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1884
En este extracto de Man Versus the State, Herbert Spencer argumenta que a
medida que el estado intenta regular más nuestras vidas, nos acerca a la
esclavitud.
Luego llegamos a la forma aún más moderada que comúnmente surge cuando,
habiendo sido un hombre libre trabajando en su propia tierra, la conquista lo
convierte en un siervo; y tiene que dar a su dueño cada año una cantidad fija
de mano de obra o producto, o ambos, conservando el resto para sí mismo.
Si, el esclavo, tiene que trabajar para la sociedad sin más opción, y recibe la
parte que le otorga la sociedad, se convierte en esclavo de la sociedad. Los
arreglos socialistas requieren una esclavitud de este tipo; y hacia tal esclavitud
nos llevan muchas medidas recientes, y aún más las medidas defendidas.
Observemos, primero, sus efectos inmediatos, y luego sus efectos finales.
La política iniciada por las leyes “Industrial Dwellings” (Reino Unido) admite el
desarrollo y se desarrollará. Cuando los organismos municipales se convierten
en constructores de casas, inevitablemente reducen los valores de las casas
construidas de otro modo y controlan el suministro de más. Cada dictado sobre
los modos de construcción y las instalaciones que se proveerán, disminuye los
beneficios del constructor y lo impulsa a usar su capital donde su beneficio no
disminuya.
Así también, el propietario, al descubrir que las casas pequeñas implican más
mano de obra y muchas pérdidas, ya sujetas a problemas de inspección e
interferencia, y los costos consiguientes, y que la propiedad a diario representa
una inversión más indeseable, se ve obligado a vender; y como los
compradores tienen motivos similares, tiene que vender a pérdida.
Y ahora estas regulaciones que aun se multiplican, tal vez, como propone Lord
Gray, terminen en una que requiera que el propietario mantenga la salubridad
de sus casas desalojando a sus inquilinos indecentes, agregando así a sus
responsabilidades las de inspector de molestias, impulsar las ventas y disuadir
aún más a los compradores: por lo que se hace necesaria una mayor
depreciación.