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13 películas que has visto pero no sabías

que cambiaron el final (a pesar de la


negativa de directores y actores)
'Pretty woman', 'Atracción fatal', 'Seven', 'Cadena
perpetua', 'Casablanca'... Son clásicos a los que se
modificó el final por las causas más peregrinas
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Ashton Kutcher y Amy Smart en 'El efecto mariposa'. El final original del
personaje de Ashton Kutcher era mucho más turbio que el que finalmente
se vio.
JUAN SANGUINO
21 JUL 2019 - 02:53 ART

Orson Scott Card, el autor de El juego de Ender, decía que lo contrario a


un final feliz no es un final triste sino un final insatisfactorio. En
Hollywood saben que en la escena final de una película el espectador
decide si recomendarla o no el lunes en la oficina. Cinema Paradiso, El
sexto sentido o Bohemian rhapsody fueron fenómenos sociales gracias a
sus últimos minutos. Por eso, antes del estreno de una película, se proyecta
ante un público seleccionado que al salir rellenará una encuesta. Y siempre
se tienen en cuenta sus opiniones, con ilustres excepciones como cuando
tras el pase de prueba de El mago de Oz todos los asistentes coincidieron en
que Somewhere over the rainbow era aburrida y ralentizaba la trama.

Estas 13 películas provocaron estrés entre los productores, furia entre los
directores y frustración entre los actores cuando se decidió, a escasas
semanas del estreno, rodar un final radicalmente distinto. ¿Fueron estos
cambios a mejor o a peor? En algunos casos, se puede comprobar porque el
final alternativo está disponible.

- 'Atracción fatal' (Adrian Lyne, 1987)

El final que conocemos. Alex (Glenn Close), la amante despechada, se


cuela en la casa de Dan (Michael Douglas), el marido infiel, con un
cuchillo de cocina. Él la ahoga en la bañera, pero queda un último susto: la
maniaca salta de la bañera ansiosa por rajar caras y al final tiene que ser la
mujer engañada (Anne Archer) la que arregle el desaguisado de su marido
rematando a la amante de un disparo. Fueron felices, se supone, y comieron
perdices, pero a ver cómo remontan ese matrimonio.

¿Cómo acababa originalmente? Alex (Glenn Close) se suicidaba


abriéndose el cuello con un cuchillo, no sin antes enviar una cinta a la
policía en la que incriminaba de asesinato a su examante, Dan (Michael
Douglas), que acababa en la cárcel.

¿Por qué lo cambiaron? En los seis pases de prueba distintos, el público


consideró el suicidio un desenlace demasiado compasivo para Alex. Nadie
la entendió como una enferma mental, humillada por las manipulaciones de
un hombre sin escrúpulos sino como la enésima loca y, por lo tanto,
“querían que esa zorra fuese exterminada”, según recuerda el productor que
dijo el público al que se proyectó la película antes del estreno. Glenn Close
luchó sin éxito por mantener el desenlace original y tanto ella como Anne
Archer lloraron tras rodar el nuevo final. “En las tragedias griegas, después
del caos, el orden solo puede restablecerse mediante un derramamiento de
sangre. Fue catártico para el público”, recuerda hoy Close.
El personaje de Glen Close se suicidaba en la versión primigenia de
'Atracción fatal'. Pero se cambió, a pesar de que la actriz luchó contra los
productores para que mantuviesen la idea original.

- 'Cadena perpetua' (Frank Darabont, 1994)

El final que conocemos. Red (Morgan Freeman) viola su libertad


condicional (porque a quién le va a importar la huida de un viejo que ya ha
pagado su deuda) para reunirse con su amigo Andy (Tim Robbins) en la
playa de Zihuatanejo, México.

¿Cómo acababa originalmente? En la penúltima escena, con Red


(Morgan Freeman) montado en un autobús describiéndose en la narración
como “un hombre al principio de un largo viaje cuyo destino es incierto”.
La voz en off despedía la película con un final abierto: “Espero poder cruzar
la frontera, espero ver a mi amigo y estrechar su mano, espero que el
Pacífico sea tan azul como en mis sueños, espero...”.

¿Por qué lo cambiaron? La productora Liz Glozer convenció al director


de rodar un final feliz que confirmase que Red (Morgan Freeman)
efectivamente conseguía reencontrarse con su compañero. Y lo hizo con
una frase que Darabont no pudo rebatir: “Los espectadores ya han sufrido
bastante: se merecen este final”.

- 'Acorralado' (Ted Kotcheff, 1982)

El final que conocemos. Tras ser asediado por la policía durante horas, el
veterano de Vietnam John Rambo (Sylvester Stallone) se refugia en una
tienda y acaba derrumbándose y siendo arrestado entre lágrimas.

¿Cómo acababa originalmente? Con un suicidio. Rambo le pedía al


coronel Trautman (Richard Crenna) que le matase y, ante su negativa,
empuñaba la pistola contra su estómago y la disparaba. Acorralado era una
denuncia de cómo la sociedad americana abandonó a sus soldados
traumatizados por la guerra y muchos de ellos acabaron suicidándose.

¿Por qué lo cambiaron? El director y Sylvester Stallone se dieron cuenta


de que a lo largo de la película ya queda clara esa denuncia. “Rambo ya ha
sufrido bastante: la policía abusa de él, atraviesa aguas heladas, le disparan
en un brazo y tiene que curarse él solo. ¿Y además íbamos a matarlo?”,
recuerda Stallone. Gracias a este cambio de última hora este año veremos
una última aventura, Rambo V, con Oscar Jaenada y Paz Vega.
Este final de 'Acorralado' que no se vio.

- 'Clerks' (Kevin Smith, 1994)

El final que conocemos. Dante (Brian O'Halloran), el cajero de un


ultramarinos que “ni siquiera tenía que venir a trabajar” aquel día, decide
intentar hacer algo productivo con su vida empezando por disculparse con
las dos chicas a las que ha faltado al respeto durante la película. Cierra la
tienda. Fundido a negro.

¿Cómo acababa originalmente? Tras el cierre, un tipo entraba en el local,


disparaba a Dante y vaciaba la caja registradora. Este final evocaba la
teoría del propio Dante de que El imperio contraataca es la mejor película
de Star Wars porque “los finales de bajón son mejores”.

¿Por qué lo cambiaron? El director reconoció que no tenía ni idea de


cómo terminarla, así que se inspiró en la estructura de Haz lo que debas, de
Spike Lee: un día corriente que termina en tragedia. John Pierson, el
mentor de Kevin Smith (director de Clerks), le sugirió que solo porque
fuese una película indie no tenía por qué acabar con un final siniestro.

'Clerks' fue concebida con este final.

- 'Casablanca' (Michael Curtiz, 1942)

El final que conocemos. Rick (Humphrey Bogart) sacrifica la gran historia


de amor de su vida y convence a Ilsa (Ingrid Bergman) de que se suba a ese
avión, porque si no se arrepentirá (“quizá hoy no, tampoco mañana, pero sí
pronto y para el resto de tu vida”) de quedarse con él en Casablanca.

¿Cómo acababa originalmente? No tenía final. A diferencia de la


mayoría de películas, esta se rodó en orden cronológico porque los
guionistas iban escribiéndola sobre la marcha. Hoy Casablanca se usa
como ejemplo de cómo construir un guion perfecto, pero lo cierto es que en
ningún momento los guionistas lo escribieron sabiendo si Ilsa y Rick
acabarían juntos o no al final.

¿Por qué lo cambiaron? La despedida final quedó tan agridulce (“siempre


nos quedará París”) que una vez terminada la película se añadió en el
doblaje la icónica frase de “Louis, creo que este es el principio de una
hermosa amistad” para culminar con cierta sorna optimista y mirando hacia
el futuro. La frase alternativa que barajaron los guionistas, expertos ya en
improvisar diálogos para la posteridad, fue “Louis, debí saber que
mezclarías tu condición de patriota con la de ladrón”. Casi es igual de
buena.

- 'Seven' (David Fincher, 1995)

El final que conocemos. El asesino en serie John Doe (Kevin Spacey) cita
a los detectives Mills (Brad Pitt) y Somerset (Morgan Freeman) en un
campo para culminar su opus macabro con los dos pecados capitales que el
faltan: la envidia (ha matado a la esposa de Mills y ha metido su cabeza en
una caja) y la ira (Mills dispara a Doe cuando descubre lo que hay en la
caja).

¿Cómo acababa originalmente? Este es el caso inverso: la cabeza en la


caja era el final original, pero el estudio trató de cambiarlo por todos los
medios. Sugirieron que la cabeza fuese la del perro de Mills, que este
salvase a su esposa (Gwyneth Paltrow) en el último momento y se
enzarzase en una persecución callejera o que detuviese al asesino en una
iglesia, por aquello de hacer metáforas cristianas que entendiese todo el
mundo.

¿Por qué (no) lo cambiaron? Brad Pitt, harto de que Hollywood le


vacilase, le exigió a su abogado que incluyese una cláusula en su contrato
para proteger el final: “Diles que la cabeza se queda en la puta caja”. El
director, David Fincher, recuerda que en el primer pase el público, al que
habían prometido “un thriller con Brad Pitt (Leyendas de pasión) y Morgan
Freeman (Paseando a Miss Daisy)”, la gente salió de la proyección
“sintiendo que les habían violado en grupo”. Uno de los espectadores
escribió en su opinión que “la gente que ha hecho esta película debería ser
ejecutada”. Ese final traumatizó a toda una generación, que sigue
recordando Seven 24 años después a diferencia del resto
de thrillers genéricos de la época.
Brad Pitt, Kevin Spacey y Morgan Friedman en 'Seven'.

- 'Soy leyenda' (Francis Lawrence, 2007)

El final que conocemos. Acorralado por los zombis, Robert Neville (Will
Smith) le da la cura para el virus a Anna (Alice Braga) y a continuación
detona una granada para fulminar a las criaturas y permitir que Anna
escape. Neville muere en la explosión y es recordado como una leyenda
que salvó a la humanidad.

¿Cómo acababa originalmente? Neville (Will Smith) se daba cuenta de


que los zombis tenían sentimientos y que de hecho él había sido su
“hombre del saco” durante toda la película, así que le entregaba el antídoto
al líder de los zombis y se iba a un campamento de supervivientes junto a
Anna y el hijo de esta. En este caso, Neville resulta ser una “leyenda”
porque ejercía como el monstruo para la sociedad de zombis, que vivían
aterrorizados por él.

¿Por qué lo cambiaron? Porque el estudio prefirió que Will Smith


quedase como un héroe que sacrificaba su vida a que se convirtiese en el
villano de los zombis. Este final heroico, sin embargo, cambia radicalmente
la existencia de los zombis y hace incomprensibles varios momentos de la
película en los que se percibe que las criaturas eran sensibles, organizados e
inteligentes.

El final de 'Yo soy leyenda' se cambió.

- 'El resplandor' (Stanley Kubrick, 1980)

El final que conocemos. Tras la huida de su mujer y su hijo, el asesino


enajenado Jack (Jack Nicholson) se congela de frío, presumiblemente hasta
la muerte, mientras la cámara se adentra por última vez en el hotel
Overlook para mostrarnos una perturbadora fotografía de una fiesta de
1921 en la que Jack fue uno de los invitados.

¿Cómo acababa originalmente? Entre el plano de la nieve y el de la foto


enmarcada había una escena de la familia de Jack, Wendy (Shelley Duvall)
y Danny (Danny Lloyd), explicándole a la policía en un hospital lo
sucedido. El gerente del hotel aparecía para negar su versión sobrenatural
de los hechos, pero le daba al chaval la pelota amarilla que le había atraído
hacia la infame habitación 237.

¿Por qué lo cambiaron? Este es un caso tan extremo como la propia


película: Stanley Kubrick, el director, eliminó la escena del hospital con la
película ya estrenada. “Cuando vi las reacciones del público, exaltados
durante el clímax, me di cuenta de que esa escena era innecesaria y
superflua”, explicó. La solución fue enviar a sus asistentes a cada cine
donde se proyectaba, coger el rollo de película, cortar los fotogramas de la
escena y volver a ponerlo en el proyector. Todas las copias de esa escena
fueron destruidas, pero los personajes de “Policía” y “Enfermera” siguen
apareciendo en los créditos finales.

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