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La procaína

La procaína es un anestésico local que, aplicado con fines terapéuticos, se ha convertido en


el tratamiento de más éxito en todo el mundo.
En terapia neural no utilizamos medicamento imperial “procaína” diluida que jamás hace
daño, y que es bien recibida o aceptada, como les comentaba anteriormente, por los
cuerpos u organismos tanto de niños, jóvenes, adultos, ancianos y embarazadas en
cualquier mes de embarazo o edad de gestación. Es decir, que puede ser aplicado a
todos los seres humanos, desde el nacimiento hasta la vejez.
La procaína en nuestro cuerpo actúa como un «elemento enzimático constructor del
organismo». Las enzimas pueden ser consideradas como “el principio y el fin” de todos los
organismos vivos, “es la energía vital”. La composición, la concatenación y la duplicación
de cadenas de aminoácidos que dan lugar a los organismos vivos, se lo debemos a las
enzimas, es decir, que a las enzimas se les podría considerar como “la fuente de la
vida”. Un ejemplo de esto lo vemos con frecuencia, como lo expone el doctor K.
Ransberger —si partimos o mordemos una manzana, ésta se cubrirá de una capa, cada
vez más marrón, en el lugar que se lo partió o se mordió. Este proceso que vemos
frecuentemente es causado, entre otros elementos, por las enzimas en el intento inmediato
de «cerrar y curar» la gran herida que se le ocasionó a la manzana. Esta capa protege el
interior de la manzana para que no se seque o se infecte por bacterias, mohos y otros
peligros. Inmediatamente por debajo de esta capa marrón protectora que ha cerrado la
herida, continúa el proceso de curación mediante otras enzimas adecuadas para ello—, es
decir, que la manzana se ha auto-curado.
Las funciones que cumplen para mantenerse sanos el estómago, el hígado, el páncreas, el
intestino, los pulmones, la sangre, el corazón, los huesos, las articulaciones, la cabeza, los
músculos y todo nuestro cuerpo; no es posible sin la acción de las enzimas que, en cada
célula, pueden llegar a alcanzar un número de 500 y cada una de estas 500 enzimas
realizan entre 40.000 y 500.000 reacciones por segundo.

Si por algún motivo se produjese una alteración en nuestro sistema nervioso (la red
nerviosa), en el tejido conectivo o conjuntivo (la piscina en donde nadan todas nuestras
células), en la estabilidad de las membranas celulares (despolarización o
hiperpolarización), entre otras cosas, podría interrumpirse esta acción infinita que tienen en
nosotros las enzimas, y provocaría “que el cuerpo se queje o proteste” para avisarnos que
se están produciendo estas alteraciones, y lo hará como él sabe hacerlo, ocasionando
dolores y enfermedades.

La terapia neural por acción de la procaína, permite que en el cuerpo se reactiven las
funciones alteradas del sistema nervioso, del tejido conjuntivo, de las membranas celulares
y de las enzimas; de este modo, es posible que todo vuelva —por el trabajo del propio
cuerpo— a la normalidad, aliviando y curando muchas enfermedades.
Debemos tomar muy en cuenta, que la mayor parte de las células de nuestro organismo tienen
un potencial bioeléctrico de -70mv (menos 70 milivoltios). Cuando este potencial bioeléctrico
disminuye, nuestras células se vuelven como la batería descargada de un coche, que por
más que se intente, no arranca. La procaína por ser un «d i e l é c t r i c o» de 290mv recarga
las células y ya pueden arrancar, es decir, la procaína al repolarizar o restablecer el potencial
bioeléctrico o potencial eléctrico celular, estabiliza a las membranas de las células (las capas que
envuelven a las células),interrumpe o elimina los reflejos patológicos o anormales del sistema
nervioso vegetativo y lo reactiva, es decir, el cuerpo recupera el funcionamiento adecuado de
su sistema nervioso que es el que dirige y comanda las actividades y el funcionamiento de
nuestro organismo. Además, elimina los campos interferentes (une los cables), y el tejido
conectivo retoma sus actividades normales, de esta manera sus células pluripotenciales o
células madres vuelven a elaborar todos los elementos celulares que el cuerpo necesita
para auto-curarse, (se despierta el médico que llevamos en nuestro interior).
En el momento en que la procaína estabiliza las membranas celulares que estaban
despolarizadas, las enzimas que se encuentran en el interior de estas células se reactivan
y ya están capacitadas, nuevamente, para cumplir adecuadamente sus funciones.
La procaína puede disminuir o destruir las fibrosis y las adherencias. Si continuamos con el
ejemplo anterior de las fibrosis y adherencias, éstas impiden las sinapsis nerviosas, es
decir, las transmisiones nerviosas (cortan los cables). Las fibrosis desestabilizan las
membranas celulares y en su interior las enzimas y otros elementos intracelulares no
funcionan adecuadamente. Con la administración adecuada y precisa de la procaína,
conseguimos que la fibrosis disminuya o desaparezca, con lo cual retorna la comunicación
nerviosa, se recobra el potencial de las membranas celulares por la di-electricidad de la
procaína y, en su interior, tanto las enzimas como los demás elementos intracelulares
recuperan sus funciones; el cuerpo deja de quejarse, los dolores y las enfermedades
disminuyen o desaparecen porque ha recuperado la salud.
La procaína es un éster alcohólico del ácido para amino-benzoico que, con la ayuda de
esterasas (una clase de enzimas), luego de administrarla a los/las pacientes, se desdobla o
desintegra en pocos minutos, y pasa a constituir un «eslabón intermediario para la formación
del ácido fólico». (Acido fólico se administra a las embarazadas, para que en el niño que
lleva en su vientre se desarrolle adecuadamente el tubo neural, que es de donde se
formará su cerebro, su médula espinal y todo su sistema nervioso. El ácido fólico es
indispensable en la reproducción de nuestras células).
Tanto el ácido para amino benzoico como el dietil amino estenol son los compuestos
antihistamínicos de la procaína, que en pocos minutos serán eliminados del organismo sin causar
ningún efecto secundario y sin causar ningún daño. Por todo esto, los tratamientos realizados
por médicos especialistas en terapia neural, no hacen daño y no tienen efectos
secundarios, más bien al contrario, la procaína, como acabo de mencionar, es un
magnífico antihistamínico, capaz de eliminar las alergias.
La procaína,bien administrada a los pacientes, actúa en contra del esclerosamiento o
endurecimiento anormal de todos los tejidos: vasos sanguíneos, músculos, órganos y
articulaciones. Cuando el tejido conectivo (la piscina en donde nadan todas nuestras
células), por algún motivo, aumenta más de lo normal, puede provocar endurecimiento de
cualquier parte del cuerpo y cuasar dolores o enfermedades. Con los tratamientos de
terapia neural, es posible que el tejido conectivo retorne a su normalidad, debido a que, lo
más probable sea que esta anormalidad que ha adquirido el tejido conectivo, se deba a un
campo interferente y como la procaína elimina los campos interferentes (une los cables),
es probable que disminuyan o desaparezcan estos esclerosamientos o endurecimientos y
nuestros músculos, articulaciones, vasos sanguíneos y órganos, retornen a la normalidad.
La procaína es un excelente vasodilatador. Si una persona por diferentes motivos sufre
vasoconstricción, es decir, que las fibras musculares de los vasos sanguíneos se contraen
y disminuyen su calibre, esto podría provocar dolores o enfermedades, debido a que la
disminución de la circulación conlleva disminución de oxígeno y de nutrientes, y el cuerpo
provocará dolores o enfermedades para comunicar esta anormalidad. La procaína que
también actúa en el sistema nervioso vegetativo vascular, es decir, en los nervi nervorum,
o sea, en los nervios de los vasos sanguíneos, que son precisamente los encargados de
dar la información a los músculos de estos vasos para que se contraigan o se dilaten. La
procaína —digo— gracias a su carga eléctrica de 290 mv, repolariza el sistema nervioso de
los vasos y estos revierten esa vasoconstricción (circulación contraída) a vasodilatación
(circulación normal) y, de esta manera, el organismo recibirá la suficiente cantidad de
sangre, de oxígeno, agua, nutrientes y dejará de quejarse
La procaína elimina las reacciones patológicas que producen el estrés orgánico y psíquico. El
organismo está en estrés cuando alguna de sus partes está afectada, por lo cual podría
provocar algún tipo de dolor o de enfermedad y, si esto perdurara en el tiempo, podría
llevar al organismo hacia un estado de estrés orgánico y que podría conducirlo,
además, hacia un estrés psíquico.
La procaína es la mejor terapia para el dolor y las enfermedades, porque permite que el
cuerpo responda mediante una acción calmante, relajante y con un excelente efecto
beneficioso sobre el sistema nervioso central, periférico y vegetativo; al cambiar su estado
de enfermo a un estado funcional fisiológico, o sea normal.
La procaína disuelve las inflamaciones y las contracturas musculares. Cada vez que
encontremos procesos inflamatorios, ¿qué puede ser mejor que darle o ayudarle a nuestro
propio cuerpo a que ponga en marcha todos los mecanismos antiinflamatorios que posee y
que son innatos? Pero puede ocurrir que, muchas veces, por culpa de cualquier
acontecimiento, estos mecanismos de protección y de auto-curación se encuentran
interrumpidos. La procaína y las técnicas de la terapia neural consiguen que los
poderosos mecanismos antiinflamatorios que posee nuestro organismo, vuelvan a
funcionar y las inflamaciones desparecen.
Con las contracturas pasa algo parecido: cuando un músculo se queda sin la adecuada
aportación de oxígeno y de nutrientes, puede ocurrir que no se metabolicen bien algunos
elementos como la glucosa y se acumule ácido láctico, y todas estas alteraciones
(oxigenación y nutrición insuficiente, metabolismo de la glucosa inadecuada y la
acumulación de ácido láctico), contraen a los músculos afectados de forma persistente
provocando contracturas. La vasodilatación que provoca la procaína, restablece el flujo
sanguíneo, mejora la oxigenación y la nutrición muscular, el metabolismo de la glucosa se
normaliza y el ácido láctico se reutiliza o se elimina; de esta manera, las contracturas
musculares desaparecen.

La procaína es extraordinaria para las articulaciones, ligamentos y músculos. Además de


todos los beneficios que he comentado, la procaína permite que el tejido conjuntivo retome
su estado regenerativo y devuelva a las articulaciones, ligamentos y músculos su
capacidad de mantener la homeostasis en buenas condiciones, y estas partes del
organismo se regeneran, se alivian y se curan.
La procaína es bueno para el corazón, la sangre, para las funciones de varios aparatos y
sistemas como el génitourinario, gastrointestinal, respiratorio, linfático, neurológico,
esquelético, cardiológico, etc.
La procaína tiene una gran influencia en la producción y secreción de hormonas y enzimas.
Provoca inmensos beneficios sobre los músculos. Mejora el estado general del paciente
por una serie de intercaladas funciones celulares, neuronales y orgánicas con la
consiguiente repolarización de su potencial bioeléctrico, mejorando el metabolismo y la
respiración celular con lo que se consigue interrumpir el arco reflejo dañino y recuperar la
salud. (El arco reflejo dañino es todo estímulo sensitivo e involuntario de dolor o
enfermedad en el que participan el cerebro y todas las estructuras del cuerpo involucradas
en estos dolores o enfermedades). La respiración celular es el consumo de energía que
realizan las células para cumplir con sus funciones orgánicas. El ATP (trifosfato de
adenosina) es la fuente de energía que utilizan las células vivas para su metabolismo. Los
dolores y las enfermedades consumen mucha energía y puede llevar al deterioro de las
funciones orgánicas, con lo cual aumentan los dolores y el cansancio y/o fatiga se pueden
convertir en crónicos.
Las acciones de la procaína son innumerables en el organismo, todas ellas beneficiosas,
curativas y sin efectos secundarios.
Todas estas acciones fueron descubiertas y analizadas por científicos de la medicina y los
pacientes sienten todos estos beneficios cada vez que se alivian y se curan.

En más de 40 000 pacientes que me han dado la oportunidad de tratarles, jamás ha


existido ningún efecto secundario. Nunca he visto reacciones alérgicas inclusive en
aquellos pacientes que tienen alergia a otras clases de anestésicos locales. Recuerdo a
una paciente que vino desde Holanda a tratarse en mi consultorio, traía consigo una
pancarta de unos 30 x 30 cm. con una inscripción que decía —soy alérgica a los
anestésicos locales. Me comentaba que recibió anestésicos locales en tres ocasiones:
una vez por su dentista, otra por una biopsia de una mama y otra para extraer de su cuello
un quiste de grasa. En dos de estas tres veces fue ingresada en cuidados intensivos por
la fuerte reacción alérgica (reacción antígeno-anticuerpo) que le provocaron los
anestésicos locales. Sin embargo, con la procaína, y luego de hacerle el test de alergia
correspondiente, no tuvo ninguna reacción alérgica y, con toda seguridad, le realicé
algunos tratamientos, con la gran satisfacción de que pudo regresar a su país recuperada
de su salud.
En el caso de que algún niño, una embarazada o cualquier otro ser humano tenga la
necesidad de ser suturada (cosida) una herida, previamente se le administrará un
anestésico local y generalmente no pasará nada, pero pudiera ocurrir, esos raros casos,
que tengan alergia como el caso de la paciente holandesa. Con la procaína no tenemos
este problema debido a que es antialérgica, además, le diluimos para disminuir aún más el
poco efecto anestésico que tiene. La dosis es tan baja que no hace daño (siempre que
sea administrada por un médico especialista en terapia neural).

Por todo lo expuesto anteriormente, los tratamientos con terapia neural jamás hacen daño,
no tienen efectos secundarios y todos son beneficios para la salud, debido a que conseguimos
darle al cuerpo ese empujón o empujoncito, o esa chispa que provoque la reacción auto-
curadora del organismo.
Estas características de la terapia neural, le convierten en la mejor medicina biológica. No
es la panacea, pero, ¡se puede pedir más!, por supuesto que si, cuando se descubra algo
mejor que la terapia neural.

Con los conocimientos que poseemos por ser médicos, más los conocimientos científicos
acerca de los innumerables beneficios que obtenemos de la procaína, más los
conocimientos que nos aporta la especialidad médica en terapia neural que, hoy por hoy,
es la única medicina científica que utiliza adecuadamente la procaína con sus más de 200
técnicas médico-científicas y, con todo esto, podemos aliviar y curar al 87% de los
pacientes que sufren de fibromialgia y a muchos otras personas que padecen, sufren y se
desesperancen al no encontrar solución a sus distintos dolores y enfermedades, muchos
de los cuales son “aparentemente” incurables.

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