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Generalidades

Según su traducción literal, el término patología hace referencia al estudio (logos) de


la enfermedad (pathos, sufrimiento). Se encarga del estudio de las causas de la
enfermedad y de los cambios asociados a nivel celular, tisular y orgánico, que son
responsables de los signos y síntomas que presentan los pacientes.

La etiología es el origen de la enfermedad, incluidas las causas de base y los factores


que la modifican. En este momento, resulta evidente que la mayor parte de las
enfermedades frecuentes, como la hipertensión, la diabetes o el cáncer, se deben a
una combinación de susceptibilidad genética hereditaria y diversos factores
desencadenantes ambientales.

La patogenia es el conjunto de pasos que ocurren durante el desarrollo de la


enfermedad. Describe cómo los factores etiológicos ponen en marcha una serie de
cambios celulares y moleculares que culminan en las alteraciones estructurales y
funcionales específicas características de la enfermedad.

VISION GENERAL DE LAS RESPUESTAS CELULARES AL ESTRÉS Y A LOS ESTÍMULOS


NOCIVOS

Las células tienden a mantener su medio intracelular dentro de una gama más bien
estrecha de parámetros fisiológicos; es decir, mantienen una homeostasis normal.

Cuando las células se encuentran con diversos tipos de estrés o de estímulos


patológicos, pueden sufrir un proceso de adaptación para alcanzar un nuevo estado de
equilibrio, de modo que se preserven su viabilidad y su función. Las principales
respuestas adaptativas son hipertrofia, hiperplasia, atrofia y metaplasia. Si se supera la
capacidad de adaptación o si el estrés externo es inherentemente nocivo, se produce
una lesión celular (fig. 1-1). Dentro de ciertos límites, la lesión es reversible, y las
células vuelven a su estado basal estable; sin embargo, un estrés intenso o persistente
da lugar a una lesión irreversible y a la muerte de las células afectadas.

Adaptaciones celulares al estrés

Las adaptaciones son cambios reversibles en el número, el tamaño, el fenotipo, la


actividad metabólica o las funciones de las células en respuesta a los cambios en su
entorno. Las adaptaciones fisiológicas suelen representar respuestas de las células a la
estimulación normal por hormonas o sustancias químicas endógenas (p. ej., aumento
de tamaño por inducción hormonal de la mama y del útero durante el embarazo). Las
adaptaciones patológicas son respuestas al estrés que permiten que las células puedan
modular su estructura y función para evitar, de este modo, la lesión. Tales
adaptaciones pueden adoptar diversas formas.
Hipertrofia

La hipertrofia es el aumento del tamaño de las células que provoca un incremento del
tamaño del órgano. Este concepto contrasta con la hiperplasia (descrita más adelante),
en la que se produce un aumento del número de células por proliferación de las
células diferenciadas y sustitución por las células madre del tejido. En otras palabras,
en la hipertrofia pura no aparecen células nuevas, sino que las células son más grandes
y contienen una mayor cantidad de proteínas estructurales y orgánulos. La hiperplasia
es una respuesta adaptativa de las células con capacidad de replicación, mientras que
la hipertrofia ocurre cuando las células tienen una capacidad de división limitada.

La hipertrofia puede ser fisiológica o patológica y se debe a un aumento de las


exigencias funcionales o a la estimulación por factores de crecimiento u hormonas.

El aumento de tamaño masivo fisiológico que experimenta el útero durante la


gestación es consecuencia de la hipertrofia y de la hiperplasia del músculo liso, que son
estimuladas por los estrógenos. Por el contrario, cuando las células musculares
estriadas del músculo esquelético o el corazón se ven sometidas a un aumento de la
demanda, solo pueden experimentar hipertrofia, porque las células musculares adultas
tienen una capacidad de dividirse limitada.

Un ejemplo de hipertrofia celular patológica sería el aumento de tamaño del corazón


asociado a hipertensión o a una valvulopatía aórtica.

Los mecanismos responsables de la hipertrofia cardíaca implican al menos dos tipos de


señales: estímulos mecánicos, como el estiramiento, y estímulos tróficos, que
típicamente se corresponden con mediadores solubles que estimulan el crecimiento
celular, como los factores de crecimiento y las hormonas adrenérgicas. Estos estímulos
ponen en marcha una serie de vías de transducción

Hiperplasia

La hiperplasia tiene lugar si la población celular es capaz de replicación.

La hiperplasia puede ser patológica o fisiológica. En ambos casos, la proliferación


celular se estimula mediante factores de crecimiento sintetizados por diversos tipos
celulares.

Los dos tipos de hiperplasia fisiológica son:


1) la hiperplasia hormonal, ejemplificada por la proliferación del epitelio
glandular de la mama femenina en la pubertad y durante el embarazo, y
2) la hiperplasia compensadora, es decir, la que se produce cuando una porción
del tejido es eliminada o está enferma.
Por ejemplo, cuando se realiza una resección parcial del hígado, la actividad mitótica
en las células restantes comienza ya a las 12 h, restableciendo a la larga el peso normal
del hígado.
los virus del papiloma causan verrugas cutáneas y lesiones en las mucosas compuestas
de masas de epitelio hiperplásico. En este caso, los factores de crecimiento pueden ser
codificados por los genes víricos o por los de las células del huésped infectadas.

La mayoría de las formas de hiperplasia patológica están causadas por una


estimulación excesiva de tipo hormonal o de factores de crecimiento. Por ejemplo,
después de un período menstrual normal hay un brote de proliferación epitelial
uterina que, habitualmente, se halla regulada de modo muy ajustado. Si se altera el
equilibrio entre el estrógeno y la progesterona, se produce una hiperplasia
endometrial, causa común de un sangrado menstrual anómalo.

la hiperplasia patológica constituye un suelo fértil en el que, a la larga, puede surgir la


proliferación cancerosa. Así, las pacientes con hiperplasia del endometrio tienen un
mayor riesgo de desarrollar cáncer endometrial, y ciertas infecciones por virus del
papiloma predisponen a la aparición de cánceres cervicales.

Atrofia

Se conoce como atrofia la reducción en el tamaño de la célula por la pérdida de


sustancia celular. Aunque las células atróficas pueden tener una función disminuida,
no están muertas.

Entre las causas de atrofia están una disminución de la carga de trabajo (p. ej.,
inmovilización de un miembro para permitir la curación de una fractura), la pérdida de
inervación, una disminución de la irrigación, una nutrición inadecuada, la pérdida de la
estimulación endocrina y el envejecimiento (atrofia senil). Aunque algunos de estos
estímulos son fisiológicos (p. ej., pérdida de la estimulación hormonal en la
menopausia) y otros patológicos (p. ej., desnervación), los cambios celulares
fundamentales son idénticos. Representan una retirada de la célula a un menor
tamaño en el que la supervivencia aún es posible; se logra un nuevo equilibrio entre el
tamaño celular y la disminución de la irrigación, la nutrición o la estimulación trófica.
La atrofia es el resultado de una disminución de la síntesis de proteínas y de un
aumento de la degradación de proteínas en las células.

En muchas situaciones, la atrofia se acompaña también de un aumento de la autofagia,


lo que da lugar a un incremento del número de vacuolas autofagicas.

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