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Guillermo de la Parra
Psiquiatra Universidad de Chile, Psicoanalista APCh
Jefe de la Unidad de Psicoterapia de Adultos
Departamento de Psiquiatría PUC
I. Introducción
Desde nuestro punto de vista, cuando hablamos de psicoterapia dinámica en psiquiatría estamos
pensando en un paciente que busca ayuda y al que le haremos una indicación basada no
solamente en sus síntomas (por ejemplo, eje I del DSM IV) sino también tomando en cuenta a la
persona del paciente (por lo tanto, estructura y alteraciones en su personalidad, por ejemplo eje II
del DSM IV) y su circunstancia (por ejemplo, ejes III a V del DSM IV). La perspectiva "dinámica" se
basa en la teoría psicoanalitica que es inclusiva de muchas formas de terapia: intervención en
crisis, psicoterapia analítica de apoyo, consejería, psicoterapia breve, psicoterapia analítica sin
término predeterminado, psicoanálisis, psicoterapia analítica de grupo y de familia.
La experiencia clínica, más lo que se ha ido decantando en años de investigación empírica en £/, vj~0
psicoterapia, ha demostrado que en este campo, son dos los factores de cambio más importantes, V\S">'A-? v- v Cmm
uno es el llamado "insight" (autocomprensión intuitiva y emocional, frecuentemente como respuesta
a una interpretación por parte de un profesional en función terapéutica) y el otro son los factores de
V*
la relación de la diada terapeuta-paciente que cataliza cambios en autoestima, fünoonamento
yoico, relaciones interpersonales, etc. A una terapia más cercana al polo de ' ns»ght‘ la tr frU f-- f*
llamaremos expresiva ya que buscará la “expresión' de los sentimientos ocultos no conscientes de-:
paciente. Una terapia más cercana a la promoción sistemática del mejoramiento de la reiaoór
terapéutica la llamaremos de apoyo Como se verá esto último no agota la d e fi' aón de
psicoterapia psicoanalitica de apoyo: definición que intentaremos decantar en el curso del presente
capítulo. De acuerdo a Gabbard (1994) y a nuestra propia experiencia en la Unidad de
Psicoterapia Dinámica del Instituto Psiquiátrico José Horwitz B y la práctica privada,
constantemente, en distintos momentos en un mismo paciente y a través de diferentes pacientes,
dependiendo de la indicación, nos movemos entre los polos del continuo expresivo - de apoyo.
Por eso, en este contexto, al hablar de psicoterapia dinámica tendríamos que hablar de
psicoterapia expresiva- de apoyo.
El término “dinámico" fue utilizado primero por Freud. Los fenómenos psíquicos se “consideran
como resultantes de conflicto y de la composición de fuerzas que ejercen un determinado empuje;
siendo éstas, en último término, de origen pulsional... (lo dinámico) sirve para calificar el
inconsciente... ya que éste ejerce una acción permanente que obliga a una fuerza contraria,
también permanente que impida el acceso a la conciencia..." (Laplanche y Pontalis, 1994).
Como ilustran estos autores, clínicamente lo dinámico se expresa en la resistencia para acceder a
lo inconsciente, a través de los mecanismos de defensa, los derivados de lo reprimido y las
formaciones de compromiso que se pueden manifestar en síntomas, rasgos del carácter o
conductas más o menos adaptativas. A estas definiciones agregaría que lo dinámico se refiere en
psicoanálisis también al fluir en permanente movimiento de los procesos mentales que permiten el
cambio como efecto de experiencias vitales o terapéuticas.
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Al centrar nuestra atención en el tratamiento del paciente y no en intentar ajustar al paciente a una
teoría determinada, podemos entender que cada elemento de la “situación analítica'’: encuadre,
neutralidad, abstinencia (regla de la,), frecuencia y duración de las sesiones, etc., tenga una razón
de ser según la indicación, los objetivos trazados y consistencia con una teoría de la técnica que
nos respalde (porqué hacemos lo que hacemos como terapeutas). No hay que olvidar que la
psicoterapia dinámica se instala dentro de una relación especifica de ayuda; la técnica enmarcada
en la situación terapéutica dinámica buscará preservar esta relación y llevada adelante a través de
las resistencias y las distorsiones de la transferencia, guiada por la observación de ésta y la
autoobsevación de la contratatransferencia del terapeuta. Un encuadre estable como primera
aproximación permite idealmente la presencia de una línea base, un campo de referencia sobre el
cual se desplegará la sintomatología y el carácter del paciente.
1 Perry, Cooper y Michels (1987), sugieren un útil ordenamiento de la formulación psicodinámica en cuatro puntos:
a)Resumen del caso: se describen los problemas actuales ubicándolos en la situación de vida actual pero también en
la historia del desarrollo del paciente. ¿Porqué el paciente consulta justo ahora? ¿Qué gatillo su enfermedad? ¿Quiénes
son sus relaciones más importantes?, etc. Aqui se trata de una especie de clarificación en el sentido de una integración
sintética de la información disponible
bjFactores no dinámicos que contribuyeron al motivo de consulta: drogas, enfermedad física, situación
socioeconómica, etc.
c) Explicación Psicodinámica: cuáles son los conflictos centrales, cual es su rol en la situación actual, cuál es su
origen genético (en la biografía del paciente). Aquí haremos una interpretación sobre lo que le ocurre al paciente, es
decir, 'una inferencia integrativa basada en principios psicoanaliticos que considera motivaciones y fantasías
inconscientes"; el objetivo es encontrar un número limitado de situaciones que impregnan el curso de la enfermedad y
cuyas huellas pueden ser rastreadas en el pasado del paciente, de tal forma de poder explicar los intentos de resolver
estos conflictos centrales a través de sintomas y patología caracterológica o a través de reacciones adaptatívas
caracterizando su forma de disfrutar, trabajar y relacionarse"
d) Predicción cómo van a influir los conflictos sobre el tratamiento, sobre la relación con el terapeuta, sobre la
transferencia, la contratransferencia, y la alianza terapéutica
En el psicoanálisis como técnica (cuatro o cinco sesiones semanales en diván) a través del
encuadre psicoanalítico se busca promover la asociación libre y la regresión en el paciente de
modo de tener acceso tanto al inconsciente como a sus formas de relacionarse y sentir más
primitivas. La principal herramienta técnica es la interpretación, buscando el “insight” o
“comprensión intuitiva", (según se tradujo a Sandler y cois. (1993). En psicoanálisis y en el polo
expresivo de la psicoterapia dinámica se busca hacer “consciente lo inconsciente"; aumentar la
capacidad del paciente de entender los significados y orígenes inconscientes de sus síntomas y
Í a> ú t L i conducta, colonizar aspectos del ser no consciente que comanda al sujeto: como dice Freud,
donde había ello debe haber yo. Se crece a través del insight.
VV m Aa>\ sA/0 En otras palabras, y siguiendo el modelo de trabajo de Matan (1983), basado a su vez en los
VJ ‘ trabajos de Menninger, se trata en un primer momento de interpretar sucesivamente el "triángulo
del conflicto” : la defensa (por ejemplo un paciente que se somete en la relación transferencia! al ver
al terapeuta como una figura de autoridad) que es causada por alguna angustia (de ser atacado
por el terapeuta como sintió que le ocurría con el padre) que a su vez es motivada por algún
sentimiento oculto (hostilidad y sentimientos competitivos con el terapeuta en el aquí y ahora y con
el padre en el allá y entonces). Como se ve a través de los ejemplos, este triángulo del conflicto
puede interpretarse en relación al terapeuta (transferencia), en relación a un otro actual (interpretación
j n rv extratransferencial) y/o a un objeto significativo de la infancia (interpretación genética). Cuando se
integran en una interpretación estos tres niveles (terapeuta/transferencia; otro/objeto externo del 7V n4 f \ j^
presente; progenitor/objeto del pasado), estamos operando con el llamado triángulo de las personas. i, ^
Para Malan debieran realizarse sistemáticamente estas interpretaciones triangulares (triángulo del
conflicto y de las personas)con el fin de producir cambios. Estamos parcialmente de acuerdo con esto l'T w V o W W
ya que pensamos que este trabajo esta indicado en pacientes específicos con un buen funcionamiento
yoico, capacidad de insight y conflictiva que se expresa en el terreno interpersonal. \
C^-TWl - r'V./v'v/r'j
va En todo caso son estas defensas, ansiedades y sentimientos ocultos los que se van haciendo
t Tjí -J.\- \ conscientes a través del proceso en terapias preferentemente expresivas Esto corresponde a la
teoría del cambio para este polo expresivo de la terapia dinámica, es darle expresión a estas
ansiedades y sentimientos no conscientes Si bien, con el psicoanálisis estamos en t í poto
expresivo de las terapias dinámicas, como dice Luborsky (1984) entre otros, posee, igual que toda
terapia, elementos de apoyo inherentes a su técnica: las reuniones sistemáticas (importancia del
encuadre), la disponibilidad más o menos explícita del terapeuta de servir de ayuda y su empatia;
lo que ayudan al paciente a desarrollar y mantener la alianza terapéutica. Por otra fiarte también es
imposible que una psicoterapia de apoyo “pura” no contenga elementos expresivos
La comunicación de la “regla básica” al paciente (en el sentido qué es lo que se espera de él) está
representado por el contrato terapéutico en las terapias dinámicas (vale también para las terapias
de apoyo). En éste se establecen las reglas que gobernarán la relación terapéutica donde se
explicitará el número, frecuencia de sesiones, la duración de éstas, y lo que se espera del rol
profesional tanto del terapeuta como del paciente. Para Oriinsky y Howard (1987) lo que está a la
base del contrato terapéutico es un decantado de la relación de ayuda ideal, que incluye una serie
de expectativas normativas para cada rol y que forma un núcleo interno ético del proceso. Las
características del contrato dependerán de la indicación incluyendo si estamos más cerca del polo
expresivo o de apoyo. La actitud básica del terapeuta psicodinámico será, como plantea Gabbard
(1994) sentar las bases de una relación receptiva de entendimiento sobre la cual se instalará la
relación terapéutica.Se tenderá a partir desde una posición de abstinencia y neutralidad alejándose
de ésta en la medida que avanzamos hacia el polo de apoyo.
La regla de la abstinencia se refiere en principio a “no satisfacer las demandas del paciente ni
desempeñar los papeles que este tiende a imponerte" (en la transferencia, por ejemplo) (Laplanche
y Pontalis, 1994). La regla implica un respeto por los aspectos maduros del paciente, significa
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abstenerse de dar consejos, dirigirles la vida, etc. Como se afirmó más arriba esto varía según la
indicación ya que un paciente con un peor funcionamiento yoico no será capaz de tolerar la
frustración de la abstinencia de su terapeuta, ni podrá sacar provecho de ella. Algo similar ocurre
con la neutralidad, la que se refiere tanto a neutral “en cuanto a valores religiosos, morales y
sociales" (Laplanche y Pontalis, 1994) de tal modo de no influir sobre el paciente, como a
neutralidad respecto a las distintas instancias intrapsiquicas, yo, ello, superyo y la realidad extema.
Al moverse hacia el apoyo en el continuo, expresivo- apoyo, e indicar, por ejemplo, una terapia
psicoanalitica de apoyo o una intervención en crisis de cuatro a seis sesiones de apoyo, el
terapeuta podrá decidir y planificar alejarse de la neutralidad y tomar partido en contra de un
superyo tiránico o a favor de la realidad en un paciente psicótico, o a favor del ello en un paciente
limítrofe con intensas inhibiciones sexuales como en el ejemplo que da Kernberg (1987) en su
capítulo sobre terapia de apoyo
Como se ha discutido en el capitulo anterior, la investigación empírica ha mostrado una y otra vez
que son los factores interpersonales en la diada terapeuta- paciente los que más se correlacionan
con resultados terapéuticos favorables. Estos factores interpersonales incluyen el concepto de
alianza terapéutica, o alianza de trabajo La alianza define por una parte el vínculo que se
establece entre el médico y el paciente a la vez que la relación entre la función de interpretación
del terapeuta y el “yo observador” del paciente. Este vínculo puede ser distorsionado por la
transferencia que fue definida por Freud (1905 [1901]) a propósito del caso Dora como:
“reediciones, recreaciones de las mociones y fantasías que a medida que el análisis avanza no
pueden menos que despertarse y hacerse conscientes; pero lo característico de todo el género es
la sustitución de una persona anterior por la persona del médico... toda una serie de vivencias
psíquicas anteriores no es revivida como algo del pasado, sino como vínculo actual con la persona
del médico" (véase antes el ejemplo del paciente que se somete). A esta definición que resulta
válida hasta la fecha, habría que agregar el planteamiento de Sandler (1993), que compartimos
plenamente: “no debería limitarse la transferencia a la percepción ilusoria de la otra persona, sino
que ella abarca asimismo los intentos inconscientes (a menudo sutiles) de manipular a los demás o
de provocar situaciones que son la repetición disfrazada de experiencias y relaciones antenores, o O*
bien la exteriorización de una relación de objeto interna" Es a veces la contratransferencia
(entendida aquí como la reacción interna del terapeuta a la transferencia) la que puede damos
pistas sobre cual es la relación o situación que se está repitiendo La contratransferencia puede
incluir el identificarse con aspectos del ser (self) o de alguna figura del pasado (objeto) del
paciente. Muchas veces la transferencia se hace negativa, como por ejemplo el surgimiento de VWL •_*
sentimientos hostiles hacia el terapeuta, lo que la convierte en una resistencia al avance de la
terapia. Cuando se está trabajando cercano al polo expresivo, no hay prácticamente discusión
sobre interpretar esta transferencia con el fin de proseguir con el proceso terapéutico. Para el
ejemplo anterior se podría dar esta interpretación (artificialmente completa): “Ud. me encuentra la
razón en todo por temor a mi reacción si me discute y aparezcan así los sentimientos competitivos
en la relación conmigo como ocurre actualmente con su jefe y anteriormente con su padre”
Vale la pena detenerse aquí en los mecanismos de defensa que vemos desplegarse en el curso de
toda terapia y que conforman además parte de la estructura de personalidad de todo individuo
Estos se pueden definir como toda actividad mental (en una acepción amplia de actividad mental que
(V rf
incluye cogniciones, afectos, actitudes, etc.) que busca evitar el displacer o el desequilibrio interno El
desequilibrio puede provenir por impulsos desde el ello (vida instintiva); o, dicho de otra manera, por la
amenaza de irrupción de sentimientos que resultan inaceptables para el yo consciente del sujeto,
sentimientos ocultos que se manifiestan a través de angustia la que gatilla la puesta en marcha de un
Kernberg (por ejemplo, 1979), ha venido proponiendo algo que es mayoritariamente aceptado y es
que subyacente a estructuras de personalidad diferentes ("desordenes de personalidad" en el DSM
IV), subyace una estructura que determina un funcionamiento mental a niveles neurótico, limítrofe o
psicótico. Siguiendo este criterio general se describen mecanismos de defensa "mas altos" propios de
estructuras neuróticas, y otros "mas primitivos", propios de estructuras limítrofes o psicóticas. El
siguiente listado (derivado, entre otros, de las descripciones de Gabbard, 1994, y Laplanche y
Pontalis, 1994) sin ser exhaustivo, se ordena desde un continuo de un polo neurótico a uno limítrofe -
psicótico.
SUBLIMACION: proceso por el cual una pulsión, por ejemplo sexual o agresiva, se deriva hacia un
nuevo fin no sexual ni agresivo apuntando a objetos socialmente valorados. Seria la energía
subyacente a algunas formas de creación artística o producción intelectual.
REPRESION: el sujeto intenta mantener fuera de la conciencia deseos, sentimientos,
representaciones, recuerdos y fantasías que le resultan inaceptables. Defensa característica de
las asi llamadas histéricas altas. Clínicamente se manifiesta por ejemplo por "olvidos" de
situaciones traumáticas.
INTELECTUALIZACION: proceso por el cual se da una formulación intelectual abstracta,
discursiva a conflictos y emociones con el fin de controlarlos. Un paciente de 40 años podría decir
(sin involucrarse emocionalmente) en una entrevista inicial: “yo soy de los típicos que tienen un
‘Edipo’ muy fuerte", refiriéndose a la relación simbiótica con la madre que le impide salir de la
casa, o armar una relación de pareja.
RACIONALIZACION: similar al anterior, aquí el sujeto intenta explicaciones coherentes, lógicas y
moralmente aceptables a una actitud, idea sentimiento o sintoma. “Me olvidé de venir a la sesión
pasada no porque estuviéramos hablando del término de la terapia sino porque tenía mucho
trabajo".
DESPLAZAMIENTO: proceso por el cual un afecto o impulso se traslada de un objeto a otro Por
ejemplo, un paciente traslada la rabia contra el psiquiatra a la secretaria de este, quejándose en
contra de ella
FORMACION REACTIVA: esta defensa permite "deshacerse” de pulsiones inaceptables
transformando estas en rasgos opuestos a estos. Por ejemplo, impulsos anales hacia la suciedad
y el desorden se transforman en rasgos de personalidad de pulcritud y orden. Mecanismo
frecuente en pacientes obsesivos.
AISLAMIENTO: significa separar un afecto de una representación imagen o idea o separar la
ligazón de las ideas entre si. Típico del paciente obsesivo o esquizoide que puede referir una
situación dramática sin compromiso afectivo.
PROYECCION: en este mecanismo se atribuye a otro algún afecto que el paciente ha reprimido
Por ejemplo "¿ porqué, doctor, me recibe con esa cara de enojado?", cuando es el propio paciente
el que ha estado molesto con el psiquiatra.
ESCISION: activo proceso de disociación, de mantener separados, aspectos del objeto o del si
mismo (self) o de afectos contradictorios respecto a estos. Esto hace que pacientes limítrofes se
vean a si mismos o al otro como solo bueno o solo malo sin poder integrar estos sentimientos Se
relaciona también con las oscilaciones respecto a la imagen de los demás o a la autoimagen, lo
que puede ser confundido con bipolaridad. Se ha discutido que este mecanismo sea exclusivo de
las estructuras más bajas. La escisión, cuando se exagera, puede llevar a la fragmentación de la
experiencia.
IDENTIFICACION PROYECTIVA: se trata de una forma primitiva de proyección asociada a la
escisión. Se proyecta lo escindido, que puede ser alguna representación de si mismo (o de un
objeto interno) en el otro. Este ultimo se identifica con ese aspecto y tiende a actuar en
consecuencia. El paciente puede seguir experimentando el afecto proyectado sin embargo se
asusta al ver en el otro lo que proyectó. Se trata de un intento inconsciente de controlar a la otra
persona. Esta tendencia a atribuir aspectos del si mismo a otros termina por empobrecer al sujeto
lo que acompaña la constelación limítrofe con el síndrome de difusión de identidad y vacio crónico.
Mecanismo típico de relaciones de pareja muy alteradas. Después de una sesión en que el
paciente ha utilizado intensamente estos mecanismos el terapeuta puede sentirse confundido y
"cargado" y el paciente retirarse eventualmente aliviado y “liviano".
NEGACION: mecanismo relacionado a la percepción de la realidad tanto intema como externa,
especialmente si esta ultima resulta traumática. Se pueden negar los aspectos escindidos y
contradictorios de sí mismo o del objeto. El paciente puede darse cuenta que su opinión sobre
alguien significativo es completamente contraria a la que tenia una sesión atrás pero niega el
significado emocional de esto. Una adolescente tardía puede negar la relación entre la relación
sexual y el embarazo y no tomar las medidas anticonceptivas necesarias, etc.
- OMNIPOTENCIA, IDEALIZACION PRIMITIVA Y DESVALORIZACION: como derivado de la
misma escisión el paciente puede idealizar por ejemplo de un modo mágico al terapeuta o a si
mismo desde el sentimiento de un si mismo (self) grandioso, a la vez que desvaloriza al objeto o
en otro momento al terapeuta. Esto puede ir acompañado del sentimiento omnipotente de
controlar al otro y la realidad. Estos mecanismos son frecuentes en limítrofes y dentro de estos las
estructuras narcisisticas que sufren derrumbes depresivos cuando fallan los mecanismos de
defensa omnipotentes ante una experiencia de fracaso.
En los párrafos anteriores describimos someramente la técnica, proceso y teoría de cambio para
las terapias expresivas. En la tradición psicoanalitica, las técnicas psicoterapéuticas de apoyo han
gozado de poco prestigio y en general son poco conocidas y enseñadas. Detrás de esto está
probablemente la famosa cita de Freud (1919) que habla del “oro puro del psicoanálisis" al que en
algunos caso hay que alear con "cobre de la sugestión directa". Sin embargo, esto ha ido
cambiando lentamente, a partir del minucioso trabajo de la Menninger, publicado por Wallerstein
(1986). En este trabajo que evalúa el proceso psicoterapéutico y sus resultados en 42 pacientes,
se concluye, entre otras cosas, que los resultados obtenidos por terapias analíticas expresivas
(entre otros, psicoanálisis) eran indistinguibles de los cambios producidos por las técnicas de
apoyo. Se concluye además que prácticamente todos los tratamientos incluyen técnicas de apoyo
cualquiera sea la intención inicial del terapeuta. Esto ha estado en consonancia con distintos
autores (véase por ejemplo, Rockland, 1989, Luborsky, 1984, De Johnge y cois., 1993) que le han
dado a la psicoterapia psicoanalitica de apoyo una identidad propia, con su teoría de la técnica,
indicación, teoría del cambio, etc.
cuenta de la patología, como vimos a propósito de terapia dinámica en su polo expresivo, sino de
la detención o falla en el desarrollo principalmente por alteraciones en la relación primaria. Se
produciría aquí una “malformación del yo"; estamos frente a un modelo ya no neurótico de la mente
sino un modelo arcaico con un funcionamiento más primitivo en pacientes más alterados. Ellos
distinguen cuatro aspectos de la relación terapéutica: transferencia, relación de trabajo (alianza
terapéutica), relación real y relación primaria. Esta última corresponde a los primeros estadios del — \W aj v P - f W V . lA,
desarrollo infantil. El niño aquí no está en condiciones de considerar al otro, se trata incluso de
etapas preverbales. Esta relación primaria, observada en el adulto, muestra a un paciente con una _ A r
tendencia a “simbiotizarse" con el otro, a no verlo como distinto, a “usarlo" como usa el bebé a su
madre. Es asi que la relación primaria tenderá a recubrir todos los otros aspectos de la relación:
va a ser difícil distinguir un escenario interpersonal como repetición (transferencia); no va a existir
un yo observador que se alie con la mirada del terapeuta (alianza de trabajo); y acuerdos, por
ejemplo respecto al encuadre (relación real) , se verán también interferidos por deseos más
primitivos. Esto obliga a pensar en una técnica terapéutica específica para estos paciente; en
este caso una técnica de apoyo.
En el polo expresivo veiamos que la relación se caracterizaba por parte del terapeuta por la
neutralidad y abstinencia; el paciente se beneficiaba por los aspectos de apoyo propios de la
situación terapéutica, horarios definidos, alguien que lo escucha empáticamente, etc. Aquí la
alianza terapéutica se pone en cuestión sólo en los momentos de transferencia negativa, sino, se
da por hecho, gracias a las relaciones objétales contenedoras no traumáticas en el pasado del
paciente En el polo de apoyo el trabajo es a través de la relación; la alianza terapéutica no está
dada necesariamente (por los trastornos en la relación primaria antes mencionados) por lo que r ^ IU O'-f tj
debe favorecerse a través de técnicas especificas. En la terapia de apoyo se propende el
desarrollo de una relación primaria reparatoria. Aquí estamos en el ámbito de la expenencia V
emocional correctora. Tratamos de entender la transferencia pero infrecuentemente la
interpretamos, la utilizamos en aras de las decisiones estratégicas de apoyo.
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VI. Técnica
rv~v'_n “ 4 )
Desde la perspectiva del continuo que nos ocupa, Gabbard (1994) ordena las intervenciones
técnicas desde un extremo expresivo, al extremo de apoyo “puro":
Interpretación: ya vimos cómo busca hacer consciente lo inconsciente, y cómo se debe
interpretar la resistencia para poder avanzar en el camino introspectivo. La interpretación se
puede centrar en la transferencia o en aspectos extratransferenciales, Lo importante es que al
paciente le haga sentido, para eso debe interpretarse lo más cercano a la conciencia.
Confrontación: se trata de mostrar al paciente algo que no quiere enfrentar. Hacerle ver
sentimientos o situaciones que está negando, evitando o minimizando. Cómo está afectando a
otros o a sí mismo. Esta confrontación no tiene porque ser agresiva .
Clarificación: se trata de reformular, ordenar lo que el paciente ha venido diciendo, dándole una
mayor coherencia'. Se trata de articular algo difícil de poner en palabras. Significa separar lo
relevante de lo irrelevante.
Motivación a elaborar: esta intervención se ubica aproximadamente en la mitad del continuo.
Se le pide al paciente más información sobre algún punto con el fin de hacerlo reflexionar o \ ^ W
reconstruir algún aspecto de su historia. Puede tener la forma de preguntas abiertas: “¿porqué __
cree que le ocurre esto o aquello?" “¿qué se le viene a la mente en relación a esto?” o “¿qué
más me puede decir acerca de su madre?"
Validación empática: es una intervención que da cuenta de la sintonía empática del terapeuta
con los sentimientos del paciente. Se refiere a intervenciones como: entiendo lo que le pasa;
entiendo que da pena ser tratado así, etc.
Consejo y Halago (o refuerzo): lógicamente estas intervenciones están en el polo del apoyo.
Se trata de prescripciones de cómo se debe conducir el paciente y refuerzo de las conductas
más adaptativas a través de muestras explícitas de aprobación. Al estar en este polo, hay una
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renuncia a la neutralidad propia del polo expresivo en psicoterapia dinámica. Por esta razón
tampoco se está respetando la autonomía del paciente.
Afirmación: aqui instala Gabbard intervenciones sucintas que reafirman las conductas del
paciente, que pueden incluso entregarse paraverbalmente o mediante comunicación no verbal
asintiendo, etc.
Al detenernos en las técnicas especificas de apoyo vemos que los distintos autores /VTfcMO
iluminan diferentes aspectos de la relación de apoyo enfatizando algunos la experiencia emocional
correctora en el marco del déficit en la relación primaria, otros el reforzamiento de defensas por los
déficit en los recursos yoicos (juicio de realidad, control impulsivo, percepción de la temporalidad, •r-j'-v t- r i u A
capacidad lógica de vincular causa y efecto, etc.) y por último, relacionado con el primero, el
fortalecimiento y protección permanente de la alianza terapéutica. Un denominador común a los — ^ rv iAw
tres es mantener un fino monitoreo a la autoestima (realista y no omnipotente) del paciente,
buscando en alguno casos específicamente el reforzamiento de ésta
—f
k A?
Es asi que De Jonghe y cois, (1993) plantean que la psicoterapia psicoanalítica de apoyo seria
capaz de provocar cambios estructurales por vías diferentes que la terapia de insight o expresiva.
En la técnica distinguen entre actitud de apoyo (está implícita en cualquier relación de ayuda,
terapeuta, amigo, sacerdote, médico, etc.), intervención de apoyo (intervenciones discretas en £ u~\ r\> 9
determinado momento como por ejemplo algún comentario reasegurador) y técnica de apoyo que r
consiste en la aplicación sistemática y coherente de intervenciones de apoyo. Asegura que L * / f ' v j v - v i v p j CaJ ív .
cualquier persona puede entregar una intervención de apoyo, pero esto no será guiado por una
estrategia sistemática basada en una teoría analítica de la técnica. Así, “el apoyo se puede llamar
psicoanalítico, cuando inspirado en la teoría analítica, gratifica algunas necesidades arcaicas pre-
edipicas o propende a su represión”. En la práctica esto se traduce en reemplazar la interpretación
sistemática por intervenciones que incluyan: sugestión, abrreacción, recordar al paciente buen
funcionamiento anterior, manipulación, confrontación en relación a conductas peligrosas, y
desincentivar conductas maladaptativas. También se utiliza la así llamada interpretación hacia
arriba. Por ejemplo a una paciente con una personalidad infantil (por lo tanto de estructura
limítrofe) quien entre la primera y la segunda sesión de entrevista sueña una relación sexual con el
psiquiatra al que viene conociendo, se le puede interpretar sobre su esperanza de ser entendida y
acogida en la terapia que va a comenzar.
Es obvio que esta división sobre qué es lo que se apoya tiene solo fines docentes ya que a la
larga resulta algo artificiosa. Está claro que en este contexto un vínculo firme es condición sine qua
non para el desarrollo de un proceso curativo de cualquier naturaleza. Solo en ese clima emocional
pueden ser recibidas las interpretaciones, y a eso apuntan en general todas las intervenciones de
apoyo.
Vil. Indicación
A pesar de que no es tan fácil predecir en qué punto del continuo vamos a ubicar a un paciente
respecto a la indicación y cómo va a ir cambiando dependiendo de momentos de crisis vitales o de
Rockland plantea más específicamente una enumeración de técnicas según el nivel de entrenamiento en
psicoterapias dinámicas del terapeuta. En un primer grupo de técnicas donde “es deseable pero no imprescindible' una
formación psicodinámica. recomienda: 1 - mantener una transferencia positiva mediante una relación real y gratificaciones
parciales del paciente. 2 - tranquilizar y mantener una actitud esperanzada realista. 3.- aceptar abreacción sin analizarla 4.-
realizar intervenciones ambientales con el paciente, familiares y otros 5.-ayudar al paciente a tener una perspectiva mas
objetiva de su situación vital. 6.- realizar clarificaciones a nivel consciente y preconsciente que aumenten el “insight' o el
nivel de comprensión sobre pensamientos afectos y conductas (explicaciones que le permitan, por ejemplo entender porqué
el paciente sintió lo que sintió). 7.-hacer confrontaciones, por ejemplo de contradicciones que pueden tener consecuencias
maladaptativas. 8.-educar, dar consejos y sugerir, animar, estimular, premiar. 9 - establecer limites claros y prohibiciones.
10 - enfatizar fortalezas y talentos. 11.- estimular sublimaciones. 12.-utilice tratamientos somáticos sin analizar el significado
inconsciente. 13 - estimule la ligazón “nosotros" (para reforzar la alianza terapéutica). Rockland plantea un segundo grupo
de recomendaciones “donde es imprescindible una formación y competencia psicodinámica": 1 - reforzar mecanismos de
defensa de “nivel alto”, más adaptativos (por ejemplo intelectualización) 2.- desincentivar mecanismos de defensa primitivos
(negación, proyección, identificación proyectiva, desvalorización, etc); desincentivar la conducta resultante y no
necesariamente la defensa per se (por ejemplo las conductas autodestructivas de no cuidar la propia salud 3 - aportar con
“interpretaciones inexactas" con el fin de inducir desplazamientos (lejos del foco más patógeno del conflicto) . Promover
proyecciones "benignas" como en el ejemplo dado más arriba, e introyecciones benignas como identificarse con el
terapeuta 4 Manejar la transferencia. Si aparece transferencia negativa: a)inteivenir rápidamente; b)llamar la atención
sobre la discrepancia entre los sentimientos negativos hacia el terapeuta y la realidad de la relación de trabajo ( “Ud. está
tan enojado conmigo olvidándose que lo que nos reúne es intentar ayudarlo para que esté mejor”); c) llevarlo a la situación
extratransferencial (fíjese que lo que alega en mi contra es lo mismo que reclama contra su jefe, creo que yo estoy pagando
los platos rotos); juzgar sus reacciones como “normales". 5 - Utilizar la transferencia inconsciente y los rasgos de
personalidad para determinar el estilo de intervención (una paciente infantil que se victimiza: “Ud. lo que necesita de verdad
es un descanso"). 6-Confinar sus intervenciones al material consciente y preconsciente (no, por ejemplo: Ud. me pregunta
tanto sobre qué hacer por sus deseos inconscientes de ser una guagua y yo me convierta en una mamá que le dé en forma
incondicional).
Estas recomendaciones aparecen a ratos como gruesas y casi grotescas Recordemos que estamos en el polo de apoyo
del continuo. Aqui se deja incluso de lado el valor de verdad que pueden tener nuestras intervenciones. Se trata de
pacientes muy frágiles y demandantes donde cualquier otro tipo de intervención puede resultar contraproducente
Unidad de Psicoterapia de Adultos 9 Dossier de formación y trabajo
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" Se indicará una psicoterapia con énfasis de apoyo en pacientes caracterizados por: debilidad
crónica del yo, a personas con yo fuerte pero en situación de crisis, o a pacientes con, baja
tolerancia a la angustia, falta de capacidad introspectiva de auto- observación y pensamiento
/U 'M * i psicológico, baja tolerancia a la frustración, prueba de realidad pobre, historia de relaciones
i objétales pobres y malas relaciones interpersonales actuales, bajo control de impulsos, dificultad
para establecer una buena alianza terapéutica, daño cerebro- orgánico o bajo nivel de inteligencia.
Es importante recalcar aquí que no todos los profesionales estarían de acuerdo con esta división
respecto a la indicación. Existen psicoanalistas y psiquiatras que encuentran factible tratar a
pacientes con debilidad del yo con técnicas expresivas como por ejemplo Kemberg (1979, 1987), y
muchas veces se indica psicoanálisis a pacientes que poseen estructuras intermedias o limítrofes
como por ejemplo pacientes narcisistas.
Al principio de este capitulo nos referimos al psicoanálisis en cuanto a terapia y como una técnica
que está en el polo expresivo del continuo. Importante es recalcar la búsqueda de la regresión y el
trabajo principalmente con la transferencia de modo que sea en la relación con el analista donde se
desplieguen los conflictos El desarrollo de la transferencia asi como la regresión se alcanzan
mejor con una alta frecuencia semanal de sesiones (3 a 5). En este sentido la psicoterapia analítica
o dinámica sin fecha de término ocupa un lugar intermedio con una frecuencia de 2 a 3
semanales. Las psicoterapias de apoyo generalmente tienen una frecuencia menor Un lugar
aparte ocupan las psicoterapias breves Estas no duran más de 20 a 25 sesiones Se trata de
terapias de tiempo y objetivos limitados Si es de tipo expresivo, se formula un foco que puede ser
una interpretación psicodinámica (Malan, 1976) de la situación del paciente articulado con el
motivo de consulta enmarcado en su historia, del modo que fue mostrado en el subcapitulo de
formulación psicodinámica.
Actualmente han aparecido diversos manuales que operacionalizan este foco en términos
principalmente de relaciones interpersonales (por ejemplo, Strupp, 1984; Luborsky, 1984). Las
psicoterapias breves de apoyo no se diferencian de otras excepto por el hecho de ser de bajas
frecuencias con el fin de evitar la regresión desadaptativa. Por razones de espacio no discutiremos
las psicoterapias dinámicas de grupo, familiares y de pareja.
Referencias
Freud S: Fragmento de Análisis de un Caso de Histeria (1905 [1901]). Amorrortu Editores, Buenos
Aires, 1988.
Gabbard GO: Psychodynamic Psychiatry in Clinical Practice: The DSM-IV Edition. Second Edition,
American Psychiatric Press, Washington, 1994.
Kernberg OF: Desórdenes Fronterizos y Narcisismo Patológico. Editorial Paidós. Buenos Aires,
1979.
Kernberg OF: Trastornos Graves de la Personalidad. Editorial El Manual Moderno, México, 1987.
Menninger K. A., Mayman M.,Pruyser P.W.:The Vital Balance: The Life Process in Mental Health
and lllness. Viking Press, New York, 1963.
Oriinsky DE y Howard Kl: A Generic Model of Psychotherapy. Journal o f Integrative and Edectic
Psychotherapy 6: 6-27, 1987.
Perry S, Cooper AM, y Michels R: The Psychodynamic Formulation: Its Purpose, Structure; and
Clinical Application. Am J Psychiatry 144: 543-551, 1987.
Rockland LH: Psychoanalytically Oriented Supportive Therapy: Literature Review and Techniques.
Journal of the American Academy of Psychoanalysis 17:451-462. 1989.
Sandler J, Daré C, Holder, A. el Paciente y el Analista: Las Bases del Proceso Psicoanalitico
Segunda Edición. Editorial Paidós. Buenos Aires, 1993.
Wallerstein RS: Forty Two Lives in Treatment: a Study of Psychoanalysis and Psychotherapy. The
Guilford Press, New York, 1986.
Guillermo de la Parra
Psiquiatra Universidad de Chile, Psicoanalista APCh
Jefe de la Unidad de Psicoterapia de Adultos
Departamento de Psiquiatría PUC
1. Introducción
El presente capitulo pretende resumir la experiencia de haber fundado, junto a otros colegas, las
Unidades de Psicoterapia del Hospital (público) del Salvador, del Instituto Psiquiátrico de Santiago
(principal hospital psiquiátrico del país), junto al Dr. Rogelio Isla, los psicólogos Femando Araos y
Patricio Lobos y actualmente coordinar la formación de la Unidad de Psicoterapia del Policlinico
Externo del Servicio de Psiquiatría de la Universidad Católica de Chile, junto con los doctores
Ricardo Besio, Rodrigo Aguirre y las Psicólogas Eliana Betancourt y Orietta Echavarri. En este
desarrollo ha tenido importante influencia la experiencia de haber trabajado en la Unidad de
Psicoterapia de la Universidad de Ulm, Alemania, bajo la guia de los Profesores Thomá y Kachele
en la década de los ochenta, y el diálogo permanente con el profesor Kachele en sus visitas a
Sudamérica .
El objetivo de las unidades de psicoterapia formadas ha sido prestar asistencia con técnicas breves
a pacientes consultantes a servicios públicos, ofrecer entrenamiento en esta técnicas a residentes
de psiquiatría y estudiantes de psicología en práctica e instalar un campo para la investigación
clínica y empírica en psicoterapia.
Las primeras experiencias de aplicar el criterio de psicoterapias breves en los servicios públicos
como los arriba mencionados se encontró con importantes dificultades. Es asi, por ejemplo, que
una evaluación de las atenciones realizada por nuestra Unidad en el año 1989 (de la Parra, Isla,
Araos, 1989) se encontró que desertaban un 41% de los pacientes tratados por terapeutas “con
experiencia” (más de 3 años de práctica clínica), y un 65% de los pacientes tratados por terapeutas
“sin experiencia” . Estas cifras se interpretaron como dando cuenta de un importante divorcio entre
las expectativas de los pacientes y las expectativas “psicoanal¡ticas" de los terapeutas. La
aplicación evaluada del Manual de Psicoterapia Dinámica de Tiempo Limitado de Strupp y Binder
(1984) mostró también importantes indices de deserción (solo un 33% de los pacientes completó el
proceso). Se encontró además un resultado paradójico: los pacientes que permanecieron en
psicoterapia sí mostraron mejorías significativas en las diferentes pruebas aplicadas, sin embargo,
los terapeutas parecían no haber aprehendido las técnicas especificas del manual (de la Parra &
Isla, 2000).
Desde una metodología “pronostica" de indicación (Káchele & Kordy, 2000) se podría decir que
en estos casos no hubo un criterio adecuado de selección de los pacientes, o desde uno de los
criterios de la así llamada psicoterapia basada en la evidencia no habríamos logrado el adecuado
“apareamiento" entre la patología del consultante y la terapia respectiva (para una discusión sobre
psicoterapia basada en la evidencia véase Henry, 1998).
Sin embargo las enseñanzas derivadas de estas experiencias nos llevaron a encontrarle sentido y
hacer nuestro el concepto de "indicación adaptativa" desarrolladas por Thomá y Káchele (1989,
Káchele & Kordy, 2000). El adoptar la “indicación adaptativa" en la forma de trabajar en las
unidades de psicoterapia breve desarrolladas por nosotros tuvo profundas repercusiones en el
modo de enfrentar al paciente consultante y de llevar adelante las primeras entrevistas y los
tratamientos. La descripción que sigue se basa en los textos recién citados y en nuestras propias
apreciaciones.
La indicación adaptativa significa adoptar una postura flexible frente a la indicación, tomando en
cuenta todas las circunstancias que rodean e impregnan al paciente tanto intra -personales
(diagnóstico nosológico, estructura de personalidad, edad, nivel de educación, motivación como
extra-personales (situación social, lugar donde consulta, disponibilidad de recursos del prestador
de salud, etc.). En nuestras unidades si se le da importancia al diagnóstico nosológico psiquiátrico,
pero incluido en el marco de lo que plantea Balint como “diagnóstico total", donde se busca
aprehender la situación psíquica del consultante en el sentido más amplio e inclusivo. Se trata, tal
como lo refieren los investigadores naturalistas (por ejemplo, Lincoln & Guba, 1985) de utilizar el
“instrumento humano” como una herramienta privilegiada para captar la situación total del
paciente. Las primeras entrevistas se conducirán entonces intentando adaptarse a las
circunstancias especiales de cada consultante. A diferencia de una indicación pronostica no
trataremos de adaptar al paciente a la técnica que ofrecemos, psicoanálisis, terapia expresiva,
manual de Strupp y Binder, etc., sino adaptamos nosotros a las necesidades de éste. Siguiendo
las enseñanzas de Káchele, Thomá, y especialmente Balint, hicimos nuestro un formato
interaccional de primera entrevista que se adapta muy bien además al formato de primera
entrevistas sugeridos por Strupp y que implica darle gran significación a los intercambios terapeuta
/ paciente en el aquí y ahora. Se trata, como lo indica también Bleger (1971) de estructurar un
campo “interpersonal e intersubjetivo", una relación donde todo lo que ocurre en la entrevista
depende de esta relación y del aporte de sus miembros. Nuestro grupo ha seguido asi una
U U - nP o
tradición diádica. En la entrevista nos interesará qué aspecto de la historia del paciente es
iluminada desde lo que ocurre en la propia entrevista, en la relación terapéutica y desde la
situación desencadenante motivo de consulta y sintomas. Por esta razón hemos venido aplicando
el “esquema interaccional" de primera entrevista de Balint (Balint & Balint, 1961, Thomá & Káchele,
1989) que se basa en la psicología de las relaciones objétales. Se trata de observar el proceso
bipersonal, “el entrevistador crea una relación entre lo que el paciente relata y el modo como se
comporta en la situación analítica, utilizando diagnóstica y terapéuticamente esta relación" (Thomá
& Káchele, 1989). Fundamental en esta aproximación es la inclusión de elementos terapéuticos
desde los primeros contactos con el paciente Como dicen estos autores, significa exponer desde
el principio al paciente al método que se va aplicar; ya en los inicios de la relación con el terapeuta
el consultante debe experimentar lo que un tratamiento puede llegar a significar para él, por lo que
precozmente se realizan señalamientos, intervenciones de apoyo e interpretaciones de prueba Es
asi que recién al estar el paciente en conexión con los elementos metodológico puede ser
evaluada su efectividad (Káchele & Kordy, 2000). En resumen podemos afirmar que la experiencia
de trabajo con pacientes que buscan ayuda sin tener mayores expectativas a lo que vienen, pero
con ciertos niveles de urgencia nos ha obligado a apartarnos del modelo clásico sudamericano,
proveniente de una tradición argentina: “entrevistas de estudio-> indicación -> devolución ->
tratamiento -^despedida"; la experiencia mostró que el paciente desertaba durante las “entrevistas
de estudio” habiendo obtenido muy poco beneficio de su encuentro con el profesional
Todo esto en el contexto teórico del continuo expresivo de apoyo y promoviendo un modelo de
"pirámide invertida", en el sentido que la gran mayoría de pacientes reciban intervenciones muy
breves y en la medida que se va aguzando la pirámide, un porcentaje menor reciba terapias breves
focales y solo un porcentaje mínimo reciba terapias psicoanaliticas sin fecha de término, ojalá ya
en contexto no institucional.
Datos generales
d. Imagen
1. Imagen de si mismo (imagen del self)
2. Imagen que presenta de personas importantes en su vida (imagen de los objetos)
3. ¿Qué interpretaciones se hicieron durante las entrevistas y cuales fueron las reacciones
del paciente?
g. Resultados y conclusiones
1. ¿Cómo se manifiesta la alteración o los principales problemas en la vida del
paciente?: Nombrar síntomas y su presencia en distintos ámbitos (laboral, familiar,
conyugal, etc.). Áreas de la vida del paciente no afectadas por su perturbación. Fortalezas
y debilidades del yo (recursos y dificultades).
2. Posible significado psicodinámico de la alteración (FOCO)
3. Indicación del tipo de Terapia
4. Próximos objetivos ¿Cuál es para el psicoterapeuta el síntoma más relevante que va a
intentar manejar primero? ¿Cómo podría este tratamiento influir sobre otros síntomas?
Planes en cuanto a frecuencia y duración de la terapia.
5. Riesgos posibles del tratam iento
h. Diagnósticos preliminares
Primera aproximación al diagnóstico estructural
Diagnóstico sindromático. Ejes
Tal como lo afirmamos en otra parte (de la Parra, 2000) la experiencia clínica, más lo que se ha ido
decantando en años de investigación empírica en psicoterapia, ha demostrado que en el campo de
las terapias psicoanalíticas, son dos los factores de cambio más importantes, uno es el llamado
"insight" (autocomprensión intuitiva y emocional, (Sandler, Daré & Holder, 1993) frecuentemente
como respuesta a una interpretación por parte de un profesional en función terapéutica) y el otro
son los factores de la relación de la diada terapeuta-paciente que cataliza cambios en autoestima,
funcionamiento yoico, relaciones interpersonales, etc. A una terapia más cercana al polo de
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“insight" se la ha llamado “expresiva" en cuanto busca la “expresión" de los sentimientos ocultos no
conscientes del paciente. Una terapia más cercana a la promoción sistemática del mejoramiento de
la relación terapéutica la llamaremos de apoyo, aunque esto no agota la definición y los objetivos
propios de la psicoterapia psicoanalítica de apoyo. De acuerdo a Gabbard (1994) y a nuestra
(o AOA ^ propia experiencia, constantemente, en distintos momentos en un mismo paciente y a través de
diferentes pacientes, dependiendo de la indicación, nos movemos entre los polos del continuo
expresivo - de apoyo. En las siguientes descripciones clínicas queremos dar cuenta del
“armamentarium" que debiera disponer el terapeuta que trabaja en nuestras unidades para estar
en condiciones de establecer indicaciones adaptativas.
No detallaremos aqui todas las características del polo expresivo y su trasfondo teórico, ya que
comparte las cualidades de la situación analítica standart en psicoanálisis y en terapia
psicodinámica. Sin embargo vale la pena recalcar algo que puede parecer de Perogrullo y es que
desde nuestra perspectiva “adaptativa”, cada elemento de la situación analítica como tipo de
encuadre, uso o no de la abstinencia y neutralidad como elemento técnico, frecuencia y duración
de las sesiones y de la terapia, se hará de acuerdo a los contextos que manifestábamos antes,
pero, sobretodo, en aras del paciente, adaptándose a las necesidades de éste. De nuevo, eso
significa no buscar al paciente que “calce" con nuestra teoría o técnica, neutral por ejemplo, sino
que la técnica se adapte a éste. Vale la pena repetir lo manifestado en el capitulo citado más
arriba: “...la psicoterapia dinámica se instala dentro de una relación especifica de ayuda: la técnica
enmarcada en la situación terapéutica dinámica buscará preservar esta relación y llevarla adelante
a través de las resistencias y las distorsiones de la transferencia, guiada por la observación de
ésta y la auto-observación de la contra-transferencia del terapeuta. Un encuadre estable como
primera aproximación permite idealmente la presencia de una linea base, un campo de referencia
sobre el cual se desplegará la sintomatologia y el carácter del paciente” (de la Parra, 2000), pero
luego distintos aspectos de este encuadre (neutralidad, por ejemplo) podrán adaptarse a la
circunstancia específica del consultante. La teoría del cambio en el polo expresivo tiene que ver
con el insight; se crece a través del autoconocimiento. Se trata de llevar a la expresión,
develamiento, del conflicto que se ha decantado eventualmente en el foco, permitiendo la
integración de los elementos no concientes del conflicto focal, con el objeto de colonizar nuevas
áreas de la mente. La principal herramienta técnica será la interpretación, donde los demás
elementos técnico (señalamientos, confrontaciones, preguntas,) apuntalarán esta intervención.
Tendrán indicación de una terapia con énfasis expresivo aquellos pacientes que muestren: alta
motivación para entenderse a si mismos; que presenten un nivel de sufrimiento significativo que
interfiere con la vida y que justifique los rigores del tratamiento; que tengan capacidad de hacer
regresión, renunciando al control de sentimientos y emociones y que posean luego la capacidad
de recuperarse; que presenten además tolerancia a la frustración, capacidad introspectiva, prueba
de realidad conservada, relaciones objétales significativas y duraderas en su pasado, control de
impulsos medianamente conservado, capacidad para trabajar o estudiar, y que posean capacidad
de abstracción y de entender metáforas y analogías. Estos criterios tan exigentes se refieren
lógicamente a un extremo en el polo expresivo que prácticamente no se da en la realidad.
Foco - Extraemos la información para la construcción del foco del Esquema de Primera Entrevista
de Balint, mostrado más arriba. Pensamos que motivo de consulta, situación desencadenante,
datos biográficos e interacción terapeuta paciente deben intentar articularse y dar sentido en la
confección del foco. Siguiendo las enseñanzas de Malan (1983, 1976, citado por Sánchez- r
Barranco Ruiz & Sánchez-Barranco Vallejo, 2001) proponemos que para formular el foco
idealmente debe existir un conflicto actual circunscrito, un conflicto nuclear del pasado y una
relación congruente entre ambos. El paciente debe mostrar durante las entrevista, una buena
respuesta a la interpretación de prueba en forma de un aumento en el “rapport'’ e insight.
6. Ejemplo
A continuación se ejemplifica en un caso supervisado el uso de la ficha y la confección del foco. Tal
como lo plantean diversos autores y nuestra propia experiencia, un foco no se construye
completamente y de una sola vez en las primeras entrevistas. Así, por razones didácticas,
incluimos en la confección del foco del siguiente caso también aquellos antecedentes que
surgieron en el curso de la terapia.
Enviada por médico de consultorio periférico donde acudió principalmente por dolores
abdominales difusos, además de ansiedad, nerviosismo e irritabilidad. Allí fue tratada con
benzodiazepinas en dosis bajas sin resultados.
3 Agradezco a la Psicóloga Verónica Wigdorsky la autorización para la publicación de este caso clínico
Unidad de Psicoterapia de Adultos 17 Dossier de formación y trabajo
Facultad de Medicina Departamento de Psiquiatría Pontificia Universidad Católica
Más adelante relata que el marido atropelló en su bus a una anciana que quedó
hospitalizada, herida de gravedad La paciente se involucra intensamente en los aspectos
judiciales del accidente, visitando además frecuentemente a la anciana en el hospital El
inicio de los síntomas más agudos, coinciden temporalmente con este accidente del
marido.
Recuerda los castigos, “arrastrada por el pelo" por motivos injustificados o inexistentes
Vivía junto a ellos el abuelo paterno con quién tenia una relación cercana y cálida. Fue la
única de los 3 hermanos que completó educación secundaria. Tuvo una sola relación de
pareja con su marido actual, comenzaron cuando ella tenia 17 y el 22.
d. Imagen
1. Imagen de sí mismo
Aparece como responsable, cumplidora con capacidad ejecutiva.
De si misma dice: “soy el hada madrina que les soluciona los problemas a todos"; “creo
que desde siempre he sido la persona que hace los favores", "siempre he sido
responsable, tengo como una escuela de paciencia”. Se advierte resentimiento en su auto
descripción. Se describe además como tímida y de pocas amistades.
Padre: “Arreglaba todo a gritos, fue un papá de nombre solamente porque se preocupaba
muy poco de nosotros, no le importaba si nos iba bien o mal, ni siquiera se preocupaba de
mi madre”.
Madre: “ella era una mujer enferma, esquizofrénica, nunca fue capaz de tomar el rol de
madre. Con ella jamás conté para nada, se han dado vuelta los papeles, ella es como mi
hija".
Abuelo paterno: “fue mi papá realmente, fue el que se preocupó por nosotros".
Esto es reforzado por el hecho de que la paciente se muestra capaz de trabajar y sacar
provecho de las observaciones que se le hacen.
Contribuye su propia conciencia del origen psíquico de sus alteraciones.
g. Resultados y Conclusiones
Esto sin embargo le impide ponerle limites a los demás que se aprovechan de ella
aumentando la hostilidad.
4. Próximos objetivos
Contener a la paciente en la angustia.
Mostrar formación reactiva que aumenta hostilidad e ir aceptando sentimientos de rabia
frente a personas de su entorno actual, lo más cercano a la conciencia.
Estar atento a la aparición de estos elementos en la transferencia.
En el curso de la PT la paciente debería tomar conciencia de su rabia frente a las figuras
parentales especialmente la madre, aprendiendo a manejar la agresividad en forma más
adapta tiva.
h. Diagnósticos
I. Trastorno de Ansiedad Generalizado
II. Personalidad con rasgos depresivos .
III. Colon irritable
a. Descripción de la psicoterapia (tipo): se realizó efectivamente una terapia expresiva focal que
duró 20 sesiones (incluyendo las entrevistas). Se utilizó la transferencia como una forma de
ejemplificar su funcionamiento sometido con un alto costo para su salud mental y relaciones
interpersonales.
e. Evaluación final. Se trata de un proceso terapéutico exitoso de una terapia breve en una
paciente con recursos para trabajar con técnicas expresivas. Parte del éxito terapéutico tiene que
ver, como deciamos, con la condición que plantea Malan en el sentido que el conflicto focal actual
tenga una relación de contenido con el conflicto original infantil.
Siguiendo con la descripción del “armamentarium” utilizado en nuestras unidades de terapia breve
describiremos la Intervención en Crisis. Si bien, como lo plantea Sifneos (1980), dependiendo de la
indicación, toda terapia puede ser clasificada “más bien” como supresora de ansiedad (de apoyo) o
“más bien" provocadora de ansiedad (expresiva), es difícil pensar que una intervención en crisis no
tenga importantes elementos de apoyo, por lo que ubicamos esta intervención de 6 a 8 sesiones
de duración, en un punto medio entre los polos expresivos y de apoyo (véase más adelante para
las técnicas específicas de este polo). El marco teórico que respalda las intervenciones en Crisis
que realizamos en nuestras Unidades de Psicoterapia es, además del psicodinámico, la teoría de
la crisis según la ha descrito Caplan y la han desarrollado, entre muchos otros en el medio
psicoanalítico, Jacobson (1979) y Sifneos (1980).
En este contexto, crisis se define como la reacción psicológica a una situación desencadenante o
de amenaza, que se caracteriza por un estado de conmoción emocional, de desorganización
interna, acompañado de sentimientos de desesperación y angustia que al ser intolerables llevan a
la persona a realizar diferentes medidas de manejo. Así, por ejemplo una separación matrimonial
no es la crisis sino la reacción emocional a estas situación. Importante recalcar aquí que esta
conmoción tiene un gran poder regresivo, por lo que la persona tenderá a mostrar un
funcionamiento más primitivo recurriendo también a defensas primitivas. Este estado regresivo,
hace que la persona se sienta muy necesitada de ayuda y por lo tanto, muy sensible a las
intervenciones terapéuticas. La regresión de la crisis explica la cualidad que se le atribuye de
“oportunidad y peligro": oportunidad de recibir una ayuda significativa y/o de aprender de la
experiencia y así funcionar luego de la crisis a un nivel mejor que previamente y peligro de caer en
la enfermedad y el deterioro. Se trata entonces de un sujeto con un equilibrio previo que al
enfrentar una situación desencadenante de amenaza y/o traumática, fracasa en el uso de los
mecanismos usuales de manejo y adaptación, lo que lo hacen caer en crisis. Una vez que el sujeto
está en crisis recurrirá a nuevos mecanismos de manejo que pueden ser conductas (el sujeto que
se acaba de separar y se va por un tiempo a vivir con un amigo de confianza) o mecanismos de
defensa psicológicos (negación, represión, proyección, acting etc.). Los mecanismos de manejo
pueden ser adaptativos, lo que permitirá salir de la crisis y lograr por lo menos el equilibrio previo, o
maladaptativos. Si son maladaptativos el sujeto puede estabilizarse en la patología (por ejemplo
hacer una depresión, un cuadro ansioso crónico, sintomas somáticos o un duelo patológico) o no
estabilizarse, cayendo en una nueva crisis que lo obligue a nuevos mecanismos maladpatativos
que gatillan una nueva crisis pudiendo llegar incluso al suicidio. Esta reacción natural, el intento
urgente de manejar la crisis hace que éstas sean autolimitadas en el tiempo. Diversos autores
hablan que una crisis no dura más de 6 a 8 semanas (ya sea que salga hacia el equilibrio previo o
hacia la patología), por lo tanto las intervenciones deben ser lo más precoces posibles una vez
iniciada ésta, y no necesitan durar más de 6 a 8 semanas
El objetivo del tratamiento será, al menos, devolver al paciente al equilibrio previo o dejarlo en un
mejor nivel de funcionamiento. Lo primero en la terapia es evaluar los riesgos suicidas y homicidas.
Luego evaluar la profundidad sintomatológica de la crisis (si requerirá medicamentos, etc.) y la
situación desencadenante con la significación especifica de ésta para este paciente en particular.
Según Jacobson (1979) es frecuente que el evento desencadenante se olvide, oculto en la
angustia y la sintomatologia, por lo que muchas veces la intervención se inicia con una labor
“detectivesca", revisando dia a dia con el paciente el momento en que enfermó para asi descubrir
este evento. De esta manera se van desplegando los elementos técnicos de la terapia de crisis:
elementos de apoyo: cuidado permanente de la autoestima, comprensión cognitiva de la secuencia
de acontecimientos que llevaron a la crisis, reduciendo la inundación emocional a las diferentes
áreas de funcionamiento construyendo barreras alrededor de la crisis (apoyo a funciones yoicas en
un paciente en estado regresivo). Dentro de las técnicas expresivas está el permitir la catarsis,
reconocer y denominar los afectos, interpretar el significado especifico subjetivo de la situación
desencadenante y las defensas maladaptativas. En el fondo el tratamiento consiste en hacer et
camino de vuelta desde la regresión a un funcionamiento más maduro. En el trabajo de Sifneos,
citado más arriba, éste especifica el perfil de pacientes que tienen indicación de técnicas
supresoras y provocadoras de ansiedad y los manejos respectivos; técnicas supresoras: para
pacientes caracterizados por que no han alcanzado nivel suficiente para enfrentar vicisitudes
propias de la vida, tienen relaciones ¡nterpersonales caóticas; vínculos frágiles, alto niveles de
angustia; sintomas graves sufriendo una importante descompensación en la crisis. El tratamiento
se caracteriza por: actuar rápido, utilizar todos los medios disponibles (fármacos, hospitalización,
etc), uso de técnicas como: refuerzo, sugestión, manipulación ambiental. Como dice él, el
\T * “terapeuta trabaja mucho”.Las técnicas provocadoras de ansiedad seria la indicada para aquellos
pacientes de buen nivel de funcionamiento con dificultades neuróticas en que toleran más
ansiedad y que están motivados para superar la crisis y además entender. En el tratamiento se
considera que parte del conflicto está sumergido por las defensas y que develarlo provocará
rro ansiedad. Por lo tanto las técnicas típicas son: clarificación, confrontación, interpretación; y como
dice el autor, “el terapeuta y el paciente trabajan a la par”.
Este marco de trabajo de intervención en crisis, especialmente para aquellos casos en que ya en la
^ V interconsulta de derivación se advierte el perfil de crisis con una situación desencadenante
>v 'í.A jJ*
distinguible, ha permitido ayudara un importante grupo de pacientes como se ilustra en el ejemplo
que sigue.
8. Ejemplo
Datos Generales4:
Nombre : Carla
Edad: 42 años
Estado Civil: Casada, 2 hijos de 9 y 6 años.
Nivel Educacional: Enseñanza Superior Completa. Profesora de Educación Física con post
-g ra d o . Trabaja evaluando proyectos para institución estatal.
Fecha de Derivación 25 de Noviembre 2002
Fecha Primera Sesión: 6 de Diciembre 2002
Consulta por conflictos con el jefe directo: "Quiero ser más autosuficiente y manejar la
situación que me angustian. Mi problema es que trabajo sólo con hombres y uno de mis
compañeros (que en realidad es su jefe) me devalúa". Esto provocó, a partir de julio de
2002 la sintomatologia somática y angustiosa arriba mencionada.
Diagnóstico Psicológico:
Se trata de una paciente que al enfrentar conflictos laborales con una autoridad masculina,
solo un poco mayor que ella, cae en una crisis con sintomatologia psicológica (depresiva y
angustiosa) y somática (excema, taquicardia, disnea). Como antecedente tienen
importancia su carácter “masculino" y competitivo con los hombres y haber sido
traumatizada en la infancia por hermanos, primos y posiblemente por el padre por sus
actitudes autoritarias.
La crisis aparece entonces como una reactualización de estas situaciones traumáticas, al
competir con estos jefes hombres un poco mayores, similar a hermanos mayores, se siente
derrotada, aplastada y por lo tanto retraumatizada, generándose angustia, desazón y rabia
soterrada
Indicación: 6 sesiones de Intervención en crisis.
Si bien una evolución tan favorable como la presentada es más bien infrecuente que usual,
donde el nivel de funcionamiento post intervención en crisis es muy superior al anterior,
subraya la afirmación de cómo una crisis es también una oportunidad de crecimiento y de
evitar la iatrogenia. Si esta paciente no hubiera sido tratada psicológicamente habría
recibido un tratamiento médico tras otro con el consiguiente gastos de recursos.
9. El polo de apoyo
Esto está en consonancia con otros autores como Luborsky (1984), Rockland (1989), De Johnge,
Rijnierse e Janssen, (1994) quienes le han dado a la psicoterapia psicoanalítica de apoyo una
identidad propia, con su teoría de la técnica, teoría del cambio e indicación específicos.
Como respaldo clínico teórico nos hemos basado en los trabajos de De Johnge y colaboradores
(1994) que plantean una aproximación histórica al pensamiento psicoanalitico. A la teoría '
psicoanalítica clásica a la que subyace un modelo “neurótico de la mente” con la teoría del ^ o i-r C4J> ^
conflicto: impulso (“sentimiento oculto") —angustia - defensa ; le seguiría, según estos autores, una r
r^'4 teoría que llaman “post-clásica". Esta incluye un modelo de desarrollo infantil donde las personas iV A m
que están a cargo del infante humano tienen gran importancia en su desarrollo pero pueden ser
potencialmente dañinas dando lugar a experiencias traumáticas que dejan fallas, al modo de fallas
geológicas, en la estructura básica de la mente del individuo. Aquí la patología no depende del V
t-OA
conflicto sino de la detención o falla en el desarrollo por alteraciones en la relación primaria. Ya no
V -u ^4 estamos frente a un funcionamiento neurótico de la mente sino un funcionamiento arcaico, más
V primitivo en pacientes más alterados. Este funcionamiento arcaico de la mente determinará tanto
l la relación terapéutica, la técnica a utilizar, el proceso terapéutico y los objetivos.
VXb
Respecto a la relación estos autores distinguen 4 elementos: a) transferencia: b) relación de ^ ^ v v>
V* sSV).-A> trabajo o alianza terapéutica; c) relación real y d) relación primaria. Esta última corresponde a los
t, *A 'U r'2 primerísimos estadios del desarrollo infantil. Son etapas preverbales, en que el infante no está en _ vW U jiv w ^ u .
condiciones de considerar al otro. Esta relación primaria observada en el adulto, muestra a un
paciente con una tendencia a simbiotizarse con el otro, a no verlo como distinto, a utilizado como — /VX
utiliza el bebé a su madre. ___ v**.
Es así que la relación primaria tendería a recubrir todos los otros aspectos de la relación: va a ser — ' V~***~ a
difícil distinguir un escenario interpersonal como repetición (transferencia), no va a existir un yo
observador que se alíe con la mirada del terapeuta (alianza de trabajo) y acuerdos, como por
ejemplo respecto al encuadre y forma de trabajar (relación real) se verán continuamente
interferidos por deseos más primitivos.
Todo esto lleva a pensar en una técnica específica para este tipo de pacientes.
A diferencia de los pacientes “más altos" en que la relación real y sobretodo la alianza terapéutica
están dadas, se dan por hechos, gracias a las relaciones objétales contenedoras no traumáticas en
el pasado del paciente, en estos otros pacientes todo está por construirse a través de la relación en
el marco de técnicas específicas que propendan al desarrollo de una relación reparatoria, una
experiencia emocional correctora.
ftTw ~t v i v iV - o O v ij W
^ V v \T \ t - o v c v - 'J r v ’ hc ^ rVLPv''
(\» Ljo vj
Facultad de Medicina Departamento de Psiquiatría Pontificia Universidad Católica
Actitud de apoyo: contenida en cualquier relación de ayuda, terapeuta, amigo, cura, médico.
Intervención de apoyo: intervenciones discretas en determinado momento como por ejemplo
un comentario reasegurador.
Técnica de apoyo: aplicación sistemática y coherente de intervenciones de apoyo.
Cualquiera puede hacer una intervención de apoyo, pero esto no será guiado por una estrategia
sistemática basada en una teoría analítica de la técnica. El apoyo será psicoanalitico “cuando .
inspirado en la teoría psicoa nal ¡tica gratifica algunas necesidades arcaicas o propende a sus
represión" (De Johnge y cois., 1994). Se reemplaza asi la interpretación sistemática por
intervenciones que incluyen: sugestión, abreacción, recordar buen funcionamiento anterior,
confrontación respecto a conductas peligrosas, desincentivar defensas o conductas
maladaptativas, etc. Todas esta intervenciones confirmatorias y validantes que se entregan
llevando un monitoreo de la autoestima del paciente se dan en sintonía con éste asi como se
sintoniza la madre con las necesidades del bebé.
Dependiendo de los autores algunos enfatizan el apoyo a las funciones yoicas, otros a la
autoestima y otros a las defensas adaptativas.
Asi como en las terapias expresivas esperamos que el paciente colonice aspectos no conscientes
de su devenir, haciendo conciente lo inconsciente, e integrando aspectos de su ser escindidos y
proyectados, con un aumento de su autoconocimiento, en la psicoterapia psicoanalitica de apoyo
esperamos que el paciente pueda instalar relaciones objétales protectoras dentro de su mundo
intemo con una mejoría en sus funciones cognitivas a través de un mejor funcionamiento yoico.
Tal como lo exponemos en otra parte (de la Parra, 2000), respecto al reforzamiento de defensas,
se puede establecer que cuando la decisión estratégica es no analizarlas para no provocar su
debilitamiento y un colapso en un paciente muy frágil, las técnicas de apoyo toman en cuenta el
conocimiento de estas defensas, cómo se presentan en la transferencia y se interviene según ese
conocimiento. Es asi que un paciente cuyas defensas omnipotentes lo están llevando a una
situación de riesgo personal, no será la autoestima la que se debe reforzar, se podrá hacer uso de
la idealización del terapeuta y se apoyará el juicio de realidad, a modo de un yo auxiliar para
protegerlo. Rockland (1989) plantea técnicas que llevan tanto a reforzar defensas como a apoyar la
autoestima. Entre las estrategias generales recomienda. 1.- gratificar selectivamente derivados de
impulsos (opinar, responder preguntas, aceptación dosificada de llamadas telefónicas, etc.) 2 -
apoyar, reforzar y estimular algunas defensas adaptativas (intelectualización, proyecciones
benignas: “esto que le ocurre tiene que ver con el maltrato recibido”, etc.) 3.- desincentivar
defensas maladaptativas, especialmente la conducta motivada por estas defensas como por
ejemplo defensas omnipotentes. 4 - promover identificaciones tanto conscientes como
inconscientes con el terapeuta, con el objetivo de modificar funciones yoicas y superyoicas
(“entiendo que le cueste poner limites a su hija pero fíjese que a pesar que le resulta molesto y
frustrante que yo termine la hora a los 45 minutos üd. lo puede tolerar y no ocurre ninguna
catástrofe, quizás su hija también lo puede tolerar) 5.- intervenir en el ambiente para disminuir
presiones externas 6.- estimular las fortalezas y sublimaciones del paciente5 .
Rockland plantea más específicamente una enumeración de técnicas según el nivel de entrenamiento en
psicoterapias dinámicas del terapeuta. En un primer grupo de técnicas donde “es deseable pero no
imprescindible” una fomtación psicodinámica, recomienda: 1.- mantener una transferencia positiva mediante
una relación real y gratificaciones parciales del paciente. 2.- tranquilizar y mantener una actitud esperanzada
realista. 3.- aceptar abreacción sin analizarla. 4,-realizar intervenciones ambientales con el paciente, familiares
y otros. 5.-ayudar al paciente a tener una perspectiva mas objetiva de su situación vital. 6.- realizar
clarificaciones a nivel consciente y preconsciente que aumenten el “insight” o el nivel de comprensión sobre
pensamientos afectos y conductas (explicaciones que le permitan, por ejemplo entender porqué el paciente
sintió lo que sintió). 7.-hacer confrontaciones, por ejemplo de contradicciones que pueden tener
consecuencias maladaptativas. 8.-cducar, dar consejos y sugerir; animar, estimular, premiar. 9.- establecer
limites claros y prohibiciones. 10.- enfatizar fortalezas y talentos. 11.- estimular sublimaciones. 12.-utilizar
tratamientos somáticos sin analizar el significado inconsciente. 13.- estimular la ligazón “nosotros” (para
reforzar la alianza terapéutica).
Respecto al fortalecimiento de la alianza terapéutica, Luborsky (1984) es el que más reafirma esta
perspectiva. Entre las recomendaciones del autor están el transmitir una actitud realista
esperanzada; apoyar explícitamente las metas del paciente, reconocer manifiestamente, en
ocasiones apropiadas, que el paciente ha hecho progresos para alcanzar las metas, establecer
hitos; utilizar la alianza “nosotros", referirse a experiencias que paciente y terapeuta hayan
compartido, etc.
Es obvio que esta división sobre qué es lo que se apoya tiene solo fines docentes ya que a la
larga resulta algo artificiosa. Está claro que en este contexto un vínculo firme es condición sine qua
non para el desarrollo de un proceso curativo de cualquier naturaleza. Solo en ese clima emocional
pueden ser recibidas las interpretaciones, y a eso apuntan en general todas las intervenciones de
apoyo.
Se indicará una psicoterapia con énfasis de apoyo en pacientes caracterizados por: debilidad
crónica del yo, a personas con yo fuerte pero en situación de crisis, o a pacientes con, baja
tolerancia a la angustia, falta de capacidad introspectiva de auto-observación y pensamiento
psicológico, baja tolerancia a la frustración, prueba de realidad pobre, historia de relaciones
objétales pobres y malas relaciones interpersonales actuales, bajo control de impulsos, dificultad
para establecer una buena alianza terapéutica, daño cerebro - orgánico o bajo nivel de inteligencia.
10: Ejemplo
Leticia está en la mitad de la década de los 40, es profesora de Educación media. Soltera, vive
sola a pesar que mantiene una relación simbiótica con el padre, quien vive al frente y atraviesa
muchas veces al día para suministrarle sus medicamentos o resolverte el más mínimo detalle
doméstico: “cuando muera mi padre me mataré para irme a la tumba con él, tengo una relación
enfermiza con mi papito”. En el momento de consultar su psiquiatra la mantiene con 5
medicamentos diferentes, entre antidepresivos, neurolépticos y estabilizadores del ánimo. Ha
estado hospitalizada por lo menos 6 veces recibiendo incluso tratamiento electroconvulsivo. Relata
estar hace 11 años con una angustia permanente que no ha cedido a ninguno de estos
procedimientos. Ubica el comienzo de la angustia con una ruptura sentimental, situación que relata
no haber podido superar a la fecha. Refiere pasar por periodos de desánimo en que no puede
levantarse ni cuidar de su aseo personal. Presenta sintomas obsesivos y compulsivos importantes,
distingue crisis de angustia y de pánico. Padece por periodos de bulimia y de anorexia con
importantes fluctuaciones en el peso. Es impulsiva, no tolera frustrarse, a veces rabiosa llegando a
la agitación psicomotora que ha obligado a consultas de urgencia. Fluctúa entre sentimientos de
total minusvalía y grandiosidad. Ha sido muy inestable en su trabajo, con reiteradas licencias; e
inestable en sus relaciones sentimentales. Si bien el padre ha dedicado su vida a cuidarla, tiene
con ella una relación fría y formal. La madre fallecida, por el relato se deduce que era una mujer de
personalidad infantil, muy violenta e impredecible que golpeaba y maltrataba a sus hijos.
determinar el estilo de intervención (una paciente infantil que se victimi/a: “Ud. lo que necesita de verdad es
un descanso"). 6.-Confinar sus intervenciones al material consciente y preconscientc.
Estas recomendaciones aparecen a ratos como gruesas y casi grotescas. Recordemos que estamos en el polo
de apoyo del continuo. Aquí se deja incluso de lado el valor de verdad que pueden tener nuestras
intervenciones. Se trata de pacientes muy frágiles y demandantes donde cualquier otro tipo de intervención
puede resultar contraproducente.
Unidad de Psicoterapia de Adultos 28 Dossier de formación y trabajo
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En el diálogo con la paciente llama la atención la ausencia importante de funciones yoicas que
permitan no solo ubicarse respecto a sus objetos, sino la incapacidad de la paciente de ubicarse
en secuencias temporales. Es incapaz de decir si su madre murió hace 6 meses o 5 años, a qué
edad murió, cuando fue que la paciente vivió en Europa con una pareja, cuándo terminó su
postgrado, etc. Ha presentado tres intentos de suicidio, y por periodos piensa reiteradamente en
suicidares para sacarse la angustia.
Las primeras sesiones se dedican a establecer el encuadre, a indicarle qué se espera de ella en la
terapia y cuál será mi rol. En los contenidos nos dedicamos a revisar y ubicar temporalmente la
relación sentimental que habría desencadenado el cuadro angustioso, y establecer algunos
paralelos entre esa relación y la relación con el padre. La paciente visita puntualmente a su ex
novio, luego empieza a mostrar paulatinamente alivio a su angustia. Empieza a analizar
espontáneamente porqué se enganchó con esa persona y a revisar sus últimas relaciones y sus
características. Después de la muerte de la madre, se peleó con la hermana y no ha vuelto a ver a
sus sobrinos a quienes dice echar de menos; empiezo a estimularla a que los vea y mostrarle el
valor curativo de esos vínculos. La paciente empieza a hacerse consciente de lo vacio de su vida,
“me doy cuenta que estoy sola, he vivido la vida sin proyecto de nada, sin propósito". Empieza a
aparecer un hambre de objeto que es mostrada en las sesiones y estimulada, ayudándola a
rescatar antiguas amistades. Comienza a llegar sola a consultar. Relata la contradicción de sentir
la necesidad de volver a trabajar y la angustia que ese tipo de compromiso le produce.
Le comienza a preocupar su aspecto físico: “como estoy mejor caché que estoy gorda... estoy
teniendo una rutina cotidiana, por eso estoy durmiendo mejor... me he empezado a dar cuenta
como me he castigado... me he dado cuenta que tengo una conducta infantil: soy taimada, rabiosa
gritona, egoísta...". La paciente siguió evolucionando favorablemente, llegando a retomar su
actividad laboral por algunos meses. Se la ha estimulado a retomar relaciones y reestablecer
vínculos y así objetos internos con función curativa. De sesiones evacuativas pasa a "ver” al
terapeuta mostrando sentimientos de “vergüenza, por lo que dije”. El estimularla a pensar
mostrándole relaciones causa - efecto, relaciones temporales “ esto pasó antes y esto después” ha
permitido poner en funcionamiento funciones yoicas que a la larga permitieron que la paciente
retomara su rol de “capitán en la cabina de mando de su mente”. Esto ilustra el tratamiento que
proponemos en estas dos bases: el reestablecimiento y rescate de las relaciones objétales y la
ayuda a poner en marcha funciones yoicas, todo dentro de una relación terapéutica alejada de la
neutralidad. Si bien Leticia ha tenido diez meses de bienestar, en el último tiempo ha presentado
importantes recaídas donde el recordar los hitos de la terapia y lo alcanzado juntos se ha utilizado
como medio de intentar recuperarla de los huracanes regresivos
11. Investigación
Luego, con el objetivo de mejorar los niveles de atención psicoterapéutica en el consultorio externo
del Hospital Psiquiátrico, decidimos evaluar el manual de Strupp y Binder (1984) de psicoterapia
dinámica de tiempo limitado en cuanto a su capacidad de entrenar a terapeutas inexpertos,
midiendo además el efecto de estas terapias sobre los pacientes. El programa de entrenamiento
consistió en a) un año de “pre-entrenamiento" en las bases de la terapia psicodinámica; b) 8
seminarios teóricos de lectura y discusión del manual incluyendo la observación de sesiones de
Unidad de Psicoterapia de Adultos 29 Dossier de formación y trabajo
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En los últimos años nuestra atención se ha dirigido a contar con instrumentos que midan
resultados psicoterapéuticos en cualquier contexto para luego poder triangular esos resultados con
aspectos del proceso, ya sea a nivel clínico individual (de la Parra, von Bergen, 2000) como con
Índices cualitativos de cambio terapéutico.
El instrumento elegido por nosotros fue la escala de autoevaluación para pacientes, OQ- 45 2
desarrollado en Estado Unidos por Lambed, Hansen, Umpress, Lunnen, Okiishi, y Buriingame.
(1996) que mide resultados psicoterapéuticos en el área de sintomas, relaciones interpersonales y
rol social (rendimiento laboral y capacidad de disfrutar). Procedimos a su adaptación, validación y
estandarización en nuestro medio al aplicarlo a una muestra total de 441 individuos (239 pacientes
y 202 sujetos controles). Con este estudio calculamos puntajes de code que separan población
funcional de disfuncional e Índice de cambio confiable que evalúa cambio significativo para
pacientes en terapia (véase de la Parra, von Bergen, 2000 y de la Parra, von Bergen, del Rio
2002). Es asi que contamos con un instrumento validado que está a disposición del resto de los
colegas latinoamericanos.
Han pasado alrededor de 17 años desde que fundamos las primeras unidades de psicoterapia
breve en Santiago de Chile intentando, bajo el ejemplo de las experiencias europeas,
especialmente en Ulm, llevar a los hospitales públicos un psicoanálisis aplicado sentando además
las bases para permitir la investigación empírica. Hoy en dia existen cuatro unidades que cumplen
con características similares, 3 de las cuatro fundadas por nosotros. La investigación se ha
expandido también a las escuelas de psicología de las universidades tradicionales y privadas
donde mediante programas de magister y doctorado la investigación está teniendo cada vez un
mayor desarrollo. Estas escuelas también se están preocupando de ofrecer ayuda terapéutica a
f' Paralelamente en la Unidad de Psicoterapia del Instituto Psiquiátrico se ha seguido una linca de
investigación cualitativa en el proceso de supervisión, dirigida por el Dr. Rogelio Isla. Otros miembros del
grupo han investigado con escalas de alianza terapéutica.
Unidad de Psicoterapia de Adultos 30 Dossier de formación y trabajo
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diferentes estratos sociales Otro tanto está naciendo el Ministerio de Salud Chileno que por
primera vez está contemptando ¡ocluir la psicoterapia como prestación obligatoria en caso de
depresiones
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