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Jainismo

El jainismo es una doctrina originada en la India, que surge en


el siglo VI a. C. por Majavira.
Esta doctrina pregona una vía salvadora filosófica no centrada en el culto de ningún
dios. Su práctica es la de realizar esfuerzos para encaminar al alma-conciencia hacia un
estado divino y de liberación (moksa). Aquel ser que vence a sus enemigos interiores y
alcanza el estado superior pasa a ser denominado ‘vencedor’ o ‘conquistador’ (yina). El
estado más elevado se conoce como siddha.
El jainismo es conocido en los textos antiguos también como śramaṇa dharma (deber
del que confía en sí mismo) o el camino de los nirgranthas (aquellos sin apegos ni
aversiones).
Se trata de una religión nastika (no teísta), que no reconoce la autoridad de los textos
sagrados hinduistas ni de los sacerdotes brahmanes.
En la actualidad, el jainismo está presente en Bengala (este de la
India), Rayastán, Majarastra y Guyarat (centro occidental de la India) y Karnataka (sur
de la India), además de algunas comunidades en el extranjero.
La doctrina jainista enseña que el jainismo ha existido siempre y siempre existirá,456
pese a ello los historiadores datan la fundación y organización de la forma actual del
jainismo en algún momento entre los siglos IX y VI a. C., por el reformador religioso
indio Parsuá.78
Se ha hipotetizado que ―como muchas tradiciones hinduistas―, el jainismo podría
tener su origen en la cultura del valle del río Indo, siendo una muestra de la
espiritualidad nativa de esa zona anterior a la llegada a la India de la migración
indoaria.91011Otros estudiosos sugieren que las tradiciones shramana eran
contemporáneas y distintas a las prácticas religiosas de la religión védica.12
Actualmente, el jainismo es una religión minoritaria pero influyente con unos 4,2
millones de seguidores en la India,13 además de una exitosa y creciente comunidad
emigrada a América del Norte, Europa Occidental, el Oriente de Asia, Australia y otros
lugares.14
Los jainistas han influido y contribuido de manera significativa en las
esferas éticas, políticas y económicas de la India. Además los jainas tienen una larga
tradición ilustrada y son la comunidad religiosa con mayor grado de alfabetización de la
India1516 y sus bibliotecas son las más antiguas del país.
Originario del subcontinente indio, el jainismo (o más apropiadamente el dharma jaina),
fue fundado por el indio Majavira (549-477 a. C., aunque varía según las fuentes).
No se conoce mucho acerca del origen del jainismo, aunque según sus seguidores es una
de las religiones más antiguas del mundo, de orígenes prehistóricos anteriores
al 3000 a. C., lo que contradice los registros arqueológicos.
En el Matsia-purana (24.47) ―del siglo III d. C.― aparece una mención al yina-
dharma, la ‘religión de los yainas’. Sostiene que la no violencia es el principio
supremo (ájimsa paramo-dharma) y ha insistido en su observancia en pensamiento,
palabra y acción a nivel individual y social. El texto sagrado Tatua-artha-sutra lo resume
con la frase «paras-para-upagrajo-yivanam» (‘unos a otros se sustentan las vidas’).
En el siglo V puede hablarse ya de una escisión consumada entre las dos principales
corrientes a partir del Concilio de Vallabhi, evento histórico en el que solo tomaron
parte svetambaras.18
Doctrina[editar]
Los jainas tienen una cosmología y creencias elaboradas, atestadas de nombres,
categorías, clases, jerarquías, grados, órdenes, entre otros.
Transteísmo: ellos creen que el mundo es eterno y carece de principio. No existe una
divinidad personal, y todas las posibles divinidades ―las almas de los
perfectos arjat (‘adorables’, divinidades humanas) por ejemplo― no son emanación ni
manifestación de ninguna divinidad apofática ni de ninguna Unidad (el Todo o
Absoluto), conceptos y realidades que son igualmente negadas y rechazadas en el
jainismo junto con la de un dios creador.
Ateísmo: El universo no ha sido creado por ningún Dios o ser supremo, es el resultado
inexorable de las leyes de la naturaleza autoimpuesta. No hay ningún creador (kartā) del
universo, legislador, gobernador o agente externo sobrenatural. Aunque se hace mención
a ciertos seres (devas), en general los jainas son indiferentes a estos seres, la creencia en
estas entidades no es necesaria: aparecen en la cosmología jaina solo para hacer
referencia a la rueda de las reencarnaciones de los seres vivos.
Pananimismo: Para el jainismo el universo es una totalidad viviente; todo ser posee un
alma, más o menos compleja, diáfana o pesada. Desde la tierra o el viento, a los insectos
o los mamíferos, todos los seres reflejan el universo y son dignos de respeto. Una
concepción del mundo muy próxima al Panteísmo.
En coherencia con lo anterior, los jainas practican la no violencia, el ayuno y la
mortificación del propio cuerpo. A través de estas actividades esperan destruir
la kármica y evitar posteriores reencarnaciones.
El jainismo presenta una perspectiva igualitaria de todos los seres, sin importar las
diferencias en las forma física: humanos, animales, y organismos vivientes
microscópicos. Los humanos son los únicos poseedores de los seis sentidos: vista, oído,
gusto, olfato, tacto y pensamiento; por lo tanto de los humanos se espera que actúen con
responsabilidad hacia toda la vida siendo compasivos, sin egoísmo, sin miedo,
racionales y misericordiosos.
Desde el punto de vista epistemológico, el jainismo es relativista, defiende que el
conocimiento del mundo solo puede ser aproximado y que, con el tiempo, incluso su
propia religión acabará por desaparecer. Este principio ha sido aplicado por sabios y
pensadores jainas y se conoce como anekantavada.
La comunidad jaina distingue entre monjes y seglares. Los monjes se someten a una
disciplina ascética superior a la de los laicos, aunque no ejercen el monopolio de la
religión. Viven en un yina-sadman (monasterio jaina). Un yina-rishí (asceta jaina) toma
cuatro votos:
la no violencia
la sinceridad
la rectitud
la renuncia a las cosas y a las personas.
Los Siete fundamentos (Metafísica)[editar]
Según los jainas, las almas (atman o jiva) son intrínsecamente puras y poseen las
cualidades del conocimiento infinito, la percepción infinita, felicidad infinita y energía
infinita. En la experiencia contemporánea, sin embargo, estas cualidades se encuentran
latentes pero obstruidas, debido a la asociación del alma con una sustancia que se llama
karma a través de una eternidad de tiempo sin principio. Esta esclavitud del alma se
explica en los textos jaina por analogía con el oro, que siempre se encuentra mezclado
con impurezas en su estado natural. Del mismo modo, el estado ideal puro del alma
siempre se ha sobrepuesto con las impurezas del karma. A través de los siglos, los
monjes jainas han desarrollado un corpus amplio y sofisticado de la literatura que
describe la naturaleza del alma, diversos aspectos del funcionamiento del karma, y los
medios para alcanzar la liberación final.
La doctrina jaina se basa en siete o nueve fundamentos que se conocen como tattva, que
constituye un intento de explicar la naturaleza de la condición humana y para ofrecer
soluciones a la misma:
yiva: es la esencia de las entidades vivientes (el alma) es una sustancia diferente del
cuerpo que la alberga. Sus atributos fundamentales son la conciencia, el conocimiento y
la percepción.
ajiva: son las entidades no vivas, que consisten en la materia, el espacio y el tiempo.
asrava: La interacción entre jīva y ajiva causa el influjo de un karma (una forma
particular de ajiva) en el alma, al que esta se adhiere.
bandha: La esclavitud al karma de la yiva que restringe tener su verdadero potencial del
conocimiento perfecto y la percepción.
samvara: A través de la conducta correcta, es posible detener la afluencia de karma
adicional
niryara: mediante la realización de la ascesis (tapas) y la meditación (bhavana), es
posible destruir el karma existente
moksha: El yiva que ha retirado su karma se dice que es liberada y que tiene su calidad
intrínseca y pura de conocimiento perfecto en su forma verdadera.
Algunos autores agregan dos categorías adicionales: los actos meritorios y demeritorios
relacionados con el karma. Estos se llaman punia (‘mérito’) y papa (‘pecado’)
respectivamente. El conocimiento de estos fundamentos es esencial para la liberación de
la jiva. La jiva se convierte en un ser inmortal y perfecto, liberado de las miserias
del samsara (la reencarnación).
Deidades[editar]
Artículo principal: Tirthankara
Los tirthankaras (deidades omnipotentes y que han alcanzado el Kevala
Jnana omnisciencia) se destacan de los 24 yinas (‘victoriosos’) principales que vivieron
en cada uno de los seis ava-sarpinis (períodos descendentes de larga duración), que
están divididos en seis etapas: bueno-bueno, bueno, bueno-malo, malo-bueno, malo,
malo-malo. Los avasarpinís alternan con los ut-sarpinis, largos períodos ascendentes,
cuyas etapas comienzan por malo-malo y terminan con bueno-bueno.
El último tirthankara que estuvo en la Tierra (en este último avasarpiní) fue Majavira, el
fundador del jainismo. Se cree que vivió en Bijar (India) poco tiempo antes de la época
de Buda (siglo IV a. C.).
Algunos historiadores[cita requerida] creen que las menciones al jaina-dharma que
aparecen en los Puranas (que fueron compuestos en los primeros siglos de la era
común), demuestran que los Puranas no son tan antiguos como pretenden
los hinduistas (que dicen que provienen del III milenio a. C.).
Cosmología jaina[editar]
La cosmología jaina postula que el universo no fue creado por ningún Dios o ser
supremo, ni nunca dejará de existir (creación y destrucción infinitos, universos sobre
universos). Es independiente y autosuficiente, y no requiere ningún poder superior para
gobernarlo. Los primeros jainas contemplan la naturaleza de la tierra y el universo y se
desarrollaron hipótesis detalladas sobre diversos aspectos de la astronomía y la
cosmología. Según los textos jaina, el universo se divide en tres partes, los mundos
superiores, medios e inferiores, denominados respectivamente urdhwa-loka, madhia-
loka y adho-loka. El universo se compone de seis partes: la yiva (la entidad
viviente); pudgala (la materia); dharma tattva (la sustancia responsable de la
circulación), adharma tattva (la sustancia responsable del descanso), akash (el espacio
como sustancia), y kala (el tiempo). El tiempo es sin principio y eterno, la rueda
cósmica del tiempo (kala chakra) gira sin cesar. Se divide en dos mitades, llamadas
utsarpini y avasarpini. Utsarpini es un período de prosperidad progresiva, donde los
aumentos de felicidad, mientras que avsarpiṇī es un período de aumento de la tristeza y
la inmoralidad.
El jainismo "ve animales y la vida misma en una luz completamente diferente, lo que
refleja un análisis científico de Asia indígena que da una definición diferente del alma,
la persona humana, la estructura del cosmos, y la ética". Existen cuatro destinos para las
yivas al reencarnar, que a su vez se dividen estados o jerarquías superiores e inferiores:
seres avanzados (devas), humanos, animales y seres infernales (que nacen en el
inframundo).
Atomismo jaina[editar]
La hipótesis india sobre el atomismo más elaborada se conserva en las doctrinas de la
religión jaina, que se remonta a por lo menos el siglo VI a. C. Algunos de los textos
jainas que se refieren a la materia y los átomos son el Pañcha-astikaia-sara, el Kalpa-
sutra, el Tattwa-artha-sutra y el Pannavana-sutta. Los jainas contemplan el mundo como
un conjunto completo de los átomos, a excepción de las almas.
Los paramāṇus (‘átomos’ o más bien ‘moléculas’) fueron considerados como los
elementos básicos de toda la materia. Su concepto de átomo era muy similar al
atomismo clásico, que difieren principalmente en las propiedades específicas de los
átomos. De acuerdo con las doctrinas jainas, cada átomo tiene un tipo de gusto, un olor,
un color, y dos tipos de toque (aunque no está claro qué se entiende por "tipo de
contacto").
La materia puede existir en uno de dos estados:
átomos sutiles (paramanu), que pueden encajar en espacios pequeños, y
átomos (anu), que tienen extensión y ocupan un espacio finito.
Tres doctrinas jainas de la relatividad[editar]
Syādvāda: doctrina de la predicación condicionada y;
Nayavāda: teoría de puntos de vista parciales.
Anekāntavāda es una de las tres doctrinas jainas de la relatividad utilizadas para la
lógica y el razonamiento.
Estos conceptos filosóficos jainas hicieron importantes contribuciones a la antigua
filosofía india, especialmente en las áreas del escepticismo y la relatividad.
Syādvāda[editar]
Syādvāda es la teoría de la predicación condicionada, que proporciona una expresión a
anekānta recomendando que el epíteto Syād preceda toda frase o expresión. Syādvāda
no es solo una extensión del anekānta ontología, sino un sistema independiente de
lógica capaz de mantenerse por sí mismo. La raíz etimológica en sánscrito para el
término syād es "tal vez" o "puede", pero en el contexto de syādvāda, significa "de
alguna manera" o "desde un punto de vista". Puesto que la realidad es compleja,
ninguna proposición puede de manera individual expresar la naturaleza de la realidad de
manera completa. Así el término "syāt" debería preceder cada proposición, dándole un
punto de vista condicional y eliminando por tanto cualquier dogmatismo en la
afirmación. Puesto que afirma que cada enunciado es expresado de siete maneras
condicionales o relativas distintas, syādvāda es conocido como saptibhaṅgīnāya o la
teoría de las siete predicaciones condicionadas. Estas siete propuestas, también
conocidas como saptibhaṅgī, son:
syād-asti: ‘de alguna manera, existe.
syād-nāsti: ‘de alguna manera, no existe.
syād-asti-nāsti: ‘de alguna manera, existe y no existe.
syād-avaktavyaḥ: ‘de alguna manera, no es descriptible.
syād-asti-avaktavyaḥ: ‘de alguna manera, existe y no es descriptible
syād-nāsti-avaktavyaḥ: ‘de alguna manera, no existe y no es descriptible
syād-asti-nāsti-avaktavyaḥ: ‘de alguna manera, existe, no existe y no es descriptible
Cada una de estos siete enunciados examina la complejidad y la naturaleza multifacética
de la realidad desde un punto de vista relativo de tiempo, espacio, substancia y modo.
Ignorar la complejidad de la realidad es cometer la falacia del dogmatismo.
Nayavāda[editar]
El naiavada es la teoría de los puntos de vista parciales. Nayavāda se compone de dos
palabras en sánscrito: naya (‘punto de vista parcial’) y vāda (‘opinión’). Se utiliza para
llegar a una cierta inferencia desde un punto de vista. Un objeto tiene infinitos aspectos
en él, pero en la práctica cuando se describe un objeto, se habla solo de los aspectos
relevantes y se ignoran los irrelevantes. Esto no niega el resto de sus atributos,
cualidades, modos y otros aspectos: simplemente son irrelevantes desde una perspectiva
particular. Autores como Natubhai Shah explican nayavāda de la siguiente manera:
cuando hablamos de un automóvil azul estamos simplemente considerando el color del
automóvil. Sin embargo, nuestra afirmación no implica que el automóvil esté
desprovisto de otros atributos como marca, modelo, motor, velocidad, precio y
similares. Este punto de vista particular se llama naya o punto de vista parcial. Como
tipo de filosofía crítica que es, nayavāda sostiene que todas las controversias filosóficas
surgen de la confusión de puntos de vista, y que los puntos de vista que adoptamos son,
aunque puede que no nos demos cuenta, "el resultado de los propósitos que
perseguimos". Mientras nosotros trabajamos con las limitaciones del lenguaje y vemos
la naturaleza compleja de la realidad, Majavira utilizó el lenguaje de nayas. Nayas,
siendo una expresión parcial de verdad, nos permite comprender la realidad por partes.
Anekantavada[editar]
Artículo principal: Anekantavada
La doctrina anekantavada es una de las ideas fundamentales del jainismo. Hace
referencia a los principios del pluralismo y la variedad de puntos de vista, la noción de
que la verdad y la realidad son percibidos de manera distinta desde puntos de vista
diversos y no existe un único punto de vista con la verdad absoluta.
anekāntavāda, en el sistema AITS (alfabeto internacional para la transliteración del
sánscrito).
अननेककान्तवकाद, en escritura devanagari del sánscrito. Pronunciación: /anekánta váda/.

Etimología: escepticismo, ‘creencia en que no hay un solo fin’, siendo an: partícula
negativa; eka: ‘uno’; anta: ‘final, objetivo’; y vāda: ‘discurso (doctrina)’.

Imagen de la parábola de los ciegos y el elefante, muy empleada para explicar el


concepto de anekantavada
El anekantavada se opone a los intentos de proclamar la verdad absoluta con
adhgajanyāyah, lo que puede verse a través de la parábola de "los ciegos y el elefante".
En esta historia cada hombre palpó una parte del elefante (rodilla, oreja, barriga,
trompa, etc). Todos los hombres indicaban comprender y conocer la apariencia real del
elefante, pero sólo podían tener éxito de manera parcial debido a sus perspectivas
limitadas. Se puede llevar a cabo una aproximación más formal de este principio
observando que los objetos son infinitos en cuanto a sus cualidades y formas de
existencia, por lo que no pueden ser completamente comprendidos en todos sus aspectos
y manifestaciones por ser finita la percepción humana. De acuerdo con el jainismo, sólo
los kevalins (los seres omniscientes) pueden comprender los objetos en todos sus
aspectos y manifestaciones. El resto solo son capaces de adquirir un conocimiento
parcial. En consecuencia, ninguna visión del ser humano como individuo puede
proclamar poseer la verdad absoluta.
Los orígenes del anekāntavāda se remontan a las enseñanzas de Majavira (599-
527 a. C.), el fundador del jainismo. El indólogo alemán Hermann Jacobi cree que
Majavira empleó la dialéctica del anekāntavāda para refutar el agnosticismo de Sanyaia
Belathaputta. Dialécticamente, los conceptos de syādvāda (puntos de vista
condicionados) y nayavāda (puntos de vista parciales) provienen de anekāntavāda,
otorgándole una estructura lógica y una expresión más detallada. En idioma sánscrito
an-eka-anta-vāda significa literalmente "doctrina de la no exclusividad"; y se traduce
como "escepticismo" o "no absolutismo". An-ekānta "incertidumbre, no exclusividad"
es lo opuesto a ekānta (eka+anta) "exclusividad, absolutidad, necesidad" (o también
"doctrina monoteista").
El anekāntavāda anima a sus fieles a considerar el punto de vista y las creencias de sus
rivales y oponentes. Los seguidores del anekāntavāda aplican este principio a la religión
y la filosofía, recordándose a sí mismos que cualquier religión o doctrina ―incluyendo
al jainismo― que se aferre dogmáticamente a sus principios, está cometiendo un error
basado en su punto de vista limitado.
Los catorce sueños propicios de la madre de Yina (página de un kalpa sutra o ‘libro de
rituales’ dispersado; ca. 1465).
Los yina-kalpa son las ordenanzas practicadas por los yinas (opuestas a aquellas de
los sthaviras). Consiste en cinco votos:
ajimsá (no violencia).
satiá (veracidad).
asteia (no robar),
brahmacharia (castidad) y
aparigraja (desapego de lo material).
El jainismo pone mucha atención en el aparigraja, el desapego de las cosas materiales a
través del control de uno mismo, la penitencia, la abstención del goce de los sentidos, la
limitación voluntaria de las necesidades y la disminución de la agresividad.
No violencia[editar]
El origen último de este principio está en el rechazo a los rituales que llevaban a cabo
los brahmanes y que solían implicar el sacrificio de animales. EL sacrificio del periodo
védico estaba asociado a mucha vivencia y los propios brahmanas habían comenzado a
transformar los sacrificios pero es en el periodo sramana cuando los renunciantes se
enfrentan radicalmente a los sacrificios. Para los ascetas, el sacrificio estaba en uno
mismo y se produjo una internalización del ritual que no incluía propiamente ritos y que
enfatizaba el principio de la no violencia de una forma muy amplia.19Al parecer, fue
Majavira quien planteó un sistema coherente con conceptos comunes a otros sistemas
sramánicos como el ciclo de renacimientos samsara o la liberación moksa integrados en
la idea de respeto por todos los seres vivos.20
La idea de no violencia o ahimsa es central en el jainismo y aunque se lleva al límite en
la vida de los ascetas condiciona desde los hábitos alimenticios de los laicos hasta los
sistemas de pensamiento y la filosofía jainista. Por ejemplo, tiene sus consecuencias
filosóficas en el anekantava o no absolutismo.21Igualmente el principio de ahimsa está
también detrás de la renuncia a lo material por cuanto al poseer podemos dañar a otros
seres. Desde sus orígenes, los jainas han dedicado tratados a calificar los tipos de
violencia, su origen y quien o que puede ser víctima de ella, realizando un estudio de
tipo psicológico muy temprano. Igualmente, aunque el concepto de ahimsa o no
violencia no solo debe plantearse de forma negativa, en el sentido de no matar, sino que
tiene una formulación positiva. Es decir, también debe entenderse como el deber de ser
compasivo o de cultivar la amistad.
La compasión por toda vida, ya sea humana o no humana, es central en el jainismo. La
vida humana se valora como una oportunidad única y rara para alcanzar la iluminación.
Matar a una persona, independientemente del crimen que haya cometido, es considerado
por el jainismo como algo extremadamente horrendo. En esta misma línea, el jainismo
requiere tanto de laicos como de monjes de todas sus sectas y corrientes la práctica del
vegetarianismo. En algunas regiones indias como el Rayastán o Karnataka la influencia
de los jainas ha sido tan fuerte que la mayoría de los hindúes de la zona se han
convertido también en vegetarianos.22
No obstante, a lo largo de la historia los jainistas han sido nobles, reyes o guerreros de
importancia.23Los filósofos jainas han llegado a integrar el principio de no violencia
con la guerra y el gobierno de los reinos. Esta aparente contradicción se ha solucionado
de varias maneras, por ejemplo plateando la necesidad de mantener a salvo el propio
jainismo o defendiendo la idea de que es posible ir a la guerra practicando la mínima
violencia necesaria.23Se puede afirmar por ello que ahimsa no equivale a pacifismo. El
sabio jainista Hemachandra, que vivió en el S XII junto al rey jainista Kumara Pala,
planteó un ideal de realeza jainista que no era en absoluto pacifista y entroncaba con las
numerosas referencias y metáforas militares que se encuentran en los Agamas jainistas.
Su planteamiento apela a que el deber o dharma de un rey implica violencia siempre y
cuando esta no se ejerza con un odio o fijación personal y esté dirigido a la protección
de los ascetas entregados al ahimsa.24
Vegetarianismo[editar]
Artículo principal: Vegetarianismo jaina
El vegetarianismo es un modo de vida para un jaina, teniendo su origen en el concepto
de yivá-daia (‘compasión hacia la vida') y el ajimsa ('no violencia'). La práctica del
vegetarianismo es vista como un instrumento para la práctica de la no violencia y la
coexistencia pacífica y cooperativa.
No todos los jainas son veganos. El uso de productos lácteos está permitido siempre que
sean obtenidos y preparados según las normas dictadas. Antes de ordeñar una vaca, se
debe permitir a los jóvenes terneros, si los hay, mamar hasta un tercio de la producción
esperada.25 Consumen solamente seres sin sentidos (sin sistema nervioso),
principalmente del reino vegetal. Si bien la dieta jaina implica el aniquilamiento de
cosas sin mente como son las plantas, esto se ve como la forma de sobrevivir que causa
el mínimo de violencia hacia los seres vivos. Algunas formas de los vegetales, como las
frutas, son mejor vistas por el jainismo por comportar simplemente la extracción de una
parte de la planta y no su destrucción total como ocurre si se comen raíces o brotes.
Meditación
La meditación jaina pretende llevar el alma a un estado de completa libertad de las
ataduras.26
Los textos jainas ofrecen una guía detallada sobre técnicas de meditación para alcanzar
un conocimiento y conciencia plenos. Las técnicas de meditación jaina están diseñadas
para ayudar al que las practique a permanecer apartado de los apegos y los odios y así
conseguir una liberación de las ataduras del karma mediante la percepción correcta, el
conocimiento correcto y la conducta correcta.27Estos tres puntos se conocen
como ratna-traia (‘las tres gemas’ del jainismo), y son imprescindibles para lograr que el
alma se eleve.28
Karma
El concepto de karma en el jainismo trasmite un significado totalmente diferente al que
suele entenderse en la religión hinduista y en la civilización occidental.29No se trata de
una fuerza inaccesible que controla el destino de los seres vivos de forma inexplicable.
No se refiere simplemente a ‘acto’, ‘trabajo’ ni tampoco una fuerza mística
invisible (adrista) sino más bien un material delicado, imperceptible para los sentidos
que interactúa con el alma con una calidad e intensidad proporcional a las acciones,
pensamientos realizados y las palabras dichas que se hayan guiado por aversiones y
apegos causando nuevas ataduras.
El karma en el jainismo es algo material (karma-paudgalam) que produce ciertas
condiciones como una medicina tiene múltiples efectos.30Los efectos del karma que se
contemplan en el jainismo son más un conjunto de leyes físicas que de leyes morales. Es
uno de los puntos de vista que difieren del Budismo que considera la teoría del Karma
como acto volitivo, y no como partículas sub-atómicas que se encuentra por todo el
Universo.
Los karmas se agrupan en «karmas dañinos», que obstruyen la verdadera naturaleza del
alma y «karmas no destructivos». A causa de que existen karmas dañinos, el alma está
encerrada en un cuerpo y deberá experimentar dolor y sufrimiento de maneras
diferentes. El jainismo realiza una extensa clasificación sobre los tipos de karma a partir
de estas dos categorías principales. Para los jainas, las personas que matan seres vivos
generan mal karma, y más aún cuando lo hacen por diversión y placer (hartā): tendrán
que reencarnar en lugares de tormento durante kalpas (eones), como animales o incluso
insectos.
La liturgia jaina explica la forma de contener la influencia del karma así como librarse
de los karmas acumulados.
Moksha
En el jainismo el moksha es lo mismo que el nirvana. 3132Cuando una persona alcanza
el moksha se libera del ciclo de nacimientos y muertes (samsara) consiguiendo su
máxima pureza. Entonces se convierte en siddha, literalmente ‘aquel que ha conseguido
su objetivo último’.
Comunidad jaina
Los miembros de la comunidad jaina se dividen en cuatro grupos. Monjes (muni),
monjas (aryika), hombres jainas laicos (Śrāvaka) y mujeres laicas sravika. Este orden se
conoce como sangha.
Monacato jaina[editar]

Acharya Vidyasagar, monje dig-ambara (‘vestido con las direcciones’ [norte, sur, este y
oeste], desnudo).
En el jainismo suele emplearse el término yain muni (en sánscrito: जजैन मनम न) o muni para
referirse tanto a los monjes como a las monjas.33Se les suele llamar sadhus y sadhuís,
respectivamente en la tradición de la secta svetambara.
Las dos corrientes principales dentro del jainismo (Digambara y Svetambara) muestran
ciertas difirencias en los hábitos monacales. Los monjes Digambara no visten ropas en
absoluto como forma de practicar el rechazo a los apegos. Los monjes y monjas
Svetambara llevan ropas blancas pues consideran que deben llevarse ropas sencillas y
anchas mientras no desarrollen un apego por ellas. Los monjes y monjas jainas viajan a
pie y rechazan incluso el transporte sanitario.
Como se prescribe en textos antiguos como el Acharanga, las condiciones del monacato
son bastante estrictas y surgen de las enseñanazas de Majavira. Los cinco majá-
vratas son los cinco votos principales que deben observar los monjes jainas
No violencia (ahimsa).
Verdad (satiá).
No robar (asteia).
Castidad (brahmacharia).
No posesión, o desapego (aparigraja).
Para los jainas laicos que pueden casarse y poseer propiedades existe un equivalente de
cinco votos llamados anu-vratas (pequeñas promesas). El monacato entre los jainas
lleva aprejada una vida mendicante y nómada que solo se detiene por razones como: la
edad, una enfermedad o algún interés erudito.34 Ocasionalmente se ha empleado el
término yati para referirse a los monjes en general y también a aquellos que adoptaban
una vida sedentaria.
Arte jaina[editar]
El jainismo ha contribuido notablemente al arte de India y a la arquitectura de India.
Normalmente se centra en mostrar a los tirthankara u otras figuras importantes o
eventos relevantes de la tradición jaina.Yakshas y yakshinis, espíritus protectores,
suelen aparecer con ellos.35 Las muestras más tempranas de imaginería se encuentran
en el museo de Patna y datan del siglo III antes de Cristo35. Algunas imágenes de
bronce de Parsuá que se encuentran Bombai y en este mismo museo datan también del
siglo II antes de Cristo36.
Los Ayagapata son unas tablas votivas empleadas por el jainismo para la adoración y la
donación presentan imágenes y símbolos. Estas piezas de piedra han sido encontradas
en lugares como Kankali Tila cerca de Mathura en Uttar Pradesh, India. La práctica de
donar estas tablas está documentada desde el siglo III antes de Cristo.383940.
Otro elemento recurrente es el Samavasarana, lugar de predicación de los tirthankaras,
que presenta varios círculos alrededor de la figura predicando41.
Ejemplos de la arquitectura son los templos o estructuras como la torre de la Fama en
Rajasthan.42 También existen manuscritos decorados que se conservan en bibliotecas
jainas y contienen diagramas que explican la cosmología jainista.43 La mayoría de las
pinturas muestran eventos históricos o relevantes para el jainismo. Cada uno de los
tirthankaras aparece asociado a unos elementos distintivos44. Por
ejemplo Rishabha aparece en la posición del loto o de pie y junto a su símbolo, el toro45
.
Templos
Artículo principal: Templo jaina
El templo es la institución jaina de mayor importancia y los laicos han dedicado sus
riquezas a su mantenimiento y construcción. Los fieles no permiten que los templos
tengan estatuas mutiladas ni daños de ningún tipo y son, por ello, considerados como
los más pulcros de la India. El templo suele contener un sitio de retiro para ascetas.
El templo más antiguo conocido se encuentra en Mathura (norte de la India), y puede
situarse entre los siglos II y I a. C.46Anteriormente los templos debieron ser retiros para
ascetas o simples cuevas.47 Existen también templos fuera de la India que reproducen la
arquitectura de los que sí se encuentran allí. Los templos jainas suelen
tener manastambhas (columnas) a la entrada. Algunas de las ramas del jainismo no
tienen templos como los taranapanthi que rechazan el culto a imágenes de
los tirthankaras
Simbología Jaina
Artículo principal: Simbología jaina
Textos y autores
Yina-shataka, un escrito de Yambu Kavi.
Yina-shata-panyiká, de Shamba Sadhu.
Yina-stuti
Yina-iagña-kalpa, de Asha Dhara.
Santos jainas
Artículo principal: Lista de santos jainas
Véase también
Hinduismo
Budismo
Puyá (adoración de deidades)
Veganismo
Sijismo

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