La Guerra Comercial

Percy Marquina
Director General CENTRUM PUCP

Resulta complicado pensar en el desarrollo de China sin pensar en Huawei, la empresa que
se ha vuelto un representante mundial en tecnología. La historia del crecimiento que sigue a
Huawei es parecida al ascenso de China como miembro fundamental en el comercio
mundial.

Sin embargo, los recientes eventos hacen un llamado a la reflexión sobre una posible crisis
reflejada en una guerra comercial entre China, quien viene cobrando más importancia en las
relaciones comerciales, y Estados Unidos, quien tiene ya una posición consolidada en el
comercio mundial que busca proteger de la amenaza que representa la tecnología 5G que
venía diseñando Huawei. La casa blanca ha convenido que el cese del comercio con la
industria tecnológica China como una decisión acertada para producir inestabilidad y un
paro al crecimiento imponente que ha experimentado su contraparte. De hecho, los efectos
de corto plazo que esto pueda traer implican, para ambos países, consecuencias
económicas negativas y una contracción en el bienestar de los consumidores que han
venido gozando de los beneficios de la diversificación y del libre comercio internacional.

Desde el punto de vista del gobierno americano, esta estrategia comercial es una posición
que se permite afrontar en su ya consolidado asiento en el comercio mundial, siguiendo así
el plan que Donald Trump anunció hace 3 años cuando asumió el cargo presidencial.
El inmenso poder que ostenta Estados Unidos para someter a presión industrias de otros
países les permite poner en jaque a empresas e inclusive sacarlas del mercado.

Sin embargo, la industria tecnológica no obedece a las mismas reglas del comercio que
siguen a las otras industrias en las que Estados Unidos tiene poder. El aislamiento comercial
para Huawei y para China, a pesar de las consecuencias a corto plazo que pueden
experimentar, podrían producir un shock en la industria, pues es posible que el bloqueo se
extienda a otras empresas. No obstante, también significa una oportunidad para la empresa
y para China para convertir su industria tecnológica en una autosuficiente. Si tomamos en
consideración la introducción de la red 5G en el mercado, el futuro de la industria se ve
moldeado por quien domine el negocio de la telefonía móvil 5G.

Independiente del resultado, Estados Unidos ha jugado una carta que afectará a los
consumidores mundiales y que podría tener repercusiones severas en la estabilidad
financiera y laboral de ambas potencias comerciales.