UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL CARMEN

DES CIENCIAS DE LA SALUD

CAMMPUS III

ALUMNA: Bélgica Gabriela Uc Velueta

DOCENTE: Juan Pablo Sánchez Domínguez
MATERIA: Clínica Diferencial: Perversión.
“ANALISIS DE LECTURA”
LIC. PSICOLOGIA CLINICA
La perversión desde tiempo atrás, se ha tornado a un modo o forma de ser muy remota, por
lo cual, se ha ido desarrollando de diferentes maneras dependiendo del marco de referencia.
Desde escuchar constantemente a personas decir “que perverso eres” como si fuera parte de
lo cotidiano. Sin embargo, suele demostrarse de diferentes maneras la capacidad perversa en
una persona a través de múltiples acciones, modos de goce, y de su deseo. Sin embargo, el
hecho es que todos los sujetos son perversos, a esto se explica que poseemos rasgos
propiamente perversos, así como los hay en cada una de las demás estructuras.
Nos vemos envueltos en todo lo que nos acontece día a día, y en todos los medios que
empleamos para nuestra construcción, pero, el trabajo es arduo para darle cabida en un sujeto
a la estructura perversa; para ello es importante definir en dos importantes tiempos lo que
nos llevara a la cura, por lo tanto, es necesario tener como primer punto, el cual es el más
crucial “la entrevista preliminar” desde este momento, es necesario que se haga la
transferencia necesaria entre el sujeto-analista, en esta se obtendrá todo aquello que sirva
para llegar a un “diagnóstico preliminar”; pareciera que es cuestión de unas cuantas sesiones,
pero, el tiempo no cumple ninguna función en este punto ya que lo importante es tener un
análisis preciso del sujeto en cuanto a la estructura; para este punto es necesario actuar con
cautela utilizando los términos precisos, ya que si no es así, cualquier acto que se haga, puede
surgir o propiciar los indicios de una estructura.
En el libro de Estructura y perversiones, nos dice “el comportamiento social del perverso
parecería depender igualmente de su nivel actual; su grado de adaptación social variaría en
función de su carácter” a esto, consideramos un punto crucial muy importante, la
construcción social del sujeto propia, combinándolo con la construcción de el mismo,
entonces, los impulsos deseosos tornarán en medida de la demanda de la pulsión para llegar
al goce.
Como todo sujeto en el que la pulsión tiene como premisa una vía regia en el objeto para
llegar a la meta, el recorrido pulsional demanda un proceso que sobrepase los límites
impuestos por lo moral, y prejuicios que han sido estandarizados; podemos hablar de rasgos
perversos que pueden ir desde el sadismo, masoquismo, fetichismo, exhibicionismo,
homosexualidad, pedofilia, gerontofilia, zoofilia y autoerotismo; es claro que se difieren una
con otras, pero, todas son demandadas bajo los influjos carnales de la pulsión que en varios
casos la meta “natural” no está en primeria instancia (procreación).
Freud nos menciona “la perversión es renegar de la diferencia sexual: todas las mujeres tienen
el falo.” Para esto, mantenía esta premisa desde el orden perceptivo, la idea que el niño hacía
la construcción del falo ausente. Lacan hizo un recorrido más extenso de esta construcción
que se va forjando en medida del faltante: “no se trata de lo real, sino del falo imaginario y
simbólico”
Todo este recorrido pulsional que hace el infante, para que en mayor medida reconocer su
falta y así tener un Edipo positivo, aspectos como: el reconocimiento de la falta, la angustia,
castración, posicionamiento del falo imaginario; por lo tanto, en un determinado punto del
recorrido pulsional que se hace en el complejo de Edipo, tornamos una construcción más
idealizada “postula el fetiche como sustituto del falo faltante de la madre. Allí donde falta en
ella el falo simbólico, el sujeto sitúa un fetiche como falo imaginario” siendo así, la
connotación cambia con un instintivo propio de la perversión, esto en respuesta de la angustia
que se desencadena por la demanda del deseo de la madre.