de fe y práctica. Defendían su fe presentando lo que se
llamaba corrientemente “evidencia bíblica”. Tan fuertemente era arraigada su fe en la
Biblia que rehusaron escribir un credo formal, sosteniendo que la Biblia era su credo.

En el área de la interpretación profética siguieron, en general el sistema


historicista, que era normativo entre los protestantes. Cuando la Iglesia Adventista del
Séptimo Día fue organizada en 1860, el sistema doctrinal estaba establecido en sus
líneas generales. Desde entonces ha habido clarificaciones y amplificaciones, pero no
hubo cambios de doctrina; en los pilares (1863).

Lo mismo se puede sospechar concerniente a los principios de hermenéutica.


Estos, heredados del pasado protestante, aún sirven a la iglesia hoy. A medida que la
Iglesia desarrollaba su sistema educacional y establecía su seminario en 1934, estos
117
principios fueron re-examinados, y empezaron a ser afirmados más sistemáticamente.
Una tentativa de exposición de estos principios fue hecha en el libro Problems in Bible
Tranlation, publicado en 1954.

Cuando la Iglesia produjo un comentario de la Biblia entre 1953 – 1958 fue


necesario tener un sistema reconocido de hermenéutica como base de los comentarios.
Aunque este sistema no fue formalmente afirmado salvo en parte, se apeló a varios de
los principios en los comentarios del texto. Los fundadores de la Iglesia establecieron
bien el cimiento. Ninguno de ellos poseía diplomas educacionales avanzados. Pero su
trabajo ha resistido la prueba de los años y el escrutinio de mentes educadas. Las
doctrinas que formularon son aún las doctrinas de la Iglesia de los Adventistas del
Séptimo Día.

RESUMEN DE LOS PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN

Principios Generales.

1. Partimos del supuesto de que la Biblia tiene autoridad

2. La Biblia se interpreta a sí misma; son las Escrituras las que mejor interpretan a
las
Escrituras.

3. El Espíritu Santo como agente importante en la interpretación bíblica.

4. Interpretamos las experiencias personales a la luz de las Escrituras.

5. Los ejemplos bíblicos sólo están investidos de autoridad cuando los refuerza un
mandato
bíblico.

6. El propósito primordial de la Biblia es cambiar nuestras vidas y no aumentar


nuestros
conocimientos.

7. Cada cristiano tiene el privilegio y el derecho de interpretar la Biblia por sí


mismo.

8. La Historia Eclesiástica tiene importancia pero no absoluta en la interpretación de


las
Escrituras.

118
9. Las promesas de Dios a través de la Biblia están a disposición del Espíritu Santo
para los
creyentes en todos los tiempos.

10. Las Escrituras han de ser tomadas en su sentido literal, a menos que se vea
claramente que
el lenguaje es simbólico.

11. Hay en las Escrituras además, y en algunos casos, un significado más profundo
que no
debemos olvidar.

12. La Biblia es un todo orgánico en Cristo Jesús.

119

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