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en Traumatología, Cirugía Ortopédica, Rehabilitación, Medicina Preventiva y Deportiva

2003 - Vol. 33 · nº 3

144 TRAUMATISMOS LARÍNGEOS Y ESTENOSIS LARÍNGEAS

153 FACTORES CLÍNICOS QUE MODIFICAN LA CONSOLIDACIÓN DE FRACTURAS

164 RODILLA DEL SALTADOR. TRATAMIENTO REHABILITADOR

170 VALORACIÓN DE LA RM COMO MÉTODO DIAGNÓSTICO Y PRONÓSTICO


EN EL SÍNDROME SUBACROMIAL

178 VÁSTAGO DE WAGNER EN LA CIRUGÍA DE REVISIÓN PROTÉSICA DE CADERA

187 FRACTURAS PARCELARIAS DE LA CABEZA DEL RADIO. OSTEOSÍNTESIS CON


MINITORNILLOS AO

192 PIODERMA GANGRENOSO: EL INJERTO DERMOEPIDÉRMICO EN EL ARSENAL


AVANCES - Volumen 33/3 - 3er Trimestre 2003

TERAPÉUTICO

195 ENFERMEDAD DE DIETERICH: NECROSIS AVASCULAR IDIOPÁTICA


DE LA CABEZA METACARPIANA

200 NEURILEMOMA DEL NERVIO PLANTAR MEDIAL. A PROPÓSITO DE UN CASO


VOL. 33, nº 3 2003
SUMARIO

Nuestros TRAUMATISMOS LARÍNGEOS Y M. Mañós 144


Clásicos ESTENOSIS LARÍNGEAS

Original FACTORES CLÍNICOS QUE MODIFICAN A. D. Delgado Martínez 153


LA CONSOLIDACIÓN DE FRACTURAS

Original RODILLA DEL SALTADOR. D. Vázquez Riveiro 164


TRATAMIENTO REHABILITADOR

Revisión VALORACIÓN DE LA RM COMO A. Arenas Planelles 170


MÉTODO DIAGNÓSTICO Y A. Arenas Miquélez
PRONÓSTICO EN EL SÍNDROME A. Garbayo Marturet
SUBACROMIAL H. Ayala Palacios

Revisión VÁSTAGO DE WAGNER EN LA CIRUGÍA J.J. Morales de Cano 178


DE REVISIÓN PROTÉSICA DE CADERA A. Coscujuela Mañá
L. Ruiz Macarrilla
J.A. Hernández Hermoso
A. Fernández Sabaté
F. Albaladejo Mora

Revisión FRACTURAS PARCELARIAS DE LA E. De Casas Fernández 187


CABEZA DEL RADIO. OSTEOSÍNTESIS A. Pardo González
CON MINITORNILLOS AO G. Chavarría Herrera
L.R. Meseguer Olmo
J. Nicolás Ros

Caso PIODERMA GANGRENOSO: EL J.M. Miranda Blanco 192


Clínico INJERTO DERMOEPIDÉRMICO EN EL V. Souto Rey
ARSENAL TERAPÉUTICO A. Garea Loureiro
P.Louzao Mosquera
F. Baña Sandá
L. Ameneiro Romero
L. Otero Soengas

Caso ENFERMEDAD DE DIETERICH: I. Proubasta Renart 195


Clínico NECROSIS AVASCULAR IDIOPÁTICA C. Lamas Gómez
DE LA CABEZA METACARPIANA J. Itarte Pujals
F. Pérez Moreno

Caso NEURILEMOMA DEL NERVIO PLANTAR J.E. Aragón Cutillas 200


Clínico MEDIAL. A PROPÓSITO DE UN CASO L.A. García-Lomas Pico
Traumatismos laríngeos y NUESTROS CLÁSICOS

estenosis laríngeas*
Manuel Maños Gonzalvo

*Artículo publicado en el volumen 1, número 4, del cuarto trimestre de 1971

007213

Los pacientes traumatológicos au- tarla de forma fortuita o accidental. En los traumatismos abiertos, a es-
mentan en número, cada día más y Por otra parte, la intensidad tas lesiones se suman las caracte-
más, como trágico pago al progre- traumática es variable y depende de rísticas a la herida según sea el
so, a la civilización y al estado ines- la potencia del acto traumático, del agente causal productor, entre las
table de paz que reina en cada país tipo de agente y de la forma en que que figurará con carácter preemi-
y en sus relaciones mutuas. Así, si- alcance al órgano fonatorio. nente la hemorragia, el enfisema
guen una progresión ascendente im- El traumatismo laríngeo puede ser subcutáneo y la posible aspiración
presionante los accidentes labora- cerrado o abierto, según se afecte de sangre y esfacelos, si existiese
les, de tráfico y aun deportivos, así dicho órgano sin ocasionarse solu- una solución de continuidad suficien-
como se incrementan extraordina- ción de continuidad en la piel y par- te en el árbol respiratorio a nivel
riamente las agresiones e intentos tes blandas del cuello, o bien a tra- laríngeo o traqueal como consecuen-
de suicidio para alcanzar aspectos vés de una herida que será variable cia del accidente.
desmoralizantes los conflictos arma- en su aspecto y extensión según sea La sintomatología varía según la in-
dos, dada la magnitud destructiva el agente causal. tensidad traumática y según el tipo
de las diferentes armas hoy en uso. Por último, el traumatismo laríngeo etiológico causante del accidente.
Por lo tanto, es lógico que se obser- puede ser único o bien formar parte Los síntomas generales, cuando
ve un aumento en los traumatismos de un cuadro traumatológico múltiple existen, adquieren una gravedad
cervicales y, como corolario de los y complejo en el cual se afecten va- variable, oscilando desde la inhi-
mismos, aquellos que afectan a la rias y diversas zonas de la economía bición refleja, capaz de llegar a la
laringe. humana. muerte súbita, al schock de varia-
Sin embargo, siguen siendo los El choque del agente traumático con- ble intensidad y aun la hemorragia
traumatismos laríngeos una peque- tra la laringe o la elongación de la mis- en los casos de traumatismo
ña proporción dentro del número to- ma por una hiperextensión forzada y abierto, cuya magnitud dependerá
tal de accidentes. Esta circunstancia súbita de la cabeza, pueden motivar de la extensión de la herida y, en
es motivada, de una parte, por su dis- alteraciones del revestimiento muco- especial, de los vasos afectados.
posición topográfica en el cuello, en so que varían del edema, hematoma, En los vasos de traumatismos
el que queda protegida por detrás exulceración a las pérdidas de sus- complejos y combinados pueden
por la columna vertebral, por encima tancia y enfisema endolaríngeo, le- coincidir una sintomatología cere-
por la mandíbula, y por debajo por el siones del armazón cartilaginoso bral, torácica, abdominal, medular,
arco esternoclavicular. De otra par- desde luxaciones y fisuras a las frac- etc., según sean las zonas o regio-
te, el sistema músculo-aponeurótico turas con o sin desplazamiento y al nes afectadas.
de sostén que posee, los elementos aplastamiento o derrumbamiento Los síntomas locales se manifesta-
musculares y partes blandas que le cartilaginoso. Paresias o parálisis rán como disfonías, disfagias y
rodean, en especial el sistema mus- cordales, por el edema mucoso o odinofagias de duración e intensi-
cular hioideo, le confieren unas con- alteración muscular, luxaciones o dad variable, tos con espectoración
diciones de movimiento y elasticidad afectación de los elementos hemoptoica en los casos de
que facilitan el deslizamiento de la neurales perilaríngeos cervicales. exulceración de la mucosa o lesio-
laringe ante el agente traumático, en Las partes blandas que le rodean nes endolaríngeas, crepitación mo-
un intento de eludir, o por lo menos pueden presentar edema, hemato- dificada al tacto y aun enfisema sub-
amortiguar, el impacto lesionante. ma o enfisema subcutáneo que pue- cutáneo en caso de fracturas y si hay
El traumatismo puede alcanzar la la- de llegar a adquirir caracteres de solución de continuidad del árbol res-
ringe de forma intencionada o afec- gran gravedad. piratorio. Pero el síntoma más im-

144 33/3 2003 - Págs. 144 a 151 M. Maños


portante y crucial es la disnea, sig- ratorios poco manifiestos, que curan po precedente, así como a serles
nificativa de una estenosis de la luz con tratamiento médico en su inmen- prestados los cuidados especiales
respiratoria. Michallet (1960) hace sa mayoría consistente en reposo que su estado general precise. Final-
una clasificación causal de estas corporal y fonético; alimentación líqui- mente, en seguida que lo permita su
estenosis postraumáticas en inme- da o semilíquida y, si es preciso, con estado, será necesario practicar las
diatas, secundarias y tardías. Las sonda gástrica; medicación antiinfla- exploraciones endoscópicas y
inmediatas son tributarias de obs- matoria con corticoides, enzimas, radiológicas del órgano fonatorio,
trucciones por edema, colgajos etc.; antibióticos para evitar y com- para comprobar si precisa o no una
mucosos, fragmentos de cartílagos, batir infecciones, a parte de la tera- terapéutica quirúrgica ulterior para
hemorragias o parálisis de abduc- péutica que su estado general re- conseguir restablecer plenamente
ción bilaterales. Las secundarias quiera. En su gran mayoría no preci- las funciones respiratoria, fonatoria
aparecen como consecuencia de san traqueotomía. Chadvik (1959), y de deglución.
enfisema, edemas reaccionales o Calvet (1963), Guzy (1964), Gardel El grupo de “indicaciones etio-
aun infecciosos, con o sin absceso (1965) Michallet (1966) coinciden en lógicas de la traqueotomía”, en los
por pericondritis y paresias o pará- sus observaciones con estos casos traumatismos cerrados de laringe
lisis de abducción de origen neural. descritos por Fitz-Hug (1962) acon- descrito por Michallet (1966),
Las tardías las motivan las sínfisis y sejando todos ellos una vigilancia del engloba aquellos casos en que exis-
sinequias consecutivas a la organi- enfermo en régimen de internado, te, además del traumatismo sobre
zación hística cicatricial de los ele- siempre que sea factible, para poder el órgano fonatorio, la sospecha de
mentos laríngeos lesionados. controlar cualquier contingencia y así una acción neural secundaria por la
La magnitud de la estenosis en cada actuar convenientemente de forma compresión directa o por el edema;
caso y situación vendrá exterioriza- rápida e inmediata. además en algunos de ellos pueden
da por la intensidad de la insuficien- El grupo de “injurias graves” com- asociarse otros factores cerebrales
cia respiratoria, de cuya circunstan- prende los casos que, por la intensi- graves. Entre los mismos cabe pen-
cia dependerá que sea innecesaria, dad y violencia del traumatismo, re- sar en los casos de estrangulamien-
aconsejable, imprescindible o de quieren o hacen aconsejable de for- to y ahorcamientos frustrados y en
emergencia la restauración de una ma imprescindible la traqueotomía ciertos tipos de accidentes automo-
correcta respiración mediante la para solucionar la estenosis inmedia- vilísticos.
traqueotomía. ta o secundaria previsible y aun en Las grandes lesiones traumáticas
Así pues, la traqueotomía cuando cierto número requiere por la magni- laríngeas descritas son debidas en
está indicada es el primer paso te- tud de la insuficiencia respiratoria su una inmensa mayoría a accidentes
rapéutico de los traumatismos solución de forma extremadamente provocados por vehículos motoriza-
laríngeos, que, junto con un trata- urgente. Una vez resuelto el proble- dos, como han observado en los últi-
miento médico local y general, pue- ma respiratorio vital, pasan a ser tra- mos quince años Cranmer (1959),
de resolver el problema, pero en tados localmente como en los del gru- Falbe-Hansen (1960), Brandenburg
otros casos precisa actuaciones
operatorias complementarias de for-
ma inmediata o tardía, para corre-
gir las estenosis permanentes o
bien para actuar sobre otros órga-
nos afectados cuando el traumatis-
mo es complejo en su extensión. Por
lo tanto, la terapéutica cambia se-
gún sea cerrado, abierto o comple-
jo el traumatismo laríngeo, así como
de la importancia que adquiere su
efecto en los elementos estructura-
les integrantes de la laringe.
En los traumatismos cerrados hay
que distinguir: las “injurias leves”
y las “injurias graves” descritas
por Fitz-Hugh (1962), y el grupo
que Michallet (1966) describe
como de “indicación etiológica de
a) b)
la traqueotomía”.
En los casos de “injurias leves”, se Fig. 1. a) Desplazamiento del axis y columna cervical en posición correcta después de una
trata de sujetos con trastornos respi- traqueotomía; b) tracción cervical correspondiente.

VANCES
ATraum Traumatismos laríngeos y estenosis laríngeas 145
a) b) c)
Fig. 2. a) Radiografía de perfil con el estoma en la zona intercricotiroidea, línea de fractura a nivel del ala tiroidea; b) plano anterior del orificio
del estoma en región subglótica de la luz laríngea; c) en el plano posterior la obstrucción es menos evidente.

(1965), Poch (1965), Middleton adquieren una mayor importancia de to de la causa que motivó la
(1966). Es de resaltar el tipo compro- atención médica al mantener un pe- traqueotomía, y aun el mismo cono-
bado por Gardel (1965) y Michallet ligro vital, una vez se ha superado la cimiento de esta etiología causal,
(1966) en la guerra de Indochina, estenosis respiratoria aguda que sufre un retraso, cuando no un olvi-
motivado por el choque contra un ponía en peligro inmediato la vida del do, hasta el momento de retirar la
cable tendido de un extremo a otro paciente, mediante la traqueotomía. cánula traqueal, enmascarado por la
de la carretera, situado a un nivel En alguno de estos sujetos la importancia de la sintomatología no
aproximado a la altura correspon- traqueotomía salva la vida de inme- laríngea que presenta el enfermo, víc-
diente al cuello del conductor de moto diato, pero, como observa Middleton tima de un cuadro traumatológico
o jeep con parabrisas bajado. (1966), las lesiones cerebrales y de complejo y grave.
Existe un grupo de grandes lesiones otra localización alcanzan tal grado Igualmente es por lo visto corriente
traumáticas laríngeas, que no son de gravedad que resulta imposible que en el momento de apuro respi-
únicas sino que forman parte de un superarlas, siendo fatales para el ratorio se verifique la traqueotomía
cuadro complejo traumatológico, en sujeto. Tal fue el caso del presidente salvadora en condiciones deficientes
el cual las lesiones cerebrales, norteamericano Kennedy. Pero si el de identificación y orientación ana-
torácicas, abdominales o medulares peligro vital es vencido, el tratamien- tómica, así como en posiciones que

a) b) c)
Fig. 3 a), b), c). Estoma de la traqueotomía en la región traqueal. Zona cicatricial en el estoma anterior. Plano anterior del estoma traqueal más
oscuro por estar ocluido por un plástico. Permeabilidad en toda la extensión de la luz laríngea. Plano posterior con las mismas características.

146 M. Maños
no resultan las más adecuadas, pero paciente según cada caso como en operatoria correctora lo más inme-
que vienen obligadas por el estado y los traumatismos complejos cerrados diata posible, para evitar en cuanto
situación del paciente. Además, esta antes descritos. se pueda la organización y fijación
misma perentoriedad hace preciso La traqueotomía, conjuntamente con cicatricial que dificulte y haga más
que sea realizada por personas ca- el tratamiento médico más arriba ci- laboriosa o difícil la restitución fun-
paces de llevarla a cabo, pero que tado, supera en algunas ocasiones cional de la laringe.
no están avezadas a la región ana- la estenosis inicial e incluso secun- La intervención se realiza por vía ex-
tómica. Como consecuencia de todo daria, permitiendo la decanulación terna, a través de una tirotomía me-
ello resulta que el estoma respirato- del paciente pasado un tiempo pru- dia, siendo la primera finalidad la
rio se sitúa alto, cuando no en pleno dencial, variable en cada sujeto. supresión de la causa estenosante
espacio intercricotiroideo, con lo cual Michallet (1966) cita el caso de un (desgarros de la mucosa, fragmen-
se suma al factor estenótico ya exis- paciente traqueotomizado por pará- tos de cartílago, reponiéndolos si es
tente por el traumatismo, nuevas po- lisis bilateral de abducción de origen posible, resección de granulomas,
sibilidades de agravación, en espe- compresivo, que no precisó ninguna etc.) conservando la mucosa en toda
cial si la circunstancia anómala del otra maniobra quirúrgica tras la aten- la extensión que el caso permita y
estoma no es conocida por quien ción medicamentosa. procurando a la vez mantener la inte-
realizó la traqueotomía. Esta locali- En la mayoría de casos graves de gridad del esqueleto cartilaginoso.
zación alta o anómala de la traumatismos laríngeos, es necesa- Todo ello resulta más factible cuanto
traqueotomía es considerada como ria una actuación operatoria comple- más temprana sea la actuación
factor de gran importancia etiológica mentaria por vía externa para corre- operatoria.
en las estenosis laríngeas por diver- gir las estenosis y asegurar el mante- Cuando, a pesar de todo, es nece-
sos autores, entre ellos Smathers nimiento de la dilatación conseguida. sario sacrificar mucosa, resulta inte-
(1959), Azoy (1961), Pulido (1964), Cuando la exploración demuestra la resante poder conservar por lo me-
Mozota (1965). existencia de desgarros mucosos im- nos un pasillo continuo entre la mu-
Como consecuencia de lo antes ex- portantes, desplazamientos de frag- cosa traqueal y faríngea que facilite
puesto, ante un traumatismo comple- mentos cartilaginosos, o la existen- la función ciliar y la reepitelización,
jo y grave que precise practicar una cia de granulaciones que obstruyan situándolo Poch (1957) preferente-
traqueotomía de urgencia, debe pro- la luz laríngea, Falbe-Hansen (1960), mente a nivel de la zona interari-
curarse y conseguirse la realización Fitz-Hug (1962), Gardel (1965), tenoidea. Pero si la superficie cruen-
de la misma lo más baja que sea Brandenburg (1965), Michallet ta es muy grande, los injertos de piel,
posible, es decir, lo más distante que (1966) aconsejan la actuación según las directrices de Arbuckle
se pueda de la lesión laríngea. Del (1928) y Negus (1933), son utilizados
mismo modo debe efectuarse cuan- por la mayoría de autores en las es-
to antes y tan pronto como las cir- tenosis laríngeas para revestir estos
cunstancias del caso lo permitan, la déficits mucosos, entre otros por
exploración de la región, un examen Smathers (1959), Falbe-Hansen
radiográfico, así como la observa- (1960), Azoy (1961), Torrents (1963),
ción laringoscópica, sea por visión Pulido (1964).
indirecta o bien directamente, con las Los desplazamientos del armazón
precauciones debidas e incluso si es cartilaginoso, como afirma Gardel
necesario, bajo anestesia general, (1965), pueden ser corregidos situán-
para determinar de esta forma el gra- dolos correctamente, a condición de
do y alcance de las lesiones, así realizar esta maniobra de modo inme-
como la permeabilidad laríngea exis- diato. Cuando es preciso sacrificar
tente y entonces, con pleno conoci- algún fragmento o incluso una gran
miento de causa, adoptar la directi- extensión de cartílago, es necesario
va terapéutica más adecuada. procurar conservar el pericondrio para
En los traumatismos abiertos de la que mantenga la posición correcta de
laringe, con heridas cervicales, la apertura laríngea, como afirman Falbe-
traqueotomía resulta imprescindible Hansen (1960) y López de Uralde
o por lo menos aconsejable, puesto (1959); no obstante, Ogura (1962-
que evita las aspiraciones hemáticas 1964), cuando el cricoides está frac-
endotraqueales, las infecciones y aun turado en forma múltiple y en espe-
favorece la curación de la herida del cial si hay una estenosis subglótica,
cuello. Después debe seguirse la Fig. 4. Tubo de polivinilo que se empleó como reseca dicho cartílago y, previa disec-
misma conducta médica o quirúrgi- prótesis para mantener la dilatación de la luz ción traqueal, anastomosa la laringe
ca, sobre el estado local y general del laríngea conseguida en el acto operatorio. a la tráquea.

VANCES
ATraum Traumatismos laríngeos y estenosis laríngeas 147
El mantenimiento de la luz laríngea cuatro y nueve meses; Bandenburg premisas que, para Holinger y
conseguida en el acto quirúrgico pue- (1965) de tres semanas a un mes y Johnston (1958), son precisas para
de precisar o no la colocación de di- medio. aceptar la recuperación correcta de
versos mecanismos protésicos des- La decanulación puede realizarse en la estenosis laríngea: buena deglu-
tinados a conservar la dilatación con- los casos que no precisan dilatación ción, buena fonación y sobre todo
seguida y permitir ulteriormente la protésica de mantenimiento y que buena respiración.
respiración por vías naturales retiran- han sido tratados de forma inmedia- Un nuevo procedimiento se ofrece a
do la traqueotomía. ta, entre los diez y quince días, como aquellos casos de estenosis laríngeas
En algunos casos como en los de aconseja Gardel (1965). que resulten difíciles, laboriosas y du-
Gardel (1965), Poch (1965), en los En cambio, si ha sido preciso man- raderas las maniobras de corrección
cuales por las condiciones lesionales tener una prótesis de dilatación du- o bien que, por la extensión de la es-
y correctrices no se hace presumible rante un cierto tiempo, es necesario tenosis o magnitud de la misma, ha-
una recidiva, no se utilizan medios una fase de adaptación respiratoria, gan prever un resultado poco hala-
protésicos. comprobando la eficiencia y capaci- güeño. Se trata de la laringectomía
En cambio, en una gran mayoría de dad de la nueva vía de aire mediante reconstructiva de Serafini (1970),
casos de traumatismos graves se el empleo de cánulas fenestradas, que si bien este autor puso en mar-
requiere mantener una dilatación además de una exploración cha para el tratamiento del cáncer
para conservar la luz laríngea conse- radiológica y laringoscópica, para laríngeo y así es como personalmen-
guida con el acto operatorio. Diver- que la decanulación se efectúe con te la utilizó, ofrece perspectivas muy
sos son los medios protésicos em- las máximas condiciones de seguri- esperanzadoras en las estenosis
pleados con esta finalidad: Smathers dad. Un período de unos quince días laríngeas y es propuesta como una
(1959), Falbe-Hansen (1960), parece ser el más adecuado, pero de sus indicaciones por la mayoría
Branderburg (1965) emplean moldes es preciso, después de retirar la cá- de autores de nuestros días intere-
de acrílico; Brandenburg (1965), nula, llevar a efecto controles perió- sados en este problema.
Torrents (1963), Pulido l1964) utilizan dicos de la función respiratoria en Consiste, en síntesis, en la resección
un dedo de guante relleno de goma- una misión de vigilancia. subpericóndrica de la laringe, conser-
espuma; Middleton (1966) utiliza Los casos publicados se resuelven vando parcialmente la epiglotis, lue-
fragmentos de tubos anestésicos de favorablemente, en general, unos con go se liberan cuatro anillos traqueales
intubación endotraqueal; Michallet relativa facilidad y otros casos, los suturándose la pared posterior
(1966), Gardel (1965), así como una menos, requieren repetidas y com- traqueal al borde anterior del esófa-
gran mayoría de autores, sitúan tubos plejas actuaciones quirúrgicas, como go, y la cara anterior de la tráquea se
de polietileno vacíos en su interior; explican Falbe-Hansen (1960) y sutura al borde de la epiglotis, con lo
Knikth (1966), Conley (1965) diseñan Middleton (1966), existiendo excep- que los cuatro anillos traqueales pa-
y colocan tubos de teflón construidos cionalmente alguno cuya resolución san a ocupar el lugar de la laringe,
especialmente y orientados exclusi- resulta además de muy difícil, alta- creándose así una neolaringe que
vamente para este fin. mente laboriosa. permite una fonación correcta; la de-
La laringe no se deja abierta, sino La fonación conseguida general- glución se consigue a los quince días
que se suturan los planos de tejidos mente es aceptable, no obstante hay y la respiración en un veinticinco por
blandos y piel, para recubrir la sutura ocasiones que hacen necesaria una ciento de casos de Serafini (1971) en
del pericondrio, dejando así cerrada reeducación foniátrica para mejorar un plazo de dos meses, mientras el
por completo la herida operatoria. su lenguaje. sesenta por ciento puede decanularse
La prótesis se mantiene en posi- La deglución es correcta en la totali- antes de los seis meses.
ción endolaríngea, sujetándose me- dad de los casos, no obstante duran- El pronóstico en el tratamiento de las
diante hilos de seda a la cánula de te el tiempo que permanece la pró- estenosis laríngeas por traumatismos
traqueotomía o bien mediante hilos tesis dilatadora de tubo hueco, algún cervicales ha de ser reservado, ya
que salen por la nariz o boca, cuan- autor ha debido reducir la dimensión que no existe siempre la seguridad
do no por puntos que la fijan a la piel. de la misma para evitar aspiraciones, plena de alcanzar las tres premisas
El tiempo de permanencia de la pró- al quedar entonces situada en plena que son requeridas para considerar
tesis dilatadora varía según el crite- faringe. completa su rehabilitación.
rio de cada autor, no existiendo así De lo expuesto se desprende que El caso propio que se expone a con-
regla fija, dependiendo fundamental- con un tratamiento cuidadoso y ade- tinuación encuadra perfectamente en
mente del grado y extensión de la le- cuado, especialmente si es tempra- los más interesantes conceptos ex-
sión, así como del tiempo que me- no, consecutivo a una pronta y co- puestos anteriormente.
dia entre su producción y la actuación rrecta exploración, es posible en un Se trata de un hombre de veintiún
operatoria. Smathers (1959) lo man- tiempo corto o largo, pero de forma años. Sufre un accidente volcando el
tiene durante un período de dos a nue- nunca fácil, e incluso a veces labo- tractor que conducía, produciéndose
ve meses; Middleton (1966) entre riosa y difícil, llegar a cumplir las como consecuencia un traumatismo

148 M. Maños
en la región cervical, con fractura y en evidencia una masa de tejido probación de la permeabilidad
luxación vertebral, presentando dis- cicatricial que abarcaba más de la laríngea por laringoscopia y con-
nea intensísima, cianosis y enfisema mitad de la cuerda y banda derecha, trol radiográfico, se procedió a la
subcutáneo en el lado derecho del mientras que la sinequia sólo afec- decanulación a los quince días de
cuello. Fue traqueotomizado casi de taba muy superficialmente a la ban- haber retirado la prótesis. Un es-
inmediato, tratándose a continuación da y cuerda izquierda. La resección tudio radiocinematográfico permitió
la lesión de la columna vertebral, una procuró conservar la mayor parte valorar el funcionalismo laríngeo, ob-
vez resuelto el problema respiratorio. posible de mucosa, descubriendo servándose una buena movilidad,
Intentan la decanulación a las tres se- una formación quística con conteni- tanto en la actividad fonatoria como
manas, pero deben recanular al pa- do mucoso en la zona ventricular de- respiratoria, la deglución resultó per-
ciente por presentar claros signos de recha. Se resecó parcialmente la fecta desde el primer momento de la
asfixia y cianosis. Las laringoscopias banda y cuerda derecha incluyendo intervención, la fonación también fue
que entonces intentaron realizar, no fue la zona ventricular conservando la aceptable, pero ha mejorado paula-
posible llevarlas a efecto. parte posterior de dicha cuerda, fi- tinamente y la respiración permitió la
A los cinco meses del accidente, al ex- jándose por trasfixión a través del ala realización de una vida normal sin
plorarlo por vez primera, se observa la del cartílago tiroides. Se cubrió en lo esfuerzos exagerados. Actualmente
situación alta del estoma respiratorio. La posible con mucosa la brecha a los cuatro años de la intervención
laringoscopia indirecta realizada con operatoria. Inmediatamente se colo- conduce un taxi, realizando un tipo de
anestesia local tópica demuestra la exis- có una prótesis de contención y sos- actividades que no precisa grandes
tencia de una obstrucción de la luz tenimiento de la dilatación laríngea esfuerzos físicos que le permite dis-
laríngea en forma parcial, por existir una conseguida. Se emplea un dedo de frutar de una normalidad vital.
sínfisis entre la banda y cuerda derecha, guante lleno de material blando, que Relacionando este caso con la revi-
que aparece muy hiperplasiada, con el se fija mediante un hilo de seda a la sión precedente, se pueden verificar
borde libre de la banda y cuerda izquier- cánula de traqueotomía. Se cerró el las siguientes deducciones:
da correspondiendo a la mitad del diá- estoma antiguo mediante la plastia
metro anteroposterior de la luz laríngea, cutánea previamente preparada y a Cuando dentro de un cuadro trauma-
estando limitada la movilidad laríngea en continuación se suturó la herida tológico grave participa la laringe, es
especial la abducción. La laringoscopia operatoria por planos, quedando la imprescindible verificar la traqueotomía,
directa efectuada en el inmediato traqueotomía situada en una posición porque en los primeros momentos es
preoperatorio confirmó estos datos. baja en relación con la laringe. la asfixia el peligro vital más inminente.
La radiografía de perfil, previa El tratamiento postoperatorio inme- La traqueotomía alta y, a mayor
decanulación momentánea. confirmó diato se efectuó con antibióticos y abundamiento, la forma llamada
la existencia del estoma en plena zona corticoides. El estado general cursó intercricotiroidea, es frecuente en
intercricotiroidea. La planigrafía frontal perfectamente, pero la existencia de estos casos, en especial en los me-
evidencia la existencia de una sínfisis una febrícula y molestias locales, pero dios no relacionados con ambientes
entre banda y cuerdas, lateralizada a sobre todo el temor de una condritis laringológicos, la coincidencia de le-
la derecha, donde se aprecia una línea en la antigua zona de la fractura del siones de columna cervical y laríngea
cicatricial consecutiva a una fractura del ala tiroidea inducen a cambiar la pró- en nuestro caso y en otros de la lite-
ala tiroidea derecha, con una imagen tesis, colocando en lugar del dedo de ratura también con “traqueotomía”
quística situada debajo de la banda y guante un fragmento de tubo de en plena laringe, puede hacer pen-
en pleno ventrículo derecho. anestesia endotraqueal a la manera sar en posibles circunstancias
Sentado el diagnóstico de estenosis que usa Middleton, pero a los ocho posicionales no superables en es-
cicatricial tardía laríngea, se plantea días por seguir la febrícula y las mis- tos pacientes que la facilitan. Es
el tratamiento quirúrgico, que cum- mas molestias locales se cambió necesario, pues, propugnar la prác-
plió los siguientes tiempos: traqueo- también bajo anestesia general la tica de traqueotomías bajas, apar-
tomía inferior, resección de la masa prótesis colocando ahora un tubo de tadas de la laringe en los medios
estenosante previa tirotomía media, polivinilo, dejando desde aquel mo- traumatológicos, que es donde se
colocación de la prótesis de conten- mento de notar molestias y desapa- reciben estos pacientes y donde se
ción, cierre por plastia de piel del reciendo la febrícula. Se mantuvo la les presta las primeras atenciones
estoma respiratorio creado en la prótesis de dilatación durante dos médicas, para así eludir uno de los
traqueotomía anterior, cierre de la meses y se retiró bajo anestesia ge- factores que pueden ayudar a la crea-
laringe y de la herida operatoria. neral, dejando colocada una cánula ción de estenosis tardías.
Al verificar la incisión de piel se con- de traqueotomía fenestrada, que Los traumatismos graves que requie-
servó un colgajo en forma de cuadra- taponando el orificio externo de la ren traqueotomía deben incluir en su
do a nivel del estoma respiratorio misma permitía comprobar el grado exploración rutinaria el examen
precedente, para ser utilizado para y facilidad de la actividad respirato- laringológico, sea endoscópico,
la plastia ulterior. La tirotomía puso ria por vías naturales. Previa com- radiológico o ambos a la vez, tan

VANCES
ATraum Traumatismos laríngeos y estenosis laríngeas 149
pronto como lo permita la situación cha, que es la que rige la movilidad - Conley J. Tracheal protesis for stenosis.
del paciente, y no esperar a retirar la laríngea. Arch Otolaryng 1965;82:433.
- Cranmer L. Traumatic stricture of the
cánula de traqueotomía para com- La decanulación se ha efectuado pru-
larynx. Ann Ot Rhin Laryng 1959;68:613.
probar que existe un obstáculo res- dentemente mediante un período de - Chadwick D. Closed injuried of the larynx
piratorio endolaríngeo. prueba de la vía natural respiratoria, and pharynx. J Laryng 1960;74:306.
Las estadísticas demuestran que los gracias a una cánula fenestrada que - Falbe-Hansen J. Respiratory obstruction
casos tratados de forma inmediata permitía ocluir su orificio exterior vo- Acta Otolaryng Supp 1960;152:24.
- Fitz-Hug G. Injuries of the larynx and
o mediata son los que rinden mejo- luntariamente, así como por medios
cervical trauma. Ann Ot Rhin Laryng 1962;
res resultados y donde se precisan radiológicos estáticos y dinámicos, 71:419.
tiempos cortos de mantenimiento de que junto con la exploración laringos- - Gardel J. Traumatismes du larynx. Probl
las prótesis de contención, precisa- cópica aseguraba la existencia de Actuels d’ORL. Edit. Maloine, Paris, 1965.
mente son los tratados más tardía- una vía de aire suficiente. A este pun- - Guzy J, et al. Le traitement inmediat des
mente donde la labor a realizar es to le damos personalmente gran va- plaies larynge-tracheals. Points de vue ORL.
Sarri, Paris 1964;6:149.
más costosa y los resultados son lor, puesto que la recanulación por - Harris H, et al. The use fre skin grafts for
más problemáticos. segunda vez sería de un efecto postraumatic cicatritial stenosis of the
Es el estudio temprano de los pa- desmoralizante para el enfermo, larryngopharynx. Arch Otolaryng 1959;
cientes lo que permite operarlos mientras que el fracaso de la inter- 70:630.
en momentos en que las fracturas vención, siendo portador todavía de - Holinger P. et al. The menagement of
chronic laryngeal stenosis. Ann Ot Rhin
con desplazamientos no han for- una cánula fenestrada, sólo significa-
Laryng 1959;364:476.
mado aún callo, en que los tejidos ría la continuidad de una situación, - Knigth J Further efforts for correction of
hiperplasiados o desgarrados no pero no la vuelta de la misma una vez severe acute of chonic laryngeal stenosis.
se han organizado y aún no se han ya superada, aunque sólo sea por Ann Ot Rhin Laryng 1966;73:392.
formado cicatrices viciosas. Esta unos días. - López Uralde F. Estenosis laríngeas. Acta
ORL Esp 1959;10/4:74.
rápida actuación es de importancia, El cierre del traqueostoma de la in-
- Mañós M. Estenosis laríngeas por
radicando ésta en que ciertos des- tervención anterior situado en la re- traumatismo cervical. Acta ORL Esp
plazamientos pueden ser corregidos gión subglótica, mediante un colgajo 1968;19/2.
y que en las recalibraciones por le- de piel, permite mantener una dilata- - Michallet M. La tracheotomie dans le
siones complejas cartilaginosas se ción amplia de esta zona sin que se traumatismes ouverts et fermes du cou.
puede conservar todavía la mayor preste a retracciones secundarias en Probl Actuel d’ORL. Edit Maloine, Paris,
1966.
parte del esqueleto, sin recurrir a ma- el período de cicatrización. - Middleton P. Traumatic laryngeal stenosis.
niobras cruentas sobre el mismo, La medicina y la cirugía han logrado Ann Ot Rhin Larryng 1966;75:134.
disminuyendo a la vez las posibilida- arrancar de las garras de la muerte - Mozota J. Aportaciones a las estenosis
des de complicarse con condritis. a muchos pacientes traumatológicos, laríngeas cicatriciales. Acta ORL Esp
Igualmente, permite una mejor con- pero con ser un gran paso, no es su- 1965;1632:11.
- Negus V. Treatment of chronic stenosis of
servación de la mucosa, que evitaría ficiente, puesto que las condiciones
the larynx. Ann Ot Rhin Laryng 1938;47:891.
un eventual injerto cutáneo y que a ve- físicas resultantes son a veces - Ogura J, et al. Surgical correction of
ces resulta imprescindible en gran minusvalentes. Por ello, todos nues- traumatic stenosis of the larynx an pharynx.
número de casos que se tratan tar- tros esfuerzos han de encaminarse Laryngoscope 1962;74:468.
díamente. a colocar al hombre en unas condi- - Ogura J, et al. Functional restitution of
traumatic stenosis of the larynx an pharynx.
La clase de prótesis a elegir varía ciones lo más parecidas posibles de
Laryngoscope 1964;74:1081.
con cada autor: en este caso se ha la gracilidad plástica y armónica que - Poch R. Voz de los operados de estenosis
ido cambiando ante el temor de apa- representa la integridad orgánica y laringotraqueales. Acta Iber Amer ORL 1957;
recer una condritis, por existir un ca- funcional de la persona humana. 8:141.
llo de fractura precisamente en la - Poch R. Estenosis traumática de la laringe.
zona cordoventricular derecha, pun- Acta ORL Esp 1965;16/2:32.
Bibliografía - Pulido R Estenosis laríngeas cicatriciales.
to de apoyo de la cordopexia y de Acta ORL Esp 1964;15/2:3.
amplio contacto con la prótesis en los - Serafini I, Arslan M. La laryngectomie totale
movimientos tanto de deglución - Arbuckle M. Cicatricial stenosis of the avec retablisement de la phonation et de la
como fonatorios y tusígenos. larynx. Arch Otolaryng 1928;8:868-896. respiration natureles. Ann Otolaryng Paris
La duración de permanencia del - Azoy A. Curso sobre otorrinolaringología 1970;87:509.
fundamental. Conferencia Facultad de - Serafini I, Arslan M.Restoration of laryngeal
tubo dilatador ha sido corta, por no Medicina de Barcelona, 1961. functions after total laryngectomy.
haber sido modificado el armazón - Brandenburg J. Problem of closed laryngeal Laryngoscope 1971.
cartilaginoso, mientras la lesión injury. Arch Otolaryng 1965;81:91-96. - Smathers J. Reconstrution of the laryngeal
operatoria quedaba restringida a - Calvet J, et al. Traumatismes larynges au lumen in chronic laryngeal stenosis. Ann Ot
una hemilaringe y aún parcialmen- cours des contusions cervical. J Fran ORL Rhin Laryng 1959;68:1205.
1963;12:107-109. - Torrents J. Problemas de las estenosis
te, ya que se respetó por completo - Clerf L. Cicatricial stenosis of the larynx. laríngeas. Actas Reum Cient Inst Policlínico
la parte posterior de la cuerda dere- Ann Ot Rhin Laryng 1933;42:1. de Barcelona 1963;17/11:210.

150 M. Maños
NUESTROS CLÁSICOS

Comentario al artículo: “Traumatismos laríngeos y estenosis laríngeas”

Trabajo del Dr. Manuel Mañós Gonzalvo, publicado en la Revista “Traumatología, Cirugía y Rehabilitación” de ASEPEYO
en el volumen 1 número 4 del cuarto trimestre de 1971

Si bien dicho artículo fue escrito hace más de más comodidad gracias a la introducción de los sis-
30 años, todavía muchas de las afirmaciones temas de fibroscopia. Sin embargo, en otros casos
que contiene siguen teniendo vigencia en la sigue siendo necesaria la exploración mediante
actualidad. cervicotomía, tirotomía y evaluación del estado del
La incidencia de los traumatismos laríngeos ha esqueleto laríngeo y de las estructuras mucosas
aumentado sobre todo como consecuencia del endolaríngeas. El concepto sigue pues siendo el mis-
aumento de los accidentes de circulación. Sin mo, aunque dispongamos de una serie de adelantos
embargo, el número de estenosis laríngeas pro- técnicos que con una mejor precisión y menor agre-
ducidas por intubaciones prolongadas ha dismi- sividad, nos permiten una mejor y más rápida eva-
nuido de forma notable, gracias a la mejoría de luación de la laringe lesionada.
los cuidados de los pacientes intubados y a la Respecto al tipo de cirugía a realizar, la posterior
realización temprana de traqueotomías. introducción de las nuevas prótesis endoluminales
El artículo empieza con una revisión de la anato- de Montgomery (tubo en T), facilitaron enormemente
mía cervical anterior y del sistema músculo- la reconstrucción de la luz laríngea, siguiendo los
aponeurótico que sostiene a la laringe. A conti- mismos principios descritos por Rethi en el siglo pa-
nuación se clasifican los traumatismos, tal y como sado.
hacemos ahora, en abiertos y cerrados. La des- Asimismo, la introducción del láser ha significado un
cripción que se hace de la clínica y manifesta- nuevo concepto de tratamiento menos agresivo en
ciones de los traumatismos laríngeos es minu- lesiones intraluminales y mucosas: granulomas
ciosa, muy completa y poco se podría añadir a subglóticos, estenosis a nivel del traqueostoma, etc.
esta impecable y razonada exposición de los ti- También la introducción del láser permite el aumento
pos de traumatismos y la clínica que expresan de la luz laríngea en los casos de parálisis de cuer-
cada uno de ellos. das vocales en posición paramedia, mediante la rea-
Al hablar de la necesidad de practicar una lización de cordotomías posteriores.
traqueotomía se insiste en un concepto que con- La laringectomía reconstructiva de Serafín, dejó de
tinua siendo vigente: la necesidad de practicar utilizarse ya que no aportó los resultados esperados
una traqueotomía baja, lo más lejos posible de la y su índice de complicaciones era notablemente alto.
laringe, para evitar lesiones laríngeas añadidas
debidas a la proximidad del traqueostoma a la Este artículo escrito hace más de 30 años, mantiene
laringe, en el caso de una traqueotomía alta. pues toda la vigencia en cuanto a los conceptos clí-
La necesidad de realizar estudios de diagnóstico nicos y terapéuticos que en él se versan; tan solo
por la imagen no recibe el énfasis que le daría- faltarían en él, aquellos progresos que la tecnología
mos hoy gracias a las técnicas de tomografía nos ha permitido introducir en el tratamiento de estos
computarizada y resonancia magnética. pacientes.
Se insiste en el concepto de la exploración inme-
diata de la laringe, cosa que hoy realizamos con Dr. Manuel Mañós Pujol

VANCES
ATraum Traumatismos laríngeos y estenosis laríngeas 151
Factores clínicos que modifican la
consolidación de fracturas
Alberto D. Delgado Martínez
Hospital Universitario Neurotraumatológico
Complejo Hospitalario de Jaén
Universidad de Jaén

Resumen
Durante la consolidación de las fracturas, ocurren muchos sucesos
clínicos que alteran en mayor o menor grado la evolución de la
misma. Algunos de ellos, como la gravedad de la lesión, la edad y
las enfermedades sistémicas no se pueden modificar durante el
tratamiento de la fractura, pero otros sí. Desde un punto de vista
práctico, se debe tener especial cuidado en proporcionar al
paciente un correcto tratamiento local de la herida (estabilizando y
respetando la vascularización), utilizar los antiinflamatorios no
pueda ser útil al clínico que se en-
esteroideos (AINES) con prudencia los primeros días, suministrar
frenta a diario con el tratamiento de
un adecuado aporte nutricional (sobre todo de proteínas), controlar
las fracturas.
adecuadamente la glucemia (en diabéticos), dejar de fumar,
suspender el uso de fármacos para la osteoporosis, y evitar el uso
de ciprofloxacino (si hay otras alternativas). Necesidades para la consolida-
Palabras clave ción de fracturas
Consolidación. Fracturas. Factores locales. Factores sistémicos
La consolidación de fracturas es un
proceso único en el organismo1-3. A
000923 diferencia de lo que ocurre con otros
tejidos, el tejido óseo posee un
mecanismo específico de repara-
ción en el que sus lesiones son
Tras la producción de una fractura, dación, el callo de fractura se ve sustituidas con el mismo tejido
uno de los objetivos del tratamiento sometido a muchos factores de óseo, y no por tejido fibroso ines-
es conseguir la consolidación bio- carácter clínico que alteran su evo- pecífico. Se trata, por tanto, de una
lógica de la misma, que es lo que lución normal (acelerando o retar- verdadera regeneración tisular, y no
sucede habitualmente. Sin embar- dando), lo que en ocasiones puede de un mero proceso cicatricial. Du-
go, durante el proceso de consoli- conducir al retardo o a la ausencia rante la consolidación, se forma una
de consolidación. masa firme de tejido entre ambos
Algunos de estos factores depen- extremos óseos: es el llamado ca-
Correspondencia
Alberto D. Delgado Martínez den de nuestra actuación durante llo de fractura4.
Depart. de Ciencias de la Salud. Ed. B-3 el tratamiento de la fractura, y por La formación de tejido óseo en el
Universidad de Jaén lo tanto, pueden ser modificados. foco de fractura requiere fundamen-
Campus Las Lagunillas S/N Otros no, aunque pueden servir talmente dos cosas: un adecuado
23071 Jaén como indicadores pronósticos de la
Tel: 953 002 702 aporte sanguíneo (los osteoblastos
Fax: 953 012 141
evolución de la consolidación. sólo actúan cuando están cerca de
adelgado@ujaen.es El objetivo de este trabajo es reco- capilares) y una superficie mecáni-
http://www.ujaen.es/investiga/cts380 pilar y ordenar toda la información camente sólida para el depósito del
actualmente existente sobre los fac- tejido óseo (necesario para el de-
Fuentes de financiación: tores clínicos que modifican la con- pósito de matriz ósea y su poste-
Beca FIS 01/1245 (ver “Agradecimientos”) solidación de fracturas, para que rior mineralización)4.

VANCES
ATraum Factores
33/3 2003 clínicos
- Págs. 153 aque
162 modifican la consolidación de las fracturas 153
Cuando se consiguen ambos fac- acumulación de información a veces ción de VEGF (factor de crecimien-
tores (como en la reparación de dificulta obtener una visión global de to vascular endotelial) en los
pequeños agujeros en el hueso, o las mismas. Así pues, sólo veremos osteoblastos.
tras la osteosíntesis rígida de los las que actualmente se consideran d) TGF-ß (factor transformador del
fragmentos), se produce un proce- como más importantes2,5-10, clasifi- crecimiento, tipo ß). Se encuentra
so acelerado de regeneración ósea cadas por su función principal (ta- en el hematoma fracturario a las 24
llamado consolidación ósea prima- bla I): horas de la fractura. Se localiza en
ria, directa o per priman4. Cuando plaquetas, células mesenquimales,
no se consigue la estabilidad de los Mitógenos osteoblastos y condrocitos. Induce
fragmentos, ésta es la primera prio- la síntesis de colágeno por células
ridad, formándose inicialmente a) PDGF (factor de crecimiento de- mesenquimales y osteoblastos, así
otros tipos de tejido (fibroso, rivado de las plaquetas). Su princi- como la proliferación de células
cartilaginoso),que van proporcionan- pal función es quimiotáctica: atrae mesenquimales indiferenciadas.
do estabilidad al foco (consolida- células inflamatorias y osteoblastos También tiene un gran efecto
ción ósea secundaria o indirecta)4. al foco de fractura, pero también in- quimiotáctico para osteoblastos (jun-
Existen diversas sustancias, deno- duce la proliferación de células to a PDGF). Puede ser el responsa-
minadas globalmente como facto- mesenquimales. Es liberada de ble de la regulación de la formación
res de crecimiento, que tienen un plaquetas y monocitos en las fases de cartílago y hueso en el callo, ya
papel muy importante en la conso- precoces de la consolidación y pue- que se ha observado que disminuye
lidación de las fracturas, porque de jugar un papel importante en la la expresión de los genes específi-
estimulan e inducen la formación de iniciación de la consolidación. cos de los condrocitos y aumenta
nuevos tejidos. Sus acciones las b) IGF-II (factor de crecimiento si- la expresión de los específicos de
ejercen vía autocrina (regulación milar a la insulina, tipo II). Es un los osteoblastos.
sobre la propia célula secretora) y polipéptido de 67 aminoácidos. En
paracrina (regulación de células cultivos celulares, estimula la proli- Morfógenos
vecinas), en contraposición al clá- feración de células óseas y la pro-
sico mecanismo endocrino (regula- ducción de colágeno de forma do- a) BMP (Proteina morfogenética
ción de células distantes tras trans- sis-dependiente. La producen las ósea). Se le considera parte de la
porte vía sanguínea) de las hormo- células óseas, y tanto la PTH como “superfamilia” de los TGF-ß. Es una
nas tradicionales. la 1,25 (OH)2 vitamina D3 estimulan glicoproteína de bajo peso
Sus funciones fundamentales5 son su producción. molecular que puede inducir la for-
la quimiotaxis (atracción de otras b) IGF-I (factor de crecimiento si- mación de hueso en localización
células), mitosis (división y multi- milar a la insulina, tipo I). Es un ectópica. Se han diferenciado 24
plicación celular), diferenciación polipéptido de 70 aminoácidos. Tam- tipos6: Las que se han empezado a
celular (capacidad de formar nue- bién se ha comprobado que estimu- utilizar en clínica son la BMP-2 (en
vos tejidos) y síntesis de matriz la la proliferación de células óseas fusiones vertebrales11) y la BMP-7
extracelular. Según su función pre- en cultivo, de forma dosis-depen- (también llamada proteina osteo-
dominante, se los divide en mitó- diente. El 17-ß-estradiol y la PTH génica 1 o OP-1, estudiada en de-
genos (mayor influencia sobre la estimulan su producción. La sinte- fectos del peroné 12), y es muy po-
proliferación celular) y morfógenos tizan las células óseas, pero en una tente para inducir la diferenciación
(mayor influencia en la diferencia- proporción 50-100 veces menor que del tejido mesenquimal extraes-
ción celular). la IGF-II en el hombre, aunque en la quelético en hueso.
Este campo está en desarrollo, y rata se invierte esta proporción.
se están descubriendo continua- c) FGF (factor de crecimiento
mente nuevos factores de creci- fibroblástico): su principal función es Factores locales no
miento, con nuevas funciones. Esta la angiogénesis. Estimula la produc- modificables

Agruparemos aquí todos los fenó-


Tabla I. Factores de crecimiento más importantes implicados en la
menos que afectan sólo al foco de
consolidación de fracturas (síntesis)
fractura (locales) y sobre los que
Tipo Factor Función principal no se puede actuar durante el tra-
Mitógenos PDGF Iniciación de la consolidación
tamiento (no modificables). Por or-
den de frecuencia en la práctica clí-
IGF-II, IGF-I Proliferación de células óseas
nica habitual, éstos son:
FGF Angiogénesis
TGF-b Regulación de la formación de cartílago y hueso 1. Gravedad de la lesión 2,3,8: La gra-
Morfógenos BMPs Formación de hueso en localización ectópica vedad de la lesión depende de la

154 A.D. Delgado Martínez


energía liberada sobre el hueso en • Interposición de partes blandas en llo de fractura no tiene la estabilidad
el momento del impacto, lo que se el foco3. A veces, durante el trau- suficiente para consolidar14.
traduce en una mayor lesión de matismo inicial o en maniobras de
partes blandas, desplazamiento de reducción poco afortunadas, se pue- Otro factor que influye en la con-
los fragmentos, trazos de fractura den introducir partes blandas en el solidación es el tipo de hueso frac-
más conminutos, etc. En lesiones foco de fractura, impidiendo así el turado (esponjoso o cortical). El
graves, se produce un gran despla- proceso normal de consolidación3. hueso esponjoso consolida más
zamiento de los extremos frac- En otras ocasiones, las partes blan- rápidamente que el cortical, posi-
turarios, así como una lesión impor- das de la periferia del hueso podrían, blemente debido a que en el hue-
tante de partes blandas. Estos dos en su proceso de cicatrización, “ga- so esponjoso existe una mayor
factores retardan la consolidación, narle el terreno” a la consolidación superficie de hueso por unidad de
probablemente porque el gran daño ósea. Así, el tejido fibroso de los volumen, lo que crea muchos pun-
tisular aumenta el volumen de teji- tejidos blandos de la periferia se tos de contacto ricos en células y
do necrótico y el hematoma, así podría “introducir” en el hueco, im- vasos2,3.
como también lesiona el riego san- pidiendo la consolidación4. En algu-
guíneo local, con lo que disminuye nos experimentos, en los que se ha
la migración de células mes- mantenido el hematoma fracturario Factores derivados
enquimales de la periferia y retar- dentro de una membrana que lo del tratamiento local
da la invasión vascular del callo3. En separaba completamente del tejido (modificables)
lesiones menos graves, queda un periférico, la consolidación primaria
manguito de tejidos blandos que se produjo sin problemas13. Este Los factores que influyen sobre la
son una fuente de células me- proceso se ha llamado regeneración consolidación y que dependen del
senquimales viables, así como una ósea guiada (guided bone rege- tratamiento efectuado a nivel local
especie de férula interna que con- neration)4. son, por orden de importancia:
tribuye a la inmovilización de los
fragmentos. 2. Infección: Retrasa o bloquea la 1. Estabilización del foco: En ge-
Dentro de ésta gravedad, podemos consolidación porque deriva muchas neral, la estabilización de la fractu-
distinguir: células hacia la tarea de eliminar la ra facilita la consolidación al impe-
infección. Además, ésta produce la dir la rotura continua del tejido del
• Fracturas abiertas: La consolida- necrosis de tejidos sanos, edema callo3.
ción se retarda debido a la impor- y trombosis de los vasos sanguí-
tante lesión de partes blandas, así neos, lo que favorece el retardo2,3. Durante el proceso de consolida-
como al gran desplazamiento que 3. Fracturas patológicas: Ocurren so- ción, el foco es sometido a cierto
suelen presentar los fragmentos, bre un hueso debilitado por alguna grado de movimiento. Se considera
aumentado a veces por la pérdida enfermedad general (osteoporosis, que la cantidad de movimiento pre-
de hueso3. Además, las fracturas osteomalacia, hiperparatiroidismo, sente en el callo gobierna, en cier-
abiertas pueden infectarse2, lo que etc.) o local (tumores, quistes óseos, ta medida, el tipo de tejido que se
bloquea el proceso de consolidación. infecciones, etc.)3. Puede retrasarse formará. El tejido de granulación
• Fracturas intraarticulares: Pueden la consolidación o incluso no hacerlo puede tolerar deformaciones hasta
retrasar la consolidación, ya que el si no se soluciona la enfermedad de del 100%, el tejido fibroso y el car-
líquido sinovial contiene colagenasas base. La osteoporosis no retarda la tílago algo menos, y el tejido óseo
que pueden degradar la matriz del consolidación, pero hay una menor su- tan solo el 2%2. A su vez, la susti-
callo blando3. perficie de contacto entre fragmentos, tución de unos tejidos más blandos
• Fracturas segmentarias: En es- lo que podría retardar un poco el res- (tejido de granulación) por otros más
tos casos, suele asociarse una gran tablecimiento de la integridad mecá- rígidos (cartílago, tejido óseo) con-
lesión de partes blandas, con lo que nica del hueso3. Otras enfermedades, diciona un aumento progresivo de
se compromete la vascularización como el quiste óseo simple o la enfer- la estabilidad del foco.
del fragmento intermedio3. El hecho medad de Paget consolidan sin pro- La deformación que se produce en
de ser una fractura segmentaria por blemas si el cuadro no es muy agre- el foco es directamente proporcio-
sí sólo no parece retrasar la conso- sivo. En el caso de tumores malig- nal a la anchura del hueco presen-
lidación. nos o infecciones óseas, la consoli- te en el mismo. Cuando este hue-
• El riego sanguíneo deficitario, bien dación se ve dificultada por el cuadro co es pequeño, incluso pequeños
debido a la lesión inicial, o por la patológico3. Un caso especial son las movimientos interfragmentarios pue-
anatomía particular de algunos hue- fracturas por fatiga, en las que se pro- den producir una deformación tan
sos (tales como la cabeza femoral, ducen microfracturas sobre un hueso grande que impidan formarse inclu-
el escafoides carpiano o el astrá- sano por sobrecargas repe-titivas que so al tejido de granulación. Cuando
galo), retrasa la consolidación3,4,6,8. no pueden ser reparadas porque el ca- esto ocurre, pequeñas secciones

VANCES
ATraum Factores clínicos que modifican la consolidación de las fracturas 155
de los extremos del hueso pueden ma un tejido fibroso que lo rodea. diados, y parece ser que presentan
reabsorberse, haciendo el espacio Posteriormente, si el implante no es resultados prometedores1. Existe un
mayor y reduciendo la deformación totalmente inerte, puede despren- metaanálisis reciente en el que pa-
por unidad de callo formado2. Esto der partículas que provoquen una rece demostrarse un acortamiento
explica en parte por que a veces se reacción tisular. Sin embargo, nun- del tiempo de consolidación con
observan retardos de consolidación ca se ha demostrado que esto alte- este tratamiento 17.
en fracturas transversas simples re el proceso normal de consolida-
bien reducidas en las que existe ción 3 . Si se daña en exceso la
muy poco movimiento, mientras que vascularización del foco de fractura Factores generales (sistémicos)
la consolidación puede evolucionar durante la intervención, o se provo- no modificables
perfectamente en fracturas multi- ca una infección de la herida, sí se
fragmentarias tratadas con una puede retardar o impedir la consoli- Agrupamos aquí a las enfermeda-
menor inmovilización. dación3. des o variables clínicas que afec-
Así pues, si no existe absolutamen- 4. Métodos biofísicos: Son la tan a todo el organismo, además
te ninguna movilidad en el foco, se bioelectricidad, el bioelectromag- de al foco de fractura (tabla II). Por
producirá una consolidación ósea netismo, y los ultrasonidos. La gran orden de frecuencia son:
directa sin callo visible. Con mayor variabilidad en los diferentes estudios
movilidad, se formará más callo, en cuanto a la forma de aplicarlos 1. Edad: Las fracturas en niños con-
pero si esta movilidad supera la to- han producido resultados dispares solidan más rápidamente que en
lerancia a la deformación del tejido en la literatura. Los datos sobre adultos 3, tanto más cuanto más
presente en el callo, se producirá estimulación eléctrica o magnética pequeño. Esto puede ser debido a
una seudoartrosis o no-unión de tipo son muy inconsistentes1. En condi- que las células de personas más
hipertrófico1. ciones experimentales, los campos jóvenes pueden diferenciarse más
Sin embargo, se ha comprobado que eléctricos pueden modificar la proli- rápidamente, o a que a ser el
determinadas fuerzas compresivas en feración celular y síntesis de sus- periostio de los niños más grueso,
el callo en el momento adecuado es- tancias3. Los campos eléctricos no participa más en la consolidación3.
timulan la formación y mineralización aceleran la consolidación ósea nor- Este fenómeno se ha comprobado
del tejido óseo, mejorando la resisten- mal, pero parece que sí pueden es- en niños hasta la madurez es-
cia mecánica del mismo15, quizá por timular la consolidación en algunos quelética. También se ha demostra-
efecto piezoeléctrico. Se ha demos- casos de seudoartrosis o retardos do un retraso en la consolidación a
trado que una pequeña cantidad de de consolidación6. mayor edad, en estudios experimen-
movimiento en el foco, controlada, de Respecto a los campos electromag- tales en ratas18, probablemente de-
mayor a menor a medida que avanza néticos pulsátiles, hay un estudio16, bido a que existe una menor canti-
la consolidación, es beneficiosa1. en el que se consigue la consolida- dad de células mesenquimales
También se ha demostrado la conso- ción de un número significativo de indiferenciadas (células madre) a
lidación ósea mediante la distracción retardos de consolidación y mayor edad.
controlada del foco (técnica populari- seudoartrosis. 2. Factores hormonales: Muchas
zada por Ilizarov)1. Los ultrasonidos pulsátiles de baja hormonas alteran la consolidación.
2. Aposición de los extremos intensidad también han sido estu- Los corticoides retrasan la consoli-
fracturarios: Al disminuir el hueco
entre los extremos, disminuye el
volumen de tejido necesario para la Tabla II. Factores clínicos sistémicos (generales) no modificables
consolidación, con lo que ésta se que se conoce que influyen en la consolidación
acelera 3,4. Por ello, una buena re- Retardan la consolidación Aceleran la consolidación
ducción de la fractura mejora la con-
Edad
solidación, siempre y cuando se
mantengan estables los extremos Hormonas: Hormonas:
fracturarios. Si no se puede conse- Corticoides hGH
guir una correcta aposición de los Hormona Tiroidea
extremos óseos, se debe sospechar 1,25 (OH)2 Vitamina D
la interposición de partes blandas, PTH
lo que requerirá la extirpación qui- Diabetes* Insulina
rúrgica3.
Esteroides anabolizantes
3. Cirugía abierta: El hecho de ope-
rar una fractura provoca una infla-
mación aguda y luego crónica3. Si Denervación
se ha colocado un implante, se for- *El control adecuado de la diabetes durante la consolidación minimiza su efecto perjudicial.

156 A.D. Delgado Martínez


dación, probablemente inhibiendo la cientes sin traumatismos craneoen- dos, la malnutrición grave es rara,
diferenciación de las células mes- cefálicos22. pero sí es relativamente frecuente en
enquimales a osteoblastos, y dis- formas leves (subclínicas), que pue-
minuyendo la síntesis de matriz den alcanzar hasta al 60% de la
orgánica3. Factores derivados del población23,24, según los criterios de
La diabetes provoca también un re- tratamiento vía sistémica malnutrición empleados. Por ello, es
tardo en la consolidación de fractu- (modificables) importante proporcionar una dieta
ras2,6,19,20. La fisiopatología de este adecuada a los pacientes durante la
hallazgo todavía no está clara. La En este apartado estudiaremos los recuperación de una fractura.
diabetes se ha relacionado con al- factores nutricionales, fármacos que Se ha demostrado en ratas que una
teraciones en el colágeno. La ma- son usados a veces durante la con- disminución del aporte de proteínas
yoría de estudios indican una dis- solidación de fracturas, y hábitos retarda la consolidación2,25, pero un
minución en la cantidad total de tóxicos que se ha comprobado que aporte excesivo no la acelera más
colágeno, en los puentes entre influyen en la consolidación (tabla III): allá de lo normal. No se conoce
colágeno, o en los distintos porcen- exactamente como la falta de apor-
tajes de colágenos. En modelos Factores nutricionales te de proteínas retarda la consoli-
experimentales, la diabetes induci- dación2. Se ha demostrado una dis-
da por estreptozocina en ratas (dia- Para la correcta consolidación de minución en la proliferación de las
betes tipo I) condujo a una dismi- una fractura, se necesita energía, células cartilaginosas y una dismi-
nución de colágeno en el callo de proteínas y otros elementos, que se nución de la actividad osteoblástica
fractura, que empeoró el proceso de obtienen mediante una alimentación sobre el hueso sano en pacientes
consolidación20. Lo más correcto es adecuada. En los países desarrolla- con malnutrición crónica2. Es posi-
controlar adecuadamente la diabe-
tes durante la consolidación, con lo
que se podría revertir este efecto Tabla III. Factores derivados del tratamiento vía sistémica, que
perjudicial. son modificables y se conoce que alteran la consolidación de las
La hormona del crecimiento3,21, la fracturas
hormona tiroidea3, 1,25-(OH)2 vita-
Retardan la consolidación Aceleran la consolidación
mina D 3, PTH 8, insulina 3 y este-
roides anabolizantes3 estimulan la
Deficiencias nutricionales: Suplementos nutricionalesa:
Factores nutricionales

consolidación de fracturas en estu-


dios experimentales. proteínas 25-OH-vitamina D
3. Lesiones neurológicas: Se ha minerales Cinc
demostrado experimentalmente que Calcio Vitamina C
la denervación retrasa la consolida- Vitaminas C,D,K
ción de fracturas3. Esto puede ser
debido a que disminuye las fuerzas
compresivas en el callo o a que
AINESb Prostaglandinasa
inhibe el efecto de los factores de
crecimiento que requieren ser acti- Indometacina Estatinasa
Fármacos

vados por neurotransmisores3. Res- Ketorolaco


pecto a los traumatismos craneoen- Ibuprofeno
cefálicos, se ha observado que pro- Diclofenaco
vocan una gran osificación Anticoagulantes:
heterotópica1,22. Se supone que hay Anticoagulantes orales
un factor humoral aún no definido
Heparinas de bajo peso molecular
que provoca este fenómeno, que
podría ser un factor de crecimiento Antibióticos:
producido por el tejido nervioso1,22. Ciprofloxacino
Esta gran osificación heterotópica Calcitonina a altas dosis
daría lugar a la sensación tradicio- Antimitóticos
nal de que las fracturas consolidan
más rápidamente. Sin embargo, en
Hábitos
tóxicos

Tabaco
series clínicas recientes se ha ob-
Alcoholismo crónico
servado que la velocidad de conso-
lidación y las tasas de seudoartrosis a. en estudio
son muy similares a la de los pa- b. retrasan la consolidación sólo si se administran los primeros días posfractura50

VANCES
ATraum Factores clínicos que modifican la consolidación de las fracturas 157
ble que, como la proliferación y ac- fractura un tratamiento a base de mente el retardo en la consolidación
tividad celular están afectadas, dis- suplementos de 25-OH-vitamina D, en fases precoces sea debido a un
minuya la expresión de algún fac- tanto para mejorar la consolidación retraso en la organización del he-
tor de crecimiento. Se han encon- como para prevenir futuras fractu- matoma por el efecto anticoa-
trado niveles bajos de IGF-I en pa- ras34. Sin embargo, hasta el momen- gulante.
cientes con anorexia nerviosa y re- to no hay estudios clínicos que con-
tardos del crecimiento2. Además, firmen este dato en humanos. Fármacos
bajos niveles de IGF-I se han aso- • La vitamina C es necesaria para
ciado a bajos niveles de albúmina y la síntesis de colágeno, constitu- Los fármacos que con más frecuen-
transferrina en sangre2. Todo ello yente esencial del hueso2. Una dis- cia se usan o se ha valorado su uso
hace pensar que una disminución minución importante de la cantidad durante la consolidación de fractu-
en la producción de IGF-I pueda ju- de vitamina C (escorbuto) retarda la ras, y que han sido estudiados has-
gar un papel en este proceso. Todo formación de colágeno y conse- ta el momento son, por orden de
esto indica la necesidad de una die- cuentemente la consolidación2,35,36. frecuencia:
ta adecuada de proteínas durante En ancianos, se ha demostrado una
el proceso de consolidación. deficiencia subclínica de vitamina C Antiinflamatorios
• Los minerales también son nece- en muchos estudios37-40. Quizá par-
sarios durante el proceso de conso- te del problema de retardo de con- • Prostaglandinas: se sabe que la
lidación2,25. El cinc es uno de los ele- solidación de fracturas en ancianos prostaglandina E2 puede estimular
mentos a los que se le ha prestado sea debido a este déficit subclínico. la formación ósea, así como que la
más atención en los últimos años. Por ello, y aunque aún no existen inhibición de la síntesis de pros-
El cinc es un cofactor y un estabili- datos concluyentes, parece ade- taglandinas puede retardar la con-
zador esencial para el buen funcio- cuado asegurar una dieta adecua- solidación de fracturas 1. Actual-
namiento de muchas enzimas, y es da en vitamina C en los pacientes mente están en estudio diversos
el oligoelemento más abundante en con fracturas. Respecto a la preparados de prostaglandinas para
el hueso26. Se ha demostrado que sobredosificación con vitamina C acelerar la consolidación. Cuando
existe un mayor riesgo de fracturas como medio para acelerar la con- las prostaglandinas se liberan de
en pacientes que ingieren poco solidación, existe un estudio recien- tejidos traumatizados, aumentan la
cinc27. Respecto a la consolidación te41 en ratas en el que se ha indica- cantidad intracelular de cAMP y se
de las fracturas, se han realizado es- do una aceleración de la consolida- estimula la producción de IGF.
tudios experimentales en ratas en ción cuando se administraban su- Además, se ha demostrado que las
los que se conseguiría una acelera- plementos de vitamina C durante la prostaglandinas aumentan la sínte-
ción en la consolidación mediante consolidación, aunque nosotros no sis de colágeno en estudios in vitro2.
la adición de suplementos de cinc a hemos conseguido reproducir estos • Antiinflamatorios no esteroideos:
la dieta durante la consolidación28. resultados (datos aún no publica- Se ha demostrado en muchos estu-
En la dieta, el cinc se encuentra dos). dios que el uso de estos medica-
asociado a las proteínas, lo que co- • La vitamina K es necesaria para mentos durante el periodo de con-
rrobora la necesidad de una adecua- la coagulación de la sangre y tam- solidación de la fractura retarda la
da ingesta de proteínas durante la bién para la carboxilación de la consolidación, aunque algunos
consolidación. osteocalcina, una proteína de la AINEs pueden producir este efecto
• El calcio y la vitamina D. Se ha matriz ósea. También parece ser en mayor cuantía que otros. Nume-
demostrado que una disminución en necesaria para la consolidación, rosas investigaciones recientes han
el aporte de calcio y vitamina D du- aunque los datos no son concluyen- demostrado que provocan un retar-
rante la consolidación de la fractu- tes. Se han encontrado niveles cir- do en la consolidación de las fractu-
ra puede enlentecer la misma2,25,29. culantes de vitamina K menores en ras 45-49 cuando se administran
En España se ha encontrado un pacientes con fracturas, tanto me- precozmente tras la producción de
déficit de vitamina D en ancianos nores cuanto mayor la gravedad de la fractura (el periodo de más dolor).
con fracturas respecto a los que no la fractura42, probablemente por con- Aunque no totalmente elucidado,
las tienen30. Por ello, sería útil ase- sumo de la misma durante la coa- parece ser que el retraso en la con-
gurar una ingesta adecuada de cal- gulación del hematoma. Parece ser solidación se produciría fundamen-
cio y vitamina D durante la consoli- que la consolidación se retarda un talmente debido a la inhibición de la
dación. Además, se ha comproba- poco en pacientes tratados con síntesis de prostaglandinas, con lo
do una aceleración del proceso de anticoagulantes orales (antivitamina que se cree que disminuiría la res-
consolidación en ratas ancianas K)43, pero los callos formados en es- puesta inflamatoria normal que ocu-
con suplementos de 25-OH-vitami- tudios experimentales al final de la rre tras la producción de la fractu-
na D31-33. En ancianos, se podría consolidación tienen una resisten- ra48. Este periodo inflamatorio inicial
comenzar inmediatamente tras la cia mecánica similar44. Probable- es necesario durante el proceso de

158 A.D. Delgado Martínez


consolidación para iniciar la repara- Antibióticos • Difosfonatos: Son sustancias que
ción ósea. Por ello, en un estudio inhiben la reabsorción ósea. En
en el que se administró ibuprofeno a Están muy poco estudiados. Tan estudios experimentales se ha ob-
partir de los tres días posfractura no sólo hay datos sobre el ciproflo- servado que producen callos más
se demostró una alteración en la xacino, que en un estudio experi- grandes (debido a que se retrasa la
consolidación50. El efecto perjudicial mental52, produjo un retraso de la remodelación del callo) pero
de los AINEs en la consolidación ha consolidación. El ciprofloxacino se biomecánicamente similares a los
sido demostrado experimentalmen- ha demostrado que es perjudicial no tratados 56,57. Clínicamente no
te con la indometacina 45,46,48, para el crecimiento del cartílago, por parecen tener efecto. Por el momen-
ketorolaco49, ibuprofeno47, y el diclo- lo que no se usa en niños (retarda el to no hay datos clínicos en huma-
fenaco47. Nuestro grupo ha compro- crecimiento por alteración del cartí- nos que recomienden su uso duran-
bado que este efecto nocivo de los lago de la fisis). Altera la madura- te la consolidación ósea, y lo más
AINEs es menor con el metamizol ción y desarrollo de los condrocitos, prudente es suspenderlos tras la
que con el ketorolaco (datos aún no y también es citotóxico para ellos52. producción de una fractura, hasta
publicados). El ciprofloxacino actúa inhibiendo la que ésta haya consolidado.
DNA-girasa bacteriana, implicada en • Raloxifeno: Es un agonista
Anticoagulantes el control del DNA bacteriano. Una estrogénico selectivo del hueso (no
hipótesis para su acción en el ser en la mama ni endometrio), por lo
• Anticoagulantes orales6. Parece humano es que exista una enzima que se está usando recientemente
ser que la consolidación se retarda similar, aún no descubierta, que en la osteoporosis posmeno-
un poco en pacientes tratados con mantenga el ADN mitocondrial, que paúsica58. Aunque menos efectivo
anticoagulantes orales (antivitamina se ha observado que es sensible al que el estrógeno, parece ser que
K)43, pero los callos formados en ciprofloxacino52. Las dosis a las que estimula la actividad osteoblástica
estudios experimentales son simi- el ciprofloxacino es condrotóxico son y disminuye la osteoclástica, por lo
lares44. Probablemente el retardo en las habitualmente usadas en clíni- que podría influir en la consolidación
la consolidación sea producido por ca. Todavía no hay estudios clínicos, de fracturas58. Además, se ha de-
un retraso en la organización del pero la conclusión de este estudio mostrado la existencia de recepto-
hematoma en fases precoces por es que habría que ser prudente con res estrogénicos en el callo de frac-
el efecto anticoagulante. el uso de inhibidores de la DNA- tura59. Sin embargo, hasta la fecha
• Las heparinas de bajo peso girasa (quinolonas) en pacientes con no hay nada publicado respecto a
molecular también retardan la con- fracturas. su posible efecto sobre la consoli-
solidación. En un estudio realizado dación de fracturas.
en conejos51 se demostró un retar- Fármacos usados en el tratamien- •Estatinas: Son fármacos hipolipe-
do de consolidación en los conejos to de la osteoporosis miantes inhibidores de la enzima
tratados con enoxaparina. En este hidroxi-metil–glutaril coenzima alfa
caso, los callos fomados fueron de • Calcitonina: La acción fundamen- usados para el tratamiento de la
menor tamaño y menos resisten- tal de la calcitonina en el hueso sano hipercolesterolemia. Recientemen-
tes. Este retardo en la consolida- es inhibir la reabsorción osteo- te se ha indicado que también tie-
ción se cree que es debido a la clástica, aumentando así la masa nen efecto sobre el hueso60,61, esti-
hiperpotasemia del hematoma: éste ósea. Respecto a la consolidación mulando la formación del mismo a
seria nocivo para las células de fracturas, no parece alterar el través de un aumento en la produc-
endoteliales y osteoblastos porque proceso de consolidación en estu- ción de BMP-2. Se ha comprobado
rompe los canales de potasio de las dios en animales a dosis terapéuti- que reducen el riesgo de fracturas
células51. Por ello, cuanto más tiem- cas53,54. en un 60%61, por lo que se están
po se mantenga el hematoma, más Sin embargo, en un estudio antiguo empezando a usar en la osteo-
tarda en progresar la consolidación. con dosis muy elevadas de porosis. Este efecto preventivo de
Parece ser que el mayor efecto no- calcitonina, se encontró que los fracturas se consigue muy rápida-
civo de los anticoagulantes sería huesos fracturados tenían un 60% mente, tras una exposición al fár-
durante la primera semana de con- menos de resistencia mecánica a maco de sólo 1-4 meses 60. Esta
solidación (fase de organización del las 16 semanas de consolidación55. reducción del riesgo de fracturas no
hematoma). Sin embargo, durante En este caso parece ser que se está mediada por un aumento de la
este periodo, los beneficios clínicos retrasaría el proceso de remo- masa ósea61. Este efecto sólo se
superan a los derivados de un em- delación ósea normal (fase final del ha encontrado con las estatinas
peoramiento de la consolidación, proceso reparativo). Por el momen- (simvastatina, lovastatina), y no con
por lo que no parece prudente alte- to no hay datos clínicos en huma- otros hipolipemiantes (fibratos)60.
rar nuestras pautas actuales de tra- nos que recomienden su uso duran- Respecto a la consolidación de las
tamiento. te la consolidación ósea. fracturas, se acaba de realizar un

VANCES
ATraum Factores clínicos que modifican la consolidación de las fracturas 159
estudio experimental en ratones62 te la consolidación de una fractura. Bibliografía
que demuestra una aceleración sig- La ingesta crónica de alcohol tam-
nificativa de la consolidación con el bién retarda la consolidación6. Se ha 1. Einhorn TA. Enhancement of fracture
uso de simvastatina tras la produc- demostrado una alteración en la con- healing by molecular of Physical means:
ción de la fractura. Aún no existen solidación en estudios experimenta- an Overview. En: Brighton CT,
datos en humanos, pero las pers- les 65,66. Parece ser debido a la alte- Friedlaender G, Lane JM, editores. Bone
pectivas son muy prometedoras. ración en la función osteoblástica formation and repair. Rosemont: Ed.
que se observa en alcohólicos cró- AAOS, 1994,. 223-238.
2. Day SM, Ostrum RF, Chao EYS, Rubin
Antimitóticos nicos, así como a la desnutrición CT, Aro HT, Einhorn TA. Bone injury,
asociada a estos cuadros. Es ne- regeneration and repair. En: Buckwalter
Son sustancias que inhiben la pro- cesario reducir la ingesta de alcohol JA; Einhorn TA; Simon SR, editores.
liferación celular, por lo que retar- y mejorar la nutrición de estos pa- Orthopaedic Basic Science. 2 a ed.
dan la consolidación de fracturas63. cientes durante la consolidación. Rosemont: Ed AAOS, 2000, 372-399.
3. Buckwalter JA, Einhorn TA, Marsh JL.
Bone and joint healing. En: Bucholz RW,
Anticonvulsivantes6 En resumen, los factores clínicos Heckman JD, editores. Rockwood and
modificables, a los que se debería Green’s Fractures in adults 5 ª ed.
Parece ser que podrían tener algún prestar especial atención durante la Philadelphia: Lippincott Williams and Wilkins,
efecto beneficioso, pero los estudios consolidación de las fracturas se 2001, 245-271.
exponen en la tabla IV. 4. Schenk RK, Hunziker EB. Histologic and
existentes son antiguos y variables.
ultrastructural features of fracture healing.
En: Brighton CT, Friedlaender G, Lane JM,
Hábitos tóxicos editores. Bone formation and repair.
Agradecimientos Rosemont: Ed. AAOS, 1994, 117-146.
Está ampliamente demostrado que 5. Munuera L, Cordero J. Ingeniería tisular
el tabaco retarda la consolidación de ósea. En: Cursos de actualización SECOT.
Mi más sincero agradecimiento a los pro-
Madrid: Ed. SECOT, 2001, 65-79.
fracturas6. El riesgo de seudoartrosis fesores D. Federico Acosta Criado (Gra-
6. Schemitsch EH; Bhandari M. Bone
es hasta 16 veces mayor para fuma- nada), D. Angel Luis Carrillo Pallarés
healing and grafting. En: Koval KJ, editor.
(Tenerife), D. Luis Ferrández Portal (Ma-
dores64. Este efecto podría ser debi- Orthopaedic Knowledge Update 7.
drid), D. Luis Munuera Martínez (Madrid),
do a la vasoconstricción y agregación D. Daniel Palanca Martín (Zaragoza), D. Rosemont: Ed. AAOS, 2002,19-30.
plaquetaria provocada por la nicotina, Antonio Piñero Gálvez (Sevilla), D. 7. Rosier RN; Reynolds PR; O’Keefe RJ.
Molecular and cell biology in orthopaedics.
el efecto hipoxemiante del monóxido Fernándo Sáez López de Rueda (Sevilla),
D. Fernando Seral Iñigo (Zaragoza), D. En: Buckwalter JA; Einhorn TA; Simon SR,
de carbono, y la inhibición del meta- editores. Orthopaedic Basic Science. 2a
Jose Luis Vallejo Ruiz (Madrid), D. Rafael
bolismo oxidativo a nivel celular por Vara Thorbeck (Granada), por sus comen- ed. Rosemont: Ed AAOS, 2000, 19-76.
el cianuro de hidrógeno (hydrogen tarios sobre el texto. 8. Miller MD. Review of orthopaedics. 3rd
cyanide). Se ha observado también Ed. Philadelphia: WB Saunders, 2000.
una alteración de la función Este trabajo ha sido financiado con una 9. Bolander, ME. Regulation of fracture
beca del Fondo de Investigación Sanitaria repair and synthesis of matrix
osteoblástica en fumadores64. Ade- macromolecules. En: Brighton CT,
(FIS) 01/1245. No se ha recibido ningún
más, la densidad mineral ósea del tipo de retribución dineraria o en especie Friedlaender G, Lane JM, editores. Bone
hueso sano disminuye en fumado- de ninguna empresa relacionada directa o formation and repair. Rosemont: Ed.
res2. Por todo ello, se debe recomen- indirectamente con el contenido de este AAOS, 1994; p. 185-96.
dar fuertemente dejar de fumar duran- artículo. 10. Lieberman JR, Daluiski A, Einhorn TA.
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11. Boden SD, Zdeblick TA, Sandhu HS,
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Tabla IV. Factores clínicos modificables a los que se debe prestar fusion cages: definitive evidence of
osteoinduction in humans: a preliminary
especial atención durante la consolidación de las fracturas, por
report. Spine 2000;25:376-381.
orden de importancia 12. Geesink RG, Hoefnagels NH, Bulstra
SK. Osteogenic activity of OP-1 bone
1 Correcto tratamiento local de la fractura: prevenir la infección, estabilizar
morphogenetic protein (BMP-7) in a human
adecuadamente, respetar la vascularización.
fibular defect. J Bone Joint Surg 1999 ;81-
2 Utilizar los AINEs con prudencia los primeros días B:710-718.
13. Schenk RK, Buser D, Hardwick WR,
3 Aporte nutricional adecuado: sobre todo de proteínas
Dahlin C. Healing pattern of bone
4 Control adecuado de la diabetes regeneration in membrane-protected
defects: a histologic study in the canine
5 Recomendar fuertemente dejar de fumar
mandible. Int J Oral Maxillofac Implants
6 Suspender el uso de fármacos para la osteoporosis durante 1994;9:13-29.
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160 A.D. Delgado Martínez


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162 A.D. Delgado Martínez


Rodilla del saltador. Tratamiento rehabilitador
D. Vázquez Riveiro
Médico especialista en Rehabilitación
Médico Adjunto del Departamento de Rehabilitación

Hospital ASEPEYO Coslada. Madrid

Resumen
La llamada “rodilla del saltador” representa una patología compleja,
que puede obligar a la retirada precoz del deportista. El tendón
patelar es vulnerable a las lesiones por sobreuso a causa de tomas
de tierra tras saltos y actividades que impliquen cambios de
dirección, frecuentes en muchos deportes. Este cuadro estaría más
presente en aquellos casos de deportistas de competición que
entre practicantes ocasionales de deporte. Una vez establecido el
diagnóstico del cuadro, la problemática a la que nos enfrentamos
es: disminuir la sobrecarga en el tendón; mejorar la función La llamada “rodilla del saltador” re-
musculotendinosa y la absorción de energía en la pierna y presenta una patología compleja,
que puede obligar a la retirada pre-
reentrenar patrones motores. Si partimos del concepto tendinosis y
coz del deportista. El tendón patelar
no tendinitis, al no tratarse de un cuadro inflamatorio, los
es vulnerable a las lesiones por
defensores de esta teoría dudan de la eficacia de la propuestas sobreuso a causa de tomas de tie-
antinflamatorias en el tratamiento de este cuadro abogando por el rra tras saltos y actividades que
efecto beneficiosos sobre el dolor a medio plazo de la cinesiterapia impliquen cambios de dirección, fre-
excéntrica. El paso de una a otra fase de tratamiento sólo se cuentes en muchos deportes1. Este
realiza si el nivel previo se realiza sin dolor y buena función ya que cuadro estaría más presente en
debemos tener en cuenta que como posibles causas de fallo de aquellos casos de deportistas de
tratamiento se pueden mencionar tanto errores de diagnóstico como competición que entre practicantes
una progresión excesivamente lenta o rápida, con una defectuosa ocasionales de deporte2.
monitorización de los síntomas del paciente, lo que traería como Kettunen et al3 realizaron un estu-
resultado un mal diseño del tratamiento. Se recomienda mantener dio prospectivo entre atletas: dividían
el tratamiento durante al menos 12 meses tras la vuelta a la a éstos en grupo sintomático y gru-
competición para evitar posible recidivas del cuadro po asintomático en el momento del
estudio, realizando cuestionario y
Palabras clave
valoración clínica. Tras ello revisan
Tendinosis rotuliana. Rodilla del saltador, Tratamiento rehabilitador, nuevamente a los integrantes de
Cinesiterapia excéntrica cada grupo quince años después del
primer contacto y observan que los
integrantes del grupo calificado
004672 - 000932
como sintomático previamente pre-
sentaban más dolor y limitaciones
funcionales que el grupo control y
más de la mitad de ellos habían aban-
Correspondencia
Dra D. Vázquez Riveiro
donado su carrera deportiva por di-
Hospital ASEPEYO Coslada cha causa; sin embargo no encuen-
C/ Joaquín Cárdenas, nº 2 tran diferencias entre grupos en las
28820 Coslada (Madrid) actividades laborales o de tiempo li-
Tel.: 916 735 011 bre entre grupos

164 33/3 2003 - Págs. 164 a 168 D. Vázquez Riveiro


¿Tendinitis o Tendinosis? Ewemeka10 realizó estudios sobre suele consultar al médico, mientras
la duración de la reacción infla- que en caso de aumento de inten-
matoria tras tenotomía alcanzando sidad y frecuencia del cuadro, los
La llamada tendinosis rotuliana, se-
un pico al quinto día para desapare- hallazgos clinicos objetivables en
gún la terminología actual4, implica-
cer al dieciochoavo día, siendo sus- la consulta serían dolor y modera-
ría un cambio filosófico en el con-
tituida por aparición de mio- da/grave hinchazón en el polo infe-
cepto de etiología y tratamiento del
fibroblastos y abundante sustancia rior de la rótula12. El dolor también
proceso, ya que se descartaría la
intersticial, con aspecto similar al se reproduce realizando flexión de
inflamación como causa del cuadro
de una tendinosis. Estableció que rodilla en bipedestación sobre una
Los expertos en el tema5 hablan
incluso en un modelo experimental superficie inclinada, lo que sobre-
de la existencia de una alteración
destinado teóricamente a estimu- carga biomecánicamente el tendón
del tendón, con desorganización de
lar más la inflamación como proce- objeto del estudio13.
las fibras de colágeno y modifica-
so de reparación tendinosa que un Puede existir amiotrofia cuadri-
ciones de la densidad del mismo,
modelo de lesión de sobrecarga, las cipital, más notable a expensas del
aumentando además la proporción
células inflamatorias desaparecían vasto medial y puede manifestarse
de colágeno de tipo III, con un au-
precozmente. Por ello, parece que o no amiotrofia en gemelos. El es-
mento de la vascularización, con
la inflamación no desempeña un tudio funcional del cuádriceps y los
aparición de sustancia mucoide y
papel importante como causa de gemelos puede realizarse compa-
la existencia de hipercelularidad de
dolor en la tendinopatía crónica rando la facilidad con la que el atle-
características no inflamatorias
(más de cuatro meses), y aunque ta realiza 15 flexiones de rodilla en
(tenocitos) alternando con zonas
puede existir una fase inflamatoria apoyo monopodal, elevándose tras
hipocelulares; también se modifica
precoz en ciertas lesiones ten- la flexión sin que la pierna con-
la composición de la sustancia
dinosas, los síntomas persistentes tralateral se apoye en el suelo. Si
intercelular, por ello, prefieren el tér-
se deberían a mecanismos no se realiza la puesta en puntillas en
mino tendinosis al de tendinitis que
inflamatorios. apoyo monopodal se valora la fun-
llevaría implícito la existencia de
inflamación como hallazgo ana- ción del tríceps sural. Normalmen-
tomopatológico4. Leadbetter6 pro- te los saltadores son capaces de
¿Cómo se manifiesta?
puso un modelo teórico del ciclo de realizar al menos 40 ejercicios de
tendinosis para explicar el proceso este tipo, siendo importante
en el que la reparación inadecuada En cuanto a su presentación clíni- monitorizar el inicio de la fatiga asi
tras solicitación del tendón acarrea ca, este cuadro aparece generalmen- como la calidad del movimiento de
una disminución de matriz, te entre practicantes de balonces- la pierna afecta13.
colágeno y muerte celular, aumen- to, balonvolea o cualquier otro de- En cuanto a características anató-
tando la vulnerabilidad del tendón porte que conlleve el salto. Existe micas que se han asociado a la apa-
y cerrando el ciclo de tendinosis al mayor afectación entre los hombres rición de este cuadro se encuentran
perpetuar el proceso que en el sexo femenino y el dolor la hiperpronación en el pie y anoma-
Otros autores han estudiado facto- localizado en el polo inferior de la lías estructurales del mismo: pie
res bioquímicos e histológicos para rótula, en una pequeña zona de la cavo rígido, pie plano etc. Rótulas
apoyar este cambio de terminolo- cara anterior de la rodilla, o bien en hipo o hipermóviles, acortamiento de
gía: El glutamato es un mediador la inserción tibial del tendón gene- isquiotibiales y coxa vara y antever-
del dolor7. Se ha demostrado la re- ralmente se inicia de modo insidio- sión femoral así como trastornos
ducción del dolor en ratas tras ad- so: inicialmente suele acontecer funcionales como la pronación ex-
ministrarles antagonistas de sólo tras esfuerzo intenso o sobre- cesivamente rápida del pie.
glutamato8. Alfredson et al9 median- carga, desapareciendo a medida Estos hallazgos deben valorarse en
te técnicas de microdiálisis han que sigue el ejercicio pero a medi- el estudio de este cuadro al igual
medido concentraciones más ele- da que transcurre el tiempo y la que estudiar la musculatura de las
vadas de glutamato en tendones de actividad el dolor empeora y limita regiones anatómicas vecinas de la
Aquiles de sujetos con tendinopatía la práctica deportiva pasando en al- pierna, su flexibilidad o potencia.
que en sujetos de grupo control. gunos casos a aparecer incluso en Según Cook14, el acortamiento de
Midieron también la cifra de la vida diaria y en reposo. También la musculatura isquiotibial se aso-
prostaglandina E2, que se eleva en el cuadro doloroso puede presentar cia con un aumento de la prevalen-
reacciones inflamatorias y no ha- recidivas durante la vida profesional cia de tendinopatia rotuliana (com-
llaron diferencias entre grupos en del deportista11. probada mediante ecografia) en
este caso. Estos hallazgos apoya- Al inicio del cuadro, el deportista hombres.
rían también la teoría de tendinosis minimiza la carga sobre la articula- Los estudios de imagen tales como
contra tendinitis descartando la in- ción, sobrecargando otras articula- la ecografía y la resonancia mag-
flamación como causa del dolor. ciones vecinas y a menudo no se nética aportan excelentes repre-

VANCES
ATraum Rodilla del saltador 165
sentaciones anatómicas del tendón, medio plazo, basándose en demos- según muchos autores son más
con regiones hipoecoicas en traciones histológicas e his-toquí- seguros que los realizados en ca-
ecografía o de incremento de se- micas. La acción analgésica de los dena cinética abierta, sin carga, ais-
ñal en RM como muestra de de- ejercicios excéntricos ha sido ma- lando cada articulación y permitien-
generación colágena pero dado que nifestada por los trabajos de do movimiento en el extremo distal
los estudios de imagen no reflejan Alfredson et al, en el tratamiento de de la extremidad22 dado que sobre-
la función o el pronóstico deben va- la tendinopatía aquílea18. Aunque su cargan menos la articulación
lorarse en conjunción con el exa- mecanismo no se ha explicado to- patelofemoral en el arco funcional
men clínico. El Victorian Institute of talmente, Banes19 y su grupo ha- de movimiento.
Sport Tendon Study Group en Aus- blan de comunicación intercelular No obstante, otros autores cues-
tralia estudió ha deportistas tras vía uniones gap20 o a través del cito- tionan este aserto y afirman que
tenotomía patelar abierta con esqueleto dentro de los teno-citos esta técnica es algo mas efectiva
ecografía y RM durante un año encargados de la reparación ten- pero existe mejoría en fuerza y
manteniéndose hallazgos patológi- dinosa y que estas células respon- funcionalidad en ambos tipos de tra-
cos pero con escasa correlación den a la carga mecánica siendo ésta tamiento y prefieren su combina-
con dolor15. estimulante de la producción de ción23 o la realización de ejercicios
Otro estudio retrospectivo con DNA21 y colágeno. Así, la repara- en cadena cerrada modificada 24.
ecografía de una población ción tendinosa se estimularía por Tras ello debemos reentrenar el
posquirúrgica tampoco mostró co- acciones mecánicas sin necesidad gesto deportivo en sí: la carga nor-
rrelación con función o dolor16. de respuesta inflamatoria. mal, corregir patrones anómalos de
La rodilla es una articulación inter- carga y reeducar los esquemas
media en la extremidad inferior y por motores específicos de cada activi-
Enfoque terapeútico ello, en trabajo en cadena cinética dad deportiva.
cerrada actúa como sitio de absor- La duración del tratamiento deberá
Una vez establecido el diagnóstico ción de energía secundario, mien- ser:
del cuadro, la problemática a la que tras que el pie/tobillo y la pantorrilla
nos enfrentamos es: son primarios, Cualquier compromi- • 0 – 3 meses hipertrofiar muscu-
so de éstos resulta en una sobre- latura
a) Disminuir la sobrecarga en el carga de aquélla. Además, en los • 3 – 6 meses desarrollar velocidad
tendón deportes de salto las fuerzas que • 6 – 12 meses patrones deportivos
b) Mejorar la función musculo- se generan en el contacto con el específicos.
tendinosa suelo son mayores que aquéllas
c) Mejorar la absorción de energía producidas en el salto en sí mis- Durante todo este proceso, ade-
en la pierna mo. Debido a ello debemos fortale- más no debemos olvidar el mante-
d) Reentrenar patrones motores cer la musculatura de estas regio- nimiento del estado general del de-
nes, mantener sus recorridos arti- portista, trabajando las zonas no
Para disminuir la sobrecarga en el culares haciendo especial hincapié afectas de su anatomía y también
tendón debemos disminuir la inten- en la dorsiflexión de tobillo y reali- podemos auxiliarnos de técnicas de
sidad o el tiempo de entrenamien- zar estiramientos musculares para hidrocinesiterapia y actividades de-
to. Numerosos autores están en lograr una óptima trasmisión de portivas modificadas en piscina a fin
contra del reposo total ya que se energía proximalmente hacia la ro- de mantener tropismo muscular,
disminuye la resistencia del ten- dilla. Comparando la trasmisión fondo físico, coordinación e incluso
dón17 y la fuerza tensil favorecería la energética que se realiza en el con- actitud psicológica positiva del de-
síntesis de neocolágeno y la orien- tacto de suelo con el pie plano con portista.
tación de sus fibras14. aquélla tras contacto con antepié,
En cuanto a mejorar la función de la esta última es menor y si se com-
Otras técnicas
unidad musculotendinosa, debemos bina con flexión de cadera o rodilla,
fortalecer la musculatura extensora las fuerzas de reacción durante esta
tanto de la rodilla como de áreas ve- fase se reducen hasta en un 25%13. La crioterapia regional, tanto en
cinas: cadera y tobillo, iniciando con- El uso terapéutico de los ejercicios aplicaciones de hielo como de ni-
tracciones excéntricas potentes, rá- en cadena cinética cerrada defini- trógeno líquido, disminuiría la
pidas y alternando con concéntricas, dos como aquéllos realizados en extravasación sanguínea y de pro-
iniciando el ejercicio desde una situa- carga involucrando a más de una teínas de los neocapilares sanguí-
ción basal indolora o poco molesta. articulación y con la porción distal neos desarrollados en la zona. Tam-
El tratamiento con ejercicios excén- de la extremidad fija ha aumentado bién disminuye el metabolismo del
tricos se invoca por muchos auto- debido al hecho de que reproducen tendón y posee efecto analgésico
res como terapéutica analgésica a muchos movimientos funcionales y per se. Dado que puede enmasca-

166 D. Vázquez Riveiro


rar el dolor, se empleará siempre tras efecto beneficiosos sobre el dolor a como en su respuesta a tratamien-
el ejercicio físico y no antes de él25. medio plazo de la cinesiterapia ex- to: tipo de colágeno, características
La aplicación de técnicas especifi- céntrica18. metabólicas, tanto según sexo
cas de masaje, el llamado masaje Para mejorar las condiciones como factores individuales, etc.
transversal profundo tendría como biomecánicas regionales debere- En caso de persistir la sintoma-
finalidad el mejorar la reparación mos realizar estiramientos muscu- tología tras un tratamiento adecua-
tendinosa al promover la correcta lares, especialmente de isquioti- do, los expertos sobre el tema re-
orientación de sus fibras y también biales y gemelos y mantener la in- comiendan la valoración cuidadosa
una acción analgésica per se. En tegridad de recorridos articulares, y la cirugía como tratamiento, en
cuanto a otras técnicas de ma- haciendo especial énfasis en la diversas modalidades que no son
soterapia clásicas como el amasa- dorsiflexión del tobillo. objeto de este trabajo.
miento, también serían de utilidad También reforzaremos la muscula-
para mantener el trofismo muscu- tura extensora de la rodilla realizan-
lar general26- 28. do ejercicios en cadena cerrada, Conclusiones
En cuanto a electroterapia, la apli- primeramente excéntricos bipoda-
cación de ultrasonidos tendría como les, posteriormente monopodales y Se discute la etiopatogenia del cua-
finalidad favorecer la síntesis de adicionando peso. Tras ello solici- dro, actualmente se habla de
colágeno, como se ha demostrado taríamos el área del tendón median- tendinosis descartándose la infla-
in vitro29,30, así como efecto anal- te la realización de los ejercicios en mación como causa del cuadro, al
gésico general31. También se han rampa, y escalera con la misma menos, tras su fase más precoz.
realizado estudios in vitro sobre la progresión de dificultad. El tratamiento de este cuadro debe
eficacia de la laserterapia como El entrenamiento propioceptivo se ser individualizado, controlado en
estimulante de la síntesis de colá- realizaría incrementando progresiva- función de la progresión sin dolor o
geno32. Otros autores han demos- mente la dificultad de los ejercicios: escasa molestias y de larga dura-
trado la igualdad de resultados em- bipodales, monopodales, asocian- ción, mediante técnicas cinesiterá-
pleando combinación de técnicas do lanzamiento de balones, sobre picas excéntricas, preferiblemente
como laserterapia, electroestimu- superficies inestables de diversa en cadena cerrada, incrementando
lación y ultrasonidos33. índole y dificultad, finalizando con progresivamente su dificultad.
El empleo de ortesis, rodilleras de el reentrenamiento técnico especí- En toda la literatura revisada existe
diversa factura y cinchas se justifi- fico del gesto deportivo. controversia y gran interés en cuanto
caría como ayuda en cuanto a Para valorar la progresión en el trata- a la utilidad o no de técnicas clásicas
aferencias propioceptivas y para dis- miento los diversos autores consul- cinesiterápicas y otras como la
minuir la tensión sobre el tendón y tados recomiendan emplear la esca- electroterapia, masoterapia, ortesis,
calentar la zona, pero sin que se la VISA (Victorian Institute of Sport etc al igual que sobre el empleo de
valore efecto de protección directa Assesment) 34 y el test de flexión tratamientos farmacológicos, no inclui-
del mismo ante traumatismo y exis- monopodal de la rodilla afecta sobre dos en este trabajo, planteándose
tiendo autores que manifiestan su rampa de 25º de inclinación13. numerosos interro-gantes como posi-
oposición a este tratamiento13. El paso de una a otra fase de trata- bles futuros temas de investigación.
En resumen, si consideramos la miento sólo se efectúa si el nivel
rodilla del saltador como una previo se realiza sin dolor y buena
tendinosis, en una primera fase de- función ya que debemos tener en Bibliografía
beremos mantener un reposo rela- cuenta que como posibles causas
tivo del tendón (modificaciones de de fallo de tratamiento se pueden 1. Kannus P. Etiology and pathophysiology
técnicas, intensidad, y tiempo y mencionar tanto errores de diagnós- of chronic tendon disorders in sport. Scan
ocasionalmente reposo relativo du- tico como una progresión excesi- J Med Sci Sports 1997;7:78-85.
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torio, los defensores de esta teoría evitar posibles recidivas del cuadro N, Bonar SF. Time to abandon the
dudan de la eficacia de la propues- No obstante, las características in- “tendinitis” myth. Painful, overuse tendon
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4 de febrero de 2003 Closed-chain Isometric Knee Extensión consultado el 4 de febrero de 2003.

168 D. Vázquez Riveiro


Valor de la RM como método diagnóstico
y pronóstico en el síndrome subacromial
A. Arenas Planelles
A. Arenas Miquélez
A. Garbayo Marturet
H. Ayala Palacios
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital de Navarra. Pamplona

Resumen
Los autores revisan una serie de 161 casos de síndrome
subacromial tratados quirúrgicamente entre los años 1989 y 2001.
En 116 de los pacientes se realizó estudio preoperatorio con RM,
cuyos datos han sido extraídos y analizados estadísticamente.
Se ha efectuado asimismo una revisión bibliográfica sobre el
tema, estableciendo la validez de esta exploración como método nera en la calidad de los resultados
diagnóstico y pronóstico de esta frecuente patología. del tratamiento quirúrgico.
Palabras clave
Hombro. Síndrome subacromial. Pruebas diagnósticas. RM Material y métodos

Para la realización de este estudio


003252 000065 000696
se ha revisado de forma retrospec-
tiva el material clínico de 161 casos
de síndrome subacromial, tratados
todos ellos en nuestro Servicio des-
Introducción que son tratados con procedimien- de el año 1989 hasta finales del año
tos más o menos agresivos. 2001. No se ha realizado ningún tipo
Para su diagnóstico cada vez es más de selección de los pacientes, ya
El síndrome subacromial es proba-
frecuente el uso de la Resonancia que se han incluido todos los casos
blemente el proceso que ocasiona
Magnética (RM), dadas sus ventajas intervenidos en este período de
con mayor frecuencia dolor en la zona
sobre otras pruebas diagnósticas uti- tiempo.
anteroexterna del hombro3. En los úl-
lizadas anteriormente. Mediante este De cada uno de los casos estudia-
timos años, esta enfermedad “se ha
método se puede afinar bastante res- dos se han recogido datos clínicos,
puesto de moda”, y actualmente, son
pecto al tipo de lesión que presen- radiológicos y relacionados con la in-
muchos los pacientes que acuden a
tan los pacientes, lo que facilita el en- tervención quirúrgica, así como cier-
la consulta con sintomatología clíni-
foque terapéutico a realizar. tos parámetros de valoración de los
ca compatible con este proceso, y
El objetivo del presente trabajo es resultados: edad y sexo de los pa-
presentar una serie de casos de sín- cientes, lado afectado, etc. Para la
drome subacromial tratados quirúr- valoración clínica tanto preoperatoria
Correspondencia
Antonio Arenas Planelles gicamente en nuestro Servicio, en como postoperatoria, hemos utiliza-
Servicio de Cirugía Ortopédica muchos de los cuales se utilizó la RM do la valoración de Constant1, modi-
y Traumatología como método diagnóstico de sus le-
Hospital de Navarra ficada por nosotros para hacerla más
siones. Se han analizado los diver- simple y sencilla de utilizar, y para
C/Irunlarrea, s/n
31008 Pamplona (Navarra) sos datos aportados por la prueba, poder compatibilizarla con los datos
Tel.: 948 422 206 estudiando si influyen de alguna ma- de la historia clínica. En este siste-

170 33/3 2003 - Págs. 170 a 177 A. Arenas Planelles, et al


ma de valoración, hemos considera- ción 2): el dolor es moderado, la mo- La edad de los pacientes oscilaba
do como criterios a evaluar el dolor y vilidad es de al menos 60º, y la valo- entre 24 y 78 años, con un valor me-
la movilidad del hombro, habiendo ración de Constant oscila entre 9 y dio de 53,96 ± 11,96 (eem: 0,94), y
prescindido de otros parámetros de 15 puntos; y d) malo (puntuación 1): un intervalo de confianza para la me-
la valoración de Constant. El dolor el paciente está igual o peor que an- dia (p < 0,05) de 52,11-55,81. De los
puede ser grave, moderado, leve o tes de la intervención, el dolor es in- 161 casos, 42 eran menores de 46
ausente, concediendo una puntua- tenso, y la valoración de Constant es años (26,09%), 67 presentaban una
ción de 0, 5, 10 o 15 puntos depen- inferior a los 9 puntos. edad entre 46 y 60 años (41,61%), y
diendo de la intensidad del dolor: 0 Para el análisis de los datos obteni- en los 52 restantes, la edad era su-
puntos para el dolor grave, 15 para dos del estudio, se ha utilizado el pro- perior a los 60 años (32,30%). Por
la falta de dolor. La movilidad tam- grama estadístico SDI de Horus sexos, 73 casos (45,34%) eran va-
bién ha sido medida y puntuada se- Hardware. Se ha recurrido a la Prue- rones, y 88 (54,65 %) mujeres. El lado
gún la siguiente escala, según la ab- ba de Kolmogorov-Smirnov para de- derecho era el afectado en 109 ca-
ducción activa: de 0º a 30º → 0 pun- terminar si la distribución de los da- sos (67,70%), y el izquierdo en 52
tos; de 31º a 60º → 2 puntos; de 61º tos numéricos se ajustaba a la curva (32,29%).
a 90º → 4 puntos; de 91º a 120º → 6 normal. Nos hemos servido, asimis- El dolor preoperatorio era grave en
puntos; de 121º a 150º → 8 puntos; y mo, de pruebas descriptivas de la 40 casos (24,84%), y moderado en
de 151º a 180º → 10 puntos. La va- muestra (parámetros estadísticos 121 (75,15%). La evaluación numé-
loración de Constant modificada se básicos, frecuencias en las variables rica del dolor preoperatorio presen-
obtiene sumando las puntuaciones cualitativas, etc.) para exponer las ca- taba un valor medio de 3,76 ± 2,17
de dolor y de movilidad, pudiendo os- racterísticas de la misma. Al descri- (eem: 0,17), y un intervalo de confian-
cilar entre 0 puntos como cifra míni- bir las medias, éstas han sido expre- za para la media (p < 0,05) de 3,42-
ma y 25 puntos como valor máximo. sadas en todos los casos como «me- 4,09. La movilidad preoperatoria
Se han recopilado asimismo, diver- dia ± desviación estándar». De igual era la siguiente: de 31º a 60º, 20 ca-
sos datos observados en las radio- forma, se ha facilitado también el sos (12,42%); de 61º a 90º, 80 casos
grafías convencionales, en proyec- error estándar de la media (eem) y el (49,68%); de 91º a 120º, 56 ca-
ción anteroposterior y con el tubo de intervalo de confianza para la media sos (34,78%); y de 121º a 150º, 5
rayos X con 20º de inclinación cau- (para una p < 0,05), con el fin de com- casos (3,10%). La evaluación numé-
dal. De igual forma, se han recogido pletar la descripción. Para efectuar rica de la movilidad preoperatoria
los datos aportados por el estudio los contrastes entre las distintas va- presentaba un valor medio de 4,57 ±
con RM. La técnica quirúrgica utiliza- riables, hemos recurrido a la prueba 1,44 (eem: 0,11), y un intervalo de con-
da ha sido la descrita por Neer16, con de la “t” de Student, a la prueba del fianza para la media (p < 0,05) de
ciertas modificaciones sobre la téc- Chi Cuadrado y a la prueba exacta 4,34-4,79. La valoración de Constant
nica original. de Fisher. En aquellos casos en los modificada preoperatoria daba un
Por último, se ha registrado el tiem- que la Prueba de Kolmogorov- valor medio de 8,33 ± 2,84 (eem:
po de seguimiento de los pacientes Smirnov mostraba que la distribución 0,22), y un intervalo de confianza para
y el resultado final de los mismos ob- de los datos no era homogénea (no la media (p < 0,05) de 7,89-8,77.
tenido tras el tratamiento. El resulta- se ajustaba a la curva normal), se han La radiología convencional aportaba
do clínico ha sido reflejado de forma utilizado pruebas no paramétricas los datos que se apuntan a continua-
tanto cualitativa como numérica, si- (prueba de Mann-Whitney). El valor ción. La forma del acromion era tipo
guiendo los criterios apuntados a de significación estadística acepta- I (plano) en 8 casos (5,06%), tipo II
continuación: a) excelente (puntua- do ha sido de p < 0,05. (curvo) en 83 casos (52,53%), y tipo
ción 4): el paciente no refiere dolor, III (ganchoso o en garfio) en 67 pa-
presenta una abducción activa supe- cientes (42,40%). En tres de los ca-
rior a los 90º, la valoración de Resultados sos no se efectuó radiología conven-
Constant modificada es de 21 a 25 cional. Se apreciaban osteófitos en
puntos, y el paciente está muy satis- La distribución de los datos era ho- el acromion en 40 casos (25,64%),
fecho con el resultado conseguido; b) mogénea en dos de las variables signos de artrosis acromioclavicular
bueno (puntuación 3): el dolor es numéricas: edad de los pacientes en 81 casos (51,92%), imágenes de
leve, la movilidad es también supe- y tiempo de seguimiento tras la in- calcificación en el seno del mangui-
rior a los 90º, la valoración de tervención. En el resto de las varia- to rotador en 32 casos (20,51%), irre-
Constant se encuentra entre 16 y 20 bles cuantitativas, la distribución de gularidades y excrecencias óseas en
puntos, y el paciente está satisfecho los datos no se adaptaba a la curva el contorno del troquiter en 51 casos
con su situación; c) regular (puntua- normal. (32,69%). El espacio acromio-hume-

VANCES
ATraum Síndrome subacromial 171
ral (EAH) oscilaba entre 1 y 11 mm, tancia en 87 de los pacientes: 18 de El resultado fue malo en 5 de los pa-
con un valor medio de 4,78 ± 1,87 los casos presentaban roturas parcia- cientes (3,10%), y regular en 23
(eem: 0,15), y un intervalo de confian- les, que fueron suturadas con puntos (14,28%). El resultado se consideró
za para la media (p < 0,05) de 4,49- sueltos (11,18%); 66 pacientes pre- bueno en 44 casos (27,33%), y ex-
5,08. El EAH era de 8 o más mm en sentaban roturas amplias con celente en 89 casos (55,28%). La va-
5 de los casos (3,20%), entre 4 y 7 desinserción grave del manguito, loración numérica media del resulta-
mm. en 77 de los pacientes siendo reparadas con puntos do fue de 3,35 ± 0,84 (eem: 0,07), y
(48,72%), y de menos de 4 mm. en transóseos en 34 de los casos un intervalo de confianza para la
los otros 76 casos (48,08%). (21,12%), o con anclajes óseos en 32 media (p < 0,05) de 3,22-3,48. El
Se ha realizado estudio con RM en de los pacientes (19,87%); los 3 ca- tiempo de seguimiento de los pa-
116 de los pacientes (72,05%), que sos restantes presentaban roturas cientes tras la intervención osciló
ha demostrado las siguientes lesio- masivas del manguito rotador que no entre 10 y 137 meses, con un valor
nes en la zona investigada: calcifica- pudieron ser reconstruidas por ningún promedio de 45,76 ± 30,49 (eem:
ción en 13 casos (11,21% de los 116 procedimiento (1,86%). En 74 de los 2,40), y un intervalo de confianza para
estudios con RM), tendinitis del man- pacientes no se evidenciaron roturas la media (p < 0,05) de 41,05-50,47.
guito en 52 casos (44,83%), ruptura del manguito durante la intervención Al realizar los contrastes entre las
parcial del manguito de los rotadores quirúrgica (45,96%). Tras la interven- distintas variables, no hemos encon-
en 13 pacientes (11,21%), ruptura ción, 124 casos iniciaron rehabilita- trado ninguna correlación entre el
amplia en otros 43 casos (37,07%), ción precoz (77,02%), consistente en dolor postoperatorio y la detección
ruptura masiva del tendón en 4 ca- movilización pasiva del hombro pero o no en la RM de calcificaciones en
sos (3,45%), disminución del espa- evitando ejercicios activos durante el el seno del manguito. Hemos obser-
cio subacromial en 74 pacientes primer mes. Posteriormente, fueron vado, sin embargo, una cierta corre-
(63,79%), existencia de quistes sometidos a un programa proto- lación entre la existencia de calcifi-
subcondrales en la zona del troquíter colizado de rehabilitación. Los 37 caciones en la RM y la movilidad
en 19 casos (16,38%), y signos casos restantes (22,98%), fueron postoperatoria. La evaluación numé-
degenerativos en la articulación inmovilizados temporalmente (entre 3 rica de la movilidad postoperatoria
acromioclavicular en 81 casos y 5 semanas), siguiendo a continua- en el grupo de casos con calcifica-
(69,83%). ción el programa de rehabilitación. ciones en la RM presentaba un valor
En 11 de los pacientes se efectuó El dolor postoperatorio era grave en medio de 7,23, algo inferior al del
artroscopia previa del hombro que sólo 3 casos (1,86 %), moderado en conjunto de pacientes en que no se
iba a ser intervenido. Se realizó 23 (14,28%), leve en 43 de los pa- detectó calcificación (valor medio de
acromioplastia en 157 casos cientes (26,71%), y los 92 casos res- 7,51), aunque sin diferencias signifi-
(97,51%). Otros gestos quirúrgicos tantes no referían dolor (57,14%). La cativas (p = 0,15; Prueba de Mann-
que se realizaron fueron los siguien- evaluación numérica del dolor Whitney). Tampoco se ha encontra-
tes: resección del ligamento coraco- postoperatorio presentaba un valor do ninguna correlación entre la exis-
acromial en 21 casos (13,04%), sec- promedio de 11,96 ± 3,99 (eem: tencia de calcificaciones y la valora-
ción del ligamento coracoacromial en 0,31), y un intervalo de confianza para ción de Constant postoperatoria, ni
108 casos (67,08 %), desbrida- la media (p < 0,05) de 11,34-12,57. con los datos relacionados con el re-
miento y resección de la bursa La movilidad postoperatoria era la si- sultado conseguido en los pacientes.
subacromial en 99 casos (61,49%), guiente: de 31º a 60º, 2 casos (1,24%); No existe tampoco correlación entre
resección y regularización de los de 61º a 90º, 14 casos (8,69 %); de el hallazgo de signos de tendinitis en
osteófitos de la articulación acromio- 91º a 120º, 37 casos (22,98%); de el estudio con RM y el grado de do-
clavicular artrósica en 20 casos 121º a 150º, 92 casos (57,14%), y de lor postoperatorio. Por el contrario,
(12,42%), resección de la porción 151º a 180º, 16 casos (9,94%). La sí que se ha observado una mejor
más distal de la clavícula en 17 ca- evaluación numérica de la movilidad movilidad postoperatoria en el con-
sos (10,56%), resección y limpieza postoperatoria presentaba un valor junto de casos en que se apreciaron
de adherencias subacromiales en 8 medio de 7,32 ± 1,64 (eem: 0,13), y signos de tendinitis del manguito en
casos (4,97%), resección de calcifi- un intervalo de confianza para la me- la RM. La evaluación numérica
caciones en la zona del manguito en dia (p < 0,05) de 7,06-7,57. La valo- postoperatoria de la movilidad era
7 pacientes (4,35%), y liberación de ración de Constant modificada algo superior en el grupo con
la corredera bicipital estenosada en postoperatoria dio un valor medio de tendinitis (7,61 de valor promedio)
9 casos (5,59%). Durante la interven- 19,27 ± 5,04 (eem: 0,40), y un inter- que entre los casos en que no se
ción se observó que el manguito pre- valo de confianza para la media (p < objetivó este hallazgo en la explora-
sentaba desgarros de diversa impor- 0,05) de 18,49-20,05. ción (7,37 de valor promedio), aun-

172 A. Arenas Planelles, et al


que las diferencias no eran significa- 90º era más elevada entre los pa- ferior que en el grupo en que dicho
tivas (p = 0,30; Prueba de Mann- cientes en que no se apreciaba este espacio era normal (11,96 en los ca-
Whitney). Por otra parte, entre los 52 hallazgo en el estudio con RM (del sos con reducción del espacio, fren-
casos en que se detectaron datos de total de 103 casos, 95 cursaron con te a 12,74 entre los que el espacio
tendinitis en la RM, tan solo dos de una movilidad que superaba los 90º es más amplio) (p = 0,15; no signifi-
ellos presentaron una movilidad y sólo 8 presentaban una movilidad cativo; prueba de Mann-Whitney).
postoperatoria inferior a los 90º. inferior a dicha cifra) (p < 0,1; casi Por otra parte, de los 74 casos en
Frente a éstos, la movilidad fue de significativo; prueba exacta de que la RM mostró este signo, en 62
90º o menos, en 9 de los 64 casos Fisher). No se encontró correlación el dolor postoperatorio era leve o no
en que la RM no aportó datos suges- de la variable ruptura parcial en RM existía, y en los 12 restantes, era gra-
tivos de tendinitis (p < 0,05, signifi- con la valoración de Constant post- ve o moderado. En cuanto a los 42
cativo, prueba exacta de Fisher). operatoria ni con el resultado de los casos restantes en que no se eviden-
También la valoración de Constant pacientes. ció disminución del espacio sub-
fue algo superior en el grupo de pa- En lo que se refiere al caso de las acromial, 39 cursaron con dolor leve
cientes con signos de tendinitis rupturas amplias, sucede algo pare- o sin dolor, y en sólo tres de ellos, el
(20,11 de valor promedio), que entre cido que en el apartado anterior, no dolor era importante (grave o mode-
los casos en que no existía este dato existiendo correlación de las mismas rado) (p < 0,1; casi significativo; prue-
en el estudio con RM (19,41 de valor con el dolor postoperatorio, pero sí ba exacta de Fisher). También ha
promedio), aunque las diferencias no con la movilidad, con unos mejores existido cierta influencia de este dato
eran estadísticamente significativas valores de la misma en el grupo en observado en la RM en el nivel de mo-
(p = 0,12; prueba de Mann-Whitney). que no se detectó este hallazgo (7,59 vilidad postoperatoria, siendo ésta
En cuanto a los resultados, también de valor promedio de movilidad en- algo mayor entre los casos en que
fueron algo mejores en el conjunto de tre los casos sin ruptura, y 7,30 entre este espacio es más amplio (7,35 de
pacientes con signos de tendinitis los que cursaban con esta lesión en valor medio de movilidad en los ca-
(3,50 de valor numérico promedio), la RM) (p = 0,16; no significativo; sos con disminución del espacio fren-
que en los que no presentaban es- prueba de Mann-Whitney). Por otra te a 7,71 en el grupo en que el espa-
tos hallazgos (3,34 de valor numéri- parte, de los 43 casos con ruptura cio subacromial es normal) (p < 0,1;
co promedio)(p < 0,1; casi significa- amplia, 5 terminaron con una movili- casi significativo; prueba de Mann-
tivo; prueba de Mann-Whitney). dad postoperatoria inferior a los 90º Whitney). Dado que tanto el dolor
Al realizar el contraste entre las va- y en 38 casos la movilidad era ma- como la movilidad postoperatorios
riables dolor postoperatorio y exis- yor de 90º. Entre los pacientes en que se han visto influenciados por este
tencia de rupturas parciales del man- no se detectó ruptura amplia en la RM dato de la RM, también la valoración
guito en la RM, no hemos observado preoperatoria (73 casos), 6 presen- de Constant modificada ha dependi-
correlación entre las mismas. Hemos taron una movilidad inferior a los 90º, do en cierta forma de este hallazgo.
encontrado, sin embargo, cierta in- y en los 67 restantes, la movilidad su- Al analizar los resultados, hemos
fluencia de la existencia de rupturas peraba este valor (p = 0,21; no signi- observado que la valoración de
parciales detectadas por RM en la ficativo; prueba exacta de Fisher). Constant postoperatoria ha presen-
movilidad postoperatoria de los pa- Tampoco se encontró correlación de tado unos valores medios de 19,31
cientes. En este sentido, la valoración esta variable con la valoración de entre los pacientes en que el espa-
numérica de la movilidad era más Constant postoperatoria ni con los cio subacromial estaba disminuido
alta entre los casos que no presen- resultados de los pacientes. en la RM, y de 20,45 puntos en el
taban ruptura (7,53 de valor prome- Al analizar la correlación entre el do- conjunto de pacientes con espacio
dio), que entre los que sí cursaron con lor postoperatorio y la detección en subacromial de amplitud normal en
ella (7,08 de valor promedio), pero la RM de una disminución del espa- dicho estudio (p < 0,1; casi significa-
sin que las diferencias fueran cio subacromial, hemos encontrado tivo; prueba de Mann-Whitney). Para
estadísticamente significativas (p = que cuando dicho espacio está re- finalizar, los resultados han sido algo
0,25; prueba de Mann-Whitney). Ade- ducido, los pacientes evoluciona- mejores entre los casos en que el es-
más, de los 13 casos que presenta- ron con algo más de dolor que cuan- pacio subacromial era normal en la
ban este tipo de ruptura del mangui- do éste es más amplio, aunque sin RM, pero sin diferencias significati-
to en la RM, en 10 de ellos la movili- diferencias estadísticamente signifi- vas. El valor numérico medio del re-
dad postoperatoria era de más de cativas. De esta forma, la valoración sultado fue de 3,36 entre los casos
90º, y en tres pacientes era inferior media del dolor postoperatorio entre en que el espacio estaba reducido,
a 90º. Por el contrario, la proporción los casos que presentaban una re- y de 3,50 en el grupo de pacientes
de casos con movilidad superior a ducción de este espacio era algo in- en que dicho espacio era normal (p

VANCES
ATraum Síndrome subacromial 173
= 0,19; no significativo; prueba de nos claros de artrosis observados en dio publicado en 1991, observaron
Mann-Whitney). Además, la propor- la RM (p = 0,18; no significativo; prue- que la RM fue útil en dos aspectos.
ción de malos resultados fue supe- ba de Mann-Whitney). Por una parte, ayudó demostrando la
rior entre los casos en que se detec- presencia y la extensión de desga-
tó una disminución del espacio rros de todo el espesor del mangui-
subacromial en la RM (13 malos re- Discusión to, diferenciándolos de aquellos otros
sultados de los 74 casos con reduc- que afectaban a sólo una parte del
ción del espacio en la RM; 4 malos La RM es el procedimiento diag- espesor del mismo (rupturas intra-
resultados de los 42 en que el espa- nóstico más fiable para determinar sustancia), y de las lesiones que no
cio subacromial era normal en la RM) el origen del dolor en el hombro se- presentaban ruptura (tendinitis). Por
(p = 0,11; no significativo; prueba cundario a enfermedades del man- otra parte, con la RM se pueden iden-
exacta de Fisher). guito de los rotadores, inestabilidad tificar desgarros parciales del man-
Hemos finalizado el capítulo de resul- de la articulación glenohumeral aso- guito, así como la existencia de con-
tados analizando la correlación en- ciada con anomalías del labrum flicto subacromial. Gracias a la infor-
tre los distintos parámetros que mi- glenoideo, conflicto subacromial, es- mación que aporta la prueba, se fa-
den el resultado de los pacientes con tenosis del arco coracoacromial y cilita la toma de decisión acerca de
la existencia o no de artrosis a nivel patología artrósica de la articulación la técnica quirúrgica a realizar (ciru-
de la articulación acromioclavicular del hombro o de la acromio- gía abierta para reparar el desgarro
diagnosticada en el estudio con RM. clavicular17. Esta prueba ha sido uti- del manguito, tratamiento por vía
Hemos observado que el dolor lizada en los últimos años de forma artroscópica para practicar un
postoperatorio era algo menor entre progresiva como método diagnósti- desbridamiento de la lesión sin re-
los casos en que no existía artrosis co en la evaluación de pacientes con construcción de la misma)17.
acromioclavicular en la RM. La valo- hombro doloroso que no responden La RM es el primer procedimiento
ración numérica del mismo era de al tratamiento convencional, pues diagnóstico no invasivo con capaci-
12,04 entre los casos con artrosis y define de forma fiable la situación del dad para definir con precisión cam-
de 12,71 entre los que no la presen- manguito de los rotadores9,17,20. El bios patológicos asociados con un
taban (p = 0,16; no significativo; prue- diagnóstico preciso de las rupturas conflicto subacromial crónico, tales
ba de Mann-Whitney). También la del manguito es imprescindible para como tendinitis o degeneración de
movilidad resultó ser mejor cuando la correcta atención de los pacientes los tendones que componen el man-
no se apreció artrosis en la RM. La con síntomas clínicos sugestivos de guito de los rotadores11. Sin embar-
valoración media de la movilidad era dichas lesiones12. Además, la RM es go, la eficacia de la RM en el diag-
de 7,31 y de 7,88, entre los casos considerada como la prueba no nóstico de las rupturas del manguito
que presentaban o que no presenta- invasiva más útil para la evaluación no es todavía clara, debido a algu-
ban artrosis acromioclavicular res- de los pacientes con lesiones del nas variantes anatómicas de la nor-
pectivamente (p < 0,05; significativo; manguito de los rotadores que no han malidad que pueden simular desga-
prueba de Mann-Whitney). Al igual sido intervenidos todavía11. rros del manguito12.
que los dos parámetros anteriores, Gaenslen et al., en su trabajo de Este método diagnóstico tiene una
la valoración de Constant fue también 1996, apuntan que aunque los datos serie de ventajas entre las que se
algo más elevada en el conjunto de de la historia y de la exploración clí- pueden incluir que las imágenes que
casos que no presentaban fenóme- nica son los principales determinan- constituyen el estudio son mejor
nos degenerativos en la articulación tes de la decisión terapéutica en pa- aceptadas por el clínico que las que
acromioclavicular. Así, el valor prome- cientes con hombro doloroso, la RM aporta la exploración ecográfica, ya
dio de este parámetro fue de 19,34 puede ser útil para la confirmación de que las de esta última no proporcio-
y de 20,60, entre los casos con o sin las lesiones sospechadas, o para la nan una anatomía del manguito de
artrosis acromioclavicular (p < 0,1; detección de lesiones con las que no los rotadores claramente reconoci-
casi significativo; prueba de Mann- se cuenta. Estos autores creen que ble2. Además, debido a que en esta
Whitney). El resultado numérico tam- la RM es efectiva en la identificación prueba se consigue una visualización
bién fue algo mejor en el grupo de de lesiones de manguito sin ruptura directa de todo el manguito, el méto-
casos que no presentaban signos de del mismo, o con rupturas de todo su do aporta un medio efectivo para
artrosis acromioclavicular en la RM. espesor. Sin embargo, es menos objetivar el lugar de la ruptura y cuan-
De esta forma, el valor promedio era válida para la detección de rupturas tificar las dimensiones de la misma,
de 3,51 entre los pacientes sin sig- parciales que no afectan a todo el siendo las imágenes sagitales pon-
nos de artrosis acromioclavicular, y espesor del manguito de los deradas T2 particularmente útiles en
de 3,37 en el grupo de casos con sig- rotadores9. Nelson et al., en su estu- este sentido2. Hay que añadir que en

174 A. Arenas Planelles, et al


síndromes subacromiales en que no les eran normales, mostraba una de- tendinosa del manguito. La imagen
exista desgarro del manguito, la RM presión a modo de rechazo en senti- del anclaje del deltoides en el
puede ayudar en la identificación de do distal de la bursa subacromial en- acromion podía ser considerada
procesos inflamatorios que afectan grosada y/o del tendón del supra- como un saliente subacromial en los
a la bursa subdeltoidea2. Otras de espinoso, provocada por la zona an- casos en que las imágenes de la RM
sus ventajas son el buen contraste terior del acromion que aparecía muy de la zona de la inserción no fueran
que se consigue de los tejidos blan- prominente. En todos estos pacien- todo lo seriadas que debieran ser. Fi-
dos, su naturaleza no invasiva, la fal- tes, el margen inferior de la parte más nalmente, el plano graso de la bursa
ta de utilización de radiaciones anterior del acromion se encontraba subacromial y subdeltoidea estaba a
ionizantes durante su realización, y más distal que la superficie inferior menudo focalmente ausente y no de-
su capacidad de perfilar estructuras de la parte externa de la clavícula, bía detectarse fluido en el interior de
en diferentes planos17,19,20. Por último, hecho que no se evidenciaba en las la bursa normal13.
la RM también puede detectar otras radiografías convencionales en pro- Diversos autores han observado que
causas de hombro doloroso diferen- yección A-P20. las imágenes ponderadas T2 son las
tes a la patología del manguito, como Kieft et al., en su trabajo publicado más útiles para diagnosticar desga-
pueden ser lesiones del labrum en 1988, realizaron RM en 10 pa- rros del manguito rotador 18,20,21.
glenoideo o necrosis avascular de la cientes en los que se sospechaba Farley et al, (1992) consideran que
cabeza humeral2,14. Entre sus incon- un síndrome subacromial. En 8 de dichas imágenes ponderadas T2 de
venientes se puede citar que la pre- los 10 casos, se apreció un área de la RM son particularmente útiles
cisión y validez del estudio depende aumento de intensidad de la señal cuando se observa un defecto
de forma directa de la experiencia en la porción tendinosa del mangui- tendinoso relleno de líquido, a lo que
del especialista que realiza la prue- to en las imágenes de esta explo- denominaron señal grado B. Tam-
ba, siendo de enorme importancia la ración. Estas áreas de aumento de bién son muy válidas para detectar
curva de aprendizaje de la técnica17. intensidad de la señal correspon- líquido en la bursa subacromial que
Por otra parte, la RM es una explora- dían a zonas de degeneración e in- es el signo más común de un desga-
ción que precisa más tiempo que la flamación del manguito de los rro del manguito en todo su grosor.
ecografía para su realización, es más rotadores14. También otros autores Sin embargo, la presencia de líqui-
cara y puede ser dificultosa o inclu- han apuntado que pueden observar- do en la bursa puede ser un indica-
so estar contraindicada en pacien- se cambios en la intensidad de la dor falso positivo de un desgarro que
tes que presentan claustrofobia. señal en el seno del manguito su- afecta a todo el grosor del manguito,
Además, cuando se trata de pacien- gestivos de tendinitis2,20. Por otra en los casos en que el resto de los
tes obesos, su fiabilidad y precisión parte, la erosión (rozamiento mecá- hallazgos son normales. Asimismo,
se ven reducidas debido a las difi- nico) del manguito de los rotadores puede ser de gran valor observar una
cultades de colocación durante la por parte de la articulación acro- atrofia del músculo supraespinoso
ejecución del estudio. De igual for- mioclavicular hipertrofiada por los con retracción musculotendinosa del
ma, su precisión también puede ver- cambios degenerativos, podía ser mismo. Estos dos hallazgos, no sólo
se disminuida en pacientes con in- también claramente visualizada en se asocian de forma significativa con
tervenciones quirúrgicas previas so- el estudio con RM2. desgarros de todo el espesor del
bre la zona del hombro17. Kjellin et al. (1991) realizaron estu- manguito, sino que también lo hacen
Los hallazgos obtenidos con la RM dios con RM en su serie, en los que con desgarros amplios (de gran ex-
utilizados para el diagnóstico de un observaron áreas de intensidad de tensión) del mismo. Por último, apun-
conflicto subacromial o de una rotu- señal aumentada en las imágenes tan que la presencia de líquido en la
ra del manguito de los rotadores han ponderadas T2, que correspondían a bursa es el hallazgo más frecuente
sido citados por diversos auto- zonas de degeneración grave o en casos con ruptura, y la interrupción
res2,6,14,18,20,21. disrupción del tendón del supra- en la continuidad del tendón es qui-
Seeger et al. (1988) apuntaban que espinoso15. Kaplan et al, (1992) cita- zás el hallazgo más específico en pa-
la RM permitía diferenciar entre ron una serie de hallazgos normales cientes que presentan desgarros de
bursitis, tendinitis y desgarros com- en la RM que podían ser confundidos todo el grosor del manguito rotador7.
pletos del manguito, y por este moti- con procesos patológicos de la zona. Gaenslen et al, (1996) consideran
vo debería utilizarse para clarificar la Una señal de intensidad intermedia que el diagnóstico de los desgarros
extensión de la enfermedad y para (parecida a la del músculo) en la zona parciales (que no afectan a la totali-
programar el plan de tratamiento. crítica del manguito podía ser inter- dad del grosor del manguito) con RM
Además, la RM de varios de sus ca- pretada erróneamente como un des- en hombros intervenidos previamen-
sos, cuyas radiografías convenciona- garro parcial o una degeneración te, se basa en la visualización de un

VANCES
ATraum Síndrome subacromial 175
adelgazamiento focal del tendón, así pero su morfología es anormal (gra- b) Degeneración tendinosa: puede
como en la detección de un paso de do 2); el plano graso es asimismo manifestarse como zonas con inten-
líquido desde la superficie articular a normal sidad de señal aumentada
la bursa subacromial. Observan d) Ruptura parcial del manguito: el c) Desgarro completo del manguito
igualmente que un desgarro parcial tendón presenta un incremento en (que afecta a todo el grosor del man-
verdadero no puede ser distinguido la intensidad de la señal y una mor- guito): el patrón de imagen más común
fácilmente de una degeneración fología anormal (grado 2), a lo que y preciso es la existencia de una zona
edematosa avanzada del tendón. se añade una disrupción del plano de señal intensa que se observa en las
Esta es la razón por la que la RM tie- graso subacromial-subdeltoideo imágenes ponderadas T2; con menos
ne un valor predictivo positivo esca- (grado 3) frecuencia, la zona de la ruptura pue-
so en el diagnóstico de los desga- e) Ruptura completa del manguito: de mostrarse como una imagen del
rros parciales de la serie que presen- a los hallazgos del apartado ante- tendón extremadamente degenerado
tan. A pesar de esto, creen que esta rior se asocia una pérdida total de y adelgazado, con intensidad de señal
prueba permanece válida como mé- la intensidad de la señal correspon- moderada, o que está oscurecido por
todo diagnóstico, dadas las elevadas diente al plano graso en las imáge- una señal cicatricial de baja intensidad;
cifras de sensibilidad y especificidad nes ponderadas T1, o se observa d) Desgarro parcial del manguito
que aporta9. material fluido en el interior de la (que no afecta a todo su espesor):
Diversos autores han establecido bursa subacromial-subdeltoidea en el patrón de señal intensa en las imá-
una serie de criterios diagnósticos las imágenes ponderadas T211,21. genes ponderadas T2 es también
por RM de las lesiones del manguito preciso, aunque se da con menos fre-
de los rotadores. Iannotti et al, (1991) Otra clasificación de los patrones cuencia18.
y Zlatkin et al, (1989) definieron cua- diagnósticos con RMN parecida a la
tro grados en el estado del tendón del anterior es la propuesta por Farley et Evancho et al, (1988) establecieron
manguito: grado 0 (el tendón es nor- al, (1992): grado 0: la intensidad de igualmente unos criterios diagnósticos
mal en intensidad de señal y morfo- señal del tendón es normal; grado 1: cuando realizaron un estudio con RM:
logía); grado 1 (tendón con un au- se observa un incremento de la in-
mento de la intensidad de la señal tensidad de la señal focal o difuso de a) el manguito rotador puede consi-
pero con una morfología normal); gra- menor grado que la del agua o de la derarse intacto cuando presenta una
do 2 (tendón con intensidad de se- grasa en las imágenes ponderadas señal de baja intensidad uniforme y
ñal aumentada y morfología anormal T2; grado 2: se aprecia una irregula- homogénea en imágenes T1 y que
consistente en una irregularidad y un ridad del tendón, con estrechamien- no muestra un aumento significativo
estrechamiento evidente del mismo); to evidente del mismo, lo que mues- de señal en imágenes T2; también
y grado 3 (se caracteriza por presen- tra un incremento en la intensidad de puede considerarse intacto en el
tar un área amplia y bien definida de la señal equivalente a la intensidad caso de que sólo fueran identificadas
discontinuidad en la señal normal de señal del agua en imágenes pon- áreas muy pequeñas de señal anor-
vacía del tendón; el área de disconti- deradas T2; grado 3: se evidencia un mal en el manguito, manteniéndose
nuidad muestra típicamente un au- incremento en la intensidad de la se- la continuidad del mismo, lo que des-
mento de la intensidad de la señal en ñal del tendón equivalente a la inten- carta su ruptura
las imágenes ponderadas T2). Ba- sidad de señal del agua en las imá- b) las rupturas del manguito fue-
sándose en esta clasificación, esta- genes ponderadas T2, que se extien- ron diagnosticadas en la RM cuan-
blecieron que el estado del mangui- de a través de todo el grosor del ten- do la discontinuidad y la irregulari-
to podía ser de tres formas: dón y al menos en 1 cm de longitud; dad del manguito estuvieron aso-
un patrón grado 3 representa una dis- ciadas con un incremento de la
a) Normal: el tendón es normal en in- continuidad en el tendón rellena de señal en el mismo
tensidad de señal y morfología (gra- líquido7. c) en pacientes en que la señal del
do 0); el plano graso subacromial- Rafii et al. (1990) establecieron otra manguito era marcadamente anor-
subdeltoideo está intacto clasificación de las lesiones: mal, se encontraron generalmente
b) Tendinitis: el tendón presenta un rupturas completas del manguito,
incremento en la intensidad de la se- a) Tendinitis: es reconocida como bien en la artrografía o durante la in-
ñal pero su morfología es normal (gra- una región focal o difusa de intensi- tervención quirúrgica
do 1); el plano graso es normal dad de señal incrementada o un pa- d) en pacientes que presentan áreas
c) Degeneración tendinosa (sin rup- trón no homogéneo de señal muy pequeñas de señal anormal en
tura): el tendón también presenta un incrementada, a menudo asociado el manguito, se encontró normalmen-
aumento en la intensidad de la señal con un engrosamiento tendinoso te inflamación y edema, propios de

176 A. Arenas Planelles, et al


los estadios precoces del síndrome anomalías del manguito de los 8. Flannigan B, Kursunoglu-Brahme S,
Snyder S, Karzel R, Del Pizzo W, Resnick
subacromial, o bien rupturas parcia- rotadores, del labrum glenoideo y de
D. MR arthrography of the shoulder:
les del tendón6. la cápsula articular del hombro. Es- Comparison with con-ventional MR imaging.
tudios recientes han demostrado la AJR 1990;155:829-832.
Burk et al, (1989) apuntaron los si- mejoría en la detección de los des- 9. Gaenslen ES, Satterlee CC, Hinson GW.
Magnetic resonance imaging for evaluation
guientes criterios diagnósticos cuan- garros del manguito con este méto- of failed repairs of the rotator cuff.
do efectuaban RM: do, especialmente en el caso de los Relationship to operative findings. J Bone
desgarros parciales que afectan a la Joint Surg (Am) 1996;78-A:1391-1396.
a) los desgarros fueron diagnostica- cara articular del mismo8,10. La des- 10.Hodler J, Kursunoglu-Brahme S, Snyder
SJ, Cervilla V, Karzel RP, Schweitzer ME,
dos por la detección de un defecto ventaja de este procedimiento es Flannigan BD, Resnick D. Rotator cuff
en el manguito musculotendinoso, re- que es una exploración complicada disease: As-sessment with MR arthrography
lleno de un fluido que da una señal de realizar, invasiva y que consume versus standard MR imaging in 36 patients
with arthroscopic confirmation. Radiology
de alta intensidad en las imágenes todavía más tiempo que el estudio 1992;182:431-436.
ponderadas T2 convencional con RM, y por este 11.Iannotti JP, Zlatkin MB, Esterhai JL,
b) incrementos ligeros en la intensi- motivo no debe ser considerado Kressel HY, Dalinka MK, Spindler KP.
dad de la señal a nivel del manguito como método diagnóstico primario. Magnetic resonance imaging of the shoulder:
Sensivity, specificity and predictive value.
sin un defecto definido en el tendón Puede ser útil, sin embargo, en los J Bone Joint Surg (Am) 1991;73-A:17-29.
del supraespinoso pueden ser indi- casos en que la RM convencional no 12. Kaneko K, DeMouy EH, Brunet ME. MR
cativos de tendinitis aporta unos resultados claros8,10,19. evaluation of rotator cuff impingement:
Correlation with confirmed full-thickness
c) la falta de nitidez y la borrosidad Como conclusión podemos decir, de
rotator cuff tears. J Comput Assist Tomogr
del plano graso subdeltoideo por acuerdo con otros autores2,4, que la 1994;18:225-228.
existencia de líquido en la bursa RM debe ser considerada como la 13. Kaplan PA, Bryans KC, Davick JP, Otte
puede considerarse indicativo de prueba no invasiva de elección en M, Stinson WW, Dussault RG. MR imaging
of the normal shoulder: variants and pitfalls.
bursitis2. pacientes que presentan dolor en el Radiology 1992;184:519-524.
hombro en los que se sospecha pa- 14. Kieft GJ, Bloem JL, Rozing PM,
Coudane y Goutallier (1997) tam- tología del manguito de los rotadores. Obermann WR. Rotator cuff impingement
bién establecieron sus criterios syndrome: MR Imaging. Radiology
1988;166:211-214.
diagnósticos de la patología del 15. Kjellin I, Ho CP, Cervilla V, Haghighi P,
manguito por RM: Bibliografía
Kerr R, Vangness CT, Friedman RJ, Trudell
D, Resnick D. Alterations in the supraspinatus
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a) en las tendinopatías sin ruptura,
fonctionnelles des membres. Encycl Méd histopathologic findings in cadavera.
la RM pone de manifiesto una Radiology 1991;181:837-841.
Chir (Elsevier, Paris-France), Appareil
hiperseñal en el seno del tendón afec- locomoteur, 14-001-M-10, 1994. 16. Neer ChS II. Anterior acromioplasty for
tado que hay que diferenciar de un 2. Burk DL Jr, Karasick D, Kurtz AB, Mitchell the chronic impingement syndrome in the
DG, Rifkin MD, Miller CL, Levy DW, Fenlin shoulder. A preliminary report. J Bone Joint
artefacto llamado “artefacto de ángu- Surg (Am) 1972;54-A:41-50.
JM, Bartolozzi AR. Rotator cuff tears:
lo mágico”, que consiste en que el Prospective comparison of MR imaging with 17.Nelson MC, Leather GP, Nirschl RP,
tendón del supraespinoso sano da arthrography, sonography, and surgery. A J Pettrone FA, Freedman MT. Eva-luation of
una hiperseñal relativa14 R 1989;153:87-92. the painful shoulder. A prospective
3. Calmet Garcia J, Escala Arnau JS, Giné comparison of magnetic resonance imaging,
b) las rupturas parciales vienen indi- computerized tomographic arthrography,
Gomà J, Bonet Asensio V, Huguet Comelles
cadas por un área hiperintensa en las R. Síndrome de rozamiento subacromial. ultraso-nography, and operative findings. J
imágenes ponderadas T2 que se ori- Resultados del tratamiento quirúrgico a largo Bone Joint Surg (Am) 1991;71-A:707-716.
plazo. Rev Ortop Traumatol 1997;41:270-275. 18. Rafii M, Firooznia H, Sherman O, Minkoff
gina en la cara profunda del tendón J, Weinreb J, Golimbu C, Gidumal R,
4. Canosa Sevillano R. Editorial. Patología
para extenderse por su espesor Schinella R, Zaslav K. Rotator cuff lesions:
del manguito rotador. Rev Ortop Traumatol
c) en las tendinopatías perforantes 1995;39IB:483-484. Signal patterns at MR imaging. Radiology
(rupturas amplias), la RMN muestra 5. Coudane H, Goutallier D. Pathologie de 1990;177:817-823.
la coiffe des rotateurs. Encycl Méd Chir 19. Recht MP, Resnick D. Magnetic
con precisión la extensión de la bre- resonance-imaging studies of the shoulder.
(Elsevier, Paris-France), Appareil
cha tendinosa que aparece hiper- locomoteur, 14-350-A-10, 1997. Diagnosis of lesions of the rotator cuff. J
intensa en las imágenes ponderadas 6. Evancho AM, Stiles RG, Fajman WA, Bone Joint Surg (Am) 1993;75-A:1244-1253.
20. Seeger LL, Gold RH, Bassett LW, Ellman H.
T25. Flower SP, Macha T, Brunner MC, Fleming
L. MR imaging diagnosis of rotator cuff tears. Shoulder impingement syndrome: MR findings
AJR 1988;151: 51-754. in 53 shoulders. AJR 1988;150:343-347.
La RM cumplimentada con la inyec- 7. Farley TE, Neumann CH, Steinbach LS, 21. Zlatkin MB, Iannotti JP, Roberts MC,
ción intraarticular de gadolinio (RM- Jahnke AJ, Petersen SS. Full-thickness Esterhai JL, Dalinka MK, Kressel HY,
tears of the rotator cuff of the shoulder: Schwartz JS, Lenkinski RE. Rotator cuff
artrografía) está siendo utilizada en tears: Diagnostic performance of MR
Diagnosis with MR imaging. AJR
los últimos años para la valoración de 1992;158:347-351. imaging. Radiology 1989;172:223-229.

VANCES
ATraum Síndrome subacromial 177
El vástago de Wagner en la cirugía de revisión
protésica de cadera
J.J.Morales de Cano*
A.Coscujuela Mañá*
L.Ruiz Macarrilla*
J.A.Hernandez Hermoso*
A.Fernádez Sabaté**
* Medico Adjunto
** Jefe de Servicio
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge

Resumen
El aumento en el numero de prótesis de cadera que se colocan, así
como el incremento de la expectativa de vida en el ser humano, hacen
previsibles que se vayan incrementando los casos de recambio
protésico. El vástago de Wagner constituye una prótesis de cadera cuyas
características son las de un vástago no cementado de anclaje distal
diafisario y basado en el fundamento de los enclavados endomedulares.
En el presente trabajo presentamos un estudio retrospectivo en 84
pacientes que fueron intervenidos en nuestro servicio entre los años
1994 y 2000 y a los que se les colocó un vástago de Wagner. Se Introducción
trataban de 31 varones y 53 mujeres, con una edad media de 66,9 años
(entre 36 y 87 años). La causa que motivó la intervención, colcando el
vástago de Wagner fue en 49 casos (58,33%) por presentar un La cirugía de revisión en los
aflojamiento aséptico de la prótesis que portaban con perdida de aflojamientos protésicos sigue sien-
sustancia ósea a nivel metafisario, en 26 casos (30,95%) por do hoy en día uno de los aspectos
aflojamiento séptico, en 7 casos (8,33%) por fractura peri protésica, y 2 más controvertidos en la cirugía de
(2,38%) casos por coxartrosis tras fractura subtrocanterea sintetizada con la cadera. En los casos en los que
un tornillo-placa. La valoración radiográfica nos permitió comprobar la se ha tenido que producir más de un
existencia de una reacción osteogenica metafisaria completa en 42 recambio o que existe una importan-
casos (50%), incompleta en 35 casos (41%) y nula en 7 casos (9%). te pérdida en el stock óseo
Pudimos comprobar una migración del vástago femoral con metafisario se hace especialmente
hundimiento del mismo en 27 casos (32,14%), con un hundimiento difícil el recambio protésico. Se han
medio de 4,09mm (entre 0 y 36mm). A los tres meses de la intervención propuesto diversas técnicas que in-
el hundimiento del mayor o igual a 10 mm se objetivó en 11 casos tentan solucionar este problema.
(13,09%). Esta cifra ascendía a 17 casos (20,23%) a los seis meses y 18 Podemos recurrir a la utilización de
casos (21,42%) a los doce meses después de la intervención. los vástagos cementados largos, que
aunque lo solucionan en un principio,
Palabras clave presentan unos resultados peores
PTC. Revisión PTC. que su uso en la cirugía primaria, y
producen unos aflojamientos más
precoces, y de peor solución7,8,17,21.
004232
También se han propuesto la utiliza-
ción de los aloinjertos estruc-
Correspondencia
turales como método de reparación
Dr.Jaime J.Morales de Cano
C/ La Plana nº 15. de los defectos óseos, pero estos
San Cugat del Vallés injertos no llegan a reincorporarse y
08190 Barcelona no solucionan la reparación biológi-

178 33/3 2003 - Págs. 178 a 186 J.J. Morales de Cano, et al


ca del defecto óseo6,9,10,15. En 1987 sos (14,28%) se realizó una aneste- A todos los pacientes se les realizó
Wagner propuso la utilización de un sia regional. La vía de abordaje utili- una radiografía en el postoperatorio,
vástago no cementado de anclaje zada fue en 73 casos (86,90%) una a los tres meses de la intervención y
distal como solución en la cirugía de vía anteroexterna, y en 11 casos al final del seguimiento, valorando el
recambio protésico en aquellos ca- (13,09%) una vía posterior. En 64 hundimiento axial del vástago, la
sos en los que existe un defecto óseo casos (76,19%) se asoció el recam- osteólisis inicial comparada con la
metafisario24-26. bio del componente acetabular, en los reacción osteogénica al final del se-
En el presente trabajo presentamos otros 20 casos no fue preciso. guimiento.
la experiencia de nuestro servicio en Para realizar la extracción del vásta-
la utilización de los vástagos no go que se recambiaba, en 45 casos
cementados de anclaje distal de (53,57%) tuvimos que realizar un sar- Resultados
Wagner. cófago del fémur mediante una
osteotomía frontal femoral (fig. 2), en Todos los pacientes realizaron trata-
9 casos (10,71%) se realizó una sim- miento profiláctico antitrombótico
Material y métodos ple ventana cortical, en 29 casos desde la noche anterior a la interven-
(34,52%) la extracción se hizo por el ción con heparina de bajo peso
Hemos realizado un estudio retros- extremo proximal sin precisar manio- molecular, y hasta un mes después
pectivo en 84 pacientes que fueron bras complementarias, y en un único de la intervención según el protocolo
intervenidos en nuestro servicio en- caso se asoció sarcófago con venta- de nuestro hospital. El ingreso me-
tre los años 1994 y 2000 y a los que na cortical. dio de estos pacientes fue de 16,32
se les colocó un vástago de Wagner. El tamaño del vástago de Wagner uti- días (entre 10 y 31 días). Como com-
Se trataban de 31 varones y 53 mu- lizado fue: plicaciones intraoperatorias tuvimos:
jeres, con una edad media de 66,9 en 7 casos fractura intraoperatoria;
años (entre 36 y 87 años). La causa • 190 mm en un caso (1,19%) 4 casos se produjeron una falsa vía;
que motivo la intervención, colocan- • 225 mm en 11 casos (13,09%) en 3 casos se constató una protesis
do el vástago de Wagner fue en 49 • 265 mm en 16 casos (19,04%) inestable; y en los restantes 70 ca-
casos (58,33%) por presentar un aflo- • 305 mm en 51 casos (60,71%) sos (83,33%) no existieron inciden-
jamiento aséptico de la prótesis que • 345 mm en 5 casos (5,95%) cias intraoperatorias (tabla II).
portaban con pérdida de sustancia
ósea a nivel metafisario, en 26 ca- En cuanto al tamaño de la Tabla II. Complicaciones intraoperatorias
sos (30,95%) por aflojamiento sépti- cabeza utilizada fue: peque-
co (fig. 1), en 7 casos (8,33%) por ña en 15 casos (17,85%);
mediana en 12 casos Complicaciones intraoperatorias Nº casos
fractura periprotésica, y 2 (2,38%) Fractura intraoperatoria 7
casos por coxartrosis tras fractura (14,28%); y grande en 57
Prótesis inestable 3
subtrocantérea sintetizada con un casos (67,85%).El segui- Falsa vía 4
tornillo-placa (tabla I). miento medio de los pa- Ninguna 70
El tipo de vástago que portaban los cientes fue de 38 meses
pacientes y que fue recambiado en (entre 14 y 72 meses). Como complicaciones posquirúr-
la intervención fue un vástago no ce- La valoración clínica de los pacien- gicas tuvimos: 6 casos (7,14%) de
mentado en 67 casos (79,76%), en tes al final del seguimiento se realizó afectación nerviosa, de éstos, 4 pa-
15 casos (17,85%) se trataba de un mediante el Baremo de Merle cientes presentaron una paresia del
vástago cementado, y en dos casos D’Aubigne, que valora el dolor, la ciático poplíteo externo y 2 pacien-
(2,38%) se retiró el material de movilidad y la marcha, puntuando tes del nervio crural, todos los casos
osteosintesis. cada uno de ellos entre 0 y 6 puntos. se resolvieron satisfactoriamente al
La intervención se realizó bajo anes- Consideramos un buen resultado las final del seguimiento; 11 pacientes
tesia general en 72 casos (85,71%), puntuaciones comprendidas entre 16 (13,09%) presentaron una luxación
mientras que en los restantes 12 ca- y 18 puntos, regular entre 13 y 15 pun- de la prótesis, y de éstos un pacien-
tos, y mal resultado te precisó una reintervención para
Tabla I. Causas de intervención y colocación por debajo de los 13 recambiar el vástago de Wagner que
de vástago de Wagner puntos. También se estaba colocado en excesiva
realizo una valora- anteversión, el resto de los pacien-
Causa de la intervención Nº de casos (%) ción subjetiva de los tes resolvieron su problema con la
Aflojamiento aséptico 49 (58,33) pacientes del resul- colocación de una férula de abduc-
Aflojamiento séptico 26 (30,95) tado final de su inter- ción o yeso pelvipédico durante los
Fractura periprotésica 7 (8,33)
vención (excelente, tres primeros meses; en 9 casos
Coxartrosis tras fractura compleja
de la extremidad proximal del fémur 2 (2,38) buena, regular y (10,71%) presentaron una infección
Total 84 mala). quirúrgica, de éstos, 5 casos eran

VANCES
ATraum El vástago de Wagner 179
A) B) C)

D) E)

Fig.1. Paciente varon de 67 años. A) Fractura subcapital del fémur derecho .B) Aflojamiento séptico de la prótesis total de cadera, con
valoración clínica según el baremo de Merle D’Aubigne de 2-5-3. C) Primer tiempo de recambio de la PTC infectada. D) Segundo tiempo de
recambio séptico de la PTC con colaboración de vástago no cementado de Wagner. D) A los cinco años del recambio séptico de la PTC.

180 J.J. Morales de Cano, et al


A) B)

C) D)

Fig. 2. Paciente mujer de 73 años. A) Rx anteroposterior de la cabeza izquierda. Coxartosis de la cadea. B) Prótesis total de cadera con
aflojamiento aséptico a los siete años. C) Recambio de la PTC con colocación de vástago no cementado de anclaje distal tipo Wagner, se
realizó osteotomía frontal femoral. D) A los tres años del recambio no se aprecia hundimiento del vástago y si existe una remodelación
ósea proximal del fémur.

VANCES
ATraum El vástago de Wagner 181
infecciones precoces que se resol- obtuvieron una puntuación de entre 16 Existen diferentes propuestas en el
vieron con desbridamiento y trata- y 18 puntos en el Baremo de Merle recambio protésico femoral. En los
miento antibiótico especifico, y en 4 D’Aubigne, en 42 pacientes (50%) el casos en los que no existe una gran
casos eran infecciones tardías que resultado fue regular con una puntua- perdida metafisaria, podemos recu-
obligaron a una artroplastia resección ción entre 13 y 15 puntos, y en 14 rrir al uso de los vástagos cemen-
de Girdlestone; en 4 casos se pro- casos (16,66%) se pudo constatar un tados de mayor longitud que la utili-
dujo una trombosis venosa profunda mal resultado. zada en la cirugía primaria. Aun así,
que obligó a realizar un tratamiento La valoración personal de los pacien- sabemos que los vástagos cemen-
especifico con heparina (tabla III). tes al final del seguimiento fue: excelen- tados usados en la cirugía de recam-
te en 17 casos (20,23%); bio no ofrecen tan buenos resultados
Tabla III. Complicaciones postoperatorias buena en 38 casos como en la cirugía primaria, y su pos-
(45,23%); regular en 19 terior recambio será más dificultoso
Complicaciones postoperatorias Nº de casos (%) casos (22,19%); y mala y con peor calidad ósea ya que no
Luxación protésica 11 (13,09) en 10 casos (11,90%). permiten una reparación del hue-
Infección quirúrgica 9 (10,71) La valoración radiográ- so4,7,8,14,17,21. También podemos rea-
Afectación nerviosa 6 (7,14) fica nos permitió com- lizar recambios con colocación de
Trombosis venosa profunda 4 (4,76)
probar la existencia de vástagos cementados unidos a la
Total 30
una reacción osteogé- colocación de aloinjerto estructural,
nica metafisaria com- pero no se llega a producir una re-
De los 84 pacientes, 12 (14,28%) pleta en 42 casos (50%) (fig. 3), in- paración ósea del injerto, sólo en la
tuvieron que ser reintervenidos du- completa en 35 casos (41%) y nula periferia del mismo se comprueba la
rante su seguimiento. En 4 casos se en 7 casos (9%). Pudimos compro- aparición de tejido óseo, y por lo tan-
tuvo que realizar una artroplastia re- bar una migración del vástago to no se llega a producir una suficien-
sección de Guirdlestone; en cinco se femoral con hundimiento del mismo te estabilidad proximal del vásta-
realizó un desbridamiento por infec- en 27 casos (32,14%), con un hun- go6,9,10,15. Frente a ésta técnica se ha
ción, en uno se realizó un recambio dimiento medio de 4,09 mm (entre 0 y propuesto la colocación de vástagos
protésico por aflojamiento aséptico, 36 mm). A los tres meses de la inter- femorales cementados con coloca-
otro precisó una nueva intervención vención el hundimiento del mayor o ción de injerto óseo morzelizado se-
por luxación recidivante, y un caso se igual a 10 mm se objetivó en 11 casos gún la técnica de Ling5,18. Pero esta
reintervino por sufrir una fractura (13,09%). Esta cifra ascendía a 17 ca- técnica además de ser muy comple-
periprotésica (tabla IV). sos (20,23%) a los seis meses y 18 ca- ja precisa de un defecto continente
sos (21,42%) a los para conseguir la estabilidad nece-
Tabla IV. Causas de reintervención doce meses des- saria.
pués de la interven- También podemos recurrir a la colo-
Causas de reintervención Nº casos (%) ción. cación de los vástagos porosos no
Artroplastia resección cementados, pero estos producen
de Guirdlestone 4 (4,76) fenómenos de protección de tensio-
Desbridamiento 5 (5,95) Discusión nes (stress shielding) en la zona
Recambio protésico 1 (1,19)
Luxacion recidivante 1 (1,19) distal del vástago con atrofia cortical.
Fractura periprotésica 1 (1,19) La cirugía de revi- El vástago de Wagner constituye una
Total 12 sión protésica es prótesis de cadera desarrollado por
uno de los grandes Heinz Wagner en 1987, cuyas carac-
retos que tenemos terísticas son las de un vástago no
Tras la intervención en 56 casos se actualmente en la cirugía de la cade- cementado de anclaje distal
permitió una deambulación con apo- ra. El aumento en el numero de pró- diafisario y basado en el fundamen-
yo tardío, mientras que en 28 casos tesis de cadera que se colocan, así to de los enclavados endome-
el apoyo fue precoz, realizando una como el incremento de la expectati- dulares. Este vástago proporciona
carga parcial con dos muletas. va de vida en el ser humano, hacen una estabilidad primaria gracias a su
La valoración clínica media de los previsibles que se vayan incremen- diseño troncocónico y las estrías que
pacientes preoperatoria según la tando los casos de recambio lleva, permitiendo un enclavamiento
escala de Merle D’Aubigne era de 8 protésico. Esto ocasiona que cada de dicho vástago y evitando la rota-
puntos (dolor=2, movilidad=4, mar- vez con más frecuencia tengamos ción del mismo. La fijación secunda-
cha=2), y la valoración al final del se- que realizar recambios de prótesis ria se consigue gracias la capacidad
guimiento era de 14 puntos (dolor=5, con peor calidad ósea, bien sea por osteo-génica y de osteointegración
movilidad=5, marcha=4). Al final del la edad o por tratarse de enfermos que se produce durante los primeros
seguimiento el resultado clínico fue que han precisado varios recambios, meses después de su colación y en
bueno en 28 pacientes (33,33%) que con la pérdida ósea consecuente. ausencias de fuerzas de estrés en la

182 J.J. Morales de Cano, et al


A) B)

Fig. 3. Paciente varón de 66 años. A) Rx anteroposterior de la cadera


izquierda. Aflojamiento aséptico de la prótesis de cadera que portaba. B)
Recambio de su prótesis con colocación de vástago no cementado de
C) anclaje distal tipo Wagner. C) A los 7 años del recambio se objetiviza una
remodelación ósea en el tercio proximal del fémur.

VANCES
ATraum El vástago de Wagner 183
zona metafisaria, no siendo preciso esta cifra con otras series que reco- to en 27 casos (32,14%), con hundi-
la colocación de injerto óseo24-26. gen una incidencia del 35,8% repre- miento medio de 4,09 mm. Estas ci-
La indicación de los vástagos de senta una cifra aceptable16,23. Para fras son algo superiores a las des-
Wagner no está limitada a la cirugía evitar o mejor aún para disminuir la critas en la bibliografía en cuanto al
de revisión, sino que también tiene incidencia de estas complica-ciones numero de casos en los que se com-
su aplicación en otros casos como es conveniente realizar una buena prueba el hundimiento, sin embargo
en las fracturas periprotésicas16, y en planificación preoperatoria, realizan- mejora la cifra de hundimiento me-
situaciones especiales de la cirugía do radiografías en proyec- dio (fig. 4)1. Para controlar y dismi-
primaria. En los 84 casos de nuestra ciones anteroposterior y axial del fé- nuir la incidencia de los hundimien-
serie la indicación de utilizar un vás- mur y valorando el antescurvatum tos es imprescindible realizar un co-
tago de Wagner fue en 75 casos por femoral, de manera de anticiparnos rrecto fresado medular de manera de
presentar un aflojamiento protésico a las posibles fracturas y realizar una que la elección del grosor del vásta-
con perdida ósea metafisaria, en 7 osteotomía transversal del fémur en go permita una buena fijación
casos por sufrir una fractura peri- el acto operatorio3. endomedular.
protésica y en dos casos por presen- La incidencia de luxaciones también El resultado clínico al final del segui-
tar una coxartrosis de cadera poste- es un hecho frecuente en estas inter- miento en estos pacientes es acep-
rior a una fractura compleja meta- venciones y en mayor frecuencia que table y equiparable a cualquier otro
fisaria y se precisaba de un vástago otras prótesis. La mayoría de las ve- tipo de técnica de cirugía de revisión
con anclaje distal. ces se soluciona colocando una sim- protésica. Incluso la valoración sub-
La incidencia de infecciones en la ple férula de abducción, pero en al- jetiva de los pacientes es buena, ellos
utilización de los vástagos de gunos casos no es suficiente. En mismos son conscientes de la deli-
Wagner recogidas en las series pu- nuestra serie tuvimos 11 casos de cada situación de su cadera. Se con-
blicadas es algo superior a otras se- luxación protésica en el postopera- sigue una franca mejoría en el dolor
ries de cirugía de revisión femoral, torio (14,10%), de éstos, 10 casos y la marcha de los pacientes1,3,19,23,24.
con una incidencia que oscila entre se resolvieron con la reducción a cie- Como conclusiones de nuestro tra-
el 4,93 y el 13,58%. En nuestra serie lo cerrado y colocación de una férula bajo podemos afirmar que la utiliza-
hemos recogido una incidencia del de abducción durante tres meses, ción del vástago de Wagner es un
10,71% de infecciones, cifra dentro pero en un caso se comprobó una buen instrumento no sólo para la ci-
de lo normal. El aumento en el nume- inestabilidad manifiesta, debido a la rugía de revisión de las prótesis de
ro de infecciones usando éstos vás- excesiva anteversión del componen- cadera sino también para las fractu-
tagos, en comparación con la cirugía te femoral y precisó una reinterven- ras periprotésicas y fracturas comple-
primaria y otras técnicas de cirugía ción con reorientación del vástago. jas de la extremidad proximal del fé-
de revisión, viene condicionado por: Comparando la incidencia de mur. Tenemos que ser conscientes
se trata de una cirugía de revisión, luxaciones con otras series vemos que esta cirugía es altamente com-
en la que en muchas ocasiones se cifras de luxaciones de un 12,3%, por pleja y por lo tanto no exenta de com-
tratan de recambios sépticos, y en la lo tanto cifras normales 16,20. Esta plicaciones, como son las infeccio-
que se requiere un tiempo del acto mayor incidencia se debe a un exce- nes, hundimiento, luxación y fracturas
quirúrgico mayor, y con una mayor so de anteversión femoral, o bien a intraoperatorias. Estas complicacio-
agresión de los tejidos al realizar las la falta de ajuste femoral del vásta- nes pueden disminuir realizando una
osteotomías femorales3,19,23. go. Hoy en día se prefiere colocar los buena planificación preoperatoria y
Unas de las complicaciones más fre- vástagos de Wagner en anteversion mejorando la técnica quirúrgica.
cuentes en la colocación de los vás- neutra, y es conveniente realizar un
tagos de Wagner es la producción de buen fresado medular y correcta
fracturas durante el acto opera-torio. elección del grosor del vástago, de Bibliografía
La misma realización de la manera que se consiga un buen an-
osteotomía frontal femoral para rea- claje femoral. 1. Böhm P, Bischel O. Femoral revision with
lizar la extracción del cemento y de Otro de los problemas que puede the Wagner SL revision stem: evaluation of
la prótesis que se retira, implica una presentar la utilización de los one hundred and twenty-nine revisions
agresión femoral importante24, pero vastagos de Wagner es el hundimien- followed for a mean of 4.8 years. J Bone J
Surg 2001; 83-A:1023-1031.
en muchos casos y debido al to del vástago producida por la mi- 2. Cameron HU. The two-to six-year results
antecurvatum del fémur se pueden gración axial del mismo en canal with a proximally modular noncemented total
producir falsas vías y fracturas de la femoral. En las series publicadas la hip replacement used in hip revisions. Clin
cortical anterior femoral. En nuestra incidencia de hundimientos varia Orthop 1994;298:47-53.
serie tuvimos 7 casos de fracturas desde el 5% en la serie de Rinaldi a 3. Canillas del Rey FM, Corbaton Blasco V,
Duran Giménes-Rico P, Nieto López D.
peroperatorias y 4 casos de falsa vía, cifras de 19,35% en Kolstand o Resultados a medio plazo del vástago
lo que en conjunto representa una in- 29,62% de Palau1,12,13,16,19. En nues- femoral de revisión de Wagner. Avances
cidencia de 13,09%. Comparada tra serie hemos tenido un hundimien- 2001;31:178-184.

184 J.J. Morales de Cano, et al


A) B)

C) D)

Fig. 4. Paciente mujer de 63 años. A) Rx anteroposterior de la cadera izquierda. Aflojamiento aséptico de la prótesis total de cadera que
portaba. B) Recambio de la prótesis total de cadera con colocación de vástago no cementado de anclaje distal tipo Wagner. Medición del
hundimiento del vástago. C) A los dos años de la intervención no se aprecia hundimiento del vástago de Wagner. D) A los tres años de la
intervención no se aprecia hundimiento del vástago de Wagner.

VANCES
ATraum El vástago de Wagner 185
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186 J.J. Morales de Cano, et al


Fracturas parcelarias de la cabeza del radio
Osteosíntesis con minitornillos AO

F. Albaladejo Mora, E. De Casas Fernández, A. Pardo González,


G. Chavaría Herrera, L.R. Meseguer Olmo y J. Nicolás Ros
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital General Universitario Murcia

Resumen
Se presentan los resultados de 16 casos de fracturas de cabeza
radial tipo II de Mason tratadas mediante tornillo AO de diámetro de
1,5 y 2 mm previa reducción abierta. Trece varones y tres mujeres
de edades comprendidas entre 23 y 39 años fueron intervenidos
mediante abordaje externo de Kocher entre 1966 y 1998. Todos los
enfermos fueron intervenidos de urgencia entre las 24-48 h del
traumatismo. Los resultados fueron valorados según la escala de
Morrey y fueron catalogados como excelentes en 15 casos y regular
en uno, el cual presentó la única complicación de la serie, se mantiene en cuanto al cúbito,
consistente en una calcificación extraarticular con limitación de la pero el radio superpuesto por la
extensión y supinación. pronación, presenta una orientación
en valgo mucho menor, recibiendo
Palabras clave el impacto en toda la extensión de
Fracturas cabeza de radio. Codo. Osteosintesis. Minitornillos. AO. la cabeza, produciéndose una frac-
tura longitudinal media o una frac-
tura conminuta en función de la fuer-
003389 000767 za del impacto (fig. 1).
Con el codo en flexión apoyándose
sobre el talón de la mano, el im-
pacto desde el suelo es transmiti-
do a lo largo de la diáfisis del radio;
Introducción Las fracturas de la cabeza radial pue-
si el antebrazo está supinado, se
den producirse por un mecanismo
produce una fractura marginal an-
directo (caída con el codo flexionado
Las fracturas de la cabeza radial terior, pero si está pronado (más fre-
y antebrazo en posición neutra),
fueron descritas como entidad cuente), la fractura es marginal la-
siendo este poco frecuente.
nosológica por Thomas en 190514. teral. Cuando el impacto es muy
Es el mecanismo indirecto el más
Estas fracturas suponen aproxima- violento puede haber conminución
frecuente, siendo típica la caída apo-
damente el 33% de las fracturas de o asociarse con una fractura de
yando el talón de la mano sobre el
codo y el 20% de todas las fractu- coronoides y sobre todo, a una luxa-
suelo con el codo en extensión. De-
ras. Existe un predominio de 2/1 a ción posterior del radio5, 19.
pendiendo de la posición del ante-
favor de la mujer, siendo el pico de
brazo, se producirá uno u otro tipo
edad de mayor incidencia entre los
de fractura. Así, con el antebrazo Material y método
30-40 años6.
en supinación, el impacto afecta
casi selectivamente la vertiente la-
teral de la cúpula radial, producién- Un total de 16 pacientes con frac-
Correspondencia tura tipo II de Mason fueron interve-
Dr. F. Albaladejo Mora dose una acción de cizallamiento o
Apartado de correos nº 4778 escoplazo condilar. Con el antebra- nidos entre febrero de 1996 y mar-
30008 Murcia zo en pronación, el valgo del codo zo de 1998. Se trataba de 3 muje-

VANCES
ATraum Fracturas
33/3 2003 parcelarias
- Págs. 187 a 191de la cabeza del radio 187
Resultados

Todos los pacientes fueron revisa-


dos postoperatoriamente durante un
periodo medio de 10,6 meses (en-
tre 10 y 19 meses) en entrevistas
personalizadas con un especialis-
ta que valoró lo más objetivamente
posible los parámetros determina-
dos por la escala de valoración de
Morrey13 (tabla I) que son: amplitud
de movimientos (flexión, extensión,
supinación y pronación), fuerza,
estabilidad y dolor.
Teniendo en cuenta que la puntua-
ción máxima son 100 puntos, los
resultados pueden ser expresados
en términos de excelente (90-100),
bueno (80-90), aceptable (70-80) y
Fig. 1. Mecanismo de producción de las fracturas de la cabeza radial. pobre (<70) en función de la pun-
tuación obtenida.
No hubo complicaciones pero-
res y 13 hombres de edades com- • Tipo IV (I de Johson)10: se asocia
peratorias ni postoperatorias y 15 de
prendidas entre los 23 y 39 años (x a luxación de codo.
los 16 pacientes retornaron a su
= 34 años). Todos pertenecían al
actividad laboral entre las 4-6 sema-
mundo laboral (accidentes de tra- Todos fueron intervenidos entre las pri-
nas posteriores al traumatismo.
bajo). meras 24-48 h utilizando un abordaje
En la valoración funcional, 15 obtu-
Utilizamos la clasificación de externo de Kocher, reducción y fija-
vieron una puntuación entre 90-100
Mason (1954)11,12 con la modifica- ción con minitornillo AO de diámetro
puntos y fueron calificados de ex-
ción de Johson (1962) que las divi- 1,5-2 mm20 y longitud comprendida
celentes (93,8%) (figs. 3 a 7).
de en 4 tipos (fig. 2). entre 16 y 18 mm. Se colocó una fé-
Entre las limitaciones funcionales
destacó el hecho de que 7 pacien-
tes (43,75%) presentaran un déficit
de extensión de 5º. Un paciente de
39 años, presentó una limitación de
la flexoextensión de 10º y un défi-
cit de pronosupinación mayor de
10º, obteniendo una puntuación de
70-80, siendo calificado de regular
(6,20%). Además presentó tardía-
mente sintomatología de atrapa-
miento del nervio cubital en el ca-
nal epitrocleo-olecraniano que fue
tratada mediante neurólisis simple.
Entre los pacientes sólo hubo cin-
co de ellos que refirieron dolor oca-
sional al realizar su actividad labo-
ral, y uno, dolor moderado que re-
Fig. 2. Clasificación de Mason de las fracturas de la cabeza radial. quirió analgésicos, pero en ningún
caso, el dolor obligó al abandono
de su actividad.
• Tipo I: Fisura o fractura marginal rula braquiopalmar durante las prime- Radiológicamente todas las fractu-
sin desplazamiento (< 3 mm). ras 48 h como antiálgica, iniciándose ras consolidaron con congruencia
• Tipo II: Fractura marginal con des- un programa de rehabilitación funcio- de los fragmentos. No hubo ningún
plazamiento. nal, primero pasiva y después activa caso de necrosis avascular. Hubo
• Tipo III: Fractura conminuta. durante tres semanas. un caso de calcificación hete-

188 F. Albadalejo Mora, et al


TABLA I. Tabla de valores modificada de Morrey
(Puntuación máxima 100 puntos)

Variable Puntos

Movilidad
Grados de flexión (0,2 x arco) 150º 30
Grados de extensión (0,2 x arco) 10º 2
Grados de pronación (0,2 x arco) 80º 16
Grados de supinación (0,2 x arco) 16

Fuerza
Normal 12
Minima pérdida (80% del contralateral) 8
Pérdida moderada (50% del contralateral) 4
Pérdida grave s(limitación todos
los días, incapacidad) 0

Estabilidad
Normal 12
Minima pérdida (no produce limitación) 6
Inestabilidad manifiesta 0

Dolor
Ninguno 12
Mínimo (actividad normal sin medicación) 8
Moderado (durante o después del ejercicio) 4
Grave (en reposo, requiere
medicación constante) 0
Fig. 3. Rx fractura tipo II de Mason.

rotópica, que fue el paciente que existiendo controversia a la hora de extirpación del fragmento, siempre
más limitación funcional presentó y decidir la sustitución protésica para que sea posible.
el que desarrolló el cuadro de evitar problemas a medio/largo pla- Muchas han sido las pautas de
atrapamiento cubital. zo en la articulación radiocubital tratamiento seguidas en este sen-
distal2,3,7,8,9,14,18. tido, desde el empleo de los pins
La mayor controversia aparece en absorbibles de poliglicol 16, hasta
Discusión el manejo de fracturas con los frag- el uso de pegamento adhesivo de
mentos desplazados más de 2 mm fibrina 1, pero los más extendidos
Está generalmente aceptado que el tipo II de Mason. Según la literatu- han sido los métodos de implan-
tratamiento de elección de las frac- ra revisada, parece más aconseja- te metálico. Entre ellos, están los
turas tipo I de Mason de cabeza ra- ble intervenir aquellas que presen- minitornillos AO 20 , tornillos de
dial es la inmovilización durante un tan limitación funcional de tipo me- Herbert y las miniplacas AO, aun-
periodo tan corto como el dolor per- cánico fácilmente diagnosticable que estas últimas se utilizan con
mita, siendo raras las complicacio- mediante una artrocentesis prime- menor frecuencia, reservándose
nes. Cuando lo hacen, la complica- ro aspirativa del hematoma y pos- para aquellos casos en los que
ción menos infrecuente es la terior infiltración articular de anes- además hay decapitación radial
seudoartrosis, otras son el déficit de tésico local: si existen 20-140º de a nivel cervical 15,17. Algunos estu-
extensión, defecto rotacional de an- flexión y 70º de rotación en ambos dios han comparado los resulta-
tebrazo o dolor ocasional2, 3, 7, 14, 18. sentidos, el tratamiento será dos obtenidos con los minitor-
Está relativamente aceptado, que ortopédico (inmovilización en nillos AO y los de Herbert, sien-
las fracturas tipo III de Mason, es- flexión incluyendo muñeca duran- do muy similares 17.
tán abocadas a la extirpación de la te 21 días2,3,14. Es importante rese- La escisión de la cabeza de forma
cabeza en un periodo no mayor de ñar que debemos conservar la to- diferida es una buena alternativa en
48-72 h, siempre que el ligamento talidad de la superficie articular de aquellos pacientes que refieren
colateral permanezca conservado, la cabeza radial, es decir, evitar la molestias tras tratamiento orto-

VANCES
ATraum Fracturas parcelarias de la cabeza del radio 189
4) 5)

Figs. 4 y 5. Rx tras reducción abierta y osteosíntesis con minitornillo AO de 2 mm.

6) 7)

Figs 6 y 7. Resultado funcional a las 4 semanas. Pronosupinación completa.

pédico o en los que fueron diagnos- cuperación funcional de la articula- fibrin adhesive seal. J Bone Joint Sur (Br)
ticados tardíamente14. ción y por tanto, de la calidad de 1995;77-B:422-424.
2. Aresh Hashemi-Nejad, Nicholas J
Nosotros, tras los resultados obte- vida del paciente.
Goddard. Radial head fractures. Br J Hos
nidos, pensamos que la reducción Med 1994;51 (5):223-226.
y fijación interna con minitornillos 3. Ates Y, Athilan D, Yildirim H: Current
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dial tipo II de Mason es una buena the radial head, the olecranon and the
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opción por la relativa facilidad téc- 1. Arcalis Arce A, Martí Garin D, Molero (6):969.
nica, la practica carencia de com- García V, Pedemonte Jansana J. 4. Christoph G, Palmer A, Ruedi Th,
plicaciones y sobre todo, por la re- Treatment of radial head fractures using a Leutenneger A. Internal fixation of proximal

190 F. Albadalejo Mora, et al


radial head fractures. J OrthoTrauma 11. Mason ML. Some observations on 16. Pelto K, Hirvensalo E, Böstman O,
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1962;31:51-56 1996;89(6):340-344. Heidelberg. New York, 1980, 190-191.

VANCES
ATraum Fracturas parcelarias de la cabeza del radio 191
Pioderma gangrenoso: el injerto CASO CLÍNICO

dermoepidérmico en el arsenal terapéutico

J.M. Miranda Blanco


V. Souto Rey
A. Garea Loureiro
P. Louzao Mosquera
F. Baña Sandá
L. Ameneiro Romero
L. Otero Soengas (Jefe de Servicio de COT)
Complexo Hospitalario Arquitecto Marcide- Profesor Novoa Santos

Resumen
Se presenta un paciente con pioderma gangrenoso (PG) en la pierna derecha con antecedente de colitis ulcerosa. El
diagnóstico de PG se hace por exclusión y se basa en la clínica, la negatividad de los cultivos, la falta de respuesta a
la antibioterapia y la inespecificidad de los hallazgos histológicos. El tratamiento quirúrgico mediante injertos
dermoepidérmicos puede ser una opción válida.

Palabras clave
Pioderma gangrenoso. Injerto dermoepidérmico. Enfermedad inflamatoria intestinal.

004832 001582

Introducción enfermedad inflamatoria intestinal e incluso dersarrollarse des-


pués de la protocolectomía5.
El pioderma gangrenoso (PG), también llamado ectima Es característico en este proceso el fenómeno de patergia,
gangrenoso, descrito por Brunsting7 en1930, es una lesión con que consiste en la reproducción de la lesión en los lugares de
aspecto de pústula o nodulopustulosa y menos frecuentemente traumatismo o punción previa. Este fenómeno puede llevar al
noduloeritematosa o cribiforme, que posteriormente se ulcera. fracaso y originar resultados catastróficos tras el tratamiento
Los bordes son violáceos o eritematovioláceos, en ocasiones se quirúrgico4.
aprecia colección purulenta. El curso suele ser agudo y Diversos autores han utilizado el tratamiento quirúrgico com-
clínicamente muy doloroso. Se localiza con más frecuencia en binado con el inmunosupresor y el control de la enfermedad de
extremidades inferiores, el rango de edad de presentación es de base con distintos resultados e incluso contraindicando el pri-
25 a 45 años y con igualdad de sexos en la presentación. Hay mero4,6. En general, existe consenso en el tratamiento con tera-
casos descritos en niños3. En el 75% de los casos presenta una pia intensificada de inmunosupresión a largo plazo y lenta retira-
enfermedad sistémica base: enfermedad inflamatoria intestinal da. El tiempo y la dosis están aún por determinar. Continúa la
(colitis ulcerosa en el 30-40% de los casos), hepatitis crónica investigación sobre tratamientos innovadores como puede ser la
activa, leucemia mieloide, policitemia vera, artritis reumatoide, cámara hiperbárica1.
etc. El PG puede preceder o cursar independientemente de la
Caso clínico
Correspondencia Varón de 37 años diagnosticado de colitis ulcerosa de tres
J.M. Miranda Blanco años de evolución. En la actualidad presenta un brote de tres
Calle Paraguay nº 10-12 2º H, meses de evolución. El tratamiento de base para la colitis
15405 Ferrol (A Coruña)
ulcerosa es de prednisona 15 mg cada 24 horas. Dos meses
Tel.: 981327427
antes del último ingreso presenta un recrudecimiento del brote
docjov@hotmail.com
vsoutor@eresmas.com
de colitis ulcerosa y una monoartritis de tobillo derecho. Ambos
procesos mejoran con al aumento de la pauta corticoidea a 30

192 33/3 2003 - Págs. 192 a 194 J.M. Miranda Blanco, et al


mg cada 24 horas asociada a azatioprina 150 mg cada 24 ho-
ras y salazopirina 2 g cada 24 horas. En el momento del ingre-
so, presenta una lesión en la cara lateral del tobillo derecho
consistente en una tumoración fluctuante de bordes
eritematovioláceos y un área central de necrosis cutánea de
aproximadamente 10 x 10 cm (fig. 1). Dos días después apare-
ce una nueva lesión eritematosa de bordes mal definidos y área
central de sobreelevada y eritematosa. Ambas lesiones son
intensamente dolorosas, incluso al contacto con suero y no se
constata antecedente traumático o punción previa.

Fig. 3. Injerto dermoepidérmico prendido

Fig. 1. Necrosis cutánea en cara externa del tobillo


derecho
El tratamiento quirúrgico consiste en desbridamientos su-
cesivos bajo anestesia general. Con el diagnóstico de sospe-
cha de proceso infeccioso se suprime la azatioprina y se
instaura tratamiento antibiótico de forma empírica. Ante la
negatividad de los cultivos, la inespecificidad de los hallazgos
histológicos, la falta de respuesta a la antibioterapia y la en-
fermedad de base existente, se contempla el diagnóstico de
pioderma gangrenoso por lo que se reintroduce el tratamiento
con azatioprina. Dada la mejoría de la clínica dolorosa y la
excelente granulación de la úlcera (fig.2) se realiza cobertura
cutánea con injerto dermoepidérmico (fig. 3). Cinco meses
después el injerto presenta un buen aspecto sin sospecha de
recidiva (fig. 4). Fig. 4. El injerto dermoepidérmico presenta buen aspecto sin
sospecha de recidiva

El diagnóstico de PG se hace por exclusión teniendo en cuenta


la clínica, la negatividad de los cultivos (salvo cuando existen
sobreinfecciones secundarias) y la inespecificidad de los resul-
tados histológicos. La fisiopatología es desconocida y se han
propuesto muchas teorías. La teoría inmune se basa en hallaz-
gos como el aumento de los ANAs, hipo o hipergamma-
globulinemia, alteraciones de la inmunidad humoral o celular,
similitud de antígenos cutáneos e intestinales de pacientes afec-
tos de enfermedad inflamatoria intestinal6. La reacción cruzada
de antígenos dérmicos y E. coli se ha sospechado a su vez por
el éxito obtenido con su eliminación del tracto intestinal en ca-
sos refractarios 5 . También se han hallado proteasas
epidermolíticas en deposiciones de pacientes con PG, lo que
Fig. 2. Tejido de granulación cubriendo el área de la úlcera refuerza la idea del origen intestinal del antígeno5.
El tratamiento del PG es controvertido debido a la existencia
del fenómeno de patergia que contraindica, en ocasiones, la
Discusión cirugía1. Tampoco está claro si la colectomía ayuda a la resolu-
ción del proceso, pues se desconoce el momento ideal y la
El pioderma gangrenoso es un proceso necrótico inflamatorio extensión de la misma, y existe el riesgo de recidivas en el
cutáneo cuyo diagnóstico debemos sospechar por el desarrollo muñón rectal5,6.
clínico y el aspecto macroscópico de la lesión, por la presencia Existe consenso en la literatura en que el tratamiento y con-
casi contante de una enfermedad sistémica de base y tras des- trol de la enfermedad sistémica de base es primordial, así como
cartar otros procesos de presentación similar como vasculitis, la terapia inmunosupresora con corticoides e inmunosupresores.
fascitis necrotizante, enfermedad de Wegener, síndrome de La dosis y duración de la terapia no están bien definidas, aun-
Sweet, etc6. que se considera que el tratamiento a altas dosis a largo plazo

VANCES
ATraum Pioderma gangrenoso 193
(más de 6 meses) y retirada lenta es una estrategia que redu- enfermedades sistémicas y cuando hayamos descartado otros
ce el fenómeno de patergia y evita las recidivas,3,4,5. procesos con presentación similar. El diagnóstico se hace por
Se ha utilizado el tratamiento tópico con corticoides, 5-ASA e exclusión. El tratamiento quirúrgico combinando un
inmunosupresores en casos refractarios4,7. Plasmaféresis, desbridamiento adecuado de la úlcera y la cobertura cutánea en
inmunoglobulinas y la cámara hiperbárica pueden ser útiles como la fase quiescente, asociado a terapia inmunosupresora a altas
tratamientos coadjuvantes6,7. dosis durante un tiempo prolongado (mayor de 6 meses) puede
El tratamiento quirúrgico consiste en la realización de un ser útil.
desbridamiento adecuado (desbridamientos seriados) que per-
mitan conseguir una granulación adecuada de la úlcera. La ciru- Bibliografía
gía con injerto dermoepidérmico es un opción válida siempre y
cuando tengamos en cuenta la fisiopatología de esta enferme- 1. Alam M, Grossmann ME, Schneiderman PI, Blume RS, Benvenisty
dad. Se consiguen mejores resultados cuando la cobertura cu- AI. Surgical management of Pyoderma Gangrenosum: Case report
tánea se realiza en la fase quiescente5,6,7. Cabe destacar como and Review. Dermatol Surg 2000;26:1063-1066.
parámetros de buen pronóstico la resolución del dolor, la dismi- 2. Armstrong PM, Ilyas I, Pandey R, Berendt AR, Conlon CP, Simpson
nución de la inflamación y demás síntomas clínicos6. La fijación AHR. Pyoderma gangrenosum: a diagnosis not to be missed. J Bone
del injerto con suturas intradérmicas puede disminuir el fenóme- Joint Surg 1999;81-B:893-894.
no de patergia4,6. Cliff et al3 obtienen mejores resultados con in- 3. Cliff S, Holden CA, Thomas PRS, Marsden RA, Harland CC. Split
jertos cutáneos que permitiendo la cicatrización por segunda Skin Grafts in the Treatment of Pyoderm Gangrenosum: A Report of
intención. Rozen et al6 proponen la cobertura con aloinjertos Four Cases. Dermatol Surg 1999;25:299-302.
seriados más autoinjerto o colgajo muscular cuando la úlcera 4. Kaddoura I L, Amm C. A Rationale for Adjuvant Surgical Intervention
in Pyoderma Gangrenosum. Ann Plast Surg 2001;46:23-28.
sea profunda. Armstrong et al2 recomiendan profilaxis esteroidea
5. Levitt MD, Ritchie JK, Lennard-Jones JE, Phillips RKS. Pyoderma
previa a la cirugía en pacientes con historia de pioderma
gangrenosum in inflammatory bowel disease. Br J Surg 1991;78:
gangrenoso. 676-678.
Creemos que la realización de una prueba de patergia con una 6. Rozen SM, Nahabedian MY, Manson PN. Management Strategies
punción previa perilesional permitirá descartar los casos no sus- for Pyoderma Gangrenosum: Case studies and Review of Literature.
ceptibles de cobertura cutánea cuando la prueba sea positiva. Ann Plast Surg 2001; 47: 310-315.
En resumen, el PG es una enfermedad cutánea infrecuente 7. Rand RP, Brown GL, Bostwick III J. Pyoderma gangrenosum and
que debemos sospechar ante la presencia de determinadas Progressive Cutaneous Ulceration. Ann Plast Surg 1998;20:280-284.

194 J.M. Miranda Blanco, et al


Enfermedad de Dieterich
Necrosis avascular idiopática de la cabeza metacarpiana
I. Proubasta Renart
C. Lamas Gomez
J. Itarte Pujals
F. Pérez Moreno
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital de Sant Pau. Barcelona.

Resumen
Se presenta una serie de cinco pacientes con necrosis avascular
idiopática de la cabeza metacarpiana (cuatro casos en la tercera
y uno en la cuarta) que fueron tratados quirurgicamente mediante
artroplastia de implante metacarpofalángica. Se discute la
problemática del diagnóstico con la artropatía inespecífica de esta en una serie de cinco pacientes,
articulación y se comenta el tratamiento a seguir según el estadio cuyo diagnóstico anatomopatológico
evolutivo de la enfermedad. final fue de necrosis avascular de la
Palabras clave cabeza metacarpiana.

Necrosis avascular. Metacarpiano. Artroplastia


metacarpofalángica Material y método

001265 Cinco pacientes, todos varones,


con una edad media de 47 años (32
mínima, 65 máxima) fueron interve-
nidos quirúrgicamente por una
Introducción la cabeza femoral. En este sentido, necrosis avascular de la cabeza
varios factores desencadenantes metacarpiana. En todos los casos,
han sido invocados en la producción la mano afecta fue la derecha (do-
Desde que en 1932, H. Dieterich7
de la necrosis, entre los que cabe minante), siendo la cabeza del ter-
describiera la necrosis avascular
citar los traumatismos4,7,16, la toma cer metacarpiano la más afectada
idiopática de la cabeza del tercer
de corticoides6, malformaciones con- (4 casos), mientras que en un solo
metacarpiano, unos cincuenta ca-
génitas17 y/o la asociación con di- caso la localización de la necrosis
sos han sido publicados hasta la
versas enfermedades reumáticas15. fue en la cabeza del cuarto
fecha14. Si bien la etiología de esta
Otras causas posibles también han metacarpiano. En cuanto a la etio-
particular lesión es desconocida,
sido publicadas como iniciadoras de logía se refiere, sólo en dos casos
seguramente no difiere de otras lo-
este proceso, aunque de forma ais- se pudo constatar un antecedente
calizaciones, como puede ser la de
lada. En este sentido, la leucemia traumático claro (un caso de frac-
linfoide aguda6 y el trasplante renal9,10 tura diafisaria del metacarpiano
están entre ellas. Por último, en au- contiguo y una artritis postraumática
Correspondencia
Dr. Ignacio Proubasta Renart. sencia de un factor causal o del metacarpiano afecto). En otro
Servicio de Cirugía Ortopédica y predisponente claro, se dice que la caso, panadero de profesión, el
Traumaología. necrosis es idiopática5,14,19,20. esfuerzo repetitivo se apuntó como
Hospital Sant Pau. El propósito de nuestro trabajo es el posibilidad etiológica. En los otros
Avda. San Antonio Mª Claret, 167
08025 Barcelona de dar a conocer los métodos diag- dos casos restantes, no había nin-
iproubastas@santpau.es nósticos y terapéuticos empleados gún factor causal relevante.

VANCES
ATraum Enfermedad
33/3 2003 de aDieterich
- Págs. 195 198 195
El tiempo de evolución desde la apa- Resultados Discusión
rición de los síntomas hasta le fecha
de la intervención fue de 19 meses de
El estudio anatomopatológico de las La patogenia de la necrosis de la ca-
media, con un mínimo de 7 meses y un
muestras quirúrgicas (cabezas beza metacarpiana, al igual que el
máximo de 26 meses. Todos los casos
metacarpianas) reveló en todos los resto de necrosis en otras localiza-
presentaron dolor, inflamación de la ar-
casos, la presencia de focos de ciones no está bien definida. Sin
ticulación metacarpofalángica corres-
osteonecrosis grave del hueso embargo, es un hecho que la circula-
pondiente y disminución del arco de
subcondral con signos evidentes de ción intraósea juega un papel desta-
movilidad que impedían su actividad
degeneración del cartílago articular. cado. Al respecto, Wright y Dell22 es-
profesional diaria. En cuanto al estudio
Por lo que respecta a la intervención tudiaron la vascularización de
radiográfico, en tres ocasiones se
en sí, no hubo que lamentar ninguna metacarpianos de especímenes hu-
objetivaron signos típicos de colapso
complicación, la cual fue en todos los manos, observando que en un 35%
osteoarticular con más o menos dismi-
casos de tipo ambulatorio. Todos los de los casos, la arteriola principal de
nución del espacio articular (fig. 1), mien-
pacientes, al final del seguimiento (12 la epífisis distal del metacarpiano
tras que en los dos casos restantes exis-
meses), estaban libres de dolor y vol- estaba ausente, dejando su circula-
tían signos degenerativos avanzados.
vieron a su trabajo habitual en un pe- ción únicamente dependiente de las
La intervención consistió en la
riodo de 6 meses. La movilidad arteriolas pericapsulares. Dicho pa-
artroplastia de la articulación afecta
postoperatoria superó en todos los trón era mucho más frecuente en el
(SRTM MCP implant, rms Orthopaedic
casos los 60º de flexión (mínimo 60º, tercer metacarpiano. Se entiende
Products, Minneapolis, USA). Todas
máximo 80º). En dos casos existía un pues, que cualquier insulto en dicha
las cabezas metacarpianas fueron
déficit de extensión activa de 15º, zona, ya sea por un traumatismo, por
remitidas al Servicio de Anatomía
pero que no alteraba en absoluto la fenómenos vasculíticos en el transcur-
Patológica para estudio microscópi-
función global de la mano. En cuanto so de una enfermedad reumática
co. Después de un periodo de inmo-
a la fuerza de prensión, a los seis (lupus eritematoso sistémico, artritis
vilización postoperatoria de unos 12
meses de la intervención se constató reumatoide, etc.) o por la toma de
días, se retiraban las suturas, y se ini-
corticoides que incrementan la concen-
ciaba la recuperación asistida por una pérdida de un 10% de media en
tración de quilomicrones en el torrente
fisioterapeuta. Se realizaron contro- comparación con la mano contralateral
sanguíneo, pueda ocasionar la oclu-
les clínicos y radiográficos a los 3, 6 y por lo que respecta a los exámenes
sión de dicha circulación pericapsular
y 12 meses de la intervención, valo- radiográficos, al final del estudio no
y, de este modo, evolucionar a la
rando el dolor, vuelta al trabajo, ran- se observó deteriorización alguna del
necrosis de la cabeza metacarpiana
go de movilidad, fuerza de prensión implante ni signos sugestivos de aflo-
subyacente. Tal como se ha comenta-
y hallazgos radiográficos. jamiento.
do, el dedo medio es el más frecuen-
temente involucrado en este proce-
so7, si bien se puede observar tam-
bién en las demás cabezas meta-
carpianas. En este sentido el del
índice sería el siguiente en orden
de frecuencia, siguiéndole el anu-
lar y el meñique 4, respectivamen-
te. La cabeza del metacarpiano del
pulgar sería la localización menos
frecuente9.
Por lo que se refiere al diagnóstico,
hay que comentar que, en ausencia
de signos radiográficos claros, es de
exclusión. En general, la tríada
sintomática de esta rara afección
consta de dolor, inflamación más o
menos grave de la articulación
metacarpofalángica y limitación fun-
cional. Es evidente que esta clínica
no es concluyente, aunque sí nos
Fig. 1. Colapso subcondral de la cabeza del tercer metacarpiano. debe poner sobre aviso de la presen-

196 I. Proubasta Renart, et al


A) B)

Fig. 2: Necrosis idiopática de la cabeza del cuarto metacarpiano. A) Proyección AP, donde se observa la fractura de la diáfisis del
tercer metacarpiano ya consolidada y la disminución del espacio articular de la metacarpofalángica del tercer dedo. B) Proyección
oblicua, mostrando el colapso central de la cabeza del metacarpiano.

cia de una necrosis metacarpiana y les de la enfermedad. En este sen- estadio evolutivo de la enfermedad.
más si su localización es a nivel del tido, existe una gran similitud con Así, en las fases iniciales, es de-
tercer dedo. En estos casos, cualquier la necrosis avascular de los cir, clínicamente sintomáticos pero
antecedente traumático, la asociación metatarsianos del pie o enfermedad con estudio radiográfico normal, el
con una enfermedad reumática y/o la de Freiberg. De hecho, ambos pro- tratamiento de elección es el repo-
toma de corticoides pueden ayudar en cesos han sido descritos en un mis- so de la articulación y la toma de
la sospecha diagnóstica. Otras veces, mo paciente12. Volviendo al estudio AINEs. Asimismo, la práctica de
como fue en uno de nuestros casos, por la imagen, en el caso de que no una gammagrafía ósea y de una RM
la utilización repetitiva en un gesto existan cambios radiográficos eviden- son imprescindibles para corrobo-
concreto, puede ayudar en clarificar tes, es aconsejable la práctica de una rar el diagnóstico. En caso de ser
las dudas10. gammagrafía ósea, en cuyo caso concluyentes estas dos exploracio-
En cuanto al estudio radiográfico, en puede observarse en los estadios ini- nes, cabe la duda del tratamiento a
los primeros estadios suele ser ines- ciales, un aumento del trazador en la seguir. En general y la bibliografía
pecífico, es decir, sin signos típicos zona pericapsular con una imagen así lo confirma, los pacientes son
que sugieran la presencia de una muda en su interior o, por el contra- reacios a la práctica de intervencio-
necrosis13. Más adelante, suele apa- rio, en los casos tardíos, un aumento nes quirúrgicas y, al afectar articu-
recer una disminución de la interlínea difuso a nivel de toda la epífisis distal laciones de movimiento y no de
articular junto con la presencia de un del metacarpiano. Por último, la re- carga, suelen ser toleradas perfec-
colapso subcondral de parte de la sonancia magnética (RM) puede re- tamente, aunque la evolución natu-
cabeza metacarpiana, lo que confir- solver aquellos casos en los que, ni ral de la enfermedad es hacia la
ma el diagnóstico2. En nuestra serie, la radiología ni la gammagrafía, sean artrosis avanzada de la articula-
tres de los casos presentaban ya en definitivas14. Al respecto, la RM ha ción4. No obstante, creemos que en
el momento del examen inicial un sido una exploración muy útil en el estos estadios iniciales quizás la
colapso subcondral con más o me- diagnóstico de osteonecrosis en otras descompresión quirúrgica subcon-
nos disminución del espacio articu- localizaciones (cabeza femoral, en- dral mediante curetage y aporte de
lar (fig. 2), mientras que en los dos fermedad de Kienböck, etc.). injerto óseo esponjoso, podría te-
restantes, la radiología inicial era ya Finalmente y en cuanto al trata- ner un papel fundamental, tal como
demostrativa de los estadios fina- miento se refiere, va a depender del se realiza en otras localizaciones,

VANCES
ATraum Enfermedad de Dieterich 197
B)

Fig. 3. Artroplastia MCF en un paciente con necrosis avascular idiopática del


tercer metacarpiano en estadío artrósico. A) Imagen preop. B) Imagen postop.

A)

fundamentalmente en la cabeza J Hand Surg 1992; 17 A: 1079-1081. 13. Hagino H, Yamamoto K, Teshima R,
femoral. En este aspecto, De Smet5 4. Carstam N, Danielsson LG. Aseptic Kishimoto H. Sequential radiographic
necrosis of the head of the fifth metacarpal. changes of metacarpal osteonecrosis: A
aporta un caso en que dicho tratamien- Acta Orthop Scand 1966;297-300. case report. Acta Orthop Scand 1990; 61:
to fue realizado con buen resultado. 5. De Smet L. Avascular necrosis of the 86-87.
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todo va a depender de la presencia y/ first metacarpal bone in a case of acute 15. Lightfoot Jr RW, Lotke PA. Osteonecrosis
o ausencia de cambios degenerativos lymphatic leukemia in childhood. Eur J of metacarpal heads in systemic lupus
articulares. Así, si únicamente existe Pediatr Surg 1994;4:116-118. erythematosus: Value of radiostrontium
colapso de la zona central, se puede 7. Dieterich H. Die suchondrale herderkrankung scintimetry in differential diagnosis. Arthrit
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ción es la artroplastia 5,8, tal como así Correlative pathological anatomy. J Bone 1981; 6: 545-549.
realizamos en nuestros cinco pacien- Joint Surg 1973; 55 A:1480-1486. 18. Resnick D. Osteonecrosis of metacarpal
tes (fig. 3). 9. Futami H, Nakamura K, Yoshizawa M. and metatarsal head following renal
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198 I. Proubasta Renart, et al


Neurilemoma del nervio plantar medial. CASO CLÍNICO

A propósito de un caso

J. E. Aragó Cutillas
L. A. Garcia-Lomas Pico*
Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica. ASEPEYO. Guadalajara
* Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica. MUTUAL CYCLOPS. Madrid

Resumen
El presente trabajo presenta un caso de neurilemoma (schwannoma) del nervio plantar medial, de gran tamaño, que
ocupaba toda la extensión del arco longitudinal del pie, sin producir sintomatología compresiva a lo largo de su evolución
clínica de un año, salvo únicamente en sus últimos estadios, una dificultad para calzarse normalmente. Se realizó estudio
con RM y arteriografía previos a la intervención, así como control con RM postoperatorio al año, sin encontrar recidivas del
tumor. Destacamos el carácter asintomático del proceso, la localización y el tamaño poco frecuente, los hallazgos de las
pruebas complementarias así como del estudio anatomopatológico, y se discuten aspectos del diagnóstico diferencial
con otros tumores de igual localización.

Palabras clave
Neurilemoma. Nervio plantar medial. Schwannoma, Tumor de partes blandas.

002051

Introducción Se trata de tumores que en la inmensa mayoría de los ca-


sos son solitarios, benignos, sin tendencia a la malignización6,
Desde la descripción original del neurinoma en 1910 por J. encapsulados, de apariencia grisácea o amarillenta y consis-
Verocay32, este tumor nervioso ha cambiado su denominación tencia firme, forma fusiforme o redondeada excéntrica y as-
sucesivamente por la de schwannoma (P. Masson21 1932) y pecto quístico en los de mayor tamaño que el habitual, que
la de neurilemoma (A.P. Stout29, 1935), término éste que hoy suele ser inferior a los 40 mm, y que se sitúan dentro de la
en día sigue aceptándose como más preciso27. Aunque en un vaina nerviosa, encapsulados en el epineuro, respetando los
principio existieron dudas sobre su origen, Murray y Stout23 haces nerviosos sin invadirlos7. El comportamiento maligno de
(1940) demostraron mediante cultivos celulares su depen- este tumor debe hacer reflexionar sobre el diagnóstico
dencia de las células de Schwann. anatomopatológico.
Los neurilemomas son, tras los neuromas traumáticos, los El rango de edad de mayor incidencia se sitúa entre los 20
tumores que más frecuentemente afectan a los nervios y los 50 años10. Son lesiones extremadamente raras en niños.
periféricos. Se localizan preferentemente a nivel del VIII par, Se trata de tumores que se sitúan en las superficies de
raíces mediastínicas y lumbosacras, y los de los grandes flexión de las extremidades10. Pueden cursar clínicamente como
troncos nerviosos a nivel de las decusaciones y desfiladeros masas que no producen sintomatología11, o bien producir dolor
anatómicos6. y/o alteraciones sensitivas, en especial cuando se sitúan en
zonas de carga30, o bien producen fenómenos compresivos
Correspondencia con sintomatología propia como el síndrome del túnel del tarso
Dr. L. García-Lomas Pico en aquellos tumores localizados en el retináculo flexor del
Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica tobillo8,12.
Mutual Cyclops. Se trata de tumores que crecen excéntricos al nervio sin
C/ Cartagena, 50 incluir sus haces, por lo que pueden ser despegados del
28028-MADRID mismo sin lesionarlo. Desde el punto de vista microscópico
Tel.: 917 265 900 son estructuras tumorales derivadas de las células de
lgarcialomasp@secot.es Schwann. Para Thorsrud31 existen tres tipos histológicos:

200 33/3 2003 - Págs. 200 a 204 J.E. Aragón Cutillas, et al


• Tipo I, hipocelular, caracterizado por áreas de degenera-
ción mixoide del conjuntivo (zonas B de Antoni) que conducen
a la existencia de microquistes y células aisladas estrelladas
• Tipo II, hipercelular, en el que los núcleos adoptan una
disposición en empalizada, que al organizarse circularmente
dan origen a los nódulos o cuerpos de Verocay (zonas A de
Antoni)
• Tipo III, que comprende la habitual forma mixta y está
constituido por una combinación de los dos elementos ante-
riores31. Cuando la lesión es predominantemente celular cabe
el diagnóstico histológico diferencial con el sarcoma9.

No se diferencian axones en los cortes histológicos del


tumor. Los elementos vasculares están dilatados, a menudo
trombosados y con paredes engrosadas. A veces existen
áreas hemorrágicas con necrosis. El análisis inmuno-
Fig. 1. RM. Gran masa que ocupa la zona plantar del pie y que
histoquímico es necesario para su diagnóstico diferencial con
infiltra el tejido celular subcutáneo.
el schwannoma melanocítico.
El único tratamiento efectivo es la exéresis manteniendo el
tronco nervioso asociado26 lográndose en la inmensa mayoría
de los casos la curación definitiva sin recidivas, siendo exce-
lente el pronóstico postoperatorio26. La exéresis suele ser
sencilla pues la enucleación del tumor se realiza con facilidad
a través de una incisión longitudinal de la cápsula3,26.

Caso clínico

Mujer de 56 años de edad, que un año antes de su primera


consulta, y sin antecedente traumático, comenzó a notar la apa-
rición de un bulto en la región plantar interna del pie derecho.
Como único antecedente refería una hipercolesterolemia leve en
tratamiento dietético. La evolución durante ese periodo de tiempo
estuvo caracterizada por la ausencia de dolor y de sintomatología
de tipo compresivo tanto vascular como neurológica. Sólo en los
Fig. 2. RM. Áreas heterogéneas con posibles zonas líquidas
últimos dos meses la paciente comenzó a encontrar dificultad por necrosis intratumoral.
para calzarse y de manera esporádica presentaba molestias de
tipo mecánico como consecuencia del roce del calzado, motivo
éste por el que decidió acudir a consulta.
En la exploración clínica se palpaba una tumoración de con-
sistencia dura, de forma ovoidea excéntrica, con dos lóbulos
diferenciables al tacto, móvil en sentido lateral, y que ocupaba
la cara plantar interna del pie desde la cabeza del primer
metatarsiano hasta la tuberosidad interna del calcáneo, no
doloroso a la exploración, sin signos inflamatorios ni de circu-
lación superficial. Se apreciaba una moderada ocupación de
los espacios intermetatarsales a nivel del dorso del pie. No se
encontraron alteraciones sensitivas a la exploración
neurólógica, y la movilidad y la potencia del tobillo y pie eran
simétricas con las contralaterales; pulsos arteriales conser-
vados. No se encontraron otras tumoraciones palpables en el
resto de la exploración general, ni adenopatías a ningún nivel.
La paciente aportaba estudio radiográfico simple realizado por
Fig. 3. Imagen de resonancia magnética en la que se aprecia la
Atención Primaria, en el que se apreciaba un aumento difuso de
ocupación del espacio intermetatarsal-I por el schwannoma.
las partes blandas de la cara interna del pie, sin calcificaciones
objetivables. No se encontraron alteraciones osteoarticulares.
El estudio RM objetivaba la existencia de una masa que Dadas las características radiológicas de agresividad, se
ocupaba los músculos flexores de los dedos del pie, con planteó un diagnóstico diferencial entre sarcoma de partes
signos de infiltración de los mismos, y que, atravesando la blandas de estirpe sinovial, histiocitoma fibroso agresivo, y
fascia plantar, llegaba hasta el tejido celular subcutáneo infil- con menos posibilidades un liposarcoma mixoide.
trándolo (fig. 1). La masa se comportaba como isointensa con Se realizó biopsia de la tumoración a los niveles diferencia-
el músculo aunque con áreas heterogéneas en T1, emitiendo dos por la RM. Histológicamente se apreciaba una prolifera-
señal hiperintensa en T2 tanto en su componente muscular ción de células fusiformes de citoplasma eosinófilo, frecuen-
como en el tejido celular subcutáneo, con áreas de mayor temente ondulado, muchos elongados, isomorfos, sin atipias
intensidad que podrían corresponder a zonas líquidas de ni mitosis, que se agrupan formando fascículos de disposi-
necrosis (fig. 2). Se aprecian dos componentes en la ción paralela en el seno de un estroma fibroconectivo, denso
tumoración; una en la cara anteroinferior del calcáneo y otro en áreas y mixoide en otras, con vasos sanguíneos de pare-
que protuye en la región intermetatarsal I hasta 1 cm de la des engrosadas e hialinizadas, sin signos histológicos de
superficie del dorso del pie. (fig. 3). malignidad (figs. 4 y 5).

VANCES
ATraum Neurilemoma del nervio plantar medial 201
Fig. 4. Predominio de estructuras en empalizada (zonas A de
Antoni) frente a degeneración mixoide conjuntiva escasa (zonas
B de Antoni) (10 x. Hematoxilina-eosina). Fig. 6. Arteriografía. Arteria plantar y sus ramas secundarias.

Fig. 7. Aspecto intraoperatorio del tumor.


Fig. 5. Zona A de Antoni con núcleos en empalizada. (40 x.
Hematoxilina-eosina).

Previa a la intervención quirúrgica se realizó estudio


arteriográfico en el que se visualizaba una arteria poplítea,
trifurcación y vasos distales normales. A nivel de la arcada
plantar se apreciaba un discreto teñido patológico dependien-
te de ramas secundarias de arteria plantar en relación con el
proceso ocupacional a ese nivel, con permeabilidad de los
vasos. (fig. 6).
Se procedió a la exéresis de la tumoración, obteniéndose
una masa de 105 x 60 x 38 mm, de consistencia dura y aspec-
to nacarado, proveniente del nervio plantar medial, perfecta-
mente encapsulada y sin presentar adherencias ni infiltrar
estructuras circundantes (figs. 7 y 8).
El estudio anatomopatológico describe un tumor fusocelular
benigno de marcada colagenización y degeneración mixoide
focal, neurilemoma tipo I de Thorsrud. Fig. 8. Aspecto de la pieza operatoria del tumor obtenida
La evolución del postoperatorio inmediato fue extraordina- mediante exéresis simple.
ria y a medio plazo tuvo una recuperación completa, sin
recidivas ni complicaciones cicatriciales.
Los controles evolutivos al año de la intervención fueron Discusión
completamente satisfactorios, estando la paciente libre de
síntomas, sin alteraciones sensitivas, sin recidiva tumoral lo- Las lesiones tumorales de los nervios periféricos se clasi-
cal o a distancia, y con un control RM absolutamente normal. fican según Frassica11 en benignas (neuroma traumático,

202 J.E. Aragón Cutillas, et al


neuroma de Morton, neurilemoma, neurofibroma solitario y fica, ofreciendo frecuentemente diagnósticos de imagen del
neurofibromatosis localizada, flexiforme o difusa) y malignas tipo de los quistes sinoviales, lipomas, abscesos o tumores de
(schwannoma maligno y tumores periféricos de los tejidos diverso tipo y con características de malignidad. Para estos
neuroectodérmicos primitivos). casos, creemos justificada la biopsia preoperatoria, como ha
Buenguer2 publicó una serie de 25 casos de neurilemomas sido el caso a que nos referimos en este trabajo. La RM puede
de localización múltiple. A pesar de ello, estos tumores se asi mismo aportar datos de diagnóstico diferencial con tumo-
siguen considerando como solitarios. Generalmente se sitúan res como el sarcoma sinovial, histiocitoma fibroso agresivo y
en torno a las vainas nerviosas centrales, y su incidencia en liposarcoma mixoide.
troncos nerviosos periféricos es menos frecuente. Dentro de Clínicamente se muestran como masas indoloras, móviles
estas localizaciones, predomina la incidencia de localización en todos los planos excepto en dirección longitudinal, con
en la extremidad superior sobre la inferior6,34. White34, en su muy escasos e infrecuentes signos añadidos. Sin embargo,
serie publicada en 1967 sólo encontró un 12,5% de casos White34 en su serie encuentra un 85% de los neurilemomas
con localización en pie y tobillo, y en ninguno de los casos se estudiados produciendo manifestaciones sintomáticas en for-
produjo sintomatología o signos electrofisiológicos de síndro- ma de dolor y parestesias.
me del túnel del tarso. Goodgold12 estableció que el criterio
diagnóstico de este síndrome neurológico era la existencia de Conclusiones
una latencia terminal del nervio plantar medial al abductor
hallucis superior a 6,1 ms, y a 6.7 ms del nervio plantar lateral Exponemos el caso de un neurilemoma dependiente del
al abductor digiti quinti. Kaplan y Kernahan17 demostraron nervio plantar medial, que pese a lo inusual de su tamaño, no
más tarde que la amplitud reducida y el incremento de la dura- produjo manifestaciones clínicas durante todo su periodo evo-
ción de los potenciales motores evocados tienen un mayor lutivo, ocasionando sólo problemas mecánicos de calzado. El
valor diagnóstico que las latencias motoras distales en el diag- diagnóstico de sospecha se realizó clínicamente, con cierto
nóstico del síndrome del túnel del tarso. índice confirmatorio por parte de los resultados de la RM. La
Su presentación suele ser de instauración lenta e insidio- confirmación diagnóstica requirió la realización de biopsia
sa9, mostrándose como una zona inflamatoria o como una preoperatoria, y la arteriografía realizada con fines de planifi-
masa franca asintomática, que suele convivir con el paciente cación operatoria no aportó datos de neovascularización
durante años hasta que éste decide solicitar asistencia médi- tumoral, que modificaran el planteamiento quirúrgico.
ca. Para Edwards8, el nervio afecto de neurilemoma mantiene El carácter excéntrico del tumor facilitó su extirpación sin
intacta su conducción, y existen significativamente pocos necesidad de técnicas microquirúrgicas, no apareciendo dé-
déficits neurológicos, salvo cuando el tumor está incluido en ficit neurológico motor ni sensitivo. No obstante, creemos que
un espacio anatómico estrecho tal como un desfiladero óseo. en los troncos nerviosos más proximales sí puede ser nece-
Las series de neurelimomas más importantes descritas en sario disponer de esa posibilidad. Los controles postoperatorios
la bibliografía son las de Stout y Carson29 en 1935 con 194 fueron satisfactorios sin signos de recidivas tumorales al cabo
casos recopilados y 52 propios y la de Whitaker y Droulias33 de un año, sin déficit neurológico ni manifestaciones
en 1976 con 76 casos. Daar5 menciona como intervalo de sintomáticas de tipo cicatricial.
edad de presentación de este tipo de tumores el comprendido
entre los 30 y los 60 años (de los 20 a los 50 según Enzinger10), Agradecimientos
pero pueden aparecer a cualquier edad (Dinakar7). No existe
predilección de incidencia por motivo de sexo según Das
Nuestro agradecimiento al Dr. C. Liñán del Olmo, anato-
Gupta6. mopatólogo, por la colaboración prestada en el estudio de este
Kirby18, en su serie de ochenta y tres casos de tumores de caso.
partes blandas del pie, encontró que en la región plantar se
desarrollaban el 17% de estos tumores, y, en su serie, sólo un
Bibliografía
caso resultó maligno en esta localización (sarcoma sinovial).
No encontró ningún caso de neurilemoma en su serie.
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De las series existentes, tan sólo para Barret1 existe un
socalled ganglia of peroneal neve. Clin Orthop 1963;27:135.
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Kirby18 reconoce la existencia de un aumento de partes 4. Berlin R, Stener B, Lindahl S, Irstam L, Lodding P.
blandas en el 35% de este tipo de tumores en los estudios Vascularization of peripheral neurilemmomas: angiographic,
radiográficos simples que en ocasiones puede manifestarse computed tomographic and histologic studies. Skeletal Radiol
como una masa diferenciada. En determinados tumores se 1986;15(4):275.
encuentran hallazgos más específicos, como calcificaciones 5. Daar AS. Neurilemoma of Femoral Nerve – A Possible Pitfall.
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villonodular pigmentada, etc. En el caso de ciertos tumores 6. Das Gupta TK, Brasfield RD, Strong EW, Hajdu SI. Benign
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Enneking9 por su parte, afirma que los neurilemomas son invi- 7. Dinakar I, Rao SB. Neurilemomas of peripheral nerves. Inter
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que radiográficamente se podía apreciar una masa de tejido
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La resonancia magnética muestra una masa excéntrica que 9. Enneking WF. Musculoskeletal Tumor Surgery. New York.
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potenciadas en T2, se aprecian imágenes hipodensas que 10. Enzinger FM. Weiss SW. Soft Tissue Tumors. St. Louis CV
corresponden histológicamente con las zonas A de Antoni. Mosby 1988, 725.
Generalmente, la RM suele ser muy orientativa para el diag- 11. Frassica F, Thompson R. Evaluation, Diagnosis and Clasification
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