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3. PROCESO PENAL

El derecho es creación cultural, social y política; somos las personas las que
transformamos en normas las conductas humanas permitidas y las prohibidas. La
potestad de permitir y prohibir, no es facultad de todos los seres humanos, constituye
un patrimonio reservado solamente, a aquellos que tienen el poder de definir lo
permitido y lo prohibido, de amenazar con una sanción lo vedado y de ejecutar en
definitiva esas sanciones plasmadas en leyes abstractas

a) Antecedentes históricos del proceso penal guatemalteco

El Código de Livingston, integrado por un conjunto de cinco cuerpos de Leyes, fue


elaborado en 1826 por Edward Livingston para aplicación en el Estado de Luisiana,
Estados Unidos de América, regula que los valores humanos son superiores a la
propiedad, lo relativo a la prevención del delito como meta de la justicia y que la pena
debe ser rehabilitadora; introdujo el sistema acusatorio, oral y público, se construyeron
cárceles en condiciones humanas.

El 1 de enero de 1837 Mariano Gálvez lo incorporó a la legislación guatemalteca,


no fue posible aplicarlo porque Gálvez fue derrocado y debido al atraso cultural,
idiosincrasia y analfabetismo de la población, en junio de ese mismo año hubo
sublevación que exigía que se aboliera el código. Posteriormente en 1877 fue
aprobado el Decreto 192; en enero de 1898 el presidente José María Reyna Barrios,
aprobó el Código de Procedimientos Penales, por medio del Decreto número 551, que
tenía gran influencia de la ley de Enjuiciamiento Criminal española, fue emitido
tomando como base la brevedad, la publicidad y la instancia única, esta ley estuvo
vigente hasta el año 1973 cuando se aprobó el Decreto 52-73 Código Procesal Penal,
éste tomó partes del enjuiciamiento español, especialmente lo relativo a la instrucción
y optó por un procedimiento escrito, el expediente era sumario, en su momento se
otorgaba audiencia por tres días al Ministerio Público y a las partes procesales para
que formalizaran la acusación, era un proceso penal mixto con tendencia inquisitiva.
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Nos encontramos en tiempos de reflexión acerca del proceso penal, de su eficacia


como instrumento de política criminal, para decidir si es capaz de dar una respuesta
cumplida, ágil y eficiente cuando se comete un ilícito que trasciende las relaciones de
los sujetos implicados y si se le puede imponer al responsable la oportuna sanción y
ésta es efectiva, puesto que su conducta afecta a los bienes jurídicos más preciados
por la sociedad. Los jueces tienen el deber de pronunciar la decisión en los plazos que
la ley establece; de otra manera, incurren en denegación de justicia o retardo de
justicia, comportamiento que puede llegar a constituir un hecho punible

3.1. LA PRETENSION PUNITIVA DEL ESTADO

El derecho a la imposición de penas criminales es exclusivamente del Estado,


sólo el Estado (por el poder judicial) tiene la legitimidad, la soberanía y el imperio
necesario para castigar penalmente los hechos punibles que son tipificados en el
Código Penal. El objeto del proceso penal es la pretensión punitiva del Estado;
utilizamos el proceso penal con la única finalidad de que se declare la existencia del
derecho del Estado a la imposición de la pena criminal.

El titular del derecho de penar es el Estado, el juez sólo puede ejercer su derecho al
dictar la sentencia, imponiendo la pena, luego de la celebración del juicio en el debido
proceso, en nuestra ordenamiento jurídico los procesos penales se pueden iniciar de
oficio y por terceros distintos al Estado-Juez, los inician quienes estén legitimados
para poner en marcha el proceso penal, ejerciendo el derecho de exigir al Estado que
imponga las penas, acusando a alguien de la comisión de hechos punibles.

3.1.1 Objeto del proceso

La pretensión acusatoria no es de ninguna manera, el objeto del proceso penal,


ni es parte integrante del mismo, es sólo un antecedente lógico y necesario para su
configuración; sin acusación no hay juicio penal, el proceso penal no ha sido creado
para reconocer o no la pretensión acusatoria, sino para conocer del hecho ilícito
cometido e imponer las sanciones que correspondan.
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El principio acusatorio establece que no pueda iniciarse y proseguirse el


proceso penal sin que alguien distinto al Juez, acuse a un tercero de la comisión de
hechos punibles y mantenga la acusación a lo largo del proceso, facultad otorgada al
Ministerio Público.

Ese mismo principio obliga a que el órgano judicial enjuicie a las personas, por
los hechos cometidos y acusados, de manera que tiene que haber una perfecta
correlación entre acusación y sentencia, en el sentido de que la sentencia debe
contener los hechos de la acusación.

De aquí la necesidad de tener claros los elementos identificadores del objeto


del proceso, que no permite procesos sin acusación, sino juicios fuera de la acusación
y evitará juzgar dos veces por los mismo hechos

Se acusa de la comisión de hechos punibles para que el Estado imponga las


penas correspondientes y se castiguen penalmente los hechos o conductas punibles,
la identificación del objeto del proceso se tiene que hacer necesariamente tomando en
consideración hechos acusados y las personas acusadas. Por eso podemos decir, en
principio, que existe identificación entre dos objetos procesales cuando existe
correlación en el sujeto pasivo de la persecución y en los hechos ilícitos cometidos.

3.1.2 Teoría del origen del proceso penal

La estructura del proceso penal de cada país configura una muestra de la


política criminal de cada Estado, toda vez que el sistema penal de las naciones se
construye sobre la base admitida de mecanismos selectivos de criminalización y recae
casi siempre sobre los sectores más vulnerables de las sociedades. Esta selectividad,
obedece a aparentes exigencias legislativas tendientes a concebir y representar la
tarea del Estado, frente a la aparición o ampliación de distintas formas de criminalidad.

El proceso Penal ha sufrido variaciones, dependiendo de la cultura o país en donde se


aplica, lo que ha hecho necesario la creación de diversidad de sanciones y el
enjuiciamiento de las personas que se colocan al margen de la ley; se mencionan los
sistemas de justicia que han sido importantes para el sistema procesal guatemalteco:
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a) Proceso Penal griego

En el derecho griego, el Rey, el Consejo de Ancianos y la Asamblea del Pueblo,


llevaban a cabo juicios orales públicos para sancionar a quienes ejecutaban actos
contra los usos y costumbres en los delitos públicos. El ofendido o cualquier
ciudadano, presentaban y sostenía acusación ante la autoridad, cuando no se trataba
de delitos privados, se convocaba al Tribunal del Superior (Areópago), al de los
Ephetas y al de los jueces (heliastas). El acusado se defendía a sí mismo, aunque en
ciertas ocasiones le auxiliaban algunas personas.

b) Proceso Penal romano

El proceso romano es considerado un modelo insuperable. Los romanos adoptaron las


instituciones del derecho griego y con el tiempo las transformaron, imprimiéndole
características peculiares que más tarde se emplearían a manera de molde clásico,
para establecer el moderno derecho.

En los asuntos criminales, la actividad del Estado se manifestaba en el proceso penal


público y en el privado. En el proceso privado, el Estado era una especie de árbitro,
que escuchaba a las partes y resolvía el caso.

Este tipo de proceso cayó en descrédito, por lo que se adoptó el proceso penal público,
llamado así porque el Estado sólo intervenía en aquellos delitos que constituían una
amenaza para el orden y la integridad política. El proceso público revestía dos formas
fundamentales: la cognitio que era realizada por los órganos del Estado y la accusatio,
que en ocasiones estaba a cargo de algún ciudadano.

La Cognitio, era considerada la forma más antigua, en la cual el Estado ordenaba las
investigaciones pertinentes para conocer la verdad de los hechos, no se tomaba en
consideración al procesado, porque solamente se le daba injerencia después de que
se había pronunciado el fallo.

La accusatio surgió en el último siglo de la República y evolucionó las formas


anteriores; durante su vigencia, la averiguación y el ejercicio de la acción se
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encomendó a un accusator representante de la sociedad, cuyas funciones no eran


propiamente oficiales; la declaración del derecho era competencia de los comicios, de
las gestiones y de un magistrado.

c) Proceso Penal canónico

La Iglesia construye un tipo especial de proceso, primeramente se basaba en los


elementos básicos del proceso romano y después adquiere características propias.
Fue la Iglesia quien construyó y fijó el tipo de proceso inquisitorio e introdujo los
principios, que llegaron a ser fundamentales, la inquisitio ex officio y de la
independencia del juez para la investigación de la verdad.

Se instituyeron los comisarios que eran los encargados de practicar las pesquisas,
para hacer saber al tribunal del Santo Oficio la conducta de los particulares, en relación
a las imposiciones de sanciones de la propia Iglesia. Cuando se reglamentó el
funcionamiento de la Inquisición Episcopal, le fue encomendada a las personas laicas
la pesquisa y la denuncia de los herejes, los actos y funciones procesales les fueron
atribuidos a los inquisidores.

d) Proceso penal moderno

El proceso penal se encuentra regulado por códigos especiales, de los cuales algunos
han ejercido en los otros una influencia decisiva y hasta les han servido de modelo. El
sistema penal tiende a uniformarse a través de la globalización y unitarias
formalidades, donde se identifican las señales que caracterizan a los elementos e
instrumentos nacionales e internacionales de punición. Las identidades en torno a las
estrategias punitivas de control, se involucran en el plano internacional como en las
instancias internas de control.

Son frecuentes las reformas a la ley penal, que implican siempre un endurecimiento
de las penas o la creación de nuevos tipos penales, dejan claro que en todos los casos
que, las iniciativas legales contribuyen a reproducir las relaciones de dominación
interna de una sociedad.
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Las reformas del proceso penal y las instituciones políticas, se encuentran unidas
históricamente y ello explica que, al surgir la Filosofía racionalista y manifestarse los
impulsos de libertad que tomaron cuerpo en la segunda mitad del siglo XVIII, surgieron
aspiraciones de reforma del proceso penal, que ya resultaba inadecuado a las nuevas
exigencias y a la tutela de los derechos humanos que fueron reivindicados.

3.1.3 Fines del proceso penal

El fin del proceso penal, se consigue mediante la declaración del derecho de


penar del Estado, reconociendo, la pretensión punitiva, igualmente, mediante la
ejecución de la sentencia de condena, de acuerdo con lo que se establece en las leyes
penales y en las leyes procesales. En consecuencia, en el proceso penal sólo existen
pretensiones declarativas de condena y pretensiones ejecutivas, sin olvidar las
pretensiones cautelares que existen y tienen sentido en función de la mejor
consecución y tutela de las anteriores pretensiones.

Con el proceso penal se pretende la preservación del ordenamiento jurídico,


declarar el derecho a la imposición de una sanción penal, en virtud de la comisión de
un hecho punible, ésta es, la manera de tutelar y preservar el Derecho Penal, es el
instrumento necesario para la aplicación del Derecho Penal, probablemente
representa el principal campo de tensión entre la exigencia ciudadana de seguridad y
el derecho a la libertad de quien se ve sometido al proceso.

Cuando alguien es llamado como imputado a un proceso aparece su libertad


seriamente amenazada, el valor político que representa la libertad o el conjunto de
derechos que conforman las libertades civiles, se ponen en riesgo, en razón de las
medidas cautelares que pueden adoptarse durante la sustanciación del proceso, como
por la definitiva imposición de sanciones en una eventual sentencia condenatoria.

Sirve para garantizar la seguridad pública, la seguridad en la pacífica


convivencia, la tranquilidad personal y el disfrute de las propias libertades, que
representa un valor de especial protección.
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El proceso penal funciona precisamente como el elemento de cierre de la lucha


contra la criminalidad y de las medidas de política criminal de diversa índole que deben
adoptar los poderes públicos. Es el único medio para imponer la sanción penal que
corresponda, atendiendo a la mejor represión de las conductas delictivas, sin
menoscabo al debido respeto de las libertades individuales y su administración se
atribuye al Poder Judicial.

En la percepción ciudadana el proceso penal sirve esencialmente como


respuesta a la delincuencia, sancionando con una pena las conductas que lo
merezcan. Pero no se agotan así los fines que el proceso penal debe cumplir, pues el
delito es, antes que infracción de la ley penal, o al mismo tiempo que eso,
manifestación de un conflicto jurídico que deriva de un acto ilícito, no autorizado por
el Derecho, que concierne a quien lo comete, y que también afecta a quien lo padece;
desde este punto de vista, el proceso penal ha de dar cumplida respuesta y solución
a este conflicto de doble dimensión: entre delincuente y la sociedad y el que surge
ente el agresor y el agredido. Uno de los postulados que inspiran el derecho penal,
es que se cumpla la ley en general, para la prevención del delito.

El artículo 5 del Código Procesal Penal, contempla los fines del proceso penal y
son:

a) La averiguación de un hecho señalado como delito o falta

De conformidad con el principio de legalidad “nullum cirmen, sine lege”, la ley penal es
la única que establece cuáles son los tipos penales (delitos y faltas), por lo que, al
producirse el ilícito, es el Ministerio Público, el ente encargado de la persecución penal,
el que debe iniciar con la investigación correspondiente, con el objeto de:

 Determinar si existe o no un hecho delictivo establecido en la ley.

 Quiénes son los posibles responsables de este hecho.

 Si es precedente o no, iniciar proceso en contra de las personas que resulten


responsables.
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EL orden descrito, debe ser riguroso ya que si el hecho no reviste las características
de delito, no debe haber persecución penal, no importa quién realizó el hecho, porque
de conformidad con la Constitución Política de la República de Guatemala, “Toda
persona tiene derecho de hacer lo que la ley no prohíbe”.

b) El establecimiento de la posible participación del sindicado

Con relación a las personas que probablemente participaron en la comisión del hecho
delictivo, lo primordial es que al momento de iniciarse proceso penal, se dirija en contra
de una persona individualizada; de nada serviría llevar a cabo todas las etapas del
proceso si no se ha determinado a la persona que ha cometido el hecho punible y la
posible participación en el mismo. Debe respetarse la norma constitucional: “nadie
puede ser privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en juicio,
ante juez o tribunal competente”, de donde deviene la imperativa necesidad de
individualizar a la persona que puede ser responsable de la comisión del ilícito, para
no violar las normas constitucionales.

La importancia del proceso penal, se debe al principio de justicia que rige todos los
ordenamientos jurídicos y de las circunstancias en que se comete un delito, depende
su tipificación (robo, hurto, robo agravado, etc.), para la individualización de las
atenuantes o agravantes que se conjugaron al momento de la comisión, que son de
vital importancia, para obtener una sentencia justa. Quien haya cometido el delito de
homicidio y se encuentre culpable, debe cumplir la condena respectiva; sin embargo,
quien haya dado muerte a una persona en ejercicio de la legítima defensa, debe ser
exonerado de la responsabilidad penal, a pesar que en ambos casos se tenga a una
persona fallecida.

Uno de los valores más sagrados después de la vida humana, es la libertad de las
personas. El legislador plasmó garantías en la Constitución y en el Código Penal como
la presunción de inocencia, el favor libertatis y favor rei, para la protección de las
personas que se encuentran sometidas a investigación por la imputación de comisión
de un hecho delictivo, en donde interviene el Estado como ente acusador. La
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presunción de inocencia es una garantía constitucional, que debe ser quebrantada por
la comprobación de culpabilidad, después de haberse agotado el debido proceso.

c) El pronunciamiento de la sentencia

La finalidad del proceso penal no es “el pronunciamiento de la sentencia condenatoria”,


sino el pronunciamiento de la sentencia respectiva; la justicia busca darle a cada quien
lo que merece, por lo tanto, para alcanzar la justicia no es necesario alcanzar la
condena, ya que no todas las personas que se encuentran sometidas a proceso penal
son culpables, ni todas las personas que están libres son inocentes, en caso contrario,
estaríamos ante una falacia de la ley.

Dictar la sentencia correspondiente es el fin primordial del proceso penal, porque se


dicta después de haber agotado todas las fases del procedimiento preestablecido, de
donde deriva la certeza de la responsabilidad o participación de la persona acusada y
se dicta el fallo de condena; cuando no se ha quebrantado la presunción de inocencia,
se dicta el fallo absolutorio.

El juez o tribunal que conoce la causa declara:

 Si el hecho investigado reviste la característica de delito o falta.


 Las circunstancias en que el mismo fue cometido.
 La declaración de la participación o no del sindicado, declara la
culpabilidad o no culpabilidad.
d) La ejecución de la sentencia

La sentencia por sí misma, a pesar de la importancia que reviste (cuando ha sido


declarada la culpabilidad), carece de eficacia jurídica si no existe un órgano que le dé
cumplimiento a lo resuelto, es el ejecutor el que velará porque los plazos de la prisión
si procede, no excedan o se utilicen como forma de infringir un daño al penado; razón
por la que es necesario un ente controlador de ejecución de la pena.

e) Derecho a la tutela judicial efectiva


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Es el derecho que tiene toda persona de acudir a los órganos jurisdiccionales, para
que se obtenga una decisión fundada en derecho, observando las garantías
constitucionales sobre sus pretensiones.

La tutela judicial efectiva, ordena la imparcialidad del juez, la celeridad procesal,


expulsa la indefensión y prescribe el cumplimiento de los fallos judiciales, sin los cuales
no habría efectividad en la administración de justicia. Impone al legislador la creación
de normas jurídicas justas y proporcionadas para la población a la que se dirige; en
la elaboración de leyes debe ser lo suficientemente prudente, en torno a la regulación
de los procedimientos y al establecimiento de las exigencias procesales, haciendo
previsiones normativas que permitan salvar deficiencias puramente formales

La posibilidad de ocurrir a la jurisdicción, es para obtener una resolución judicial


motivada en derecho sobre el asunto planteado, que puede ser favorable o adversa;
al juez le corresponde controlar adecuadamente el respeto de las formalidades del
proceso, sin excesivos rigorismos y formalismos agotadores que conduzcan al
atropello, que atenten contra la esencia del derecho que se alega.

El derecho a la tutela judicial efectiva comprende además, el derecho al debido


proceso, en cuanto a las prevenciones básicas que permiten la efectividad de la
justicia.

f) División de los fines del proceso penal:


a) Fines Generales: Son los que coinciden con los del derecho penal, en cuanto
tienden a la defensa social, la lucha contra la delincuencia, la búsqueda de la
aplicación de la ley a cada caso concreto, mediante la investigación de un hecho
considerado por la ley como delito y la determinación de responsabilidad del
sujeto activo.

Los fines generales pueden ser:

 Mediatos: se persigue la prevención y represión del delito.


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 Inmediatos: Investigar si se ha cometido un delito, por la persona a quien


se le imputa la comisión de una acción antijurídica, el grado de participación,
la responsabilidad, la determinación de la pena a imponer y su ejecución.

b) Fines específicos: Pretenden la ordenación y el desenvolvimiento del proceso


y coinciden con la investigación objetiva, realizada por el ente facultado
legalmente para el esclarecimiento de la verdad material e histórica, es decir, el
proceso penal pretende el castigo de los culpables y la absolución del inocente.

Los fines específicos pueden ser:

 La ordenación y desenvolvimiento del proceso


 El establecimiento de la verdad histórica o material
 La individualización de la persona del sujeto activo.

C. Elementos esenciales en todo proceso

 El derecho cuestionado.

 Las partes.

 La ley o procedimiento conforme a los cuales se inicia la causa.

 El tribunal o juez que conoce y resolverá el proceso.

3.1.4. Decisiones judiciales

Las decisiones judiciales consisten en las resoluciones o que los juzgadores dictan, en
las resoluciones judiciales como los autos y las sentencias se les exige la
fundamentación. Expresar el fundamento de una decisión equivale a explicar y
fundamentar las razones tanto de hecho como de derecho en relación a la decisión a
la solución dada al caso planteado. Consiste en expresar con con claridad los motivos
por los que el juez o cada uno de los jueces, tuvieron para votar el dispositivo concreto
en el que culminó la decisión, como garantía de que se han estudiado y analizado
todos los argumentos de las partes intervinientes en el procesal penal.
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a) Plazos

Se refiere a los tiempos dentro de los cuales debe cumplirse o realizarse el acto de
pedir y decidir, tiempos dentro de los cuales se debe pronunciar la decisión judicial.
Sin embargo, los plazos no siempre están establecidos en medidas temporales, sino
que, tienen como referencia actos anteriores que fijan el momento a partir del cual
comienza el deber de decidir o resolver.

b) omisión y consecuencia

El incumplimiento de dictar los fallos dentro de los plazos legales se traduce en la mora
en pronunciar la decisión judicial en el momento o en el plazo por ellas previsto, el
interesado por el cumplimento de ese deber tiene el derecho a accionar a través de
los recursos legales pertinentes.

c) Queja por retardo de administración de justicia

Procede ante el retardo en dictar la resolución y constituye una advertencia al infractor


mediante la imposición de un nuevo plazo para que cumpla con su deber. Lo natural
sería el emplazamiento al moroso para que pronuncie la decisión o emitir su voto, bajo
amenaza de denuncia penal y/o de denuncia ante el organismo competente para
establecer su responsabilidad institucional y eventualmente, la sanción o la cesantía
que podrá corresponder.

d) Formalidad de las decisiones

d.1. Oralidad y Escritura

Cuando se refiere a resoluciones judiciales o actos procesales en general, el


pasado inquisitivo, todavía presente en nuestras leyes procesales penales en
un porcentaje apreciable nos conduce rápidamente al acta.

En el transcurso del procedimiento penal actual, las audiencias, el debate y en


la mayoría de trámites, las resoluciones son emitidas de forma oral por el
presidente del tribunal, si se trata de atribuciones propias de él, o bien por el
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tribunal en conjunto, cuando se trata de las atribuciones de un tribunal


colegiado.

El acta de debate determinará el día del comienzo y el cierre de la audiencia,


es donde se inicia el plazo para resolver. Las decisiones judiciales que se
pronuncian oralmente son menos formales pero presentan también ciertas
exigencias, debiéndolas entender perfectamente las partes. El uso del
castellano – idioma nacional- es una de las exigencias que alcanza también a
las decisiones judiciales pronunciadas oralmente y la firma del juez o de los
jueces.

e) Perfeccionamiento de la decisión judicial (notificaciones)

Las decisiones judiciales no están completas mientras ellas no hayan sido notificadas
a las partes o a quienes tengan derecho a conocerlas hecho que las perfecciona, se
concreta con el pronunciamiento oral o por lectura, para las decisiones que son
tomadas en el debate, o emitidas como sentencia, después de finalizado el juicio
público o privado, por notificación. La decisión judicial queda firme y ejecutoriada en
ese momento es recurrible.

f) Cases de decisiones

Sentencias: son las que resuelven el proceso principal y ponen fin al procedimiento
penal, requieren y conservan la forma escrita, son redactadas previo al
pronunciamiento por lectura, cumplen con todas las condiciones del acto escrito y
son suscritas por sus otorgantes (jueces o Juez)

Decretos: Son decisiones de trámite, que indican el avance del proceso penal.

Autos: son escritos y sin ser sentencia resuelven el fondo del procedimiento,
requieren la expresión de la fundamentación o motivación como explicación
racional de los medios que conducen a dictar la resolución.
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3.2. NATURALEZA JURÍDICA DEL PROCESO PENAL

Han existido dos corrientes contrapuestas con relación a la naturaleza del


proceso penal: derecho privado y derecho púbico.

3.2.1 Derecho privado

Los postuladores de esta corriente creen que el proceso es una institución integrada
dentro del Derecho privado; actualmente no se puede mantener esta tesis, debido al
monopolio estatal sobre la aplicación del derecho penal, que impide considerar al
proceso como algo propio del ámbito privado. Algunos doctrinarios lo consideran como
un contrato, como el acuerdo de voluntad de las partes, en virtud del cual, deciden
someterse a la decisión de un juez. Por tanto, la jurisdicción es asimilada a una especie
de convenio arbitral de las partes, denominado litis contestatio. (fase de instrucción del
proceso en la que se manifiesta la reclamación del demandante y la oposición del
demandado) tiene que ver más con el arbitraje que con la jurisdicción y es totalmente
inadmisible en cuanto al proceso penal, en el cual no es necesaria la voluntad del
procesado de someterse a la decisión del juez, quien dicta sentencia en virtud de su
potestad y no por compromiso o contrato alguno.

3.2.2 Derecho público

El proceso tiene una función de carácter público y los fines que persigue son de
carácter público, las teorías que lo sustentan son las del derecho público. Dado el
carácter público del fin que persigue, no es posible que por un acto unipersonal se
pueda revocar o suspender y la acción que está encomendada al Estado. Los autores
creen que el proceso no puede explicarse a través de las relaciones jurídico-privadas,
por ello acuden al derecho público.

3.2.3 Teoría de la Relación Jurídica

Su principal propulsor fue Hegel, quien en su libro: “Filosofía del Derecho” hizo
la primera referencia al proceso como una relación jurídica. Más tarde los autores
alemanes Oscar Von Bulow, Kohler, Watch, Stein, desarrollaron el proceso como una
relación jurídica y fundaron en tal concepción, la moderna ciencia procesal. Mortara,
Chioveda, Calamandrei, son precursores de esa tesis, aplicada al proceso penal. Esta
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corriente parte del principio de que la ley es la fuente de las obligaciones y considera
que los derechos y los deberes que existen en el proceso, integran una relación
jurídica que se establecen entre los tres sujetos en el que actúan.

La ley regula la actividad del juez y de las partes y el fin de todos es su actuación.
Tal relación jurídica es autónoma, o sea, independiente de la relación jurídica material
y es de derecho público, ya que se ejerce la actividad jurisdiccional del Estado, las
parten en la relación jurídica procesal son varias.

Se persigue que el proceso penal, sea una relación jurídica que tenga como
objeto principal, obtener una sentencia justa, con autoridad de cosa juzgada y asegurar
su ejecución en el caso de que ésta sea condenatoria.

La crítica que se hace a esta teoría, se basa en que no existe acuerdo respecto
al momento en que inicia la relación jurídica procesal, ya que para algunos, la misma
inicia desde el momento en que comienza la relación procesal y para otras, hasta que
comienza el juicio propiamente dicho.

Compartimos la primera, porque para un sindicado, el ejercicio de las garantías


constitucionales, nacen desde el momento que es sindicado de cometer un delito y no
cuando se inicia el juicio.

Lo positivo de esta teoría es que las normas sustantivas no deben ser solamente
consideradas como sistemas de regulación de conducta, sino como un sistema de
relación de litis medidas. Alberto Binder, expone que en el proceso penal es
fundamental una relación jurídica, o sea relaciones entre personas (relaciones jurídicas
de poderes, derechos, obligaciones y facultades que surgen de la ley que producen
efectos jurídicos reconocidos por el ordenamiento jurídico).

3.2.4 Teoría de la Situación Jurídica

El Derecho Procesal es un derecho autónomo porque sus normas y sus


principios son independientes de las normas y principios del Derecho material; está
integrado por actos procesales formales con técnicas propias y está conformado por
sus propias instituciones.
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La situación jurídica es uno de los aspectos condicionantes básicos de la


existencia jurídica de los sujetos. Las situaciones jurídicas son las posiciones que
ocupa cada uno de los sujetos que intervienen en las diversas relaciones jurídicas
(imputado-victima).

Las modalidades que adquieren estas relaciones en el proceso penal, son las
que conforman las relaciones jurídico–procesales, que son la base del proceso penal.
Antes de que existan relaciones jurídicas lo que existen son situaciones o estados de
incertidumbre, en donde cada sujeto adquiere frente al proceso las respectivas
expectativas que le ocasionan sus derechos o facultades. La incertidumbre que
ocasiona el hecho se supera a través del proceso cuando se dicta la sentencia o
solución legal prevista en el ordenamiento jurídico para el efecto.

3.3 PROCESO, PROCEDIMIENTO Y JUICIO

Los términos juicio, proceso y procedimiento, son distintos pero en forma errónea se
les emplean como sinónimos, las diferencias son:

a) Proceso

El sentido etimológico de la palabra proceso, no en su significación jurídica, sino en su


simple acepción literal, equivale a avance, a la acción o efecto de avanzar, es decir,
una serie o sucesión de acaecimientos que modifican una determinada realidad.

No debe confundirse proceso con procedimiento, o utilizarse inadecuadamente, el


proceso es considerado como continente y el otro es el contenido, se explica cuando
la primera y segunda instancia constituye un solo proceso penal, de manera que el
procedimiento es parte del proceso. Dentro del proceso, queda comprendido el
procedimiento.

b) Procedimiento

Se define al procedimiento como secuencia o serie de actos, que se desenvuelven


progresivamente con el objeto de resolver, mediante un juicio, el conflicto sometido a
su decisión; serie ordenada de actos determinados por la ley y cumplidos por el órgano
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jurisdiccional, que se inician luego de producirse un hecho delictuoso y terminan con


una resolución.

Se pone en conocimiento de la autoridad competente, la denuncia de la comisión de


un delito, con lo cual se inicia el proceso penal, luego se aportan todas las pruebas
pertinentes para que el órgano jurisdiccional resuelva la situación jurídica del
procesado, otorgando medidas de seguridad, absolviendo o condenando.

El procedimiento también significa, las actuaciones tendientes a lograr una resolución


o sentencia del órgano jurisdiccional, a través de la aplicación de normas adjetivas
penales; utilizando la técnica jurídica, con una secuencia lógica de actos que se
desarrollan en el tiempo, de manera ordenada de acuerdo a las normas que lo regulan;
siendo en consecuencia, el conjunto de formalidades a que deben someterse los
sujetos procesales, las que varían dependiendo de la clase de procedimiento que se
trate. Trámite o rito específico dentro del proceso.

b.1) Características del procedimiento

 Sucesión de actos, significa que no es algo instantáneo sino alargado en el


tiempo.

 En los actos procesales interviene el juez y las partes.

 La actuación de las partes se encuentran sometidas a las normas procesales.

 Toda la actividad realizada en el procedimiento confluye en la resolución de la


controversia.

c) Juicio

Conocimiento, tramitación y fallo de una causa por el Juez o Tribunal. Controversia


que con arreglo a las leyes, se produce entre dos o más personas, que es llevada ante
un juez competente, que les pone término por medio de un fallo que aplica el Derecho
o impone una pena, según se trate de juicio civil o penal.

En materia penal, es la tercera fase que sintetiza el procedimiento, en donde se


define específicamente la situación jurídica del procesado, se desarrolla en forma
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pública, oral y contradictoria. El tribunal valora la prueba aportada por los distintos
sujetos procesales que intervinieron en el debate y emite su fallo.

Los doctrinarios afirman que, el juicio está en el proceso, pero que no es el proceso
en sí, por lo que es una fase de proceso que define al mismo, una vez diligenciado,
con las formalidades deberá de concluir en el otorgamiento de medidas de seguridad.

El juicio se inicia según el ordenamiento legal patrio, a partir del auto de apertura
del juicio que se encuentra regulado en el artículo 341 del Código Procesal Penal,
cuando formula la acusación por el Ministerio Público, al recibir el escrito el juez, señala
la fecha para la celebración de la audiencia y decide sobre la apertura a juicio, dentro
del cual se desarrolla el debate.

3.4 CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO PENAL

El proceso penal tiene las características siguientes:

a) Público: Porque regula las relaciones que se entablan entre el Estado y los
transgresores del ordenamiento penal, de esta manera, armoniza la acción
desarrollada por el Estado a través de los órganos jurisdiccionales con las
personas.

b) Interno: Debido a que sus disposiciones se dirigen a tutelar la conducta de una


determinada colectividad, es decir, para los individuos de un ámbito territorial
específicamente determinado.

c) Formal: por ser indispensable el Derecho Penal, se ha considerado material a la


creación de tipos penales, conjunto descriptivo de conductas que motivan la buena
convivencia, impone penas, la condición de no ofender, apercibimientos, multas y
otros. Para la aplicación de una pena o sanción, es necesaria la creación de un
conjunto de normas procesales, mediante las cuales se investigue la conducta
ilícita y se llegue a comprobar que se cometió un delito, determinar la persona que
lo realizó y que el órgano jurisdiccional competente mediante el procedimiento
oportuno, compruebe la culpabilidad e imponga la pena o sanción que corresponda.
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d) Adjetivo: Como contraste con la denominación del Derecho Penal sustantivo, es


adjetivo, debido a que tiene normas que regulan la utilización de los aparatos del
Estado que se aplican al procedimiento.

e) Accesorio: Porque se inicia hasta que se ha cometido el delito, para hacer posible
la pretensión punitiva y provocar la imposición de la pena prevista al caso concreto.

f) Sistemático: Comprende un conjunto de conocimientos de carácter jurídico-


procedimental, los cuales permiten en forma ordenada, entender su contenido y
extensión.

g) Instrumental: porque tiene como objeto la realización del Derecho Penal, mediante
el proceso penal, se materializa el Ius Puniendi del Estado, a través el Organismo
Judicial y del Ministerio Público que ejerce la función de persecución penal.

h) De imperativo cumplimiento: Debido que el derecho penal es vigente y obligatorio


para toda la población, lo dispuesto por el proceso penal debe cumplirse por las
partes a quienes se dirige la sanción impuesta.

3.5 RELACIÓN DEL PROCESO PENAL CON DIFERENTES CIENCIAS

a) Medicina Forense, la medicina legal, como conjunto de conocimientos médicos


y biológicos necesarios para la resolución de problemas que plantea el Derecho.
Además, proporciona conocimientos para el asesoramiento, perfeccionamiento
y evolución de las leyes y tiene un profundo compromiso con valores ético-
deontológicos, básicos del ejercicio profesional. También es el conocimiento de
leyes necesarias para el quehacer cotidiano del médico.

b) Psiquiatría Forense la medicina legal judicial, para satisfacer sus complejas y


múltiples actividades se vale de conocimientos patológicos, toxicológicos,
psiquiátricos, biológicos, criminológicos, sexológicos, así como los
correspondientes al derecho, jurisprudencia, sociología, etc. Utiliza métodos,
técnicas y medios muy variados de la Anatomía, de la Microscopia, de la Clínica,
20

de la Serología, de la Entomología, de las ciencias físicas y químicas, que


interesan al proceso penal.
c) La Psiquiatría Forense es un auxiliar muy frecuente y útil en el proceso, para
que el Juez resuelva el asunto motivo de discusión El juzgador el estudiar
detenidamente el informe de los psiquiatras forenses, dicta la sentencia lo más
justo y equitativo posible.
d) Psicología Forense La Psicología Forense, se ocupa de auxiliar al proceso de
administración de justicia; es una división de la psicología, aplicada a la
recolección, análisis y presentación de evidencia psicológica para propósitos
judiciales, incluye una comprensión de la lógica sustantiva y procesal del
Derecho en la jurisdicción pertinente, para realizar evaluaciones y análisis
psicológico-legales e interactuar apropiadamente con jueces, fiscales,
defensores y otros profesionales que intervienen en el proceso.

e) Criminología La criminología es una ciencia de carácter multidisciplinaria, que


se basa en la sociología, psicología y la antropología social, tomando para ello
el marco conceptual el Derecho Penal. La Criminología, estudia las causas del
crimen y preconiza los remedios del comportamiento antisocial del hombre. Las
áreas de investigación criminológicas, incluyen la incidencia y las formas de
crimen, así como sus causas y consecuencias. También reúnen las reacciones
sociales y las regulaciones gubernamentales respecto al crimen.

f) Criminalística. La Criminalística, es una ciencia auxiliar del Derecho Penal,


cuyo objetivo es el descubrimiento, explicación y prueba de los delitos, así como
la verificación de sus autores y víctimas. La criminalística se vale de los
conocimientos científicos y aplica diferentes procedimientos y técnicas de
investigación para reconstruir los hechos. Al conjunto de disciplinas auxiliares
que la componen, se denominan: ciencias forenses.

g) Grafotecnia. Se relaciona al manejo de escrituras, extendiéndose a la


identificación, cotejo y determinación de falsificaciones. Con la finalidad de
21

contar con todos los medios necesarios que le permitan desarrollar la tarea de
investigación de los delitos de estafa y otras Defraudaciones, en donde sea
indispensable estudiar los rasgos escriturales de una persona.

h) Antropología Forense. La Antropología Forense, se encarga de la


identificación de restos humanos (esqueletos), dado su amplia relación con la
biología y variabilidad del esqueleto humano. También puede determinar en el
caso de que se hayan dejado marcas sobre los huesos, las causas de la
muerte, trata de reconstruir la mecánica de los hechos y la mecánica de las
lesiones, conjuntamente con el arqueólogo forense, el criminalista de campo y
médico forense, así como aportar, de ser posible, elementos sobre la conducta
del victimario por medio de indicios dejados en el lugar de los hechos y el
tratamiento perimortem y posmortem dado a la víctima.

i) Dactiloscopia. Es la ciencia que se propone identificar a las personas por


medio de la impresión o reproducción física de los dibujos formados por las
crestas papilares en las yemas de los dedos de las manos; trata de la
identificación de la persona humana por medio de las impresiones digitales de
los diez dedos de las manos como cualidad que posee una persona que la
diferencia de todas las demás. Conjunto de caracteres por los cuales el
individuo define su personalidad propia y se distingue de sus semejantes.

3.8 PRIVATIZACIÓN DEL PROCESO PENAL

El conjunto de normas que conforman la justicia penal debe permitir un control


de la criminalidad que resulte socialmente asumible y al propio tiempo servir como
respuesta punitiva a esas conductas que aparecen como intolerables para el
conjunto de la sociedad.

El proceso penal es sin duda el instrumento último de la política pública de


seguridad, aunque naturalmente no es el único medio con que el Estado se dota
22

para garantizar la seguridad. Ni siquiera puede considerarse el más importante, se


debe diseñar junto con estrategias de medidas de política criminal de diversa
índole, tanto preventiva como represiva, que los poderes públicos han de adoptar.

La criminalidad presenta diferentes grados en la lesión de bienes jurídicos, de


manera que la respuesta represiva ha de diferenciarse y adecuarse a la gravedad
de cada delito, por lo que las penas deben guardar la oportuna proporción con la
entidad del bien que se protege con la lesión producida, con el modo en que la
infracción se ha cometido y con las circunstancias del responsable.

Se rechaza, por tanto la abolición del derecho penal como algunos sostienen,
considerando que actúa negativamente respecto del autor y no reporta beneficio
para la víctima y se rechaza la vuelta a una posición neoretriucionista, de creencia
ciega en la eficacia preventiva de la justicia penal y de que se sigue una relación
directa entre el sistema penal y la criminalidad, en virtud de la cual a medida que el
sistema consiga un mejor funcionamiento las infracciones delictivas van a
disminuir.

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