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245-272
ISSN: 0123-8418
ISSNe: 2215-7484
La dialéctica*
Agradecemos la autorización de la traducción al profesor
David Harvey y su interés por apoyar la Revista Territorios.
David Harvey**
Raymond Williams eligió el recurso de pensar ‘mundos posibles’ ficticios para abordar la
complejidad de temas relativos al lugar, el espacio y el ambiente. ¿Sin embargo, será que
este era un recurso necesario, o más bien una estrategia aleatoria suya para profundizar
en el estudio de la teoría de la cultura? Empezaré en este capítulo por demostrar que la
estrategia empleada por Williams no es necesaria en absoluto. Espero poder demostrar
que la investigación materialista histórica, inducida por un entendimiento dialéctico,
puede integrar los temas de lugar, espacio y ambiente (naturaleza) en la teoría social y
en la teoría literaria. Estas teorías no han tomado este proyecto en serio, y ello a pesar
de que se ha mencionado y se ha apelado en demasía a metáforas espacio-temporales,
ligadas al lugar y al medio ambiente (tales como: “los continentes de conocimiento”
* Esta es la Parte 1 del Ca-
de Althusser, “la cartografía cognitiva” de Jameson, “la heterotopía” de Foucault y pítulo 2 del libro Justice,
una multitud de estudios con títulos como “la geografía de la imaginación”, “el espa- Nature and the Geogra-
cio de la literatura” y otros semejantes). Parecería que, como observan Smith y Katz phy of Difference. Oxford:
(1993), existe un mundo de diferencia entre, por un lado, invocar el espacio, el lugar Blackwell, 1996. pp 46-68.
Traducción por PhD. Luis
y el ambiente (naturaleza) como metáforas convenientes y, por el otro, integrar estas
Berneth Peña con la revi-
nociones como realidades históricas y geográficas en la teoría social y literaria. También sión de Claudia Ríos.
espero mostrar que semejante proyecto teórico no solo tiene un efecto transformativo ** David Harvey es pro-
en el terreno de la teoría, sino que también abre un terreno de posibilidades políticas. fesor de Antropología y
El primer paso en este camino es proporcionar alguna clase de fundamento sobre Geografía en el Graduate
dialéctica. Williams, por supuesto, estuvo profundamente involucrado con maneras Center de la City Univer-
sity of New York (cuny) y
dialécticas de pensamiento, como se puede apreciar en el siguiente pasaje: director del Center of Place,
Culture and Politics de la
La cultura y la sociedad, en la mayoría de descripciones y análisis, se tratan habitualmente en misma universidad.
tiempo pasado. Justamente, la barrera más sólida que se opone al reconocimiento de la actividad
245
cultural humana es esta conversión inmediata a la resurgente influencia de Hegel, Marx,
y recurrente de la experiencia en productos Heidegger, Althusser, Foucault, Ricoeur,
acabados. Lo que es defendible como un Derrida y muchos otros formados en las
procedimiento de la historia consciente, tradiciones de la filosofía europea. Como
en lo que en ciertas suposiciones muchas la teoría literaria permea la teoría social, se
acciones pueden tomarse definitivamente puede afirmar que el escenario actual está
como concluidas, es la habitual proyección configurado por las fuertes confrontaciones
no solo en la sustancia del pasado, sino en entre las tradiciones positivistas, empiristas
la vida contemporánea en la que las rela- y materialistas históricos, de un lado, y una
ciones, instituciones y formaciones en las inmensa serie de tradiciones como la feno-
que estamos involucrados activamente son menológica, la hermenéutica y la dialéctica,
convertidas, gracias a este procedimiento, del otro. Ese contexto se presta, por tanto,
en una serie de todos formados en vez de para que, aunque con buenas intenciones,
en procesos de y en formación. En conse- partiendo de lecturas no dialécticas cons-
cuencia, el análisis está centrado en las re- truidas supuestamente sobre argumentos
laciones existentes entre estas instituciones, dialécticos, se generen amplias interpre-
formaciones y experiencias, de modo que en taciones erróneas. Dentro de la historia
la actualidad como en aquel pasado produ- reciente de la geografía, por ejemplo, la
cido, solo existen las formas explícitamente lectura cartesiana y positivista de Duncan
fijadas; mientras que la presencia viviente, y Ley (1982) sobre la dialéctica ha causado
por definición, resulta permanentemente estragos (posiblemente intencionados) en
rechazada (Williams, 1977, pp. 128-129). el entendimiento general de esta. Por esta
razón, considero que es importante presen-
Pero Williams no puso o no pudo po- tar, tan simple como sea posible, los princi-
ner, como muchos otros, a funcionar di- pios generales de la dialéctica, explorar sus
rectamente en su teoría cultural este modo fundamentos epistemológico y ontológico
de pensamiento dialéctico para abordar los e ilustrar por medio de ejemplos cómo po-
complejos problemas del lugar, la espacio- dría operar en las interfases de teoría social,
temporalidad y el ambiente. No ha sido el geográfica y literaria.
único en ello. De hecho, en geografía y en Empezaré con una advertencia. Hay,
las ciencias sociales no se entiende bien lo por supuesto, mucho pensamiento mar-
que significa, en términos de destrezas me- xista que es no dialéctico o abiertamente
todológicas, este razonamiento, por lo que hostil a la dialéctica (como el marxismo
no sorprende la falta de tratamiento dialéc- analítico), al mismo tiempo que existe toda
tico sobre el espacio, el lugar y el ambiente. una tradición de pensamiento dialéctico
Curiosamente, en teoría literaria, los modos (más fuertemente influenciado por Leib-
dialécticos de pensamiento se han vuelto niz, Hegel, Heidegger y Derrida, aunque
territorios 39 dominantes recientemente gracias en parte sus orígenes se remontan por lo menos a los
246 David Harvey
griegos) que de ningún modo es marxista. La dialéctica reestructura nuestro pensa-
Además, hay interpretaciones divergen- miento sobre la realidad reemplazando la
tes de la dialéctica dentro de la tradición noción del sentido común de ‘la cosa’ por
marxista —Bhaskar (1993) lista algunos una noción donde la cosa tiene una historia
de ellos— junto a una serie de corrientes y tiene conexión externa con otras cosas.
de pensamiento que simulan la dialéctica Desde esa perspectiva se introducen, prime-
como la “filosofía basada en procesos” y ro, la noción de ‘proceso’, el cual contiene
las perspectivas ‘orgánicas’ montadas, por su historia y futuros posibles y, segundo, la
ejemplo, por A. N. Whitehead, David Bo- noción de ‘relación’, que contiene, como
hm y una variedad de ecólogos contempo- parte de lo que es, lazos con otras relaciones.
ráneos como Naess y Capra que sostienen
alguna clase de afinidad con la dialéctica de En lo que sigue, abordaré ocasional-
Marx. Comparemos, por ejemplo, la afir- mente estas maneras paralelas de pensa-
mación de Williams citada anteriormente miento con el fin de ilustrar el marco de
y esta de Whitehead (1985, p. 90): referencia más amplio dentro del cual se
apoya la versión de Marx sobre la dialéctica.
[La] naturaleza es una estructura de proce- Así, al mismo tiempo que busco situarme
sos en desarrollo. La realidad es el proceso. firmemente en la tradición marxista, tam-
No tiene sentido preguntar si el color rojo bién intentaré dar cuenta de la riqueza del
es real. El color rojo es un elemento en el pensamiento dialéctico como un todo.
proceso de realización.
La noción de que la realidad está para ser Marx decidió nunca redactar algo así como
entendida como un proceso es antigua y se los principios de la dialéctica por una muy
remonta por lo menos a Heráclito que dijo buena razón. La única forma para entender
que todo fluye... Considero que la esencia su método dialéctico es justamente seguir
de la noción de proceso está dada por la su práctica de investigación. Esto sugiere
afirmación: no solo todo está cambiando, que la reducción de la dialéctica a conjunto
sino que todo es fluir. Es decir, lo que es, es fijo de principios podría ser contraprodu-
el proceso de ir deviniendo. En esa medida, cente. La dialéctica es un proceso y no una
todos los objetos, eventos, entidades, con- cosa y es, además, un proceso en el que
diciones, estructuras, etc. son formas que no tienen ningún asidero las separaciones
pueden abstraerse de este proceso. cartesianas entre la mente y la materia,
entre el pensamiento y la acción, entre la
Luego, comparemos estas declaracio- conciencia y la materialidad, entre la teo-
nes con la formulación de Ollman (1993, ría y la práctica. El debate tan corriente
p. 11) acerca de la postura de Marx: acerca de si, por ejemplo, la naturaleza de territorios 39
La dialéctica 247
la realidad es ontológicamente dialéctica cas de investigación de Marx, sino también
o si la dialéctica es solo una epistemología de aquellos que en los años recientes han
conveniente para entender la naturaleza es, retrocedido para reflexionar acerca de lo
desde este punto de vista, tan espurio como que la dialéctica pueda significar.
la separación cartesiana entre la mente y la Los principios de la dialéctica se pue-
materia. Sin embargo, este debate reviste den resumir en once proposiciones.
muchísima importancia. De hecho, como
lo sostiene Ollman, este debate sobre lo 1. El pensamiento dialéctico da énfasis
que es “el modo dialéctico de argumen- a la comprensión de los procesos, los
tación” es una discusión sobre cómo abs- flujos, las fusiones y las relaciones por
traer los fenómenos que encontramos en medio del análisis de los elementos,
la vida cotidiana. Establecer los principios las cosas, las estructuras y los sistemas
de la dialéctica proporciona una apertura organizados. Las citas presentadas más
a campos de investigación ulteriores, una arriba son bastante explícitas en este
discusión sobre cómo formular tales abs- respecto. Hay un principio ontológico
tracciones. Marx, por supuesto, tenía el muy profundo implicado acá puesto
ejemplo de la lógica y del método de Hegel que, en efecto, los dialécticos sostienen
ante él y sin el estudio cuidadoso de este que los elementos, las cosas, las estruc-
probablemente no hubiera podido haber turas y los sistemas nunca existen por
llegado a integrar las prácticas dialécticas fuera o antes de los procesos, los flujos
insertas en El Capital, el aparato de abs- o las relaciones que los crean, sustentan
tracciones conceptuales que le permitió o socavan. Por ejemplo, en nuestro
comprender el mundo como lo hizo ni mundo contemporáneo, los flujos de
hubiera podido haber formulado sus es- capital (bienes y dinero) y de personas
trategias políticas y prácticas. generan, sostienen o socavan lugares
Redactar “los principios de la argu- como fábricas, barrios y ciudades, en-
mentación dialéctica” implica, inevitable- tendidos como cosas. Epistemológica-
mente, remontarse a Hegel como el pre- mente, en el proceso de investigación
ludio para algo mucho más marxista. Es se invierte normalmente este énfasis
necesario ‘retornar’, pero solo para avanzar porque buscamos entender los proce-
después hacia el terreno de acción. Allí, los sos, ya sea mirando cualquiera de los
principios de la dialéctica, en el modo de atributos que en primera instancia nos
Marx, desaparecen dentro del flujo de las parecen cosas autoevidentes o mirando
prácticas políticas y teóricas. No evocaré las relaciones entre ellos. Normalmente
aquí la formulación particular de Hegel, investigamos flujos de bienes, dinero
pero intentaré resumir, tan simple como y personas examinando las relaciones
pueda, algunas de las tesis básicas sobre dia- entre las entidades existentes como
territorios 39 léctica que se destilan no solo de las prácti- fábricas, barrios y ciudades. Newton,
248 David Harvey
para poner un caso, no empezó con En cuanto los trabajadores, se inclu-
la gravedad, sino con la manzana, su yen en ese proceso (como factores de
cabeza, la tierra y la luna. Este método producción y como consumidores de
realmente solo nos permite, sin em- productos terminados), ellos también
bargo, comparar el estado de las rela- se convierten en ‘apéndices’ y por con-
ciones entre tales entidades en puntos siguiente en una manifestación particu-
diferentes en el tiempo (un método lar de ‘capital’ (‘capital variable’, en la
llamado “estática comparativa”). Sobre terminología de Marx). Igualmente, el
esta base se puede inferir algo acerca ‘dinero’ se toma como ‘parecido a co-
de los procesos que han generado un sa’ de diferentes formas, pero aquellas
cambio de situación, pero la idea de ‘cosas’ (como las monedas o las cifras
que las entidades son inmutables en en una pantalla de computadora) so-
sí mismas nos conduce rápidamente lo tienen significando en términos de
a una manera causal y mecánica de los procesos sociales de producción e
pensamiento. El razonamiento dia- intercambio que los validan. Sin los
léctico sostiene, por el contrario, que procesos que continuamente operan
esta condición epistemológica se debe para apoyarlo, el dinero no tendría
invertir cuando se trata de formular sentido.
abstracciones, conceptos y teorías so- Esta manera de pensar está bastante
bre el mundo. Esto convierte al mundo más extendida de lo que se cree. En
autoevidente de las cosas, con el que la teoría cuántica, por ejemplo, una
han tratado típicamente el positivismo misma entidad de la materia (como
y el empirismo, en un mundo mucho un electrón) mantiene la misma iden-
más confuso de relaciones y flujos que tidad cuando se comporta bajo unas
se manifiestan como cosas. Considere- circunstancias como una onda que bajo
mos, por ejemplo, la definición de ‘ca- otras circunstancias como una partícula
pital’. En la economía política clásica (Bohm & Turba, 1987, p. 40). Puesto
y en la economía neoclásica se entien- que la materia (substancias cosa) y la
de normalmente como un inventario energía (un flujo) son intercambiables,
de recursos productivos de un cierto ni el uno ni el otro pueden priorizarse
valor (un conjunto de cosas) del cual como el foco de ninguna investigación
un flujo de servicios puede generarse. porque se perdería seriamente pers-
Pero en la definición de Marx, el ca- pectiva y entendimiento de lo que es
pital se constituye tanto en el proceso la materia. Los electrones aparecen así
de circulación del valor (un flujo) como como ‘cosas’ y como ‘flujos’. Aun a los
en el inventario de recursos (‘cosas’ físicos les tomó muchos años reconocer
tales como artículos, dinero, aparato que estas dos concepciones no eran
productivo) implicados en tales flujos. ni inconmensurables ni mutuamente territorios 39
La dialéctica 249
excluyentes. Solo cuando superaron sólido y perdurable como una pirámi-
esta barrera, la teoría cuántica pudo de egipcia se constituye de materia en
empezar a tomar forma. Igualmente, movimiento. La dialéctica nos obliga,
se demostró que fue muy difícil para los entonces, a plantear permanentemen-
científicos sociales abandonar eso que te la pregunta acerca de la ‘cosa’ o el
Ollman (1993, p. 34) llama “la pers- ‘evento’ con que nos encontramos:
pectiva del sentido común” —erigido ¿mediante qué proceso ha tomado for-
en un sistema filosófico por Locke, ma y cómo se sostiene?
Hume y otros— que dice que “hay 3. Las ‘cosas’ y los sistemas que muchos
cosas y hay relaciones y que ninguna investigadores tratan como algo irre-
puede subsumirse en la otra”. ducible, que no es problemático, en el
2. Los elementos o las ‘cosas’ (como las pensamiento dialéctico se entienden
llamo) están constituidas por flujos, como internamente contradictorios en
procesos y relaciones que operan den- virtud de los múltiples procesos que
tro de campos limitados que constitu- los constituyen. Yo soy considerado,
yen totalidades o sistemas estructura- para propósitos de la teoría social, un
dos. Una concepción dialéctica tanto individuo dentro de un sistema social
de la cosa individual como del sistema y dicha suposición, para ciertas formas
estructurado del cual hacen parte se de investigación restrictivas, sonaría
basa enteramente en una comprensión completamente razonable. No obs-
de los procesos que constituyen las tante, una investigación más profunda
relaciones que hacen posible la cosa y demuestra que soy una ‘cosa’ bastante
el sistema estructurado. Esta idea no contradictoria y problemática creada
es intuitivamente autoevidente puesto por toda clase de procesos. Mi cuerpo
que estamos rodeados por ‘cosas’ que contiene una variedad de órganos que
parecen tener un carácter tan perma- sustentan la vida como el corazón,
nente y sólido que hacen difícil ima- los pulmones, el hígado y el sistema
ginarlas como algo que está fluyendo digestivo, “cuyo funcionamiento es
de algún modo. No hay que restar más o menos automático y necesa-
importancia, por consiguiente, a lo rio […] debido al proceso constante
que Whitehead (1985, p. 137) llama de auto reconstrucción interior del
las ‘permanencias’ —los innumerables cuerpo” (Ingold, 1986, p. 18). Los
“objetos prácticamente indestructi- procesos metabólicos que permiten
bles” que encontramos a diario en el que la autoreconstrucción interior se
mundo y sin los cuales la vida física y mantenga conllevan intercambios con
biológica no existiría y no podría existir mi ambiente y a un completo rango
ahora tal como la conocemos. Pero, de procesos transformativos que son
territorios 39 como él hizo notar, incluso algo tan necesarios para el mantenimiento de
250 David Harvey
mi individualidad corporal. Si los pro- 4. Se asume que las ‘cosas’ siempre “son
cesos cambian, entonces, el cuerpo internamente heterogéneas [es decir,
o se transforma o deja de existir. Mi contradictorias] a todo nivel” (Levins
socialización (por ejemplo, la adquisi- & Lewontin, 1985, p. 272). Esto se
ción del lenguaje y de las habilidades deriva de las dos primeras proposi-
simbólicas) se construye igualmente ciones, pero vale la pena exponerlo
por medio de la captación que yo hago explícitamente. Hay cuatro puntos a
de ciertos dominios que residen en los ser tratados en este respecto:
procesos sociales. La reconstitución
permanente de esos dominios (con a. Cualquier ‘cosa’ puede descom-
respecto a las facultades mentales y ponerse en una colección de otras
las habilidades simbólicas, por ejem- ‘cosas’, las cuales están imbrica-
plo) es un proceso que perdura tanto das en alguna relación entre sí.
mientras esté vivo (todos sabemos lo Por ejemplo, una ciudad puede
que quiere decir ‘mantenerse en for- ser considerada como una ‘cosa’
ma’ u ‘oxidarse’ en lo que hacemos). en interacción con otras ciudades,
Tomar este asunto de esta manera no pero también puede dividirse en
es ver la ‘cosa’ (o el sistema) como un barrios o zonas, que pueden divi-
producto pasivo de procesos externos dirse a su vez en personas, casas,
(con toda seguridad, yo no me veo a escuelas, fábricas, etc., que pueden
mí mismo así). Lo que es notable so- dividirse a su vez ad infinitum. La
bre los sistemas vivientes es la manera cláusula de ad infinitum es muy
en que estos captan flujos de energía importante porque dice que no
o información difusos (y a menudo en hay un bloque irreductible de ‘co-
alta entropía) y los juntan en formas sas’ para cualquier reconstrucción
complejas, pero bien ordenadas (baja teórica acerca de cómo funciona
entropía). Los seres humanos, ade- el mundo. Esto sugiere que lo que
más, tienen una capacidad notable para parece un sistema en un nivel de
captar y reorganizar flujos de energía análisis (por ejemplo, una ciudad)
e información de maneras más creati- se vuelve una parte de uno a otro
vas que pasivas. Pero el hecho de que nivel como, por ejemplo, una red
lo hagan de ninguna manera desafía global de ciudades mundiales. Esta
la proposición ontológica de que las idea se ha tornado muy importante
‘cosas’ y los sistemas perpetuamente en la física cuántica contemporá-
se constituyen y se reconstituyen por nea en que un principio funda-
procesos (como los lugares en novelas mental consiste en que “lo que sea
de Williams). que digamos que una estructura o
una cosa es, no lo es” porque “hay territorios 39
La dialéctica 251
siempre algo más y algo diferente estos argumentos han avanzado en
de lo que digamos” (Bohm & Peat, buena parte de la literatura sobre
1987, p. 141-142). No hay ‘basa- ecología (ver Eckersley, 1992, p.
mento’, como lo formulan Levins y 49-55; Naess, 1989, p. 79 y Zim-
Lewontin (1985, p. 278), ya que la merman, 1988). La única mane-
experiencia muestra que “todas las ra en que podemos entender los
indivisibles ‘unidades básicas’ pro- (contradictorios) atributos cualita-
puestas previamente han resultado tivos y cuantitativos de las ‘cosas’
ser divisibles y la descomposición es comprendiendo los procesos y
ha abierto nuevos dominios para las relaciones que los constituyen
la investigación y la práctica”. Es y que estos internalizan. Yo, como
legítimo investigar “cada nivel de individuo, no puedo ser entendido,
organización sin haber investigado excepto por medio de los proce-
las unidades fundamentales”. La sos metabólicos, sociales y otros
otra implicación, tomada seriamen- que internalizo. Esto implica, sin
te en la dialéctica de la deconstruc- embargo, que yo necesariamente
ción, es que todas las categorías internalizo la heterogeneidad y una
fijas y congeladas son susceptibles serie de contradicciones asociadas.
de disolución. La crítica práctica en La contradicción se entiende aquí
las humanidades en estos días está en el sentido dado al término por
muy guiada, quizá demasiado, por Ollman (1990, p. 49), como “una
las preocupaciones por disolver las unión de dos o más procesos inter-
categorías fijas dentro de campos namente relacionados que están si-
conflictivos y flujos de prácticas multáneamente soportándose y mi-
socio-lingüísticas y representacio- nándose entre sí”. Este es un punto
nales. de vista que Whitehead (1985, p.
b. Si todas las ‘cosas’ son heterogé- 155), que siempre prefirió la pa-
neas en virtud de los procesos com- labra ‘evento’ a cosa porque sim-
plejos (o relaciones) que las cons- boliza dinamismos, presenta de la
tituyen, entonces la única manera siguiente forma:
en que podemos entender los atri-
butos cualitativos y cuantitativos […] el concepto de relaciones interiores
de las ‘cosas’ es entendiendo los requiere la noción de substancia entendida
procesos y las relaciones que ellos como algo que sintetiza las relaciones en su
internalizan. Ollman (1976) ha carácter emergente. El evento es lo que es
sido muy explícito en este respecto por causa de la unificación en sí mismo de
al construir sus argumentos, refe-
territorios 39 rente a las relaciones internas. Mas
una multiplicidad de relaciones.
territorios 39
272 David Harvey