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Llanta baja de aire o pinchada

El problema más común que se puede presentar con tu vehículo es tener una, pero
también uno de los más fácil de arreglar. A menudo sucede en el momento menos
conveniente. Tener el equipo y el conocimiento correctos para solucionar este
imprevisto es crucial.

Causas
Impactos contra elementos extraños como: rocas, piedras, baches,
etc.
Esta es una de las causas más frecuentes de daños en la llanta, debido a que la
llanta está expuesta a todas las condiciones del terreno y a juzgar por el estado de
las vías en nuestro país, es una de las variables que juega en contra de la
durabilidad de la llanta. Aquí les relacionamos las principales averías ocasionadas
por impactos.

Cortes en la banda de rodamiento


Son los cortes que se producen por objetos que pisamos con la llanta tales como:
puntillas, varillas, tornillos y todo tipo de objeto punzante o filoso.

Impacto en el costado
Es un abultamiento que se produce en el costado de la llanta, generalmente corta
una o varias de las cuerdas de la carcasa del neumático. No se produce
necesariamente por un golpe fuerte, con un impacto lo suficientemente profundo
como para romper uno de los hilos de la carcasa. La presión de inflado influye para
que este tipo de daño ocurra.
Machucones
Ocurre cuando el daño se produce por golpes con el sardinel o el “andenazo”, donde
se comprime el costado de la llanta con el borde, también se produce con piedras o
baches.

Presión de inflado de la llanta


La presión de inflado influye de manera importante en el estado de la llanta, la
presión debe ser siempre la recomendada. Muchas veces las llantas están con
menos presión de la requerida. Esta es la forma más rápida de dañar las llantas. Una
baja presión de aire hace que el agarre de la llanta sea disparejo y que la tracción del
carro se vea afectada. Adicionalmente puede calentar la banda de rodamiento y
provocar explosiones de llantas. Maneje siempre la presión de aire que indica el
productor de las llantas, lo cual le ayudará a ahorrar gasolina, a aumentar la vida de
la llanta y a mejorar la seguridad.

Presión de aire baja


El área de contacto de la llanta cuando está rodando varia, originando que gran
parte de sus componentes presenten más roce y por este, mayor calor, esta presión
inadecuada en conjunto con una carga excesiva y una temperatura elevada, lleva a
una degradación parcial de la llanta. Los daños de este tipo se generan
desarrollando esa actividad por un periodo de tiempo prolongado, cuando esto
sucede, partes de la llanta se desprenden debido a las enormes fuerzas centrifugas a
una velocidad elevada.
¿Qué podemos hacer para prevenir un pinchazo?
Un pinchazo en imprevisible, se puede presentar en cualquier momento, es una
situación inevitable, sin embargo la sugerencia al respecto es revisar periódicamente
el estado de los neumáticos, que la presión de aire sea la recomendada, que no
tenga ningún elemento incrustado como vidrios o elementos contundentes y siempre
revisar la llanta de repuesto ya que no sabemos cuándo vamos a necesitarla.

¿Cómo detectar que algo anda mal con la llanta?


Es fácil detectar que algo anda mal con la llanta, a primera vista se puede percibir un
neumático más bajo que los otros, durante la conducción también se puede observar
un comportamiento característico, el volante tira hacia el lado de la rueda que se
encuentra con baja presión de aire, se siente más pesado y por ende se requiere
mayor uso del pedal del acelerador.

¿Qué hacer en caso de pinchazo?


Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la seguridad y también evitar
mayores daños en la llanta, por lo tanto se debe detener el auto lo más pronto que
sea posible. Sustituir el neumático pinchado y acercarse a un centro de servicio.
Batería agotada
Cuántos de nosotros nos desesperamos cuando ponemos la llave en el encendido y
Nada o un clic corto. Especialmente durante los meses de invierno o periodos largo
en los que no hemos usado nuestro carro. Es un problema fácil de solucionar, pero
es mejor evitarlo a tiempo cambiando la batería anterior o encendiendo regularmente
nuestro carro, así no lo vayamos a usar durante el día.

Causas
Temperaturas Extremas
Las temperaturas extremas, especialmente la llegada del frío, son una de las
principales causas que influyen en la vida de la batería ya que pueden provocar que
pierda potencia de arranque. El problema se suele detectar cuando el vehículo deja
de arrancar, pero es posible evitar los problemas de arranque si se toman diferentes
medidas como no aparcar el coche en la calle, siempre que sea posible, y comprobar
el estado de la batería con regularidad en un taller cualificado.

2. Uso irregular
Muchos conductores creen que cuando un coche está apagado no consume batería.
Esto no es correcto. Ciertos sistemas, como alarmas, cierres o funciones “keyless-
go” y de navegación necesitan electricidad incluso cuando el coche no está
funcionando y todo ello contribuye a que se descargue la batería. Por ello, si un
vehículo permanece parado en un garaje durante varias semanas, es muy probable
que no arranque (más aún si se trata de un coche antiguo). El consejo es poner en
marcha el coche una vez a la semana durante al menos diez minutos. Estos
trayectos recargan de nuevo la batería contribuyendo a evitar problemas de
arranque.

3. Trayectos cortos
Los trayectos cortos también influyen de manera significativa en la vida útil de la
batería. Y es que cuando el propietario del coche solamente recorre distancias
cortas, la batería no llega a cargarse completamente. Si a esto le añadimos el gasto
de energía que suponen algunos accesorios como las ventanas traseras y los
asientos calefactados, el gasto es aún mayor y la batería presenta un balance
energético negativo. Para que esto no suceda, procura realizar un trayecto largo con
el coche al menos una vez al mes para que el alternador pueda recargar la batería.
4. Antigüedad del vehículo
A medida que el vehículo envejece, la potencia de la batería puede reducirse debido
a la corrosión, sulfatación y al propio paso del tiempo. Estos aspectos dificultan la
carga adecuada. Para garantizar el buen estado de la carga y el rendimiento, los
conductores deben comprobar sus baterías con regularidad para garantizar el buen
estado de la carga y el rendimiento.

Soluciones
La mejor estrategia para revivir la batería del coche descargada consiste en
alimentarla a través de unas pinzas eléctricas. En ese caso debes:

1. Aparcar el otro coche lo más cerca posible, teniendo en cuenta la longitud de los
cables y las pinzas, así como la posición de las respectivas baterías.

2. Abrir el capó de ambos coches y colocar las pinzas, teniendo cuidado de que la
pinza positiva no entre en contacto con ninguna parte de metal. De hecho, lo ideal es
conectar los extremos de un mismo cable en ambos coches, uno primero y luego el
otro, para evitar que las pinzas entren en contacto durante la manipulación. Como
regla general las pinzas rojas se colocan en el borne positivo y las pinzas negras en
el negativo.

3. Encender el coche de apoyo y luego arrancar el vehículo con la batería


descargada. Déjalos encendidos al menos un par de minutos para que la batería
pueda cargarse un poco.

4. Sin detener el coche, desconecta las pinzas en el orden inverso, siempre


asegurándote de que no se toquen entre sí o rocen alguna parte metálica.
Problemas de encendido
El automóvil arrancará pero no arrancará. El problema se puede resolver por su
cuenta en un par de minutos o puede tomar días y un montón de dinero. La lista de
causas probables es bastante larga así que asesorate bien en un taller Volkswagen
Bogotá especializado.

Falta de gasolina
¿Tu coche arranca y tiene batería? Puede parecer una tontería, pero. Si hace tiempo
que no rellenas el tanque, tendrás que ir a una gasolinera con un recipiente y echarla
posteriormente en el coche. Y si has repostado hace poco y te has quedado sin
gasolina, puede que el coche tenga una fuga en el depósito y se esté vaciando a una
gran velocidad. En caso de que sospeches que el problema es ese, solo tienes que
mirar debajo del motor y ver si hay restos de gasolina. No es algo muy común, pero
un impacto con cualquier elemento de la carretera podría dañar el depósito y
provocar esa fuga.

Mi coche no arranca en frío o cuando se calienta


Los cambios de temperatura pueden darte muchos problemas a la hora de arrancar
el coche, sobre todo si es diésel. Si el problema no es de la batería, que también
puede fallar debido al frío o al calor, el fallo puede estar en algún sensor o en los
calentadores (coches diésel). El aceite tiene que tener un cierto grado de viscosidad,
el cual se pierde en temperaturas altas y bajas. Si ese aceite se hace demasiado
líquido o demasiado espeso, será imposible que el coche pueda arrancar. Para
solucionarlo solo tendrías que cambiar el aceite por otro que se adapte mejor a la
temperatura ambiente.
Mi coche no arranca y tiene la batería cargada y aceite
Los diésel, como hemos comentado en el apartado anterior, pueden tener más
dificultades para arrancar sobre todo en temperaturas frías. Aun así, si el coche no
arranca puede deberse a que las bujías de precalentamiento no está funcionando
correctamente. Si tu coche tiene un motor de gasolina, el problema se puede deber a
que el las bujías no estén en buen estado. Para aprender a cambiar las bujías, tanto
de precalentamiento como las de un motor de gasolina, puedes leer nuestro
artículo cómo y cuándo cambiar las bujías del coche. Si no encuentras el motivo por
el que tu coche no arranca o no es ninguno de estos, comenta y te intentamos
ayudar para conseguir descubrir cómo volver a hacer arrancar tu coche.

Problemas al arrancar
Comprobación de fusibles: Algunos coches tienen un fusible asociado con el
sistema de arranque, aunque antes de aventurarte a tocar donde no debes, porque
puede no resultar nada sencillo, comprueba que sabes lo que haces.

Corrosión en la batería: Con el paso del tiempo las conexiones de la batería se


pueden ensuciar o presentar muestras de corrosión. Dichos agentes pueden hacer
que falle la conexión de la batería con el resto del sistema. Si es percepcible, trata de
limpiar los bornes de la batería y vuelve a arrancar el coche de nuevo. No obstante,
la corrosión puede afectar a más componentes del sistema de encendido,
dificultándolo o impidiéndolo, pero será más difícil que puedas comprobarlos por ti
mismo.
La batería ha muerto: Te damos el pésame. Aunque es la razón más habitual
por la que tu coche no arrancará. ¿Tienes un comprobador de batería a mano? Si es
así, mide el amperaje de la unidad: es probable que sea muy débil. Si dispones de
cables de arranque -recuerda apagar el motor, y las luces del coche antes de hacer
nada- puedes cerciorarte de que este es el problema con la ayuda de un automóvil y
batería en buen estado.

Fallo en el interruptor de encendido: Si la batería no es el problema, es


probable que el origen del mismo esté en el propio contacto. Gira la llave a la
posición de encendido (pero no todo). Si las luces de advertencia de color rojo del
salpicadero no se encienden (y has comprobado que las conexiones de la batería
están limpias), podemos pensar que, efectivamente, el interruptor de encendido falla.
El interruptor de encendido genera una señal eléctrica al motor de arranque cuando
accionas la llave. Es decir, pone en marcha el proceso que arranca el motor. Bujías
sucias: Otro problema típico. Parece que el coche va a arrancar... pero no lo hace.
Quizás las bujías estén sucias … o que directamente necesites cambiarlas. Algo que,
en cualquier caso, te recomendamos que hagas en tu taller de confianza.
Diversas fugas o pérdidas de líquidos
Fugas de aceite, fugas de refrigerante, fugas de líquido de ruptura, etc. En la mayoría
de los casos (si la fuga no es grave) no causan grandes problemas mientras
conduce. En el momento en que los veas, busca que sea reparado, solo empeorará
con el tiempo.
No se activa el contacto
Empezando quizá por el peor de los escenarios, si un buen día nos subimos al coche
y al activar el contacto (ya sea por botón -sin llave- o girando la llave en el cláusor) el
cuadro de mandos no hace absolutamente nada es porque estamos ante un
problema eléctrico. Normalmente si la batería se ha descargado sigue habiendo
suficiente carga como para activar el contacto, lo que quiere decir que si no vemos
lucecitas es porque no es la batería. Los problemas eléctricos son los más difíciles
de gestionar porque son los más complicados de identificar. Un fallo general de
corriente puede venir desde un simple fusible hasta un problema de centralita o del
sistema eléctrico.

Hay contacto pero el motor no se mueve


Si estamos en la situación en la que giramos el contacto y el cuadro de mandos hace
su trabajo y se encienden los testigos pero en el momento de girar la llave el motor
no se mueve ni un ápice es probable que el motor de arranque se haya quedado
atrancado o, simplemente, se haya muerto. Antes era bastante habitual que los
motores de arranque fallasen y una opción para solucionar este imprevisto era
golpear con un objeto más o menos contundente el propio motor de arranque
mientras un ayudante giraba la llave de contacto o intentar empujar el coche con una
marcha engranada para mover los engranajes.
Ahora estas soluciones analógicas ya no son útiles en un mundo digital donde los
coches están plagados de electrónica y, además, este tipo de fallos ya no son fáciles
de encontrar.
Problemas eléctricos y electrónicos
Este tipo de problemas se manifiestan como si el automóvil estuviera poseído por un
fantasma maligno. Diversos fallos técnicos, lámparas de señales que advierten sobre
nada, diagnósticos indeterminables y problemas que pueden llegar a afectar también
la mecánica del automóvil.

Causas
1) En el alternador: un problema eléctrico común en los autos es en el alternador.
Mientras el vehículo está en marcha, el alternador trabaja cargando la batería. Si se
rompe el alternador, la batería se drena rápidamente. También, puede averiarse la
correa del alternador derivando en un mal funcionamiento del vehículo.
Examina la correa del alternador cuando el motor esté frío para detectar una posible
grieta o acristalamiento. Realiza el ajuste de cualquier holgura siguiendo el manual
de instrucciones.

2) En la batería: son muchos los motivos que pueden causar la descarga de la


batería, por ejemplo, un componente defectuoso, un cable suelto o en mal contacto,
dejar encendidos los faros o la radio por largo tiempo, etc. Para solucionarlo, puedes
hacer un salto de inicio o una recarga de batería. Si la batería es muy vieja, puede
que sea necesario cambiarla.

3) Cables o fusibles: un fusible quemado o un alambre eléctrico averiado puede ser


causal de un problema eléctrico. Ten en cuenta que todos están unidos entre sí a
través de los cables del sistema eléctrico. Los fusibles protegen los componentes del
automóvil de las subidas de tensión. Si tienes un problema con alguno, revísalo para
saber si tendrás que reemplazarlo.

4) Sistema de encendido: es común observar problemas eléctricos en este sitio


cuando el vehículo se ha descompuesto. Cualquier elemento del sistema de
encendido pudo haber causado el inconveniente: el alambre de bobina, el interruptor
de encendido, el magneto, etc. Recuerda que puedes hacer revisar este sistema por
la asistencia de tu seguro de auto para detectar dónde se encuentra la falla y de esta
forma, resolverlo mejor.
Soluciones
Daño en la dirección asistida
Tengo un Peugeot 207 modelo 2014, con 42.000 kilómetros. Hace unos días iba
conduciendo en carretera y de un momento a otro la dirección se puso dura y el
computador a bordo envió el mensaje de “Dirección asistida defectuosa”. Desde
entonces ha permanecido con el mismo problema. En el taller me dicen que se dañó
el motor eléctrico de la dirección y que el repuesto cuesta dos millones 500 mil
pesos. Consultando en Internet parece que es un problema común en esos carros y
aun si la garantía ya expiró es un vehículo costoso y relativamente nuevo, por lo que
me parece inaceptable este tipo de falla. ¿Cuál es su concepto frente a estas fallas?
¿Es cierto lo que me dicen en el taller? ¿Existe otra explicación para esta falla? De
ser lo que me dicen en el taller ¿es posible que la marca se haga a cargo de esto, ya
que es un problema común?

Se suben las revoluciones


Mi Steepway en las mañanas siempre enciende normal. Le doy un tiempo mientras
calienta y luego inicio la marcha, pero después de un momento sin acelerarlo, sube a
unas 3.000 revoluciones. Esto solo sucede en las mañanas. ¿Es esto normal?
Edinson Montenegro
Problemas del sensor
Un problema automovilístico que tiene un nombre que puede llegar a sonar muy
llamativo. Nos referimos a la “Unidad de control de motor”. Ya que este está
expuesto a suciedad, humedad, frío, calor, etc. Es la causa de la mayor parte de los
problemas en la parte electrónica de un vehículo.

Causas
Los motores que funcionan enriquecidos, mezclando demasiado gas con muy poco
aire, a menudo causan fallo del sensor de oxígeno debido a la acumulación de
carbono en las entradas del sensor. Con menor frecuencia, los vapores liberados de
los selladores a base de silicona tales como la temperatura ambiente de los
compuestos de vulcanización dañan los sensores. Otras causas de fallas en los
sensores de oxígeno aguas arriba incluyen la exposición al anticongelante, al líquido
de refrigeración o a la gasolina con plomo. Más comúnmente, un sensor de oxígeno
aguas arriba no conduce a la disminución de la economía de combustible. Unos
sensores defectuosos también pueden causar pérdida de potencia, especialmente
cuando se acelera desde una posición estacionaria. Otros problemas causados por
una falla del sensor de oxígeno aguas arriba incluye una vacilación del motor y el
surgimiento de una aceleración creciente o rápida y los ciclos de desaceleración.
Este problema también puede hacer que tu vehículo falle una prueba de emisiones.
Diagnóstico
Aunque la economía de combustible y la disminución de la aceleración lenta son
señales de alerta de un fallo del sensor de oxígeno, existen más métodos de
precisión para el diagnóstico de este problema. Dado a que los sensores de oxígeno
dependen de una comunicación electrónica, los vehículos modernos equipados con
un sensor de oxígeno aguas arriba también tienen computadoras de inyección de
combustible. Estas computadoras disponen de un puerto de conexión para una
herramienta de diagnóstico. Una vez conectado, la computadora de inyección de
combustible alimenta a los códigos de las herramienta que indican los errores de
manejo, conocidos como códigos de problemas de diagnóstico. Ciertos códigos de
diagnóstico indican el fallo de los sensores de oxígeno. Por ejemplo, en sistemas de
OBD-II de diagnóstico, los códigos P0030 a P0038 y P0130 a P0147, entre otros,
indican que hay un defecto en los sensores de oxígeno.

Solución
Los sensores de oxígeno, tanto delanteros y traseros, deben reemplazarse cada
60.000 a 100.000 millas (96.558 a 160.930 km), o según lo recomendado por el
manual del propietario de tu vehículo. Por lo general, los vehículos fabricados antes
de la década de 1990 requieren el reemplazo del sensor de oxígeno cada 30.000 a
50.000 millas (48.279 a 80.465 km). Aunque todavía estén funcionando, los viejos
sensores de oxígeno aguas arriba pueden disminuir la eficiencia del combustible,
ocasionando un rendimiento lento y reducir la vida útil del carburador.
Problemas con la correa de transmisión: Puede llegar a hacer un sonido bastante
molesto e incómodo. Nada serio, si el auto se mantiene adecuadamente y los llevas
a mantenimiento con regularidad. De lo contrario, puede causar muchos problemas.

Problemas de las correas de transmisión


Una correa de distribución en mal estado puede causar daños catastróficos en el
motor, de ahí la importancia de mantenerla en unas condiciones de funcionamiento
óptimas. Revise la correa durante cualquier mantenimiento rutinario y asegúrese de
su sustitución según los intervalos recomendados por el fabricante. Una correa de
distribución en mal estado puede causar daños catastróficos en el motor, de ahí la
importancia de mantenerla en unas condiciones de funcionamiento óptimas. Revise
la correa durante cualquier mantenimiento rutinario y asegúrese de su sustitución
según los intervalos recomendados por el fabricante.

Fallo por rotura


Esta parte del vehículo puede fallar porque se rompa. Cuando se produce una rotura
de la correa de transmisión es por diversas causas. Si se da una rotura de las
cuerdas rectas es posiblemente porque la correa está acodada antes de su montaje.
En cambio, si se produce una rotura de cuerdas enredadas puede ser porque la
correa esté retorcida 90° o volteada antes de su montaje, o que se haya forzado en
la polea mediante el uso de un objeto como un destornillador. Si lo vas a solucionar
tú asegúrate de seguir las instrucciones correspondientes para la manipulación de
las correas y no enrolle, pliegue ni retuerza las correas de distribución, puesto que
una acción de este tipo podría dañar las cuerdas de tracción.
Fallo por desgaste
Esto también puede darse por un desgaste o un desgarro de los dientes. Esto suele
ocurrir cuando la polea ya está muy desgastada o la tensión que ejercía no era la
más adecuada. Para corregir este problema habría que asegurarse de que la tensión
de instalación es la correcta y/ o sustituir las poleas.
Si observamos grietas en el dorso de la correa esto puede ser porque se registren
temperaturas elevadas o bajas o porque la polea guía exterior desgastada. En este
supuesto habría que eliminar la causa que está haciendo que las temperaturas
suban o bajen o reparar la polea guía exterior.

Cuidado con las correas brillantes


Si la correa presenta brillos inusuales, es que algo puede no estar del todo bien. Si
los brillos se presentan en el reverso, es posible que la alineación de las poleas-guía
o los tensores no sea la adecuada. Si el brillo es en la parte superior de los dientes,
hemos de pensar que la tensión es demasiado alta, mientras que, si se localiza en la
parte lateral de los dientes, probablemente será debido a un mal engranaje o a una
tensión inadecuada. O muy baja o muy alta. Si la zona brillante corresponde a los
bordes de la correa, puede que la alineación sea incorrecta.
Falla de las bombillas del automóvil (faros, luces traseras)
Cuando disminuye la visibilidad desde el automóvil mientras conduces en la noche,
es hora de encender las luces de tu carro y prestar más atención a la señalización.
Las bombillas de los faros son fáciles de detectar cuando se apagan o no funcionan
a su total capacidad, las luces traseras pueden fallar o funcionar mal y tal vez ni te
des cuenta durante un largo periodo de tiempo (a menos que tenga la advertencia
adecuada en el tablero). Verifica la funcionalidad del total de luces de tu vehículo de
vez en cuando.
Un faro ha dejado de funcionar

Si en nuestro coche dejan de funcionar algunos faros, sin importar el estado de la


bombilla, debemos primero realizar una verificación en los fusibles, cambiándolos por
otros de iguales condiciones (nunca intercambiarlos de lugar con otros, o
reemplazarlos por unos de menores dimensiones) Si los fusibles no presentan signos
de corrosión, roturas o desgastes, entonces debemos comprobar que la conexión al
portafusible sea adecuada y no esté floja. Si el fusible no conecta firmemente, puede
ocasionar un cortocircuito que dañe no solo los faros sino otros componentes
eléctricos. Esto, obviamente, es aplicable cuando dejan de funcionar solamente uno
o varios faros, mientras que el resto tiene una normal utilización, y generalmente no
es aplicable cuando no funciona ninguno.

Ningún faro funciona

En este punto, nos toca hablar del momento en que ningún faro funciona, y no
contamos con iluminación en nuestro coche, algo peligroso para nuestro seguridad,
tanto como para la de otros coches. La primer verificación que debemos realizar,
entonces, es echar un vistazo a la caja de fusibles, reemplazando aquellos que estén
quemados, y estar atentos ante una nueva y repentina quemadura. Si el fusible
reemplazado se quema en poco tiempo, es factible que haya algun cortocircuito en el
sistema, para lo cual debemos analizar minuciosamente el estado de los cables, la
conexión hacia los faros y el switch del circuito.
Un tipo de iluminación falla
Ahora analizaremos qué sucede cuando funciona un tipo de luz y el otro no, y
brindaremos una solución bastante práctica y que da muy buenos resultados. En
algunos coches sucede frecuentemente que funcione una luz, y que otra
simplemente no funcione (por ejemplo, en la luz larga y luz corta) por lo que el
problema generalmente es ligado a las bombillas. Obviamente, lo primero que
debemos hacer es comprobar los fusibles, tal como hemos explicado anteriormente,
caso contrario debemos echar un vistazo a las bombillas. Generalmente se emplean
bombillas de doble filamento, y es por ello que debemos verificar cuidadosamente
que uno de ellos pueda estar en corto mientras que el otro no.

Comprobar el estado de las conexiones

Por último, brindamos un consejo del cual es necesario prestar suma atención, y que
puede servirnos para tener un diagnóstico más elaborado. Para estos
procedimientos, obviamente, debemos contar con la protección necesaria y operar
con suma precaución así que si no tienes los conocimientos necesarios, es mejor
que dejes tu coche en manos de un profesional para que sea él quién lo revise.
Cuando los fusibles están en buen estado, y aun así los faros siguen sin funcionar,
existe un procedimiento que en un principio puede ser difícil de llevar a cabo, pero
con la costumbre será bastante fácil. En primer lugar, debemos conectar un cable
desde la conexión de tierra del faro hacia una parte del chasis que nos permita una
buena descarga a tierra (no debemos conectarla en partes pintadas o que sean
fácilmente visibles, para evitar daños estéticos innecesarios)
Parabrisas agrietado:
Te puede pasar en cualquier momento, tal vez una pequeña piedra o un golpe con
algun objeto metalico, y puede durar por meses sin que le prestes mayor atención.
Cuando ocurra esta fisura, arreglala de inmediato o te pondrás en riesgo a ti mismo y
a tus pasajeros.

El parabrisas es de todas las lunas del coche la que más se rompe, seguido por
las lunas laterales y las traseras. Esto puede responder a diferentes causas que se
incluyen en tres grandes bloques: impactos recibidos durante la circulación del
vehículo, desperfectos ocasionados por la climatología o actos vandálicos.
Pero de entre todas las que hay, se pueden identificar 4 causas principales y
recurrentes:

1. Impacto de gravilla. Es la causa del 80% de roturas de parabrisas y puede


provocar la disminución de la resistencia de la luna en un 70%. Si crees que
esa ha sido la causa de que se te haya roto tu parabrisas, no te preocupes, la
mayor parte de las grietas producidas por este tipo de impacto se pueden
reparar.
2. Caída de una rama u otro objeto. Ten cuidado en donde estacionas el coche
ya que este puede sufrir daños inesperados.
3. Deterioro espontáneo. También puede pasar que tu parabrisas haya recibido
con anterioridad un leve impacto que no has visto en su momento, o que se
haya producido un shock térmico. Es decir, una gran diferencia entre la
temperatura del interior y el exterior del vehículo. Por otro lado, ten en cuenta
que un defecto de fabricación de tu coche también puede provocar este
deterioro espontáneo y una posterior rotura del parabrisas.
4. Vandalismo. Esta causa es inevitable, lo sabemos, pero el hecho que tu
coche hay sufrido un intento de robo u otro acto vandálico también puede
poner en riesgo a tu parabrisas.
¿Cómo debo reparar el parabrisas
Normalmente todos los kits incluyen lo necesario, pues se trata de una inyección de
resina transparente, cuyas propiedades y consistencia resultan especiales para
rellenar el espacio que se forma en el vidrio al estrellarse.
Una vez que hayas inyectado la resina, se cura o endurece mediante la exposición a
luz ultravioleta de 365 NM (Newton Metro) de longitud de onda. Esta herramienta
puede no venir con los demás instrumentos de un kit básico, pero puedes
conseguirlo en un supermercado y la caja puede indicarte esta opción.
De esta manera el cristal recupera su fuerza estructural, y hasta un 90% de su
calidad y/o transparencia. Con esto puedes reparar el cristal estrellado y grietas
de hasta 60 cm, pero esto ya debe ser en un establecimiento especializado.

Rasguños en la pintura y abolladuras menores: Aunque es un problema


que no afecta la funcionalidad del vehículo si puede llegar a quitarte el sueño. No hay
nada más molesto que ver un rayon en la pintura de tu carro o incluso un golpe del
cual no te hayas dado cuenta antes. En ocasiones se puede resolver este problema
con algunos trucos o incluso con alguna reparación menor.

• Cuidar la pintura de la carrocería es fundamental para dar una imagen


impecable de nuestro vehículo. Aplicar cera al menos una vez cada seis meses nos
va a ayudar a proteger mejor la pintura de insectos, del agua, del sol y sobre todo de
los excrementos de paloma. Con estos últimos hay que actuar rápidamente, ya que
responden como un ácido corrosivo sobre la pintura y cuanto más lo dejemos que se
solidifique peor lo quitaremos. Conviene mojarlos abundantemente para que se
ablanden antes de retirarlos; de lo contrario podemos arrancar hasta trozos de
esmalte. Las toallitas húmedas de bebé son mágicas con estos problemas, pero
primero hay que probarlas en un sitio disimulado, ya que algunas pueden resultar
demasiado abrasivas con la pintura.
• Retocar con rotulador o con un botecito de pintura del color de tu coche es
una buena práctica. Suelen encontrarse en tiendas de recambios, tanto físicas como
en Internet. Basta con que indiquemos la numeración de nuestra pintura. Gracias a
ellos podremos quitar o disimular cualquier pequeño rayón que aparezca.
Eso sí, debemos tener cuidado con la forma de aplicarlo para no dejar grumos con la
pintura o demasiadas marcas al pasar muchas veces el rotulador. También hay kits
de reparación de arañazos que funcionan muy bien. Estos disuelven la pintura de
alrededor de la raspadura permitiendo extenderla posteriormente sobre esta.

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