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Insaurralde, Maximiliano

Cátedra II Comisión 6

DERECHO ADMINISTRATIVO I

TRABAJO PRACTICO FALLO METALMECÁNICA

1.- En el año 1958 el Congreso dicta la ley 14.781 que estableció un régimen destinado a crear y
mantener el desarrollo de la prouccion industrial del país, por lo que faculto al Poder Ejecutivo a
tomar medidas tales como liberar o reducir derechos aduaneros, dar créditos preferenciales o
eximir de tributos, ente otros.

Por decreto 3693/59 fue incorporada la industria automotriz a este régimen, siendo la Secretaria
de Industria y Minería la encargada de extender los certificados de despacho a plaza conforme a
los planes de producción aprobados.

La automotriz Metalmecánica SACI se acoge a este régimen de promoción industrial, por


resolución 146/59 quedando aprobados sus planes de producción. Luego vio paralizada su
producción al no conseguir los certificados de despacho a plaza del material importado suficientes
para cumplir con la producción aprobada, tanto así que en el año 1962, por resolución 266/62 se
le suspenden los certificados por uno de sus modelos producidos - el Simca Ariane 1300 - como su
fabricación.

La paralización de las actividades culmino en el pedido de propia quiebra, promoviendo demanda


por indemnización de daños y perjuicios, llegando por recurso extraordinario de apelación a al
CSJN, quien confirma la sentencia respecto de la responsabilidad del Estado al entender que se la
relación entre el Estado y Metalmecánica constituyo un acto administrativo de estructura bilateral,
equiparándose a un contrato en su conformación y en sus efectos.

2.- De lo que surge del considerando 8°) del fallo en cuestión, la Corte menciona que el acto
administrativo en cuestión es posible de asemejarse a un contrato aunque se hallasen diferencias,
pero conforme a su postura no requiere que la equivalencia sea perfecta, solo basta con
comprobar que se esta ante una acción de daños y perjuicios que tiene su causa eficiente y
generadora en un acto jurídico bilateral y en el incumplimiento que se atribuye al estado. El acto
es de estructura bilateral dado que para su conformación requirió de la voluntad de la empresa
para acogerse al régimen de aprobación y del Estado para aprobar su acogimiento, surgiendo
obligaciones para ambos, del Estado de emitir los certificados correspondientes y de la empresa
de cumplir con el plan de producción aprobado.

Conforme a Gordillo, puede distinguirse la uni o bilateralidad tanto en la formación del acto (si
concurre a él la voluntad de un sólo sujeto de derecho, o la voluntad de más de un sujeto de
derecho) como en sus efectos (si el acto crea derechos y deberes para un sólo sujeto o para más
de uno), quedando demostrado en los hechos del fallo en cuestión la bilateralidad tanto en su
conformación como en sus efectos, siendo la postura adoptada por la corte, determinando la
existencia de la responsabilidad contractual.

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3.- Según Gordillo, que adopta una noción restringida del acto administrativo, dice que se trata de
un problema puramente terminológico, todo será cuestión de aclarar cual es el significado que se
le da a los términos, si se toma la noción de acto administrativo en sentido amplio corresponderá
aplicarle también ese nombre a los contratos y a los reglamentos; en cambio, si se emplea la
noción en sentido restringido no existirán actos administrativos bilaterales ni actos administrativos
de alcance general.

Definir como acto administrativo solo a una porción de los actos jurídicos realizados en ejercicio
de la función administrativa, no significa que los demás actos de estructura bilateral (contratos) y
de alcance general (reglamentos)no es que no sean administrativos es su sustancia, sino que se
hace la distinción tratando de establecer dentro del régimen jurídico de la función administrativa,
algunas diferencias específicas que no varían el régimen general sino que lo particularizan en
diversos sentidos. Así los contratos tienen un régimen jurídico específico claramente definido y los
reglamentos tienen también un régimen jurídico distinto.

4.- Gordillo, siguiendo la postura restringida define al acto administrativo como una declaración
unilateral realizada en ejercicio de la función administrativa apta para producir efectos jurídicos
individuales en forma inmediata.

Declaración porque comprende voluntad, conocimiento u opinión expresada a través de símbolos


inequívocos; Unilateral, excluyendo de esta manera a los bi o plurilaterales atendiendo a que
estos tienen un régimen jurídico propio; realizada en ejercicio de la función administrativa,
separándola del concepto de declaración de la Administración dado que tanto los jueces y el
Congreso también realizan función administrativa; apta para producir efectos, requiriendo que
tenga aptitud legal para producir el efecto de que se trate; jurídicos, es imprescindible que los
efectos sean jurídicos y no solo que provengan de la administración activa; individuales,
excluyendo a los actos generales, dado que estos tienen régimen jurídico propio; en forma
inmediata, los efectos jurídicos deben ser directos y no estar supeditados a la emanación de una
acto posterior.

5.- Marienhoff por su parte, adopta una noción amplia del acto administrativo, lo define como
“Toda declaración, disposición o decisión de la autoridad estatal, en ejercicio de sus propias
funciones administrativas, productora de efectos jurídicos.”

Al hablar de disposición quedan comprendidos tanto los actos individuales (decisiones) como los
actos generales (disposiciones) y tanto los unilaterales como los bilaterales. Declaración tiene un
significado genérico; implica la exteriorización de una voluntad; al referirse "De la Autoridad
Estatal en ejercicio de sus Propias Funciones Administrativas" queda así reconocida la
consideración sustancial, material u objetiva de la administración; y "Productora de Efectos
Jurídicos", queda claro que los efectos del acto trascienden de la esfera interna de la

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administración incidiendo en el ámbito jurídico del administrado, diferenciando al acto de la


Administración, cuyos efectos se agotan dentro de la propia administración.

5.- Siguiendo a Gordillo y a Linares puede afirmarse que los contratos administrativos no son
actos administrativos, dado que desde el punto de vista orgánico, el contrato administrativo no es
puramente estatal ya que los sujetos creadores son un órgano estatal y un sujeto no estatal, con
intereses contrapuestos, que constituyen, como circunstancia existencial antecedente y fuente,
una común declaración jurídica.

Es visible la diferencia entre el acto administrativo como acto principal estatal o al menos dictado
en ejercicio de funciones del Estado y el contrato administrativo como una declaración de
voluntad común a la cual concurre un sujeto de derecho ajeno al Estado y en ejercicio
generalmente de competencia privada. La capacidad y el consentimiento del particular como
elementos del acto, y los posibles vicios de la voluntad del particular como aspectos que
determinarán también la validez del contrato administrativo son también preponderantes y
marcan diferencia respecto del acto administrativo. También la responsabilidad del Estado es
diferente según ella sea contractual (contrato administrativo) o extracontractual (acto, hecho u
omisión administrativa, reglamento).

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