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(2005)
Las imágenes de los muertos en el golpe del 55

Irene Marrone y Mercedes Moyano Walter.

Introducción.

“...no están, no se ven, no tienen entidad, están desaparecidos”.


Frase del ex Gral Videla en 1976 al referirse a los desaparecidos en
Argentina durante la dictadura del PRN.

A cincuenta años del golpe cívico-militar-religioso de 1955 se pasaron por televisión


imágenes documentales hechas por los noticiarios cinematográficos en los bombardeos de junio. La
pantalla mostró en detalle decenas y decenas de cuerpos de los muertos en Plaza de Mayo. Al
preguntar sobre las mismas, nadie parecía recordarlas. ¿Cómo era posible que se olvidara algo tan
horroroso? ¿quién había filmado esto? ¿cuándo se había editado y con qué fines? ¿Había otras
versiones documentales sobre estos hechos? ¿Qué notas de actualidad política se pasaron en los
cines en ese momento? ¿Se mostraron alguna vez en las salas de cine al público masivo, o eran sólo
documentos secretos de estado para consumo de grupos gobernantes?

La investigación se inició con reflexiones sobre la relación en el documental entre política y


ética1. Ambas cuestiones, entendidas como formas del discurso ideológico, intervienen en el
documental cinematográfico forjando una subjetividad favorable a un determinado orden, con su
sistema de valores, de poder, de jerarquías y hegemonías. La estabilización de ese orden depende
tanto de la capacidad represiva del estado como de su talento y eficacia para vehiculizar relaciones
sociales nuevas, que trabajen en la legitimación de un orden que debe admitir exclusiones. Las
estrategias de representación de la exclusión o eliminación física del otro hacen a las
preocupaciones de los estados nacionales modernos. En especial porque deben mostrarse como

1
Seguimos a Bill Nichols y a Marc Ferro en la perspectiva de análisis considerando al cine como fuente y
agente histórico. Ver NICHOLS, B. La representación de la realidad; Cuestiones y conceptos sobre el
documental; Bs.As., Paidos, 1era edición , 1997.330 Y páginas. FERRO, Marc; Cine e historia; Madrid, Gilli,
1980.
2

protectores de una igualdad de derechos que en la práctica revela a cada paso su naturaleza
conflictiva.

Volviendo al cine y en especial al noticiario cinematográfico estos fueron, entre otros


dispositivos de control, espacios privilegiados para la canalización de discursos sociales de exclusión.
“Educar al ciudadano” implicaba instituir formas de normalización, de homogeneización, con
estándares bien marcados frente a lo que se consideraba desviado o peligroso, a fin de evitarlo o
castigarlo. El noticiario ayudó a configurar la ilusión en ese mundo desprovisto de conflictos y
peligros y operó recortando partes de la realidad para luego proyectarla en la pantalla, quitándole los
rasgos heréticos o subversivos especialmente a través de la palabra.

Este capítulo se sitúa en el análisis de los discursos sociales que registraron los
noticiarios cinematográficos en la transición entre junio de 1955 y junio de 1956, y que
posteriormente se utilizaron en la producción de documentales sobre el tema. Aquí se indaga
sobre lo ocurrido con las imágenes de los muertos durante el período y algunos años después.

Los noticiarios de Junio de 1955 a junio de 1956.

¿Qué era lo noticiable en aquella transición que detonó en los criminales bombardeos de junio
del 55, siguió con el golpe dado a Perón en septiembre y continuó con los fusilamientos a los
sublevados por la vuelta de Perón en junio de 1956?

Un minucioso relevamiento de las notas políticas y de actualidades publicadas por los


noticiarios Sucesos Argentinos (Nº862/870), Semanario Argentino (Nº149/159) y Noticiario
Panamericano (Nº 786/799) entre junio y septiembre del 55 demuestra que se excluyeron las
imágenes del bombardeo a la población civil, como así también los enfrentamientos previos y
posteriores al bombardeo.

Tadeo Bortnowski, director de Sucesos, asegura que fueron prohibidas antes y después de
Perón: “Perón no quería caldear más los ánimos...recuerden que él había llamado a la población civil
a Plaza de Mayo pensando que no habría tales bombardeos...se sentía responsable...eran demasiado
dramáticas...nosotros filmamos todo pensando que algún día quizás se podrían ver”2.

2
Entrevista a T. BORTNOWSKI, 22 de julio 2005
3

Para este destacado director de amplia trayectoria en noticiarios de todo el mundo, censura hubo
siempre pero la peor etapa se desató sobre los medios al caer Perón. Al respecto nos dijo:
“todos los regímenes censuran...recuerdo estos primeros meses del 55 especialmente porque un
capitán de Navío me obligaba a filmar un cuchillo oxidado en una comisaría queriendo probar con
ello evidencias de tortura y represión que en realidad nunca pudimos encontrar”.

La revolución Libertadora en el Noticiario Panamericano:


En agosto del 55 un espacio de tensa calma y replanteo3 dejó paso a un brutal enfrentamiento.
Al caer Perón el noticiario dio un giro político copernicano. Encabezando la cortina de apertura con la
palabra “Libertad” Panamericano Nº 800/1955 resumió el itinerario de la llamada revolución
libertadora, mostrando el fracasado movimiento de junio con imágenes de aviones, bombardeos y
destrucción sobre la ciudad, pero sin mostrar los cuerpos de los muertos. El golpe se mostró como si
se tratara de una liberación tras una dictadura, con liberación de presos de la cárcel de Av. Las Heras,
embarque de los caídos en las acciones del Río Santiago, vistas del local bombardeado de la Alianza
Libertadora Nacionalista, deteniéndose especialmente en las manifestaciones de júbilo y participación
popular en todo el país. Se mostró la multitudinaria concentración de ciudadanos ocupando
alternativamente Plaza de Mayo y la Plaza del Congreso y agitando pañuelos blancos. Posteriormente
la asunción del Gral Lonardi fue seguida en detalle. Tras la recepción cordial del cuerpo diplomático,
se destacó la entrega de la banda que hicieron los jóvenes abanderados de las tres armas de los
institutos militares al nuevo presidente.

La prensa evitaba de todas formas nombrar a Perón, refiriéndose a él como dictador y a su


gobierno como régimen depuesto4, paneando refugios secretos blindados, tesoros acumulados5,
reporteando a ciudadanos capturados y torturados por la policía del régimen depuesto6, registrando los

Sucesos Argentinos Nº 871 (9-08-55) Nota de Actualidad política: El Dr. Leloir expone la posición de su
partido frente al pedido de pacificación solicitado por el presidente Perón. CGE: dirigentes empresarias, renueva
sus autoridades.
Sucesos Argentinos Nº 872 (16-08-55) Interventor partidario, asume sus funciones John Cooke.
Sucesos Argentinos Nº 874 (30-08-55) Llega de Europa el Dr. Juan I. Cooke
Sucesos Argentinos Nº 875 (7-09-55) Gremialistas de la Pcia de Bs. Aires visitan al Pte Perón en Casa de
Gobierno
4
Ver en Noticiario Panamericano Nº 802/10-1955
5

La corrupción se denuncia comparando la fortuna de Perón con la del “El fabuloso Rey Creso”. Ver en
Noticiario Panamericano Nº 804/1955 ,
6

Ver en Noticiario Panamericano Nº 805/1955.


4

regresos del exilio y reintegros a cargos y espacios públicos7; en fin, poniendo la pantalla al servicio
de un clima de revancha y reapropiaciones múltiples.
Un detalle que nos remite a la ética de la representación en esa etapa es la que observamos en
Panamericano al omitir, entre junio y septiembre de 1955 8 y desde ese momento hasta junio de
19569, las imágenes del horror y de los muertos. Cada aniversario de la llamada revolución encabezó
sus notas alusivas nuevamente con la leyenda libertad10, sonorizadas con acordes del himno de la
libertadora e imágenes de las marchas multitudinarias de apoyo en Plaza de Mayo, connotando un
nuevo sentido a la ocupación del espacio histórico nacional del que había tenido para el peronismo11.
Allí estaba esa multitud en los espacios históricos interpelada como ciudadanía libre, sin portar
adhesiones a figuras partidarias y con la única identificación del agitar de pañuelos blancos y de la
bandera argentina. Aramburu y Rojas destacaban que era una revolución sin dueños, el relator
anunciaba la metonimia patriótica como “manto de nieve de pañuelos blancos”. Era este un
ciudadano-individuo que marchaba en forma inorgánica y espontáneamente ocupaba su espacio en la
plaza. La cámara se fijó muchas veces en la pirámide de Mayo, su imagen femenina fue quedando
asociada al itinerario simbólico de la Libertadora.

La revolución libertadora en Sucesos Argentinos :

En un tono similar, aunque menos condenatorio que Panamericano, Sucesos Argentinos Nº


878 del 30 de septiembre de 1955 encabezó su cortina de apertura con la palabra “Pacificación”,
anunciando así que se cerraba un ciclo bajo el auspicioso signo de la paz y la libertad. En un montaje
de cinco notas consecutivas el noticiario armó su versión sobre los hechos, excluyendo y omitiendo al

Ver el arribo a Ezeiza de Monseñor Manuel Tato y Mons. Novoa en Noticiario panamericano Nº 805/ 1955, el
regreso al escenario de la orquesta típica de O. Pugliese en Noticiario Panamericano Nª 808, la devolución de
cátedras a universitarios perseguidos por el régimen depuesto como la del Dr. Palacios en Noticiario
Panamericano Nº 810/55, la vuelta al país del director del diario “La Prensa” -Dr. Alberto Gainza Paz- en
Noticiario Panamericano Nº 811/12-1955), el regreso del actor Francisco Petrone en Noticiario Panamericano
Nº º811/1955, etc.
8

Entre junio y septiembre de 1955 se visualizaron los números de Noticiario Panamericano Nº 796 al 800.
9

Noticiario Panamericano Nº 800 al 838 de junio de 1955 a Junio de 1956.


10

Las notas alusivas a la Libertadora de Noticiario Panamericano son las Nª 852/de setiembre de 1956 y Nº
904/ de setiembre de 1957.
11

Durante el peronismo en la plaza de Mayo desfilaba la “comunidad organizada” tras visibles carteles y
pancartas con adhesión a las figuras de Perón, Eva y a las corporaciones sindicales y del partido peronista.
5

igual que sus camaradas de Panamericano, la representación de los bombardeos y muertos de junio
del 55.
Sucesos presentó los hechos como si se tratara de una gesta sobre todo militar. El relator
insistía en los méritos y costos de las vidas militares12. Una nota titulada Voces coincidentes reflejó
paradójicamente las voces disonantes de tres de sus protagonistas civiles, connotando la heterogénea
alianza que anidaba detrás del golpe. En primer lugar habló Cipriano Reyes, laborista vinculado a
sectores obreros y referente del 17 de octubre de 1945. Reyes destacó el sentido de pacificación, de
abrazo fraterno y libertad de la hora iniciada. Luego Ernesto Sanmartino13 -radical más representativo
de la clase media- quien se refirió al despotismo y a la corrupción de doce años de gobierno, al que
comparó con la tiranía de Rosas. Al finalizar llamó a una pacificación que más pareció una
declaración de guerra, ya “…que quien no apoyara esta revolución sería considerado un conspirador
o delincuente”. Por último le tocó el turno al Dr. Reynaldo Pastor - miembro del conservador partido
Demócrata - quien denunció el carácter totalitario del régimen depuesto y llamó a una restauración de
la república. Los discursos de los tres tuvieron sonorización propia, sin mediar un relator
omnisciente, algo infrecuente para esos años. Era importante probar que la Libertadora podía contener
un amplio espectro social y político mostrando las diferentes ideas o sentidos de pacificación. La
presencia de Cipriano Reyes, por ejemplo, era una evidencia de la voluntad de incluir al movimiento
obrero sindicalizado, sin Perón.

En síntesis, en los silencios y medias verdades ambos noticiarios expresaron los matices que
tuvieron al involucrarse con la revolución libertadora. Para Tadeo Bortnowski, la adhesión
incondicional de Panamericano a la libertadora se debía a la necesidad de mostrarse totalmente
desvinculado de Perón. Tenían que ocultar un vínculo mucho más estrecho que el de cualquier otro
noticiario, ya que corrían el riesgo de perder los subsidios. Por eso mostraron mayor interés por
denunciar casos de corrupción y despotismo del peronismo. Sucesos por su parte mostró los hechos
desde una perspectiva oficial aunque menos obsecuente, también debía cuidar los subsidios estatales
que desde marzo de 1956 se habían duplicado gracias a la salida del nuevo Noticiero de América.

Los noticiarios en general expresaron al caer Perón un clima político más de vencedores que
de vencedores y vencidos. Los regresos y exilios, devoluciones de cargos y de cátedras,

12
Así puede verse la llegada del torpedero Cervantes, el desfile de cadetes del Liceo Naval por las calles de
Montevideo, el embarque en el destructor Uruguay cuando los Cadetes del Liceo Naval despiden al Destroyer
Uruguay de la Marina de Guerra del país.
13

Sanmartino acuñó el término “aluvión zoológico” para referirse a los que entraron en la ciudad de Buenos
Aires el 17 de octubre de 1945
6

redesignaciones de monumentos, plazas y ciudades, los homenajes patrióticos a los caídos en la


libertadora, los actos de reafirmación de la ciudadanía en democracia y los festejos en
establecimientos educativos navales o militares predominaron en ambos como nota de actualidad
política. Una vocación iconoclasta emergió connotando nuevos sentidos a símbolos provenientes de
tradiciones pasadas: Ezeiza fue símbolo de regreso y exilio, la Plaza de los Dos Congresos connotó el
sentido republicano, las bases navales con los jóvenes de las escuelas de Río Santiago y Gral Belgrano
eran la reserva moral de la patria. Uruguay fue patria hermana de exilio y refugio. El 1º de mayo
perdió su carácter de fiesta obrera estatizada para connotar un sentido de libertad, con imágenes de
mitines políticos de diferentes partidos asociándolo al nacimiento de la Constitución Nacional
de185314.

Y ya no hubo más reinas obreras como en los noticiarios del peronismo, ahora la realeza
cambiaba de signo y de naturaleza social, transmutándose en reina de las empresas elegidas por los
empresarios al terminar cada año15. Otras fechas como el 25 de mayo y la batalla de Caseros fueron
recordados como hitos dentro de un itinerario de libertad, y en el panteón de héroes se resaltó la figura
de J.J.Urquiza por su gesta contra Rosas, al que se señaló como antecedente de la segunda tiranía16.
Otras fiestas patrias tuvieron su lugar en la pantalla, como la de los ganaderos de Chascomús, quienes
recordaron con presencia de altas autoridades navales y del poder ejecutivo nacional la batalla de los
Libres del Sur 17,fecha casi desconocida pero rescatada para connotar el valioso papel libertador de los
ganaderos, antes contra Rosas y ahora contra Perón. La cortina de cierre del noticiario recuperó para la
Libertadora la imagen mítica de la fuente de Plaza de Mayo, ayer del 17 de octubre, ahora símbolo de
paz rodeado de palomas blancas y niños jugando en luminosos atardeceres soleados.

Y al llegar el momento de la esperada conciliación y del diálogo, los noticiarios construyeron


para la libertadora un repertorio iconográfico muy particular. El relator reproduce el sentido tutelar de
ese gobierno, una voz afirma…“no teman, no teman, la Junta Consultiva Nacional encauza el diálogo
con figuras señeras como la Sra de Justo, Luciano Molinas, Ghioldi, Repetto, Zabala...” 18. Y la
imagen que acompaña a estas palabras es la de niños jugando felices en amplias plazas soleadas,

14
Ver 1º de mayo de 1956 en Noticiario Panamericano Nº 832.
15

Elección de la reina de la empresa del año. Sucesos Argentinos Nº 1048.


16
Así designó la Comisión Investigadora al libro en el que difundió los resultados sobre la corrupción y
despotismo en tiempos de Perón.
17

En Noticiario Bonaerense Nº 358. .


18

Aramburu y Rojas quieren el diálogo, ver en Sucesos Argentinos Nº 892/3de enero de 1956.
7

seguida de otras con hombres conversando a viva voz en la calle a plena luz del día, situando de esta
forma los alcances políticos de una ciudadanía homologada en el lugar de inocente y cándida niñez.
La nota subsiguiente anuncia una procesión de enfermeras que marcha a Plaza de Mayo portando a
Virgen de los Remedios. Monseñor D´Andrea, conocido eclesiástico antiperonista, oficia una misa
para ellas y destaca que la iglesia debe mantenerse prescindente19. Finalmente, se destaca la obra de la
Sra Ercilia de Blaquier recibiendo a un nutrido grupo de niños del Patronato de la Infancia en visita al
asilo de leprosos. En este curioso montaje la libertadora da un nuevo sentido a los signos más caros
del peronismo: la escuela de enfermeras, antes presentada como parte de la Fundación Eva Perón
(FEP) que asistía a los niños, pobres, asilados y leprosos, ahora vuelve a manos de las emblemáticas
instituciones de beneficencia tradicional, la iglesia y las familias patricias. Así el peronismo no es sólo
un significante negado, su representación está prohibida, ni una palabra sobre su proscripción,
omitidas sus voces, sus reclamos, sus cuerpos, también se los despoja de sus símbolos y rituales20.

Y en Junio de 1956:

Bajo el lema “…ó juremos con gloria morir” y la marcha militar abre la nota de actualidad del
Noticiario Panamericano Nº 838 que trató el levantamiento de Junio de 1956. Allí se dice que se ha
sofocado un movimiento subversivo que estalló en La Plata, con ramificaciones en todo el país. El
relator repite la frase: “no teman, las Fuerzas Armadas después de un cruento combate han ganado
para todos la batalla de la libertad”. Las cámaras panean en detalle el desastre que ha quedado después
del bombardeo al cuartel del Regimiento Nº 7. La nota siguiente anuncia el regreso a la Capital del
presidente provisional Gral Aramburu, quien ha dirigido la represión del motín sedicioso. La idea de
ciudadanía tutelada se irá instalando a partir de un delicado montaje en el que se asocian planos en
contrapicado y de frente por largo rato de la Plaza de Mayo colmada por una multitudinaria y activa
presencia de ciudadanos, mujeres y hombres de traje agitando pañuelos blancos sin ninguna
identificación, y contraplanos del Gral. Aramburu arengando desde los balcones de la casa de
19

Soneira sostiene no obstante que la primera etapa de la revolución libertadora se caracterizó por el
restablecimiento de relaciones “normales” entre la Iglesia y el gobierno. Lonardi y sus colaboradores hicieron
gala de una profunda convicción religiosa. Las más altas autoridades eclesiásticas participaron en todas las
ceremonias oficiales, donde fueron objeto de especiales deferencias. El 23 de septiembre Mons. Copello instó
públicamente a la reconciliación. En octubre regresaron los obispos Tato y Novoa y fueron recibidos por el
presidente Lonardi, quien les reintegró sus exenciones impositivas. Hubo cambios institucionales importantes,
como la creación del vicariato castrense en 1957, y la creación de doce nuevas diócesis. Pero fue un motivo
de preocupación la violenta represión del levantamiento militar encabezado por el Gral Valle, la que provocó
la intervención directa de Mons. Lafitte para evitar nuevos fusilamientos. (SONEIRA A. J. (1989) Las
estrategias institucionales de la Iglesia católica /2. Bs.As., CEAL Nº272.
20

Los rituales de inversión destruyen las jerarquías sociales tal como se entendían hasta ese momento
8

gobierno, resignificando ahora el lugar del líder y las masas que antes ocupaban Perón y los
trabajadores.

Por su parte Sucesos Argentinos, Nº 915 del 12 de junio de 1956, incluyó junto a la nota
Adhesión Popular, Aramburu, visita Santa Fe y Rosario las imágenes del levantamiento del
Regimiento Nº 7 de La Plata. Comienza con la llegada de Aramburu a Santa Fe, con un cálido
recibimiento en la plaza 25 de Mayo de una gran concentración popular y desfile, y presentando el
momento en que habla a la multitud. En la secuencia sobre los hechos de La Plata el relator crea el
suspenso: “…Horas dolorosas aguardaban al país mientras el presidente estaba en Santa Fe”. Allí se
muestran imágenes de destrucción y el cuartel bombardeado como escenario de violencia. El locutor
agrega “los sediciosos se rinden y el Interventor General Bonnecarrere visita el lugar de los hechos”.
En la nota siguiente Aramburu regresa a Buenos Aires después de haber dirigido la operación y lo
espera Rojas. La cámara acompaña al público entusiasta en un largo travelling por las calles de la
ciudad como si festejaran o apoyaran la represión. Se dice que son manifestaciones de argentinidad.
Finalmente hablan Aramburu y Rojas desde el balcón de la Casa Rosada y la multitud los aclama
agitando sus banderas y pañuelos blancos, símbolos de paz y unión
.
Veamos ahora las omisiones que son parte esencial de los discursos fílmicos de la libertadora.
Sobre los sublevados Generales Tanco y Valle y sus motivaciones, ni una palabra21. El relator los
llama “subversivos, sediciosos o amotinados”. La prensa filmada nada informa sobre la aplicación de
la pena de muerte el 10 de junio a 27 personas asociadas con este amotinamiento. La semana
siguiente Panamericano Nº 839 presenta una explicación sobre los hechos con la conferencia del
Mtro de Ejército Osorio Arana. El relator se refiere a la represión contra “los insurrectos” y resalta
como única pérdida humana en esos episodios la muerte del conscripto de marina Bernardino
Rodríguez. La nota siguiente es el sepelio y entierro del soldado con la presencia del Contralmirante
Rojas en el Cementerio de Flores. Para los muertos sublevados, militares de La Plata y civiles caídos
sordamente en esos días en las barriadas de León Suárez, no hay flores ni imágenes ni palabras22.
Mutis por el foro.

En documentales .
21

Al respecto consultar Proclama del 9 de junio de 1956 del Movimiento de Recuperación Nacional, en
VERBITSKY, H. (l987) Medio siglo de proclamas militares, Buenos Aires, Edit Pag.12. Sobre su fusilamiento
horas antes de establecerse la Ley Marcial consultar POTASH, R.(1980); El ejército y la política en la
Argentina 1945-1962. De Perón a Frondizi; Buenos Aires, Sudamericana .
22

Rodolfo WALSH investigó estos hechos en su libro Operación masacre.


9

En parte esta investigación surgió ante la emisión televisiva de un documental en homenaje a


los 50 años de los bombardeos de junio de 1955. Allí vimos por primera vez las imágenes de los
cuerpos de los muertos. Luego obtuvimos otra versión que parecía tener el mismo montaje de
imágenes que las tomadas por los camarógrafos de Sucesos Argentinos, Tadeo Bortnowski y Carlos de
la Fuente23, pero con distinto relato off, y reeditado para la televisión en 1966 por Proartel. Un análisis
detallado reveló que le faltaban algunas secuencias significativas de la versión original de 1956.
La versión de Sucesos editada en 1955 se titula Sucesos revolucionarios de 1955 y no fue
exhibida ni antes ni después de caer Perón24. Suponemos que fue editada para circuitos restringidos,
vinculados al gobierno, a la Junta Consultiva o a las comisiones investigadoras, o que finalmente
nunca se concretó su exhibición masiva en cines comerciales. En cuanto a la edición de Proartel de
1966, esta fue registrada con el título Tiempo de violencia, y pensamos que pudo haber tenido alguna
circulación pero tampoco lo pudimos comprobar. Un dato que intriga hoy, a 50 años de los
bombardeos y fusilamientos, es que al exhibirse estas imágenes por TV todos quedaban
impresionados y nadie parecía recordarlas. Nos pareció entonces que, dada la fuerza del horror que
emanaba de esas imágenes sólo comparables a la de los bombardeos de la 2da guerra mundial, no
podían haber sido olvidadas. No existen en los catálogos del noticiario argentino a lo largo de sus 40
años de existencia imágenes de este tipo, con bombardeos a la población civil, a cielo abierto, sin
haber una guerra, sin declaraciones de ley marcial y sin aviso de nada. ¡Mil víctimas, entre muertos y
heridos en plena ciudad de Buenos Aires, en la histórica plaza de Mayo a plena luz de mediodía!

Sucesos revolucionarios de junio a septiembre de 1955.

Este documental titulado Sucesos revolucionarios: de Junio a Septiembre de 1955., fue


filmado por Sucesos Argentinos. Su conocido relator Eduardo Rudy refiere tres veces que ellos fueron
“el primer telenoticiario argentino que tomó esas imágenes,seguros de que un día podrían mostrarlas”.
Tadeo Bortnowski tomó esas imágenes y cree que Sucesos pudo haberlas vendido para algún canal
posteriormente. Para él ni Perón ni la Libertadora mostraron esta película.

23

En el bombardeo perdió su pierna mientras filmaba en Paseo Colón el camarógrafo Carlos de La Fuente.
24

Film documental “Sucesos revolucionarios de 1955” tenemos dudas sobre si efectivamente fue exhibido
masivamente en los cines en 1956 ya que no tiene cortina de apertura, ni portada, ni título, ni consta la empresa
productora que suele tener toda edición que pasó por los cines. En la revista especializada “El Heraldo del
Cinematografista no hay registro de su exhibición durante 1956, aunque sí hay referencias escritas a los sucesos
de junio de ese año.
10

El discurso del film tiene dos contendientes: Perón y la iglesia católica25.


La primera secuencia es significativa en este sentido. Abre con imágenes de tres monjas que se dirigen
el 11 de junio a la misa de Corpus Christi, que concluye con una gran demostración política de miles
de personas movilizadas desde la catedral por las calles del centro en un clima de gran armonía. El
relator dice:“…es una multitud imponente, pacífica, ordenada, silenciosa...es una manifestación de
fe”. En las imágenes puede verse la movilización multitudinaria por los espacios históricos, de civiles
muy arreglados, monjas, sacerdotes, todos juntos agitando pañuelos blancos, banderas argentinas y
vaticanas. Ocupan Plaza de Mayo y el Congreso. En el mástil de este último la cámara focaliza el
flamear de dos banderas, la argentina y la vaticana. En esta iconografía se crea un sentido de
argentinidad católica antiperonista.

En la secuencia siguiente se ven los enfrentamientos y destrozos. Para el relator el culpable y


fue quien llamó a desagraviar la bandera, allí aparece muy alterado en un gran acto en Plaza de Mayo
diciendo “…este partido déjenmelo jugar a mí”. La voz en off parece descubrir el ardid, acusando al
mismo régimen de haber quemado la bandera y de los destrozos. En la escena final de esta secuencia
la cámara queda fija del lado de los católicos montando guardia en el atrio de la catedral. En
contraplano avanzan pujando por entrar decenas de trabajadores descamisados con banderas y fotos
peronistas detenidos por la fila compacta de ciudadanos católicos en las escalinatas de ingreso. Dice
el locutor que a pesar de esto se “infiltraron y destruyeron las imágenes sagradas”.

Acto seguido se anuncia simultáneamente que rige el estado de guerra interno y que la gente
“perdió el miedo”. Las imágenes brumosas de una civilidad movilizada se parecen a las registradas
por los noticiarios de Hungría resistiendo la invasión soviética. Son imágenes de gente muy bien
vestida enfrentando a la policía por las calles del centro, en las plazas, mirando a la cámara desafiantes
y con orgullo en el momento de ser apresados. Se ha buscado homologar a la revolución libertadora
con la lucha de liberación de los países de Europa del Este, a fin de asegurarse el apoyo del mundo
libre y desacreditando a Perón como un régimen de infiltraciones comunistas.
25
Los eventos más dramáticos de este conflicto son conocidos: desde la constitución de 1949 con la
separación de la iglesia y el estado, el divorcio y la supresión de la enseñanza religiosa en escuelas públicas,
hasta la persecución y encarcelamiento de militantes y clero católico, culminando con la quema de las
iglesias Al respecto, Zanatta afirma que más allá de todo ello, el enfrentamiento frontal con el peronismo
representó para el catolicismo argentino un evento lacerante, de consecuencias profundas y duraderas El
conflicto con el peronismo fue mucho más que un enfrentamiento contra un movimiento, un gobierno, un
hombre. Se trató además de un conflicto intestino, que estalló dentro de los muros del universo ideal de la
“nación católica”. Por eso ese conflicto trascendió la dimensión política para complicar un nivel mucho más
profundo, el de la identidad y la cohesión del catolicismo argentino ZANATTA, L. (2000) Historia de la
iglesia argentina., Buenos Aires, Mondadori.
11

La secuencia de los bombardeos y los muertos en la plaza:

“Llegó el mediodía del 16 de junio...los transeúntes fueron sorprendidos en Plaza de Mayo por
la presencia de aviones que según la versión oficial volarían en homenaje al Libertador...el ex
mandatario sabía que lo harían para bombardear la casa de gobierno…en tanto él y sus jerarcas se
hallaban en un escondrijo… pero había convocado a los ciudadanos a fin de que sea mayor la
mortandad y así desprestigiar al movimiento revolucionario”. En esta versión Perón es un monstruo
sin límites. La cámara registra las bombas que caen sobre la plaza de Mayo. Una imagen se va
volviendo símbolo del golpe por su uso recurrente: tras el humo de las bombas se distingue la esfinge
de la pirámide de Mayo, parece la libertad resistiendo. Pero las bombas caen sobre los cuerpos del
bando contrario y los aviones de la muerte son manejados por los libertadores. El locutor arremete
explicando “...dolor y muerte se podrían haber evitado de no mediar el empecinamiento de un hombre
que quiso subsistir, aún a costa de la vida de sus compatriotas...”. Pedazos de cuerpos desparramados
por las calles, gente mutilada, personas corriendo, autos y colectivos destruidos e incendiados. La
cámara sigue los sucesos en una estética caótica, como sufriendo los avatares del bombardeo. El
relator dice que fue un “intento de liberación que costó lágrimas y sangre”.

Es 16 de junio, al anochecer las cámaras vuelven a registrar “las turbas incendiarias que
proceden a quemar la curia eclesiástica...los templos, reliquias históricas como años anteriores se vio
quemar el Jockey Club y la Casa del Pueblo”. Y en esa iconoclasia laica la turba hace arder los
espacios sagrados de la heterogénea alianza antiperonista configurada desde la iglesia por elites,
oligarquías, intelectuales, y socialistas.

Una cuarta secuencia muestra la pacificación propuesta por Perón después de los bombardeos
como un nuevo ardid propio de un dictador. El relator dice que el 31 de agosto la ciudadanía despertó
con la noticia de la renuncia del ex mandatario. Una nueva mentira para perpetuarse “…como cuando
no quiso ser general, como cuando no quiso ser presidente, como cuando no quiso ser elegido”.
Finalmente su imagen amenazante y despótica desde los balcones de la Casa Rosada aparece
arengando a la violencia y diciendo a las masas movilizadas allí “por cada uno de los nuestros que
caiga, caerán cinco de ellos”. Estas palabras calaron muy hondo en la oposición e incluso en las
Fuerzas Armadas y en sus propias filas. Parece llegada la hora final del estado de derecho y una
declaración de guerra civil.
12

En la secuencia final el relator anuncia lo inevitable. El 16 de septiembre Córdoba detrás


del Gral Lonardi se alzó en armas, y el Jefe de Guarnición Gral D.Videla Balaguer “acompañado
por el pueblo movilizado” tomó el Cabildo como nueva sede de gobierno. Paralelamente se
anuncian los levantamientos en el resto del país y la llegada de la escuadra al mando del
Contralmirante Rojas al Río de La Plata.26.

Entretanto la revolución tenía dos cabezas y dos armas protagónicas, el ejército y la armada.
Caído Perón comenzó otro conflicto que la prensa filmada y el documental se empeñaron en ocultar.
Volviendo al film, la cámara reprodujo el encuentro entre ambas armas y ambos generales, Lonardi y
Rojas, como si se tratara del encuentro de San Martín y Bolívar en Guayaquil27. En esta secuencia
Rojas recibe gustoso a bordo del crucero “Gral Belgrano” (sic) las flores que le arroja la multitud y
se dirige a esperar a Lonardi que llega a Aeroparque En ese ínterin se realizan tratativas entre el
Comando revolucionario de las Fuerzas Armadas alzadas y la Junta Militar28.

La cámara registró el vuelo de tres aviones que escoltaron la llegada de Lonardi al mediodía a
Aeroparque. Se ha dicho ya que Lonardi antes de salir de Córdoba abrazó a amigos y adversarios y

26
. Sabemos que en ese contexto Rojas declaró un bloqueo de la costa, amenazó con atacar los depósitos de
petróleo en Dock Sur y la refinería de YPF en La Plata, y un crucero destruyó los depósitos de Mar del Plata.
Si bien el bombardeo en La Plata no se produjo, ante esta situación el Mtro de Ejército F.Lucero anunció el
pedido de parlamentar entre los bandos y leyó una carta de Perón en la que se comprometía a entregar el
mando al Ejército para facilitar un acuerdo. Sin embargo, Perón no había renunciado claramente, por lo que la
Junta militar de 17 generales superiores designada para negociar quedó atrapada en la disyuntiva de estar
actuando como intermediaria de Perón o como sucesora de hecho. Pero la Junta no asumió poderes de
gobierno y negoció un acuerdo de paz con los rebeldes. Perón entonces negó haber renunciado y dijo que lo
haría ante el Congreso, posiblemente esperando la reacción de sus fuerzas. Sin embargo, la CGT desde las 18
hs del día 19 de septiembre pedía calma a los trabajadores por la radio. En esta situación la Junta Militar
interpretó su carta como renuncia y le aconsejó poner distancia cuanto antes. Fue en este contexto que Perón
buscó refugio en la Embajada de Paraguay . – En POTASH, R(1980); Ob.cit.
27
La idea de los libertadores de América se reproduce en esta iconografía del golpe.
28
La reunión se hizo en la nave Insignia del Almirante Rojas, anclada en Buenos Aires. Un clima de
cordialidad y camaradería militar oculta la naturaleza de las negociaciones. Los representantes del Ejército del
área Buenos Aires en la Junta Militar no se consideraron derrotados sino árbitros, y querían un régimen
provisional con llamado inmediato a elecciones. Decían que entre los bandos no debía haber vencedores ni
vencidos. Por su parte, el Comando Revolucionario liderado por el Almirante Rojas se consideró victorioso
frente a un ejército que había estado demasiado comprometido con el régimen depuesto como para participar
de un nuevo gobierno.

Rojas se refirió públicamente el 22 de septiembre a los puntos de acuerdo firmados para dar cese a las
hostilidades de la siguiente forma: “Cese autoridades nacionales y provinciales asumiendo Gobierno
Provisional Nación , General Lonardi, ni vencedores ni vencidos, solidaridad fuerzas armadas y pueblo,
imperio Constitución dentro del más amplio concepto de la libertad y el orden, vigencia de la ley Sáenz Peña,
nuevos padrones controlados por los partidos políticos, se mantendrán las conquistas sociales y obreras,
intervención Poder Judicial” (Versión del Mensaje Naval 22-09-55 al diario Clarín ) En POTASH, R. (1980);
Op. Cit.
13

proclamó su adhesión a la consigna “ni vencedores ni vencidos”. Al bajar del avión la cámara se
detiene en un improvisado emblema pintado en su trompa, una “V” y sobre ella la cruz, símbolos del
conocido leit motiv con el que se combatió en esta revolución: Cristo vence29. El abrazo de ambos en
el aeropuerto, acompañados de la presencia multitudinaria connota la frágil unidad lograda. Lonardi
se sentía con derecho a ser presidente y desconoce todo lo actuado por la Junta Militar ante la caída de
Perón, ahondando así sus diferencias dentro del ejército.

Luego del abrazo del 23 de septiembre la cámara entra en el Salón Blanco de la Casa Rosada y
registra durante la ceremonia de entrega de mando “un detalle inesperado,...los atributos
presidenciales -bastón y banda- son entregados a Lonardi por los abanderados de tres institutos de las
FFAA”, connotando que la revolución era de todas las FFAA y que se desconocían tanto a la Junta
Militar como al Comando Revolucionario. Lonardi asumió la conducción apoyado por los institutos
militares. Sabemos que fue por poco tiempo. Dice el locutor que allí “en Plaza de Mayo estaba el
pueblo reunido no para adorar a un hombre, sino para vivar una revolución que ha venido a devolver
el verdadero significado a la más preciada de todas las palabras: ¡libertad¡”

Este film se editó a fines de 1955 cuando emergieron las diferencias políticas, económicas e
ideológicas. Se discutía qué hacer con las masas, con las instituciones, con las políticas sociales de la
década anterior, con el partido peronista, con la CGT, con los medios de comunicación, con las
universidades, con la economía, con las empresas estatales, con las afinidades internacionales.
Lonardi incluyó en su gabinete hombres de muy disímiles posturas. En un extremo estaban los
autodenominados demócratas, en realidad liberales en lo económico y conservadores en lo político,
proaliados en la guerra y antiperonistas desde 1945. Impulsaban desmantelar el partido, reducir la
CGT y reconstruir la vida política sólo con partidos antiperonistas. En el otro los católicos
nacionalistas, antiliberales, neutrales o partidarios del Eje en la segunda guerra, habían estado con
Perón en 1946 pero se habían opuesto a él por su hostilidad con la iglesia católica, por el viraje
petrolero, por la corrupción y los excesos. Esperaban acercarse a los partidarios de Perón manteniendo
la estructura del partido y la CGT. En fin, querían un peronismo sin Perón30.La situación desembocó
en una crisis el 13 de noviembre en la que se impuso finalmente el primer grupo.

29
En Mallimaci, f. (1992) 500 Años de cristianismo en Argentina . Buenos Aires, CEHILA; Se refiere que la
proclama del Gral. Lonardi del 17 de septiembre 55 no sólo habla de Dios como la de 1943, sino que
directamente se legitima en términos católicos y “marianos”.
30
Entre los nacionalistas, su gabinete contó con hombres como Mario Amadeo en el Mº de Relaciones
Exteriores, Luis Cerrutti en Trabajo y Previsión Social, y Uranga y Bengoa en Transportes y Guerra. L Dr.
Clemente Villada Achaval, cuñado de Lonardi, era asesor en la Casa Rosada.
14

El film de 1966.
Como ya se dijo este segundo documental, Tiempo de Violencia, fue reeditado por Proartel31
en 1966 y contiene las imágenes que tomaron los camarógrafos de Sucesos -Tadeo Bortnowski y
Carlos de la Fuente - entre junio y septiembre de 1955. Sin embargo en esta edición se han suprimido
algunas secuencias y el relator se refiere de distinta forma a las causas de la violencia.

En este film los contendientes ya no son Perón y la iglesia católica. Por eso se han suprimido
las primeras secuencias del Corpus Christi y de los días previos al bombardeo en las que se veía a la
iglesia a la ofensiva liderando la revolución. Comienza mostrando el copamiento que intentan hacer
trabajadores peronistas avanzando sobre las escalinatas de la catedral fuertemente custodiadas por los
católicos. Con imágenes de furia y violencia se marca la tendencia irreversible de los acontecimientos
desde el propio título, Tiempo de violencia. En la secuencia siguiente se focaliza el caos con corridas,
policías, detenciones. Dice el relator que… “el gobierno parece impotente, desgastado y superado por
los acontecimientos...sus partidarios apenas lo defienden... la oposición está en las calles y en las
plazas...la represión acentúa la crisis...represión, corrupción, dictadura, la firma de un contrato
petrolero son los argumentos que esgrimen los que buscan la caída del gobierno”.

En esta versión la crisis tiene alcances más allá de Perón y de la iglesia-institución, y el relator
la describe con mayor distancia que en la versión de 1956. Se presenta una sociedad involucrada. La
violencia va aumentando y llega el bombardeo del 16 de junio como una crónica anunciada, sin
focalizar en las responsabilidades pero con las cruentas imágenes de los muertos en Plaza de Mayo.

Otra novedad son los señalamientos verbales hacia dos instituciones que en el montaje anterior
no figuraban: la CGT y el Ejército. Se dice que la CGT hizo una resistencia inútil y que el ejército no
acompañó el intento revolucionario. Se repite“Buenos Aires es una ciudad después de la guerra”,
imponiendo así la idea que estamos ante una tragedia con peligro de guerra civil, no como si fuera en
una liberación. Dice el relator “Otra vez la violencia... y la llama del odio vuelve a iluminar Buenos
Aires... son grupos partidarios del gobierno los que desatan la venganza...con la quema de iglesias, del
Jockey Club, de la Casa del Pueblo”. Esta iniciativa no se presenta como una orden que emana de
Perón sino como resultado de una situación ya incontrolable. Perón mismo ya ha perdido el control,
por eso en la secuencia en la que renuncia y la CGT llama al acto en Plaza de Mayo se muestra a
Perón desbordado diciendo “por cada uno de nosotros, caerán cinco de ellos” y el relator acota... “otra

31

Tiempo de Violencia. De junio a septiembre. PROARTEL duración 23´. Ingresó a AGN 15-06-66. Este film
forma parte de la “Serie Argentina en este siglo”.
15

vez la violencia”. Las secuencias finales no tienen un discurso muy diferente al anterior. En el
levantamiento de Córdoba nuevamente se dice que en las calles los civiles se unieron a los militares
revolucionarios y que el 23 de septiembre comenzó una nueva etapa, luego de la cual hubo un clima
de unidad y paz lograda con el abrazo inter-armas al que se refiere el locutor en el encuentro entre
Rojas y Lonardi al llegar este último al aeropuerto. Finalmente, en la secuencia en la que Lonardi
recibió la banda no se recala en quiénes hicieron entrega del bastón de mando sino que se sitúa la
esperanza en la ciudadanía. El locutor parece llamar a una reflexión para desacreditar la violencia. Al
panear las imágenes de la multitud vivando a Lonardi, se refiere a ese espacio como “el escenario
político de la república, el que sufrió la descarga de las bombas y el que enmarcó a las multitudes
adictas a Perón...la Plaza de Mayo inundada de gente recibe el mensaje de Lonardi, ¡Ni vencedores ni
vencidos¡...sus palabras resuenan sobre una multitud, sobre un pueblo que lejos de lo intrincado de la
política agita otra vez la esperanza”.

Acotando los contrastes entre ambos documentales montados casi sobre las mismas imágenes
pero editados en diferente contexto, creemos que el sentido del relato cambia por ser distinto el
momento político en el que fueron hechos. En ese sentido la voz en off operó creando significados y
sentidos más fuertes que la propia imagen. El documental de 1956, que no se exhibió públicamente, se
hizo en un contexto social de gran enfrentamiento en el que la heterogénea alianza de la Libertadora
tenía una única coincidencia fuerte: culpar de todo a Perón. En el film Perón era el enemigo interno y
con su eliminación y la unión de todos los argentinos finalizaría el problema. La Iglesia aparece
encabezando la ofensiva contra Perón. La solución está en las FFAA fraternalmente ligadas en el
abrazo de Rojas y Lonardi y ocultando las fuertes diferencias entre ambos. Para Rojas la frase ni
vencedores ni vencidos es una concesión de momento ya que con la eliminación de Perón no
alcanzaba, se proponía desperonizar también la sociedad. Este montaje violenta el que esto era un
golpe militar, se lo equipara a la revolución de mayo de 1810; el relator dice que “…el pueblo sale a
la calle con sus paraguas y ocupa la histórica Plaza de Mayo”.

El segundo documental, Tiempos de violencia, realizado en 1966 por PROARTEL bajo el


gobierno del Dr. Arturo Illía y poco antes del golpe del Gral. Onganía, tiene otros señalamientos.
Perón ya no es un tirano perverso como en el primer caso y ha sido desbordado por la situación, el
enfrentamiento es social y está enmarcado en una guerra civil. La iglesia perdió centralidad en la
contienda y ese papel lo asumió la ciudadanía. Se dice que están los católicos y contra ellos los grupos
partidarios del régimen. Para ese entonces la iglesia asumió un discurso de prescindencia y en algunos
16

casos ya se escuchaba una autocrítica sobre su papel en junio y septiembre del 5532. El fin de la
violencia se promueve invocando causas más profundas, enraizadas en lo social: “…la inútil
resistencia de la CGT” y “...la negativa del ejército a acompañar al golpe en junio”. Ambas son
invocaciones institucionales que hacen al fin o a la profundización de la violencia. Es que el film está
dirigido a reflexionar sobre la violencia, son las últimas horas del gobierno de Illía, jaqueado por la
falta de representatividad nacida de la proscripción y del voto de una exigua ciudadanía de un 25%,
con tomas de fábricas, pronunciamientos militares que recalientan el ambiente.

Este film de 1966, editado en el marco de una serie de documentales de tipo histórico en los
que se rescatan las temáticas de la llamada línea histórica Mayo-Caseros y de la institucionalidad
democrática previa al inicio de la saga de golpes militares que comenzaron en 193033, da cuenta de un
fenómeno mucho más profundo de violencia que se inscribe en una sociedad casi en guerra civil
permanente que no logra reproducirse sin apelar a la destrucción del otro.

Reflexionemos...

Con la Revolución Libertadora irrumpió en los discursos del noticiario cinematográfico y


del documental institucional una modalidad iconoclasta. Este término proviene de los primitivos
destructores de imágenes sagradas, pero lo hacemos extensivo a todos los que niegan o rechazan la
autoridad de instituciones y valores consagrados. Así, creemos que la alianza que gobernó con el
nombre de revolución libertadora operó entablando una lucha en el campo simbólico que se definió
por la exclusión y eliminación total del peronismo, entendido este como ideología que antes instaba
por ocuparlo también con afán de totalidad.
32
ZANATTA afirma que la influencia de la iglesia católica no disminuyó con la revolución libertadora ni con
Frondizi; al contrario, se acrecentó configurándose cada vez más como el núcleo de un bloque institucional y
de un bloque ideológico formado por la institución eclesiástica y la castrense, elevadas al rango de poderes
tutelares de una democracia dotada de escasa legitimidad. No obstante, consideramos que la corriente
posconciliar en la Argentina de mediados de los sesenta ya debatía autocríticamente el lugar que había
ocupado la institución eclesial en la revolución libertadora y sus consecuencias en relación al distanciamiento
con el movimiento obrero, situación que la JOC no compensaba. En ZANATTA, L.(2000) Ob. Cit.
33

En la Serie Argentina en este siglo de PROARTEL, pueden relevarse en AGN algunos documentales con
temática histórica: “Del parque al 30”, “Un siglo de libertad (1810-1910)”, “El maestro William Morris”,
“Los huéspedes entre 1900-36”,etc.
17

En ese sentido, la prensa filmada como género oficialista funcionó en junio de 1955 acatando
las ordenes de Perón, quien prohibió mostrar las imágenes dramáticas de los muertos y fusilados en
Plaza de Mayo. Y en junio de 1956 interpretó de la misma forma la orden de la Libertadora,
omitiendo noticiar los fusilamientos de los sublevados Grales Tanco y Valle y de las víctimas de León
Suarez.

En relación a los documentales, estos editaron las mismas imágenes de los muertos dotándolas
de diferente sentido en cada momento. En 1956 el horror y los muertos se mostraron como
advertencia a Perón y a los peronistas para evitar cualquier oposición al gobierno de la Libertadora.
En 1966 interpelaron al espectador provocando una toma de conciencia sobre la violencia, buscando
hacer reflexionar sobre los alcances ya en un contexto de debilitada institucionalidad democrática, de
amplia militarización y enfrentamiento social.

Hoy, a 50 años de esos hechos resignificamos esas prácticas que desde el noticiario
invisibilizaron la exclusión por eliminación física y simbólica del opositor y desde el documental se
presentaron como advertencia o toma de conciencia, y las incorporamos en una tradición cultural que
terminó legitimando prácticas genocidas como las de 1976.

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