Вы находитесь на странице: 1из 4

DISCURSO DÍA DEL MAESTRO.

AÑO 2019
Es este el día en que tengo que decirles algo para todos los que forman parte
del plantel docente de la institución se me ocurrieron muchas cosas para expresar.
Durante varios días le di vuelta a los distintos temas y al finalmente la inspiración
llegó cuando revisando un cuaderno en el cual suelo escribir todo lo que me llega al
alma, todo lo que guardo para pensar, para reflexionar surgió un gran cartel que
decía: Feliz de ti Natanael, le dice Jesús a su apóstol, porque eres un hombre sin
doblez. Entonces decidí que lo mejor era decirles que sean hombres y mujeres,
docentes, que vivan en la Verdad. Hombres y Mujeres sin doblez, que sean docente
Natanael.
Es difícil vivir en la verdad. Nos asaltan los miedos, el temor al qué dirán, a
quedar mal, a no pertenecer, a qué pensarán, a ser diferentes, a quedar
desactualizados. Esos miedos, esas esclavitudes, esas ataduras nos llevan a
construir tres personalidades, la que yo soy, la que mostramos para que los demás
conozcan, y la que Dios conoce, que es la que estamos llamados a descubrir y serle
fieles.
Vivir en la verdad, es poder experimentar la verdadera libertad “La verdad os
hará libes”. Vivir en la verdad es el mejor aporte que pueden hacerse a sí mismos,
porque los ayudará a encontrar y desarrollar su propia identidad, sin caer en la
tentación de renunciar, o peor aún, de no comprender cuál es el papel, o mejor la
misión que el buen Dios espera de cada uno de ustedes. Aquello que están llamados
a ser. Una de las formas más importantes de vivir en la verdad es ser fiel a esa verdad
que está en nosotros mismos, en mí, y en cada uno de ustedes.
Descubrir esa verdad, ser fieles a ella, no es otra cosa que vivir nuestra
vocación y a través de ella cumplir con nuestra misión. No se si a ustedes les ha
pasado pero a veces uno tiene ganas de bajar los brazos, de dar un paso al costado,
se siente que le habla a un desierto, que vamos a contramano, que la mentira es
verdad y la verdad es mentira, que los malos son buenos y que los buenos son
malos. Que como dice el tango… Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que
traidor, Ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. ¡Todo es igual, nada es mejor,
lo mismo un burro que un gran profesor! .
Pero no mis queridos colegas, no es lo mismo. Y vivir en la verdad es lo que
le falta a nuestro país para reencontrar su identidad como Nación. Una Nación que
debe reconocer sus errores, sin echar la culpa afuera, haciéndose cargo, no
buscando zafar si las cosas no salen como se había previsto. Un país de verdad,
porque vive en la verdad.
Profesores, profesoras sean fieles a la verdad que está dentro de ustedes, a la voz
de la conciencia que les habla, que les habla aunque a veces los callos en los oídos
del alma, cierran los oídos a su voz.
Busquen la verdad, descubran la verdad en las cosas que le pasan en su vida
personal, profesional, vivan la verdad aunque esto los lleve a ser diferentes. Esto
exige esfuerzo, y muchas veces heroísmo, para no bajar los brazos, para vencer las
dificultades que salen en el camino. Esfuerzo, lucha, perseverancia para ser hombres
y mujeres sin doblez, para vivir en la
verdad. Para tener identidad y realizar la vocación, la misión a la que están llamados.
Saben , al igual que yo, que la vida, la profesión que han abrazado , les deparará
momentos lindos y otros duros . En esos momentos difíciles no renuncien a vivir en
la verdad, confíen en ustedes en todos los dones que el buen Dios les ha dado y
abandónense en Dios que es su Padre, que los ama como un verdadero Padre .Solo en
la verdad, aunque haya dolor, está la alegría, la verdadera felicidad, está la paz y se
encuentra el Amor con mayúscula que también es Vida y Camino.
Que nuestra Madre del Cielo, nuestra tan querida, María Inmaculada, que tanta
presencia tiene en esta escuela, que tanta presencia tiene en la vida de ustedes los
tenga en su regazo, los lleve de su Mano hacia la santidad y reine por siempre en sus
vidas para que sean siempre hombres y mujeres sin doblez que hacen de la verdad
un camino de vida.
¡ Feliz día del Maestro!

1.-Bienaventurado el educador que vive agradecido el don de su vocación, reconoce


humildemente que es un instrumento en las manos de Dios para mostrar a todos su amor de
Padre, y no tiene el corazón apegado al dinero, a los cargos, ni a los títulos.
2.-Bienaventurado el educador que no es esclavo del reloj y los horarios, que enseña siempre y
en todas partes con la palabra y el ejemplo, que vive lo que enseña y su vida es su principal
lección.

3.-Bienaventurado el educador que sabe leer el corazón y la mente de sus alumnos, que es
capaz de descubrir y comprender sus temores, sentimientos e ilusiones, y enseña a soñar
sueños de justicia y de grandeza y a ser fuertes y constantes en la construcción de sus mejores
sueños.

4.-Bienaventurado el educador que no sucumbe al desaliento, el conformismo y la rutina, que


acude cada día con el corazón maquillado a la fiesta del aprender y el compartir, y renueva
cada día su compromiso y su esperanza.

5.-Bienaventurado el educador que no acepta un solo niño o joven sin educación o con una
educación mediocre, y se esfuerza por formarse permanentemente para dar lo mejor de sí y
ayudar a cada alumno a desarrollar sus potencialidades.

6.-Bienaventurado el educador que nunca excluye, ofende o maltrata, ni con la palabra, los
gestos o las acciones, y que, porque tiene el corazón en paz, es un verdadero constructor de
paz.

7.-Bienaventurado el educador cuya honestidad y entrega no siempre es comprendida por sus


compañeros, directivos, o familiares, y denuncia con coraje y con valor las prácticas
deshonestas, autoritarias, injustas, antipopulares, sin importar las consecuencias que le traiga.

8.-Bienaventurado el educador que es capaz de reconocer sus propios errores y equivocaciones


y se esfuerza por no volverlos a cometer, capaz de pedir perdón cuando ha fallado y siempre
dispuesto a perdonar y a dar una nueva oportunidad.

9.-Bienaventurado el educador que acepta y ama entrañablemente a cada alumno, en especial a


los más carentes y necesitados, que ama su profesión y se esfuerza cada día por ser mejor, por
desempeñar mejor su labor y convertir sus salones en talleres de aprendizajes alegres y
compartidos.

10.-Bienaventurado el educador que alimenta en la oración y la eucaristía su firme decisión de


seguir fielmente a Jesús.

¿QUÉ IMPLICA SER DOCENTE?


La docencia es un ámbito profesional único, no sólo consiste en la transmisión de
conocimientos a un grupo de jóvenes, sino que conlleva la enorme responsabilidad
y satisfacción de tocar vidas. Pero, ¿qué implica ser docente? La docencia nos
da la oportunidad de trascender –positiva o negativamente- a través de nuestros
alumnos; pero también de que ellos trasciendan a través de nosotros, porque la
docencia es un proceso de aprendizaje bidireccional.
Aprendemos del ejemplo, por tanto, no podemos esperar que los alumnos sean
dedicados, si nosotros no lo somos; que sean creativos, si de nosotros sólo
obtienen los mismos caminos y formas una y otra vez; que sean apasionados de
su carrera, si nosotros no transmitimos pasión por lo que hacemos; que amen lo
que hacen, si no les mostramos que amamos a lo que nos dedicamos. Lo que
implica ser docente no corresponde a una forma de ganar dinero, corresponde a
una actitud o forma de vida.
Creo que es eso precisamente lo que establece la diferencia entre trabajar de
profesor y ser uno: la conciencia del alcance de nuestro trabajo y la convicción de
desarrollarlo de la mejor manera posible.
Trabajar como docente implica contar con determinados conocimientos y
comunicarlos… ser docente es otra cosa.
Ser docente es un modo de vida. Implica aceptar nuestra humanidad y límites,
para entonces comprender de manera honesta la humanidad de quienes
comparten el salón de clases.
Ser docente implica preparación continua, no sólo para la labor dentro del aula,
sino porque no puede exigirse a otros, lo que no somos capaces de llevar a la
práctica.
Ser docente implica humildad, la de reconocer que nuestros conocimientos son
finitos y que equivocarse es parte de nuestra naturaleza. El conocimiento total y la
perfección son quimeras.
Ser docente implica paciencia y mucha tolerancia a la frustración, ya que la
construcción del conocimiento jamás será instantánea.
Ser docente implica una profunda honestidad de lo que somos y hacemos, porque
sólo en la verdad nace y se finca el respeto.
Ser docente implica el regalo de aprender de otros maestros llamados alumnos; de
contagiarnos de su juventud para evitar la esclerosis de las ideas y de las
conductas.
Ser docente implica libertad de pensamiento y aceptación de esta capacidad en
nuestros alumnos. No podemos enseñar libertad, si no la practicamos. No se puede
enseñar a alguien a llevar las ideas más allá de sus límites conocidos y zona de
confort, si se nos olvidó cómo hacerlo.
Ser docente implica un trabajo de múltiples facetas, aparte de enseñar lo que plantea
un programa académico: es impulsar a aquellos que no saben o que olvidan que esa
fuerza está dentro de ellos; es mostrarles que creemos en lo que son y en lo que
pueden ser; es retarlos para que sean mejores; es ayudarlos a levantarse de sus
fracasos y a descubrir sus fortalezas.
Ser docente implica nunca olvidar que somos seres humanos falibles y perfectibles.
Ser docente implica ser un adicto a la esperanza. Ser docente es enseñar a otros que
la escuela no es sólo un lugar, sino la agradecible oportunidad de obtener el más
preciado don: el conocimiento.
Lo que implica ser docente no es trabajar de docente: es una elección de vida.

Вам также может понравиться