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I. LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
4) Los jueces alto-medievales (que procedían del 4) La justicia bajo medieval no admite otro juez que el
pueblo) no tenían preparación jurídica, y ante la propio monarca pero ante la imposibilidad de “dar
ausencia de normas tuvieron que crear derecho a audiencia” de forma continuada , fue preciso que
partir de la costumbre. delegase en oficiales y órganos que actuasen en su
nombre.
Así en Castilla, los jueces dictaban sentencias
(Fazañas) en virtud de su albedrío, dando lugar al
Juicio de albedrío, utilizando estas sentencias como
referente para juicios posteriores.
2
ESPAÑA CRISTIANA MEDIEVAL: INSTITUCIONES POLÍTICO-ADMINISTRATIVAS
LECCIÓN 31: JUSTICIA E IGLESIA
La Curia Regia: fue el organismo que, presidido por el Rey o por el conde en Cataluña, administró Justicia, (siendo públicas las deliberaciones) actuando:
2.
tanto en Primera Instancia como en apelación,
(i)
además de ser el único tribunal que podía intervenir en los pleitos entre nobles,
(ii)
En los delitos más graves
(iii)
Y en causas civiles importantes.
(iv)
Desde el S.XI la organización judicial se perfecciona en todos los reinos, iniciándose la tecnificación en la Administración de Justicia, y apareciendo:
3.
En la Curia Regia de Castilla y León: Los Jueces Palatinos (normalmente clérigos, que sólo se ocupaban de asuntos que directamente les atribuía el Rey)
(i)
En Aragón aparece: El Juez de Palacio.
(ii)
(iii) En Navarra: La Justicia de Curia.
(iv) Además, desde el siglo XII existen, en todas las ciudades y villas importantes un juez llamado iudex, iusticia, o alcalde, nombrado por el rey,
con jurisdicción sobre un territorio determinado, administraban justicia rodeados de una curia, o tribunal, aunque esta asamblea pronto desapareció.
▪
▪ Estos jueces suponen una evolución de los “jueces de prueba”, que estaban presentes en la asamblea vecinal o Tribunal condal, y cuya finalidad esencial
era dirigir la prueba y valorarla, a los efectos de la sentencia.
La jurisdicción ordinaria también era ejercida por los oficiales reales locales o territoriales y por las autoridades municipales.
(v)
Comentario de texto sobre "la Curia en la Cataluña condal y su actuación en el ámbito de la administración de justicia"“El juicio dado en la Curia, o dado por juez
4.
elegido por la Curia, debe ser siempre aceptado y ejecutado por todos, y nadie ose recusarlo. Ya que el que recusa el juicio de la Curia, falsea a la Curia, y el que
falsea la Curia daña al príncipe, y el que quiera dañar al príncipe sea castigado y condenado por siempre, él y su primogenitura; y es demencia o ignorancia querer
resistir y oponerse al saber y la ciencia de la Curia, donde hay príncipes, obispos, abades, condes, vizcondes, comitores, vasvasores, filósofos, sabios y jueces”.
Usatges, 80.
Cuando la vida local comenzó a tener mayor relieve y ante el desinterés de los habitantes por participar en la Asamblea, los Reyes nombraron jueces en las
6.
principales ciudades y villas, para sustituir a la Asamblea.
3
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LECCIÓN 31: JUSTICIA E IGLESIA
Los jueces de prueba también fueron sustituidos por unos alcaldes de carácter asesor, elegidos por los vecinos.
7.
Jueces y alcaldes pasan a ser los primeros responsables de la administración local de Justicia.
8.
Comentario de texto: «La electión fecha, e todos abenidos, e confirmada e otorgada de todo’el pueblo, iure el iuez sobre sancios Evangelios, que nin por amor
9.
de aparientes, ni por bienquerentia de fiios, ni por cobdicia de aver, ni por vengüença de persona, nin por ruego, nin por precio de amigos, nin de vezinos, nin
de estranos, que non quebrante fueron, nin dexe la carrera de la derechura e de la verdad. Otrossí, los alcaldes iuren esto mismo tras el iuez, ed’ende el
escribano notario, e el almutaçén e el sayón. Estos todos iuren en conçeio; e aun deven iurar que leales e fieles sean e que tenga fe e verdat al conçeio.»Fuero
de Sepúlveda, 178.
10. Comentario de texto sobre "jueces y alcaldes como responsables de la administración local de justicia"«e otro si que hayades Alcaldes, e Jurados, e
Prebostes, e Escribanos, e Sayón de buestros vecinos, e non de otro ninguno, e ante ellos que cumplades de fuero, e de derecho a todo home que bos lo
demandare; e las alzadas que las hayades para ante nos los Alcaldes de Bermeo, e dende para ante nos» (Carta puebla de Haro, dada por Juan Núñez, Señor
de Vizcaya, y su mujer, en el año 1348).
(ii) El monarca, al consolidar su poder, desarrolló una política centralizadora también en el terreno de la administración de justicia (entendida ya como
actividad encaminada a castigar conductas antijurídicas.
Se instituyeron unos órganos judiciales únicamente dependientes del rey, y se generó un aparato judicial preparado para aplicar un Derecho
(iii)
cada vez más tecnificado.
La antigua Curia se reorganiza para ir tomando la configuración de un Tribunal permanente, formado por jueces y presidido, en principio, por
(iv)
el propio monarca,
y donde el “Adelantador Mayor de la Corte”, en calidad de “sobrejuez” va a encargarse de sustituir al monarca en los casos en que esté
▪
ausente, además de presidir el Tribunal y entender de las apelaciones o “alzadas”.
Aparecen también los “alcaldes de corte” (residentes en ella) que sustituyen a los jueces de la curia,
▪
y el “Justicia Mayor de la Corte”, entre cuyas competencias estaba juzgar a los que pertenecían a la Casa del Rey.
▪
Por su parte, en las ciudades y villas:
(v)
los encargados de la administración de justicia fueron en un primer momento los “alcaldes de fuero”
▪
hasta que a mediados del siglo XIII, debido a la intervención del monarca en la vida municipal, se instituye la práctica de enviar “alcaldes de
▪
salario” (por cobrar un sueldo) y otros jueces (veedores o pesquisidores, y después los corregidores) que terminará con el tiempo desplazando
a estos alcaldes de fuero, e instituyendo a dichos delegados regios en los únicos con capacidad judicial.
Así mismo se irán creando unos cuadros de oficiales judiciales cada vez más complejos.
(vi)
La reorganización parte de la premisa de que la potestad jurisdiccional es propia del disfrute del monarca, de ahí que se instaure el concepto de
(ii)
“Justicia mayor” para referirse a la Justicia del Rey.
En dichas Cortes, Alfonso X organizó un tribunal de la Corte, (como órgano distinto de la Curia Regia) presidido por el monarca y compuesto por
(iii)
veintitrés jueces oficiales llamados “alcaldes de Corte”, que residían en ella y que actuaban en representación del monarca de ahí que:
Sus funciones vayan a ser potenciadas, y
1.
Además de entender, penalmente de los llamados “casos de Corte”, es decir, aquellas causas que por su naturaleza quedaban exclusivamente
2.
reservadas a la competencia del este tribunal: Tribunal de la Corte.
Estas veintitrés alcaldías, que se repartirían los asuntos de Castilla, León y Extremadura, fueron dotada con elementos auxiliares como escribanos,
(iv)
monteros, porteros, etc.
Ello provocó un desajuste ya que el derecho por el que se sustanciaban los procedimientos en las dos instancias (Real y municipal) era distinto, de ahí que
(ii)
en las Cortes de Zamora se distinga entre ”pleitos foreros” y “pleitos del Rey”.
(iii) Los “pleitos del Rey” comprenden los llamados “casos de Corte”, de los que no pueden tener conocimiento los jueces inferiores, sino que quedan
reservados al Rey y a sus jueces , y en cuya aplicación se utilizará el Derecho real.
(iv) Fueron así competencia exclusiva del tribunal de la Corte los siguientes supuestos:
Muerte segura (cometida a despecho de tregua o fianza).
1.
Muger forzada.
2.
Tregua quebrantada.
3.
Salvo quebrantado (ruptura de la fianza “de salvo” que se prestaba para aseguraba la no comisión de actos dañinos.
4.
Casa quemada, o incendio deliberado
5.
Camino quebrantado (en el sentido de la ruptura de la fidelidad entre caballeros)
6.
Y finalmente, el “riepto”, o desafío entre nobles, que el ofendido debía sustanciar ante ese tribunal.
7.
comentario de texto sobre "los pleitos del rey y los casos de Corte":“Defendemos que ninguno de los vecinos de nuestras Ciudades, Villas y
(vii)
Lugares pueda ser emplazado para ante los nuestros Alcaldes de la nuestra Corte: a lo menos que primeramente sean demandados ante los Alcaldes de su
fuero, y oídos, y vencidos por derecho y que no valan las nuestras cartas que en contrario desto sean dadas: salvo en aquellos casos que se deben librar
en la nuestra Corte, que son estos segun estilo antiguo, muerte segura, muger forzada, tregua quebrantada, casa quemada, camino quebrantado, traición,
aleve, riepto, pleito de biudas y huerfanos, y de personas miserables”. Ordenanzas Reales de Castilla, 3,
Este comentario de texto se encuentra resuelto en la práctica 82, página: 187.
Por su parte, los pleitos foreros serían todos los demás no incluidos en los casos de Corte, que debían ser resueltos en primera instancia por los
(viii)
jueces locales, y en apelación por el Tribunal de la corte, de acuerdo con el fuero de esa localidad en cuestión.
(ix) Y como jurisdicción intermedia se configuraría la de los adelantados y merinos, en cuanto jueces de apelación de las sentencias dadas por los jueces
locales, hasta que en el siglo XIV pierden sus funciones judiciales.
A lo largo de este siglo ese tribunal de la Corte (que posteriormente se llamaría “Audiencia”) fue reorganizado en varias ocasiones:
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LECCIÓN 31: JUSTICIA E IGLESIA
El Tribunal de la Corte no logró consolidar su actuación hasta su restauración por las Cortes de Valladolid de 1312, donde varió su composición ahora van a ser
(i)
12 los jueces establecidos) y las reuniones del Tribunal se van a reducir.
En las Cortes de Alcalá de 1385 parece figurar la Audiencia ya como un órgano específico, debido a la insistencia de los procuradores de las ciudades de un
(ii)
supremo tribunal de apelaciones con sede fija.
(iii) Enrique II reorganiza este Tribunal en las Cortes de Toro de 1371, estableciendo que en la Curia o Corte se constituyese una “Audiencia” en cuanto órgano
colegiado de jueces que debería tener carácter permanente pero itinerante: estaría compuesta por siete oidores que administraban justicia en Palacio o en la
Cancillería o Chancillería.
(iv) Ello produjo que se acentuara su vinculación e interdependencia respecto a otro organismo bien distinto: la Chancillería.
Entre ambas instituciones, se establecería una relación jerárquica de subordinación en favor de la Chancillería.
(v)
(vi) Aunque otro sector doctrinal (el profesor Villapalos) entiende que los orígenes de esta institución se remontan años atrás y que su nombre obedece:
▪ No sólo al hecho de “oír y escuchar pleitos”,
▪ Sino a la imitación del modelo romano-canónico de “Audientia episcopalis”.
(vii) El carácter de la Audiencia como órgano auxiliar de la Chancillería (no siempre bien reflejado) queda patente en detalles como los siguientes:
▪ Tanto los alcaldes de Corte como los escribanos cobraban sus “soldadas” en la Chancillería.
▪ Y las sentencias habían de ser autentificadas con el “sello de la poridad” (o del secreto) que se custodiaba en la Chancillería.
(viii) Establecimiento fijo y permanente de la Audiencia: Todo esto motivó que, pese a su condición de jueces reales, los alcaldes hubieran de dejar de
acompañar al rey en sus desplazamientos y se establecieran de manera fija y permanente allí donde el sello se encontraba, es decir en la Chancillería.
(ix) Confusión en los nombres: El tribunal del rey (la Audiencia) fue designado con demasiada frecuencia, (por ejemplo en los Cuadernos de Corte) como
Chancillería , ya que ambos nombres hacen referencia a un cuerpo colegiado de jueces, estable y dependiente del monarca.
(vi) Función esencial: A su cargo corría la verdadera tarea técnica de aplicación del Derecho, y en esta etapa solían ser licenciados en leyes.
Salas: La Audiencia se dividía en salas, con funciones a su servicio:
(vii)
La de hidalgos (para asuntos de nobles).
1.
La de Vizcaya (para problemas en este territorio), etc.
2.
Personal: Contaba con otros oficiales como secretarios, relatores, preceptores y alguaciles.
(viii)
(ix) “ El Procurador fiscal”: Con Juan I (Cortes de Briviesca de 1387) se crea la figura del “Procurador fiscal”, como encargado, de oficio, de las denuncias y de la
acusación.
Competencias:
(x)
Le correspondía la apelación, en materia civil y criminal, de los órganos jurisdiccionales inferiores,
1.
Y en primera instancia, los “casos de Corte”.
2.
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LECCIÓN 31: JUSTICIA E IGLESIA
(xi) Sede y salas: en 1489 se le concedió sede fija en Valladolid, encontrándose dividida en tres salas:
▪ Dos de ellas encargadas de los casos de Corte y de las suplicaciones civiles,
▪ pudiendo el Consejo avocar a su conocimiento tanto las causas civiles como criminales,
▪ siendo además el encargado de las “suplicaciones” de las sentencias de los demás jueces de las que constituía su última instancia.
▪ Ello significó que, desde ese momento, la Audiencia dejaba de ser la última instancia.
La Audiencia y Chancillería de Granada: Los mismos monarcas establecieron en 1494 otra Audiencia y Chancillería en Ciudad Real, que habría de ser trasladada
(ii)
a Granada en 1505 en virtud de un criterio de distribución geográfica que facilitara el acceso a esa función desde todos los puntos de la Península. a partir de
entonces:
La Audiencia de Valladolid atendería las alzadas de los pleitos procedentes del norte del río Tajo,
1.
Mientras que la de Granada se haría cargo de los del sur del Tajo.
2.
Las materias criminales quedaban reservadas al entendimiento de unos alcaldes de Corte específicos que reciben el nombre de “alcaldes del crimen”.
(ii)
Las Audiencias fueron el máximo tribunal de apelación de justicia del rey (aunque a partir de finales del siglo XIV se admitió la posibilidad de recurrir sus
(iii)
sentencias ante el monarca) hasta que esa competencia quedó absorbida por el Consejo Real de Castilla.
(…) pero es nuestra voluntad que si en alguna çiudad o villa o lugar delos nuestros regnos fuere dada sentençia contra alguna parte, e della fuere apelado para
(i)
antelos alcalles dela nuestra corte, e sy por los alcalles dela nuestra corte fuere aquella sentençia confirmada, e fuere apelado para antel alcalle delas alçadas,
e este alcalle confirmare la dicha sentençia e della fuere suplicado a los nuestros oydores, los cuales confirmaren la dicha sentençia e della fuere suplicado alos
nuestros oydores, los cuales confirmaren e aprobaren las sentençias quelos otros dieren, que non aya más apelación nin suplicaçion”. Ordenamiento de
Peticiones. Juan I en Cortes de Briviesca de 1387. (Cortes de los Antiguos Reinos de León y Castilla. Publicadas por la Real Academia de la Historia. 6 T. en 5
Vols. Madrid 1861-1884. T. II. pp.384). Comentario resuelto en la práctica 84. página: 192.
“Otrosí, es a saber, que aunque el Rey se haya ido del lugar donde estaba, si estuviese ahí su Chancillería, todo cuanto haga ahí la Chancillería es valido, bien
(ii)
así como lo son los contratos que se hacen estando el Rey en el lugar: y los Alcaldes mientras ahí estuviere la Chancillería pueden juzgar, aunque no esté ahí el
Rey”. Leyes del estilo, ley 197., Comentario resuelto en la práctica 83. página: 190.
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3. Juez de las suplicaciones: Actuaba en caso de súplica remitiendo al supremo juicio del monarca
la revisión de las sentencias dictadas por los jueces e incluso por el mismo monarca.
4. Juez de Vizcaya: Desde el reinado de Juan II, tras la incorporación a Castilla del Señorío de
Vizcaya, quedó estableció como órgano unipersonal el “juez de Vizcaya”, que dirimía las causas de
los vizcaínos, oyendo, asimismo, sus apelaciones.
5. Alcaldes de rastro:
i. En 1351 surgió un tipo de juez especial para entender de los pleitos habidos en la sede regia y
en el distrito circundante de cinco leguas (rastro del rey) llamado “alcalde del rastro”
ii. Su designación, en número de dos, resolvía la ausencia de alcaldes en el ámbito próximo al rey
cuando la Corte era itinerante, y la Chancillería (donde permanecían los alcaldes) se había
ubicado en un lugar fijo.
6. Los Justicias:
i. La vertiente material de la administración de justicia corría a cargo de los “justicias” que
auxiliaban a los alcaldes en su tarea, ejecutando las órdenes del Juez.
ii. El justicia era por tanto el encargado del mantenimiento del orden y de la ejecución de las
órdenes de juez.
iii. Así, por ejemplo, el justicia mayor de Castilla auxiliaba a los alcaldes mayores, pero el cargo
pronto desapareció.
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LECCIÓN 31: JUSTICIA E IGLESIA
2. El Justicia valenciano:
presenta una configuración local, frente al carácter nacional del Justicia de Aragón que a continuación veremos, pero ello no desmerece su importancia y ámbito de
(i)
actuación,
Similar al Justicia, que existió también en Cataluña, es el Corte, juez local real o señorial de carácter extraordinario:
(v)
nombrado por el rey de entre los vecinos,
▪
que actuó en Cataluña, Valencia y Mallorca, pero sólo en ciertas ciudades,
▪
actuando para toda la población, tanto en causas civiles como criminales
▪
Y asesorado por expertos y que gozaron de una cierta autonomía en determinados momentos.
▪
3. En Aragón:
la figura local es el zalmedina, aunque puede presentar similitudes funcionales con el justicia de otros territorios.
(i)
Aunque existió una cierta intervención de los concejos en la designación fue inevitable que los monarcas acudieran a la venta del cargo.
(ii)
(iii) En Aragón además, existió el sobrejuntero, que como órgano ejecutivo se encargó de la ejecución de las sentencias de los jueces y tribunales.
4. En Cataluña:
El veguer catalán, por su parte, procede de un antiguo agente del conde cuyo ámbito de actuación se amplió en el siglo XI y que conforma un sistema organizado del
(i)
territorio mediante el que el conde logra establecer el orden en el mismo.
En el siglo XIV absorberá la actuación del corte cuando el rey quiera anular su autonomía, bien sustituyéndole bien confundiendo ambas judicaturas.
(ii)
(iii) Frente a las otras figuras el veguer es más bien un juez de distrito, nombrado por el rey, al frente de la veguería:
▪ con jurisdicción en mero y mixto imperio, civil y criminal,
(iv) Por encima del veguer actuará un sobreveguer, que es una especie de lugarteniente que entenderá:
de las apelaciones de las sentencias de aquel,
1.
10
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LECCIÓN 31: JUSTICIA E IGLESIA
Por lo que respecta al bayle aunque es una figura económica, tendrá competencia jurisdiccional sobre:
(v)
De la misma manera que en Castilla el rey administraría justicia auxiliado por su Curia, al igual que los condes de Barcelona lo hicieron con la suya.
2.
Esta Curia se organizó como Tribunal de la Corte desde el siglo XIII administrando justicia con el rey De igual manera, en Cataluña el conde imparte
3.
justicia rodeado de boni homines.
Como ya señalamos, en el siglo XI aparecerán en el Tribunal en Aragón el juez de Palacio (iudex palatii).
4.
A partir del siglo XIII existió una Audiencia que actuaba como tribunal de la Corte en Aragón y Cataluña,
5.
1. Su origen:
En Aragón la figura del Justicia Mayor de Aragón representa un elemento esencial de la constitución política aragonesa.
▪
Ya vimos como en su origen el Justicia de la corte asesoraba al mayordomo en los administración de justicia, en cuanto experto en el a asesorar al rey como juez de
▪
palacio, encontrándose entre sus funciones la de señalar las pruebas de los litigios, pero sin jurisdicción propia.
▪ Deben pues descartarse las teorías acerca de un posible origen árabe de la figura como ha hecho la doctrina, pues su naturaleza es la de ser un juez de la corte
destacado.
▪ Su importancia crece a raíz de las Cortes de Ejea de 1265 y su papel se interpretó cada vez más ampliamente dentro del reino de Aragón, donde se le acabaría
considerando un personaje mítico y legendario -en la creencia de que siempre había existido este juez en Aragón-, intérprete de los fueros y juez de los contrafueros,
que podía incoar el proceso de reparo de agravios.
de juzgar los conflictos producidos entre el rey y la nobleza, y entre los propios nobles,
(i)
así como para defender, frente al poder real, las libertades aragonesas.
(ii)
Este es el inicio competencial del justicia, quien para actuar debía contar con el consejo de la Curia.
▪
(iii) cuando el monarca aceptó su jurisdicción en primera instancia de las causas de todo el Reino,
(iv) y fue consolidado como el encargado de las apelaciones de las sentencias de los jueces locales.
3. Nombramiento y pertenencia:
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Era pues nombrado de forma vitalicia por el rey, y aunque los ricoshombres intentaron que el nombramiento se hiciera con su consejo no lo lograron.
▪
Pero el rey de motu propio no podía deponerlo: ello favorecía doblemente a los nobles, pues:
▪
el justicia pertenecería a la baja nobleza con lo que no presumían grandes molestias procedentes del mismo,
(i)
mientras que el rey se encontraba con un nuevo elemento que perturbaba la romanización del derecho y consiguiente fortalecimiento del poder real, al
(ii)
contemplar de nuevo la aplicación por el justicia de los antiguos privilegios y costumbres.
4. Regulación de la figura:
▪ Tras el Privilegio de 1283 el Justicia pasa a ser una especie de presidente de las Cortes al encargarse de los pleitos que pasen a aquella y controlar la retirada o
embargo de las honores y de las mesnadas.
En uno de los Privilegio de la Unión de 1287 la nobleza aún lograría que sólo tras la emisión de una sentencia por el Justicia Mayor de Aragón, que además debía
▪
contar con la aprobación de la mayoría de las Cortes, pudieran los monarca proceder contra los nobles aragoneses pertenecientes a la Unión e imponerles penas de
muerte, mutilación o prisión.
▪ Sus competencias aumentaron cuando las Cortes de Zaragoza de 1348 le atribuyeron la facultad de interpretar el Derecho aragonés, lo que implicaba el deber ser
consultado por los jueces inferiores en casos de duda, y de comprobar la posible existencia de contra fuero.
Así logrará la institución del Justicia Mayor de Aragón una esfera de independencia limitada pero bien diferenciada de la del monarca, que le permitirá (por razones
▪
políticas más que jurídicas) ir asumiendo facultades de juez intermedio entre el rey y los súbditos cuando se den controversias entre ambos.
▪ Sus competencias se irán determinando a través de diferentes Cortes aragonesas que regularon el cargo, el personal auxiliar de que contaban, los procesos mediante
los que se juzgaban los contrafueros, los casos en los que debía intervenir, etc.
El Justicia Mayor actuaba auxiliado por dos lugartenientes, que él mismo nombraba al principio aunque en el siglo xv lo hicieron las Cortes, para
▪
los casos de ausencia o de vacancia del cargo.
Como personal auxiliar contaba con seis notarios y algunos «vergeros», encargados de la ejecución.
▪
▪ Pero él y sus auxiliares sólo podían ser controlados, removidos y juzgados por las Cortes mismas:
que nombraban cuatro inquisidores para entender de sus posibles irregularidades iniciando un juicio de responsabilidad,
⇨
⇨ aunque con el tiempo dicha facultad de control será asumida por una Comisión especial formada por diecisiete jueces elegidos por las
Cortes en sorteo y tres nombrados por el rey, que sentenciaría por mayoría de votos.
Con ello se garantiza que la figura estaba sujeto a responsabilidad por las actuaciones que realizase en el desempeño de su cargo.
▪
Pérez Prendes en su día analizó los llamados cinco procesos forales aragoneses, que constituyen el contenido fundamental de la actuación del
▪
Justicia Mayor de Aragón como juez de contrafuero.
▪ Esos procesos estuvieron en realidad dirigidos a configurar sentencias interlocutorias (es decir, únicamente resolutorias de las fases previas de
un proceso que preparan, ayudan y facilitan el cumplimiento de la justicia) que nada tenían que ver con la elaboración de la sentencia definitiva,
que correspondía al juez que juzgaba.
El proceso de manifestación, como acción encaminada por el Justicia a garantizar la integridad de los sujetos y de los bienes inmuebles
(vi)
involucrados en un proceso.
El proceso de aprehensión o defensa de una situación normalmente consistió en la custodia de bienes inmuebles- encaminada a
(vii)
mantener un orden determinado, en tanto el tema principal se resolvía.
El proceso de inventario o acto por el que el Justicia se ocupa de los bienes muebles involucrados en un proceso.
(viii)
(ix) El proceso de emparamiento, o embargo de aquellos bienes que pudieran resultar afectados con alguna responsabilidad y que el eventual
deudor pudiera tratar de separar dolosamente de su patrimonio para mantenerlos alejados del ámbito del acreedor.
Comentario de texto sobre: "el Justicia Mayor de Aragón"“Y así que por antigua, y loable costumbre del reino se ha introducido, que las personas
(i)
del Justicia de Aragón, lugartenientes, notarios principales y vegueres suyos, no pueden ni deben ser presos por oficial alguno del dicho reino por
ninguna causa, delito o razón. Ni los delitos de aquellos, cometidos como personas privadas, pueden ser conocidos sino por el señor rey, e por la
corte del dicho reino conjuntamente”. “Fueros del Reino de Aragón, libro I. Comentario resuelto en la página 85 del libro de comentarios, página:
194
Comentario de texto sobre "el Justicia Mayor de Aragón «Y también que en todas las causas que haya entre el Rey o sus sucesores y los
(ii)
Ricos-Hombres, Hidalgos e Infanzones, el Justicia de Aragón (que ha de ser caballero) juzgue con el consejo de los Ricos-hombres y los Caballeros
que haya en la Corte, siempre que no sean parte (en las causas que juzguen). En todas las demás causas que haya entre los Ricos-hombres,
Caballeros e Infanzones, juzgue el Justicia de Aragón con el consejo del propio Rey y con el consejo de los Ricos-hombres, Caballeros e Infanzones
que estén en la Corte en tanto que no sean parte». (Cortes de Egea de 1265. De SAVALL Y PENEN, Fueros, Observancias y Actos de Corte del Reino
de Aragón, Zaragoza, 1866, vol. I, trad.: Regina Mª PÉREZ MARCOS).
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El tribunal actuó de forma parecida a la del resto de los territorios y en el siglo XI, asistimos a un perfeccionamiento de la justicia que hace que
2.
aparezcan unos jueces específicos que reciben el nombre de justicia de Curia (iudices curiae).
Pronto accedieron a esta justicia los expertos en Derecho de forma que a fines del siglo XIV además de los ricos-hombres y caballeros, aparecen al frente
3.
de dicho Tribunal cuatro alcaldes de corte, cuatro notarios y personal auxiliar.
Existió una Cort general para los asuntos más graves, encargándose desde el siglo XV el Consejo Real de las apelaciones.
4.
En las villas la jurisdicción ordinaria inferior la detentaban los alcaldes municipales y sus sentencias podían ser apeladas ante los alcaldes mayores o de
5.
mercado, ubicados en las ciudades más importantes.
La figura del Procurador general era desempeñada por un eclesiástico que representaba los intereses del monarca y del reino.
6.
En virtud del mismo, los señores administraron justicia en sus territorios, justicia que tenía un marcado carácter privado.
2.
Pero no todos los señoríos gozaron de inmunidad jurisdiccional y sus facultades dependían de la amplitud de los privilegios concedidos por el monarca,
3.
además de que el rey se reservó:
el conocimiento de los delitos más graves y notorios -recuérdese los casos de Corte-,
(i)
así como las apelaciones
(ii)
(iii) y si existía negligencia en la administración de justicia, la justicia real estaba capacitada para intervenir.
La administración señorial de justicia la realizaban los señores en sus respectivos territorios igual que lo hacía el rey: rodeados de una asamblea de
4.
personas del señorío.
El fortalecimiento del régimen señorial propició que los señores pudieran nombrar jueces para los diversos núcleos de población que integraban sus
5.
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Así en Castilla, estuvo muy limitada por la actuación del rey,
(i)
mientras que en Aragón los señores llegaron a poseer el mero y mixto imperio -la totalidad de la jurisdicción civil y criminal-
(ii)
La organización de los municipios señoriales era similar a la de los municipios de realengo, con la diferencia de que en aquellos la elección de los cargos
7.
de la administración municipal jueces, alcaldes, jurados, etc.) era supervisada o directamente realizada por el señor.
«Ordenamos e mandamos que quando los vezinos e moradores enlos lugares delos sennorios se sintieren por agrauiados de alguna sentençia que
(i)
diese el alcalle, en aquel derecho otorga apellaçion, que apelle para ante su señor (…) e si dela sentençia del señor (…) se sintieren agrauiados, que
puedan apellar para ante nos o para ante los nuestros alcalles ».Ordenamiento de Cortes de Guadalajara, 1390. En Cortes de los Antiguos Reinos de
León y Castilla, publicadas por la Real Academia de la Historia, 6 T. en 5 Vols. Madrid 1861-1884. Tomo II, pp. 431.
«Yo Alfonso… mando y confirmo que dentro de estos términos arriba mencionados y escritos, ningún hombre, sea conde o príncipe, caballero,
(ii)
merino o sayón o clérigo, ni rústico ni aún mercader, se atreva a hacer cualquier prenda dentro de estos términos, ni a romperlos, ni a prendar
recua, a prendar o prender a mercader ni clérigo ni rústico ni peregrino ni monje ni mujer, por algún hecho punible o culpa u homicidio, dentro de
este coto… Mando también que si algún hombre entrare en el coto para hacer mal en él y allí le mataren, no paguen homicidio por ello; y si allí le
deshonraren, ningún mal reciban los que lo hicieren, ni paguen nada por la deshonra. Carta de confirmación del coto del monasterio de Silos
Comentario de texto sobre " LA INMUNIDAD”:«Yo, el citado rey Fernando y la reina Sancha: nos place y es nuestra voluntad que para remedio de
(iii)
nuestras almas hagamos a este santo lugar y a ti, el abad Pedro, y a todos los clérigos y consagrados a Dios que allí están, una escritura de
confirmación, de modo que en toda la tierra que en las escrituras de este monasterio están recogidas, tanto villas como mandaciones,
diligentísimamente con nuestra mente ordenamos, de modo que el que hiciere homicidio o rapto o no fuere al fonsado, no tenga licencia nuestro
vicario para inquietarlos, ni el conde ni el tiufado, ni ningún hombre en ningún tiempo tomarles pago por ello; sino que tanto el homicidio como el
rapto o la fonsadera o cualquier caloña que allí se produjere, corra por mano del vicario de este monasterio, y sean concedidas por nuestras almas»
(Carta de
«En el nombre de la santa e indivisible Trinidad, Otón, emperador augusto, a todos los fieles de la santa iglesia de Dios.El venerable Otkar, obispo
(iv)
de la ciudad de Spira, invocó nuestra clemencia, solicitándonos ordenáramos que la proyección de la inmunidad fuera conferida a la iglesia que él
dirige y que ha sido edificada en honor de la santa madre de Dios y siempre Virgen María.
Hemos accedido a su demanda. Ordenamos que ningún duque, ni conde, ni juez público investido de poder judicial, ni nadie, salvo el obispo y el
procurador de la “familia” de la iglesia dentro o fuera de sus muros, ose realizar un juicio público en virtud de nuestra orden y de nuestra concesión.
Y que en las iglesias, lugares, campos u otras posesiones que la mencionada iglesia detente actualmente a justo y razonable título, y en todo lo que
le haya concedido, cualesquiera sean los condados y territorios en donde estén ubicados, nadie, entre los fieles de la santa iglesia de Dios y los
nuestros, ose jamás penetrar en ninguna circunstancia, para administrar justicia, percibir multas, requerir albergue o provisiones, tomar ayudantes,
exigir censos o prestaciones ilícitas, obligar injustamente a los hombres de esta iglesia, tanto libres como esclavos.Pero que se permita a la gente
servidora de Dios vivir y residir apaciblemente bajo la protección de nuestra inmunidad, a fin de invocar con holgura y cuidado la misericordia del
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LECCIÓN 31: JUSTICIA E IGLESIA
Señor para nosotros, nuestra esposa, nuestra descendencia y la perennidad de todo el reino que Dios nos confirió.» (Concesión del emperador
Otón I al obispo de Spira, 969, en R. Boutruche, Señorío y feudalismo, trad. Española, Madrid, 1973-1979, T.I., pp. 281-282).
(iv) También era de su competencia el privilegio del fuero (privilegium fori), en virtud del cual intervendría en las causas civiles y criminales en las
que estuviese implicado un eclesiástico, privilegio que se extendió también a la servidumbre del mismo y a sus familiares.
No obstante, en los casos penales, sólo tenía facultad de imponer penas espirituales, y si el delito también era sancionable civilmente (como el
(v)
caso de la herejía), una vez sentenciado, pasaba a la justicia ordinaria.
Durante la Baja Edad Media la expansión y el arraigo de esta jurisdicción especial fue contenida por la monarquía, que se oponía a ceder partes
4.
sustanciales de su propio poder jurisdiccional. Desde el comienzo de este periodo la corona acotó y restringió la jurisdicción común eclesiástica
reduciéndola y sometiéndola a la jurisdicción ordinaria.
El otro principio sobre el que se sustentaba la jurisdicción eclesiástica era el derecho de asilo, perfectamente configurado desde el siglo XIII, y
5.
también limitado sistemáticamente por la realeza (no alcanzando a cualquier persona ni a cualquier delito), aunque no llegara a desaparecer.
Además de la jurisdicción diocesana, los problemas de la herejía en Europa propiciaron la organización de una inquisición eclesiástica para descubrir a
6.
los sospechosos de herejía y entregados a las autoridades civiles.
Fueron los dominicos los encargados de la misión, que para su actuación empleaban un procedimiento inquisitivo, de ahí el nombre de
▪
Inquisición con el que fue conocido.
▪ La posible extensión a la península, sobre todo a Aragón y Cataluña, propiciaron en este territorio la creación de una Inquisición, no así en
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LECCIÓN 31: JUSTICIA E IGLESIA
Castilla donde no fue fácil su introducción, que no se produjo hasta 1478 pero con unas características peculiares pues pese a ser un tribunal
eclesiástico estuvo sometida esta jurisdicción a la autoridad directa del poder real, que nombraba al Inquisidor general, con la aprobación del
Papa.
Esta nueva inquisición fue introducida en Aragón de la mano de los Reyes Católicos, a la vez que en 1484 se creaba el Consejo de la Suprema y
▪
General Inquisición a cuya cabeza se situaba el Inquisidor general. Muy pronto aparecieron tribunales inquisitoria1es en todo el territorio.
▪ Comentario de texto sobre la práctica 102 del libro de comentarios, página: 230: “Jurisdicciones especiales”: “El Santo Oficio”.
El juicio del Libro consistía en resolver pleitos (hay quien indica que sólo se acudía en apelación) por los eclesiásticos de León, que custodiaban un ejemplar del Liber,
2.
de acuerdo con el contenido de dicho texto legal.
Según Sánchez Albornoz este juicio del libro perduró durante la Baja Edad Media en León.
3.
Comentario de texto sobre la “Jurisdicción del libro”: «Después que Yo fu rey, que llegué primeramente a León fallé en verdad, por D. Martín Fernandes, obispo, e por
4.
el Cabillo e p or otros bonos omes del logar, que los Reis que fueron ante de mi acostumbraron a dar el Libro Juzgo, a una persona o canónigo de León; e si algunos se
agraviaban de las sentencias que daban en Corte del Rey e se alzaban ende del Libro Juzgo, aquella persona o canónigo que toviese el Libro Juzgo havía consejo con los
jueses de la villa e con otros omes bonos, e si fallaba que la sentencia era dada conocidamente contra la ley del Libro, corregíala segund que la ley mandaba. E otrosí,
falle por verdat que havía un juis persona o canónigo de la Iglesia que jusgaba los pleitos leigales de la villa con los otros guises o en su cabo, e que los alcaldes
emplazaban por ant’él así como pora ante los otros guises de la villa. […] E Yo, por salud del alma del Rey, mío padre, e de la mía e por facer bien e merced a todo el
Reyno e al Obispo e a la Iglesia sobredichos, torno la Iglesia en aquel estado en que solía ser en razón del Libro Juzgo e de las alzadas de mi Corte que se facían por él,
segund solía seer. Et a presentación de D. Martín Fernández, obispo sobredicho, dí el Libro Juzgo a Fernand Patino, arcediano en la Iglesia de León, mío clérigo, que
juzguepor él las alzadas que a él venieren, segund que solía ser usado; e recibí d’él juramento e omenage, que guarde los míos derechos e los de la tierra
complidamente, en las cosas que oviere a juzgar por él. Otrosí, mando al Concejo e a los guises e a los alcaldes de León que degen juzgar los pleitos leigales de la villa, e
que emplacen para ante él, segund solía ser usado e segund que ya scripto en la pesquisa e en las sentencias desuso dichas.» (A. GARCÍA-GALLO: «El fuero de León. Su
historia, textos y redacciones», en AHDE (Madrid),
No obstante, depende del reino al que nos refiramos, y del momento histórico en que estemos, dicho grado de autonomía.
1.
Fue a partir del siglo XII cuando apareció un juez en cada ciudad que recibió distintos nombres: juez, justicia, alcalde, zalmedina (Aragón), veguer y batlle (Cataluña),
2.
con jurisdicción sobre los habitantes y sobre su territorio.
Juez que en principio nombraba el rey hasta que el municipio adquiera importancia, siendo entonces designado por el Concejo municipal.
3.
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Aparecen así en Castilla y Aragón tribunales municipales que juzgan de acuerdo con el fuero de la localidad.
4.
Comentario de texto: «La electión fecha, e todos abenidos, e confirmada e otorgada de todo’el pueblo, iure el iuez sobre sancios Evangelios, que nin por amor de
(v)
aparientes, ni por bienquerentia de fiios, ni por cobdicia de aver, ni por vengüença de persona, nin por ruego, nin por precio de amigos, nin de vezinos, nin de
estranos, que non quebrante fueron, nin dexe la carrera de la derechura e de la verdad. Otrossí, los alcaldes iuren esto mismo tras el iuez, ed’ende el escribano
notario, e el almutaçén e el sayón. Estos todos iuren en conçeio; e aun deven iurar que leales e fieles sean e que tenga fe e verdat al conçeio.»Fuero de Sepúlveda,
178.
Comentario de texto sobre "jueces y alcaldes como responsables de la administración local de justicia"«e otro si que hayades Alcaldes, e Jurados, e Prebostes, e
(vi)
Escribanos, e Sayón de buestros vecinos, e non de otro ninguno, e ante ellos que cumplades de fuero, e de derecho a todo home que bos lo demandare; e las alzadas
que las hayades para ante nos los Alcaldes de Bermeo, e dende para ante nos» (Carta puebla de Haro, dada por Juan Núñez, Señor de Vizcaya, y su mujer, en el año
1348).
Comentario de texto sobre "UN CONFLICTO ENTRE TRES JURISDICCIONES ESPECIALES: Señorial, Eclesiástica, y Municipal"“primeramente a los que nos pidieron por
6.
merced que los señores temporales y los concejos que los embargan de hecho de las jurisdicciones que tienen, así en lo espiritual como en lo temporal, y que toman
en sí muchas veces para juzgar los pleitos que son de dichas jurisdicciones, y prohíben a sus vasallos que no vengan a los citamientos ante los dichos prelados y sus
vicarios sobre pleitos eclesiásticos haciendo ordenamientos penales sobre ello, y emplazan a los clérigos ante sí y los constriñen a que respondan ante ellos, y en esto
que apropia a sí la jurisdicción eclesiástica y va contra su libertad cayendo en grandes peligros cada día en nuestros reinos, y que pusiésemos remedio cierto a estas
cosas. A esto respondemos que nos place y mandamos a nuestros oidores que les den cartas, todas las que hubieren menester, para que el derecho de la Iglesia sea
guardado; todavía les rogamos que nuestro derecho y nuestra jurisdicción las quieran ellos guardar”. Cortes de Toro, 1371.
En los territorios de la Corona de Aragón, aparece una jurisdicción especial dedicada a los asuntos mercantiles, distinta de la ordinaria y cuyo desarrollo se alcanza en
1.
el siglo XIII.
De ahí que pronto surgieran en Valencia, Barcelona y Mallorca unos Tribunales especiales llamados consulados en los que sus propios jueces o cónsules sustanciaban
2.
los litigios mercantiles que les habían sido sometidos.
En un principio esta jurisdicción sólo fue específica de los profesionales del sector marítimo, pero pronto se extendió su jurisdicción a todos los mercaderes en
3.
general, de ahí la vinculación existente ente el Derecho marítimo y el Derecho mercantil.
Se arbitra así un nuevo procedimiento cuya peculiaridad esencial fue su urgencia y brevedad.
4.
No obstante, las sentencias de los cónsules podían apelarse ante un juez de apelaciones (jutge de Apels) de la jurisdicción ordinaria, aunque con un procedimiento
5.
especial por cuanto tanto las partes como el cónsul debían de acudir ante el juez de apelación.
Comentario de texto sobre "EL LIBRO DEL CONSULADO DEL MAR" (Este mismo texto figura en un examen) “Los cónsules, por Carta que tienen del señor rey, tiene
(i)
poder de oír los pleitos y cuestiones que ante ellos se lleva, y debidamente conclusos, determinarlos brevemente, de manera sumaria y de plano, sin ruido y de figura
de juicio “sola facti veritate aztenta”, esto es atendida sola la verdad del hecho” (Llibre del Consolat de Mar de Barcelona, I, cap. 36).
sobre "EL LIBRO DEL CONSULADO DEL MAR”Libro del Consulado del Mar:Todo patrón está obligado a rendir cuentas a sus partícipes al término del viaje; y si no lo
(ii)
hace así, en caso de que la nave se pierda o sufra algún daño, les queda obligado a restituir o entregar todas las ganancias que hayan obtenido en los viajes
anteriores, sin que pueda ni deba excusarse de ello por razón de la pérdida de la nave. Pero si no tiene con qué restituirlo y se le puede detener debe quedar
reducido a prisión y encadenado tan como se dijo en el capítulo anterior… (Libro del Consulado del Mar, traducción castellana de JUAN RAMÓN PARELLADA. Madrid,
1954, cap. CCXL).
(iii) Comentario de texto sobre "EL CONSULADO DE BURGOS"Jurisdicción del Prior y Cónsules de Burgos y Bilbao, y su conocimiento en los negocios entre mercaderes
(1494)«Atacando quanto cumple al nuestro servicio, y al bien y pro común de nuestros Reynos, de conservar el trato de la mercadería, y como en algunas partes de
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LECCIÓN 31: JUSTICIA E IGLESIA
nuestros reynos y en los reynos comarcanos los mercaderes tienen sus Cónsules, que hacen y administran justicia en las cosas de mercaderías y entre mercader y
mercader, fue acordado (…) que debíamos de proveer en la forma y manera siguiente. Por la presente damos licencia, poder y facultad y jurisdicción a Prior y
Cónsules de los mercaderes de la ciudad de Burgos, que ahora son y serán de aquí en adelante, para que tengan jurisdicción de poder conocer y conozcan de las
diferencias y debates que hubiere entre mercader y mercader y sus compañeros y factores sobre el trato de mercaderías, así sobre trueques y compras y ventas, y
cambios y seguros, y cuentas y compañías que hayan tenido y tengan lugar, y sobre afletamientos de naos, y sobre las fractorías que los dichos mercaderes hubieren
dado a sus factores, ansí en nuestros reynos como fuera de ellos, así para que puedan conocer y conozcan de las diferencias y debates, y pleytos pendientes entre los
susodichos, como de todas las otras cosas que acaecieren de aquí adelante, para que lo libren y determinen breve y sumariamente según estilo de mercaderes, sin
dar lugar a largas ni dilacciones ni plazos de Agobados». Novísima recopilación de las Leyes de España. Libro IX, Título II, Ley I
Las Universidades fueron en su origen gremios o corporaciones en las que se integraban maestros y estudiantes.
1.
En cada universidad había un Tribunal propio para asuntos referentes a los miembros de la comunidad universitaria.
2.
La jurisdicción universitaria trataba de impedir que la ordinaria alcanzase a ninguno de los estudiantes ejercitando el derecho de no introito, que impedía la
3.
intromisión de cualquier funcionario judicial en el recinto de la Universidad.
Asimismo, la organización militar, la Mesta, las Hermandades, etc., constituían corporaciones dotadas de facultades jurisdiccionales, más o menos amplias,
conferidas en etapas anteriores y que a lo largo del Baja Edad Media y etapas posteriores verían reducido su ámbito de actuación cediendo parte de sus
competencias a la jurisdicción real.
surgiendo El Regalismo: Derecho del Monarca a intervenir en aquellos problemas de la Iglesia relacionados con el Estado y que puedan suponer un conflicto entre ambas.
(ii)
(por ejemplo: la elección de los obispos)
Organización de la Iglesia:
8.
A medida que avanza la reconquista se va restableciendo el sistema organizativo visigodo consistente en dividir el territorio en Diócesis, a cuya cabeza figuraba un obispo.
(i)
siendo El Concilio de Coyanza (1055) el encargado de restaurar, de manera oficial, el sistema visigodo, además de tomar importantes medidas como: la reafirmación de la
(ii)
Jurisdicción Episcopal, el decretar la independencia del clero, etc.
(iii) La unidad básica y transcendental en el esquema organizativo va a ser la Parroquia (cuya influencia va a ser decisiva en la vida diaria de la Comunidad)
(iv) La agrupación de parroquias da lugar al ARCIPRESTAZGO.
(v) La agrupación de arciprestazgos da lugar al ARCEDIANATO.
(vi) La unión de arcedianatos dará lugar a la DIÓCESIS
Las iglesias propias y el Régimen Señorial:
9.
El régimen señorial favorecerá la difusión de un fenómeno que se inicia en la España Visigótica: las iglesias propias, que son iglesias erigidas por los señores en sus
(viii)
territorios, donde ejercerán las funciones de obispo y en virtud del Derecho de patronato, nombrarían al clérigo o párroco de la Iglesia. Este sistema logró una gran difusión con
(ix) Comentario de texto sobre "LAS IGLESIAS PROPIAS": En el año 1060, Lope de Berascoiz, caminante que en los últimos años había ido de lugar en lugar por los valles de Oyarzun,
Lens y otros, llega a una villa del valle del Roncal. En la posada donde se alojaba entabla conversación con el mesonero, que le comenta que tiene un hijo que ha entrado en
religión, aunque no tiene ningún señor que lo proteja, por lo que pasa mucha penuria. Lope le cuenta que por la zona que él ha visitado en los últimos años hay una señora, doña
Galga de Guipúzcoa, que posee un gran patrimonio, en el que se cuentan numerosos monasterios. Le habían contado que había donado varios de ellos al monasterio de San Juan
de la Peña, como el de Santiago de Luquedeng o el de Olazábal y sabe que en éste ella puso a un monje de San Juan de la Peña. Muerta doña Galga le había heredado su hija,
doña Blasquita, que aún poseía varios monasterios e iglesias donde ponían clérigos y, aunque ella cobraba diezmos y primicias y otras donaciones, como los protegía y estaba
obligada a mantener la iglesia, los clérigos que la servían parecían estar bien atendidos.
Ante esto, el mesonero, que sabía que era frecuente lo que le contaba el caminante, pero que había oído decir que los obispos prohibían esta práctica, intenta enterarse de la
veracidad de los hechos, por si puede, a través de los altos personajes que se alojan habitualmente en su posada, influir en ellos para conseguir un nombramiento de clérigo de
10. El papel de los Monasterios: Albergarán a monjes dedicados al trabajo y a la oración. Desempeñaron un importante papel como: El ser importantes centros repobladores,
poseían importantes estructuras agrarias y eran centros donde florecía la cultura.
11. A partir del S.XI, surge la reforma de Cluny (que introdujo influencias feudales) y la del Cister (como movimiento de reacción frente a la estructura señorial que se había
adoptado en los Monasterios)
12. Efectos del aumento de los contactos con Roma: A medida que nos acercamos a los siglos X y XI son cada vez mayores los contactos con Roma, propiciados por la orden
cluniacense, que se encargan de difundir las ideas reformadoras del Papa Gregorio CII, destacando esta reforma por: