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Resumen: introducción a los potenciales evocados auditivos

El octavo nervio y el Brinstem auditivo

Los primeros trabajos centrados en los generadores de máximos de respuesta auditiva del
tronco del encéfalo (ABR) utilizaron estudios de lesiones en gatos y relacionaron la pérdida
de máximos o cambios en la amplitud con el nivel de la lesión. Esto condujo a un mapeo de
un alto en ABR dado a un generador específico. Este mapeo fue problemático por dos
razones. En primer lugar, salvo en el primer máximo (generado por el octavo nervio),
múltiples regiones del sistema nervioso auditivo se activan de manera temporalmente
superpuesta, no es posible hacer un mapeo uno a uno entre el peaks y las fluctuaciones. En
segundo lugar, a pesar de que en los estudios en animales a menudo era posible identificar
el contribuyente dominante a un máximo dado, la generalización hacia los humanos fue
confundida por el nervio auditivo inusualmente largo en comparación con otros mamíferos
(Moller, 1994). A pesar de estas dificultades, nuestro conocimiento actual de las
fluctuaciones de altos de respuesta auditiva del tronco del encéfalo (ABR) nos permite tomar
decisiones clínicas útiles para las pruebas del lugar de la lesión, así como para interpretar los
cambios en la respuesta auditiva del tronco del encéfalo (ABR) durante la monitorización
intraoperatoria.

El nervio auditivo, una rama del nervio craneal vestibulococlear (octavo), se proyecta desde
las células ciliadas hasta los núcleos cocleares (90% a 95% fibras tipo I y 5% a 10% fibras
tipo II). Las dendritas aferentes de tipo I inervan las células ciliadas internas (IHCs), son
bipolares y fuertemente mielinizadas mientras que las aferentes de tipo II inervan las células
ciliadas externas (OHC), son pseudomonopolares y poco mielinizadas. Por lo tanto, el axón
y las dendritas salen de una neurita común que surge del cuerpo celular, estos dos procesos
se dividen y proyectan en distintas direcciones. Los cuerpos celulares de aferentes periféricos
auditivos de tipo I y tipo II, están contenidos en el ganglio espiral. Las IHCs y las aferentes
tipo I entregan la mayor información auditiva al sistema nervioso central auditivo.

El nervio auditivo pasa por el meato auditivo interno de la cóclea, ingresa a la fosa posterior
y se proyecta a la cara lateral del tronco encefálico, cerca de la unión pontomedular. Estas
fibras se bifurcan y terminan en el núcleo coclear de la protuberancia caudal. Hay tres
divisiones del núcleo colear:

1. Núcleo coclear anteroventral (AVCN)


2. Núcleo coclear posteroventral (PVCN)
3. Núcleo coclear dorsal (DCN).

Estos núcleos se organizan de forma tonotópica, donde cada subnúcleo (son células
anatómicas únicas, poseen patrones ideales de respuesta electrofisiológica y conexiones
propias) tiene un mapa que relaciona el lugar con una frecuencia mejor y esta responde al
nivel de presión de sonido más bajo. La organización tonotópica es una característica del
conjunto de núcleos auditivos.

Las fibras nerviosas auditivas son semejantes en el tipo celular, sobre todo las aferentes tipo
I y muestran respuestas bastante uniformes, es decir son respuestas mantenidas que revelan
adaptación y difieren en términos de la mejor frecuencia y tasa de descarga espontánea.

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