Вы находитесь на странице: 1из 6

EN LA WEB:

Beatriz Sogbe: Dice Robert Bevan: La represión de las personas es indisociable de la represión
La balsa de Medusa de la arquitectura (…) La arquitectura se ha convertido en un campo de batalla en el
cual todavía hoy se dirimen luchas de tipo ideológico, étnico o identitario.

DOMINGO 1 DE SEPTIEMBRE DE 2019


DirecciónNelson Rivera • Producción PDF Rebeca Martínez • Diseño y diagramaciónVíctor Hugo Rodríguez • Correo electrónicoriveranelsonrivera@gmail.com / papelliterario@el-nacional.com • Twitter @papeliterario

HOMENAJE >> EL ESCRITOR DE FICCIONES NACIÓ EL 24 DE AGOSTO DE 1899

Jorge Luis Borges y la nueva era del mundo


VÍCTOR BRAVO

Encanto
Es posible preguntarse: ¿de dónde
brota el encanto de la obra literaria
de Jorge Luis Borges? ¿Por qué ese
creciente interés que lleva a sumar
congresos, conferencias, publicacio-
nes sobre su obra en diversas partes
del mundo? ¿De qué trata ese fervor
que llegó a mitad de obra y vida del es-
critor y que después de su muerte no
cesa de multiplicarse? El escritor se
defendió muchas veces de esos vien-
tos contrarios describiendo su obra,
con leve ironía, como “mis borrones”,
“irresponsables juegos de un tímido”,
“serie de divagaciones, acumulacio-
nes, reiteraciones”, y de ser un escri-
tor “decididamente monótono”.
La obra de Borges parece consti-
tuirse en irradiación de los signos
fundamentales de la nueva “imagen
de mundo”, de la nueva era del mun-
do, si atendemos a la expresión de
Monod.
Borges parece situarse en el cruce
de senderos de la modernidad: la ex-
pectativa de la verdad objetiva que
proyecta la razón, para horadarla
en el juego de la ironía, en la revela-
ción de intersticios donde toda nor-
malidad se niega, en los pliegues y
repliegues de esos horizontes, en las
Jorge Luis Borges (1899-
vertientes de la paradoja, en la per-
plejidad ante las “acciones fantasma-
1986) fue poeta, cuentista,
les”, según la expresión de Einstein, ensayista y lector. Su obra
donde toda posible verdad es despla-
zada por la conjetura y toda certeza (1899-1986) tiene la condición
de lo real por situaciones de abismo.
Descartes, Galileo y Newton se
de lo inagotable: cada relectura
muestran como paradigmas, en el
discurso científico como su más aca-
produce la sensación de estar
bada expresión, en la conquista de descubriendo
la verdad objetiva y la certeza de la
capacidad de revelar los enigmas un texto no conocido
del universo. De allí la frase de Po-
pe: “Dios dijo hágase Newton, y na-
ció la luz”, o la certeza de Laplace de
poder dilucidar todos los enigmas si
se conocieran las causas. Borges se
JORGE LUIS BORGES (1899-1986) / SYLVIA PLACHY©
ha referido explícitamente a la teoría
del “monstruo” de Laplace: “si exis- la verdad no es tal sino una interpre- modernidad, han visto en la génesis de límites, donde brota la crítica y la ausencia de causalidad sino como
tiese un mortal cuyo espíritu pudie- tación: la verdad revelada por la ra- del orden y lo real menos una ontolo- refutación a lo real; y donde se re- producto de causalidades complejas
ra abarcar el encadenamiento gene- tio no es sino, desde otra perspectiva, gía que es una construcción. En este vela la “fisura” de lo real –el hueco y desconocidas. La causalidad, su ar-
ral de las causas, sería infalible; pues una verdad indeterminada, falaz. sentido Borges habla de una “postu- de lo real, diría Lacan– desde donde co objetivo que construye la realidad
el que conoce las causas de todos los Prolijidad de lo real lación de la realidad”, y señala: “el se prefigurarán otros mundos, otras de nuestras presuposiciones, y la po-
acontecimientos futuros, prevé ne- Lo real está allí, como prolongación hecho mismo de percibir, de atender, formas de lo real, tramadas por otros sibilidad de la fisura causal por don-
cesariamente el porvenir”. Borges de la vida. No hay “real” sin un “or- es de orden selectivo: toda atención, principios lógicos y causales que de acceder a otros órdenes, a otros
puntualiza: “Laplace jugó con la po- den”; y el hombre no puede vivir sin toda fijación de nuestra consciencia emergen de un fondo de paradojas y saberes, a otros mundos. En un im-
sibilidad de cifrar en una sola fór- las presuposiciones de un orden. Por comporta una deliberada omisión laberintos”. Es posible observar, en portante trabajo sobre Borges y la
mula matemática todos los hechos ello quizá ha dicho Pope que el orden de lo no interesante. Vemos y oímos la expresión plástica de un Magritte, física cuántica, Alberto Rojo señala
que componen un instante del mun- baja del cielo; pero, ¿qué es el orden a través de recuerdos, de temores de como la transgresión de los límites, que es posible ver citas borgianas en
do, para luego extraer de esa fórmu- y qué es lo real? El orden es el hori- previsiones”. Uno de los primeros en formas heterogéneas de ámbitos textos científicos, así en la Bibliote-
la todo el porvenir y todo el pasado”. zonte donde se constituye toda cul- asombros de Borges no es tanto que distintos, por ejemplo, lo humano y ca de Babel, para ilustrar las para-
Laplace, como Newton, como Descar- tura que, por constituirse, legitima el hombre no pueda vivir según un lo animal y lo mineral, etc. dojas de los conjuntos infinitos y la
tes, representará el paradigma de la eso que podríamos concebir como orden, sino descubrir esa enigmática Ese juego de desplazamientos lleva, geometría fractal, referencias a la
modernidad optimista. Cuando Bor- un ámbito, una suerte de “burbuja” e invencible vocación por la construc- en Borges, a la intervención narrati- taxonomía fantástica del Dr. Franz
ges observa en “Los crímenes de la donde se hace posible la vida. Ám- ción de un orden y por la voluntad, va del mundo creado por Cervantes Kuhn, en El idioma analítico de John
calle Morgue” (“The murders in the bito constituido por un conjunto de que parece venir del fondo del ser, de (como en “Pierre Menard, autor del Wilkins (un favorito de neurocientí-
rue Morgue”, 1841), de E. A. Poe (1809- presuposiciones, por relaciones de someterse a ese orden. Quijote”) (y de Shakespeare (como ficos y lingüísticos), invocaciones a
1849) el nacimiento del relato policia- poder y jerarquía, por interdictos y en “La memoria de Shakespeare), y Funes el memorioso para presentar
co, no hace sino poner en evidencia leyes, por la legitimación de la ver- Paradojas e intersticios lleva a un espectro de posibilidades, sistemas de numeración. Hace poco
un ámbito de relato donde la ratio dad, por redes causales y redes ló- Paradojas en el mundo, sin embargo, de meandros causales y de “senderos me sorprendió una cita a El libro de
despliega sus poderes y “des-oculta”, gicas; por el despliegue del poder y y fisuras que nos permiten imaginar que se bifurcan” por donde se precipi- arena en un artículo sobre la segre-
de manera objetiva, la verdad. La ver- la imposición de límites; por el len- otros mundos. Borges lo ha señalado tan los diversos relatos y la expecta- gación de mezclas granulares. Seña-
dad revelada por la mente racional de guaje y su competencia comunicati- explícitamente: “Nosotros (la indivi- ción de muchos de sus versos. la cómo en El jardín de los senderos
Auguste Dupin, como posteriormen- va, por una moral reguladora. La co- sa divinidad que opera en nosotros) que se bifurcan se anticipa se antici-
te, en la inusitada expansión del gé- hesión del orden y lo real lo dan las hemos soñado el mundo. Lo hemos Cuántica pa la tesis de Hugh Everestt III, de
nero por Sherlock Holmes, Hércules convicciones y hábitos identitarios, soñado resistente, misterioso, visi- El texto borgiano pone en crisis, 1957, sobre “la interpretación de los
Poirot, El Padre Brown, Maidret. Pe- de allí que la condición de siervo sea ble, ubicuo en el espacio y firme en desde la paradoja, la causalidad, sin muchos mundos”.
pe Carvalho… cederá ante los pode- el primer elemento cohesionador del el tiempo; pero hemos consentido violentarla, sino resolviéndola por De Spinoza a Borges la pregunta an-
res de la razón que son los mismos orden. De allí el valor de la libertad en su arquitectura tenues y eternos la vía de la reproducción de series. te el enigma alcanza una nueva posi-
que del “monstruo” de Laplace. como elemento perturbador. Rudolf intersticios de sinrazón para saber La apreciación de la causalidad en bilidad: la de su presencia irreducti-
Cuando Borges, en contraposición Carnap ha señalado: “todo objeto real que es falso”. Borges, como Carro- Borges hace confluir la teoría del ble en el universo, y su despliegue en
del relato policíaco de Poe, escribe pertenece a un sistema comprensivo ll, crea un campo narrativo de juego, “monstruo laplaciano” y las teorías una visión panteísta.
“La muerte y la brújula” nos muestra que se comporta según ciertas leyes”. vértigo de combinaciones y despla- actuales del azar y de indetermina- Borges se presenta como el oráculo
la razón posmoderna, aquella donde La modernidad y, sobre todo, la pos- zamientos, de inversiones y rupturas ción que se presentarían no como de los tiempos modernos.

Esta edición PDF del Papel Literario se produce con el apoyo de Banesco
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 1 DE SEPTIEMBRE DE 2019

Homenajes

A Rafael Cadenas A Elisa Lerner


El poeta sostiene el valor que le Cuando yo era niño mi madre edificio de la quinta avenida de Los
da al silencio y la contemplación trabajaba como orfebre para una Palos Grandes. Las piezas que hacía
como un As de bastos. Lumínica joyera judía. Era egipcia, recuerdo. mi madre eran, precisamente, para
escena al tratarse de quien expresa Joyera, judía, egipcia, una mezcla ese apartamento y para esas clientas.
esencialidades con el don de la síntesis extraña. Joyce se llama, o se llamaba, Luego mi madre se dedicó a otra
poética argumentativa: “has que mi ignoro si vive o si ya ha muerto. cosa, y yo crecí y me hice periodista,
vida cuaje así sea solo un día”. Deseo Sobre una mesa de madera que y conocí a Elisa Lerner. Ha pasado
que viene cumpliéndosele al poeta, teníamos en un salón que daba a un más de una década desde que Elisa
más de un día, aunque tal vez no lo patio de millonarias y orquídeas, y yo hablamos por primera vez y,
perciba así, incrédulo como se sostiene con periquitos de jaula, en la casa desde entonces, sin tener ni de cerca ALFREDO CHACÓN / VASCO SZINETAR©
en esta tierra, atado a su creencia familiar, mi madre tendía un mantel el talento de mi madre, no he dejado
de: “El silencio es nuestro fondo/ y con unos instrumentos raros de de agradecer la coincidencia que
donde vive lo innombrable/ del que artesana unía diamantes, rubíes y significa ser yo ahora aprendiz de A Alfredo
venimos/ y a donde volvemos”. En su esmeraldas a estructuras de oro. Se corazón de esta otra joyera, también
Ars poética expresa: “tiemblo cuando sentaba con las piernas cruzadas judía pero venezolana, que prodiga Chacón
creo que me falsifico”, tasa por ello sobre la silla, como un faquir, y piedras y metales verbales preciosos
Cabalgando entre la pasión del
el peso de cada una de las palabras reproducía piezas que se inspiraban para adornar, como ella dice, “la
pensamiento, el oficio poético,
cuando escribe. Sincera expreso aquí en diseños de Van Cleef o de Bulgari. almendra frágil de los días”. Desde
la actividad académica y el
que uno de los pilares de íntimo gozo La Joyce, como le decíamos entre el balcón de Elisa –y cada vez que la
compromiso intelectual de quien
en nuestra formación ha sido leer con nosotros a la joyera judía y egipcia, visito, me asomo– se avista por entre
no es político de oficio pero asume
pasión el mosaico plural de su poesía, tenía tiendas en uno o dos centros los árboles del Ávila el apartamento
como un deber no dejarle la
ensayos y traducciones. En poesía, comerciales de Caracas, pero recibía secreto de La Joyce.
política solo a ellos. Así ha llevado
desde Cuadernos del destierro (1960) a sus clientas más famosas en un
su vida Alfredo Chacón.
hasta Basho y otros asuntos (2016), con apartamento medio secreto en un Diego Arroyo Gil
De Chacón puedo escribir horas.
dos estaciones capitales: Amante (1983)
Citar libros, cargos, homenajes,
y Gestiones (1992). En el presente, le
estudios. Pero en esta tarde
espío –con interés de editora– su libro
FRANCISCO RIVERA / VASCO SZINETAR© sabatina de exilio bogotano, solo
en construcción Poemas a Rilke, que
lee de manuscritos en cuadernos, A María Fernanda me place recordar la mañana
cuando, a finales de los años 1970,
del que hemos apuntado esta línea
de oro, apenas oído (el 4/8/18 en la Palacios A Francisco Rivera defendió su tesis de doctorado
sobre el mundo mágico religioso
plaza de Los Palos Grandes, Caracas):
Precisión, elegancia y hondura: el de Curiepe.
“Me estremece la palabra destino”.
Salud, por la profe: mucho que ensayo venezolano en manos de Para los estudiantes
Pienso qué, así como dice él que Basho
decir sobre su poesía y sus ensayos, Francisco Rivera llegó durante la veinteañeros era una gran
sabía que la rama lo esperaba en el
sus clases y su perspicacia, sus segunda mitad del siglo XX a una cima emoción ver juntas a tantas
viejo estanque, él mismo y seguro
collages, su sentido de la realidad y rara vez alcanzada, liberado de la figuras para nosotros legendarias
que a corta edad, supo que la poesía
su intuición, su vuelo metafórico, obsesión nacionalista y explorando los que conformaban el jurado.
le esperaba, y ella sería su impulso
el súbito cómplice de su conversa, territorios de un yo consciente de ser Miguel Acosta Saignes, pionero
y razón de vida. Lo ha dicho: “Si el
sus pausas y sus reparos, sus lenguaje. de nuestra etnología, junto
poema no nace, pero es real tu vida,
digresiones, sus tarjetas postales, Mucho tiene que ver en ello el a Domingo Francisco Maza
eres su encarnación”. Cadenas es un
sus recomendaciones, su “figuras” diestro manejo del silencio. La Zavala, sabio de la economía. Y
enclave en el tiempo renovado de la
y sus “salidas”, que son puertas, o fidelidad de Rivera a lo fragmentario al lado, más jóvenes, Esteban
poesía del siglo XX. Mordaz, alejado
umbrales; y los deja caer, así, como se comprueba desde la introducción Emilio Monsonyi, paladín del
del bullicio y lo banal. Solitario y
si nada (una vez,  me parece que en a su primera colección de ensayos, indigenismo, y Efraín Hurtado,
solidario, atento y crítico, inmerso
el entrañable salon, soltó: “López Inscripciones (1981): “la mayoría de entrañable antropólogo y también
en la descarnada realidad, interroga
decía que la psique tira velos” y los textos publicados aquí forman poeta.
todo, e inquieto testimonia el dolor
algunos rasgan –se rasgan– y abren una constelación de fragmentos: Entre el público estaba
que sin tregua, día y noche, aflige a
la puerta a otra vida, vita nuova, me inscripciones hechas en busca Jeanette Abouhamad, uno de
tantos en el país, y más allá de sus
digo, dopo di lasciare ogni speranza); del mundo solar”. De continuar los más lúcidos y elegantemente
fronteras, reabriendo heridas de su
brindo, pues, por el otro pasillo, por nuestra lectura hasta su pieza más huracanados temperamentos
propio destierro. Su poesía es péndulo
el que va de ella a Jaime López-Sanz, MARÍA FERNANDA PALACIOS / VASCO extensa en el género, “Fernando femeninos de la UCV de entonces.
y báculo de luz, con este perfil: “Soy
de ella a Guillermo Sucre, de ella a SZINETAR© Pessoa y la mirada del otro” –de Cuando el acto terminaba, aquella
mi jugo, el hueso arrancado a la
la teoría secondo RCZ, de ella a uno Entre el silencio y la palabra (1986)–, profesora querida, que mezclaba
demencia, la rotura múltiple. Vomito tempestad; brindo con una helada
de los tantos “nervios” de Literatura no costaría percibir en sus partes psicoanálisis con teoría social,
salmos, cuevas, miedos”, llegándole a y sencilla cerveza, o un güisqui
y Vida –rusos, acmeístas– y de unidades independientes, exentas intervino y dijo algo así como:
los filos hirientes de la exactitud. bien seco, o una vacía copa de oro, o
ella siempre siempre a la Escuela; de la contención apotegmática o “Mientras exista la muerte,
brindo, brindo, por el modernísimo todas a la vez, da casi igual; brindo y la fascinación de los románticos Alfredo, la vida será un misterio
Edda Armas
capote recontra-hiperequete- brindo, “sin teatro fijo”, por ella, por alemanes por las ruinas del Logos. insondable, y las ciencias sociales
remendado que no se deja reventar los amigos comunes, por todo lo que Estamos ante fracciones integradas. solo podrán iluminar tenuemente
–¡olé!– en medio tanto aguante y da vida, por la fuente infinita de la ¿De qué manera se logra la el enigma. Tú, esta mañana, has
despeñadero; por los programas de poesía y la matraca de Ajmátova. paradójica unión? En el escrito titular dado un salto largo en esa tarea”.
sus cursos brindo, mientras amaina del libro de 1986 se aprecia cómo la Años después, Chacón decidió
A José Balza –todos los dioses quieran– esta larga Alejandro Sebastiani Verlezza tensión entre los subtextos brevísimos abandonar la antropología para
concentrarse solo en la poesía.
y el espacio en blanco que los separa
La portada original de La mujer de se sincroniza con los “contenidos”, y Cuando me lo contó –era yo un
espaldas invitaba a la imaginación; es tanto el resultado como el motivo joven investigador, su compañero
considero El fiero (y dulce) instinto de fusiones: el fondo de la forma, la de cubículo– me pareció una
terrestre su mejor libro de ensayos, forma del fondo. El inexperto Perceval lástima. Pero hice silencio.
pero probablemente también se deba
a la seducción que ese paréntesis del
A Victoria de Stefano de Chrétien de Troyes se erige en
alegoría del hombre que debe hablar
Comprendí, como hermosamente
se lo habían dicho años atrás, que
título provoca. Una tarde de 1986 me para encontrarse, pero teme hacerlo. este hombre, mi amigo y maestro,
topé con él en la Hemeroteca Nacional: Leer a Victoria de Stefano es un materna puede decirse la verdad”, El flujo del discurso persistentemente nunca dejaría de interrogar al
investigaba para su nueva novela. privilegio, una experiencia estética, plantea un tema fascinante obstaculizado por los puntos finales misterio mirándolo a los ojos.
“¿Cómo se llama?”, le pregunté. Y él se un goce de los sentidos. Desde que acerca de la adquisición y uso perfila un correlato literario del Y que, seguramente, la palabra
inclinó sobre mi cuaderno y escribió: descubrí su opera magna, Historias del lenguaje, en particular en los dilema verbal y místico. poética era su mejor vado.
“⅕”. Ojalá conservara ese autógrafo. de la marcha a pie (1997), no he casos de bilingüismo. Siguiendo a
Luego el libro se titularía Medianoche dejado de frecuentar las páginas Celan, mi hipótesis es que Victoria Miguel Gomes Tulio Hernández
en video: ⅕. Los títulos de sus relatos de nuestra escritora como un conserva en algún lugar de su
y sus novelas o, como él los llama, sus nadador que se adentra en aguas memoria la sonoridad y el encanto
“ejercicios narrativos”, no pueden profundas. Pues si hubiera que de su lengua materna, y esta para
ser más atrayentes y enigmáticos: buscar un adjetivo, o dos, para nuestro deleite aflora gozosa en el
Zoología, Sunflowers love the sun, but definir la escritura de Victoria, nos esplendor de su escritura. A Ana Teresa Torres
what do they do at night?, La sombra bastaría con densidad e intensidad.
de oro, Prescindiendo, Marzo anterior, Su prosa, para referirnos apenas a Ednodio Quintero He tenido la fortuna de vivir en una literaria venezolana, conjuga la
Setecientas palmeras plantadas en el un aspecto de las cualidades de una época en que las mujeres podemos constante atención por la solvencia
mismo lugar, Percusión, Un hombre escritura única, original y de alto contar no solo con maestros sino formal con un compromiso con lo
de aceite. Siempre he “comido por los vuelo, posee un ritmo trepidante también con maestras, aliciente real como instancia de constante
ojos”: la lectura de un libro para mí y una asombrosa riqueza que indica que nuestra vocación interpelación; su técnica depurada
comienza en la seducción del título: conceptual, posee hechizo, fluidez, literaria no es rareza ni defecto sin duda vale como lección superior
la portada puede ser fea (lo feo es complejidades lingüísticas y se sino inclinación legítima. Por sobre de escritura. Es una intelectual
una categoría cósmica), pero si el deja leer con la alegría que solemos todo, esas maestras no forman cabal, si por tal se entiende a quien
nombre de la cosa no me atrapa, poco revisitar a los clásicos. parte de un inalcanzable panteón; viniendo de las ideas y las letras
se podrá hacer. No había leído La Victoria de Stefano nace en son contemporáneas en tiempo decide ponerlas al servicio del debate
marcha Radetzky, de Joseph Roth, por 1940 en Rímini, Italia, y su histórico, nación, lengua y ciudad. público sin estridencias. Oficiante
repugnancia a Strauss y porque no me lengua materna es obviamente el La cercanía de una maestra es de la escritura, la lleva a cabo con la
gusta Philip Roth: superado el asco, fui italiano. Aventada al exilio luego una de las formas preciosas de la certeza absoluta de la vocación como
feliz leyendo. De pronto comprendo del final de la guerra, a los seis alegría tanto como un deber. De Ana destino, perseverante siempre ante
que José Balza ha pasado medio siglo años recala en Caracas y según Teresa Torres, agradezco las ideas ese imposible para la sensatez que es
engañándonos: parafraseando el su propio testimonio “olvida” su que no hubiesen llegado solas, su la literatura.
poema de Huidobro, los títulos de sus lengua originaria y adquiere el actitud cívica, la técnica narrativa, En Ana Teresa Torres la maestría
libros siempre nos habían prometido dulce y melodioso hablar de los la conversación –entrenamiento de literaria se alimenta de esta
otra cosa. Pero lo que descubrimos, caraqueños. Desde niña escribe en la inteligencia–, las páginas cuya perseverancia que convierte el
cuando lo leímos, fue mucho mejor: español, un idioma “prestado”. emulación es norte (aunque no se lenguaje de todos los días en el
contemplamos un universo. En Idea de la prosa, Giorgio logre el objetivo). milagro de una común memoria.
Agamben, citando a Paul Celan Su obra novelística, una de las más
Juan Carlos Chirinos cuando afirma “Solo en la lengua VICTORIA DE STEFANO/ VASCO SZINETAR© sólidas e importantes de la historia Gisela Kozak Rovero
EL NACIONAL DOMINGO 1 DE SEPTIEMBRE DE 2019
Papel Literario 3

L A VENEZUEL A QUE VIENE


ENTREGA 8

Habla Germán Carrera-Damas


Continúa la serie te importante de la sociedad?
Debemos tener presente la circuns-
dedicada a mostrar tancia de que la Democracia venezo-
lana ya no vive una crisis de instau-
distintas visiones ración sino de desarrollo. En apenas
cuatro décadas superamos lo procura-
de la potencialidad do por otras sociedades en muy largo
y las dificultades tiempo histórico. Nos corresponde asi-
milar y perfeccionar lo logrado, actua-
de la Venezuela lizándolo y enriqueciéndolo creativa-
mente. Supimos hacerlo en 1959-1961;
que viene. Hoy lo estamos haciendo ahora…

corresponde el turno ¿Fuerzas como la polarización,


el revanchismo, la dificultad para
a Germán Carrera- escuchar opiniones distintas y
la fragilidad de los liderazgos,
Damas, ensayista, deben preocuparnos? ¿Pueden ser
factores que afecten la perspectiva
historiador y autor de cambio?

de una vasta y ¿Es lo enunciado en la pregunta


otra cosa que el curso socio-históri-
extraordinaria obra co normal de la formación de una na-
ción? Más aún de la venezolana, naci-
da liberal-democrática en 1946-1947 y
enfrentada hoy a la tarea de deslas-
trarse del militarismo arcaizante y
NELSON RIVERA del marxismo fósil; zafándose simul-
táneamente del asedio montado por

V
ivimos bajo la sensación el terrorismo y la delincuencia inter-
generalizada de que Ve- nacionales, ¿según lo advertí como
nezuela está al borde de miembro de la COPRE en 1984?
un cambio inminente. Se dice que el desafío que enfren-
Quisiera preguntarle por lo desea- tará Venezuela tras el cambio de
ble: ¿Nuestro país necesita recons- régimen es inédito. ¿Comparte
truirse o requiere de cambios muy GERMÁN CARRERA DAMAS / CARLOS BARRIOS© Usted esa afirmación? ¿Venezuela
profundos, estructurales? debe enfrentarse a lo inédito?
Los venezolanos hemos recorrido, cas unitarias frente a la dictadura. nifestaciones de nostalgia hacia Visto en función de la Historia pros- Lo inédito de la situación vivida por
desde 1945, los caminos de la Demo- ¿Qué explica esta tendencia al des- el país previo a 1999. ¿Es posible pectiva, tal período arrancó en 1941- la Democracia venezolana es la asimi-
cracia. No solo como sistema sociopo- acuerdo? ¿Son negativos estos des- que el deseo de cambio oculte, en 1945 y se halla en la fase crítica de su lación de los efectos de la presencia, ac-
lítico; también como formación social acuerdos? ¿Hay en nuestras prác- alguna medida, un deseo de volver curso que denomino “La Larga mar- tiva y creciente, de nuevos actores por
y ciudadana. Igualmente lo habíamos ticas políticas una tendencia a la atrás? ¿Es retrógrado el deseo de cha de la sociedad venezolana hacia ella misma generados o suscitados: la
hecho en lo concerniente al ejercicio confrontación, aún cuando existan volver atrás? la Democracia”; respecto de la cual mujer ciudadana; la rescatada ciuda-
de la Libertad, tanto en lo político co- objetivos en común? Sostengo la certidumbre histórica abrigo la certidumbre histórico-pros- danía del analfabeta; el ejemplarmen-
mo en lo ético social y en el ejercicio El ejercicio de la Democracia no so- de que el arma secreta de la Demo- pectiva de que está históricamente te actualizado ejercicio de la función
de la ciudadanía. Hoy padecemos un lo conlleva el de la libertad de disentir cracia venezolana consiste en que po- cercana su culminación. Esta habrá pastoral de la Iglesia cristiana católi-
serio deterioro del tejido ético-social, y de intentar compartirla cultivando damos recordarla; y ello como obra de consistir en la conformación de ca; la progresiva toma de conciencia
expresión de la deliberada demoli- el ejemplo y la persuasión. Solo que, propia cuya ejemplaridad alcanzó una sociedad genuinamente demo- del ciudadano-soldado; la maduración
ción de la República liberal democrá- como en toda escuela, en la de la in- reconocimiento mundial, mientras crática, puntera en América Latina. sociopolítica de la juventud; el rediseño
tica. El privilegio histórico de poder conformidad democrática no falta el otros pueblos la anhelaban o apenas ¿Hay factores o energías en del liderazgo político; el surgente neo
recordar la Democracia nos permiti- alumno desaplicado que confunda la alcanzaban a imaginarla. ¿Sería por- la cultura política venezolana inconformismo del intelectual. Esto
rá hacerla reanudar su curso de ma- libre obediencia a la Razón con la Su- que los venezolanos siempre hemos que nos permitan ser optimistas y más, deberá apoyarse en la sanción
nera actualizada y creativa. misión al Despotismo. La Historia, im- ido por delante en nuestra historia? ante la necesidad de cambio? ¿O ejemplarizante, tanto social como ju-
A lo largo de estos veinte años, placable, se encarga de “rasparlos”. ¿Qué reivindicaría del período es razonable la sospecha de que rídica, de las graves faltas cometidas
en distintas oportunidades, los sec- En medios de comunicación y 1958-1998? ¿Es factible recuperar el deseo de un poder clientelar y mediante la dilapidación del patrimo-
tores democráticos han mostrado redes sociales viene produciéndo- algunas prácticas de esas cuatro distribuidor de subsidios, sigue nio nacional y el desmedro de nuestra
dificultades para acordar políti- se un fenómeno: persistentes ma- décadas? siendo un paradigma de una par- comprobada vocación democrática.

RESEÑA >> ENSAYOS DE FILOLOGÍA Y FILOSOFÍA, DE ANDRÉS BELLO, EDITADOS EN ESPAÑA

Andrés Bello, artista de la paz


Una antología de sus cincuenta años” llegó a decirse en su
época.
presamente por Bello en su Silva a la
agricultura de la zona tórrida. Pero
pedagógico. Pero en la obra de este
maestro americano hay lecciones que
dedicado a ilustrar los antiguos mo-
numentos de su literatura patria”.
ensayos filosóficos Como Bello fue contemporáneo
exacto del surgimiento de los países
bien visto, ¿no anima este sentimien-
to toda su obra?
aprender, no las menores, de respon-
sabilidad. Pruebas de ella son su cui-
Tal vez la luz arrojada sobre los orí-
genes de nuestra cultura, pensó un in-
y filológicos, que americanos, sabía que las nacionali- Hablar, leer y escribir bien, por un dado al usar o fijar la nomenclatura comprendido Bello, ayudaría a orien-
dades son esencias hechizas a menos lado, y pensar bien por el otro, son los de una disciplina, la exposición razo- tar el período fundador que vivió.
incluye un estudio que reconozcan pertenencias mayo- objetivos últimos de los ensayos aho- nada y lógica de sus investigaciones, Al constatar esas mismas resisten-

preliminar de res (lingüísticas, por ejemplo). Pues la


esencia, si la hay, no es sino la historia
ra antologados del caraqueño, entre
ellos “Notas para un tratado de pro-
la independencia, claridad y apertu-
ra de su pensamiento y la pertinencia
cias, pero en otro ámbito, un viejo
amigo de Bello, el artista de la guerra
Sebastián Pineda de la cultura, corriente irrespetuosa
de fronteras. Por eso, a despecho de
sodia castellana” y “Psicología men-
tal”: a eso, en definitiva, aspiran los
social de sus estudios.
Si la incómoda pero fundada duda
Simón Bolívar, recordaría agobiado
el dicho de Montesquieu: “Es más
Buitrago, nos unos y otros, Bello fue nuestra prime- afanes de la filología y la filosofía en- de si hubo o no Renacimiento en Es- difícil sacar a un pueblo de la servi-
ra inteligencia universal. Mucho an- tendidas como ciencias civilizadoras. paña se ha podido salvar diciendo: dumbre que subyugar uno libre”, y
devuelve a poliédrica tes que Menéndez Pidal, él estudió el Sin duda estos textos aparecen como “Lo hubo, desde que existió fray Luis sin embargo el militar ilustrado no
inteligencia de texto del Cid; con más sistema que Sal-
vá, él describió nuestra lengua; más
una provocación en nuestro tiempo y
en nuestro medio. Provocación para
de León”, pienso que ante la también
fundada duda de si la cultura his-
dejó de confiar en que los americanos
estaban llamados “a representar en
Andrés Bello culto que Sarmiento, se dedicó a edi-
ficar, que no a destruir; y mejor que
los escritores, tantas veces entrega-
dos a fantasías solipsistas e improvi-
pánica tuvo o no Ilustración, podría
responderse: “Bello es nuestra Ilus-
la escena del mundo el papel de emi-
nentes dignidades”. Para lograrlo, la
ninguno, fue el gran poeta hispánico sadas; para los sabios, satisfechos o tración de un solo hombre”. Valga la pasión por la educación, la civilidad y
DAVID NORIA de la primera mitad del XIX. Cuando hasta orgullosos con conocimientos exageración. Pues solo desde los pos- la razón eran indispensables.
no había universidades adecuadas, ni de segunda mano; para los educado- tulados ilustrados (franceses, alema- La alta promesa, en lo político, de
Leer la obra de Andrés Bello (1781- condiciones propicias para el estudio, res, que tienden a “igualar hacia aba- nes e ingleses), como lo demuestra el las recién emancipadas repúblicas
1865) es un ejercicio no solo de la inte- Bello las fundó en sí mismo al hacerse jo”; y finalmente para el “lector pro- estudio preliminar de Sebastián Pi- fue la misma que, en lo intelectual,
ligencia sino de la resignación. Lo pri- la promesa de estar a la altura de su medio” (si alguna vez ha existido), al neda, entenderemos el proyecto vital encarnó Andrés Bello, el artista de la
mero porque su legado es una de las tiempo: en Caracas, Londres o Santia- que hay que recordarle, como ya ad- de Bello, quien al hablar de su pro- paz. A dos siglos de aquellos proyec-
cumbres del pensamiento universal; go fue un estudioso de Kant, Schlegel, vertía María Rosa Lida, quién es Vir- pio trabajo sobre el Cid -con el que tos, es preciso preguntarse sin con-
lo segundo porque su desconocimien- Locke, Berkeley y Chénier, además gilio y quién Horacio. buscó elucidar el origen del castella- cesiones y de cara a aquel maestro
to u olvido, entre propios y extraños, de los clásicos latinos. Pero fue más No todas las aportaciones de Bello no- llegó a decirles a sus compatrio- fundador: ¿cómo se encuentran hoy
nos da una medida de nuestro desti- lejos y pensó que nuestras repúbli- siguen siendo válidas, por cierto. Ya tas españoles y americanos que “pa- nuestras repúblicas y cómo nuestras
no. La promesa, en lo político, de las cas podrían, como él, sobreponerse al Cuervo sabía que su edición del Cid recerá a muchos fútil y de ninguna letras y ciencias?
recién emancipadas repúblicas fue la atavismo heredado de la indolencia y sería desechada a la postre por no ha- importancia por la materia, y otros
misma que, en lo intelectual, encar- el desorden. La esperanza en Améri- ber consultado el códice de marras; hallarán bastante que reprender en *Ensayos de filología y filosofía. Andrés
nó Bello en sus trabajos como poeta, ca, tópico que llegará hasta Gabriela y su Gramática se ha quedado, natu- la ejecución. Favoréceme el ejemplo Bello. Edición y estudio preliminar de Se-
filólogo, legislador y pensador: “Él so- Mistral, Germán Arciniegas y Alfon- ralmente, rezagada del español ac- de los eruditos de todas las naciones bastián Pineda Buitrago. Editorial Verbum,
lo adelantó nuestras ciencias y letras so Reyes, fue enunciada original y ex- tual, careciendo por tanto de interés que en estos últimos tiempos se han España, 2019.
4 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 1 DE SEPTIEMBRE DE 2019

HOMENAJE >> 200 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL ESCRITOR DE MOBY DICK

Herman Melville, marinero.


Borges ha sido claro al hablar de es-
te autor. Melville, nos dice, produce
una novela infinita, que es su conoci-
da Moby Dick, relato marino que se va
ampliando hasta abarcar todos los lin-

Sus viajes y sus barcos (2/2)


deros del cosmos irracional humano.
Su creación no es solo mostrarnos la
vida miserable de los arponeros y sus
compañeros de la tripulación, sino el
círculo infernal de la monomaniaca lo-
cura de Ahad (quien perturbará y elimi-
nará a toda la tripulación, menos uno,
Ismael, quien queda para escribir y re-
latar la tragedia del Pequot). Albur que
marca inexorablemente a la obra con el
único propósito de venganza por la pér-
dida de su pierna en la caza de la indo-
mable Ballena Blanca y de su destruc-
ción como icono del mal y de la fuerza
obstaculizadora de la voluntad de poder
de ese mismo capitán mutilado. Pero
Borges nos revela un detalle puntual y
determinante de la escritura de este clá-
sico: esta fatigante persecución por los
océanos del planeta vendrá a ser símbo-
lo y espejo del universo. ¿Por qué inclu-
ye aquí el escritor argentino al univer-
so? Más que ser una alegoría del mal, la
gran ballena, por la vastedad con que
se nos presenta, es comprendida como
el símbolo de la inhumanidad, lo abso-
luto animal, la bestial realidad o enig-
mática estupidez que arroja el universo
que rodea y constituye al hombre. Las
palabras de Borges afirman que en esta
obra nos encontramos con “un cosmos
(caos) no solo perceptiblemente malig-
no, como lo intuyeron los gnósticos, si-
no también irracional, como los hexá-
metros de Lucrecio”. Esta es la piedra
angular del enigma aparente del arte
de Melville. Y así poder aceptar y afir-
mar, sin la menor duda, lo que Borges
comprende: “Basta que sea irracional
un solo hombre para que otros lo sean
y para que lo sea el universo. La historia
universal abunda, en confirmaciones de
ese tenor”.
Otro de sus grandes lectores será el
escritor italiano Cesar Pavese, que po-
siblemente si hubiera tomado la reco-
RETRATO DE HERNAN MELVILLE EN 1860 / ELPERIODICO.COM mendación del Ismael-Melville de em-
barcarse y salir al mar, no se habría
suicidado. En sus estudios acuciosos
Islas Galápagos o Las Encantadas, ha- los mares del Sur. Fue en la embarca- subsisten estos marines del United Sta-
Herman Melville, bitadas por miles de lagartos o iguanas ción Charles and Henry, quedándose en tes. Lo único que salva al ambiente es
sobre la literatura norteamericana
toma a este marinero de Nueva York
de agua, tortugas gigantes marinas y de el puerto Lahaina con el fin de buscar su encuentro con algunos compañeros
no solo creó tierra, y pájaros de múltiples condicio- trabajo en tierra. Sin perspectiva de ha- que compartirán su amor por la litera-
para ejemplificar la condición de una
buena mayoría de los escritores nor-
a personajes nes. Es joven, tiene diecinueve años y
allí, en esas islas prácticamente desha-
llar algún oficio de su interés, se va a
Honolulu, tomando una faena por unos
tura, como el conocido marino y amigo
John Jack Chase, quien lo incentiva a
teamericanos. Afirma de este primi-

extraordinarios bitadas para ese entonces, encontraría


el material para escribir diez magnífi-
meses como empleado librero, pero al
no soportar la condición y trato que ob-
sus incursiones como autor de literatu-
ra. Melville le dedicará, cincuenta años
tivo alquimista literario de los mares
del sur lo siguiente:
como el capitán cos relatos filosóficos que saldrían pu- serva por los representantes de la civili- más tarde, la obra de Billy Bud. J.J. Cha-
“Herman Melville llegó a la vida en-
fermizo y alienado. Parece que cuan-
blicados muchos años después, en 1854, zación occidental sobre la población in- se fue el impulso que necesitaba en un
Ahab y Bartleby, a cuatro años de haber publicado su no- dígena, –la cual estaba explotada y en momento crítico el autor de Moby Dick;
do tenía alrededor de diecinueve años
ya emborronaba cuartillas. Luego, de
sino que puso las vela Moby Dick, en la revista Putman’s
Manthly Magazine bajo el seudónimo
la más penosa miseria–, decide partir
a su nación de origen; no hace esperar
será el amigo paterno que lo inspirará
para su carrera literaria posterior.
pronto, el mar; cuatro años de peripe-

bases de la novela de Salvador R. Tarmoor. Luego serían


recogidos e impresos en un solo grupo
su regreso a los Estados Unidos. Como Estos cinco barcos, el St. Lawrence,
cias y de compañerismo, la pesca balle-
nera, las islas Marquesas, una mujer,
se sabe pasó por las Islas Marquesas, el Acushnet, el Lucy Ann, el Charles
norteamericana. La con el titulo de Las Encantadas. las Society y las Sandwich, antes de re- and Henry y finalmente el barco de
Tahití, Japón, los cachalotes, algunas
lecturas, muchas fantasías, El Callao,
De Las Encantadas su itinerario a gresar a América a bordo por un buen guerra United States, serán las naves
primera parte de este seguir fue volver hacia el Sur-Oeste, a tiempo en el buque de guerra United que lo convertirán en un literario lobo
el cabo de Hornos, y en octubre de 1844
baja a tierra en Boston un hombre cua-
texto fue publicada las salvajes islas Marquesas para des-
cansar y tomar pertrechos la tribula-
States, su cuarta experiencia marítima
ahora bajo las órdenes de la fuerza na-
de mar, poseyéndolo hasta el abismo
de su alma en su personal y particular
drado, quemado por el sol, conocedor

el pasado domingo ción por algunos días. Fue allí, junto val norteamericana. carrera en las letras sobre los mares y
de los vicios humanos y del valor. “Un
hombre bien desarrollado es siempre
a su compañero Toby, cuando deciden En este quinto barco alimentará sus océanos, –sobre todo de la inmensidad
25 de agosto separarse del barco y quedarse en tie- vivencias que posteriormente expon- del océano Pacífico, describiéndolo co-
sano y robusto”, dirá más tarde Melvi-
lle, en medio de una vida de estreche-
rra. Se internan en la isla de Taio Hae dría en su literatura, como serán los mo todo un universo casi totalmente
ces, melancolía y hasta de desgracias,
(Anna María), que era habitada por fe- largos relatos del bello marino Billy Bud desconocido–, que definirán su vida,
puesto que esta gente tan práctica no
DAVID DE LOS REYES roces nativos y poco amigables con los y hasta de la rebelión de africanos en el su carácter, su mirada del mal innato
es en absoluto superficial y dada a lo fá-
europeos o el hombre blanco. Entre las navío del capitán español Benito Cere- y, a la vez, la solidaridad en el animal

E
cil como se podría sospechar. Casi todos
n la entrega de la semana ante- etnias que habitan esos parajes vírge- no; ¿Fecha de su abordaje? El 1 de agos- humano, traduciéndola en el registro
los escritores norteamericanos que ya
rior nos adentramos en la obra nes de civilización occidental destacan to de 1843 sube a la fragata norteame- escrito de su búsqueda mística de gnós-
han aportado a la literatura este ideal
de este inconfundible autor de los pertenecientes a los Taipís. Con ricana United States, concluyendo su tica trascendencia y de lo absoluto en
de equilibrio y de serenidad han cum-
las letras norteamericanas del ellos tendrá una estadía de tres sema- crucero hacia la ciudad de Boston, tras la acción y la aventura, el riesgo y las
plido su obra en medio de duras dificul-
siglo XIX. Hablamos de sus inicios, de nas, haciendo casi un trabajo de etnó- catorce meses de navegación. Esta es- fuerzas inmarcesibles de la naturaleza.
tades, necesidad y enfermedades”.
las vicisitudes por las que encuentra el logo, estudiando costumbres y carac- tadía lleva a Melville a conocer más Experiencias que trazarán también la
Estos cuatro años de navegación
rumbo para adentrarse en su arte luego teres, sus formas de vida y observando profundamente la rigidez y la inhuma- otra gran odisea de su vida, la escritu-
oceánica, dibujaron en él una gran
de sus travesías por los mares como un su organización y creencias. Todo será nidad de la vida naval militar, la cual ra. Con estas experiencias de juventud
cantidad de estelas vivenciales en su
marinero sin experiencia, pero forman- el material que utilizará para escribir mantiene un parecido muy cercano cimentadas por las circunstancias e im-
humanidad, lo conformó con la virili-
do en él todo un imaginario que decan- dos obras, Typee y Omoo. El canibalis- con la jerarquía que se vive a nivel so- presiones vivenciadas en primera ma-
dad del hombre sano y robusto que no
tará en la mayoría de sus obras de am- mo practicante de estos indígenas le cial en tierra norteamericana, pero que no, sumando su obsesiva y apasionada
era al comenzar en sus idas y venidas
biente marino. La más emblemática e hace reconsiderar su tiempo en la isla en el reducido espacio flotante lo condi- lectura de toda una literatura bíblica,
por los mares y barcos en que trabajó.
inimitable, Moby Dick, será un fracaso y la imposibilidad de acostumbrarse al ciona a no tener ninguna posibilidad de náutica, filosófica y de los clásicos, jun-
Aportando el valor ideal del equilibrio
editorial y, por tanto, moral. Solo a prin- manjar de la carne humana. Esa reali- escapatoria o evasión. La inflexibilidad to a su autoformación personal en las
a pesar de las dificultades, el rechazo
cipios del siglo XX vendría a ser recono- dad cruenta e inhumana ante sus ojos de las órdenes y la dureza de vida que letras, emprenderá su posterior insóli-
y el desconocimiento de la genialidad
cida como una de las obras fundamen- y valores, lo decide a escapar de la con- experimenta en ese buque de guerra no ta y sólida obra literaria. Su carrera en
de sus obras. Recordemos que no fue
tales de la literatura de su país del norte. vivencia con la tribu. tiene parangón con la camaradería que las letras abarcó cuarenta y cinco años,
hasta principios del siglo XX, con la
Melville viajó por las costas de Amé- Todo esto lo obliga a huir de ese en- conoció en los balleneros. Esta estadía y diecinueve serán detrás de un sólido
biografía de Raymond M. Weaver ti-
rica del Sur. Brasil, Chile, Perú serían torno paradisíaco caníbal, para lue- entre los marines le permite obtener escritorio de burócrata, como fiscal de
tulada Herman Melville, Mariner and
puertos y mares con los que se abrían go ser rescatado por un ballenero con un perspicaz y escéptico pensamiento aduana de Nueva York; se cansó del
Mystic (“Herman Melville, marinero
sus mañanas de juvenil travesía ma- bandera australiana, el Lucy Ann, que social a partir de su experiencia y po- mar. La enérgica fuerza de la juventud
y místico”), que volverá ver la luz su
rítima. Pero son los densos y oscuros navegaba con la proa rumbo a Tahití sición anómala como marinero naval, la trasladó al recinto de su familia, su
obra sumergida en el olvido del océa-
mares de las costas de Ecuador que en busca de un establecimiento médi- que aliado a su nacimiento y educación mujer y sus hijos; a ello se agrega su
no cultural norteamericano. La obra
dan inspiración para seguir con expe- co que pudiera ayudar a su capitán pos- con las clases gentiles de las que proce- decepción por los fracasos comerciales
de Melville, a los doscientos años
riencias que desencadenan toda una trado. El viaje en el Lucy Ann participa de su familia, sumando la convivencia de sus obras posteriores a las prime-
de su nacimiento, al  sanar su heri-
reflexión filosófica sobre la condición y conoce el amotinamiento de su de los desheredados de la tierra, a mos- ras:  Typee y Omoo. Pero su contacto
da causada por ese olvido de su arte,
humana. Este país de la línea ecuato- tripulación por los maltratos del trar y tener siempre su simpatía para con el territorio oceánico casi insonda-
podemos en ella volver alabar al in-
rial con latitud 0° se hará presente en capitán ante su tripulación, y ante lo con ellos. ble lo pasó a la dimensión de la alquí-
humano mar por otorgar el don de la
la obra de Melville en esta travesía que, sucedido se separa y va a la isla Moo- Hacinamiento, constante trabajo for- mica imaginación, aunada a su des-
aventura narrativa a este único filósofo
como un rito de paso, vive sobre un bar- rea (Eimeo). zado y rutinario, régimen disciplina- bordante escritura, y esta, como bien
y místico marino que hizo de los mares
co ballenero. Al proseguir el viaje, en Dos meses después se embarca en el rio cruel, castigos brutales al menor sabemos, requiere de largas pausas de
el escenario líquido de su obra.
el Acushnet, llegó, como dijimos, a las tercer ballenero de esta travesía por descuido, serán las condiciones en que meditación y atento oficio.
EL NACIONAL DOMINGO 1 DE SEPTIEMBRE DE 2019
Papel Literario 5

SEMBLANZA >> A PROPÓSITO DE UN PERSONAJE CENTRAL EN EL IMAGINARIO QUEER LATINOAMERICANO


A partir de tres
novelas y una
crónica, se cose
esta semblanza,
publicada en dos
entregas, de un
personaje que
suscita embelesos
al igual que
rechazos. “La Loca”
latinoamericana
irrumpió en la
literatura no solo
para contar lo que
muchos aborrecían,
sino también
para generar
conocimientos de sí
misma
PEDRO LEMEBEL / ARTISHOCK.COM

El lenguaje de “La Loca”


MANUEL GERARDO SÁNCHEZ

Q uiebra su cintura en un ma-


riposeo que desdibuja las
definiciones de masculino y
femenino. De las aguas de la
ambigüedad, emerge como Venus para
deslumbrar a propios y foráneos. Una
maroma de supervivencia despliega co- y perversión? ¿Se puede hablar de tipos sinos Editor, 1984), Arenas escribió: “… resplandor emplumado del circo travesti
mo el rizo de su camaleónica melena. de locas o de reproducciones en la na- hemos padecido y padecemos todos los (en La esquina es mi corazón, Seix Ba-
Su verbo ocurrente, siempre al límite rrativa contemporánea? sufrimientos típicos que azotan al gé- rral, 1995):
de la norma, hechiza o mantiene en Responder a estos interrogantes obli- nero humano (calamidades domésti- “Gran paraguas de lamé esta fantasía
guardia a quien trastabilla o la mira de ga a la investigación detallada, a con- cas, enfermedades, vejez, abandono, morocha que recorre los barrios, que
puntillas. Sus maneras son, de acuerdo trastar datos y a poner en diálogo co- soledad), pero además de todo carga- de plaza en plaza y de permiso mu-
con los que la han discriminado, una loridas bibliografías. Este artículo mos con otros sufrimientos aún más nicipal al sitio eriazo hace estallar la
provocación. Aleteos que titilan en sus apenas pretende mostrar el polimor- terribles. Hemos padecido todo tipo de noche en la carcajada popular de la
pestañas postizas. Ella sabe de tocados, fismo de “La Loca”, la heterogeneidad escarnio y exterminio. Hemos sido en- galería. Cuando la loca de la cartera
afeites y moños. Los ardides con los que la define y, por supuesto, la polifo- terrados vivos, emparedados, quema- tropieza, se le quiebra el taco, pare-
que esconde las pudendas vergüenzas nía de voces que intentan explicarla en dos, ahorcados, fusilados, discrimina- ce caer y no cae corriendo, encara-
de un cuerpo que no reclamó y las ar- el concierto literario. A partir de cua- dos, chantajeados y confinados. Se ha mándose en los tablones de la galera,
mas con las que vulnera concepciones tro fuentes diferentísimas entre sí, se intentado (y se intenta) borrarnos del persiguiendo su cartera que vuela de
de género. Para quienes la marginan, el proyectan unas pocas luces: la crónica mapa. La ciencia, la política y la reli- mano en mano abriéndose, desparra-
escenario es la única conquista permi- El resplandor emplumado del circo tra- gión se han puesto al servicio de nues- mando un chorizo de sostenes, me-
tida del espacio público. Sin embargo, vesti del escritor chileno Pedro Leme- tra destrucción. Con la creación del vi- dias, calzones, agarrones y gritos en
experta en las artes del transformismo, bel, las novelas Arturo, la estrella más rus del sida, fabricado especialmente la fiesta de la carpa travesti. Así des-
hace de las tablas —con luces y a veces bella y El color del verano del cubano para aniquilarnos y aniquilar todo in- filan por la pista iluminada las divas
cámara, pero siempre acción— su me- Reinaldo Arenas y el texto hermafrodi- tento de aventura (pues toda aventura que fueron grito y plata en otras pri-
dio de denuncia política y de expresión. REINALDO ARENAS (1988) / CORDON PRESS ta Plástico cruel del argentino José Sba- encierra una inquietud y una posibili- maveras. Las súper novas del trans-
Hábitat donde escarcha sus gracias. rra, “transgenérico” por antonomasia, dad eróticas), se quiere poner punto fi- formismo, las mariposas nómadas,
milia, la escuela y la Iglesia, por nom- coquetea con el diálogo y la nouvelle. nal a nuestra historia”. que dejaron un rastro de lentejuelas
Lugar donde prodiga las triquiñue- brar unas pocas, pisoteaba disidencias
las de falsas Cher, La Lupe, Beyoncé y ¿Cómo a “La maricona” estos autores y amores de percala colgado frente al
en un baile sin tacones. Oprimía a “La cuyas obras son reconocidas por la crí- La afectación teatral ojo turbio del océano.
cuanta sílfide o madonna refulge en el Loca” para evitar que, en conspiración
casting comercial del pop. Sí, ella devie- tica como testimonio gay? ¿Es posible Así eran la desolación y la tristeza de “Desde entonces la Fabiola de Luján,
con otros especímenes igualmente peli- “Loca”-lizarla? su mundo. “La Loca” y sus amigas so- el cetáceo dorado de la noche, adorme-
ne con sus habilidades de corte y cos- grosos, por ejemplo, mujeres, lesbianas
tura, con sus prodigios de tirro y ma- En una primera lectura saltan a la portaban con arrojos los castigos y las ce con su bolero la difícil existencia de
y faunas variopintas, subvirtiera con vista ciertas semejanzas. En uno y otro pesadumbres que le imponían los po- los espectadores. Desde entonces él/
quillaje, cantante, actriz y gimnasta y algo más que plumas el buen funciona-
un largo etcétera que se contorsiona texto, el personaje de “La Loca”, califi- derosos. Bajo la palidez de una estrella ella, desbordante en su paquidermia,
miento del orden capitalista. cativo de uso común para designarla huérfana, sin constelación ni rumbo, va rifando la botella de pisco equili-
en su espectáculo travesti. Ella es “La
Loca”, “La Marica”, “La Pájaro”, la pro- de guisa despectiva, es víctima de múl- todas juntas esperaban la hora de en- brada en las agujas de los tacos. Va
Lo que dicen de ella tiples tormentos. Hace vida en barrios sayar su numerito de variedad. Subir al ofreciendo los números mientras tre-
tagonista de este y otros muchos per- A pesar de los mecanismos de norma-
files. Pese a los arrinconamientos so- marginales donde contonea su atre- escenario donde, al son de una guara- pa la escalera de tablones entre la gen-
lización que legitimaban a la heterose- vimiento y rebaña miradas, también cha trasnochada, deshojaban sus sim- te, contestándole al que le grita gua-
ciales, pese a las etiquetas y mordazas, xualidad como único deseo permitido
es amazona, es guerrera y picapica del desprecios. Arrumada en la periferia, patías y olvidaban, al menos por un tona, que ella con su guata se fabrica
—la feminista y escritora Françoise la sociedad la relega y afila sus méto- momentico, la oscuridad de su destino. unas exuberantes tetas. “Y vos con
imaginario queer. d’Eaubonne los bautizó en los años se-
A finales del siglo XX, editores lati- dos de vigilancia para condenarla a la ¡Chito! La función va empezar. esas bolsas entre las piernas no hacís
tenta de “heteronormativos”—, la rara estrechez, a la vulnerabilidad y al abati- En la improvisada escenografía, bro- na”. Entonces estallan las risas y entre
noamericanos, seducidos por relatos avis de “anatomía indiscreta” y pena-
que no presumían la bendición del ca- miento. Apartada de privilegios civiles, tan pimpollos de clavel color fucsia. A talla y talla las familias pobladoras se
cho estrambótico se convirtió en pro- sus ámbitos son, por lo tanto, el teatro juzgar por los ademanes que tuercen y olvidan de la miseria por un rato, des-
non, publicaban obras que narraban tagonista de cuentos y novelas. Frente
realidades diversas. Para los censores como medio de subsistencia y protesta, el parpadeo estremecido, se van a par- pués se van a sus casas soñando con
al lector agitaba su colita y cloqueaba la pobreza como condición ontológica tir como una galleta de fresa. Las ani- el resplandor emplumado del trópico
y más ortodoxos eran fábulas inmo- picardías. También columpiaba las pe-
rales o chascarrillos de pisaverdes. Lí- del alma, la prostitución como desfo- man los espectadores que ahogan sus latino. Como si el ladrido de los perros
nas, las segregaciones y los suplicios gue comercial y la enfermedad como despechos en los vasos de aguardien- redoblara en la asfixia de esos tierra-
neas de escaso valor poético. Entre las que le causaba la sociedad machista
décadas de los setenta y noventa apa- amenaza del cuerpo —también aten- te. Se doblegan al chichisbeo de las ar- les el eco de una queja en maricoven-
donde se hundía. Más allá del debate tado contra la salud y bienestar de la tistas. Ellas están listan para emular to de rumba, en megáfono mariposón
recieron diferentes títulos que saca- teórico iniciado por Aristóteles, de si
ban del armario nombres de escritores burguesía—. Sobre este último pesar, el un modelo de feminidad que transita que salsea la Rosa Show trinando “así
la literatura es o no mímesis del mun- filósofo francés Guy Hocquenghem, en en todas partes y que aprendieron al papito”, como un colibrí en el lodo. Co-
desconocidos. Revelaban, asimismo, do, ¿cómo la representaba en tanto su
historias y personajes que tenían po- su análisis antiedípico El deseo homo- caletre. Sus actuaciones no son sino mo si el charol impostado de esa voz
nombre era sinónimo de equivocación sexual (1972), suscribe que, para la se- la caricatura y la reafirmación de una masculina fuera el bálsamo suavizan-
ca o ninguna presencia en la industria
del libro. Entre ellos destacaba “La Lo- xualidad dominante, las enfermedades construcción social e histórica de sig- te del dolor pobre, y no importara su
ca”. El hombre que sucumbía al abrazo venéreas funcionan como reguladores nificados asumidos, lo que Judith But- carraspeo de laringe sucia en el sube y
de otro, que desnudaba sin pudores la de la lujuria. Asegura que es consus- ler llamó “performatividad de género”. baja de la nuez del cuello afeitado que
morfología “invertida” de sus pasiones, tancial a la sodomía, las drogas, la in- Réplica de un modelo “de ser mujer” repite: “Por qué se fue”... “¿Tú lo de-
azuzaba curiosidades lo mismo que an- fección y el bacilo. El pederasta trans- que, por añadidura, denota otras imi- jaste ir?”... “Ahora nadie puede apar-
tipatías. No obstante, sus anales pica- mite homosexualidad como transmite taciones y no refleja su interior ni la tarlo de mí”.
rescos eran tan profundos como estre- Apartada de sífilis. Entonces, ciego por el ardor en la
sangre, el muchacho que desflora sus
fragilidad de sus almas. “Las Locas”
van a mudar pieles. Simular el canto
Después de la comedia y de los aplau-
sos, “La Loca” vuelve a las cotidiani-
chos. Enmarcado en la tradición que
lo consideraba una anomalía, el homo- privilegios civiles, ganas en el lecho de otro es carne inmu- de su epopeya. Junto al micrófono, se dades que la hacen llorar. Entre so-
ne del contagio. Y después del orgasmo, preparan pues para impostar los gor- llozos, una lagrimita riela en la punta
sexual, esa nueva especie, como acuña-
ra Michael Foucault en su Historia de
sus ámbitos son, el asqueroso virus, el estigma imbo- jeos de famosas que admiran. Desdo- de una pestaña y cae para agrietar el
la sexualidad, era visto como un extra- por lo tanto, el rrable del que no habla Hocquenghem
porque el VIH no había prorrumpido
blarse en la interpretación que, hasta
el día de hoy, es el ánima de su acto: el
“patuque” de base y panqué que frisa
su agotamiento. Si no se la encuentra
ñísimo insecto. Su sexo nefando era un
crimen y una aberración para la men- teatro como medio en dolores, fiebres y mortandad. ¡Qué
ironía! La pandemia también lo asola-
playback. Se oyen los primeros clamo-
res. Tres, dos, uno… aparece la ban-
distrayendo a un público hastiado de su
miseria, está en la avenida o en el pros-
talidad hegemónica que regía —y aún
rige— Occidente. El muy estudiado de subsistencia y ría en 1988. dada de guacharacas con el aspavien- tíbulo relamiendo las lubricidades de
Sobre estos y otros padecimientos, en to de metal que imanta a su audiencia. un cliente que paga por su beso machi-
“patriarcado” por la teoría queer, con
sus instituciones de control, como la fa-
protesta” Arturo, la estrella más brillante (Monte- Denle la bienvenida a las divas de El hembrado…
6 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 1 DE SEPTIEMBRE DE 2019

RESEÑA >> LA MÁS RECIENTE NOVELA DE MICHEL HOUELLEBECQ


plicación en la historia del protago-

Serotonina: los paisajes


nista Florent-Claude Labrouste. Este
personaje adopta el tono confesional
y reniega de sí mismo, desde las pri-
meras líneas de la novela, apelando
al prosaico lugar común de describir
por qué detesta el nombre dado por

utópicos de la vida sin esperanza


sus padres. Ese es el simbolismo ini-
cial de su lucha interna contra el de-
terminismo biológico y el pulso con
la muerte de un hombre en descom-
posición. A lo largo de esta autop-
sia espiritual de la vida de hombre
de 46 años, la pérdida de la libido se
convierte en fuente de inspiración,
cuando pasa revista de los amores
del pasado y las oportunidades des-
echadas se cuestiona respecto a las
indecisiones que pudieron salvarlo
de la soledad. Sin embargo, una idea
omnipresente parece apuntar hacia
reprochar a la sociedad y el entorno
social de conspirar contra cualquier
posibilidad de ser feliz y sentirse
amado por alguien. Estamos progra-
mados para trabajar y dar cuerda a
nuestra propia desdicha, como si el
impulso de aniquilación fuese el cla-
roscuro del instinto de superviven-
cia. Mientras el curso del tiempo nos
sorprenda con vida y el cálculo egoís-
ta reproduzca el automatismo que so-
lemos denominar “ganas de vivir”, la
calidad de nuestros cuerpos de acu-
mular experiencia se resiente hasta
perder la sensibilidad y la capacidad
de sentir el placer. La interrogante
fundamental del libro tiende a iden-
tificar como error aferrase a falsas
esperanzas de felicidad cuando el
cuerpo transita fuera de los linderos
de la juventud.
En uno de sus soliloquios, la crisis
existencial del personaje construye
imágenes poderosas para el retrato
de su desamparo y desarraigo. Ape-
lando a paralelismos con el mun-
MICHEL HOUELLEBECQ (BARCELONA, 2015) / EFE - ANDREU DALMAU© do polar del Ártico, se advierte en
un episodio, que cuando la noche se
cierne sobre la conciencia y la oscu-

Poeta, novelista y cal, Molière y Voltaire. Las novelas


de Michel Houellebecq no escapan
uso satírico para exponer con ironía
las tendencias peligrosas del presen-
midad y desconcierto que tienen su
raíz en el malestar cultural frente a
ridad se han hecho cerradas en una
cabeza abocada a la introspección, el
ensayista francés, de ese impulso paradójico. El escri-
tor francés adopta un tono réprobo y
te. En su caso, el compromiso ético
con la libertad de pensamiento supe-
las tendencias impuestas por fenó-
menos tan diversos como la globali-
recuerdo de la luz del sol solo existe
como maquinación mental elabora-
Michel Houellebecq cínico que a fin de cuentas termina ra cualquier adscripción ideológica zación, el transhumanismo, el mul- da al servicio de la autocompasión.
por hacer justicia reverente a la tra- o defensa a ultranza de ideales abs- ticulturalismo y la islamización de El miedo al futuro y sus incertidum-
(1956), reconocido dición cultural. tractos, su causa pone en evidencia Europa. bres son angustias de juventud, en
por lectores y La obra singular del escritor Michel
Houellebecq ha sido prolija en afila-
la desvergüenza de los defectos de los
actuales ejercicios de la democracia y
Houellebecq, casi sin proponérse-
lo, es heredero involuntario de la tra-
realidad la edad madura convierte
al pasado en el verdadero fantasma
críticos, recibió dos diagnósticos sobre la vigente co-
yuntura civilizatoria de la cultura
los riesgos de mantenerse en silencio
mientras se extiende la dictadura de
dición novelística francesa, en parte
gracias a ello no escapa del todo del
y agente de presión de la conciencia.
Acaso “morir de pena” manifiesta su
el Premio Goncourt occidental y estancamiento moral de la corrección política. peso de la historia y patrones estable- condición de insano determinismo en
sus valores más entrañables. El ta- A principios de año, el heterodoxo y cidos por el canon. momentos en que tu cuerpo carece de
en 2010 lante distópico de sus juicios sobre provocador escritor francés, volvió a reservas para sentir otra cosa que no
el presente, sin duda apuntan a brin- irrumpir en la escena literaria con la sea dolor físico.
dar un cuadro desesperanzado sobre aparición de su nueva novela. La obra La sensibilidad peculiar de la de-
la existencia banal del ser humano tiene por título, Serotonina, haciendo presión abre horizontes que hacen
moderno, por eso cualquier aproxi- propio el nombre de la famosa hor- posible cualquier táctica de evasión.
JUAN PABLO QUINTERO mación a su literatura debe tener en mona de la felicidad. Es una sátira En Houellebecq, la depresión oscila
cuenta la revelación intimista de las moral sobre la felicidad artificial y entre dos concepciones contradicto-
Antes de pensar en vivir feliz, hay que
pensar en vivir
miserias del hombre común. Su tra- las desventuras de los horizontes Tener esperanza rias: la expresión en el hastío y el in-
yectoria literaria abarca una serie de abiertos durante la edad madura. El esperado estado de iluminación, pe-
Jean-Jacques Rousseau novelas destinadas a servir de manio- hastío de vivir es la consecuencia in- puede ser un ro en realidad el examen testimonial

Toda fabulación es una meditación ética


bras para quienes no tienen escrúpu-
los en sumergirse en las fuentes del
evitable del paso del tiempo, porque
la vida adulta nos obliga a asumir vicio adictivo que hace el personaje sobre la enfer-
medad de los taciturnos termina por
Michel Houellebecq malestar en las sociedades occidenta-
les. Cada una de sus novelas parece
con naturalidad el abismo cotidiano
que significa vivir sepultado bajo las
alimentado por la tornarse en reproche a la excesiva ex-
pectativa de felicidad, cuando no es

S
in importar la crudeza de los alimentarse del anhelo de servir de capas de carne, porque tu cuerpo so- nostalgia” posible disfrutar la vida en el estric-
temas abordados o las con- guía a espíritus perplejos dispuestos brevive sin reparar en la pérdida de to sentido de su dimensión material
cesiones al esteticismo, to- a emprender un descenso a los in- la capacidad de sentir placer. Luego y biológica. Un verdadero error de
do novelista comparte con fiernos de la mano de un cínico psi- del controversial éxito de Sumisión La novela Serotonina, lanzada al concepto y fuente hemorrágica de la
sus pares de oficio la vocación litera- copompo. Las andanzas del héroe (2015), una premonitoria fabulación mercado cuando el autor ya es con- desdicha nos lleva a vivir ignorantes
ria por ofrecer su literatura como el en sus novelas toman forma de viaje política de corte futurista, donde ex- siderado escritor de renombre, abor- del mecanismo vital más connatural:
diagnóstico definitivo sobre la reali- desvelado en busca de revelaciones y ploraba las implicaciones de que fac- da la historia de un hombre de me- la falta de esperanza no corroe tan-
dad y los desencuentros con ella. Esa verdades incómodas sobre el itinera- ciones moderadas del islam llegaran diana edad, sumido en la depresión, to como el exceso de ella. Tener espe-
misión cercana al deber moral, impo- rio de la agonía cultural de Europa. al poder en Francia por la vía elec- que decide darse a la fuga de su abo- ranza puede ser un vicio adictivo ali-
ne a la figura del escritor un riguro- Ese declive y agotamiento vital de la toral, existía gran expectación en la rrecible vida actual. Desaparece vo- mentado por la nostalgia. Abandonar
so sentido de pertenencia a la causa tradición europea ha sido lento, pe- opinión pública sobre el rumbo de su luntariamente de su entorno cono- el deseo de ser feliz y trocarlo por es-
común de ofrecer un retrato honesto ro sin duda fue anticipado años atrás narrativa, esa obra había sido publi- cido para hundirse en un proceso trategias de evasión del dolor son las
y revelador del rostro verdadero de por muchos intelectuales. cada días antes del ataque terrorista introspectivo sobre su pasado, ese prédicas del narrador, entre líneas se
la Humanidad. En ese proceso fran- En entrevistas el autor ha declara- a la revista satírica Charlie Hebdo. viaje retrospectivo lo lleva a exami- lee el influjo agrio de Schopenhauer.
co, la imaginación literaria jamás do, con su desenfado proverbial, que Sin duda, esos dotes de augur de pe- nar amores y desamores de su itine- El alegato inserto en Serotonina
puede desvincularse del propósito la condición de poeta es asimilable a sadillas probables, permitió al autor rario sentimental, con miras a pasar no se entrega a explicaciones, pero
oculto de elevarse por encima de las los trastornos de un enfermo incura- francés hacerse de un lugar dentro de revista de las oportunidades desper- describe bien cómo en el contexto de
mezquindades de la sociedad y los ble, cuyos síntomas oscilan entre la la opinión pública, sin ser un escri- diciadas de ser feliz. Podría estable- una sociedad hedonista marcada por
silencios incómodos que la asfixian. amargura y la angustia, solo en es- tor de demasiados libros. Su fama ha cerse paralelismo con los ejercicios el materialismo moderno la pérdida
En este sentido, la historia de la lite- tados de abandono pasajero de estos crecido a la par de una reputación de de memoria involuntaria descritos de la capacidad de disfrutar la vida
ratura demuestra cómo el peso de la signos visibles del padecimiento se enfant terrible de las letras francesas. en las páginas de En busca del tiem- equivale a un estado de muerte abso-
tradición se manifiesta muy a pesar encuentra la lucidez necesaria pa- Sin duda, su figura de intelectual ha po perdido de Marcel Proust, pero en luta o vida vegetativa. Bajo la pers-
de las reticencias y apegos rupturis- ra la escritura. Tal vez esa fuente de estado revestida de un estilo contro- este caso el estímulo exterior no es pectiva del escritor francés, la natu-
tas de cualquier carrera literaria. Un inspiración y la polémica carrera lite- versial que, en todo momento, no ha el sabor de panecillo de magdalena, raleza destructiva de la depresión del
escritor francés jamás saldrá airoso raria han cedido espacios a una nue- dejado de avivar encendidos debates sino un fármaco antidepresivo de úl- hombre moderno oculta su verdade-
de sus intentos de desviarse del cauce va concepción de la literatura com- y hacerle su sitio dentro de la socie- tima generación. Todo el curso de la ro rostro absurdo detrás del contra-
marcado por figuras canónicas de la prometida. En tiempos de Sartre, el dad francesa como agitador de cons- novela de Houellebecq puede consi- sentido de llamar asesinato o suicidio
estatura de Flaubert, Proust o Balzac. compromiso del intelectual con la ciencias y polemista incómodo. Su derarse el Itinerarium mentis o cir- a un crimen perpetrado con la inten-
Resulta casi imposible para cualquier realidad y sus problemas se concebía humor satírico y ánimo desenfadado cunloquio de un hombre deprimido, ción arrebatarle la vida a quien ya ha
novelista francés actual desligarse de desde la plataforma ideológica de la ha brindado nuevos horizontes a la luego de llegar a la certeza de que na- muerto.
cierta ortodoxia y alzar su voz origi- lealtad y la fe a ideas políticas, pero hora de abordar la actual coyuntura da, y mucho menos nadie, prepara al
nal sin hacerse eco de cinco siglos de desde la mirada de Houellebecq el de la civilización occidental y el futu- ser humano para sobrellevar la vida *Lo publicado hasta aquí corresponde,
riqueza cultural. Al asumir el estilo compromiso con la realidad se expre- ro de Europa. Es una voz disonante posterior a la pérdida de la vitalidad. aproximadamente, a la primera mitad del
satírico y humor negro con acento sa no mediante el apego a causas po- que ha encontrado inspiración, desde El retrato agónico de la “muerte en texto. La versión completa está disponible
francés abarca un recorrido involun- líticas o la denuncia, sino en la adop- hace tiempo, en la apropiación de los vida” a la que sume la depresión al en la sección Papel Literario, en www.el-
tario por la pluma de Rabelais, Pas- ción de la literatura provocadora y su sentimientos colectivos de disconfor- individuo moderno encuentra su ex- nacional.com.

Вам также может понравиться