Вы находитесь на странице: 1из 166

Colección Monografı́as

92
Teorı́a de Conjuntos
Carlos Augusto Di Prisco

Teorı́a de Conjuntos

Universidad Central de Venezuela


Consejo de Desarrollo Cientı́fico y Humanı́stico
Caracas, 2008

c Carlos Augusto Di Prisco, 2008

c Consejo de Desarrollo Cientı́fico y Humanı́stico, 2008
Universidad Central de Venezuela

ISBN: 980-00-2364-X
Depósito Legal: 1f17520066204065

Cuidado de la Edición:
Yandra Araujo

Diagramación y Montaje:
Brı́gida Molina

Diseño de Carátula:
Elizabeth Cornejo

Impreso en Venezuela por Miguel Ángel Garcı́a e hijo.

Todas las obras publicadas por el CDCH son sometidas a arbitraje.

Di Prisco, Carlos Augusto


Teorı́a de Conjuntos / Carlos Augusto Di Prisco.–
Caracas: U.C.V., Consejo de Desarrollo Cientı́fico y Humanı́stico,
2008.– (Colección Monografı́as; 96)

ISBN: 980-00-2364-X
D.L. 1f17520066204065

1. Teorı́a de Conjuntos. I. Tı́tulo

515.42
I68
Contenido

Prefacio 11

Capı́tulo 1. Axiomas de la teorı́a de conjuntos 13


1. La teorı́a axiomática de Zermelo-Fraenkel 13
2. El lenguaje de la teorı́a de conjuntos 16

Capı́tulo 2. Matemáticas basadas en conjuntos 25


1. Números naturales 25
2. Propiedades de los números naturales 26
3. Operaciones artiméticas de números naturales 30
4. El orden de los números naturales 31
5. Números enteros 33
6. El orden de los números enteros 35
7. Números racionales 36
8. El orden de los números racionales 38
9. Números reales 39
10. Aritmética de números reales 40

Capı́tulo 3. Conjuntos equipotentes 43

Capı́tulo 4. Ordinales 49
1. Conjuntos bien ordenados. 49
2. Definición y Propiedades de los ordinales 56
3. Principio de inducción para ordinales 60
4. Aritmética de ordinales 63

9
Capı́tulo 5. La jerarquı́a acumulativa de conjuntos y el
axioma de regularidad 71
Capı́tulo 6. Cardinales 77
Capı́tulo 7. El axioma de elección 83
Capı́tulo 8. Aritmética de cardinales 93
1. Cofinalidad. Cardinales regulares 95
2. Exponenciación de cardinales. La hipótesis del
continuo 97
Capı́tulo 9. Cardinales inaccesibles 105
Capı́tulo 10. El teorema de Ramsey y la teorı́a de
particiones 109
Capı́tulo 11. Particiones de conjuntos no numerables 117
Capı́tulo 12. Conjuntos estacionarios 127
Capı́tulo 13. Filtros, ultrafiltros y cardinales medibles 135
Capı́tulo 14. El espacio de Baire y otros espacios
relacionados a la recta real 143
1. Topologı́a de la recta 143
2. El espacio de Baire 145
3. Conjuntos analı́ticos 151
Capı́tulo 15. Exponentes infinitos: conjuntos de Ramsey 153
1. Particiones de [N]ω y la propiedad de Ramsey 153
2. Los conjuntos analı́ticos son Ramsey 160
Bibliografı́a 167

10
Prefacio
El objetivo principal de este libro es presentar una intro-
ducción a un área de la teorı́a de conjuntos conocida como teorı́a
combinatoria de conjuntos. En particular se tratan temas de la
teorı́a de particiones que tienen su origen en el famoso teorema
de Ramsey. Estos temas van precedidos de un desarrollo de la
teorı́a axiomática de conjuntos.
El libro puede ser usado como apoyo para un curso des-
tinado a estudiantes avanzados de matemáticas. Aunque los
conocimientos previos necesarios para iniciar el estudio de este
tema son mı́nimos, es conveniente que el estudiante tenga ya
una base sólida de análisis matemático, de topologı́a y de álge-
bra, lo que garantiza la madurez matemática necesaria para
asimilar adecuadamente los conceptos básicos de la teorı́a de
conjuntos. Se necesitarán nociones de topologı́a en el capı́tulo
sobre el axioma de elección, en particular para demostrar la
equivalencia de este axioma con el teorema de Tychonoff, y en
los dos capı́tulos finales.
Hemos escogido presentar la teorı́a axiomática de conjun-
tos sin mucho formalismo. Luego de presentar los axiomas
de la teorı́a de Zermelo-Fraenkel, salvo tres que se dejan para
más adelante, cuando son necesarios, se pasa a mostrar que
esta teorı́a puede servir de fundamentación para el resto de
las matemáticas. Ası́, se definen los números naturales, los
números enteros, los números racionales y los números reales
como conjuntos, y se demuestran sus propiedades básicas. Los
capı́tulos que siguen están dedicados al estudio del concepto de
equipotencia, y de números ordinales y cardinales. Para intro-
ducir el concepto de cardinalidad y las operaciones aritméticas
entre cardinales, hace falta el axioma de elección. Este se in-
troduce en el capı́tulo 7, donde se demuestran sus equivalencias
más importantes.

11
Los temas desarrollados en los capı́tulos siguientes reflejan
en buena medida los gustos del autor. Estos capı́tulos tratan
temas de la teorı́a de particiones y su relación con los cardinales
grandes, y son de un nivel de dificultad mayor al de los capı́tulos
anteriores.
Este libro es una revisión aumentada de [2]. Hemos incor-
porado correcciones, algunas de ellas sugeridas por colegas, y
hemos expandido algunos capı́tulos y añadido otros. Agradezco
especialmente a Carlos Uzcátegui su lectura cuidadosa del texto
y sus acertadas sugerencias.

12
CAPı́TULO 1

Axiomas de la teorı́a de conjuntos

1. La teorı́a axiomática de Zermelo-Fraenkel


En 1908, ante la necesidad de dar a la teorı́a de conjun-
tos fundamentos sólidos que eviten los problemas presentados
por la teorı́a intuitiva de Cantor, Zermelo publica una axio-
matización de la teorı́a de conjuntos. Modificada por Fraenkel
en 1922, esta axiomatización es una de las más comunmente u-
sadas. Estudiaremos la teorı́a axiomática de Zermelo-Fraenkel;
que denotaremos por ZF , y por ZF C cuando se incluye el
axioma de elección. Hay otros sistemas de axiomas intere-
santes para la teorı́a de conjuntos, como el de von Neumann-
Gödel-Bernays y el de Kelley-Morse. Estos dos sistemas consi-
deran la existencia de clases además de la existencia de conjun-
tos propiamente dichos.

1. AXIOMA DE EXTENSIONALIDAD: Expresa que no


se puede distinguir entre conjuntos que tienen los mismos ele-
mentos.
∀x∀y(x = y ↔ (∀z(z ∈ x ↔ z ∈ y))).

2. AXIOMA DEL CONJUNTO VACIO: Existe un con-


junto que no tiene elementos.
∃x∀y(y ∈
/ x).

13
1. Axiomas de la teorı́a de conjuntos

Por el axioma de extensionalidad, este conjunto es único, y


lo denotaremos por ∅.

3. AXIOMA DE PARES: Dados dos conjuntos, existe un


conjunto cuyos elementos son los dos conjuntos dados.
∀x∀y∃z(∀u(u ∈ z ↔ (u = x ∨ u = y))).
Dados x e y, el axioma de extensionalidad implica que hay
un único conjunto cuyos elementos son x e y; este conjunto, se
denota por {x, y}, y se llama el par (desordenado) x e y. Nótese
que {x, y} = {y, x}. En particular, si x = y, {x, x} = {x} (por
extensionalidad) es el conjunto cuyo único elemento es x.
Estos axiomas nos permiten también definir pares ordena-
dos: Dados x e y, el conjunto {{x}, {x, y}} es el par ordenado
(x, y).
Ejercicio 1.1. a) Demuestre que si (x, y) = (a, b), en-
tonces x = a y y = b.
b) Definamos (a, b, c) por (a, (b, c)). Demuestre que (a, b, c) =
(x, y, z) implica a = x, b = y y c = z.
c) Más generalmente, defina (a1 , a2 , . . . , an ) por inducción
en n y demuestre la propiedad correspondiente, es decir,
(a1 , a2 , . . . , an ) = (b1 , b2 , . . . , bn )
implica
a1 = b1 , a2 = b2 , . . . , an = bn .

4. AXIOMA DE LA UNIÓN: Si a es un conjunto, entonces


existe un conjunto b cuyos elementos son los elementos de los
elementos de a.

∀a∃b∀z(z ∈ b ↔ ∃c(c ∈ a ∧ z ∈ c)).


Este conjunto b es único ya que si b y b0 tienen la propiedad
anterior, entonces tienen los mismos elementos y por el axioma

14
Teorı́a de Conjuntos

de extensionalidad, son iguales. El conjunto b dado por este


axioma se denota por ∪a. Tenemos entonces, por ejemplo, que
si a, b y c son conjuntos, existe un conjunto cuyos elemen-
tos son exactamente a, b y c. Podemos obtener este conjunto
como la unión del conjunto {{a}, {b, c}} y lo denotamos por
{a, b, c}. Inductivamente, dado un número finito de conjuntos
a1 , a2 , . . . , an , podemos definir el conjunto {a1 , a2 , . . . , an }. Si
a y b son conjuntos, ∪{a, b} se denota comunmente por a ∪ b.

Ejercicio 1.2. Demuestre los siguientes hechos:


a) ∪∅ = ∅.
b) ∪{a} = a.
c) a ∪ b = b ∪ a
d) a ∪ (b ∪ c) = (a ∪ b) ∪ c.
e) a ∪ a = a.

5. AXIOMA DEL CONJUNTO DE PARTES: Sean a y b


conjuntos, si todo elemento de a es un elemento de b, decimos
que a es una parte de b y denotamos esto por a ⊆ b. En otras
palabras, a ⊆ b es una abreviación de ∀z(z ∈ a → z ∈ b).
Usaremos a ⊂ b para expresar que a ⊆ b y a 6= b.
El axioma del conjunto de partes establece que para todo
conjunto a existe un conjunto c cuyos elementos son las partes
de a:
∀a∃c∀z(z ∈ c → z ⊆ a).

También en este caso se tiene por el axioma de extensio-


nalidad que el conjunto c es único, y se denota por P(a).
Antes de continuar con la lista de axiomas, conviene que
nos detengamos por un momento a hacer varias consideraciones
sobre el lenguaje formal de la teorı́a que desarrollamos.

15
1. Axiomas de la teorı́a de conjuntos

2. El lenguaje de la teorı́a de conjuntos


Al enunciar cada uno de los axiomas anteriores hemos dado
primero una explicación de lo que significa el axioma y a conti-
nuación lo hemos enunciado mediante una expresión simbólica.
Todos los enunciados de la teorı́a de conjuntos se pueden ex-
presar en ese lenguaje formal cuyo único sı́mbolo, además de
los sı́mbolos lógicos, es el sı́mbolo ∈ de pertenencia. Para de-
sarrollar formalmente la teorı́a de conjuntos es necesario pre-
cisar el lenguaje formal que estamos utilizando. En particular,
para explicar que cada uno de los axiomas de reeemplazo que
enunciaremos a continuación es una expresión de ese lenguaje
formal, conviene dar una definición precisa del mismo.
Los sı́mbolos lógicos son
a) las variables x1 , x2 , . . . ,
b) las conectivas ¬, ∨, para expresar respectivamente ne-
gación y disyunción,
c) el cuantificador universal ∀, y
d) el sı́mbolo de identidad =.
Como fue mencionado arriba, añadimos a nuestro lenguaje
el sı́mbolo ∈, éste será interpretado como la relación de perte-
nencia.
Para simplificar la notación incluimos también, como sı́m-
bolos de nuestro lenguaje a los paréntesis “ ( ” y “ ) ” y la coma
“, ”.
Las fórmulas del lenguaje se definen inductivamente. Las
fórmulas más sencillas, llamadas fórmulas atómicas son aquellas
de la forma “x ∈ y” o de la forma “x = y”, donde x e y son
variables. A partir de las fórmulas atómicas definimos el resto
de las fórmulas de la manera siguiente:
(i) Toda fórmula atómica es una fórmula,
(ii) Si φ y ψ son fórmulas, entonces (¬φ) y (φ ∨ ψ) son
fórmulas,

16
Teorı́a de Conjuntos

(iii) Si φ es una fórmula y x es una variable, (∀xφ) es una


fórmula.
Utilizaremos varias abreviaciones para simplificar la escri-
tura. Si φ y ψ son fórmulas, escribiremos
(φ ∧ ψ) para abreviar (¬((¬φ) ∨ (¬ψ))),
(φ → ψ) para abreviar ((¬φ) ∨ ψ),
(φ ↔ ψ) para abreviar (φ → ψ) ∧ (ψ → φ),
(∃xφ) para abreviar (¬(∀x(¬φ))), y finalmente,
(∃!xφ) abrevia la fórmula
(∃x(φ(x) ∧ (∀yφ(y) → x = y))),
que expresa existe un único x tal que φ(x).
Decimos que una ocurrencia de una variable en una fórmula
φ es ligada por un cuantificador (∀ o ∃) si esa ocurrencia de la
variable está bajo el alcance de ese cuantificador; en caso con-
trario decimos que es una ocurrencia libre. Más formalmente,
definimos lo que es una ocurrencia libre de una variable en una
fórmula por inducción.
Definición 1.3. Si φ es una fórmula atómica, todas las
ocurrencias de las variables que aparecen en φ son libres.
Una ocurrencia de una variable es libre en (¬φ) si esa ocu-
rrencia es libre en φ. Una ocurrencia de una variable es libre
en (φ ∨ ψ) si esa ocurrencia es libre en φ o en ψ.
Una ocurrencia de una variable es libre en ∀xφ si es una
ocurrencia libre en φ y esa variable no es x (x aparece bajo el
alcance de ∀).
Si x ocurre libre en las fórmula φ, decimos que x es una
variable libre de φ.
Cuando escribimos φ(x1 , x2 , . . . , xn ), queremos expresar que
las variables libres de φ están entre x1 , . . . , xn .
Todos los axiomas de ZF C pueden expresarse en este len-
guaje formal.

17
1. Axiomas de la teorı́a de conjuntos

Los sı́mbolos ∈ y = son sı́mbolos relacionales binarios. De


manera que las fórmulas atómicas x ∈ y y x = y, determi-
nan relaciones binarias. Una fórmula φ(x1 , . . . , xn ) con n va-
riables libres determina una relación n-aria. Una relación bi-
naria dada por una fórmula φ(x, y) es una relación funcional si
∀x(∃yφ(x, y) → (∀z(φ(x, z) → z = y))). Es decir, para todo x,
si existe y tal que φ(x, y), entonces existe un único y tal que
φ(x, y).
Una relación de n+2 argumentos dada por φ(x, y, x1 , . . . , xn )
es funcional en x, y con parámetros a1 , . . . , an , si la relación bi-
naria
φ(x, y, a1 , . . . , an )
que se obtiene fijando los valores de x1 , . . . , xn en a1 , . . . , an , es
una relación funcional.

6. AXIOMA DE REEMPLAZO: (Este es, en realidad, un


esquema de axiomas)
Si φ(x, y, x1 , . . . , xn ) es una fórmula, entonces la fórmula
siguiente es un axioma, que llamaremos el axioma de reemplazo
correspondiente a φ:

∀x1 , . . . , ∀xn (∀x∃!yφ(x, y, x1 , . . . , xn ) →


∀u∃v∀z(z ∈ v ↔ ∃x(x ∈ u) ∧ φ(x, z, x1 , . . . , xn ))).
Es decir, si la relación obtenida de φ(x, y, x1 , . . . , xn ) fijando
valores para las variables x1 , . . . , xn , es una relación funcional
en x, y, dado un conjunto u, existe un conjunto v cuyos ele-
mentos son las imágenes de los elementos de u por esa relación
funcional.
La idea intuitiva de conjunto es la de una colección de obje-
tos que tienen alguna propiedad en común, como es bien sabido,
esa idea intuitiva no es adecuada para desarrollar la teorı́a
axiomática ya que lleva a contradicciones casi inmediatamente.

18
Teorı́a de Conjuntos

Por ejemplo, la colección de todos los conjuntos no puede ser


un conjunto, ni tampoco la colección de todos aquellos con-
juntos que no son elementos de si mismos. Sin embargo, la
colección de elementos de un conjunto dado que tienen una
propiedad en común si es un conjunto. Esto es lo que se conoce
como Axioma de Separación, uno de los postulados incluidos
en la formulación original de la teorı́a de Zermelo. En nuestro
caso, no lo incluiremos como uno de los axiomas de la teorı́a
sino más bien lo obtendremos como consecuencia del axioma
de reemplazo.
Teorema 1.4. (Separación). Dada una fórmula
φ(x, x1 , . . . , xn ),

∀x1 . . . ∀xn ∀x∃y∀z(z ∈ y ↔ ((z ∈ x) ∧ φ(z, x1 , . . . , xn ))).


Este teorema expresa que dada una fórmula φ(x, x1 , . . . , xn ),
y dados conjuntos a1 , . . . , an , y un conjunto A, existe un con-
junto B cuyos elementos son aquellos elementos a de A tales
que φ(a, a1 , . . . , an ), es decir,
B = {a ∈ A : φ(a, a1 , . . . , an )}.
Demostración. Dados a1 , . . . , an , si no existe ningún ele-
mento a ∈ A tal que φ(a, a1 , . . . , an ) entonces B = ∅. En caso
contrario, sea a0 ∈ A tal que φ(a0 , a1 , . . . , an ), y consideremos
la relación funcional ψ(x, y, x0 , x1 , . . . , xn ) dada por
(y = x ∧ φ(x, x1 , . . . , xn )) ∨ (y = x0 ∧ ¬φ(x, x1 , . . . , xn )).
Es fácil verificar que esta fórmula define una relación funcional,
y que el conjunto que obtenemos del axioma de reemplazo
correspondiente es exactamente el conjunto B = {a ∈ A :
φ(a, a1 , . . . , an )}. 

19
1. Axiomas de la teorı́a de conjuntos

Ejercicio 1.5. Derive el axioma de pares de los axiomas


de extensionalidad, conjunto vacı́o, conjunto de partes y reem-
plazo.
Definición 1.6. Dado un conjunto no vacı́o a, definimos
∩a = {x : x ∈ b para todo b ∈ x}.
Nótese que ∩a, la intersección de los elementos de a, es un
conjunto, ya que dado cualquier c ∈ a, tenemos que
∩a = {x ∈ c : x ∈ b para todo b ∈ x},
y podemos entonces usar el teorema de separación.
Usualmente escribimos a ∩ b en vez de ∩{a, b}.
Dados dos conjuntos a y b, denotamos por a \ b al conjunto
{x ∈ a : x ∈
/ b}.
Definición 1.7. Dados conjuntos A y B, definimos A × B,
el producto cartesiano de A y B como el conjunto {(a, b) : a ∈
A, b ∈ B}, y lo denotamos por A × B.
Debemos demostrar que el producto cartesiano de A y B
es, en efecto, un conjunto. Para ello notemos que si a ∈ A y
b ∈ B, entonces {a} ∈ P(A) y {a, b} ∈ P(A ∪ B). Como {a}
es también un elemento de P(A ∪ B), entonces {{a}, {a, b}} ∈
PP(A ∪ B). Entonces el producto cartesiano A × B se obtiene
aplicando el teorema de separación al conjunto PP(A ∪ B) y
la fórmula φ(x, x1 , x2 ) que dice “x es un par ordenado cuya
primera coordenada está en x1 y su segunda coordenada está
en x2 ”.
Ejercicio 1.8. Demuestre que para cada par de conjuntos
A y B, A × B es un conjunto. (Es decir, escriba una fórmula
φ(x, x1 , x2 ) que exprese lo indicado arriba, y verifique que se
obtiene el conjunto A × B al aplicar el teorema de separación
con esta fórmula al conjunto PP(A ∪ B) fijando el valor de x1
como A y el de x2 como B).

20
Teorı́a de Conjuntos

Podemos definir de manera similar productos cartesianos


de más de dos conjuntos, ası́, A1 × A2 × · · · × An es el conjunto
{(a1 , a2 , . . . , an ) : a1 ∈ A1 , a2 ∈ A2 , . . . , an ∈ An }.
Una relación binaria es simplemente un subconjunto del
producto cartesiano de dos conjuntos A y B, entonces una
relación binaria en un conjunto A es un subconjunto de A × A.
Una relación n-aria es un subconjunto del producto cartesiano
de n conjuntos. Una función f de A en B es una relación bina-
ria definida en A × B tal que para todo a ∈ A existe un único
b ∈ B que satisface (a, b) ∈ f .
Escribiremos f : A → B para expresar que f es una función
de A en B, y usualmente escribiremos f (a) = b en vez de
(a, b) ∈ f , y decimos que b es la imagen de a por la función f .
Si f : A → B, decimos que el dominio de f es el conjunto A, lo
denotaremos por dom(f ), y el rango de la función f , denotado
por ran(f ), es el conjunto {b ∈ B : ∃a ∈ A(b = f (a))}.
Si C es un subconjunto de A, f  C = {(a, b) : a ∈ C} es la
función f restringida a C. Denotaremos por f [C] al conjunto
de imágenes de elementos de C, en otras palabras,
f [C] = ran(f  C) = {b ∈ B : ∃a ∈ C(f (a) = b)}.
Una relación de equivalencia en un conjunto A es una relación
binaria en A, es decir, un subconjunto E del producto carte-
siano A × A, con las siguientes propiedades:
(1) Reflexividad: (a, a) ∈ E para cada a ∈ A.
(2) Simetrı́a: Dados a, b ∈ A, si (a, b) ∈ E, entonces
(b, a) ∈ E.
(3) Transitividad: Dados a, b, c ∈ A, si (a, b) ∈ E, y
(b, c) ∈ E, entonces (a, c) ∈ E.
Si E es una relación de equivalencia en un conjunto A y
a ∈ A, la clase de equivalencia de a (respecto a la relación E)

21
1. Axiomas de la teorı́a de conjuntos

es el conjunto
[a]E = {b ∈ A : (a, b) ∈ E}.
Cuando no haya posibilidad de confusión respecto a la rela-
ción de equivalencia considerada, escribimos simplemente [a]
para denotar la clase de equivalencia de a.
Ejercicio 1.9. Sea E una relación de equivalencia en un
conjunto A. Demuestre que dados a, b ∈ A, si [a] 6= [b], en-
tonces [a] ∩ [b] = ∅.
Ejercicio 1.10. (Cociente de un conjunto por una relación
de equivalencia) Dada una relación de equivalencia E en un
conjunto A, el cociente de A por E, denotado por A/E, es
el conjunto de las clases de equivalencia de elementos de A
respecto a la relación de equivalencia E. Demuestre que A/E
es, en efecto, un conjunto. Demuestre también que ∪(A/E) =
A.
Uno de los conceptos que jugará un papel central más ade-
lante es el de relación de orden.
Una relación binaria R en un conjunto A es una relación
de orden si es reflexiva, es decir si para todo a ∈ A se tiene
(a, a) ∈ R; transitiva, es decir, dados a, b, c ∈ A, si (a, b) ∈ R,
y (b, c) ∈ R, entonces (a, c) ∈ R; y antisimétrica, es decir, para
a, b ∈ A, si (a, b) ∈ R y (b, a) ∈ R, entonces a = b. A veces
estas relaciones se llaman relaciones de orden parcial. Se dice
que una relación de orden R es total (o lineal) si para cada
par de elementos distintos a, b ∈ A, se tiene que (a, b) ∈ R o
(b, a) ∈ R.
Si R es una relación de orden en A y B ⊆ A, un elemento
x ∈ B es un elemento minimal de B (respecto a la relación
R) si no existe y ∈ B, y 6= x tal que (y, x) ∈ R. Decimos que
x ∈ B es un menor elemento de B si (x, y) ∈ R para todo y ∈ B
(y 6= x).

22
Teorı́a de Conjuntos

Una relación de orden R en un conjunto A es un buen orden


si todo subconjunto no vacı́o B ⊆ A, tiene un menor elemento.
Ejercicio 1.11. Muestre que si R es un buen orden en A,
entonces R es un orden total.
Si R es una relación de orden en A, se acostumbra escribir
aRb en vez de (a, b) ∈ R. Más adelante, en el capı́tulo 4,
volveremos a tratar estos conceptos.
Como consecuencia del axioma de reemplazo no puede e-
xistir el conjunto de todos los conjuntos. Supongamos lo con-
trario, y veamos que llegamos a una contradicción. Sea A el
conjunto de todos los conjuntos, aplicando el teorema de sepa-
ración al conjunto A con la relación x ∈
/ x, obtenemos el con-
junto B = {x : x ∈ / x}. Pero B ∈ B si y solamente si B ∈ / B,
una contradicción.
Más adelante introduciremos el resto de los axiomas, estos
son :

7. AXIOMA DEL INFINITO

8. AXIOMA DE FUNDAMENTACIÓN O DE REGULAR-


IDAD

9. AXIOMA DE ELECCIÓN
Ejercicio 1.12. (1) Muestre que si A ⊆ B entonces
P(A) ⊆ P(B).
(2) Si a, b ∈ B, entonces (a, b) ∈ PP(B).
(3) Dé ejemplos de conjuntos A y B tales que ∪A = ∪B
pero A 6= B.
(4) Muestre que si A ∈ B entonces P(A) ∈ PP(∪B).
Ejercicio 1.13. (Producto Cartesiano) Si A es un con-
junto, el producto cartesiano de sus elementos se define del

23
1. Axiomas de la teorı́a de conjuntos

Q
modo siguiente: A = {f : f es una función f : A → ∪A y pa-
ra todo a ∈ A, f (a) ∈ a}.
Demuestre:
Q
a) Para todo conjunto A, Q A es un conjunto.
b) Si A = {a, b} entonces
Q A = a × b.
c) Si ∅ ∈ A entonces Q A = ∅.
d) Si ∩A 6= ∅, entonces A 6= ∅. Q Q
e) Si A = {A1 , A2 , . . . } entonces A = i∈ω Ai = el
conjunto de las sucesiones a1 , a2 , . . . tales que ai ∈ Ai .

24
CAPı́TULO 2

Matemáticas basadas en conjuntos

En este capı́tulo indicaremos cómo se pueden desarrollar


varios aspectos de las matemáticas a partir de la teorı́a de con-
juntos.

1. Números naturales
En nuestra teorı́a todos los objetos matemáticos deben ser
conjuntos, y por ello identificaremos a los números naturales
con ciertos conjuntos especı́ficos.
0 es el conjunto ∅,
1 es el conjuntos {0},
2 es el conjunto {0, 1},
3 es el conjunto {0, 1, 2},
etc.
En general, el número n es el conjunto {0, 1, 2, . . . , n − 1}
de sus predecesores.
Definición 2.1. Dado un conjunto a. definimos a0 , el suce-
sor de a, como el conjunto a0 = a ∪ {a}.
Definición 2.2. Decimos que un conjunto A es inductivo
si ∅ ∈ A y para todo conjunto a, si a ∈ A, entonces a0 ∈ A.
Ninguno de los axiomas introducidos hasta ahora nos garan-
tiza la existencia de conjuntos inductivos, por eso necesitamos
el siguiente axioma.

25
2. Matemáticas basadas en conjuntos

AXIOMA DEL INFINITO: existe un conjunto inductivo.


∃x(∅ ∈ x ∧ ∀z(z ∈ x → z ∪ {z} ∈ x)).
Definición 2.3. Un conjunto a es un número natural si
pertenece a todo conjunto inductivo.
Por ejemplo, ∅, {∅}, {∅, {∅}} son números naturales.
El axioma del infinito nos permite definir el conjunto ω de
todos los números naturales. Sea A un conjunto inductivo (cuya
existencia está garantizada por el axioma del infinito). Pon-
gamos ω = {a ∈ A : a pertenece a todo conjunto inductivo}.
Por el teorema de separación, ω es un conjunto, y además es
inductivo. Como cada número natural está en cada conjunto in-
ductivo, tenemos que ω es el conjunto de los números naturales
(y es el menor conjunto inductivo con respecto a la relación de
contención). El párrafo anterior constituye una demostración
del siguiente resultado.
Teorema 2.4. Existe un conjunto ω cuyos miembros son
exactamente los números naturales. Además ω es inductivo y
está contenido en todo conjunto inductivo. 

Es interesante notar que 0 ∈ 1 ∈ 2 ∈ 3 . . . y también se


tiene 0 ⊆ 1 ⊆ 2 ⊆ . . .

2. Propiedades de los números naturales


1. Ya mencionamos que ω es un conjunto inductivo (0 ∈ ω,
y si n ∈ ω, entonces n0 = n ∪ {n} ∈ ω).

2. Principio de inducción: Todo subconjunto inductivo de


ω es igual a ω. Es decir, si A ⊆ ω y 0 ∈ A y para todo n ∈ ω,
n ∈ A → n0 ∈ A, entonces A = ω. (Esto es una consecuencia
inmediata de la definición de ω).

26
Teorı́a de Conjuntos

3. Todo número natural excepto el 0 es el sucesor de algún


número natural.
Demostración: Sea
T = {n ∈ ω : n = 0 ó es el sucesor de un número natural}.
Obviamente T es inductivo, luego T = ω. 

Antes de continuar con las propiedades de los números


naturales conviene introducir una concepto sumamente impor-
tante.
Definición 2.5. Un conjunto A es transitivo si x ∈ a y
a ∈ A implica x ∈ A; es decir, si todo elemento de un elemento
de A es a su vez un elemento de A.
Por ejemplo, {0, 1, 4, 5} no es transitivo, pero {0, 1, 2} si lo
es.
Ejercicio 2.6. Demuestre que A es transitivo si y sólo si
∪A ⊆ A y si y sólo si A ⊆ P(A).
Lema 2.7. Un conjunto a es transitivo si y solamente si
∪a0 = a.
Demostración: ∪a0 = ∪(a∪{a}) = (∪a)∪(∪{a}) = (∪a)∪a.
Entonces, si a es transitivo, como ∪a ⊆ a, se tiene que ∪a0 = a.
Recı́procamente, si (∪a) ∪ a = ∪a0 = a, entonces ∪a ⊆ a y por
lo tanto a es transitivo. 

Lema 2.8. Todo número natural es transitivo.


Demostración: Por inducción. Sea
T = {n ∈ ω : n es transitivo}.
Veamos que T es inductivo. En efecto, ∅ es transitivo, y si n
es transitivo entonces n0 = n ∪ {n} también lo es, porque si
x ∈ m con m ∈ n0 entonces o bien m = n y entonces x ∈ n y

27
2. Matemáticas basadas en conjuntos

por lo tanto x ∈ n0 , o bien m ∈ n y en este caso x ∈ n por ser


n transitivo y también resulta que x ∈ n0 . 

Lema 2.9. El conjunto ω es transitivo.


Demostración: El enunciado del teorema es lo mismo que
decir que todo elemento de un número natural es, a su vez, un
número natural. Esto lo demostraremos por inducción. Sea
T = {n ∈ ω : n ⊆ ω}; obviamente T es inductivo, luego
T = ω. 

4. Dados n, m ∈ ω si m0 = n0 entonces n = m.
Demostración: Como n y m son transitivos ∪n0 = n y
∪m = m. Por hipótesis, n0 = m0 luego n = m. 
0

Ejercicio 2.10. (1) Demuestre por inducción que


ningún número natural es un subconjunto de uno de
sus elementos. En consecuencia, ningún número nat-
ural es elemento de si mismo.
(2) Demuestre que:
(a) Si A es un conjunto transitivo entonces A0 es
transitivo y ∪A es transitivo.
(b) A es transitivo si y sólo si P(A) es transitivo.
(3) Si ∪A0 es transitivo, ¿ es A transitivo? (considere el
conjunto A = {{∅}}). Si ∪A es transitivo, ¿ es A
transitivo?
(4) Demuestre que si ∪A0 = A, entonces A es transitivo.
Teorema 2.11. (Teorema de Recursión) Si A es un con-
junto, a ∈ A y F : A → A, entonces existe una única función
h : ω → A tal que h(0) = a y h(n0 ) = F (h(n)), para todo n ∈ ω.
Demostración: Diremos que una función v es aceptable si
domv ⊆ ω, ran(v) ⊆ A y,

28
Teorı́a de Conjuntos

(i) si 0 ∈ domv entonces v(0) = a


(ii) Si n0 ∈ domv entonces n ∈ domv y v(n0 ) = F (v(n)).
Sea H la colección de todas las funciones aceptables (nótese
que H es un conjunto) y pongamos h = ∪H. Tenemos que
(n, b) ∈ h ↔ (n, b) ∈ v para alguna v aceptable. Demostraremos
a continuación que h es la única función que satisface las condi-
ciones del enunciado del teorema.
Primero, h es una función cuyo dominio es ω ya que el
conjunto s = {n ∈ ω : (n, y) ∈ h para un único y} es inductivo.
Además, h es aceptable ya que h(0) = a y si (n0 , x) ∈ h, se tiene
que (n0 , x) ∈ u para alguna función aceptable u, y por lo tanto,
x = F (u(n)) = F (h(n)).
La función h es única. En efecto, si h1 y h2 satisfacen las
conclusiones del teorema, el conjunto {n ∈ ω : h1 (n) = h2 (n)}
es inductivo. 

Ejercicio 2.12. (1) Demuestre que el conjunto H de


la prueba del teorema anterior es en efecto un con-
junto. (Use el teorema de separación).
(2) Sea f : A → A es inyectiva y c ∈ / ran(f ), si h(0) = c
y h(n0 ) = f (h(n)), entonces h es inyectiva.
(3) Sea f : B → B y A ⊆ B. Pongamos C ∗ = ∩{X : A ⊆
X ⊆ B y f [X] ⊆ X} y C∗ = ∪i∈ω h(i), donde h : ω →
P(B) está dada por h(0) = A, h(n0 ) = h(n) ∪ f [h(n)]
(h es única por el teorema de recursión). Demuestre
que C ∗ = C∗ = clausura de A bajo f .
(4) Sea B = R y f (x) = x − 1 y A = {0}. Calcule C ∗ y
C∗ .
Veamos ahora como podemos desarrollar la aritmética. Para
definir las operaciones de suma y producto usamos el teorema
de recursión:

29
2. Matemáticas basadas en conjuntos

3. Operaciones artiméticas de números naturales


SUMA DE NÚMEROS NATURALES. Para cada número
natural m, definimos la función Sm de la manera siguiente:
Sm (0) = m,
Sm (n0 ) = (Sm (n))0 .
y definimos la operación binaria + : ω × ω → ω poniendo
m + n = Sm (n).
Teorema 2.13. Para todo para de números naturales n y
m se tiene
(i) m + 0 = m,
(ii) m + n0 = (m + n)0 .
Demostración: Ejercicio. 

PRODUCTO DE NÚMEROS NATURALES. Primero defi-


nimos para cada m ∈ ω la función Pm : ω → ω por
Pm (0) = 0,
Pm (n0 ) = Pm (n) + m
y definimos la operación binaria  : ω × ω → ω poniendo, para
cada par de números naturales m y n, m  n = Pm (n).
Teorema 2.14. Para todo par de números naturales m y
n tenemos m  0 = 0 y m  n0 = m  n + m.

Teorema 2.15. Dados números naturales n, m y p,


(1) m + (n + p) = (m + n) + p.
(2) m + n = n + m.
(3) m  (n + p) = m  n + m  p.
(4) m  (n  p) = (m  n)  p.
(5) m  n = n  m.
(6) m + p = n + p implica m = n.

30
Teorı́a de Conjuntos

Demostración: Ejercicio. 

Sugerencia: 1. Demuestre que {p : m+(n+p) = (m+n)+p}


es inductivo. 2. Demuestre que 0 + n = n para todo número
natural n y que m0 + n = (m + n)0 para todo par de números
naturales m y n.

4. El orden de los números naturales


Primero notemos que ∈ define una relación de orden en ω.
a) Si n ∈ m y m ∈ p, entonces n ∈ p (ya que todo número
natural p es transitivo).
b) Por la definición de número natural tenemos que ∈ de-
termina una relación de orden estricto ({n ∈ w : n ∈ / n} es
inductivo). Probemos ahora la ley de tricotomı́a: Si m, n ∈ ω
entonces m ∈ n, n ∈ m ó m = n.
Lema 2.16. Para todo par de números naturales m y n se
tiene m ∈ n si y sólo si m0 ∈ n0 .
Demostración: Primero demostraremos que si m0 ∈ n0 en-
tonces m ∈ n. Si m0 ∈ n0 entonces m0 ∈ n ∪ {n} luego m0 ∈ n ó
m0 = n. Pero como m ∈ m0 tenemos por transitividad que en
ambos casos m ∈ n. Ahora, para demostrar que n ∈ m → n0 ∈
m0 , basta ver que el conjunto {n ∈ ω : (∀m ∈ n)(m0 ∈ n0 )} es
inductivo.

Teorema 2.17. Dados m, n ∈ ω, una (y sólo una) de las


siguientes posibilidades ocurre: n ∈ m, m ∈ n, m = n.
Demostración: Ya que ningún número natural pertenece a
si mismo y todos los números naturales son transitivos, sabemos
que ocurre a lo sumo una de las posibilidades del enunciado.
Veamos que ocurre al menos una. Demostraremos que T =
{n ∈ ω : ∀m ∈ ω(m ∈ n, n ∈ m ∨ m = n)} es inductivo.

31
2. Matemáticas basadas en conjuntos

Primero, es claro que 0 ∈ T ya que podemos demostrar por


inducción que {n : 0 ∈ n ∨ 0 = n} es todo ω. Después, vemos
que si k ∈ T , entonces k 0 también pertenece a T ya que k 0 =
k ∪ {k}, y dado m, m ∈ k ó k ∈ m ó k = m. En el primer
caso m ∈ k 0 , en el tercero m ∈ k 0 también. En el segundo caso
(es decir, si k ∈ m) entonces, por el lema, k 0 ∈ m0 = m ∪ {m}
entonces k 0 ∈ m ó k 0 = m. Ası́, tenemos que en cualquiera de
los tres casos, m ∈ k 0 ó k ∈ m ó k 0 = m y luego k 0 ∈ T , por lo
tanto T es inductivo. 

Corolario 2.18. Dados m, n ∈ ω, m ∈ n ↔ m ⊂ n.


Demostración: Si m ∈ n, como n es transitivo, m ⊆ n y la
contención es estricta ya que ningún número natural pertenece
a sı́ mismo. Recı́procamente, si m ⊂ n entonces m ∈ n ó n ∈ m.
Pero este último caso no puede ocurrir, ya que si n ∈ m, por
transitividad sigue que n ∈ n. Entonces, m ∈ n. 

El orden dado por ∈ en ω es un buen orden, es decir, todo


subconjunto no vacı́o de ω tiene un menor elemento.
Teorema 2.19. Si A ⊆ ω y A 6= ∅, entonces existe un m
tal que para todo n ∈ A, m ∈ n ó m = n. Tal m es único.
Demostración: Si A ⊆ ω no tiene menor elemento, entonces
B = {m : ∀k(k ∈ m → k ∈ / A)} es inductivo. Esto implica que
A = ∅.

Teorema 2.20. (principio de inducción fuerte) Sea A ⊆ ω,


y supon-gamos que para todo n ∈ ω, si todo número menor que
n pertenece a A, entonces n ∈ A. Entonces A = ω.
Demostración: Ejercicio. 

32
Teorı́a de Conjuntos

Ejercicio 2.21. Dados números naturales n, m, y p, m ∈


n → m + p ∈ n + p, y si p 6= 0, m ∈ n → m  p ∈ n  p.
Ejercicio 2.22. Demuestre que si m, n ∈ ω, entonces
m < n → ∃!k(m + k = n).
Ahora pasaremos a construir otras estructuras numéricas
usadas en matemáticas. Esto muestra como las matemáticas
pueden ser consideradas como parte de la teorı́a de conjuntos
(aunque esto no quiere decir que sean en realidad parte de la
teorı́a de conjuntos).

5. Números enteros
Obtenemos los números enteros calculando diferencias entre
números naturales. Por ejemplo −1 = 3 − 4, −2 = 6 − 8,
3 = 8 − 5, etc. Esto indica que una manera de definir el número
negativo −1 es mediante el par (3, 4). El problema es que hay
muchos pares que servirı́an para esto, por ejemplo, (10, 11),
(13, 14), etc. Lo que haremos es identificar todos estos pares,
de modo que el −1 venga a ser la clase de todos los pares
(a, b) tales que a y b son números naturales y a − b = −1.
Hagamos ahora esto más formalmente (notemos que no hemos
definido todavı́a la operación a − b entre números naturales).
Definimos una relación de equivalencia ≈ entre pares ordenados
de números naturales de la manera siguiente.
(a, b) ≈ (p, q) si y sólo si a + q = p + b, y ponemos [(a, b)] =
{(p, q) : (a, b) ≈ (p, q)}.
Ejercicio 2.23. Demuestre que ≈ es una relación de equiv-
alencia y que para cada par de números naturales a y b, [(a, b)]
es un conjunto.
Definición 2.24. El conjunto Z de los números enteros es
la colección de clases de equivalencia ω × ω/ ≈.

33
2. Matemáticas basadas en conjuntos

Es interesante notar que los números naturales están “su-


mergidos” en los enteros; dicho de otra manera, hay una copia
de ω en Z. Esto lo haremos preciso más adelante.
Definición 2.25. (Suma de enteros) [(m, n)] + [(p, q)] =
[(m + p, n + q)]
El siguiente lema, cuya demostración proponemos como
ejercicio, muestra que esta definición no depende de los re-
presentantes tomados en cada clase.
Lema 2.26. Si (m, n) ≈ (m̄, n̄) y (p, q) ≈ (p̄, q̄), entonces
(m + p, n + q) ≈ (m̄ + p̄, n̄ + q̄).
Demostración: Ejercicio. 

Teorema 2.27. La suma de enteros es asociativa y conmu-


tativa. El entero OZ = [(0, 0)] es un elemento neutro respecto a
la suma. Dado a = [(m, n)] existe un único entero −a tal que
a + (−a) = 0Z , y −a = [n, m]. 

Definición 2.28. (Multiplicación de enteros) Definimos


[(m, n)]  [(p, q)] = [(m  p + n  q, m  q + n  p)].
Para demostrar que esta definición es correcta (es decir, que
no depende de los representantes de cada clase), hay que probar
el siguiente lema.
Lema 2.29. Si (m, n) ≈ (m̄, n̄) y (p, q) ≈ (p̄, q̄), entonces
(mp + nq, mq + np) ≈ (m̄p̄ + n̄q̄, m̄q̄ + n̄p̄).
Demostración: Ejercicio. 

Teorema 2.30. La multiplicación de enteros es asociativa,


conmutativa y distributiva sobre la suma de enteros. El entero
1Z = [(1, 0)] es un elemento neutro respecto a la multiplicación.

34
Teorı́a de Conjuntos

Demostración: Ejercicio. 

Usualmente no denotamos a los enteros como pares orde-


nados (ni clases de pares ordenados) usamos 1Z para denotar
[(1, 0)] y OZ para denotar [(0, 0)], y ası́ usamos −3 para deno-
tar a la clase [(0, 3)], etc. Cuando no haya lugar a confusión,
omitimos el subı́ndice del 0 y del 1.
Ejercicio 2.31. Sean n, m y p números enteros. Si n 6= 0Z
entonces np = nm implica p = m.

6. El orden de los números enteros


Definimos una relación de orden en Z de la manera si-
guiente: [(m, n)] < [(p, q)] si y sólo si m + q ∈ p + n. Esta
relación está bien definida como lo muestra e siguiente lema.
Lema 2.32. Si (m, n) ≈ (m̄, n̄) y (p, q) ≈ (p̄, q̄), entonces
[(m, n)] < [(p, q)] implica [(m̄, n̄)] < [(p̄, q̄)].
Demostración: Ejercicio. 

Teorema 2.33. La relación < en Z es una relación de


orden lineal (estricto), es decir,
(i) < es transitiva y no reflexiva,
(ii) < satisface la ley de tricotomı́a.
Demostración: (i) queda como ejercicio. (ii) Si a y b son
enteros, una de las siguientes posibilidades ocurre: a < b, a = b
o b < a. Esto es consecuencia de la ley de tricotomı́a en ω ya
que si a = [(m, n)] y b = [(p, q)] las tres posibilidades anteriores
equivalen a m + q ∈ n + p, m + q = n + p o n + p ∈ m + q. 

35
2. Matemáticas basadas en conjuntos

Ejercicio 2.34. Demuestre que Z es un dominio de inte-


gridad, es decir, es un anillo conmutativo sin divisores de cero.
Lo que falta por demostrar es que no hay divisores de cero, y
para esto, verifique que si a  b = 0 entonces a = 0 o b = 0.
Ejercicio 2.35. Demuestre que la suma de enteros y el
producto por enteros positivos preservan el orden.
(a) Si a < b entoces a + c < b + c.
(b) Si c > 0 entonces a < b → a  c < b  c.
Finalmente, veamos como ω está sumergido en Z. Con-
sideremos la aplicación E : ω → Z dada por E(n) = [(n, 0)].
Tenemos que E preserva las operaciones:
(a) E(n + m) = E(m) + E(n).
(b) E(n  m) = E(m)  E(n).
(c) m ∈ n → E(m) < E(n)
(d) E(0) = [(0, 0)] = 0Z ,
(e) E(1) = [(1, 0)] = 1Z .
.

7. Números racionales
De la misma manera que extendimos los números naturales
a los enteros para obtener opuestos respecto a la suma (i.e.
soluciones a la ecuación n + x = 0), extenderemos ahora los
enteros para obtener inversos respecto a la multiplicación (es
decir, para obtener soluciones de a  x = 1, a ∈ Z). Defini-
mos una relación de equivalencia en Z × (Z \ {0}) de la ma-
nera siguiente. El producto cartesiano anterior es el conjunto
{(a, b) : a ∈ Z, b ∈ Z, b 6= 0}. Definimos alli la relación ∼
poniendo
(a, b) ∼ (c, d) si y sólo si a  d = c  b.

36
Teorı́a de Conjuntos

El conjunto Q de los números racionales es el conjunto de


clases que equivalencia Z × (Z \ {0}).
La clase de (1, 2) es el racional 1/2, la clase de (5, 7) es el
racional 5/7, etc.
Ejercicio 2.36. Verifique que ∼ es una relación de equi-
valencia.
Definición 2.37. Los racionales [(0, 1)] y [(1, 1)] serán de-
notados por OQ y 1Q respectivamente.
Tal como en el caso de los enteros, cuando no haya lugar a
confusión, escribiremos simplemente 1 y 0 sin los subı́ndices.

Suma de números racionales.


Definición 2.38. [(a, b)] +Q [(c, d)] = [(ad + cb, bd)] (nótese
que como b y d son distintos de cero, bd 6= 0).
Como anteriormente, se puede demostrar que la suma está
bien definida.
Teorema 2.39. La suma de números racionales es aso-
ciativa y conmutativa. El OQ es un elemento neutro para la
suma (y es único), y para cada racional [(a, b)] existe un único
opuesto respecto a la suma, −[(a, b)] = [(−a, b)]. 

Multiplicación de números Racionales.


Definición 2.40. si [(a, b)] y [(c, d)] son números racionales,
[(a, b)]  [(c, d)] = [(ac, bd)].
La multiplicación está bien definida, es decir, no depende
de los representantes tomados en cada clase.
Teorema 2.41. La multiplicación de racionales es asocia-
tiva, conmutativa y distributiva sobre la suma. El racional 1
es el (único) elemento neutro respuecto a la multiplicación.

37
2. Matemáticas basadas en conjuntos

Además, para cada racional [(a, b)] 6= 0 existe un único inverso


respecto a la multiplicación que se denota por [(a, b)]−1 .
Demostración: El inverso multiplicativo de [(a, b)] es [(b, a)].
Nótese que a 6= 0 ya que [(a, b)] 6= 0. 

Ejercicio 2.42. Demuestre que para todo racional r se


tiene que 0  r = 0.
Corolario 2.43. Q es un dominio de integridad, es decir,
si r  s = 0, entonces r = 0 o s = 0.
Demostración: Dados r, s ∈ Q ambos distintos de 0, existen
r−1 y s−1 tales que r  r−1 = ss−1 = 1Q .
Usando la conmutatividad y asociatividad tenemos (r  s) 
(r−1  s−1 ) = 1 y esto implica que r  s 6= 0 ya que si r  s = 0
entonces 0 = 0  (r−1  s−1 ) = 1, una contradicción. 

8. El orden de los números racionales


Definición 2.44. [(a, b)] <Q [(c, d)] si y sólo si ad < cb,
siempre que b y d sean positivos.
Teorema 2.45. La relación binaria <Q es un orden lineal
en Q.
Demaostración: Ejercicio. 

Teorema 2.46. Sean r, s, y t números racionales.


(a) Si r < s, entonces r + t < s + t
(b) Si t > 0, entonces r < s ↔ r  t < s  t.
Los enteros están sumergidos en los racionales. Para de-
mostrarlo, basta considerar la inmersión E 0 : Z → Q dada por
E 0 (a) = [(a, 1)]. Se puede verificar fácilmente lo siguiente:

38
Teorı́a de Conjuntos

(a) E 0 (a + b) = E 0 (a) + E 0 (b),


(b) E 0 (a  b) = E 0 (a)  E(b),
(c) E 0 (a) <Q E 0 (b) ↔ a < b,
(d) E 0 (0Z ) = [(0, 1)] = 0Q ,
(e) E 0 (1Z ) = [(1, 1)] = 1Q .

9. Números reales
Hay varias maneras de construir los números reales. Usare-
mos para ello las llamadas Cortaduras de Dedekind.
Definición 2.47. Una cortadura de Dedekind es un sub-
conjunto x de Q tal que
(i) ∅ =
6 x 6= Q,
(ii) si q ∈ x y r < q entonces r ∈ x.
(iii) x no tiene máximo.
El conjunto R de los números reales es el conjunto de las
cortaduras de Dedekind. El orden de R es simple de definir:
x ≤R y ↔ x ⊆ y. En consecuencia, x <R y si y solamente si
x ⊂ y, y por lo tanto y \ x es no vacı́o.
Teorema 2.48. La relación <R es un orden lineal.
Demostración: Es fácil ver que <R es transitiva. Veamos
que satisface la ley de tricotomı́a. Dados x e y, una de las tres
posibilidades siguientes ocure: x < y, x = y o y < x. Si no se
tiene x < y, entonces existe r ∈ x \ y. Notemos que todo s ∈ y
es tal que s < r (porque si s = r o r < s se tendrı́a que r ∈ y)
y como x es ”cerrado hacia abajo” s ∈ x. Luego y ⊆ x. 

Dado un conjunto A de números reales, diremos que A es


acotado superiormente si existe un número real x mayor o igual
que cada elemento de A. Tal x se llama una cota superior de
A.

39
2. Matemáticas basadas en conjuntos

Teorema 2.49. Todo conjunto acotado superiormente y no


vacı́o de R tiene un supremo, es decir, tiene una menor cota
superior .
Demostración: Sea A un conjunto no vacı́o y acotado supe-
riormente de números reales. El supremo de A es simplemente
∪A.
a) ∪A es una cota superior de A, ya que si x ∈ A, entonces
x ⊆ ∪A.
b) Veamos que ∪A es la menor cota superior de A. Sea
z una cota superior de A, es decir x ⊆ z para todo x ∈ A,
entonces ∪A ⊆ z.
c) Falta ver que ∪A ∈ R. Primero, A 6= ∅, y como cada
número real es no vacı́o, entonces ∪A 6= ∅. Además ∪A 6= Q,
porque A es acotado y entonces existe alguna cota superior z
tal que ∪A ⊆ z. Por último ∪A es cerrado hacia abajo, ya que
si r ∈ ∪A, entonces r ∈ x para algún x ∈ A, y si s < r entonces
s ∈ x y también s ∈ ∪A.

10. Aritmética de números reales


Dados x, y ∈ R, definimos x +R y = {q + r : q ∈ x y r ∈ y}.
Lema 2.50. Si x, y ∈ R, entonces x + y ∈ R.
Demostración:
(i) x + y 6= ∅.
(ii) Veamos que x + y 6= Q. Basta tomar r ∈ / xys∈ / y,
0 0 0 0
entonces para todo r ∈ x y s ∈ y, r + s < r + s.
Luego r + s ∈/ x + y.
(iii) x + y es cerrado hacia abajo: Si q + r ∈ x + y (donde
q ∈ xyr ∈ y), y p < q + r, entonces, sumando −q,
obtenemos p − q < r, luego p − q ∈ y. Entonces
p = q + (p − q) ∈ x + y.

40
Teorı́a de Conjuntos

(iv) x + y no tiene máximo: Si q + r ∈ x + y ( donde


q ∈ x, r ∈ y) entonces, como ni x ni y tienen máximo,
existen q < q 0 y r < r0 con q 0 ∈ x y r0 ∈ y, entonces
q 0 + r0 ∈ x + y y es mayor que q + r. 

Las propiedades de la suma se enuncian sin demostración


en el siguiente teorema.
Teorema 2.51. La suma de números reales es asociativa,
conmutativa, OR = {r ∈ Q : r < 0} es elemento neutro, y
para todo x ∈ R, el real −x = {r ∈ Q : ∃s > r(−s ∈ / x)}
es su opuesto respecto a la suma. Además x < y si y sólo si
x + z < y + z para todo x, y, z ∈ R.
Ejercicio 2.52. Demuestre que
−x = {r ∈ Q : ∃s > r(−s ∈
/ x)}
es un número real.
Antes de definir la multiplicación de números reales, con-
viene definir el valor absoluto de un número real.
Definición 2.53. El valor absoluto |x| de un número real
x es el mayor entre x y −x. Podemos expresar esto ası́: |x| =
x ∪ −x.
Nótese que |x| ≥ 0 para todo x ∈ R.
Ejercicio 2.54. Demuestre que si x ∈ R entonces |x| ∈ R.
Para definir la multiplicación de x por y, lo primero que
uno intentarı́a es poner x  y = {r  s : r ∈ x, s ∈ y}, pero esto
no funciona porque ambos reales x e y contienen racionales
negativos arbitrariamente pequeños, y el producto tendrı́a en-
tonces racionales arbitrariamente grandes. Para resolver este
problema hacemos una definición por casos.

41
2. Matemáticas basadas en conjuntos

Definición 2.55. (a) Si x e y son reales no negativos,


x  y = 0R ∪ {r  s : 0 ≤ r ∈ x y 0 ≤ s ∈ y}
(b) Si x e y son ambos reales negativos x  y = |x|  |y|.
(c) Si x e y son números reales y uno es negativo y el otro
no negativo entonces x  y = −(|x|  |y|).
Sea 1R = {r ∈ Q : r < 1}, (obsérvese que 0R < 1R )
Teorema 2.56. Dados x, y ∈ R,
(a) x  y ∈ R.
(b) La multiplicación es asociativa, conmutativa y distribu-
tiva sobre la suma.
(c) 1R es neutro respecto a la multiplicación, es decir, x 
1R = x para todo x ∈ R.
(d) Multiplicación por un real positivo preserva el orden,
es decir, si 0R < z, entonces x < y → x  z < y  z. 
De igual manera que en los casos anteriores podemos definir
una inmersión E 00 de Q en R:
E 00 (r) = {s ∈ Q : s < r}.
Se tiene:
(a) E 00 (r + s) = E 00 (r) + E 00 (s);
E 00 (r  s) = E 00 (r)  E 00 (s).
(b) E (0Q ) = 0R y E 00 (1Q ) = 1R .
00

(c) r < s → E 00 (r) < E 00 (s).


También en este caso, usamos simplemente 0 y 1, sin el
subı́ndice cuando no haya lugar a confusión. Identificando cada
número racional r con su imagen E 00 (r), podemos considerar
que los racionales están contenidos en R, y por la definición
del órden, si x <R y, entonces existe un racional r tal que
x <R r <R y. En otras palabras, Q es un subconjunto denso
en R.

42
CAPı́TULO 3

Conjuntos equipotentes

Definición 3.1. Dos conjuntos A y B son equipotentes si


existe una biyección f : A → B. Esto lo denotaremos por
A ≈ B.
Consideremos algunos ejemplos sencillos, 3 ≈ {7, 6, 5}, y
en general, cualquier conjunto de exactamente tres elementos
es equipotente al conjunto 3; ω ≈ {n ∈ ω : n es par }, en
efecto, la función que manda cada número natural n en 2n es
una biyección. Tenemos también que ω ≈ Q, ¿Puede el lector
verificarlo?
Teorema 3.2. Dados dos conjuntos A y B, se tiene que
(i) A ≈ A.
(ii) A ≈ B si y sólo si B ≈ A.
(iii) Si A ≈ B y B ≈ C entonces A ≈ C.
Demostración: Sigue inmediatamente de la definición. 

Proposición 3.3. Dados A y B, existen conjuntos C y D


tales que C ≈ A, D ≈ B y C ∩ D = ∅.
Demostración: Basta tomar C = A × {∅} y D = B × {{∅}}.


Definición 3.4. Dados conjuntos A y B, denotamos por


AB al conjunto {f : f : B → A}.

43
3. Conjuntos equipotentes

Teorema 3.5. Dados conjuntos A, B, C y D,


(i) Si A ≈ B y C ≈ D entonces AC ≈ B D ,
(ii) Si B ∩ C = ∅ entonces AB∪C ≈ AB × AC ,
(iii) (A × B)C ≈ AC × B C ,
C
(iv) (AB ) ≈ AB×C
Demostración: Ejercicio. 

Teorema 3.6. Dado un conjunto A, P(A) ≈ 2A .


Demostración: Si B ⊆ A, sea χB : A → 2 la función carac-
terı́stica de B, esto es, la función
(
0, si a ∈
/ B;
(1) χB (a) =
1, si a ∈ B.
Es fácil demostrar que la función F : P(A) → 2A dada por
F (B) = χB es una biyección. 

Teorema 3.7. (Cantor): Para todo conjunto A, A 6≈ P(A).


Demostración: Sea f : A → P(A) una sobreyección. Con-
sideremos el conjunto B = {a ∈ A : a ∈ / f (a)}. Es claro que
B ∈ P(A). Por ser f sobreyectiva, existe un b ∈ A tal que
f (b) = B. Tenemos entonces que b ∈ B si y sólo si b ∈/ f (b)
pero esto último es lo mismo que b ∈
/ B, y ası́ obtenemos una
contradicción. 

Nótese que sólo usamos la sobreyectividad de f. Para todo


A, existe una inyección de A en P(A), por ejemplo, la función
que manda cada elemento a de A en {a}.
Denotamos por A w B el hecho de que exista una inyección
de A en B y escribimos A ≺ B si A w B pero A 6≈ B. Tenemos
entonces que A ≺ P(A) para todo A.

44
Teorı́a de Conjuntos

Teorema 3.8. (Schroeder-Bernstein) Dados conjuntos A y


B, si A w B y B w A, entonces A ≈ B.
Demostración: Sean f : A → B y g : B → A funciones in-
yectivas. Claramente, B ≈ ran(g) ⊆ A, y g ◦ f es una inyección
de A en ran(g), luego A w ran(g). Entonces, para demostrar
el teorema basta probar el siguiente lema.
Lema 3.9. Si C ⊆ A y A w C entonces A ≈ C.
Demostración del lema: Sea h : A → C una inyección.
Pongamos A0 = A\C, A1 = h[A0 ], y en general, An+1 = h[An ].
(recordemos que h[B] = {x : x = h(a) para algún a ∈ B}).
Definamos F : A → C de la manera siguiente:
Dado a ∈ A,
(
a, si a ∈
/ ∪{An : n ∈ ω};
(2) F (a) =
h(a), si a ∈ ∪{An : n ∈ ω}.

A ' $

' $
C

&
A %
1
& %
A0 = A \ C

45
3. Conjuntos equipotentes

Veamos que F es una biyección:


(1) Verifiquemos primero que F es inyectiva; es decir si
a 6= b, entonces F (a) 6= F (b). Hay varios casos que
considerar; sean a 6= b elementos de A.
(i) Si a ∈ / ∪{An : n ∈ ω} y b ∈ / ∪{An : n ∈ ω}
entonces, F (a) = a y F (b) = b; como a 6= b,
entonces F (a) 6= F (b).
(ii) Si a ∈ / ∪{An : n ∈ ω} y b ∈ ∪{An : n ∈ ω},
entonces F (a) = a y F (b) = h(b). Como a ∈ /
∪{An : n ∈ ω} y h(b) ∈ ∪{An : n ∈ ω}, entonces
F (a) 6= F (b).
(iii) Si a ∈ ∪{An : n ∈ ω} and b ∈ ∪{An : n ∈ ω},
tenemosF (a) = h(a) y F (b) = h(b), pero como h
es inyectiva, h(a) 6= h(b).
(2) Veamos ahora que F es sobreyectiva, es decir, para
cada c ∈ C existe un a ∈ A tal que F (a) = c.
Sea c ∈ C, si c ∈ / ∪{An : n ∈ ω}, entonces
F (c) = c; si en cambio, c ∈ ∪{An : n ∈ ω}, en-
tonces observemos que como c ∈ C, c ∈ / A0 = A \ C.
Entonces c ∈ Ap para algún p ≥ 1. Por lo tanto existe
d ∈ Ap−1 tal que F (d) = h(d) = c. 

Ejercicio 3.10. Use el teorema anterior para demostrar


que
[0, 1] ≈ (0, 1) ≈ R.

Definición 3.11. Un conjunto A es un conjunto finito si


es equipotente con algún número natural. A es infinito si no es
finito.

Demostraremos una propiedad básica de los números na-


turales.

46
Teorı́a de Conjuntos

Teorema 3.12. Ningún número natural es equipotente con


un subconjunto propio.
Demostración: Veamos que el conjunto
T = {n ∈ ω : toda función inyectiva de n en n es sobreyectiva}
es inductivo. Obviamente, 0 ∈ T . Supongamos que k ∈ T y sea
f : k 0 → k 0 una inyección. Consideremos dos posibilidades, a)
f [k] ⊆ k (donde f [k] = {x : x = f (m) para algún m ∈ k}). En
este caso, como f es una inyección, la hipótesis de inducción
implica f [k] = k. Entonces f (k) = k y tenemos que f es
sobreyectiva.
b) Si existe p ∈ k tal que f (p) = k. Definimos entonces la
función fˆ : k 0 → k 0 por

f (k)
 si x = p,
(3) ˆ
f (x) = f (p) = k, si x = k,

f (x) para todo x ∈ k, x 6= p.

(Esta función intercambia las imágenes de p y k).


La función fˆ satisface la condición del caso a) y por lo tanto
es una biyección. Es inmediato que entonces f tiene también
que ser biyectiva.

Corolario 3.13. Ningún conjunto finito es equipotente


con un subconjunto propio.
Corolario 3.14. (a) Si B ⊂ A y A ≈ B entonces A es
infinito.
(b) ω es infinito.
Demostración: b) Sea B = {1, 2, . . . } = ω \ {∅}. Es fácil
definir una biyección de ω sobre B. 

47
3. Conjuntos equipotentes

Corolario 3.15. Todo conjunto finito es equipotente con


un único número natural.
Demostración: Si A es finito y equipotente a dos números
naturales n y m, con n 6= m, entonces como n ∈ m o m ∈ n, por
transitividad uno de los números es un subconjunto propio del
otro y ambos equipotentes con A. Esto contradice el teorema.


Ejercicio 3.16. Demuestre que si B es finito y A ⊆ B,


entonces A es finito.
Ejercicio 3.17. (1) Demuestre que tanto la unión
como el producto cartesiano de dos conjuntos finitos
son conjuntos finitos.
(2) Si A es finito y f : A → A es inyectiva, entonces f es
sobreyectiva.
Definición 3.18. Un conjunto es Dedekind-finito si no es
equipotente con ninguno de sus subconjuntos propios.
Ejercicio 3.19. (1) Si A ⊂ B y B es Dedekind-finito,
entonces A es Dedekind-finito.
(2) A ≈ B y B Dedekind finito, entonces A es Dedekind-
finito.
(3) A w B y B Dedekind-finito, entonces A es Dedekind-
finito.
Definición 3.20. Un conjunto A es numerable (o contable)
si es equipotente con ω. Se dice que A es a lo sumo numerable
si es finito o numerable.
Ejemplos: Z y Q son numerables. {0, 1}ω no es numerable,
R no es numerable. Si A es numerable entonces A × A es
numerable.

48
CAPı́TULO 4

Ordinales

En este capı́tulo estudiaremos el concepto de número ordi-


nal y demostraremos algunas de sus propiedades más impor-
tantes. Primero daremos varias definiciones relacionadas con
conjuntos ordenados y veremos cómo el principio de inducción
se puede llevar a contextos muy generales. Consideraremos
primero el concepto de buen orden y demostraremos varios
hechos sobre conjuntos bien ordenados. Una vez hecho todo
esto definiremos los ordinales y estudiaremos sus propiedades.
Recordemos que una relación binaria en un conjunto A es sim-
plemente un subconjunto del producto cartesiano A × A.

1. Conjuntos bien ordenados.


Definición 4.1. Una relación binaria R en un conjunto A
es una relación de orden parcial si
(i) ∀x ∈ A(xRx),
(ii) ∀x ∈ A∀y ∈ A(xRy ∧ yRx → x = y),
(iii) ∀x, y, z ∈ A(xRy ∧ yRz → xRz).
(Esto es, R es una relación del tipo ≤).
Definición 4.2. Decimos que R es una relación de orden
parcial estricto en A si:
(i) ∀x ∈ A¬(xRx),
(ii) ∀x, y ∈ A(xRy → ¬yRx)

49
4. Ordinales

(iii) ∀x, y, z ∈ A(xRy ∧ yRz → xRz).

(En este caso tenemos una relación del tipo <).


Nótese que para toda relación de orden parcial R existe una
relación de orden parcial estricto asociada R0 definida por xR0 y
si y solamente si xRy ∧ x 6= y. Tambień, dada una relación
de orden parcial estricto R0 , podemos definir una relación de
orden parcial R poniendo xRy si y solamente si xRy ó x = y.
Ejemplos:
1. Dado un conjunto x, consideremos el orden dado por ⊆
en P(x). Si x = {a, b}, P(x) = {∅, {a}, {b}, {a, b}}.
Tenemos, por ejemplo, ∅ ⊆ {a}, {b} ⊂ {a, b}, pero no {a} ⊆
{b}.
2. A = R, y R =< (el orden usual en los números reales).
3. A = N, R la relación “es divisor de”.
4. A = N × N, y R es el orden lexicográfico dado por

(n, m)R(p, q) ↔ n < p ∨ (n = p ∧ m < q).

Definición 4.3. Si A es un conjunto parcialmente orde-


nado y B ⊆ A, decimos que x es un elemento minimal (maxi-
mal) de B si x ∈ B y no existe ningún y ∈ B, y 6= x, tal que
yRx (xRy). Decimos que x es una cota inferior (superior) de
B si para todo y ∈ B xRy ∨ x = y (yRx ∨ x = y), y decimos
que x es un ı́nfimo (supremo) para B si x es una cota inferior
(superior) y para todo y ∈ A, si y es una cota inferior (supe-
rior) entonces yRx o y = x (xRy o x = y). Diremos que x es
un menor elemento de B si x ∈ B y ∀y ∈ B xRy.

Definición 4.4. Una relación de orden R es un orden total


(o lineal) si R es una relación de orden parcial tal que ∀x, y ∈
A(xRy ∨ yRx ∨ x = y)

Ejemplos: (N, ≤), (Q, ≤), (R, ≤).

50
Teorı́a de Conjuntos

Definición 4.5. Una relación de orden R en un conjunto


A es un buen orden si R es una relación de orden y cada sub-
conjunto no vacı́o de A tiene un menor elemento.
Nótese que un buen orden es siempre una relación de orden
total.
Ejemplo 4.6. (1) (N, ≤).
(2) N × N con la relación (n, m) < (p, q) si y sólo si m <
q ∨ (m = q ∧ n < p).
(3) N ordenado de la manera siguiente: primero los nú-
meros pares y después los impares, es decir nRm si y
solamente si (n es par y m es impar) o (ambos son
pares y n < m) o (ambos son impares y n < m).
A continuación estudiaremos algunas propiedades de los
conjuntos (estrictamente) bien ordenados. Una propiedad muy
útil e importante de estos conjuntos es que nos permiten gene-
ralizar el principio de inducción tal como veremos en el si-
guiente teorema.
Teorema 4.7. (Principio de inducción transfinita) Sea
(A, R) un conjunto bien ordenado y φ(v) una fórmula del len-
guaje de la teorı́a de conjuntos.
(∀x ∈ A[∀y ∈ A(yRx → φ(y)) → φ(x)]) → ∀x ∈ Aφ(x).
Demostración: Supongamos que φ(v) es tal que, dado x,
si todo predecesor de x satisface φ entonces φ(x). Si no todo
elemento de A satisface φ entonces, como A es bien ordenado,
existe un menor elemento x0 que no satisface φ, pero todo pre-
decesor de x0 satisface φ y nuestra hipótesis implica que φ(x0 ).


Nótese que aplicando este principio a N con su orden natural


obtenemos el principio de inducción fuerte.

51
4. Ordinales

Definición 4.8. Dos conjuntos bien ordenados (A, R) y


(B, S) son isomorfos si existe una biyección f : A → B tal que
xRy ↔ f (x)Sf (y) para todo par de elementos x, y ∈ A; se dice,
es este caso, que f es un isomorfismo de A en B .
Ejercicio 4.9. Decida si Q y Q \ {0} son isomorfos. Lo
mismo para R y R \ {0}.
Definición 4.10. Un segmento inicial de un conjunto bien
ordenado (A, R) es un subconjunto B ⊆ A tal que
∀x, y(x ∈ B ∧ yRx → y ∈ B).
Dado un conjunto bien ordenado (A, R) y un elemento a ∈ A,
el segmento inicial de A determinado por a es Sa (A) = {x ∈
A : xRa}. Denotaremos por S(A) al conjunto de los segmentos
iniciales de A.
Nótese que todo segmento inicial propio es de la forma
Sa (A) para algún a ∈ A.
Lema 4.11. Sea (A, <) un conjunto bien ordenado, si f :
A → B es un isomorfismo entre A y un subconjunto B de A,
entonces x ≤ f (x) para todo x ∈ A.
Demostración: por inducción transfinita. Supongamos que
∀y < x(y ≤ f (y)), entonces si f (x) < x como f es un isomor-
fismo f (f (x)) < f (x). Pero por otra parte, como f (x) < x,
nuestra hipótesis nos indica que f (x) ≤ f (f (x)), una con-
tradicción. 

Teorema 4.12. Si (A, <A ) y (B, <B ) son conjuntos bien


ordenados, existe a lo sumo un isomorfismo entre ellos.
Demostración: Supongamos que f y g son isomorfismos de
A en B. Entonces f −1 ◦ g es un isomorfismo de A en A, y
por el lema anterior, x ≤ f −1 ◦ g(x) para todo x ∈ A. Por

52
Teorı́a de Conjuntos

lo tanto, f (x) ≤ g(x) ∀x ∈ A. Analogamente se demuestra


que g(x) ≤ f (x) para todo x ∈ A, y esto nos da el resultado
deseado. 

Teorema 4.13. Un conjunto bien ordenado (A, <) no es


isomorfo a ninguno de sus segmentos iniciales propios.
Demostración: Supongamos f : A → Sa (A) es un isomor-
fismo para algún a ∈ A. Por el lema 4.11, a ≤ f (a). Entonces
f (a) ∈
/ Sa (A), y esto es una contradicción. 

Teorema 4.14. Todo conjunto bien ordenado (A, <A ) es


isomorfo al conjunto de sus segmentos iniciales propios orde-
nados por ⊆.
Demostración: Obsérvese primero que el conjunto de los
segmentos iniciales de (A, <A ) con el orden dado por la in-
clusión es un conjunto bien ordenado. La función f de A en
el conjunto de los segmentos iniciales propios de A dada por
f (a) = Sa (A) es una biyección. Si a < b entonces Sa (A) ⊂
Sb (A). 

Teorema 4.15. (Teorema de Recursión Transfinita.) Sea


(A, <) un conjunto bien ordenado y B un conjunto. Si G :
S → B, dónde S = {h : ∃a ∈ A(h : Sa (A) → B)}, entonces
existe una única función f : A → B tal que para todo a ∈ A,
f (a) = G(f  Sa (A)).
Demostración: Dejamos la demostración de la unicidad
como ejercicio, y demostramos la existencia. Consideremos el
conjunto H de todas las funciones g definidas en un segmento
inicial de A tales que si dom(g) = Sa (A), para todo t < a,

53
4. Ordinales

g(t) = G(g  St (A)). Este conjunto no es vacı́o (a menos que


A sea vacı́o), ya que uno de sus elementos es la función
{(menor elemento de A, G(∅))}.
Tomemos ahora F = ∪H, y verifiquemos que F satisface
las condiciones que buscamos. Primero, para ver que F es
una función, hay que verificar, usando el teorema de inducción
transfinita, que para todo a ∈ A, existe a lo sumo un b ∈ B
tal que (a, b) ∈ F . En efecto, supongamos que esto vale para
cada a0 < a, entonces, si (a, b) ∈ F , se tiene que (a, b) ∈ g para
alguna g ∈ H, y g(a) = b = G(g  Sa (A)); si a ∈ dom(g 0 )
para otra función g 0 ∈ H, g 0 (a) = G(g 0  Sa (A)), pero g y g 0
coinciden en Sa (A). Se demuestra fácilmente que la función F
satisface F (a) = G(F  Sa (A)) para todo a en su dominio, ya
que por lo que acabamos de ver, si a ∈ dom(F ), entonces todas
las funciones g ∈ H con a en su dominio coinciden en Sa (A)
entre si y con F . De manera similar se prueba que el dominio
de F es todo A. Supongamos que dom(F ) esté estrictamente
contenido en A, y sea a el menor elemento de A fuera del do-
minio de F , entonces F ∪ {(a, G(F )} es una función en H, y
por lo tanto a debe pertenecer al dominio de F . 

Haremos uso de este teorema para probar el resultado si-


guiente.
Teorema 4.16. Dados dos conjuntos bien ordenados, o son
isomorfos o uno de ellos es isomorfo a un segmento inicial
propio del otro.
Demostración: Sean (A, <A ) y (B, <B ) conjuntos bien or-
denados. Supongamos que (B, <B ) no es isomorfo a un seg-
mento inicial propio de (A, <A ), y definamos, por el teorema
de recursión transfinita, una función f : A → B. Si a0 es el
menor elemento de A, f (a0 ) es el menor elemento de B.

54
Teorı́a de Conjuntos

Sea G : S → B, dónde S = {h : ∃a ∈ A(h : Sa (A) → B)},


la función definida ası́: G(h) es el menor elemento fuera de la
imagen de h cuando dom(h)=Sa (A) para algún a ∈ A (y G(h)
es un elemento arbitrario de B en los demás casos). Por el
teorema de recursión existe f : A → B tal que f (a) = G(f 
Sa (A)) para todo a ∈ A. Veamos que f es una inyección de
A sobre un segmento inicial de B. Si a es el primer elemento
de A tal que existe b < f (a) fuera de la imagen de F , en-
tonces f (a) no es el primer elemento fuera de la imagen de f ,
contradiciendo la definición de G. Entonces la imagen de f es
un segmento inicial de B. Además, f es una inyección por la
misma definición de G. 

Una manera menos formal de expresar el contenido de esta


demostración es la siguiente. Si (B, <B ) no es isomorfo a un
segmento inicial propio de (A, <A ), definimos, por el teorema
de recursión transfinita, una función f : A → B. Supongamos
que f ha sido definida en {a0 : a0 <A a}. Por nuestra suposición,
f no puede ser una biyección entre ese conjunto y B, entonces
ponemos f (a) = b donde b es el menor elemento de B fuera
del conjunto {f (a0 ) : a0 <A a}. Tenemos entonces que f está
definida en todo A. Si f es una biyección, entonces los dos
conjuntos son isomorfos; si no, entonces f es un isomorfismo de
(A, <A ) en un segmento inicial propio de (B, <B ).

Ejercicio 4.17. 1. Halle dos conjuntos totalmente ordena-


dos no isomorfos pero tales que cada uno de ellos es isomorfo
a un subconjunto del otro.
2. De ejemplo de un conjunto totalmente ordenado (A, <)
y un isomorfismo f : A → A tal que ∀x ∈ Af (x) 6= x.
3. Sea (A, <) un conjunto totalmente ordenado. Demuestre
que A está bien ordenado si todo segmento inicial propio de A
está bien ordenado.

55
4. Ordinales

4. Compare los conjuntos bien ordenados del Ejemplo 4.6.


Determine si hay isomorfismos entre ellos o cuáles son isomor-
fos a un segmento inicial de otro.
5. Dé ejemplo de un conjunto totalmente ordenado no iso-
morfo a ninguno de sus segmentos iniciales propios que no sea
bien ordenado.
Ejercicio 4.18. Deduzca el Teorema de Recursión (Teo-
rema 2.11) del teorema de Recursión Transfinita (Teorema 4.15).

2. Definición y Propiedades de los ordinales


Definición 4.19. Un conjunto a es un ordinal si es tran-
sitivo y está estrictamente bien ordenado por ∈.
Ejemplos: ∅, {∅}, n (donde n ∈ w), ω.
A continuación demostramos varias de las propiedades bási-
cas de los ordinales.
1. Todo segmento inicial de un ordinal es un ordinal.
Demostración: Claramente si α es un ordinal y S ⊆ α es
un segmento inicial de α, entnces S está bien ordenado por ∈.
Como S es un segmento inicial respecto a la relación ∈, si ξ ∈ y
para algún y ∈ S entonces ξ ∈ S, es decir, S es transitivo. 

2. Sea α un ordinal. Los segmentos iniciales de α son el


mismo α y los elementos de α.
Demostración: Si S es un segmento inicial de α y S 6= α
entonces S = Sξ (α) para algún ξ ∈ α. Pero Sξ (α) = {y ∈ α :
y ∈ ξ} = ξ (por ser α transitivo). Recı́procamente si ξ ∈ α,
ξ ⊆ α y entonces ξ = Sξ (α). 

3. Todo elemento de un ordinal es un ordinal. (Aunque


esto sigue directamente de 1 y 2, daremos una demostración
detallada).

56
Teorı́a de Conjuntos

Demostración: Si ξ ∈ α, y α es un ordinal, entonces ξ =


Sξ (α). Como ξ ⊆ α (por ser α transitivo), ξ está bien ordenado
por ∈, y como ξ es un segmento inicial de α, es a su vez un
conjunto transitivo. 

4. Para todo ordinal α se tiene α ∈/ α.


Demostración. Si ξ ∈ α entonces, como ∈ bien ordena α
estrictamente, ξ ∈
/ ξ; luego, si α ∈ α tenemos α ∈
/ α. 

5. Dados ordinales α y β, exactamente una de las siguientes


posibilidades ocurre: α = β o α ∈ β o β ∈ α.
Demostración: Consideremos al conjunto ξ = α ∩ β. En-
tonces ξ es el conjunto de elementos de α menores que β. Clara-
mente, ξ es un segmento inicial de α, y también un segmento
inicial de β. Entonces, hay varias posibilidades:
(i) ξ = α y ξ = β, en este caso α = β.
(ii) ξ = α y ξ ∈ β, en este caso α ∈ β.
(iii) ξ ∈ α y ξ = b, en este caso β ∈ α.
(iv) ξ ∈ α y ξ ∈ β, en este caso ξ ∈ α ∩ β, es decir, ξ ∈ ξ
pero esto es una contradicción, por lo que este último caso no
puede ocurrir. 

6. Hay una fórmula del lenguaje de la teorı́a de conjuntos,


On(x), con una variable libre x tal que On(x) ↔ x es un ordinal
(On(x) es la fórmula que dice: “x es transitivo y está estricta-
mente bien ordenado por ∈ ”). 

Denotaremos por On a la clase de todos los ordinales. La


relación ∈ es un buen orden en On (es decir, la relación binaria
“On(x) ∧ On(y) ∧ x ∈ y” es un buen orden). Como para todo
ordinal α, α = Sα (On), si A es un conjunto de ordinales, y
α ∈ A, si α no es el menor elemento de A, entonces existe
un menor elemento de A en α = Sα (On), y este es el menor
elemento de A. Resulta entonces que On no es un conjunto,

57
4. Ordinales

ya que si lo fuese serı́a un ordinal y por lo tanto pertenecerı́a


a On. Pero esto contradice que ningún ordinal pertenece a si
mismo.
Nótese que α ≤ β si y sólo si α ⊆ β
7. Si α es un ordinal, β = α ∪ {α} es también un ordinal y
es el menor ordinal mayor que α. Denotaremos a α ∪ {α} por
α0 .
Demostración: α ∪ {α} es un ordinal ya que es transitivo
y bien ordenado por ∈. Como α ∈ β, tenemos que α < β.
Además, si α < δ (δ un ordinal) entonces α ⊆ δ y como α ∈ δ,
entonces α ∪ {α} ⊆ δ, es decir, α ∪ {α} ≤ δ.

8. ∅ ⊆ α para todo ordinal α, por lo tanto ∅ es el menor


ordinal. 

9. La unión de un conjunto A de ordinales es un ordinal


y es la menor cota superior del conjunto, es decir, es el menor
ordinal β tal que α ≤ β para todo α ∈ A.
Demostración:
S Sea A un conjunto de ordinales. Sea β =
∪A = α∈A α. Verifiquemos que β es un ordinal. Si ξ ∈ β,
entonces ξ ∈ α para algún α ∈ A. Además, si η ∈ ξ, entonces
η ∈ α por que α es transitivo. Entonces η ∈ ∪A, lo que muestra
que β es transitivo. Como todo elemento de un ordinal es un
ordinal, ∪A es un conjunto de ordinales, y como On está bien
ordenada por ∈, lo mismo es cierto de ∪A.
Mostremos ahora que β = ∪A es una cota superior de A.
En efecto, veamos que si α ∈ A, entonces α ⊆ ∪A = β: Si
δ ∈ α entonces, como α ∈ A, δ ∈ ∪A. De aquı́ sigue que α ⊆ β.
β es la menor cota superior de A. Si γ es una cota superior
de A, entonces para todo α ∈ A, α ∈ γ o α = γ. Veamos que
∪A ⊆ γ, si δ ∈ ∪A, entonces δ ∈ α para algún α ∈ A, pero
α ⊆ γ, entonces δ ∈ γ. De aquı́ que β ≤ γ. 

58
Teorı́a de Conjuntos

Teorema 4.20. Si α y β son ordinales y f : α → β es


una biyección que preserva el orden, entonces α = β y f es la
identidad.
Demostración: El resultado sigue de que ningún conjunto
bien ordenado es isomorfo a uno de sus segmentos iniciales pro-
pios.
Hagamos la dempostración directamente, supongamos que
f no es la identidad y sea ξ el primer elemento de α tal que
f (ξ) 6= ξ. Tenemos que si η < ξ, entonces f (η) = η, entonces
ξ ⊆ β. Además ξ es un segmento inicial de β ya que es un
ordinal. Por otra parte, ξ 6= β ya que si ξ = β entonces f
manda un segmento inicial propio de α sobre β y por lo tanto
no puede ser un isomorfismo. Concluimos que ξ ∈ β. Si η <
ξ,η = f (η) < f (ξ). Es decir, f (ξ) > η para todo η < ξ. De aquı́
que f (ξ) ≥ ξ. Pero como f (ξ) 6= ξ entonces f (ξ) > ξ. Tenemos
entonces que ξ ∈ β no está en el rango de f ; y esto contradice
que f es una biyección. 

Teorema 4.21. Para cada conjunto bien ordenado (A, <),


existe un único isomorfismo de (A, <) sobre un ordinal.
A este ordinal se le llama el tipo de orden de (A, <).
Demostración:
Unicidad: Sigue de resultados anteriores sobre conjuntos
bien ordenados. También se puede demostrar directamente de
la forma siguiente: Si f : A → α es un isomorfismo de A sobre
un ordinal α, y g : A → β es un isomorfismo sobre β entonces
g ◦ f −1 es la identidad, de donde g = f (y α = β).
Existencia: Sea (A, <A ) nuestro conjunto bien ordenado.
Sea
B = {x ∈ A : Sx (A) es isomorfo a un ordinal}
(nótese que B no es vacı́o). Para todo x ∈ B, Sx (A) es isomorfo
a un único ordinal (por la unicidad), llamémoslo βx . Si y ∈ B

59
4. Ordinales

y x <A y, entonces x ∈ B y βx < βy , ya que considerando


el isomorfismo de Sy (A) sobre βy , el segmento inicial propio
Sx (A) de Sy (A), es aplicado a un segmento inicial de βy , es
decir al ordinal βx < βy . El conjunto {βx : x ∈ B} (es un
conjunto por el axioma de reemplazo) es un segmento inicial
de On, es decir, si ξ ≤ βx para algún x ∈ B entonces x = βy
para algún y ∈ B. Luego {βx : x ∈ B} es un ordinal β. La
aplicación que manda x en βx es un isomorfismo de B sobre β.
Si B 6= A entonces B = Sx0 (A) para algún x0 ∈ A (ya que B es
un segmento inicial de A). Pero como acabamos de demostrar
que Sx0 (A) es isomorfo a un ordinal (β), tenemos que x0 ∈ B,
y esto contradice la definición de Sx0 (A). Luego B = A. 

Ejercicio 4.22. Como ha sido mencionado, ω es un ordi-


nal. Demuestre que es el primer ordinal infinito.
Sea ω1 = {α : α es un ordinal numerable}. Demuestre que
ω1 es un ordinal y es el primer ordinal no numerable.

3. Principio de inducción para ordinales


Ya que cada ordinal es un conjunto bien ordenado, tenemos
un principio de inducción para cada ordinal: Dado un ordinal
α y una fórmula φ(v),
[∀ξ ∈ α(∀η ∈ α(η < ξ → φ(η)) → φ(ξ)] → ∀ξ ∈ α φ(ξ).
Ahora consideraremos un principio de inducción para la
clase de todos los ordinales.
Teorema 4.23. Sea φ(v) una fórmula, entonces
(∀α ∈ On[∀β ∈ On(β < α → φ(β)) → φ(α)] → ∀α ∈ On φ(α).

60
Teorı́a de Conjuntos

Demostración: (es la misma que para el principio de in-


ducción transfinita con la diferencia de que estamos haciendo
la inducción en una clase propia y no en un conjunto). Supon-
gamos que se cumple la hipótesis y que (∃α ∈ On)(¬φ(α)).
Como On está bien ordenada por ∈, sea α0 el menor ordinal
tal que ¬φ(α0 ). Tenemos que ∀β(β < α0 → φ(β)), luego, por
la hipótesis, tenemos φ(α0 ), una contradicción. 

Teorema 4.24. (de recursión en ordinales). Si F es una


relación funcional, para todo ordinal α y todo conjunto a, existe
una única función definida en α = {β : β < α} tal que f (0) =
a, y f (β) = F (f  β) para 0 < β < α.
(Recordemos que F es una relación funcional quiere decir
que existe una fórmula φ(x, y, x1 , . . . , xn ) y conjuntos t1 , . . . , tn
tales que
∀x∃!yφ(x, y, t1 , . . . , tn )
y ponemos
y = F (x) ↔ φ(x, y, t1 , . . . , tn ).)
Demostración: Unicidad: Sean α un ordinal, y f y g dos
funciones como en el teorema. Tenemos que f (0) = g(0) = a,
y si dado ξ, (∀β ∈ On)(β < ξ → f (β) = g(β), entonces f (ξ) =
F (f  ξ) = g(ξ). Por el principio de inducción, ∀β ∈ α(f (β) =
g(β)).
Existencia: Sea S el conjunto de los ordinales η < α tales
que η = 0 o existe una única fη tal que fη (0) = a, y fη (β) =
F (fη  β) para todo β < η. S es un segmento inicial de α ya
que si β 0 < β y β ∈ S, entonces fβ 0 = fβ  β 0 es la función
que garantiza β 0 ∈ S. Esta función es única por el mismo
razonamiento anterior. Por lo tanto, S es un ordinal.
Definamos fS (0) = a y fS (β) = F (fβ ) para todo β ∈ S,
β > 0. Tenemos entonces que si 0 < ξ < β ∈ S, fS (ξ) =
F (fξ ) = F (fβ  ξ) = fβ (ξ). Por lo tanto, fβ = fS  β y

61
4. Ordinales

fS (β) = F (fS  β) para todo β ∈ S. Entonces si S < α, sigue


que S ∈ S (y esto es una contradicción) luego S = α. 

Corolario 4.25. Si F es una relación funcional y a un


conjunto, se puede definir una única relación funcional f tal
que f (0) = a y f (α) = F (f  α) para todo α ∈ On.
Demostración: La relación funcional y = f (α) que quere-
mos es la relación funcional φ(α, y) definida del modo siguiente:
α es un ordinal y existe un ordinal δ > α y una función fδ
definida en δ tal que
fδ (0) = a,
∀β < δ(fδ (β) = F (fδ  β)) y y = fδ (α).
Para demostrar que tales funciones fδ existen usamos el teo-
rema anterior, el cual nos garantiza también la unicidad de fδ
para cada δ. Es fácil demostrar que para cada α existe un único
y tal que y = f (α). Por el principo de inducción se demuestra
que esta f es única. 

Definición 4.26. Si α ∈ On y existe β tal que β 0 = β ∪


{β} = α, se dice que α es un ordinal sucesor . α es un ordinal
lı́mite si α 6= 0 y α no es sucesor.
Es fácil obtener versiones modificadas del principio de in-
ducción para ordinales y del teorema de recursión:
Principio de Inducción Modificado: Dada φ(v)
[φ(0) ∧ ∀α(φ(α) → φ(α0 ))∧
∀α(α lı́mite ∧ ∀β < αφ(β)) → φ(α)] → ∀αφ(α).
Teorema 4.27. (de Recursión modificado). Sea α un ordi-
nal. Si F1 y F2 son relaciones funcionales y a es un conjunto,
entonces existe una única función f definida en α tal que
f (0) = a,

62
Teorı́a de Conjuntos

f (β) = F1 (f  β) si β es sucesor,
f (λ) = F2 (f  λ) si λ es lı́mite.
Análogamente se puede definir un Teorema de Recursión
modificado para obtenter relaciones funcionales definidas en
On. Dejamos al lector la tarea de dar el enunciado y de de-
mostrar esta versión del Teorema de Recursión.

4. Aritmética de ordinales
Definiremos suma y producto de ordinales usando ciertas
construcciones de buenos órdenes. Dados ordinales α y β sean
(A, R) y (B, S) conjuntos bien ordenados de tipo de orden α y
β respectivamente y tales que A ∩ B = ∅.
Definimos α + β como el tipo de orden del buen orden
(A ∪ B, R ⊕ S) donde R ⊕ S = R ∪ S ∪ (A × B).
Esto es, (R ⊕ S) es el orden que se obtiene poniendo B con
su orden, a continuación de A.
α β

Tipo de orden de α + β

Lema 4.28. α + β está bien definido, es decir


(1) R ⊕ S es un buen orden,
(2) Si (A, R) es isomorfo a (A0 , R0 ) y (B, S) es isomorfo
a (B 0 , S 0 ) y A0 ∩ B 0 = ∅ entonces (A ∪ B, R ⊕ S) es
isomorfo a (A0 ∪ B 0 , R0 ⊕ S 0 ).
Demostración: Queda como ejercicio para el lector.

63
4. Ordinales

Definición 4.29. α  β es el tipo de orden del buen orden


(A × B, R ∗ S) donde R ∗ S está definido de la siguiente manera:
(α1 , β1 )R ∗ S(α2 , β2 ) ↔ (β1 Sβ2 ) ∨ [(β1 = β2 ) ∧ (α1 Rα2 )].
En palabras, α  β es el tipo de orden que se obtiene si
tomamos un orden de tipo α y lo repetimos β veces.
α α α
. . . (β veces)

Tipo de orden de α  β

Otra forma de describir este tipo de orden es la siguiente.


Tomemos un conjunto ordenado en tipo de orden β, y susti-
tuyamos cada punto de ese conjunto por un conjunto ordenado
en tipo de orden α. El resultado tiene precisamente tipo de
orden α  β.
Lema 4.30. α  β está bien definido (es decir, R ∗ S es un
buen orden y α  β no depende de A y B)
Demostración: Ejercicio. 

Es importante notar que ni la suma ni el producto de ordi-


nales son operaciones conmutativas:
(a) ω  2 = ω + ω
2ω =ω
(b) ω + 1 6= 1 + ω = ω.
El producto no se distribuye en la suma por la derecha:
(ω + 1)  2 6= ω  2 + 1  2 ( ya que el lado izquierdo es de tipo
de orden ω + ω + 1, mientras que el lado derecho es ω + ω + 2).
Teorema 4.31. Dados ordinales α, β, γ, se cumplen las
siguientes igualdades:
(a) (Asociatividad de la suma ) (α + β) + γ = α + (β + γ).

64
Teorı́a de Conjuntos

(b) (Asociatividad del producto) (α  β)  γ = α  (β  γ).


(c) α + 0 = 0 + α = α,
α  1 = 1  α = α,
α  0 = 0  α = 0.
Demostración: Ejercicio. 

Ejercicio 4.32. Demuestre que para todo ordinal α,


α + 1 = α0 = α ∪ {α}.
Otra manera de definir estas operaciones es por inducción;
tal como lo hicimos para los números naturales.
Dado α ∈ On, definimos la operación Sα (sumar a α) del
modo siguiente:
Sα (0) = α,
Sα (β 0 ) = (Sα (β))0 ,
Sα (λ) = ∪{Sα (β) : β < λ} si λ es lı́mite.
Una vez hecho esto, se define α + β = Sα (β).
Se puede demostrar por inducción transfinita que obtene-
mos el mismo resultado que con la definición dada anterior-
mente usando tipos de orden. También podemos definir la o-
peración Mα (la operación de multiplicar a α por . . . ):
Mα (0) = 0 (= α  0),
Mα (β 0 ) = Mα (β) + α (= α  β 0 = α  β + α),
Mα (λ) = ∪{Mα (β) : β < λ} (= α  λ = ∪{α  β : β <
λ}), si λ es lı́mite.
De esta manera podemos también definir la exponenciación
de ordinales :
α0 = 1,
0
αβ = αβ  α,
α = ∪{αβ : β < λ} si λ es lı́mite.
λ

Ejemplo 4.33. 2ω = ∪{2n : n ∈ ω} = ω.

65
4. Ordinales

Definición 4.34. Una relación funcional que a cada or-


dinal α le asigna otro ordinal tα es a menudo llamada una o-
peración en ordinales . Una operación en ordinales es monótona
si α ∈ β → tα ∈ tβ . La operación es continua si tλ = ∪{tβ :
β < λ} cuando λ es lı́mite. Una operación es normal si es
monótona y continua.
Ejercicio 4.35. (sobre operaciones en ordinales) Demuestre
las siguientes afirmaciones.
(1) La operación tα = α + 1 no es continua (pero es
monótona).
(2) Una operación t continua es monótona si tα ∈ tα+1
para todo α (por inducción).
(3) Si t es continua y S es un conjunto no vacı́o de ordi-
nales, entonces t∪S = ∪{tα : α ∈ S}.
Lema 4.36. Para toda operación normal en los ordinales,
dado β ≥ t0 , el conjunto {α : tα ≤ β} tiene un máximo.
Demostración: La monotonı́a de t implica que el conjunto
{α : tα ≤ β} es transtitivo, y por lo tanto es un ordinal que
llamaremos λ. Como β ≥ t0 , λ no es cero. Veamos que no puede
ser un ordinal lı́mite. Si λ fuese un ordinal lı́mite, entonces por
la continuidad de t, tendrı́amos que tλ ≤ β y por lo tanto,
λ ∈ λ, una contradicción. Entonces, λ es un ordinal sucesor,
λ = γ + 1, y γ es el máximo buscado. 

Teorema 4.37. (Teorema del punto fijo) Si α → tα es


monótona y continua, entonces tiene puntos fijos arbitraria-
mente grandes (es decir, para cada β existen ordinales α ≥ β
tales que α = tα ).
Demostración: Primero veamos que la normalidad de t im-
plica que para todo ordinal α, α ≤ tα .

66
Teorı́a de Conjuntos

Obviamente, 0 ≤ t0 . Si para un ordinal α se tiene α ≤ tα ,


entonces, por la monotonı́a, como α < α + 1, tenemos que
tα < tα+1 , y por lo tanto, α + 1 ≤ tα+1 .
Si λ es lı́mite y para cada α < λ tenemos que α ≤ tα , la
continuidad de t garantiza que λ ≤ tλ . Entonces, por inducción
en los ordinales, tenemos el resultado deseado.
Ahora, dado un ordinal cualquiera β, consideremos la suce-
sión dada por α0 = β, y αn+1 = tαn . Pongamos λ = ∪{αn :
n ∈ ω}; es fácil verificar que λ es un punto fijo de t. En efecto,
si β = tβ , entonces λ = β es un punto fijo, y si β < tβ entonces
la parte (3) del ejercicio anterior implica que λ es un punto
fijo.

Teorema 4.38. (a) La operación Sα es normal para


todo α.
(b) La operación Mα es normal para todo α ≥ 1.
(c) La operación Eα (β) = αβ (que a cada β le asigna αβ )
es normal para cada α ≥ 2.
Demostración: La operación Sα es continua por definición.
Para verificar que es monótona, usando parte del ejercicio an-
terior, basta ver que Sα (β) < Sα (β + 1), y esto también sigue
de la definición de Sα .
De la misma forma tratamos el caso de Mα . Esta operación
es continua por definición. Veamos que Mα (β) < Mα (β + 1)
para demostrar la monotonı́a. Esto sigue de que Mα (β + 1) =
Mα (β) + α y de la monotonı́a de la función Sγ con γ = Mα (β),
ya que como 0 < α por hipótesis, Mα (β) = Sγ (0) < Sγ (α) =
Mα (β) + α.
La demostración de la normalidad de la operación Eα con
α ≥ 2 queda como ejercicio. 

67
4. Ordinales

Corolario 4.39. Dados ordinales α, β y γ, se cumple lo


siguiente:
(1) (a) β ∈ γ → α + β ∈ α + γ,
(b) β ∈ γ → α  β ∈ α  γ (si α ≥ 1),
(c) β ∈ γ → αβ ∈ αγ (si α ≥ 2).
(2) (a) α + β = α + γ → β = γ,
(b) α  β = α  γ → β = γ (si α ≥ 1),
(c) αβ = αγ → β = γ (si α ≥ 2).
Nótese que la ley de cancelación por la derecha no vale para
la suma, por ejemplo, 2 + ω = 3 + ω = ω.
Además, 2 ∈ 3 y sin embargo, 2 + ω ∈ / 3 + ω, 2  ω ∈
/ 3  ω,
y 2ω ∈
/ 3ω .
Ejercicio 4.40. Halle el primer punto fijo de cada una de
las operaciones Sα , Mα (con α ≥ 1) y Eα (con α ≥ 2).
Teorema 4.41. (de la sustracción) Si α ≤ β, existe un
único ordinal δ tal que α + δ = β.
Demostración: El teorema se puede demostrar ası́: α + 
es una operación monótona y continua, por lo que existe un
máximo ordinal δ tal que α + δ ≤ β (por el Lema 4.36 sobre
operaciones normales). Pero si α+δ ∈ β, entonces α+(δ +1) ≤
β. Esto es una contradicción.
Nótese que δ es el tipo de orden de β \ α = {x ∈ β : x ∈
/ α}.
δ es ú nico por el corolario anterior. 

Teorema 4.42. (de la división) Sean α y δ ordinales, δ 6=


0. Existe un único par de ordinales β y γ tales que α = δ  β + γ
y γ ∈ δ.
Demostración:
Existencia: Como Mδ es una operación normal, existe un
máximo β tal que δ  β ≤ α, y entonces, por el teorema anterior,

68
Teorı́a de Conjuntos

existe un γ tal que δ β +γ = α. Además, γ ∈ δ porque si δ ≤ γ,


entonces δ  (β + 1) = δ  β + δ ≤ δ  β + γ = α, y esto contradice
la maximalidad de β.
Unicidad: Si α = δβ1 +γ1 = δβ2 +γ2 (γ1 , γ2 ∈ δ), entonces
si β1 ∈ β2 , tenemos β1 + 1 ≤ β2 , y α = δ  β1 + γ1 ∈ δ  β1 + δ =
δ  (β1 + 1) ≤ δ  β2 ≤ δ  β2 + γ2 = α, una contradicción. 

Teorema 4.43. (del logaritmo) Si α 6= 0 y β > 1, entonces


existen únicos ordinales γ,δ y ρ tales que α = β γ  δ + ρ, donde
0 6= δ ∈ β y ρ ∈ β γ .
Demostración: La operación Eβ (exponenciación con base
β) es normal si β > 1. Entonces existe un máximo γ tal
que β γ ≤ α. Aplicando los teoremas anteriores obtenemos el
resultado.

Corolario 4.44. (Forma Normal de Cantor) Para todo


ordinal α 6= 0 existen números naturales n1 , . . . , nk y ordinales
γ1 , . . . , γk tales que γk ∈ γk−1 ∈ · · · ∈ γ1 y
α = ω γ1  n1 + ω γ2  n2 + · · · + ω γk  nk .
Además, esta representación es única. 

Ejercicio 4.45. Demuestre que dados ordinales α, β y γ,


se cumple
(a) αβ+γ = αβ  αγ ,
(b) (αβ )γ = αβγ
Sugerencia: Demuestre (a) por inducción en γ. Conviene
usar la normalidad de Eα , la cual vale para α > 1; los casos
α = 0 y α = 1 se consideran aparte.
Ejercicio 4.46. Demuestre que ω, ω + 1, ω + ω, ω  ω y ω ω
son equipotentes.

69
CAPı́TULO 5

La jerarquı́a acumulativa de conjuntos y


el axioma de regularidad

Haremos ahora algunos comentarios en relación al modo


como podemos organizar el universo de todos los conjuntos:
Definimos, para cada ordinal α un conjunto Vα como sigue:
V0 = ∅,
Vα = ∪{P(Vβ ) : β < α}.
Esta es una definición por recursión. Se usa el teorema
de recursión para ordinales para definir la relación funcional
f tal que f (0) = V0 = ∅ y f (α) = Vα = F (f  α), donde
F (x) = ∪{P(z) : z ∈ ran(x)}.
Denotaremos por V a la clase ∪α∈On Vα que corresponde
a la fórmula φ(x) : ∃α(α ∈ On ∧ x ∈ Vα ). Llamamos a esta
colección de conjuntos V0 , V1 , . . . , Vα , . . . la jerarquı́a acumula-
tiva de conjuntos, y a la clase V se le llama el universo de von
Neumann .
Tenemos los siguientes hechos:
(1) Dados α y β, si α ≤ β entonces Vα ⊆ Vβ
Si α = 0 el resultado es obvio. Si 0 6= α ≤ β
entonces Vα = ∪{P(Vξ ) : ξ < α} ⊆ ∪{P(Vξ ) : ξ <
β} = Vβ .
Además, si α ∈ β, entonces Vα ∈ Vβ .
(2) Para todo α, Vα es transitivo.

71
5. La jerarquı́a acumulativa de conjuntos y el axioma
de regularidad

Esto se puede demostrar por inducción transfinita.


V0 es transitivo. Supongamos que Vβ es transitivo para
todo β < α. Si y ∈ Vα = ∪{P(Vβ ) : β < α}, entonces
y ⊆ Vβ para algún β < α y por lo tanto y ⊆ Vβ ⊆ Vα .
Otra manera de definir la jerarquı́a de los Vα es por el teo-
rema de recursión modificado, poniendo
V0 = ∅,
Vα+1 = P(Vα ),
Vλ = ∪{Vβ : β < λ}, si λ es lı́mite.
Ejercicio 5.1. Demuestre que las dos definiciones son e-
quivalentes.

A 
A 
A 
A α 
A 
A 
A 
A 
A 
A  Vα
A 
A 
A 
A 
A 
A ∅

La jerarquı́a acumulativa

Definición 5.2. Dado a ∈ V (es decir, a ∈ Vα para algún


ordinal α), definimos el rango de a, denotado por ρ(a), como
el menor ordinal α tal que a ∈ Vα+1 .

72
Teorı́a de Conjuntos

Proposición 5.3. Un conjunto a pertenece a V si y sólo si


todos sus elementos están en V . Además, si ρ(a) = α entonces
todo elemento de a tiene rango menor que α.
Demostración: Si a ∈ V , a ∈ Vα para algún ordinal α, y
como Vα es transitivo, todos los elementos de a están en Vα .
Recı́procamente, supongamos que a ⊆ V . Veamos que en-
tonces existe un ordinal α tal que a ⊆ Vα . En efecto, si a ⊆ V ,
por el axioma de reemplazo, {ρ(x) : x ∈ a}, la colección de los
rangos de elementos de a, es un conjunto de ordinales y por lo
tanto su supremo es un ordinal. Si llamamos γ a ese supremo,
y ponemos α = γ + 1, tenemos que a ⊆ Vα . Ahora, si a ⊆ Vα
entonces a ∈ P(Vα ) = Vα+1 .
Para demostrar la segunda parte de la proposición, sea α =
ρ(a), entonces a ∈ Vα+1 = P(Vα ). Tenemos entonces que a ⊆
Vα , y de aquı́ que todo elemento de a tiene rango < α. 

Proposición 5.4. Todo ordinal está en V (On ⊆ V ). Ade-


más, para cada ordinal α, ρ(α) = α.
Demostración: Por inducción transfinita. Claramente 0 ∈
V (ya que 0 ∈ V1 ), y además ρ(0) = 0. Supongamos que para
todo ξ ∈ α, se tiene que ξ ∈ V y ρ(ξ) = ξ. Entonces, para cada
ξ ∈ α, ξ ∈ Vξ+1 , y esto implica que α ⊆ ∪{Vξ+1 : ξ ∈ α} =
∪{P(Vξ ) : ξ ∈ α} = Vα . De aquı́ que α ∈ Vα+1 . Para demostrar
que ρ(α) = α es entonces suficiente verificar que α ∈/ Vα , y éste
es el caso ya que si α ∈ Vα , entonces α ∈ Vξ+1 para algún ξ ∈ α,
es decir, α ⊆ Vξ para un ξ ∈ α. Pero esto implica que ξ ∈ Vξ lo
cual contradice la hipótesis inductiva. 

Ejercicio 5.5. Demuestre que para cada ordinal α, On ∩


Vα = α.

73
5. La jerarquı́a acumulativa de conjuntos y el axioma
de regularidad

Se puede demostrar que la clase V es cerrada bajo las o-


peraciones usuales que se realizan con conjuntos, si los conjun-
tos x y y están en V , también lo están ∪x, P(x), {x, y}, x ∪ y,
x ∩ y, x × y, y x, etc. Por lo tanto, todos los conjuntos que
aparecen en la práctica en matemáticas son conjuntos de V .
¿Existe algún conjunto que no está en V ? El axioma de re-
gularidad, que consideramos a continuación, nos permitirá dar
una respuesta negativa.
Siguiendo nuestra enumeración de los axiomas, enunciamos
el axioma siguiente.
8. AXIOMA DE REGULARIDAD (O de FUNDAMENTA-
CION). Para todo conjunto a, no vacı́o, existe un elemento b
con el cual a no tiene elementos en común. En sı́mbolos,
∀a(a 6= ∅ → ∃b(b ∈ a ∧ b ∩ a = ∅)).
A continuación listamos algunas consecuencias inmediatas
de este axioma.
(1) No existe ningún conjunto a tal que a ∈ a,
(2) No existen conjuntos a, b tal que a ∈ b y b ∈ a. Más
generalmente, para ningún n ∈ ω existen conjuntos
a1 , a2 , . . . , an tales que a1 ∈ a2 ∈ . . . an ∈ a1 .
(3) No existen cadenas descendientes respecto a ∈, es de-
cir, no existen conjuntos a1 , a2 , a3 , . . . tales que
· · · ∈ a3 ∈ a2 ∈ a1 .
Para demostrar la primera de estas consecuencias, supon-
gamos que a ∈ a. Entonces, el conjunto {a} viola lo estipulado
por el axioma de regularidad. Análogamente se demuestran las
otras dos consecuencias inmediatas.
Teorema 5.6. Todo conjunto x está en V , es decir,
∀x∃α ∈ On (x ∈ Vα ).

74
Teorı́a de Conjuntos

Demostraremos que el Axioma de Regularidad es equiva-


lente al enunciado del teorema. Pero antes de la demostración
necesitamos varias nociones adicionales.
Lema 5.7. Dado A, existe un único conjunto transitivo que
contiene a A y está contenido en todo conjunto transitivo que
contiene a A.
Demostración: Definimos una función con dominio ω por
inducción. Sea f la función dada por
f (0) = A,
f (n + 1) = ∪f (n).
Pongamos C = ∪{f (n) : n ∈ ω}. Tenemos que A ⊆ C.
Además, C es transitivo ya que si x ∈ C e y ∈ x, como x ∈ f (n)
para algún n ∈ ω, entonces y ∈ f (n + 1). Luego, y ∈ C. Si
z es transitivo y contiene a A, entonces f (0) ⊆ z. Pero como
z es transitivo f (1) ⊆ z y en general si f (n) ⊆ z entonces
f (n + 1) ⊆ z. Tenemos entonces C ⊆ z.

Definición 5.8. Dado un conjunto A, la clausura transi-


tiva de A es el menor conjunto (respecto a ⊆ ) transitivo y que
contiene a A. Lo denotaremos por Cl(A).
Demostración del Teorema: Supongamos que a ∈ / V . En-
tonces b = {x ∈ Cl(a) : x ∈ / V} =6 ∅ (nótese que si a ⊆ Vα ,
entonces a ∈ Vα+1 ). Ahora, si x ∈ b, existe un y ∈ x que no
está en V . Pero y ∈ Cl(a) y también y ∈ / V . Luego, y ∈ b y
por lo tanto b ∩ x 6= ∅. Esto contradice el Axioma 8.
Recı́procamente, si todo conjunto está en V , sea a 6= ∅. De
los elementos de a tomamos uno de rango mı́nimo, llamémoslo
b. Entonces si z ∈ b, r(z) < r(b) y por lo tanto z ∈ / a luego
b ∩ a = ∅. 

75
5. La jerarquı́a acumulativa de conjuntos y el axioma
de regularidad

Definición 5.9. Un conjunto es hereditariamente finito si


su clausura transitiva es finita. Analogamente, un conjunto
es hereditariamente numerable si su clausura transitiva es a lo
sumo numerable.
Ejercicio 5.10. Demuestre que
HF = {x : x es hereditariamente finito} = Vω .
S
Sea Vω1 = {Vα : α ∈ On, α numerable} (véase el Ejercicio
4.22). Demuestre que
HN = {x : x es hereditariamente numerable} ⊆ Vω1 .
¿ Es HN = Vω1 ?

76
CAPı́TULO 6

Cardinales

Definición 6.1. Un ordinal α es un cardinal si no es equipo-


tente a ningún ordinal menor (es decir, no es equipotente a
ninguno de sus elementos).

Examinemos algunos ejemplos. Todo ordinal finito es un


cardinal. ω es un cardinal, pero ω + 1, ω + n (con n ∈ ω),
ω + ω, ω  ω, ω ω no son cardinales ya que cada uno de ellos es
equipotente a ω.
Claramente, todo cardinal infinito es un ordinal lı́mite. Vea-
mos ahora que existen cardinales arbitrariamente grandes. De-
mostraremos que dado un ordinal α, existe un cardinal mayor
que α.
Usando el axioma de elección que será introducido en la
próxima sección, el teorema de Cantor nos permite obtener
este resultado. (En efecto, como para todo conjunto x, x ≺ 2x ,
la cardinalidad de 2α debe ser un cardinal mayor que α pero
el problema con este razonamiento es que todavı́a no hemos
definido lo que es la cardinalidad de un conjunto, y para ello
necesitamos el axioma de elección). El resultado se puede de-
mostrar sin usar el axioma de elección, como veremos a conti-
nuación.

Teorema 6.2. (Hartogs) Para todo ordinal α, existe un


cardinal mayor que α.

77
6. Cardinales

Demostración: Dado un ordinal α, si α es finito, ya sabemos


que el resultado es cierto. Si α es infinito, consideremos la
siguiente definición: Sea
α+ = {β : β es equipotente a algún subconjunto de α}.
Empecemos por demostrar que α+ es un conjunto. Consi-
deremos el conjunto
z = {R : R es un buen orden en algún subconjunto de α}.
Notemos que un buen orden R en un subconjunto y ⊆ α es
un subconjunto de y × y (R ⊆ y × y). Entonces z ⊆ P(α × α),
y por lo tanto z es un conjunto.
Ahora, α+ es el conjunto de los ordinales β tales que existe
un r ∈ z sobre un subconjunto y ⊆ α tal que (y, r) es isomorfo
a β, y entonces α+ es un conjunto por el axioma de reemplazo
(podemos considerar la relación que a cada par (y, r) le asigna
su tipo de orden).
Veamos ahora que α+ es transitivo. Si δ ∈ β y β ∈ α+ ,
entonces también δ ∈ α+ , puesto que el isomorfismo correspon-
diente a β se puede restringir a δ. Como α+ es un conjunto
de ordinales, está bien ordenado por ∈, luego α+ es un ordinal
(todo conjunto transitivo de ordinales es un ordinal).
Veamos que α+ es un cardinal: Si β < α+ y β ≈ α+ , en-
tonces como β es equipotente a un subconjunto de α, tenemos
que α+ también lo es, y entonces, α+ ∈ α+ , una contradicción.
Para ver que α ∈ α+ , basta notar que la identidad es un iso-
morfismo de α en α. 

Corolario 6.3. a) Existen cardinales arbitrariamente


grandes.
b) La colección de todos los cardinales no es un conjunto.
Demostración: b) Supongamos que la colección C de todos
los cardinales fuese un conjunto. Entonces ∪C es un conjunto.

78
Teorı́a de Conjuntos

Pero por la parte a), ∪C es la colección de todos los ordinales,


y ya sabemos que On no es un conjunto. 

Ejercicio 6.4. a) Demuestre que α+ es el menor cardinal


mayor que α.
b) Demuestre que si C es un conjunto de cardinales, en-
tonces ∪C es un cardinal.
La colección de los cardinales es cerrada y cofinal (o no
acotada) en On. (Aquı́ al decir cerrada queremos decir ce-
rrada respecto a la topologı́a del orden, en otras palabras, la
colección de los cardinales contiene a sus puntos lı́mites: si A
es un conjunto de cardinales, ∪A es un cardinal).
Denotaremos a los cardinales infinitos con la letra ℵ con
subı́ndices. Definimos inductivamente
ℵ0 = ω,
ℵα+1 = (ℵα )+ , y se dice en este caso que es el (cardi-
nal) sucesor de ℵα .
Si λ es un ordinal lı́mite,
ℵλ = ∪{ℵα : α < λ}, y en este caso decimos que ℵλ es
un cardinal lı́mite .
Tenemos entonces que un cardinal infinito κ es un cardinal
sucesor si es de la forma µ+ para algun cardinal µ; y κ es un
cardinal lı́mite si no es sucesor, es decir, si
κ = ∪{µ : µ es un cardinal menor que κ}.
También usamos la notación ωα para denotar al ordinal ℵα .
Ejercicio 6.5. Demuestre que todo cardinal infinito es de
la forma ℵα para algún ordinal α.
(Sugerencia: Por inducción transfinita. Si κ es un cardi-
nal y todo cardinal menor que κ es algun ℵ, entonces κ lo es
también).

79
6. Cardinales

Si un conjunto x se puede bien ordenar, entonces existe un


único cardinal α equipotente a x. A este cardinal se le llama
la cardinalidad de x, que denotaremos por Card(x) o |x|. En
efecto, si x está bien ordenado, entonces su tipo de orden es el
único ordinal isomorfo a x con ese orden, pero todo ordinal β es
equipotente a un único cardinal, el menor ordinal equipotente
a β. Tenemos entonces que Card(x) = ∩{α ∈ On : x ≈ α}.

Teorema 6.6. Para todo cardinal infinito κ se tiene que


κ ≈ κ × κ.

Demostración: Definamos un buen orden C en κ × κ de la


manera siguiente:
(α, β) C (γ, δ) si y solamente si

max{α, β} < max{γ, δ}, o


max{α, β} = max{γ, δ} y (α, β) precede a (γ, δ)
en el orden lexicográfico.

-
6
-
6
-
6

El orden en κ × κ

80
Teorı́a de Conjuntos

Dado (α, β) ∈ κ × κ, (α, β) tiene a lo sumo |max{α, β} ×


max{α, β}| < κ predecesores según el orden C. Por lo tanto, el
tipo de orden de (κ × κ, C) es a lo sumo κ. De aquı́ se concluye
que |κ × κ| ≤ κ. Esto se puede justificar de la manera siguiente:
si un conjunto bien ordenado tiene tipo de orden > κ, emtonces
existe un elemento que determina un segmento inicial de tipo
de orden κ, y por lo tanto el conjunto de sus predecesores es de
cardinalidad κ.
Por otra parte, κ ≤ |κ × κ|, y ası́ llegamos a la conclusión
deseada. 

Corolario 6.7. Si (A, <) es un conjunto infinito bien or-


denado entonces A ≈ A × A.
Hemos indicado que a cada conjunto bien ordenado le co-
rresponde un único cardinal, su cardinalidad (el único cardinal
equipotente al conjunto dado). Sin embargo, no podemos ase-
gurar que a cada conjunto le corresponda un cardinal a menos
que introduzcamos el último axioma de nuestra teorı́a, el a-
xioma de la elección. Veremos que este axioma implica que todo
conjunto se puede bien ordenar, y por lo tanto se puede definir
su cardinalidad. Para desarrollar entonces la aritmética de car-
dinales es conveniente estudiar primero el axioma de elección y
algunos enunciados equivalentes. Esto lo haremos en la sección
siguiente.
Ejercicio 6.8. Dado un conjunto x, definamos
x+ = {α : α es un ordinal y α ≺ x}.
Demuestre:
a) x+ es un conjunto.
b) x+ es un ordinal inicial (i.e. un cardinal).
c) x+ 6w x.

81
6. Cardinales

Nótese que si x se puede bien ordenar, x es equipotente a un


único cardinal (el que precede a x+ ). Si x no se puede bien or-
denar entonces x 6w x+ y por lo tanto x y x+ son incomparables
respecto a w.

82
CAPı́TULO 7

El axioma de elección

Dado un conjunto A, decimos que la función f es una


función de elección (o una función selectora) para A si el do-
minio de f es A − {∅} y para todo a en el dominio de f , se
tiene que f (a) ∈ a. Podemos entonces enunciar el axioma de
elección como sigue:

AXIOMA 9. (Axioma de Elección): Todo conjunto tiene


una función selectora.

∀x∃f (f es una función, dom(f ) = x \ {∅} ∧ ∀y(y ∈ dom(f ) →


f (y) ∈ y)).

Es muy fácil demostrar, a partir de los demás axiomas, que


algunos conjuntos tienen función selectora, por ejemplo {a},
{{a}, {b}}.
Ejercicio 7.1. Demuestre sin usar el Axioma 9 que todo
conjunto finito posee una función selectora. (Sugerencia: Usar
inducción en el número de elementos del conjunto).
Sin embargo, no se puede demostrar (a partir de los a-
xiomas 1 al 8) que cualquier conjunto tiene una función selec-
tora. Por ejemplo, ¿Cómo demostrar que existe una función
selectora para P(R)?

83
7. El axioma de elección

Es relativamente fácil probar que los siguientes enunciados


son formas equivalentes de expresar el axioma de elección.
AE1: Si A es un conjunto de conjuntos no vacı́os disjun-
tos dos a dos, entonces existe un conjunto cuya inter-
sección con cada elemento de A tiene un solo elemento.
AE2: Todo conjunto potencia (es decir, de la forma P(x))
tiene una función selectora.
AE3: Toda función contiene (como subconjunto) una in-
yección con el mismo rango.
AE4: Toda relación binaria contiene una función con el mis-
mo dominio.
AE5: El producto cartesiano de un conjunto de conjuntos
no vacı́os es no vacı́o.
Ejercicio 7.2. Demuestre que AE, AE1, AE2, AE3, AE4
y AE5 son equivalentes.
Veremos a continuación algunas equivalencias más intere-
santes.
Principio de Buena Ordenación (PBO): Todo conjunto se
puede bien ordenar
El Principio de Buena Ordenación fue considerado por Can-
tor como una “ley del pensamiento”, aunque no era aceptado
como un principio tan evidente por muchos matemáticos. Zer-
melo enunció el axioma de elección para justificar este prin-
cipio, y en 1904 demostró que AE implica PBO. Veamos que
estos enunciados son equivalentes.
Teorema 7.3. El axioma de elección es equivalente al prin-
cipio de buena ordenación.
Demostración: Demostremos primero que PBO implica AE.
Esta es la más fácil de las dos implicaciones. Dado un con-
junto A, sea r un buen orden de ∪A (en particular, cada e-
lemento a de A queda bien ordenado por el orden r ∩ a ×

84
Teorı́a de Conjuntos

a). Definamos f : A \ {∅} → ∪A de la manera siguiente:


Dado a ∈ A \ {∅}, f (a) es el menor elemento de a respecto
al buen orden r ∩ a × a (entonces f = {(a, x) ∈ A \ {∅} × ∪A :
x es el menor elemento de a respecto a r}).
Veamos ahora la implicación inversa. Sea A un conjunto,
definiremos un buen orden en A con la ayuda del AE. Sea f :
P(A) \ {∅} → A una función selectora para P(A). Definimos
g : P(A) \ {A} → A como sigue: g(B) = f (A \ B). (Nótese que
para todo B ⊆ A, g(B) ∈ / B). Ahora definimos una relación
funcional por recursión. Sea x0 un conjunto que no pertenece
a A y definamos, para cada ordinal α,

(
g({F (β) : β < α}), si {F (β) : β < α} $ A,
F (α) =
x0 en caso contrario.

Supongamos que F no toma nunca el valor x0 . Como F


es inyectiva con dominio On y todos sus valores están en A,
tendrı́amos por el axioma de reemplazo que On es un conjunto.
De esta contradicción concluı́mos que existe algún α tal que
F (α) = x0 . Sea α0 el menor de esos ordinales. Entonces para
todo β < α0 se tiene que F (β) ∈ A y {F (β) : β < α0 } ⊆ A.
Pero este conjunto no está en el dominio de g (por que en ese
caso F (α0 ) pertenecerı́a A) entonces {F (β) : β < α0 } = A y
por lo tanto F  α0 es una biyección de α0 en A. Esto induce
un buen orden en A. 

Otra equivalencia importante y de mucha utilidad es la que


estudiaremos a continuación.

Lema 7.4. (Lema de Zorn) Sea U un conjunto ordenado


tal que todo subconjunto bien ordenado de U tiene una cota
superior. Entonces U tiene un elemento maximal.

85
7. El axioma de elección

Demostración: Demostraremos que AE implica el Lema de


Zorn. Sea U =< A, R > un conjunto parcialmente ordenado,
donde R ⊆ A × A es la relación de orden. Por el axioma de
elección, tenemos una función selectora h : P(A) \ {∅} → A tal
que h(x) ∈ x para todo x ⊆ A (x 6= ∅). Sea C el conjunto de los
subconjuntos acotados de A (aquellos para los que existe una
cota superior estricta). Para cada x ∈ C, sea cx el conjunto
de las cotas superiores estrictas de x. Definimos m : C → A
por m(x) = h(cx ). (Por lo tanto m(x) es una cota superior de
x y m(x) ∈ / x ). Sea x0 un conjunto que no pertenece a A.
Definamos una relación funcional F ası́:

(
m({F (β) : β < α}), si {F (β) : β < α} ∈ C,
F (α) =
x0 en caso contrario.

De la misma manera que en el teorema anterior, podemos


demostrar (usando reemplazo) que F toma el valor x0 . Sea α0 el
menor ordinal α tal que F (α) = x0 . F  α0 es una inyección de
α0 en A que preserva el orden, luego {F (β) : β < α0 } está bien
ordenado. Por hipótesis, este conjunto tiene una cota superior
d. Pero d no es una cota superior estricta ya que en ese caso
F (α0 ) ∈ A. Esto quiere decir que d es un elemento maximal.


Demostraremos ahora que un enunciado aparentemente más


débil que el lema de Zorn implica el AE: Supongamos que todo
conjunto ordenado cuyos subconjuntos totalmente ordenados
tienen cota superior tiene un elemento maximal y demostremos
el AE.
Sea A un conjunto. Queremos hallar una función selectora
para A. Sea F = {h : dom(h) ⊆ A \ {∅} y para todo x ∈
dom(h)h(x) ∈ x}.

86
Teorı́a de Conjuntos

Nótese que si A tiene algún elemento x 6= ∅, entonces F


no es vacı́o porque si y ∈ x para algún x ∈ A, la función
h = {< x, y >} pertenece a F. El conjunto F está parcial-
mente ordenado por la relación de inclusión ⊆ (extensión de
funciones). Si H ⊆ F es un subconjunto totalmente ordenado
entonces ∪H es una cota superior de H. Por hipótesis tenemos
entonces que existe un elemento maximal f ∈ F. Verifiquemos
que f es una función selectora para A. En efecto, como f ∈ F,
dom(f ) ⊆ A \ {∅} y para cada x ∈ dom(f ), f (x) ∈ x. Falta
demostrar que dom(f ) = A \ {∅}. Supongamos lo contrario, y
tomemos un z ∈ A \ {∅} fuera del dominio de f . Como z 6= ∅
existe un u ∈ z y podemos definir f 0 = f ∪ {< z, u >}. Clara-
mente f 0 ∈ F y f ⊆ f 0 , lo que contradice la maximalidad de
f .

Definición 7.5. Una familia A de conjuntos es de carácter


finito si para cada conjunto a, a ∈ A si y sólo si cada subcon-
junto finito de a está en A.
Otro enunciado equivalente al axioma de elección es el lla-
mado Lema de Tukey.
Lema 7.6. (Lema de Tukey) Existe un miembro maximal
de cada familia no vacı́a de carácter finito.
Demostración: Veamos que el lema de Zorn implica el lema
de Tukey. En realidad usaremos la versión más débil men-
cionada anteriormente. Si A es de carácter finito y C es una
cadena en A (es decir, un subconjunto de A totalmente orde-
nado por la relación ⊆ ), entonces ∪C es una cota superior de
C. (Nótese que ∪C está en A por ser éste de carácter finito).
Entonces existe un elemento maximal de A. 

Proposición 7.7. El lema de Tukey implica el AE.

87
7. El axioma de elección

Demostración: Dado un conjunto A, queremos una función


selectora para A. Sea F la colección de todas las funciones f
tales que dom(f ) ⊆ A \ {∅} y f (a) ∈ a para todo a ∈ dom(f ).
Veamos que la familia F es es de carácter finito. Si f ∈ F,
cada subconjunto de f pertenece a F, en particular los subcon-
juntos finitos. Recı́procamente, dado un conjunto f , si cada
subconjunto finito de f está en F, entonces los miembros de f
son pares ordenados y además f es una función. Si (x, y) ∈ f ,
entonces {(x, y)} ∈ F y por lo tanto x ∈ A, x 6= ∅ y y ∈ x.
De aquı́ que f ∈ F. Por el lema de Tukey, F tiene un ele-
mento maximal h. Si a ∈ A \ {∅} y a no está en el dominio
de h, entonces, si y ∈ a, h ∪ {(a, y)} es una extensión propia
de h que pertenece a F. Esta contradicción nos asegura que
dom(h) = A \ {∅}, por lo tanto h es una función selectora para
A. 

Hay una serie de resultados matemáticos intimamente li-


gados al axioma de elección. Entre las consecuencias más im-
portantes de este axioma se encuentran el Teorema de Hahn-
Banach, el Teorema de Ideales Primos para álgebras de Boole
y la existencia de bases para espacios vectoriales. A conti-
nuación demostremos que el Teorema de Tychonoff es equi-
valente al axioma de elección. Para obtener más información
sobre el axioma de elección, sus equivalencias y sus usos en
matemáticas, el lector puede consultar [9] o [16].
Teorema 7.8. ( Tychonoff ) El producto de espacios topoló-
gicos compactos es compacto respecto a la topologı́a producto.
Demostración: Recordemos que un espacio topológico T
es compacto si para toda familia b de subconjuntos de T con
la propiedad de la intersección finita se tiene que ∩{B̄ : B ∈
6 ∅. (Aquı́, B̄ es la clausura de B; y recordamos que una
b} =
colección de conjuntos tiene la propiedad de intersección finita

88
Teorı́a de Conjuntos

si toda subcolección finita tiene intersección no vacı́a). Sea


{Ti : i ∈ I} una colección de espacios topológicos compactos,
y sea T el espacio producto. Sea b una familia de subcon-
juntos de T con la propiedad de intersección finita. Como la
colección de familias de subconjuntos de T con la propiedad de
intersección finita es de carácter finito, por el lema de Tukey,
podemos suponer que b es maximal con la propiedad de inter-
sección finita. Por ser b maximal, todo subconjunto de T que
contiene un miembro de b está en b, y la intersección de dos
miembros de b está también en b. Y además, si un conjunto in-
tersecta a todo miembro de b, entonces está en b. Dado i ∈ I, el
conjunto de proyecciones de miembros de b al espacio Ti tiene la
propiedad de la intersección finita, por lo tanto podemos tomar
un punto xi en la intersección de las clausuras de esas proyec-
ciones ∩{Pi [B] : B ∈ b}. Sea ahora x = hxi : i ∈ Ii. Veamos
que x ∈ ∩{B̄ : B ∈ b}. Cada vecindad U de xi intersecta a
Pi [B] para cada B ∈ b, por lo que Pi−1 [U ] ∩ B 6= ∅ para cada
B ∈ b. De aquı́ que P i−1 [U ] ∈ b, y como b tiene la propiedad
de la intersección finita, intersecciones finitas de conjuntos de
ese tipo están en b. Entonces, toda vecindad de x perteneciente
a la base de la topologı́a producto es un elemento de b y por
eso intersecta a todo elemento de b. Podemos entonces concluir
que x ∈ B̄ para cada B ∈ b. 

Ejercicio 7.9. Demuestre que el Teorema de Tychonoff


implica el axioma de elección.
(Sugerencia: Dada una colección de conjuntos no vacı́os
{Xi : i ∈ I}, hallar un elemento del producto de los Xi . Pro-
ceder tomando un nuevo conjunto a y definiendo una topologı́a
en cada Yi = Xi ∪ {a} cuyos cerrados son solamente Yi , Xi y
los conjuntos finitos. Demuestre que con esta topologı́a, cada
Yi es compacto. Cada subconjunto del producto de la forma

89
7. El axioma de elección

{f : f (i) ∈ Xi } es cerrado, y la familia de estos conjuntos tiene


la propiedad de la intersección finita).
Ejercicio 7.10. Demuestre que el siguiente enunciado, lla-
mado comparabilidad, es equivalente al axioma de elección: Para
todo par de conjuntos A y B, se tiene A w B o B w A.
(Sugerencia: Demuestre que el Lema de Zorn implica el
enunciado de comparabilidad. Para la otra implicación, recorde-
mos que por el ejercicio 6.8, para todo conjunto A existe un
ordinal A+ que no es equipotente a ningún subconjunto de A.
Por la comparabilidad, A w A+ , y esto induce un buen orden
en A).
Con el axioma de elección es fácil demostrar que todo con-
junto es equipotente a un único cardinal. En efecto, si A es un
conjunto, por el PBO A se puede bien ordenar. Sea R un buen
orden en A, entonces (A, R) es isomorfo a un único ordinal β.
Sea α el menor ordinal equipotente con β. Claramente α es un
cardinal y α ≈ A. Además α es el único cardinal equipotente
con A.
Definición 7.11. (AE): Dado un conjunto A, la cardina-
lidad de A es el único cardinal equipotente con A.
Señalaremos el uso del axioma de elección escribiendo (AE)
como en la definición anterior.
Denotaremos la cardinalidad de A por Card(A) o |A|.
Nuestra definición de cardinales como ordinales iniciales
satisface la idea motivadora del concepto de cardinalidad de un
conjunto. En efecto, A ≈ B si y sólo si Card(A) = Card(B).
Ejercicio 7.12. (AE)
(1) Demuestre que
(i) todo conjunto infinito contiene un subconjunto nu-
merable, y por lo tanto todo conjunto Dedekind-
finito es finito.

90
Teorı́a de Conjuntos

(ii) cada conjunto infinito se puede descomponer en


dos suconjuntos infinitos disjuntos.
(iii) todo conjunto infinito se puede descomponer en
una colección numerable de subconjuntos disjun-
tos dos a dos.
(2) Demuestre el principio de elecciones dependientes que
se enuncia a continuación: Si R es una relación bina-
ria en un conjunto no vacı́o A, y se cumple que para
todo x ∈ A existe un y ∈ A tal que xRy, entonces e-
xiste una sucesión hxn : n ∈ ωi tal que para todo
n ∈ ω, xn Rxn+1 .
(3) Pruebe que cada conjunto no numerable tiene un sub-
conjunto de cardinalidad ℵ1 .
(4) Pruebe que si A es infinito y B ⊆ A tal que |B| < |A|,
entonces |A \ B| = |A|.

91
CAPı́TULO 8

Aritmética de cardinales

Definiremos operaciones de suma, producto y exponencia-


ción para cardinales. Veremos que las operaciones de suma y
producto no resultan muy interesantes en el caso de cardinales
infinitos, pero en cambio, la exponenciación presenta serias e
interesantes dificultades. Los problemas relativos a la exponen-
ciación de cardinales infinitos son de gran profundidad y han
motivado buena parte del desarrollo contemporáneo de la teorı́a
de conjuntos.
Usaremos κ, λ, µ, etc. para denotar cardinales.
Suma de Cardinales. Dados cardinales κ y λ, decimos que
κ + λ = µ si existen conjuntos disjuntos A y B tales que
Card(A) = κ, Card(B) = λ y µ = Card(A ∪ B). Es fácil
demostrar que κ + λ no depende de la escogencia de los con-
juntos A y B.
Podemos generalizar esta definición a sumas infinitas ası́:
Si I es un conjunto y para cada i ∈ I, κi es un cardinal,
X
κi = µ
i∈I

si existe una función f con dominio I tal que para todo i ∈ I,


|f (i)| = κi y µ = | ∪ {f (i) × {i} : i ∈ I}|.
Al tomar los productos f (i) × {i} en vez de tomar simple-
mente los conjuntos f (i) garantizamos que tenemos conjuntos
disjuntos dos a dos. Para demostrar que esta definición de

93
8. Aritmética de cardinales

suma infinita es adecuada, hay que verificar que µ no depende


de la escogencia de f . Si f y g son dos tales funciones, para
demostrar que con ambas se obtiene la misma suma hay que
escoger una biyección entre f (i) y g(i) para cada i ∈ I para lo
cual se usa el axioma de elección.
Producto de Cardinales. Decimos que κ  λ = µ si existen
conjuntos A y B tales que |A| = κ, |B| = λ y µ = |A × B|.
Como ocurre para la suma, esta definición no depende de los
conjuntos A y B.
Si I es un conjunto y para cada i ∈ I, κi es un cardinal,
Y
κi = κ
i∈I

Q f con dominio I tal que |f (i)| = κi para


si existe una función
todo i ∈ I, y κ = | i∈I f (i)|.
También en el caso del producto, la independencia de la
definición respecto a la función f se muestra usando AE.
Exponenciación de cardinales: Esta operación es un caso
particular del producto infinito. κλ = µ si existen conjuntos A
y B tales que |A| = κ, |B| = λ y µ = |B A|.
Teorema 8.1. (1) κ + λ = λ + κ, κ  λ = λ  κ.
(2) κ + (λ + µ) = (κ + λ) + µ , κ  (λ  µ) = (κ  λ)  µ.
(3) Si κ ≤ λ, entonces κ+µ ≤ λ+µ y también κµ ≤ λµ.
(4) κ  (λ + µ)
P= κ  λ +Pκµ
(AE) κ  i∈I λi = i∈I (κ  λi ). P
(5) (AE) Si para todo i ∈ I, κi = κ entonces i∈I κi =
|I|  κ.
Demostración: Ejercicio. 

La suma finita y el producto finito de cardinales infinitos


son operaciones poco interesantes como lo muestra el siguiente
resultado.

94
Teorı́a de Conjuntos

Teorema 8.2. ℵα + ℵβ = ℵα  ℵβ = ℵα∪β = max(ℵα , ℵβ ).


Demostración: Todo sigue de que |ℵα × ℵα | = ℵα . Por
ejemplo: Si α ≤ β, entonces
ℵα × ℵβ ⊆ ℵβ × ℵβ ≈ ℵβ ,
y también,
ℵα + ℵβ ⊆ ℵβ + ℵβ ≤ ℵα × ℵβ ≈ ℵβ .


Ejercicio 8.3. Demuestre los siguientes enunciados.


(1) Si α y β son cardinales, entonces α + β = card(α + β)
y α  β = card(α  β), donde α y β son considerados
como cardinales del lado izquierdo de ambos signos de
igualdad
S y como
P ordinales del lado derecho.
(2) | i∈I Ai | ≤ i∈I |Ai | (usar AE).

1. Cofinalidad. Cardinales regulares


Definición 8.4. Sea α un ordinal lı́mite, decimos que β <
α es cofinal con α si existe una función creciente f : β → α
tal que para todo ξ < α, existe δ < β tal que f (δ) ≥ ξ (es
decir, la imagen de f es no acotada en α). Dado α, cof (α), la
cofinalidad de α, es el menor ordinal cofinal con α.
Nótese que la cofinalidad no es una noción interesante para
ordinales sucesores ya que la cofinalidad de un sucesor es siem-
pre 1.
Ejercicio 8.5. Demuestre
(a) Para todo α, cof (cof (α)) = cof (α).
(b) Para todo α, cof (α) es un cardinal.

95
8. Aritmética de cardinales

(Sugerencia: demuestre primero que si β < α, β es cofinal


con α si y sólo si existe una función de β en α cuya imagen es
no acotada en α, es decir, la exigencia de que f sea creciente
en la definición de cofinalidad se puede obviar.

Ejercicio 8.6. Sea α un cardinal, demuestre que cof (α)


es el menor cardinal β tal que existe una partición de α en β
pedazos cada uno de los cuales tiene cardinalidad estrictamente
menor que α.

Ejercicio 8.7. Sea κ un cardinal infinito. Demuestre u-


sando AE que si para cada α < κ el conjunto Xα es tal que
|Xα | ≤ κ, entonces | ∪ Xα | ≤ κ. En particular, la unión de una
colección numerable de conjuntos numerables es numerable.

Definición 8.8. Un cardinal infinito es un cardinal regu-


lar si es igual a su cofinalidad. Decimos que κ es un cardinal
singular en caso contrario.

Ejemplos: ω es regular, en cambio, ℵω es singular. Usando


el axioma de elección se puede demostrar que para cualquier α,
ℵα+1 es regular, como veremos a continuación.

Teorema 8.9. (AE) Todo cardinal sucesor infinito es re-


gular.

Demostración: Consideremos el cardinal ℵα+1 . Sea β <


ℵα+1 y supongamos que f : β → ℵα+1 es creciente. Para cada
δ < β, f (δ) es un ordinal de cardinalidad ≤ ℵα . Consideremos

96
Teorı́a de Conjuntos

S
δ<β f (δ), su cardinalidad es
[ X
| f (δ)| ≤ |f (δ)|
δ<β δ<β
X
≤ ℵα
δ<β
= |β|  ℵα
≤ ℵα  ℵα = ℵα .

Entonces, como ∪(ran(f )) es de cardinalidad ≤ ℵα , sigue


que rango(f ) es acotado en ℵα+1 . Por lo tanto, ningún β <
ℵα+1 es la cofinalidad de ℵα+1 . Esta cofinalidad debe entonces
ser ℵα+1 .

2. Exponenciación de cardinales. La hipótesis del


continuo
Estudiemos ahora algunas de las propiedades más impor-
tantes de la exponenciación de cardinales.
Teorema 8.10. Sean κ, λ y γ cardinales, y sea I un con-
junto.
(i) (AE) i∈I κ = κ|I| .
Q

(ii) 2|I| = |P(I)|.


(iii) κλ+γ = κλ  κγ , y en general (usando
P AE), si para todo
i ∈ I, κi y λi son cardinales, κ i∈I λi = i∈I κλi .
Q

(iv) (κλ )γ = κλγ


(κ  λ)γ = κγ  λγ , y en general (AE), ( i∈I κi )γ =
Q
(v) Q
γ
i∈I (κi ).

Demostración: Ejercicio. 

97
8. Aritmética de cardinales

Antes de comenzar la discusión sobre la hipótesis del con-


tinuo conviene demostrar la siguiente desigualdad debida a J.
König.

Teorema 8.11. (AE) Sea I un conjunto no vacı́o, y para


cada i ∈ I sean κi y λi cardinales tales que κi < λi , entonces
X Y
κi < λi .
i∈I i∈I

Demostración: Para cada i ∈ I, sean Ai y Bi conjuntos


tales que |Ai | = κi , |Bi | = λi y Ai ⊆ Bi . Además, podemos
suponer sin perder generalidad que los Bi son disjuntos dos a
dos. QNótese que por hipótesis Bi 6= ∅ para cada i ∈ I y por el
AE, i∈I Bi 6= ∅. S Q
a) Existe una función
S inyectiva f : i∈I Ai → i∈I Bi .
En efecto, dadoQa ∈ i∈I Ai , digamos que a ∈ Aio sea S f (a)
el elemento de i∈I Bi dado por la función h : I → i∈I Bi
definida por h(io ) = a y h(i) ∈ Bi \ Ai si i 6= io . (Tal h existe
por el axioma de elección). S Q
b) Ninguna función f : i∈I Ai → i∈I Bi es sobreyec-
tiva. Sea f una Q tal función. Para todo i ∈ I, dado x ∈ Ai
tenemos f (x) ∈ i∈I Bi . Pongamos Zi = {f (x)(i) : x ∈ Ai }.
Claramente Zi w Ai ≺ Bi . QSea entonces, para cada i ∈ I,
ui ∈ Bi \ Zi . La función h ∈ i∈I Bi dada por h(i) = ui (cuya
existencia está garantizada por el AE) no está en el rango de
f .

Una de las consecuencias más notables de este teorema es


el siguiente resultado.

Teorema 8.12. (AE) Dados cardinales κ y λ, κ ≥ 2 y


λ ≥ ω, se tiene cof (κλ ) > λ.

98
Teorı́a de Conjuntos

Demostración: Supongamos que f : λ → κλ , entonces


X Y
(∪f ”λ) ≤ |f (α)| < κλ
α<λ α<λ
λ λ λλ
= (κ ) = κ
= κλ
y por lo tanto, el rango de f es acotado en κλ .

En particular, obtenemos cof (2ℵ0 ) > ℵ0 y, por ejemplo,


podemos concluir que 2ℵ0 6= ℵω .
Ejercicio 8.13. Demuestre que para todo cardinal infinito
κ se tiene la desigualdad κcof (κ) > κ.
Sugerencia: Use la desigualdad de König. Sea {κα : α <
cof (κ)} una sucesión cofinal en κ. Para cada α < cof (κ),
κα < κ, entonces α<cof (κ) κα < α<cof (κ) κ = κcof (k) .
P Q

La hipótesis del continuo (HC) es la afirmación


2 ℵ0 = ℵ 1 .
Dicho de otra manera, la hipótesis del continuo expresa que
la colección de todos los subconjuntos de ℵ0 tiene cardinalidad
ℵ1 . Como R y 2ℵ0 son equipotentes, la hipótesis del continuo
es equivalente a decir que todo subconjunto no numerable de
R es equipotente a R (en otras palabras, no hay subconjuntos
de R de cardinalidad intermedia entre ℵ0 y |R|). La hipótesis
generalizada del continuo (HGC) es la afirmación, para todo
ordinal ℵ,
2ℵα = ℵα+1 .
En 1936, Kurt Gödel demostró que si la teorı́a ZF es con-
sistente, entonces la negación de la hipótesis del continuo no
es demostrable a partir de los axiomas de esa teorı́a. Esto lo
hizo construyendo una colección de conjuntos, llamada la clase

99
8. Aritmética de cardinales

de los conjuntos constructibles y denotada por L, que tiene


la propiedad siguiente; si suponemos que los axiomas de ZF
valen en el universo de conjuntos, entoces tambien valen en
L, y más aún, en L también valen la hipótesis generalizada
del continuo y el axioma de elección. La clase de los conjun-
tos constructibles tiene, por decirlo de una manera poco pre-
cisa pero quizás sugestiva, solamente aquellos conjuntos que
es necesario tener para poder satisfacer los axiomas. En par-
ticular, allı́ sólo hay ℵ1 subconjuntos de ω, y por lo tanto esa
cantidad de números reales. Mucho después, en 1964, P. Cohen
demostró que la HC tampoco es demostrable a partir de los a-
xiomas de ZF C, con esto se completó la demostración de que la
Hipótesis del Continuo es indecidible en la teorı́a ZF C. Cohen
también demostró que el axioma de elección es indemostrable
en ZF . La vı́a que uso Cohen para obtener sus resultados fue
también la de construir un modelo apropiado de ZF , y para
ello desarrolló una técnica llamada “forcing” que ha sido una
de las herramientas más útiles en el desarrollo posterior de la
teorı́a de conjuntos.
Lema 8.14. Si ℵα ≤ ℵβ entonces,

ℵαβ = 2ℵβ .
Demostración. Observemos que
ℵ ℵ
ℵαβ ≤ ℵβ β ≤ (2ℵβ )ℵβ = 2|ℵβ ×ℵβ | = 2ℵβ ,

y por lo tanto ℵαβ ≤ 2ℵβ . La otra desigualdad es trivial. 

Teorema 8.15. (Hausdorff ) (AE) Para todo α y β,

ℵβ ℵ
ℵα+1 = ℵαβ  ℵα+1 .

100
Teorı́a de Conjuntos

Demostración: Supongamos primero que ℵβ ≤ ℵα . Como


ℵα+1 es regular y ℵβ ≤ ℵα , toda función f : ℵβ → ℵα+1 tiene
ωβ
= γ<ωα+1 γ ωβ , y
S
rango acotado en ℵα+1 y por lo tanto, ωα+1
entonces,

ℵ ω
[
β
ℵα+1 β
= |ωα+1 |=| γ ωβ | ≤
γ<ωα+1
X X
≤ |γ ωβ | = |γ|ℵβ ≤
γ<ωα+1 γ<ωα+1

X
≤ ℵαβ =
γ<ωα+1

= ℵαβ  ℵα+1 .


Por otra parte, ℵαβ y ℵα+1 son ambos menores que o iguales
ℵβ ℵβ ℵ
ℵα+1 ,luego ℵα+1 = ℵαβ  ℵα+1 .
ℵ ℵ ℵ ℵ
β
Si ℵα < ℵβ , entonces ℵα+1 ≤ ℵβ β = 2ℵβ ≤ ℵαβ ≤ ℵα+1
β
.
β ℵ ℵ
Luego, en este caso ℵα+1 = ℵαβ . Por otra parte, ℵα+1 ≤ ℵβ <

2ℵβ = ℵαβ , y entonces también vale el enunciado. 

La hipótesis generalizada del continuo nos permite evaluar


ℵ ℵ
las potencias ℵαβ . Bajo esta hipótesis el valor de ℵαβ puede ser
ℵα , ℵα+1 o ℵβ+1 , de acuerdo a la relación entre los cardinales
ℵα y ℵβ . Para demostrarlo usaremos el lema siguiente.

Lema 8.16. (AE) Si α es un ordinal lı́mite y ℵβ < cof (ℵα ),


ℵ ℵ
entonces ℵαβ = γ<α ℵγ β .
P

101
8. Aritmética de cardinales

ω ω
Demostración: De la hipótesis sigue que ωαβ = γ<α ωγ β
S

(ya que toda función de ωβ en ωα es acotada). Entonces,

ℵ ω ω
[
ℵαβ = |ωαβ | = | ωγ β | ≤
γ<α
ω ℵ
X X
≤ |ωγ β | = ℵγ β ≤
γ<α γ<α
ℵ ℵ ℵ
X
≤ ℵαβ = ℵαβ  |α| = ℵαβ .
γ<α

Entonces, si suponemos la HGC tenemos

Teorema 8.17. (HGC)


ℵα
 si ℵβ < cof (ℵα );

ℵαβ = ℵα+1 si cof (ℵα ) ≤ ℵβ < ℵα ;

ℵβ+1 si ℵα ≤ ℵβ .

Demostración: (i) Si ℵβ < cof (ℵα ), entonces examinamos


dos posibilidades,

(a) Si α = γ + 1, entonces cof (ℵα ) = ℵα (ℵα es regular)


ℵ ℵβ
y entonces, ℵαβ = ℵγ+1 = (2ℵγ )ℵβ = 2ℵγ ℵβ = 2ℵγ =
ℵγ+1 = ℵα .

102
Teorı́a de Conjuntos

ℵ ℵβ
(b) Si α es lı́mite, por el lema anterior, ℵαβ =
P
γ<α ℵγ ,
entonces,

X ℵβ
ℵα ≤ ℵαβ = ℵγ ≤
γ<α
X X
ℵγ ℵβ
≤ (2 ) = 2ℵγ ℵβ =
γ<α γ<α
X X
ℵγ∪β
= 2 = ℵ(γ∪β)+1 ≤
γ<α γ<α
X
≤ ℵα = ℵα  |α| = ℵα .
γ<α

(ii) Si cof (ℵα ) ≤ ℵβ < ℵα , entonces por la desigualdad de


König (véase más precisamente el ejercicio que sigue al teorema
ℵ ℵ
de König), ℵαβ > ℵα . Por otra parte, ℵαβ ≤ (2ℵα )ℵβ = 2ℵα =
ℵα+1 .
(iii) Si ℵα < ℵβ , entonces

ℵβ+1 = 2ℵβ ≤ ℵαβ ≤ (2ℵα )ℵβ = 2ℵα ℵβ = 2ℵβ = ℵβ+1 . 

103
CAPı́TULO 9

Cardinales inaccesibles

Definición 9.1. Un cardinal κ es un cardinal lı́mite fuerte


si para todo cardinal α < κ se tiene que 2α < κ.
Ejemplo: Si suponemos la hipótesis generalizada del con-
tinuo, entonces ℵω , como cualquier otro cardinal lı́mite, es un
cardinal lı́mite fuerte.
Ejercicio 9.2. Dado un cardinal α, halle un cardinal lı́mite
fuerte mayor que α.
(Sugerencia: Sea α0 = α, y αn+1 = 2αn . Considere el
supremo de los αn ).
Definición 9.3. Un cardinal κ > ω es un cardinal fuerte-
mente inaccesible (o simplemente, un cardinal inaccesible) si es
regular y lı́mite fuerte. Decimos que κ es un cardinal débilmente
inaccesible si es regular y es un cardinal lı́mite.
Es claro que la HGC implica que todo cardinal debilmente
inaccesible es fuertemente inaccesible.
Veremos que la existencia de cardinales inaccsesibles no se
puede demostrar en ZF C, pero para ello necesitamos intro-
ducir varios conceptos nuevos. Es oportuno en este momento
hacer una presentación más formal de algunos conceptos lógicos
que hemos estado utilizando, y definiremos lo que se llama la
relativización de una fórmula a un conjunto.

105
9. Cardinales inaccesibles

Definición 9.4. Sea A un conjunto, y sea φ una fórmula


del lenguaje de la teorı́a de conjuntos. Definiremos φA , la re-
lativización de φ al conjunto A, por inducción en la complejidad
de la fórmula. La relativización de φ no es necesariamente una
fórmula en el lenguaje que hemos definido, sino una fórmula
en un lenguaje extendido con un sı́mbolo adicional que denota
el conjunto A. Si φ es atómica, entonces φA = φ, (φ1 ∨ φ2 )A =
(φ1 )A ∨ (φ2 )A, (¬φ)A = ¬(φA ), y finalmente, (∀xφ)A = ∀x(x ∈
A → φA ).
Sea φ una fórmula sin variables libres, y sea A un conjunto.
Decimos que A es un modelo de φ ( o que φ es válida en A)
si vale la fórmula φA (en el universo V ). De igual forma, si
tenemos un conjunto S de fórmulas sin variables libres, A es
un modelo de S si vale φA para cada fórmula φ ∈ S. Es relati-
vamente fácil demostrar (a partir de los axiomas de ZF C) que
si A es un conjunto transitivo entonces A es un modelo del A-
xioma de Extensionalidad. En efecto, sea A es transitivo y sean
x, y ∈ A. Supongamos que para todo z ∈ A, z ∈ x ↔ z ∈ y,
queremos concluir que x = y. Por el axioma de extensionali-
dad, si para todo z se cumple z ∈ x ↔ z ∈ y, entonces x = y.
Sin embargo, nuestra hipótesis sólo se refiere a aquellos z ∈ A.
Basta observar que precisamente la transitividad de A nos dice
que si z ∈ x o z ∈ y entonces z ∈ A.
Ejercicio 9.5. 1. Sea α un ordinal lı́mite. ¿Cuáles a-
xiomas de ZF C valen en Vα ?
2. Demuestre que si κ es inaccesible entonces Vκ es un
modelo de ZF C.
Una colección de fórmulas del lenguaje de la teorı́a de con-
juntos se dice consistente si no es posible demostrar una con-
tradicción a partir de fórmulas de la colección. Si un conjunto
A es modelo de una colección de fórmulas (sin variables libres),
entonces toda fórmula (sin variables libres) demostrable a partir

106
Teorı́a de Conjuntos

de ellas también vale en A. En consecuencia, si un conjunto de


fórmulas tiene un modelo, es consistente. Por el Segundo Teo-
rema de Incompletitud de Gödel, la consistencia de la teorı́a
ZF C no es demostrable a partir de los mismos axiomas de
ZF C; por lo tanto no podemos demostrar en ZF C que existen
cardinales inaccesibles. Esto es ası́ ya que la existencia de car-
dinales inaccesibles implica la existencia de modelos de ZF C
lo que a su vez implica que ZF C es consistente. Los conceptos
y teoremas de la lógica involucrados en esta argumentación son
de gran profundidad y escapan al tema central de este texto.
El lector puede consultar [18] ( o algún otro texto de lógica)
para ampliar sobre estos puntos.
Ejercicio 9.6. Demuestre que en la teorı́a ZF C no se
puede demostrar la existencia de cardinales débilmente inac-
cesibles.

107
CAPı́TULO 10

El teorema de Ramsey y la teorı́a de


particiones

Comenzaremos con la afirmación siguiente: Si se parte en


dos clases el conjunto de subconjuntos de dos elementos de un
conjunto infinito A, siempre existe un subconjunto infinto H ⊆
A cuyos subconjuntos de dos elementos están todos en la misma
clase. Una manera más gráfica de enunciar este resultado es
la siguiente: Si tomamos un grafo infinito completo (es decir,
un conjunto infinito de vértices tal que todo par de vértices
está conectado por un arco), y coloreamos los arcos, algunos de
rojo y los demás de azul, no importa cual sea la manera que
hagamos esto, siempre podemos hallar un conjunto infinito de
vértices tal que todos los arcos entre vértices de ese conjunto
son del mismo color. Dado un conjunto A, denotamos por
[A]n la colección de subconjuntos de A que tienen exactamente
n elementos. Usando esta notación, el enunciado anterior se
puede entonces expresar de esta manera:
Teorema 10.1. Dado un conjunto infinito A, y dada una
función F : [A]2 → {0, 1}, existe un conjunto infinito H ⊆ A y
existe i ∈ {0, 1} tales que F ”[H]2 = {i}.
Para demostrarlo, usaremos un teorema referente a árboles
infinitos.
Definición 10.2. Decimos que un conjunto parcialmente
ordenado (A, <A ) es un árbol si para cada elemento a ∈ A, el

109
10. El teorema de Ramsey y la teorı́a de particiones

conjunto {b ∈ A : b <A a} de predecesores de a en A está bien


ordenado.
El primer nivel de un árbol está formado por los elementos
minimales, aquellos que no tienen predecesores, al que llamare-
mos el nivel 0. El siguiente nivel, el nivel 1, está formado por
los sucesores inmediatos de elementos del primer nivel, y ası́,
inductivamente podemos definir el nivel a como la colección de
elementos del árbol cuyo conjunto de predecesores tiene tipo de
orden α.
Teorema 10.3. (König, D. 1927) Un árbol infinito cuyos
niveles son todos finitos tiene una rama infinita.
Demostración. La demostración es muy fácil, la rama in-
finita se halla por inducción en los niveles. Como el primer nivel
del árbol es finito, debe haber un elemento a0 del primer nivel
con una colección infinita de sucesores. Entre los sucesores
inmediatos de ese elemento (por hipótesis hay una cantidad
finita de ellos, ya que son miembros del segundo nivel del árbol)
hay al menos uno que tiene infinitos sucesores. Escogemos uno
de estos sucesores inmediatos de a0 y lo llamamos a1 . Conti-
nuando este proceso inductivamente se halla una rama infinita.
En efecto, supongamos que hemos definido a0 , a1 , . . . , ak , y ak
tiene infinitos sucesores en el árbol. Como ak tiene una canti-
dad finita de sucesores inmediatos, al menos uno de ellos tiene
también infinitos sucesores en el árbol. Tomamos uno de ellos
y lo llamamos ak+1 . Como el árbol es infinito podemos conti-
nuar para obtener una sucesión infinita a0 , a1 , . . . . Es claro que
esta sucesión es una rama del árbol. Nótese que hemos usado
el principio de elecciones dependientes. 

Si A es infinito y F : [A]2 → {0, 1}, construimos un árbol


de la manera siguiente: los nodos del árbol serán elementos de
A, y el orden lo definimos por pasos. Tomamos un elemento

110
Teorı́a de Conjuntos

a0 ∈ A y lo colocamos en la base del árbol, es decir, a0 es el


único elemento del primer nivel. El resto de A lo dividimos en
dos partes, {a ∈ A \ {a0 } : F ({a0 , a}) = 0} y {a ∈ A \ {a0 } :
F ({a0 , a}) = 1}.
Sean a00 y a01 elementos de la primera y la segunda parte
respectivamente. Estos serán los sucesores inmediatos de a0
en el árbol (a00 y a01 forman el segundo nivel del árbol). Lo
que resta de la primera parte, B00 = {a ∈ A : F ({a0 , a} =
0} \ {a00 }, es el conjunto de sucesores potenciales de a00 , y
análogamente, B01 = {a ∈ A : F ({a0 , a}) = 1} \ {a01 } es el
conjunto de sucesores potenciales de a01 . Continuando este
proceso, los miembros del nivel k estarán denotados por as
donde s es una sucesión finita de ceros y unos de longitud k y
para cada nodo del árbol definimos un conjunto de sucesores
potenciales.
Supongamos que hemos definido el nivel k. Dado un miem-
bro as de ese nivel, sea Bs el conjunto de sus sucesores poten-
ciales. Dividimos Bs en dos partes: {a ∈ Bs : F ({as , a}) = 0}
y {a ∈ Bs : F ({as , a}) = 1}. Tomamos un elemento de cada
parte, as_ 0 y as_ 1 respectivamente y definimos Bs_ 0 = {a ∈
Bs : F ({as , a}) = 0} − {as_ 0 } y Bs_ 1 = {a ∈ Bs : F ({as , a}) =
1} − {as_ 1 }. Nótese que alguno de estos conjuntos, Bs_ 0 o
Bs_ 1 , podrı́a resultar vacı́o, y en ese caso, el nodo correspon-
diente no tiene sucesores en el árbol. Pero no puede ocurrir
que ambos conjuntos resulten vacı́os para todos los elementos
de un nivel dado. Esto completa la definición inductiva de un
árbol infinito cuyos niveles son finitos (ya que cada nodo tiene
a lo sumo dos sucesores inmediatos). Por el teorema de König,
existe una rama infinita bo < b1 < b2 < . . . . Por construcción,
si tomamos bi en esa rama, todos los bj con j > i están entre los
sucesores potenciales de bi , luego, por construcción, la función
F toma un valor constante en los pares {bi , bj } (j > i). Si ese
valor es 0 diremos que bi es un 0-nodo y si es 1 diremos que bi es

111
10. El teorema de Ramsey y la teorı́a de particiones

un 1-nodo. Ası́, tenemos dos tipos de nodos en la rama, como la


rama es infinita, debe haber un conjunto infinito de elementos
del mismo tipo. Ese es el conjunto H que buscábamos. Esto
termina la demostración del teorema.
Lo que hemos hecho es probar un caso particular de un
resultado debido a F.P. Ramsey ([20]). Antes de enunciarlo,
introduzcamos una notación que será muy útil. Dado n ∈ ω y
dados cardinales α, β, γ, la notación
α → (β)nγ
significa que para cualquier partición en γ partes del conjunto
de subconjuntos de n elementos de un conjunto A de cardi-
nalidad α, existe un subconjunto H ⊆ A, de cardinalidad β,
cuyos subconjuntos de n elementos están todos en la misma
parte. Equivalentemente, para toda F : [α]n → γ existe H ⊆ α,
|H| = β y existe x ∈ γ tales que F ”[H]n = {x}. Tal conjunto
H se dice que es homogéneo para F . Si γ = 2, omitimos el
subı́ndice y escribimos simplemente
α → (β)n .
(NOTA: Se pueden definir otros tipos de particiones, por
ejemplo, se pueden considerar tipos de orden en lugar de car-
dinalidades, para mayor información el lector puede ver, por
ejemplo, Erdös, Hajnal, Maté y Rado, 1984).
Ahora podemos enunciar el Teorema de Ramsey de la ma-
nera siguiente.
Teorema 10.4. (Ramsey [20]) Para todo n ∈ ω y todo
k∈ω
ω → (ω)nk .
Demostración: Consideremos primero el caso k = 2 (el caso
k = 1 es trivial). Para k = 2, demostraremos ω → (ω)n por
inducción en n. Si n = 1 es claro que el resultado vale. (El

112
Teorı́a de Conjuntos

caso n = 2 fue considerado anteriormente). Supongamos que


el teorema vale para n, y probemos ω → (ω)n+1 . Nótese que
basta considerar particiones de [ω]n+1 , porque si A es cualquier
conjunto numerable, una partición de [A]n+1 determina una
partición de [ω]n+1 mediante cualquier biyección entre A y ω.
Sea F : [ω]n+1 → 2. Para encontrar el conjunto H ho-
mogéneo para F seguiremos el procedimiento que usamos al
principio de la sección, construiremos un árbol infinito de nive-
les finitos y extraeremos el conjunto homogéneo de una de sus
ramas infinitas. Para cada nodo del árbol, definiremos un con-
junto de sucesores potenciales.
Los primeros n niveles del árbol están dados por 0, 1, 2, . . . ,
n − 1, respectivamente. El conjunto de sucesores potenciales de
n − 1 es ω \ n (= {j ∈ ω : j ≥ n}). Igual que antes, dividimos
este conjunto en dos clases: {j ≥ n : F ({0, 1, . . . , n−1, j}) = 0}
y {j ≥ n : F ({0, 1, . . . , n − 1, j}) = 1}. El nivel n + 1 del árbol
estará formado por el menor elemento de cada una de esas clases
(luego n − 1 tiene a lo sumo dos sucesores) y el resto de la clase
correspondiente es el conjunto de sucesores potenciales de cada
elemento de ese nivel. Supongamos que hemos definido el nivel
m del árbol, y para cada elemento de ese nivel, su conjunto de
sucesores potenciales. Definimos ahora el nivel m + 1 indicando
cuales son los sucesores de cada elemento del nivel m. Dado
t en el nivel m, sea Ct el conjunto de predecesores de t en el
orden del árbol, incluyendo a t. Ct está bien ordenado por
el orden del árbol, y tiene m elementos. Sea Bt el conjunto de
sucesores potenciales de t. Dividiremos al conjunto Bt en varias
clases, y para simplificar la notación haremos esto definiendo
una relación de equivalencia en Bt :

i ∼ j si y sólo si F (x ∪ {i}) = F (x ∪ {j}) para todo x ∈ [Ct ]n .

113
10. El teorema de Ramsey y la teorı́a de particiones

Es fácil verificar que ésta es, en efecto, una relación de


equivalencia. Los sucesores inmediatos de t son determina-
dos tomando el menor elemento de cada clase de equivalencia.
Nótese que algunas veces puede ocurrir que el conjunto de suce-
sores potenciales de un nodo del árbol sea vacı́o. Cada nodo
m
del nivel m tiene a lo sumo 2( n ) sucesores inmediatos (ya que
para para t del nivel m, m n n
n = |[Ct ] |, y para cada x ∈ [Ct ] ,
F (x ∪ t) puede ser 0 ó 1). Para cada sucesor inmediato de t,
el conjunto de sus sucesores potenciales es el resto de la clase
a la que pertenece. Ası́ completamos la construcción inductiva
de un árbol infinito a niveles finitos. El teorema de König nos
indica que existe una rama infinita R. Por construcción, esa
rama tiene la siguiente propiedad: dado un x ∈ [R]n , el valor
F (x ∪ j) es el mismo para todo j que se encuentre en la rama
por encima de x. Entonces para x ∈ [R]n diremos que x es
de tipo 0 si ese valor es 0, de lo contrario decimos que x es
de tipo 1. Esto nos da una partición de [R]n en dos clases, y
por hipótesis inductiva existe un subconjunto infinito H ⊆ R
tal que todos los elementos de [H]n son del mismo tipo. Clara-
mente H es homogéneo para F . Esto completa la demostración
del caso k = 2.
Si suponemos que para k ≤ r vale ω → (ω)nk para todo
n, y F : [ω]n → r + 1, podemos definir una partición auxiliar
G : [ω]n → r poniendo G(x) = 0 si F (x) = 0 y G(x) = 1
en caso contrario. Por hipótesis inductiva G tiene un conjunto
homogéneo infinito H; si G”[H]n = {0}, H es homogéneo para
F ; y si G”[H]n = {1}, entonces F  [H]n (F restringida a [H]n )
es una partición en r partes y por hipótesis inductiva hay un
conjunto H 0 ⊆ H infinito homogéneo. Este conjunto H 0 es
homogéneo para F .

El teorema de Ramsey que acabamos de demostrar tiene


muchas consecuencias interesantes. Es usado en la teorı́a de

114
Teorı́a de Conjuntos

modelos y en diversas ramas de la teorı́a de conjuntos. Hay que


mencionar en particular una consecuencia de carácter finitista.
Teorema 10.5. (Teorema de Ramsey finito) Dados núme-
ros enteros positivos k,r y m existe un entero positivo n tal que
n → (m)rk .
Demostración: Dados m, r, k, supongamos que para todo
n ≥ r, fn : [n]r → k es una partición de [n]r en k partes para la
que no hay conjunto homogéneo de m elementos. El conjunto
A = {fn  [j]r : j ≤ n, n ∈ ω}, con el orden dado por ⊂ es
un árbol infinito. Como cada nivel de A es finito (ya que para
[j]
cada j hay k ( r ) funciones de [j]r en k), por el teorema de König
existe una rama infinita F . Si ponemos f = ∪F , es claro que
f : [ω]r → k. Por el teorema de Ramsey, existe un conjunto
H ⊆ ω infinito homogéneo para f . Sea J ⊂ H un subconjunto
de H con m elementos. Si tomamos una función g de la rama F
tal que dom(g) = [j]r y J ⊆ j, g = fn  [j]r para algún n ≥ j,
y J es un conjunto homogéneo para fn , lo que contradice la
definición de fn . 

Paris y Harrington descubrieron en 1977 que una simple


modificación del teorema de Ramsey finito constituye un ejem-
plo matemático de enunciado aritmético verdadero pero no de-
mostrable en la aritmética de Peano. Para enunciar el resul-
tado, diremos que un conjunto N ⊂ ω es relativamente grande
si |N | ≥ min(N ), y dados n, m, r, k ∈ ω,

n → (m)rk
expresa que toda partición de [n]r en k pedazos tiene un con-
junto homogéneo relativamente grande de cardinalidad al menos
m.

115
10. El teorema de Ramsey y la teorı́a de particiones

Teorema 10.6. (ZFC) Para todo m, r, k ∈ ω existe n ∈ ω


tal que

n → (m)rk .
Demostración: Nótese que la demostración del teorema de
Ramsey finito nos dá un conjunto infinito del que se puede
extraer un conjunto homogéneo relativamente grande.

Teorema 10.7. (Paris-Harrington, 1977) El teorema an-


terior no es demostrable en la aritmética de Peano.

116
CAPı́TULO 11

Particiones de conjuntos no numerables

Las direcciones más obvias en las que se intente generalizar


el teorema de Ramsey nos llevan inmediatamente a enunciados
falsos o a considerar algunos axiomas de cardinales grandes.
Consideremos una partición F : [A]2 → 2 donde A es un con-
junto no numerable. El teorema de Ramsey no indica nada so-
bre la existencia de conjuntos homogéneos no numerables para
F . Por supuesto que el teorema garantiza la existencia de con-
juntos homogéneos infinitos, pero no podemos decir nada sobre
su cardinalidad. Si examinamos la demostración del teorema,
veremos inmediatamente que el conjunto homogéneo que nos
proporciona la construcción utilizada es numerable. Veamos
que, por ejemplo, ℵ1 6→ (ℵ1 )2 , como se deduce del siguiente
teorema.
Teorema 11.1. (Sierpinski, 1933)
2ℵ0 6→ (ℵ1 )2 .
Demostración: Identificaremos los elementos de 2ℵ0 con
sucesiones numerables de ceros y unos. Definimos F : [2ℵ0 ]2 →
2 por F ({α, β}) = 0 si y sólo si α < β y la sucesión corres-
pondiente a α es menor que la correspondiente a β en el orden
lexicográfico. Es decir, para el primer n ∈ ω en el que (las suce-
siones correspondientes a) α y β difieren, α(n) = 0 y β(n) = 1.
Veamos que F no tiene conjuntos homogéneos de cardinalidad
ℵ1 . Claramente, lo que tenemos que mostrar es que el orden

117
11. Particiones de conjuntos no numerables

lexicográfico de las ω-sucesiones de ceros y unos no tiene cade-


nas de tipo de orden ℵ1 ni cadenas descendientes de tipo de or-
den ℵ1 invertido. Para ello, supongamos que C = {fα : α < ℵ1 }
es una cadena de tipo de orden ℵ1 en el orden lexicográfico de
las sucesiones de ceros y unos. Es decir, para todo α < ℵ1 ,
fα : ω → 2 y si α < β < ℵ1 entonces fα precede a fβ en el
orden lexicográfico. Para cada α < ℵ1 , sea nα el primer lugar
en el que fα y fα+1 difieren. Entonces, claro está, fα (nα ) = 0
y fα+1 (nα ) = 1, y fα (i) = fα+1 (i) para i < nα . Como ℵ1 es
regular, existe n ∈ ω y una subcolección D ⊆ C de cardinali-
dad ℵ1 , tal que n = nα si fα ∈ D. Es decir, para toda fα ∈ D,
fα (n) = 0 y fα+1 (n) = 1, y fα (i) = fα+1 (i) para i < n. Pero
si α < β y fα , fβ ∈ D, entonces fα  n 6= fβ  n, ya que si
fα  n = fβ  n, como fα y fβ están en D, fβ precederı́a a
fα+1 en el orden lexicográfico, lo que es imposible. Ası́ obte-
nemos una colección de ℵ1 sucesiones distintas de ceros y unos
de longitud n, y ésto es una contradicción. Análogamente se
demuestra que ese orden lexicográfico no tiene cadenas decre-
cientes de tipo de orden ℵ1 . 

Corolario 11.2.
ℵ1 6→ (ℵ1 )2 .
Demostración. El corolario sigue del teorema anterior por
la simple observación de que si α → (β)nγ y α0 > α, entonces
α0 → (β)nγ . 

Haciendo algunas modificaciones a la demostración obte-


nemos la siguiente generalización del teorema.
Teorema 11.3. (Sierpinski, 1933) Para todo cardinal in-
finito κ,
2κ 6→ (κ+ )2 .

118
Teorı́a de Conjuntos

Ejercicio 11.4. Demuestre el teorema 11.1 identificando


2ℵ0 con R. (Sugerencia: Dado un buen orden ≺ de R, se define
una partición f : R2 → 2 poniendo para números reales r < s,
f (r, s) = 0 si y solamente si r ≺ s. Finalmente, muestre que
en R no puede haber una cadena creciente de tipo de orden ℵ1
ni una cadena decreciente de tipo de orden ℵ1 invertido).
Ahora veremos que la suposición de que existe un cardinal
no numerable κ tal, que κ → (κ)2 es bastante fuerte.
Teorema 11.5. (Erdös y Tarski, 1943) Si κ > ω y
κ → (κ)2 ,
entonces κ es fuertemente inaccesible.
Demostración: Primero veamos que k es un cardinal re-
gular. Supongamos, para llegar a una contradicción, que δ =
cof (κ) < κ. Sea g : δ → κ una función monótona cuya imagen
es no acotada en κ. Definimos F : [κ]2 → 2 como sigue: Para
α < β,
(
0, si ∃ξ < δ (α < g(ξ) < β),
F (α, β) =
1 en caso contrario.
Sea H ⊆ κ homogéneo para F , |H| = κ. Veamos que
F ”[H]2 = {0}. En efecto, sea α un elemento de H, como el
rango de g es no acotado en κ, podemos hallar ξ < δ tal que α <
g(ξ), y como H es no acotado en κ existe β ∈ H tal que g(ξ) <
β. Entonces F (α, β) = 0. Por ser H homogéneo, F toma valor
0 en cualquier otro par de elementos de H. Ahora definimos
f : H → δ poniendo f (α) = el menor ξ < δ tal que α < g(ξ).
Como F ”[H]2 = {0}, f es una función inyectiva de H en δ, lo
que contradice que δ < κ.
Ahora probamos que κ es un lı́mite fuerte. Supongamos lo
contrario, y sea γ < κ el menor ordinal (menor que κ) tal que

119
11. Particiones de conjuntos no numerables

|2γ | ≥ κ. Fijemos, para cada ordinal α < κ, una función fα de


γ en 2 de modo que la asignación α 7→ fα sea inyectiva.
Definamos F : [κ]2 → 2 poniendo


0,
 si α < β y fα precede a fβ en el orden
F (α, β) = lexicográfico,

1 en caso contrario.

Sea H un conjunto de cardinalidad κ homogéneo para F .


Veamos que para cada ξ < γ existe un αξ < κ tal que el
conjunto {fβ  ξ : β ∈ H, β > αξ } tiene un solo elemento.
Es decir, todas las fβ coinciden en su restricción a ξ, para los
β ∈ H mayores que αξ .
Fijemos ξ < γ. Como 2ξ < κ, y κ es regular, existe un
conjunto J ⊆ H de cardinalidad κ tal que {fβ  ξ : β ∈ J}
tiene un solo elemento. Ahora, como H es homogéneo para F ,
si β1 < β2 son dos elementos de J, entonces para cada β ∈ H
tal que β1 < β < β2 se tiene fβ  ξ = fβ1  ξ. Basta poner αξ
igual al primer elemento de J.
Sea δ = ∪{αξ : ξ < γ}. Como γ < κ y κ es regular,
entonces δ < κ por ser el supremo de un conjunto acotado en
κ. Entonces, para cada α, β ∈ H, ambos mayores que δ, se
tiene que para todo ξ < δ, fα  ξ = fβ  ξ y por lo tanto
fα = fβ . Esto contradice que la aplicación α 7→ fα es inyectiva.


Otra manera de mostrar que κ → (κ)2 implica que κ es


lı́mite fuerte utiliza propiedades de densidad del orden lexi-
cográfico de 2γ . Sea Lγ el orden lexicográfico de los elementos
de 2γ que no son eventualmente constantemente 0. Y sea Qγ
el orden lexicográfico de los elementos de 2γ que toman even-
tualmente valor constante 1. Es claro que |Lγ | = 2γ ≥ κ, y

120
Teorı́a de Conjuntos

|Qγ | = 2<γ < κ (esta última desigualdad vale por ser κ regu-
lar). Tenemos entonces un orden total Lγ de cardinalidad κ con
un subconjunto denso de cardinalidad menor que κ. De aquı́
podemos obtener una contradicción como en la prueba de la
regularidad de κ, ya que usando la relación κ → (κ)2 podemos
demostrar que en Lγ existe una sucesión creciente de tipo de
orden κ o una sucesión decreciente con el tipo de orden de κ
invertido.
Corolario 11.6. En ZF C no se puede demostrar la exis-
tencia de un cardinal no numerable κ tal que κ → (κ)2 (supo-
niendo, por supuesto, que ZF C es consistente).

Más adelante demostraremos que si κ > ω y κ → (κ)2 ,


no sólo κ es inaccesible, sino que hay muchos cardinales inac-
cesibles menores que κ. Pero ahora vamos a demostrar que
la propiedad κ → (κ)2 se puede caracterizar mediante una
propiedad de árboles.
Definición 11.7. Sea κ un cardinal infinito. Un κ-árbol es
un árbol de tamaño κ cuyos niveles son todos de cardinalidad
menor que κ.
Decimos que κ tiene la propiedad de árbol si todo κ-árbol
tiene una rama de cardinalidad κ.
El teorema de König dice exactamente que ω tiene esta
propiedad.
Teorema 11.8. (Erdös y Tarski, 1961) Sea κ un cardinal
inaccesible. Entonces κ → (κ)2 si y sólo si κ tiene la propiedad
de árbol.
Demostración: (a) Si κ → (κ)2 y (A, <A ) es un κ-árbol
entonces podemos suponer que A = κ (los nodos de A son
los ordinales menores que κ relacionados por un orden <A ).

121
11. Particiones de conjuntos no numerables

Definimos la siguiente extensión <∗ del orden <A a un orden


total: α <∗ β si y sólo si α <A β o en el primer nivel del
árbol donde α y β tienen predecesores distintos, digamos α0 y
β 0 respectivamente, se tiene que α0 < β 0 .
Ahora definimos F : [κ]2 → 2 poniendo, para α < β,
F ({α, β}) = 0 si y sólo si α <∗ β. Sea H ⊆ κ un conjunto
homogéneo para F con |H| = κ. Usando H definimos un con-
junto R ⊆ κ poniendo R =
{α ∈ κ : α tiene κ sucesores en el árbol pertenecientes a H}.
Es claro que R tiene al menos un elemento en cada nivel del
árbol, ya que si para algún nivel ninguno de sus elementos está
en R entonces (como hay menos de κ nodos en ese nivel) H
no podrı́a tener cardinalidad κ (aquı́ usamos la regularidad de
κ). Entonces |R| = κ. Por otra parte, todos los elementos de
R son comparables (respecto a <A ) ya que si α, β ∈ R fue-
sen incomparables, entonces hay un primer nivel donde α y β
tienen predecesores diferentes, α0 y β 0 respectivamente. En-
tonces como α0 y β 0 tienen, cada uno, κ sucesores en H, pode-
mos hallar γ < δ < η todos en H tales que α0 <A γ, α0 <A η y
β 0 <A δ. Pero entonces F ({γ, δ}) 6= F ({δ, η}) y contradecimos
la homogeneidad de H.
(b) Si κ tiene la propiedad de árbol y F : [κ]2 → 2, obte-
nemos un conjunto homogéneo para F construyendo un κ-árbol
como lo hicimos para el teorema de Ramsey, pero ahora te-
nemos que usar la inaccesiblidad de κ para los niveles del árbol
que son lı́mites. Como la demostración es esencialmente la
misma, aprovecharemos para probar el siguiente resultado.
Lema 11.9. Si κ es inaccesible y tiene la propiedad de árbol,
entonces para todo n ∈ ω y todo γ < κ, κ → (κ)nγ .
Demostración del Lema. Seguimos el mismo esquema que
en la prueba del teorema de Ramsey, demostrando el lema por

122
Teorı́a de Conjuntos

inducción en n. La regularidad de κ implica que para n = 1 y


para todo γ < κ se tiene κ → (κ)nγ . Supongamos que el resul-
tado vale para n = m y sea F : [κ]m+1 → γ una partición en γ
pedazos donde γ < κ. Construimos inductivamente un κ-árbol
A = hκ, <A i. Los primeros m niveles son 0 < 1 < · · · < m − 1,
y C(m − 1) = κ \ m es el conjunto de los sucesores potenciales
de m − 1. Cada vez que pongamos algún nodo x en el árbol
definiremos también C(x) el conjunto de sus sucesores poten-
ciales. Supongamos que x ha sido situado en el árbol y que C(x)
es el conjunto de sus sucesores potenciales. Definamos los suce-
sores inmediatos de x en el árbol. Dividimos C(x) en clases de
equivalencia respecto a la relación α ∼ β si y sólo si para todo
s ∈ [Bx ]m se tiene F (s∪{α}) = F (s∪{β}) (donde Bx es el con-
junto formado por x y sus predecesores en A). Pongamos como
sucesor inmediato de x al menor elemento de cada clase; el resto
de la clase es el conjunto de sus sucesores potenciales. Notemos
que x tendrá a lo sumo tantos sucesores inmediatos como hay
m m
funciones de [Bx ]m en γ, es decir, |[B] γ| ≤ 2|[Bx ] ×γ| < κ (por
la inaccesibilidad de κ). Entonces si el nivel α ha sido definido
(y tiene < κ elementos) el nivel α + 1 tendrá también < κ ele-
mentos (otra vez por regularidad de κ). Sea ahora δ un ordinal
lı́mite y supongamos que hemos definido el nivel α del árbol
para todo α < δ. Dado un camino de longitud δ, es decir, un
conjunto L linealmente ordenado que contiene exactamente un
nodo de cada nivel menor que δ, consideramos ∩{C(x) : x ∈ L}.
Si esta intersección es vacı́a, L no tiene un sucesor en el nivel δ,
de lo contrario, ponemos al menor elemento de la intersección
como el (único) sucesor de los elementos de L en el nivel δ.
El resto de ∩{C(x) : x ∈ L} es el conjunto de sus sucesores
potenciales. El nivel δ ası́ construido tiene a lo sumo tantos
elementos como caminos de longitud δ tiene el árbol formado
por los nodos de nivel menor que δ. Un poco de aritmética

123
11. Particiones de conjuntos no numerables

de cardinales nos indica que la cardinalidad del nivel δ es a lo


sumo

Πα<δ |A(α)| ≤ δ  ∪{A(α) : α < δ} < κ


donde A(α) es el nivel α del árbol A. La última desigualdad
sigue de que ∪{|A(α) : α < δ} < κ por ser δ < κ, κ regular y
para todo α < δ, |A(α)| < κ. Esto termina la definición induc-
tiva de A. El árbol A es entonces un κ-árbol y por hipótesis
existe una rama R de cardinalidad κ. De esta rama extraemos
un conjunto homogéneo como lo hicimos anteriormente para el
teorema de Ramsey: Dada s ∈ [R]m , para todo α ∈ R que se
encuentre por encima de s el valor de F (s ∪ {α}) es el mismo.
Ası́, [R]m queda dividido en γ partes, como |R| = κ, la hipótesis
inductiva nos dá un H ⊆ R, |H| = κ tal que existe ξ < γ para
el cual, dada s ∈ [H]m , para todo α ∈ R por encima de s se
tiene F (s ∪ {α}) = ξ. Entonces H es homogéneo para F . Ası́
concluye la demostración del lema y también la del Teorema.


Como corolario de la demostración obtenemos:


Corolario 11.10. κ → (κ)2 si y sólo si para todo n ∈ ω y
todo γ < κ, κ → (κ)nγ .
Existen otras maneras de caracterizar los cardinales inac-
cesibles que satisfacen la relación κ → (κ)2 . Una de ellas,
particularmente interesante, se refiere a propiedades de com-
pacidad de lenguajes infinitarios. Esto requiere familiaridad
con varios conceptos de la lógica; el lector puede consular [1]
sobre este punto. Dados cardinales α y β, sea Lαβ el lenguaje
que se obtiene añadiendo dos nuevas operaciones a las reglas
de construcción de fórmulas :
(i) Conjunciones (y disjunciones) infinitas de cardinalidad
< α;

124
Teorı́a de Conjuntos

(ii) Cuantificación infinita para bloques de variables de


cardinalidad menor que β.
Definición 11.11. Un cardinal κ > ω es débilmente com-
pacto si para todo conjunto Σ de sentencias de Lκκ , tal que
|Σ| ≤ κ, tal que todo subconjunto de Σ de cardinalidad < κ
tiene un modelo, se tiene que Σ tiene un modelo. Nótese que el
teorema de compacidad para Lωω indica que ω es débilmente
compacto, por lo tanto, la definición anterior es la genera-
lización de una propiedad de ω a cardinales no numerables.
Teorema 11.12. Si κ es inaccesible, entonces κ es débil-
mente compacto si y solamente si κ → (κ)2 

125
CAPı́TULO 12

Conjuntos estacionarios

Este capı́tulo estará dedicado a introducir a una serie de


conceptos sumamente útiles en la teorı́a de conjuntos que luego
usamos para demostrar que el primer cardinal inaccesible no
satisface la relación κ → (κ)2 .
Sea κ > ω un cardinal regular. Como ya definimos ante-
riormente, un subconjunto A ⊆ κ es no acotado (en κ) si para
todo α < κ, existe β ∈ A, α ≤ β.
Definición 12.1. Un subconjunto C ⊆ κ es cerrado si para
toda sucesión hαo < α1 < · · · < αξ < . . . i (ξ < δ) de elementos
de C, si δ < κ, entonces el supremo de la sucesión, ∪{αξ : ξ ∈
δ}, también pertenece a C.
Nótese que esto es equivalente a decir que C es cerrado en
la topologı́a del orden en κ.
Definición 12.2. Decimos que un conjunto C ⊆ κ es ce-
rrado no acotado en κ o CN A, si es a la vez cerrado y no
acotado en κ.
Los conjuntos cerrados no acotados forman una familia ce-
rrada bajo intersecciones finitas. En efecto, sean C1 y C2 con-
juntos CN A en κ. Es claro que C1 ∩C2 es cerrado. Veamos que
también es no acotado en κ: Dado α0 ∈ κ, tomemos α1 ∈ C1
tal que αO < α1 , lo cual es posible por ser C1 no acotado.
Tomemos ahora α2 ∈ C2 tal que α1 < α2 (esto es posible

127
12. Conjuntos estacionarios

por ser C2 no acotado). Tomamos α3 ∈ C1 tal que α2 < α3


(igualmente posible por ser C1 no acotado), y ası́ sucesivamente
tomando elementos de C1 y de C2 en forma alternada. De este
modo obtenemos una sucesión α0 < α1 < α2 < · · · < αn < . . .
tal que ∪{αi : i ∈ ω} = ∪{αi : i par } = ∪{αi : i impar }
pero como C1 es cerrado ∪{αi : i impar } ∈ C1 , y como C2 es
cerrado ∪{αi : i par } ∈ C2 . Luego ∪{αi : i ∈ w} ∈ C1 ∩ C2 y
es mayor que α0 .
La regularidad de κ nos garantiza algo más fuerte, a saber,
si {Cξ : ξ < δ} es una colección de conjuntos CN A con δ < κ,
entonces ∩{Cξ : ξ < κ} es CN A. También en este caso, lo
único no trivial es probar que ∩{Cξ : ξ < κ} es no acotado,
y para esto construimos una sucesión como antes, pero ahora
la construcción será más larga ya que deberemos ir tomando
elementos de cada Cξ . Dado α ∈ κ, tomamos α0 ∈ C0 , α < α0 ,
α1 ∈ C1 , α0 < α1 , y en general, para cada ξ < δ, tomamos
αξ ∈ Cξ tal que ∪{αη : η < ξ} < αξ . Ahora tomamos α01 ∈ C0
tal que ∪{αξ : ξ < δ} < α01 . Nótese que tal α01 existe porque
la regularidad de κ garantiza que ∪{αξ : ξ < δ} < κ y C0 es
no acotado. Ahora continuamos el proceso tomando α11 ∈ C1 ,
α01 < α11 , y en general αξ ∈ Cξ tal que ∪{αη1 : η < ξ} < αξ1 ,
para cada ξ < δ. Repitiendo esto ω veces obtenemos para cada
k ∈ ω una sucesión α0k < α1k < · · · < αξk < . . . (ξ < δ). Y para
cada k ∈ ω y ξ, η < δ, αξk < αηk+1 . Por construcción, para cada
ξ < δ, el supremo de {αξk : k ∈ ω} es un elemento de Cξ , pero
este supremo coincide con el supremo de {αξk : k ∈ ω, ξ < δ}.
De esta manera hemos hallado un ordinal en ∩{Cξ : ξ < δ}
mayor que α.
Intersecciones de κ o más conjuntos CN A pueden no ser
CN A, e incluso vacı́as. Por ejemplo, si ponemos Cα = {β < κ :
α < β}, tenemos que cada Cα es CN A y ∩{Cα : α < κ} = 0.

128
Teorı́a de Conjuntos

Hay otra operacı́on, llamada intersección diagonal , que nos


permite manejar colecciones de κ conjuntos CN A para obtener
un conjunto CN A.
Definición 12.3. Dada una colección {Aξ : ξ < κ} de sub-
conjuntos de κ, su intersección diagonal es el conjunto ∆{Aξ :
ξ < κ} = {β ∈ κ : β ∈ ∩{Aξ : ξ < β}}.
Teorema 12.4. Si {Cξ : ξ < κ} es una colección de sub-
conjuntos CN A de κ, entonces ∆{Cξ : ξ < κ} es CN A.
Demostración: Sea C = ∆{Cξ : ξ < κ}. Veamos que C es
cerrado: Dada una sucesión α0 < α1 < · · · < αξ < . . . (ξ <
δ < κ) de elementos de C, con supremo α = ∪{αξ : ξ < δ}.
Veamos que α ∈ C. En efecto, si β < α entonces existe ξ0 < δ
tal que β < αξ0 . Pero como αξ0 ∈ C, entonces αξ0 ∈ Cβ y para
todo ξ > ξ0 , αξ ∈ Cβ . Luego, la sucesión αξ0 < αξ0 +1 < · · · <
αξ < . . . (con ξ < δ) está toda en Cβ , y como Cβ es cerrado, su
supremo está también en Cβ . Pero ese supremo coincide con el
supremo de α0 < α1 < · · · < αξ < . . . (ξ < δ).
Probemos ahora que C es no acotado. Dado α < κ, que-
remos hallar β ∈ C tal que α < β. Sea α1 ∈ ∩{Cξ : ξ < α}
tal que α < α1 . Tal α1 existe porque ∩{Cξ : ξ < α} es no
acotado. Sea α2 ∈ ∩{Cξ : ξ < α1 } tal que α1 < α2 (existe
porque ∩{Cξ : ξ < α1 } es también no acotado), y en general,
sea αn+1 ∈ ∩{Cξ : ξ < αn } tal que αn < αn+1 . Es fácil verificar
que β = ∪{αn : n ∈ ω} ∈ C. 

Definición 12.5. Un conjunto S ⊆ κ es estacionario si


S ∩ C 6= ∅ para todo CN A, C ⊆ κ.
Los conjuntos estacionarios tienen una propiedad intere-
sante que justifica su nombre. Si f : κ → κ, decimos que f es
regresiva en A ⊆ κ si f (α) < α para todo α ∈ A.

129
12. Conjuntos estacionarios

Teorema 12.6. (Fodor, 1956) Si f : κ → κ es regresiva


en un conjunto estacionario S ⊆ κ entonces existe un conjunto
estacionario S 0 ⊆ S donde f es constante.
Demostración: Supongamos que f no es constante en ningún
conjunto estacionario. Entonces para todo α ∈ κ, f −1 (α) =
{β : f (β) = α} no es estacionario y por lo tanto es disjunto
de algún conjunto CN A Cα . Tenemos entonces que si β ∈ Cα
entonces f (β) 6= α. Sea C = ∆{Cα : α < κ}, como C es CN A,
S ∩ C 6= ∅. Para cada ξ ∈ S ∩ C, por ser ξ ∈ S, f (ξ) < ξ y
como ξ ∈ D{Cα : α < κ}, f (ξ) 6= α para todo α < ξ. Esta
contradicción termina la demostración. 

Notemos que si S ⊆ κ es estacionario y C ⊆ κ es CN A


entonces S ∩ C es estacionario.
También es fácil demostrar que si S ⊆ κ es estacionario,
entonces S es no acotado en κ (y como κ es regular, eso implica
que S tiene cardinalidad κ), basta recordar que los conjuntos
Cα = {β < κ : α < β} son CN A.
Teorema 12.7. Si κ > ω y κ → (κ)2 entonces hay κ car-
dinales inaccesibles menores que κ. En particular, el primer
cardinal inaccesible no satisface la relación κ → (κ)2 .
Este teorema sigue de un resultado de Hanf, Keisler y Tarski
(Hanf, 1964; Keisler y Tarski, 1964). La demostración que
daremos a continuación está basada en una prueba de Kunen
[12].
Demostración: Veamos que si κ satisface κ → (κ)2 , en-
tonces {α < κ : α es inaccesible } es un conjunto estacionario.
La hipótesis sobre κ implica que κ es inaccesible, y por
lo tanto, el conjunto {α < κ : α es lı́mite fuerte } es CN A
(en κ). Entonces basta probar que (si κ → (κ)2 ) el conjunto
{α < κ : α es regular } es estacionario.

130
Teorı́a de Conjuntos

Sea C ⊆ κ un conjunto CN A. Queremos hallar un cardinal


regular λ ∈ C. Podemos suponer que los elementos de C son
cardinales infinitos (ya que el conjunto de cardinales infinitos
menores que κ es CN A en κ, y la intersección de dos conjuntos
CN A es CN A). Para demostrar que hay un cardinal regular λ
en C basta hallar un λ regular tal que C ∩ λ sea no acotado en
λ ( por que como C es cerrado, si λ es un lı́mite de elementos
de C, debe pertenecer a C).
Sea f : κ → κ la función inyectiva que enumera C en forma
creciente, es decir, f (0) es el primer elemento de C, f (1) es el
siguiente, etc. Consideremos el conjunto A de todas las suce-
siones s estrictamente crecientes, de longitud menor que κ, de
ordinales menores que κ y tales que para todo ξ ∈ dom(s), se
tiene s(ξ) < f (ξ). El conjunto A con el orden ⊆ es un árbol
cuyos niveles tienen cardinalidad < κ. Para ver esto, notemos
que el nivel α está formado por sucesiones de longitud α de or-
dinales menores que f (α), y por lo tanto tiene cardinalidad a lo
sumo |α f (α)| ≤ |f (α) f (α)| = 2f (α) < κ (la última desigualdad
sigue de la inaccesiblidad de κ).
En el capı́tulo precedente demostramos que si κ → (κ)2 ,
entonces κ tiene la propiedad de árbol, de lo cual concluiremos
que A debe tener cardinalidad menor que κ. Si A tuviese cardi-
nalidad κ, la propiedad de árbol nos darı́a una rama R de (A, ⊆)
de cardinalidad κ. Pero entonces, t = ∪R serı́a una función in-
yectiva t : κ → κ tal que para todo ξ < κ, t(x) < f (x), es
decir, esto nos proporciona una función inyectiva regresiva en
C lo que contradice al teorema de Fodor. Concluimos entonces
que A tiene cardinalidad menor que κ y por lo tanto, hay un
cierto cardinal δ < κ tal que toda sucesión s ∈ A tiene longitud
menor que δ.

Lema 12.8. Si B es un conjunto de cardinales infinitos tal


que para todo λ regular B ∩ λ es no estacionario en λ, entonces

131
12. Conjuntos estacionarios

existe una función inyectiva g definida en B tal que para todo


α ∈ B, g(α) < α.
Demostración del lema: Por inducción en el supremo de B.
Supongamos que el lema vale para todo B 0 tal que ∪B 0 < γ =
∪B.
(a) Supongamos que γ es un cardinal sucesor, digamos, γ =
β + para algún cardinal β. Por hipótesis inductiva existe g 0 : B∩
β + → β como en el enunciado. Definimos entonces g : B → γ
poniendo g(β + ) = β, y g(α) = g 0 (α) para todo α ∈ B ∩ γ.
(b) Si γ es singular y θ = cof (γ), tomamos una sucesión
{δµ : µ < θ} de cardinales, cofinal en γ y con δ0 > θ.
Por hipótesis inductiva, para cada µ < θ existe gµ : B∩δµ →
δµ como en el enunciado. Definimos g : B → γ como sigue:

 g0 (α) + 1 si α < δ0 ;
(4) g(α) = δµ + gµ+1 (α) si δµ < α < δµ+1 ;
ωµ si α = δµ .

Por la primera cláusula, modificamos la función g0 para de-


jar los ordinales lı́mite menores que δ0 libres para servir de ima-
gen a los δµ (ver la tercera cláusula). Con la segunda cláusula,
transformamos, para cada µ < θ, la función gµ+1 para que
la imagen de cada α entre δµ y δµ+1 pertenezca a ese mismo
intervalo.
Nótese que como α es un cardinal y gµ+1 (α) < α, entonces
δµ + gµ+1 (α) < α. De este modo nos aseguramos de que la
función g definida satisface las propiedades deseadas.
(c) Si γ es un cardinal lı́mite regular, como B no es esta-
cionario en γ, entonces podemos tomar una sucesión continua
{δµ : µ < γ} de cardinales tal que δµ ∈ / B para todo µ < γ. En-
tonces procedemos como en la cláusula segunda de la definición
de g en el caso anterior (y como δµ ∈ / B no tenemos que definir
nuestra función en esos ordinales). lema

132
Teorı́a de Conjuntos

Volviendo al teorema, si para todo cardinal regular λ < κ,


C ∩ λ es no estacionario en λ entonces, para todo ξ < κ, C ∩ ξ
satisface la hipótesis del lema, es decir todo segmento inicial
propio de C satisface esa hipótesis. Como C es no acotado en
κ, el lema indica que podemos conseguir ramas de A de longitud
arbitrariamente grande (< κ). Esta contradicción con lo que
habı́amos demostrado sobre A asegura que existe λ regular tal
que C ∩ λ es estacionario en λ (y por lo tanto no acotado en
λ). 

Hemos señalado que (si ZF C es consistente) no se puede


demostrar en ZF C la existencia de un cardinal inaccesible, y
por lo tanto tampoco podemos demostrar en esa teorı́a la exis-
tencia de un cardinal κ tal que κ → (κ)2 pero, ¿existirá algún
principio “natural” que implique la existencia de tales cardi-
nales?
Para responder afirmativamente esa pregunta haremos en la
próxima sección una breve introducción a los cardinales medi-
bles.

133
CAPı́TULO 13

Filtros, ultrafiltros y cardinales medibles

Definición 13.1. Una colección F de subconjuntos de un


conjunto no vacı́o I es un filtro si
i) I ∈ F
ii) Si A ∈ F y A ⊆ B, entonces B ∈ F
iii) Si A, B ∈ F entonces A ∩ B ∈ F.
Nótese que si ∅ ∈ F entonces F = P(I), y en ese caso
decimos que el filtro es trivial.
Ejemplos:
a) Consideremos un conjunto infinito I, el conjunto de los
subconjuntos de I cuyo complemento es finito forma un filtro
(llamado el filtro de Frechet).
b) Sea I un conjunto no vacı́o y A ⊆ I. La colección
{B ⊆ I : A ⊆ B}
es un filtro, y se llama el filtro generado por A.
Definición 13.2. Un filtro U sobre un conjunto I se llama
un ultrafiltro si para todo A ⊆ I se tiene
A∈U ⇔I \A∈
/ U.
Ejercicio 13.3. i) Demuestre que un ultrafiltro es
siempre un filtro no trivial.
ii) Demuestre que un filtro F es un ultrafiltro si y sólo
si F es un filtro maximal no trivial (es decir, el único
filtro que contiene propiamente a F es el filtro trivial).

135
13. Filtros, ultrafiltros y cardinales medibles

Sea I un conjunto no vacı́o. El filtro generado por un sub-


conjunto unitario de I es un ultrafiltro, en otras palabras, si
a ∈ I, {A ⊆ I : a ∈ A} es un ultrafiltro, y se llama el ultrafiltro
principal generado por a. La existencia de ultrafiltros no prin-
cipales en conjuntos infinitos es una consecuencis del axioma
de elección.
Teorema 13.4. (AE) Existe un ultrafiltro no principal so-
bre ω.
Demostración: Usando el lema de Zorn, extendemos el filtro
de Frechet sobre ω a un filtro maximal no trivial.

Definición 13.5. Un filtro F sobre un conjunto I es κ-


completo si para todo δ < κ y toda colección {Aξ : ξ < δ} de
elementos del filtro, se tiene que ∩{Aξ : ξ < δ} ∈ F.
Ejemplo: Sea κ un cardinal regular no numerable. La
colección
{A ⊆ κ : A contiene un subconjunto cerrado no acotado de κ}
es un filtro κ-completo sobre κ.
Es claro que todo filtro es ω-completo, porque de la misma
definición de filtro sigue que la intersección de un numero finito
de elementos de un filtro pertenece al filtro. Por lo tanto el
teorema anterior nos indica que existe un ultrafiltro ω-completo
sobre ω. Para cardinales no numerables, la propiedad análoga
da origen al concepto de cardinal medible.
Definición 13.6. Un cardinal κ > ω es medible si existe
un ultrafiltro no principal y κ-completo sobre κ.
Ejercicio 13.7. Demuestre que si existe un ultrafiltro ω1 -
completo sobre un cardinal no numerable λ, entonces existe un
cardinal medible κ ≤ λ.

136
Teorı́a de Conjuntos

(Sugerencia: Sea U un ultrafiltro ω1 -completo en λ. Sea κ


el menor cardinal tal que existe una colección {Aξ : ξ < κ} de
subconjuntos de λ que no pertenecen al ultrafiltro U cuya unión
está en U. Se define F sobre κ del modo siguiente: para A ⊆ κ,
A ∈ F si y sólo si ∪{Aξ : ξ ∈ A} ∈ U. F es un ultrafiltro
κ-completo sobre κ).
Teorema 13.8. Si κ es un cardinal medible entonces
κ → (κ)2 .
Demostración: Se prueba que todo cardinal medible κ es
inaccesible y tiene la propiedad de árbol. Sea U un ultrafiltro
no principal y κ-completo en κ.
(a) Veamos que κ es un cardinal regular: Supongamos que
cof (κ) = δ < κ, y sea g : δ → κ una función estrictamente
monótona cuya imagen es no acotada en κ. Para todo ξ < δ,
g(ξ) = {α < κ : α < g(ξ)} ∈ / U, esto sigue de la κ-completitud
de U y de que U es no principal. Más aún, ningún subconjunto
de κ de cardinalidad < κ pertenece a U. En efecto, como
{α} ∈ / U para α < κ, su complemento, {ξ < κ : ξ 6= α} ∈ U
Luego, si {αξ : ξ < β} (β < κ) es una colección de ordinales y
cada αξ < κ, su complemento es la itersección de menos de κ
elementos del ultrafiltro, y por lo tanto pertenece a éste, y por
lo tanto {αξ : ξ < β} ∈ / U.
Pero entonces κ = ∪{g(ξ) : ξ < δ} ∈ / U, una contradicción.
(b) Ahora demostramos que κ es un lı́mite fuerte: Supon-
gamos que α < κ y 2α ≤ κ. Sea f : κ → 2α una función
inyectiva, e identifiquemos los elementos de 2α con α-sucesiones
de ceros y unos.
Para cada ξ < α existe h(ξ) ∈ {0, 1} tal que Aξ = {β <
κ : f (β)(ξ) = h(ξ)} ∈ U (es decir, si fijamos la ξ-ésima coorde-
nada de las α-sucesiones, hay un conjunto de U cuyos elementos
corresponden a α-sucesiones todas con la misma ξ-ésima coor-
denada). Por κ-completitud de U, A = ∩{Ax i : ξ < α} ∈ U

137
13. Filtros, ultrafiltros y cardinales medibles

pero obviamente si β, γ ∈ A, entonces f (β) = f (γ), lo que


contradice la inyectividad de f .
(c) Por último, demostramos que κ tiene la propiedad de
árbol. Sea (A, <A ) un κ-árbol. Podemos suponer que A = κ, y
definimos
R = {α < κ : {ξ < κ : α <A ξ} ∈ U}.
En otras palabras, R es el conjunto de los ordinales α tales que
el conjunto de <A -sucesores de α en A pertenece a U. La κ-
completitud de U y el hecho de que cada nivel del árbol tiene
cardinalidad < κ implican que cada nivel contiene un elemento
de R (y como U es un filtro no trivial, cada nivel contiene
exactamente un elemento de R). Es claro que los elementos de
R son comparables dos a dos, de lo contrario, si α, β ∈ R son
incomparables, tendrı́amos que {ξ < κ : α < ξ} y {ξ < κ : β <
ξ} son dos conjuntos disjuntos y ambos en U.

Con un poco más de trabajo se puede demostrar que los


cardinales medibles tienen una propiedad más fuerte que la
compacidad débil, a saber, satisfacen la relación
κ → (κ)<ω
γ
(para todo γ < κ). Esto significa que para toda F : [κ]<ω → γ,
existe un conjunto H, |H| = κ tal que para todo n ∈ ω, F es
constante en [H]n (aquı́, [κ]< ω = ∪{[κ]n : n ∈ ω}). Cardinales
con esta propiedad son llamados cardinales Ramsey .
Definición 13.9. Un ultrafiltro U no principal y κ-completo
sobre κ es normal si es cerrado bajo intersecciones diagonales
(véase la definición 12.3); es decir, si {Aξ : ξ ∈ κ} es una
colección de elementos de U , entonces ∆{Aξ : ξ ∈ κ} también
pertenece a U .
Proposición 13.10. Sea U un ultrafiltro no principal y κ-
completo sobre κ. U es normal si y solamente si para toda

138
Teorı́a de Conjuntos

función f : κ → κ tal que {ξ < κ : f (ξ) < ξ} ∈ U existe α < κ


tal que {ξ < κ : f (ξ) = α} ∈ U .
Demostración. Supongamos que U es normal, y sea f : κ →
κ tal que A = {ξ < κ : f (ξ) < ξ} ∈ U . Supongamos que para
todo α < κ {ξ < κ : f (ξ) = α} ∈/ U . Entonces para cada α < κ,
el conjunto Aξ = {ξ < κ : f (ξ) 6= α} ∈ U . Por normalidad de
U , B = ∆{Aξ : ξ ∈ κ} pertenece a U , y por lo tanto A∩B ∈ U .
Pero si ξ ∈ B, f (ξ) 6= α para todo α < ξ, y por lo tanto ξ ∈/ A.
Recı́procamente, si {Aξ : ξ ∈ κ} es una colección de e-
lementos de U y ∆{Aξ : ξ ∈ κ} no está en U , entonces el
complemento {ξ < κ : ∃α < ξ (ξ ∈ / Aα )} ∈ U . Definamos
f : κ → κ poniendo
(
el menor α < ξ tal que ξ ∈ / Aα si tal α existe;
f (ξ) =
ξ en caso contrario.
Tenemos que {ξ < κ : f (ξ) < ξ} ∈ U , y por hipótesis, existe
α < κ tal que {ξ < κ : f (ξ) = α} pertenece al ultrafiltro U , lo
que contradice que Aα ∈ U . 

Proposición 13.11. Si κ es un cardinal medible, existe un


ultrafiltro no principal κ-completo y normal en κ.
Demostración. Sea V un ultrafiltro no pirncipal κ-completo
en κ. Diremos que una función f : κ → κ es incompresible
respecto a V si para todo α < κ, f −1 (α) ∈ / V y para toda
g : κ → κ tal que {α < κ : g(α) < f (α)} ∈ V , existe γ < κ tal
que {α < κ : g(α) = γ} ∈ V .
Si f es incompresible respecgto a V , entonces el ultrafiltro
U definido por A ∈ U si y solamente si f −1 ”A ∈ V , es normal.
Es muy fácil demostar que U es un ultrafiltro no principal
y κ-completo en κ. Para ver que es normal, supongamos que
g : κ → κ es tal que {α < κ : g(α) < α} ∈ U ; es decir,

139
13. Filtros, ultrafiltros y cardinales medibles

{β < κ : g ◦ f (β) < f (β)} ∈ V . Esto quiere decir que g ◦ f < f


en un conjunto de V , y por lo tanto existe α < κ tal que g ◦ f
toma valor constante α en un conjunto perteneciente a V . Por
la definición de U , de aquı́ sigue que f −1 ({ξ < κ : g ◦ f (ξ) =
α} = {β < κ : g(β) = α} ∈ U .
Para terminar la demostración basta verificar que existen
funciones incompresibles (respecto a V ). Esto es una simple
consecuencia de la σ-completitud de V . Si la función identidad
id : κ → κ no es incompresible respecto a V , entonces existe
f1 : κ → κ tal que f1 < id en un conjunto perteneciente a V y
tal que f1 no es constante en un conjunto de V . Si f1 tampoco
es incompresible, entonces existe f2 < f1 en un conjunto de
V que tampoco es constante en un conjunto de V . De este
modo, para algún n ∈ ω hallamos una función fn incompresible
respecto a V , porque de lo contrario, obtenemos una sucesión
f0 = id, f1 , f2 , . . . de funciones de κ en κ tal que para cada
n ∈ ω,TAn {α < κ : fn+1 (α) < fn (α)} T pertenece a V , y por lo
tanto )n ∈ ωAn ∈ V . Pero si α ∈ n∈ω An , para todo n ∈ ω
fn+1 (α) < fn (α), lo que es imposible. 

Ejercicio 13.12. Demuestre que si U es un ultrafiltro no


principal κ-completo y normal en κ, entonces todo subconjunto
cerrado no acotado de κ pertenece a U .
Ejercicio 13.13. Demuestre que todo cardinal medible es
Ramsey.
Referimos al lector, o a la lectora, al artı́culo de Kleinberg
[11] para completar las demostraciones de las siguientes impli-
caciones,

κ es medible >> κ es Ramsey >> κ es débilmente compacto

140
Teorı́a de Conjuntos

>> κ es inaccesible.

(Donde P (κ) >> Q(κ) significa P (κ) implica Q(κ) y {α <


κ : Q(α)} tiene cardinalidad κ).

141
CAPı́TULO 14

El espacio de Baire y otros espacios


relacionados a la recta real

1. Topologı́a de la recta
En este capı́tulo estudiaremos algunos espacios topológicos
estrecha-mente ligados a la recta real que son de singular impor-
tancia en el desarrollo de los fundamentos de las matemáticas.
Recordemos primero algunas propiedades topológicas de la
recta real. Un intervalo abierto de R, es un conjunto de la
forma
{x ∈ R : a < x < b},

donde a, b ∈ R. Decimos que éste es el intervalo abierto deter-


minado por a y b, y lo denotamos (a, b); si a < b el intervalo es
no vacı́o. El conjunto [a, b] = {x ∈ R : a ≤ x ≤ b} es el inter-
valo cerrado determinado por a y b. Un conjunto A de números
reales es abierto si para cada x ∈ A, existe un intervalo abierto
(a, b) tal que x ∈ (a, b) ⊆ A. Un conjunto es cerrado si su com-
plemento es abierto. Los conjuntos abiertos de números reales
son uniones de intervalos abiertos. Todo intervalo no vacı́o tiene
cardinalidad 2ℵ0 , y por lo tanto todo conjunto abierto no vacı́o
tiene esa misma cardinalidad.
Los intervalos abiertos con extremos racionales forman una
base para la topologı́a de la recta, es decir, todo abierto es la
unión de intervalos con extremos racionales. Más precisamente,

143
14. El espacio de Baire y otros espacios relacionados
a la recta real

todo abierto A de la recta es la unión de todos los intervalos


con extremos racionales contenidos en A.
Recordemos que Q es un subconjunto denso de R: dados
números reales x, y, si x < y entonces existe un racional r tal
que x < r < y, y por lo tanto cada intervalo abierto de R (y en
consecuencia, cada abierto) contiene números racionales. Esto
nos permite demostrar que toda colección de abiertos disjuntos
dos a dos es a lo sumo numerable. En efecto, si O es una
colección de abiertos disjuntos dos a dos, sea Q = Q ∩ (∪O),
el conjunto de los números racionales contenidos en alguno de
los abiertos de la colección O. Nótese que cada elemento de Q
pertenece a exactamente uno de los abiertos de O, y esto nos
permite definir una función sobreyectiva de Q sobre O. Como
Q es a lo sumo numerable, lo mismo vale para O.
Sea A un conjunto de nḿeros reales. Un número real a es
un punto de acumulación de A si para todo conjunto abierto O,
si a ∈ O entonces existe x 6= a tal que x ∈ O ∩ A. Un elemento
a ∈ A es un punto aislado de A si existe un abierto O que lo
contiene y no contiene otros elementos de A. Es fácil verificar
que un conjunto de números reales es cerrado si y solamente si
contiene sus puntos de acumulación.
Intersecciones finitas de abiertos son conjuntos abiertos, y
uniones finitas de cerrados son conjuntos cerrados.
Decimos que un conjunto A de números reales es acotado
si existen números reales x e y tales que A ⊆ (x, y). En este
caso, x es una cota inferior de A y y es una cota superior de
A. Todo conjunto no vacı́o de números reales acotado supe-
riormente tiene un supremo (análogamente, si A es acotado
inferiormente, tiene infimo. Esta propiedad de la recta real
es llamada completitud, y caracteriza la recta real en el sen-
tido siguiente. Todo conjunto linealmente ordenado, denso sin
primer ni último elemento, y completo en el sentido definido
anteriormente, es isomorfo a los números reales.

144
Teorı́a de Conjuntos

Un conjunto K de números reales es compacto si de todo


cubrimiento de K por conjuntos abiertos se puede extraer un
subcubrimiento finito. Un conjunto K dse números reales es
compacto si y solamente si es cerrado y acotado.

2. El espacio de Baire
Consideremos el conjunto ω ω de las funciones de ω en ω, o
sucesiones infinitas de números naturales, dotado de la topologı́a
producto que resulta de dar a ω la topologı́a discreta. Este es-
pacio de llama el espacio de Baire, y será denotado por N .
Dada una sucesión finita s de números naturales, sea
Us = {x ∈ N : x(i) = s(i) para todo i ∈ dom(s)}.
Los conjuntos de la forma Us constituyen una base numerable
de la topologı́a de N ( es numerable ya que el conjunto de
sucesiones finitas de números naturales es numerable)
Ejercicio 14.1. Demuestre que {Us : s ∈<ω ω} es una base
para la topologı́a producto.
Con esta topologı́a, la convergencia en N es muy fácil de
describir. Una sucesión {xi : i ∈ ω} converge a x si y sólo si
∀n∃m∀k ≥ m(xk (n) = x(n)).
El espacio de Baire es metrizable por la métrica dada por
(
0 si x = y
(5) d(x, y) = 1
6 y.
si x =
( menor n tal que x(n)6=y(n))+1
Para demostrar que esta métrica dá la topologı́a del espacio
de Baire basta verificar que determina la convergencia que men-
cionamos anteriormente y esto es bastante obvio. Esta métrica
es completa, y dejamos al lector la tarea de verificarlo.
El espacio de Baire no es compacto. Por ejemplo, {Uhni :
n ∈ ω} es un cubrimiento que no admite ningún subcubrimiento

145
14. El espacio de Baire y otros espacios relacionados
a la recta real

finito. Más adelante veremos que N ni siquiera es σ-compacto


(es decir, no es la unión de una colección numerable de com-
pactos).
El espacio de Baire es totalmente disconexo, es decir, tiene
una base de abiertos cerrados. (Cada vecindad básica Us es a
S vez abierto y cerrado ya que si n es la longitud de s, N =
la
{Ut : t es de longitud n }. Además N es separable, ya que el
conjunto de las sucesiones eventualmente constantes es denso.
Si a0 , a1 , a2 , . . . es una sucesión de números naturales po-
sitivos, definamos
1 1 1
b0 = , b1 = 1 , b2 = , etc.
a0 a0 + a1 a0 + a +1 1
1 a2

Se tiene que b1 < b3 < b5 < · · · < b4 < b2 < b0 , y se puede


probar que la sucesión {bn : n ∈ ω} converge a un número
real a. Este número es la fracción continua determinada por la
sucesión {an : n ∈ ω}.
Ejercicio 14.2. Demuestre que el espacio de Baire es ho-
meomorfo al espacio de los irracionales del intervalo [0, 1].
(Considere la función que asigna a cada a = ha0 , a1 , a2 , . . . i ∈
N , la fracción continua determinada por la sucesión a0 +1, a1 +
1, a2 + 1, . . . . Resulta algo laborioso demostrar que esta función
es un homeomorfismo).
El espacio de Cantor es el conjunto 2ω de las sucesiones de
ceros y unos con la topologı́a producto. Obviamente el espacio
de Cantor está incluido en el espacio de Baire, y su topologı́a
está generada por los conjuntos Us , donde s ∈<ω 2 es una
sucesión finita de ceros y unos.
Ejercicio 14.3. Pruebe que el espacio de Cantor es com-
pacto. (Sugerencia: use el teorema de Tychonoff. Más ade-
lante indicaremos otra forma de obtener este resultado usando
árboles).

146
Teorı́a de Conjuntos

Consideremos ahora el conjunto [N]ω de todos los subcon-


juntos infinitos de ω. Dotamos a este conjunto de la topologı́a
generada por los conjuntos de la forma
[s] = {M ⊆ N : s < M },
donde s ∈ [N]<ω y s < M quiere decir que s es un segmento
inicial de M .
La siguiente proposición explica por qué este espacio es
también completamente metrizable y separable. Por eso, esta
topologı́a será llamada la topologı́a métrica en ω ω .
El conjunto 2ω se puede identificar con P(ω), ya que cada
función de ω en 2 es la función caracterı́stica de n subconjunto
de ω.
La topologı́a que acabamos de definir en [N]ω coincide con
la topologı́a que hereda este conjunto de 2ω via la identificación
con P(ω).
Ejercicio 14.4. Demuestre que la topologı́a métrica en
[N]ω está generada por los conjuntos de la forma
Up,q = {M ∈ [N]ω : p ⊆ M y q ∩ M = ∅},
donde p y q son subconjuntos finitos de ω.
Proposición 14.5. El espacio de Baire es homeomorfo a
[N]ω .
Demostración. El espacio de Baire es homeomorfo al sub-
espacio formado por las sucesiones estrictamente crecientes.
El homeomorfismo
Pn está dado por la función x 7→ x̂, donde
x̂(n) = i=0 x(i) para cada n ∈ N. La función que asocia
un subconjunto infinito de N con su enumeración creciente es
un homeomorfismo entre [N]ω y ese subespacio. 

Estudiaremos otra topologı́a en [N]ω , llamada la topologı́a


exponencial . Esta es la topologı́a generada por los conjuntos

147
14. El espacio de Baire y otros espacios relacionados
a la recta real

de la forma
[s, A] = {B ∈ [N ]ω : s < B ⊆ s ∪ A},
donde s ∈ [N ]<ω y A ∈ [N]ω . Es decir, el conjunto de todos
los B que tienen a s como segmento inicial y el resto de sus
elementos pertenecen a A.
Esta topologı́a no es metrizable ni tiene una base nume-
rable.
Ejercicio 14.6. Demuestre que la topologı́a exponencial es
más fina que la topologı́a métrica.
Definición 14.7. Un árbol sobre un conjunto X es un con-
junto S de sucesiones finitas de elementos de X parcialmente
ordenado por la relación de extensión de sucesiones y tal que
si s ∈ S y n es menor que la longitud de s, s  n ∈ S. Una
rama de S es una sucesión infinita a ∈ω X tal que para todo n,
a  n ∈ S.
Dado un árbol S, denotaremos por [S] al conjunto de las
ramas de S. El árbol completo sobre X es el conjunto <ω X de
todas las sucesiones finitas de elementos de X. Por ejemplo,
<ω ω es el conjunto de sucesiones finitas de números naturales,

y [<ω ω] es el espacio de Baire N . Todo subconjunto A ⊆ N


genera un árbol, a saber, el árbol SA = {a  n : a ∈ A y n ∈ ω}.
Teorema 14.8. Un subconjunto A ⊆ N es cerrado si y sólo
si A = [T ] para algún árbol T ⊆<ω ω. Más aún, A es cerrado
si y sólo si A = [SA ].
Demostración: Dado un árbol T , [T ] es siempre cerrado.
En efecto, sea {ai : i ∈ ω} una sucesión de elementos de [T ]
tal que ai → a, es decir, para todo n ∈ ω existe k ∈ ω tal que
a  n = ai  n para todo i ≥ k. Entonces a  n ∈ T para todo
n, y por lo tanto a ∈ [T ]. Para cualquier conjunto A ⊆ N ,
se tiene que A ⊆ [SA ]. Porque si a ∈ A, entonces a  n ∈ SA

148
Teorı́a de Conjuntos

para todo n. Si A es cerrado, y a ∈ [SA ], entonces para todo


n ∈ ω, a  n ∈ SA y por lo tanto, existe un ai ∈ A tal que
a  n = ai  n. Tenemos entonces que ai → a, y como A es
cerrado, a ∈A. 

Ejercicio 14.9. Pruebe que para todo A ⊆ N , [SA ] es la


clausura de A.
Observación: También podemos definir árboles de suce-
siones finitas de n tuplas para representar subconjuntos ce-
rrados de un espacio tipo Baire cualquiera.
Definición 14.10. Un árbol T es un árbol a bifurcación
finita si cada nodo tiene a lo sumo una cantidad finita de suce-
sores inmediatos, es decir, si para cada s ∈ T , el conjunto
{x : s _ hxi ∈ T } es finito.
Teorema 14.11. Un conjunto cerrado A ⊆ N es compacto
si y sólo si SA es un árbol a bifurcación finita.
Demostración: Como A es cerrado, A = [SA ]. Sea {Oi :
i ∈ I} un cubrimiento abierto de A. Supongamos que no hay
un subcubrimiento finito. Entonces para algún k0 ∈ ω tal que
hk0 i ∈ SA , el conjunto Ak0 = {a ∈ A : a(0) = k0 } no es
cubierto por un número finito de los abiertos Oi . De lo con-
trario, como SA es a bifurcación finita, obtendrı́amos un sub-
cubrimiento finito de A. De la misma forma, existe k1 tal que
hk0 , k1 i ∈ SA y para el cual el conjunto Ahk0 ,k1 i = {a ∈ A :
a(0) = k0 y a(1) = k1 } no se puede cubrir con un número
finito de los Oi . Inductivamente construimos una sucesión
d = hk0 , k1 , k2 , . . . i en [SA ] tal que para cada n ∈ ω, el con-
junto {a ∈ A : a  n = d  n} no es cubierto por un número
finito de los Oi . Como d ∈ A, existe j ∈ I tal que d ∈ Oj .
Y como Oj es abierto, existe un n tal que Udn está contenido
en Oj . Pero entonces, {a ∈ A : a  n = d  n} ⊆ Udn ⊆ Oj ,

149
14. El espacio de Baire y otros espacios relacionados
a la recta real

contradiciendo la propiedad de d. Ası́ demostramos que A es


compacto.
Supongamos ahora que SA no es a bifurcación finita, y sea
s ∈ SA un nodo del árbol con infinitos sucesores inmediatos. El
conjunto As = {a ∈ A : s ⊆ a} es cerrado ya que As = Us ∩ A.
La colección {Us_hni : n ∈ ω} es un cubrimiento abierto de
As para el cual no existe subcubrimiento finito. Entonces esa
colección, junto con el complemento de As , forma un cubri-
miento de A que no admite un subcubrimiento finito. 

Proposición 14.12. El espacio de Baire no es σ-compacto.

Demostración: Veamos que el espacio de Baire no es la


unión de una familia numerable de compactos. Por el resultado
anterior, basta probar que el espacio de Baire no es la unión
de una familia de la forma {[Ti ] : i ∈ ω} donde cada árbol
Ti es a bifurcación finita. En efecto, dada una tal familia, sea
k0 ∈ ω tal que hk0 i ∈
/ T0 , lo que es posible por ser T0 un árbol a
bifurcación finita. Tomamos ahora k1 tal que hk0 , k1 i ∈ / T1 , lo
cual es posible por la mismarazón. SI ya hemos definido kn−1 ,
sea kn tal que hk0 , k1 , . . . , kn i ∈
/ Tn . Como resultado, tenemos
que para todo n ∈ ω, a = hk0 , k1 , . . . i ∈ / [Tn ].

Definición 14.13. Sea X un espacio topológico. Un álgebra


de subconjuntos de X es una colección de subconjuntos de ese
espacio cerrada bajo complementación y uniones e intersec-
ciones finitas. Una σ-álgebra es, además, cerrada bajo uniones
numerables.
La clase de los subconjuntos borelianos de X es la menor
σ-álgebra de conjuntos que contiene a los conjuntos abiertos.

150
Teorı́a de Conjuntos

3. Conjuntos analı́ticos
En 1905, Lebesgue publicó un trabajo sobre funciones re-
presentables analı́ticamente el cual es considerado como el pri-
mer estudio sistemático de las funciones definibles y el inicio
de la llamada Teorı́a Descriptiva de Conjuntos. En ese trabajo,
escondido en una demostración, habı́a un error que fue des-
cubierto diez años más tarde por Suslin, quien para entonces
era un estudiante de Lusin en la Universidad de Moscú. El
error consistı́a esencialmente en suponer que la proyección a la
recta de un boreliano del plano es siempre un boreliano. Suslin
demostró que hay proyecciones de conjuntos borelianos que no
son borelianos, e inició ası́ el estudio de los conjuntos analı́ticos.
Definición 14.14. Sea X un espacio topológico comple-
tamente me-trizable y separable. Un subconjunto X de X es
analı́tico si es vacı́o o existe una función continua f : N → X
tal que X = im(f ).
Definición 14.15. (La operación de Suslin) Dada una co-
lección de conjuntos {As : s ∈ ω <ω }, definimos
[ \
A({As : s ∈ ω <ω }) = Axn .
x∈ω ω n∈ω

Veremos a continuación que los conjuntos analı́ticos se pue-


den caracterizar mediante la operación de Suslin y también
mediante proyecciones.
Teorema 14.16. Sea X un espacio métrico completo y se-
parable, y sea A ⊆ X . Los siguientes enunciados son equiva-
lentes:
a) A es analı́tico.
b) A es la proyección a X de un cerrado de X × N .
Esto es, existe F ⊆ X × N cerrado tal que x ∈ A ⇔
∃y(x, y) ∈ F .

151
14. El espacio de Baire y otros espacios relacionados
a la recta real

c) A = A{Fs : s ∈ ω <ω } para alguna familia {Fs : s ∈


ω <ω } de subconjuntos cerrados de X .
Demostración.
a) implica c). Sea f : N → X tal que A = im(f ). Para
cada s ∈ ω <ω , sea Fs = f ”Us . Es fácil verificar que A =
A{Fs : s ∈ ω <ω }. En efecto,Tsi x ∈ A, entonces x = f (y)
para algún y ∈ N , y f (y) ∈ n∈ω f ”Uyn . Recı́procamente,
si x ∈ A{F <ω
T s : s ∈ ω }, entonces existe algún y ∈ N tal
que x ∈ n∈ω f ”Uyn , pero f (y) es el único elemento de esa
intersección.
c) implica b). Sea {Fs : s ∈ ω <ω } una familia de sub-
conjuntos cerrados de TX , x ∈ A{Fs : s ∈ ω <ω } si existe
y ∈ N tal T que x ∈ n∈ω Fy n . Basta entonces notar que
{(x, y) : x ∈ n∈ω Fy n } es un subconjunto cerrado de X × N .
b) implica a). Sigue inmediatamente de que las proyec-
ciones son contı́nuas y de que los espacios N y N × N son
homeomorfos. 

152
CAPı́TULO 15

Exponentes infinitos: conjuntos de


Ramsey

1. Particiones de [N]ω y la propiedad de Ramsey


En esta sección iniciaremos el estudio de particiones del
conjunto [N]ω de subconjuntos infinitos de ω. El sı́mbolo
ω → (ω)ω
expresa que para toda partición del conjunto [N]ω en dos peda-
zos, digamos A y [N]ω \ A, existe un conjunto infinito H ⊆ ω
tal que todos los subconjuntos infinitos de H están del mismo
lado de la partición, es decir, [H]ω ⊆ A o [H]ω ⊆ [N]ω \ A.
Del axioma de elección se deduce que esta relación es falsa.
Teorema 15.1. (AC)
ω 6→ (ω)ω .
Demostración: Usando el axioma de elección produciremos
un conjunto A que determina una partición de [N]ω para la cual
no existe conjunto infinito homogéneo.
Listemos en tipo de orden 2ℵ0 todos los subconjuntos in-
finitos de ω. De modo que [N]ω = {Aξ : ξ < 2ℵ0 }. Defi-
namos inductivamente un conjunto A como sigue. Escogemos
dos elementos de [A0 ]ω , llamémoslos α0 y β0 . Supongamos que
hemos definido αξ y βξ para todo ξ < δ (δ < 2ℵ0 ), de modo

153
15. Exponentes infinitos: conjuntos de Ramsey

que αξ , βξ ∈ [Aξ ]ω y todos los αξ , βξ (con ξ < α ) son dis-


tintos entre sı́. Entonces, como [Aδ ]ω tiene cardinalidad 2ℵ0 ,
podemos escoger dos de sus elementos, αδ y βδ , distintos entre
sı́y distintos de todos los anteriores αξ , βξ (ξ < δ). Pongamos
A = {αξ : ξ < 2ℵ0 }. La partición determinada por A no tiene
conjunto homogéneo infinito, ya que cualquier H ∈ [N]ω es
H = Aξ para algún ξ < 2ℵ0 y por lo tanto αξ , βξ ∈ [H]ω son
tales que αξ ∈ A y βξ ∈ [N]ω \ A. 

Sin embargo, la relación ω → (ω)ω es consistente con una


versión débil del axioma de elección llamada axioma de elec-
ciones dependientes (si la existencia de un cardinal inaccesi-
ble es consistente con ZF C). Este resultado fue obtenido por
Mathias, quien demostró que ω → (ω)ω vale en el modelo
de Solovay donde todo conjunto de números reales es medible
Lebesgue. (Ver [10, 17]).

Ejercicio 15.2. Considere la relación de equivalencia en


[N]ω dada por A ∼ B si y sólo si la diferencia simétrica A∆B
es finita. Escogiendo un representante de cada clase de equi-
valencia, se puede definir una partición de [N]ω en dos peda-
zos que no admite ningún conjunto homogéneo. (Sugerencia:
defina f (A) = 0 si y solamente si la diferencia simétrica en-
tre A y el representante de su clase de equivalencia tiene una
cantidad par de elementos).

D. Scott planteó la posibilidad de que para particiones de


[N]ω definibles en forma“sencilla”, se pudiese demostar la exis-
tencia de conjuntos homogéneos, lo cual es cierto como veremos
más adelante. Para ello dotaremos a [N]ω de una topologı́a, y
consideraremos particiones determinadas por conjuntos topoló-
gicamente sencillos.

154
Teorı́a de Conjuntos

Consideremos la topologı́a en [N]ω generada por los conjun-


tos de la forma:
Up,q = {M ∈ [N]ω : p ⊆ M y q ∩ M = ∅},
donde p y q son subconjuntos finitos de ω.
Esta es la topologı́a que hereda [N]ω de P(ω) si identifi-
camos P(ω) con 2ω via funciones caracterı́sticas, y le damos a
este espacio la topologı́a producto que se obtiene tomando la
topologı́a discreta en ω.
De ahora en adelante usaremos las letras p, q, r, s, . . . para
denotar subconjuntos finitos de ω, y las letras M, N, P, Q, . . .
para denotar subconjuntos infinitos de ω.
Presentaremos algunos resultados de Galvin, Prikry, Silver,
Mathias y Ellentuck relativos a la existencia de conjuntos ho-
mogéneos para particiones determinadas por subconjuntos de
[N]ω topológicamente sencillos.
Definición 15.3. Un conjunto A ⊆ [N]ω es Ramsey si e-
xiste H ∈ [N]ω tal que [H]ω ⊆ A o [H]ω ⊆ [N]ω \ A.
En otras palabras, A ⊆ [N]ω es Ramsey si la partición de
[N]ω determinada por A y su complemento admite un conjunto
H ∈ [N]ω tal que [H]ω está contenido en una de las partes.
Recordemos que dado s ∈ [ω]<ω y M ∈ [N]ω , [s, M ] denota
el conjunto {B ∈ [N]ω : s < B ⊆ s ∪ B}
Fijemos A ⊆ [N]ω . La definición y los lemas siguientes
dependen de este conjunto A.
Definición 15.4. Sea s ∈ [ω]<ω y M ∈ [N]ω . Diremos que
M acepta s si [s, M ] ⊆ A. M rechaza s si ningún N ⊆ M
acepta s. M decide s si M acepta o rechaza s.
Lema 15.5. i) M acepta s si y sólo si {m ∈ M :
m > ∪s} acepta s. M rechaza s si y sólo si {m ∈ M :
m > ∪s} rechaza s.

155
15. Exponentes infinitos: conjuntos de Ramsey

ii) Si M acepta s, entonces cada N ⊆ M acepta s.


Si M rechaza s, entonces cada N ⊆ M rechaza s.
iii) Para cada s y M , existe N ⊆ M tal que N decide s.
Demostración: Todo sigue inmediatamente de las defini-
ciones. Para iii), si M no rechaza s, entonces existe un N ⊆ M
que acepta s. 

Lema 15.6. Existe un M ∈ [N]ω tal que M decide cada uno


de sus subconjuntos finitos.
Demostración: Sea M0 un conjunto que decide ∅ (tal M0
existe por iii) del lema anterior), y tomemos a0 ∈ M0 . Supong-
amos que ya hemos definido a0 , a1 , . . . , an y M0 , M1 , . . . , Mn .
Sea Mn+1 ⊆ Mn tal que an < ∩Mn+1 y Mn+1 decide cada
subconjunto de {a0 , a1 , . . . , an }, y tomemos an+1 ∈ Mn+1 .
El conjunto M = {a0 , a1 , . . . } tiene las propiedades de-
seadas ya que para cada subconjunto finito {ai0 , . . . , aik }, existe
un n suficientemente grande tal que Mn decide {ai0 , . . . , aik }
(en efecto, basta tomar n = ik+1 ), y cada M -extensión de
{ai0 , . . . , aik } es también una Mn - extensión de ese conjunto.


Lema 15.7. Sea M tal que decide cada uno de sus subcon-
juntos finitos. Si s ⊆ M , y M rechaza s, entonces M rechaza
s ∪ {n} para todo n ∈ M excepto un número finito.
Demostración: Supongamos que M rechaza s y que existen
infinitos n ∈ M tales que M no rechaza s ∪ {n}. Entonces,
N = {n ∈ M : M acepta s ∪ {n}} es infinito. En ese caso,
N ⊆ M y N acepta s, ya que cada N -extensión de s es una
M -extensión de s ∪ {n} para algún n ∈ N . Esto contradice el
hecho de que M rechaza s. 

156
Teorı́a de Conjuntos

Lema 15.8. Si M decide cada uno de sus subconjuntos fini-


tos y M rechaza ∅, entonces existe N ⊆ M tal que N rechaza
cada uno de sus subconjuntos finitos.
Demostración: Por el lema anterior, existe un a0 ∈ M
tal que M rechaza {a0 }. Supongamos que hemos definido
{a0 , . . . , an } ⊆ M tal que a0 < a1 < · · · < an y M rechaza
cada subconjunto finito de {a0 , . . . , an }. Aplicando el lema an-
terior varias veces podemos encontrar an+1 > an tal que M
rechaza cada x ∪ {an+1 } con x ⊆ {a0 , . . . , an }. El conjunto
N = {a0 , a1 , . . . , an , . . . } satisface lo requerido. 

Teorema 15.9. (Galvin - Prikry [6]) Todo conjunto abierto


A ⊆ [N]ω es Ramsey.
Demostración: Sea A ⊆ [N]ω un conjunto abierto y sea
M tal que decide cada uno de sus subconjuntos finitos. Si M
acepta ∅, entonces [M ]ω ⊆ A. Si M rechaza ∅, por el lema
anterior, existe N ⊆ M tal que N rechaza cada uno de sus
subconjuntos finitos. Veamos que entonces, [N ]ω ⊆ [N]ω \ A.
Supongamos lo contrario, y sea P ∈ [N ]ω ∩ A. Como A es
abierto, existe un segmento inicial de P , P ∩ n, tal que si Q ∈
[N]ω y Q ∩ n = P ∩ n, entonces Q ∈ A. Pero esto significa que
N acepta P ∩ n, una contradicción. 

Galvin y Prikry probaron aún más, probaron que todo


Boreliano es Ramsey. Para lograr este resultado, introdujeron
el concepto de conjunto completamente Ramsey y probaron
que los conjuntos abiertos tienen esta propiedad más fuerte.
Luego, dado que el complemento de un conjunto completa-
mente Ramsey es completamente Ramsey y que la unión de
una familia numerable de conjuntos completamente Ramsey es
completamente Ramsey, sigue el resultado sobre los conjuntos
borelianos.

157
15. Exponentes infinitos: conjuntos de Ramsey

Definición 15.10. Un conjunto A ⊆ [N]ω es completa-


mente Ramsey si para todo p ∈ [ω]<ω y todo M ∈ [N]ω existe
un N ∈ [M ]ω tal que [p, N ] ⊆ A o [p, N ] ⊆ [N]ω \ A.
Claramente todo conjunto completamente Ramsey es Ram-
sey, basta tomar p = ∅ y M = ω.
Lema 15.11. Todo conjunto abierto es completamente Ram-
sey.
Demostración: Dados p y M , consideremos las funciones
siguientes,
gp : [N]ω → [N]ω dada por gp (L) = p ∪ L, y
fM : [N]ω → [M ]ω definida como sigue, si h : ω → M
es la enumeración creciente de M , fM (L) = h”L.
Nótese que podemos extender fM a todo el espacio P(ω)
con exactamente la misma definición, si q ∈ [ω]<ω , fM (q) =
h”q.
Las funciones gp y fM son continuas (véase el ejercicio
15.12). De aquı́, el resultado sigue fácilmente. Sea A un con-
junto abierto, queremos hallar N ⊆ M tal que
[p, N ] ⊆ A o [p, N ] ⊆ [N]ω \ A.
Podemos suponer que ∪p < ∩M (si no es ası́, tomamos M \p en
vez de M ). Por la continuidad de fM y gp , B = (gp ◦ fM )−1 ”A
es abierto y por lo tanto Ramsey. Entonces existe L ∈ [N]ω tal
que [L]ω ⊆ B o [L]ω ⊆ [ω]ω \ B. Sea K = fM (L), entonces
[K]ω ⊆ gp−1 ”A o [K]ω ⊆ [N]ω \ gp−1 ”A. Pero esto significa que
(p, K)ω ⊆ A o (p, K)ω ⊆ [N]ω − A. 

Ejercicio 15.12. Demuestre que las funciones gp y fM


de la demostración anterior son continuas, tanto respecto a la
topologı́a métrica como respecto a la topologı́a exponencial.

158
Teorı́a de Conjuntos

Lema 15.13. El complemento de un conjunto completa-


mente Ramsey es completamente Ramsey. 

Lema 15.14. Si para cadaSn ∈ ω, An es un conjunto com-


pletamente Ramsey, entonces n∈ω An es completamente Ram-
sey.
Demostración: Sea p ∈ [ω]<ω y M ∈ [N]ω . Como A0 es com-
pletamente Ramsey, existe N0 ∈ [M ]ω tal que [p, N0 ] ⊆ A0 o
[p, N0 ] ∩ A0 = ∅. Sea a0 ∈ N0 . Supongamos que hemos definido
{a0 , a1 , . . . , an } y N0 , N1 , . . . , Nn tales que a0 < a1 < · · · < an ,
y ai ∈ Ni para cada i ≤ n, y supongamos que para cada i < n
y cada subconjunto q de {a0 , a1 , . . . , ai }, [p ∪ q, Ni ] ⊆ Ai o
[p ∪ q, Ni ] ∩ Ai = ∅. Como An+1 es completamente Ram-
sey, usando esta propiedad un número finito de veces, pode-
mos hallar Nn+1 ⊆ Nn tal que para cada subconjunto q de
{a0 , a1 , . . . , an }, [p∪q, Nn+1 ] ⊆ An+1 o [p∪q, Nn+1 ]∩An+1 = ∅.
Sea an+1 ∈ Nn+1 tal que an < an+1 . De esta manera cons-
truimos inductivamente un conjunto infinito N = {a0 , a1 , . . . }.
Para cada n ∈ ω, el conjunto An es abierto en la topologı́a
relativa de [p, N ], es decir, An ∩ [p, N ] es abierto en [p, N ]. Esto
es ası́ ya que An ∩ [p, N ] es exactamente

∪{[p ∪ q] : q ⊆ {a0 , . . . , an−1 }, [p ∪ q, Nn ] ⊆ An } ∩ [p, N ].


S
Por lo tanto, A = n∈ω An también es abierto en [p, N ],
Es decir, existe un abierto B tal que A ∩ [p, N ] = B ∩ [p, N ].
Como B es completamente Ramsey por el Lema 15.11, existe
R ∈ [N ]ω tal que [p, R] ⊆ B o [p, R] ∩ B = ∅, y por lo tanto
[p, R] ⊆ A o [p, R] ∩ A = ∅. 

Teorema 15.15. (Galvin - Prikry [6]) Todo subconjunto


boreliano de [N]ω es Ramsey.

159
15. Exponentes infinitos: conjuntos de Ramsey

Demostración: Por los resultados anteriores, todo boreliano


es completamente Ramsey, y de allı́ sigue el teorema. 

J. Silver [21] demostró, usando técnicas metamatemáticas


que todo conjunto analı́tico es Ramsey, extendiendo el resul-
tado de Galvin y Prikry. Unos años más tarde, E. Ellentuck
[3] publicó una prueba topológica del resultado de Silver que
incluimos en la sección siguiente.

2. Los conjuntos analı́ticos son Ramsey


Recordemos que un subconjunto A de [N]ω es completa-
mente Ramsey si para todo p ∈ [ω]<ω y todo M ∈ [N]ω existe
un N ∈ [M ]ω tal que [p, N ] ⊆ A o [p, N ] ⊆ [N]ω \ A. Deci-
mos que A es completamente Ramsey nulo si siempre ocurre la
segunda posibilidad.
Lema 15.16. La colección de conjuntos completamente Ram-
sey nulos forma un σ-ideal de la σ-álgebra de subconjuntos de
[N]N completamente Ramsey.
Demostración. Basta probar que el ideal de conjuntos com-
pletamente Ramsey nulos es cerrado bajo uniones numerables,
y esto se puede hacer como en la demostración del Lema 15.14.
Sea {An : n ∈ ω} una sucesión de conjuntos completamente
Ramsey nulos, dados p ∈ [ω]<ω y M ∈ [N]ω , como A0 es comple-
tamente Ramsey nulo, existe N0 ∈ [M ]ω tal que [p, N0 ]∩A0 = ∅.
Sea a0 ∈ N0 . Supongamos que hemos definido {a0 , a1 , . . . , an }
y N0 , N1 , . . . , Nn tales que a0 < a1 < · · · < an , y ai ∈ Ni para
cada i ≤ n, y supongamos que para cada i < n y cada sub-
conjunto q de {a0 , a1 , . . . , ai }, [p ∪ q, Ni ] ∩ Ai = ∅. Como An+1
es completamente Ramsey, podemos hallar Nn+1 ⊆ Nn tal que
para cada subconjunto q de {a0 , a1 , . . . , an }, [p ∪ q, Nn+1 ] ∩
An+1 = ∅. Sea an+1 ∈ Nn+1 tal que an < an+1 . De esta
manera construimos un conjunto infinito N = {a0 , a1 , . . . }.

160
Teorı́a de Conjuntos

Veamos que [p, N ] es disjunto de cada An . Supongamos que


para algún n ∈ ω existe L tal que L ∈ [p, N ] ∩ An , entonces sea
q = L ∩ {ak : k < n}, tenemos que L ∈ [p ∪ q, Ni ], y como q es
un subconjunto de {ak : k < i}, entonces (p ∪ q, Ni )ω ∩ Ai = ∅,
una contradicción. 

En la sección anterior demostramos que los abiertos de


[N]ω respecto a la topolgı́a métrica son completamente Ram-
sey. Ahora nos conviene saber que también los abiertos de la
topologı́a exponencial tiene esa propiedad. Nótese que cada
vecindad básica de la topologı́a exponencial es un Gδ de la
topologı́a métrica, y ya sabemos que los borelianos de la topolo-
gı́a métrica son completamente Ramsey. Sin embargo, para
abiertos cualesquiera de la topologı́a exponencial, necesitamos
un trabajo adicional.
Lema 15.17. Todo conjunto abierto en la topologı́a expo-
nencial es completamente Ramsey.
Demostración. Tal como vimos en la demostración del
Lema 15.11, es fácil verificar que para cada s ∈ [ω]<ω y cada
M ∈ [N]ω , la vecindad [s, M ] es homeomorfa a [∅, N] = [N]ω .
El homoemorfismo se define a partir de la biyección que manda
M sobre ω preservando el orden. Si O es un conjunto abierto
en la topologı́a exponencial, entonces O ∩ [s, M ] es enviado por
el homeomorfismo a un abierto exponencial de [N]ω .
Sea O ⊆ [N]ω un conjunto abierto en la topologı́a expo-
nencial. Por el comentario anterior, basta obtener un conjunto
N ∈ [N]ω tal que [N ]ω está contenido en O o es disjunto de
O. Sea M1 ⊆ ω tal que [∅, M1 ] ⊆ O si tal M1 existe; en caso
contrario tomamos M1 = ω. Supongamos que hemos cons-
truido M1 ⊇ M2 ⊇ · · · ⊇ Mn y m1 < m2 < · · · < mn tales
que mi = minMi (para i ≤ n) y si s ⊆ {m1 , . . . , mn }, entonces
[s, Mi ] ⊆ O o [s, A] 6⊆ O para todo A ∈ [s, Mi ]. Sea s1 , . . . , s2n

161
15. Exponentes infinitos: conjuntos de Ramsey

una lista de todos los subconjuntos de {m1 , . . . , mn }. Si existe


L ⊆ Mn tal que [s, L] ⊆ O, sea L1 un tal L, en caso contrario
L1 = Mn . Supongamos que ya hemos definido Lj−1 ; si existe
L ⊆ Lj−1 tal que [sj , L] ⊆ O, ponemos Lj = L, en caso contario
Lj = Lj−1 . Finalmente ponemos Mn+1 = L2n /mn y tomamos
mn+1 = minMn+1 .
Asi obtenemos inductivamente M1 ⊇ M2 ⊇ . . . y m1 <
m2 < . . . tales que para todo n ∈ N y todo s ⊆ {m1 , . . . , mn },
[s, Mn+1 ] ⊆ O o no existe A ∈ [s, Mn+1 ] tal que [s, A] ⊆ O.
Sea M∞ = {mi : i ∈ ω}. El conjunto O es relativamente
abierto en [M∞ ]ω respecto a la topologı́a métrica (es decir, O ∩
[M∞ ]ω es abierto en [M∞ ]ω ), ya que O ∩ [M∞ ]ω es la unión de
todas las vecindades [s] ∩ [M∞ ]ω tales que [s, M∞ ] ⊆ O. Por lo
tanto la conclusión sigue del lema 15.11: existe un N ∈ [M∞ ]ω
tal que [N ]ω ⊆ O o [N ]ω ∩ O = ∅.

Definición 15.18. Un subconjunto A de un espacio topoló-


gico X tiene la propiedad de Baire si existe un abierto O ⊆ X
tal que A∆O es magro, es decir, es la unión de una colección
numerable de conjuntos nunca densos.

Proposición 15.19. Los siguientes enunciados son equi-


valentes para un conjunto A ⊆ [N]ω respecto a la topolgı́a expo-
nencial.
(1) A es magro.
(2) A es nunca denso.
(3) A es completamente Ramsey nulo.

Ejercicio 15.20. Demuestre la proposición anterior. Las


implicaciones “(3) implica (2)” y “(2) implica (1)” son in-
mediatas. Para demostrar que (2) implica (3), dado un con-
junto nunca denso, su clausura en la topologı́a exponencial es

162
Teorı́a de Conjuntos

también nunca denso, y por ser un cerrado exponencial, es com-


pletamente Ramsey y necesariamente es completamente Ram-
sey nulo. (1) implica (3) sigue ahora del Lema 15.16).
Teorema 15.21. (Ellentuck) Un subconjunto de [N]ω tiene
la propiedad de Baire respecto a la topologı́a exponencial si y
solamente si es completamente Ramsey.
Demostración. Sea O un abierto en la topolgı́a exponencial
tal que A∆O es magro. Por la proposición anterior, A∆O es
nunca denso respecto a la topolgı́a exponencial, y por lo tanto
A es completamente Ramsey si y solamente si O tiene esta
propiedad, y esto último es cierto por el lema 15.17.
Supongamos ahora que A es completamente Ramsey. Sea
O el abierto (exponencial) maximal contenido en A, es decir,
la unión [
O = {[s, M ] : [s, M ] ⊆ A}.
Basta ahora probar que A \ O es nunca denso. Sea [t, N ] una
vecindad básica de la topolgı́a exponencial. Por ser A comple-
tamente Ramsey, existe M ⊆ N tal que [t, M ] está incluido
en A (y por lo tanto también en O) o es disjunto de A. En
cualquiera de los dos casos, [t, M ] es disjunto de A \ O. 

Recordemos que un conjunto A de un espacio métrico com-


pleto y separable X es analı́tico si es vacı́o o es la imagen de
ω ω por una función continua de ω ω en X.
Por el Teorema 14.16, como [N]ω es homeomorfo a ω ω , un
conjunto A ⊆ [ω]ω es analı́tico si y sólo si existe una colección
{Fs : s ∈ ω <ω } de conjuntos cerrados de [N]ω tal que A =
A{Fs : s ∈ ω <ω }, si y sólo si A es la proyección a [ω]ω de un
subconjunto cerrado del producto [ω]ω × ω ω .
Definición 15.22. Sea B una σ-álgebra de subconjuntos
de algún conjunto X, y B0 ⊆ B un σ-ideal. Decimos que el

163
15. Exponentes infinitos: conjuntos de Ramsey

par (B, B0 ) tiene la propiedad de aproximación si para cada


subconjunto A ⊆ X, existe un Φ(A) ⊇ A en B tal que para todo
B ⊆ Φ(A) \ A, si B ∈ B, entonces B ∈ B0 .

Teorema 15.23. (Marczewski) Toda σ-álgebra B de con-


juntos que junto con un σ-ideal B0 tiene la propiedad de apro-
ximación es cerrada bajo la operación A de Suslin.

Demostración. Sea {Fs : s ∈ ω <ω } ⊆ B y sea A = A{Fs :


s}). Para probar que A ∈ B basta ver que Φ(A) \ A ∈ B0 .
Dada s ∈ ω <ω de longitud m, definamos
[\ ∞
[ \
As = Fs_f n = Ff n .
f n f ∈Us n=m

Nótese que As ⊆ Fs para todo s; y por lo tanto, podemos


suponer que Φ(As ) ⊆ Fs para todo s (basta en caso contrario
redefinir Φ(As ) tomando Φ(As )S ∩ Fs ).
Nótese
S también que A s = i∈ω As_i , y en consecuencia,
As ⊆ i∈ω Φ(As_i ). De aquı́ sigue que para cada s,
[
Φ(As ) \ ( Φ(As_i )) ∈ B0 .
i
S S
Probemos que Φ(A) S \ A ⊆ s
S (Φ(A s ) \ i Φ(As_i )). Sea
x ∈ Φ(A). Si x ∈ / s (Φ(As ) \ i Φ(As_i )), entonces para
todo s, x ∈ Φ(As ) implica ∃i (x ∈ Φ(As_i )). Pero como
x ∈ Φ(A) = Φ(A∅ ), entonces x ∈ Φ(Ai0 ) para algún i0 , y por lo
tanto x ∈ T
Φ(Ahi0 ,i1 i ) para algún i1 , y asi sucesivamente. Luego,
∃f (x ∈ n Ff n ) y en consecuencia x ∈ A.S
Una vez probado esto, como Φ(As ) \ ( i Φ(As_i )) ∈ B0 ,
concluimos que Φ(A) \ A ∈ B0 . 

164
Teorı́a de Conjuntos

Proposición 15.24. La σ-álgebra R de subconjuntos com-


pletamente Ramsey de de [N]ω , junto con el σ-ideal R0 de sub-
conjuntos completamente Ramsey nulos, tiene la propiedad de
aproximación.
Demostración. Sea A ⊆ [N]ω . Sea O el máximo abierto en
la topolgı́a exponencial contenido en [N]ω \ A, y sea Φ(A) =
[N]ω \ O. Sabemos que el conjunto Φ(A) es completamente
Ramsey, y por su definición, ningún abierto (exponencial) puede
estar incluido en O \ A. 

Otros ejemplos (más conocidos) de pares con la propiedad


de aproximación son la σ-álgebra de conjuntos de números
reales medibles Lebesgue junto con el σ-ideal de los conjun-
tos nulos, y la σ-álgebra de los conjuntos de números reales con
la propiedad de Baire, con el σ-ideal de los conjuntos magros.
Teorema 15.25. (Silver) Todo subconjunto analı́tico de
[N]ω es completamente Ramsey.
Demostración. Ya hemos demostrado que la σ-álgebra de
conjuntos completamente Ramsey contiene a los conjuntos bore-
lianos (y por lo tanto a los cerrados). Por los resultados previos,
esta álgebra es cerrada bajo la operación A de Suslin, y en con-
secuencia contiene a todos los conjuntos analı́ticos. 

165
Bibliografı́a

[1] Drake, Frank R., Set Theory, an introduction to large cardinals.


North Holland, 1974
[2] Di Prisco, Carlos A., Una introducción a la teorı́a de conjuntos y los
fundamentos de las matemáticas. Coleçao CLE. Centro de Lógica,
Epistemologia e História da Ciência - UNICAMP, primera edición
de este libro (1997).
[3] Ellentuck, E. A new proof that Analytic sets are Ramsey. Journal
of Symbolic Logic 39 (1974) pp163-165.
[4] Enderton, Herbert B.: Introduction to Set Theory. Acadenic Press,
1977.
[5] Erdös, P., A. Hajnal, A. Mate y R. Rado: Combinatorial Set The-
ory: Partition relations for Cardinals. North Holland (1984).
[6] Galvin, F. and K. Prikry: Borel Sets and Ramsey’s Theorem. Jour-
nal of Symbolic Logic 38 (1973) pp 193-198.
[7] Henle, James M.: An Outline of Set Theory. Springer Verlag, 1986.
[8] Hrbacek, Karel y Thomas Jech: Introduction to Set Theory. Marcel
Dekker, Inc. 1984.
[9] Jech, Thomas.: The axiom of choice. North Holland, 1973.
[10] Jech, Thomas: Set Theory. The Third Millenium Edition. Springer
Verlag, 2003.
[11] Kleinberg, E.M.: Infinitary Combinatorics. In: Lecture Notes in
Mathematics, Vol. 337., Springer Verlag (1973).
[12] Kunen K.: Combinatorics. In: Handbook of Mathematical Logic
(Barwise, Ed), North Holland (1977).
[13] Kunen, K.: Set Theory, an introduction to independence proofs.
North Holland, 1980.
[14] Kuratowski, K. y A. Mostowski: Set Theory, with an introduction
to descriptive set theory. North Holland, 1976.

167
[15] Levy, Azriel : Basic Set Theory. Springer Verlag, 1979
[16] Moore, G. H.: Zermelo’s axiom of choice. Its origins, development,
and influence. Springer Verlag, 1982.
[17] Mathias, A.R.D., Happy Families. Annals of Pure and Applied Logic
12 (1977) 59-111.
[18] Mendelson, E.: Introduction to Mathematical Logic. Fourth Edi-
tion. Chapman & Hall, 1997.
[19] Paris, J. y L. Harrington: A Mathematical Incompleteness in Peano
Arithmetic. Handbook of Mathematical Logic (J. Barwise, Ed.)
North Holland (1977).
[20] Ramsey, F. P., On a problem of formal logic. Proceedings of the
London Mathematical Society, 30 (1930), 264-286.
[21] Silver, J. Every analitic set is Ramsey. Journal of Symbolic Logic
35 (1970) pp 60-64.
[22] van Dalen, D., H.C. Doets y H. de Swart: Sets: Naive, Axiomatic
and Applied. Pergamon Press Ltd., 1978.

Sobre la bibliografı́a. Algunos libros mencionados en esta lista


bibliográfica no han sido explı́citamente citados en el texto,
pero se trata de obras cuya lectura recomendamos a quien desee
ampliar conocimientos sobre estos temas. Entre los libros de
nivel introductorio están [4, 22, 7, 8, 15]. A un nivel más
avanzado podemos mencionar [1, 10, 13, 14].

168

Вам также может понравиться