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DESARROLLO

En general se sostiene que la crisis de la


deuda fue provocada por la turbulencia
generada por la gran recesión, pero que la
causa raíz para su erupción fue una
combinación de debilidades estructurales en
la economía griega junto con la preexistencia
por más de una década de elevados niveles
de deuda y déficits estructurales a niveles
del PIB con respecto a las cuentas públicas
griegas. En octubre de 2009,
el PASOK liderado por Yorgos
Papandréu gana las elecciones legislativas
anticipadas y el nuevo gobierno revisa al alza
dos indicadores: el déficit público acumulado
en 2009 pasa a ser de un 12,7 % y la deuda pública se eleva hasta el 113,4 % del PIB.
A finales de 2009, los temores de impago de la deuda soberana se esparcieron entre los
inversores que veían difícil la capacidad de que el Gobierno griego cumpliera con sus
obligaciones de deuda, debido a un aumento considerable en niveles de deuda junto con
la existencia continuada de déficits estructurales altos.
El 8 de diciembre de 2009, la Bolsa de Atenas se desploma un 6 % y la prima de riesgo
sobre los bonos a diez años emitidos por Grecia aumenta su diferencial con el bono
alemán de referencia; la Comisión Europea llama la atención al Gobierno griego por la
potencial repercusión de estos hechos en la eurozona, y el BCE insta al primer ministro
Papandréu a tomar medidas.

El gobierno de Papandréu presenta un programa de austeridad para reducir el déficit


público del 12,7 % del PIB hasta el 2 % en 2013. En febrero, la Comisión Europea aprueba
el plan de austeridad griego, pero le recomienda recortar los salarios, lo que genera una
jornada de huelga convocada por los sindicatos. El 14 de febrero de 2010, se hace público
que el banco Goldman Sachs promovió transacciones que permitieron al anterior Gobierno
griego ocultar miles de millones de euros en deuda a las autoridades europeas. En marzo,
el Gobierno griego aprueba nuevas medidas para ahorrar 4800 millones de euros,
mediante recortes en el gasto público y aumento de impuestos, y se producen huelgas en
el sector público. El 25 de marzo, los jefes de Estado y de Gobierno de
la eurozona acuerdan el mecanismo para proceder, si fuera necesario, al rescate de
Grecia.

En abril de 2010, sumándose a las noticias adversas sobre el déficit y deuda registrados
durante 2008 y 2009, los datos de las cuentas nacionales revelaron que la economía
griega también había sido sacudida por tres recesiones distintas, que conllevó a
perspectivas para una nueva subida de la relación entre deuda y PIB del 109 % en 2008 al
146 % en 2010. Las agencias de calificación crediticia respondieron rebajando la deuda
del Gobierno griego a la calificación de bono basura, ya que hallaron indicadores de un
riesgo creciente de incumplimiento de las deudas del Gobierno. El rendimiento del bono
del Gobierno respondió con un aumento a áreas insostenibles, haciendo inaccesible al
mercado de préstamos de capital privado como una fuente de financiamiento para Grecia.
PRIMER PROGRAMA DE RESCATE
El 2 de mayo de 2010, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo
Monetario Internacional, más tarde apodados como la Troika, respondieron a la crisis con
el lanzamiento de un préstamo de rescate de 110 000 millones de euros para sacar a
Grecia del default soberano y cubrir sus necesidades financieras a lo largo de mayo de
2010 hasta junio de 2013, supeditada a la ejecución de medidas de austeridad, reformas
estructurales y la privatización de activos del Gobierno.
SEGUNDO PROGRAMA DE RESCATE
Grecia recibiera un segundo rescate valorado en 130 000 millones de euros —incluyendo
un paquete de recapitalización de los bancos por valor de 48 000 millones de euros—,
mientras que a todos los acreedores privados que tenían bonos del Gobierno griego se les
solicitó que firmaran un acuerdo de aceptación de vencimientos largos, menores tasas de
interés y una pérdida de valor nominal de 53,5 %. El segundo programa de rescate fue
aprobado por el Eurogrupo el 21 de julio de 2011 pero con dificultades para concretarse,
por ello fue finalmente ratificado por todas las partes en febrero de 2012, y
consecuentemente extendió el primer programa, lo que significó el desembolso de un total
de 240 000 millones de euros
La cuarta revisión del programa de rescate reveló una leve mejoría en la economía griega.
Debido a un superávit primario de las cuentas del Gobierno tanto en 2013 y 2014
conjuntamente con una disminución de la tasa de desempleo y el retorno de un
crecimiento económico positivo en 2014, por lo cual fue posible que el Gobierno griego
recuperara el acceso al mercado de crédito privado por primera vez desde el estallido de la
crisis de la deuda y pudiera realizar una venta de bonos a acreedores privados para
financiar la totalidad del déficit para el 2014.
GOBIERNO DE SYRIZA
El aumento de la incertidumbre política por lo que sucedería después de la elección
desencadenó que la Troika suspendiera toda la ayuda restante programada a Grecia bajo
su esquema actual, hasta el momento en que el Gobierno griego hubiera aceptado las
condiciones de pago condicional previamente negociadas o, alternativamente, se llegara a
un acuerdo mutuamente aceptado con la actualización de algunos términos con sus
acreedores públicos. Esta coyuntura provocó una renovada y cada vez más creciente
crisis de liquidez, tanto para el Gobierno griego como para el sistema financiero griego,
dando lugar a la caída de precios de las acciones en la Bolsa de Atenas, mientras que las
tasas de interés para el Gobierno griego en el mercado de préstamos privado se disparó,
por lo que una vez más este se hizo inaccesible como fuente de financiación alternativa.

El Eurogrupo, aceptó las condiciones de pago vinculados a que el último tramo del rescate
seria renegociado con el nuevo Gobierno griego antes de finales de abril.

TERCER RESCATE
Luego del referéndum, el Gobierno griego solicitó el tercer rescate al Mecanismo Europeo
de Estabilidad y presentó una propuesta de reformas tributarias y ajustes al gasto
gubernamental, que fue aprobado el 11 de julio de 2015 en el Parlamento Helénico. El 13
de julio, los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro acordaron la puesta en marcha
de la negociación del tercer rescate, recurriendo a la amenaza de una salida de Grecia del
euro e imponiendo condiciones de recortes y reformas mucho más exigentes que las
rechazadas en la consulta del 5 de julio. El primer paquete de reformas fue aprobado el 15
de julio en el parlamento griego, con el respaldo de la oposición y el voto en contra de
varios diputados disidentes de SYRIZA, en medio de protestas en Atenas convocadas por
los sindicatos.
El 16 de julio de 2015, el Eurogrupo da su visto bueno a la negociación del tercer rescate a
Grecia, un día después los países de la UE aprueban una financiación de urgencia de
7160 millones a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera y el primer
ministro Tsipras hace cambios en su gabinete, destituyendo a los ministros y viceministros
que votaron contra el rescate. El 22 de julio, el parlamento griego aprueba el segundo
paquete de reformas, en cumplimiento de las condiciones que permitieron que el 28 de
julio se iniciara la negociación del tercer rescate entre Grecia y sus acreedores.
El 14 de agosto, en una reunión del Eurogrupo fue autorizado el tercer rescate de Grecia,
lo que supone un nuevo programa de asistencia financiera de hasta 86 000 millones de
euros y tres años de duración, para evitar la quiebra del país y la salida del euro

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