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DEFINICIÓN DE SECUENCIA DIDÁCTICA

Una secuencia es una sucesión de elementos o hechos que mantienen un vínculo entre sí.
Didáctico, por su parte, es un adjetivo que se vincula a las técnicas, los métodos y las pautas
que favorecen un proceso educativo. Estos son los dos conceptos que conforman la
definición que hoy les traemos: secuencia didáctica, y que hace referencia al conjunto de
actividades educativas que, encadenadas, permiten abordar de distintas maneras un objeto
de estudio. Todas las actividades deben compartir un hilo conductor que posibilite a los
estudiantes desarrollar su aprendizaje de forma articulada y coherente.

Secuencia didáctica

Puede decirse que una secuencia didáctica tiene la finalidad de ordenar y guiar el proceso
de enseñanza que impulsa un educador. Por lo general este conjunto de actividades son
indicadas dentro de un proceso educativo sistemático vinculado a un organismo
determinado. No obstante, en algunos casos son los propios maestros los que desarrollan la
secuencia didáctica que consideran adecuada para trabajar en el aula con sus alumnos.

Supongamos que un docente tiene que desarrollar en una clase el tipo de vida que llevaban
los dinosaurios; a fin de que su clase sea productiva realizará un esquema didáctico con la
forma en la que se trabajará el contenido en la clase e intentará que todos los alumnos
alcancen las expectativas que él se proponga durante la enseñanza. De este modo primero
tendrá que presentarle el tema al grupo y ofrecer contenido relacionado con la vida de estas
criaturas; después podría preparar una visita a un museo y, finalmente, la proyección de una
película para que los alumnos puedan ir relacionando los conceptos. Tras estas actividades,
el docente podría dedicar otra clase a resolver las dudas del grupo, antes de pedirles que
desarrollen un trabajo práctico sobre los dinosaurios.

Es importante señalar que lo habitual es que la complejidad de las actividades sea progresiva
y acorde a los conocimientos que van adquiriendo los estudiantes. La duración de la
secuencia didáctica dependerá de la unidad temática y de los objetivos.

Pautas para planificar una secuencia didáctica

Para desarrollar la planificación de una secuencia didáctica es importante tener en cuenta no


sólo cuál es el tema fundamental a tratar sino el grado de conocimientos que los alumnos
tienen a nivel general del mismo. Lo ideal es que antes de realizar la planificación el docente
converse con el grupo o realice un examen que le permita acceder a la idea que los alumnos
se hacen sobre el tema. Lo siguiente que tendrá que tener en cuenta son los intereses
principales de los alumnos; de este modo, podrá plantear un tipo de actividades que cautive
su atención y la secuencia didáctica dará los resultados esperados al ofrecer a los alumnos
un aprendizaje positivo.

Según el tipo de actividades que el docente plantee para la secuencia didáctica se pueden
identificar diferentes etapas, divididas de la siguiente forma:

Presentación: Es el momento en el que el docente hará una introducción sobre el tema a


tratar delante del grupo de alumnos e intentará despertar el interés en ellos.
Comprensión: En esta etapa intentará descubrir cuánto saben los alumnos sobre el tema a
desarrollar y les ofrecerá asimismo el contenido necesario para que amplíen sus
conocimientos.

Práctica: Consiste en plantear actividades que ayuden a los alumnos a ejercitar la teoría para
acentuar el aprendizaje. Al ver que lo aprendido tiene una aplicación práctica serán capaces
de reforzar la utilidad de ese conocimiento.

Transferencia: El punto final de la secuencia didáctica se compone de una serie de


actividades educativas que se hallan enfocadas en mejorar las herramientas de
comunicación de los alumnos. En esta etapa se les intentará incentivar a compartir lo
aprendido utilizando para ello las herramientas de lenguaje con las que cuentan. Es una de
las fases fundamentales de la secuencia didáctica porque consiste en ayudarlos a exponer
sus puntos de vista y a defenderlos con seguridad frente al resto de los alumnos.

7 consejos para diseñar secuencias didácticas

1. Fija objetivos

Como en cualquier ámbito de nuestra vida, debemos comenzar fijando los objetivos de
nuestra sesión. Habitualmente cometemos el error de pensar en términos gramaticales
exclusivamente cuando deberíamos hacerlo en términos de realización de tareas que nos
permitan resolver situaciones comunicativas. ¿Cómo expresamos esos objetivos? Como
capacidad (Que el alumno sea capaz de…) o, sencillamente, con infinitivos (Aprender a…,
Conocer…, Conseguir…)

2. Selecciona contenidos… y no olvides las estrategias

Indisolublemente unido al consejo anterior y consecuencia inmediata del mismo está la


selección de contenidos. El hilo de reflexión es muy sencillo: qué contenidos (gramaticales,
léxicos, funcionales, socioculturales) debe aprender mi alumno a fin de alcanzar el objetivo
propuesto. Una vez hecho esto, no dejes de lado las estrategias comunicativas que serán de
gran ayuda a la hora de realizar con éxito la tarea.

3. Asegúrate de que hay progresión en el aprendizaje

En el proceso de elaboración de las actividades o tareas de clase ten en cuenta la progresión


en el aprendizaje, es decir, que cada actividad implique un peldaño más en el proceso y sea
palpable que vamos aprendiendo gradualmente, apoyándonos en lo ya conocido para
impulsarnos hacia contenidos nuevos.

4. Camina hacia un fin

No pierdas de vista la tarea final y elabora las actividades posibilitadoras a modo de


estructura o andamiaje que permita al alumno, llegado el momento de la actividad final,
escoger los recursos adecuados para realizarla con éxito. Ve componiendo un camino que, al
ser recorrido, el alumno perciba que va incorporando nuevos elementos para que su bagaje
final sea completo y le dé la seguridad que necesita para superar la actividad final.
5. No malgastes los materiales

Con frecuencia cometemos el error (o la torpeza) de, sin darnos cuenta, quemar material que
es gran interés y utilidad y, sin embargo, lo desaprovechamos. ¿Te ha pasado que durante
días has ido seleccionando, recortando y archivando anuncios de ropa de revistas para
ponerlos en las paredes de la clase para contextualizar y motivar a los alumnos cuando
entren? ¿De verdad es lo único que podemos hacer con esos anuncios? Fotos para la
contextualización, un texto solo para ponerle un título y pasar a un vídeo con el que solo
vamos a introducir un concepto y luego… Optimiza los recursos, explota los materiales,
aprovecha el potencial pedagógico de todo lo que utilices en clase.

6. Abre el paraguas... temático

Otro error habitual es elegir un elemento gramatical como eje vertebrador de la secuencia
didáctica (el pretérito imperfecto, el imperativo, la diferencia entre por y para…) y vamos
dando saltos de un tema a otro -el cine, la música, la infancia, los viajes…- a fin de trabajar
con dicho contenido gramatical. Esto produce una extraña sensación en el alumno, que se
siente zarandeado de un sitio a otro sin saber ni dónde está ni hacia dónde queremos que
vaya.

Cuando le damos cobijo -y coherencia- a la secuencia didáctica bajo un paraguas temático,


aportamos seguridad, comodidad y confianza al alumno y ponemos en su sitio a la gramática
que pasa a ser tratada como una competencia para desarrollar, como una herramienta de
comunicación, y no como la protagonista.

7. Deja espacio a la improvisación

La clase es un ecosistema de personas vivas como sus sentimientos, sus deseos, sus
dudas, sus experiencias… por tanto, no les pongas límites. Propón actividades abiertas y no
exijas que el alumno diga o escriba lo que tú quieres sino lo que quiere él. Es más, que diga
o escriba lo que necesite y que sea algo significativo.

José Ramón Rodríguez Martín

Coordinador académico de Enforex Málaga, autor de Meta ELE (Edelsa) y profesor de


Didácica de ELE a niños y adolescentes en la Maestría de Profesor de Español como Lengua
Extranjera de UNIBA.

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