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El concepto de prueba deriva del latín probe que puede traducirse como
buenamente, rectamente u honradamente, por lo que podríamos decir que prueba
es demostrar o comprobar la verdad de una proposición, cualquiera fuera su
naturaleza.
Así mismo, como enseña DEVIS ECHANDÍA, sin la prueba del derecho estaríamos
expuestos a su irreparable violación por los demás, y el Estado no podría ejercer su
función jurisdiccional para amparar la armonía social y secundariamente
restablecer el derecho conculcado; también relaciona lo presente con el viejo adagio:
“tanto vale no probar un derecho, cuanto no poder probarlo”.
Es así que luego de poder apreciar los diversos conceptos que la palabra “prueba”
puede originar, nos arribamos a conceptuar la prueba de oficio, otorgarle un
concepto que se aproxime, sabiendo que el derecho es una ciencia inagotable.
CAPITULO I
GENERALIDADES
1.1. CONCEPTO
Las pruebas de oficio son aquellas actuaciones realizadas por parte del juez,
quien al encontrarse ante un acopio de pruebas deficientes, y advertir además
que resulta necesario incorporar otros medios de prueba no ofrecidos por las
partes, pero que resultasen necesarias, fundamentales para la resolución de un
caso, ordenando su incorporación y actuación en el proceso. Hasta aquí, se ha
esbozado algunas ideas en torno a la prueba en general y a la prueba de
oficio, en particular, con lo cual, el tema de la prueba de oficio, no debe
entenderse como la implicancia en la búsqueda de la verdad a cualquier
medio, dado que el sistema adversarial es el medio adoptado, y el rol del juez
de dicho sistema es mantener el balance entre las partes en contienda sin
tomar él mismo parte en su disputa.
A la vez, El Código Procesal Penal nos da a conocer la aplicación de la prueba de
oficio en el proceso judicial penal peruano es así que menciona en el Art. 385,
Inc. 2: “El Juez penal, EXCEPCIONALMENTE, una vez culminada la realización
de las pruebas, podrá disponer, de oficio o a pedido de parte, la actuación de
nuevos medios probatorios, si en el curso del debaten resultasen
indispensables o manifiestamente útiles para esclarecer la verdad. El juez
cuidará de no reemplazar por este medio la actuación propia de las partes”.
La prueba de oficio, interviene en el proceso como especie de agente
coadyuvante, para que el Juez, en aras de la obtención de la verdad, pueda
ordenar su actuación, y tras ello, clarificar la decisión a adoptar.
1.2. CARACTERÍSTICAS
El reconocido Jurista y Director del centro de investigaciones y Editorial
de la Universidad San Martín de Porres ROBERTO KEIL ROJAS, establece
ciertas características que le ha otorgado la normatividad peruana a la prueba
de oficio en el proceso laboral, veamos las siguientes:
1.2.1. Inimpugnabilidad: Uno de los primeros excesos que ha puesto la norma
respecto de la prueba de oficio es el tema de que las partes no pueden
impugnar que el juez llame a la prueba de oficio.
En el derecho procesal existen dos sistemas que tratan el tema del impulso
procesal de la prueba: el sistema dispositivo y el inquisitivo, los cuales
pasamos a analizar:
Nótese que estos tres instrumentos para garantizar la neutralidad del juez
están referidos al manejo de la prueba en el sistema penal acusatorio.
Siguiendo esta perspectiva en todo sistema que se precie de acusatorio, el
Juez no se encuentra facultado para disponer pruebas de oficio, como la
actuación de pruebas que el Fiscal dentro de su teoría del caso no lo considere
necesario o las que se le pasen por alto a las partes, pues implicaría aún
mantener facultades acordes a un sistema inquisitivo. La clara distribución
de roles, básica característica del sistema acusatorio, ha hecho que en nuestro
nuevo proceso, se le haya privado al Juez del ejercicio de la gran mayoría de
facultades autónomas de investigación, reconocidas por el Código de
Procedimientos Penales. Es decir, de aquellas facultades que el órgano
jurisdiccional puede ejercer de oficio, cuando ninguna de las partes se lo
hubiese requerido e incluso aún, en contra de la voluntad de las mismas. La
realización de tareas investigadoras de corte inquisitivo, a cargo de un juez,
pone en crisis el principio de imparcialidad, porque quiebra la igualdad de
las partes, toda vez que el Juez desciende del estrado a desempeñar un papel
propio de las partes, ajeno por completo a su función de administrar justicia
con imparcialidad.
FUNDAMENTOS
PRIMERO. Que, conforme al artículo 430, numeral 6 del Código Procesal Penal,
corresponde a este Supremo Tribunal decidir si el auto concesorio del recurso de
casación está arreglado a derecho; y, por tanto, si procede conocer el fondo del
asunto.
SEGUNDO. Que, en el presente caso, (i) si bien se trata de una acusación y condena
por el delito de actos contra el pudor de menor agravado con circunstancias
agravantes, de suerte que se cumple con el principio rector de summa poena o
gravedad de la pena en su extremo mínimo –privación de libertad no menor de diez
ni mayor de doce años (artículo 176-A, numeral 3 y último párrafo del Código Penal,
según la Ley número 28704, de cinco de abril de dos mil seis)–, y (ii) se está ante una
sentencia definitiva que ocasiona un gravamen al impugnante (artículo 427,
apartados 1 y 2, del Código Procesal Penal), es de rigor establecer si se incumple lo
dispuesto en el artículo 428 del referido Código y si el recurso tiene efectivo
contenido casacional.
QUINTO. Que, ahora bien, la prueba de oficio, como tal y según el artículo 385,
numeral 2 del Código Procesal Penal, es discrecional para el órgano jurisdiccional,
por tanto, su no utilización no constituye infracción normativa alguna. Sobre la
omisión de actuación de un medio de prueba concreto, es de acotar que sólo será
casacionalmente relevante si éste se inadmite pese a su pertinencia y utilidad, o si
no se llega a ejecutar por una razón no legalmente justificada o por un motivo no
imputable a la parte que lo propuso. En estos casos, la infracción del principio de
aportación de parte es lo relevante, no la falta de actuación de la prueba de oficio.
DECISIÓN
S.S.
Vista; la causa número veintidós – dos mil dieciséis, y producida la votación con
arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:
Esta Sala Suprema mediante la Resolución de fecha quince de marzo de dos mil
dieciséis (folios 42 del cuadernillo de casación) ha declarado procedente el recurso
de casación por la causal de: infracción normativa del inciso 3 del artículo 122 y
artículo 194 del Código Procesal Civil y de las que garantizan el derecho al debido
proceso, sosteniendo que:
III. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- DE LA DEMANDA:
De los presentes actuados Víctor De Los Santos Flores Paz, (fojas 21) subsanada
(fojas 32) interpuso demanda de divorcio por la causal de separación de hecho,
dirigiéndola contra Maritza Carrillo Andrade, manifestando que contrajo
matrimonio civil ante el concejo distrital de Sullana – Piura, el treinta de junio de mil
novecientos ochenta y tres, siendo su último domicilio conyugal en la calle Los
Cipreses, manzana E, lote 14, asentamiento humano Tacalá, La Campiña, distrito de
chorrillos, procreando dos hijos en la actualidad mayores de edad.
Al inicio de su unión marital han convivido aparentemente en armonía, hasta que
después comenzaron las primeras fricciones internas, teniendo que soportar todo
tipo de atropellos, ya sea en forma verbal como por vías de hecho, por celos
enfermizos y carácter violento de su cónyuge, llegando a agredirla en varias
oportunidades, por evitar traumas a sus hijos y por el amor que profesaba a su
cónyuge tuvo que soportar creyendo que todo ese comportamiento era por las
necesidades que venían pasando, ya que era el único que asumía los gastos del hogar
con el bajo sueldo que percibía un técnico del ejército peruano, agravándose con el
nacimiento de sus hijos.
Es por eso, que buscaba ser cambiado de colocación a Provincia, para agenciarse
viáticos y solventar sus necesidades, hecho que no era comprendido por la
demandada, que además viene gozando puntualmente de una pensión de alimentos
que se descuenta de sus haberes mensuales por intermedio de la caja de pensiones
militar – policial a la fecha, así como utiliza sin restricciones todo los servicios de
salud y farmacia que brinda el Hospital Militar Central, como el bazar central del
ejército; pese a ello continuo siendo víctima de maltrato y agresiones verbales que
hicieron insoportable seguir haciendo vida en común, motivo por el cual optó por
retirarse del hogar. Señala además que está separado más de dos años que acredita
con la demanda de alimentos interpuesta ante el Cuarto Juzgado de Paz Letrado de
chorrillos, donde la demandante afirma la fecha de separación del hogar.
El texto del artículo 384 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, establece los fines esenciales del recurso de casación civil: velar por la
correcta aplicación del derecho objetivo al caso concreto y unificar la jurisprudencia
nacional. Ahora bien, velar por la correcta aplicación de la ley significa controlar que
en las decisiones judiciales se haya interpretado o aplicado correctamente la norma
jurídica.
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incluso después del divorcio
Finalmente, en cuanto a la aplicación del artículo 392-A del Código Procesal Civil, el
mismo no fue necesario que sea aplicado dado que el recurso de casación fue
declarado procedente por las causales propuestas por la emplazada.
IV. DECISIÓN:
S.S.
ROMERO DÍAZ
CABELLO MATAMALA
MIRANDA MOLINA
YAYA ZUMAETA
DE LA BARRA BARRERA