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Secuencia (2012), 84, septiembre-diciembre, 163-184

ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464

Sebastián Plá
Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional en México y profesor de Enseñanza de la Historia
en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Doctor en
Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México y licenciado en Historia por la
Universidad Iberoamericana. Se especializa en la enseñanza de la historia en educación media y entre
sus producciones más importantes se encuentran los libros Aprender a pensar históricamente. La escri-
tura de la historia en el bachillerato y Ciudadanía y competitividad en la enseñanza de la historia. Los
casos de México, Argentina y Uruguay, 1990-2006 (en prensa). También ha publicado artículos en
revistas de investigación y de difusión en México, Venezuela, Argentina y España. Es fundador y
codirector del Seminario Permanente de Investigación sobre la Enseñanza de la Historia y las
Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional. Miembro del Sistema Nacional de
Investigadores, nivel I.

Resumen

En la historia, en cuanto saber disciplinar, existe lógica para demostrar la riqueza y complejidad
una lógica binaria entre la investigación y la de la enseñanza de la historia como campo de
enseñanza que ubica a la segunda en una posi- investigación. Para esto se discuten conceptos
ción marginal con respecto a la primera, a pesar como didáctica de la historia, docencia de la
de que ambas son prácticas constitutivas del historia, educación histórica y enseñanza de
quehacer del historiador. Este posicionamiento la historia. Asimismo, se trata de definir el lugar
jerárquico reduce a la enseñanza de la historia a fronterizo entre disciplinas que ocupan la en-
una transmisión simple del saber de los inves- señanza de la historia, así como señalar al-
tigadores hacia amplios sectores de la pobla- gunos problemas metodológicos y teóricos
ción, por lo que se considera normalmente un que nos permitan comprender mejor los pro-
campo infértil para la investigación. El presente cesos de construcción de significados sobre el
artículo tiene la finalidad de romper con esta pasado dentro de la escuela.

Palabras clave:
Enseñanza de la historia, investigación en enseñanza de la historia, didáctica de la historia,
educación histórica, docencia de la historia

Fecha de recepción: Fecha de aceptación:


julio de 2011 diciembre de 2011
Secuencia (2012), 84, septiembre-diciembre, 163-184
ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464

Teaching History as an
Object of Research
Sebastián Plá

Professor at Universidad Pedagógica Nacional in México and Teaching of History professor at


the Facultad de Filosofía y Letras at Universidad Nacional Autónoma de México. Ph. D. in
Pedagogy from the Universidad Nacional Autónoma de México. B. A. in History from the
Universidad Iberoamericana. He specializes in teaching history in secondary education and among
his most important books are Aprender a pensar históricamente. La escritura de la historia en el bachi-
llerato y Ciudadanía y competitividad en la enseñanza de la historia. Los casos de México, Argentina y
Uruguay 1990-2006 (in press). He has also published articles in research journals and broadcast
in Mexico, Venezuela, Argentina and Spain. He is founder and co-director of the Permanent
Seminar of Research on Teaching History and Social Sciences at the Universidad Pedagógica
Nacional. Member of the National Researchrs’ System Level I.

Abstract
In History, as a discipline, there is a binary logic the richness and complexity of the teaching of
between research and teaching. This logic places History as a field of research. In order to achieve
teaching in a marginal position with respect to this aim the article discusses concepts such as
research, although both aspects of the discipline History Didactics, History Teaching, History
constitute central practices for the historian. Education and Teaching History. It also seeks to
The hierarchy reduces History teaching to a place the teaching of History at the boundary of
simple transmission of knowledge from various disciplines, and it seeks to highlight
researchers to large segments of the population. some methodological and theoretical problems
This is why teaching History is normally con- that allow us to better understand the processes
sidered an infertile field for research. This arti- of constructing meaning about the past within
cle aims to break this logic and to demonstrate the school.

Key words:
Teaching History, Research in Teaching History, History Education, History Didactics,
History Teaching

Final submission: Acceptance:


July 2011 December 2011
Secuencia (2012), 84, septiembre-diciembre, 163-184
ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464

La enseñanza de la historia como


objeto de investigación
Sebastián Plá

INTRODUCCIÓN je,5 la conjunción de habilidades de pen-


samiento y representaciones sociales,6 y

L a investigación en enseñanza de la
historia ha recorrido diversos derro-
teros en México y el mundo. Con
relativa certeza, se puede asegurar que fue
a partir de la década de 1970 –con los es-
las características del pensamiento histó-
rico7 diversificaron las metodologías de
investigación y los objetos de estudio.
En México, hace aproximadamente 20
años,8 la enseñanza de la historia encontró
tudios en Inglaterra de Dennis Shemilt–1 también un impulso significativo e inci-
que se inició la investigación contempo- piente, a pesar de que la primera gran
ránea en enseñanza de la historia. A par- investigación sobre la historia de los libros
tir de ahí, pedagogos, psicólogos y en de texto data de 1970.9 Se han estudiado
menor medida historiadores centraron sus los mejores mecanismos para renovar los
esfuerzos en indagar, comprender y expli- diversos materiales didácticos para la ense-
car los diversos procesos que se experi- ñanza de la historia,10 se indagó sobre la
mentan en la enseñanza de esta disciplina función de la escritura de la historia para
dentro y fuera de los sistemas escolares. construir interpretaciones sobre el pasado
Primero se trató de incluir en los progra- dentro de la escuela,11 y también se inves-
mas de estudio la metodología de los his- tigó sobre la formación docente y el sen-
toriadores;2 al mismo tiempo, la atención tido que se le da a la enseñanza de la his-
se focalizó en el desarrollo cognitivo del toria.12 Sin embargo, predominan en
pensar históricamente desde una pers- nuestro país los estudios de carácter deon-
pectiva psicogenética de origen piage- tológico sin sólido fundamento empí-
tiano3 y, a partir de la última década del
siglo XX, de temas como la didáctica de la 5
historia,4 diversas miradas socioculturales Barton y Levstik, Teaching, 2004.
6
a los procesos de enseñanza y aprendiza- Carretero y Castorina, Construcción, 2010.
7
Wineburg, Historical, 2001.
8
Plá, “Veinte”, en prensa.
9
Vázquez, Nacionalismo, 2000; Galván, “Héroes”,
1
Shemilt, “Formal”, 1976, pp. 237-243. 1998, y Mendoza, Cultura, 2009.
2 10
Ibid. Lerner, “Como”, 1997, pp. 44-53.
3 11
Ballard, New, 1971. Plá, Aprender, 2005.
4 12
Benejam y Pagés, “Enseñar”, 1997. Trejo, “Enseñanza”, 2009, pp. 39-44.

Secuencia [163] núm. 84, septiembre-diciembre 2012


rico.13 En comparación con lo que sucede se puede indagar acerca de la construc-
en otros países como Francia, España, ción de significados sobre el pasado den-
Inglaterra, Italia, Estados Unidos, Argen- tro de la escuela.
tina y Brasil, nos encontramos todavía en
una etapa formativa, o en todo caso ini-
cial o fundacional. Esto se debe a la inde- LA RELACIÓN ENTRE INVESTIGACIÓN
finición que presenta la enseñanza de la Y ENSEÑANZA
historia como campo de investigación y
a la relación jerárquica que existe en el Existe una lógica binaria, en el sentido
imaginario de los historiadores entre la derridiano,14 entre la investigación histó-
investigación histórica y la enseñanza de rica profesional y la enseñanza de la his-
la historia como prácticas del quehacer toria. Como tal, se construye un pensa-
profesional. miento dicotómico en que los términos
En el presente artículo trato de enfren- se categorizan y definen en relación con
tar estas dos problemáticas de la siguiente un significante percibido como central.
manera: definir a la enseñanza de la histo-
ria como campo de investigación a partir El centro se constituye como tal, marginando
de la relación que existe (íntima y extraña aquello que no coincide con él, y definiendo
a la vez) entre la producción de conoci- y fijando, de manera más o menos rígida, el
miento de la historiografía profesional y la juego de los opuestos binarios. Los opuestos
historia enseñada mucho más allá de las binarios establecen un orden conceptual, cla-
fronteras universitarias. Esta interrelación sifican y organizan todo lo que hay y acon-
es bastante más compleja de lo que se tece en el mundo.15
tiende a suponer, ya que puede ser un
trampolín a la problematización de la Esta jerarquización de la lógica bina-
enseñanza de la historia o ser un serio obs- ria es fácilmente transferible a la relación
táculo para su desarrollo. Todo depende entre las dos prácticas fundamentales del
de cómo queramos concebir las fronteras quehacer del historiador, la investigación
disciplinares de la historia, si rígidas, esta- y la enseñanza.16 La primera (la investiga-
bles y claramente definidas o flexibles, ción) se valora como central y la segunda
porosas e indefinidas. Para alcanzar mi
objetivo analizo la relación binaria inves- 14
Para una exposición detallada de la lógica bina-
tigación/enseñanza; defino el significante ria, puede consultarse Derrida, Gramatología, 2005.
15
enseñanza por encima del de didáctica o el Yébenes, Derrida, 2008, p. 152.
16
de docencia de la historia; señalo el carác- Por supuesto también se encuentra la difusión
ter fronterizo de la investigación en ense- de la historia como parte importante del quehacer
ñanza de la historia; discuto algunas cate- profesional del historiador. Pero esta tampoco elude
la lógica binaria en relación a la investigación, pues
gorías analíticas que se han utilizado para en principio hace referencia a la difusión del saber
comprender la enseñanza de la historia profesional, no a la construcción de lógicas de sig-
y, por último, numero posibles miradas y nificar el pasado distintas. Asimismo, como se verá
prácticas metodológicas desde las cuales más adelante, difusión y enseñanza de la historia com-
parten una categoría general que es usos públicos de la
13
Sánchez, Reencuentro, 2004. historia.

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(la enseñanza) encuentra su identidad sig- junto; es decir, más allá de que el historia-
nificativa en relación con ella. Es decir, se dor es también hijo de su tiempo, el lugar
acostumbra percibir a la enseñanza, en social implica compromisos económicos,
cuanto práctica, únicamente como la trans- sociales y políticos por lo que la escritura
misión de los resultados de investigación de la historia se ve obligada a respetar
historiográfica. Esta percepción acarrea muchas posiciones que entran en juego
algunos resabios negativos para la ense- en la interpretación del pasado y en su
ñanza de la historia, como son su minus- representación escrita. En este mismo sen-
valoración en cuanto práctica profesional y tido, el lugar social ha sido marcado como
su negación como objeto de investigación. un espacio aséptico, aparentemente ais-
Parte importante de la relación bina- lado de sus diversas influencias, por lo que
ria investigación/enseñanza radica en las se declara neutro, ocultando así compo-
formas en que cada una de ellas produce nentes básicos de la producción de su
el conocimiento histórico. Entre ellas hay conocimiento. La segunda característica
semejanzas y diferencias que las unen pero consiste en que esta aparente neutralidad
que las hacen ser también particulares. El exige un conjunto de normas que permi-
pensamiento de Michel de Certeau puede ten y prohíben, que incluyen y excluyen,
ayudarnos a clarificar esta circunstancia. lo que puede considerarse investigación
Este historiador francés ha definido a la histórica o no.18 Las condiciones del lugar
operación historiográfica como la combi- social determinan desde donde mira el
nación de prácticas científicas, de una historiador y la normativa interna de cómo
escritura y de un lugar social.17 El primer debe hacerlo.
aspecto hace referencia a un conjunto de México no ha quedado exento a esta
técnicas de análisis (disciplina), el segundo preocupación por el carácter político que
trata sobre la construcción de un texto con atraviesa la escritura de la historia. Ya
aspectos formales y lingüísticos particu- desde los años cuarenta del siglo XX,
lares (literatura) y el tercero, que es el que Edmundo O’Gorman aseveraba que la
me interesa resaltar aquí, a las condiciones
políticas, socioeconómicas y culturales en elevación de la historia a la “dignidad de la
las que se desarrolla la investigación his- ciencia”, no es si no el refinamiento técnico
tórica profesional. de la investigación que da lugar a una reno-

[…] está toda ella animada e inspirada por


El lugar social en el que se produce vada metodología, pero que, sin embargo,
el saber profesional se ha conformado
en Occidente desde el nacimiento de las los propósitos pragmáticos e interesados del

metodología […] oculta cada vez más esos


disciplinas en la primera mitad del siglo historiador. Lo que acontece es que la nueva
XIX. Es parte constitutiva del saber histo-
riográfico. Su lógica de funcionamiento propósitos.19
interno tiene, entre otras, dos característi-
cas que considero relevantes. La primera es Años más tarde, siguiendo a Certeau,
la relación entre el lugar de saber o lugar Enrique Florescano volvió a plantear el
epistemológico con la sociedad en su con-
18
Ibid., p. 81.
17 19
Certeau, Escritura, 2010, p. 68. O’Gorman, Crisis, 1947, pp. 41-42.

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 165


problema del vínculo entre saber profe- cimientos históricos dentro de la escuela
sional de la historia, conocimiento cien- tiene vínculos irreductibles con la histo-
tífico y poder, destacando que la institu- riografía profesional, pero también se
cionalización de la historia profesional caracteriza por estar fuera de ella, posee-
tiene entre sus consecuencias el aleja- dora de una lógica distinta y, por tal mo-
miento de los acontecimientos del pre- tivo, susceptible de convertirse en objeto
sente por parte de los historiadores en pos de investigación.
de una pulcra “objetividad”, al grado de
negar sus propias formas de producción.
Lo anterior replantea las funciones socia- NOMBRAR UN CAMPO DE INVESTIGACIÓN
les del historiador, entre las que se encuen-
tra la enseñanza de la historia, pues “la A pesar de la falta de conceptualización
condición de una conciencia más clara del de la enseñanza de la historia como objeto
para qué de la historia implica tanto el de investigación en México, su reconoci-
dominio de los procedimientos científi- miento como parte constitutiva de la iden-
cos como las condiciones sociales en las tidad del historiador es notorio. Es más, la
que se realiza su producción”.20 propia condición laboral de los egresados
Michel de Certeau, a pesar de revelar de historia así lo requiere. Según la última
con extraordinaria nitidez las formas de actualización del Observatorio Laboral de
producción del conocimiento histórico pro- la Secretaría del Trabajo y Previsión Social
fesional, parece también imposibilitado (STPS), 20.7% de los egresados de las li-
de romper plenamente con la lógica bina- cenciaturas en Historia son maestros de
ria investigación/enseñanza. En cierta secundaria, 4.9% trabaja dando clases
medida lo mismo sucede con O’Gorman en bachillerato y 9.9% como docentes
y Florescano. Sin embargo, estos autores universitarios, es decir, un poco más de la
nos dan la pauta para pensar a la ense- tercera parte de los historiadores no se
ñanza de la historia como una práctica dedican a la investigación21 sino a la do-
condicionada también por formas par- cencia, y una cuarta parte lo hace lejos de
ticulares de producción de conocimiento los ambientes universitarios.22 A esta pre-
sobre el pasado, en la que entran en juego sión laboral trata de responder la inmensa
políticas educativas, memorias colectivas, mayoría de las licenciaturas en historia de
identidades múltiples, posicionamientos las principales universidades estatales y
historiográficos y prácticas docentes que se en la universidad nacional23 con la impar-
entremezclan en el aula para configurar
diversos sentidos a la historia. El resul- 21
tado, a diferencia de lo que puede suponer Sólo lo hace 10.7% de los egresados de las
la lógica binaria de investigación/en- licenciaturas de historia.
22
Además, 50% se encuentran en el rubro de
señanza, no es un conocimiento jerárqui- otros y otro 4.5% a educación primaria y alfabe-
camente inferior al de la historiografía tización.
profesional, sino que es simplemente dis- 23
La excepción más relevante es la Universidad
tinto. Esta producción particular de cono- Autónoma de Morelos pues otras universidades, como
la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, la
20
Florescano, “Breve”, 1997, p. 62. Universidad Autónoma de Guerrero, Universidad

166 SEBASTIÁN PLÁ


tición de asignaturas denominadas didác- investigación, docencia y difusión del
tica, enseñanza o docencia de la historia. conocimiento histórico”;26 ya que “la de-
Además, en varios casos estas asignaturas manda natural del historiador proviene
se engarzan con opciones terminales que de la docencia y la investigación”.27 Estos
incluyen temáticas como aprendizajes de tres ejemplos muestran las salidas profesio-
la historia, instrumentos de evaluación y nales de difusión, investigación y ense-
habilidades docentes.24 Contexto laboral e ñanza para los jóvenes historiadores.
identidad profesional del historiador rea- El segundo aspecto que se puede ex-
lizan un juego de ida y vuelta entre el traer de los perfiles de egreso es la concep-
interior de la disciplina centrada en la in- ción de docencia, didáctica o enseñanza de
vestigación y el exterior, centrada en la la historia. La Escuela Nacional de Antro-
enseñanza. ¿Pero qué se está entendiendo pología e Historia (ENAH) tiene la finalidad
por didáctica o enseñanza de la historia? de ofrecer a sus estudiantes las herramien-
Los perfiles de egreso de las distintas tas para que puedan “enseñar e impartir
universidades son una buena fuente para los conocimientos históricos mediante
tratar de mirar las concepciones de la en- la práctica docente”,28 que se traduce en la
señanza o la didáctica de la historia. Dos capacidad de diseñar “proyectos, progra-
son los elementos que aparecen con mayor mas, textos, antologías y recursos didác-
reiteración. El primero son los campos de ticos para el apoyo de la docencia y el
inserción laboral del historiador, es decir, aprendizaje en instituciones educativas”.29
la investigación, la difusión y la docencia: En la Universidad Autónoma de Chiapas
se intenta “formar profesionales en el (UNACH) la situación no difiere mucho:
campo de la historia con espíritu innova- el joven historiador “tendrá una forma-
dor y crítico que, con apego a principios ción didáctica que le permitirá incor-
éticos, sean capaces de desempeñarse en porarse al campo de la enseñanza de la
las áreas de la investigación, docencia y historia universal, de México y de Chia-
difusión”;25 para que el alumno al termi- pas”,30 es decir, podrá “diseñar nuevos
nar la carrera obtenga “conocimientos teó- modelos dentro del área de enseñanza de
ricos-prácticos para realizar actividades de la historia, en los niveles básico y medio
superior”.31 Un tercer ejemplo que de-
Autónoma de Colima, Universidad Juárez del estado muestra la separación entre investigación
de Durango, Universidad Autónoma de Coahuila y la y enseñanza lo presenta la Universidad de
Universidad Autónoma de Nayarit, no tienen carrera Quintana Roo (UQROO) al incluir entre
de Historia. La Universidad Autónoma de San Luis los objetivos de la licenciatura formar
Potosí tiene una asignatura de Pedagogía de las docentes en la enseñanza de la historia e
Ciencias Sociales. historiadores capaces de desarrollar inves-
24
La variedad es amplia. Aquellas universidades
que tienen actualmente una opción terminal o área
de especialización, entre otras, son la Universidad de 26
UNICACH, Licenciatura, 2011.
Sonora, la Universidad de Guadalajara, la Universidad 27
UAS, Licenciatura en Historia, 2011.
Autónoma de Nuevo León, la Benemérita Universi- 28
ENAH, Licenicatura, 2011.
dad Autónoma de Puebla, la Universidad Juárez del 29
Ibid.
estado de Tabasco y el Instituto Mora. 30
UACH, Licenciatura, 2011.
25 31
UAC, Licenciatura, 2011. Ibid.

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 167


tigaciones históricas, sobre todo de histo- ñado (conocimiento escolar). Esto último
ria regional.32 hace referencia a la categoría analítica de
La enseñanza de la historia es –en los trasposición didáctica acuñada por Yves
programas de licenciatura de las universi- Chevallard,33 que describe una relación
dades mexicanas– una salida al campo triangular entre el profesor, el alumno y el
laboral y un conocimiento práctico, téc- saber. La didáctica de la historia sería la con-
nico. Este conocimiento parece no reque- versión del saber disciplinar producido
rir de una reflexión profunda, pues está por los historiadores a un saber asequible
en la frontera del saber disciplinar, a veces para los estudiantes. Este proceso vincula
dentro, muchas veces fuera. Llama la aten- el saber histórico, el saber pedagógico y
ción esta carencia, si se toma en cuenta el saber psicológico sobre el desarrollo cog-
que los historiadores poseen una fuerte nitivo de los estudiantes. La docencia se
tradición de reflexión sobre su práctica de centra en el profesor, la didáctica en los
investigación gracias a la teoría de la his- instrumentos mediadores entre el saber
toria y la historiografía. ¿Se puede incluir sabio y el saber enseñado, por lo que de
la enseñanza de la historia en esta auto- una u otra manera, en cuanto significan-
rreflexión? Pienso que sí y el primer paso tes, parecen insuficientes para enmarcar
sería modificar las concepciones que en los procesos que vive la historia dentro de
ocasiones tienen los historiadores sobre la las aulas.
enseñanza de la historia. Se puede iniciar La educación histórica, por su parte, es
discutiendo las diferencias entre cuatro hoy en día un concepto que ha cobrado
términos: docencia, didáctica, educación fuerza dentro de la investigación en ense-
histórica o enseñanza. Cada una de ellos ñanza de la historia. En México la educa-
implica miradas distintas sobre los dife- ción histórica ha sido introducida en las
rentes sujetos educativos, los procesos de escuelas normales y no en las licenciatu-
interacción en el aula y el papel de los ras en historia. A pesar de esto, desde mi
diferentes saberes disciplinares, en espe- punto de vista sigue encerrado en la lógica
cial la historia. binaria investigación/enseñanza y termina
Docencia de la historia es un término siendo una propuesta más de transposi-
poco recurrente y hace referencia al ser ción didáctica. En inglés, en muchas oca-
profesor, a la identidad docente, es decir, siones se utilizan como sinónimos teaching
contiene elementos ontológicos y prác- history e history education, pero en autores
ticos fácilmente identificables. El sujeto relevantes como Samuel Wineburg y Peter
central del proceso educativo es el docente Seixas34 las diferencias se profundizan.
y como tal requiere de conocimientos dis- Ambos, de distintas maneras, se pregun-
ciplinares y didácticos específicos, así co- tan: ¿qué historia en la escuela para qué
mo principios éticos de comportamiento futuro de sociedad? La gran mayoría de
muy particulares. Su relación con el saber la investigación en enseñanza de la histo-
disciplinar sigue siendo jerárquico y por lo ria tiene como finalidad mejorar las prác-
general es un trasmisor del saber sabio
(conocimiento disciplinar) al saber ense- 33
Chevallard, Transposición, 1991.
34
Wineburg, Historical, 2001, y Seixas, Theoriz-
32
UQROO, Licenciatura, 2011. ing, 2006.

168 SEBASTIÁN PLÁ


ticas dentro del aula. Por esto, los dos güísticos específicos, relaciones de poder
autores responden que hay que enseñar dentro de la escuela y al papel que desem-
educación histórica, es decir, el conjunto peñan diferentes sujetos del proceso edu-
de habilidades cognitivas que pueden de- cativo. Asimismo el pasado o más bien
sarrollarse a través del método científico los pasados que se disputan un lugar hege-
del historiador. Es una respuesta didác- mónico en las aulas proceden de múlti-
tica basada en serias y profundas investi- ples fuentes, como los metarrelatos36
gaciones que demostraron cómo estas nacionales, corrientes historiográficas,
habilidades (ubicación espacial y tempo- memorias colectivas, historias locales, cul-
ral de la fuente y la contextualización del turas juveniles y tradiciones docentes,
documento entre otras) requieren de un entre otros. Las relaciones jerárquicas que
proceso de enseñanza formal, sistemático, se dan entre ellas no depende de la cien-
sin el cual no se alcanzan niveles comple- tificidad o no del conocimiento, sino del
jos de pensamiento histórico. Esta afirma- sentido escolar que se le otorguen. La con-
ción, de origen psicológico, es cada vez figuración final es una acción política. En
más aceptada en el medio de la enseñanza otras palabras, la construcción de signifi-
de la historia; sin embargo, al establecer cados sobre el pasado dentro del ámbito
como núcleo de la relación investigación/ escolar no es sólo una práctica periférica
enseñanza el método del historiador, deja de la investigación histórica profesional,
a un lado los usos públicos de la historia sino que puede ser observada como un
y las diversas formas de significar el pasado conocimiento histórico particular, que
dentro de la escuela. tiene vínculo con la historiografía profesio-
Docencia, didáctica y educación histórica nal, pero también se aleja de ella.
son tres campos de la investigación que Rápidamente pueden saltar varios
pueden ser incluidos en un concepto más argumentos contrarios a estos plantea-
amplio: la enseñanza de la historia. Para mientos, entre ellos la ausencia del apren-
esto es necesario mirarla desde una pers- dizaje y el problema de la horizontalidad
pectiva múltiple que disloque la lógica de las relaciones entre saber científico y
binaria investigación/enseñanza. Entiendo un saber no científico. Así como el con-
por enseñanza de la historia la construcción cepto de enseñanza de la historia incluye
de significados sobre el pasado dentro de la formación docente, la producción de
la escuela. Esta construcción es situada,35 materiales didácticos y la relación en-
histórica y culturalmente, en la que entra tre el saber historiográfico profesional y
en primer plano la institución escolar que
norma y disciplina formas particulares de 36
Lyotard, Posmodernidad, 2005. Para este autor
pensar la historia, reglas que responden francés, los metarrelatos son “precisamente las narra-
según el momento histórico a lógicas cu- ciones que tienen función legitimante o legitimato-
rriculares, códigos lingüísticos y extralin- ria” (p. 31), pero a diferencia de los mitos, “los meta-
rrelatos no buscan la referida legitimidad en un acto
originario fundacional, sino en un futuro que se ha de
35
Lo situado hace referencia a que todo proceso producir, es decir, una idea a realizar”( p. 30). En el
de aprendizaje y de significación se dan en prácticas sentido de Lyotard, la enseñanza de la historia sería
sociales específicas que de una u otra manera los con- tanto un metarrelato (la formación del ciudadano ideal)
dicionan. y un mito (legitimación en un origen fundacional).

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 169


la historia en el aula también incluye el oeste estadunidense, demostró cómo la
aprendizaje, pero este aprendizaje es legitimidad otorgada a diferentes fuentes
situado dentro de una institución especí- secundarias y narraciones históricas sobre
fica que es la escuela y esta regula sus la historia de Estados Unidos era distinta
tiempos y sus saberes con la intencionali- entre los alumnos de origen afroameri-
dad de enseñar, formar, disciplinar y otras cano y aquellos de origen caucásico.
tantas cosas más. Por tanto, el aprendi- Mientras que los primeros otorgaban a la
zaje está condicionado por la institución. familia el primer lugar como fuente de
Pero esto, al contrario de lo que se pudiera credibilidad de las interpretaciones histó-
pensar, no niega el papel activo del estu- ricas, a los maestros en segundo y a las
diante en el aprendizaje, pues al reconocer fuentes primarias en tercero, los estudian-
y validar múltiples pasados que se signi- tes caucásicos ubicaban a los libros de
fican dentro de la escuela, es decir, la hori- texto, los maestros y los libros académicos
zontalidad (por lo menos conceptual) de como principales referentes de legitimi-
los diferentes saberes históricos, considera dad del conocimiento histórico, “porque
fundamental que la investigación reco- los ‘expertos’ escribieron los libros de texto
nozca, por ejemplo, a la cultura juvenil y los maestros estudiaron en la univer-
como parte de la significación de pasados sidad, son ellos quienes tienen el cono-
dentro de la escuela. cimiento autorizado sobre el pasado”.37
La investigación en enseñanza de la Es decir, la legitimidad del conocimiento
historia puede tener la finalidad de ana- histórico disciplinar en la escuela no está
lizar libros de texto, pero excluye los pro- dada sólo por la institución educativa, sino
cesos de enseñanza y aprendizaje si no por la estructura jerárquica del conoci-
observa los procesos de interacción den- miento dentro de la sociedad, incluso a la
tro del aula. Puede indagar sobre el saber clase social y al grupo étnico al que se per-
disciplinar como forma de pensamiento, tenece. Esto lleva a preguntarse por la rela-
pero es incompleto si no estudia su rela- ción entre investigación y enseñanza y por
ción con las múltiples historias que entran la historia en la escuela como un conoci-
en juego. Puede observar el desarrollo de miento más amplio, condicionados por
habilidades cognitivas, pero empobrece múltiples factores que desbordan los lími-
su análisis si no incluye su accionar en tes disciplinares.
espacios específicos de enseñanza. Para La enseñanza de la historia, al estar en
mirar esta complejidad, necesariamente cierta medida fuera del saber disciplinar,
hay que repensar las fronteras disciplinares, si se entiende como la construcción de sig-
sus métodos y diseñar categorías analíti- nificados sobre el pasado dentro de la es-
cas para así responder al complejo objeto cuela, puede enmarcarse dentro de los usos
de estudio que estamos analizando aquí. públicos de la historia en el presente.38
37
Epstein, “Sociocultural”, 1997, p. 30.
ENTRE FRONTERAS DISCIPLINARES 38
La investigación en enseñanza de la historia
en cuanto uso de la historia en el presente, se aleja de
En una investigación de Terrie Epstein otro campo de la investigación acerca de la historia de
realizada en una secundaria del medio la educación y de la propia enseñanza de la historia.

170 SEBASTIÁN PLÁ


Esta expresión, propagada por los escri- toriografía profesional. Bajo este criterio
tos de Jurgüen Habermas desde los años podemos suponer que los alumnos afroa-
ochenta del siglo pasado, hace referencia a mericanos hacen un mal uso de la histo-
la conciencia histórica como responsabi- ria, pues consideran que los libros de texto
lidad ética frente al presente y en especial y la historiografía profesional no cuenta
sobre la función social de los historiado- “toda la historia”43 de la esclavitud o de la
res.39 Lo difuso del concepto trató de ser violación reiterada a los derechos civiles, o
limitado a los usos políticos de la historia, que la construcción temporal de las narra-
entendido como una mirada de investi- ciones históricas dentro del Ejército Zapa-
gación en que hace inseparable los con- tista de Liberación Nacional y sus relacio-
textos políticos y sociales de las formas de nes con las organizaciones comunitarias,
conocimiento y representación del pasa- también están equivocadas;44 mientras
do.40 Sin embargo, llama la atención que que la interpretación caucásica de la his-
estos estudios pongan poca atención a la toria en la escuela, basada en una valida-
escuela, pues si las significaciones sobre ción del conocimiento científico y su
el pasado dependen de los contextos socia- transposición didáctica es un buen uso de
les y políticos en los que se producen, pasa la historia. Las fuentes históricas dentro
lo mismo con los historiadores, con los de las escuelas son mucho más que la pro-
políticos y por supuesto con los maestros ducción de los historiadores, incluso esta
y los alumnos, como tan claramente lo ha queda a veces en segundo plano. Si quere-
demostrado Epstein.41 Tal vez, esta omi- mos convertir a la enseñanza de la his-
sión se deba al poco conocimiento de los toria en un objeto de investigación, más
contextos de enseñanza y aprendizaje den- allá de la transposición didáctica, la for-
tro de las aulas, pero también a la rela- mación de la identidad nacional o el desa-
ción dicotómica en la que se jerarquiza rrollo de habilidades cognitivas en nues-
un conocimiento sobre otro, como con tros estudiantes, es necesario reconocer
tanta claridad lo expresa Eric Hobsbawm: otras formas válidas de construcción de
“les guste o no les guste, los historiado- significados dentro de la escuela. Si que-
res profesionales producimos la materia remos mantenernos en una posición que
prima para que los no profesionales la usen ubica por encima al conocimiento cientí-
bien o mal”.42 fico sobre el pasado, por lo menos vale la
La enseñanza de la historia es una his- pena tratar, desde la ciencia, de profundi-
toria no profesional, deslegitimada como zar sobre las formas de construcción, bue-
producción de conocimiento histórico. Por nas o malas según se quieran juzgar, de
tanto, profesores, alumnos, padres de fami- significaciones sobre el pasado dentro
lia, funcionarios educativos, en cuanto no de la institución escolar.
profesionales, si seguimos a Hobsbawm, Por supuesto no se está negando la
usan bien o mal la producción de la his- importancia y el valor de la producción
científica, más bien, lo que propongo es
39
Habermas, “Concerning”, 1988, pp. 40-50. ver la enseñanza de la historia como un
40
Hartog y Revel, Usages, 2001.
41 43
Epstein, Interpreting, 2009. Epstein, “Sociocultural”, 1997.
42 44
Hobsbawm, Historia, 1998, p. 270. Baschet, “Histoire”, 2001, pp. 55-74.

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 171


uso público de la historia en el presen- danos”.45 La información se recaba con
te, con sus abusos, sus exclusiones y sus entrevistas a profundidad como la siguien-
posibilidades democratizadoras. Esto sig- te: “E: ¿Te acordás de algo que pasó ese
nifica que debemos indagar sobre las di- día, conocés algo del relato del 9 de julio?
ferentes interrelaciones de pasados que /L: Más o menos/E: Lo que te acuerdes./L:
se dan dentro de la escuela, para poder Que toda la primaria tuve actos”,46 o “E:
así comprender lo que sucede en nues- Vos decís que antes de que el país se lla-
tras aulas y posteriormente modificar las mara Argentina los indígenas eran argen-
prácticas a partir de los diferentes contex- tinos, ¿por qué?/M: Como el territorio es
tos escolares y de los procesos de enseñanza ahora Argentina, yo creo que siempre fue
y aprendizaje. La enseñanza de la historia ha Argentina./E: ¿Y ellos eran argentinos
sido tradicionalmente un metarrelato, pero aunque no lo supieran?/M: Exacto.”47 Los
este se enfrenta en el aula, con tradicio- autores de esta y muchas otras entrevis-
nes pedagógicas de los maestros, la his- tas reveladoras concluyen sobre el carácter
toriografía profesional, historias comuni- ontológico, territorial y ahistórico de la
tarias de los alumnos, formas culturales e historia dentro de la escuela.
históricas de ser adolescentes, finalidades
educativas, desarrollos cognitivos y pro- Hemos mostrado cómo esa “incorrección”
cesos de escolarización. En cada aula, en también se produce, “existe”: revelamos evi-
cada comunidad escolar, la posición jerár- dencia y analizamos sus huellas en el plano
quica que ocupan cada uno de estos ele- cognitivo y finalmente, encontramos que es
mentos en relación con los otros varía y “incorrecto” aquello que por estar al servicio
por lo tanto la construcción de significa- de la formación identitaria, obstaculiza el
dos sobre el pasado puede ser distinta. Sin desarrollo de la comprensión histórica de los
embargo, es notorio que los esquemas alumnos e inhibe su capacidad como ciuda-
interpretativos de la historia son necesarios danos políticos.48
pero insuficientes. La enseñanza de la his-
toria, en cuanto objeto de investigación, se El pensamiento de Mario Carretero ha
encuentra entre varias fronteras discipli- vivido un deslizamiento desde los inicios
nares, por lo que exige una mirada inter- de la última década del siglo XX a la fecha.
disciplinaria. Su mirada cognicitivista ha introducido
Nuevo ejemplo. En un estudio de aspectos culturales en la construcción del
Mario Carretero y Miriam Kriger se ana- conocimiento histórico dentro de la es-
liza el papel de las ceremonias escolares cuela, sobre todo en relación con la iden-
en la formación de la identidad nacional tidad nacional. Su núcleo analítico parte
en Argentina. A partir de la categoría ana- de la psicología y lo relaciona con la his-
lítica de representación social acuñada por toria, lo que le permite estar constante-
Serge Moscovici, el objetivo es describir mente en uno y otro lado de las fronteras
cómo las ceremonias escolares, en cuanto
práctica identitaria, “se articula con la 45
Carretero y Kriger, “Enseñanza”, 2010, p. 63.
enseñanza disciplinar de la historia e inter- 46
Ibid., p. 69.
viene en la formación del pensamiento 47
Ibid., p. 71.
histórico de los alumnos y futuros ciuda- 48
Ibid., p. 80.

172 SEBASTIÁN PLÁ


disciplinares, con notoria comodidad en los identitarios que se disputan los luga-
la primera. La relación la establece al afir- res hegemónicos entre los jóvenes, mucho
mar que el pensamiento histórico no es más allá de los Estados nacionales. Por
un pensamiento natural y por tanto la fun- último, la pedagogía, por supuesto, no se
ción de la enseñanza de la historia está en limitaría tampoco a lo correcto o inco-
el desarrollo de las habilidades cognitivas rrecto, aunque en ocasiones le es difícil
que permitan al alumno un desarrollo del eludirlo, sino a las lógicas curriculares,
pensamiento crítico. La introducción de su vínculo con otras materias, la forma-
lo político (reflejado en las ceremonias es- ción docente y las propias finalidades
colares) son incorrecciones frente al “co- educativas de los sistemas escolarizados
rrecto” pensamiento histórico, es decir, a nacionales.
los esquemas interpretativos de los histo- La enseñanza de la historia, entendida
riadores. En última instancia, parecería como un uso público (y su casi inherente
que el problema de la enseñanza de la his- uso político) de la historia, rompe con la
toria se resuelve con una buena transposi- lógica binaria de la investigación del pa-
ción didáctica. sado y la enseñanza de la disciplina, pues
Pero su investigación arroja más aspec- los saberes que entran en juego en su sig-
tos que lo incorrecto o lo correcto del pen- nificación son múltiples e incontrolables
sar histórico. Desde el análisis político del para el quehacer del historiador. Además,
discurso, lo político y la política49 se con- la enseñanza de la historia implica estu-
sideran inherentes a la configuración dis- diar el tiempo presente desde esquemas
cursiva o de significados dentro de una interpretativos más amplios que los ofre-
organización social. Por lo que las pregun- cidos por la historiografía profesional. Al
tas serían, ¿qué posicionamiento político señalar el carácter fronterizo de la ense-
implica la historia en la escuela y la de ñanza de la historia y puntualizar al pre-
investigación?, ¿cuáles son las proce- sente como tiempo de investigación, no
dencias de significados que ocupan los pretendo sacarla de la mirada de la his-
diversos significantes (indígenas, compe- toriografía profesional; por el contrario,
tencias, argentinos) en la construcción de considero necesario que los historiadores
significados sobre el pasado en la escuela? la observen como un uso de la historia,
Por su parte, la teoría de la historia podría cuya procedencia no necesariamente es
ayudar en la indagación sobre el papel la producción de los historiadores. Una
legitimador de los metarrelatos o historia de las implicaciones de esta perspectiva,
con mayúscula y de los pequeños relatos es la exigencia de construir categorías ana-
o historias con minúscula, permitiendo líticas particulares para la enseñanza de la
indagar sobre el saber disciplinar como historia como objeto de investigación.
legitimación de un determinado conoci-
miento histórico. O la antropología faci-
litaría preguntas acerca de las culturas TRAZOS PARA EL DISEÑO DE CATEGORÍAS
juveniles, las historias de vida, los mode- ANALÍTICAS

49
Para una mayor explicación de lo político y la Cuando Ronald Evans tras sus observa-
política véase el siguiente apartado. ciones sobre las prácticas de los docentes

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 173


de historia notó la estrecha relación entre son las prácticas docentes, pero también
creencias, lógicas curriculares, tradiciones se han abierto discusiones sobre el pensar
historiográficas y la influencia de las afi- histórico, conciencia histórica, definición
liaciones políticas que existía, decidió dise- de nociones históricas, narración histórica,
ñar una tipología. Distinguió cinco tipos la escritura de la historia en el aula, la rela-
de profesores: a) el contador de historias, ción entre enseñanza de la historia y me-
que considera a la narración como parte moria colectiva, conocimientos previos y
fundamental de la transmisión de un representaciones sociales entre otras. Cada
conocimiento no problemático del pasado una de estas se define desde procedencias
que poco o nada cuestiona los conocimien- disciplinares diversas: las habilidades de
tos previos de los estudiantes; b) el histo- pensamiento, por ejemplo, tiene una fuer-
riador científico, que promueve la idea de te impronta de la psicología cognosciti-
historia problema que se resuelve con aná- vista, mientras que la categoría de pensa-
lisis, interpretación y explicación, es decir, miento histórico trata de aproximarse lo
se fundamente en el saber disciplinar; más posible a la teoría y prácticas de la
c) el reformador relativista, que considera historiografía profesional. Obviamente,
la historia como un conocimiento central este acercamiento tiene grados diferentes
para la transformación del mundo con- y abreva de corrientes históricas diversas.
temporáneo, por lo que está muy influido En muchas ocasiones, obligados por el
por su posicionamiento político o reli- carácter fronterizo de la enseñanza de la
gioso; d) el filósofo cósmico, que entiende historia, se conjuntan posicionamientos
a la historia como una serie de patrones y historiográficos y psicológicos para defi-
ciclos de progreso y declive o, en palabras nir los componentes de una determinada
de Evans, metarrelatos, y e) el ecléctico, categoría. Por lo general, todas ellas par-
que piensa que la historia debe ser ense- ten de ideas bastante claras sobre lo que es
ñada de múltiples formas como contar recomendable enseñar y aprender dentro
cuentos, ser críticos con el presente y ba- de la escuela. Aquí, dado la extensión del
sarse en conocimientos científicos para la texto, describiré la categoría de pensar his-
formación de la identidad individual y tóricamente, para posteriormente tratar de
colectiva.50 Aunque se pueden identificar poner sobre la palestra otras dos construc-
estas prácticas y funciones de la enseñanza ciones teóricas: el discurso histórico escolar y
de la historia y en ocasiones hay maestros el conocimiento histórico escolar.
que prefieren una sobre la otra, es difícil Quizá el estudio más significativo, aun-
encasillar en una sola a cada profesor, pues que no el primero, sobre el pensamiento
pasan de una a otra inconscientemente histórico en los jóvenes fue el realizado
durante su quehacer docente. por Samuel Wineburg. Este investigador,
Más allá del gusto por la taxonomía, lo psicólogo de origen, realiza un exhaustivo
que Evans presenta es la necesidad de bus- estudio comparativo entre jóvenes de
car categorías analíticas que nos permitan bachillerato y especialistas (historiadores)
explicar desde lógicas interdisciplinarias en el uso de fuentes primarias. Por medio
a la enseñanza de la historia. En este caso de una serie de ejercicios centra su aten-
ción en las habilidades cognitivas utiliza-
50
Evans, “Concepciones”, 1991, pp. 61-94. das por los historiadores para cuestionar

174 SEBASTIÁN PLÁ


a la fuente, ejercicio que no hacen los ado- los pasados. Joan Pagés,53 quien puede
lescentes. Estas habilidades son la ubi- incluirse en este grupo, publicó un bre-
cación espacial y temporal de la fuente; ve estudio comparativo entre los escritos
la contextualización del documento; la del marroquí Mostafa Hassani Hidrisi, el
lectura a profundidad; el uso del conoci- suizo Charles Heimberg, los canadienses
miento propio para interpretar la fuente; Robert Martineau y Stéphane Levesque y
la capacidad de destacar los silencios; y la mis investigaciones. Todos aceptan que el
habilidad de corroborar las interpretacio- pensamiento histórico desarrollado por los
nes con nuevas fuentes. Estas habilidades historiadores es un pensamiento complejo
permiten ir de un lado a otro entre lo fa- y quizá el más sofisticado para pensar el
miliar y lo extraño, entre lo particular y pasado, por lo que es inútil e incluso ab-
lo universal.51 Carretero, resumiendo el surdo tratar de sacarlo de las aulas. Sin
pensamiento de Wineburg, afirma que embargo, a pesar de que se reconoce la
metodología como algo importante (Mar-
necesario que estas dos dimensiones [lo fami-
para construir una “mirada” histórica, es tineau, Levesque), se destacan también
conceptualizaciones relevantes como la
liar y lo extraño] entren en juego para orga- causalidad, el tiempo histórico, la inter-
nizar significativamente las relaciones entre textualidad y la narración (Heimberg,
el pasado y el presente conformando agen- Pagés, Plá) y el peso del lenguaje en la
tes sociales y no pasivos espectadores del constitución de la epistemología de la his-
mundo.52 toria (Hassani, Plá, Martineau). Todas es-
tas concepciones, incluidas las origina-
Es decir, estos autores consideran nece- das por la psicología cognitiva, se centran
sario el desarrollo de habilidades del en los aprendizajes y la enseñanza de
método del historiador como base para la historia, permitiendo vislumbrar las
alcanzar el pensamiento histórico (mane- complejidades de la construcción de sig-
jar lo extraño y lo familiar del pasado y nificados sobre el pasado dentro de la
del presente). Ambos son representativos escuela.
de lo que se ha denominado aquí educa- En un esfuerzo por cubrir esta carencia
ción histórica. quiero lanzar a la mesa de la discusión dos
Desde otra perspectiva, sin una figura categorías analíticas interrelacionadas que,
central tan notoria y sin el poderío hege- desde mi punto de vista, permiten dar
mónico en la investigación como la men- pautas para delinear otra mirada al campo
cionada anteriormente, se encuentran los de investigación en enseñanza de la his-
investigadores que relacionan el pensar toria. Estas categorías son la de discurso
histórico al desarrollo de la historiografía histórico escolar y la de conocimiento histórico
profesional pero desde aspectos concep- escolar. Ambas tratan de puntualizar las
tuales y no meramente metodológicos. Es características de la enseñanza de la his-
decir, no tanto una forma de indagar sobre toria en cuanto acción política, o más exac-
el pasado, sino una manera de pensar el o tamente, señalar lo político y la política
como características inherentes, al grado
51
Wineburg, Historical, 2001, p. 5.
52 53
Carretero y Krieger, “Enseñanza”, 2010, p. 59. Pagés, “Desarrollo”, 2009, pp. 67-92.

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 175


de pensar que sin ella la historia pierde su lar son antagónicas, pero ambas son sus-
función dentro del ámbito escolar. Para ceptibles de transformarse en prácticas de
Chantal Mouffe lo político enseñanza cotidianas dentro de la escuela,
dependiendo de los momentos históricos
es la dimensión de antagonismo que consi- y coyunturales de los que estemos ha-
dero constitutiva de las sociedades huma- blando. Pero también están los posicio-
nas, mientras entiendo “la política” como el namientos historiográficos, las historias
conjunto de prácticas e instituciones a través informales, los medios de comunicación,
de las cuales se crea un determinado orden, las historias personales y los códigos extra
organizando la coexistencia en el contexto e interlingüísticos de la institución escolar
de la conflictividad derivada de lo político.54 que se disputan un lugar preponderante
por sobre los otros. A las posibilidades de
Esta organización, este orden político, articulación de diferentes significados
se establece a partir de relaciones de poder, sobre el pasado dentro de la escuela, le he
lo que da como resultado algunas formas denominado discurso histórico escolar.
de exclusión. A las prácticas articulatorias del dis-
curso histórico escolar las llamo conocimiento
Las prácticas articulatorias a través de las histórico escolar. La enseñanza de la historia
cuales se establece un determinado orden y es la acción política mediante las cuales

son “prácticas hegemónicas” [pero este los diferentes antagonismos inherentes


se fija el sentido de las instituciones sociales se trata de ocultar, mitigar o excluir a

orden] es susceptible de ser desafiado por a las interpretaciones del pasado dentro
prácticas contrahegemónicas.55 de la escuela. Esta reducción de los anta-
gónicos permite ordenar, por ejemplo, en
Trasladados los constructos teóricos de una misma narración a personajes histó-
Mouffe a la enseñanza de la historia se ricos antagónicos e incluso hacerlos par-
puede entender lo político como todo tícipes de una misma causa. El resultado
aquello que es susceptible de ser articu- pueden ser metarrelatos nacionales con-
lado en una cadena de significados sobre formados de una epistemología política
el pasado o los pasados en la escuela. Pero particular o construcciones históricas muy
estas visiones del pasado en muchas oca- diversas. Pero también son acción política
siones pueden ser antagónicas entre sí, por la relación binaria entre investigación y
ejemplo, la lógica de los ritos escolares, enseñanza, así como la mera trasposición
basados en efemérides repetitivas, pro- didáctica de la metodología de investiga-
mueven un tiempo cíclico del pasado, una ción de la historia a las aulas. Esta articu-
historia magistra vitae, mientras que la in- lación termina conformando un conoci-
troducción de competencias sostenidas miento, pero no como algo incorrecto en
en la metodología de la historia promueve relación con la ciencia histórica o a una
tiempos lineales. Estas formas de conce- democracia ideal o a tentaciones de usos
bir el tiempo histórico y el tiempo esco- políticos de la historia,56 sino como for-
mas particulares del pasado que tienen
54
Mouffe, Torno, 2009, p. 16.
55 56
Ibid., p. 25. Hartog y Revel, Usages, 2001, p. 14.

176 SEBASTIÁN PLÁ


que ver con la historiografía profesional, lares, posicionamientos historiográficos,
pero que también están fuera de ella. historias diversas que se introducen al
Las articulaciones de lo político en la aula, caen dentro de la enseñanza de la
política de la historia dentro de la escue- historia. ¿Qué relaciones de poder se esta-
la termina haciendo referencia al poder y a blecen entre la psicología y la historia
sus mecanismos de inclusión y exclusión. como ciencia para legitimar ciertas for-
En la enseñanza de la historia, el poder mas de conocimiento histórico dentro del
puede ser entendido de una manera más aula?, ¿cómo influye el contexto cultural
compleja que una simple imposición de y las historias locales en la significación
versiones estatales de la historia o la cre- de distintos acontecimientos históricos
encia de que los libros de texto son la fiel dentro del aula?, ¿cómo los códigos lin-
imagen de la historia que se enseña. Tiene güísticos y extralingüísticos son parte de
que ver también con las formas de con- la conformación de significados sobre el
trol del profesor dentro del aula, sus es- pasado?, ¿cómo la memoria colectiva cons-
trategias didácticas, sus mecanismos de tituye parte del pensar históricamente
evaluación, los fines educativos, las con- dentro de la escuela? son ejemplo de
diciones materiales y de gestión educativa preguntas que estas categorías analíticas
en la que se desempeña y a las interpreta- pueden plantear. Para resolverlas, es nece-
ciones informales, de profesores y alum- sario pasar al campo de las herramientas
nos que se introducen al aula. El ejercicio metodológicas de investigación.
del poder, en sus diferentes ramificaciones
dentro del aula, termina por seleccionar
las prácticas hegemónicas, pero al mismo HERRAMIENTAS METODOLÓGICAS
tiempo abre la posibilidad, según las dife-
rentes coyunturas, de espacios contrahe- Cuando Linda Levstik57 indagó sobre las
gemónicos. Siguiendo un poco a la socio- diferentes interpretaciones sobre el pasado
logía de la educación, podemos decir que neozelandés en estudiantes de origen euro-
la enseñanza de la historia puede ser parte peo y maorí, seleccionó acontecimientos
de la reproducción cultural o un instru- históricos que consideró relevantes, aplicó
mento de resistencia y educación crítica. una serie de entrevistas, hizo actividades
El poder, entendido en su complejidad grupales e individuales a partir de imá-
como articulador de lo político en la polí- genes y desarrolló análisis curriculares. De
tica, tiene aspectos negativos pero posibi- manera similar, Keith Barton58 aplicó una
lidades constructivas, por ejemplo, una serie de entrevistas para comparar el im-
enseñanza de la historia más democrática. pacto de las historias familiares y los con-
Las categorías analíticas de discurso his- textos políticos y religiosos con la historia
tórico escolar y de conocimiento histórico escolar, escolar en niños irlandeses. Para entender
permiten formular preguntas diversas a la construcción del pensamiento histórico
la enseñanza de la historia como objeto en adolescentes Samuel Wineburg59 com-
de investigación. Desde la relación bina-
ria investigación/enseñanza hasta el ejer- 57
Levstik, “Well”, 1999.
cicio de poder dentro del aula por parte 58
Barton, “Historia”, 2009, pp. 13-28.
del profesor, pasando por lógicas curricu- 59
Wineburg, Historical, 2001.

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 177


paró estrategias de lectura de fuentes pri- procesos de enseñanza y aprendizaje y en
marias entre expertos y novatos, y Peter otros se descontextualizaron las prácticas
Seixas60 realizó encuestas a gran escala para para profundizar en procesos cognitivos o
observar la opinión de los canadienses de representaciones sociales sobre algunos
sobre distintas polémicas historiográficas contenidos históricos específicos. Para
en su país. Para explicar la escritura de la interpretarlos se utilizaron herramientas
historia en el aula, construí un tipo ideal metodológicas de la etnografía, de la psi-
de escritura de la historia experta, realicé cología, de la sociología, de la pedagogía,
indagaciones autobiográficas y me basé de la lingüística y por supuesto de la his-
en la investigación acción como herra- toria. De nuevo, la construcción de la en-
mienta metodológica que permitió llevar señanza de la historia como objeto de
a cabo un trabajo de corte longitudinal.61 investigación desborda las fronteras dis-
Por su parte, Isabel Barca, retomando a ciplinares de la historia profesional. Pero
Jürgen Rüsen, construye otra idea de na- al mismo tiempo, esta variedad de proce-
rración para analizar los textos escolares dencias disciplinares, de métodos de in-
en la construcción de la representación de terpretación y obtención de datos, y de
historia universal en Portugal.62 De igual creación de fuentes, reflejan la imposibi-
manera, la investigación en el aula de An- lidad de convertirla en un saber disci-
toni Santisteban convierte a la didáctica en plinar específico, dueño de un lenguaje y
metodología de investigación.63 La historia un método particular, es decir, afirman su
oral ha sido usada para comprender el im- condición inherente de saber fronterizo.
pacto de la historia profesional en las formas Aunque de forma indefinida o más
de pensar y enseñar historia en México64 o bien mutable, según las relaciones que se
en las relaciones entre memoria colectiva hagan entre referente empírico, categorías
y enseñanza de la historia en Perú.65 analíticas, preguntas de investigación y
Cada una de estas investigaciones creó metodología seleccionada, la enseñanza de
sus fuentes a partir de metodologías varia- la historia presenta aquí dos problemas
das y procedentes de múltiples abrevade- básicos y una paradoja. El primer asunto
ros disciplinares. Se utilizaron escritos trata sobre el referente empírico, es decir,
escolares, documentos históricos, entre- la posibilidad de constituir de manera ine-
vistas a profundidad, cuestionarios a gran vitablemente coyuntural, las fuentes del
escala, planes de estudio, libros de texto y objeto de investigación. El segundo as-
estrategias didácticas, entre otras. En algu- pecto habla de las herramientas metodoló-
nas se respetó los contextos áulicos de los gicas de las que se pueden echar mano para
la creación de la fuente. Al final queda una
60
paradoja entre la enseñanza de la histo-
Seixas, Ercikan y Gosselin, “Cuestionar”, pp. ria como objeto de investigación y como
58-66.
61
Plá, Aprender, 2005.
práctica, que quizá deban contestar los acé-
62
Barca, “Estudos”, 2008, pp. 47-55. rrimos defensores de educación histórica:
63
Santisteban, González y Pagés, “Investigación”, si el método del historiador (sea cual sea)66
2009, pp. 115-29.
64 66
Trejo, “Enseñanza”, 2009, pp. 39-44. La discusión sobre las características particula-
65 res del método histórico es larga y demasiada extensa
Trinidad, “Espacio”, 2004, pp. 11-40.

178 SEBASTIÁN PLÁ


es insuficiente para comprender los pro- objetos cambiando a la vez su lugar y su
cesos de enseñanza y aprendizaje de la his- condición.67
toria en la actualidad, ¿cómo es posible
que sea el contenido de enseñanza primor- Pero a este gesto que hace el historia-
dial?, ¿sirve enseñar algo que no puede dor para llenar y dar forma a ideas o hipó-
explicarse a sí mismo? tesis configuradas a priori, le antecede por
Las fuentes para la investigación en lo general una operación técnica: la crea-
enseñanza de la historia se aproximan y ción de los archivos. El historiador reorga-
se alejan de aquellas construidas por la niza sobre lo que ya fue puesto aparte con
historiografía profesional. Desde el surgi- anterioridad.
miento de la escuela de los Annales todo es La enseñanza también pone aparte
susceptible de ser historia, de convertirse algo, pero ese objeto difiere en varios com-
en fuente histórica: documentos oficiales, ponentes de las fuentes de la historiogra-
anuncios publicitarios, planes de estudio, fía profesional. También la investigación
imágenes, piedras, edificios escolares e de la configuración de significados sobre
infinidad de objetos materiales. A este el pasado dentro de la escuela requiere
inmenso cúmulo de objetos potenciales de un proceso técnico que lo separe, pero
para transformarlos en “documentos”, el ese proceso no antecede a la investigación,
historiador trata de mirarlos de manera sino que es una de sus partes constitutivas.
original, innovadora, a través de una pre- La operación técnica y la creación de la
gunta de investigación. A partir de ella y fuente son parte de un mismo proceso. En
de la idea, la hipótesis o el modelo que la relación con la fuente el objeto es una inte-
subyace, el historiador comienza un pro- racción que se está dando o por lo menos
ceso de selección, un que se acaba de dar, no que se dio. Lo es-
tudiado es parte de un proceso histórico
gesto de poner aparte, de reunir, de conver- que no ha concluido. De ahí su condición
dos de otro modo […] En realidad consiste
tir en “documento” algunos objetos reparti- inalienable de coyuntural. Pero no sólo
eso, al estudiar el uso de la historia en
en producir los documentos por el hecho el presente dentro de la escuela lo que el
de recopiar, transcribir o fotografiar dichos investigador tiene que separar no son unos
vestigios de otros para convertirlos en
para exponer aquí. Básicamente los autores se cen- documentos, sino que debe poner aparte
tran en el análisis de fuentes primarias y por lo gene- aquello que le interesa de un referente ins-
ral textos escritos. Sin embargo, es inevitable recordar tantáneo y que tiene muchas probabili-
el tono irónico con el que Hyden White definió al dades de no dejar huella, de no terminar
método de los historiadores del siglo XIX que, entre en ningún archivo. Este referente ofrece
ciencia y arte, “consiste en el estudio de unos cuantos sinnúmero de fuentes: las más obvias y las
idiomas, en trabajar y viajar por los archivos, y en la
ejecución correcta de unos cuantos ejercicios que lo
que perduran son los libros de texto y
familiaricen con libros y periodos de su campo. Por lo los planes de estudio, quizá con suerte
demás, una experiencia general de asuntos humanos, unos cuantos cuadernos de los estudian-
lecturas en campos periféricos, autodisciplina y horas tes, pero las más ricas son los momentos
en el escritorio es todo lo que hace falta”. White,
67
“Peso”, 1982, pp. 23-33. Certeau, Escritura, 2010, pp. 85-86.

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 179


de la interacción de saberes y la produc- ¿Cómo convertir a un sujeto en fuen-
ción de interpretaciones sobre el pasa- te?, ¿cómo convertir a situaciones áulicas
do dentro de la escuela, sea a través de en referente empírico?, ¿cómo transfor-
la escritura o sea a través de la oralidad mar a una estrategia didáctica y sus pro-
dentro del aula. En primera instancia, la ductos en fuentes de investigación? La
fuente es siempre el sujeto (maestro, pedagogía, la psicología, el psicoanálisis,
alumno, etc.) que produce significados la historia oral y la etnografía podrían
sobre el pasado, y en segunda instancia, darnos una respuesta, aunque por supuesto
la institución y sus prácticas y objetos. no son las únicas. A pesar de su pluralidad
Al igual que en investigaciones histo- metodológica considero tres como las más
riográficas, lo que interesa al investigador relevantes: la observación etnográfica para
está detrás de la fuente. Por ejemplo, si comprender cómo la institución limita,
nuestra pregunta de investigación se cen- prescribe, proscribe y legitima ciertas for-
tra en las relaciones entre las versiones mas de interpretación del pasado dentro
familiares de la historia y la historia esco- de la escuela; la entrevista a profundidad
lar, la información no está puesta en un para comprender cómo entiende y sig-
documento; está, digámoslo así, dentro nifican los alumnos y los profesores a la
del sujeto y por lo tanto hay que extra- historia dentro de la escuela; y la investi-
erla a través de instrumentos específicos. gación didáctica, es decir, la producción
De la misma manera, si el interés del estu- de fuentes (por ejemplo la escritura de la
dioso son las formas de legitimación de historia como parte de la construcción del
conocimiento histórico dentro del aula el conocimiento histórico escolar), a partir
“dato” se encuentra en los mecanismos de del uso deliberado de estrategias de ense-
evaluación, en las formas de control y en ñanza. Es obvio que si mi interés son los
el papel que desempeña el libro de texto. libros de texto o los planes curriculares
O si queremos estudiar las relaciones tem- estas herramientas metodológicas no sir-
porales entre el tiempo cíclico escolar y el ven para nada, pero si lo que me interesa
tiempo lineal de la historia escolar, nues- es el impacto de una reforma curricular
tras fuentes pueden ser las efemérides, los en el aula o la interacción entre alumno
ritos escolares y las nociones de tiempo y libro de texto en contextos escolares,
histórico que posean los docentes y los estas herramientas metodológicas cobran
alumnos. La construcción de la fuente de- de nuevo validez. Es necesario recordar
pende, tanto en la investigación en ense- que la metodología está condicionada
ñanza de la historia como en la historio- por el referente empírico, las preguntas
grafía profesional, de su relación con las de investigación y las categorías teóricas
preguntas de investigación. Sin embargo, utilizadas. Lo relevante aquí está en el dis-
al ser una fuente tan fugaz, por ejemplo la tanciamiento de lo metodológico en la
oralidad dentro de la escuela, no existe una enseñanza de la historia con la historio-
operación técnica en términos de Certeau, grafía profesional, pues es mediante la
que los ponga aparte antes que lo haga el metodología que se lleva a cabo la opera-
investigador. Esta creación de la fuente ción técnica de poner aparte y constituir la
requiere de metodologías procedentes de fuente directamente del referente empí-
las humanidades y las ciencias sociales. rico estudiado y no de sus vestigios.

180 SEBASTIÁN PLÁ


Se puede llegar a afirmar que la inves- podemos definir un campo de investiga-
tigación del uso público de la historia den- ción complejo e inexplorado en México.
tro de la escuela ya tiene un proceso a La enseñanza de la historia, en cuanto ob-
priori de poner aparte la fuente en el mo- jeto de investigación hace referencia a las
mento que limitamos la investigación a complejas interacciones de significados
las realidades escolares. Sin embargo, esta sobre el pasado que se dan dentro de la
afirmación –que a simple vista parece escuela. El resultado es un conocimiento
tener cierta razón– es incorrecta, pues la histórico escolar que no es igual al cono-
escuela no separa los objetos para preser- cimiento profesional, pero no por esto es
varlos, como sería un archivo, sino que es falso o incorrecto. Es dueño de una epis-
parte constitutiva de la configuración de temología particular.
significados sobre el pasado dentro de un Investigar sobre esta epistemología
ámbito específico. La institución es quien requiere de categorías analíticas y herra-
regula los pasados y sus formas de ense- mientas metodológicas variadas que se
ñanza. Por eso es más el referente empírico aproximan y se alejan a la vez de la histo-
que parte de la operación técnica de la riografía profesional. Esto se debe a que
investigación. Sin ella, no podríamos hablar la enseñanza de la historia nunca pierde
de enseñanza de la historia como se ha su vínculo con la producción de conoci-
entendido a lo largo del presente artículo. miento histórico de los historiadores, pero
toma de fuentes teóricas y metodológicas
que la desbordan por mucho. Así, la psi-
LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA cología, la etnografía, la pedagógica y la
COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN historia oral, entre otras, dan elementos
para crear fuentes caracterizadas por su
El lugar que ocupa un campo de investi- fugacidad y oralidad, al mismo tiempo
gación dentro del espectro de una dis- que ofrecen al investigador una serie de
ciplina está estrechamente vinculado a las herramientas metodológicas (como la
jerarquías que se dan en su interior. En el entrevista a profundidad, la observación
caso de la enseñanza de la historia, se ha etnográfica y las intervenciones didácti-
podido observar cómo la lógica binaria cas) para interpretarlas. Esta condición
investigación/enseñanza que existe en impuesta por el referente empírico faci-
la identidad de los historiadores, deja a lita que la investigación en enseñanza de
esta última en un lugar marginal en re- la historia pueda ser catalogada por
lación con la primera, a pesar de ser parte muchos como ecléctica, es decir, frágil y
constitutiva de las prácticas del investi- sin sustento disciplinar. Sin embargo, esta
gador. Como tal, no es considerada digna variedad metodológica y teórica ofrece
de ser investigada, pues es tan sólo la más bien la oportunidad de crear modelos
transmisión de un saber erudito hacia unas interpretativos complejos y congruentes
masas desinformadas, carentes de pensa- bajo una estrecha vigilancia epistemoló-
miento histórico y de saber “verdadero” gica que explique mejor a la historia den-
sobre el pasado. Sin embargo, cuando tra- tro de los ámbitos escolares.
tamos de romper con la lógica binaria y La enseñanza de la historia, en cuanto
ver más allá de la transmisión de un saber, uso público de la historia en el presente,

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 181


es una acción política. Renunciar a la in- -Carretero, Mario y José A. Castorina, La
vestigación de sus características significa construcción del conocimiento histórico. Enseñanza,
dejar fuera de la reflexión historiográfica narración e identidades, Paidós, Argentina, 2010.
al principal espacio de socialización del -Carretero Mario y Miriam Kriger, “Ense-
conocimiento histórico, así como al lugar ñanza de la historia e identidad nacional a tra-
donde se construyen de manera sistemá- vés de las efemérides escolares” en Mario Carre-
tica otras formas de interpretar el pasado. tero y José A. Castorina, La construcción del cono-
Pero sobre todo, se elimina una posible cimiento histórico. Enseñanza, narración e identida-
autorreflexión sobre una parte constitu- des, Paidós, Argentina, 2010, pp. 54-80.
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