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LAS MITOCONDRIAS

Las mitocondrias son orgánulos citoplasmáticos provistos de doble membrana que


se encuentran en la mayoría de las células eucariotas. Su tamaño varía entre 0,5–
10 micrómetros (μm) de diámetro. Las mitocondrias se describen en ocasiones
como "generadoras de energía" de las células, debido a que producen la mayor
parte del suministro de adenosín trifosfato (ATP), que se utiliza como fuente de
energía química. Además de proporcionar energía a la célula, las mitocondrias
están implicadas en otros procesos, como la señalización celular, diferenciación
celular, muerte celular programada, así como el control del ciclo celular y el
crecimiento celular. Algunas características hacen únicas a las mitocondrias. Su
número varía ampliamente según el tipo de organismo o tejido. Algunas células
carecen de mitocondrias o poseen sólo una, mientras que otras pueden contener
varios miles. Este orgánulo se compone de compartimentos que llevan a cabo
funciones especializadas. Entre éstos se encuentran la membrana mitocondrial
externa, el espacio intermembranoso, la membrana mitocondrial interna, las
crestas y la matriz mitocondrial. Las proteínas mitocondriales varían dependiendo
del tejido y de las especies: en humanos se han identificado 615 tipos de proteínas
distintas en mitocondrias de músculo cardíaco; mientras que en ratas se han
publicado 940 proteínas codificadas por distintos genes. Se piensa que el
proteoma mitocondrial está sujeto a regulación dinámica. Aunque la mayor parte
del ADN de la célula está en el núcleo celular, la mitocondria tiene su propio
genoma, que muestra muchas semejanzas con los genomas bacterianos. Existen
varias enfermedades de origen mitocondrial, algunas de las cuales producen
disfunción cardiaca, y muy probablemente participa en el proceso de
envejecimiento.

ESTRUCTURA DE LAS MITOCONDRIAS


La estructura de la mitocondria es variable, pero por lo general se compone de
tres espacios diferentes: crestas mitocondriales, espacio intermembranoso y
matriz mitocondrial, todo recubierto por una membrana doble lipídica, semejante a
la membrana celular, pero compuesta mayormente (60 a 70% en la externa, 80%
en la interna) de proteínas.

 Crestas mitocondriales. Se trata de un sistema de crestas o pliegues, que


conecta con las membranas mitocondriales de vez en cuando, permitiendo
así el transporte de materiales al interior del orgánulo y ejerciendo
funciones enzimáticas (catalizadoras) concretas.
 Espacio intermembranoso. Entre las dos membranas mitocondriales
existe un espacio rico en protones (H+) fruto de los complejos enzimáticos
de la respiración celular, así como las moléculas encargadas del transporte
de ácidos grasos al interior de la mitocondria, en donde se procederá a su
oxidación.
 Matriz mitocondrial. Llamada también mitosol, contiene iones, metabolitos
para oxidar, moléculas de ADN circular bicatenario (muy similar al ADN
bacteriano), ribosomas, ARN mitocondrial y todo lo necesario para la
síntesis de ATP. Allí tienen lugar el ciclo de Krebs y la beta-oxidación de
ácidos grasos, así como reacciones de síntesis de urea y grupos hemo,
todo lo cual genera una cantidad importante de energía química que luego
es liberada al citoplasma celular.

MORFOLOGÍA DE LAS MITOCONDRIAS


La morfología de las mitocondrias es muy cambiante y puede variar desde largas
estructuras ramificadas a pequeños elipsoides. Se podría decir que no existen
mitocondrias individuales sino una red muy dinámica de la cual se pueden
desgajar porciones. En red o aisladas, las mitocondrias están formadas por
una membrana externa, una membrana interna, un espacio intermembranoso y un
espacio interno delimitado por la membrana interna denominado matriz
mitocondrial

La membrana mitocondrial externa es altamente permeable y contiene muchas


copias de una proteína denominada porina, la cual forma canales acuosos a
través de la bicapa lipídica. Así, esta membrana se convierte en una especie de
tamiz que es permeable a todas las moléculas menores de 5000 daltons,
incluyendo proteínas pequeñas.

Por el contrario la membrana mitocondrial interna es muy impermeable al paso de


iones y pequeñas moléculas. Las mitocondrias deben hacer de su membrana
interna una barrera suficientemente impermeable como para permitir un gradiente
de protones estable. Esto se podría conseguir con un incremento de colesterol,
que aumenta la hidrofobicidad de la membrana, pero, sin embargo, disminuiría la
fluidez. La membrana interna necesita fluidez e hidrofobicidad al mismo tiempo, lo
que parece ser necesario para la función de esta membrana. Para ello las
mitocondrias, carecen de colesterol, pero cuentan con la cardiolipina, que es un
fosfolípido muy insaturado, con lo que aumenta la hidrofobicidad evitando una
excesiva fluidez.

Por tanto, la matriz mitocondrial sólo contiene aquellas moléculas que puedan ser
transportadas selectivamente por estas dos membranas, siendo su contenido
altamente diferenciado del citosol. La membrana mitocondrial interna posee
numerosos pliegues hacia el interior mitocondrial
denominados crestas mitocondriales. Hay tres tipos morfológicos: discoidales,
tubulares y aplanadas. Las crestas forman un compartimento distinto del resto de
la membrana interna puesto que su contenido en proteínas es muy diferente. El
número y forma de las crestas mitocondriales se cree que es un reflejo de la
actividad celular. Las regiones de la membrana interna que están próximas a la
membrana externa, denominadas regiones limitantes, son centros para el
intercambio de lípidos, importación de proteínas y ensamblaje de los complejos de
la cadena respiratoria. En las crestas se encuentran los complejos respiratorios
funcionales y la ATP sintasa. La conexión entre las crestas y la región limitante
está mediada por una región que forma un tubo muy delgado que limita el
movimiento de las proteínas solubles intermembranosas. Las crestas son una
manera de incrementar enormemente la superficie para el acomodo de las
proteínas de la cadena respiratoria y de las ATPasas. En una célula hepática la
membrana mitocondrial interna puede suponer 1/3 del total de las membranas
celulares.

En la matriz mitocondrial se encuentra el ADN, los ribosomas y los enzimas para


llevar a cabo procesos metabólicos. El ADN mitocondrial se encuentra en lugares
denominados nucleoides y cada nucleoide puede tener más de una molécula de
ADN. El ADN se encuentra comprimido por una proteína denominada TFAM.
También en el nucleoide hay proteínas para la replicación y reparación del ADN
mitocondrial. Éste suele tener unos 16500 pares de bases con unos 37 genes que
en humanos codifican para 13 proteínas, que son componentes de la cadena
respiratoria, 2 ARN ribosómicos y 22 ARN de transferencia, suficientes para la
síntesis de proteínas. La replicación del ADN mitocondrial no está acoplada al
ciclo celular y en cualquier momento de la vida de la célula puede haber
replicación de este ADN. Los nucleoides están asociados a la membrana
mitocondrial interna, mediada por el complejo proteico denominado MitOS.

Las mitocondrias, o porciones de la red mitocondrial, son desplazadas desde unas


partes de la célula a otras, tienen una extraordinaria movilidad y suelen localizarse
donde existe más demanda de energía o de calcio. Esto es especialmente
importante en las neuronas, donde las mitocondrias se trasladan desde el soma
hasta los lugares más distantes de las dendritas y axones, desde donde pueden
volver al soma de nuevo. Los movimientos son saltatorios o discontinuos. Los
desplazamientos de larga distancia están mediados por microtúbulos, mientras
que los de corta distancia están mediados por los filamentos de actina. Aunque, a
veces, tanto microtúbulos como filamentos de actina sirven también para su
anclaje.
FUNCIONES DE LAS MITOCONDRIAS
La función primaria de las mitocondrias es la producción de ATP, que es el
combustible de la mayoría de los procesos celulares. Pero también llevan a cabo
parte del metabolismo de los ácidos grasos mediante un proceso denominado β-
oxidación y actúan como almacén de calcio. Recientemente se han relacionado a
las mitocondrias con la apoptosis, el cáncer, el envejecimiento, y con
enfermedades como el Parkinson o la diabetes. Además, el estudio comparativo
del ADN mitocondrial tiene una gran utilidad en el establecimiento
de genealogías y en la antropología, ya que los genes mitocondriales provienen
directamente por línea materna y no están sometidas a recombinaciones génicas
debido a la reproducción sexual.

Produccion de ATP: La función principal de la mitocondria es la metabolización


de nutrientes para generar energía en forma de moléculas de ATP (adenosín
trifosfato). La glucosa es el sustrato preferente y nutriente energético universal de
las células eucariotas, pero las mitocondrias también pueden obtener energía de
la metabolización de ácidos grasos y aminoácidos. Parte de la
metabolización de la glucosa ocurre fuera de la mitocondria, en el citoplasma,
dónde la glucosa se degrada para formar dos moléculas de piruvato. En este paso
se obtienen dos moléculas de ATP y el piruvato obtenido es transportado al
interior de la mitocondria. Los ácidos grasos entran a la matriz
mitocondrial mediante translocación en un transportador de carnitina. Para que
este transporte tenga lugar, los ácidos grasos pasan primero por el retículo
endoplasmático donde se unen a coenzima A y forman aciles-CoA, que son las
moléculas reconocidas por el transportador de carnitina.

Termogénesis: Relacionado con su actividad catabólica, las mitocondrias tienen


un papel fundamental en la generación de calor, muy importante para mantener la
temperatura en organismos de sangre caliente.
En algunas circunstancias, se puede producir un flujo de protones hacia la matriz
mitocondrial sin que la energía del gradiente electroquímico se utilice para formar
ATP sino para producir calor.
Este tipo de termogénesis tiene lugar principalmente en el tejido adiposo marrón.
En este tejido está presente la proteína UCP1, también conocida
como termogenina, que forma canales de protones en la membrana mitocondrial y
favorece su paso sin contribuir a la formación de ATP.

La apoptosis o muerte celular programada: La apoptosis es un proceso


programado y controlado por el propio organismo que produce la muerte celular.
Conceptualmente, la apoptosis es contraria a la necrosis, que es la muerte celular
fuera del control del organismo, por ejemplo la debida a traumatismos, infecciones
o a la acción de sustancias tóxicas. La apoptosis es muy importante en los
organismos pluricelulares. Mientras que los organismos unicelulares no tienen
«necesidad de morir», simplemente se multiplican cuándo llega el momento
adecuado en el ciclo vital o mueren si les ocurre algo o las condiciones
ambientales no son adecuadas, los organismos pluricelulares requieren de un
mecanismo de muerte celular controlado. La
muerte controlada de células es necesaria para controlar el desarrollo del
organismo y de sus tejidos.

Metabolismo de lípidos: Una síntesis significativa de los lípidos de las células


ocurre en las mitocondrias. Se produce el ácido lisofosfatídico, a partir del cual se
sintetizan triacilgliceroles. También se sintetiza en las mitocondrias el ácido
fosfatídico y el fosfatidilglicerol, este último necesario para la producción de
cardiolipina y de la fosfatidil etanolamina.

Otras: Hay orgánulos derivados de las mitocondrias durante la evolución que han
adquirido otras funciones. Por ejemplo, los hidrogenosomas están relacionadas
con el metabolismo del hidrógeno y los mitosomas con el del sulfuro. Estos
orgánulos carecen de ADN. Por otra parte, recientemente se ha involucrado a las
mitocondrias, junto con el retículo endoplasmático, en la generación de los
peroxisomas mediante la emisión de vesículas.

PROCESOS METABÓLICOS ESPECÍFICOS


Las mitocondrias son las “centrales energéticas” de las células. Allí, algunas
moléculas como la glucosa se oxidan y se rompen en trozos más pequeños. En
esta reacción se liberan átomos de hidrógeno (se liberan electrones, pero suelen ir
acompañados de protones: electón+protón= 1 átomo de H). Este hidrógeno se une
al oxígeno y se forma moléculas de agua.
Reacciones de oxidación-reducción: Las reacciones químicas no son más que
transformaciones de energía: la energía que hay en los enlaces de una sustancia
se libera y se usa para formar otras moléculas. Se transfieren muchas veces
electrones de unos átomos o moléculas a otros, a esto se llama oxidación. La
pérdida de un electrón se conoce como oxidación, y se dice que el átomo o
molécula que lo pierde se ha oxidado. Pero el oxígeno atrae mucho los electrones,
es el “aceptador”. La ganancia de electrones se denomina reducción. Estas
reacciones se conocen como reacciones de oxidación-reducción o REDOX.
Muchas veces el electrón va acompañado de un protón (1 átomo de H). En tales
casos, la oxidación implica una pérdida de átomos de H (no ya sólo de electrones)
y la reducción una ganancia de átomos de H. Por tanto, la principal función de las
mitocondrias es llevar a cabo esta reacción.

Metabolismo celular: Todas las células requieren energía para sus funciones. El
alimento es la fuente de energía y también de materiales para construir. En la
digestión se van degradando las grandes macromoléculas de alimentos en trozos
más pequeños. Estas sustancias degradadas se llevan hasta las células, donde se
obtienen la energía y los materiales (el objetivo de la nutrición). Para ello van a
sufrir un conjunto de reacciones que se denominan metabolismo. Metabolismo es
el conjunto de reacciones por el que se obtiene, a partir de sustancias ya
digeridas, energía y materia. Al proceso de degradación de las grandes
macromoléculas en otras mucho más pequeñas se le denomina Catabolismo.
Luego hay otro proceso de síntesis de materias orgánicas -con gasto de energía-
que se conoce como Anabolismo.

Catabolismo: degradación (con liberación de energía)

Anabolismo: síntesis (con gasto de energía)

Respiración celular: Son reacciones de oxidación. La energía química de los


alimentos se va a transformar en energía para la célula. Esta oxidación de las
moléculas orgánicas es como principalmente obtienen energía las células. Ésta
puede ser de 2 tipos:

• Aerobia: la degradación de las moléculas es completa. La molécula orgánica se


degrada hasta formar moléculas inorgánicas. La respiración se realiza con
intervención de oxígeno. La liberación de energía es mayor aquí que en la
anaerobia.

• Anaerobia: se obtiene energía sin intervención de oxígeno. La degradación no


es total, se forman compuestos intermedios. Podemos distinguir dos subtipos:
anaerobia propiamente dicha y fermentación. La anaerobia se da en todos los
organismos, incluido el hombre.
En la respiración celular distinguimos 3 etapas:

• Glucólisis

• Ciclo de Krebs

• Fosforilación oxidativa

En la glucólisis y en el ciclo de Krebs se van a ir liberando átomos de C que se van


a unir al O para formar CO2. En la fosforilación oxidativa el H se va a unir con el
oxígeno para formar agua, al tiempo que se sintetiza el ATP (ADP+P).

La glucólisis es un conjunto de reacciones por las que una molécula de glucosa


de 6 carbonos se convierte en 2 moléculas de ácido pirúvico (C3H6O3). Este
proceso es preámbulo de respiración aeróbica y anaeróbica. Durante esta
reacción, se forman dos moléculas de ATP y dos portadores de electrones NADH.
Este proceso ocurre en el citosol.

El ciclo de Krebs (también llamado ciclo del ácido cítrico o ciclo de los ácidos
tricarboxílicos) es una ruta metabólica, es decir, una sucesión de reacciones
químicas, que forma parte de la respiración celular en todas las células aeróbicas.
En células eucariotas se realiza en la mitocondria. En las procariotas, el ciclo de
Krebs se realiza en el citoplasma, específicamente en el citosol.

En organismos aeróbicos, el ciclo de Krebs es parte de la vía catabólica que


realiza la oxidación de glúcidos, ácidos grasos y aminoácidos hasta producir CO2,
liberando energía en forma utilizable (poder reductor y GTP).

El metabolismo oxidativo de glúcidos, grasas y proteínas frecuentemente se divide


en tres etapas, de las cuales, el ciclo de Krebs supone la segunda. En la primera
etapa, los carbonos de estas macromoléculas dan lugar a moléculas de acetil-CoA
de dos carbonos, e incluye las vías catabólicas de aminoácidos (p. ej.
desaminación oxidativa), la beta oxidación de ácidos grasos y la glucólisis. La
tercera etapa es la fosforilación oxidativa, en la cual el poder reductor (NADH y
FADH2) generado se emplea para la síntesis de ATP según la teoría del
acoplamiento quimiosmótico. El ciclo de Krebs también proporciona precursores
para muchas biomoléculas, como ciertos aminoácidos. Por ello se considera una
vía anfibólica, es decir, catabólica y anabólica al mismo tiempo. Aquí en el ciclo de
Krebs la molécula de ácido pirúvico se va a oxidar, va a perder un C y va a
convertirse en ácido acético (2 de C). Al entrar en el ciclo de Krebs el ácido acético
(2C) se va a unir al ácido oxalacético (4C) y formar el ácido cítrico (6C). Luego
pierde uno (5C), luego otro (4C), y se convierte de nuevo en ácido oxalacético
(4C), y el ciclo vuelve a empezar.

La Fosforilación oxidativa es un proceso bioquímico que ocurre en las células.


Es el proceso metabólico final (catabolismo) de la respiración celular, tras la
glucólisis y el ciclo del ácido cítrico. De una molécula de glucosa se obtienen 38
moléculas de ATP mediante la fosforilación oxidativa. Dentro de las células, la
fosforilación oxidativa se produce en las membranas biológicas. En procariotas es
la membrana plasmática y en eucariotas es la membrana interna de las dos de
que consta la mitocondrial. El NADH y FADH2, moléculas donadores de
electrones que "fueron cargadas" durante el ciclo del ácido cítrico, se utilizan en un
mecanismo intrincado (que implica a numerosas enzimas como la NADH-Q
reductasa, la citocromo c oxidasa y la citocromo reductasa), gracias a la bomba
H+ que moviliza los protones contra un gradiante de membrana.

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