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Sofonías Salvatierra

COMPENDIO DE HISTORIA DE
CENTROAMERICA

Cuarta Edición

1960

TIPOGRAFIA PROGRESO.- MANAGUA, NIC., C.A.


© Sofonías Salvatierra
© De esta Edición: Banco Central de Nicaragua 2011

Diseño y Diagramación: Inty Pereira A.

Ilustración de Portada:
Retrato de Miguel Larreynaga
Atribuido a Montúfar, Siglo XIX

Reproducción fiel del original impreso


Managua, Nicaragua
Prólogo de la Cuarta Edición
Debido al favor que han prestado este texto los Institutos y
las Escuelas Normales, la Tercera edición se ha agotado, y ahora
presentamos la Cuarta, con algunas ligeras correcciones.
No hemos corregido el juicio que aparece desde la primera
edición sobre la conducta que los conquistadores observarón
con la raza dominada por ellos, es decir, con los indios. Como
decimos, sería inmoral, a la luz de nuestra civilización cristiana,
dejar a la víctima sin amparo en la conciencia de la Historia,
no condenando los excesos de una repugnante inhumanidad,
con el fin de elevar las expresiones superiores del hombre y de
contribuir a que aquellos vicios no se repitan en ninguna parte y
por ningún pretexto. Toda historia general nuestra en que falte
esa condenación, es incompleta y daña la recta conciencia de la
juventud, a la cual hay que prevenirla, por razones de elevada
cultura, contra los excesos que pudieran cometerse cuando los
hombres entran en conflicto.
Hay que tener presente, que la historia no tiene
compromisos con nadie, sólo con la verdad, la cual es deber
decirla con el fin de que la experiencia humana, que eso es la
historia, se vaya formando lo más perfecta posible y así puedan
las nuevas generaciones cumplir con la necesidad de eliminar los
errores o los males cometidos en el pasado, en busca de una más
justa convivencia de los hombres sobre la tierra.

SOFONIAS SALVATIERRA.
Managua, 1960.
COMPENDIO DE HISTORIA DE
CENTROAMERICA

Para los Institutos y Escuelas Normales

por

SOFONIAS SALVATIERRA
Miembro de número de la Academia de Geografía e Historia de
Nicaragua. Socio Correspondiente de las Sociedades de Geografía
e Historia de Guatemala, de la de Honduras, de la República Do-
minicana y de la Real Academia de la Historia de Madrid, de la
de Buenos Aires República Argentina ex-catedrático de Historia
Universal, de América y Centroamérica, del Colegio de Varones
de Managua, del Instituto Nacional Ramírez Goyena, de Mana-
gua, de la Escuela Normal de Señoritas, de Managua, del Colegio
Bautista, de Managua, de la Escuela Normal de Varones, de Santa
Ana, El Salvador, del Colegio García Flamenco, de San Salvador.

CUARTA EDlCION

1960

TIPOGRAFIA PROGRESO - MANAGUA


Es propiedad del autor
sofonias salvatierra 9

CAPITULO I
Nociones Generales Preliminares
DESCRIPCION POLITICA Y GEOGRAFICA DE
CENTROAMERICA.–La América Central, en su aspecto
geográfico, es la región comprendida entre el istmo de Tehuantepec
y el golfo del Darién, su constitución política la componen las
provincias que integraban el antiguo Reino de Guatemala,
convertidas hoy en estados soberanos, excepto Chiapas, o sean
Guatemala, Honduras, El salvador, Nicaragua y Costa Rica.
Han adoptado la forma de Gobierno republicano, democrático
y representativo. Su extensión territorial es como de quinientos
mil kilómetros cuadrados y su población es de uno seis a siete
millones de habitantes. Sus pueblos pertenecen a la familia racial
hispanoamericana con un pequeño porcentaje de sangre negra,
procedentes de los esclavos que trajeron los europeos.
El territorio de Centroamérica está cruzado, con ligeras
interrupciones, por el sistema orográfico que se extiende desde
Alaska, hasta la Tierra del Fuego. La parte de esta cordillera
que cruza el Istmo, muy inclinada hacia la región del Pacífico,
recibe varios nombres en sus diferentes secciones: Sierra
Madre, Merendón, Apaneca, Lepaterique, Marrabios, Dota, etc.
Numerosos volcanes elevan al cielo sus picos, muchos de ellos
en actividad y con una altura hasta de más de 4,000 metros: el
Acatenango, El Tacaná, el Izalco, el Momotombo, el Concepción,
el Irazú, etc. Las vertientes de sus montañas, como las de todo el
Continente americano, por el lado del Atlántico, son más caudalosas
que por el Pacífico, y por el mismo lado, la estación lluviosa es
más prolongada, pues alcanza hasta 10 meses desde mayo de un
año a febrero del siguiente. El relieve geográfico determina la
variedad de los climas que hay en Centroamérica, como en todas la
América entre las zonas templadas, la posición ístmica y central le
ha dado a Centro américa una importancia internacional particular
y ha sido en mucho la causa de su agitada historia, además de que
el río San Juan y el Gran Lago de Nicaragua ofrecen facilidad
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para construir un canal interoceánico, circunstancia que aviva el


interés extraño sobre su territorio. En su estructura geográfica, así
como en su vida social y en su historia, Centroamérica constituye
una sola expresión nacional, tanto que desde dentro como desde
fuera, no se puede verla sino en conjunto, y se siente como cosa no
razonable cuando se la contempla separada en cinco soberanías.
PERIODOS HISTORICOS.–La historia de la América
Central debe ser considerada dentro de la general del Continente
Americano, y se divide en tres períodos perfectamente distintos: el
precolombino, o sea el anterior al Descubrimiento; el colonial, que
comprende la conquista y colonización española; y el republicano o
independiente, que es el contemporáneo. El primer periodo puede
subdividirse entre aquella parte remota, de la cual queda muy
poca huella y sólo se puede entrever por inducciones lógicas, y la
otra no cercana, estudiada sobre las bases de las tradiciones y las
ruinas monumentales. El segundo, puede también subdividirse en
dos partes: de la fecha del Descubrimiento hasta la promulgación
de las Nuevas Leyes de 1542, y desde aquí hasta la Independencia.
El tercero, así mismo en cuatro épocas: Desde la proclamación de
la Independencia el 15 de Septiembre de 1821, hasta la muerte
del General Morazán en 1842; desde esta fecha hasta la venida y
expulsión de los filibusteros y muerte de Walker en 1860; desde
este suceso hasta la campaña unionista del General Justo Rufino
Barrios en 1885; y desde aquí hasta nuestros días.
FUENTES HISTORICAS.–Las fuentes de la historia en
general son los documentos escritos, las inscripciones o epigrafías,
la arqueología o estudio de los monumentos o construcciones
antiguas, la lingüística o filología comparada, la antropología y
la etnología y las referencias tradicionales, aunque de muy poco
valor estas últimas, por la incapacidad irremediable, intelectual
y sicológica, del hombre para trasmitir con exactitud en forma
verbal la verdad de los hechos ocurridos. Estas mismas fuentes
deben servir de base en la formación de la historia de la América
Central. Los accidentes geográficos, así mismo, representan
signos para indicar los movimientos de los pueblos y sirven de
clave en la interpretación de los fenómenos históricos.
compendio de historia de centroamerica 11

Entre los documentos escritos están en gran medida los que


se guardan en el Archivo General de Indias, de Sevilla, los del
Archivo de Simancas, los del Archivo Colonial de Guatemala, los
de los Archivos particulares de los cinco Estados centroamericano.
También existen documentos escritos en la Biblioteca Nacional
de Madrid, en la Biblioteca del Congreso de Washington y en el
Museo Británico de Londres.
En la fuente epigráfica y arqueológica ofrecen gran caudal
informativo, referente al período precolombino, las ruinas
monumentales de Palenque, Yucatán, Quiriguá y Copán, así como
las de menor categoría que aparecen en el resto del territorio
centroamericano, lo mismo que los restos de la cerámica indígena
esparcidos en todas las regiones del Istmo. Para este mismo
período son fuentes escritas, El Popol Vuj, La Isagoge Histórica,
el manuscrito Cakchiquel, el Memorial de Tecpán Atitlán y los
Títulos territoriales. Sin embargo, la forma alegórica en que está
escrito el primero de aquellos libros, que es el principal, hace
todavía difícil distinguir en sus páginas lo fantástico o tradicional
de lo positivamente histórico. (1)
Para el período de la conquista y de la colonia, están las obras
de los cronistas Oviedo y Valdés, Herrera, Gómara, Bernal Díaz
del Castillo y otros. De la misma manera ofrecen datos abundantes
los Documentos para la Historia de Costa Rica por Don León
Fernández, La Historia Antigua de El Salvador por Santiago I.

(1) Los originales del Popol Vuj se encontraron a fines de siglo XVII en el
pueblo Chichicastenango, y fue escrito, según se cree, por un noble indígena de los
quichés. Lo tradujo primero Fr. Francisco Jiménez, cura de ese pueblo; una nueva
traducción la verificó después el abate Brasseur de Bourboug; y últimamente, otra
más moderna, el Licdo. J. Antonio Villacorta, de la Sociedad de Geografía e
Historia de Guatemala. Es el documento escrito más interesante que en América
dejaron los indios vencidos por los blancos, y su importancia puede medirse al
saber que ha sido traducido a varias lenguas. El autor de este Compendio le ha
dado el nombre de testamento de la raza roja. Obsérvese que fué escrito bajo las
inspiraciones y en el mismo medio de la vieja cultura maya o maya-quiché, y que
puede ser un signo el que este libro único sea producto del medio centroamericano.
Algunos investigadores precolombinos piensan que la Civilización prehistórica de
América se inició en la cuenca del Mar Caribe, y se juzga que la cultura Maya es la
más interesante de este Continente.
12 sofonias salvatierra

Barberena, la Historia de Nicaragua por el Dr. Tomás Ayón, la


historia de la Literatura Centroamericana, por Don Leonardo
Montalbán y la Contribución a la historia de Centroamérica por
Sofonías Salvatierra.
El período republicano cuenta con la más copiosa fuente
en los Archivos de los Gobiernos de los cinco Estados y en las
numerosas obras escritas. Citaremos algunas de estas obras:
Bosquejo Histórico de las Revoluciones en Centroamérica, por
Alejandro Marure, Reseña Histórica, por el Dr. Lorenzo Montúfar,
Historia Moderna de El Salvador, por Santiago I. Barberena,
Memorias del General Manuel José Arce, Memorias de Jalapa, de
Manuel Montúfar, Memorias de García Granados, Memorias de
Jerónimo Pérez, Historia de Cuarenta años por Francisco Ortega
Arancibia, Historia de Nicaragua por José Dolores Gámez, y las
revistas de las Sociedades de Geografía e Historia que se publican
en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
TEORIAS SOBRE EL ORIGEN DEL HOMBRE
AMERICANO.–No resuelto aún, conforme los métodos de la
ciencia experimental positiva, el difícil problema, insuluble quizá,
del origen del hombre sobre la tierra, ha venido a complicar más
la cuestión el aparecimiento de pueblos desconocidos y antiguos
de este lado del Atlántico, cuando Cristóbal Colón descubrió
la América. Muchas y muy diversas teorías se han propuesto,
fundadas unas en razones geográficas, otras en argumentos
etnológicos y lingüísticos, no pocas en elucubraciones científicas
de orden naturalista, (2) y algunos en la creencia tradicional que
tiene por fundamento el Génesis mosaico. De la misma manera,
el aparecimiento del cráneo del hombre de Neanderthal, muy
semejante al pitecantropo, como pretendido intermediario éste

(2) Armando de Quatrefages (1810-1892) sostuvo la teoría monogenista.


Luis Agassiz (1807-1873) propuso la teoría poligenista. Juan Bautista Lamarck
(1744-1829) pensó en la derivación y transformación de los seres vivos. Carlos
Roberto Darwin (1809-1882) contemplando el fenómeno de la evolución universal,
creyó explicar el origen de los seres vivos formulando la ley de la transformación
mediante la lucha por la vida y la selección natural. Ernesto Hackel (1834-1919)
propuso que el phitecantrhopus, y Guillermo Mortillet que el anthropopithecus, del
período terciario, fueron los antepasados naturales del hombre.
compendio de historia de centroamerica 13

entre el mono y el hombre, ha originado las mayores controversias


sobre este asunto.
Se ha pensado en el estrecho de Behring como posible paso
de gentes asiáticas hacia el Continente Occidental, porque creen
hallar similitud de raza entre el hombre autóctono americano y el
chino, japonés o siberiano. También se han entrevisto emigraciones
oceánicas en todas direcciones hacia las costas de América, y son
muchos los que admiten la remota existencia de la Atlántida,
continente que se supone alzaba sus crestas en gran parte de lo
que es hoy el Océano Atlántico hundido en tiempos lejanos por un
cataclismo geológico, y cuyos restos sobre la superficie del mar
parecen ser las islas Azores y algunas de las Lucayas o antillanas.
Da fuerza a esta creencia el hecho de haberse hallado escrito
el recuerdo de aquel suceso en los libros de la sabiduría egipcia,
conocidos de Solón, el legislador griego, reproducida su referencia
por el filósofo Platón, como fehaciente realidad, y difundida por
el Romano Séneca en su poema Medea, en una de cuyas estrofas
(3) hasta predice, tan seguro estaba de ello, el aparecimiento de las
tierras de Occidente, que reveló quince siglos después el inmortal
marino Cristóbal Colón.
En cuanto a la comparación de las razas asiáticas u oceánicas
con la del indio americano, no parece que tengan completa fuerza
los argumentos, porque los parecidos, que no son absolutos, están
contradichos, con el propósito de establecer el paralelo suficiente,
por las diferencias de la fisonomía varia, de la psicología, de las
manifestaciones mentales y las revelaciones de la cultura de esos
grupos, el asiático, el oceánico y el americano. Lo mismo ocurre
con las lenguas que hablaban; son tan diferentes, que hasta resulta
no muy airoso el empeño de querer encontrarles raíces comunes
con las lenguas asiáticas, además de que les falta la estructura
monosilábica del idioma chino.

(3) “Vendrán en siglos tardíos– Años en que el ancho mar– Dé rienda a


sus ataduras –Con que ahora preso está– Tierra jamás conocida– De sus aguas
brotarán– Y el diestro Thypis entonces– Nuevo orbe descubrirá. Aunque la
escondida Thule – Hoy es el último lugar – En aquel tiempo futuro. Un plus ultra
se hallará.
14 sofonias salvatierra

Por otro lado se han dividido las opiniones en el aspecto


particularmente genético del hombre indígena de América. Unos
piensan que no hay razón para no proponer que el indio fuera un
producto natural del medio americano, (4), y hasta se ha llegado
a inducir que es aquí en donde surgió a la vida el género humano;
lo cual por otra parte, contradice el postulado de la presencia del
hombre en todas partes.
Otros piensan que el indígena americano es de más reciente
aparición que el europeo o asiático, por encontrarse aquí en
abundante proporción cráneos dolicocéfales, (5) por lo menos del
principio del cuaternario.
Otros, igualmente, sostienen que cada medio continental
produjo su raza con caracteres peculiares y con una modalidad
propia, según el tiempo y las condiciones climatéricas para
la evolución del hombre como producto del suelo, la cual se
ha verificado a lo largo de vastos ciclos cósmicos y a través de
grandes cambios en la corteza terrestre. Por supuesto, que el
hecho innegable de haberse olvidado en todos los Continentes
las relaciones que pudieron tener sus habitantes con los hombres
de la América prehistórica y viceversa, pone en evidencia la
dilatada antigüedad en que se hubieren verificado aquellos
acontecimientos, y que no parece que se pueda conocer en ellos
ninguna cronología, como no sea de aquellos que ocurrieron
próximos al Descubrimiento.
En el campo de la fe religiosa se cree descendiente del creado
por Dios en el tiempo y en la forma que se dice en el Génesis
mosaico, como se afirma hoy.

(4) Geothe, el gran poeta alemán, (1749-1832) dice: “cuando la tierra hubo
llegado a cierto grado de madurez, cuando las aguas se fueron encauzando y los
terrenos secos se cubrieron de verdura, apareció el hombre en todos los lugares en
que la tierra lo permitía”.
El célebre Alejandro Humbolt es, asimismo, poligenista.
(5) En las excavaciones profundas verificadas en el norte y en el sur de
América, se han hallado cráneos braquicéfalos y dolicocéfalos, más de los primeros
en el Norte que en el Sur. Junto con esos cráneos y otros huesos humanos se han
encontrado restos de animales de otras edades, ya desaparecidos y utensillos de
hueso, de sílex y objetos de uso.
compendio de historia de centroamerica 15

El volumen sorprendente que ha alcanzado las ciencias


físicas, mecánicas y naturales, ha permitido establecer períodos o
edades, comprendidos en millares de siglos, en que se ha verificado
la formación de nuestro globo y la evolución de los tres reinos
conocidos de la corteza terrestre, y por último el aparecimiento
del hombre, que es la especie más elevada en la escala de los seres
creados.
Además, las anteriores creencias tradicionales se han
utilizado como argumento por los monogenistas, que sostienen
la procedencia de la humanidad de una sola pareja contra la
poligenista que propone la pluralidad del origen. Lo importante de
la tesis monogenista es la unidad del género humano; y a la verdad,
el poligenismo no puede considerársele contrario a la propuesta
unidad, porque aunque nuestra especie se descompone en razas
distintas con expresiones varias y cada una con un Continente
particular por escenarios (6) tal circunstancia no destruye la
unidad, por los evidentes vínculos que le son muy comunes de
actividad psicológica, fisiológica y racional, y las aptitudes para la
reproducción entre ellas mismas.
De todo lo dicho resulta, que las investigaciones hechas hasta
hoy, no dan suficiente luz para el conocimiento exacto del origen
del hombre americano, que sólo podemos entrever, por los datos
confusos que dejaron las tradiciones indígenas, los movimientos
de los diferentes pueblos que habitaban estas tierras, sus formas
políticas, su religión, su progreso y su cultura en general. En
Centroamérica ha facilitado acercarse a ese conocimiento el
hecho feliz de haber sido escritas aquellas tradiciones, después
de la conquista, por hombres principales de las familias reinantes
quichés.

(6) En el Asia, la raza amarilla, en África la negra, en Europa la blanca,


y en América la roja, que son las grandes razas madres en que se manifiesta el
género humano. Las variedades deben considerarse como familias de cada raza o
productos del mestizaje.
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CAPITULO II
Período Precolombino
PROCEDENCIA DE LOS INDIOS AUTOCTONOS
CENTROAMERICANOS. Muchas son las hipótesis propuestas
sobre la procedencia de los pueblos que encontraron en América
los europeos cuando la descubrieron y la conquistaron. Unos creen
que las emigraciones se originaron en el Sur, desde la meseta del
Brasil, la cual se piensa que es el suelo más antiguo de América, y
se dirigieron sucesivamente hacia el Norte.
Otros suponen, tal vez con mayor acierto, que había en general
pueblos autóctonos en América, y que éstos fueron invadidos por
otros que vinieron del Este y del Oeste. Los del Este por el lado
norte, fueron los que andando el tiempo se llamaron Toltecas,
y entraron por California, situándose en las inmediaciones del
río Gila, y se extendieron después hacia el Sur por México y
Centroamérica; los del Oeste fueron los conocidos con el nombre
de Chanes u Olmecas y entraron por el río Pánuco.
Cualquiera que sea la procedencia, autóctonos puros o
mezclados con inmigrantes, se cree positivamente que el indígena
americano pertenece a una raza definitiva y distinta, de tal modo
que los pueblos o tribus de todas las regiones del Continente
presentan una perfecta unidad racial.
LA TRADICION DEL POPOL-VUJ.– El Popol Vuj se refiere
a estas emigraciones; pero mezcla la narración con alegorías y
mitos que hacen difícil entender lo histórico positivo. Dice dicho
libro, que de Oriente salieron las tribus del Quiché (¿Cuál es este
Oriente, es un Oriente astronómico o un Oriente alegórico?),
las de Tamub e Ilocab, con las Trece de Tecpán (pokomanes y
pokonchíes), las de Rabinal, los Cakchiqueles, los de Tziquinahá,
la de los yaquis, o sea los primeros Toltecas de la Tula cerca del
río Gila, y otras más. Vinieron a un lugar llamado Tulanzú o
Tulanzuiva, conocido también con el nombre de las Siete Cuevas o
los Siete Barrancos, nombre que dieron a una ciudad, la cual Milla
cree que era la Tula de Chiapas, y que Barberena entiende que se
compendio de historia de centroamerica 17

refiere a la Tula del río Gila. En esta ciudad se diversificaron las


lenguas. (7)
De esos lugares se extendieron hacia el Sur y se establecieron
en las regiones del Anahuac, de Chiapas, de Guatemala, de Yucatán,
del resto de Centroamérica, y aún llegaron más al sur, hasta
Colombia, el Ecuador y el Perú. Su penetración fué tan honda
y dilatada, así lo reconocen los investigadores ecuatorianos, que
entre los chibchas, los muiscas y los aimaraes se han encontrado
restos de una influencia maya quiché. Todo esto debe haberse
verificado durante muchos siglos, según lo indican las mismas
tradiciones indígenas.
También se dice de un personaje llamado Votán, (8) el cual
se supone que procedía del Este. Se afirma que desembarcó en
Tabasco, y que después de esparcir elementos de cultura entre las
tribus salvajes que allí encontró, se regresó sin saberse su destino.
Este personaje legendario se refiere que fundó la ciudad de
Nachán (Palenque) capital de un imperio conocido con el nombre
de Xibalba o Xibalbay.
LA INVASION DE LOS TOLTECAS Y OTRAS TRIBUS
A CENTROAMERICA. Los Toltecas, que algunos llaman también
nahoas, (9) fueron los que principalmente organizaron pueblos y
trajeron la cultura a Centroamérica. Algunos piensan que fundaron

(7) Efectivamente, Barberena, hombre de ciencia centroamericano, que


estudió modernamente esta cuestión precolombina, teniendo a la vista toda una
vasta bibliografía, opina que esa Tula estaba en el Chicomoztoc, región al norte de
México, donde la fusión de los autóctonos con los inmigrantes alcanzó a fundar la
gran ciudad de Huehuetlepallán. El hecho de haberse diversificado ahí las lenguas,
indica la dispersión de las tribus, y su establecimiento en los lugares distantes dio
origen a la formación de nuevas lenguas con nuevos gentilicios, circunstancias que
hoy confunden la recta inteligencia del origen racial de aquellas tribus. No hay que
olvidar, además, que hubo muchas Tulas en América y que los antiguos europeos
llamaban a Islandia la última Tule.
(8) La tradición de Votán apareció en el siglo XVII y la hizo circular el Obispo
de Chiapas, Dn. Francisco Nuñez de la Vega. Algunos creen que Votán es más bien
una palabra alegórica y no el nombre de un personaje histórico.
(9) Algunos historiadores creen que los nahoas eran los mismos toltecas. Lo
que parece verdadero es que nahoa era el nombre genérico de un grupo de tribus, y
los toltecas, que quiere decir sabio o más ampliamente civilizador, era una de esas
tribus.
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la ciudad de Tula, cerca de Occingo, en Chiapas, y vinieron


dirigidos por un caudillo llamado Quezalcohatl, el mismo que en
Guatemala se denomina Gucumatz. Cuando aquella ciudad hubo
crecido, sustituyó a Nachán en la supremacia. El historiador Milla,
que con este motivo los xibalbas emigraron en todas direcciones,
un grupo de ellos hacia el norte de México en donde fundaron otra
Tula, en recuerdo de la ciudad abandonada (10), y que cuatro siglos
después, la peste y el hambre los obligó a emigrar, según lo afirma
el historiador Clavigero. El último rey Tolteca, Topilxin Acxilt,
con algunos de los suyos vino a Honduras, en donde fundó el reino
de Hueytlato o Payaquí, con residencia en Copán.
Otra tradición refiere que varias otras tribus procedentes del
Norte, acaudilladas por las familias de Tamub e Ilocab, destruyeron
a Nachán y Tula y dominaron el país. Eran los llamados mames,
quiere decir tartamudos, porque pronunciaban difícilmente el
alfabeto cakchiquel.
Los restos del imperio tolteca y otras tribus, se establecieron
en Guatemala, y aquí se llamaron quichés (muchos árboles) y
sometieron a los pobladores que encontraron. Antes habían
venido otros inmigrantes, los chorotegas que se esparcieron
principalmente por Honduras y Nicaragua.
LOS CUATRO CAUDILLOS TOLTECAS.– Capitaneaban
a estas tribus cuatro caudillos llamados Balam Quitzé, Balam
Agab, Mahucutah e Iq-Balam. Dice el Popol Vuj que vinieron
pasando el mar, el cual se abrió y lo atravesaron sobre piedras.
Se establecieron en el monte Hacavitz, en Verapaz, al norte de
Rabinal. Su primera ocupación fué robar a las poblaciones de
los mames, que se habían establecido antes que ellos, y hacerles
la guerra con el objeto de tomarles prisioneros para sacrificarlos
a su dios Tohil. Por fin, los cuatro capitanes lograron someter a
todas esas tribus, y después desaparecieron en forma misteriosa,
dejando el gobierno a tres hijos de los tres primeros caudillos:
Qocaib, Qoacutéc y Qoahau. Iq-Balam no tuvo descendencia.

(10) Es oportuno observar que no se comprende como los xibalbas pudieron


rememorar la ciudad de Tula que los expulsaba.
compendio de historia de centroamerica 19

LOS TRES DESCENDIENTES SON INICIADOS EN


EL GOBIERNO.–Obedeciendo a sus padres, los tres nuevos
caudillos se dirigieron a Oriente (siempre el oriente) “pasando
el mar con facilidad”, a la residencia del señor Naxit, quien les
confirió poderes, los inició en las maneras del gobierno y los
confirmó en la soberanía. (11).
Cuando regresaron los aludidos tres caudillos encontraron
muy aumentada la población. Sorprende que estando en Copán
tan cerca, el regreso de estos tres personajes haya sido tan tardado,
de modo que sus pueblos hubiesen obtenido un gran desarrollo
demográfico, para lo cual se necesitaba mucho tiempo. De lo
que se deduce, que si no es pura leyenda lo que dice el Pol Vuj,
su narración está cubierta con el velo de lo alegórico, y que para
descubrir la verdad que se trata de ocultar hay que rasgar el velo.
Poco tiempo después de su regreso, dispusieron la traslación de
su pueblo, del monte Hacavitz al de Chi-quix-ché, y fundaron la
ciudad de Ixmachí (cabellera negra), en la cual usaron ya la cal
y el ladrillo. Andando el tiempo fijaron la capital del reino en
Utatlán o Gumarcah.
LUGARES DONDE SE ESTABLECIERON LAS
TRIBUS TOLTECAS.– Estas tribus formaron cuatro núcleos
principales de población más o menos organizados. Los quichés
que eran los más distinguidos, casi al centro de lo que hoy es
Guatemala, llegando hasta el mar por el lado de Soconusco y hasta
Tehuantepec por el Noroeste; los pokomanes en la Verapaz y al sur
del Motagua; los mames en la tierra de occidente, hasta Chiapas,
los cuales fundaron una gran ciudad al pie del volcán Santa María,
que después de tener varios nombres, los quichés al conquistarla
le pusieron Xelahú, hoy Quetzaltenango; los tzutohiles hacia el
Sur y los cakchiqueles en las inmediaciones del lago de Atitlán.
(11) Hay que anotar que este oriente tan usado en el Popol Vuj, para designar
un lugar o destino, tomado como rumbo astronómico, resulta incomprensible en
este caso del viaje de los tres caudillos quichés, con el agregado de “pasando el
mar”, pues para ir de Guatemala a Copán no se necesita pasar el mar. ¿Qué oriente
es ese? Esto indica que queda mucho por aclarar en cuanto a los primeros tiempos
de la historia de los maya-quiché establecidos en Guatemala y la interpretación de
los libros y tradiciones que dejaron.
20 sofonias salvatierra

También existían tribus de los atziquinay y los rabinales en las


otras que pagaban tributo a los quichés.
En el Salvador se hallaban establecidos los pipiles
(muchachos) en el Occidente y en el centro; y los lencas y los
chontales en el Oriente.
En Honduras los chortís y chorotegas.
En Nicaragua los choroteganos, los nagrandanos, los
niquiranos, los chontales y los caribises.
En Costa Rica los nicoyas, los votos, los guetares y los
talamancas.
LENGUAS QUE HABLABAN LOS INDIOS DE
CENTROAMERICA.–En Guatemala, la mexicana corrupta, la
chotal, la cakchiquel, la chirichota, la pokomán, y en general la
quiché. En el Salvador, la xinca o populeca, la pipil, la lenca y
la chontal. En Honduras, la mangue, la ulba, la chontal y algo de
pipil, la materna y la mexicana. En Nicaragua, la pipil corrupta,
la mangue, la maribio y la chontal, la materna y la mexicana. En
Costa Rica, la materna y la mangua.
Para explicarse la abundancia de lenguas entre los indios
hay que tomar en cuenta que los idiomas de los pueblos incultos
son en extremo variables. El aislamiento de las tribus permitía
la formación de los dialectos, de tal manera, que en América los
había por centenares. No obstante, el sabio Barberena piensa
que todas las lenguas indígenas tienen un “remotísimo origen
común”, y que a pesar de la inmensa cantidad de idiomas y
dialectos, algún día se han de “determinar los caracteres comunes
de las hablas americanas”. Mucha razón hay para pensar así.
Del Norte al Sur de América se nota la familiaridad de las
lenguas. En Nicaragua hay un pueblo que se llama Limay, en la
Patagonia hay un río que tiene el mismo nombre. En Venezuela
existe un pueblo llamado Tola, en Nicaragua también. Hay un
Managua en Nicaragua y otro en Cuba. La partícula final agua,
como Nicaragua, Comayagua, Conchagua, etc.; es abundante en
Centroamérica, y se halla en la América del Sur con Aconcagua,
Tunguragua, etc.
compendio de historia de centroamerica 21

La familia Tolteca de las tribus nahoas, que en general


impuso su cultura en el istmo centroamericano, hablaba el náhuatl
y ésta puede decir que fué la lengua madre, aún de la quiché, que
ha sido tan ponderada por los lingüistas. El náhuatl se confunde
con el mexicano, y sufrió a lo largo de los siglos modificaciones
ascendentes, paralela a la evolución de aquel noble pueblo. Es
un idioma dulce y armonioso y se distingue por su admirable
laconismo, de tal manera que con sus vocablos se expresan frases
y pensamientos completos.
Para comprender la influencia de unas lenguas sobre las
otras, en la multiplicidad de los idiomas y dialectos indígenas,
basta saber, por ejemplo, que el xinca es el mismo populuca, o el
cakchiquel, o el chontal, todos derivados de quiché, influido este
por el náhuatl, y que el chortí era así mismo dialecto del quiché
y variante del pokoman. El tzendal se le tiene del mismo modo
como lengua madre.
El náhuatl es una lengua ideográfica, calificada entre las
polsintéticas, y este tipo es considerado como “único y propio del
indígena americano” aunque los toltecast se elevaron a intentar
darle una forma fonética. Sus vocablos hacen más que nominar,
describen las cosas. Así por ejemplo: mames, que quiere decir
tartamudo, se llamaba así porque no podían expresarse bien;
pipiles (niños), porque hablaban como niños el náhuatl y el quiché:
chortí que quiere decir pueril, era porque así apedillaban a la tribu
que llevaba ese nombre; Ometepe (dos cerros) es porque la isla de
este nombre tiene dos volcanes; Nacaome (dos carnes) es porque
su población fué el producto de la mezcla de los lencas con los
chorotegas; chichimeca, quiere decir chupador de sangre, o perro
que arrastra la soga, como para llamarles vagos; Cuzclatlán quiere
decir tierra de la dicha; en fin el mismo náhuatl significa “cosa
que suena bien”. Como se ve la palabra que nombra una persona
era formada por las cualidades de ésta, y la que nombra las cosas
por la forma y la naturaleza de las mismas cosas. Además son tan
varios en su significado los vocablos de las lenguas indígenas, que
al buscarle sus raíces dan margen a que se entienda que expresan
diferentes cosas. Características de estos idiomas es lo grandioso
22 sofonias salvatierra

y musical de sus voces, lo cual indica la ponderación espiritual


y psicológica de los pueblos americanos y su hermosa tendencia
hacia las cosas altas.
LA CREACION DEL MUNDO Y DEL HOMBRE.–Los
indios creían en un supremo hacedor, que llamaban con nombres
hermosos, en que revelaban la grandiosidad del ser que concebían.
Con estos títulos les rendían culto: Creador y Formador Supremo
que engendra y que da el ser, Gran Blanco Picador, Serpiente
cubierta de Plumas, Corazón del Mar, Señor del Planisferio
que Verdea, etc. También reconocían un Abuelo y una abuela
(Xpiyacoc y Xucané) Conservador y Protectora. Describiendo el
estado de las cosas antes de la creación del mundo y del hombre
de acuerdo con a las creencias y tradiciones quiché, dice el Popol
Vuj: “Todo estaba suspenso, pacífico y vacío en la inmensidad
de los cielos… No había aún un solo hombre, ni un animal, ni
pájaros, ni peces, ni cangrejos, ni madera, ni piedras, ni hoyos,
ni barrancos, ni yervas, ni bosques; solo el cielo existía. No se
manifestaba aún la faz de la tierra; sólo estaba el mar tranquilo y el
espacio de los cielos… No había más que inmovilidad y silencio
en las tinieblas y en la noche. Sólo están sobre el agua, como
una luz que va creciendo, el Creador, el Formador, la Serpiente
cubierta de plumas, los que engendran, los que dan el ser. Están
envueltos en verde y azul y Por eso se llama Gucumatz”.
Reunidos los creadores, ordenaron que aparecieran los
montes y los animales, dándoles la facultad de reproducirse y
mandándoles que glorificaran al Creador. Pero como estos seres
creados solo podían producir gritos inarmónicos, ordenaron que
fueran triturados por el diente. Después formaron al hombre con
barro; pero no les sirvió, porque ni pensaba, ni podía moverse
bien, ni mantenerse en pie. Entonces los creadores asociados
del Abuelo y de la Abuela, después de verificar una ceremonia
alegórica, fabricaron al hombre de tzité (corcho) y a la mujer de
sibak (espadaña) los cuales tuvieron hijos y se multiplicaron,
aunque sin corazón ni inteligencia y olvidaron alabar a su creador.
Esta clase de humanidad fué luego destruida por un diluvio
y por otras calamidades, pereciendo toda, a excepción de unos
compendio de historia de centroamerica 23

individuos degenerados, que eran los monos, como recuerdo


eterno de aquella humanidad inferior.
Al fin por revelación que a los dioses hicieron cuatro
personajes bárbaros de la existencia del maíz amarillo y blanco, la
Abuela preparó unas bebidas con las que formaron los músculos
y el esqueleto del hombre, siendo los primeros: Balam-Quitzé,
Balam A gab, Mahucutah e Iq-Balám; precisamente los que según
el Popol Vuj acaudillaron a las tribus quichés al venir el lugar en
que se establecieron. “Hombres eran, dice este libro; hablaron y
raciocinaron; vieron y oyeron; anduvieron y palparon. Hombres
perfectos y hermosos y con rostro humano. El pensamiento
existió en ellos. Vieron y su mirada se elevó inmediatamente;
conocieron el mundo entero; y cuando lo contemplaba su vista se
volvía instantáneamente de la bóveda del cielo a la superficie de
la tierra”.
Estos hombres sí dieron gracias a la Divinidad por haberlos
creado. Pero temiendo los dioses que estos hombres perfectos se
ensoberbecieran, con su aliento divino enturbiaron sus pupilas, a
fin de que no pudieran ver sino lo que tenían cerca. Formaron
las mujeres, estando dormidos los hombres, quienes al verlas se
alegraron mucho por lo agradable de su compañía.
El dios de los nahoas era dual: el Señor, el sol y la señora la
tierra. Su Cosmogonía hablaba de la creación de cuatro mundos,
como sabemos hoy de los cuatro grandes períodos de la formación
de los mundos en la teoría de Laplace.
Creían en un dios blanco o bondadoso: Quetzalcoatl, y en
un dios negro o sanguinario: Huitzilopochtli; creían también en
dioses menores: del viento, de la guerra, de las sementeras, del
hogar.
EL CULTO RELIGIOSO.–Los indios concebían la Causa
Primera, puesto que decían: “He aquí que como existe el cielo,
como existe el corazón del cielo; tal es el nombre de Dios´ así
se llama”. Personificaban en dioses la fuerza de la naturaleza, a
las cuales les atribuían un dios colectivo, que llamaban Hurakán,
Cabrakán era el dios de los terremotos, y Chirakán, la diosa de la
24 sofonias salvatierra

tierra. Si exceptuamos la creencia del nagual, no eran zoolátricos,


es decir no personificaban a los animales en los dioses.
Verificaban fiestas y ceremonias en honor de los dioses. Era
general la adoración al Sol, al cual le reconocían poderes divinos.
Esta creencia era general y fundamental en las religiones de todas
las tribus y naciones de América, desde los aztecas en México
hasta los incas en el Perú.
Algunos de estos cultos los realizaban al principio y al fin de
la estación lluviosa, y otras en las épocas en que era necesario el
auxilio de los dioses. Para eso tenían adivinos que les indicaban
el día apropiado. Con el fin de que el pedimento fuera más puro se
preparaban con abstinencias y ayunos y dormían en habitaciones
destinadas a este objeto, próximas al templo. Se manchaban
el cuerpo y se sacaban sangre dos veces al día, a manera de
penitencia. El gran sacerdote se purificaba de la misma manera
y además reducía sus alimentos a solo vegetales. Adornaban los
templos con flores; escondían sus ídolos en barrancos o cuevas,
con el fin de ponerlos a salvo de sus enemigos, colocábanlos en
andas de oro y plata y eran llevados en los hombros de los nobles.
La procesión era alegrada con sus instrumentos usuales: atabales,
tunes y chirimías. Una parte de este culto incluía los sacrificios
humanos, por lo general en prisioneros de guerra. Los destinados
a esta ofrenda sangrienta podían andar libremente en los días
anteriores al sacrificio, entrar a cualquier casa y comer en ella lo
que quisieran, incluso en la del mismo rey, y recibían de todos
las mayores atenciones. Llevando la víctima al sacrificadero, se
la extendía boca arriba en la piedra destinada a estos actos. Los
sacerdotes lo tomaban de los cabellos y la asía de las manos y los
pies, y el gran sacerdote le extraía el corazón con un cuchillo de
obsidiana, en presencia del ídolo, al cual se la ofrecían rociándolo
con la sangre y arrojando gotas al sol. Después ponían en un altar
público la cabeza del sacrificado, con objeto de inspirar miedo
a sus enemigos y de que sus dioses no olvidaran sus súplicas, el
resto del cuerpo lo cocían y lo comían sus sacerdotes, dejando las
manos y los pies para el gran sacerdote. Por supuesto las víctimas
eran muchas, mientras el acto cruento se verificaba los sacerdotes
compendio de historia de centroamerica 25

recitaban esta oración: “Señor acuérdate de nosotros que somos


tuyos; dadnos salud; dadnos hijos; prosperidad para que tu pueblo
se acreciente; dadnos aguas y lluvias para mantenernos y que
vivamos; oye nuestras súplicas; recibe nuestras plegarias, ayúdanos
contra nuestros enemigos y danos tranquilidad y descanso”. En
estas festividades tenían lugares grandes banquetes y la chicha se
consumía con excesiva abundancia. De esta manera la embriaguez
era universal, sin exceptuar al rey. Se acostumbraba que algunos
funcionarios no tomaran parte de estos jolgorios con el fin de que
pudieran despachar los asuntos públicos.
En la ciudad de Gumarcah, la misma Utatlán, el sacrificadero
consistía en una pirámide cuadrangular construida de piedra y
lodo, con revestimiento de cal y arena y con escala en los cuatro
lados y cubierta con techo de paja. En la parte superior estaba la
piedra de los sacrificios, que afectaba la forma de las mesas de
operaciones de los cirujanos modernos, con muchas perforaciones
para que corriera la sangre, la cual era recogida en calabazas. El
ídolo estaba colocado en un sitial de oro suntuosamente adornado.
El templo del dios Tohil era servido por trece sacerdotes que se
cambiaban en ese mismo número y se preparaban con penitencias
y ayunos.
Había también otro templo notable en Chabahá. En él estaba
una piedra fabulosa muy adorada por los indios, en la cual creían
que se les revelaban las decisiones de la divinidad. (12).
Así mismo había otro santuario célebre que gozaba de
gran veneración en el pueblo de Mita o Mictlán, consagrado a
Quezalcohautl. Entre los indios se referían la tradición de que
habían salido de la laguna de Güija un anciano y una joven muy
bella vestidos con túnicas talares azules, el viejo fué a sentarse
en una piedra en la cumbre de un cerro y dijo que allí debería
de erigirse un templo; el cual se consagró a Quezalcohautl, los
pipiles construían habitaciones alrededor del edificio sagrado. Las
fiestas rituales que se celebraban en ese santuario fueron varias
y suntuosas y tenían un carácter de especial veneración. En los

(12) Esta piedra la trozó el señor Marroquín, primer Obispo de Guatemala,


arreglándola para que sirviera de ara en la iglesia de la ciudad capital.
26 sofonias salvatierra

sacrificios humanos no sólo ofrendaban la vida de los prisioneros,


como los quichés sino también niños hasta de doce años de edad
de la propia tribu.
En Chiquimula, de la misma manera, adoraban los indios
un ídolo de dos caras y con muchos ojos, con lo cual, daban a
entender que el ídolo veía el pasado y el porvenir y conocía todas
las cosas.
Para el servicio del culto tenían un sacerdocio organizado,
desde el gran sacerdote hasta los sacerdotes menores y los
mayordomos y auxiliares. Vestían ornamentos de diferentes
colores según su jerarquía. Practicaban otra clase de sacrificios
rituales. El gran sacerdote, en acto solemne, sacrificaba niños en
el interior del templo, estando el pueblo reunido en el exterior,
dos veces al año, una vez a principios del invierno y otra vez a
principios del verano. Después de practicar ceremonias litúrgicas,
que incluían reverencias al Sol, en cuyo honor quemaban hule
y copal, los sacerdotes verificaban viajes a los cuatro puntos
cardinales haciendo prédicas y después sacrificaban a un niño de
seis a doce años, sacándole el corazón.
En Nicaragua creían también en dos dioses creadores,
masculino y femenino. Llamaban Tamagastad al dios y Zipaltoval
a la diosa; también adoraban a otros dioses menores. Aseguraban
que Dios había creado el mundo, pero lo sabían por tradición y fe
(13). Creían que un diluvio había destruido la primera generación
humana, y que sus dioses tuvieron que formar al hombre de
nuevo. Creían que el alma era inmortal y que los buenos eran
premiados yendo a habitar con los dioses y los malos bajaban a un
lugar tenebroso. Siguiendo el modo naturalista de las religiones
indígenas, que es el carácter que tienen todas las religiones de
los pueblos primitivos, creían que todos los fenómenos de la
naturaleza estaban presididos por dioses: la lluvia, el relámpago,
el trueno, a cada uno de los cuales sacrificaban prisioneros para

(13) Obsérvese que el hombre no ha adelantado nada en ese punto. La


misma tradición y un poco de fe por un lado, e hipótesis científicas por otro, es
hasta donde alcanza todavía el orden a tener conciencia plena de la formación del
Universo.
compendio de historia de centroamerica 27

obtener sus favores. A las mujeres les era prohibido entrar en los
templos, y muchachos jóvenes cuidaban de ellos y de los ídolos.
Entre los indios de Honduras existía la tradición de que
varios siglos antes de la conquista había presidido una mujer
blanca de gran sabiduría en la adivinación, llamada comizahual
(tigre que vuela). Esa mujer les enseñó la adoración al “gran
padre” y la “gran madre”, a quienes suplicaban todo género de
favores; y decían que después de haber repartido el reino entre
sus trece hijos, voló al cielo en forma de paloma. Los indígenas
de Honduras practicaban los sacrificios humanos; pero no hacían
festín con los cadáveres.
Adornaban sus templos y sus dioses con flores naturales, y les
ofrendaban frutas y las danzas o bailes eran un motivo principal en
los ejercicios piadosos.
Formaba parte de la creencia religiosa de aquella gente, la
práctica de sacrificar una gallina cuando les nacía un niño, lo cual
consideraban como una de las mayores felicidades. Al nacer lo
lavaban en las aguas de un río y quemaban materias odoríferas
en honor de sus dioses. La cortada del ombligo se hacía con la
ceremonia de un rito religioso. Después del acto desgranaban una
mazorca de maíz cuyos granos sembraban o guardaban, si no era
esa la época de la siembra, para alimentar al niño con las mazorcas
que produjeran. El aniversario de nacimiento se celebraba con
grandes fiestas y sacrificios. Era también costumbre entre los indios
deprimer la cabeza del recién nacido y facilitar en él el estrabismo.
FORMAS DE GOBIERNO,– Todo indica que los quichés
organizaron el gobierno en forma más completa y regular, y que
alcanzaron un mayor poderío que las otras naciones indígenas
centroamericanas. El poder lo ejercían tres grandes familias
aristocráticas: la de Cavek, la de Nihaib y la de Ahau-quiché, y se
transmitía por herencia pero no de padres a hijos.
El monarca tenía el título de Ahau- Ahpo; su hermano mayor,
que se titulaba Ahpop-Cambá, era el sucesor inmediato. El primer
hijo del rey, que en vida de su padre se titulaba en sus funciones
Nim-Chocoh Cabek o gran elegido de la casa de Cavek, a la muerte
28 sofonias salvatierra

de su progenitor ascendía a las funciones de Ahoop-Cambá y el


primer hijo del hermano del rey, que tenía las funciones de Ahau-
Ah-Tohil, o sea las de gran Sacerdote, asumía las de Nim-Chocoh-
Cavek, El rey gobernaba, el hermano y el hijo mayor del rey eran
el primero y el segundo jefes del Ejército, y el hijo del hermano
mayor del rey era Gran Sacerdote. Con este sistema los quichés
áe se proponían evitar que el gobierno nunca recayera en un niño
y sí en hombres de experiencia, de tal modo que si el heredero de
uno de estos cargos era inepto, se le sustituía. También se ve que
comprendían lo conveniente que es la descentralización del poder.
Las leyes preveían, asimismo, el caso de que el rey fuera tirano o
perverso. Los nobles podían deponerlo. El heredero al trono era
el comandante General del Ejército, el que le seguía en dignidad
era General en Jefe, y el tercero el pontífice de la religión. Además
un consejo de personajes principales asesoraba al soberano.
Esta organización del gobierno no era igual en todas las
tribus o naciones del territorio centroamericano, en algunas el
rey señalaba a su sucesor, y en otras como Nicaragua, el sistema
era electivo y afectaba la forma republicana. La coronación y
reconocimiento de un rey eran celebrados con grandes fiestas. En
algún tiempo anterior el gobierno, fué centralizado por la casta
sacerdotal; pero poco a poco la casta de los guerreros separó las
dos funciones. (14).
En lo judicial el gobierno lo ejercían sujetos de la aristocracia
con carácter de inamovibles, y se les exigía absoluta fidelidad en
el desempeño de sus funciones. El prevaricato se castigaba con la
suspensión y el inhabilitamiento perpetuos.
LA CEREMONIA MATRIMONIAL.– El matrimonio
entre los indios no pasaba de ser un contrato civil, pues los
representantes del culto religioso no intervenían en su celebración,
sólo en la línia masculina existían los impedimentos. Un hombre
podía casarse con su hermana de madre, nunca con su hermana
de padre. Tampoco podía hacerlo con ningún pariente de la

(14) Este fenómeno es común en la evolución social de todas las


naciones.
compendio de historia de centroamerica 29

línea masculina, por muy distante que fuese la parentela. Podían


casarse con sus cuñadas y madrastra. La ceremonia se verificaba
con aparato y solemnidad. Para concertar los matrimonios, el
padre del pretendiente enviaba a los de la pretendida, con más o
menos ricos regalos, a verificar la solicitud del matrimonio. Si los
comisionados eran recibidos, este solo hecho indicaba que estaba
aceptado, de lo contrario se retiraban sin dejar los regalos.
Algunos días más tarde se repetía la visita con otros obsequios,
y después de una tercera instancia quedaba terminado el concierto
matrimonial, considerándose desde entonces vinculadas las dos
familias. El día de la boda, varias señoras ancianas eran enviadas por
el padre del pretendiente, a acompañar a la novia a la cual, después
de grandes fiestas en su propia casa se la ponía en unas andas y era
llevada en hombros de amigos de la casa del novio en medio de un
cortejo de convidados. Muchas veces la distancia que había que
recorrer era hasta de veinte leguas, el padre del novio enviaba una
comisión a encontrarla al camino. Llegados todos a la casa, mataban
codornices y quemaban sustancias olorosas en acción de gracia a
los dioses, por el arribo venturoso de la novia. Se la colocaba en un
tálamo y la concurrencia bailaba y cantaba con alegría. Enseguida,
el cacique, o el Jefe del lugar practicaba la ceremonia usual de unir
las manos de los novios, atarlos de sus vestidos, recomendarles que
fueran buenos en el matrimonio. Era de protocolo social que los
concurrentes dieran por contribución entre ellos la dote a la novia.
En Nicaragua, además de las ceremonias anteriores, al retirarse
los convidados dejaban ardiendo un trozo de ocote, que los novios
veían consumirse hasta el fin, y entonces se consideraba realizado
en total el matrimonio. La mujer casada se consideraba como
comprada o como dependienta perpetua del marido o de la familia
de éste, a la cual quedaba unida aunque enviudara y nunca más
volvía a la casa de sus padres, la poligamia era permitida, aunque
sólo una de las mujeres se consideraba legítima. Estaba reconocida
la primogenitura, y si al morir un hombre no tenía hijos con la mujer
llamada legítima, lo sepultaban con todos sus bienes.
En algunos cacicatos, entre los pipiles, por ejemplo, los
padres eran los que disponían y concertaban el matrimonio de sus
30 sofonias salvatierra

hijos, como derecho privativo de la paternidad, y lo hacían cuando


los contrayentes apenas habían salido de la pubertad.
El matrimonio era para toda la vida; pero estaba permitido el
divorcio.
En la familia indígena, el hijo, cualquiera que fuese su edad,
guardaba un profundo respeto a sus padres.
LOS FUNERALES.– Cuando morían, de la misma manera,
todo se hacía conforme a ritos religiosos. Si el difunto era sujeto
de alta clase, le ponían en la boca una piedra preciosa, y enseguida
le frotaban el rostro con ella. La piedra era guardada por uno
principales del lugar. Le ponían al cadáver, los vestidos mejores
que usaba en vida; lo adornaban con las joyas que eran suyas y con
las que llevaban los concurrentes a sus funerales, y lo sepultaban en
cuclillas junto con los esclavos que habían sido más fieles a los cuales
se daban muerte inmediatamente que moría el amo, con el fin de
que se adelantaran a prepararle posada y de que siempre le sirvieran.
Lo sepultaban, además, con los utensilios de sus respectivos oficios.
Las sepulturas las señalaban con túmulos de tierra bastante altos,
llamados cúes, y al pie construían altares en que quemaban materias
olorosas y ejecutaban sacrificios. Cuando eran niños los muertos, los
sepultaban con las cosas que le habían servido de juguetes. El pesar
no lo manifestaban vistiéndose de negro, si no de amarillo. En algún
tiempo tuvieron la costumbre de incinerar los cadáveres, según la
clase de las personas y la enfermedad de que morían.
LA MEDICINA.– Practicaban una especie de confesión
auricular; pero parece que eso que los cronistas indianos llamaron
así, no era sino una de las extrañas creencias de aquellos pueblos,
ligados con el modo con que sus médicos, adivinos o agoreros
ejercían el oficio de curar los enfermos. Los indios tenían en
mucha veneración a sus médicos, hasta dedicarle altares, como
a sus dioses. Curaban con procedimientos hidroterápicos, con
fumigaciones, sangrías que verificaban con las espinas del puerco
espín, con masajes, con preparados de hierbas medicinales y con
ceremonias mágicas. Practicaban la cirugía y aplicaban anestésicos.
Tenían asilo de enfermos, donde practicaban experiencias los que
se dedicaban al estudio de la medicina.
compendio de historia de centroamerica 31

Cuando el paciente confesaba el motivo de su dolencia, esa


confesión era considerada como la mejor medicina. Como creían
que los dioses no querían ningún mal para los hombres, pensaban
que las enfermedades eran productos maléficos o encantamientos.
Así también se pensaba entre los aymaraes y quechuas. Para su
curación se les prescribía ofrendas a los dioses y muchas veces
sacrificios de esclavos. Los quichés practicaban una autoconfesión,
o lo hacían con animales del bosque. En Nicaragua oía la confesión
el anciano célibe más respetable; pero era designado por elección
de la comunidad. Las penas dadas a los penitentes consistían en
la obligación que se les daba de llevar leña al templo y limpiarlo.
LOS CULTIVOS.– Cultivaban el maíz, (15) el cacao, el
algodón, el camote, el añil, la vainilla. Los dos primeros formaban
la base de la alimentación. Las piedras en que molían el maíz para
hacer las tlascas (tortillas), se llamaba metatl, y el utensilio de barro
en que las cocían al fuego, comal. También cultivaban tabaco (16),
yuca, chayote, calabaza, papas, henequén. Se alimentaban de la
caza y de la pesca y de diferentes frutas naturales. Un animal muy
apreciado para la alimentación era el chumpipe o guajolote, lo mismo
que el tepezcuintl, o guardatinajas, los patos y los pavos. Bebían
pulque y chicha de maíz; también eran hábiles apicultores. Para la
tala de los bosques usaban hachas de piedra, y hacían la siembra
con pedazos de madera con que roturaban la tierra. Con el fin de
asegurarse buenas cosechas, verificaban ceremonias supersticiosas
antes de la siembra y al llevar los granos cosechados a la troje.
LA INDUSTRIA.– No conocían el hierro. El bronce apenas
si se sabe que lo conocieron y de él sólo hay huellas. El pedernal
era usado como instrumento para las labores agrícolas. Tejían el
algodón y utilizaban los tintes de la cochinilla, el añil, el caracolillo
y el que extraían de varias plantas y de tierras colorantes. Con el
oro y la plata fabricaban joyas, y con las plumas de pájaros raros,
que les arrancaban sin matarlos, confeccionaban bellos artículos

(15) Algunos naturalistas dicen que Nicaragua fué la cuna del maíz.
(16) Respecto del plátano, no hay seguridad que sea originario de América,
más bien se tiene por cierto que vino de la indias orientales o de las canarias y de
aquí de América.
32 sofonias salvatierra

de adorno. En la cerámica fueron muy hábiles. Fabricaban vasos,


jarros, instrumentos musicales y figuras de hombres y animales,
dándole colores muy firmes. Estos objetos han servido en mucho
para distinguir la cultura de los diferentes pueblos autóctonos de
América y reconocer las influencias que ejercieron los unos sobre
los otros por invasiones o por grados de civilización. Eran hábiles
en el hilado y fabricación de telas. Entre los textiles contaban,
además del algodón, con el pelo de conejo y de la nutria y las plumas
de las aves y el material extraído de varias clases de palmera. Los
grabados pictóricos de las telas lo hacían con moldes de barro. De
materias textiles fabricaban esteras, que llamaban petates o petatl,
canastos, hamacas, cordeles y otros, dándole colores varios de
muy subido matiz. También labraban jícaras, especie de calabaza
que se produce naturalmente en Centroamérica. En cuanto al uso
del maíz, es en Nicaragua donde se emplea como materia prima
de una gran variedad de formas alimenticias entre otras el pinol.
LA INDUMENTARIA.– La indumentaria común indígena
era sencilla. Los varones usaban una manta rectangular, que atada
al cuello caía por delante y por detrás de las piernas y se la ceñían
en la cintura con una faja. Las mujeres usaban el huipilli, especie
de camisa sin mangas que les caía hasta las piernas. Ambos sexos
usaban un calzado de cuero parecido a la sandalia, al cual llamaban
cactilli, y que es el mismo caite del labriego moderno.
EL COMERCIO.– Practicaban el comercio intercambiando
productos, o vendiéndolos por cacao, el cual les servía de
moneda, y tenían tres unidades para las equivalencias: contles de
400 granos cada uno, xiquipile de 8,000 granos o 20 contles, y
cargas de 24,000 granos o tres xiquipiles. Celebraban ferias en
lugares determinados, y a lo que hoy llamamos mercados les
decían tiangues. En Nicaragua sólo las mujeres y los niños podían
concurrir a esos centros de comercio.
Los medios de transporte eran los mismos indios, y los que
ejercían este oficio se llamaban tlamemes, los cuales conducían
sus cargas con mecapales. En los ríos y en los lagos usaban
canoas, movidas por remos, y les ponían toldos de petates.
Frecuentemente hacían sus viajes comerciales en caravana, y era
compendio de historia de centroamerica 33

obligatorio observarlo todo y a su regreso dar cuenta al cacique.


El comercio de esclavos no era tan duro como el usado por
los europeos. Era más bien una forma de servidumbre, por la cual
el “esclavo” estaba obligado a trabajar en cierta época del año a
favor de su señor.
LA ESCRITURA Y LA PINTURA.– La escritura indígena
era la jeroglífica, con la cual apuntaban detalles de su vida, escritos
por sujetos encargados de ello. Se servían para esto de las pieles de
venado y la corteza de un árbol que llamaba amatl, y le llamaban
así por el uso que hacía de él: amatl quiere decir “perpetuar lo
viejo”, esto es hacer la historia. Desgraciadamente, algunos
religiosos por exesivo celo, arrojaron al fuego muchos de estos
que llamaremos libros. Lo hizo en Yucatán el obispo Landa (17),
y en Nicaragua el padre Bobadilla. También hacían pinturas en
telas de maguey y de algodón, y gustaban de los colores subidos,
utilizando como materias colorantes algunas tierras a propósito y el
jugo de plantas tintóreas. Los libros, digámosles así, los formaban
doblando las tiras largas dibujadas. En el trono de los reyes del
Quiché habían pinturas artísticas de una antigüedad de más de
ochocientos años. Trazaban cartas geográficas en que señalaban
con esmero las direcciones y las distancias, y marcaban los ríos,
los pueblos y otras circunstancias del camino. También señalaban
en estos mapas sus huertos con todos sus linderos.
EL ARTE ARQUITECTONICO.– La arquitectura estaba
bastante adelantada entre los indígenas. Construían con piedra y
lodo, y con cal y arena los templos y mansiones suntuosas y los
fuertes para defensa militar. Las edificaciones no carecían de
grandeza por las proporciones monumentales y por la belleza de
los adornos. Admira que pueblos que no tenían desarrollado los

(17) El mismo Fr. Diego de Landa, tercer obispo de Yucatán lo dice: “Usaban
también estas gentes de ciertos caracteres, con los cuales escribían en sus libros sus
cosas antiguas y sus ciencias, y con ellas y figuras, y algunas señales en las figuras,
entendían sus cosas y las daban a entender y enseñaban. Hallámosles grande número
de libros de estas sus letras y porque no tenían cosas en que no hubiese superstición
y falsedad del demonio, se les quemaron todos, lo cual a maravilla sentían y les
daba pena”.
34 sofonias salvatierra

conocimientos de la mecánica y de la geometría, movieran tan


grandes bloques de piedras bien labrados y los subieran a tanta
altura en las construcciones. No llegaron a la formación del arco
ni de la bóveda. Las casas eran generalmente bajas y largas, de
gran extensión. En la estatuaria estaban bastante adelantados,
tanto que en alguna medida podían competir con los artistas de
Europa. Las figuras eran casi siempre alegóricas. De los palacios,
templos y fuertes hay ruinas en todos los lugares de Centroamérica,
particularmente en aquellos en que los pueblos eran más cultos.
Se ven restos arqueológicos en Palenque, Copán, Quiriguá, Tikal,
Santa cruz quiché y otros.
Las poblaciones las situaban por lo regular en sitios elevados
y de difícil acceso, con el fin de defenderse mejor de sus enemigos,
que desgraciadamente eran sus vecinos. Sepultaban, por alguna
regla de fe, un cadáver en toda casa recién construida. Eso mismo
hacían los indios del Ecuador.
EL ARTE MILITAR DE LOS INDIOS.– Puede decirse
que el estado de guerra era perpetuo entre las tribus indígenas,
sin otro motivo, las más veces, que la envidia, el rencor o el
deseo siempre vivo de acrecentar sus dominios por la fuerza:
iban a la guerra sin previa declaratoria, usando de la sorpresa con
mucha frecuencia. Sus armas ofensivas eran lanzas de madera y
flechas de la misma materia, con puntas de bronce o simplemente
güiscoyol que disparaban con un arco; asímismo, usaban hachas
de pedernal, navajas, espadas de madera y hondas para arrojar
piedras. Defendían el cuerpo con escudos forrados de piel de
algodón y cotas de algodón acolchonado. No tenían lo que
pudiéramos decir estrategia ni táctica; todos sus modos bélicos
consistían en lanzarse violentamente y en tropel a la pelea, con
gritos estentóreos como para amedrentar al enemigo y darse ánimo
y tocaban instrumentos sonoros para hacer ruido, como trompetas,
caracoles y tunes. Para el triunfo cada cual apelaba al auxilio de
los dioses. Los Jefes usaban vestidos especiales hechos de pieles
de leones y tigres, y eran llevados en andas, suntuosamente
adornadas. Tanto en la pelea como en la victoria, los indios eran
muy crueles en el tratamiento de los prisioneros y de los pueblos
compendio de historia de centroamerica 35

vencidos. La muerte o la esclavitud eran las penas usuales.


Se castigaba muy severamente a los traidores, a los ladrones,
a los asesinos, a los mentirosos, a los calumniadores y a los
sacerdotes que se embriagaban. La pena de muerte se ejecutaba
arrojando al delincuente en un barranco profundo. La carrera de
las armas era de las más hermosas y las hazañas militares las de
más prestigio. El servicio militar era obligatorio.
EL CALENDARIO.– Los indígenas de Centroamérica, como
los de las otras regiones de América, tenían medidas para computar
el tiempo. Los del Quiché siguieron el modo tolteca. Lunaciones
llamaban a los período de veintiséis días, que dividían en dos partes,
de trece días cada una; la primera era contada desde la luna nueva
hasta la luna llena y la segunda desde ésta hasta otra vez la luna nueva,
pero bien pronto reconocieron que los veintiséis días no incluían
una lunación completa. Después adoptaron el sistema solar para la
medición del tiempo. El mes contaba de veintiséis días y de diez y
ocho meses el año, los otros cinco días para completar el año sideral,
que ellos conocían, no tenían nombre. Cada cuatro años agregaban
un día con lo cual lo completaban (18). Los comentaristas no están
de acuerdo en cuanto al día en que principiaban a contar los años.
Uno dice que el año quiché comenzaba el 24 de diciembre, otro que
el primer día del año cakchiquel era el 31 de enero; otro que el 21
de febrero; otro todavía que el 19 de noviembre. En Nicaragua los
indios computaban el tiempo, de la misma manera, en años de diez y
ocho meses y veinte días, y los nombres de los días eran iguales a los
que les daban los aztecas; lo que indica las conexiones que tuvieron
los diferentes pueblos americanos. Los indios de Honduras daban al
año el nombre de yoalar, que quiere decir cosa que va pasando, y lo
dividían de la misma manera que en las demás regiones. Los indios
creían en días buenos, malos e indiferentes.
EL NAGUALISMO.– Como todo pueblo primitivo o que
todavía conserva algo de este estado, los indios eran excesivamente

(18) Es curioso que los indios de Yucatán tuvieran “un año perfecto” como el
nuestro, de 365 días y seis horas, como dice el Obispo de Landa. Modernamente,
americanistas de nota creen que el año cakchiquel era de 400 días.
36 sofonias salvatierra

supersticiosos, y estas creencias tenían un valor determinante


de su conducta en todos los actos de su vida. La superstición
más arraigada fué la de nagualismo. Había dos clases de nagual.
Consistía la una en un brujo, hechicero, un hombre dedicado a
prácticas de magia diabólica, con poderes, además, según sus
creencias de convertirse en animal. Consistía la otra en que el
nagual era una especie de ángel de la guarda, pero no como el
de la fe cristiana, un ser inmaterial de elevada perfección, sino
un animal feroz: tigre, lagarto, serpiente, coyote. Para elegirlo se
iba el indio al monte y se escondía junto a un rio o en un cerro,
sacrificaba un perro, y llorando invocaba las cosas de la naturaleza
y pedía a los demonios que le concediera lo que había sido de
sus padres. Después se dormía y creía ver en sueño y tomaba a
uno de aquellos animales que suponía poseído del demonio y le
pedía abundancias de cosas necesarias. Entonces creía oir, que el
animal suplicado le hablaba así; “Irás a cazar y el primer animal
que vieres seré yo, y me tendrás como compañero y nagual todo
el tiempo. Desde ese día el indio era uno con su nagual. Pensaba
que el que no lo tenía no podía ser feliz.
EL FUTURO DEL INDIO AMERICANO.– Prevalece la
opinión que el indio americano estaba en el período neolítico
cuando los europeos arribaron a sus playas; pero su grado de
adelanto era evidente mayor del que tenían los blancos cuando
estaban en aquel período. Quiere esto decir que estaban en la
infancia como raza.
Las expresiones psicológicas del autóctono de América eran de
las más distinguidas cuando se puso en contacto con los invasores,
gentil, hospitalario, servicial, obsequiaba y auxiliaba al extranjero
con espontánea buena voluntad. Heroico, irreductible, alcanzó
los grados más elevados del valor, cuando resistió la dominación
que le imponía el recién llegado. Sometido a servidumbre por
los blancos, se produjo en él una modalidad característica: el
disimulo como para guardar su condición de hombre libre, o que
no se notara su tendencia natural a reconquistarla, y adquirió
también un hábito, que se le hizo muy suyo; el de aislarse, el de
huir del blanco, el no asociarse con él, el de no creerle ninguna
compendio de historia de centroamerica 37

manifestación de bondad: sin embargo, revela una sinceridad


ingenua, como de raza joven y de poca experiencia. En general,
el indio muestra su expresión de melancolía y de tristeza, que
vino a profundizarse el conquistador europeo con el trato que le
dio. Este mismo trato afirmó, hasta convertirlo en peculiar en los
indígenas, su desconfianza, su aspecto sombrío y su indolencia.
El inteligente, facultad que muestra frecuentemente, y muchas
veces en grado superior. Es notable el hecho de que los grandes
progresos alcanzados en la parte indo-española de América se
deben muy particularmente al mestizo.
Después de cuatrocientos años, se deja ver en el ambiente
social de los pueblos, específicamente americanos, una fuerte
tendencia hacia la patria libre, a la independencia individual
y nacional. Es constante la reacción del autóctono americano
en busca de su personalidad libre, abatida por la conquista.
Perfectamente se nota que estos pueblos le tienen un gran horror a
la servidumbre, y que aman, tal vez con formas no bien ordenadas
todavía, la autodeterminación y el albedrío. El elemento indígena
ha demostrado en más de una ocasión que no solamente no
retrocede sino que avanza. Puros o mezclados, las nuevas
generaciones ofrecen unidades selectas, con desarrollo y aptitudes
como lo pudiera tener cualquier pueblo avanzado.
El prejuicio racial del blanco, agravó aún más la servidumbre
del indio, principalmente entre los sajones que se establecieron
en el norte; y aunque en las posesiones españolas se verificaban
uniones entre ambos elementos raciales, en la práctica social este
hecho era condenado y caía en desprecio de los blancos el que se
casaba con una india, lo mismo que su descendencia.
No obstante, la realidad de los valores raciales sigue su curso.
Todo hace creer que si el indio estaba en los primeros grados de su
evolución, la conquista interfirió su desarrollo; pero no destruyó la
potencia de la raza en crecimiento. Y a medida que el tiempo pasa,
esa potencia se hace cada vez más activa y ofrece para América
grandes días futuros, en el mismo momento que, en virtud de la
misma ley del decrecimiento de los blancos deje el cetro de la
cultura humana a la nueva raza en plenitud de desarrollo.
38 sofonias salvatierra

CAPITULO III
Período Colonial
PRIMERA PARTE
DESDE EL DESCUBRIMIENTO HASTA LA
PROMULGACION DE LAS NUEVAS LEYES
EL DESCUBRIMIENTO DE AMERICA

ESTADO DE ESPAÑA EN ESTE TIEMPO.– Gobernaba a la


nación española Don Enrique IV, apedillado el impotente, quinto
rey de la dinastía de los Trastamara, Su conducta no era muy
recomendable por sus dilapidaciones y sus vicios. Como su esposa,
la reina Doña Blanca de Navarra, no le diera sucesión, la repudió y
se casó con Doña Juana de Portugal, de quien nació una niña que
llamaron Juana. No obstante, una parte de la nobleza desconoció a
la recién nacida, y la motejó con el apodo de la Beltraneja, porque
no la creían hija del rey, sino de Don Beltrán de la Cueva.
Por otro lado, Don Enrique tenía una hermana llamada Isabel,
a la cual la nación quería por reina. Murió Don Enrique en 1474, e
inmediatamente Doña Isabel fué proclamada por la mayor parte de
la nobleza. Los partidarios de la Beltraneja pidieron auxilio a Don
Juan II, rey de Portugal, quien había celebrado esponsales con la
princesa montejada; pero fueron vencidos. A su vez Doña Isabel
siguiendo la política de las uniones reales con el objeto de conseguir
al fin la constitución de un solo reino en España, se había casado
con don Fernando, príncipe heredero de la corona de Aragón.
Múltiples fueron las cuestiones de todo orden que tuvieron que
resolver estos dos reyes. En el orden administrativo organizaron
la hacienda en bancarrota y el gobierno en anarquía que habían
heredado de Don Enrique. En el social necesitaron someter a la
nobleza turbulenta y limpiar a la nación de tanto malhechor que la
infestaba. Con el objeto de promover la cultura, muy descuidada
por el anterior reinado, hicieron venir de Italia hombres instruidos,
varios de los cuales fueron los preceptores de sus propios hijos, los
príncipes. Y por último, tuvieron que resolver el gran problema
compendio de historia de centroamerica 39

nacional de la expulsión definitiva de los moros, que estaban


reducidos hacía muchos años al reino de Granada. En este empeño
se hallaban cuando se presentó ante los soberanos, en Córdoba, el
marino Cristóbal Colón, en enero de 1486.
NACIONALIDAD DEL DESCUBRIDOR DE
AMERICA.– En estos últimos tiempos, varias ciudades españolas
se han disputado el honor de haber sido la cuna del inmortal marino,
y ya se tiene por averiguado que nació en Génova, por los años
1434 a 1436, según la referencia del Bachiller Presbítero Andrés
Bernáldez, con quien Colón cultivó íntimas relaciones y quien
dice que aparentaba tener 70 años. Por otro lado, investigadores
italianos afirman que nació en 1451. Desde su niñez se consagró
a la navegación y recorrió los mares conocidos entonces, desde el
mediterráneo hasta Islandia.
COLON PIDE APOYO A LOS REYES.– Por sus muchas
lecturas y observaciones llegó a convencerse que navegando por
Occidente se podía llegar a las Indias Orientales, que buscaban los
portugueses, navegando por las costas de África, y proponía que
en esa ruta había islas allá en los confines del Océano Atlántico.
Expuso su pensamiento al Rey de Portugal y le pidió auxilio
para verificar el viaje (19). No habiendo conseguido nada, se
fué a España en 1484. El Cardenal Mendoza lo presentó a los
reyes por carta de envío que le escribió al Prelado el Duque de
Medinaceli. Colón se había se había casado con Doña Felipa
Muñiz de Pellestrello, de la cual enviudó poco después. Fruto
de ese matrimonio fué su hijo Diego, en cuya compañía llegó a
España. Se ha dicho que el ilustre marino al entrar a la península
se detuvo en el Convento de la Rábida; pero es lo cierto que no
hay ningún documento que lo pruebe, más bien los hay que dejan
entender otra cosa. Parece que los historiadores han confundido
la estada de Colón en la Rábida, cuando intentó irse de España en
1491. En Córdoba cultivó íntimas relaciones con la distinguida
dama Doña Beatriz Enríquez de Arana, con la cual tuvo su hijo
(19) Se ha repetido como hecho histórico, que Colón pidió auxilio a otras
naciones, como Génova y Francia; pero lo cierto es que no hay documento que lo
pruebe, y en este caso aquello debe ser tenido como tradición.
40 sofonias salvatierra

Fernando, quien heredó los talentos de su padre.


Como acto previo a todo trato, Don Fernando y Doña Isabel
remitieron en consulta el proyecto del genovés a una Junta que se
reunió en Córdoba. Muchos de los examinadores rechazaron la
idea por ser contraria a la creencia dominante de que la tierra es
plana y no redonda como proponía el marino (20). Desde luego,
no se resolvió nada, aunque la Reina, que no el Rey, siguió tratando
con benevolencia a Colón y
ofreciéndole que en mejor ocasión
resolvería el asunto. Pasaba el tiempo.
En el convento de los dominicos de
Salamanca, que no en la universidad,
como se ha repetido equivocadamente,
se verificaron nuevas reuniones entre
el juicio favorable y adverso de los
concurrentes. Por último, el genovés
cansado de esperar, resolvió en 1491
marcharse a otro país en busca de
apoyo requerido. Pero al pasar por la
Rábida, el Guardián del Convento,
Fray Juan Pérez (21), le oyó con
atención y le suplicó que esperara Isabel la católica
mientras él se comunicaba con la La reina que prestó
reina, que estaba en Santa Fe, y de la apoyo a Cristobal Colón
para el primer viaje
cual había sido confesor. Con este
descubridor.

(20) Son del Padre Alejandro de Giraldini, preceptor que era de las princesas,
y personaje concurrente a estas juntas las siguientes palabras: ”Se discutía este
proyecto en consejo compuesto de los hombres más eminentes en dignidad. Las
opiniones estaban divididas, porque algunos prelados trataban la opinión, de una
herejía manifiesta, citando a Lyra sobre el globo terrestre; y la de San Agustín que
no hay antípodas; yo me encontraba por casualidad detrás del cardenal Mendoza,
hombre igualmente recomendable por sus cualidades y sabiduría; hícele presente
que Nicolás Lyra no era un teólogo muy hábil, y San Agustín un doctor de la iglesia,
ilustre por su doctrina y santidad pero que ninguno de ellos era geógrafo”
(21) Por mucho tiempo se mantuvo el error de que el frayle que recibió a
Colón en la Rábida se llamaba Juan Pérez de Marchena, y ya está documentalmente
demostrado que su nombre era Juan Pérez, aunque tuvo relaciones con otro fraile
llamado Antonio de Marchena. Por manera que los religiosos son dos y no uno.
compendio de historia de centroamerica 41

motivo, el marino regresó ante la soberana de Castilla, y aún


presenció la toma de la ciudad sarracena el 2 de enero de 1492. No
obstante, siguieron las dilatorias. Como al marino le desesperara
de aquella lentitud y parsimonia de los Reyes para darle el auxilio
ofrecido, la reina, en un momento de violencia le dijo que si no
podía esperar que se fuese en hora buena; y como para tal reina
tal marino, Colón tomó inmediatamente su mula, y se marchó por
el camino de Córdoba. Pero Isabel, recapacitando, envió a un
hombre detrás del futuro Almirante para devolverlo. Por un error
de los cronistas indianos se ha repetido la falsedad de que la reina
empeñó sus alhajas para los gastos del primer viaje. Una simple
frase de Isabel dio origen a la leyenda de las alhajas. Luis de
Santángel, Tesorero de Aragón proveyó el dinero, que fué poco
más de un quento (un millón) de maravedís (22).
Entonces se celebraron las capitulaciones en los términos
exigidos por Colón, el 17 de abril de aquel año de 1492 (23).
Fray Juan Pérez cooperó eficazmente con Colón para el
alistamiento en Palos, y los Pinzón, por órdenes conminatorias de
la reina, hicieron la propaganda entre la marinería, que se negaba a
engancharse en viaje tan dudoso. La reina ordenó que nadie debía
negarse al llamamiento de Colón, bajo pena de castigo, y mandó
que a los criminales enjuiciados que quisieran engancharse en la
expedición, se le suspendieran los procesos. También se halagó a
la marinería con el mucho oro que soñaban encontrar (24).
EL PRIMER VIAJE COLOMBINO.– Con tres carabelas
bien aparejadas, la Santa María, la Pinta y la Niña, a la salida del
sol (25) del viernes 3 de agosto de 1492, se hizo a la vela la

(22) Cuatrocientos cincuenta maravedís equivalían a un peso en oro. De


consiguiente, el préstamo fué de un poco más de dos mil pesos oro.
(23) autor de este compendio conserva en fotocopia un tanto del único
original de las capitulaciones que se guardan en el Archivo General de Indias, de
Sevilla.
(24) Les decían: “Anda acá, idos con nosotros esta jornada, que andáis
miserando; haced esta jornada, que según fama habemos de fallar las casas con
tejas de oro, e todos vernéis ricos e de buenaventura”,
(25) “Antes de la salida del sol con media hora antes” dice el diario de
Colón.
42 sofonias salvatierra

expedición. Pocos días después llegaron a las Canarias, en donde


permanecieron algún tiempo reparando sus barcos y completando
el aprovisionamiento. El 6 de septiembre zarparon tomando la
dirección del Poniente; y entre la duda simple y el temor manifiesto
de la marinería, pero no la rebelión, como se ha dicho, el 12 de
octubre del mismo año arribaron a la isla que los indios llamaban
Guananí, y que Colón bautizó con el nombre de San Salvador. A
la hora de acostarse del 11, Colón vio a lo lejos una luz que se
movía, y recomendó vigilancia. A las 2 de la mañana del 12, Juan
Rodríguez Bermejo o Rodrigo de Triana, que parecen ser la misma
persona dio el grito de “¡Tierra!”, Y la Pinta disparó un cañonazo.
Estaba descubierto el Continente Americano. Después de recorrer
el archipiélago de las Lucayas, arribó a la isla de Cuba y enseguida
a la de Haití, que Colón designó con el nombre de Española. Allí
construyó un fuerte y dejó 39 de sus marinos. Enseguida emprendió
el viaje de regreso, entrando en Palos el viernes 15 de marzo de
1493, y a Sevilla llegó el 31 del mismo mes, Domingo de Ramos.
Siguió para Barcelona, en donde estaba la Corte. Llegó a la
ciudad condal a mediados de
abril. En el tránsito se le tributaron
estruendosas ovaciones. Los reyes
a su vez lo colmaron de honores.
LA BULA DEL PAPA.– Con
el fin de legalizar, conforme los
usos de la época, sus derechos sobre
las tierras descubiertas, los reyes
solicitaron del Papa Alejandro
VI la Bula correspondiente. Su
Santidad la expidió el 4 de mayo
inmediato, autorizando a los
soberanos de Castilla para ejercer
dominio sobre América con el fin
de civilizar y cristianizar a los
naturales. Esta bula así concebida
amparó decisivamente la libertad
del indio y fué un obstáculo Don Fernando el Católico
compendio de historia de centroamerica 43

insuperable contra los conquistadores y algunos letrados y aun


teólogos que pretendían esclavizarlos, alegando que siendo
pagano el autóctono de América, le era lícito al cristiano reducirlo
a la esclavitud. Destruir este concepto errado y fatal, fué la obra
cumbre de Fr. Bartolomé de la Casas. Esta Bula modificó, elevando
los fines, el carácter puramente comercial y político que tenían las
capitulaciones de Santa Fe.
EL CUARTO VIAJE. COLON DESCUBRE LA COSTA
ATLANTICA DE LA AMERICA CENTRAL.– Colón verificó
cuatro viajes. En el segundo descubrió Jamaica y Puerto Rico; en
el tercero llegó a las costas de Venezuela, por el golfo de Paria, y
reconoció que aquellas tierras eran un verdadero Continente.
En el cuarto salió de Cádiz el 9 de mayo de 1502. Traía
cuatro naves, y con él venía el Adelantado don Bartolomé,
hermano del Almirante y su hijo Don Fernando, de trece años
de edad. El odio y los celos que
Colón había despertado entre los
beneficiados con su portentoso
hallazgo, determinaron a la reina
a prevenirle que en ningún caso
podía desembarcar en Santo
Domingo. No se lo permitieron
tampoco los de la isla, no obstante
la tempestad que él anunció, aviso
que, de la misma manera, no
quisieron atender los de la isla,
menos el Comendador Francisco
de Babadilla, que años antes había
encadenado a Colón como a un
criminal, y que ahora se aprestaba
para hacerse a la vela rumbo a
Cristobal Colón
España. La tempestad se desató
furiosa, y allí nomás, a poco de haber salido, se hundió totalmente
la flota, pereciendo el Comendador y los que lo acompañaban.
Reparados sus barcos, siguió Colón la ruta de su viaje, y el
30 de junio llegó a la Guanaja, que él llamó isla de Pinos. Allí
44 sofonias salvatierra

pudo distinguir gente de tribus más civilizadas. Prosiguiendo


el viaje, llegó el Almirante a tierra firme el 14 de agosto, en el
lugar en que hoy está Trujillo y allí se dijo la primera misa en
suelo centroamericano. Así lo consigna el historiador Don José
Milla y Vidaurre; pero Diego Méndez, compañero de Colón y
testigo presencial, afirma en una declaración jurada, que fué el
Adelantado Don Bartolomé Colón quien desembarcó y no para
la celebración de una misa, sino para tomar posesión de la tierra,
acto éste, que según el expresado historiador Milla, se verificó en
el río Tinto. No obstante lo contrario de los vientos, siguieron
adelante. Exploraron aquellas costas que nominaron Guaymura,
por llamarse así un pueblo de indios que allí había. También le
llamaron Hibuerras, por haber visto flotando muchas calabazas,
de las que en Santo Domingo llamaban con ese nombre. Quisieron
anclar en varios lugares de aquella costa; pero no podían tocar
fondo, hasta que al fin lo consiguieron, por lo cual exclamaron:
“Bendito Dios que hemos salido de estas honduras”. Esto lo
afirma, el Cronista Herrera; aunque el historiador Rómulo E.
Durón, sin indicar la fuente, dice que esa exclamación la hicieron
los hombres de Yáñez Pinzón, en 1508, cuando navegaban por
esas costas, sin poder anclar, y a al fin lo consiguieron.
No bien habían levantado las anclas, cuando se desató una
furiosa tempestad. Se abrieron los navíos; se rasgaron las velas, se
perdieron anclas y jarcias; “otras tormentas se habían visto, más no
durar tanto ni con tal espanto” dijo el almirante a los Reyes. Y lo
que más dolía al gran marino era la presencia, aunque animosa, de
su pequeño hijo, así como el recuerdo del que tenía en España, y él
anciano y postrado sin poder dirigir las maniobras personalmente,
lograron llegar a la ensenada de un cabo, que Colón por esto lo
llamó de Gracias a Dios.
Siguieron navegando paralelos al litoral, que los indígenas
llamaban Cariay o Cariary, el mismo que durante la Colonia se
llamó Costa de los Mosquitos y hoy se nombra Costa Atlántica.
Llegaron a la desembocadura de un río, y necesitando leña y agua
dulce, enviaron unos hombres en varios botes, pero naufragó uno
con toda su gente. Colón puso a este río el nombre de Desastre.
compendio de historia de centroamerica 45

Los barcos de la flotilla no iban en muy buen estado. Llegaron


a una isla pequeña, que los indígenas llamaban Quiribiri y que
los expedicionarios nombraron la Huerta, por los muchos árboles
frutales que allí habían. Desembarcaron y pudieron observar que
los indios conservaban los cadáveres embalsamados, envueltos en
mantas de algodón. Hallaron muy poco oro, y de baja calidad.
Avanzando llegaron a la bahía que hoy se llama Bocas del
Toro y a cuya tierra los naturales llamaban Veragua. Aquí demoró
algún tiempo siendo hostilizado por los indios, también perdió
uno de sus maltrechos navíos. Siguió adelante hasta el punto del
istmo llamado Retrete, de donde dirigió sus proas hacia el norte,
rumbo a la isla de Cuba; de aquí regresó hasta la isla de Jamaica,
donde perdió el resto de sus barcos, quedando desamparado entre
indios naturalmente enemigos. Su fiel servidor Diego Méndez:
mostrando un arrojo extraordinario, tomó un pequeño bote
indígena y se lanzó al mar en busca de la Española, con el fin de
conseguir un barco para sacar a los náufragos de Jamaica: pero el
gobernador Obando, haciendo uso de una actitud indigna y por
siempre censurable, retuvo a Méndez por más de ocho meses con
falsas promesas de permitirle obtener el barco salvador. Hizo más:
en son de burla envió a uno de los más encarnizados enemigos del
Descubridor, en un navío hasta Jamaica, para sólo decirle que no le
enviaba embarcación porque no tenía, contentándose con dejarle
al Almirante una pierna de cerdo y una botija de vino, y se regresó.
Al cabo le fué permitido a Diego Méndez, tomar la embarcación
que ya tenía conseguida, en la cual pudo Colón regresar a San
Lúcar de Barrameda, el 7 de noviembre de 1504.
MUERTE DE COLON.– Anciano y enfermo este grande
hombre, sufrió otra contrariedad: la muerte de la reina Isabel,
ocurrida el 26 del mismo mes de su regreso. La soberana le
había tratado con discreta benevolencia, no así Don Fernando,
cuyo malquerer le produjo no pocos sinsabores y le acarreó
tantos enemigos. Don Fernando se negó con molestas evasivas
a cumplir con el contrato contenido en las capitulaciones de
Santa Fe, confirmadas en solemnes Cédulas reales. Solamente
le reconoció los títulos de Don y de Almirante. Abandonado,
46 sofonias salvatierra

sólo con la caritativa compañía de frailes caritativos, murió en


Valladolid el 20 de mayo de 1506. Sus restos reposan en Santo
Domingo, según los dominicanos, o en Sevilla según lo afirman
los españoles, su empresa del descubrimiento de América ha sido
calificada como “la más fecunda de la historia”.
LA CONQUISTA DE CENTROAMERICA
SE INICIAN LA EXPEDICIONES CONQUISTADORAS.–
Mientras se conquistaban las islas del mar Caribe y se exploraban
las regiones de Tierra Firme, ninguna expedición volvió a
organizarse por varios años hacia las tierras de la América Central.
Era necesario que se descubriera el Océano Pacífico, lo cual
realizó Vasco Núñez de Balboa el 25 de septiembre de 1513, y que
Pedrarias Dávila, gobernador del Darién, fundara Panamá en 1519
para que se intentara el reconocimiento de las costas del istmo por
ese mar. Antes que esto ocurriera, Bartolomé Hurtado y Hernán
Ponce, en 1516, las recorrieron de orden de Pedrarias hasta el
golfo de Nicoya. La actitud defensiva de los indios, obligó a los
expedicionarios a regresarse. Pero el objeto inmediato no era,
según lo dice el historiador Milla, la exploración o el descubrir,
sino cazar a los indios para venderlos como esclavos.
CAZA DE INDIOS EN LAS GUANAJAS.– Veamos lo
que se hacía en esa parte del Atlántico en aquel mismo año de
1516. Diego de Velázquez, gobernador de Cuba, había autorizado
la caza y venta de los indios isleños del golfo de Honduras.
Estos nuevos ladrones de hombres salieron de Santiago de Cuba
en varios buques, y saltando a tierra en las islas de la Bahía, se
apoderaron en una y otra de los que pudieron y los encerraron
en las bodegas. Llegados a la Habana, los negociantes de carne
humana desembarcaron, menos ocho que dejaron cuidando la
mercancía. El silencio que se notaba sobre cubierta animó a los
indios prisioneros, los cuales, rompiendo las escotillas, saltaron
resueltos sobre sus guardianes, los mataron, alzaron velas y
tornaron rumbo a sus hogares. Inmediatamente Velázquez hizo
armar otros dos navíos en que persiguieron a los libertados indios.
Llegados a las islas estos nuevos cazadores, capturaron “hasta
compendio de historia de centroamerica 47

quinientas personas entre hombres, mujeres y niños”. Regresados


a Cuba, los españoles procedieron como antes: bajaron a tierra a
divertirse, dejando de guarda a unos pocos de sus compañeros. Los
indios entonces saltaron sobre cubierta y riñeron valerosamente
por su libertad; vencidos los españoles, algunos que quedaron con
vida se echaron al agua y se refugiaron en el otro buque. Entonces
se trabó un combate entre las dos embarcaciones, siendo a las dos
horas de lucha, vencidos los pobres indios; que fueron ahí nomás
vendidos en pública subasta. Estos negros hechos lo refieren los
mismos cronistas españoles de aquella época.
EXPEDICIONES EXPLORADORAS ORGANIZADAS POR
PEDRARIAS.– En 1520 Pedrarias envió dos expediciones al
occidente, una por mar, bajo el mando del licenciado Gaspar de
Espinosa, y otra por tierra, comandada por Francisco Pizarro. Uno
de los caciques que más resistencia opuso a los conquistadores fué
el famoso Urraca, que reinaba en Burica. Dos veces trabó combate
con los hombres de Espinosa, al grado de que éstos necesitaron ser
reforzados por destacamentos que comandaba Hernando de Soto
y Francisco Campañón, Pedrarias en persona se vio precisado a
comparecer al campo de lucha; ni aún los destrozos de artillería
en las huestes indígenas, desanimaban al valeroso Urraca; pero al
fin tuvo que retirarse a sus montañas, en donde murió de tristeza.
Pedrarias repartió una buena cantidad de indios entre los colonos
de Natá, en cuyo pueblo dejó como a teniente suyo a Diego de
Albítez. Los expedicionarios habían llegado hasta el golfo de
Nicoya, que entonces nombraron de san Vicente.
LA EXPEDICION DE GIL GONZALEZ A NICARAGUA.–
Gil González, apoyado por influencia del obispo Fonseca, presidente
del Consejo que manejaba los negocios de Indias, consiguió en
1519 una capitulación para venir a buscar el estrecho que se suponía
debía comunicar el Atlántico con el Pacífico, con este propósito,
se le concedía a Gil González el derecho de navegar mil leguas
al Occidente de Panamá (26). Piloto de la expedición era Andrés
(26) Esta expedición de Gil González era complementaria de la otra de
Magallanes, que al mismo tiempo salió con rumbo sur sobre el atlántico a buscar
el estrecho.
48 sofonias salvatierra

Niño, y Tesorero Andrés de Cereceda, Pedrarias le entregaría, la


orden del rey, los buques que dejó construidos Vasco Núñez de
Balboa cuando el terrible gobernador lo apartó de su camino en
el patíbulo de Acla. Gil González traía desarmados dos buques
desde España. Como se negara Pedrarias a entregar los dejados por
Balboa, le fué preciso construir otros en la isla de las Perlas, de
donde salió la expedición el 21 de enero de 1522. A poco andar
le fué preciso desembarcar, porque una de sus naves no iba bien.
Mientras el piloto Niño la reparaba, él se internó en el territorio que
hoy se llama Costa Rica, debiendo Niño continuar la navegación y
esperarlo más adelante. Después de recorrer aquellas tierras, Gil
González volvió a la costa y encontró los barcos en el golfo de San
Vicente. Dispuso continuar sus exploraciones y ordenó a Niño que
siguiera navegando hacia Occidente, y que al regresar los esperara
en el mismo golfo de San Vicente. Él, entretanto, internándose en
la tierra adentro, llegó a los dominios del cacique Nicoya, y más
adelante a los del cacique Nicaragua (27). Este se sometió después
de una entrevista cordial. Descubrió el lago de Nicaragua que
nominó Mar Dulce, sospechó que debería tener un desaguadero
hacia el Mar del Norte, y sobre esta razón se afirma para pensar que
este lugar ofrecía un paso para ir a las islas de la especería en Asia.
Siguió adelante el explorador, y después de caminar algunas leguas,
le cortó el paso con las armas en la mano el cacique Diriangén
el 17 de abril de 1523, seguramente en un sitio entre Ochomogo
y Nandaime; aunque victorioso en el combate, Gil González optó
por regresarse (28). Llegó a Panamá el 5 de junio de 1523, Andrés
Niño había navegado hasta Tehuantepec, dejando descubierto el
golfo de Chorotega, al cual bautizó Gil González con el nombre de
Fonseca, en honor del Obispo que lo protegía.

(27) Si el primer español que se puso en contacto con este cacíque, encontró
que se llamaba Nicaragua y de su nombre tomó el suyo la provincia. ¿Qué razón
hay para insistir en el error de llamarlo Nicarao?
28 Leyendo la carta de Gil González al rey, en que le informa de esta
expedición, se viene en conocimiento que el explorador se regresó inmediatamente
después de este combate, y que no descubrió el lago Xolotlán y mucho menos
el golfo chorotega, llamado de Fonseca, como lo dicen equivocadamente varios
historiadores.
compendio de historia de centroamerica 49

Como el objeto central de las capitulaciones era buscar el


estrecho, González quiso reorganizarse en Panamá y volver por la
misma ruta a proseguir en la empresa; pero Pedrarias le manifestó
que se lo permitiría solamente que fuera bajo sus órdenes. También
Pedrarias, hombre caprichoso por demás, exigió que le entregara
la parte de oro recogido que le correspondía al rey. A todo se negó
Gil González: y se marchó a Nombre de Dios, en donde compró
una embarcación para dirigirse a Santo Domingo en busca del
amparo de la Audiencia.
HERNANDEZ DE CORDOBA VERIFICO LA CONQUISTA
DE NICARAGUA.– Pedrarias entonces, que tenía lista una gente
para expedicionar por el lado de Levante, la puso a las órdenes de
Francisco Hernández de Córdoba, con el fin de que verificara la
conquista definitiva de los pueblos descubiertos por Gil González.
Con él venían Hernando de Soto, Sebastián de Belalcázar, Gabriel
de Rojas y Francisco Campañón. Hernández de Córdoba fundó
en el pueblo de Orotina la Villa de Bruselas. Abriéndose paso por
las armas, llegó a orillas del Gran lago de Nicaragua y al pié del
volcán Monbacho fundó la ciudad de Granada. Siguió adelante en
avance victorioso sobre los indios de Imabita y fundó una ciudad a
orillas del Lago Xolotlán al pie del volcán Momotombo, el día de la
Santísima Trinidad, el 18 de junio de 1524, a la que dió el nombre
de León y la destinó para la capital de la Provincia. Continuó su
marcha hacia el norte, hasta las montañas de Olancho, en donde lo
veremos encontrarse con Gil González.
GIL CONZALEZ EN HONDURAS.– Llegado Gil González
a Santo Domingo, la Audiencia lo autorizó para seguir explorando,
en atención a lo prescrito en las capitulaciones. Envió a España
a Cereceda con la parte de oro que le correspondía al rey y con
una carta suya para el soberano, fechada en Santo Domingo el 6
de marzo de 1524, en la que le daba los detalles de su expedición
a Nicaragua. A los pocos días salió para las costas de Honduras,
el 15 de marzo (29), dirigiéndose hacia el norte; que si se
(29) Es equivocado afirmar que Gil González no salió para Honduras hasta
el regreso de Cereceda. Lo histórico documental es que zarpó inmediatamente sin
esperar la vuelta de España del tesorero.
50 sofonias salvatierra

hubiera dirigido al Sur, con toda seguridad hubiera descubierto


el desaguadero del que llamó Mar Dulce, o sea el río San Juan,
comprobando así que la sospecha suya era realidad.
Llegó al lugar en que hoy está Puerto Cortés, al cual llamó
Puerto Caballos, por el hecho de haber arrojado al mar Gil
González varios caballos que se le murieron, tratando de que los
indios no supieran que esos animales no eran inmortales, como
lo suponían. Siguió navegando y en la parte occidental del cabo
Tres-Puntas o Manabique, fundó una villa que llamó de San Gil
de Buena-Vista (30). De aquí regresó hasta punta Caxinas, en
donde desembarcó, internándose para hacer la exploración del
territorio. Al llegar a Olancho, en un punto llamado Toreba
encontró a la gente de Hernández de Córdoba, quien hizo que uno
de sus hombres, Gabriel de Rojas, se adelantara a entrevistarse
con el nuevo capitán que venía conquistando en aquellas
montañas. Gil González manifestó a Rojas, que daría con gusto
a Hernández de Córdoba, parte en las utilidades de aquella
conquista, personalmente pero no como enviado de Pedrarias,
alegando que solo él tenía derecho en esas tierras. Como se ve
la exploración de América era hecha por hombres que atrevían
a ello, no como un acto regular de las armas españolas, sino
como una efectiva empresa comercial, en que el rey comparecía
como socio, y se repartía con los empresarios de todo lo que
aquellos que arrebataban a los indios: y es por esto, se nota con
mucha frecuencia, que cuando dos conquistadores o empresarios
creían tener derecho sobre una región cualquiera, como de una
propiedad, incluso la persona de los indios, la disputa la resolvían
en un combate sangriento. Gabriel de Rojas viendo que Gil
González tenía más gente que él, se regresó. La contestación
de González le pareció insolente a Hernández de Córdoba, y dió
gente bastante a Hernando de Soto con órdenes de deshacer por
la fuerza las pretensiones de González. Este cayó sobre Soto,
gritando: ¡San Gil, mueran los traidores! Se trabó el combate,
pero cuando Soto llevaba la ventaja, Gil González, que esperaba

(30) En ese lugar durante este viaje murió el piloto Andrés Niño.
compendio de historia de centroamerica 51

el resto de su gente, en actitud de engaño dijo en voz alta: “Señor


Capitán, paz, paz, por el Emperador”. Ante este llamamiento se
suspendió el combate. Cuando estaban concertando la paz, llegó
la gente de Gil González, y la emprendió contra los de Soto,
derrotándolos y tomándoles ciento treinta mil pesos de oro bajo,
puso en libertad a Soto y se regresó a Puerto Caballos, en cuyas
costas había desembarcado una nueva expedición conquistadora.
EXPEDICION DE CRISTOBAL DE OLID A
HONDURAS.– Estos nuevos españoles llegados a la costa de
Honduras, eran los que acompañaban a Cristóbal de Olid. Hernán
Cortés había vencido a los aztecas y tomado la ciudad de México
en 1521. Con el propósito de conquistar más pueblos y de
recoger oro y más oro, así como de conquistar el estrecho, que se
esperaba, estuviera en alguna parte, organizó dos expediciones:
una que encomendó a Cristóbal de Olid, por mar, y otra a Pedro
de Alvarado, por tierra. Con cinco navíos y un bergantín bien
provistos de municiones de guerra y de boca, zarparon de Veracruz
los expedicionarios de Olid rumbo a Honduras, los cuales debían
tocar primero en la Habana con el fin de recoger gente que el mismo
Cortés había enviado a reclutar por medio de dos comisionados,
provistos de cien mil pesos de oro para asegurar el enganche
con toda rapidez; pero el diablo de la ambición que animaba a
aquellos hombres de temerario valor y desmedida codicia, iba ya
dirigiendo por otros rumbos muy propios las decisiones de Olid.
A esto contribuyeron las sugerencias de varios de los hombres
que le acompañaban, uno de ellos un Briones, capitán de navío,
descontento de Cortés, porque según sus cuentas no les había
dado lo justo del botín recogido en México. Ya en la Habana,
dando OIid las espaldas al jefe que lo enviaba y que había hecho
todos los gastos de la expedición, se entendió con Velázquez, y
convinieron en que el jefe expedicionario tomaría posesión de la
tierra en nombre del rey, y Velázquez le auxiliaría con provisiones
de todo género y que además haciendo uso de su influencia con el
obispo Fonseca, quien también obtenía dividendos de los botines
que se recogían en las indias, le conseguiría la gobernación de las
tierras que conquistara.
52 sofonias salvatierra

Desembarcó Olid el 3 de mayo de 1524, quince leguas al


Occidente de Puerto Caballos. Como lo tenía dispuesto, tomó
posesión de la tierra en nombre del rey y de Cortés. Fundó la
villa de Triunfo de la Cruz, un poco al noroeste del actual puerto
de Tela, y organizó el ayuntamiento que era de rigor. Envió a su
gente a diferentes lugares a explorar el territorio, con apariencia
de que todo lo hacía en nombre de Cortés.
FRANCISCO DE LAS CASAS EN HONDURAS.– El
conquistador de México, ya tenía informes de la deslealtad de
su lugarteniente, y dispuesto a castigarlo envió inmediatamente
con una escuadra a su primo Francisco de las Casas, que acababa
de llegar de España. Al aproximarse éste a Triunfo de la Cruz,
izó bandera blanca con el fin de despistar a Olid; pero el amigo
desleal, conociéndose como se conocían, no cayó en el engaño, y
armó dos de Ios buques que le quedaban con el fin de resistirle.
Cuando las Casas notó que Olid estaba sobre aviso, dispuesto a
hacer uso de la fuerza. En las primeras horas de tiroteo entre los de
tierra y los de a bordo, la peor parte la llevaba Olid, quien esperaba
el auxilio de su gente, que había llamado, y tratando de engañar a
su vez a Las Casas, abrió con él pláticas de arreglo, pero mientras
conferenciaban, Las Casas ordenó a los suyos que buscaran un
lugar fácil de la costa donde saltar a tierra. Lo imprevisto vino de
pronto a favor de Olid. Cuando la noche era más oscura, una fuerte
borrasca encalló los barcos de su enemigo, y así pudo capturar
a Las Casas y a Ios soldados sobrevivientes, pues se ahogaron
cuarenta. Los llevó a Triunfo de la Cruz; allí puso en libertad
a los soldados prisioneros, mediante promesa jurada de que le
ayudarían contra Cortés, en caso de que éste viniera contra él. A
Las Casas lo conservó preso, aunque guardándole toda clase de
consideraciones.
Mientras tanto, Gil González, después de su pleito en las,
montañas de Olancho con la gente de Hernández de Córdoba
se dirigía hacia la costa. El también tenía que estar resolviendo
dificultades que le ofrecía su propia gente. El temperamento
aventurero los llevaba con frecuencia a la anarquía y a la
indisciplina. Por este motivo se había visto en la necesidad de
compendio de historia de centroamerica 53

ahorcar a un seglar y a un clérigo. Al llegar al pueblo de indios


de Choloma fué él a su vez capturado por Juan Ruano, enviado
con este objeto por Olid. El insurrecto capitán creía hallarse en la
plenitud de sus triunfos. Así se lo participó a Velázquez. Dispuso
abandonar Triunfo de la Cruz y trasladarse a Naco, población
indígena que estaba un poco retirada de la costa. En esos mismos
días, el Briones que le había aconsejado a Olid la insurrección
contra Cortés, al saber que éste enviaba fuerzas a someter a su
amigo desleal, se insurreccionó también con la gente que aquel
le había confiado. Como se ve, todo era en esta gente celadas
y perfidias. El mismo Briones, siguiendo su temperamento de
anarquizador, murió al fin en la horca en Guatemala.
MUERTE DE OLID.– Sabido por las Casas y González, que
una parte de la gente de Olid no le era fiel, y aprovechando la
circunstancia del buen modo y deferencia con que los trataba Olid,
como que los tenía alejados en su propia casa y comía con ellos,
tramaron una conspiración para suprimirlo. Después de la cena,
una noche, cuando los sirvientes se habían retirado, en momentos
de animada conversación, las Casas se lanzó sobre Olid, y
tomándolo de la barba le dio una herida mortal en la garganta
con un cuchillo que llevaba oculto, en tanto que Gil González
por su parte le infería heridas graves, y otros de los soldados, ya
prevenidos hacían lo mismo. Casi moribundo, Olid pudo huir
y esconderse en la espesura del monte, pidiendo auxilio a los
suyos, los cuales se amiedaron al oír que las Casas y González
en altas voces declaraban a Olid traidor al rey. Es de notarse que
el nombre del rey lo utilizaban los conquistadores, como arma
segura, en el pro y en el contra de sus disgustos y reyertas, así
como el mismo nombre del rey era lo que los guiaba en sus
empresas. Inmediatamente las Casas dictó un pregón en que
declaraba reo de pena capital a todo el que, sabiendo el paradero
de Olid, no lo avisase. Entre aquella gente había de todo, pues
no faltaron “desalmados” que denunciaran el escondrijo de Olid,
a quien mandaron decapitar públicamente en la plaza de Naco.
Aunque por otro lado, el historiador Herrera dice que sintiendo
Olid la necesidad de confesarse, llamó a un clérigo y éste fué
54 sofonias salvatierra

quien lo denunció, bajo promesa que le dieron los asesinos de que


le respetarían la vida. Todos estos hombres estaban ligados por
una funesta cadena moral. Olid murió asesinado por vengansa de
haber traicionado a Cortés, como éste de la misma manera había
traicionado a Velázquez. Esto tenía que ser la consecuencia del
modo como se hizo la conquista: una empresa comercial ejecutada
por aventureros codiciosos de botín. Los soldados regulares de
España, como los Gonzalo de Córdoba, y los Antonio Leiva, y
los Marqués de Pescara estaban combatiendo con franceses
en Navarra, en Nápoles y en Milán. Estos guerreros de verdad,
tomaban ciudades y no las incendiaban, tomaban a los contrarios y
no los quemaban vivos ni los reducían a la esclavitud, capturaban
reyes en el propio campo de batalla, y no los mataban ni los
sometían a tortura para que dieran oro y más oro.
LA FUNDACION DE TRUJILLO.– Las Casas y Gil
González dispusieron regresar a México. De los españoles que
los acompañaban aceptaron quedarse ciento diez para formar
la colonia. Actuando las Casas como jefe, nombró teniente de
gobernador al capitán Juan López de Aguirre, con orden de que
fundara una ciudad con el nombre de Trujillo, en recuerdo de su
ciudad natal en España. También designó a los que debían integrar
el Ayuntamiento, que era de rigor establecer cuando se echaban
las bases de una villa o ciudad. Desocuparon Naco y se dirigieron
a Puerto Caballos. Aquí ordenó Aguirre que una parte de su gente
siguiera por la costa en dirección del Este, al cabo de Honduras,
bajo el comando de Juan de Medina, nombrado alcalde, y él con
el resto de españoles, más el equipaje de todos, la mayor parte de
los elementos de guerra y el herraje, se iría por agua al mismo
lugar en una carabela que allí encontraron. Pero Aguirre, lejos
de tomar el rumbo para el sitio convenido, se alejó de Honduras,
abandonando a su propia suerte a los de tierra. Llegados éstos al
punto y después de esperar en vano al jefe desleal, fundaron la
villa de TrujilIo el 18 de mayo de 1525, y erigieron cárcel, picota
y horca como signos objetivos de la autoridad.
LAS FECHORIAS DEL BACHILLER PEDRO MORENO.–
No habían pasado ni ocho días de la fundación de Trujillo, cuando
compendio de historia de centroamerica 55

desembarcó el Bachiller Pedro Moreno, que llegaba comisionado


de la Audiencia de Santo Domingo, con el fin de poner en orden a
Cristóbal de Olid y Francisco de las Casas; pero al saber los sucesos
ocurridos en Naco, yendo más allá de los términos de su encargo,
quiso erigirse en jefe de la colonia y sacar provecho económicos
de la desnudez y miseria de los que estaban formándola. Les
ofreció proveerles de víveres a condición de que desconocieran el
Ayuntamiento organizado por las Casas y que aceptaran en cambio
un jefe nombrado por él, que le pagaran más de mil pesos en oro
por las provisiones que les diera, y que le cazaran los indios que
fuese posible y se los entregaran para venderlos a su provecho en
las Antillas despoblado. Apremiados por el hambre, los de Trujillo
tuvieron que pasar por todo lo exigido por Moreno. Nombró a Juan
Ruano teniente de gobernador e hizo que le juraran obediencia
y con cuarenta o cincuenta indios plagiados se regresó a Santo
Domingo, satisfecho de su negocio.
FIN DE GIL GONZALEZ.– AI llegar a México Gil González,
ausente Hernán Cortés, fué reducido a prisión y enviado a España,
con partida de registro, habiendo conseguido a última hora
presentarse a la Corte bajo su palabra de honor. Allá, logró con
sus influenzias quedar libre y aun recivir el nombramiento de
gobernador de Nicaragua, que en verdad merecía pero murió poco
antes de regresar a las Indias.
LA EXPEDlCION DE DON PEDRO DE ALVARADO.–
Era Alvarado originario de Badajoz, en Extremadura, e hijo del
Comendador Don Diego de Alvarado y de Doña Sara de Contreras.
Tenía a la sazón 38 años de edad; había tomado parte muy activa
y principal en la conquista de México, y vino por primera vez
en una expedición a Cuba, acompañado de sus hermanos Jorge,
Gonzalo, Gómez y Juan. Militó con Juan de Grijalva en las
costas de Yucatán en 1518. Gustaba de adornarse con los valores
aparentes que le dieran prestancia, no importa que fuera en forma
de farsa. Su padre portaba la Cruz roja de la orden de Santiago en
un sayo de su uso que le había regalado. En el deseo Don Pedro de
hacerse más distinguido que los suyos, exhibía la tal Cruz como
si él mismo fuera Comendador, y aun se firmaba y se titulaba
56 sofonias salvatierra

así mientras pudo mantener el engaño. Quemaba vivos a reyes


y despedazaba con sus perros de presa a los indios después que
había impedido la muerte en la horca de uno de los suyos; robaba
como un rapaz, por codicioso, y distribuía como un derrochador lo
que robaba; perdonaba deudas y no pagaba las suyas. Su barba y
sus cabellos eran rubios, y por esto le decían los indios Tonatiuh;
que quiere decir el sol.
Componían la expedición que acaudilló, trecientos soldados
de infantería y ciento veinte de caballería. El equipo de artillería,
constaba de cuatro cañones que disparaban balas de piedra: Traía
además cuarenta caballos de reserva, doscientos tlascaltecas y cien
Mexicanos auxiliares, y un cuerpo numerosos de indios cargados,
de los llamados tlamemes, sobre cuyos hombros iba la impedimenta.
Los clérigos Juan Godínez y Juan Díaz acompañaban a los
expedicionarios. Recomendó Cortés a Alvarado que tratara bien
a los indios y los atrajese con modo suaves. Pero el conquistador
de Guatemala no cumplió estas instrucciones, de la misma manera
que Cortés no cumplió las que a él le dió el Emperador en el mismo
sentido. Salió de México el 6 de diciembre de 1523, fecha que
anota Milla; pero Bernal Díaz del Castillo dice que su salida fué
“en trece días del mes de Noviembre de mil quinientos y veinte
y tres años”. Pasó por Tehuantepec pacificando a ciertos pueblos
que se habían rebelado. De aquí se dirigió a Soconusco, en donde
venció la primera resistencia que opusieron los señores de esta
región, aliados de los quichés.
Hay que recordar que los indios vivieron en perpetua guerra
entre sí y quichés y cakchiqueles lo estaban como el primer día
cuando los españoles conquistaron México. Dominados por el
rencor y pensando ingenuamente los cakchiqueles que podían
encontrar en Cortés Io que se llama un verdadero aliado, enviaron
una comisión hasta México a solicitarle su apoyo contra los
quichés. Por supuesto que Cortés contentísimo, aceptó la solicitud,
porque eso facilitaba su dominio sobre todos, que era a lo que iba
Alvarado. El 13 de febrero salieron de Soconusco los castellanos,
abriéndose paso por entre lo abrupto de la selva. El 15 atravesaron
el río Suchiate, que quiere decir río de las flores.
compendio de historia de centroamerica 57

La primera gran batalla se libró cerca del río Tonalá. Los


quichés se retiraron a reorganizarse bajo las órdenes supremas
Tecum-Umán. El historiador Fuentes y Guzmán acepta como
verdadero que los quichés reunieron un ejército de 232.000
hombres, cifra indudablemente exagerada, por mucha que fuera
población de aquella parte de la América Central, porque además,
el mismo cronista consigna, que tenían listo 1,400.000 hombres
de armas llevar. En el río Tilapa se libró otra nueva gran batalla,
y los indios se retiraron otra vez, en tanto que los invasores se
abrieron paso hasta Xetulul o Zapotitlán, que quiere decir “lugar
de los zapotes’’. Esto era, más que varias batallas, una sola gran
defensa en retirada, en que el indio indomable no aceptaba nunca
la definitiva derrota.
Siguieron adelante los conquistadores. Subieron la cuesta de
Santa María entre la resistencia de los nativos, y ya en la planicie
ganó Alvarado dos nuevos combates, tan sangrientos que las
aguas del río Olintepec se tiñeron de rojo. Los caballos prestaron
en esta ocasión inapreciables servicios a los conquistadores por
la facilidad con que se movían, y por el miedo que les tenían los
indios.
Prosiguiendo la marcha, los invasores entraron el 27 en
Xelahú. A los tres días de estar allí, se presentó un nuevo ejército
quiché, el último formal que debían oponer los nativos al intento
dominador de los blancos; Desocupó Alvarado la ciudad y esperó
al enemigo en una llanura inmediata. Ambos combatientes
dividieron sus ejércitos en dos alas, comandadas, la del nativo
por Tecum-Umán, y la del invasor por Alvarado. La caballería la
comandaban Pedro de Porto Carrero y Hernando de Chávez. El
resultado, como siempre, favoreció a las españoles. La calidad
de las armas y la táctica de los conquistadores más el auxilio de
la caballería, tan eficaz y aterradora, significaba una desventaja
total para los quichés, los cuales, a la verdad, sólo contaban
con su denuedo extraordinario en la defensa de su tierra. Este
último esfuerso de los quichés ha sido señalado por la leyenda.
Se dice que en un momento de la batalla, Alvarado y Tecum-
Umán vinieron a las manos en singular combate el 3 de marzo, y
58 sofonias salvatierra

que un quetzal, el nagual del príncipe indígena, auxiliaba a éste


atacando a su contrario, hasta que al fin el pájaro y el guerrero
quiché cayeron muertos por la espada o lanza del conquistador.
Allí no más, todos los prisioneros de guerra fueron herrados y
repartidos como esclavos y la quinta parte vendida en subasta,
que era la que correspondía al rey. Fueron comprados por los
mismos conquistadores, con sl oro que le habían quitado a los
mismos indios. Su producto lo recibió el Tesorero Baltazar de
Mendoza.
ALVARADO QUEMA VIVOS A LOS REYES DEL
QUICHE.– Cuando se supo entre los naturales la derrota del
ejército quiché, un inmenso terror se extendió por todas partes.
En Utatlán se consideró la situación desesperada, y planearon
un último recurso: atraer a una emboscada en la ciudad a los
invasores. Llegado que fué Don Pedro de Alvarado, un deleal,
que nunca falta en pueblos en que los odios sociales han reinado,
le denunció el plan. El conquistador entonces, en vez de instalarse
en el centro de la población, como lo hacía siempre, se retiró a
campo abierto en un llano. Al día siguiente, los reyes de Utatlán,
Oxib-Queh y Beleheb-Tzi, fueron a visitar a los invasores a su
campamento, y allí no más acto seguido, los hizo prisioneros y
los mandó a quemar vivos, en los primeros días de abril de 1524,
a lo que parece en Semana Santa. También hizo que se le pusiera
fuego a Utatlán (31). El mismo Alvarado Io confiesa como la
cosa más corriente, en su segunda carta dirigida a Cortés, el 11 del
mismo abril: “y viendo que con correrles la tierra y quemársela yo
los podría traer al servicio de Su Majestad, determiné quemar a los
Señores...” Y adelante de la misma carta agrega. “Y como conocí
de ellos tan mala voluntad al servicio de Su Majestad, para bien
y sosiego de esta tierra los quemé y mandé quemar la ciudad...”.
Al saber en las comarcas la muerte horrorosa dada a los
reyes del Quiché, se sobrecogieron de temor, incluso entre
los cakchiqueles, que imprudentemente habían llamado al

(31) De su hermosa ciudad decían los quichés: “Utatlán luce en la tierra como
el sol a medio día”.
compendio de historia de centroamerica 59

conquistador suponiendo tontamente que el extranjero podía ser


su aliado. Sin embargo, siguieron cooperando con Alvarado
contra la masa quichés, rebeladas con indignación y espanto. Pero
vencidas ésta nuevamente, se sometieron; y el conquistador, para
darse tregua hizo reyes a un hijo de uno de los que había quemado
y a otro de Tecum Umán, mientras los suprimía del todo.
ALVARADO EN IXIMCHE.– Poco después, el 13 del mismo
abril, se dirigió Alvarado a Iximché, capital de los cakchiqueles, en
donde, para atemorizar a sus aliados, fingió saber que conspiraban
ncontra él. Pero el indígena, lejos de reaccionar, ciego en sus
odios locales, todavía le pidió al conquistador apoyo en su guerra
contra los tzutohiles, cuyo rey Tepepul había rechazado someterse.
Con ciento cincuenta soldados de los suyos y sesenta caballos,
una porción de los mexicanos y tlascaltecas que le auxiliaban y el
ejército cakchiquel comandado por sus reyes Belehé-Quat y Cahí
Ymoxs marchó contra los tzutohiles, cerca del lago AtitIán. Poco
tiempo le bastó al conquistador para acabar con el poderío de la
rebelde ciudad, que llevaba el mismo nombre del lago.
De regreso en Iximché, Alvarado debía cometer otro acto
por demás repugnante. Es el desperezamiento brutal de todo
conquistador. Un príncipe cakchiquel estaba recién casado con
la princesa Xuchil, joven y bella. Apenas la conoció Alvarado,
envió a decirle que compareciera a su presencia, y allí mismo
abusó de ella. El príncipe consorte corrió a casa del violador y le
ofreció ricos presentes a cambio de su esposa. Alvarado aceptó el
oro obsequiado, pero no dió la libertad a la princesa cautiva.
ALVARADO AVANZA SOBRE CUZCATLAN.- Pocos días
después se puso en marcha el conquistador hacia Itzcuintlán,
ciudad en la cual degollaron a casi todos sus moradores y
le pegaron fuego, todo indica que el invasor se atenía para
vencer, más al terror que a la superioridad de su táctica militar
y sus armas. Siguió adelante; pasó el río Michatoya y llegó a
Guazacapán, Chiquimulilla y otras poblaciones. Aquí los indios
atacaron a Alvarado por la retaguardia. Llegaron a Nancitlán, en
donde no había una sola alma. Los moradores de los pueblos, al
saber la aproximación de los conquistadores, huían aterrorizados
60 sofonias salvatierra

a los montes. Avanzaron hacia Paxaco, pueblo que estaba a


inmediaciones del río Paxa, el cual atravesaron después de vencer
la resistencia de los indios. Llegaron a Acajutla, en donde los
indios los recibieron con las armas en la mano. Allí fué herido
Alvarado en una pierna. A través de la resistencia que le ofrecían
los indios del tránsito, llegó Alvarado a Cuzcatlán. El señor de
esta región, de nombre Atlacatl o Atonal, lo atendió gentilmente;
pero los abusos de la soldadesca provocaron la oposición tenaz de
Atlacatl al conquistador. Muchos combates se libraron sin que los
invasores tuvieran un éxito definitivo, lo cual obligó a Alvarado
a contramarchar, como un año antes en Nicaragua lo había hecho
Gil González al encontrarse con la resistencia heroica del cacique
Diriangén. Entró de regreso en Iximché el 21 de julio de 1524;
había salido de aquí el 6 de junio anterior.
PRIMERA FUNDACION DE GUATEMALA Y SAN
SALVADOR.– Con el fin de sentar las bases del arraigo
colonial, Alvarado fundó una ciudad en la propia capital de los
cakchiqueles, la primera en aquella región de Centroamérica, que
llamó Santiago de los Caballeros de Guatemala, el 25 de julio de
1524. A Iximché la apodaron los tlascaltecas que acompañaban
a Alvarado, QuauhtemaIán, que según unos quiere decir palo
podrido, según otros palo de leche, y un tercero traduce el vocablo
llamándola águila cautiva, por la figura parecida al águila que
usaban los cakchiqueIes en sus penachos.
Por lo que hace a Cuzcatlán, el siguiente año de 1525, se
emprendió la conquista, y el 6 de agosto fundaban la ciudad de
San Salvador en el valle de la Bermuda, siendo su Alcalde Diego
de Holguín. Esto de la fecha de la fundación de San Salvador,
no se sabe si le dieron ese nombre por haberse fundado ese día,
llamado del Salvador en el calendario católico, o por el combate
que el 6 de agosto de 1526 ganaron los conquistadores a los indios
cuzcatlecos.
EXPEDICION DE HERNAN CORTES A HONDURAS.–
Sea por castigar personalmente a Olid o a la vez por descubrir y
conquistar nuevas tierras, Hernán Cortés dispuso una expedición
por tierra a Honduras. Mucho se discutió la conveniencia de
compendio de historia de centroamerica 61

este viaje. Algunos amigos de Cortés le hicieron observaciones


sobre los muchos enemigos que tenía en México, los cuales
se aprovecharían de su ausencia para revolucionar la colonia
en su contra; pero Cortés no desistió, a pesar de todo esto y de
las quinientas leguas de fragoso camino que tenía que recorrer.
Hombre de férrea voluntad y de atrevido ánimo, las dificultades,
por fuertes que se presentaran, eran para él un incentivo, más que
un obstáculo.
Salió por el camino de Gozacoalcos el 12 de octubre de 1524.
Le acompañaban doscientos cincuenta soldados de infantería y
caballería y tres mil indios auxiliares. Se hizo rodear de una corte
de grandes personajes de la conquista, con fama adquirida en la
guerra contra los mexicanos. Su tren de servicio era numeroso,
y llevaba vajillas de oro y plata, con las cuales se le servía en
medio de las selva. Un cuerpo de músicos, volatineros y cómicos
le amenizaban las rudas horas de la expedición. A la verdad, todo
esto mezclaba lo épico con lo ridículo. No debían faltar en su
séquito el desgraciado y glorioso Coauthémoc y su primo el señor
de Tacuba, a quienes llevaba con el fin de dejar descabezado al
pueblo mexicano, en caso de que quisiera rebelarse. También
llevaba a la célebre doña Marina, su mujer, a la cual no tuvo
inconveniente durante el viaje de dársela a Juan Jaramillo para
que se casara con ella.
Pasó por Tabasco, atravesó el río Chilapa en canoas que en
gran parte tuvieron que construir los expedicionarios, y llegó a
Tepetitán y a lztapán. En este último lugar, los moradores se
habían ocultado; pero Cortés usando de buen trato y de benévolas
promesas, obtuvo que regresaran a sus hogares, lo cual le fué de
mucho provecho, porque los indios le proveyeron de todo. El
jefe conquistador se orientaba en la marcha con un mapa que le
dieron los naturales de Goazacoalcos; allí estaba detallada la ruta
que lo debía guiar. Lo dilatado del viaje y la soledad de estas
regiones agotaban las provisiones de boca sin poder reponerlas;
por consiguiente; el hambre venía a ser mayor tormento de los
expedicionarios. A veces tenían que abrir los caminos, y no era
remoto que después de vagar por los montes durante varios días, se
62 sofonias salvatierra

encontraran en el mismo punto de partida. Exasperados por tanta


calamidad, no pocas maldiciones fueron dirigidas contra Cortés,
por aquellas penalidades, que juzgaban inútiles, y que así eran en
verdad. El hambre desesperante que afligía particularmente a los
indios mexicanos, obligó a éstos a matar a cinco de los suyos y
comérselos. Sabido por Cortés, hizo quemar vivo al que creyó
más culpable. Es oportuno anotar que el conquistador llevaba una
piara de cerdos que le aseguraban a él una buena alimentación.
Orientándose con una brújula, llegaron al pueblo de
Temastepec, que encontraron desierto; pero los indios habían
dejado una buena cantidad de provisiones. Muchos españoles y
nativos murieron de hambre y de enfermedades en aquel penoso
viaje. Cortés iba como a tres jornadas atrás, con el fin de cubrir su
situación mejor que la de sus compañeros en aquel inmenso teatro
de calamidades.
Llegaron al pueblo de Ciguatepec; allí supieron que a poca
distancia estaba un gran río que llevaba sus aguas al Mar del
Norte y en cuya desembocadura existía una población de nombre
Xicalango. A este lugar debían llegar de México dos buques con
provisiones que había pedido desde Goazacoalcos. Cortés envió
a Francisco de Medina con orden de que Simón de Cuenca, que
comandaba los barcos, los gobernase en común con Medina.
Cuenca se negó a cumplir la orden. Después de una acalorada
disputa entre éste y Medina, vinieron a las manos, y en aquel trance
los indios de Xicalango atacaron a los españoles matándolos a
todos y dándole fuego a los barcos. Cortés no supo de este desastre
sino hasta dos años después. En Ciguatepec pararon muchos
días, siendo de todo punto onerosa su presencia para los infelices
naturales; les acabaron todo su provisión y el pueblo entero sufrió
los excesos, que era de costumbre en los españoles cometer en
forma tal como si los indios no pertenecieran a la espesie humana.
Un día de tantos, los desesperados vecinos huyeron a los montes,
con lo cual los invasores quedaron sin el auxilio necesario que
recibían de los naturales. Envió Cortés algunas partidas en busca
de los fugitivos; pero éstos, armados y listos entre la espesa selva,
sorprendieron a varios españoles y los mataron. El hambre volvió
compendio de historia de centroamerica 63

a presentarse en el campamento de los expedicionarios.


Siguieron adelante bajo la esperanza de que Bernal Díaz del
Castillo, el renombrado cronista, que había ido a buscar bastimentos
en aquellos montes, los tendría siquiera en alguna cantidad. Iban
atravesando innumerables ríos; a los dos días llegaron a las riberas
de uno muy ancho y caudaloso. Tuvieron que construir un puente
flotante, y a esa obra se dedicaron todos con firme decisión. Estaban
en el caso de no vacilar para vencer tan enorme obstáculo, más
aquellos hombres, que en la conquista general de América nunca
vacilaron. Cuatro días después estaba terminado, y así pudieron
llegar a la región de Acalá, en donde existía un numeroso conjunto
de pequeños pueblos. Conseguida allí abundante provisión,
el diligente Bernal Díaz fué a encontrar a los expedicionarios
hambrientos, con ciento treinta cargas de maíz y otros cereales
y frutas; pero los de Cortés sabedores, no esperaron que llegaran
las provisiones y se las repartieran, sino que ellos corrieron a su
encuentro y se las comieron inmediatamente. Al mayordomo y al
despensero de Cortés no les permitieron comer nada, diciéndoles;
“Buenos puercos habéis comido vosotros y Cortés y nos habéis
visto morir de hambre y no nos dabades dado nada de ellos”. El
jefe conquistador se contrarió al saber esto; pero vino en reflexión,
cuando Bernal Díaz, defendió a los soldados que habían cometido
la falta, le dijo que el hambre no tiene ley. Penoso es observar
que el discreto cronista razonara de esta manera tratándose de los
suyos; pero que no lo hiciera del mismo modo, cuando Cortés
mandó quemar vivo a uno de los mexicanos comprometidos en la
muerte y comida de los cinco indios que días atrás lo habían hecho
por falta desesperada de qué comer. Entonces sí el hambre tenía
ley, porque se trataba de los naturales.
Los de Acalá recibieron con toda atención a los expedicionarios,
esa atención que era generalmente peculiar del nativo americano.
Los caciques fueron a su encuentro con abundante provisión de
boca. Allí les dijeron que estaba a ocho jornadas de la costa, a
donde habían arribado los hombres con barba en grandes barcos.
Siguieron adelante y llegaron a un pueblo llamado Acalá chico,
el cual estaba deshabitado, pues sus moradores no querían soportar
64 sofonias salvatierra

las cargas y fatigas a que los obligaban los invasores. El hambre


seguía siendo la compañera inseparable de aquellos aventureros, y
los indios que por fuerza los acompañaban, habían llegado al último
límite de la desesperación. Uno de ellos lanzó la idea de sublevarse.
Coauhtémoc la oyó en silencio; pero llegada a oídos de Cortés,
el jefe conquistador dispuso cobrarla con las vidas del heroico
emperador y su primo, el señor de Tacuba, y los mandó ahorcar
colgándolos de un árbol (32). Todos condenaron por indebida esta
sentencia. “Fué esta muerte que le dieron, dice Bernal Díaz, muy
injustamente dada y parecía mal a todos”. El mismo Coauhthémoc,
antes de morir, en sentido discurso protestó de la muerte injusta que
se le daba y dijo a Cortés que Dios se la habría de cobrar. A este
propósito, el cronista de la Isagoge Histórica, dos siglos después de
este suceso, lo enjuicia con estas solemnes palabras: “Del madero
que por una hora fatal estuvo pendiente Guatemuz, penderá por
todos los futuros siglos la opinión de Cortés.
Siguió la marcha. Llegados a un pueblo, se presentaron a
Cortés varios señores principales a suplicarle que no les quemara
sus habitaciones. Avanzando los expedicionarios llegaron a la
laguna de Petén. En la isla que está en el centro se distinguían
a lo lejos las casas blanqueadas y los adoratorios brillando al
claro sol de esos días (abril de 1525). Con sus perros feroces
y amaestrados dieron caza a un indio con el objeto de obtener
informes de aquel lugar. A la presencia de los expedicionarios,
los moradores de las riberas se refugiaron en la isla. El indio
capturado se ofreció a ir a la isla a poner de amistad al cacique,
llamado Canek, quien aceptó visitar a Cortés, mediante la
garantía de un español que el conquistador envió en rehenes al
cacique. Después de varios actos en honor del Canek, en que se
dijo una misa, el religioso predicó (33), Cortés fué a la capital del
cacicato, con pocos acompañantes, no obtante la advertencia que

(32) Así en forma vulgar e inicua, murió uno de los tipos más admirables del
indígena americano.
(33) El sermón que dijo el cura ante el Canek, fué traducido por Doña Marina
a la lengua del cacique. Lo que indica la uniformidad del idioma de las tribus
indígenas, no importa las distancias ni lo aislado de los pueblos.
compendio de historia de centroamerica 65

le hicieron los suyos de lo peligroso que era ir así. Todo el día


lo pasó el jefe español en la isla, obsequiado y bien atendido por
todos. Esta fué generalmente la actitud de los indios de América
cuando se les trató bien: ser generosos y serviciales. El Canek
informó a Cortés que la costa del mar estaba a pocas jornadas,
y que tenía infornes de la presencia allí de muchos extranjeros.
Al retirarse los conquistadores dejaron un caballo enfermo. Los
indios quisieron alimentarlo como si fuera humano. Se murió,
y luego lo deificaron llevando a sus altares, tallaba en piedra, la
figura de un caballo.
Prosiguió la marcha de los expedicionarios, y nuevas
dificultades vinieron y hambres terribles que no pocas víctimas
causaron. Informados por los indios que se hallaban, a
pocas jornadas del mar, ordenó que se adelantaran Gonzalo
de Sandoval y seis soldados. Llegados éstos a la costa del
lago de Izabal, sorprendieron a unos indios en un bote, y los
obligaron a llevarlos a la costa del mar, navegando por el río
Dulce; al llegar al lugar en que hoy está Livingston, encontraron
a unos españoles que andaban buscando frutas silvestres para
alimentarse. Al divisarse ambos, cada uno temió del otro. Los
españoles, en vez de alegrarse al encontrar compatriotas suyos
en la soledad de la selva americana, sentían miedo. Era que
expedicionaban por intereses personales, y cuando éstos se
consideraban en peligro o se les impedía agrandarlos, surgía el
odio y de aquí el pleito a muerte. Por fin se reconocieron, y allí
no más supo Sandoval lo ocurrido en Naco y el fin de Cristóbal
de Olid. Esos españoles residían en Nito población que estaba
a dos leguas de la margen derecha del río Dulce, a orillas del
mar. Pocos días después llegó Cortés a este lugar y en seguida
el resto de los expedicionarios, todos deshecho por la fatiga, el
hambre, y las enfermedades. Dispuso el jefe mandar a Naco una
parte de su gente al mando de Gonzalo de Sandoval. A poco
arribó a Nito procedente de Cuba un barco cargado de cerdos,
tasajo y casabe, todo lo cual compró al crédito Cortés por cuatro
mil pesos de oro. Gil González había dejado en la costa uno de
sus barcos. Cortés lo puso a flote y se fué a recorrer la laguna de
66 sofonias salvatierra

Izabal. Navegó sobre el Poloehic, y a poco desembarcó. En vez


de entrar de paz en un pueblo de indios que encontró, los atacó
por sorpresa matando a varios. Un historiador moderno censura
este acto de Cortés, inecesario y opuesto a las instrucciones del
Emperador. Veintiséis días después regresó a Nito, en donde
dispuso trasladarse con toda su gente a lugar de la costa que
se llamaba Puerto Caballos, aunque Cortés lo bautizó con el
nombre de Natividad, por haber llegado el 8 de septiembre de
1525. Organizó el respectivo Ayuntamiento con sus alcaldes y
regidores y nombró jefe militar y teniente suyo al Capitán Diego
de Godoy, bien provisto de elementos de guerra. En seguida el
conquistador pasó a Trujillo. Al llegar aquí, confirmó en sus
cargos a los que los tenían y nombró gobernador de la colonia a
Hernando de Saavedra, primo suyo, que apenas en soldado.
Sus primeras disposiciones fueron de organización de la
colonia. Mandó talar los montes de los alrededores; hizo que
se construyeran varios edificios; atrajo de paz a los indios, y se
dirigió a las autoridades de Santo Domingo pidiéndoles auxilio,
para asegurar el cual les pintó con los más subidos colores la
riqueza del lugar, y para probárselo les envió una parte de la
bajía de oro que llevaba desde México, asegurándoles que era
recogida en aquella tierra de las Hibueras. Los cerdos que llevó
se reprodujeron pronto en gran cantidad.
También envió a Santo Domingo a los numerosos enfermos
que tenía; pero una tenpestad inesperada hundió el barco y se
ahogaron casi todos.
Cortés entró en amistad con los habitantes de las Guanajas, los
cuales se quejaron de que habían llegado algunos conquistadores
a cazarIos, como años antes lo habían hecho los de Cuba. El jefe
español dispuso ir a defender a aquellas, islas que consideraba
de su jurisdicción. El cazador de indios era el Bachiller Pedro
Moreno, hombre ya famaso por sus malos procedimiento, que han
sido reseñados atrás. Sabido esto por Cortés, mandó seguir una
investigación con ella se quejó a la Audiencia de Santo Domingo
y se supieron todos los desmanes del Bachiller.
compendio de historia de centroamerica 67

EJECUCION DE HERNANDEZ DE CORDOBA.– El


capitán Sandoval que gobernaba en Naco de orden de Cortés,
lo hacía en forma humanitaria y conciliadora con los naturales,
conducta que habría sido de desearse en todos los conquistadores.
Un día supo por denuncias de los indios, que unos españoles
llegados a un pueblo cercano los estaban torturando. Fué Sandoval
allá y encontró que era Pedro de Garro con cuarenta hombres
enviados por Francisco Hernández de Córdoba desde León de
Nicaragua, con el fin de encontrar un puerto por donde dirigirse
a Santo Domingo a solicitar de la Audiencia autorización para
que Hernández de Córdoba se hiciera Gobernador de Nicaragua.
Llegados a Trujillo los comisionados, Cortés los acogió con
entusiasmo, y con el fin de estrechar las relaciones con Hernández
de Córdoba le envió varias cargas de herrajes para caballos y
herramientas para el laboreo de las minas. También le envió en
obsequió personal unos trajes magníficos y una parte de la rica bajía
con que venía deslumbrando a todos desde México. Por supuesto
que la presencia de Cortés le daba al asunto un giro diferente, y
esto fué una sorpresa para Hernández de Córdoba, quien buscaba
su gobernación en la misma forma que la buscaron todos, esto es,
con aprobación del rey o de sus representantes en América; pero
la misma inesperada intervención del conquistador de México,
por ocultos motivos, iba a herir de muerte al conquistador de
Nicaragua. Estaban en León el Capitán Andrés Garavito, quien
odiaba a Cortés, y al darse cuenta de aquellos regalos y de las
pretensiones de Hernández de Córdoba, con el objeto de evitar
toda liga con Cortés se dirigió rápidamente a Panamá a informar a
Pedrarias. Sin vacilar un momento, el gobernador de Castilla del
Oro, hombre por demás celoso, violento y cruel, al frente de los
soldados que pudo reunir, se embarcó para Nicaragua, capturó a
Córdoba y lo mandó decapitar en la plaza de León, en el mes de
junio de 1526.
EL REGRESO DE CORTES A MEXICO.– Mientras
ocurrían en Nicaragua los anteriores sucesos, Cortés recibió
informes de un movimiento subversivo ocurrido en México para
quitarle la gobernación de aquel país. Los conspiradores depusieron
68 sofonias salvatierra

a las autoridades y tenientes que dejó en Tenochtitlán, persiguieron


a sus amigos, e hicieron correr como cierta la falsedad de que
Cortés y sus compañeros habían perecido. Hasta les oficiaron
exequias ostentosas y obligaron a las esposas de algunos de los
expedicionarios a casarse con otros, embarcaron los bienes del jefe
conquistador y distribuyeron entre los revolucionarios los pueblos
de indios que tenían. Este es el mismo caso ocurrido en casi todos
los lugares de la conquista y por casi todos los conquistadores. La
pesadumbre de Cortés fué muy grande, e inmediatamente dispuso
su regreso. Envió un comisionado oculto a México con cartas para
sus amigos, con instrucciones de promover una contrarrevolución,
que por fortuna tuvo buen éxito, y a la vez ordenó a Luis Marín que
con Gonzalo de Sandoval, que estaba en Naco, se fuera por tierra
a Guatemala con el resto de las fuerzas y de allí a México y él se
iría a Veracruz por agua. Con los de tierra venía Bernal Díaz del
Castillo. Escribió también a Don Pedro de Alvarado invitándolo
a ir a Trujillo a conferenciar con él. Lo hizo así Don Pedro;
pero al llegar a Choluteca supo por Luis Marín que ya Cortés se
había embarcado para México. En Choluteca estaban también
Andrés Garavito y Francisco Campañón, quienes representaban a
Pedrarias, y conferenciaron con Alvarado sobre los límites de las
tierras confiscadas por ambos. Don Pedro se regresó a Guatemala.
ALVARADO CONTINUA LA CONQUISTA DE
GUATEMALA.– Después de la fundación de la ciudad de
Santiago de los Caballeros de Guatemala el 25 de julio de 1524,
los indios, no dándose por vencidos, promovieron alzamientos
en todas partes. Como los conquistadores no se consideraban
seguros en la nueva ciudad, e Iximché, se trasladaron con todos
los vecinos a otro sitio llamado Xepau. A fines de ese año, Cortés
les envió doscientos español de refuerzo, y después, cuando el
conquistador de México iba para Honduras y se promovieron
alzamientos en aquella capital contra su gobierno, muchos otros
españoles huyeron hacia Guatemala y se incorporaron a las
huestes de Alvarado. De los primeros en ser exterminados fueron
los mismos cakchiqueles que habían invocado el auxilio de los
extranjeros contra los quichés.
compendio de historia de centroamerica 69

Episodio interesante de esta campaña verificada en 1525, fue


la toma de Mixco por los españoles. Este pueblo de la familia
de los pokomanes, estaba en el valle de Xilotepeque cerca del
Motagua. Situado en una eminencia de muy difícil acceso, los
conquistadores tuvieron que batallar fuertemente y con valor para
dominar los obstáculos y vencer a los valientes e indomables
Mixqueños. Tomada la ciudad, don Pedro de Alvarado, que
dirigió la acción, ordenó que se le pegara fuego y tomó prisioneros
a todos los que quedaron vivos y no pudieron huir, y los trasladó
al lugar en que está el Mixco de hoy.
Después la emprendieron contra los mames, que habitaban la
región desde el lago AtitIán hacia la frontera de Chiapas, y cuyo
rey era Caibil-Balám. Las operaciones fueron confiadas al mando
de Gonzalo de Alvarado, hermano de Don Pedro. Esto sucedía en
1525. En Totonicapán establecieron el cuartel general. El primer
combate se libró en el viejo pueblo de Mazatenango. Auxiliado
el conquistador por los indios, que servían hasta de espías, pudo
salvarse de las celadas que les tenían puestas los naturales y caer
sobre éstos en una terrible carga, dejando el suelo sembrado de
cadáveres.
Vencidos los mazatecos, vino sobre los españoles un ejército
numeroso de Malacatán. El combate fué reñido, tanto que hubo
un momento en que los invasores pensaron en la retirada; pero
un acto audaz de Gonzalo de Alvarado les dió inmediatamente la
victoria. Los españoles habían observado en todas partes que los
indios huían cuando en la pelea moría el jefe. Bajo este concepto,
Alvarado partió en veloz carrera por entre las Iíneas enemigas
hacia donde estaba el general indígena, y sin darle tiempo de
nada lo atravesó con su lanza. Muerto Can Ilocab, que éste, era
el nombre del jefe indio, todo su ejército se puso en desordenada
fuga. De aquí se dirigieron los conquistadores a Huehuetenango,
que era la misma ciudad de Zaculeu, capital de Ios mames. La
encontraron abandonada pues sus moradores, se habían retirado a
una fortaleza que la defendía. Caibil-Balám no quiso oír ningún
mensaje de los que le envió Alvarado, porque ya sabían que el único
propósito del conquistador era destruirles su patria, quemarles sus
70 sofonias salvatierra

ciudades y reducirlos a la esclavitud o darles muerte. Pusieron los


españoles sitio al castillo, y después de vencer en batalla campal
a dos cuerpos de ejército que los atacaron, quisieron tomarlo
por asalto; pero no les fué posible. Tanto los atacantes como los
defensores del castillo habían llegado al extremo del agotamiento
de sus fuerzas. Los indios se comían ya hasta los cadáveres de
sus compañeros caídos, y a los españoles, además del hambre,
les habían invadido las enfermedades. Era el mes de Octubre. Se
concertó una entrevista entre Caibil-Balám y el jefe español, en
la cual se convino la rendición de la ciudad, en donde Gonzalo de
Alvarado dejó un destacamento y se regresó a Guatemala a dar
cuenta de su campaña triunfal.
En esos mismos meses Don Pedro de Alvarado había entrado
en la región del noroeste y sometido a varios pueblos que también
hacían la guerra por ese lado.
LOS INDIOS SE SUBLEVAN POR LOS MALOS
TRATAMIENTOS.– Cada victoria de los conquistadores era
motivo de inmenso dolor par los infelices naturales. Se distribuían
pueblos enteros y los herraban, sin exceptuar a las mujeres ni a los
niños. Se les obligaba trabajar en las faenas más duras y les exigían
que les entregaran centenares de niños de ambos sexos para recoger
en ríos y barrancos una cantidad fija de oro todos los días, con la
amenaza de reducirlos a la esclavitud si no la entregaban completa.
Muchos eran llevados fuera de Guatemala a ser vendidos en otras
partes donde ya escaseaban. Desesperados resolvieron lanzarse
a la guerra nuevamente. Los reyes cakchiqueles Beleché-Quat y
Cahi Imox encabesaron la sublevación, que se extendió por todas
partes. Es hasta entonces cuando llegaron a la buena voluntad de
sumar esfuerzos comunes cakchiqueles y quichés, pokomanes,
pokonchíes, xincas y pipiles. Era el año de 1526. Por eso es que Don
Pedro de Alvarado, al regresar de Choluteca, como hemos visto,
tuvo que abrirse paso a través del levantamiento general. Peleó con
los cuzcatlecos, rebelados, y avanzó hacia Guatemala, situándose
en el valle de Panchoy, dispuesto a someter por la fuerza a los reyes
cakchiqueles que se habían fortificado en su antigua capital Iximché.
Trabado el combate, fueron destrozados los escuadrones indígenas.
compendio de historia de centroamerica 71

Refugiados en las montañas, los reyes cakchiqueles rehusaron todo


llamamiento pacífico que les dirigió el jefe conquistador.
DON PEDRO DE ALVARADO RESUELVE REGRESAR
A MEXICO.– Dejando en este estado la conquista de Guatemala,
y hallándose bajo los cargos que se le hacían por sus crueldadee
y Iatrocinios, se vió en la necesidad de ir a México a defenderse,
y creyó conveniente que lo acompañaran los miembros del
Ayuntamiento, cuyo Cuerpo tuvo que reorganizarlo, nombrando
alcalde y teniente suyos a Don Pedro de Portocarrero y a Hernán
Carrillo. No confirmó en el cargo de Teniente de Gobernador que
había dado su hermano Gonzalo, disgustado por sus desmanes
mientras Don Pedro iba para Honduras a entrevistarse con Cortés.
Se puso en marcha; pasó por Olintepec, de aquí siguió para la
capital azteca, “con ostentoso y lucido séquito de caballeros y
soldados”. También le acompañaban Luis Marín y los soldados
que Cortés había despachado desde Trujillo.
PROSIGUE LA CAMPAÑA CONTRA LOS INDIOS.– El
alcalde Portocarrero asumió la dirección militar, y salió en busca
de los reyes cakchiqueles, que estaban bien atrincherados en unas
alturas frente al pueblo de Comalapán, hacia el lado de Chiapas.
Utilizando el jefe español el azufre del volcán Quezaltenango,
fabricó pólvora en cantidad abundante y marchó en seguida
contra los indios venciéndolos y ejecutando en ellos una terrible
carnicería. Regresó Portocarrero a Guatemala, y de aquí trasladó
su campamento a los llanos de Chimaltenango.
NUEVA FUNDACION DE LA CIUDAD DE GUATEMALA.–
La ciudad de Guatemala fundada por don Pedro de Alvarado el 25
de julio de 1524 no pudo consolidarse en Iximché, por motivo de la
guerra constante con los indios. Se trasladó a Xepau, a Olintepec
y a Almolonga. Don Jorge de Alvarado, que en marzo de 1527
había llegado de México con el nombramiento de Teniente de
Gobernador, consultó con el Ayuntamiento sobre el lugar más a
propósito para fundar definitivamente la ciudad. Se pensó en los
llanos de Chimaltenango, en el sitio que llamaban el Tianguesillo,
y en el propio valle de Almolonga, donde en ese momento estaban.
Por fin señalaron el lugar llamado Bulbuxyá, del propio valle,
72 sofonias salvatierra

y el 22 de noviembre de 1527 Don Jorge verificó la ceremonia


solemne; en señal de posesión hincó en la tierra un madero, e hizo
que se trazaran las calles siguiendo los cuatro puntos cardinales,
y destinó solares para iglesias, hospitales, ayuntamiento, cárcel y
plaza. También distribuyó lotes entre los vecinos.
EL VISITADOR ORDUÑA.– Como sus hermanos Pedro
y Gonzalo, Jorge de Alvarado procedió con los indios de igual
manera: todo se lo apropiaba y obligaba a su servicio personal
a millares de infelices naturales. Sus compañeros castellanos se
quejaban de que a ellos no les dejaba nada. Puestas las denuncias
a la Audiencia de México, este Tribunal envió de Visitador o
juez de residencia a Francisco Orduña, con el nombramiento de
Alcalde Mayor y Gobernador y Capitán General de Guatemala,
como de costumbre en todos los conquistadores, la conducta de
Orduña fué parcial, y respecto de los Alvarado sistemáticamente
agresiva. Esto ocurría entre 1528 y 1529.
LA SUMISION DE UZPANTLAN, MICTLAN Y COPAN.–
Las regiones de la Sierra Madre que baña el Usumasinta se habían
alzado contra los invasores blancos. A principios de 1529, el
Alcalde de Guatemala, Gaspar Arias, tuvo que ir en son de guerra a
“pacificarlos”, término con que se designaba la definitiva conquista
de los indios. Las imprudencias del segundo de Arias originó una
desastrosa derrota de las fuerzas españolas. Organizado un nuevo
ejército por el Visitador Orduña, marcharon sobre los uzpantlecas,
y alcanzó la victoria el segundo de Orduña, Francisco Castellanos.
Por el mismo año de 1529, se había levantado la provincia de
Chiquimula, en la región pipil. Las fuerzas españolas comandadas
por Hernando de Chávez y Pedro de Amalín, atacaron la poderosa
y renombrada ciudad de Mictlán, la cual fué tomada después de
tres reñidos combates. En seguida se dirigieron contra la ciudad de
Esquipulas, cuyo cacique optó por aceptar sumisión, convencido
de la inutilidad del combate.
La celebérrima ciudad de Copán se había rebelado también
y contra ella dirigieron sus fuerzas Chávez y Amalín. Por la
calidad de sus fortificaciones, Copán se juzgaba invencible. El
compendio de historia de centroamerica 73

Galel, título del rey de la ciudad, disponía de más de treinta mil


combatientes. Todo parecía invulnerable; sólo había una entrada,
en la parte menos profunda del foso que rodeaba la vasta fortaleza.
Un traidor indígena indicó este lugar a los conquistadores, y así
pudieron penetrar a la ciudad, en cuyo centro se libraron sangrientos
combates. Por fin, vencido el Galel, aceptó la sumisión.
Hay que advertir que la ciudad de Copán vencida por Chávez
y Amalín no era la de las ruinas conocidas actualmente, según lo
dice el historiador Rómulo E. Durón, las cuales ruinas ya eran
tales en esa época.
OTRAS EXPEDICIONES CONTRA LOS INDIOS.– Otras
expediciones se verificaron antes del regreso de Don Pedro de
Alvarado. Tomaron el peñón de Jalpatagua, en donde los indios se
habían parapetado. Luego bajo el mando de Juan Pérez Dardón,
llegaron al río de CoajiniquiIapa, en donde vencieron a los indios
reduciéndolos a la esclavitud, por lo cual el río tomó el nombre de
Esclavos, y fundaron con los prisioneros un pueblo que le dieron
el mismo nombre.
SUCESOS EN HONDURAS Y NICARAGUA
PEDRARIAS PRETENDE EXTENDER SU
JURISDICCION.– EI egoísmo de aquella gentes no tenía límites.
Pedrarias, antes de ser gobernador de Nicaragua alegaba que los
términos de su gobernación, Castilla del Oro, se extendían hasta
Puerto Caballos, y envió e incursión a Benito Hurtado y Gabriel
de Rojas. Entraron en conflicto con Hernando de Saavedra,
gobernador de Honduras, nombrado por Cortés, y por último
convinieron en regresarse a Nicaragua.
Los indios a su vez, herrados como esclavos, plagiados
para llevarlos a las Antillas a venderlos en los mercados de allá,
aprovechando estas discordias entre los conquistadores, se alzaban
en armas donde podían.
Por otro lado, la Audiencia de Santo Domingo, obedeciendo
instrucciones del rey, nombró para gobernador de Honduras
a Diego López de Salcedo. Este nuevo funcionario, en vez de
74 sofonias salvatierra

poner en orden las cosas, las agravó con su conducta arbitraria


y codiciosa. Al llegar a Trujillo a fines de 1526, encarceló a su
antecesor Saavedra y a los amigos de éste, les embargó sus bienes
y los dejó de todos modos. En cuanto a las instrucciones que
comúnmente se daban a todos los conquistadores y a los que
venían a ejercer funciones, de que trataran bien a los indios y los
atrajeran por medios pacíficos, procedió, como todos, de inversa
manera, atentos sólo a procurarse riquezas a todo trance. Quitó
los pueblos de indios a los que los tenían y se los adjudicó a sí
mismo o se los dió a los que lo acompañaban. A la vez, informado
de las riquezas de Nicaragua, la declaró parte de su gobernación.
SALCEDO SE TRASLADA A LEON.– Pedrarias
permaneció en León después de la muerte de Hernández de
Córdoba, atento a las cosas que se sucedían del lado de Honduras.
Envió comisionados a Trujillo a reclamar la obediencia; pero
Salcedo, que pretendía lo mismo de Nicaragua, los encarceló e
inmediatamente salió para León, dejando como teniente suyo a
Francisco de Cisneros. Horripila y entristece toda la crueldad
que Salcedo gastó con los indios en el tránsito. Apoyado en
ciento veinte hombres bien montados, ahorcó, herró y cazó como
animales a los infelices indígenas para venderlos en las Antillas.
Un reguero de sangre y de dolor marcó su camino de Trujillo a
León, a donde llegó en abril de 1527. Pedrarias no estaba allí;
se había ido a Panamá al saber la llegada de su substituto, Pedro
de los Ríos. Este que traería alguna mercadería para vender, y
deseando ampliar sus dominios hasta Nicaragua, se dirigió a León
con el fin de hacerse reconocer. Entre dos falsos pretendientes;
el uno, Salcedo, bien armado, y de los Ríos, sin fuerzas, el
Ayuntamiento rechazó las pretensiones del gobernador de Panamá.
Salcedo entonces obligó a su rival a que saliera inmediatamente
de Nicaragua, lo cual hizo; pero como iba enfermo, se detuvo un
poco en la villa de Bruselas. Sabedor de eso, Salcedo envió a
Andrés Garavito al frente de una fuerza a sacar de allí a Ríos y
a castigar a los que lo habían alojado. Garavito no encontró al
fugitivo gobernador, pero arrasó totalmente la villa. También
supo que por el lado de Trujillo las cosas iban muy mal. Los
compendio de historia de centroamerica 75

vecinos de la ciudad habían depuesto y encarcelado a su teniente


Cisneros. Salcedo envió al Capitán Diego Méndez, con el objeto
de que restableciera el orden. Lo recibieron bien los insurrectas;
pero pocos días después lo encarcelaron y dieron el mando a Vasco
de Herrera, hombre de la peor condición. Hay que decir que el
motivo esencial de estos Ievantamientos y substituciones no era
otro que el de conseguir cada uno la acción preferente sobre los
indios con el fin de quitarles el oro y cazarlos para venderlos en las
Antillas. Herrera realizó una gran cacería y llenó tres barcos con
la carne viviente de los naturales.
PEDRARIAS DAVILA ES NOMBRADO GOBERNADOR
DE NICARAGUA.– LAS CORRERIAS DE MARTIN DE
ESTETE.– Pedrarias, descalificado en la Corte por la ejecución de
Vasco Núñez de Balboa, había sido su substituido por Lope de Sosa
en Ia gobernación de Castilla del Oro; pero al desembarcar Sosa en
Acla, falleció. Los influyentes amigos del justador no lograron, sin
embargo, impedir que el rey nombrara en su lugar a Pedro de los
Ríos; pero por otro Iado, la muerte de Gil González en abril de 1526,
electo gobernador de Nicaragua ofreció a los intrigantes amigos de
Pedrarias la oportunidad de obtener para su protegido, el empleo
que aquel dejaba, y el primero de junio de 1527 fué designado
para que gobernara la provincia naciente de la tierra de los lagos.
Se presentó en León el 24 de marzo de 1528. Reconocidos sus
títulos, mandó encarcelar a Salcedo por haber ejercido la autoridad
fuera de la ley. La prisión de Salcedo se prolongó por siete largos
meses, hasta que por último admitió Pedrarias dejarlo en libertad,
mediante un convenio en que fijaban los límites de sus respectivas
influencias desde el golfo de Fonseca hasta Puerto Caballos. Por
supuesto que estos eran simples límites de conquistadores, porque
jurisdicciones sólo el rey podía establecerlas.
Obedeciendo órdenes del rey, Pedrarias organizó una
expedición bajo el mando de Martín de Estete y Gabriel de Rojas,
con el fin de ver si el gran lago de Nicaragua tenía desaguadero al
Mar del Norte. Estete, de lo que menos se ocupó fué de ir en busca
de lo que después se llamó río San Juan, lo cual no pasó de ser un
simple pretexto para salir en correrías contra los indios. Pasó por
76 sofonias salvatierra

Granada, y allí falseó la cerradura que guardaba eI hierro real, que


era la seña con que legitimaban la esclavización de los indígenas.
Numerosos indios de los llamados tlamemes, llevaban sobre sus
hombros la impedimenta, y para que no huyeran, los ligó por el
cuello con una cadena. Cuando uno de estos desgraciados caía
fatigado, no le quitaban la argolla, sino que le cortaban la cabeza.
MARTIN DE ESTETE AVANZA HASTA EL LEMPA.–
Pedrarias pretendía también que los límites de su gobernación
llegaban hasta el Lempa. Con eI fin de tomar posesión de la tierra, en
1529 envió a Martín de Estete al mando de una fuerza de ciento diez
hombres de infantería y noventa de caballería. El capitán Diego de
Rojas, que pacificaba pueblos de indios por ese lado, quiso detener
a la fuerza invasora; pero fué capturado por Estete. El subalterno
de Pedrarias avanzó hasta San Salvador. El Ayuntamiento de
Guatemala envió un emisario a requerirlo para que saliera de
aquellas tierras que pertenecían a Don Pedro de Alvarado, y que
libertara a Rojas y a sus compañeros. Estete, rechazó con insolencia
el requerimiento. Como el Ayuntamiento de San Salvador se negó
a reconocerIo, Estete se retiró hacia Perulapán, en donde fundó
una población que llamó Ciudad de los Caballeros, y nombró el
acostumbrado Ayuntamiento. Mientras tanto, avanzaban las fuerzas
de Guatemala al mando del capitán Francisco de López. Estete, no
considerándose fuerte optó por retirarse a San Miguel, llevándose
dos indios para venderlos como esclavos. Como el Síndico del
Ayuntamiento que había organizado se opusiera a la salida de los
indios, Estete lo mandó ahorcar. Estos atentados disgustaron a la
tropa que mandaba Estete, y la deserción empezó a tal grado, que a
la hora de enfrentarse a la fuerza de Guatemala, abandonó el campo,
reconcentrándose a León sólo unos pocos.
MUERTE DE SALCEDO Y NUEVOS GOBERNADORES
DE HONDURAS.– Al llegar a Trujillo, Salcedo se dedicó a
verificar nuevas correrías contra los indios; pero a poco murió
en 1530. Designó como heredero de su gobierno al contador
Andrés de Cereceda. Como todo aquello era un juego de intereses
personales, la asonada y el tumulto normaban las actividades
públicas de vecinos. El Ayuntamiento en parte, sostenía que los
compendio de historia de centroamerica 77

poderes de Cereceda no eran legítimos o suficientes y que más


bien le correspondía la gobernación a Vasco de Herrera. Por
fin, la gresca entre los dos bandos que se formaron terminó en
que Cereceda y Herrera ejercerían solidariamente el gobierno,
debiendo distribuirse los indios que pertenecían a Salcedo y no dar
cuenta al rey de lo acordado. Prestaron juramento en solemne acto
religioso los dos gobernadores; pero al salir de la iglesia cada uno
comenzó a conspirar contra el otro. Ambos bandos ocultamente
escribieron al rey, elogiándose a sí mismo y desacreditando al
otro. Aprovechando estas discordias entre los conquistadores,
los indios intentaron nuevas sublevaciones, y aunque Herrera los
persiguió, no pudo vencerlos. En este estado las cosas, surgió otro
candidato, Diego Méndez, alegando que sus anteriores poderes,
los que le confirió Salcedo en León, no estaban revocados, y que
en ese caso él era el legítimo gobernador. Ante la actitud decidida
de Herrera, Méndez se refugió en la iglesia; pero aprovechando la
circunstancia de la partida de un pelotón de españoles a pacificar
indios sublevados, salió con los suyos, y al grito de ¡viva el rey!
asesinaron a Herrera. El otro gobernador se vió obligado a admitir
como adjunto a Méndez. A poco apareció Juan Ruano, el mismo
que militó con Cristóbal de Olid, y concertado con Cereceda,
capturaron a Méndez y lo ejecutaron, lo mismo que a otros de los
que lo habían acompañado.
Díaz más tarde llegó a Trujillo con el título de gobernador de
la Provincia, un sujeto llamado Diego de Albítez; pero no tardó en
morir, dejando a Cereceda con el mando, mientras el rey designaba
al sucesor.
Como los indios no querían trabajar y más bien huían a los
montes, la miseria fué general y a esto vino a agregarse una terrible
peste que los obligó a desocupar Trujillo y trasladar la capital de la
provincia a Naco.
A muchas súplicas y promesas, lograron que algunos pueblo
de indios sembraran cereales. Fundó Cereceda la villa de la
Esperanza. En esos días, por el lado de Occidente apareció un
grupo de españoles comandados por Don Cristóbal de la Cueva
que traía comisión del teniente Jorge de Alvarado de señalar un
78 sofonias salvatierra

ruta conveniente para comunicarse con el Mar del Norte por


Puerto Caballos. Querían los de Guatemala abandonar la vía de
Veracruz o de Goazacoalco. Como siempre, yendo de la Cueva
más allá de su encargo, y aprovechando el disgusto de los colonos
contra Cereceda, pretendió que éste renunciase la gobernación a
su favor; pero Cereceda se opuso decididamente a ese deseo.
LA OBRA DE PEDRARIAS.– Parece demás decir, que el
afán de Pedrarias fué el de enriquecerse a costas de los indios; se
apropió de pueblos enteros y los cazó, como de costumbre, para
convertirlos en dinero en los mercados de Panamá. Su sistema
de gobierno era despótico, sin más consideración que su dominio
personal. Murió en León el 6 de marzo de 1531.
EL GOBERNADOR CASTAÑEDA.– Reclamó la
gobernación de Nicaragua y la obtuvo, con beneplácito de muchos,
el Alcalde Mayor y Contador licenciado Francisco Castañeda.
Inmediatamente el nuevo funcionario, procediendo como todos,
se adjudicó ocho repartimentos. Convocaba el Ayuntamiento a su
casa particular y no le dejaba libertad para deliberar ni para votar.
Cuando pedía dinero o servicios y no se los daban, aumentaba sus
persecuciones. Calculadamente no practicó inventario de los bienes
de la real hacienda. El Ayuntamiento y vecinos que, alegres por la
muerte de Pedrarias, habían escrito al rey elogiando a Castañeda,
tuvieron que hacerlo de modo contrario cuando vieron que su
sistema no era mejor que el del fallecido. Cuando Castañeda supo
que venía para León un juez de residencia, en 1534, se alzó con
todo, hasta con los bienes de difuntos y se marchó al Perú. Dejó la
gobernación al obispo electo, Diego Alvarez de Osorio.
PRIMER VIAJE DE DON PEDRO DE
ALVARADO A ESPAÑA
VIAJE DE DON PEDRO DE ALVARADO A ESPAÑA Y
SU REGRESO.– Se ha dicho atrás que Don Pedro de Alvarado
se fué a México, temeroso de las acusaciones que se le hacían, y
allá, al amparo de la buena situación en que estaba su hermano
Jorge, pues había contraído nupcias con una hija del Tesorero
Alonso de Estrada, no le fué difícil conseguir que se le nombrara
compendio de historia de centroamerica 79

como su teniente en Guatemala, y pensando con buen juicio que


la acusación podía ser elevada a la Corte, a principios de 1527
se embarcó en Veracruz con destino a la Península. Muchos eran
los acusadores de Alvarado que se habían presentado ante el
Consejo de Indias. Sin las pruebas necesarias y consciente de
su culpabilidad, el acusado no fué a defenderse, sino que apeló
a los medios que entonces eran muy seguros. No se sabe si con
el abundante oro americano; o de otro modo, es el caso que Don
Pedro se granjeó la amistad de Francisco de los Cobos, secretario
del Consejo y personaje íntimo de Carlos V, lo cierto es que el
proceso no fué seguido y, al revés del castigo esperado, se le otorgó
el título de Don, se le confirió la cruz de la orden de Santiago,
y en diciembre de 1527 se le nombró adelantado, Gobernador
y Capitán general de Guatemala, con los más plenos poderes.
También se le dió el encargo expreso de ir a buscar las islas de
la Especiería en Asia. Más todavía, se le otorgó la mano de la
noble dama Doña Francisca de la Cueva, protegida del poderoso
Secretario. A mediados de 1528 se embarcó para América. Con él
venían el Licenciado Don Francisco Marroquín, sacerdote, primer
obispo que fué de Guatemala, y los oficiales reales Francisco
de Castellanos (34), tesorero, Francisco de Zorrillo, contador,
Gonzalo Ronquillo, veedor y algunos regidores.
Pero después de haber desembarcado en Veracruz, Alvarado
tuvo la desgracia de perder a su esposa, suceso que influyó en,
no hay duda, en las persecuciones de que fué objeto al llegar a
México, por los enemigos de Cortés, quien en esos días andaba en
España. Se le instruyó un largo proceso, e imposibilitado de irse
inmediatamente a Guatemala, envió poderes a su hermano Jorge
para que ejerciera en su nombre las funciones que traía otorgadas.
Dilatado fué el tiempo, casi dos años, que la justicia retuvo en
México a Alvarado. Los oficiales reales anticiparon su viaje a
Guatemala, y en esos días vino a la misma ciudad el dominico
Fray Domingo Betanzos, que tan buena cooperación prestó en la
defensa de los indios. Por último, Don Pedro salió rumbo a su
(34) Francisco de Castellanos introdujo en esta vez el trigo en
Guatemala.
80 sofonias salvatierra

destino, y el 11 de abril de 1530 se presentó ante el Ayuntamiento


para ser reconocido en la suprema autoridad que decían sus títulos.
DISPOSICIONES DE DON PEDRO DE ALVARADO AL
HACERSE CARGO DE LA GOBERNACION.– Rectificó los
modos con que se habían verificado los repartimientos de las
tierras entre los colonos, con preferencias indebidas. Nombró
al padre Marroquín cura párroco de la ciudad de Guatemala,
en lugar del padre Juan Godínez, que ejercía el cargo desde los
primeros días de la conquista. También envió a Diego de Alvarado
a verificar fundaciones de pueblos en Tezulutlán y en Honduras, y
a Luis de Moscoso al oriente del Lempa, en donde en la región de
Chaparrstique fundó la villa San Miguel.
LOS REYES CAKCHIQUELES PIDEN LA PAZ.– Beleché-
Quat y Ka-hí-Imox, reyes cakchiqueles que hasta entonces se
habían mantenido en armas, cansados de huir en las montañas,
e impotentes para vencer, se ofrecieron de paz a Don Pedro de
Alvarado, quien aceptó complacido. En mayo de 1530 salieron
de su escondrijo con un cortejo de nobles y gran cantidad de su
pueblo, y así entraron en la ciudad de Guatemala. Alvarado los
recibió con manifestaciones cordiales.
EL GOBERNADOR CONTRERAS Y FRAY
BARTOLOME DE LAS CASAS
RODRIGO DE CONTRERAS, GOBERNADOR DE
NICARAGUA.– Era Rodrigo de Contreras un sujeto principal de la
ciudad de Segovia, España, en donde había contraído matrimonio
en 1523 con Doña María de Peñalosa, hija de Pedrarias, la misma
que fué ofrecida por esposa a Vasco Núñez de Balboa. Teniendo
Pedrarias, su suegro, tantos intereses acumulados en Nicaragua,
anticipó gestiones para que Contreras le sucediera en el mando,
lo cual obtuvo mediante sus amigos influyentes en la Corte. En
cédula real el 4 de mayo de 1534 le fueron otorgados los títulos.
En los primeros meses de 1535, acompañado de su esposa y dos
hijos varones (tenía también dos hijas) salió de San Lucár de
Berrameda. El mal tiempo hizo penosa y dilatada la navegación. En
Panamá enfermó y no pudo llegar a León sino a fines de noviembre
compendio de historia de centroamerica 81

del mismo año. En esos momentos, el estado de ánimo de los


colonos era de desesperación; tan amargas decepciones habían
experimentado con todos los gobernadores anteriores, que pedían
al rey que el substituto de Pedrarias no viniese de España, sino que
se escogiese entre los que aquí vivían, o que se pusiese la Provincia
bajo el mando de una de las Audiencias de Indias. “Persona que de
España venga, decían los afligidos vecinos de Granada, aunque sea
un santo destruirá la tierra”. Además, siendo Contreras yerno de
Pedrarias, los odios reinantes contra éste debían dispararse contra
su sucesor. La ciudad de León estaba poblada por ciento cincuenta
vecinos, de los cuales cien eran encomenderos. Las casas eran de
paja y espaciosas; la catedral tenía la forma de una ermita; había
conventos de San Francisco, Santo Domingo y de la Merced. Los
principales productos de la Provincia, después de las minas, eran el
cacao, el algodón, la miel y la cera. Todo el resto del año lo gastó
Contreras en acomodarse y en arreglar sus intereses. Procedió en
seguida al juicio de residencia de Castañeda. Tantos y tan graves
eran los cargos acumulados contra el Licenciado, que hubo de
exhortársele al Perú, en donde gozaba de la protección de Pizarro.
No obtante, perseguido por la justicia, huyó a Tierra Firme, a
donde llegó en un barco cargado de oro y plata. Pero fué reducido
a prisión y enviado a España. Allá, al amparo de sus tesoros, lejos
de ser castigado, ahí no más, el 31 de mayo de 1537, se le nombró
nada menos que Oidor de la Audiencia de Santo Domingo.
Contreras visitó la Provincia con el fin de redistribuir las
encomiendas entre los colonos, y hallando que éstos abusaban
cruelmente de sus indios, dictó algunas ordenanzas para remediar el
mal. Constató que los encomenderos obligaban a hombres y mujeres
a trabajar todo el tiempo, sin cuidar su cultura y cristianización, y que
en vez de usar las carretas como vehículos de transporte, empleaban a
los indios como bestias de carga. Con el fin de aumentar sus haberes,
herraban a los indios para convertirlos en esclavos y venderlos en
Panamá, y el que se negaba a dejarse esclavo, lo azotaban hasta
que confesaba ser de esa condición. Todo esto trató de corregirlo
Contreras; pero en cuanto a sus intereses, halló medio de apropiarse
la mayor cantidad de los pueblos de Nicaragua.
82 sofonias salvatierra

Una de las cosas en que más empeño puso Contreras fué en la


exploración del Desaguadero. Con este objeto organizó una
expedición a las órdenes de Diego Machuca de Suazo; pero con la
experiencia anterior de que estas empresas eran un simple pretexto
para cazar a los indios y convertirlos en esclavos, surgió la
oposición tenaz y decidida de Fray Bartolomé de las Casas. Antes
de seguir adelante, digamos quién era este nuevo personaje.
RASGOS BIOGRAFlCOS DE FRAY BARTOLOME DE LAS
CASAS.– Nació en Sevilla en 1474. Estudió en la Universidad,
de Salamanca, en donde obtuvo el título de Licenciado. Joven
de diez y nueve años, estaba en Sevilla el 31 de marzo de 1493,
Domingo de Ramos, día de la entrada triunfal de Cristóbal Colón
de regreso de su primer viaje. En
1502 vino a las Indias en compañía
de gobernador Obando. En 1510
obtuvo las órdenes sacerdotales, y
aquí en América dijo su Primera
misa. En 1511 pasó a Cuba con el
gobernador Diego de Velázquez,
de quien era consejero. Su primera
profunda impresión de la inmensa
crueldad de los conquistadores,
se la dió Pánfilo de Narváez en la
región de Caonao. Expedicionaban
por ese lado, cuando llegaron a una
ranchería; los indios se agruparon
Fray Bartolomé de las Casas para admirar los caballos y obsequiar
a los viajeros, sin imaginarse siquiera
el terrible plan que contra ellos se fraguaba. A una señal, los
hombres de Narváez desenvainaron sus espadas y se echaron
sobre los indios dando de estocadas a hombres, mujeres, niños,
ancianos; ni aun huir pudieron los infortunados naturales, porque
sus asesinos les habían tomado los caminos para evitarlo. Fray
Bartolomé, que presenciaba la sangrienta escena, no volvía de
su sorpresa, y corría de un lado a otro defendiendo a los indios
y tratando de aplacar el furor de sus compatriotas. Aumentó su
compendio de historia de centroamerica 83

impresión el hecho de haber él llamado de paz y con promesas a


varios caciques de la provincia de la Habana, que habían huido al
acercarse los expedicionarios, Ilamamiento que atendieron para
desgracia suya, porque el pérfido Narváez, cuando los confiados
indios se presentaron, los mandó quemar vivos.
Las Casas había sido favorecido por Velázquez con algunos
repartimientos, los cuales explotaba en sociedad con Pedro de
Rentería, tan generoso como él. Pero, espíritu elevado el suyo,
debía ser iluminado por el rayo celeste, el mismo que hirió a Saulo
en el camino de Damasco. Saulo se convirtió en San Pablo, y el
clérigo Bartolomé de Las Casas pasó a ser para siempre el inmortal
Protector de los indios. Era la época de Pentecostés de 1514;
debía él ir al pueblo de Sagua a decir misa y predicar. Una noche,
meditando sus sermones y estudiando en las Sagradas Escritura,
se detuvo ante los versículos 21 y 23 al 27 del libro XXXIV
del Eclesiastés, e inundado de una clara luz en su conciencia,
comprendió que todas aquellas matanzas, aquellos repartimientos
y aquella esclavitud eran contrarias a los mandatos de la sagrada
Ley. A la mañana siguiente fué a buscar a Velázquez, le reveló
su inquietud y le manifestó su decisión de libertar a los esclavos
y abandonar sus encomiendas. Velázquez trató de disuadirlo,
argumentándole que lo que se hacía con los indios no era pecado,
porque los naturales eran paganos. Rentería andaba en Jamaica en
tratos de la sociedad comercial que tenían, y cuando regresó a Cuba
aprobó la resolución de Las Casas. Desde entonces empezó con
toda energía la prédica del clérigo convertido. Unos no le creían
al principio, pensaban que se trataba de esos modos dobles de ser
cristianos en las palabras y olvidar la doctrina en realidad. Otros le
supusieron loco. La misma locura de Jesús ante los publicanos y
los fariseos, y la de Colón ante los “sabios” de Córdoba. Entonces
comenzó el odio de los conquistadores contra él.
Fué las Casas a Santo Domingo y allí se entrevistó con Fr.
Pedro de Córdoba, prelado de los dominicos, quien le escuchó
con satisfacción y en perfecto acuerdo. Fray Pedro le aconsejó
que fuera a España a exponerle sus quejas al rey Fernando, aunque
sin mucha fe, porque el monarca había entrado ya en negocio de
84 sofonias salvatierra

negros y en directa explotación de minas.


Como era su costumbre, Don Fernando le oyó, y nada más.
También tenía que vérselas con el valimiento poderoso de los
ministros del Consejo, Lope de Cochinillos y Juan Rodríguez de
Fonseca, obispo de Burgos, quienes tenían, particularmente el
segundo, grandes repartimientos, y hacían pingúes negocios con
los conquistadores. Cochinillos le escuchó con calma, no así
Fonseca, de tal manera que, encolerizado por las referencias de Las
Casas, le dijo a gritos: “Mirad que donoso necio; que se me da a
mí y que se le da al rey?” A lo que contestó Las Casas con energía;
“¿Que ni a vuestra señoría ni al rey que mueran aquellas ánimas se
da nada? iOh, gran Dios eterno! ¿y a quién se le ha de dar algo?” Y
salió del despacho, despedido bruscamente por Fonseca.
En esos días, febrero de 1516, murió el rey Don Fernando,
y le sucedió como regente del Cardenal Francisco Jiménez de
Cisneros. También el Cardenal Adriano de Utrech, gobernaba
como adjunto, enviado por el joven rey Carlos, heredero de la
Corona de Castilla, quien estaba en Flandes; Pensó ir hasta
allá; pero la buena acogida que le dieron los dos regentes no
hizo necesario el viaje. Al Cardenal Adriano, como no sabía el
español, se dirigió en latín, y a Cisneros en castellano. Cuando el
adjunto conoció las referencias de las Casas, se dirigió al regente,
y le preguntó “si era posible que tales crueldades se perpetraran
en Indias”. Cisneros, hombre de alta conciencia, contestó que sí,
Inmediatamente dispusieron enviar tres frayles jerónimos a seguir
informaciones, y nombraron a las Casas Protector Universal de
los indios, con todas las facultades y poderes.
Vinieron los tres frayles comisionados a fines de 1516; pero
ya sea por miedo o por cálculo, no supieron llenar su cometido.
Entonces las Casas, que también había venido, resolvió volver
España, en marzo de 1517, a hacerse oír del propio rey Don Carlos.
Propuso, bajo la benevolencia del Gran Canciller Juan Selvagio,
que se regularizara la colonización con el envío, sistemático de
familias labradoras para poblar las Antillas. Al Gran Canciller, que
era íntimo privado del rey, le pareció bueno el proyecto; pero vino a
desvanecerlo la cesión de Yucatán en feudo, que el soberano acababa
compendio de historia de centroamerica 85

de otorgar al Almirante de Flandes, y además, la gobernación de


Cuba. Nada consiguió en concreto, y sólo obtuvo que se anulara la
tal cesión, porque estaban de por medio los derechos del Almirante
Don Diego Colón. Aunque el rey dió la orden de que las Casas
pudiera hacer la propaganda y que la hizo en toda España, y aun
se verificaron los primeros enganches, un Berrío, escudero del
rey, que debía cooperar bajo las órdenes del Protector, puesto en
inteligencia secreta con el obispo Rodríguez de Fonseca, autorizado
por éste modificó sus instrucciones, después de firmadas por el
rey, en la parte que decía “hagáis lo que las Casas os dijere”, por
“hagáis lo que os pareciere”, y se anticipó a enviar por su cuenta,
a espaldas de las Casas, no labradores, sino taberneros, rufianes y
vagabundos, que fueron a fracasar a Santo Domingo. En interés del
obispo Fonseca estaba que no prosperase el plan de las Casas.
Ocurrió que los encomenderos de Cuba dijeron a las Casas
que si les permitían importar una docena de negros de España para
sustituirlos por los indios, abandonarían las encomiendas. Las
Casas aceptó hacer la gestión en la Corte; pero muy en seguida
reflexionó que los negros tenían tanto derecho a la libertad como
los indios. El mismo lo confiesa en uno de sus libros. Los
detractores de las Casas divulgan que el Protector introdujo la
esclavitud negra en América, lo cual es falso de toda falsedad.
Esclavos negros hubo en América desde muchos años antes que
viniera las Casas al Continente.
Las Casas no luchaba solamente con la resistencia del obispo
Fonseca y de los que hacían negocios con los encomenderos y
conquistadores, sino que tuvo que habérselas nada menos que con
un prelado, Don Juan de Quevedo, obispo del Darién. Enterado
el rey de lo que pasaba en las Antillas, y sabiendo de una disputa
personal que sobre estas cosas tuvieron Quevedo y las Casas, quiso
oírlos a los dos, así como también a un religioso de San Francisco
y al Almirante Don Diego de Colón, que allí estaban. Esto sucedió
en Barcelona. Citados en consejo presidido por el soberano, se
ordenó a los cuatro que dijeran libremente lo que tuvieran a bien.
El obispo Quevedo sostuvo que era legítimo esclavizar a los indios,
porque eran paganos y estaban minados por natura; las Casas al
86 sofonias salvatierra

contrario, refirió los horrores que él había presenciado en Cuba, y


usando de una admirable franqueza, dijo que eso no era en gloria
de Dios ni en servicio del rey; el franciscano, en un corto discurso
confirmó en un todo las palabras de las Casas; lo mismo dijo Don
Diego Colón. El obispo Quevedo estaba vencido y las Casas había
ganado la primera gran Jornada en el camino de la humanidad y de
la aplicación de un cristianismo coherente y sincero.
Se permitió a las Casas ensayar en Tierra Firme el
procedimiento de la conquista pacífica; pero fracasó por los
grandes obstáculos que a ella se oponían. Se vino a la Española
a fines de 1520. Todos le resistían en las Indias, menos la
congregación religiosa de los dominicos, que había abrazado la
defenza de los indios. El Protector entonces ingresó a la Orden en
1522. Impotente, se encerró en el convento. De él salió cuando
Pizarro avanzó sobre el Perú. Fué a la Corte en 1530 a suplicar
órdenes expresas en favor de los naturales. Vino con ellas. Pasó a
México; de allí a Guatemala, en donde el Prior lo mandó al Perú,
llegó allá y notificó a Pizarro las reales órdenes en favor de los
indios, y de regreso en 1532 se detuvo en Nicaragua con afán
catequista. Aquí recibió carta del Licenciado Cerreto, Presidente
de la Audiencia de Santo Domingo, en que le urgía su presencia
en la isla. Se fué inmediatamente por Trujillo. Se trataba de traer
de paz al cacique Enrique, lo cual sólo las Casas podía conseguir,
y lo consiguió con sus reflexiones y promesas sinceras.
Volvi a Nicaragua en 1534 con el propósito de ir al Perú.
Se embarcó en el Realejo; pero un fuerte temporal lo obligó a
regresarse. En León estaba organizando conventos y catequizando
indios, cuando a fines de 1535 llegó el sucesor de Pedrarias,
Rodrigo de Contreras, y es así que lo hemos visto oponiéndose a la
expedición que el nuevo gobernador preparaba para la exploración
del Desaguadero.
CONFLICTO ENTRE LAS CASAS Y CONTRERAS.–
Es bien sabido por los que entienden las cosas con juicio recto,
que las expediciones descubridoras eran un pretexto para buscar
oro y matar a los indios, más que de catequización, o que, en el
conflicto, lo primero vencía a lo segundo. Fray Bartolomé de
compendio de historia de centroamerica 87

las Casas tenía la experiencia de los Martín de Estete y mil más


y no quería pecar sobre aviso no resistiendo a que fuera libre la
axpedición proyectada por Machuca de Suazo. Predicó contra
ella, y solamente aceptaba si a él se le nombraba jefe de la tropa.
Una vez que en la capital de la Provincia decía un ardoroso
sermón sobre este asunto, Doña María de Peñalosa, mirando por
sus intereses, increpó a las Casas en plena iglesia, sin importarle
la actitud de desacato y escándalo que asumía. Es que esta dama
colonial dió siempre muestras de llevar en su ánimo los impulsos
violentos apasionados de su padre Pedrarias.
Por supuesto, que la expedición no tuvo buen éxito, porque
muchos de los soldados, atemorizados con los prédicas de las
Casas, quien les decía “que los que iban en dicho descubrimiento
iban en deservicio de Dios Nuestro Señor y en cargo de sus
conciencias”, se negaron a salir. Rodrigo de Contreras hizo
levantar un informativo contra las Casas, ante el reverendo Diego
Alvarez de Osorio, que fué el primer obispo de Nicaragua, quien
procuraba la reconciliación de ambos pero quiso la desgracia que
muriera el prelado en junio de 1536, y el Provisor, que lo era el
Bachiller Pedro García Pacheco, se negó a seguirlo. Además, en
esos días las Casas recibió una carta del obispo Marroquín en que
se le llamaba con propósito de paz entre los conquistados y los
indios. Adelante se referirá esto.
EXPEDICION DE ALVARADO AL PERU
PREPARATIVOS.– A la vez que Alvarado obligaba por
centenares a los indios a buscarles oro y a construir viviendas
para los españoles, los utilizaba por otro lado por millares en los
preparativos de su viaje a las islas de la Especiería, que le había
ordenado el rey. Eligió la rada de Iztapa para preparar la flotilla
expedicionaria. Hizo traer a hombros de indios de uno a otro mar,
anclas, jarcias, cañones; fatiga extraordinaria en la cual murieron no
pocos. Empeñado estaba Don Pedro en esos afanosos preparativos,
cuando Cortés, que se inclinaba a lo mismo, no lo vió de buena
manera y le escribió proponiéndole que hicieran la expedición en
sociedad, a lo cual su antiguo subalterno no quiso acceder.
88 sofonias salvatierra

ALVARADO CAMBIA DE PROPOSITO.– De pronto, la


ambición de Alvarado fué desviada hacia otros rumbos. Le llegaron
noticias de las riquezas del Perú, en cuya conquista andaban los
empeños de Pizarro, Así se le avisó al rey, el cual le reiteró la orden
del viaje a las islas de la Especiería, y lo mismo le dijo la Audiencia
de México. Alvarado, sin embargo, no hizo caso, y siguió con
desesperado esfuerzo, tanto como su ambición de mayor riquezas
le empujaba. El piloto Juan Fernández, que había militado en el
Perú con Pizarro, le informó que la provincia de Quito no había
sido conquistada y ponderaba las extraordinarias riquezas de allá.
El mismo Fernández se ofreció a ser el piloto director de la flotilla
de ocho buques, comprados unos y construidos otros en la rada de
Izpata. La tropa se componía de quinientos hombres de coraza,
cien ballesteros, cien rodeleros y cincuenta escopeteros. Gente de
la principal de Guatemala se alistó en la expedición. Se dice que
ninguna otra armada mejor se vió antes en el Mar del Sur. Dejó en
Guatemala como teniente a su hermano Jorge. Probablemente se
hizo a la vela en los primeros días de Enero de 1534, porque el 20
de ese mismo mes estaba en el ReaIejo.
MARCHA PENOSA DE ALVARADO.– Siguió navegando
hacia el Sur. A poco encontró dos navíos que con doscientos
hombres llevaba Gabriel de Rojas en auxilio de Pizarro. Alvarado
no tuvo inconveniente en hacer buena presa de ellos, y los
incorporó a su expedición. Hombres aquellos, en quienes no
existía la conciencia del derecho, ninguna consideración moral
los detenía, salvo una fuerza mayor. Llegados a las costas del
Ecuador, desembarcó en Puerto-viejo. Una parte de la flota la
despachó a Panamá y a Nicaragua a enganchar más gente, y la
otra, al mando de Juan Fernández, la envió hacia el Sur a explorar
y tomar posesión de todo puerto que encontrase. El, a la cabeza de
su ejército, se internó en el territorio en dirección a Quito, atraído
por las riquezas fabulosas que esperaba. Como buen augurio,
encontraron el pueblo de Jipijapa y allí tal cantidad de oro, que lo
bautizaron con el nombre de pueblo de oro. La marcha era penosa,
y muy grave se volvió cuando ascendían la cordillera de los Andes.
El hambre, el frío las enfermedades y la muerte marcaban con
compendio de historia de centroamerica 89

sepulturas y cruces el camino de los expedicionarios. En esos días


el Cotopaxi estaba en actividad y sus cenizas llevaban la turbación
y la duda a Alvarado y sus compañeros. El sufrimiento de los
infelices indios, que a la fuerza se les había arrancado de su tierra,
sólo es para imaginario.
ACTITUD DE GABRIEL DE ROJAS.– Se ha dicho que la
culpa trae el castigo. Alvarado recibió el suyo por la violencia
con Gabriel de Rojas. Este, después que Don Pedro le tomó las
navíos halló los medios de dirigirse al Perú. Informó a Diego de
Almagro, que estaba en Vilcas, y marchó al Cuzco a darle cuenta
de todo a Pizarro. El Mariscal, que así le llamaban también a
Almagro, se puso en marcha forzada en dirección de San Miguel
de Piura, en donde estaba Sebastián de Belalcazar; pero no lo
encontró porque había salido hacia Quito a ocuparlo. Mientras
tanto, Alvarado avanzaba entre la nieve, el hambre y la muerte.
Sus compañeros morían día a día, y entre los sobrevivientes
angustiados se desvanecía la ilusión de las grandes riquezas que
se prometían alcanzar. Llegó al pueblo de Pasi, y allí constató
que habían desaparecido ochenta y cinco españoles, muertos casi
todos los indios y la mayor parte de los caballos.
ALVARADO SE ENCUENTRA CON ALMAGRO. SU
REGRESO A GUATEMALA.– A poco de proseguir la marcha,
encontró una de las grandes carreteras construidas por los Incas,
y notó huellas de herraduras, lo que le indicó que sus compatriotas
andaban por esos lados. En efecto, Almagro, que con Belalcázar
había ya tomado Quito, se vino al encuentro de Alvarado al frente
de doscientos hombres. Envió unos soldados de avanzada para
inspeccionar los movimientos del Adelantado de Guatemala; pero
fueron capturados por una fuerza que comandaba su hermano Diego.
Don Pedro los trató bien, les manifestó que no llegaba a
pelear, sino a descubrir tierras, los dejó libres y envió con
ellos una carta a Almagro, en que le decía que al llegar allí no
hacía otra cosa que cumplir órdenes del Emperador, que no le
movían propósitos de disgustos con otros conquistadores, y
por último que se dirigía a Ríobamba en donde se arreglarían
amigablemente.
90 sofonias salvatierra

Conociéndose, como se conocían todos, Almagro no creyó


sincero a Don Pedro, y se adelantó a fundar la ciudad de Ríobamba,
con el fin de tener razones superiores contra su contendor.
Después, usando del engaño, envió a tres de los suyos con el
mensaje verbal de felicitar a Alvarado por su llegada, a expresarle
sus sentimientos por lo mucho que había sufrido en la travesía,
que esperaba que sus expresiones de paz fueran verdaderas, tal
como cumplía a un caballero, y le avisaba por anticipado que
Pizarro era el gobernador de aquellas tierras, Alvarado no quiso
contestar hasta que estuviera cerca de Ríobamba. A su vez los
emisarios de Almagro, confundidos con los soldados de Alvarado,
los invitaban a unirse a Pizarro, halagándolos con los grandes
tesoros del Cuzco, lo cual decían, era más cierto que seguir la
aventura del gobernador de Guatemala.
Cuando se acercaba a Ríobamba, Alvarado, ya
desembozándose envió a decir a Almagro, que le despejase el
camino de su conquista. El Mariscal le contestó que aquellos
territorios estaban ya conquistados por Pizarro. Alvarado no
descuidó de hacer entre la gente de Almagro lo que éste estaba
haciendo con la de aquel, sonsacársela. Ambos consiguieron que
algunos se pasaran de uno a otro lado. Uno de los que primero
se pasó a Almagro fué el propio secretario de Don Pedro. Este
resolvió marchar inmediatamente contra su rival, y como principio
de pelea le exigió que le entregara a su secretario desertor, a lo
cual se negó el Mariscal, y le envió a su vez al alcalde de la ciudad
y a un escribano para intimarle en nombre en Dios y del rey no
promoviera disturbios y que se regresara a su gobernación de
Guatemala. Don Pedro se negó, manifestando que lo único que
quería era que se le permitiera comprar lo que necesitaba.
El alcalde le contestó, que si se retiraba una legua, entrarían
en inteligencias amigables, Alvarado no las tenía todas con su
gente, y además comprendía que su entrometimiento allí como
conquistador no era legítimo. También veía que Almagro estaba
dispuesto a batirse con él. Aceptó por último la propuesta del
Mariscal de alojarse con su gente en Ríobamba y que los jefes lo
arreglaran todo en entrevista personal.
compendio de historia de centroamerica 91

Reunidos en conferencia, en compañía de sus principales


oficiales, Alvarado propuso que se formara una sociedad entre él,
Almagro y Pizarro, y que el hijo del Mariscal se casaría con una
hija del Gobernador de Guatemala. A Don Pedro acompañaban
en esta expedición, su mujer Doña Luisa Jicotenga, princesa de
Tlascala, y su hija Doña Leonor. También iban con él su hermano
Gómez y su sobrino Diego, quienes murieron en el Perú.
Almagro contestó que no era posible que hubiera paz en
una compañía de tres. Por fin convinieron en que Don Pedro
se regresaría a Guatemala, dejando a Almagro todo su equipo
y su gente, por una compensación de cien mil pesos en oro que
le daría el Mariscal. Pizarro, que había avanzado del Cuzco en
busca de Alvarado, se encontró con éste en Pachamac, y aprobó
el arreglo concertado con Almagro. Después de alegres fiestas
con que lo agasajó el conquistador del Perú, Alvarado se regresó
a su gobernación acompañado de algunos españoles que se habían
enriquecido con los despojos de los Incas y querían gozarlos en
paz en Guatemala.
ALVARADO RESUELVE IR A ESPAÑA.
SUCESOS EN HONDURAS.
LA AUDIENCIA DE MEXICO MANDA PROCESAR A
ALVARADO.– En abril de 1535 entró Don Pedro en Guatemala y
lo recibieron con muestras de alegría. Pero la Audiencia de México
al saber su regreso envió a uno de sus Oidores, el Licenciado
Alonso de Maldonado, a tomarle residencia y a proceder contra
él, Maldonado llegó a Guatemala en 1536. Pero la reserva que
se quiso guardar no fue lo suficiente para que Don Pedro no lo
supiera y tratara de ponerse en salvo.
ESTADO DEPLORABLE DE LOS COLONOS DE
NACO.– Vino a favorecer a Alvarado la presencia en Guatemala
del Tesorero de Honduras, Diego Gafcía de Cclis. quien
representando a los colonos de esta Provincia; llegaba a suplicarle
que los socorriera contra la mala administración de Cereceda. Este
gobernador, “cuya crueldad excedía de toda prudencia humana”,
según lo dice el cronista Herrera, había colmado la paciencia y
92 sofonias salvatierra

el odio que contra él sentían los vecinos de Naco. Dispusieron


deponerlo, y alzándose con sus cosas se marcharon. A poco de
caminar supieron que cerca, por el camino de Guatemala, venían
unos españoles. Era Don Pedro de Alvarado, a favor de quien
Cereceda mansamente renunció el mando. Aceptó Don Pedro, e
inmediatamente reorganizó el gobierno. Con una parte de su gente
envió al capitán Juan de Chávez a buscar un lugar conveniente
en donde fundar una ciudad entre Guatemala y Puerto Caballos.
Después de mucho vagar por aquellas serranías llegaron “gracias
a Dios” a un sitio llano, y allí fundó la ciudad con el nombre de
Gracias a Dios, la misma que siempre se ha llamado Gracias. Esto
ocurrió en 1536 (35). El feliz hallazgo, después, de ricas minas
de oro cerca de esta ciudad, favorecieron su penoso desarrollo.
También dispuso Alvarado fundar otra en el valle de Sula con
el nombre de San Pedro, lo cual hizo el 27 de junio del mismo
año de 1536. Hecho esto se embarcó en Puerto Caballos para la
Península.
MONTEJO, GOBERNADOR DE HONDURAS.– Por ese
mismo tiempo, había sido nombrado gobernador de Honduras el
Adelantado Don Francisco de Montejo, quien residía en México.
Anticipó a Alonso de Cáceres para que recibiera el cargo en
su nombre; pero el Ayuntamiento de Gracias, organizado por
Alvarado, no quiso reconocerlo. Entonces Cáceres, ayudado por
unos descontentos, redujo a prisión a los munícipes, organizó otro
Ayuntamiento, y éste le dio posesión. Llegado Montejo poco
después, procedió como era de uso corriente, quitando las tierras a
los que las tenían y adjudicándoselas a sí mismo.
FUNDACION DE COMAYAGUA Y MUERTE DE
LEMPlRA.– Por orden de Montejo, el año de 1537, Alonso de
Cáceres fundó la villa de Santa María de Comayagua, y pronto
venció a algunas tribus insurrectas, excepto las que vivían en la
región del Cerquín, en donde gobernaba el cacique Lempira. En
las guerras con los de su raza nadie había podido vencerlo. Sin
(35) Antes de establecerse definitivamente en Comayagua, la seda del
Gobierno estuvo en Trujillo, Naco, Gracias, San Pedro Sula, hasta que en 1573 el
Gobernador Diego de Herrera la fijó en Comayagua.
compendio de historia de centroamerica 93

embargo, cuando se presentó el extranjero, hizo la paz con sus


vecinos y se lanzó resuelto a la defensa de su tierra. Reunió un
gran ejército y se fortificó en un peñol. Alonso de Cáceres marchó
contra él y no pudiendo vencerlo en batalla campal, le puso sitio al
peñol. Las hostilidades se prolongaron por seis largos meses. El
indio indomable hacía salidas constantes en animosas guerrillas
contra los sitiadores, hasta que el conquistador, no pudiendo
reducirlo de frente se acogió al asesinato traidor. Muchas veces
habían los castellanos enviado mensajeros de paz, que el indio
heroico rechazaba. Un día, para terminar de una vez, tramaron un
complot de asesinato contra Lempira. Dos soldados en un sólo
caballo, uno adelante y otro en la grupa, fueron hasta el cacique,
quien confiado los dejó avanzar hasta las rocas que le servían de
pedestal a su glorioso patriotismo. El montado de atrás llevaba
un arcabuz oculto, y cuando estuvo cerca, disparó sobre seguro
y por sorpresa contra el héroe, el cual herido de muerte, cayó
rodando por las peñas de su peñol, para ser la admiración eterna
de la posteridad. Muerto Lempira, sus huestes se desbandaron, y
así el conquistador pudo fácilmente vencerlos y quedar dueño de
toda la región.
SUCESOS EN NICARAGUA
EXPLORACION DEL DESAGUADERO.– Obedeciendo a
órdenes de rey, el gobernador de Nicaragua, Contreras, no desatendió
la exploración del Desaguadero. Por fortuna eran vecinos de la
Provincia los capitanes Alonso Calero y Diego Machuca de Suazo,
quienes resolvieron contribuir con todos sus haberes para alistar
la expedición. Se construyeron dos bergantines, cuatro canoas y
una barcaza, esta última con capacidad para un corral de cincuenta
cerdos, y una cuadra de treinta y seis caballos. Todo esto se
alistó en las islitas que están frente a Granada. Se embarcaron
120 españoles, algunos frayles y más de 300 indios para remeros
y cargadores. El 6 de Abril de 1539 se puso en marcha la flotilla
expedicionaria. Siguieron por el lado oriental del Gran Lago,
sobre las costas de Chontales, una parte de los expedicionarios
por tierra y los otros en las embarcaciones. Así llegaron a la
94 sofonias salvatierra

embocadura del Desaguadero. Poco después de haber empezado


a descender el río el jefe Calero ordenó a su segundo Machuca
que saltara a tierra con 60 españoles, y la mitad de los indios y los
caballos que llevaban, en la inteligencia de que Calero lo esperaría
quince días en aquel lugar. Como Machuca no regresara, Calero
siguió adelante y a los pocos días tuvo la satisfacción de ver desde
lejos, brillando al sol, la vasta masa de agua del océano Atlántico.
Adelantó el bergantín “San Juan” para reconocerlo, y es por esto
que el histórico Desaguadero se llama río San Juan. No pudieron
juntarse Machuca y Calero. Aquel también llegó por tierra a las
costas del mar del sur y se regresó a dar cuenta a Contreras, bajo la
impresión de que Calero había desaparecido.
No fué así. Este capitán al no encontrar a Machuca, después
de haberlo buscado con afán, resolvió dirigirse a Nombre de Dios.
Llegado allá, el diablo de la ambición sugirió al Dr. Robles, Oidor
más antiguo de la Audiencia de Panamá, que encarcelara a Calero
y que celebrara capitulaciones con su yerno Hernán Sánchez
de Badajoz, con el objeto de venir a conquistar los territorios
recorridos por aquel.
MARCHA DE CONTRERAS CONTRA BADAJOZ.– Al
saber el gobernador de Nicaragua la actitud del Oidor Robles,
lleno de indignación artilló unos barcos y marchó a rechazar el
entrometimiento en lo que bajo su mando se había descubierto.
Hernán Sánchez había desembarcado en el río Tarire y llegado a
la región de Talamanca. Allí construyó el fuerte Marbel, al cual
le puso sitio Contreras. Como el intruso Badajoz gastaba malos
tratamientos con los españoles que le acompañaban, éstos se
pasaron al sitiador, y Contreras pudo tomar el fuerte sin disparar
un tiro. El vencedor hizo encarcelar al intruso y enviarlo a España
para ser juzgado. Sin embargo, el gobernador de Nicaragua tuvo
que regresar a Granada, al saber que el rey había desaprobado
lo hecho por el Dr. Robles y a la vez celebrado capitulaciones
con Diego Gutiérrez para conquistar la región conquistada por los
hombres de Contreras. Este nuevo conquistador no hizo nada, y
así quedó por entonces la dominación española, en la que después
fué Provincia de Costa Rica, hasta que la sometió efectivamente
compendio de historia de centroamerica 95

Juan Vásquez de Coronado, según se dirá adelante.


CONTRERAS ES ENVIADO PRESO A ESPAÑA.– En 1542
murió en León el obispo de Nicaragua, Fr. Francisco de Mendavia,
y quedó encargado de la Curia el Deán Don Pedro de Mendavia,
fuerte opositor de Contreras, quien arrogándose facultades que no
tenía declaró vacante el Deanazgo. Tuvo necesidad Contreras de
ir a Panamá, dejando como teniente suyo a su yerno Pedro de los
Ríos, El Deán-Mendavia envió exhorto a la Audiencia de Panamá,
a fin de que en nombre de la Inquisición prendiesen al propio
Contreras por haber allanado la jurisdicción eclesiástica, lo cual
verificó el Tribunal, encerrándolo en las cárceles del Santo Oficio
y ordenándole después que se fuera a España a contestar cargos
Esto ocurría a fines de 1542.
ABUSOS DE PEDRO DE LOS RIOS Y MOTINES EN
GRANADA Y LEON.– Infinitas fueron las correrías que en el
tiempo de su tenencia cometió de los Ríos, dice un historiador,
de tal manera que la Audiencia de Panamá, previa sentencia, lo
destituyó. Entregó el teniente las insignias del mando; pero a la
vez se presentó con gente armada ante el Ayuntamiento, y se hizo
proclamar Gobernador. Su primer acto fué hostilizar al Deán y
a los amigos de éste. El clérigo no se dejó y reuniendo gente
leal capturó a Pedro de los Ríos, y lo encarceló en nombre de la
Inquisición en el convento de la Merced. Esto sucedía en Granada
en la noche del 12 de mayo de 1543. A esta actitud del Padre
Mendavia, respondió en forma más violenta aún Doña María
de peñalosa, que a la sazón residía en esa ciudad. En la mañana
siguiente, la digna hija de Pedrarias convocó a los vecinos, bajo
pena de muerte si no concurrían al convento a libertar a de los
Ríos. Se trabó un combate, en el cual murieron dos frayles. Por fin
el padre Mendavia convino en libertar al preso, bajo la condición
de que no se perseguiría a ninguno. Aceptó Pedro de los Ríos
jurar el arreglo en él ara de la iglesia, pero inmediatamente que se
vió libre encarceló a todos los amigos del Deán, mandó a ahorcar
a cuatro de ellos, haciéndolos cuartos, y al mismo Deán lo mandó
preso a España. Todas estas venganzas sangrientas, repercutieron
en León, en donde los amigos del Padre Mendavia incendiaron
96 sofonias salvatierra

las casas de Contreras. Estos alborotos terminaron cuando el juez


Diego de Pineda, enviado por la Audiencia de Panamá, procesó al
interino Gobernador y lo condenó a destierro y a una fuerte multa.
FRAY BARTOLOME DE LAS CASAS PRUEBA
QUE LA CONQUISTA PUDO HACERSE EN
FORMA PACIFICA
LA TESIS DE LAS CASAS.– El libro más interesante que
escribió el Protector de los indios, es sin duda el titulado De
única Vocationis modo, que comenta el cronista Fray Antonio
de Remesal. Apoyándose las Casas en el antiguo y en el Nuevo
Testamento y en los Padres de la Iglesia, así como en las doctrinas
de los filósofos, sostenía que todas las naciones, cualquiera que
fuera su grado de cultura, estaban predestinadas a recibir la fe
cristiana, más los indios que mostraban tener una índole superior, y
entre la estupefacción y el odio de aquella gente egoísta, sentaba la
tesis verdaderamente cristiana, de que a ningún pueblo se le puede
imponer ninguna fe por la fuerza, sino por prédica y persuasión;
éste es decía, según las palabras de Remesal, el único y sólo modo
que la divina providencia instituyó en todo el mundo, y en todo el
tiempo, para que se enseñase a los hombres la verdadera religión.
Calificaba también de temeraria, injusta perversa y tiránica, la
forma cruel y terrible con que los conquistadores imponían a los
indios una nueva dominación política y una nueva fe religiosa.
LAS CASAS CONVIERTE EN TIERRA DE PAZ LA
TIERRA DE GUERRA.– El Licenciado Maldonado, que
como visitador quedó gobernando en Guatemala en lugar de
Alvarado, cuando éste hacía su segundo viaje a España, era un
hombre, además de ilustrado y comprensivo, de altos y generosos
sentimientos humanitarios. La extensa región que está entre los
ríos Montagua y Usumacinta, más la tierra de los lacandones,
llamada en general Tezulutlán estaba habitada por tribus llenas
de coraje y se mostraban intratables a la fuerza. Varias entradas
de los conquistadores a esa región habían constituido otros tantos
fracasos, El cacique de Zamaneb, ciudad principal y legendaria
de la región, era el jefe del gobierno indígena, y cada vez se
compendio de historia de centroamerica 97

ensañaba más contra lo esclavizadores de su raza. En presencia


de este problema insoluble, el obispo Marroquín, prelado noble y
apostólico, llamó al hombre de la paz sin sangre, al apóstol de la
conquista por la persuasión, a Fray Bartolomé de las Casas, que
estaba en León, como dejamos dicho, disputando con los hombres
de guerra y sangre que comandaba Contreras.
Las Casas exigió que durante cinco años no entrase en esa
región ningún conquistador; que los indios que se sometiesen no
fueran entregados en encomiendas, sino que se les considerasen
vasallos libres del rey. Aceptadas esas bases por el Gobernador
Maldonado, el 2 de mayo de 1537 expidió el correspondiente
decreto. Las Casas entonces, auxiliado por tres religiosos, dignos
discípulos de Cristo, Rodrigo de Ladrada, Pedro Angulo y Luis
Cáncer, lo primero que hicieron fué aprender el idioma quiché
y componer canciones religiosas, las cuales enseñaron a varios
indios de la ciudad, que iban a la que llamaban tierra de guerra
con propósitos comerciales y además les regalaban algunas de
las baratijas de Castilla, para que llamaran más la atención de
los indios rebeldes. Llegados allá, los indígenas comerciantes
exponían su mercancía y cantaban las canciones de los religiosos.
Con este motivo se agrupaba mucha gente y hasta el mismo rey iba
con el objeto de obtener informes. Los comerciantes les pusieron
al tanto de los Padres que les habían enseñado aquellos cantos,
de la vida que llevaban, de su amor sincero por los indios y de
la protección que les prestaban. El cacique de Zamaneb quiso
conocerlos y a invitarlos fué nada menos que el hermano del rey,
con ricos presentes para los frayles. Fray Luis se dirigió a la capital
rebelde, obtuvo buen recibimiento, celebró misa, explicó los
misterios del cristianismo, y logró que el cacique, antes intratable,
se bautizara con el nombre de Don Juan y destruyese sus ídolos.
Pronto se extendió por todas aquellas tierras el aliento de la paz.
El Príncipe Felipe ordenó el 15 de enero de 1548 que a esa región
se le nombrara en adelante la Verapaz, porque ese sí era el modo
de alcanzar la verdadera paz. La República, naturalmente, ha
conservado en ese nombre la consagración de aquel ensayo de
verificar la conquista por medios persuasivos.
98 sofonias salvatierra

EL PAPA VIENE EN AUXILIO DE LAS CASAS.– En


México, como en Centro América y en todas las Indias, cualquiera
razón por absurda que fuese, se tenía como buena para justificar
la conducta que los conquistadores observaban con los indios. En
aquello, que parecía una incomprensible locura, se llegó hasta
negar que el indígena americano perteneciese a la especie humana,
y se decía ésto cuando ya andaban por ahí los descendientes de los
mismos conquistadores, habidos con las indias. Hubo de ocurrirse
al Papa. El obispo de Tlascala envió un memorial a Roma con una
comisión de frayles, exponiendo tan raro caso. Inmediatamente
su Santidad Paulo III, en una Bula expedida el 10 de junio de
1537 declara que los indios son verdaderos hombres y están en
capacidad de recibir la fe cristiana, y calificó de “invención del
enemigo del género humano” la ocurrencia de aquella especie
(36). Las Casas hizo pasar la Bula del latín al español, multiplicó

(36) Así se expresa Paulo III en su Bula:


“De aquí procede que Cristo dijo a los predicadores de la fe cuando los
escogió para este oficio: Id, enseñad a todas las gentes. A todos dijo, sin ninguna
excepción, porque todos son capaces de la doctrina de la fe. Lo cual como fuese
visto y envidiado por el enemigo del género humano, opuesto a todas las buenas
obras, para que no lleguen las gentes a su fin, inventó un medio hasta ahora jamás
oído, con el cual impidiese la predicación de la palabra de Dios a las gentes, porque
no se salvasen, induciendo a algunos de sus allegados que con deseo de darle gusto
no dudan de publicar que los indios occidentales y meridionales y otras gentes que
en estos tiempos a nuestra noticia han venido, se ha de usar de ellos como si fuesen
animales mudos para nuestro servicio, bajo pretexto que no son aptos para recibir
la fe Católica.
“Pero Nos, que aunque indignos tenemos en la tierra el poder de nuestro
Señor y con todas nuestras fuerzas buscamos para traer a su rebaño por estar fuera
de él, las ovejas que nos están encomendadas, considerando que los indios, como
verdaderos hombres, no sólo son capaces de la Fe Cristiana. sino que la apetecen con
deseo, según estamos informados. Queriendo evitar con suficientes remedios tales
inconvenientes, determinamos y declaramos, no obstante lo dicho o lo que haya en
contrario, que los dichos indios y todas las demás gentes que en lo adelante vinieren
a noticia de los cristianos, aunque más estén fuera de la Fe de Jesucristo, que en
ninguna manera han de ser privados de libertad y del dominio de sus bienes, y que
libre y lícitamente pueden y deben usar de su libertad y gozar de ella y del dominio
de sus bienes, y en ningún modo se deben hacer esclavos, y si lo contrario no tenga
valor ni fuerza. Determinamos y declaramos todo por autoridad apostólica, que los
dichos indios y otras gentes semejantes, han de ser llamados a la Fe de Jesucristo
con la predicación de la palabra de Dios, y con el ejemplo de la buena y santa vida”.
compendio de historia de centroamerica 99

las copias y las mandó por todas partes.


LAS CASAS SE DIRIGE A ESPAÑA.– Con motivo de la
celebración en México de un capítulo de la Orden dominica, que
tuvo verificativo en agosto de 1539, los compañeros de las Casas
tuvieron que ir allá y él se dirigió a España, con el fin de gestionar
porque se regularizara con un sistema de leyes el gobierno de las
Indias.
EL ULTIMO VIAJE DE DON PEDRO
DE ALVARADO
A ESPAÑA. SU REGRESO Y MUERTE.
Se ha dicho, que Alvarado se fué a España en 1536, huyendo
del juicio de residencia. Sabía de sobra que en la Corte se arreglaba
todo por otros caminos que los legales. En efecto, emparentado
con su protector, el secretario de los Cobos, en vez de un castigo por
su viaje indebido al Perú, recibió la confirmación de su gobierno
en Guatemala por siete años más, y con el encargo expreso de ir
a la exploración de las islas de la Especiería en el Asia. Además,
mediante dispensa papal, solicitada por el Emperador, se casó con
Doña Beatriz de la Cueva, hermana de su primera esposa Doña
Francisca.
En abril de 1539 estaba de regreso en Puerto-Caballos,
acompañado de más trescientos arcabuceros. A su esposa, que
venía con él, la acompañaban veinte doncellas casaderas, las cuales
esperaban hallar marido en Guatemala. Hizo abrir un camino
hasta la villa de San Pedro Sula, trabajando doscientos hombres,
y se verificó en sólo diez días. Llegado a la villa, el Adelantado,
Montejo, quien estaba en Gracias, lo recibió con despego. Hubo
sus diferencias entre los dos: pero el Licenciado Cristóbal de
Pedraza, primer obispo de Honduras, logró conciliarlos mediante
conceciones recíprocas: Montejo devolvería a Don Pedro la
gobernación de Honduras, y éste en cambio le cedería la de
Chiapas, una encomienda que Alvarado tenía en Suchimilco,
México, y más de dos mil pesos. El rey aprobó este convenio.
ALVARADO LLEGA A GUATEMALA Y PREPARA LA
EXPEDIClON.– El 15 de septiembre del mismo año de 1539
100 sofonias salvatierra

entró Don Pedro en Guatemala. El 16 presentó sus títulos al


Ayuntamiento, y fué reconocido. El gobernador Maldonado, al
saber el regreso de Alvarado, se marchó para México, entre las
lágrimas y la aflicción del vecindario: lágrimas de gratitud por el
buen gobierno de Maldonado y aflicción por la venida del terrible
Don Pedro. Remesal dice que su regreso lo vieron “como los
poyuelos al milado; que se inquietó y alteró toda la tierra, y los
miserables naturales pedían a los montes que cayeran sobre ellos
y los cubrieran, y a la tierra que los recogiese en sus entrañas, para
escaparse de la fuerza del adelantado que los amenazaba”.
Inmediatamente puso en obra en la barra de Acajutla, la
construcción de la flota, que se compuso de trece buques. En
hombros de los infelices indios trajo desde Veracruz, a centenares
de leguas, las anclas y los hierros necesarios, a la vez que otra gran
cantidad de naturales le recogía oro para los gastos que estaba
haciendo. Nombró para teniente de Gobernador en su ausencia, a
Don Francisco de la Cueva, primo de Doña Beatriz.
EJECUCION DE LOS REYES QUICHE Y CAKCHIQUEL.–
Antes de hacerse a la vela varios miembros del Ayuntamiento
manifestaron Don Pedro que dejara dispuesto lo que debía hacerse
con los reyes quiché y cakchiquel, que estaban presos desde hacía
años, sugiriéndole que se los llevase o que hiciere justicia de
ellos. El autor del Manuscrito Cakchiquel dice sencillamente que
Alvarado hizo ahorcar a los dos reyes, más un príncipe de la familia
real. La muy mala hora debe haber pensado el rey cakchiquel, que
es funesto error pedir auxilio a hombres extranjeros con las gentes
de su mismo país, en busca de ilusorias hegemonías. Después de
la partida de Alvarado, el teniente de Gobernador mandó ahorcar
a otros príncipes y nobles de las naciones vencidas, con el fin de
descabezar a las masas indígenas.
ALVARADO VUELVE A CAMBIAR DE PROPOSITO.–
Al principio de junio de 1540 levó anclas en Acajutla la flotilla
expedicionaria hacia el puerto de la Purificación, en la provincia
de Jalisco. En esos días el virrey de México, Don Antonio de
Mendoza, acariciaba el fantástico proyecto de ir a las Siete
Ciudades de Cibola, en donde se decía, que hasta los utensilios
compendio de historia de centroamerica 101

de cocina eran de oro, y propuso al gobernador de Guatemala


la conquista en sociedad de tan rico lugar. Aceptó Alvarado,
y el contrato se firmó por los dos personajes en Tiripitio el 29
de noviembre 1540. El deseo siempre vivo de grandes riquezas
llevaba a aqueIlos hombres a creer hasta en cosas absurdas y a
convertirse en víctimas de las mayores falsedades. Don Pedro iba
a encontrar la muerte en aquella aventura.
MUERTE DE ALVARADO.– Retardó un poco Don Pedro
su regreso a la costa de Jalisco, a donde llegó en junio de 1541,
ya no para ir a las islas de la Especiería, sino para enfrascarse
en una nueva empresa que esperaba le diera mayores utilidades.
El mismo virrey, que según las capitulaciones de Alvarado debía
tener una tercera parte en las ganancias de su expedición a las
islas de las especies, creyó con toda formalidad que la conquista
de las ciudades de Cibola sería mejor negocio que la otra. Ocurrió
que en esos días se habían alzado los indios de Nueva Galicia,
y estaban fuertemente fortificados en el peñol de Nochistlán.
Impotente Cristóbal de Oñate, que era gobernador de la provincia,
para vencer a aquellos bravos indios, pidió auxilio a Don Pedro,
quien pensando que sólo era cosa de espantar a “cuatro gatillos
alborotadores encaramados en los cerros,” dispuso cooperar con
Oñate en el sometimiento de los indios sublevados. No quería
el gobernador empeñar la batalla antes de que vinieran mayores
fuerzas que le mandaría el virrey; pero el orgullo de Don Pedro
no le permitió esa espera, confiando en que él sólo podía dar la
victoria. Las defensas de los indios eran inexpugnables. Don
Pedro quiso tomarlas por asalto; pero al intentarlo, por poco
queda sepultado bajo una inmensa cantidad de piedras que le
arrojaron. Inmediatamente los defensores del peñol descendieron
en dos alas formidables, que obligaron a Don Pedro a ponerse en
retirada. Por un territorio difícil los indios persiguieron a los
españoles en un espacio de tres leguas, hasta que llegados a un
terreno llano, pudiendo maniobrar la caballería, los indios se
detuvieron. Avanzando en la retirada subían una cuesta; un tal
Montoya, escribano de la expedición, poseído de terror espoleaba
su caballo sin cesar, hasta que no pudiendo más el animal, dobló
102 sofonias salvatierra

las patas y rodó hacia bajo, estropeando mortalmente a Don


Pedro que caminaba a pie detrás del escribano. Fué trasladado
a Guadalajara. Sintiéndose que le llegaba la última hora, otorgó
su testamento, dejando como su universal heredera a su esposa
Doña Beatriz, y en lo demás ordenó que el obispo Marroquín y
Juan de Alvarado, tío de Don Pedro, ejecutaran un testamento y
pagaran sus deudas. Murió el 4 de julio de 1541. Otros dicen que
murió el 29 de junio. Algún tiempo después, Juan de Alvarado
trasladó los restos de su sobrino a Tiripitio.
DOÑA BEATRIZ, GOBERNADORA.– Las cartas de aviso
de la muerte de Alvarado fueron recibidas en Guatemala el 29 de
agosto siguiente. El pesar de Doña Beatriz, la viuda, no es para
ponderarlo, No comió ni durmió, todo era lágrimas, gemidos y
gritos. Mandó pintar de negro todas las partes de su palacio, hasta
el techo. Pasados los primeros días de dolor, Doña Beatriz hízo
llamar a su casa al teniente de gobernador, al Ayuntamiento y al
obispo, para decirles, ante el asombro de los concurrentes, que
debían nombrarla gobernadora y capitana generala. Deliberando
por aparte, el 9 de septiembre accedieron a los deseos de la viuda,
y ella a su vez nombró teniente suyo a su primo Don Francisco,
reservándose para sí el reparto de las encomiendas. El acta de la
toma de posesión la firmó ella de esta manera: La sin Ventura. El
obispo opinaba que el sucesor de Don Pedro debía ser el tío de
éste Don Juan de Alvarado.
En 1568, Doña Leonor de Alvarado, hija de de Don Pedro
y esposa de Don Francisco de la Cueva, solicitó permiso para
trasladar a la capilla mayor de la catedral de Guatemala los restos del
Adelantado y los de Doña Beatriz su esposa, que estaban en Ciudad
Vieja, en Almolonga. Así se hizo, y al lado del Evangelio se labró
un sepulcro en que fueron depositados. Cuando se demolió esa
iglesia para construir la nueva catedral, los restos se perdieron, lo
cual indica que con el tiempo los conquistadores venían perdiendo
aprecio en la conciencia de las nuevas generaciones coloniales.
Con fecha 5 de julio del mismo año, el virrey Mendoza dió aviso
de este suceso al obispo Marroquín, al teniente de gobernador y al
Ayuntamiento de Guatemala.
compendio de historia de centroamerica 103

LA DESTRUCCION DE GUATEMALA.– En aquellos días


la ciudad de Guatemala, como si hubiera sido un presagio, la afectó
una serie de males. Las fieras de los montes mataban los ganados;
los perros de presa con que cazaban a los indios, acostumbrados a
alimentarse con carne devoraban los ganados, como los tigres; una
multitud de ladrones y estafadores, tenían en gran desconcierto a
los vecinos, y por último en esos mismos días llovía sin cesar
torrencialmente, hasta que el sábado 10 de septiembre de 1541,
como a las ocho de la noche descendió del volcán vecino una
inmensa masa de agua, arrastrando palos y piedras en dirección
a la ciudad. Un fuerte temblor había ocurrido poco tiempo antes.
La ciudad quedó inundada, las casas arrasadas, y en la oscuridad
de la noche y en el terrible desorden producido por el siniestro,
casi nadie auxilió a nadie. Familias enteras dejaron de existir.
Más de seiscientas personas perecieron en aquella catástrofe. Una
de las primeras víctimas fué Doña Beatriz, junto con varias de
las doncellas que la acompañaban, y Doña Anica, niña de cinco
años, hija de Alvarado. Se salvó Doña Leonor, otra hija de Don
Pedro. Al día siguiente, un cuadro de horror presentaba la ciudad,
cubierta de cadáveres enterrados en el lodazal. Se extrajo de los
escombros de su palacio el cadáver de Doña Beatriz y la multitud
fanática y supersticiosa pretendía que no se le diera sepultura y que
más bien se arrojase a los perros, porque pensaba que la desgracia
había sido en castigo de Dios por su inconformidad por la muerte
de Don Pedro. ¿y por qué no por la codicia y crueldad de todos
ellos? El bueno del obispo Marroquín les desvaneció esa tontería
de gentes primitivas, y se le dió cristiana sepultura al cadáver de
la noble dama.
El día 14 se reunieron los sobrevivientes en cabildo abierto
en la catedral, único edificio que quedaba en mejores condiciones,
con el fin de disponer la traslación de la ciudad a otro sitio más
seguro. Se pensó en el Tianguesillo; pero en una nueva sesión,
el 22 de Octubre, resolvieron construir la ciudad en el valle de
Panchoy.
ALONSO DE MALDONADO VUELVE DE
GOBERNADOR.- La Audiencia de México al saber la catástrofe
104 sofonias salvatierra

de Guatemala, nombró otra vez provisionalmente, gobernador de


Guatemala al Licenciado Alonso de Maldonado. El 17 de mayo de
1542 fué admitido por el Ayuntamiento, no así por el de Gracias,
Honduras, gobernación que, como se sabe, ejercía Don Pedro de
Alvarado. Deseando aquella provincia gobernarse independiente
de Guatemala, nombró gobernador provisional a Diego García de
Celis.
Segunda Parte
DESDE LA PROMULGACION DE LAS NUEVAS LEYES
HASTA LA INDEPENDENCIA.
LA AUDIENCIA DE LOS CONFINES
INSISTENCIA DE LAS CASAS EN SU OBRA
GENEROSA.– Recordamos que Fray Bartolomé de las Casas se
fué para España en 1539. Allá gestionó porque se normalizara
mediante leyes fijas el gobierno de las Indias. Fué oído y aun
consultado para la formación de las llamadas Nuevas Leyes u
Ordenanzas de Barcelona, por haber sido expedidas por el rey en
esta ciudad, el 20 de noviembre de 1542.
LO QUE DISPONIAN LAS NUEVAS LEYES.– Sus
disposiciones eran generales para todos los territorios conquistados.
Había ya una Audiencia en México, otra en Santo Domingo y otra
en Panamá. Ahora creaban otra en el Perú, erigido en virreynato,
y otra en estas provincias del Istmo, que llamaron Reino de
Guatemala, con residencia en Nueva Valladolid, que es la misma
ciudad de Comayagua, pero se instaló en la ciudad de Gracias,
y que por residir entre Guatemala y Nicaragua, se llamó de los
Confines en los primeros tiempos. Esta última se debía componer
de cuatro Oidores letrados, uno de los cuales sería el Presidente,
aunque después lo fué el que ejercía las funciones de Gobernador
y Capitán General. La Audiencia actuaba en nombre del rey, y se
llamaba Real Audiencia.
Este tribunal conocería en vista y revista de todas las causas
civiles y criminales, con apelación ante el Consejo de Indias por
cuantías mayores de diez mil pesos oro. También resolvería
compendio de historia de centroamerica 105

sobre las apelaciones de fallos dictados por los gobernadores


de Provincias. Las leyes que aplicaría este tribunal serían las
especiales de las Cédulas Reales, y las generales de las Cancillerías
de Granada y Valladolid, las leyes de corregidores y jueces de
residencia y las pragmáticas de la monarquía. Podían por propia
disposición residenciar a los gobernadores, oficiales y justicias
ordinarias.
Las Nuevas Leyes ordenaron que las Audiencias cuidaran del
buen trato que debía darse a los naturales; que en lo de adelante
ni por causas de guerra, rebelión o compra se hiciese esclavo a
ningún indio, los cuales debían ser considerados como vasallos
de la Corona de Castilla; también prohibían que se utilizaran sus
servicios contra su voluntad; mandaban asimismo, que los indios
convertidos en esclavos por los conquistadores fuesen puestos en
libertad; se prohibía que se les usara como bestias de carga; se
prohibía bajo pena de muerte, que se les llevase a las mortíferas
pesquerías de perlas, lo cual indica lo espantoso que había sido
este trabajo para los indios; se prohibía a todas las corporaciones
civiles y religiosas y a los particulares, tener indios en encomienda,
y mandaban que los que estuviesen en esa condición fueran
incorporados a la corona real, como vasallos libres.
Estas nuevas leyes, dice Prescott, “de una plumada
convertían en libre una nación de esclavos”; y todo ello debido al
fuerte impulso caritativo y humanitario de Fray Bartolomé de las
Casas.
LAS CASAS ES NOMBRADO OBISPO DE CHIAPAS.–
Queriendo el rey que fuese vigilada la aplicación de las Nuevas
Leyes, nombró obispo de Cuzco, a Fray Bartolomé de las Casas,
y encomendó a su secretario Don Francisco de los Cobos, que se
le suplicase aceptar, a lo cual se excusó el Protector de los Indios,
para que no se creyese que buscaba granjerías. Después por las
mismas razones, el Consejo de Indias pensó lo conveniente que era
nombrar a las Casas obispo de Chiapas, con el propósito de vigilar
el cumplimiento de las Nuevas Leyes en el Reino de Guatemala,
y no fué sino a muchas instancias que el Protector de los indios
aceptó. Fué consagrado en Sevilla el 30 de marzo de 1544. Una
106 sofonias salvatierra

flota de veintiséis barcos salió de San Lúcar de Barrameda el


jueves 10 de julio de 1544. En uno de los barcos venía las Casas
acompañado de muchos religiosos (37). Fué muy mal recibido en
Santo Domingo, al grado que ni por venta ni por obsequio querían
darle comida. Ocurrió, sin embargo, que una mujer piadosa que
había hecho capital y que tenía muchos repartimientos, convertida
a la verdadera doctrina de Cristo por la prédica del Protector,
comprendió que en efecto era pecado mortal la esclavitud de los
indios, e inmediatamente libertó los que tenía.
A fines del mismo año llegó a Campeche en donde lo
recibieron bien; pero al conocer las Nuevas Leyes se alzó contra él
la más tremenda de las hostilidades. Después siguió para Tabasco,
y de aquí a Ciudad Real de Chiapas, sede del obispo.
INSTALACION DE LA AUDIENCIA EN GRACIAS.– No
fué sino hasta diez meses después de expedidas las Nuevas Leyes,
que el rey nombró a los Oidores de la Audiencia de los Confines,
y fueron los Licenciado Diego de Herrera, Pedro Ramírez de
Quiñónez y Juan Rogel. El otro, que debía ser el presidente nato
del Tribunal, era el Licenciado Alonso de Maldonado, en calidad
de Gobernador. La jurisdicción completa de la Audiencia eran las
Provincias de Yucatán, Cozumel, Chiapas, Soconusco, Guatemala,
Nicaragua, Veragua, y el Darién. El Salvador y Costa Rica, no
existían todavía como Provincias constituidas.
Los Oidores que venían de España llegaron a Nueva
Valladolid de Comayagua a principios de 1544; pero el gobernador
Maldonado, que estaba ya en Gracias, les escribió llamándolos a
esa ciudad, en donde le parecía más conveniente que residiera la
Audiencia. Los tres magistrados aceptaron, se vinieron a Gracias y
el 16 de mayo del mismo año se instaló solemnemente el Tribunal.
Tanto éste como los Oidores en particular estaban alojados en
casas de vecinos y en la del cura, por no haber edificios de la
propiedad del rey.

(37) En la misma flota venía para Santo Domingo la virreyna Doña María de
Toledo, viuda de Don Diego Colón, y es muy probable que esa noble señora trajera
los de su suegro el Almirante y los de su marido, con el fin de dado sepultura en la
catedral dominicana.
compendio de historia de centroamerica 107

LA AUDIENCIA ASUME LA GOBERNACION DE LAS


PROVINCIAS.– La primera dificultad que debió remediar la
Audiencia fué la que le opuso Don Francisco de Montejo, quien
poseía en forma de feudo las Provincias de Yucatán, Cozumel,
Chiapas y Honduras, pues las Nuevas Leyes proveían que todas
las Provincias debían caer bajo el dominio de la Audiencia. Se
convino en que Montejo conservase los gobiernos de Yucatán y
Cozumel, sin derecho de administrar justicia.
Desde el momento que se supo en las Indias la expedición
de las Ordenanzas de Barcelona, una protesta indignada surgió
de todas partes, que culminó, por lo menos en el Perú, en una
sangrienta guerra civil. Impulsados por sus ambiciones sin
control, los conquistadores chocaron los unos con los otros y
algunos contra la autoridad del rey. Se asesinaron entre sí, y
a muchos de ellos sus desmanes y atentados los llevaron a los
mayores extremos.
Como la conquista la había verificado el pueblo español, por
sí mismo, por su propia iniciativa y esfuerzo, como un negocio
que creía tener derecho a explotar siempre, no podía concebir la
organización de una sociedad regular en concepto de civilizada y
cristiana, en que los indios fueran considerados como elementos
humanos con derecho a libertad y respeto a sus personas.
Llegaron a decir, que estas tierras conquistadas con su esfuerzo,
les pertenecían y tachaban de ingrato al rey al quitarle en las
Nuevas Leyes lo que pensaban que era una prerrogativa de ellos:
explotar al indio como más les conviniera. No pudiendo descargar
su cólera contra el soberano, lo hacían contra hombre que había
echado sobre sí el cargo trascendental de procurar la ordenación
de la conquista de América en la forma prescrita por la moral
y la fe de Cristo para la vida y bienandanza de la humanidad.
Fray Bartolomé de las Casas fué el blanco de aquellos ataques.
Se le insultó y se le calumnió de todos modos, la invectiva fué
el arma más valiosa; pero afortunadamente, el rey, que sabía a
conciencia todo lo que pasaba en las Indias, no prestó oídas a
los mil memoriales que se le enviaron en ese sentido, antes bien
siguió atento a las sugerencias del frayle Protector. El cabildo de
108 sofonias salvatierra

Guatemala, no se quedó callado y él también elevó sus quejas, que


por fortuna se perdieron en él vacío. Se ha motejado de exagerado
a las Casas. Tantos hechos terribles, históricamente ciertos,
descartaban la exageración; y muchas de sus actitudes violentas,
dejan ver la calidad del temperamento que era necesario tuviera el
hombre que sin otras armas que la palabra evangélica en la boca
y el crucifijo en las manos, tenía que enfrentarse a la conciencia
cruel y egoísta de los Pedrarias, los Alvarado, los Salcedos y mil
más.
LA PRESENCIA DE LAS CASAS EN GRACIAS
EXACERBA LOS ANIMOS.– En los primeros meses del año
de 1545 llegó el Protector a Ciudad Real. Los encomenderos y
esclavistas se alarmaron. Le daban un tratamiento despectivo, y
los frayles de la Merced, que se habían aliado con ellos, desistieron
de su resistencia cuando el Protector les dijo que conservarían
algunas de sus haciendas. Siguió para Gracias, adonde llegó a fines
del mismo año. A su excitativa a la Audiencia para poner en vigor
las Nuevas Leyes en favor de los indios, el Presidente Maldonado
respondió con insultos para las Casas. “Sois un bellaco, le dijo
colérico, mal hombre, mal frayle, mal obispo, y merecéis severo
castigo”. A lo que contestó el ofendido con toda tranquilidad: “Yo
merezco todo eso que V.S. dice, señor Licenciado Maldonado”,
Este gobernador en verdad era “buen hombre, según lo informó
al rey el obispo Marroquín, pero era muy remiso; no era nada
cuidadoso ni vigilante, ni se le daba mucho por la república”. Tal
vez deseaba la ejecución de Las Nuevas Leyes; pero no quería
malquietarse con los encomenderos ni sufrir el terrible ataque
de éstos, que el Padre de las Casas, en cambio, desafiaba con el
valor cívico con que hombre alguno, quizá, haya jamás defendido
los fueros de la humanidad, tan admirablemente contenidos en
la doctrina cristiana. Además, en Gracias estaba el Adelantado
de Yucatán Don Francisco de Montejo, que tenía numerosas
encomiendas, con una de cuyas hijas acababa de contraer
matrimonio y esto debilitaba la acción del Gobernador. Al fin
consiguió fray Bartolomé que la Audiencia enviara un Oidor a
inponer las disposiciones reales en Ciudad Real.
compendio de historia de centroamerica 109

Cuando llegó a Gracias, ya estaba allí el obispo Pedraza de


Honduras y el electo de Nicaragua Fray Antonio de Valdivieso, que
iba a consagrarse. Poco después llegó también obispo Marroquín.
Los tres primeros de estos obispos se presentaron ante la
Audiencia, pidiendo que cesaran los abusos cometidos con los
indios, uno de esos el de alquilárselos entre sí los encomenderos
como si fueran bestias. Todas estas exigencias en cumplimiento
de su deber, convertían a las Casas en blanco de los odios y la
descortesía con que se le trataba, a tal grado que el gobernador
Maldonado tuvo una vez que pedirle excusas por uno de tantos
modos ofensivos usados por él contra el Protector. Hasta los
religiosos lo insultaban, y uno desde Guatemala le escribió
llamándolo “traidor, enemigo de la patria y de cristianos que
vivían en estas tierras, favorecedores de indios idólatras, bestiales,
pecadores y abominables”, amenazándolo con llevarlo amarrado
al Perú y entregarlo a Gonzalo Pizarro, que en esos días estaba en
plena rebelión. Por fin las Casas se fué a Ciudad Real, y de aquí
en 1547, para España, de donde no volvió más.
LA REBELION DE CONTRERAS
RODRIGO DE CONTRERAS SE OPONE A LAS NUEVAS.
LEYES.– Se ha dicho que Contreras fué enviado preso a España
por el Tribunal del Santo Oficio de Panamá. Ya en la Península
consiguió que lo dejaran libre, y trabajó desesperadamente porque
siquiera se modificaran sus nuevas disposiciones del rey en cuanto
al gobierno de las indias. Nada pudo conseguir en ese sentido,
y dispuso regresar a Nicaragua, a donde llegó en abril de 1554.
Al posesionarse nuevamente de la gobernación quiso procesar
a los que habían incendiado sus casas o eran sus enemigos. La
amenaza de éstos de pedir a la Audiencia de los Confines un juez
de residencia, paró su intento. La oposición contra Contreras era
muy fuerte entre los vecinos. Antes de que la Audiencia asumiera
directamente la gobernación, Contreras traspasó clandestinamente
a sus parientes y servidores íntimos las numerosas encomiendas
que poseía. Además, en los mismos días que Contreras vino de la
Península llegó a León el electo obispo Fr. Antonio de Valdivieso,
110 sofonias salvatierra

dominico, cuya acción fué en apoyo de las Nuevas Leyes. Desde


luego, los Contreras reaccionaron contra el obispo en forma
de odio mortal. La Audiencia envió sin tardanza como juez de
residencia, al Licenciado Diego de Herrera, Oidor del Tribunal.
Llegó a León el 11 de junio de 1544, e inmediatamente abrió el
juicio contra Contreras. De las acusaciones recibidas y de las
averiguaciones del juez se vino en conocimiento que Contreras
poseía las tres cuartas partes de la Provincia, que sus encomiendas
eran infinitas, que a todas las autoridades las tenía de su mano, y
así podía ejercer una tiranía ilimitada, con la reagravante de ser
demasiado rencoroso y codicioso. Se constató, que de 600 mil
indios que había antes, no quedaban más que 70 mil. Apenas
fallada la causa, Contreras, bien recomendado por el arzobispo
de Sevilla, consiguió que el Presidente de la Audiencia llamase al
Oidor Herrera, dejando a la Provincia a merced de sus venganzas;
porque aunque no actuaba como gobernador, los hombres del
Ayuntamiento casi todos eran sus familiares o parciales. El juez
de residencia sentenció a destierro a Contreras, y a toda su familia,
y a pagar una multa. Pedro de los Ríos, de la misma manera, fué
sentenciado a destierro; pero éste no esperó al juez, consciente de
sus innúmeros delitos, y, de la misma manera que Castañeda, se
había fugado con anticipación.
Contreras se presentó a la Audiencia oponiéndose al fallo
del juez residenciador, y el Tribunal le contestó que mejor se
fuera a España a defenderse ante el rey, en efecto, para allá se
encaminó, en 1548, dejando en Granada a Doña María y sus dos
hijos mayores, y llevándose a sus otros hijos menores, uno de los
cuales murió en el camino.
EL ASESINATO DEL OBISPO VALDIVIESO.– Llegado a
España Contreras movió todas las influencias que le eran propicias
a fin de que el rey le devolviese la gobernación de Nicaragua y las
encomiendas que poseía. No pudo conseguirlo, prevenido como
estaba el monarca por los informes de todos, especialmente del
obispo, y en los primeros días del año de 1550, Doña María recibió
carta de Don Rodrigo en que le comunicaba su fracaso. Como
es de imaginarse, conocido el temperamento de los Contreras, la
compendio de historia de centroamerica 111

cólera y las lágrimas se apoderaron de la señora, y de Hernando


y de Pedro la rabia más desenfrenada. Estaban en Granada unos
revoltosos del Perú, entre ellos Juan Bermejo y Rodrigo Salguera,
con quienes se concertaron los Contreras para levantar la rebelión
y asesinar al filantrópico obispo. No es extraño que Doña María
animara a sus hijos en propósito tan negro. Después de recoger
armas y reclutar descontentos, dejando en Granada a Pedro,
Hernando se dirigió a León a la cabeza de aquellos forajidos.
Llegados allá, los conjurados se esparcieron por la ciudad para
tomar medidas, y Hernando, desde la casa que allí tenían sus
padres, se entendió con un lego dominico, renegado, Pedro de
Castañeda, que había desertado de su convento de Granada y
andaba sin hábito buscando las mismas aventuras.
A poco llegó armado el lego Castañeda, y juntándose a
Hernando, Bermejo y demás conjurados, salieron para la casa del
obispo. Esa mañana el prelado había predicado, y recogido en
su aposento se distraía jugando ajedrez con un frayle dominico.
Bermejo, y el resto de la pandilla se quedaron vigilando en la
calle, y Hernando, el lego renegado y un mestizo, hijo de un
vecino de León, llevando desnudas las espadas penetraron en
las habitaciones del obispo. Acometió contra el prelado el feroz
muchacho y lo mató a estocadas sin darle tiempo de huir, pues
la sorpresa fué completa. Salidos a la calle los conjurados
aclamaron a Hernando, llamándolo Príncipe Contreras, Capitán
de la Libertad y allí no más lo declararon Príncipe de Cuzco, Rey
del Perú. Saquearon las cajas de la real hacienda y las de la casa
del obispo. Hernando envió a su hermano la espada sin limpiar la
sangre, como una prueba de que su venganza estaba consumada.
En seguida se dirigieron al Realejo, en donde se apoderaron de
un galeón, una fragata y una carabela, más una fragata que en
ese momento, cargada de mucha provisión, pasaba por el puerto.
Estimulados por las dádivas y las esperanzas de mayores riquezas,
los tripulantes de esos barcos se incorporaron a los revoltosos.
Hernando envió a Bermejo y a Salguera a tomarse Granada, y él se
quedó guardando los barcos en el Realejo, para después juntarse
todos en Nicoya.
112 sofonias salvatierra

En Granada ya tenían noticias del crimen cometido, y


estaban prevenidos para la defensa. No resistieron mucho los de
la ciudad. Bermejo impuso contribución forzosa a los vecinos
e inmediatamente envió a Salguera a tomar Nicoya, en donde
incorporaron sesenta hombres más, y él, acompañado de Pedro,
se regresó al Realejo.
El punto de vista de aquella gente desalmada era el Perú; pero
viéndose suficientemente fuertes, decidieron tamarse Panamá.
Tuvieron noticias de que el Presidente Gasca, que venía, del Perú,
había salido hacía poco para Nombre de Dios, llevando una gran
cantidad de oro y plata. Al punto Hernando destacó una partida
bajo el mando de Salguera en persecución de Gasca, y él con
Bermejo avanzó sobre Panamá, ciudad que tomaron por sorpresa,
a pesar de lo cual los vecinos tuvieron tiempo de esconder las
armas. Recogido todo el oro en un riguroso saqueo, a la mañana
siguiente, Hernando salió con sesenta hombres en seguimiento del
Presidente Gasca, y Bermejo le seguirá después. Pedro quedó
comandando los barcos.
Al dejar de esta manera libre a Panamá, los vecinos todos
se reunieron en la casa del obispo, organizaron una fuerza de
más de trescientos hombres y enviaron correos rápidos con
avisos a Nombre de Dios. Incorporaron a los negros esclavos,
bajo la promesa de darles libertad y gratificarlos bien. Tuvieron
noticias los de la ciudad, que Bermejo venía de regreso. Entonces
decidieron ir a su encuentro. El combate se libró con suerte varia,
quedando al fin vencidos completamenta los facciosos. Salguera
y Bermejo murieron en la refriega y ochenta, más de los suyos;
los otros cayeron prisioneros. Conducidos a Panamá, una parte
de estos desgraciados fueron atados a unos postes en la casa del
gobernador, en donde, en el momento que comían los vencedores,
el Aguacil Mayor y tres negros fueron a matarlos a puñaladas,
sin que los comensales se sintieran perturbados en presencia
de aquella escena horrorosa y de los alaridos que daban los
ajusticiados. Los demás prisioneros fueron ahorcados de diez en
diez en las afueras de la ciudad. En cuanto a Pedro que guardaba
la flota huyó al ser perseguido por los leales al rey, logró, saltar a
compendio de historia de centroamerica 113

tierra y se internó en la montaña con el lego renegado, en donde


se piensa perecieron a manos de los indios. Hernando a su vez,
al saber la derrota de Bermejo, huyó por el camino de Natá, y se
le encontró, sagún parece, ahogado en una cienaga. El sombrero
y otras prendas que le eran conocidas, halladas junto al cadáver
permitieron identificarlo. Le cortaron la cabeza y la exhibieron en
una plaza de Panamá.
DOÑA MARIA DE PEÑALOSA FUE PROCESADA.– EI
presidente Gasca hizo levantar una sumaria en que con deposición
de testigos se hiciera constar los detalles de la rebelión y los
comprometidos en ella. Una de las personas sindicadas en la
sumaria fué Doña María de Peñalosa, denunciada por los que
habían llegado de Nicaragua a Panamá con cartas de los Alcaldes
de Granada, Por su parte el Licenciado Cerrato, Presidente
de la Audiencia de los Confines, envió a Nicaragua como juez
pesquisidor al Licenciado Pedro Ramírez de Quiñones, Oidor del
Tribunal. El juez levantó un largo proceso, en que se comprobó la
culpabilidad de Doña María en los actos criminales de sus hijos,
y dictó sentencia en su contra. Elevada la causa en apelación a la
Audiencia las poderosas influencias de los Contreras consiguieron
que la sentencia del juez fuera revocada en resolución del 6 de
febrero de 1553.
LOS CONTRERAS SE TRASLADAN AL PERU.–
Recordamos que Rodrigo de Contreras andaba en España gestionando
que le devolvieran la gobernación y las encomiendas. Esto hacía en
la Península cuando sus hijos ejecutaron los desaguisados que han
sido referidos. Dispuso regresarse a América. Al llegar a Panamá
fué informado de todo, y cuando arribó a Nicaragua, pudo quizá
convencerse de que la soberbia, la ira y la codicia, más en el grado
violento usado por él y su mujer, y en cuyo medio crecieron sus
hijos, no trae sino desastres muchas veces irreparables.
Rodeados en Nicaragua de terribles odios, aunque con la
influencia oficial que su posición les ofrecía, pensaron que lo mejor
era trasladarse al Perú, en donde poseían cuantiosas riquezas,
porque por todos lados habían acaparado tesoros, esos que en
América los conquistadores les habían quitado a los indios. Tan
114 sofonias salvatierra

consideraban mejor su vida en América esos señores castellanos,


que los Contreras en vez de regresarse a sus hogares de Segovia,
en donde estaban sus hijos y sus mansiones solariegas, entendían
que su existencia era más regalada aquí que allá. En Lima
gozaron de los beneficios de su alta posición y de sus haberes. Se
entroncaron con familias de allá, donde todavía hay descendientes
de los Contreras. En la ciudad de los Reyes acabaron sus días
estos personajes, moralmente desgraciados. Don Rodrigo murió
en 1558 y Doña María el 25 de Mayo de 1573.
NICARAGUA ES GOBERNADA POR ALCALDES
MAYORES.– Después del alzamiento de los Contreras, Nicaragua
fué gobernada por Alcaldes Mayores, hasta en 1565, que fué
nombrado gobernador Alonso de Casaos. Exceptuando a uno que
otro, entre ellos al Licenciado Juan de Cavallón, quien debeló la
facción de Juan Gaitán, quien quiso repetir el acto de los Contreras,
y Juan Vásquez de Coronado, todos los demás fueron como la
generalidad de los conquistadores, concusionarios y explotadores
sin conciencia. De la misma manera, con motivo del asesinato del
obispo Valdivieso, la sede de León estuvo vacante por varios años,
hasta que vino a ceñirse la mitra el Licenciado Lázaro Carrasco.
Este Prelado a la vez tuvo serios disgustos por las exacciones de
los Alcaldes Mayores.
LA AUDIENCIA FUE TRASLADADA A GUATEMALA.–
En 1547 el Licenciado Alonso López de Cerrato sustituyó en las
funciones de Gobernador y Capitán General y Presidente nato
de la Audiencia, al Licenciado Alonso de Maldonado. El nuevo
funcionario obtuvo del rey autorización para trasladar el Tribunal
a Guatemala, por ser esta ciudad de mejores condiciones, lo cual
se verificó en 1549.
SE RESTABLECEN LOS GOBERNADORES EN
HONDURAS.– Al trasladarse la Audiencia a Guatemala, se
restablecieron los Gobernadores en Honduras, siendo nombrado
en 1552 Juan Pérez de Cabrera. Pero la misma Audiencia gestionó
y obtuvo del rey que así como en Nicaragua, en Honduras sólo
hubiera Alcaldes Mayores, y se nombró a Pedro de Salvatierra
para que ejerciera esta función, Después, siguiendo el rey el mismo
compendio de historia de centroamerica 115

procedimiento que en Nicaragua, restableció en Honduras los


Gobernadores y nombró con este cargo a Alonso Ortíz de Elgueta.
EL PRESIDENTE CERRATO FAVORECE LA LIBERTAD
DEL INDIO.– Ya en su nueva residencia, el Presidente Cerrato se
ocupó de llevar adelante el cumplimiento de las Nuevas Leyes en
cuanto a la libertad del indio esclavizado. Envió un comisionado
a Chiapas, en donde los encomenderos resistían a esta medida
humanitaria. Por lo pronto se sometieron, y el indio se libró del
sambenito infamante de la esclavitud. Aunque, por otro lado, sin
llamarlos esclavos, los colonos los obligaban, encerrados en un
corral, a hilarles las telas, trabajo que verificaba como tributo a los
encomenderos.
EL DR. SEPULVEDA SE OPONE A LA TESIS DE LAS
CASAS.– Recordamos, que Fr. Bartolomé de las Casas, hostigado
por los conquistadores y bajo terribles acusaciones que incluían
denuncias de rebelión de parte del Protector contra la Corona se fué
para España en 1547. Allá el Consejo de Indias le exigió que no en
forma verbal, sino escrita, expusiera la tesis que sostenía. Conocida
por el Consejo la exposición que presentó, fué aprobada. Entonces
sus impugnadores, apelaron al Doctor Juan Jinez de Sepúlveda,
hombre doctísimo, de gran prestigio intelectual e historiador que
era de Carlos V. Sepúlveda salió al frente de Las Casas y escribió
un libro en que sostenía que lo hecho por los conquistadores en
América era legítimo, esto es, imponer por la fuerza a los indios
un nuevo dominio político y otra creencia religiosa, precisamente
contrario de lo que sostenía Las Casas. El rey no creyó conveniente
y sí perjudicial para el honor de España que se imprimiese el libro de
Sepúlveda, y lo prohibió. La controversia fué larga y apasionada, y
en ella intervinieron los hombres más doctos y de más alta posición
en los dictámenes de la Corona. Las argumentaciones del Protector
se apoyaban en la Bula del Papa Alejandro VI, cuando autorizó a
los Reyes Católicos para cristianizar a las naciones de las tierras
descubiertas por Colón; también le servían de base el Antiguo y
Nuevo Testamento y los Padres de la Iglesia.
Admira la claridad espiritual con que Las Casas interpreta y
aplica la filosofía cristiana, tan sencilla para los corazones normales
116 sofonias salvatierra

en sus finalidades humanitarias. Las Casas obtuvo entonces un


nuevo triunfo que vino a consolidar el concepto de que el indio
americano era libre y apto para ser incorporado como sujeto
espiritual a los sistemas superiores de la civilización cristiana.
LA AUDIENCIA ES TRASLADADA A PANAMA
Y DE AQUI VUELVE A GUATEMALA. ULTIMOS
SERVICIOS PRESTADOS POR LAS CASAS.– Castigando faltas
de los Oidores, el rey dispuso en 1563 el traslado de la Audiencia
a Panamá, con jurisdicción sobre Veragua, Honduras y Nicaragua.
A Guatemala la ponía bajo la jurisdicción de la Audiencia de
Nueva España. Tan absurda medida originó un reclamo general
de la opinión. Solicitado el Concurso de Fr. Bartolomé de las
Casas, a fin de conseguir la rectificación del rey, el venerable
sacerdote, que residía en Toledo, no obstante sus noventa y dos
años, se trasladó a Madrid a cumplir con el encargo, y obtuvo la
promesa de restablecer la Audiencia en su antigua sede, lo cual fué
acordado en 1568 y llevado a cabo definitivamente en 1570.
MUERTE DE FRAY BARTOLOME DE LAS CASAS.– De
su viaje a Madrid a gestionar en favor de la Audiencia de Guatemala,
Las Casas no regresó. Enfermó y pronto falleció a fines de julio
de 1566. Así se alejó del mundo este hombre nobilísimo, cuya
infatigable vida fué de servicio a la humanidad. En América está
grabada en forma indeleble en la conciencia agradecida de todas
las generaciones la obra de este abnegado apóstol de la doctrina,
cristiana cuyo ideario libertador se anticipa a marcar orientaciones
a la cultura americana que se está formando. Pocas vidas como la
de este frayle singular se presentan con mayor interés en toda la
historia de la cristiandad.
CONQUISTA DEFINITIVA DE COSTA RICA
PRIMEROS INTENTOS.– Si descontamos la exploración
que verificó el Almirante en su cuarto viaje, sobre las costas de
Centroamérica, incluso Costa Rica, en 1502; lo mismo que la
expedición de Diego de Nicuesa por las tierras del Escudo de
Veragua en 1509. También del fracaso de Rodrigo de Contreras,
compendio de historia de centroamerica 117

detenido en su propósito conquistador de esa región por el intruso


Hernán Sánchez de Badajoz; y el de Diego Gutiérrez, muerto
cuando entraba en aquellos territorios con las armas en la mano,
en los años de 1540 a 1544. La verdadera conquista de Costa Rica
fué iniciada por el Licenciado Juan de Cavallón y el clérigo Juan
de Estrada Rávago, y consumada por el Licenciado Juan Vásquez
de Coronado.
EXPEDICIONES DE CAVALLON, ESTRADA RAVAGO
Y JUAN VASQUEZ DE CORONADO.– Gobernaba Nicaragua
como Alcalde Mayor el Licenciado Ortiz de Elgueta, el cual
había sido comisionado para conquistar en la región de Costa
Rica. Como no tuviera efecto, la Audiencia de Guatemala nombró
para verificarla al Licenciado Juan de Cavallón, que ya había
sido nombrado Alcalde Mayor de Nicaragua. Cavallón estaba
en Guatemala y con alguna gente y elementos necesarios vino
a Nicaragua, en donde concluyó sus preparativos. Con él vino
también el clérigo y ex religioso de San Francisco, Juan de Estrada
Rávago, y dispuso cooperar en la empresa con su persona algunos
miles de pesos que tenían recogidos. Estrada Rávago organizó un
fuerte pelotón expedicionario y en dos bergantines y varias canoas,
zarpó de Granada para salir al Mar del Norte por el Desaguadero,
en el mes de octubre de 1560. Llegó a la bahía de Almirante y
fundó una villa que Ilamó Castillo de Austria, con su respectivo
Ayuntamiento. La falta de víveres lo obligó a trasladar la colonia
al río Suerre, en donde, no más afortunado, resolvió regresarse a
Granada por la vía del Desaguadero y el Gran Lago.
Cavallón salió de Granada y se dirigió a la conquista de Costa
Rica por el lado de Nicoya, en enero de 1561, en compañia de
noventa españoles y varios negros, llevando una buena cantidad
de ganado caballar, vacuno, porcino y caprino. En un valle que
llamó Landecho, fundó la villa de los Reyes de Landecho, sobre
el golfo de Nicoya. En el valle de Mata Redonda, o sea el lugar
llamado la Sabana, cerca de San José, hoy capital de Costa Rica,
fundó la ciudad del Castillo de Garcí Muñiz. La obra de Cavallón,
verificada en forma atractiva y pacífica, fué interrumpida en 1562
por haber sido promovido por el rey a Fiscal de la Audiencia
118 sofonias salvatierra

de Guatemala. Al regresar, dejó como su teniente de Alcalde


Mayor en Garcí Muñiz, al Padre Juan de Estrada Rávago, que ya
se le había incorporado después de su fracaso al lado del Norte.
Cavallón pasó poco después a México con el mismo cargo de
Fiscal de la Audiencia de allá, y falleció en 1565.
Para sustituir a Cavallón, la Audiencia nombró Alcalde Mayor
de Nueva Cartago o Costa Rica, al Alcalde Mayor de Nicaragua,
Licenciado Juan Vásquez de Coronado. Salió a su destino el 26
de agosto de 1562, por el lado de Nicoya, y llegó al puerto de
Landecho el 10 de septiembre. De aquí se dirigió a la villa de los
Reyes, y en seguida a Garcí Muñiz. De esta villa, las actividades
de Vásquez de Coronado irradiaron por todas partes, llamando
de paz a los indios y sometiendo a aquellas tribus con los lazos
de una atracción sincera, tal como lo quería Fray Bartolomé de
Las Casas. La conquista de Costa Rica es la que menos sangre
humana costó y es la que comparece en la historia como un adorno
de la España hidalga, y no como una vergüenza. Es que Cavallón,
Estrada Rávago y Vásquez de Coronado no eran ni los Alvarados,
ni los Pedrarias, ni los López de Salcedo. Vásquez de Coronado
fundó Cartago con su respectivo Ayuntamiento. Se paseó por
todo el territorio de Costa Rica, y en 1564, de acuerdo con el
cabildo de Cartago, dispuso ir a España. Fué bien recibido por el
rey, y en premio de sus buenos servicios lo nombró Gobernador
de Nicaragua y Costa Rica, y le dió el título de Adelantado de
esta última Provincia. En octubre de 1565 salió de San Lúcar
de Berrameda con destino a su gobernación; pero naufragó en la
travesía y nunca más se supo de él. Así concluyó la noble vida de
Juan Vásquez de Coronado, que tan gratos recuerdos ha dejado en
la historia de Centroamérica. Sin ese naufragio, es fuera de duda
que el primer Gobernador de Nicaragua, después del atentado de
los Contreras, hubiera sido aquel ilustre conquistador.
ORGANIZACION POLITICA DEL REINO
DE GUATEMALA
DIVISION DEL TERRITORIO.– Comprendía el Reino de
Guatemala las Alcaldías Mayores de Chiapas y San Salvador, y las
compendio de historia de centroamerica 119

Provincias de Guatemala, Honduras y Nicaragua y el gobierno de


Costa Rica. Las dos primeras estaban gobernadas por un Alcalde
Mayor, las tres últimas cada una por un Gobernador, y Guatemala
por el Capitán General. Había subdivisiones que se denominaban
Partidos y Corregimientos. Los Gobernadores tenían funciones
privativas y se comunicaban directamente con el rey, el cual les
daba un carácter propio en la vida y negocios de la Provincia;
aunque la Audiencia era la autoridad suprema en todos los ramos
de la administración, y sobre ella sólo estaba el Consejo de Indias
y el rey. El período de los Gobernadores era de cinco años. El
Capitán General como jefe supremo del Ejército, gobernaba
en los castillos y plazas militares que llamaban presidios. Esta
organización se conservó más o menos así, hasta que Carlos III le
dió una nueva forma en 1787, con la creación de la Intendencias.
EL CAPITAN GENERAL Y LA AUDIENCIA.– En lo militar,
el Capitán General, como hemos dicho, era el jefe supremo de
las milicias del Reino, y en la Audiencia era el Presidente nato
del Tribunal. La Audiencia administrada en lo judicial, en lo
político, en lo económico, en lo militar y en ciertos casos hasta
en lo eclesiástico, en virtud del Patronato Real. Sus fallos y
disposiciones eran apelables ante el Consejo de Indias y objetables
ante el rey. El período de los Oidores, que así se llamaban los
magistrados que integraban el Tribunal, era de ocho años por lo
regular, lo mismo que el de Capitán General, y el sueldo varió
según los tiempos. En el último siglo este funcionario ganaba
ocho mil pesos anuales, y los Oidores de tres a cuatro mil pesos.
Al cesar en sus cargos, o antes, si hubiera motivo, debían rendir
cuentas, en un juicio, que se llamaba de residencia.
LOS AYUNTAMIENTOS.– El primer cuerpo gobernativo
que hubo en el Nuevo Mundo desde el momento mismo de la
conquista, fué el Ayuntamiento, remedo del municio castellano
y padre inmediato del Cabildo o Municipalidad organizado
después en el período republicano. Luego que el conquistador
se posesionaba de algún punto o fundaba una villa o ciudad, o
simplemente para derivar sus poderes de jefe expedicionario,
organizaba un Ayuntamiento compuesto de sus mismos soldados.
120 sofonias salvatierra

Las primeras formas legales en Indias de los Ayuntamientos


fueron ordenadas por Carlos V en Cédula del 26 de junio de
1523. Lo integraban dos Alcaldes, primero y segundo, elegidos
todos los años en enero por los regidores, que eran doce en las
ciudades principales, y seis en las villas, y éstos obtenían el cargo
mediante compra en subasta pública. Sólo podían ser alcaldes los
vecinos, y no eran elegibles los Oficiales Reales y los deudores a
la Real Hacienda. La reelección no se permitía sólo pasados dos
años. También, formaban parte del Ayuntamiento un alférez real
que custodiaba el estandarte, con el cual encabezaban los actos
públicos; un síndico, que era el procurador de la ciudad o villa y fiel
ejecutor que hacía obedecer las decisiones de los Ayuntamientos
en materia de abastos y suministros; y un aguacil mayor que hacía
cumplir las sentencias del Cabildo. Había regidores perpetuos,
cuyo cargo era vitalicio. Hubo también alcaldías indias bajo
nombramiento y dependencia de los alcaldes de las ciudades. Los
Ayuntamientos tenían funciones administrativas y judiciales y
sus sentencias eran apelables ante la Audiencia; se llamaban de
propios los fondos que procedían del impuestos sobre bienes y el
comercio, de tránsitos y de arbitrios los que procedían de servicios,
la concesión de patentes, permisos, etc. Los Ayuntamientos tenían
la representación de los intereses de la república, esto es, de la
cosa pública, y defendieron con ardor estas prerrogativas ante
las intromisiones constantes de los Capitanes Generales y de los
Gobernadores de las Provincias.
LOS OFICIALES REALES.– Para la administración fiscal
había dos funcionarios llamados Oficiales Reales, y eran el
Tesorero, que recaudaba los impuestos, y el Contador, que llevaba
las cuentas o fiscalizaba.
EL JUEZ DE RESIDENCIA.– Desde los primeros tiempos,
cuando había quejas contra un conquistador o se juzgaba
conveniente, el rey enviaba un juez de residencia a levantar un
verdadero proceso conforta el acusado. Después, la residencia
fué regular para todo funcionario al cesar en su cargo, o antes
si había quejas. Por supuesto que en todo el régimen colonial,
raro fué el caso en que se procediera con justicia. Es famoso el
compendio de historia de centroamerica 121

escándalo originado en Guatemala por los desmanes del Visitador


Gómez de la Madriz en 1700, y por el modo pasional o espíritu
de turbulencia que animaba a aquella gente. Como una muestra es
bueno saber lo ocurrido.
Por real decreto de 15 de junio de 1699 fué comisionado
Gómez de la Madriz para la pesquisa de diferentes irregularidades
que ocurrían en la Audiencia, y con el fin de averiguar lo sucedido
el 30 de junio 1697 entre la gente del barrio de San Jerónimo de la
capital del Reino. Este pleito lo motivó la elección del Provincial,
recaída en Fray Juan AIvarez, porque para elegirlo habían admitido
en el Capítulo el voto de los conventos que tenían menos de ocho
religiosos permanentes, violando, afirmaban los que querían a
otro, el Breve de Paulo V, que disponía que no se reconociera por
convento regular a las comunidades que no tuviesen ocho o más
religiosos permanentes.
Este Gómez de la Madriz era un sujeto a quien un protector
suyo en España quería proporcionarle una buena posición, y
a manera de ensayo consiguió que se les enviara a Guatemala
en esta pesquisa. Ni por esas. La acción del Juez debía ser
principalmente contra los Oidores Bartolomé Amézquita y
Pedro Ozaeta. Como el Consejo de Indias consideraba de mucha
importancia esta pesquisa, le otorgó especiales instrucciones a
Gómez de la Madriz, y le encargó que no publicara su comisión
hasta que llegase a Guatemala. Sin embargo, atenido el Visitador a
los altos poderes que traía y deseoso de hacer gala de ellos, desde
Veracruz, por cuya vía vino, proclamó con alarde la misión que el
rey le había encomendado. Hizo su entrada en la capital del reino
el 31 de diciembre de 1699. Deseando dominarlo todo y humillar
a todos, inmediatamente ordenó al Presidente de la Audiencia,
Gabriel Sánchez de Berrospe, que trasladara su residencia a
Patulul, y desterró a dos Oidores. Alborotó a todo el mundo, y en
el desorden extraordinario que promovió, el turbulento Juez vino
a quedar aliado de los Oidores indiciados en el pleito y apresó a
varios otros magistrados de la Audiencia, allanando sus miradas.
El pensamiento de Gómez de la Madriz era hacerse de mucho
dinero en la revuelta. Arrebató a los indios la existencia de trigo
122 sofonias salvatierra

que tenían. Pero llegó un momento en que la reacción contra el


turbulento juez se hizo tan poderosa, a pesar del partido que logró
formar en su favor, que se le obligo a refugiarse en un convento de
jesuitas. Tan grave y atentatoria fué la conducta de Gómez de la
Madriz, que la Audiencia, aun tratándose de un juez de residencia,
con poderes extraordinarios del rey, lo desconoció al fin y le dió
cuenta al soberano.
Por último, Gómez de la Madriz convino en irse si le daban
cuatro mil pesos, lo cual le fué concedido. Salió de Guatemala
el 14 de abril: pero se detuvo en Tehuantepec, en la frontera que
separaba el distrito de la Audiencia del Reino de Guatemala del
virreynato de Nueva España, y desde allí actuaba, detenía los
correos e interceptaba y violaba la correspondencia, hasta que fué
capturado y remitido preso a España. Y para revelar los motivos
ocultos, que siempre los había en aquellas turbulencias, en esta de
la Madriz, sepase que el obispo Fr. Andrés de las Navas y Quevedo
fué partidario del Visitador, porque de esa manera pensaba amparar
sus trabajos para sustituir en la Audiencia a Sánchez de Berrospe.
El caso de Gómez de la Madriz ha hecho época en los anales
coloniales. Con menos escándalos, otros pesquisidores observaron
conducta semejante.
En otros casos de residencia, como la que se le hizo al Capitán
General Núñez de Landecho, por los años de 1563, se procedió en
justicia, y Landecho se vio precisado a huir, y hasta se ahogó por
querer atravesar prontamente en un bote el golfo de Honduras.
La misma justicia se hizo al Presidente Don Jacinto Barrios Leal,
quien encontrándose inocente, volvió al ejercicio de sus altas
funciones.
DIOCESIS QUE SE ESTABLECIERON.– Era regular que
junto con la creación de una Provincia o virreynato, se erigía un
obispado. En virtud del Patronato Real concedido por el Papa a
los Reyes de España, éstos nombraban a las personas que debían
ejercer las dignidades mayores y menores, comunicaban a Roma
el nombramiento y la Santa Sede extendía las ejecutoriales. Los
otros oficios, como los curatos en general eran distribuidos por
compendio de historia de centroamerica 123

el Presidente de la Audiencia en ejercicio del vice-patronato, y


el obispo de la respectiva provincia extendía la autorización
eclesiástica. En los últimos tiempos del régimen colonial, se
obtenían las dignidades menores, como Canónigo, Maestrescuela,
etc, mediante ternas que se enviaban al Consejo de Indias.
Las Diócesis del Reino de Guatemala eran las de
Chiapas, Guatemala, Honduras y Nicaragua. La de esta última
comprendía Costa Rica, aun después de la Independencia, y la
de Guatemala comprendía asímismo El Salvador, hasta después
de la transformación del Reino de Guatemala en la República de
Centroamérica. Paulo IV erigió el obispado de Verapaz. En 1607
fué suprimido. En los primeros tiempos coloniales las Diócesis
del Reino estaban bajo la jurisdicción del Arzobispo de Lima,
después estuvieron bajo el de Nueva España, y por último bajo el
de Guatemala, cuando en 1744 se creó el Arzobispado de aquella
Provincia.
Por el orden cronológico, la primera Diócesis creada en el
Reino de Guatemala, fué la de Nicaragua, siendo el primer obispo
el reverendo Padre Diego Álvarez de Osorio, nombrado por el
rey como en 1529. Después fué nombrado, casi inmediatamente,
en 1532, el reverendo Padre Francisco Marroquín, obispo
de Guatemala; y en 1531 de Chiapas, el Reverendo Juan de
Arteaga. Los obispos, como los prebendados y los curas, eran
como empleados públicos y gozaban de sueldos (salarios decían
entonces) que pagaba la real hacienda. El obispo de Nicaragua
obtenía un sueldo de anual de quinientos mil maravedís.
La jurisdicción civil y la eclesiástica estaban tan unidas, que
casi se confundían prevaleciendo sin embargo en todo caso, la
voluntad absoluta del rey, a tal grado, que el Papa decía muchas
veces: “y esto lo hacemos por cuanto con ello dejamos grata a Su
Majestad Católica”.
CONSEJO DE INDIAS.– El Real y Supremo Consejo de las
Indias fué creado en principio, puede decirse, desde 1493, cuando
se nombró una junta que residía en Sevilla, de tres personas,
con el fin de que entendiera en los arreglos del segundo viaje
124 sofonias salvatierra

del Almirante. Estas personas fueron: Don Juan Rodríguez de


Fonseca, Arcediano del Cabildo de esa ciudad, como Presidente,
Don Juan de Soria, como Contador y Francisco Pinelo, como
Tesorero. Después cuando en 1503 fué fundada la Casa de la
Contratación, aquella Junta quedó actuando como Consejera
del rey en los negocios de Indias. En 1517, el rey amplió las
funciones del Consejo, y lo reorganizó con un nuevo personal;
el mismo Rodríguez de Fonseca, que ya era obispo de Burgos,
como presidente, y Hernando de la Vega, Don García de Padilla,
el Licenciado Zapata, Pedro de Anglería y Francisco de los Cobos.
El rey dispuso reorganizarlo en forma definitiva, en Cédula de
primero de agosto de 1524. El obispo Fonseca había muerto el 14
de marzo de ese mismo año.
De otro modo, puede decirse que el Consejo se formó por
evolución dentro de la Corte. Había un Consejo Real que asesoraba
al Rey. Descubierta América y desarrollados los negocios de
ultramar, se formó dentro del Consejo Real una Junta Especial
para los asuntos de Indias; y por último, en 1524, esta Junta fué
organizada con el nombre particular y distinto de Consejo de Indias.
Ante el Consejo venían todos los papeles y expedientes del
orden administrativo y del judicial en todos los ramos, esto es,
civil, criminal, militar, hacienda, estado, gobernación, cámara, y
también del eclesiástica, en virtud del Patronato Real. Entendía
en la erección de catedrales, fundación de ciudades y villas,
nombramientos de gobernadores, virreyes, corregidores, alcaldes
Mayores, obispos y prebendados, iniciativas y solicitudes de todo
orden, en fin, centralizaba todo lo referente a la administración
de las Indias. Su dictamen era elevado como consejo ante el rey,
quien en uso del poder absoluto, manifestaba si se conformaba
o no con lo resuelto por el Tribunal, aunque casi siempre ese
dictamen pasaba a ser la voluntad Real.
El Consejo lo componían tres salas, y cuando el asunto era
de mucha importancia, el acuerdo era votado por las tres salas
reunidas, previo dictamen del Consejero fiscal. Era muy lento
en la resolución de los asuntos, gastando en ellos años y hasta
décadas. Los que integraban el Consejo eran de lo más capaz en
compendio de historia de centroamerica 125

jurisprudencia y en el tacto político; sus votos estaban iluminados


por un superior espíritu de justicia, aunque más teórico que
práctico.
LA CASA DE LA CONTRATACION.– Históricamente, los
principios de la Casa fueron sentados por la comisión que en 1493
alistó en Sevilla el segundo viaje del Almirante. La misma que fué
el principio del Consejo de Indias, presidida por el obispo Fonseca.
Fué creada formalmente por Isabel la Católica en Cédula hecha en
Alcalá de Henares el 14 de enero 1503. “Mandamos, decía la reina,
que en la ciudad de Sevilla se haga una casa de contratación, para
que en ella se puedan recoger las mercaderías y mantenimientos
e todos los aparejados que fueren menester, para proveer todo lo
necesario a la contratación de las Indias.
El personal directivo de la Casa lo integraban el Dr. Sancho
Matienzo prebendado de la Catedral de Sevílla, como Tesorero
Presidente, Francisco Pinelo, como factor, y Jimeno de Briviesca,
como Contador secretario.
En los primeros diez años, la Casa de la Contratación fué una
simple factoría. Después se ampliaron sus funciones a tribunal
jurídico y centro de estudios náuticos. Por ella pasaba todo lo
iba de América para España y todo lo que de allá venía para
acá. La Casa organizó y dirigió las expediciones descubridoras
y conquistadoras, y sistematizó el envío de plantas, semillas
y animales para su aclimatación y multiplicación en América.
En su seno se elaboraron las primeras cartas geográficas de
carácter universal. Nada se hacía relacionado con el comercio
y la navegación en que lo interviniera la Casa, hasta en las
controversias litigiosas, pues sus funcionarios formaban a la
vez tribunal de justicia. El historiador Veitia Linage reproduce
refiriéndose a este Centro; “...es la Casa más importante del mundo,
que pudieran empedrarse de oro y plata las calles de Sevilla con
todos los tesoros que han entrado en ella”. Por la importancia que
a Sevilla le daba el inmenso tráfico marítimo y comercial que se
hacía por el puerto, la llamaban con orgullo: Sevilla, la Reyna del
Océano. Entre los altos funcionarios de la Casa había uno titulado
PILOTO MAYOR. El primero en ejercer este cargo fué Américo
126 sofonias salvatierra

Vespucio, escogido por el rey Don Fernando entre los mejores


de sus contemporáneos, y nombrado en Cédula de 22 de marzo
de 1508. Ocurría que la muerte del Almirante había dejado sin
un orientador náutico a los que gobernaban las flotas, por lo que
los naufragios eran frecuentes y las rutas las erraban, y se hacía
necesario un entendido para dirigir las navegaciones. Los poderes
del piloto Mayor eran omnímodos, de tal modo, que nadie podía
dedicarse a capitán de barco ni a marinero, si no eran examinados
y autorizados por Vespucio. En 1777 la Casa de la Contratación
fué trasladada de Sevilla a Cádiz. Por mucho tiempo no todos
los españoles, salvo los de Castilla, podían venir a las Indias a
residir y comerciar en ellas, lo mismo que los extranjeros, si no
era con permiso especial del rey. La Casa de la Contratación, en
particular, vigilaba aquel mandato.
COMUNICACIONES MARITIMAS ENTRE ESPAÑA Y
EL REINO DE GUATEMALA.– Durante el régimen colonial los
puertos en el Reino de Guatemala eran, en el Mar del Sur; Caldera,
San Juan del Sur, el Realejo y Acajutla; por el Mar del Norte: la
entrada del Golfo Dulce, Omoa, Trujillo, San Juan del Norte y
Matina. Durante los siglos XVI y XVII, el río San Juan fué la vía de
comunicación de Nicaragua con el Atlántico, por lo cual la ciudad
de Granada adquirió una gran importancia comercial. Cuando
las incursiones de los zambos y mosquitos hicieron peligrosa la
ruta del San Juan, el tráfico se hacía por Panamá, Trujillo, Omoa
o Veracruz. La importancia del Realejo se mantuvo, porque
durante bastante tiempo se construyeron barcos de alto bordo en
un astillero allí establecido.
Cuatro eran las navegaciones marítimas principales que
había entonces entre España y América. Las más antigua fueron
las de los puertos de la Península a Tierra Firme y Nueva España,
otro, de los puertos de Nueva España por el Pacífico, al Reino de
Guatemala, a Panamá, Perú, Chile y el Estrecho; otro, establecida
muy después, por el puerto de Acapulco, a las islas del Poniente,
llamadas Molucas, para hacer el comercio con la China, y otra,
la carrera de Buenos Aires. Los navíos destinados a los puertos
de Honduras, que eran por donde se entraban regularmente a esa
compendio de historia de centroamerica 127

Provincia y a Guatemala, y venían en convoy con los de Nueva


España hasta el cabo Tiburón, y de aquí seguían por Jamaica y
la punta del Negrito hasta el Cabo Camarón, y de éste a Trujillo,
Puerto-Caballos y Golfo Dulce. El regreso no se hacía por el
mismo rumbo, sino subiendo a mayor altura en busca de los
vientos del Norte. Las flotas de regreso se juntaban todas en la
Habana, para llegar a España antes del invierno. Los puertos de
salida en España eran regularmente San Lúcar de Barrameda o
Cádiz. En el siglo XVIII se habilitaron La Coruña y otros puertos.
En los primeros tiempos de la colonia se hacía el tráfico
marítimo entre España y América por barcos mercantes que
navegaban en forma de flotas, convoyadas por barcos de guerra, bajo
el mando de un Almirante. Para este servicio de convoy se pagaba
un impuesto sobre el tonelaje de los barcos mercantes, que se llamó
de almirantazgo. Estaba establecido, el servicio de una nave aviso,
que se anticipaba en el viaje, con el objeto de anunciar la próxima
llegada de una flota y preparar las ferias en que se negociaba la
mercancía. A mediados de siglo XVIII; cuando formadas ya las
marinas regulares de guerra de las naciones de Europa, habían
desaparecido los corsarios y los piratas, se suprimieron las flotas
y se creó el servicio de navíos de registro, que hacían el tráfico
con permiso especial que controlaba la Casa de la Contratación.
También se organizaron Compañías que tenían el Privilegio
exclusivo (monopolio) de hacer el servicio de navegación.
RESTRICCIONES PARA LOS FUNCIONARIOS
PUBLICOS.– Con el fin de asegurar la imparcialidad de los
funcionarios públicos, el rey dispuso en 1563, que ningún letrado
podía litigar en las Audiencias de Indias en que fuesen Oidores,
su padre, suegro, cuñado, hermano o hijo: también prohibió
el soberano a los Presidentes y Oidores que visitasen a ningún
particular; asímismo, en varias Cédulas Reales posteriores se
prohibió el casamiento en sus distritos, de los Virreyes, Presidentes,
Oidores. Alcaldes Mayores, tanto ellos como sus hijos, lo mismo
que los Oficiales Reales no podían casarse con parientes de sus
compañeros. De la misma manera dispuso el rey en 1595, que
los hijos y hermanos de los Oficiales Reales no podían beneficiar
128 sofonias salvatierra

minas e ingenios. Por supuesto, que tales prohibiciones no pudieron


impedir éxitos constantes de las intrigas y los intereses sobre la
voluntad de los funcionarios. Y esto parecía natural que ocurriera,
si ese era modo del gobierno español, si además estaban a cinco
mil millas de Madrid, y por último, si el carácter de privilegio de
aquel estado social, inclinaba a las granjerías preferentes de las
personas por su posición
LOS PIRATAS Y LOS CORSARlOS.
ORIGEN HISTORICO DE LOS PIRATAS Y CORSARIOS.-
España, por ser el país en donde termina Europa hacia Occidente,
de forma peninsular, y separada del resto del Continente por
una cordillera de montañas, los Pirineos, ha podido mantenerse
a voluntad aislada de los conflictos que han ensangrentado a los
otros países europeos. A esto fué debido con toda seguridad que
el peligro musulmán contra la Cristiandad quedara limitado a la
península ibérica. Pero la liga de los reyes de Castilla con los
Hapsburgos de Austria, comprometió a España con la política
continental y la arrojó a la hoguera, siempre encendida, de las
guerras seculares de Europa. Del matrimonio de Doña Juana,
heredera del trono de España; con el archiduque Felipe, heredero
del trono del Imperio austriaco, nació Carlos I, que vino a ser,
además de rey de España, Emperador de Alemania. Con este
motivo, tuvo que sostener guerras. Con las otras potencias que
pretendían reducir o limitar el inmenso poder del hombre a
cuyo dominio se habían agregado las tierras descubiertas por un
navegante peregrino y visionario, y conquistadas por un puñado
de aventureros castellanos y andaluces.
Naturalmente, las naciones beligerantes enemigas de España,
extendían patentes de corso a sus súbditos marinos para que
vinieran a hostilizar las posesiones españolas de este Hemisferio,
o se enrolaban en aventuras piráticas.
PRIMERAS INCURSIONES DE LOS PIRATAS.– En
1572 hubo alarma en la capital del Reino por haberse sabido que
en Puerto-Caballos habían arribado varias naves de corsarios
franceses; pero se retiraron sin desembarcar.
compendio de historia de centroamerica 129

En 1678, siendo Capitán General el Licenciado Valverde se


tuvo noticia de que el corsario inglés Guillermo Parker amenazaba
las Costas de Honduras. Efectivamente, el corsario asaltó Trujillo
y la saqueó. Pocos meses después se presentó en el Mar del Sur la
amenaza del pirata inglés Francisco Drake, más talentoso que los
otros; aunque de igual ferocidad. Vino a nuestras costas navegando
por el estrecho de Magallanes y había cometido saqueos en Chile
y el Perú. Las autoridades de la capital del Reino hicieron rápidos
preparativos para la defensa. Se fundieron cañones y se artillaron
varios buques, los cuales con doscientos soldados fueron puestos
bajo las órdenes de Don Diego de Herrera. Hízose a la vela la
expedición punitiva y navegó hasta Acapulco sin encontrar al
pirata, por lo cual se regresó. Drake había avanzado hasta la baía
de California, y el Capitán General entendió que Herrera debió
seguirlo hasta allá y lo castigó por no haberlo hecho.
En Nicaragua entraron por primera vez en 1643, penetrando
por las montañas desde el Mar del Norte hasta Matagalpa, a la cual
saquearon y destruyeron. En 1665, el pirata Eduardo David entró
a la Provincia por el río San Juan, tomó por sorpresa a Granada
y la saqueó. Con este motivo se construyó una pequeña estacada
que llamaron fuerte, en la desembocadura del río Pocosol, sobre el
San Juan; pero en 1670, el jefe que lo defendía, por cobarde o por
traidor, lo entregó al pirata Gallardillo, y bien pudo éste sorprender
a la confiada ciudad de Granada, saquearla y llevarse en rehenos a
una buena cantidad de vecinos, para libertarlos por rescate.
Costa Rica sufrió en 1666 el mayor ataque que le hicieron
los piratas. Era Gobernador Don Juan López de la Flor. Avisada
por la Audiencia de Panamá del peligro filibustero, se preparó
para la defensa. Desembarcaron en Matina y apresaron a todos
los vecinos, menos a un indio que pudo escapar y llevar el
informe de la invasión a Cartago. Esto ocurría en el mes de abril.
Inmediatamente el Gobernador envió al sargento mayor Alonso de
Bonilla con cuatro soldados a vigilar el camino de Matina. Bonilla
publicó la alarma en todos los valles e hizo construir defensas en el
lugar llamado Quebrada Honda. En seguida se incorporaron otros
jefes con más soldados y caballería. Al saber el Gobernador que
130 sofonias salvatierra

los piratas habían llegado a Turrialba, salió él mismo de Cartago


con trescientos hombres, los cuales, unidos a los que estaban en
las avanzadas, sumaron un número de seiscientos entre españoles
e indios. Pero al llegar los invasores a Turrialba, y pensando que
las fortificaciones que se habían levantado en Quebrada Honda
eran inexpugnables, resolvieron regresar a sus barcos. Los
defensores los persiguieron hasta arrojarlos al mar. Nuevamente
volvieron los piratas a Matina, saqueándola en 1668 y 1669. En
1684 visitaron estos facinerosos a Nicoya, pero los vecinos, casi
en su totalidad indios los rechazaron.
Nicaragua fué invadida otra vez por los piratas, en 1685; pero
en esta ocasión no fué por el Atlántico, sino por el Pacífico. El 7 de
abril de ese año, desembarcaron en Escalante, sobre el Mar del Sur,
como a veinte leguas de distancia, 345 filibusteros. Los vecinos de
Granada improvisaron la defensa; formaron una trinchera cuadrada
en la plaza, emplazaron catorce piezas de artillería y seis pedreros,
y enviaron una patrulla de montados con el fin de atacarlos por la
retaguardia. Los vecinos, llenos de pavor, escondieron su muebles,
alhajas y cosas preciosas. Por un individuo que capturaron los
filibusteros, supieron de los aprestos para la defensa de Granada,
y con este motivo aceleraron la marcha. A las dos de la tarde del
9, llegaron los facinerosos a los primeros barrios de la ciudad,
siendo detenidas un poco por una emboscada que les habían
puesto los defensores. Deshecha la emboscada, los piratas, con la
pérdida de un solo hombre, avanzaron sobre la plaza fortificada,
que tomaron, después de dos horas de combate. Al día siguiente
pregonaron el rescate de la ciudad, amenazando que de lo contrario
la incendiarían. Los granadinos no creyeron que aquellos hombres
ejecutaran tal atrocidad, sin reflexionar que el que se alimenta del
crimen y en el crimen funda sus éxitos, no vacila en dejar por donde
pasa la huella del bandido; los filibusteros y los conquistadores
han sido siempre así. De repente los pacíficos moradores vieron
que la ciudad empezaba a arder. El convento de San Francisco y
diez y ocho casas de las mejores fueron consumidas porlas llamas.
Satisfechos con este daño y con lo que lograron pillar, se retiraron
los invasores, con la pérdida de trece hombres. Salieron por el
compendio de historia de centroamerica 131

camino de Masaya a embarcarse a Masachapa.


La Ciudad de León, a su vez, sufrió el terrible ataque de los
piratas, comandados por Dampier, el 21 de agosto del mismo año
de 1685. Desembarcaron en el Realejo, en el estero que hoy se
llama de Doña Paula. Se habían colocado en aquel lugar varios
espías, unos de los cuales que vió el desembarco, corrió a dar
parte; pero no le creyeron, y más bien lo arrestaron por alarmista.
En efecto, los piratas avanzaron con toda rapidez cayendo sobre la
ciudad a las once de la mañana. No obstante la sorpresa, la suegra
del Gobernador, Doña Paula de Real, en cuyo honor se le dió su
nombre al estero, no perdió la serenidad, y fue la única que pudo
siquiera tocar el tambor de alarma. Al oír el toque de peligro,
corrieron no muy activamente unos cincuenta hombres. Se trabó
la lucha, lucha desigual, en que perecieron individuos principales
de la ciudad; el alcalde de primer voto, el escribano del Cabildo,
el teniente de Gobernador y muchos más. Los cincuenta hombres
se corrieron poco después de haber empezado el combate, menos
uno, que persistió en la resistencia contra aquellos bandidos, hasta
que cubierto de heridas y bañado en sangre, logró salvarse de la
muerte. Vencidos los defensores de la plaza, los piratas saquearon
la ciudad y después le pusieron fuego. Incendiaron la catedral, la
iglesia de la Merced, el hospital, la casa del cabildo, la contaduría,
el palacio episcopal, el seminario y muchas casas particulares o
de vecindad, como se decía entonces. Después de ejecutar tantos
horrores, se retiraron los piratas, con la pérdida de un hombre que
capturaron los defensores. Este hombre resultó ser un arquitecto,
y fué quien dirigió la construcción de la nueva catedral sobre las
ruinas de la que habían destruído sus compañeros de piratería.
Este incendio general redujo a cenizas todos los archivos. En
estas dolorosas emergencias, el maestre de campo Don Lorenzo
González Calderón, fué de lo más valiente y levantando, por
su actividad en perseguir a los piratas, por su munificencia en
construir a su costa la iglesia y convento de la Merced y por su
generosidad en socorrer a los vecinos que quedaron sin hogar y sin
haberes. Así lo expuso al rey el Presidente de la Audiencia, don
Enríquez de Guzmán.
132 sofonias salvatierra

LOS CASTILLOS.
Después de la primera mitad del siglo XVI, el siglo de la
conquista de América, la construcción de fuertes y castillos en los
puertos del Reino de Guatemala, como en otras partes de las Indias,
vino a ser una necesidad primordial desde los primeros momentos;
pero el rey prestaba poca atención a los reclamos que en tal sentido
se les dirigían por los gobernadores, ayuntamientos y vecinos. Es
seguro que el mayor motivo de esta renuencia del soberano era el
temor de proveer de elementos de guerra a las colonias. En este
caso, los reyes de España seguían la lógica de todo conquistador;
mantener desarmados a los pueblos conquistados, ocurra lo
que ocurra, sufran lo que sufran. Cuando le pedían armas, les
aconsejaba que le rezaran a las ánimas del purgatorio, para evitar
tantas calamidades, y los infelices colonos se refugiaban en la fe,
y el obispo, con el fin de prevenir de esta manera las agresiones de
los piratas, sacaba la custodia con la hostia sagrada en procesión
por los caminos por donde entraban los forajidos, pensando que
después de esa ceremonia religiosa no pasarían.
No fué sino después de un siglo de haber empezado aquellos
atentados, cuando se dispuso la construcción de fuertes en las
costas del Mar del Norte, que eran las más amenazadas y en otro
siglo más se empezó a edificar el último y mejor de los castillos
que se construyeron: el de Omoa. De estas defensas se formaron
nueve en el Reino de Guatemala, entre castillos y parapetos, tres
principales, dos menores y cuatro parapetos o simples estacadas.
He aquí una ligera descripción de estos castillos.
CASTILLO DE SAN FELIPE,– EI Golfo Dulce fué desde los
primeros tiempos coloniales la puerta de entrada a la capital del
Reino, y no obstante de que se tenía como lugar de depósito, no se
construía nada para su defensa hasta que los saqueos constantes de
los piratas obligaron en 1644 a construir un parapeto, que resultó
inútil. Entonces, no tuvieron menos que construir un castillo de
regulares proporciones, bajo la iniciativa e impulso del Presidente
interino Antonio de Lara y Mogrovejo, en honor de quien se le
bautizó con el nombre de Castillo de San Felipe de Lara. En 1652
compendio de historia de centroamerica 133

estaba concluido. Abarcaba un circuito de 183 varas, con muralla


de cinco varas de alto. Lo cubrían cuatro baluartes estrechos, de
manera que los artilleros no podían maniobrar con facilidad, y
en ellos estaban montadas quince piezas de artillería de diverso
calibre, muchas de ellos eran lanza piedra. La guarnición se
componía de cuarenta soldados. Al concluir el régimen colonial,
este castillo quedó abandonado.
EL PARAPETO DE SAN CARLOS DE AUSTRIA.– El río
San Juan ofreció siempre facilidades a los piratas para internarse
en la provincia de Nicaragua. Después de un saqueo sufrido por la
ciudad de Granada, se dispuso construir una defensa en una de las
márgenes de este río. El gobernador Don Juan Fernández Salinas
y Cerda, hizo levantar, bajo su dirección personal, un parapeto de
palos y tierra en un lugar del río a distancia de un tiro de arcabuz
de la confluencia del río Pocosol38(39). Esto fué en 1666. Pero
a poco fué abandonado, porque en 1670 las piratas lo tomaron y
Granada fué nuevamente saqueada.
EL CASTILLO DE LA INMACULADA.– En presencia
de la inutilidad de la primera defensa del río San Juan, el Jefe
Supremo del Reino; General Fernando de Escobedo, recibió
el encargo de construir un castillo de mampostería en el lugar
que mejor le pareciese de esa vía fluvial. Así lo hizo: escogió la
margen derecha, frente al raudal de Santa Cruz y en 1675 estaba
concluido. Era de figura cuadrilonga; medía en circunferencia
234 varas castellanas; lo cubrían cuatro baluartes, no bien
formados, dos adelante, el de Santa Rosa y el de Santa Ana, y
dos atrás, el de Santa Teresa y el de Santa Bárbara: en los cuales
estaban veinte y ocho cañones. Las murallas no eran muy altas;
tenía una plataforma mirando al raudal de Santa Cruz, por el
lado del baluarte de Santa Teresa, había además un departamento
para hospital, capilla para los oficios religiosos y alojamiento
castellano o jefe del castillo. Se principió un foso formal que
rodeara la fortaleza, pero no se hizo sino una pequeña zanja de

(39) No hay que confundir este río Pocosol con el del mismo nombre que
desemboca en el San Juan aguas arriba del Castillo de la Inmaculada.
134 sofonias salvatierra

poca profundidad. La pólvora la guardaban en un hueco formado


en uno de los baluartes, y se descomponía frecuentemente por
la humedad. Sólo los lados laterales ofrecían facilidades para la
defensa. Desde la altura del fuerte se divisaba el río San Juan
hacia abajo, a lo largo de dos tiros de cañón. La guranición la
componían cien soldados negros y mulatos reclutados en Granada
y Rivas. Al principio era de blancos; pero lo malsano del lugar
originó la sustitución. Una guarnición mayor no cabía en el
fuerte y dificultaba las maniobras de defensa. Las provisiones
de boca, que consistían en maíz y carne salada, eran enviadas de
Granada cada dos meses. Nunca hubo provisiones de reserva, y
el agua la tomaban del río en vasijas con capacidad para tres días
de consumo. La comida de la guarnición era hecha por esclavos
de ambos sexos, cuyos nombres eran Antonio del Rey. María
Salomé del Rey, y así los demás, por ser esclavos del rey. Este
castillo nunca estuvo lo suficientemente artillado para su defensa.
A juicio del Ingeniero Luis Diez Navarro, que lo visitó en 1743,
el lugar en que se alzaba era a propósito, pero estaba incompleta
la construcción y consideraba deficiente el plan arquitectónico.
No obstante, el castillo de la Inmaculada Concepción, que así se
llamaba, defendió a la Provincia de Nicaragua del ataque de los
enemigos en más de un siglo de lucha y por ende todo el Reino
de Guatemala, y convirtió en imposible, en el sector que cubría,
la pretensión inglesa de apoderarse de la vía interoceánica. Dos
veces fué atacado formalmente por el ejército británico; en 1762
y en 1780. En la primera vez lo consagró para la veneración
eterna, el heroísmo de la niña Rafaela Herrera. que lo defendió
victoriosamente. Lo que ocurrió en la segunda vez se dirá
adelante. Desde 1780 este castillo fué mirado con abandono. y
todavía hoy, olvidando que sus muros derruidos constituyen una
reliquia arqueológica, de inapreciable valor, parece estar destinado
a la muerte eterna, como si hubiera incapacidad para conservar el
recuerdo de los hechos históricos que aun tuvieron lugar.
PARAPETO DE SAN lLDEFONSO Y DE MATINA.– La
falta general de fuertes llegó a lo increíble en la Provincia de
Costa Rica. Sus dos puertos principales; Matina en el Atlántico y
compendio de historia de centroamerica 135

Caldera en el Pacífico, casi no tuvieron ninguna defensa durante


la colonia. El Reino de Guatemala era constantemente pobre, no
obstante sus riquezas naturales, y Costa Rica era la más pobre de
las Provincias. Es después de 1666, año en que desembarcaron
los piratas, que se empezó a tomar en consideración la necesidad
de fortificar Matina. Se escribió y se habló mucho, y todavía en
1693 se reclamaba sobre el estado indefenso en que se hallaba
dicho puerto. En 1728 se insistió en el mismo propósito: y no
fué si no hasta 1737 que el Capitán General Don Pedro Rivera
Villalón, ordenó al Gobernador de la Provincia que reconociera las
bocas del Matina, y que construyeran allí un fuerte, aunque fuera
de madera. En efecto, en 1741 empezaron los trabajos y el año
siguiente estaban concluidos. Como no había ingenieros, dirigió
la obra un teniente de artillería. El Ingeniero Luis Diez Navarro,
que lo visitó en 1744, declaró que ya estaba en mal estado. Fué
construido entre dos ríos, a un octavo de legua del mar, en un
sitio pantanoso e insalubre, tanto que las muertes por enfermedad
de los que lo custodiabán, ascendían a más del cincuenta por
ciento por año. Aunque el Capitán General lo dotó de cien plazas
para su defensa, las efectivas en servicio no llegaron nunca a
sesenta, según informe del ingeniero visitante, sin embargo de
que cobraban cumplidamente de las cajas reales el sueldo total de
las cien plazas. Por último, tan deficiente era este parapeto, que
el 13 de agosto de 1747 fué asaltado por los zambos y reducido
a cenizas. No lo reedificaron, y se contentaron con poner vigías
en las haciendas próximas al puerto, con el fin de que, sonando
un caracol, avisaran la presencia del enemigo en la costa, y todos
armados concurrieran a defender sus propiedades.
El parapeto de San Ildefonso fué construido en la región
de Talamanca, con el especial objeto de defenderse contra los
levantamientos indígenas.
EL CASTILLO DEL PETEN.– El fin principal de este
castillo fué prevenirle contra los alzamientos de los indios que
habitaban en sus contornos, a quienes las autoridades españolas
llamaban enemigos domésticos. Alguna vez impidió también las
excursiones de los ingleses contrabandistas procedentes de Belice.
136 sofonias salvatierra

En la laguna del Petén, que le da el nombre al castillo, hay varios


islotes, en uno de ellos estaba construido el castillo. Se componía
de una casa cerrada por una muralla de dos varas de alto, sobre la
cual estaban emplazados doce cañones pedreros, ocho de bronce
y cuatro de fierro, y tres piezas de artillería, con una dotación de
sesenta fusiles. La guarnición era de cincuenta soldados. Había
además organizada una compañía de treinta vecinos, con armas
propias, que debían concurrir a la defensa del castillo, cuando
se les llamara al son de caja. Este castillo estaba rodeado de
muchos pueblos de indios. Muchas veces hubo insurrecciones en
la soldadesca, porque el Castelleno hacía negocios con los sueldos
de sus subalternos.
CASTILLOS DE TRUJILLO Y OMOA.– En los primeros
tiempos cuando empezaron los ataques de los piratas a las costas
del Mar del Norte, se construyó en TrujilIo un fuertecito, defendido
por cuatro cañones. Después fué levantado un reducto con diez
cañones emplazados y algunos pedreros. Esta defensa resultó
ineficaz, porque en 1642 fué tomada la plaza por los corsarios y
saqueada totalmente la población, Con este motivo las defensas de
estas costas fué desplazada de Trujillo y concentrada en el Golfo
Dulce y por último en Omoa.
Pero la construcción de un castillo más o menos formal, no se
proyectó hasta en 1774. Poco antes se había pensado en reconstruir
el fuerte de Trujillo; pero las indicaciones del Ingeniero Luis Diez
Navarro, decidieron que el castillo fuera construido en Omoa.
Los trabajos se empezaron en 1752 y se terminaron varios años
después. Tenía como 206 pies de longitud y 126 pies de latitud.
Los fondos para construirlo se arbitaron creando un impuesto sobre
cada zurrón de añil de 214 libras que se produjese en el Reino. Esto
quiere decir, que las Provincias de El Salvador y Nicaragua dieron
el dinero requerido. Los trabajadores que ejecutaron la obra, en
sus comienzos, fueron blancos, pero morían en gran proporción
por lo malsano del lugar. Para sustituirlos enviaron esclavos. Los
privilegiados ricos de la capital se oponían a la construcción de
este castillo, con el fin de que solamente hubiera surgidero en el
Golfo, lo cual les garantizaba el monopolio de las importaciones.
compendio de historia de centroamerica 137

EL COMERCIO EN EL REINO DE GUATEMALA


PUNTOS POR DONDE SE HACIA EL COMERCIO.– El
comercio exterior del Reino de Guatemala se verificaba por los
puertos habilitados de Trujillo, Omoa, río San Juan, Realejo,
Matina, Caldera, Acajutla y el Golfo Dulce; pero las arribadas
regulares de los barcos procedentes de Cádiz, tenían lugar en el
Golfo Dulce, Puerto Caballos, Trujillo, Omoa y el río San Juan.
Cuando en los últimos años del siglo XVII las incursiones de los
zambos y los mosquitos cerraron esta última entrada, el tráfico de
Nicaragua se hacía por el Golfo Dulce. por Trujillo, por Panamá o
por Veracruz, cuando había guerra.
En los primeros tiempos de la colonia el comercio exterior,
particularmente el de Guatemala, se hacía por Puerto Caballos;
pero años después, despoblado este lugar, se trasladó el fondeadero
o surgidero a Santo Tomás de Castilla, cerca de la embocadura del
Golfo Dulce. Las mercancías destinadas a Guatemala, no tenían
para su ingreso al interior otra vía que la del río que desemboca
en el Golfo, hasta el lugar denominado Bodegas Altas. De este
paraje, muchos arrieros cargaban en largas recuas de mulas la
mercancía introducida, para conducirla a la capital del Reino.
Los caminos eran casi intransitables, tanto que en cada viaje
morían arrolladas muchas mulas, o despeñadas en los escarpados
desfiladeros. Durante todo el régimen colonial, llegaban apenas
en cada año tres, dos y hasta un barco, convoyados regularmente
por galeones de guerra. Más tarde, el depósito de Bodegas Altas
fue trasladado a Izabal.
Muchas veces, por razón de guerra había que hacer el comercio
por Veracruz, en las naves de la ruta mexicana, De aquel puerto se
traían los géneros de Guatemala a lomo de mulas, para las Provincias
el caso resultaba más grave. Como la importación la verificaban los
ricos de la capital del Reino, los infelices provincianos tenían que
ir hasta allá a comprar los artículos que les eran indispensables, los
cuales se los vendían a precios de monopolio.
El comercio en la provincia de Costa Rica fué siempre pobre.
A principios del siglo XVII llegaban al puerto de Suerre en el
138 sofonias salvatierra

Atlántico y al de Caldera en el Pacífico algunos barcos de tránsito,


que cargaban pocos frutos, casi sólo harina y biscochos, pero
en tan poca cantidad, que los almojarifazgos no subían más de
seiscientos pesos, y a veces bajaban hasta cuatrocientos al año.
Los barcos que pasaban por Caldera, regularmente venían o iban
para el Perú. En la misma Provincia no se pagó el derecho de
alcabala en el primer siglo de la colonia. En casi todo este período,
no se explotaban en Costa Rica minas de ningún metal, ni había
obrajes para la elaboración del añil, ni había ingenios de azúcar.
Sólo, se fabricaba panela. La escasez de moneda obligaba las
transacciones de trueque: se daba trigo y otros frutos de la tierra
por la ropa para vestirse.
En Nicaragua, en el siglo XVI, el comercio se hacía por el río
San Juan, vía Portobelo, Nombre de Dios o Cartagena de Indias,
de donde los barcos se dirigían a Cádiz, convoyados por buques
de guerra para protegerlos de los enemigos de España. En el
siglo XVII y casi todo el XVIII, el río San Juan estuvo cerrado
al comercio por las hostilidades de zambos y mosquitos. Cuando
estos enemigos, llamados domésticos, pudieron ser controlados,
en Orden Real de 26 de febrero de 1797 se habilitó nuevamente
este río para el comercio nicaragüense, lo cual se obtuvo después
de una larga oposición de los ricos comerciantes de la capital del
Reino que pugnaban por mantener lo que ya era un monopolio, el
tráfico exclusivo por el Golfo Dulce. No obstante, el Consulado
de Guatemala, insistió por mucho tiempo en que se cerrara el río
San Juan; pero en 1808 el rey confirmó la rehabilitación.
El comercio por tierra era frecuente entre las Provincias.
Ropa tejida de Masaya y de Subtiaba y algodón en rama de
Chinandega se llevaban de Nicaragua a Costa Rica. También se
llevaban por centenares las mulas a Panamá. Todos estos objetos
de comercio pagaban impuestos al pasar, como si vinieran de
Cádiz, procedencia ésta que se tenía entonces como se tiene hoy
la de los países extranjeros.
Carlos III aflojó un poco en 1778 la rigidez del comercio
restringido; pero las cargas que pasaban sobre barcos no españoles
eran mucho mayores.
compendio de historia de centroamerica 139

Vinculado el tráfico comercial casi exclusivamente con Cádiz


y con Sevilla, los comerciantes de estas dos ciudades, puede
decirse que monopolizaban los negocios y llegaron a acumular
cuantiosas fortunas. En cambio, en este lado del Atlántico reinaba
la miseria en todos, a excepción de aquellos pocos privilegiados
que negociaban con los de la Península.
EL CONTRABANDO.– La práctica del contrabando fué
una consecuencia directa del monopolio y del alto valor de los
géneros traídos de la Península. Todas las naciones europeas
contrabandeaban en América; pero Inglaterra fué casi la única
que lo hizo en el Reino de Guatemala, desde que se posesionó
de Jamaica en 1655 y ejerció el control sobre la Costa de los
Mosquitos. Entendidos los contrabandistas ingleses con los
comerciantes del Reino o por conducto de los indios, introducían
clandestinamente los géneros de ultramar, con los cuales hacían
una competencia mortal a las importaciones de los artículos
españoles. En este negocio ilícito no era raro que estuvieran
comprometidos los Gobernadores de las Provincias, los Oficiales
Reales y otras autoridades. Este desorden fiscal y económico fue
en aumento hasta producir la ruina de la Real Hacienda en las
últimas décadas del régimen colonial. El altísimo valor de los
efectos españoles, contrastaba enormemente con el de artículos
vendidos por los ingleses. Una muselina bordada inglesa valía
dos pesos; las españolas, catorce, veinte y veinticinco pesos.
Una pieza de gasa inglesa valía lo que una vara de la traída
de España.
Una de pana española valía cinco pesos; la inglesa diez y
ocho reales.
Los comerciantes de Guatemala decían que los géneros ingleses
puestos allí eran demasiado más baratos que los mismos puestos
en la Península. Es que al sacar España a los moros y los judíos,
se quedó sin comerciantes, industriales a agricultores. El oro de
América no pudo improvisarlos, y más bien sirvió para enriquecer
a los otros países de Europa que producían lo que necesitaba
España. El fanatismo religioso y un mal entendido nacionalismo,
140 sofonias salvatierra

pudieron más que un buen sentido político y administrativo. Ya


es sabido que la riqueza de las naciones no consiste en el oro que
tienen, sino en su capacidad de producir y vender. Llegó tanto el
contrabando en las tiendas de estas Provincias, que apenas si venía
un barco y a veces ni uno del comercio legítimo en un año. El
fraude de las autoridades era otro vicio desmoralizador. Entre mil
se recuerda el decomiso en 1800, de tres embarcaciones cargadas
de mercaderías con un valor de más de doscientos setenta mil
pesos, y a las Cajas Reales ingresaron solamente un poco más de
ciento cuarenta y siete mil pesos.
Varias eran las causas de la carestía de los géneros que España
mandaba a América. Al arrojar de la Península a los moros y a
los judíos, se quedó sin industriales de alta capacidad, y por
consiguiente su producción fué poca y muy costosa atenida a la
abundancia del oro americano que entraba a sus arcas, creía que
aquellas deficiencias se suplían comparando lo que faltaba en donde
los artículos eran mejores, más perfectos y de más bajo precio. Los
comerciantes de Cádiz al verificar el cambio elevaban los precios
y vendían muchas veces como españolas a los americanos las
mercancías extranjeras. Esta fué otra de las formas del perpetuo
contrabando. Y el colono de Indias, imposibilitado por la ley, que
se lo prohibía, para comprar libremente y para fabricar o cultivar
lo que necesitaba, no tenía otro camino que mandar mucho oro por
poca mercancía y vegetar en estrechos y privaciones.
Además, el rey hacía lo que le venía en ganas, sin consultar
el desorden que sus mandatos traían a estas posesiones. Había
permitido que la Habana comerciara con las naciones extranjeras,
y se consideraban de contrabando los artículos traídos de aquel
puerto para el Reino de Guatemala, aun habiendo pagado allá todos
los derechos legales. Esas puertas abiertas de la Habana abrieron
desmesuradamente los ojos de las colonias; porque el comercio
libre en ese puerto cubano le trajo el movimiento marítimo anual
de más de mil buques y una exportación de cerca de once millones
de peso oro. Esos números comparativos son la mejor prueba
de lo desesperados que estaban los colonos por abolir el régimen
europeo, cuando llegó la hora de la Independencia.
compendio de historia de centroamerica 141

En el Reino Guatemala agravaba más la crisis del comercio,


el monopolio que el rey concedía a individuos especiales para
verificar el transporte de España a América. Todo lo que no venía
en los barcos del monopolista se consideraba de contrabando y era
el preferido para la compra en caso de subasta. De esta manera
los precios del transporte eran exorbitantes. En presencia de estos
hechos se comprende bien que el grito de comercio libre se oyera
como exclamación desesperada del uno al otro extremo de las
colonias españolas.
EL CONSULADO.– Este era un cuerpo colegiado, constituido
por comerciantes, principalmente para promover el comercio y
proponer iniciativas convenientes al tráfico de géneros. Era una
especie de Cámara de Comercio de hoy, con la diferencia de
que aquel ejercía jurisdicción como tribunal jurídico en materia
de comercio. En la Edad Media se conoció con el nombre de
Consulado del Mar.
Desde antes del descubrimiento de América había Consulados
en España, en Burgos, Barcelona, Zaragoza, y Bilbao. Después en
1543, fué creado el Consulado de Sevilla. En México y en Lima
hubo Consulado desde los primeros tiempos. El de Guatemala
fué creado por Cédula Real 2 de junio de 1793. Se componía de
dos Cónsules, un prior, nueve conciliarios y un síndico, con sus
respectivos tenientes. Había además un secretario, un contador,
un tesorero y un escribano. Se instituyó, decían las ordenanzas,
para la más breve y fácil administración de justicia en los pleitos
mercantiles y para la protección y fomento del comercio en todos
sus ramos. La administración de justicia estaba a cargo exclusivo
del prior y de los cónsules.
Este Consulado, a la verdad, no actuó sino para la protección
y fomento de los negocios en que particularmente estaban
interesados sus miembros, y nunca para los generales del Reino.
Lo manejaban los ricos, privilegiados y los influyentes. Apoyo
el sistema monopolista que favorecía el comercio peninsular
contra el comercio ultramarino. No pidió la libertad del comercio,
que era el clamor público de América, ni gestionaba sino en
aquello que particularmente les convenía. Cuando la provincia
142 sofonias salvatierra

de Nicaragua, después del largo cierre del río San Juan, un siglo,
tiempo en que traía sus mercancías desde Guatemala a lomo de
mulas y compraba a precio de monopolio, el consulado se opuso
tenazmente a su apertura y aun después de rehabilitado insistió
en que debía cerrarse. Al proclamarse la Independencia, y con
ésta la libertad del comercio, se extinguió este cuerpo comercial.
Últimamente lo han reemplazado las Cámaras de Comercio,
libremente organizadas por comerciantes e industriales.
LA COSTA DE LOS MOSQUITOS
TERMINOS GEOGRAFICOS DE ESTA REGION.– El
Reino de Guatemala en general afrontó una situación por extremo
penosa en la región denominada Costa de los Mosquitos. La
conquista española en lo que se llamó Reino de Guatemala,
se extendió solamente por las costas del Mar del Sur, hasta las
altiplanicies de la cordillera, en la Provincia de Nicaragua; y fundó
poblaciones en las montañas hacia el Atlántico, y era allí a donde
llegaban los límites de la tierra que controlaban: Ciudad Segovia,
Jalapa, Jícaro, Jinotega, Matagalpa, Muy-muy, Comoapa, Lóvago,
Lovigüiuca, Acoyapa, Nueva Jeán, esta última desaparecida. En
Honduras el mal alcanzó hasta Catacamas, en Olancho. Por las
costas del Mar del Norte, esa misma falta de control del dominio
de España en estas tierras, se extendió desde Trujillo hasta el río
San Juan, en donde mosquitos, zambos y mulatos, dirigidos por
los ingleses, en todo el tiempo de la colonia, resistieron como
enemigos a las autoridades de la Capitanía General.
ORIGEN DE LA TRAGEDIA DE LA COSTA DE LOS
MOSQUITOS.– La conquista de las tierras que se llamaron Reino
de Guatemala, se verificó en los años de 1523 a 1560; pero la
parte que comprende desde Trujillo hasta el río San Juan quedó
sin reducir, y España no la controló en ninguna forma, salvo
en el dominio eminente, como parte integrante del territorio
poseído. Los religiosos lo intentaron más de una vez; pero
fueron muertos por los salvajes. Pasaron los años, y un hecho
al parecer insignificante, iba a influir de una manera especial en
la vida de las Provincias, particularmente la de Nicaragua. En
compendio de historia de centroamerica 143

1641 un navío cargado de negros esclavos naufragó en los Cayos


Mosquitos, en las inmediaciones del Cabo de Gracia a Dios. Los
náufragos saltaron a tierra y se quedaron entre los indios. De la
mezcla resultó el zambo. Este suceso coincidió con otro, cuyos
resultados se confundieron después en uno sólo. En 1655, una
flota de corsarios ingleses, comandada por Sir Willian Penn y el
Gral. Vennables, no habiendo podido tomarse Santo Domingo,
que defendió victoriosamente el gobernador Don Bernardino
Meneses y Bracamonte, asaltó Jamaica, isla que desde entonces
pasó a poder de Inglaterra.
El negro, por el hecho de haber estado con gente culta se
consideraría diferente y con más aptitudes que el indio o el caribe,
y el zambo, su descendiente, participó de este concepto. A la vez
los ingleses de Jamaica dirigieron su mirada sobre la Costa de
los Mosquitos, en donde pusieron, en práctica una política de
penetración por medio de los zambos, a los cuales inculcaron
sistemáticamente un profundo odio a España, y les alimentaron sus
vicios sin preocuparse de aumentarles su civilización. El primer
acto de los ingleses en la Costa fué el corte de maderas de tinte y la
pesca de carey, todo lo cual lo hacían los zambos y los mosquitos,
a cambio principalmente del pésimo ron y de la pólvora y fusiles
que les daban en cambio. También se establecieron en la Costa
muchos ingleses, los cuales ejercían una influencia decisiva sobre
los naturales.
LOS ZAMBOS EMPIEZAN SUS CORRERlAS POR MAR
Y POR TIERRA.– Crecidas aquellas gentes en esas condiciones,
en los primeros años del siglo XVIII, con motivo de la guerra de
sucesión de España, los ingleses levantaron a los zambos contra las
posesiones españolas, e hicieron correrías bandálicas en Chontales
y Nueva Segovia y se posesionaron de las bocas del San Juan. En
tanto en Guatemala, al saber ésto se tocaron clarines, se reclutó
gente y se verificó una parada militar, que no pasó de ser una
simple ostentación de uniformes de los muchachos capitalinos.
Desamparados de las autoridades superiores, los de las Provincias
hicieron lo que pudieron para defenderse de los asesinatos, robos
y plagios de los zambos y de los Mosquitos.
144 sofonias salvatierra

LAS ACTIVIDADES DEL OBISPO GARRET Y ARLOVI.–


Gobernaba la Provincia de Nicaragua Don Sebastián Arancibia,
cuando en 1711 llegó a León el electo obispo Fr. Benito Garret y
Arloví.
Inmediatamente el prelado tomó la iniciativa de organizar
una expedición a la Costa, y formó un plan que comunicó al
Capitán General y al rey. Para jefe de la tropa Fr. Benito pedía
que fuera enviado de España un oficial, porque no había en la
provincia un militar capaz a quien proponer, “aquí hay un adagio
que dice, agregaba el señor Garret, desgraciada la madre que no
tiene un hijo capitán en las Indias, por la facilidad con que todos
llegan a serlo; son los venablos y jinetes, logros sin riesgo de los
gobernadores; los cabos más graduados son inexpertos, como que
no han visto a los enemigos y comunmente llegan a empuñar los
bastones, después de la práctica de mercaderes”.
Ante las actividades del obispo, el gobernador Arancibia
protestó por su intromisión indebida en las cosas políticas de
su Gobernación, y propuso un nuevo plan, que juzgaba más
conveniente. A esta anarquía contribuían algunos sujetos influyentes
de la Provincia, quienes por llevarle la contra al Gobernador,
estorbaban sus disposiciones contra los zambos, y en cambio le
ofrecían su apoyo al obispo: dándole a éste funciones que no eran
de su competencia. Buenos eran los dos planes, el del obispo y el
del Gobernador. Como el tiempo se fué en palabras y disgustos, y ya
en 1715 había terminado la guerra en Europa, no se volvió a tratar
del asunto, hasta que nuevas correrías de los indios de la montaña
en una nueva guerra, vinieron a sacarlos de su indiferencia.
LOS INGLESES PERSISTIAN EN SU POLITICA DE
PENETRACION.– Mientras tanto la actitud constante de los
ingleses sobre la Costa tomaba caracteres de conquista, aunque
disimulada por la forma de trato comercial con los indios. En
1737 el Capitán General Rivera Villalón en informe al rey,
como haciendo historia, reconstruyó el pasado de la Costa de los
Mosquitos; porque el abandono, que duraba décadas, echaba en
olvido todo aquello. Decía con alarma aquel funcionario, que ya
estaba realizado el hecho de que los ingleses habían sentado pie
compendio de historia de centroamerica 145

en tierra firme del Reino de Guatemala, y hasta un siglo después


lo reconocía cuando el mal evidente tomaba formas peligrosas.
Proponía el Capitán General un proyecto para reducir a los zambos
y a los mosquitos, quitando así a los ingleses el instrumento social
de su penetración. El Consejo de Indias aprobó el proyecto; pero
como todo lo hacían a medias, a última hora se acordaron de que
no había jefes militares capaces, ni ingenieros ni armadores de
barcos, y todo el trabajo se redujo a la construcción en Matina de
una estacada que llamaron fuerte. Todas estas actividades eran en
vista de una posible guerra con la Gran Bretaña.
Efectivamente, el conflicto estalló en octubre de 1739.
Una gran flota inglesa vino de Europa a América con el fin de
apoderarse de Cartagena de Indias, y tener así una base más sólida
para avanzar sobre las posesiones españolas, particularmente
sobre la Costa de los Mosquitos. A mediados de marzo de 1742
se presentaron ante las defensas de Cartagena ciento setenta naves
de guerra inglesas, con artillería de mayor calibre y hombres de
desembarco superiores en número a los de tierra. Aunque los
agresores tomaron el castillo de San Luis Bocachica, al saltar a
tierra las fuerzas atacantes fueron desastrosamente rechazados por
los soldados españoles, comandados por el virrey Teniente General
Don Sebastián Eslava y el Coronel Don Melchor de Navarrete.
Los ingleses se retiraron y no volvieron más. Este espléndido
triunfo; hijo exclusivo del denuedo castellano, impidió que por
lo menos muchas de las colonias españolas que baña el Caribe,
fueran hoy posesiones inglesas.
Ese fracaso de los ingleses no impidió, sin embargo que
prosiguieran, cada día con más intensidad; en su política de
penetración por robos, contrabando y comercio por medio de los
zambos y aun de los mismos colonos españoles. Las correrías
siguieron constantes. Penetraban por el río Coco y por Olancho
hasta la Nueva Segovia; por el río Grande, Escondido y Siquia
hasta Chontales; por el río Tepenaguazapa hasta el Gran Lago, y
por otras vías al interior de Nicaragua. Merodeaban en las bocas
del río San Juan y en Matina, verificaban incursiones al Petén, en
Guatemala, y ocuparon la isla de Roatán. Todo esto lo hicieron
146 sofonias salvatierra

durante el siglo XVIII, sin poder evitarlo, porque nunca se puso


en práctica ningún plan proyectado. El desarme en que vivían los
colonos era otro de los motivos que hacían posible los ataques de
estos “enemigos domésticos”.
MODOS DE ORGANIZAR LA DEFENSA.– Cuando había
guerra o estaban amenazados, se dictaban órdenes y se publicaban
bandos llamando a los vecinos que tuvieran o no armas propias,
o municiones con pólvora o balas de cuenta del rey, debiendo
devolver esas municiones, en caso no las gastasen, bajo severas
penas, si no lo hacían. Cuando el gobierno les daba los fusiles, los
vecinos debían pagar doce pesos por cada uno.
EL AFAN DE LUCRO FOMENTA EL MAL EN LA COSTA
DE LOS MOSQUITOS.– Una nueva guerra iba estallar entre
Inglaterra y Francia, y Carlos III entró a favor de esta última
mediante el célebre Pacto de Familia, firmado en Versalles
el 25 de agosto de 1761. Este pacto ha sido censurado por los
sacrificios que impuso en la protección que daba a la dinastía
Borbón; sin fijarse a la vez que era un tratado de alianza ofensiva
y defensiva contra las pretenciones de Inglaterra: que estaba cada
vez más fuerte, y que en cambio España venía cada vez más débil,
desde que no pudo recuperar su potencia en el mar después de la
derrota de la invencible armada. Abiertas las hostilidades, la flota
inglesa bombardeó y ocupó la Habana; pero se estrelló contra los
muros del castillo de la Inmaculada, en el río San Juan, heroica
y eficazmente defendido en agosto de 1762 por Doña Rafaela
Herrera, niña de diez y nueve años, cuando su padre, jefe del
castillo, había fallecido, y los negros que formaban la guarnición
querían entregarse. La animosa niña, entendida en el manejo de
la artillería, rechazó a cañonazos a los invasores.
LOS INGLESES PROSIGUEN SU MISMA POLITICA DE
PENETRACION.- En el tratado de paz se permitía a los ingleses
cortar maderas de tinte, y construir casas solamente para sus
trabajos y sus familias; no obstante, al amparo del abandono con
que miraban a la Costa las autoridades del Reino, los extranjeros
fueron más allá, y en mayor proporción que antes se dieron a la tarea
de establecerse en ella. Organizaron grandes aserríos, construyeron
compendio de historia de centroamerica 147

defensas militares y formaron una guarnición compuesta sólo de


blancos, con uniformes que enviaba el Gobernador de Jamaica.
Como un antifaz, los ingleses se decidieron a fundar una dinastía
mulata, en lugar de la monarquía zamba que existía. Para este fin,
llevaron a Londres a uno de los principales de esta última clase, y
allá, aquellos sajones serios y flemáticos, importándoles poco el
ridículo de la historia, se concertaron con el rústico mulato y lo
ungieron rey. Hasta corona de oro le dieron.
ESTALLA NUEVAMENTE LA GUERRA ENTRE ESPAÑA
E INGLATERRA.– De 1775 a 1777 Inglaterra proyectó ocupar
formalmente la Costa de los Mosquitos, e invadir a Nicaragua
por el río San Juan, con fin de apoderarse de la vía interoceánica.
Primeramente el gobierno inglés hizo venir como gobernador de
la Costa al Dr. Herwin; pero avisado de esta maniobra el gobierno
español, había enviado una expedición observadora, la cual logró
capturar el buque “Morning Star” en que viajaba el Dr. Herwin, quien
ya se había internado en el territorio. Después Inglaterra planeó con
toda formalidad la toma de los fuertes de Omoa y la Inmaculada
Concepción. Ante amenazas tan graves España le declaró la guerra
en 1779. Desde el año anterior Francia estaba en guerra con la Gran
Bretaña con motivo de la revolución de independencia de Estados
Unidos, cuya beligerancia había reconocido.
ATAQUE INGLES AL CASTILLO DE OMOA.– En 1779
era Subinspector de Armas de Guatemala Don Matías de Gálvez
y en vísperas de conflicto fué ascendido a Capitán General.
Declarada la guerra: el inglés tomó la ofensiva preparada como
estaba usando a Jamaica como base de operaciones. El 23 de
Septiembre de aquel año fondearon frente al castillo de San Felipe
en el Golfo Dulce, un navío de cincuenta cañones, dos fragatas de
treinta y seis y una goleta de dieciocho. Subieron el río hasta las
bodegas en que se depositaban las mercaderías del comercio de
Cádiz con Guatemala, pero no hallaron nada, porque el previsor
Capitán General había ordenado que se pusieran a salvo los
artículos allí almacenados, cuyo valor ascendía a más de millón y
medio de pesos. Cambiaron algunos disparos con los del castillo,
y se retiraron a la barra del río Tinto. Los del castillo de Omoa
148 sofonias salvatierra

estaban desprevenidos, por que los del Golfo Dulce no tuvieron


tiempo para darles aviso. No obstante, dos fragatas del comercio
de Cádiz pudieron guarecerse bajo los cañones de Omoa, el cual
estaba comandado por el Teniente Coronel Simón Desnaux.
El 16 de Octubre inmediato una escuadra inglesa más fuerte,
compuesta de cuatro fragatas, un paquebote, un bergantín: dos
balandras y dos piraguas, desembarcaron 700 hombres armados
en guerra y gran número de zambos y mosquitos en calidad de
auxiliares y avanzaron hasta ocupar una loma que dominaba
el castillo a medio tiro de cañón, en donde emplazaron varias
piezas de artillería, amparados por los cañones de sus buques. La
guarnición del fuerte no pasaba de 200 hombres sanos; el resto
estaba enfermo. El pelotón de cincuenta negros que el Comandante
Desnaux había enviado para oponerse al desembarco enemigo, no
lo pudo impedir. En ese mismo momento, el jefe de la escuadra
atacante envió un ultimátum pidiendo la rendición del castillo, a
lo cual se negó con toda energía el jefe español.
Empeñada la lucha, desde los primeros disparos la artillería
del castillo inutilizó una de las fragatas, sin embargo, el descuido
de los mulatos centinelas del fuerte, favoreció a los ingleses para
la sorpresa y el asalto victorioso de la fortaleza, por el baluarte
del Poniente, el 20 de octubre. Al ser sorprendidos, los leales
gritaron: A las armas que el enemigo nos asalta; pero los soldados
negros, en vez de correr a la defensa, rompieron con hachas
las puertas del castillo y huyeron, en tanto que los ingleses se
apoderaban de la fortaleza. Se firmó la capitulación, dejando
los vencidos en rehenes en poder del vencedor a tres personas de
importancia. Los asaltantes no hallaron nada de interés comercial,
porque los caudales del rey, como los de los particulares, habían
sido trasladados a otra parte. Los detalles de la capitulación no se
conocen por haberse perdido el correo que los llevaba.
LOS INGLESES SON ARROJADOS DE OMOA.– La
derrota de Omoa no sorprendió desprevenido al Capitán General
Gálvez. Desde que la guerra fué declarada se puso en actividad,
Juntó las tropas veteranas que estaban esparcidas, armó algunos
cuerpos de milicia, pidió socorro a México y a la Habana, y había
compendio de historia de centroamerica 149

ordenado que se fundieran doce cañones, Salió a marcha forzadas


sobre Omoa, deseoso de contraatacar el castillo antes de que
los ingleses se consolidaran en la posesión. Llegó a San Pedro
Sula a mediados de noviembre al frente de tropas de infantería y
caballería. En esta ciudad organizó algunas compañías más, que
incorporó a su ejército; el 23 salió para el campo de operaciones
y el 25 del mismo noviembre estaba frente a las fortificaciones
de Omoa. Se posesionó el activo jefe del Reino de la loma que
dominaba al castillo, la cual seguramente habían desocupado los
invasores, y la fortificó construyendo trincheras, con tanta rapidez,
que al amanecer el 26 rompió los juegos sobre el castillo. Después
de un nutrido cañoneo y ataques de infantería, Gálvez intimó la
rendición del fuerte, que fue negada por el enemigo. Prosiguió la
lucha con empeño heroico. En un reducto, un pelotón de negros
que combatía por España capturó a unos ingleses y los ejecutó
cortándoles la cabeza. El horror que esto produjo en los invasores
fué aprovechado por Gálvez el día 28, para intentar nuevamente
la rendición del castillo, manifestando a los ingleses que no le era
posible evitar la forma cruel con que los negros verificaban sus
ataques y trataban a sus prisioneros. El jefe enemigo contestó
negativamente; pero esta vez no era sino para darse tiempo de
preparar la retirada, pues en la noche desocuparon la fortaleza y se
reembarcaron. Los españoles penetraron al castillo en la mañana
del 29, y lo encontraron desmantelado. Habían inutilizado los
cañones, excepto algunos de menor calibre, por falta de tiempo.
También dejaron libres 54 prisioneros españoles que tenían, fuera
de 200 que habían llevado a San Felipe. Las operaciones del asalto,
dirigidas por Gálvez, las verificaron 54 combatientes del Batallón
de Infantería, 318 de milicias, 80 desterrados del presidio de la
capital del Reino y 60 negros esclavos. Las enfermedades tenían
debilitado al ejército español; uno de los primeros fallecidos fué el
segundo jefe, Teniente Coronel Francisco Panigo.
LOS INGLESES SE APODERARON DEL CASTILLO
DE LA INMACULADA.– Desalojados de Omoa, los ingleses
no perdieron la esperanza de llevar adelante su plan dominador,
y fueron a probar suerte al río San Juan. Mientras tanto, el jefe
150 sofonias salvatierra

Gálvez, quien después de la anterior victoria fué ascendido a


Brigadier, se reconcentró a San Pedro de Sula, en donde recibió
aviso de que los ingleses se preparaban para apoderarse de aquella
ambicionada vía fluvial. Después que le llegaron diez mil fusiles
que había pedido a la Habana, marchó para Nicaragua, siguiendo la
ruta de Nueva Segovia, y estableció en Granada su cuartel general.
Efectivamente, los ingleses, reorganizados en Jamaica,
remontaron el río San Juan en son de guerra. Era en ese momento
Comandante del castillo de la Inmaculada el valiente Don Juan de
Ayssa, el segundo jefe era Don Pedro Brizzio, y uno de los jefes
atacantes era el Capitán Horacio Nelson, el después vencedor de
Trafalgar. La lucha duró veinte y un días durante el mes de abril
de 1780. Bloqueado el castillo, tuvo que rendirse, no obstante el
heroísmo de sus defensores, debido a las muchas bajas de muertos
y heridos y a la falta de pertrechos, de víveres y agua. El segundo
comandante Brizzio y su compañía, hechos prisioneros, fueron
enviados a Santiago de Cuba en un barco parlamentario inglés. Las
penalidades sufridas por los prisioneros en la navegación no tienen
nombre. Los temporales los retuvieron cinco meses en el mar, y la
escasez de víveres y el mal estado de los pocos que tenían produjo
la epidemia del escorbuto, de que se enfermaron casi todos y
ocasionó la muerte a muchos. Llegaron a Jamaica, y reembarcados
para Santiago de Cuba, en el mes de octubre del mismo año, la
embarcación que los conducía, naufragó pereciendo todos, excepto
Don Pedro Brizzio, quien fué dejado en Jamaica por estar enfermo.
EL CASTILLO DE LA INMACULADA ES ABANDONADO
POR LOS INGLESES.– Rendido el castillo de la Inmaculada, el
Capitán General Gálvez, reconcentró sus fuerzas en el lugar que hoy
se llama San Carlos, con el fin de impedir el ataque de los ingleses
hacia el interior, y empezó la apertura de un camino al castillo para
atacarlo por tierra. Apenas intentó el invasor remontar el río San
Juan, lo insalubre de la región y la debilidad de sus fuerzas ante
las numerosas que el jefe español había reunido para oponérsele,
inutilizó su triunfo sobre el castillo, y el inglés, sin combatir más,
se retiró fracasado, dejando muerta para siempre la pretensión de
Inglaterra de apoderarse de la Costa de los Mosquitos y por ende
compendio de historia de centroamerica 151

de la vía interoceánica de Nicaragua.


LOS INGLESES SON ARROJADOS DE ROATAN Y DE
LA COSTA.– El Capitán General Gálvez, después de su triunfo en
Nicaragua fué elevado a Mariscal de Campo. Volvió a Guatemala
y en seguida se dirigió a Honduras con el objeto de arrojar a los
ingleses de Roatán y demás islas, en donde estaban establecidos
desde hacía más de medio siglo, lo mismo que barrerlos de toda
la Costa. Con una improvisada flotilla compuesta de 14 barcos de
guerra y varias piraguas, asaltó Roatán y la tomó el 17 de marzo
de 1782; hizo demoler todos los fuertes y redujo a cenizas como
quinientas casas que tenía el extranjero. Después el Mariscal
Gálvez se dirigió a río Tinto y destruyó los fuertes de la Criba
y la Quepriba, a la vez que envió al Coronel Tomás de Julia a
desalojar a los ingleses de toda la Costa hasta Bluefields. Con
motivo de estos nuevos triunfos, el Mariscal Gálvez fué ascendido
a Teniente General y nombrado virrey de México, para donde se
fué en marzo de 1783.
EL TRATADO DE PAZ Y SU APLICACION.– Nuevamente
fué vencida Inglaterra por la firmeza heroica del soldado español,
bien inapreciable que los políticos de este y el otro lado del Atlántico
no sabían aprovechar. El 3 de Septiembre de 1783 se firmó la paz
en Versallas, y el 19 del mismo mes canjearon el tratado. Por el
artículo 69 se obligaban otra vez los ingleses a desocupar la Costa
de los Mosquitos dentro de diez y ocho meses. Solamente se les
concedió permiso de cortar maderas en la región de Valis (Belice),
en el distrito comprendido entre los ríos Valis, Hondo y Nuevo,
sin derecho de construir más de las casas necesarias a los trabajos
ni dedicarse a cultivos o empresas de otra cosa. Este es el origen
de Belice, y si Inglaterra se ha quedado allí y aun ha extendido los
límites de su dominio, es en forma indebida y en razón de ser una
nación poderosa.
INTENTO DE POBLAR CON FAMILIAS ESPAÑOLAS
LA COSTA DE LOS MOSQUITOS.– En Cédula Real de 24 de
septiembre de 1786, se dispuso que se formasen cuatro poblaciones
“bien precavidas” en Río Tinto, Cabo de Gracias, Bluefields y Río
San Juan, para lo cual se enviarían de España ciento cincuenta
152 sofonias salvatierra

familias, y de las Canarias sesenta más. El enganche se verificó en


Asturia y Galicia. La Coruña fué el puerto de embarco, y Trujillo
el de desembarco. Las familias de Canarias llegaron primero, a
principios de 1787. Las de España vinieron sucesivamente hasta
enero de 1788, en que desembarcó la última partida. Traían
arados, hachas y otros implementos de agricultura. Cada familia
estaba formada por un matrimonio o grupos de matrimonios.
Grandes fueron los gastos que se hicieron, una parte de los
cuales se pagaron en la Cajas Reales de Guatemala; bueno era el
pensamiento y se procedió con decisión al traer esas familias a la
Costa de los Mosquitos; pero la falta de continuidad que siempre
caracterizó a la administración colonial, frustró el establecimiento
de las cuatro poblaciones proyectadas. Abandonadas las familias
inmigrantes en Trujillo, murió la mayor parte, y la influencia
inglesa se mantuvo entre desembosada y oculta.
EPISODIO DE DOÑA MARIA MANUELA RODRIGUEZ.–
Un indio, sujeto principal entre los mosquitos, llamado Yarrince,
que fué amigo de Inglaterra y que últimamente había hecho causa
común con los españoles, en tal medida, que le otorgaron el grado
de Capitán y lo bautizaron con el nombre de Carlos Matías, vivía
en Boaco y allí lo apresaron bajo la imputación de inteligencia con
los ingleses confiscándole sus tierras y sus ganados. Los españoles
desconfiaban de la sinceridad de los indios, y éstos de la buena fe
de aquellos. Como los españoles no creían en el deber moral de
ser leales con una raza que despreciaban, en los indios se metió
muy hondo la convicción de la insinceridad de los blancos, y por
esto mismo ellos eran disimulados y falsos. A Yarrince lo enviaron
a las cárceles de Guatemala, y allá murió. Sus parientes se habían
reconcentrado a la Costa y en el viaje lo arrasaron todo, llenos de
cólera. 
Al saber el rey de los mosquitos lo sucedido a Yarrince
alisto sus indios y sus canoas y marchó armado en guerra sobre
Chontales. Como lobo rabioso robó y sembró el terror por todas
partes. Dos poblaciones, particularmente Lovigüisca y Juigalpa,
sufrieron más gravemente la seña vengadora de los Mosquitos. En
esta última ciudad se llevaron una de las campanas de la iglesia,
los cálices y los copones, y apresaron varios mulatos de ambos
compendio de historia de centroamerica 153

sexos y una niña blanca como de diez años de edad, llamada María
Manuela Rodríguez. Con ellos se regresaron a sus rancherías de
la Costa. Esto en sucedió en 1782. Los presos fueron convertidos
en esclavos por sus aprehensores. La niña Rodríguez quedó en
poder del rey a quien los suyos llamaban el Britón.
Como los prisioneros eran cristianos, procedieron a la
catequización de aquellas gentes bárbaras, empezando por el rey.
Doña María Manuela explicaba al Britón los misterios de la fé
católica, y le recitaba algunas de las oraciones comunes de este
culto. El indio rústico le oía con gusto, tanto que un día dijo que
quería bautizarse, ceremonia que ejecutó la prisionera mulata Ana
Sanabria, poniéndole el nombre de Bernabé Sanabria. Algunas
de sus mujeres se bautizaron también, lo mismo que muchos de
sus hombres principales. Desde entonces alimentó el Britón el
propósito de libertar a los prisioneros chontaleños y de enviar a
León a María Manuela Rodríguez, bajó la promesa de casarse
con él. Esto ocurrió en 1788. Poniendo en práctica su idea, alistó
sus piraguas y llevó de Tubapi, lugar de su residencia, a las bocas
del río San Juan a la niña Rodríguez, y a los otros prisioneros los
dejó allí para que se internaran en la Provincia, y él se dirigió a
Cartagena de Indias, en donde el arzobispo Don Antonio Caballero
y Góngora lo bautizó con el nombre de Carlos Antonio de Castilla.
En seguida se dirigió a León con el fin de casarse con su prometida
Doña María Manuela Rodríguez. El obispo de Nicaragua Juan
Félix de Villegas verificó la ceremonia nupcial, después de haber
consultado con canonistas sobre la libertad de estado del rey de los
mosquitos. Este casamiento fué celebrado en León con grandes
fiestas, y se consideraba providencial el que por ese medio pudiera
llegarse a la paz con esas tribus de la Costa Atlántica.
Don Carlos Antonio de Castilla con su mujer y gran
acompañamiento se regresó a Tubapi por la vía del río Coco. Allá
encontró alzado contra su autoridad a su sobrino Alparis, quien al
fin lo asesinó. Doña María Manuela, que era ya madre, logró huir
al interior al lado de los suyos.
EL DESTINO ULTERIOR DE LA COSTA DE LOS
MOSQUITOS.– Después del tratado de 1783, España no fundó
154 sofonias salvatierra

poblaciones en la Costa, e Inglaterra prosiguió mañosamente


en política de penetración. También quedó vigente la dinastía
mulata, protegida por el gobernador de Jamaica. Mucho debieron
gestionar durante el siglo XIX las Provincias, convertidas en
Repúblicas independientes, para que Inglaterra desocupara la
Costa. En 1859, el gobierno de Honduras consiguió que dejara
libre a Roatán, y en 1894, Nicaragua, por acción de fuerza contra
la dominación mosca, obtuvo que la Gran Bretaña ajustara su
conducta a las disposiciones de aquel tratado. Solamente ha
quedado sin resolverse la posesión de Belice, la cual al fin tendrá
que abandonar a su legítimo soberano, Guatemala. Conforme
aquel tratado, repetido en otros posteriores, Inglaterra no tuvo
sobre Belice otro derecho que el que le daba un simple permiso
de cortar maderas en ese sitio, con la probición expresa de
contruir habitaciones permanentes; y si la Gran Bretaña se ha
quedado allí, no ha ido sino en virtud de su poderío militar y
de la anarquía política de Centroamérica que ella fomentó por
medio del Cónsul Chatfield, con el fin de debilitar a los pueblos
del Istmo.

PROYECTOS DEL CANAL INTEROCEANICO


DURANTE LA COLONIA
LOS PRIMEROS PENSAMIENTOS SOBRE LA VIA
INTEROCEANICA.– Desde los viajes de Colón alrededor del
Mar Caribe se pensó que había un paso para seguir navegando
hacia Occidente, y al no encontrarlo hizo creer seguramente al
Almirante que había llegado a los dominios del Gran Khan. El
descubrimiento del Océano Pacífico, fijó la idea de buscar el
sitio por donde se comunicara el nuevo mar descubierto con el
Atlántico. Encontrado este paso en el extremo sur del Continente,
y reconocido el istmo de Panamá se pensó que utilizando los ríos
que lo cruzan podia abrirse por ese lado un canal que llevara las
aguas de uno a otro mar.
EL CANAL POR NICARAGUA.– La idea de abrirse un canal
por Nicaragua fué concebido por el primer explorador que penetro
compendio de historia de centroamerica 155

en sus tierras en 1523, por Gil González Dávila. Varios proyectos


fueron trazados durante la colonia con el fin de realizar la obra.
En 1555 Ruy López de Valdenebro propuso a la Corte de Madrid
un proyecto para hacer navegable el río San Juan y facilitar el paso
de un mar a otro. Consultada la Casa de la Contración, ese Centro
nunca resolvió nada.
En 1620 Diego de Mercado, vecino de Guatemala, propuso al
rey, la apertura de la vía interoceánica por el río San Juan y el Gran
Lago hasta el Golfo de Papagayo. Mercado practicó detenidos
estudios y envió un extenso memorial, que fué archivado.
En 1639, Don Pedro Mejía de Obando, en su libro titulado
“Manual Práctico de las Indias”, llamó la atención sobre la
pasibilidad de comunicar el Atlántico con el Pacífico por el río
San Juan y el Gran Lago, señalando la misma ruta de Mercado.
El Barón de Humbolt, entre los nueve lugares que señaló para
construir un canal interoceánico en América, citó el del Lago de
Nicaragua y el del río San Juan.
A fines del siglo XVIII Don Ignacio Maestre y los capitanes
de Ingenieros Don Joaquín Isasi y Don José María Alexandre,
practicaron un estudio sobre la ruta de Nicaragua emitiendo
un dictamen negativo. Don Manuel de Galisteo asimismo fué
comisionado en 1781 para que estudiase las posibilidades de roturar
la faja de tierra que está entre el Gran Lago y el océano Pacífico, por
el lado de Rivas. Esto pasaba en aquellos días en que Inglaterra, con
las armas en la mano quería apoderarse de la vía. El dictamen de
Galisteo fué negativo. No obstante, el Capitán General, Don José
Estachería, manifestó al secretario Universal de Indias, Don José de
Gálvez, sus temores de que los ingleses venciendo los obstáculos,
se decidieran a tomar el lago y abrir el canal.
En 1813, el diputado por Nicaragua a las Cortes de Cádiz,
Licenciado Don Antonio López de la Plata, introdujo una moción
para que se decretara la apertura del canal por Nicaragua, utilizando
las aguas del río San Juan, siguiendo por el río Tipitapa hacia el
lago de Managua, y abriendo la porción de tierra hasta el Realejo.
Las Cortes se limitaron a ordenar que se hiciesen estudios previos.
156 sofonias salvatierra

En 1837, constituida ya la República Federal de Centroamérica,


el Presidente General Morazán ordenó el estudio de la ruta y antes
se había entrado en inteligencias con el rey de los Países Bajos
para realizar la empresa.
Después, durante todo el siglo XIX se formularon muchos
proyectos, se celebraron muchos contratos y aun se empezaron en
1889 los trabajos en San Juan del Norte, por la compañía Menocal.
Por último, con la apertura del canal de Panamá, el proyecto de
la ruta nicaragüense ha pasado a ser subalterno de las necesidades
que impone u origina la vía panameña. Esta posibilidad de
abrir un canal por el territorio nicaragüense, ha ocasionado a la
nación los mayores dolores, sin dejarle en ningún caso la menor
utilidad. Primero las incursiones de los piratas y en seguida las
intervenciones de los grandes Poderes que se han disputado el
predominio sobre la ruta, ha descoyuntado a Nicaragua en su vida
política y en su destino.
LAS RENTAS COLONIALES
EL QUINTO REAL.– El quinto real se llamaba la porción
o se la quinta parte que le correspondía al rey del oro y otros
objetos preciosos que los conquistadores quitaban a los indios en
el tiempo de la conquista y del que obligaban a éstos a recoger
en los montes y en los ríos, o del que si extraía de las huacas o
sepulturas indígenas, que excavaban con afán.
LOS ALMOJARlFAZGOS.– Eran los derechos de
importación del 15 por ciento sobre el valor de mercaderías
procedentes de España. Ocurrió que se cobraban varias veces, esto
es, en cada puerto donde pasaban.
LAS PENAS DE CAMARA.– Eran multas que se imponían
por faltas, algunas de las cuales hoy se llaman de policía.
LOS TRIBUTOS.– Eran los que pagaban los indios al rey
percápita, en condición de vasallos del rey de España. Consistía
en un impuesto de dos pesos por persona.
RENTA DEL PAPEL SELLADO.– Todos los documentos,
expediente y aun comunicaciones que se enviaban a la Corte,
compendio de historia de centroamerica 157

debían ser escritos en papel sellado, como renta de la Corona.


LA RENTA DEL TABACO.– El cultivo y consumo del tabaco
vino a dar origen a una de las rentas más cuantiosas del régimen
colonial y del republicano hasta nuestros días. Este producto
fue estancado en 1767 se obtenía particularmente en Honduras,
Nicaragua y Costa Rica. El de Copán y el de Jalapa en Nueva
Segovia se consideraban de las clases superiores. Del tabaco del
Reino de Guatemala se exportaba a México y se proveía para el
consumo de la Costa Real en Madrid. La renta de este artículo
era el eficaz recurso de la Administración cuando había escasez de
fondos para alimentar otros servicios.
LA RENTA DEL AGUARDIENTE.– La producción y
consumo del aguardiente fue convertida en fuente de entradas
fiscales por el gobierno de la colonia, lo mismo que hoy en la
república. Había estancos, como ahora, y se adquiría el privilegio
de explotarlos por compra en subasta pública. El fomento de esta
bebida embriagante fué objeto de una viva y constante protesta,
pues a ella se atribuían la mucha criminalidad, principalmente
entre los indios, la vagancia y la decadencia general que se sentía
en todo el Reino. Más de una vez se pidió la supresión de esta
renta; pero los Oficiales Reales dictaminaron en contra, alegando
que perjudicaba los intereses de la Real Hacienda exactamente lo
mismo que se alega hoy.
LOS DIEZMOS.– Aunque los diezmos eran un impuesto
eclesiástico su recaudación la verificaba la Real Hacienda, y el rey
los distribuía. Era además un impuesto forzoso como cualquier
impuesto fiscal, no una dádiva voluntaria de los fieles. Se recaudaba
directamente del contribuyente, una veces, y otras se remataba en
pública subasta a postores que luego lo recaudaban al detal. El
cobro de este impuesto, como todos los demás, fué objeto de
diversos fraudes, los cuales se cometían casi sin reservas. Cuando
se cobraba directamente, el fraude lo cometía el recaudador, ya por
sí mismo, ya de acuerdo con el contribuyente. Cuando los diezmos
se vendían en subasta, era costumbre que se pusieran de acuerdo en
la puja, con el fin de comprar el impuesto a bajo precio. A veces
eran embargados los bienes del contribuyente, cuando se le acusaba
158 sofonias salvatierra

de renuencia en el pago, y en este caso era frecuente el hecho de


que el funcionario recaudador llegara a las casas urbanas o rurales,
acompañado de cooperadores, a posesionarse de cerdos, gallinas,
ganado mayor, maíz y otros productos. En los últimos tiempos de
la colonia esta renta alcanzaba a producir en Nicaragua más de cien
mil pesos. El impuesto del diezmo se distribuía así: la mitad se
dividía entre el obispo y el cabildo eclesiástico, y la otra formaban
nueve tantos, siete para la iglesia y dos para la Real Hacienda.
Por concesión del Papa, el rey percibía el impuesto llamado
Bula de la Santa Cruzada, y consistía en librar del ayuno o vigilia
a los que pagarán el impuesto. La Bula valía de dos a diez y seis
reales, según la categoría económica del que no quería ayunar,
y eran vendidas por los llamados buleros, en todos los pueblos
de la Capitanía General. También el rey hacía suyos los bienes
de difuntos que no dejaron herederos conocidos, y se percibía
una contribución personal directa en forma de donativos, que el
monarca solicitaba de tiempo en tiempo.
OTRAS RENTAS.– EI impuesto sobre lidias de gallos o
galleras, era una renta real, lo mismo que los que se cobraban
por la venta de chicha y pulque. La alcabala, era un impuesto
del dos por ciento sobre el valor de las transacciones comerciales.
La media anata era el entero en las Cajas Reales de la mitad del
sueldo de los empleados en el primer año del ejercicio de su cargo.
Este impuesto fué establecido por Felipe IV en 1631. Existía un
impuesto sobre las nieves que se tomaban del volcán de agua, lo
mismo que sobre la sal que estaba estancada, y sobre la pólvora y
los naipes. Había creada una renta sobre la concesión de títulos
nobiliarios, mediante fuertes sumas de dinero. De esta manera
se hicieron marqueses y condes muchos criollos adinerados de
la América Española, y fueron la causa de las perturbaciones
después de la independencia por la pretensión de querer conservar
sus previligios coloniales en la república. Amparado a ésta ley
adquirió su título el marqués de Aycinena, de Guatemala.
EL CORREO.– No era un servicio que se prestaba como hoy
se entiende, sino una rentar de la Corona, de tal manera, que se
consideraba contrabando el que los particulares llevaran carta de
compendio de historia de centroamerica 159

una a otra población. Entre los indios antes de la conquista no


había correo como hoy, sino un sistema rápido de comunicaciones.
Los aztecas y los incas lo tenían en formas de individuos que
corriendo de estación en estación, establecida en un cuarto de
legua de distancia entre sí, llevaban mensajes en tres días a lo
largo de centenares de leguas, lo cual facilitaban las magníficas
carreteras que habían construido, Esta forma de correo gozaba de
inmunidades, aun durante los estados de guerra si no se apartaban
de las rutas establecidas.
Antes del descubrimiento de América, en España había un
sistema de correos para las comunicaciones oficiales, dirigido por
un funcionario que se llamaba Correo Mayor, En 1514 se estableció
el correo con América, en forma de monopolio y privilegio.
Como todo lo de entonces, concedido al Dr. Lorenzo Galíndez de
Carvajal, con el título de Correo Mayor de Indias, el cual residía
en Segovia y tenía Tenientes o delegados en México y Lima. La
correspondencia oficial no llevaba porte. Se pagaban dos reales por
cada onza de correspondencia particular, y ésta era inviolable bajo
las más severas penas. Los correos gozaban de inmunidad, y no
podían ser detenidos ni aun por el Santo Oficio. Era de reglamento
que la correspondencia no sufriera retraso y debían buscarse las
vías más cortas y los medios más rápido. A la capital del Reino
de Guatemala entraba por el Golfo Dulce, muchas veces, y por
Veracruz y Oaxaca, otras. En este último caso se llamaba correo de
Oaxaca. La llegada de un correo era un acontecimiento que causaba
sensación pública, al extremo de que se repicaban las campanas.
1768 se creó en Guatemala la Administración de Correos y
establecieron estafetas en los pueblos y ciudades de las Provincias.
La correspondencia era conducida en cajones pequeños
bien clavados, asegurados con precintas y envueltos con doble
tela encerada. De todos los documentos se hacían varias copias
y se mandaban por diferentes vías, en previsión de que pudiera
perderse alguno.
En el Reino de Guatemala el Capitán General ejercía la
inspección de la renta. Todo envío pagaba porte, inclusive los
160 sofonias salvatierra

periódicos, o lo que es lo mismo, la Gaceta de Guatemala, que


era la única que existía. Por supuesto que este servicio obedecía
a la lentitud de los tiempos. Una carta para llegar al Perú y volver
la contestación tardaban un año, aunque la comunicación postal
con España era más frecuente y regular que entre las diferentes
colonias, muchas veces pasaban años enteros sin venir a Guatemala
correspondencia de la Península.
En los últimos tiempos el correo alcanzó alguna regularidad.
La correspondencia se enviaba antes por comisionados especiales
cada vez que se necesitaba. En el siglo XVIII empezó a organizarse
este servicio. El 14 de febrero de 1753 se estableció el primer
correo mensual entre Guatemala y Granada. En esta última ciudad
se reexpendía la correspondencia de y para Cartago.
González Saravia inició una más rápida comunicación postal
con el Perú, estableciendo el 5 de febrero de 1809 un correo
mensual por tierra. Este correo salió de Cartago para Panamá, por
primera vez, el 2 de abril del mismo año de 1809.
El correo de Guatemala seguía el siguiente itinerario: de la
capital del Reino a Santa Ana gastaba dos días; de aquí a San
Salvador un día, de esta ciudad a San Miguel, dos días; y de aquí a
León tres días. Total: ocho días. Cuando las autoridades superiores
necesitaban enviar correspondencia urgente, lo hacían por correos
expresos, pagando hasta cien pesos por este servicio.
En 1811 se hicieron cálculos para establecer un servicio de
correos mensuales entre La Coruña, puerto español, y Portobelo,
puerto americano. Sobre la base de que aún bergantín correo
dilataba alrededor de cincuenta días en salvar la distancia entre
dichos dos puertos ida y vuelta, se proponía en que seis bergantines
de cien toneladas cada uno, garantizarían el servicio de correos
cada mes. Pero no pasó de cálculos y proyectos.
LOS HOSPITALES
Desde los primeros tiempos del régimen colonial y aun durante
la guerra de la conquista, se sintió la necesidad de los hospitales.
Tanto Pedrarias Dávila en Panamá, como los de Guatemala,
compendio de historia de centroamerica 161

organizaron estos establecimientos, que en los primeros años eran


más bien de los de sangre fundados en los tiempos modernos por
la Cruz Roja de todos los países: aunque para servicio entonces de
los conquistadores solamente, a los indios no se les daba cuartel.
En Guatemala fundaron los padres dominicos el de San Alejo,
para servicio de los indios, a mediados del siglo XVI, el primero
formal que hubo en todo el Reino. Casi inmediatamente después,
el obispo Marroquín fundó en la misma cuidad el Hospital Real
de Santiago para servicio de los españoles. Aunque pobres e
insuficientes se mantuvieron estos primitivos centros de caridad,
hasta que a fines del siglo XVII, fueron reunidos en uno solo, bajo
la dirección de los frayles de San Juan de Dios, de quienes por
último tomó el nombre.
Algunos años antes de esta época había sido fundado el
hospital San Pedro para servicio de los clérigos; lo mismo que el
de convalecencia, llamado de Belén, establecido por la iniciativa
del Hermano Pedro de Betancourt.
En las Provincias establecieron hospitales ya muy avanzado
el régimen colonial. Los hubo en Granada y León de muy
modesta categoría. El de Granada casi sólo servía para alojar a
los militares enfermos que venían del castillo de la Inmaculada.
Eran atendidos por empíricos, pues médicos y cirujanos no hubo
nunca, sino hasta en vísperas de la Independencia, y esto porque
venían de otra parte.
En Costa Rica no fué sino hasta en 1782, que se inició un
centro de caridad el obispo Tristán, cuando estuvo de visita en
Cartago.
En Honduras el primer reglamento del Hospital Real de
San Juan de Dios tiene fecha 10 de septiembre de 1810. Por ese
reglamento se sabe que no había en el hospital nada más que doce
camas con una almohada cada una y sábanas que debían mudarse
cada mes. En medicina se gastaba cien pesos anuales.
En El Salvador no hubo hospitales hasta que en 1802,
Fernando Escobar inició la fundación de uno de estos centros de
caridad en la capital de la Provincia. Este hombre humanitario
162 sofonias salvatierra

construyó de su propio peculio una casa con dos departamentos y


estableció veinte camas.
Para juzgar del desarrollo de los hospitales durante la colonia,
diremos que el viejo Hospital San Juan de Dios de la Antigua,
estaba en una mala casa y disponía solamente de catorce camas en
1803; y el de Nueva Guatemala, asilaba ciento ochenta enfermos,
la mayor parte sin cama. Es después de la Independencia cuando
los hospitales alcanzaron importancia.
LAS INDUSTRIAS
EL AÑIL.– Después de la explotación de las minas de oro
y plata, que en los primeros tiempos coloniales fué el principal
elemento de riqueza en el Reino de Guatemala, el añil, pasta
colorante azul oscura o tinta extraída de la planta llamada jiquilite,
de origen americano, pasó a ser la base de la vida económica de
los pueblos que se llaman América Central, particularmente en
las dos provincias que la cultivaban en gran escala. El Salvador
y Nicaragua. Honduras apenas puede citarse como productora
de añil; Costa Rica no la cultivaba, y Guatemala en muy pequeña
escala en la parte oriental de la provincia.
El añil lo fabricaban los indios, y los conquistadores lo
beneficiaron desde los primeros días de haberse establecido en estas
tierras; pero no fue sino hasta el siglo XVIII cuando la industria
añilera alcanzó un desarrollo extraordinario, y de tal modo influía
en el bienestar general, que la magnitud de su producción y el
grado de sus cotizaciones en el extranjero, marcaba el índice de la
prosperidad económica. La cantidad de su beneficio no crecía por
la excesiva usura, más bien agio de los prestamistas o habilitadores
de la capital del Reino, que era donde únicamente había capitalistas.
Hasta allá tenía que ir el añilero provinciano, a conseguir una
habilitación leonina por las condiciones onrosas en que se daba.
Debía el pobre agricultor recibir en artículos de comercio la mitad
de la habilitación solicitada; debía pagar con añil a los prestamistas
a precio menor que el señalado para la venta por el juez de feria,
y este juez era nombrado bajo la influencia de los capitalistas;
también debía pagar interés por la cantidad total recibida.
compendio de historia de centroamerica 163

Como en el régimen colonial todo era restricciones,


monopolios, privilegios. y trabas de todo género con el fin de
favorecer a la gente principal que era la que ejercía influencias, la
venta del añil no podían hacerla libremente los productores, sino
en la “feria”, así llamado el acto de comprar y vender los añiles. El
lugar de esta feria fué primero la ciudad de San Vicente y después
la de San Salvador. Hasta allá tenía que llevarse el artículo, si no
la venta no era legítima.
Con el fin de poner remedio al terrible mal de los habilitadores
agiotistas, el Capitán General Matías de Gálvez dispuso en 1782
la fundación de una Caja de Crédito llamada Monte de Piedad,
destinada a habilitar a los cultivadores del jiquilite. El fondo
básico fué de cien mil pesos, tomados de la Renta del Tabaco.
Se pensó que de esta manera aumentaría la producción del añil
y crecería la riqueza general del Reino. Efectivamente, de siete
millones de libras que se producían antes, ascendió a diez millones
después de fundado el Monte. El 4 % anual que se pagaba por las
habilitaciones que daba el Monte hizo aumentar los fondos de éste
hasta quinientos mil pesos. Pero los antiguos habilitadores no se
dieron por vencidos. Ocurrieron de queja ante el rey, manifestando
que la creación del Monte les había perjudicado en su negocio.
¡Tan ciegos eran en su egoísmo!. El soberano ordenó en 1792 que
se siguiera una investigación con el fin de saber si el Monte de
Piedad perjudicaba o no la industria añilera, dándosele audiencia a
los cultivadores. El voto de todos fué a favor del Monte. Pero las
intriga de los capitalistas, que eran los privilegiados, insistieron
ante el rey en su mismo propósito.
Hasta que en 1803, el Presidente de la Audiencia, Don Antonio
González, apartando las intrigas informó ampliamente sobre el
caso de las habilitaciones y en favor del Monte. Esta institución
demostró a lo largo de muchas décadas, que la agricultura se
desarrolla en Ias habilitaciones liberales, no leoninas, y que un
interés bajo y a largos plazos, estimula el trabajo y las empresas.
El Monte hacía algo más. Cuando por malos inviernos o la plaga
de la langosta las cosechas eran bajas, daba prórroga y ampliaba
las habilitaciones.
164 sofonias salvatierra

EL CACAO.– El cacao es una de las plantas preciosas que


América ha ofrecido al mundo. En la clasificación de la flora se
le designa con el mombre de Theobroma cacao L. En los tiempos
precolombinos era usado como moneda. Un contle o tzontle
equivalía a 400 almendras; 20 contles formaban un xiquipil, o
sean 8,000 almendras, y una carga la componían 3 xiquipiles o
sean 24,000 almendras. También durante la colonia se usó el
cacao como moneda; pero en esta época no se contaba por contles
o xiquipiles, sino por manos. que equivalían, cada una, a cinco
almendras. En Nicaragua, por ejemplo, cuando faltaba la moneda
o cacao, las pequeñas transacciones se hacían difíciles.
En los siglos XVII y XVIII esta planta alcanzó la categoría
de gran industria en las Provincias, en que fructificaba bien. Estos
lugares fueron Soconusco, Matina, y el Valle de Nicaragua, hoy
Rivas. En los primeros tiempos se cultivó el cacao en la región
de los lzalcos. El Oidor Diego García del Palacio, en su informe
del 18 de marzo de 1576 dice que él contó y repartió el tributo
de los Izalcos de cincuenta mil cargas de cacao. Después decayó
totalmente el cultivo de esta planta en esta región. En cambio
creció en Matina y en el Valle de Nicaragua. En Matina, no
obstante las incursiones de los zambos y los mosquitos a ese lugar,
la producción alcanzó a más de cuatro mil quintales. En Rivas se
cosechaban más de ocho mil quintales. La formación de la ciudad
de Rivas en Nicaragua se debe principalmente al cacao, por los
numerosos comerciantes que llegaban, muchos de los cuales se
quedaron residiendo en aquel lugar.
EL GANADO,– Los ganados en general fueron traídos a
América por los españoles. El vacuno, el caballar y el porcino los
trajo Colón por primera vez en su segundo viaje a la isla de Santo
Domingo. De este lugar fueron llevados a Honduras, de México a
Guatemala y de Panamá a Nicaragua. La casa de la Contratación
de Sevilla, alistaba y enviaba toda clase de animales útiles que
podían multiplicarse en América. En el Reino de Guatemala,
Nicaragua fué la Provincia en donde más ampliamente se
cultivó el ganado vacuno, y por esto fué la gran proveedora de
este animal necesario a las otras Provincias. El beneficio de las
compendio de historia de centroamerica 165

minas de oro y plata en la Provincia de Honduras, el beneficio


del añil en la Provincia de El Salvador, y las carnicerías públicas
de Guatemala, exigían para su consumo en grandes cantidades el
ganado nicaragüense. En Costa Rica había cría de este animal,
en el Guanacaste y Nicoya. La carne de res valía poco. En las
ventas públicas de Guatemala se vendían a principios del siglo
XVIII catorce libras por un real; a fines del mismo siglo, cuatro
libras valían un real. En Costa Rica, en ese mismo tiempo, las
reses en gran parte eran destazadas para vender el sebo y perdían
la carne.
Como el añil, el ganado estaba sujeto a la “feria”, la cual
se verificaba unas veces en Cuajiniquilapa y Chalchuapa y otras
en Amatillo. Para acabar con esta deliberada extorsión de los
compradores de la capital del Reino, Don Joaquín Arechavala,
vecino y ganadero de León. en menorial de 13 de mayo de
1794, expuso al rey las iniquidades que se cometían en la feria
de ganados, y le pedía que la suprimiera. Después de mucho
trabajo, el soberano dispuso en 1800 dejar libre la venta en
cualquier lugar y al precio en que mejor conviniesen comprador
y vendedor.
OTRAS INDUSTRIAS.– Además de añil, cacao, ganado y
tabaco, el Reino de Guatemala exportaba sebo, cebadilla, brea,
capa dos, azúcar jarcia, harina, trigo, bizcochos, cera y otros. El
algodón lo cultivaban particularmente los indios, y había telares
manuales. En la capital del Reino los había en gran número, y se
producían telas de diferentes clases, con las cuales se abastecía
gran parte del consumo. Hubo una lucha constante entre estos
pequeños industriales y los poderosos comerciantes de Guatemala.
Los unos decían que la existencia de esos telares era perjudicial
al comercio de importación; argumento que era bien escuchado
en Madrid, porque los artículos que se importaban venían
exclusivamente de España. Los otros alegaban que aumentando
los telares, y más aún trayendo máquinas, se harían accesibles las
telas para un mejor vestir del pueblo, cuya indumentaria era poco
menos que la de Adán en el Paraíso. La solución de este conflicto
sólo la Independencia podía darla.
166 sofonias salvatierra

LA CULTURA INTELECTUAL EN EL REINO


DE GUATEMALA
ESCASA DIFUSION DE LA CULTURA.– Mucho se
ha ponderado por algún sector de la opinión, el esfuerzo de la
administración colonial española por ahondar y extender la
cultura en las posesiones de Indias. Hubo en verdad individuos
particularmente interesados en la fundación de centros de
enseñanza; pero la administración propiamente, como entidad
gobernativa, no estableció de modo sistemático y regular el
cultivo de la gran masa americana. Hubo esporádicas e ineficaces
escuelas, cuyos maestros eran los sacristanes y en que solamente
se enseñaba a mal rezar oraciones, y lo demás, todo era pasividad
mental durante los trescientos años del coloniaje, pasividad
interrumpida por una que otra iniciativa particular, muy malamente
ayudada por la concurrencia oficial.
LOS SEMINARlOS.– EI primero que pensó en serio en la
organización de estudios superiores en el Reino de Guatemala,
fué el obispo Marroquín; pero la fundación del primer Seminario
en la capital, no pudo verificarse sino hasta en 1598, en obdiencia
a lo mandado por el Concilio de Trento, sesión 23, capítulo 18.
que ordenaba que hubiera Seminario en todas las Diócesis. El
objeto de aquel centro era el de educar a los hijos y nietos de los
conquistadores y personas “beneméritas”. Después fué fundado
en la misma ciudad de Guatemala el Colegio de San Francisco de
Borja. El Seminario de Chiapas no se instaló hasta en 1650, y el
de León el 15 de diciembre de 1680. cuando estaba abriendo ya
sus clases la Universidad de Guatemala. Este último lo fundó el
obispo Fr. Andrés de las Navas y Quevedo, quien regaló una casa
para que en ella se instalase, y además lo protegió con quinientos
pesos para la compra de muebles y útiles. Sin esta generosidad del
prelado, no se hubiera establecido, porque el rey ordenaba que se
creara el Seminario; pero no proveía lo indispensable para ello, ni
lo proveyó nunca, sino en tan modesta medida, que este instituto
jamás llegó en la colonia a colegio formal. No se enseñaba
ciencias, únicamente letras superficiales: gramática y latín y un
compendio de historia de centroamerica 167

poco de Teología Moral, cátedra que se estableció cincuenta años


después, por el obispo Villavicencio. A principio del siglo XlX se
daban nociones de otras materias, aunque muy someramente.
LA UNlVERSlDAD.– La Real y Pontificia Universidad
de San Carlos de Guatemala fué fundada por Cédula del 31 de
enero de 1676. Su influencia y distinción intelectual no creció
sino hasta mediados del siglo XVlll, al extremo que pudieron
salir de su seno hombres eminentes como Fr. Antenio de Liendro
y Goicoechea, el Dr. Juan José Flores, Don José Cecilio del
Valle, Don Miguel Larreynaga y otros aunque el relieve de estos
personajes se debió en primer término, a sus grandes capacidades
mentales para el estudio y la investigación, particularmente de
Goicoechea, quien verificó en Europa estudios sobre el método
experimental y científico que llevaba a la inteligencia más allá de
lo convencional, tan de reglamento en la colonia. Ese método lo
introdujo Goicoechea, no pocos sinsabores le causaron por ello
los partidarios del escolasticismo. Por su influencia mental, a
Goicoechea se le ha llamado el Precursor.
En 1800, ya Nicaragua sentía la necesidad de un centro
universitario y el Seminario de León tenía tan poco valor
académico, que no poseía la facultad de otorgar los grados
menores, por lo mismo de su insuficiencia, y por lo cual había que
ir hasta Guatemala para obtener el título de Bachiller. Era Rector
en ese año el Presbítero Rafael Agustín Ayestas, quien deseaba
que se estableciese en Nicaragua una Universidad. Para esto
envió un Memorial a Madrid. El rey ordenó al Capitán General,
en Cédula fechada en Aranjuez el 20 de mayo de 1803, “que con
audiencia instructiva de la Universidad de Guatemala y con voz
consultiva del Real Acuerdo” de la propia Audiencia, informara
lo que le pareciera. El jefe supremo del Reino, con el objeto de
ser más acertado en su informe, se dirigió al Gobernador de la
Provincia de Nicaragua pidiéndole su dictamen. Todos opinaron
favorablemente: el Gobernador, la Universidad Carolina y el Real
Acuerdo; no obstante, después de haber ocasionado tantos gastos;
el rey negó la petición del Presbítero Ayestas, y sólo concedió al
Seminario el derecho de otorgar los grados menores.
168 sofonias salvatierra

Pero poco después, en 1808, la invasión de Bonaparte a


España, y la caída de Carlos IV, dió oportunidad al pueblo español
para organizar una Asamblea de representantes, que se conoce
con el nombre de Corte de Cádiz. Esta Asamblea, por gestión del
obispo de Nicaragua, Nicolás García Jeréz, decretó la fundación
de la Universidad el 10 de enero de 1812. Como se hacía difícil su
inmediato establecimiento, por la misma deficiencia de los estudios
y la falta de catedráticos graduados, las Cortes, en resolución de 19
de agosto de 1813, mandaron que inmediatamente se instalase la
Universidad de León, Nicaragua, de acuerdo con los reglamentos
de la de Guatemala, mientras las propias Cortes aprobaban el plan
de estudios.
Haciendo eso estaban cuando Fernando VII derogó la
Constitución y todo lo decretado por los Representantes del pueblo
y restableció el viejo absolutismo real. Hubo necesidad de una
nueva gestión, que verificó el obispo García Jerez en carta de 19 de
octubre de 1814. El rey respondió el 5 de mayo de 1815, facultando
al prelado para que organizase la Universidad, lo cual se llevó a
cabo después de habilitar con el título de Doctora varias personas,
las más instruidas de la Provincia, instalándose solemnemente en
los salones del palacio episcopal el 24 de agosto de 1816.
Las Universidades de Honduras y El Salvador se establecieron
a mediados del siglo XIX, bastante después de la Independencia.
LA SOCIEDAD ECONOMICA.– La primera Sociedad
Económica de Amigos del País que hubo en España fué fundada
en las Provincias Vascongadas en abril 1764. De aquí pasaron
a América. Su objeto era promover el cultivo de las artes, de
la industria, de las buenas costumbres y la cultura en general.
Los modos pasivos de la vida colonial daban margen a que se
creyera que la mentalidad y capacidad comprensivas del pueblo
centroamericano eran nulas, y por esto el pesimismo era la fuerza
negativa de la nación. Pero vino la prueba contraria con la
fundación en Guatemala de la Sociedad Económica de Amigos
del País a iniciativa particular del Oidor Decano Don Jacobo de
Villaurrutia en 1794, y secundado por el Padre Goicoechea, el Dr.
José Flores y el Canónigo Don Antonio García Redondo. Muchos
compendio de historia de centroamerica 169

otros hombres desinteresados y generosos cooperaron con ellos.


El Fiscal de la Audiencia, al aprobar su fundación, manifestó
con franqueza que esa sería la manera de evitar “la decadencia
o más bien la ruina total a que caminan estas Provincias a pasos
violentos”. El rey aprobó los estatutos el 21 de octubre de 1795,
y en varias Ordenes Reales manifestó que estaba dispuesto a
conceder cuanto se le pidiese en bien de la Sociedad.
Este centro de estudios dió ocasión a que se explicaran
ciencias exactas por primera vez en Guatemala, lo cual hizo el
Ingeniero don José de Sierra, y a que Don José Longinos Martínez
abriera un gabinete o museo de Historia Natural.
Además entre otras cosas.
Abrió una clase de Dibujo y medelado en yeso; propagó la
enseñanza del hilado al torno, en tres escuelas públicas.
Estableció una escuela para hacer medias de hilo fomentó la
agricultura y la industria de la cérica.
También propuso la creación de un orfanatorio y ofreció
premios a los que demostraran: la utilidad del establecimiento
general de escuelas de primeras letras; la utilidad que resulta
en lo moral y en lo político de que los que gobiernan sepan de
qué se alimenta el pueblo; al que presentara mejor una memoria
apologética de la literatura americana; y otra cosas más que sería
largo enumerar.
Entre las Memorias que se escribieron, bajo el patronato y por
iniciativa de la Sociedad; se cuenta una para encontrar la manera
de destruir la mendicidad, escrita por Goicoechea.
Otra sobre el cultivo del cacao y otros ramos de la agricultura,
escrita por García Redondo.
Otra histórico-física del jiquilite, por el naturalista Don José
Moziño.
Otra sobre la fundación de escuelas donde se ensañaran
las máximas verdades de la religión y las verdades de la moral
cristiana.
Otra, escrita por el socio de mérito Fr. Antonio de San José, en
170 sofonias salvatierra

que se estudiaran los vicios del gobierno inferior de las Américas


y medios de su reforma.
Por último, otra de Fr. Matías de Córdoba, sobre los medios
de conseguir que los indios y los ladinos se vistan como los
españoles.
Esta última Memoria colmó la paciencia del dueño de estas
posesiones, pues el objeto de la Sociedad estaba yendo muy allá en
cuanto a la cultura general. Al conocerla, ordenó inmediatamente
que se clausurara la Sociedad. El rey quería detener el avance
de lo que, por esa misma causa, se acercaría más rápidamente:
la Independencia. Al conocerse la Orden Real, los hombres
generosos que sostenían aquella institución se conmovieron
profundamente. Reunidos en junta, resolvieron, como era de
rigor, acatar los mandatos reales, y a la vez dispusieron enviar al
soberano una exposición con el objeto de evidenciarle los nobles
fines de la Sociedad. La contestación fué reiterar la orden de la
clausura definitiva. A esta disposición del rey contribuyeron, no
hay duda, las gestiones privadas de los privilegiados de la capital
del Reino, que no veían con simpatía la cultura de las clases
populares. Así lo dice francamente el Fiscal de la Audiencia Don
Diego Piloña, al ser conocida la Orden por el Tribunal.
Pero la Sociedad Económica dejó tres bienes inapreciables
revelar las altas disposiciones mentales del pueblo; el espíritu de
servicio social de muchas gentes ricas e instruidas y la renuencia
del régimen para apoyara la educación pública, renuencia que se
escondía bajo débiles e ineficaces promesas.
LA ARQUITECTURA, LAS BELLAS ARTES Y LA
LITERATURA.– La edificación residencial no obedeció a ningún
estilo de los clásicos conocidos, ni aun a los modos comunes usados
en España. La casa corriente de mejor clase fué la llamada de cañón
con corredores y grandes patios, construidas sobre adobes de tierra
desmoronable. Las demás habitaciones, esto es, la gran mayoría,
eran las llamadas de paja. En donde se ponía arte y suntuosidad era
en la construcción de los templos, y en el Palacio de los Capitanes
Generales. En las ruinas de los viejos templos coloniales, sobre
compendio de historia de centroamerica 171

todo en la Antigua Guatemala, han quedado las huellas de los


estilos platerescos y renacimiento del siglo XVI, del barroco del
siglo XVII, y del churrigueresco, derivado del anterior, del siglo
XVIII. El estilo gótico, característico de la Edad Media, apenas
si se advierte en una que otra iglesia en las diferentes ciudades de
Centroamérica. Sus constructores, arquitectos o ingenieros, venían
expresamente de España, y los obreros manuales las ejecutaban,
formándose de este modo el artesanado empírico que ha construido
los edificios de las viejas ciudades. Españoles eran asimismo
los pintores y tallistas. Como no había escuelas, los nativos no
conocían las bellas artes, fuera de uno que otro precoz que imitaba
a los artistas que ejecutaban las obras.
En la literatura hubo mayor manifestación vernácula,
aunque carentes de ingenio y pobres de imaginación, si
exceptuamos a unos pocos que florecieron ya en vísperas de la
Independencia. Es debido colocar entre la producción literaria
colonial centroamericana el sinnúmero de obras escritas en quiché
y cakchiquel, por los religiosos que tomaron a cargo suyo la
catequización del indio por medios pacíficos, asimismo es natural
que incluyamos también la celebrada Relación de Bernal Díaz del
Castillo, por haber sido escrita en mucha parte sobre el Reino de
Guatemala. El criollo Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán
escribió la Recordación Florida, de estilo cansado y muchas
veces incoherente; Fr. Francisco Jiménez, que aunque nació en
España, se desarrolló en Guatemala, compuso la Historia de la
Provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala; Fr. Antonio de
Remesal, español, escribió la “Historia de las Indias Occidentales
y particular de la Gobernación de Chiapa y Guatemala”; Don
Domingo Juarros, Presbítero escribió un “Compendio de la
Historia de la Ciudad de Guatemala”.
La poesía tuvo también sus representantes. Entre los grandes
escritores castellanos del Reino de Guatemala se debía contar al
Padre Rafael Landíver por su magnífico poema titulado Resticatio
Mexicana, si no hubiera sido escrito en latín, aunque su asunto es
de interés guatemalteco y americano. El poeta Juan de Mestanza
y Rivera tan alabado por Meléndez y Pelayo. Pedro de Liévano,
172 sofonias salvatierra

originario de España, pero pulsó la lira en Guatemala. Luis


de Melián y Sor Juana de Maldonado y Paz, Gabriel Hincapié
Meléndez, el Padre jesuita José Antonio Zepeda, el Padre Manuel
Iturriaga, Simón Bergaño y Villegas y otros más.
Se distinguieron por sus talentos en los últimos años de la
colonia, cuando las luces de Europa irradiaban por todas partes y
no podían dejar de ser percibidas por los más elevados espíritus:
Goicoechea distinguido en ciencias físicas; García Goyena poeta
fabulista; José María Zamora, jurisconsulto; José del Valle y
Miguel Larreynaga; jurisconsultos y pescadores eminentes; Pedro
Molina, médico distinguido y escritor político; Batres, Sicilia,
Montoya, Larreynaga, Larranzábal y otros, oradores sagrados de
prestigio, la falta de imprenta y la rígida censura del Santo Oficio,
así como los celos nerviosos del régimen cohibían los vuelos de la
inteligencia en América.
LA IMPRENTA Y LA GACETA.– Mucho tardó en ser
introducida la imprenta en Guatemala. No fué sino hasta en, 1660
que el obispo Fr. Payo Henríquez de Rivera estableció el primer
taller tipográfico, bajo la dirección del primer impresor que vino,
José de Pineda Ibarra. El primer impreso salido de este taller fué
una hoja con un voto de gracias que los vecinos de Guatemala
daban al obispo por la traída de la imprenta. Muerto Pineda Ibarra
en 1680, le sucedió su hijo Antonio Pineda Ibarra en la regencia
de la imprenta. En 1713 frayles franciscanos trajeron otro taller
tipográfico. En 1716 trajo una tercera imprenta Antonio de
Velasco, y una cuarta después Don Sebastián Arévalo. Muchas
otras imprentas fueron traídas a Guatemala a lo largo del siglo
XVIII: El mayor maestro impresor que hubo entonces fué Don
Cristóbal Hincapié Meléndez y los nombres de Beteta y Arévalo
son inseparables, en Io que se refiere a la imprenta, de la historia
colonial de Centroamérica.
Publicaciones periódicas de información no hubo hasta en
1729 que apareció la Gaceta de Guatemala. La importancia de
esta hoja no era mayor para la cultura pública. Sus inserciones
no se salían regularmente de lo exclusivo religioso y de las
reverencias al rey y la sumisión al régimen. Suspendida por algún
compendio de historia de centroamerica 173

tiempo, volvió a salir a la publicidad con el nombre de Gaceta


de Guatemala en febrero de 1795, editada por Ignacio Beteta
en concepto de propietario y en una imprenta del mismo editor.
Esta nueva época de la Gaceta fué más interesante para la cultura,
porque sus redactores eran nada menos que los hombres ilustres
de la Sociedad Económica, e hicieron de ese periódico un órgano
de sus divulgaciones culturales. Publicaba colaboraciones de
hombres instruidos de las Provincias, lo mismo que noticias de
España y del resto de Europa, tomadas de las gacetas y revistas que
venían de la Península o de cartas, o de referencias verbales que
recibía; también informaba al comercio de las fluctuaciones del
mercado, y hacía una sana y moderada crítica de las costumbres.
Sin embargo, este periódico tan útil a la cultura pública, provocó,
por lo mismo, el odio de las clases principales, hasta que la intriga
constante consiguió del Capitán General que la suprimiera. Beteta
apeló ante el Rey, y en su exposición formula penosos cargos
sobre las intrigas, vida, gustos, cultura y costumbres de la gente
privilegiada de la capital del Reino. La importancia de la Gaceta
le abrió campo en México, en donde tenía muchos abonados. Dejó
de publicarse en 1816. También se publicó en 1815 el Periódico
de la Sociedad Económica de Guatemala; y por último El Editor
Constitucional y El Amigo de la patria.
LIBROS Y BIBLIOTECAS.– La introducción de libros, el
uso de eIIos y la formación de bibliotecas no eran libres en la
colonia. Para poderlos tener se necesitaba de permiso especial.
Todo esto estaba bajo la jurisdicción del Santo Oficio: Toda
obra literaria de especulaciones que no llevara el nihil obstat
eclesiástico; o que investigara fuera de las creencias obligatorias y
del elogio del régimen, era considerada nociva y el que la tuviera,
perseguido como reo de Estado. Las personas de alguna influencia,
aficionadas a los estudios y a las investigaciones, conseguían de
vez en cuando, aunque con mucha reserva, que los poseedores
autorizados de libros de ciencia, de filosofía de historia se los
prestaran para su consulta; así pudo filtrarse un poco de luz, lo
cual dió origen a que se elaboraran las primeras ideas libres. Y
además de aquellas restricciones, nada se decía ni se escribía sin
174 sofonias salvatierra

la previa censura. Las simples conversaciones no eran libres; y el


que salía de lo convencional era perseguido o despreciado como
mal vasallo, como hereje o como amigo de la mala causa. Se tenía
por norma de buen gobierno, el que unos pocos pensaran por los
demás.
Bien se comprende que lo normal en la cultura de aquellos
tiempos era el analfabetismo casi total, más aún en la mujer, en
quien se consideraba peligroso todo conocimiento fuera de los
quehaceres domésticos y de las oraciones religiosas. Por eso no
se le enseñaba ni a escribir.
COSTUMBRES DURANTE LA COLONIA.
LA VIDA PRIVADA.– La vida privada colonial era
sencilla, uniforme, casi estática. Se acostaban poco después de
anochecer, se levantaban antes del alba. Al medio día reinaba el
más profundo silencio en las ciudades coloniales; todo el mundo
dormía la siesta, menos el esclavo y el indio en encomienda, que
trabajaban a beneficio de sus manos. Los matrimonios no eran
concertados por los jóvenes contrayentes, sino por sus padres, tíos
abuelos, reunidos en cada caso en consejo de familia. Cuando los
padres del joven o la joven casaderos eran ricos, se les buscaba
compañero de la misma categoría económica, y era frecuente
que los matrimonios se verificaran entre parientes, con el fin de
mantener unidos los capitales. Era de costumbre rigorosa el dotar
a la mujer, la cual vivía en tutela perpetua: de la potestad del padre
pasaba a la del marido y a la de sus suegros, cuando el nuevo
matrimonio se aposentaba en la casa de los padres del novio.
Los alimentos se tomaban en cuatro tiempos: muy de mañana el
desayuno, a las diez de la mañana el almuerzo, al medio día un
chocolate, después de siesta, a la tres de la tarde la comida, y la
cena al anochecer. La autoridad paterna fué siempre casi absoluta,
y los hijos tributaban a sus padres el más profundo respeto.
LA VIDA S0CIAL.– Por lo que hace a diversiones, fuera de
las tertulias domésticas y algún baile, no había más. Ya a fines
del siglo XVIII se estableció un coliseo en la capital del Reino,
en donde representaban comedias. Otra de las diversiones eran
compendio de historia de centroamerica 175

las corridas de toros y los juegos de gallos. Bandas de música no


había. Los instrumentos usuales eran los de las cuerdas, las trompas
y las flautas; los tambores y los pífanos, los juegos artificiales se
usaban para solemnizar las fiestas religiosas y los homenajes al
rey, cuando era coronado o cuando cumplía años, o cuando nacía
un príncipe, todo bajo riguroso protocolo.
También había fiesta solemne y pública cuando venía un
nuevo sello real. El acto severo de conducir este utensilio al
Palacio del Capitán General no cedía en nada al grave ceremonial
religioso cuando se trataba de la sagrada hostia.
El sentimiento de la honradez en las relaciones comerciales
estaba muy firme entonces: la buena fe era la base principal de los
compromisos y transacciones. No había hoteles y los forasteros se
alojaban en casa de amigos, en la del cura o en mesones.
Las relaciones entre los sexos eran demasiado incorrectas,
con escándalo público, que por su constancia alcanzaba el grado
de lo inmoral; y el clero en gran medida era arrastrado de lo
inmoral; y clero en gran medida era arrastrado por esta corriente
irregular, como era notorio y lo constaban los obispos en visita.
En su gran mayoría los hogares estaban constituidos Iibrementa
y no sobre la base del matrimonio. Consecuencia fué esto de
la primitiva formación del mestizaje, por uniones libres de los
conquistadores con las indias, y al modo del hogar indígena no
regido por reglas organizadoras, como el hogar europeo, sino en
forma muy naturalista de esta irregularidad social americana casi
nadie estuvo exento.
REGIMEN PENAL Y GUBERNATIVO
LA LEGISLACION COLONIAL.– La legislación de Indias
fué en los primeros tiempos la contenida en las Cédulas Reales,
disposición ésta de carácter muy particular y unilateral. También
existían las pragmáticas o mandatos reales de orden más general.
En el siglo XVIII, los Borbones establecieron el Ministerio
Universal de Indias y entonces la voluntad del rey se expresaba
por medio de Ordenes Reales. A lo largo del tiempo se vinieron
codificando en forma parcial aquellas disposiciones del rey, hasta
176 sofonias salvatierra

que en 1680 Carlos II emitió la Recopilación de Indias, la cual,


entre los méritos de técnica jurídica la adorna el muy capital de
haberle dado unidad al dominio español en América. Después
Carlos III ordenó que se verificara una nueva recopilación exigida
por las nuevas modalidades que el tiempo imponía en América,
debidas en gran parte a las reformas implantadas por los reyes
Borbones. En 1805 se publicó la novísima recopilación mandada
por Carlos IV.
También se aplicaba lo prescrito en el Dercedo Romano, el
Fuero Juzgo, el Fuero Real y las Siete Partidas. Aunque debido a
la forma absolutista del gobierno, no había una regla fija, sino la
voluntad del soberano en el momento que se manifestaba.
EL SISTEMA PENAL.– La represión y castigo de los delitos
se resentía de la rudeza de aquellos tiempos. La pena de muerte
era muy usual, y se aplicaba de manera que produjera terror.
El que mataba sobre seguro era llevado a Arrastras al lugar del
suplicio, y ahorcado, se descuartizaba el cadáver y ponían los
pedazos en lugares públicos. En Guatemala el instrumento en que
se ahorcaba a los reos estaba instalado en la plaza mayor, hasta
que uno de los obispos gestionó para que lo trasladaran a otro
lugar. Las ejecuciones se hacían con un aparato aterrador, como
para infundir miedo, pensando equivocadamente, que el hombre
se abstiene del delito por temor y no por inclinación. Hoy ya
sabemos que la criminalidad es producto del estado de ánimo, y
que se elimina por los cambios que la educación origina en la
psicología.
La pena de azotes estaba muy generalizada, y se aplicaba con
frecuencia públicamente y a son de tambor, casi siempre a los
ladrones y rateros. Las Cortes de Cádiz derogaron estas penas
aflictivas e infamantes.
EL SISTEMA JUDICIAL.– La Audiencia conocía de los
juicios en apelación y de los recursos de queja; pero el territorio
tan dilatado, desde Chiapas hasta Costa Rica, hacía ilusoria la
administración de justicia en el Reino de Guatemala. Al viaje
tan largo que había que hacer y a los gastos de precurador en la
compendio de historia de centroamerica 177

capital, se agregaba la tardanza inmenza de los oidores en proveer


y más aun en resolver; y las dificultades que ofrecía el sistema
de las influencias. Así, preferían los de las Provincias arreglar
sus asuntos de cualquier manera o resignarse a quedar indefensos.
Los Oidores trabajaban muy poco, poquísimo. Las constantes
quejas de esta morosidad, dieron motivo a una real orden, a fines
del régimen colonial, para que se enviara al Consejo de India una
minuta de los trabajos ejecutados por la Audiencia.
FUNDACION Y TRASLACION DE CIUDADES Y
TERREMOTOS
LA FUNDACION DE LEON.– La ciudad de León, que fué
capital de la Provincia de Nicaragua, la fundó Francisco Hernández
de Córdoba el día de la Santísima Trinidad, 18 de junio de 1524,
al pie del volcán Momotombo, a orillas del lago Xolotlán. Por
estar desviada de la ruta de Granada al Realejo, durante el siglo
XVI, los vecinos solicitaron que la sede del gobierno y del obispo
fuera trasladada a Granada, otra ciudad que a orillas del Gran
Lago fundó el mismo Hernández de Córdoba; pero el rey nunca
quiso acceder a estos deseos. Sin embargo, tanto el obispo como
el gobernador residía en Granada. Además, les molestaba el gran
calor que hacía en ese lugar y el recuerdo del asesinato del Obispo
Valdivieso. También los temblores amenazaban la estabilidad de
la ciudad. En 1596 los hubo muy fuertes, y el terremoto del 11
de enero de 1610 fué definitivo. Ese día la ciudad quedó casi
totalmente destruida, y el Ayuntamiento con el voto de los vecinos
dispuso trasladarla al lugar en que hoy está.
LA CIUDAD DE GUATEMALA ABATIDA POR LOS
TERREMOTOS.– Fué fundada en Iximché, capital de los
cakchiqueles, el 25 de julio de 1524. Las insurrecciones de los
indios, obligaron a los colonos a trasladarla a otras partes, hasta
que Don Jorge de Alvarado, que gobernaba la Provincia en su
ausencia de su hermano Don Pedro, la estableció en definitiva
en el lugar denominado Bulbuxyá del valle de Almolonga.
Desarrollándose estaba en edificios y población, cuando la noche
del 10 de septiembre de 1541 fué destruida por una inmensa
178 sofonias salvatierra

corriente de agua bajada del Volcán de Agua. Trasladada al valle


de Ponchoy, allí creció en habitantes y edificios suntuosos y
monumentales; pero los temporales la mantuvieron en constante
zozobra. Tembló fuertemente en 1565 en 1575, 1577, 1581, en
1582, en 1586, en 1590 y en 1600. En 1581 el Volcán de Fuego
arrojó una gran cantidad de cenizas que obscureció el sol, y
sobre las faldas del monte ardiendo corrían ríos de fuego. Algo
semejante ocurrió el 16 de enero y el 23 de diciembre de 1585. En
1607 tembló durante seis meses y siguió temblando en 1651, en
1663, en 1666 y el 12 de febrero de 1689 que tuvo la magnitud de
un terremoto. Siguió temblando en 1702, en 1705, en febrero y
en octubre. En esta vez el Volcán de Fuego arrojó lava hirviente
en gran cantidad, y a impulsos del terror el obispo Fr. Manuel de
Larreátegui, llevó la custodia con la sagrada hostia en precesión
frente al volcán, pensando aplacar de esta manera la furia del
monstruo. En 1717 volvió a hacer erupción el Volcán de Fuego
acompañada de espantosos retumbos. El 29 de septiembre se
produjo el más fuerte terremoto habido hasta entonces. Derribó o
dañó más de tres mil casas, calculándose las pérdidas en más de
trescientos mil pesos. El Ayuntamiento y los vecinos pensaron
en esta vez en trasladar la ciudad al valle de Chimaltenango, sitio
en el cual se sintió más el terremoto posterior de 1773. El rey
no quiso permitir la traslación. En 1715 hubo otro terremoto,
otro en 1757, el día de San Francisco, otro en 1765 el día de la
Santísima Trinidad, y otro que fué decisivo, en 1773. Desde fines
de mayo de este último año empezó a temblar, siguió temblando
en junio, hasta que ocurrió el terrible del 29 de julio, llamado
de Santa Marta, como a las cuatro de la tarde. Como si hubiera
sido un aviso, se sintió uno pequeño unos minutos antes. La
ciudad quedó destruida casi por completo. Llovió fuertemente,
y el río Pensativo, que pasaba a orillas de la ciudad, salió de
madre. Los centenares de prisioneros salieron de las cárceles y
andaban confundidos con todo. Se publicó un bando contra los
ladrones, pero se robó mucho. El Arzobispo convirtió su coche
en habitación. El Capitán General, don Martín de Mayorga, que
acababa de tomar posesión de su cargo y que no sabía lo que
compendio de historia de centroamerica 179

era temblores, estaba horrorizado y sólo pensaba en ponerse a


salvo. Creyó que trasladando la ciudad a otra parte lo conseguía.
Así lo hizo y mandó comisionados a escoger el lugar. Les
pareció bueno el Valle de la Ermita, también llamado Valle de las
Vacas. El arzobispo Cortés y Larraz se opuso decididamente a la
traslación, se formaron dos partidos terronistas, por el Arzobispo,
y los traslacionistas por el Capitán General. El señor Cortés y
Larraz prefirió dejar la mitra que aceptar el traslado. La ciudad
en su nuevo asiento se llamó Guatemala de Nuestra Señora de la
Asunción. Su trazado urbano fué iniciado por el Ingeniero Luis
Diez Navarro, pero el Ingeniero Don Marco Ibáñez, director de
las obras de construcción, dibujó el plano de la ciudad. Cuando
ocurrió el terremoto la ciudad tenía más de cien mil habitantes
y era una de las más bellas de América. Sin la nerviosidad de
Don Martín de Mayorga, la capital habría permanecido en el
mismo sitio, de la vieja ciudad que hoy se llama la Antigua, sería
un prestigio urbano de la América Central, por las reliquias del
pasado acumuladas en su seno.
OTRAS CIUDADES DESTRUIDAS.– San Salvador es otra
de las ciudades centroamericanas que han sufrido a causa de los
terremotos, producidos por actividades del volcán San Salvador.
La primera ruina fué en 1575. En 1593 hubo otro terremoto;
en 1854; tembló tan fuertemente que fué necesario trasladar la
capital a Cojutepeque; lo mismo ocurrió con el terremoto de 1173
(40).
Asimismo la ciudad de Gracias en Honduras fué destruida
por un terremoto, y en Costa Rica la ciudad de Cartago en 1910
por actividad del volcán Irazú (41). En la América Central ha
temblado todo el tiempo con más o menos intensidad, y muchos
de sus volcanes han estado en actividad y arrojando lava, como el
San Miguel en 1798, el Cosigüina en 1835, el Concepción en la
isla de Ometepe, el San María en 1902.

(40) En 1917 fué destruida nuevamente San Salvador por otro terremoto.
(41) La ciudad de Managua, de la misma manera, fué destruida por un
terremoto y un incendio el 31 de marzo de 1931.
180 sofonias salvatierra

COSTUMBRES DE LOS INDIOS Y TRATO


QUE SE LES DABA
EL DOLOR DEL INDIO.– El tratamiento que se dió a los
indios durante todo el régimen colonial, significa para la historia
como un grito de dolor que se oye resonando en la América a lo
largo de tres siglos. Casi toda la documentación civil y eclesiástica
que se guarda en los archivos, está saturada de esta amargura.
Es verdad que las Cédulas Reales los favorecían en algo, pero
en el papel solamente, pues en los hechos palpítantes las cosas
resultan al revés. Las denuncias que se hacían recíprocamente
gobernadores y eclesiásticos, han dejado testimonio completo del
mal trato que se daba al indígena. Desde los primeros tiempos
el blanco tuvo para el indio el más inhumano desprecio de tal
manera que los encomenderos no sepultaban los cadáveres de sus
indios encomendados, sino que los arrastraban al monte para que
se los comieran los perros o las aves carniceras. Don Pedro de
Alvarado tuvo que dictar disposiciones muy energicas para que
los encomenderos enterraran a los indios muertos.
MODO DE VIDA DE LOS INDIOS.– Vivían en los montes,
en caseríos, que llamaban pueblos de indios, bajo la jurisdicción
moral de los padres curas. Debían ir a misa los días de fiesta, sino,
los castigaban dándoles doce azotes: En algunos lugares había
uno que les enseñaba la doctrina, que llamaban “escuelero”, quien
los ocupaba en traerle leña, zacate y en otros servicios. Tenían
sus gobernadores, jueces o justicias territoriales de su propia
raza, nombrados y bajo la jurisdicción de los alcaldes ordinarios
españoles.
El vestido usual que cubría a los indios era poco menos que
el de Adán y Eva. De esta manera circulaban en pueblos, valles y
caminos, medio cubiertas las mujeres en la cintura por un refajo.
Este vestido incompleto, más pagano que cristiano, estimulaba
lo que era muy común y constante entre los indios: la unión de
los sexos en el mismo lugar donde se encontraban; y como era
costumbre, ni se recataban ni lo tenían por vergonzoso.
La embriaguez y el amancebamiento era lo normal entre los
compendio de historia de centroamerica 181

indios. Por la embriaguez se les castigaba frecuentemente con


doce azotes en la picota, por la primera vez, con veinticinco y
diez días de cárcel, por la segunda, y con dobles penas por las
reincidencias.
Era frecuente entre los indios casados cambiar de mujer o los
desposados llevar sus esposas a la casa de Ios padres de aquellos,
en donde los suegros seducían a sus nueras y las embriagaban para
conseguir con más facilidad su objeto. También era corriente que
los alguaciles de cabildo abusaran de las niñas de doctrina.
El castigo regular que se daba a los indios por las faltas más
leves, era el de azotes que la crueldad de algunos gobernadores
elevaba hasta doscientos, sin exceptual a las mujeres. El Intendente
de San Salvador, en 1788, prohibió que se azotara a las mujeres.
Ocurrió que los indios, ya mayores, olvidaban la mal
aprendida doctrina. En este caso se les obligaba con castigos a
aprenderla de nuevo.
Se les exigía asistir personalmente con alimentos y servicios a
sus padres curas. Los gobernadores obligaban a las indias a hilarles
algodón, y verificaban colectas, entre los indios con cualquier
pretexto. Los padres curas los obligaban a construirles casas y
cultivarles sus tierras, de balde. El obispo Morel de Santa Cruz en
1752 denunció la irregularidad ante el rey, manifestando que no
le parecía justo que los que tenían menos dieran a los que tenían
más. Por fin, el mismo Intendente Ortiz de la Peña lo prohibió
expresamente, previniendo que la asistencia debía ser voluntaria
o remunerada. Los indios de un pueblo de Chiapas se quejaron
en 1690, enumerando las contribuciones que tenían que dar al
cura doctrinero, además de las múltiples funciones religiosas que
forzosamente tenían que pagar. El arzobispo Cortés y Larraz que
visitó los pueblos de su jurisdicción en 1769, constató todo esto,
más la explotación de los blancos dominadores en la raza vencida.
Se dió cuenta el prelado de las costumbres privadas de los indios.
En su informe al rey, contenido en tres volúmenes manuscritos,
dice que dormían en el suelo por hábito inveterado, en una penosa
promiscuidad de sexos, sin distinguir las parentelas ni las edades
182 sofonias salvatierra

y que los vicios que los dominaban principalmente eran el sexual


y de la bebida de chicha fuerte o el aguardiente. Conmovido por
este cuadro social del indígena, el señor Cortés y Larraz, le dijo
a una india que había que ayudarles a mejorar su condición; a lo
que la india contestó: “Nosotros somos indios, eso nunca lo hemos
visto”. Ante estas palabras el mitrado dijo reflexionando: “Esas
palabra tienen un gran alcance”.
Cuidaban los gobernadores de que cada indio hiciera sus
cultivos particulares para su subsistencia; y como acostumbraban
vender sus cosechas, quedándose sin reservas para su alimentación
cotidiana, se les tasaba la cantidad que debían guardar. Cuando un
pueblo no es libre o no tiene esperanzas de disfrutar de sus propias
energías, cae por fuerza en el más profundo pesimismo. Por esta
razón que la indolencia del indio parecía irredimible, y no tenía
entusiasmo por acrecentar sus cosas o por mejorarlas. La misma
indolencia alcanzaba a las mujeres, a quienes había que obligar,
fueran casadas, viudas o solteras, a que cooperaran al bienestar
de sus hogares con la crianza de cerdos y gallinas, y que hilaran
los algodones y tejieran las pitas con el fin de que vistieran con
un poco de decencia. Había que vigilarlo para que repararan sus
chozas a fin de que no se les cayeran.
Tenían la costumbre de celebrar lo que llamaban velorios
cuando moría un niño, y juergas nocturnas con motivo de
casamientos y natalicios entre los suyos, que convertían en
verdaderas orgías. Concurría mucha gente atraída por la chicha
fuerte o el aguardiente fabricado de contrabando que se repartía,
o por la comida que en la fiesta se les daba sin costarles, o por los
esparcimientos de amor a que eran tan inclinados, bajo el amparo
de la irresponsabilidad social en que vivían. De la misma manera,
con pretextos religiosos velaban santos, celebrándolos con fiestas
en que se bailaba, se comía y se bebía; y hacían convites, que
consistían en llevar de un pueblo a otro, no importaba la distancia,
mejor si era más larga, la imagen de un santo patrono. En el
camino cometían todos los excesos imaginables. Entre los actos
que llamaremos honestos ejecutados en estos convites, estaban
los bailes de máscaras que titulaban historias. Los gastos los
compendio de historia de centroamerica 183

hacía por lo común, entre voluntariamente y a la fuerza, obligada


por los vecinos, una viuda, que consumía en estas parrandas lo
ganado en el año. El estado servil del indio tomó este carácter,
porque además de que sólo se acordaban de él por los servicios
que prestaba, también se estableció su irredimible inferioridad
en el orden social, de tal modo, que los hijos de mestizo y así
como de blanco tenidos en india, aun bajo matrimonio, seguían la
condición de la madre, y sobre esta base se permitía que los ladinos
se establecieran en los pueblos de indios, pues la residencia de los
blancos como de los ladinos entre los indios estuvo prohibida. Se
tenía como verdad sabida que la presencia de los blancos entre los
indios era perjudicial para éstos, porque al amparo de la timidez
de los naturales, los blancos los defraudaban y ejercían sobre ellos
una influencia corruptora. En verdad los corrompían, pero por
corruptora se entendía también la influencia libertadora; que el
contacto de hombres libres, no siervos, producía en los indios.
LAS MITAS.– Las llamadas mitas o repartimientos de indios
para servir en las haciendas o trabajos de los españoles, fué la
forma velada en que se mantuvo una semiesclavitud, sin darle este
nombre. Se obligaba periódicamente a los indios a trabajar en las
labores de los blancos y para ellos debían llevar instrumentos de su
propiedad que muchas veces le robaba el explorador despiadado.
Ocurría que los gobernadores exigían este servicio servil a indios
enfermos o en épocas en que debían hacer su propio cultivo o
recoger sus modestas cosechas, y sucedía que se morían los unos,
y Ios otros perdían el fruto de su trabajo, con graves consecuencias
para la vida del hogar indígena. Turno se llamaba a la época en
que cada indio debía prestar el servicio de la mita; y si el infeliz
indígena huía para librarse de esta carga abominable se le colgaba
de las manos y en esta posición se le azotaba, o se le sometía a un
variado género de tormentos, entre los cuales estaba el del fuego
LAS ENCOMIENDAS.- Consistían las encomiendas en dar
en granjería cierta cantidad de indios para que los explotaran.
Estas encomiendas se otorgaban por concesión vitalicia, y los
encomenderos, pretendieron que fueran hereditarias. Para
establecerlas, de modo que pareciera que no se faltaba a la
184 sofonias salvatierra

condición de cultura y cristianización por la cual el Papa Alejandro


VI había permitido el dominio español en América, se inventó la
careta moral de que tales indios eran encomendados con el fin de
que el encomendero los doctrinara y los educara en las costumbres
de la vida civilizada; lo cual jamás se vió y sí persistió el hecho
moral de la servidumbre. El encomendero. que despreciaba la
persona del indio, pero no el producto de su trabajo, no reconoció
en los naturales derechos humanos, y les imponía obligaciones
de bestias, y los trataba peor que a su caballería. Tanto las mitas
como las encomiendas se mantuvieron hasta que las derogaron las
Corte de Cádiz en 1812.
LOS TRIBUTOS.– La gran batalla librada y ganada por
Fray Bartolomé de Las Casas en favor de la libertad del indio,
mejor dicho, porque se le reconociera su derecho de hombre
libre, trajo la consecuencia de que este derecho fuera incorporado
a la legislación colonial, aunque nunca pasó a los hechos ese
reconocimiento. Como sujeto pasivo, es decir, sometido a
servidumbre, no tenía cargas legales; pero con el fin de conservar
la ficción que lo consideraba vasallo libre del rey, estaba dispuesto
que debía pagar un tributo de un pesos y medio en los primeros
tiempos y por último dos pesos por cabeza. Debían pagarlo los
varones de 19 a 50 años, y después se extendió a las mujeres;
El cobro de este impuesto se prestó a fraudes, tanto cuando se
levantaba el censo de los tributarios, como cuando se cobraba
el tributo. y fué tan escandaloso ese fraude, que muchas veces
el gasto que hacía la Real Hacienda para levantar el censo era
mayor que el monto de los tributos. Así también se hicieron ricos
muchos criollos privilegiados, y realizaban otros sus propósitos
económicos al enprender su viaje a las Indias. Los tlascaltecas
y sus descendientes que acompañaron a Don Pedro de Alvarado,
estaban exentos de tributo. Tampoco lo pagaron los caciques y sus
descendientes.
LAS CAJAS DE COMUNIDADES.– Los indios tenían cajas
llamadas de comunidad, y los fondos que ingresaban eran los
producidos por las ventas de los frutos de sementeras cultivadas
obligadamente, en forma colectiva y con ese fin. Los gobernadores
compendio de historia de centroamerica 185

y justicias cuidaban de que cada indio tributario, sin más excepción


que la de ser autoridad, concurriera a estos trabajos en común.
Las mismas justicias vigilaban que las labores se hicieran bien,
y que los indios no se Ilevaran a sus casas los elotes o el maíz,
si eran milpas las cultivadas, que muchos acostumbraban hacerlo
furtivamente, de modo que todo debía entrojarse y venderse para
ser enterado su producto en las Cajas de Comunidad. Los fondos
acumulados de esta manera llegaron a ser cuantiosos; pero de ellos
no se beneficiaban los indios, sino sus propios amos. Si España
estaba en guerra, se tomaba de estas cajas dinero para auxiliar al
rey. Una vez le enviaron de Guatemala cien mil pesos; y en León
tomaron de las pobres Cajas de indios mil pesos para los gastos de
la Universidad. La raza vencida era una simple expresión social,
carente por completo de personalidad.
LAS CORTES DE CADIZ
SUCESOS DE ESPAÑA A PRINCIPIOS DEL SIGLO
XIX.– A excepción de Felipe V y después del brillante reinado
de Carlos III, la dinastía Borbón no pudo dar en España un rey
superior. Al amparo de las debilidades femeninas de la reina
María Luisa y de la tontería del rey, pudo hacerse poderoso como
ministro omnipotente un aventurero político, Manuel Godoy, a
quien el soberano además colmó de numerosos títulos; entre los
que se contaban los de Duque de Alcudia y Sueca y Príncipe de
la paz. Había estallado la Revolución Francesa, y la conmoción
revolucionaria y las coaliciones de la Europa monárquica
contra Francia republicana, dieron oportunidad a que Napoleón
Bonaparte, hombre de genio, se impusiera con sus victorias en
el Continente. Como las intervenciones, las hegemonías y las
conquistas fueron y siguen siendo normal en Europa, Napoleón,
después de rechazar los avances de los otros países contra Francia.
avanzó él mismo en todas direcciones, y sobre España pudo
hacerlo aprovechando las ambiciones de Godoy y la bondadosa
incapacidad de Carlos IV. Al darse cuenta de esto el pueblo, se
amotinó en Aranjuez y obligó al rey a abdicar en favor de su hijo
el Príncipe de Asturias, el hombre más indigno que se ha ceñido
186 sofonias salvatierra

una corona, quien tomó el nombre de Fernando VII. Esto ocurría


en marzo de 1808. Napoleón a su vez hizo ir a Bayona al padre
y al hijo, y allá los obligo a abdicar la corona en su favor, y él se
la puso en la cabeza a su hermano José, quien tomó el nombre de
José I, aunque nunca fué aceptado, y en la historia no se le conoce
sino con el nombre de el intruso.
JUNTA CENTRAL GUBERNATIVA.– El desorden de la
monarquía dejó sin gobierno a España y además entregada al
extranjero. Hubo entonces que organizar uno de origen popular,
que primero fueron las Juntas Locales, después la Junta Central
Gubernativa, en septiembre de 1808, y por último la Regencia,
la cual se constituyó en Cádiz; en enero de 1810, y gobernaba en
nombre de Fernando VII. En aquellas circunstancias apuradas, por
primera vez se hizo la declaración de que las colonias americanas
eran “parte esencial e integrantes de la Monarquía española”. Esta
declaración de la Junta Central tenía toda la debilidad de las cosas
que se dicen sin el propósito de realizarlas.
Al saber en Guatemala la caída de Carlos IV, se produjo una gran
sensación entre el elemento oficial, y el Capitan General González
Saravia procedió con mucha reserva, tanta que fué denunciado por
un Oidor malqueriente suyo, como sospechoso de infidelidad. Se
acordó reconocer a Fernando VII, primero, y después a la Junta
Central Gobernativa. También se acordó espontáneamente auxiliar
a España con un donativo patriótico voluntario, el cual ascendió a
muchos centenares de miles de pesos.
La Junta Central acordó también que la integraran
representantes de las colonias. El Reino de Guatemala eligió en
1810 a Manuel José Pavón para ese cargo; pero no verificó el viaje
por haberse disuelto la Junta al organizar la Regencia.
ORGANIZACION DE LAS CORTES.– Las Cortes
Generales y Extraordinarias llamadas comúnmente de Cádiz,
fueron convocadas por la Junta Central, sólo para el territorio
español en decreto de 29 de enero de 1810, y la Regencia por
separado en nuevo decreto amplió la convocatoria para los
americanos. Se instalaron en Isla de León, cerca de Cádiz, el 24
compendio de historia de centroamerica 187

de septiembre de 1810, aunque, después, se trasladaron a la iglesia


de San Felipe Neri en la propia ciudad de Cádiz. Los diputados
por el Reino de Guatemala debían ser 6, uno por cada una de las
provincias. Chiapas eligió el presbítero Don Mariano Robles,
quien salió para España en febrero de 1812; Guatemala eligió
al Canónigo Penitenciario Don Antonio Larrazábal; El Salvador
a Don Ignacio Avila; Honduras a Don Francisco Morejón;
Nicaragua al Licenciado Don Antonio López de lo Plata, y Costa
Rica al Presbítero Don Florencio del Castillo. Las elecciones no
eran populares, sino hechas por los Ayuntamientos.
LAS INSTRUCCIONES DADAS A LOS DIPUTADOS.–
En las convocatorias se ordenaba que los Ayuntamientos de las
capitales de las Provincias electoras dieran instrucciones escritas
a los diputados. Las que acordó el de Guatemala para el Canónigo
Larrazábal, son un verdadero monumento de aspiraciones políticas,
de reforma económica y de renovación del régimen absolutista.
En muchos puntos se anticipan a las radicales innovaciones que
hoy se están proponiendo para el orden social. Larrazábal nació el
8 de agosto de 1764 y murió el 19 de diciembre de 1853.
Constan estas Instrucciones de cuatro partes. La primera trata
de la Constitución de la Monarquía española y de los derechos
de los ciudadanos; la segunda se refiere al sistema económico; la
tercera sobre las contribuciones o impuestos, y la cuarta sobre la
arbitrariedad de los gobernantes y la manera de precaverse de ese
mal. Fueron escritas por Don José María Peinado, regidor perpetuo
del Ayuntamiento, con la cooperación de Don Antonio Juarros y
revisados por el Licenciado Don Miguel Larreynaga. Muchos de
los diputados las aplaudieron y el Canónigo Larrazábal las hizo
imprimir en Cádiz en 1811 a los pocos días de su llegada, en un
folleto de formato mayor, de 65 páginas. Eclesiástico ilustrado
este representante, y de espíritu elevado y acerado carácter, su
actitud en las Cortes fué de lo más distinguido y valiente, cual
correspondía a un hombre de noble conciencia y a un americano
deseoso de necesarias reformas; fué tan lógico y consecuente con
el bien que buscaba para la América, que se atrajo por esto todo
entero el odio de los reaccionarios.
188 sofonias salvatierra

El Ayuntamiento de León le dió sus instrucciones al diputado


por Nicaragua, Licenciado Don Antonio López de la Plata.
Estas tendían a que el representante gestionara por resolver la
grave situación creada por el régimen administrativo existente
entre las Provincias y la capital del Reino; y entendían que una
de las maneras más segura para su solución era dividir el Reino
de Guatemala erigiendo una Capitanía General y una Audiencia
en las provincias de Nicaragua y Costa Rica. Con este motivo,
López de la Plata presentó a las Corte un extenso y bien razonado
memorial. Describe las riquezas naturales de Nicaragua, y por
otro lado la incapacidad del gobierno para promover el adelanto.
La Diputación Provincial de León, exponiendo un cúmulo de
dolorosas razones, pidió lo mismo.
Los Diputados por El Salvador y por Costa Rica, solicitaron
la creación de un obispado para sus respectivas Provincias.
REPRESENTACION CONJUNTA DE LOS DIPUTADOS
DE INDIAS ANTE LAS CORTES.– Al siguiente día de
establecidas las Cortes, varios diputados americanos que ya
estaban incorporados, entre ellos algunos de México plantearon
con urgencia el problema de las colonias, que pedían en coro la
igualdad de representación en las Juntas. Su propósito era que se
buscara un modo de calmar la efervescencia que habían dejado
al otro lado del Atlántico; pero las Cortes se negaron a tratarlo.
Repitieron la gestión el 16 de noviembre del mismo año, cuando
ya ardía la revolución en América; insistieron el 31 de diciembre;
lo mismo pidieron en febrero inmediato, y las Cortes se negaron
con increíble ceguera. Al incorporarse a fines de marzo un nuevo
diputado por México, insistió casi con desesperación, para que
se tratara la cuestión de América, manifestando el difícil estado
de las cosas en su país y los deseos del criollismo. En esta vez,
la comisión Ultramarina de las Cortes, dió su aprobación al
Memorial presentado; pero la Asamblea se negó nuevamente
a tratar tan gravísimo asunto, ni aun en sesión secreta. Por
último, los diputados de Santa Fe presentaron ante las Cortes
la Constitución que ya se había dado su Provincia, No fué sino
hasta entonces que el notabilísimo Agustín ArgüelIes, diputado
compendio de historia de centroamerica 189

por España, dijo, que pues las Américas unas tras otras se iban
separando, era indispensable oír a sus señores diputados, con el
fin de escogitar los medios de pacificarlas. Dos cosas originaban
la terquedad negativa de las Cortes: el desprecio del superior al
inferior con que se miraban las gestiones de los americanos, y el
sentimiento de patriotismo con que se consideraba la posesión de
América por España. Y precisamente esa tardanza, ese desprecio
y ese sentimiento estimulaban más en América el deseo de
independencia.
Aprovechando esa declaración de Argüelles, todas las
diputaciones de Indias, armónica y conjuntamente, en sesión
secreta del primero de agosto de 1811, leyeron una Representación,
en que plantearon con franqueza y patriotismo la gran cuestión
hispanoamericana. Niegan los diputados representantes que las
conmociones revolucionarias fueran por odio a España o a los
europeos, sino por la opresión y tiranía del gobierno colonial. “Su
opresión, dice, creciendo día en día, ha alejado del corazón de
los americanos la esperanza de reforma y engendrado el deseo de
independencia como único remedio”. Niegan que el americano
rebelado obrase bajo la influencia de los franceses, aunque hubo
gestiones para ello. En el enorme dolor por el trato que se les
daba, expresan los representantes estos terribles conceptos. “No
lo dudemos. Los americanos son hombres: aun cuando se les
negase la racionalidad para conocer, no podría negárseles la
sensibilidad que se les concede hasta a los brutos. Las causas
morales es fuerza que obren. Al dolor de verse oprimidos, era
consiguiente se desazonasen del gobierno opresor”. Dicen que los
reyes de España dejaron entregada la Península a Bonaparte, que
los americanos no querían que los entregasen a ellos mismos, y
por eso les era indispensable tomar una actitud propia. Sostienen
que educados los americanos durante trescientos años en Ia más
completa sumisión a España y a sus reyes, el lazo estrecho que
los unía, más fuerte que el gordiano, “sólo el mal gobierno” pudo
desatar. Hablan de que el comercio, la industria y la agricultura
no eran libres, y esto agravaba el malestar general. Se duelen
de que habiéndoseles declarado parte integrante de la monarquía
190 sofonias salvatierra

española, se le sigue dando el humillante trato de colonias, y


afirman que mientras no se quitasen los motivos del descontento,
no cesarían las conmociones. La representación es extensa, y
no se podría reproducir todos sus conceptos en el corto espacio
de una síntesis. Por último dicen que España “no Podrá hablar
con sinceridad, ni serán eficaces sus palabras, mientras no se
acompañen con sus obras”. “Háblese con éstas, pásese ya de las
promesas a la realidad efectiva y está todo remediado”.
La lectura de esa Representación produjo un acaloramiento en
las Cortes. Los diputados peninsulares, en vez de poner atención al
grave asunto propuesto por los americanos, ocuparon su precioso
tiempo en lanzar dicterios y reproches a las colonias. Por fin, en vez
de encarar el conflicto en forma pacífica, fueron despachados, tres
mil soldados a México, y cuando supieron los triunfos de Venegas
sobre los independientes, a pesar de las crueldades del virrey, se le
juzgó como un reconquistador, comparándose con, Hernán Cortés,
y lo condecoraron en premio con la Orden de Carlos III.
PUNTOS DE VISTA DE AMERICANOS Y ESPAÑOLES
EN EL SENO DE LAS CORTES.– Desde el primer momento, se
planteó el caso de derechos iguales de americanos y españoles;
pero dijeron éstos que eso era intempestivo y requería mucho
pulso. Al tratarse de la esclavitud, un diputado español dijo: “En
cuanto a que se destierre la esclavitud, lo apruebo como amante de
la humanidad; pero como amante del orden político lo repruebo”.
Al encarar los americanos el tan debatido tratamiento que se daba
a los indios, Un diputado peninsular dijo, “Háblase de los indios,
pero sólo para conservar las Indias: es lo que nos interesa, lo que
nos importa”, sin comprender que ese modo de conservarles era
el más apropiado de perderlas. El diputado, americano Guridi y
Alcocer, dijo: “Las Américas van a perderse, y éste, es el único
remedio de atajar ese mal. Las prohibiciones, las Iimitaciones
embarazan mucho a los americanos: su terreno es feraz en la
superficie y riquísimo en sus entrañas, más se le ha prohibido
sembrar muchas plantas y aun se les ha mandado muchas veces
aserrar las cepas. Los españoles americanos tienen todos las
disposiciones para fabricar papel; ellos tienen la proporción de
compendio de historia de centroamerica 191

comerciar con ventajas, como sucedió en el comercio del Perú,


con sólo fruto de la tierra, pero se prohibió. Las harinas se les ha
prohibido enviarlas a Barlovento, y aunque ahora se les permite
es con contribuciones extraordinarias. Pero lo que les hace más
sensible es el desprecio con que se les trata, quizá hasta dudar
de que son hombres”. Tales maneras de pensar y quejas como
las apuntadas no podían solucionarse en otra forma que con la
independencia absoluta.
LAS DIPUTACIONES PROVINCIALES.– La constitución
de Cádiz fué firmada el 18 de marzo de 1819 y promulgada el día
siguiente. En eI Capítulo II del Título VI se creaban las Diputaciones
Provinciales, como entidades populares representativas de las
Provincias para promover su prosperidad, con intervención en
todos los ramos administrativos. En el Reino de Guatemala se
establecieron dos, una en Guatemala y otra en León. Aquella
comprendía Chiapas, Guatemala, El Salvador y Honduras, y
la de León las Provincias de Nicaragua y Costa Rica, con un
representante por cada una de sus regiones o partidos. Ambas
se instalaron en sus respectivas sedes; la de Guatemala el 3 de
septiembre de 1813. En ésta el diputado Doctor y Presbítero José
Simeón Cañas era el verdadero corifeo de las ideas republicanas.
FERNANDO VII DISUELVE LAS CORTES Y RESTABLECE
EL ABSOLUTISMO.–Napoleón retuvo a Fernando VII en Valencey,
Francia, mientras José, el hermano del corso, se ciñó la corona real
de España. En este tiempo, el heroico pueblo español, rebelde contra
todo dominación extraña, combatió gloriosamente para arrojar al
intruso, y cuando ya éste no pudo mantenerse en la península, dejó
en libertad al prisionero para que volviera a su palacio de Madrid. De
regreso, al llegar a Valencia expidió el célebre decreto del 4 de mayo
de 1814, en que después de decir que aborrecía el despotismo, el cual
ni las luces, ni la cultura de Europa lo sufrían ya, después de hablar
con elogio de la libertad de imprenta y de la seguridad personal,
declaró disueltas las Cortes, derogó la Constitución de Cádiz y
condenó a muerte a los que de alguna manera no se conformasen
con esta disposición y, no le reconociesen como rey absoluto. Antes
de ser publicado en Madrid, adelantó a sus secuaces a capturar a los
192 sofonias salvatierra

diputados y a los afectos al régimen de la monarquía constitucional.


A la cabeza de las listas estaban los nombres de Argüelles, Quintana,
Juan Nicasio Gallegos y cien más, entre los cuales no podía faltar el
Canónigo Larrazábal. A unos se les mandó a los presidios de Ceuta,
a otros se les recluyó en las cárceles de España, y no pocos pagaron
en el patíbulo, su noble deseo de limitar los poderes del rey con
una constitución; entre éstos se cuentan muchos de los héroes que
combatieron a Bonaparte. A Larrazábal se le dió por cárcel durante
seis años el convento de San Francisco en Guatemala. Por manera,
que los diputados electos para las Cortes ordinarias por el Reino
de Guatemala, unos se regresaron del camino y otros ni siquiera
salieron.
LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS
REVOLUCIONARIOS POR LA INDEPENDENCIA.
ESTADO SOCIAL DEL REINO DE GUATEMALA.– El
pueblo del Reino de Guatemala no estaba compuesto sino dividido
en clases sociales, como capas superpuestas. Los reclamos de
estas clases no podían ser uniformes, porque no formaban una sola
expresión popular, sino porciones contrarias sin otra armonía que
la de la queja común, aunque por diferentes motivos. En primer
término estaban los peninsulares, todo poderosos como dueños
que se sentían de las posesiones americanas; en seguida los
criollos, que aunque hijos de los peninsulares, eran tratados como
inferiores, por haber nacido en América; después seguían los
mestizos, que sentían más de cerca las limitaciones del privilegio
y del monopolio; luego los indios, que nunca gozaron de ningún
derecho efectivo y comparecían como una simple expresión
social; y por último los esclavos, sujetos a la compra y a la venta
como las bestias. Así se explica que la soberbia privilegiada de
aquellos y la humillación subalterna de éstos originará un odio
profundo entre las clases. Pero todos, los unos por una causa y
los otros por otra, veían en la Independencia un cambio favorable
en su situación. A esta forma general de los elementos sociales,
se agregaban los conceptos locales de las Provincias, sus quejas
contra el privilegio y el monopolio de los hombres pudientes
compendio de historia de centroamerica 193

de la capital del Reino, y el deseo que cada una por sí misma


tenía de encontrar el camino de su felicidad. En ese sentido, el
punto de vista local de las Provincias era muy fuerte, y su recelo
contra el gobierno de la Capitanía General casi era de odio. Este
estado de cosas fué obra toda entera del modo como se organizó
el Reino Guatemala y del régimen establecido. Además exaltaba
los ánimos para romper la diciplina colonial, la falta de libertad
para los negocios, la justicia tardía o negativa, desviada siempre
por la intriga de los privilegiados, la arbitrariedad constante de
las autoridades y mil razones más, entre las cuales estaba el deseo
moral de formar una patria independiente. El grito de comercio
libre que se oía como reclamo en el Reino de Guatemala era el
mismo que resonaba en toda la América Española.
PRIMERAS MUESTRAS DE REBELDIA.– Era Intendente
interino de Chiapas, el Teniente Letrado, Don Mariano Valero.
Contra él había inquina por malos manejos, decían, y el 21 de
septiembre de 1809, el Ayuntamiento de Ciudad Real lo depuso.
Este alzamiento no tuvo consecuencias; pero el depuesto
Intendente, no obstante la forma indebida, no volvió a su puesto.
En la misma época, otra rebelión depuso violentamente al
Corregidor de Chiquimula Don Pedro Arrivillaga.
EL MOVIMIENTO INSURRECCIONAL DEL 5 DE
NOVIEMBRE.– Desde el año 1805 desempeñaba las funciones de
Asesar Teniente Letrado de San Salvador, Don Pedro Barriere, y
las de Intendente de la Provincia Don Antonio Gutiérrez Ulloa. Un
malestar personal entre estos dos funcionarios, había llegado al
escándalo y trascendido a peninsulares y criollos. La conducta
oficial de Gutiérrez Ulloa era mala e inspiraba un odio general.
Por otro lado, los criollos que deseaban un cambio, combinaban
algo contra el régimen. Las cartas subversivas circulaban en
privado y los comisionados iban y venían haciendo conexiones.
Los hermanos presbíteros Manuel, Vicente y Nicolás Aguilar eran
los caudillos agitadores en San Salvador, y Fr. Benito Miguelena,
de León, iba de Provincia en Provincia y de convento en convento
ligando voluntades y formando proyectos Iibertadores. Algo
sospechó Bustamante y Guerra, Capitán General, cuando hizo
194 sofonias salvatierra

trasladar en agosto de 1811, a la capital del Reino, 750 fusiles que


había en San Salvador, y se negó a enviarle elementos de guerra al
Intendente de Nicaragua, Don José Salvador, quien por la misma
sospecha de levantamientos en la Provincia se los había pedido.
De la misma manera, el Capitán General ordenó la traslación de
San Salvador a Guatemala de más de de cien mil pesos pertenecientes
a la Real Hacienda y a particulares. Lo caudillos del movimiento
lo tenían preparado para el mes de marzo de 1811; pero se habían
visto obligados a aplazarlo para el mes de enero de 1812. En eso
vino lo inesperado y se precipitaron los sucesos y se rompió la
simultaneidad con Ias otras Provincias. Los hermanos Aguilar
estaban vigilados por las autoridades civiles por el arzobispo
Casaus. Los espías oficiales estaban
por todas partes y los oficiosos, que
eran los peninsulares, formaban
legión. Por estos medios cayó en
poder del prelado una carta
comprometedora de uno de los
prócere, del Padre Don Manuel, y de
acuerdo con Bustamante y Guerra le
ordenó un comparendo a Guatemala,
en el mismo momento que apresaban
en San Salvador a los Padres Vicente
y Nicolás. Esto produjo una gran
sensación de disgusto en San
Salvador, y los compañeros de los
tres curas patriotas, viéndose Presbítero Vicente Aguilar.
descubiertos, se alzaron contra el Intendente y lo depusieron,
encerrándolo en un convento. Esto ocurrió el Martes 5 de
noviembre de 1811. Siguiendo el procedimiento de Ias otras
colonias rebeladas, formaron una Junta Gubernativa, de la cual fué
secretario el valiente patriota Don Juan Manuel Rodríguez,
suprimieron Ios estancos, derogaron muchas cargas públicas y
manifestaron su desagrado por el gobierno manejado por los
europeos. No Hubo ningún herido; no se dañó a nadie y se respetó
la propiedad. A este orden contribuyó con sus influencias
compendio de historia de centroamerica 195

moderadoras el Cura y Vicario de la ciudad, presbítero Don José


Matías Delgado. Al saber lo ocurrido, el Capitán General envió un
comisionado pacificador, Don José Aycinena, en compañía de Don
José María Peinado, en representación del Ayuntamiento de
Guatemala, y de Fr. Mariano Vidaurre. El 3 de diciembre siguiente
llegaron los pacificadores a San Salvador: Los alzados salieron a
recibirlos al camino y todo se arregló en una especie de transacción:
el Superior Gobierno no exigiría que volviese al mando el odiado
Intendente Gutiérrez Olloa, y los revolucionarios aceptarían
disolver la Junta Gubernativa que habían organizado y que las
autoridades depuestas no volvieran a sus puestos, quedando Don
José Aycinena con el cargo de Corregidor Intendente. A la vez el
Cura y Vicario Dr. Delgado, desde el púlpito de la iglesia parroquial
y en presencia de las autoridades pacificadoras y del pueblo
congregado condenó los sucesos del 5 de noviembre. Exitó a todos
a la paz y a la concordia y la coadyuvar con los ilustres jefes que
gobernaban el Reino. Los hermanos Aguilar fueron puestos en
libertad. No secundaron el movimiento las otras poblaciones
importantes; al contrario, San Miguel, encabezado por el Padre
Barroeta y el Ayuntamiento de Santa Ana por el Padre Cárcano, y
San Vicente por el Padre Manuel Antonio Molina, condenaron el
alzamiento de San Salvador.
LAS INSURRECCIONES DE NICARAGUA
ESTADO DE LOS ANIMOS EN LEON.– Desde hacía diez y
ocho años gobernaba la Provincia el Intendente Don José Salvador.
Su conducta en lo administrativo y en lo económico no había sido
diferente de la de sus colegas de otras Provincias, y de la misma
manera que contra Gutiérrez Ulloa en San Salvador, en Nicaragua,
particularmente en León, se sentía por él un odio profundo, y el
cambio de régimen que desde mucho antes se deseaba tomaba
proporciones desesperadas; y aunque la simultaneidad con San
Salvador se rompió, el propósito de eliminar del gobierno a los
europeos persistía intensamente. Voces alteradas de individuos
ardorosos, frases amenazantes escritas en las paredes de las casas,
reuniones extraordinarias convulsivas, todo indicaba que en la
196 sofonias salvatierra

ciudad había disgusto creciente. El primer acto fué impedir que Don
Mariano Murillo saliera de León; él decía que iba a sus haciendas
de El Viejo y el Realejo, pero el pueblo pensaba que el viaje de ese
hombre era contrario a sus planes. Esto ocurrió el 10 de diciembre
de 1811. El 12 volvió la agitación con motivo del viaje del señor
Murillo. Trataron los capitulares y el obispo de desimpresionar
a la masa, y todo pareció quedar en sosiego, hasta la mañana del
siguiente día 13, en que las autoridades tuvieron noticias de que
para esa noche estaba proyectado un movimiento popular.
LAS JORNADAS DEL 13 Y EL 14 DE DICIEMBRE.–
En presencia de tan alarmantes informes, el Intendente, los
capitulares del Ayuntamiento y algunos vecinos “honrrados”,
como les decían las autoridades a los españoles y españolistas
cobardes o enemigos de la Independencia, resolvieron celebrar un
cabildo abierto y ya reunidos acordaron consultar con el obispo y
los demás eclesiásticos, con el objeto de impedir que se verificase
lo que se temía. Dispusieron que no se tomase medida alguna
violenta, en atención a que el pueblo prometía desistir de todo
con la condición de que no saliese de la ciudad Don Mariano
Murillo y de que se publicase un bando en que se declarase que
no se molestaría a nadie por lo ocurrido. Pero no se pudo poner
en práctica este acuerdo, porque la muchedumbre al saber que
estaba reunido el Ayuntamiento, invadió la casa del obispo con
el propósito de tomar parte en las deliberaciones. Salió el señor
García Jerez y con voz compungida y llorosa, preguntó a la
multitud lo que quería, y le contestaron: “No queremos que nos
gobiernen más europeos: sólo a Su Ilustrísima aceptamos. No
queremos que ocupe destino alguno ningún chapetón”. Amiedado
el Intendente Don José Salvador, viendo que era el blanco de los
odios, dispuso resignar el mando en el Ayuntamiento, lo cual
verificó a las seis de la tarde del mismo día 13, cuando supo que
el pueblo reunido en cantidad de siete o ocho mil hombres, y
armados de puñales, machetes y palos se dirigían a las casas, del
Intendente y del Ayuntamiento, pidiendo a gritos que se les hiciera
justicia por tantos agravios sufridos. Salió el obispo nuevamente
con lágrimas en los ojos pretendiendo aplacar con palabras a la
compendio de historia de centroamerica 197

multitud. “No tenga Su Ilustrísima cuidado por su persona -le


dijeron- todos moriremos,antes que se le ultraje; pero, señor, no
hay remedio, ahora mismo sin que pase hoy, se ha de hacer al pie
de la letra lo que pedimos”. La noche estaba bastante entrada, y
cuando el obispo les preguntó; ¿Qué queréis?”. uno de la multitud
se adelantó y dijo, alzando la mano con un papel: “Este papel
contiene lo que el pueblo pide y lo que sin remedio y sin excusa
ahora mismo se le ha de conceder”. Leyó el obispo el papel y
uno a uno fué concedido lo que pedía el pueblo: cambio de las
autoridades, rebaja de impuestos, supresión de monopolios,
abolición de la esclavitud, libertad de prisioneros y otros más. Estas
bases fueron redactadas por Fr. Benito Miguelena. Aceptadas las
exigencias populares, el prelado los hizo jurar que guardarían paz.
A las ocho de la mañana del día siguiente 14, reunido el
pueblo nuevamente, pidió con la misma energía que se juntasen
el Ayuntamiento y el obispo y que se cumpliese lo que se le había
prometido la noche anterior. La irrupción popular era incontrastable.
La multitud invadió y ocupó completamente las salas, corredores
y balcones de la Casa Consistorial. Como una medida, táctica, el
obispo se valió de la astucia proponiendo que se organizara una
Junta Gubernativa con lo cual creía hacer entender al pueblo en
la sinceridad de las promesas del día anterior. Esa Junta debía
ser nombrada por delegados que allí mismo eligieron y consiguió
que la elección recayera casi sólo en sacerdotes que estaban bajo
su control. Aquel juego falso del obispo era para darse tiempo
de reunir tropas y pedir auxilio al Capitán General. El señor
García Jerez no hizo uso inmediatamente de la autorización que
le había otorgado el Capitán General González Saravia, antecesor
de Bustamante y Guerra, para que en caso de conmociones y,
faltando el Intendente asumiese él la Gobernación, con lo cual
daba a entender al pueblo que respetaba la Junta Gubernativa
que se había constituido. Pero cuando Bustamante y Guerra
le confirmó aquella autorización y le ofreció enviarle tropas y
él logró reunir unos quinientos hombres, disolvió la Junta y se
proclamó Gobernador efectivo e hizo publicar un bando de buen
gobierno en que la pena de muerte se ofrecía por todo.
198 sofonias salvatierra

LOS SUCESOS DE GRANADA DEL 22 DE DICIEMBRE.–


En Granada, de la misma manera, los odios entre criollos y
peninsulares eran muy hondos. Ejercía la Comandancia de Armas
de la ciudad el Ingeniero don José de Sierra. El 16 de diciembre de
1811 se reunió el Ayuntamiento con el fin de protestar obediencia
y fidelidad a los dominadores extranjeros; pero la mayoría de los
capitulares eran contrarios al régimen imperante. Encabezando
al pueblo, el Alcalde de segundo voto, Don Juan Argüello y el
Regidor Don Manuel Antonio de la Cerda, dispusieron convocar a
un Cabildo Abierto en forma plebiscitaria, el cual se reunió el 22
de diciembre. La multitud se agolpó frente al Palacio Consistorial
y pidió a voz encuello la destitución de todos los empleados
peninsulares y monarquistas. Estos resignaron inmediatamente
sus cargos y se retiraron a Masaya, pueblo que convirtieron en su
cuartel general.
La ciudad de Granada fué el baluarte del criollismo rebelado.
El primero de enero, fecha legal para organizar los Ayuntamientos,
el de Granada quedó compuesto de criollos solamente. Acto
continuo reconocieron la Junta Gubernativa de León, y dispuestos
a hacerse fuertes, el 8 de enero tomaron por asalto el castillo de
San Carlos, aunque les fué quitado por el Comandante en un
contraataque que pudo verificar con soldados del castillo de la
Inmaculada.
EL PRONUNCIAMIENTO DE LA VILLA DE RIVAS.– La
villa de Rivas de Nicaragua comprendía los barrios, así llamados
entonces, de Potosí, Belén y San Jorge. Gran número de vecinos
de este último, confundidos con los de la villa irrumpieron en las
calles y plazas de Rivas, en la noche del 23 de diciembre de 1811,
pidiendo a gritos la sustitución de las autoridades españolas por
criollos, proclamaron Comandante militar Teniente retirado Don
Félix Hurtado y reconocieron como jefe al Cura y Vicario Don
RafaeI de la Fuente. Formaron una Junta Gubernativa compuesta
de criollos solamente, y propusieron una serie de reformas, las
cuales fueron acordadas: rebajas de muchos impuestos, abolición
de los repartimientos de indios, abolición absoluta de la esclavitud
y otras. Después de hecho todo esto, se fueron al templo a dar
compendio de historia de centroamerica 199

gracias a Dios. A esa hora llegó un grupo numeroso de ciudadanos


de Potosí y Belén, y confundidos todos se lanzaron a la calle en
manifestación patriótica, llenos de alegría delirante. A las tres de
la mañana se disolvieron, y en las primeras horas del día siguiente
24, se reunió el pueblo en la plaza de la villa con el fin de juramentar
a los nuevos funcionarios. Obsérvese que los deseos populares
eran iguales en todas partes e iguales también las quejas, como
que uno sólo era el régimen.
TRES CUERPOS DE EJERCITO SE MUEVEN SOBRE
NICARAGUA.– Como el Ayuntamiento de Granada se mantuvo
firme en su actitud del 22 de diciembre, y no se aplacaba la
rebeldía general en la Provincia, Bustamante y Guerra ordenó que
las milicias de Cartago marcharan sobre Rivas al mando de Don
Joaquín de Oreamuno; las de San Miguel sobre León al mando
del Teniente Coronel Alonso Saldos, y las de Olancho al mando
del Sargento Mayor Pedro Gutiérrez. Al acercarse a Rivas las
milicias de Cartago, la Junta Gubernativa de la villa se disolvió
y avanzaron hasta Granada. Las tropas de Pedro Gutiérrez, en
número de más de mil hombres, entraron a la Provincia por el
lado de la Nueva Segovia, pasaron por Tipitapa y se situaron en
Masaya. Todo esto ocurría en los meses de marzo y abril de 1812.
Al saberse en Granada el avance de Pedro Gutiérrez,
construyeron trincheras, emplazaron cañones y se aprestaron a la
defensa, aunque sólo con el propósito de conseguir una paz no
humillante, incapaces como se sentían por la falta de elementos
para resistir victoriosamente. A su vez Pedro Gutiérrez destacó al
Teniente José María Palomar, con cien hombres, y al Subteniente
Cayetano Payés con setenta, a verificar un reconocimiento en
la Ciudad de Granada, y después se les agregó el Capitán José
ArgüeIles con una compañía. El Coronel Don Miguel Lacayo era
el jefe militar de los independientes. Se abrieron los fuegos y se
combatió hasta las cuatro de la tarde. El mismo día los defensores
de Granada enviaron a Masaya ante Pedro Gutiérrez a negociar
la paz al Padre Joaquín González. El convenio se firmó el 25 de
abril, y se estipuló que los rebeldes entregarían las armas; que las
autoridades españolas no los molestarían por los hechos pasados;
200 sofonias salvatierra

que el Ayuntamiento quedaría integrado por los mismos individuos,


y que se daría cuenta de lo convenido al obispo- Intendente y al
Capitán General. Los granadinos aceptaron con suma alegría el
convenio, dispararon salvas y se dijo una misa de gracias: Todos
volvieron tranquilamente a sus hogares y la paz quedó restablecida.
LOS INDEPENDIENTES GRANADINOS SON
PROCESADOS Y DEPORTADOS A ULTRAMAR.– Un día,
cuando más tranquilos estaban los rendidos granadinos, fueron
aprehendidos, encarcelados y engrillados, y sometidos a juicio,
seguido por uno que llamaron comisionado, que tenía por nombre
Alejandro Carrascosa y era Sargento Mayor, nació en Guatemala,
prestaba sus servicios militares en San Miguel y había llegado
a León con las Milicias de San Miguel que comandaba Alonso
Saldos. Era que Bustamante y Guerra no aprobó el convenio
de paz granadino y había ordenado al obispo- Intendente que
mandara a ponerlos presos y a encausarlos, porque el Gobierno de
Su Majestad no podía tratar con rebeldes. García Jerez designó
a Carrascosa para esta comisión. En orden a satisfacer los odios y
la venganza de los españolistas, el escogido para perseguir a los
alzados granadinos no podía ser mejor. En 1800 este Carrascosa
había sido ayudante y esbirro del Capitán General Domás y Valle
y estaba acostumbrado a esta clase de encargos. En Granada no
fué propiamente un juez, sino un vengador, no un fiscal, sino un
esbirro. Encarcelaba al que quería, fuera o no revolucionario,
trataba con crueldad e insolencia a los criollos y en especial a los
reos, a los cuales oía, si quería, si no, no. Bustamante y Guerra
estimulaba los instintos perversos de Carrascosa. Una vez que
los perseguidos granadinos se dirigieron a él denunciándole las
crueldades de Carrascosa y suplicándole justicia, el Capitán
General, por toda contestación, envió la carta de queja al juez
comisionado, y éste, enfurecido, los perseguía más y hacía alarde
de su poder y de la impotencia de los granadinos. El proceso no
tuvo por base la prueba judicial, sino el espionaje, la delación y el
odio de los interesados, que eran los españoles y los españolistas.
Por fin, Carrascosa dictaminó que varios de los prisioneros
debían ser fusilados y confiscados sus bienes otros desterrados a
compendio de historia de centroamerica 201

perpetuidad y otros confinados a presidio.


LA CONJURACION DE BELEN.– No es de extrañarse
que aquel régimen de injusticia constante y de incapacidad en la
administración, agravado por la tiranía de Bustamante y Guerra,
impulsara la reacción indignada y colérica del Criollismo. Aun los
hombres pacíficos crispaban las manos impotentes, y el ardor de la
protesta llegaba a alterar la serenidad de los claustros conventuales.
En el Convento de Belén de Guatemala se verificaban pláticas
informales en relación con el estado de cosas del Reino, y más que
todo sobre la insufrible tiranía de Bustamante y Guerra. Los presos
granadinos habían sido trasladados a Guatemala en agosto de
1813, y parece que hablaban de libertarlos y de deponer el Capitán
General, aunque la actitud no era de franca rebelión. Por denuncia
de uno que concurría a las celdas del convento, fueron reducidos
a prisión en la noche del 21 de diciembre de 1813 el superior
de la comunidad, Fray Juan de la Concepción, Don Cayetano
Bedoya, el Presbítero Don Tomás Ruiz, Fr. Víctor Castrillo, Don
José Francisco Barrundia, Don José Venancio López, Don Mateo
Antonio Marure, Fr. Benito Miguelena y otros. Se les siguió causa
bajo el procedimiento militar, y fueron puestos en libertad en 1818
en virtud del indulto acordado por Fernando VlI en enero de 1817,
con motivo de su segundo matrimonio. Los presos granadinos que
habían sido trasladados a Cádiz a principios de 1814 encerrados
en el castillo de San Sebastián, fueron asimismo libertados en
cumplimiento del propio indulto.
LA ASONADA DE 1814 EN SAN SALVADOR.– Don
José Aycinena, que desempeñaba las funciones de Corregidor
Intendente de San Salvador, se fué a España a mediados de 1812
con el nombramiento de Consejero de Estado y le sucedió en el
cargo Don José María Peinado. Con el fin de garantizarse contra
nuevos alzamientos, se vieron obligados a formar un cuerpo
de tropas con individuos seleccionados, dándoles el nombre de
“Voluntarios Honrados del señor Fernando VII”, y organizados
por el Teniente Rafael de Otongo y Marticorena, bajo el comando
de Don José Rossi Rubí. Los atropellos y hostilidades de todo
género de estas milicias honradas, produjeron una tirantez entre
202 sofonias salvatierra

ellas y el pueblo de San Salvador que llegó a convertirse en odio


irreconciliable. Presistiendo las mismas quejas, los alzados
del 5 de noviembre estaban pacíficos, pero no satisfechos. Los
padres Aguilar, firmes en su propósito de resistir al mal gobierno,
encabezaban aquel disgusto y eran los directores valientes y
francos de las aspiraciones populares, como lo habían sido el 5
de noviembre. El 25 de diciembre de 1813 se amotinó el pueblo
porque querían que fueran electos alcaldes, como en efecto lo
fueron, los patriotas Juan Manuel Rodríguez y Pedro Pablo
Castillo, quienes secundaban con toda decisión a los hermanos
Aguilar. Los alcaldes de barrio, asimismo fueron escogidos entre
los más amantes de la libertad de la Patria.
La inquietud subversiva empezó el 23 de enero de 1814
y estalló en las primeras horas de la noche del 24. Rodríguez y
Castillo se apoderaron de la sacristía de la iglesia parroquial
y desde allí dieron la señal para el asalto. Desalojados de esta
posición, las milicias dispersaron a balazos a los amotinados,
matando a dos e hiriendo a tres. A las tres de la mañana del 25,
Peinado pidió auxilio a San Vicente, en donde fueron alistadas Ias
milicias de cuenta voluntaria del Padre Manuel Antonio Molina;
pero no hubo necesidad de estos auxilios, porque después del
tiroteo de la media noche, los amotinados no volvieron a reunirse.
Los prisioneros fueron numerosos entre ellos Manuel José Arce,
quien estuvo incomunicado hasta el indulto de 1817. Se les levantó
proceso, a muchos se les confiscaron los bienes, y el Dr. Santiago
José Celis, Síndico del Ayuntamiento, fué inicuamente torturado
para arrancarle confesiones, y sea que lo mataron los realistas en
estas torturas o que él se suicidara por desesperación, el 17 de abril
fué encontrado muerto pendiente de un pañuelo en los barrotes
de la cárcel. Los hermanos Aguilar fueron también procesados
y desterrados de San Salvador, a donde jamás volvieron. Pedro
Pablo Castillo, cuya cabeza pregonaron, logró huir a Puerto Rico,
en donde murió. En esta vez el Padre Delgado no pudo cooperar
con los realistas en la conciliación porque se había ido a Guatemala
con el cargo de miembro de la Diputación Provincial y después
ejercía el muy elevado de Rector de la Universidad.
compendio de historia de centroamerica 203

CAPITULO IV
Período Independiente
DESDE LA INDEPENDENCIA HASTA 1911.
ANTECEDENTES INMEDIATOS.

LA CAlDA DE BUSTAMANTE Y GUERRA.– La política


despótica de Bustamante y Guerra había provocado una fuerte
reacción. Puede decirse que los hombres principales de todas las
clases y la opinión pública en general le eran contrarios. El creía
que las medidas drásticas eran el eficaz remedio para destruir la
agitación americana, y al revés ocurrió, que las persecuciones
exacerbaron más los ánimos, y los criollos prefirieron morir antes
que tolerar en nada aquel régimen detestable. La Regencia lo
había destituido en 1814; pero el restablecimiento del absolutismo
de Fernando VII le permitió prolongar su tiranía por cuatro años
más. Sus rencores y pasiones lo llevaron al desarrollo de una
política inhábil y muchas veces contradictoria; tergiversaba los
hechos y las intenciones y presentaba las cosas con el carácter
que se las hacían ver sus enconadas pasiones. Hasta que al fin
el mismo rey absoluto se cansó de él y lo destituyó. Entregó el
mando a Don Carlos de Urrutia el 28 de marzo de 1818.
EL RESTABLECIMIENTO DE LA CONSTITUCION
DE CADIZ.– La conducta ingrata, cruel e insensata además de
Fernando VII en la Península, y la Revolución que ardía en toda
la América Española por hacer independientes a las colonias y
establecer la república democrática, coincidían para destruir el
régimen antiguo y dar paso a la formación de nuevas nacionalidades
con el ideal de libertad.
A fines de 1819 se estaba reuniendo en Cádiz un fuerte
ejército con el objeto de venir a América a someter a los
independientes; pero como gran parte de los españoles se les hacía
insufrible el gobierno de Fernando VII, en vez de venir a morir
sin gloria por una causa perdida, prefirieron libertar a su patria
del régimen absolutista, y se insurreccionaron en las Cabezas
204 sofonias salvatierra

de San Juan, cerca de Cádiz, a las órdenes de su jefe el General


Rafael del Riego y el Coronel Antonio Quiroga, el primero de
enero de 1820. La insurrección se extendió rápidamente por toda
España. Amendrentado Fernando, el 3 de marzo dejó entrever su
propósito de cambiar de métodos de gobierno. Como el torrente
de la opinión creciera, el 6 dispuso publicar su decisión de reunir
las Cortes. Al saberlo el pueblo de Madrid se arremolinó en
inmensa muchedumbre, y entonces el rey, impulsado por la reina
Amalia, que estaba poseída de miedo, en la madrugada del 7 firmó
la promesa de restablecer el régimen constitucional. El pueblo,
delirante de alegría pidió que el monarca prestara el juramento
ante el Ayuntamiento que él mismo había disuelto en 1814. Así lo
hizo el 8 en el Salón de Embajadores del Municipio de Madrid. El
9 siguiente expidió un decreto nombrando una Junta Provisional,
mientras se reunían las Cortes, y restableciendo todas las garantías
constitucionales, incluso la de imprenta.
Al instalarse las Cortes en Madrid, fueron designados allá para
representar al Reino de Guatemala, Don José Sacasa y Don Juan
Esteban Milla, quienes en esos días estaban en España. También
fueron nombrados otros, que se retiraron pronto de las Cortes por
haberse proclamado la independencia o que por la misma causa no
hicieron el viaje o se regresaron del camino.
CONSECUENCIAS EN GUATEMALA DEL ORDEN
CONSTITUCIONAL.– De verdadera trascendencia para
los destinos de Centroamérica fué el restablecimiento de la
Constitución de Cádiz. Al amparo de la libertad, el pensamiento
inició sus trabajos orientadores. El 24 de julio de 1820 el Dr. Pedro
Molina fundó un periódico titulado “El Editor Constitucional”, al
cual en agosto de 1821 le cambió el nombre por el de “El Genio
de la Libertad”; y el 16 de octubre de aquel mismo año, Don José
Cecilio del Valle fundó “El Amigo de Patria”, hasta el 15 de abril de
1822, en que dejó de publicarse. Molina representaba al criollismo
y defendía con franqueza la causa americana, Valle representaba
a los españolistas. Hubo discusión entre ambos periódicos, y se
estimuló y aclaró el verdadero deseo del pueblo centroamericano.
Se restablecieron las Diputaciones Provinciales, la de Guatemala
compendio de historia de centroamerica 205

y la de León. Estos cuerpos representaban virtualmente la


voluntad popular y eran la expresión de las aspiraciones con el fin
de conducirlas a su realización. El Capitán General Urrutia era
un anciano achacoso y la Diputación Provincial gestionó ante él
con el fin de que depositara el mando en el Sub Inspector de las
milicias del Reino, Brigadier Don Gabino Gaínza. Interesados en
convencerlo de lo conveniente que era a su salud su retirada de
las fatigas de su cargo, hicieron que dos médicos, uno de ellos el
Dr. Pedro Molina, lo examinara y le aconsejara un descanso. Para
sustituirlo se pensó también en Don Ramón de Anguino, gobernador
que había sido de Honduras; pero estaba éste, por su ancianidad, en
las mismas o peores condiciones de Urrutia. El depósito se verificó
en marzo de 1821. El cambio de Capitán General favorecía los
trabajos independientes, Porque aunque Gaínza no era tan viejo
como Urrutia, era sí de carácter voluble y acomodaticio.
EL PLAN DE IGUALA.– De la misma manera, los
acontecimientos de México con motivo del restablecimiento de
la Constitución, influyeron decisivamente en la marcha de las
cosas en el Reino de Guatemala. Los realistas de Nueva España
comprendieron bien, que el régimen colonial ya no era posible
en el virreynato, y que en ese caso les era conveniente proclamar
la independencia de manera que el poder público quedara en sus
manos y se garantizaran sus privilegios. A espaldas del virrey, que
lo era Don Juan Ruiz de Apodaca, resolvieron que se levantara un
ejército, con el fin de que entendiéndose con el General Vicente
Guerrero, patriota revolucionario que se mantenía rebelde en las
montañas de Oaxaca, se cambiara el régimen político de México.
Para jefe de esas fuerzas pensaron en Agustín Iturbide, feroz
realista que se había distinguido matando independientes de los
que acompañaron a Hidalgo y a Moreles. Con el fin de que el
virrey aceptase la formación de ese ejército, le hicieron entender
la urgencia de acabar de una vez con la facción de Guerrero.
En efecto, al frente de sus fuerzas, Iturbide se situó en Iguala, y
allá entendido con el revolucionario, acordaron publicar el Plan
llamado de Iguala o de las Tres Garantías, sobre la base de la
Independencia nacional, el 24 de febrero de 1821. Siguiendo la
206 sofonias salvatierra

tendencia monarquista quisieron que Fernando VII o un príncipe


español viniese a coronarse rey de México. Como no le aceptaran
eso en Madrid, Iturbide se proclamó Emperador. Estos hechos
dan la clave de mucho de lo que ocurrió en Guatemala.
EL REINO DE GUATEMALA SE TRANSFORMA
EN REPUBLICA INDEPENDIENTE.
DIVISION ADMINISTRATIVA DEL REINO DE
GUATEMALA EN 1820.– En lo político, el Reino de Guatemala
en vísperas de la Independencia, se componía de quince divisiones
administrativas, que llamaban provincias, así: ocho Alcaldías
Mayores, dos Corregimientos, un Gobierno y cuatro Intendencias.
Las primeras eran las de Totonicapán, Sololá, Chimaltenango,
Sacatepéquez, Sonsonate, Verapaz, Escuintla y Suchitepéquez;
los segundos: Quezaltenango y Chiquimula; y tercero: Costa Rica
y las cuartas: San Salvador, Chiapas, Honduras, y Nicaragua.
PROCLAMACION DE LA INDEPENDENCIA DE
CENTROAMERICA.– Los sucesos de México no fueron bien
conocidos inmediatamente en Guatemala, porque los realista de la
capital del Reino los negaban o los desfiguraban. Pero cuando se
supo que Chiapas había aceptado el Plan de Iguala (42) la exaltación
fué muy grande en Guatemala, y la Diputación Provincial, influida
por los criollos aristócratas y los criollos sinceros para el cambio
de régimen, pidió a Gaínza, que en vista de los acontecimientos de
México, convocara una reunión con el fin de disponer lo que debía
hacerse en el Reino de Guatemala. Los privilegiados, que eran
los monarquistas, siguieron a los independientes con el propósito
reservado de encauzar a Centroamérica por los caminos que
seguían los realista de México.
Con fecha 14 de septiembre de 1821, Gaínza convocó a la
Diputación Provincial, a la Real Audiencia, al Ayuntamiento, al
Arzobispo, al Colegio de Abogados, al Claustro de la Universidad,

(42) En Comitán el domingo 28 de agosto, después de la misa. Fr. Matías de


Córdoba, desde la cátedra sagrada excitó al pueblo a proclamar la independencia, y
el Ayuntamiento lo verificó ese mismo día. En Ciudad Real se hizo lo mismo el 3 de
septiembre y el 5 en Tuxtla.
compendio de historia de centroamerica 207

al cabildo Eclesiástico y a los prelados de todas las Comunidades


religiosas. Concurrieron éstos y uno o más representantes de los
otros cuerpos colegiados, más los secretarios del Gobierno y la
Diputación Provincial, a fin de que el día siguiente jueves 15 de
septiembre, a las ocho de la mañana se reunieran con él en el Real
Palacio y resolvieran la actitud que debían asumir.
A la hora indicada todos estaban reunidos. La masa popular
no concurrió en gran número al principio de la sesión. Don Basilio
Porras y Doña María Bedoya de Molina, esposa del ilustre prócer
Dr. Pedro Molina, rondaban las portales del Palacio, atentos a la
marcha de los acontecimientos e influyendo de modo que tomaran
un curso propicio a la formación de la República independiente.
Cuando vieron que no se había reunido gran cantidad de pueblo,
dispararon bombas y cohetes y llevaron una música, con lo que la
concurrencia pequeña se hizo muchedumbre, la cual con sus gritos
y protesta influyó en el acuerdo que se tomó. Don José Cecilio del
Valle, como Auditor General explicó el motivo de la reunión, y
manifestó que aunque el deseo de la independencia era justo, debía
antes consultarse a las Provincias. Lo rebatieron firmemente el
Dr. Pedro Molina, el Licenciado Miguel Larreynaga y el Canónigo
José María Castilla. Impotente Gaínza ante la opinión pública
que se manifestaba cada vez más decidida por la independencia
absoluta, quiso que se hiciera adhiriéndose al Plan de Iguala; pero
el pueblo rechazó esta pretensión. Acordada la Independencia,
Valle redactó el Acta de Emancipación política de Centroamérica.
Continuaron las mismas autoridades, con las mismas leyes.
Gaínza quedó con el título de Jefe Político, asesorado por una
Junta Provisional Consultiva, y los comandantes del Fijo y de la
Artillería fueron cambiados por criollos independientes.
ACTITUD DE LAS PROVINCIAS DESPUES DE LA
INDEPENDENCIA.– Gaínza envió en circular a las Provincias
el Acta de independencia, junto con un Manifiesto. Los pliegos
llegaron a San Salvador el 21 del mismo septiembre, y el 22 se
proclamó con toda alegría tan feliz acontecimiento. Se quiso
formar una Junta Consultiva; pero el Intendente Pedro Barriere
lo impidió y encarceló a los promotores. Hubo necesidad de
208 sofonias salvatierra

nombrar un nuevo Intendente o Jefe Político subalterno, que así


les llamaron a los Jefes de las Provincias a raíz de proclamada
la independencia, y fué el Padre Delgado, quien se hallaba en
Guatemala. Al llegar a El Salvador puso en libertad a los presos y
se organizó la Junta.
A Comayagua llegaron el Acta y el Manifiesto el 23 de
septiembre. El Brigadier Don José Tinoco de Contreras estaba
disgustado con Gaínza porque aquel había organizado una
Diputación Provincial, y sea por ésto o por seguir la corriente
españolista y monárquica, reunió la Diputación y el Ayuntamiento,
compuestos de elementos afines a sus tendencias, y de acuerdo con
ellos declaró a la Provincia de Honduras desligada de Guatemala
y sometida al nuevo orden de cosas de México. El mismo día
28 recibieron también en Tegucigalpa aquellos documentos,
se aceptó con entusiasmo la independencia proclamada y se
rechazó después la actitud de Comayagua. Se aprestaron a la
lucha las dos ciudades, y habiendo sido auxiliada Comayagua
por El Salvador y Guatemala Tinoco de Contreras se retiró de la
Intendencia, pero dejando en su lugar a dos imperialistas como él,
a Don Juan Fernández Lindo, encargado de la Gobernación, y al
Canónigo Don Nicolás Irías, de Intendente. El Ayuntamiento y la
Diputación Provincial dispusieron darle a Contreras los poderes
de Honduras para que trasladándose a México los representara
ante el imperialista Iturbide.
En León se supieron los acontecimientos del 15 de
septiembre el 23 del mismo mes, y la Diputación Provincial con
este motivo envió al gobierno de Madrid, con fecha 25 inmediato,
una comunicación protestándole fidelidad al rey pero el 28 que
recibieron el Acta publicaron un bando en que declaraban a la
Provincia, independiente de Guatemala y de España hasta tanto
se aclararan los nublados del día. Cambiando nuevamente de
parecer, tanto la Diputación Provincial como el Gobernador
Miguel Gonzáles Saravia y el obispo García Jerez, resolvieron el
11 de octubre proclamar y jurar la Independencia absoluta del
gobierno español en los mismos términos que la propone Don
Agustín Iturbide en su Plan de Iguala, y bajo los auspicios del
compendio de historia de centroamerica 209

ejército imperial. Lo mismo que con Tinoco de Contreras, Gaínza


estaba en malos términos con González Saravia, Teniendo por este
motivo que el Gobernador no obedeciese a Guatemala, nombró
Comandante de Armas de Granada a Don Crisanto Sacasa, con
autorización para proceder con independencia de aquel.
En Cartago. el Ayuntamiento, informado por el Gobernador
Juan Manuel de Cañas de lo ocurrido en Guatemala y lo de León el
28 de septiembre, resolvió el 13 de octubre unirse a lo acordado por
la Diputación Provincial de León, de la cual formaba parte Costa
Rica, esto es, declararse separados de España y Guatemala hasta
tanto se aclaraban los nublados del día. Después el Gobernador
se trasladó a San José, Alajuela y Heredia, en donde consiguió
que los Ayuntamientos de estas villas se adhirieran a lo dispuesto
por Cartago. Sin embargo, el Ayuntamiento de esta última ciudad
reconsideró el 15 de octubre, anulando lo que había acordado el
13. Pero el 28 del mismo octubre llegó la noticia de lo acordado
en León por la Diputación Provincial de seguir al imperialista
Iturbide, y el 29 el Ayuntamiento de Cartago, encabezado por el
Gobernador, dispuso secundar el nuevo acuerdo de la Diputación
Provincial. La villa de San José se negó a obedecer lo acordado
por Cartago; lo mismo hizo Heredia. San José propuso el
establecimiento de una Junta Provisional Gubernativa.
ANEXION AL IMPERIO DE ITURBIDE.
LA JUNTA PROVISIONAL CONSULTIVA DECLARA LA
ANEXION AL IMPERIO.–Inmediatamente que Iturbide tuvo
conocimiento del Acta de Independencia de Centroamérica, se
dirigió a las autoridades de Guatemala, con fecha 19 de octubre de
1821, en que manifestaba que no teniendo fuerzas Centroamérica
para conservar su independencia, debía anexarse a México, y
que con este fin mandaría un ejército protector. Los planes de
la camarilla aristocrática de Guatemala van desarrollándose
por lo pronto a su satisfacción. Recibida el 22 de noviembre la
comunicación de Iturbide, la Junta Provisional Consultiva pidió sus
votos a todos los Ayuntamientos de Centroamérica, para resolver
de acuerdo con ellos, y a vez se perseguía a muerte a los que
210 sofonias salvatierra

resistían o hacían propaganda contra la anexión. De esta manera


fué muerto en Guatemala Don Mariano Bedoya, que era uno de
los más sinceros y decididos patriotas y fué de los promotores
del gran acontecimiento libertador del 15 de septiembre. Se
llegó hasta querer desterrar a los próceres Molina y Barrundia.
Calculadamente se fijó el perentorio término de un mes para que
los Ayuntamientos emitieran su opinión, plazo que si hoy sería
demasiado corto, aun con la enorme rapidez de las comunicaciones
actuales, entonces podía considerarse como prohibitivo. Así
es que 68 Ayuntamientos no pudieron emitir su parecer. De los
votos recibidos, unos dejaban la resolución de tan grave asunto
al Congreso que conforme el Acta del 15 de septiembre debía
reunirse en marzo; otros se conformaban con lo que dispusiese la
Junta Provisional; otros aceptaban la anexión con limitaciones, y
otros se pronunciaban completamente por ella. Sobre estas bases
de opinión, inciertas, más que dudosas, como se comprobó después
con la protesta general armada, la Junta, siguiendo Ias inspiraciones
de los aristócratas y monarquistas, que no querían renunciar a
sus viejos privilegios y por lo mismo a sus fáciles granjerías, en
sesión de 5 de enero de 1822 acordó la anexión de Centroamérica
al imperio de Iturbide. Por supuesto que esos hombres no habrían
dictado tal acuerdo si en México no se hubiera formado esa parodia
de monarquía hechiza y hubiera sido la república democrática la
que surgiera inmediatamente que se proclamó la independencia.
Don José Cecilio del VaIle pronunció en esa vez en el seno de
la Junta un notable discurso contra la anexión, dando las mismas
razones que en años anteriores expusieron los aristócratas cuando
protestaron de que un individuo de México representara al Reino
de Guatemala en la Junta Central Gubernativa de España.
ACTITUD DE LAS PROVINCIAS.– El primero en oponerse
fué San Salvador encabezado por el Padre Delgado, negando la
capacidad legal de la Junta en virtud del acta del 15 de septiembre,
y aunque San Miguel y Santa Ana no cooperaron con San Salvador,
las autoridades de la capital de la Provincia rompieron totalmente
con Guatemala. Este acto de patriotismo fué calificado de
sedicioso por la Junta Provisional, y acordó someter por la fuerza
compendio de historia de centroamerica 211

a los leales defensores de la Independencia de Centroamérica. El


Coronel Manuel de Arzú, al frente de una división, marchó contra
San Salvador, atacó la plaza el 3 de junio de 1822, y después de
combatir nueve horas en las propias calles de la ciudad, se declaró
en derrota y regresó a Guatemala toda desorganizada.
En Comayagua, aunque el gobernador Fernández Lindo y el
Canónigo Irías excitaron a los pueblos de Honduras a reconocer
cualquier príncipe español que se coronase rey de México,
Tegucigalpa encabezó la negativa y estimuló los impulsos
de la ciudadanía naciente por el gobierno propio republicano
democrático.
En Nicaragua proclamaron la anexión, tanto el Gobernador
González Saravia y el obispo García Jerez en la ciudad de León,
como el criollo aristócrata Crisanto Sacasa en la ciudad de
Granada. Pero la voluntad popular reaccionó contra el imperio
dirigido por Cleto Ordóñez, quien depuso a Sacasa y proclamó
la república el 16 de enero de 1823. Al tener conocimiento en
León de estos sucesos, los imperialistas organizaron un ejército
de mil hombres comandado por el Gobernador González Saravia
y marcharon sobre Granada. Ordóñez construyó barricadas y
emplazó la artillería. Saravia lo atacó el 18 de febrero; pero fué
rechazado a cañonazos por el republicano Ordóñez y tuvo que
reconcentrarse a Masaya con grandes pérdidas. Alistándose estaba
Saravia para atacar a Granada nuevamente, cuando supo que el
emperador hechizo había sido derribado por los republicanos de
México. Entusiasmado el ejército del imperialista Gobernador con
esta noticia, se disolvió. Saravia se reconcentró a Guatemala y
en León dispuso la Diputación Provincial, el 17 de abril de 1823,
organizar una Junta Gubernativa, y declarar depuesto de todos sus
poderes a González Saravia. En Granada, de la misma manera al
verse libres de enemigos, organizaron una Junta Gubernativa.
En Costa Rica, las autoridades de Cartago se pronunciaron por
el Imperio, y San José por la república independiente. Resueltas
las diferencias en un combate que se libró en el punto llamado
Ochomogo o Las Lagunas, el 5 de abril de 1823, los de Cartago
fueron derrotados. La capital de la Provincia pasó a San José y la
212 sofonias salvatierra

orientación republicana se afianzó más.


LA DlVISION IMPERIAL AVANZA SOBRE
GUATEMALA.– Deseando proteger a sus amigos de Guatemala,
lturbide envió un ejército de 600 hombres, que llamaron división
imperial, al mando del Brigadier Vicente Filísola, quien entró a la
capital del antiguo Reino el 12 de junio de 1822. El 21 del mismo
mes se hizo cargo de la Jefatura Política Superior, con el viejo título
de Capitán General, y Gaínza se fué para México a desempeñar
el modesto oficio de edecán del emperador criollo. Obrando con
prudencia, Filísola no quiso hacerle la guerra inmediatamente
a San Salvador, que era el primer obstáculo que Centroamérica
ofrecía a las pretensiones de Iturbide; pero debiendo obedecer las
órdenes terminantes de su jefe el emperador, de someter por la
fuerza sin condición alguna a los “rebeldes”, depositó el mando en
su segundo el Coronel Felipe Codallos, en noviembre del mismo
año, y al frente de dos mil hombres marchó sobre San Salvador.
Los independientes pusieron sus milicias bajo el comando del
Teniente Coronel Manuel José Arce. Resistieron con valor, pero
fueron vencidos y Filísola ocupó la ciudad el 9 de febrero de 1823,
asumiendo una actitud moderada con los republicanos.
ACTITUD DE VALLE EN EL CONGRESO MEXICANO.–
Decretada la anexión de Centroamérica al imperio de Iturbide, se
procedió a elegir diputados al Congreso de México. Entre los
electos se cuentan a Don Juan de Dios Mayorga, Don José Santiago
Milla y Don José Cecilio del Valle, quien se incorporó el 3 de
agosto de 1822. Hombre de gran talento, muy ilustrado y además
sumamente estudioso, Valle fué distinguido con altas posiciones
en la capital azteca. Fué electo Vice-Presidente del Congreso y
mienbro redactor del proyecto de constitución. En ese momento
se agitaba con calor la controversia política de imperialistas
y republicanos. Valle, que se había opuesto el 5 de enero en
Guatemala a la anexión, hizo causa común con los opositores del
emperador hechizo, y llegó a ser el verdadero corifeo del partido
republicano según lo afirma un eminente escritor de aquella
época. Iturbide había dado el golpe de Estado, proclamándose
emperador, con el nombre de Agustín I, el 21 de mayo de 1822.
compendio de historia de centroamerica 213

El 26 de agosto del mismo año disolvió el Congreso y encarceló a


gran número de los diputados republicanos, entre los cuales estaba
Valle. Este hombre ilustre tuvo aviso antes de ser capturado; pero
no quiso esconderse. Le dieron por cárcel una de las celdas de los
religiosos de Santo Domingo, con centinela de vista. Su tiempo
lo gastaba en estudiar en la biblioteca del convento. Cuando
Iturbide vió que la oposición a su régimen era muy fuerte, llamó a
Valle para que ocupara el Ministerio de Relaciones Exteriores. El
prócer se negó alegando muy sabias razones; pero la insistencia
del emperador, lo obligó a ir de la cárcel al gobierno, tal vez para
ayudarle a caer en forma menos desgarbada.
ORGANIZACION CONSTITUCIONAL
DE CENTROAMERICA.
SE REUNE LA PRIMERA ASAMBLEA NACIONAL
CONSTITUYENTE DE CENTROAMERICA.– El espíritu
americano eminentemente popular y con francas tendencia al
gobierno democrático, estaba vivo en el pueblo mexicano, y los
generales de la Revolución no podían ver con agrado que la nación
saliera del monarquista de ultramar repudiado, para caer en la
monarquía hechiza de los aristócratas criollos. La reacción contra
Iturbide no se dejó esperar. Los Generales Santana, Victoria y
Guerrero, unidos en el convenio de Casamata, el primero de febrero
de 1823, levantaron a los pueblos y obligaron al emperador a quitarse
la corona y devolver a la nación la soberanía. A su vez el diputado
Valle, que había vuelto al Congreso de México a la caída de Iturbide,
trabajó activamente por la Independencia de Centroamérica, y al
efecto ese cuerpo de representantes, declaró nula la unión del Reino
de Guatemala a México, y “que sus Provincias eran libres para
pronunciarse en el sentido que más les conviniera”.
En San Salvador estaba Filísola cuando supo la caída de su
jefe imperialista, y con este motivo se regresó precipitadamente
a Guatemala. En presencia de la gravedad de la situación
Filísola procedió con prudencia y buena voluntad. El 29 de
Marzo de 1823 expidió un decreto convocando al Congreso
que se mandaba formar conforme el artículo segundo del Acta
214 sofonias salvatierra

de Independencia. Se instaló el 24 de junio con cuarenta y un


representantes. No concurrió Chiapas, y se denominó Asamblea
Nacional Constituyente. Su primer acto fué emitir el primero de
julio un decreto declarando que las Provincias unidas del Centro
de América, nombre que le dieron a toda la Nación, eran libres e
independientes de España, México o de cualquiera otra potencia,
y no podían ser patrimonio de familia alguna.
PRIMERAS DISPOSICIONES DE LA ASAMBLEA
NACIONAL.– En seguida la asamblea se dedicó a organizar la
República. Nombró un Poder Ejecutivo Provisional integrado por
el Dr. Pedro Molina, Don Juan Vicente Villacorta y Don Antonio
Rivera Cabezas, que poco después, a consecuencia de la asonada
de Ariza Torres, fué sustituido por los señores Manuel José Arce,
José Cecilio del Valle y Tomás O Horán, aunque los dos primeros,
estando ausentes de Centroamérica no tomaron posesión sino a su
regreso. Decretó el 21 de agosto de 1823 la bandera y el escudó de
armas de la Nación: aquella debía formarse de tres fajas horizontales,
dos azules y una blanca en el centro, y el escudo se figuraba con
un triángulo equiIátero, el arco iris en el interior, hacia el vértice,
el gorro frigio esparciendo rayos, en el centro, en la parte inferior
cinco volcanes rodeados de los mares. Las banderas usadas por los
buques mercantes debían llevar en la faja blanca las palabras: DIOS,
UNION, LIBERTAD, y estas mismas palabras se establecieron
para ponerse al fin de las comunicaciones, en vez del Dios guarde
a Ud. muchos años que se usaba en la colonia. Declararon libre
el territorio de Centroamérica para transitarlo o radicarse en él
personas de cualquier raza o nacionalidad, negociar, adquirir
propiedades y ser protegidos. También autorizó a las Provincias a
organizar sus gobiernos en concepto de Estados federales.
EL RETIRO DE LAS TROPAS DE FILISOLA Y LA
ASONADA DE ARIZA TORRES.– La presencia en Guatemala de
Filísola y su ejército se prolongó por más de dos meses después de
instalada la Asamblea Nacional Constituyente, lo cual era motivo
de inquietud por doble razón: la natural repugnancia que se sentía
por las fuerzas que habían venido a destruir la independencia
de Centroamérica, y porque aunque los jefes eran moderados,
compendio de historia de centroamerica 215

la soldadesca cometía desmanes y abusos insufribles a título de


dominadores. Salieron de Guatemala de regreso a México el 3 de
agosto de 1823. Al pasar por Chispas protegieron la anexión de esta
Provincia a la república de México. Uno de los oficiales del Fijo
era el Capitán Ariza Torres. Con éste se entendieron los hombres
que habían verificado la anexión y que estaban desprestigiados
para obtener los altos puestos, a fin de que a pretexto de no haberle
pagado sus sueldos, se rebelara y que se proclamara jefe supremo
del ejército. Ariza llevó a cabo su escándalo el 14 de septiembre
del mismo año de 1823. Algo consiguieron, porque la Asamblea
cambió las personas del Poder Ejecutivo, con las cuales los
instigadores de Ariza pensaban influir más, San Salvador envió a
Guatemala 700 hombres en auxilio de la Asamblea.
LOS PARTIDOS QUE SE FORMARON COMO ORGANOS
DE LAS DIFERENTES TENDENCIAS.– Desde 1820 que se
reinstalaron las Cortes en España, y con motivo de las elecciones
de diputados que el Reino debía enviar, se formaron dos partidos,
el llamado gazista que acaudillaban los españolista y el llamado
caco a cuya cabeza se hallaban los criollos independientes. Estos
nombres eran apodos que se daban los unos a los otros, siguiendo
los usos de la época. Durante el corto período de la anexión, estas
denominaciones cambiaron: los partidarios de Iturbide se llamaron
imperialista o anexionistas, y los amantes de la independencia
absoluta, se conocían con los nombres de republicanos o
independientes. Cuando Centroamérica asumió el ejercicio pleno
de la soberanía, los partidos tomaron otras denominaciones; a los
partidarios del emperador hechizo los apodaron serviles, por su
inclinación a estar a los pies de algún soberano o rey, apodo que
también se daba a los absolutistas en España, y a los republicanos
les dieron el monbre de fiebres, por la altivez con que defendían
los ideales republicanos. También el partido servil se llamó a sí
mismo moderado, porque en vez de la franqueza desembosada,
se valía de los modos disimulados y astutos, con apariencia de
hombres de orden, título con que de la misma manera se hacían
reconocer; y asimismo a los fiebres les decían exaltados por la
forma franca y ardiente con que defendían los ideales americanos
216 sofonias salvatierra

de libertad, república y democracia. En los Estados se seguían


más o menos esas denominaciones con el agregado muy saliente
de los regionalismos y de las animosidades personalistas.
LA ABOLICION DE LA ESCLAVITUD. La esclavitud
humana era una institución vergonzosa para todos los hombres,
particularmente para los pueblos que adorando a Cristo tenían
esclavos, dos cosas que no podían estar juntas en una conciencia
sincera: en esa institución el esclavo era considerado como cosa
que se compra y se vende.
Es de justicia reconocer que el pueblo en general del Reino
de Guatemala repudiaba la esclavitud, como lo demostró pidiendo
su abolición en cada uno de los alzamientos ocurridos contra
el régimen europeo. Así es que entre los primeros actos de la
Asamblea Nacional Constituyente de Centroamérica estuvo el de
considerar el caso de la esclavitud. Pero hubo un hombre ilustre,
prócer de la independencia y leal con las ideas de libertad, el
Presbítero Doctor Simeón Cañas, que no quiso que se aplazara
más tan urgente resolución. El 31 de diciembre de 1823, estando
enfermo se hizo conducir al salón de sesiones de la Asamblea, y
dijo un discurso vehemente en favor de la abolición inmediata de
la esclavitud (43). Fué secundado por Barrundia y por Gálvez.

(43) He aquí las nobilísimas palabras del prócer Cañas: “Vengo arrastrándome,
y si estuviera agonizando, agonizando viniera, para hacer una proposición benéfica
a la humanidad desvalida.
“Con toda la energía con que debe un Diputado promover los asuntos,
interesantes a la Patria, pido que ante todas cosas y en sesión del día, se declaren
libres nuestros hermanos esclavos; dejando salvo el derecho de propiedad que
legalmente prueben los poseedores que los hayan comprado, y quedado para la
inmediata discusión la creación del fondo para indemnezar a los propietarios.
“Todos saben, que nuestros hermanos han sido violentamente despojados del
inestimable don de su libertad, que gimen en la servidumbre, suspirando por una
mano benéfica que ronpa la argolla de su esclavitud. Nada pues será más glorioso
para esta Augusta Asamblea, más grato a la Nación, ni más provechoso a nuestros
hermanos, que la pronta declaratoria de su libertad, la cual es tan notoria y justa que
sin discusión y por general aclamación debe decretarse.
“La nación toda se ha declarado libre, lo deben ser también los individuos
que la componen. Este será el decreto que eternizará la memoria de la Asamblea en
los corazones de esos infelices que de generación en generación, bendecirán a sus
libertadores”.
compendio de historia de centroamerica 217

La Asamblea acogió con entusiasmo la moción del 23 de abril de


1824 que formalizaba en un decreto la abolición perpetua de la
esclavitud. La unamidad en la Nación Centroamericana llegó a tal
grado, que los poseedores de los esclavos los declararon libres sin
tardanza y sin reintegro de valores; no obstante que la Asamblea
mandaba indemnizarlos.
LA CONSTlTUCION FEDERAL DE CENTROAMERICA.–
En diciembre de 1823 se publicaron las bases de Constitución,
y el 22 de noviembre de 1824 fué sancionada, después de una
intensa labor y de largas y empeñadas discusiones. Se adoptó el
régimen federal. En el seno de la Asamblea, el partido servil fué
centralista y el fiebre federalista; pero más que las tendencias,
fueron los intereses locales los que determinaron las opiniones de
los constituyentes, y así se hicieron dos grupos; los de Guatemala
y los de las otras Provincias. Al pasar de la colonia a la república,
cada uno buscó su centro. Los representantes de Guatemala,
región donde tuvo su asiento el gobierno colonial, fué centralista,
con lo cual aseguraba la continuación del control político
sobre los otros Estados, y los que representaban a las antiguas
Provincias fueron federalistas, con lo cual se ponían a cubierto de
que volvieran el monopolio y las exacciones del pasado. Bajo la
sensación dolorosa de aquellos hechos, todavía frescos, no parece
posible que entendieran que no podían repetirse en el régimen
independiente. Dominados por este temor, los representantes de
los Estados votaron una Constitución tan descentralizada, que los
Estados se dejaron la mayor suma poder y al gobierno federal la
menor: El poder Ejecutivo no tendía la sanción de las leyes ni
aun la facilidad de objetarlas. El senado no era sólo un cuerpo
legislador, sino también administrativo.
218 sofonias salvatierra

Dr. Pedro Molina Brigadier Ganino Gaínza

LA CONSTlTUCION DE LOS ESTADOS.– Autorizados


por la Asamblea Nacional, por decreto de 5 de mayo de 1824, los
Estados procedieron a constituirse. A los jefes supremos les dieron
el título de Jefe, de Estado. El primer Congreso de Guatemala se
reunió el 15 de septiembre de 1824 que decretó la Constitución del
Estado el 11 de octubre de 1825. Fueron electos Jefe y vice-Jefe del
Estado los ciudadanos Juan Barrundia y Cirilo Flores. El Salvador
sancionó su Constitución el 12 de junio de 1824 y eligió Jefe a
Juan Vicente Villacorta y vice-Jefe a Mariano Prado; en Honduras
se instaló el 28 de agosto de 1824, promulgó su Constitución el 11
de diciembre de 1825 y eligió Jefe a Dionisio Herrera y vice-Jefe
a Justo Milla; Costa Rica el 5 de mayo de 1824, y eligió Jefe a
Juan Mora y vice-Jefe a Mariano Montealegre; Nicaragua, aunque
tarde, el 10 de abril de 1825, y eligió Jefe a Manuel Antonio de la
Cerda y vice-Jefe a Juan Argüello.
LA GUERRA CIVIL EN NICARACUA.– La misma
terquedad de que dieron muestras los hombres de León y Granada
en diciembre de 1811 cuando se alzaron contra el régimen
europeo, esa misma gastaron sin consumirla, después que cesó en
sus funciones el último Gobernador colonial. Al abandonar las
armas González Saravia, enseguida de la derrota que le infligió
compendio de historia de centroamerica 219

Ordóñez y cuando supo la caída de lturbide, organizaron una Junta


Gubernativa en Granada y otra en León. En Granada actuaba
como Comandante General de la Provincia Cleto Ordóñez y
como Jefe Político Juan Argüello, y en León era Comandante
General Don Carmen Salazar, por haber depuesto el pueblo a
Don Basilio Carrillo. Las dos Juntas entraron en inteligencias,
y celebraron convenios que no cumplieron, porque ambos
querían mandar exclusivamente. Hasta vino de Guatemala un
comisionado, el Coronel Don José Justo Milla, de parte del Poder
Ejecutivo de la República, nombrado Intendente con el fin de
organizar el gobierno del Estado naciente. Bien iban los trabajos
del comisionado, cuando las mismas tropas unidas al pueblo lo
desconocieron y lo expulsaron el 4 de mayo de 1824. Por otro
lado, el Coronel Crisanto Sacasa, fué nombrado Comandante
General por una Junta de partidarios del antiguo régimen que se
había organizado en Managua, presidida por el Cura Policarpo
Irigoyen. Como las Juntas de León y Granada tenían tendencias
republicanas, atacaron conjuntamente a los de Managua. Vencedor
estaba Sacasa cuando una nueva junta organizada en El Viejo vino
a reforzarlo. Esta Junta había nombrado Comandante General
al emigrado peruano Juan Salas, organizaron mil trescientos
hombres y marcharon sobre León y le pusieron sitio. El Obispo
García Jerez, enemigo acérrimo de los independientes y de todo
lo que indicara reformas de los modos del pasado, como el Cura
Irigoyen, se escapó de León a incorporarse a los de El Viejo. En
presencia de esta terrible anarquía, el gobierno de la República
hizo marchar a Nicaragua una división de 500 hombres comandada
por el Coronel Francisco Cáscara, que se situaría en Choluteca
a las órdenes del Coronel Manuel Arzú, había sido nombrado
Intendente de Nicaragua, con el fin de que organizara el Estado.
Arzú se entrevistó con Salas y Sacasa en el campamento de éstos,
situado en el barrio de San Juan. Se convino en dísolver las Juntas
existentes, formar provisionalmente una Junta Gubernativa para
dirigir la constitución del Estado, y que los ejércitos se regresarían
a sus lugares de procedencia. Las Juntas de León y Granada se
disolvieron cumpliendo inmediatamente los convenido, y las
220 sofonias salvatierra

tropas granadinas, de la misma manera, desocuparon León; pero


su jefe, Coronel Raimundo Tifer, se detuvo a pocas millas, en la
hacienda “Aranjuez”, esperando el cumplimiento de los convenios
por parte de los otros. No estaba descaminado Tifer, porque la
Junta de El Viejo no quiso disolverse a el aventurero Salas atentó
contra el comisionado Arzú y juzgando débil la plaza de León
ordenó su asalto, que hizo fracasar el valor de sus defensores y el
oportuno auxilio de Tífer. Arzú se hizo cargo del mando en jefe de
los de la plaza. El sitio de León se prolongó hasta cincuenta días.
En los reñidos combates que se libraron, barrios enteros quedaron
destruidos, más de novecientas casa fueron incendiadas, y más de
seiscientos muertos fueron el saldo de aquella terquedad insensata
de los antiguos realistas de no querer aceptar como factores de
la nueva situación política creada con la Independencia a los
diferentes elementos sociales. El Coronel Sacasa murió en uno de
los asaltos que dirigía contra la ciudad.
Sabiendo el Gobierno Nacional la traición de Salas contra
Arzú, envió al General Manuel José Arce con 500 hombres. El
sólo anuncio de la aproximación de estas fuerzas, decidió a la
Junta de El Viejo, a disolverse, el aventurero Salas se fugó y las
fuerzas que sitiaban León se retiraron a Managua. Arce avanzó
inmediatamente hasta esta última población y les exigió que
depusieran las armas sin condiciones. Esto ocurrió en enero de
1825. Pacificada la Provincia, Arce nombró Intendente a Manuel
Arzú, y este convocó al pueblo a elecciones. Así pudo reunirse
el primer Congreso el 10 de abril del mismo año y elegirse el
primer Jefe de Estado y elaborarse la primera Constitución, que
jué sancionada el 8 de abril de 1826. Como medida de paz, Arce
expulsó al obispo García Jerez y Ordóñez se fué con un empleo a
Guatemala.
NICARAGUA PIERDE LA PROVINCIA DEL
GUANACASTE.– El departamento del Guanacaste, que hoy
pertenece a Costa Rica, era parte de la Provincia de Nicaragua.
Con motivo de la guerra civil de 1824, no quiso tomar parte en
el conflicto y se agregó a Costa Rica, la cual alegó dominio. El
Congreso Federal en decreto de 9 de diciembre de 1825, resolviendo
compendio de historia de centroamerica 221

reclamos de una y otra parte, dispuso que las cosas continuaran


como estaban hasta que no se hiciera la demarcación de los
Estados. La Federación se disolvió sin arreglar la controversia,
y Nicaragua después ha reconocido la separación del Guanacaste,
que entonces le llamaba Partido de Nicoya.
MANUEL JOSE ARCE ES ELECTO PRIMER PRESIDENTE
DE CENTRO AMERlCA.– Convocado el pueblo a elecciones
para Presidente y Vice Presidente de la república, el partido fiebre
designó como candidato a Manuel José Arce, y el partido servil,
sin hombres propios de prestigio a quienes presentar, designó a
José Cecilio del Valle. En el Congreso tenían mayoría los fiebres.
Entonces los otros, que bien conocían a los dos candidatos, al hacer
el escrutinio de los votos apartaron a Valle y siguieron la política de
atraerse a Arce. Para esto propusieron en una reunión informal, que
le dieran la mayoría a Arce y nombraran Vice Presidente a Valle,
que era el que en realidad tenía el mayor número de votos. Este
último personaje era un hombre por demás capacitado y de ninguna
manera fácil para ser instrumento de los que quisieran manejarlo.
Contrariado Valle con ese fraude, renunció a la Vice presidencia,
y en su lugar fué nombrado Mariano de Beltranena. Los electos
tomaron posesión del poder supremo el 29 de abril de 1825.
EL INCIDENTE DE LA MITRA EN SAN SALVADOR.–
Algún tiempo antes de la independencia la Provincia de El Salvador
aspiró con justicia a tener Sede Episcopal. Pretendientes a la mitra
eran el Cura y vicario de San Salvador Dr. José Matías Delgado
y el Cura de San Vicente Don Manuel Antonio Molina. Desde
marzo de 1822; en los momentos difíciles de la anexión al imperio
de Iturbide, la Junta Gubernativa de San Salvador había acordado
la creación de la diócesis, y aun se propuso a Filísola que para
aceptar la anexión era preciso que se comprometiera a respetar el
nuevo episcopado. El azorbispo Casaus reprobó el acuerdo. En
1824 la Asamblea del Estado y la Legislatura Federal confirmaron
la erección de la diócesis salvadoreña y preconizaron para obispo
al Padre Delgado, quien se ciñó la mitra en acto religioso solemne,
aun antes de obtener las ejecutoriales pontificias... Por supuesto
que la Santa Sede no sólo no aprobó aquellos procedimientos, sino
222 sofonias salvatierra

que los reprobó, y respecto al Padre Delgado lo hizo en términos


muy duros, En verdad, todo eso era irregular. La Santa Sede
había concedido el Patronato Real a los Reyes de España, esto es
la facultad de nombrar las dignidades mayores y menores y dirigir
los negocios eclesiásticos en la Península y sus dominios, facultad
que no podía alcanzar a la República independiente sin previa
declaración expresa de su Santidad, o en virtud de un concordato;
y el Padre Delgado sabía esto, y El Salvador tuvo al fin Sede
Episcopal en 1842, con el señor Viteri y Ungo de primer obispo.
CENTROAMERICA EN EL CONGRESO DE PANAMA.–
El Libertador Simón Bolívar, con mirada genial de Padre
admirable de las patrias americanas, pensó que la independencia
conquistada por América tenía que defenderse de la tendencia
conquistadora de Europa mediante la unión continental de las
naciones emancipadas, y como una base segura del desenvolver en
América de la libertad humana y de una nueva civilización. Con
este propósito, inmediatamente después de la batalla de Ayacucho,
ganada por los independientes el 9 de diciembre de 1824, invitó a
todos los países del Continente a un Congreso, que se reuniese en
Panamá con la concurrencia de pocos Estados, el 26 de junio de
1826. Centroamérica se hizo representar por el Dr. Pedro Molina
y el Canónigo Dr. Antonio Larrazábal. Centroamérica, cuyos
sentimientos han sido siempre de fraternidad con las naciones
americanas, suscribió con los otros delegados un tratado de alianza
y confederación Perpetua entre las naciones representadas. y el
acuerdo de trasladar el Congreso a Tacubaya, cerca de la ciudad
de México, con un delegado de altas partes signatarias, mientras
los otros regresaban a informar a sus respectivos gobiernos.
Dos años esperaron en Tacubaya la ratificación del tratado, sin
éxito ninguno, y así terminó aquel primer intento de unificación
para la íntima convivencia de las naciones de América. Hoy el
pensamiento bolivariano está echando raíces en la conciencia
del Hemisferio Occidental con el nombre de Panamericanismo
y sobre la sólida base de libertad, independencia y cooperación
sincera de los pueblos americanos.
compendio de historia de centroamerica 223

GUERRA DE 1826 A 1829.


ARCE PROVOCA LA GUERRA CON LA DEPOSICION
DEL JEFE DE ESTADO DE GUATEMALA.– Desde el principio
de sus gobierno, Arce entró en dificultadas con los hombres del
partido que lo habían postulado para presidente. Cuestiones
menudas servían de vehículo a propósitos íntimos que no se
declaraban. Arce, sin experiencia suficiente para el necesario
conocimiento de los modos de aquella política en ensayo y de los
hombres que la hacían, aunque muchos de ellos ya ejercitados por
su participación en los negocios del gobierno colonial, era fácil de
ser impulsado por la habilidosa influencia de los que querían crear
estados de ánimo propicios a finalidades políticas determinadas.
Los hombres del partido fiebre, a su vez, exaltados y sin la
discreta simulación del otro partido, más que evitar o desviar el
choque, aceptaban como reto de la reacción aquel semillero de
diferencias. Facilitaba la manifestación de la desarmonía política,
que debía ser dolorosa para todos, el incomprensible olvido de
los constituyentes de no establecer un distrito federal en donde
residiera los Poderes Supremos de la Nación, y el error de dejar
para capital de la República la misma del Estado de Guatemala.
La cosa llegó a su colmo cuando el Presidente quiso levantar
un ejército de cuatro mil hombres y el Senado no se lo permitió.
Ordenó al Coronel Raoul, militar al servicio del Gobierno y no
afectó a la política de Arce, que fuera a inspeccionar los fuertes
de la Costa Norte, tan mortífera para los europeos. Con este
motivo, Raoul renunció del cargo en términos descorteses. Arce
entonces lo mandó poner preso, y el Jefe de Estado Barrundia
lo amparó. Con estos procedimientos, el Presidente de la
República se proponía apartar a los hombres no sumisos a su
política y por último destruir el sistema federal y establecer el
unitario. En estas maniobras Arce seguía las sugestiones de sus
antiguos perseguidores cuando luchaba contra el régimen europeo
y el imperio hechizo de Iturbide, y se separaba o no procuraba
la armonía con los que habían sido en todo tiempo sus amigos
políticos. Dándole curso a sus planes, Arce redujo a prisión al Jefe
de Estado el 6 de septiembre de 1826. Contrariada la Asamblea
224 sofonias salvatierra

del Estado, suspendió sus sesiones y se trasladó a Quezaltenango,


y el Consejo de Estado a San Martín Jilotepeque. Entonces el
Presidente dándole una gravedad de mayor extensión al golpe de
Estado que estaba consumado, previno al Consejo y a la Asamblea
que se disolvieran, so pena de obligarlos por la fuerza. El vice-Jefe
de Estado Don Cirilo Flores, a su vez se trasladó a Quezaltenango
y ordenó al Coronel José Pierson que, como Raoul, también se
había separado del servicio de Arce, que reuniese tropas. Flores
era muy querido en aquella ciudad, pero la intensa progaganda del
fanatismo de los frayles, partidarios de los reaccionarios, quienes
presentaban a los opositores de Arce como hombres enemigos de
Dios y de la religión, levantaron a la turbas fanáticas y se Ianzaron
sobre el vice-Jefe, lo persiguieron hasta el centro de una iglesia en
donde en presencia de los frayles lo mataron a palos y pedradas. Los
sublevados de Quezaltenango se fueron al encuentro de Pierson,
que al saber el asesinato de Flores marchó inmediatamente sobre
la ciudad a imponer el orden, Pierson venció la resistencia que le
opusieron en Salcajá; pero las fuerzas que había enviado Arce a
Quezaltenango a disolver las autoridades del Estado, lo derrotaron
y lo persiguieron hasta obligarlo a internarse en México.
Luego, Arce hizo extensivo a la República el golpe dado
contra las autoridades del Estado de Guatemala, disolvienndo el
Congreso Federal y convocando por decreto del 10 de octubre otro
que debía reunirse en Cojutepeque, lo cual no se verificó porque
los Estados no concurrieron.
Al ser repuestas las autoridades del Estado de Guatemala fué
electo Jefe de Estado el aristócrata Mariano de Aycinena.
GUERRA DE CERDA Y ARGUELLO EN NICARAGUA.–
Electos Jefe de Estado de Nicaragua Manuel Antonio de la Cerda
y vice Jefe Juan Argüello, tomaron posesión el 22 de Abril de
1825. El sistema reaccíonario de Cerda en el gobierno aplicado
con medidas drásticas, y sus tendencias autoritarias lo llevaron a
chocar hasta con el Poder Legislativo. El vice-Jefe, por otra parte,
lo acusó ante la asamblea por abusos en el gobierno, y este alto
cuerpo lo suspendió y llamó al ejercicio de la Jefatura del Estado
al Vice-Jefe Argüello.
compendio de historia de centroamerica 225

Puesta en vigor la Constitución el 9 de abril de 1826, la


Asamblea convocó a elecciones para autoridades supremas. Los
candidatos fueron el propio Argüello y el Licenciado Don José
Sacasa; pero el resultado del sufragio popular no llegó a saberse,
porque pronto estalló el conflicto armado entre Cerda y Argüello.
Estos personajes podían ser localizados en los partidos servil y
fiebre, respectivamente, pero no de una manera específica. porque
no diferían mucho en idea y procedimientos, y solamente se nota
la diferencia que los separaba en las tendencias personales y en la
clase de gentes en que se apoyaba cada uno. Cerda tenía afinidades
con los serviles de Guatemala y recibía auxilio de ellos. ArgüeIlo
por oposición, las tenía con Ios fiebres. Ambos eran crueles y
rencorosos.
La misma Asamblea Legislativa se dividió en grupos, uno de
los cuales, el opuesto a Argüello, se trasladó a Granada. Su primer
acuerdo fué destituir a Argüello y nombró provisionalmente Jefe
de Estado al Consejero Pedro Benito Pineda, quien designó para
Ministro General a Miguel de la Cuadra. Sin pérdida de tiempo,
Argüello marchó sobre Granada al frente de un fuerte ejército, y
Pineda y los suyos Al saberlo dispusieron reconcentrarse a Rivas:
pero los partidarios de Argüello los apresaron y el vice-Jefe
vengativo hizo asesinar a Pineda, Cuadra y otros en sus propias
prisiones.
Por otro lado, las Municipalidades de Managua y Rivas
declararon que no habiendo sido electo el Jefe y vice Jefe de Estado,
los que ejercían esos cargos habían cesado en sus funciones, y
que en este caso, el llamado a la Jefatura del Estado era Manuel
Antonio de la Cerda, por ser el más antiguo. Cerda aceptó y
Argüello se negó a reconocerlo, con lo cual la guerra civil quedó
declarada. Más que un motivo constitucional, eran cuestiones
personales las que arrastraban a las guerras a estos dos personajes
y a sus partidarios, El localismo, la envidia, el odio eran las causas
morales de aquel asesinarse en masa que se llamó guerra de Cerda
y Arguello. El gobierno de El Salvador quiso mediar y envió a Don
Mariano Vidaurre como comisionado; pero no consiguió nada y la
lucha continuó. De pronto se presentó en León Cleto Ordóñez, y
226 sofonias salvatierra

Argüello lo tomó a su servicio aunque poco después, temiendo la


popularidad y competencia del antiguo artillero, lo destituyó y le
ordenó que desocupara el país. Entonces Ordóñez, apoyándose en
partidarios suyos, el 12 de septiembre de 1828 depuso a Argüello
quien logró huir a El Salvador. Sin embargo, poco después una
contrarrevolución depuso a Ordóñez y Argüello volvió a ponerse
nuevamente a la cabeza de sus partidarios contra Cerda.
Lo que entonces sufrió Nicaragua fué indecible.
Contribuciones forzosas, exacciones de guerra, la tortura, la
cárcel y la muerte reinando por todos lados, llenaban aquel
cuadro dantesco. Cerda hacía uso de un personaje siniestro que se
gozaba en matar gente y en desorejar a los prisioneros, por lo cual
apedillaban desorejador; y él a su vez hizo fusilar por insensatos
motivos a los suramericanos Juan Francisco Casanova y Rafael
Ruiz de Gutiérrez, médico, que le servían de primero y segundo
jefes del ejército. Este último acto cruel de Cerda fue su perdición.
La viuda de Gutiérrez se propuso vengar a su marido, e influyendo
en los amigos de Arguello, logró que Cerda cayera en poder de un
grupo de conspiradores. Juzgado en consejo de guerra; fué pasado
por la armas el 27 de noviembre de 1828.
Los odios de Argüello y de los argüellistas no quedaron
satisfechos con la muerte de Cerda, porque también hicieron
asesinar, el 29 de enero de 1829 en la isla llamada la Pelona,
que está en el Gran Lago, a varios prisioneros enemigos, entre
los que se hallaba el Dr. Juan Francisco Aguilar, secretario que
había sido de la Diputación Provincial y diputado de Nicaragua
a la Asamblea Constituyente de Centroamérica. La indignación
que este horroroso crimen produjo en todos los sectores sociales,
desprestigió a Argüello y facilitó la gestión hábil y bien encaminada
de Don. Dionisio Herrera, mediador enviado por el Gobierno
Federal a pacificar Nicaragua. Practicadas las elecciones para
autoridades supremas, fué electo el propio Herrera Jefe de Estado.
A Argüello se le obligó a trasladarse a Guatemala, donde murió
pobre y olvidado de todos.
ACTITUD DE EL SALVADOR ANTE EL GOLPE DE
ESTADO DE ARCE.– El Estado de El Salvador no aceptó la
compendio de historia de centroamerica 227

política violenta y reaccionaria de Arce, y aunque el Jefe del


Estado Juan Vicente Villacorta, la favorecía, tuvo que depositar el
mando en el vice Jefe Mariano Prado, que encabezó la resistencia.
Dispuso Prado enviar un fuerte ejército contra los reaccionarios
de Guatemala, y confió el mando como primer jefe al Coronel
español Ruperto Trigueros y como segundo al Coronel Cleto
Ordoñez. Arce acordó depositarr el mando en el vice-Presidenie
Beltranena y dirigir personalmente la resistencia. Se sitúo en la
hacienda Arrazola. El 23 de marzo se libró la batalla, y Cleto
Ordóñez se comportó con bravura en el lugar llamado La Puerta.
La derrota se declaró en el campamento salvadoreño porque el
jefe Trigueros no supo ser hábil ni pundonoroso en el combate.
Reorganizado Arce marchó contra El Salvador. Estableció
en el pueblo de Apopa su cuartel general y allí se dispuso a tomar
por asalto las posiciones de Milingo, en donde los salvadoreños se
habían fortificado; pero fué rechazado desastrosamente el 18 de
mayo de 1827. Entonces el Presidente regresó a Guatemala, donde
se iba a conocer con toda claridad lo desarcetado de su política.
Después de sufrir muchas humillaciones que incluían desacato a
su autoridad por el partido servil, Arce se vió obligado a dejar el
mando al vice-Presidente Beltranena. con lo cual completaban
los reaccionarios el control de Guatemala en la esperanza de
imponerlo a toda la República. Con el fin de aumentar su fuerza
Aycinena implantó el régimen del terror. Puso fuera de la ley
a todos los opositores: Dr. Pedro Molina, Licenciado Antonio
Rivera Cabezas y muchos más; con un simple acuerdo hizo
pasar por las armas al Coronel Pierson, calificado de enemigo
público, y a Isidro Velásquez, quien fué avanzado en el combate
de Arrazola.
ARCE INVADE HONDURAS Y DEPONE A HERRERA.– El
Jefe de Estado Don Dionisio Herrera, uno de los mejores hombres
con lo que contaba Centroamérica en aquellos días, no compartía
las ideas de Arce; desde luego era un obstáculo para el avance
del régimen reaccionario que querían implantar en Centroamérica
los aristócratas de Guatemala. La reacción hondureña estaba
acaudillada por el Canónigo Nicolás Irías, Vicario del obispado,
228 sofonias salvatierra

quien había promovido asonadas anárquicas y para estas andanzas


convirtió las custodias y los vasos sagrados en dinero constante.
Los reaccionarios usaron del asesinato como medio de oposición
y el Jefe Herrera fue víctima de un atentado mientras dormía.
Afortunadamente los asesinos no pudieron consumar el crimen.
En estas circunstancias, marzo de 1827, Arce envió a Honduras al
Coronel Justo Milla a la cabeza de un ejército, con el pretexto de
vigilar el tabaco de los Llanos, renta que pertenecía a la Federación,
pero con el fin verdadero de deponer a Herrera. Efectivamente, el
4 de abril Milla ponía sitio a Comayagua. Después de más de un
mes de combatir, el comandante militar de la plaza, un español,
Antonio Fernández, traicionó al Jefe del Estado entregándole
a Milla, el 10 de mayo de 1827. Herrera fué enviado preso a
Guatemala, El Jefe Prado de El Salvador, envió 300 hombres bajo
las órdenes del Coronel Cleto Ordóñez en auxilio de Herrera; pero
no llegaron a tiempo, y entonces Ordóñez se retiró del mando y se
regresó a Nicaragua.
APARECE EN LA ESCENA POLITlCA EL GENERAL
MORAZAN.– Francisco Morazán nació en Tegucigalpa el 3
de octubre de 1792. Dotado de una inteligencia precoz, estudió
todo lo que pudo en aquel medio raquítico de cultura de los días
coloniales. Desde los primeros momentos en que se proclamó la
independencia de Centroamérica, Morazán abrazó con entusiasmo
las ideas nuevas americanas y se enfiló en Tegucigalpa con los
opositores a la anexión del Istmo al imperio hechizo de Iturbide;
y su personalidad se hizo notar con caracteres sobresalientes,
tanto que Herrera lo llamó a ocupar el Ministerio General y
después fué electo Consejero de Estado. Estas funciones ejercía
cuando Milla sitió a Comayagua. Con el deseo de contraatacar
a Milla, Morazán salió de Comayagua a reunir fuerzas; pero la
traición de Fernández precipitó los acontecimientos y no pudo
llegar a tiempo. Entonces pidió un salvo conducto a Milla, el
cual le fué extendido, y bajo su amparo se retiró con su familia
a Ojojona. Diez horas después fué capturado y conducido a Ias
cárceles públicas de Tegucigalpa, en donde se fugó y se dirigió a
San Miguel. De aquí se encaminó a León en busca de auxilio, En
compendio de historia de centroamerica 229

esta ciudad estaba cuando Cleto Ordóñez decretada su expulsión


de Nicaragua, logró deponer a Don Juan Argüello y asumir el
mando. Ordóñez puso bajo las órdenes de Morazán 135 hombres
entre oficiales y soldados, y con éstos se dirigió a Choluteca.
En esta ciudad organizó una fuerte columna incorporando los
refuerzos que le envió el Salvador y los elementos dispersos que
se le juntaron. Sabedor Milla del avance de Morazán; vino a su
encuentro para ser completamente derrotado en Ios campos de
La Trinidad, el 11 de noviembre de 1827, victoria que eliminó de
Honduras la influencia reaccionaria. Posesionado Morazán de
Comayagua, fué designado para Jefe del Ejecutivo en calidad de
Presidente del Consejo. Inmediatamente se dedicó a reorganizar
el gobierno y la administración; pero poco después tuvo que
depositar el mando y ponerse nuevamente a la cabeza del ejército,
porque los reaccionarios de Guatemala, al saber la derrota de
Milla, enviaron sobre Honduras al Coronel Vicente Domínguez.
Morazán estableció su cuartel general en Texiguat y Domínguez
incursionó en el Departamento de San Miguel. El gobierno de
San Salvador destacó una columna para reforzar al pequeño
ejército de Morazán, quien avanzó hasta Lolotique, y de aquí se
dirigió al Lempa a proteger el avance de dicha columna; pero las
fuertes lluvias lo obligaron a detenerse en Gualcho, una hacienda
que estaba en el tránsito. Sabedor Domínguez del movimiento
de Morazán, quiso interceptarlo y marchó contra él al frente de
un lúcido ejército. Tan seguro parecía el triunfo de Domínguez,
que muchas personas de San Miguel asistieron a presenciarlo.
Pero no se contaba con los talentos militares excepcionales del
jefe hondureño. Empeñada la acción, la admirable estrategia
de Morazán, secundada por el valor de sus soldados, le dió la
victoria. Esta batalla memorable se libró el 6 de julio de 1828.
Morazán ocupó San Miguel.
LAS FUERZAS REACCIONARIAS DE GUATEMALA
PONEN SITIO A SAN SALVADOR.– Después de su derrota
de Milingo, Arce fué totalmente eliminado de la Comandancia
General del Ejército reaccionario, lo mismo que los jefes que le
eran adictos, y asumió la jefatura suprema el General Manuel Arzú.
230 sofonias salvatierra

Así los reaccionarios de Guatemala reunían completamente en sus


manos los poderes civiles y militares. A su vez los salvadoreños,
que sostenían la tesis política antirreaccionaria, reorganizaron
su ejército bajo las órdenes del General Rafael Merino, militar
suramericano que ofreció sus servicios al Gobierno de Prado.
El ejército reaccionario ocupó Santa Ana y libró una batalla en
Chalchuapa, en donde derrotó a Merino desastrosamente, el
primero de marzo de 1828. De aquí se dirigió sobre San Salvador,
estableciendo su cuartel general en el pueblo inmediato de
Mexicanos. Los salvadoreños, casi vencidos, pudieron reaccionar
a fuerza de tenacidad y de valor. En los seis meses que duró el sitio
se libraron reñidos combates, y el triunfo de los salvadoreños lo
decidió la derrota que sufrió en un lugar llamado el Playón, una
columna de 400 hombres con abundantes pertrechos que enviaban
los de Guatemala en auxilio de los sitiadores. Reconociéndose
vencidos, el Coronel Manuel Montúfar, que comandaba el ejército
reaccionario, como segundo de Arzú, se rindió a discreción a los
salvadoreños el 20 de septiembre de 1828.
MUERTE DEL GENERAL MERINO.– Antes de la batalla
de Gualcho, Morazán estaba en correspondencia con Domínguez,
con el objeto de llegar a un avenimiento; pero en esos días, Merino,
que había dispuesto regresarse a su país, y estaba a bordo del
buque que lo conducía, surtó en el puerto de la Unión, fué extraído
por Domínguez y fusilado inmediatamente; lo cual convenció a
Morazán del espíritu sanguinario del jefe servil, y rompió toda
relación con él.
MORAZAN AVANZA HACIA SAN SALVADOR.– Al saber
el General Arzú, que sitiaba Mexicanos, la derrota de Domínguez
en Gualcho, depositó el mando en su segundo el Coronel Manuel
Montúfar y al frente de un fuerte ejército marchó hacia San Miguel.
Morazán, al saber el avance de Arzú, debilitada su columna por
el retiro de los soldados leoneses, se reconcentró a Tegucigalpa.
Reorganizado rápidamente, volvió sobre San Miguel a marcha
forzada. Arzú no se atrevió a esperarlo, y huyó por el camino de
Usulutlán, con el propósito de reconcentrarse a Guatemala. El
Gobierno reaccionario juzgó cobardía aquel acto de Arzú, quien se
compendio de historia de centroamerica 231

vió obligado a depositar el mando en el Teniente Coronel Antonio


Aycinena. Morazán entró en San Miguel; pero comprendiendo los
movimientos del ejército reaccionario, lo atacó de flanco por el
llano de La Pava y lo hizo capitular en la hacienda San Antonio,
en donde Aycinena se rindió a discreción el 9 de octubre de 1828.
Limpio de reaccionarios El Salvador, Morazán entró pocos días
después triunfalmente en San Salvador.
LOS REACCIONARIOS SON VENCIDOS EN SU ULTIMO
REDUCTO.– Nombrado Morazán General en Jefe del “Ejército
Protector de la Ley”, nombre que le dieron a las fuerzas aliadas,
se situó en Ahuachapán, en donde completó la organización con
un número total de 2.000 hombres. Avanzaron sobre la ciudad de
Guatemala en dos columnas: la una a la orden del General Juan
Prem, hacia la hacienda El Aceituno, la cual ocupó el Coronel
Terrelonge, rompiendo la resistencia de los contrarios, y la otra al
mando del propio Morazán hacia el pueblo de Pinula, cerca de la
capital. La ciudad de La Antigua se pronunció por la causa que
acaudillaba Morazán. Se empeñaron reñidos combates en San
Miguelito y Las Charcas, lo mismo que en otros puntos, todos
desfavorables a los reaccionarios, quienes al fin capitularon el 12
de abril de 1829.
ACTITUD DE COSTA RICA EN ESTAS GUERRAS.–
Triunfante los republicanos contra los imperialistas de Cartago,
y reunida la Asamblea para dictar la Constitución, fué declarado
re electo Jefe del Estado Juan Mora Fernández y vice-Jefe Don
Rafael de Gallegos. Este Gobierno se dedicó a organizar la
administración y a promover la cultura intelectual y el progreso
material; pero los elementos reaccionarios trabajaban ocultamente
por restablecer el orden político antiguo, y a fines de enero de
1826 estalló en Alajuela un movimiento subversivo acaudillado
por el español José Zamora, que por suerte fué prontamente
sofocado. Con motivo de la guerra que originó el golpe de Estado
de Arce, Costa Rica acordó nombrar comisionados para mediar en
el conflicto; pero como la guerra continuó, por decreto del primero
de abril de 1829, la Asamblea dispuso que Costa Rica asumiera en
pleno su soberanía, fuera de toda responsabilidad con los acuerdos
232 sofonias salvatierra

dictados por los poderes en lucha, aunque reconociéndose siempre


como un Estado de la federación.
EXPULSION DE LOS CAUDILLOS REACCIONARIOS.–
Con profundo sentimiento hay que decir, que los fundadores
de la nacionalidad centroamericana, carecían de la altura cívica
necesaria para obra tan superior, altura que era indispensable si
se considera la clase de elementos sociales que la colonia dejó a
la nación independiente. Unos cuantos ideólogos algo instruidos,
pero sin experiencia política; una camarilla aristocrática experta
en la intriga; el clero en general y las congregaciones, religiosas
agitadores reaccionarios en la política activa, dirigidos por el
Arzobispo Casaus, españolista enemigo irreconciliable de la
independencia; una masa popular analfabeta y fanática, preparada
tradicionalmente para la obediencia por consignas, una de las cuales,
de las más eficaces, era la de que los sinceros americanos, que
deseaban rectificar los errores coloniales, lo hacían por enemigos
de la religión: y de esta manera controlaban la conciencia de la masa
y usufructuaban el poder público. A esto se agregaba el concepto
de los sistemas de fuerza heredados del régimen europeo, para
imponer ideas o verificar reformas, sin agotar, como es debido en
sana política, los recursos conciliatorios para el reajuste necesario
de la opinión. Como queda dicho, todo procedimiento era violento.
Violenta fue la anexión al imperio hechizo de Iturbide; violenta,
por la intriga, la elección del primer Presidente de Centroamérica;
violenta la disputa entre el canónigo Irías y el Jefe de Estado
de Honduras; violentas las disputas políticas en Nicaragua;
violenta la deposición del Jefe de Estado de Guatemala, Don Juan
Barrundia. Ahora viene la consecuencia de la última guerra, la
expulsión del territorio nacional de los principales comprometidos
en la acción de fuerza usada por Arce, Aycinena y los demás
del grupo reaccionario. Entre los expatriados se incluyeron al
arzobispo Casaus y a los frayles de Santo Domingo, San Francisco
y la Recolección, agentes activos y cooperadores de aquellos.
compendio de historia de centroamerica 233

CENTROAMERlCA DESDE 1829 HASTA 1842.


REORGANlZACION DE LA REPUBLICA.– A falta del
presidente y del vice-Presidente, asumió el Poder Ejecutivo
de la República el Senador don José Francisco Barrundia, Jefe
del Estado de Guatemala, fué electo el ilustre prócer Dr. Pedro
Molina; pero sus malquerientes, que todo hombre público tiene,
le promovieron acusación, y a pesar de que fué absuelto no volvió
al ejercicio de su cargo. Lo sustituyó el vice-Jefe Don Antonio
Rivera Cabezas. A éste sucedió en 1831 Don Gregorio Márquez,
quien por enfermedad depositó en Don Francisco Javier Flores,
aunque por pocos días, porque el 24 de agosto del mismo año de
de 1831, la Legislatura declaró electo para ese alto cargo al Doctor
Mariano Gálvez, hombre distinguido del partido fiebre o liberal.
En Honduras, Diego Vigil, vice-Jefe, gobernaba el Estado
mientras Morazán hacía la campaña de 1827 a 1829, y entregó
el mando al Jefe victorioso el 2 de diciembre de 1829, quien
tuvo que someter a los facciosos olanchanos y a los opotecas
que acaudillaba el cura Antonio Rivas, bajo las instigaciones de
los reaccionarios de Guatemala. Morazán logró pacificar a los
olanchanos con medidas diplomáticas. El convenio se firmó en
el lugar denominado. Vueltas del Ocote, el 21 de enero de 1830.
Los opotecas no se sometieron, y fueron pacificados a la fuerza
después del combate del 19 de febrero del mismo año, ganado
por el General Morazán. Como éste fuera electo Presidente de
la República. se practicaron elecciones, saliendo designado Jefe
de Estado Don Joaquín Rivera, y por renuncia de éste asumió el
cargo Don José Antonio Márquez.
En El Salvador fué electo en 1829 Jefe de Estado Don José
María Cornejo. En Nicaragua, como hemos dicho atrás, después
de la Guerra de Cerda y Argüello, fue electo Jefe de Estado el
mediador Don Dionisio Herrera. En Costa Rica fué electo en
marzo de 1833 Don Rafael de Gallegos Jefe de Estado y vice-Jefe
Don Manuel Fernández.
EL GENERAL MORAZAN PRESlDENTE DE LA
REPUBLICA.– Practicadas las elecciones presidenciales, fué
234 sofonias salvatierra

declarado electo Morazán Presidente, y Valle vice-Presidente.


Tomaron posesión de sus cargos el 16 de septiembre del mismo
año. La nueva administración tenía que organizarlo todo en la
República, pues las guerras continuas desde que se proclamó
la Independencia no daban tiempo para ello. Empezó Morazán
por ordenar el sistema de las contribuciones y por relacionar a
Centroamérica con el mundo civilizado, creando legaciones en
América y Europa. Pero la reacción no debía dar tiempo para nada.
SURGE DE NUEVO EL ESTADO DE GUERRA.– Los
reaccionarios vencidos en 1829 no se dieron punto de reposo
para crear disturbios con el fin de verificar un cambio político
en Centroamérica. Conspiraban en México y en el interior del
país, y en la Habana se concertaban con los trabajos subversivos
del arzobispo Casaus. Este prelado, que no se conformaba con la
abolición del régimen colonial, consiguió que el gobernador de
Cuba organizara una facción restauradora del dominio español.
Ramón Guzmán fué el jefe de la expedición, y el 21 de noviembre
se posesionó por la fuerza del castillo de Omoa. Por el lado de
Trujillo penetró el Coronel Domínguez, quien se había organizado
en Belice, y por el lado de Soconusco invadió la República el
General Manuel José Arce en penosa alianza; no solamente con
los imperialistas y aristócratas que no le habían sido fieles o que
lo habían tomado como instrumento en 1826, sino con los que
ahora venían con intenciones traidoras a la patria. Se agregaba a
estos tres sectores revolucionarios, la defección del Jefe de Estado
de El Salvador José María Cornejo, quien hizo que la Asamblea
declarara separado ese Estado de la Federación.
En presencia de tan graves sucesos, Morazán dispuso trasladar
el Gobierno Federal a San Salvador; pero al llegar a Santa Ana el
Presidente de Ia República, Cornejo le previno que desocupara el
territorio del Estado. Entonces Morazán se propuso establecer el
orden federal, pidió auxilio a Honduras y Nicaragua, y con fuerzas
de estos dos Estados venció a Cornejo en la batalla de Jocoro el 14 de
marzo del mismo año de 1832. La facción de Arce fué desbaratada
por Raoul cerca de Escuintla el 24 de febrero. En Omoa, en donde
los facciosos habían enarbolado la bandera española, las operaciones
compendio de historia de centroamerica 235

fueron más lentas por lo irreductible de las fortificaciones del


castíllo. El General Agustín Guzmán, al mando de tropas federales,
le puso sitio a la fortaleza, y el 21 de septiembre de 1832, el ejército
sitiado depuso al traidor y lo entregó al General Guzmán, quien lo
hizo pasar por las armas ejecutado por las espaldas. También fué
capturado el español Antonio Fernández, que traicionó a Herrera
en Comayagua y que ahora venía con sus amigos reaccionarios
tratando de imponer el régimen colonial abolido.
La facción de Domínguez, aunque logró internarse al territorio
de Honduras, fué vencida en varios encuentros y por fin el jefe
fué capturado y ejecutado en Gomayagua el 14 de septiembre del
mismo año.
En pocos meses el genio militar de Morazán y el patriotismo
nunca desmentido que le animaba, pudieron deshacer a los
reaccionarios en los cuatro puntos por donde avanzaban para
destruir la República.
NUEVAS DIFICULTADES EN EL SALVADOR.– Localismo,
recelos, personalismo y tantos vicios menudos hacían imposible en
el estado de ánimo de una parte de los centroamericanos la existencia
de la Federación, y de este estado de ánimo se aprovechaban los
reaccionarios para restaurar el régimen antiguo o producir la
ruptura de la República en cinco fracciones. Brota nuevamente en
El Salvador la tendencia separatista. Don Mariano Prado; decidido
defensor de la Federación fué electo Jefe de Estado en mayo de
1832, y Don Joaquín San Martín, Vice-Jefe. Dificultades políticas
de orden administrativo dieron origen a disturbios populares, que
obligaron a Prado a trasladar el Gobierno a Cojutepeque y aun a
depositar el mando en San Martín, quien en 1834 atacó a mano
armada al Gobierno federal que había trasladado su sede a San
Salvador; pero fué vencido y depuesto. Practicadas las elecciones,
resultaron electos Jefe de Estado Don Dionisio Herrera, y Vice-
Jefe Don José María Silva. Como Herrera no aceptó, fué electo el
General Don Nícolás Espinoza.
En Guatemala no estaban mejor preparados los ánimos para
la Federación. Era Jefe de Estado el Dr. Mariano Gálvez, hombre
236 sofonias salvatierra

bien intencionado para verificar toda clase de reformas benéficas,


pero a la vez poco apto para comprender que las reformas, sobre
todo en pueblos atrasados y fanáticos, fácilmente impresionables
en el sentido de sus pasiones, no pueden verificarse sin una fuerte
base política, y que esta base no podía dársela otra fuerza que la
más estrecha armonía del Estado con el Gobierno de la Federación,
El Dr. Gálvez, olvidando lo sustancial de su programa político,
se dejó llevar por lo secundario, que siempre es lo que domina
en pueblos defectuosamente preparados. No tuvo inconveniente
en 1833 en excitar a la Asamblea del Estado para que invitase al
Gobierno Federal a desocupar la ciudad de Guatemala, que era
la residencia constitucional de las Autoridades Supremas, sin que
se entendiera, dice el Dr. Gálvez, que fuera una desatención a
tan apreciables huéspedes. Sus ardorosas pasiones no le dejaron
ver que escribía para la historia conceptos, nada honrrosos en un
hombre público superior. Con este motivo, el Gobierno Federal
se trasladó, primero a Sonsonate y después a San Salvador. Aquí
estaba cuando el Jefe, San Martín, entendido secretamente con
Gálvez, lo atacó a mano armada, como hemos dicho atrás.
Todos estos sucesos dejan entender perfectamente que la Unión
Nacional pudo mantenerse en los años que existió, debido a las
altas capacidades militares y firme decisión patriótica de Morazán,
y los acontecimientos que siguieron lo comprueban aun más.
MUEREN DOS PROMINENTES CENTROAMERICANOS,–
El 12 de noviembre de 1832 dejó de existir en El Salvador
el Presbítero Dr. José Matías Delgado, hombre de actuación
destacada durante la colonia y en el régimen independiente.
Fué miembro de la Diputación Provincial en 1813, y el Rector
de la Universidad de Guatemala en 1814. Como individuo de la
Diputación, reinstalada en 1820, firmó el Acta de Independencia
de Centroamérica en 1821, y como Presidente de la Asamblea
Nacional Constituyente, firmó el decreto del primero de julio
de 1823 en que confirmando el Acta del 15 de septiembre, se
declaraba la independencia absoluta de Centroamérica después
del fracaso de imperio hechizo de Iturbide. Gobernó El Salvador
en los tiempos difíciles que siguieron a la independencia. Era
compendio de historia de centroamerica 237

hombre de reconocidas virtudes privadas. Al morir logró un


nombre de relieve en la historia de Centroamérica. Nació el 24 de
febrero de 1768.
El 2 de marzo de 1834, el Licenciado Don José Cecilio del
Valle, yendo enfermo de su hacienda “La Concepción” para la
ciudad de Guatemala, cuando acababa de ser electo Presidente de
la República, falleció en el camino. Era Valle uno de los hombres
de mayor ilustración y talento de aquella época. Sirvió al gobierno
colonial con íntima decisión, y cuando se fundó la República,
prestó a su patria Centroamérica los
más eminentes y útiles servicios. Su
mentalidad se ofreció sincera para el
bien de la nación y dejó al morir un
nombre verdaderamente ilustre que
engalana la historia de la patria
independiente. Su muerte produjo un
profundo dolor al pueblo
centroamericano. Nació el 22 de
noviembre de 1780.
MORAZAN ES REELECTO
PRESIDENTE DE LAREPUBLICA.–
Concluido el período presidencial,
se practicaron elecciones, siendo
Dr. José Matias Delgado. candidatos Don José Cecilio del Valle
y el General Morazán. Verificados
los escrutinios resultó electo del Valle; pero como éste muriera,
hubo de repetirse la elección y resultó triunfante Morazán. Este
período fué el más azaroso, porque en él los elementos separatistas
intensificaron la anarquía de Centroamérica, con el fin de realizar
el fraccionamiento de la patria. Ninguna iniciativa podía intentarse
en un momento de reposo. Morazán dispuso que se hicieran los
estudios para la construcción del canal interoceánico por la ruta
del Estado de Nicaragua. Se encargaron de trabajo tan interesante
los ingenieros Baily y Batres, de 1837 a 1844.
LO QUE SUCEDIA EN LOS ESTADOS DE LA
FEDERACION,– En el Estado de Honduras nada pudo hacerse
238 sofonias salvatierra

en la administración del señor Márquez, por el largo trastorno


que ocasionaron las facciones reaccionarias de Guzmán y
Domínguez. Como éste Jefe muriera el 26 de Marzo de 1832,
le sucedió interinamente Don Francisco Milla; y el 8 de enero de
1833 tomaron posesión los electos Don Joaquín Rivera, Jefe, y
Don Francisco Ferrera, vice Jefe. Esta administración organizó
la tributación fiscal, promovió la educación primaria, pagó algo
la deuda pública, garantizó la libertad de inprenta, apoyó la
industria minera, y en el deseo de obtener maestros capaces envió
once jóvenes a la Escuela Normal Lacasteriana de Guatemala.
También mantuvo la armonía del Estado con el Gobierno de la
Federación. Como en los otros Estados; en Honduras se agitó por
este tiempo la reforma de la Constitución Federal. Terminado su
período, Rivera depositó el mando en el Presidente del Consejo
Representativo, quien a su vez lo entregó al electo Don José Justo
Herrera, el 28 de mayo de 1837. Hermano de Don Dionisio,
Don Justo alimentaba los mismos ideales políticos, por lo que
fué blanco de los reaccionarios que desde Guatemala dirigían
las maniobras separatistas. El cólera, epidemia que se extendió
por todas partes en 1837, en Honduras causó grandes estragos,
sumándose a éstos los de la anarquía política estimulada para la
calculada falsedad de los reaccionarios, de que la epidemia era
producida por haber envenenado las aguas. En mayo de 1838
apareció el primer periódico en Honduras, titulado Semanario
Oficial de Honduras.
En Nicaragua gobernaba en relativa paz el Jefe Herrera,
hombre moderadísimo y de muy buenas intensiones. Sin embargo,
las intrigas de los imperialistas por reformar la Constitución
Federal, la cual les servía de pretexto en todas partes para
promover disturbios, y la renuencia de los otros para encarar esa
reforma, lograron encender nuevamente la hoguera revolucionaria.
Herrera venció a los alzados después de varios combates, y no
desmintiendo su alto espíritu conciliador, perdonó a todos y aun
llamó al gobierno a los mismos revoltosos. Concluido, su período,
el Jefe Herrera depositó el mando en el Consejero Don Benito
Morales en marzo de 1834. A los pocos días la Asamblea nombró
compendio de historia de centroamerica 239

provisionalmente para Jefe del Estado al Dr. Don José Núñez. Este
personaje seguía los mismas altos propósitos políticos de Herrera.
Pero la envidia de algunos militares, que deseaban ese puesto,
entre otros el Coronel Cándido Flores, lanzaron nuevamente el
Estado a la anarquía. Núñez contemporizó al principio con los
sublevados; pero derrotados en la entonces villa de Managua,
de la cual se habían apoderado los jefes de la revuelta huyeron a
Costa Rica, y así quedó restablecida la paz. Después, la Asamblea
acordó el indulto para los comprometidos.
Por este tiempo, 20 de enero de 1835, ocurrió la celebre
erupción del Cosigüina, que duró varios días. Las cenizas que
arrojó cayeron en un radio de más de setecientas millas. La
obscuridad más completa se extendió por todas partes, y el Jefe
Núñez, participando todavía de las supersticiones tan difundidas
en la colonia, mandó repicar las campanas y disparar cañonazos
con el objeto de destruir aquel fenómeno volcánico.
Practicadas las elecciones en 1836 fué electo Jefe de Estado el
Coronel José Zepeda y vice-Jefe el propio Doctor Núñez. Ministro
General fué nombrado el notable jurisconsulto Don Hermenegildo
Zepeda. El nuevo Jefe impulsó la administración por sendas de
adelanto. Estableció el juicio por jurados, reglamentó el sistema
judicial, decretó el primer Código Penal, dispuso que los que
aspiraran a la carrera eclesiástica debían antes estudiar en la
Universidad, fundó el primer periódico oficial titulado “Telégrafo
Nicaragüense” organizó la Corte Suprema de Justicia, reabrió la
Universidad de León y estableció la de Granada, reglamentó la
enseñansa en todos sus ramos, abrió escuelas para la niñez. El Jefe
Zepeda y su Ministro General dieron muestras de un gran amor a
la patria y dejaron la prueba evidente de lo que son capaces en la
cosa pública los hombres preparados y de elevados propósitos.
El Coronel Zepeda fué uno de los ciento treinta y cinco hombres
que Ordóñez dió a Morazán, y por consiguiente fué uno de los
héroes de la Trinidad y Gualcho, y siempre conservó su lealtad a
la Federación. Pero los militares medianos y ambiciosos, capaces
de todos los extravíos, fraguaban en silencio la usurpación del
Poder. Atizaban la anarquía los separatistas.
240 sofonias salvatierra

Por fin, los Coroneles Bernando Méndez y Casto Fonseca,


seguidos de otros militares, conjurados, asaltaron el cuartel en
la madrugada del 25 de enero de 1837. En las cárceles estaba
preso un feroz criminal llamado Braulio Mendiola. Los asaltantes
ambiciosos no vacilaron en libertar aquel bandido, a al frente de
una escolta lo mandaron a capturar al Jefe Zepeda, al Comandante
General Ramón Valladares y a otros ciudadanos distinguidos, a
quienes asesinaron a la misma hora. Por la enérgica actitud del
vice Jefe Doctor Núñez y del Alcalde Don Vicente Jerez, lograron
sorprender a Mendiola en el cuartel del cual se había apoderado, y
lo fusilaron en el acto. El Dr. Núñez, sin embargo, posesionado de
la Jefatura del Estado, no pudo impedir que el revoltoso Méndez
quedara de Comandante General. En Costa Rica se continuaba la
organización del Estado en la Administración del señor Gallegos.
Por este tiempo ya se había introducido la imprenta en el Estado,
y bajo la garantía de la libertad se publicaron periódicos de
oposición. Se editaban “El Noticioso”, “Universal” “La Tertulia”
y “El Correo de Costa Rica”. La reglamentación de la libertad de
imprenta se limitaba a prohibir los escritos sediciosos, la calumnia,
injuria o difamación, delitos éstos que se castigaban si los ofendidos
ocurrían de queja. La Asamblea en decreto de 31 de marzo de
1836 declaró abolido el impuesto religioso de diezmos, que pesaba
principalmente sobre la agricultura. Practicadas las elecciones,
por renuncia del Señor Gallegos, para concluir el período, resultó
electo el Licenciado Braulio Carrillo. Este sujeto aspiraba mucho
antes a ese cargo y se le vió encabezando un grupo en oposición al
Gobierno de Don Juan Mora Fernández. Desde sus primeros pasos
políticos manifestó una tendencia localista y separatista. El cólera
morbus azotó también a Costa Rica, como a los otros Estados.
Verificadas las elecciones, fueron electos y tomaron posesión el 17
de agosto de 1837 los señores Licenciados Don Manuel Aguilar,
Jefe de Estado, y Don Juan Mora Fernández, vice-Jefe.
En Guatemala continuaba al frente del Estado el Doctor
Gálvez. Este Jefe se lanzó por el camino de las reforma
adelantadas, esas que en aquellos tiempos de fanatismo y suma
ignorancia en las masas, eran tenidas como obras del demonio.
compendio de historia de centroamerica 241

Secularizó los cementerios, suprimió como días de descanso


algunos de los festivos con la intención de evitar la vagancia,
vigiló la higiene pública con el afán de provenirse contra el
cólera que infestaba a México, lo cual le sirvió a los separatistas
y reaccionarios de pretexto para promover inquietudes. Impulsó
la cultura intelectual abriendo escuelas, introduciendo el sistema
pedagógico lancasteriano; garantizó la libertad de imprenta; abrió
caminos. Los mirajes administrativos del Dr. Gálvez se entraban
resueltamente en las reformas de los defectuosos modos coloniales,
contenidas en el ideal de la independencia americana; pero como
estadista capaz descuidó la necesaria base política, siquiera
hubiera sido por la firme solidaridad con los hombres de su partido.
Rompió con el Gobierno Federal y aun entró en inteligencias con
el separatista San Martín, rompió con sus amigos políticos del
propio estado de Guatemala, no obstante estar acechado por los
reaccionarios que propiciaban en todas partes el fraccionamiento
de la República y caída total del partido fiebre. El cólera morbus
vino en apoyo de los separatistas. En medio de la desolación que
ocasionó tan terrible plaga, Gálvez dictó las medidas de auxilio
más convenientes, y con el fin de que fuera menos sensible la
consternación por los fallecimientos que se sucedían, ordenó que
no se tocaran en las iglesias los dobles acostumbrados. Esto lo
divulgaron los reaccionarios como un acto de ataque a la religión
por Gálvez y por el partido fiebre. Además, como en Honduras,
en Guatemala los reaccionarios propalaron la terrible falsedad, de
que Gálvez había mandado envenenar las aguas.
EL TORO AMARILLO.– Por los años de 1833 y 1834, el
marqués de Aycinena permanecía en los Estados Unidos. Desde
allá vigilaba la política de Centro América y ejercía sus influencias
subversivas. Publicó entonces unos folletos que por el forro color
amarillo, por el carácter agresivo de su contenido, le llamaron
a la primera de tales publicaciones toro amarillo. En sustancia
Aycinena, conociendo el sentimiento que animaba a los Estados,
los cuales deseaban librarse de todo gobierno central, deseo que él
mismo o su familia había contribuido a formar con los privilegios
y exacciones coloniales, proponía que se fraccionara la Nación,
242 sofonias salvatierra

y que enseguida, organizados los Estados, se reconstituyera


la República, reconstitución que los mismos Aycinena debían
estorbar después. A los separatistas les pareció muy sabia tan
absurda proposición, y la enarbolaron como bandera ante la masa
impreparada y emotiva, dando los más desastrosos resultados para
el porvenir de la Patria.
APARECE RAFAEL CARRERA. CAIDA DE GALVEZ,– La
intriga reaccionaria encontró su hombre en un joven desconocido,
vecino de las montañas de Mita llamado Rafael Carrera. Este
hombre, analfabeto, pero inteligente y decidido, por una fatal
reacción de la historia, surgía como obedeciendo al destino de
estos pueblos, para juntar al indio, que era la encomienda de
ayer, con el encomendero, que era el reaccionario de la república
y ambos detener el avance del ideario americano democrático y
reformador. El 9 de junio de 1837, Carrera se lanzó a la revuelta
en el pueblo de Santa Rosa. La gente culta de la ciudad creyó que
pronto se restablecería el orden, no obstante que el padre Durán,
director mental de aquel levantamiento de la indiada montañez,
había rechazado toda avenencia. Por otro lado, la otra fracción
de los liberales, opositores de Gálvez, se alzó contra él y se alió
con Carrera, alianza que éste naturalmente aceptó, porque de
esa manera contribuía a debilitar a los dos sectores del enemigo
común. Por cuatro largos días resistió la guarnición de la ciudad
de Guatemala el ataque de las huestes de Carrera. El 2 de febrero
de 1838, Gálvez depositó el poder en el vice-Jefe Don Pedro
Valenzuela, y Carrera y sus turbas entraron a la ciudad cantando
la salve Regina y cometiendo atrocidades, como los bárbaros lo
hicieron en Roma. Robaban y asesinaban. Una de las víctimas fué
el vice-Presidente de la República Don Gregorio Salazar. Por el
momento, los hombres de todos los sectores sociales, temerosos
de los actos salvajes de Carrera, se juntaron para hacerlo salir de
la ciudad, dándole bastante dinero. Le ofrecieron la Comandancia
de Mita; pero él no la aceptó, prefiriendo andar con sus manadas
por los pueblos, los Valles y los montes sembrando el terror con el
robo y el asesinato, y de esta manera engrosaba sus turbas con lo
más maleantes y desalmados de la población rural. Por desgracia,
compendio de historia de centroamerica 243

muchos frayles, es verdad que corrompidos acompañaban a


Carrera exacerbando el fanatismo de aquellas masas ignorantes.
El partido servil, que era el separatista, encabezado, como
queda dicho, por el marqués de Aycinena, los Batres y los Pavones
adoptó la táctica política de influir en Valenzuela con el objeto de
que derogara las leyes reformistas de Gálvez porque así provocaba
la reacción del partido de éste, y cuando las leyes estuvieron
derogadas y las galvistas se disgustaron con Valenzuela, acusándolo
de débil, los reaccionarios apoyaron a aquellos. En presencia de
estas dificultades y la amenaza terrible de Carrera, Valenzuela se vió
precisado a llamar a Morazán, no sin haber antes tratado de traer de
paz al montañez revoltoso, en quien la ambición aparejaba un odio
irreconciliable contra Morazán, porque las grandes capacidades y la
gran lealtad a la Patria del caudillo de la Federación, se presentaban
como la mayor resistencia contra el separatismo. Respondiendo al
llamado, el Presidente de la República se puso al frente del ejército
y llegó a la ciudad de Guatemala el 14 de abril de 1838; pero tuvo
que regresar pronto a San Salvador por necesidades urgentes del
gobierno. Carrera había obtenido que sus montoneras alcanzaran
al número de cinco mil. El General Carlos Salazar logró batirlo,
pero sin desbaratarlo. El Jefe Valenzuela, combatido por sus
partidarios y asediado por la intriga reaccionaria, renunció el cargo
y le sustituyó el presidente del Consejo, Don Mariano Rivera Paz,
afiliado al partido servil. No obstante, la reacción no se consideró
vencedora. En octubre del mismo año volvió Morazán a Guatemala.
En esta vez, los separatistas deseando aniquilar al partido fiebre.
Excitaron al Presidente para que asumiera la dictadura. El objeto
de la propuesta no era como una necesidad para restablecer el
orden, sino el de malquistarlo con sus partidarios, porque éstos
no habrían aprobado semejante paso, y así fragmentar aun más al
partido fiebre. Morazán rechazó la insinuación, con lo cual salvó
siquiera su propio prestigio, ya que la Federación parecía hundirse
irremisiblemente.
RUPTURA DE LA FEDERACION.– A principios de 1838 era
Jefe del Estado de Nicaragua el Dr. José Núñez, y había inquietud
general contra la Federación. Se pensó entonces convocar una
244 sofonias salvatierra

Asamblea Constituyente, y no obstante la inconstitucionalidad


del hecho, la Asamblea se instaló en Chinandega, trasladándose
poco después a León. El 30 de abril de ese año, dictó un decreto
declarando a Nicaragua libre, soberana e independiente de
todo otro poder, esto es, se separaba de la Federación, entre el
júbilo general del pueblo, al cual se le había hecho creer que
la Constitución Federal era el origen de todos los males que se
sufrían. A su vez el Congreso Federal, a los pocos días, en decreto
de 30 de mayo del mismo año de 1838, autorizó a los Estados a
constituirse del modo que tuvieran por conveniente, conservando
la forma republicana democrática, mientras se restablecía el orden
en la república. Este decreto fué debido a que habiendo concluido
el período presidencial y no pudiendo verificarse elecciones por
la anarquía de los estados, se quería darle a los acontecimientos
un poco de legalidad. Este fué el último Congreso Federal; el
primero se instaló en Guatemala el 6 de febrero de 1825, y hubo
once hasta 1838.
Honduras siguió idéntica actitud, El 7 de octubre del propio
año de 1838, se instaló en Comayagua una Asamblea Constituyente,
la cual decretó con fechas 26 de octubre y 5 de noviembre, que
Honduras era independiente del antiguo Gobierno Federal, de los
demás Estados y de todo Gobierno o Potencia extranjera.
El Jefe de Estado de Costa Rica, Licenciado Don Manuel
Aguilar, fué depuesto y deportado por un golpe de cuartel
promovido por el Licenciado Braulio Carrillo, quien se posesionó
del mando de esta manera violenta el 27 de mayo de 1838, y el
14 de noviembre la Asamblea declaró a Costa Rica soberana e
Independiente. En seguida Carrillo se proclamó dictador.
En Guatemala el General Carlos Salazar había sustituido
a Rivera Paz en la Jefatura del Estado, el 30 de enero de 1839.
El General Morazán estaba en esos días en Guatemala; pero
tuvo que regresar a El Salvador con el fin de contrarrestar los
trabajos separatistas. Carrera entonces, a quien se le había dado
la Comandancia de Mita en virtud de un convenio llamado del
Rinconcito, se alzó en armas nuevamente. El Jefe Salazar,
oyendo las sugestiones de los reaccionarios. quiso aplicar con
compendio de historia de centroamerica 245

el revoltoso, más la razón que la fuerza, y como señal de su


pacifismo el General Salazar mandó demoler unas fortificaciones
que había en la ciudad de Guatemala. La sugestión reaccionaria
se encaminaba a facilitar la entrada de Carrera en la ciudad, la
deposición del Jefe Salazar, que tan anuente se mostraba a los
consejos de los aristócratas separatistas, y la conquista del poder
por el partido servil. En efecto, bajo circunstancias tan favorables,
Carrera irrumpió sobre la capital en la madrugada del 13 de abril
a la cabeza de sus turbas, las cuales se dedicaron al pillaje y al
asesinato. De esta manera, Rivera Paz volvió a la Jefatura del
Estado, cuatro días después expedía un decreto declarando roto
el pacto federal y absolutamente independiente a Guatemala.
La Asamblea Constituyente que se convocó ratificó ese decreto
separatista el 14 de junio del año.
MORAZAN SE OPONE A LA RUPTURA DE LA
FEDERACION– Los Gobiernos de Nicaragua y Honduras, en
consorcio con los seratistas de todo el Istmo, el 18 de enero de
1839 celebraron una alianza ofensiva y defensiva, con el fin de
sostener la ruptura de la Federación, que el General Morazán
defendía. Para esto contaba el caudillo unionista, con las fuerzas
de El Salvador, no dominadas todavía por los separatistas y con
el Estado de Los Altos, sexto Estado de la Federación constituido
el 2 de febrero de 1838, con tendencias federalistas, por los
Departamentos occidentales de Guatemala y con Quezaltenango
por capital. Inmediatamente, las fuerzas de Nicaragua, comandadas
por el Coronel Bernardo Méndez, uno de los promotores de la
asonada en que pereció asesinado el Jefe Zepeda, invadieron El
Salvador de acuerdo con las fuerzas de Honduras, que comandaba
el General Francisco Ferrera, quien ahora luchaba contra sus
antiguos amigos los fiebres. Méndez penetró por el lado de la
ciudad de San Miguel, cuyo comandante era el Coronel Narciso
Benítez, y de la cual se posesionó el jefe nicaragüense; Ferrera
avanzó por Sensuntepeque. Guatemala. a su vez, amenazaba por
su lado, con Carrera a la cabeza. El Salvador le dió el comando
Militar al General Morazán, que era el hombre superior e invicto
contra quien reunía sus fuerzas el separatismo. Méndez se dirigió
246 sofonias salvatierra

contra San Salvador; pero sus avanzadas, cuyo jefe el Teniente


Coronel Manuel Quijano, fueron batidas por el General Cabañas
en las lomas de Jiboa. Méndez entonces se juntó con Ferrera, y
ambos con un efectivo de 1.500 hombres atacaron en la hacienda
el Espíritu Santo a Morazán, que no contaba sino con 700
combatientes, el 2 de abril de 1839. En esta batalla puso de nuevo
en evidencia el caudillo de la Unión Nacional el genio guerrero
de que estaba dotado, derrotando completamente a los aliados.
Este triunfo impuso un tratado de paz entre El Salvador, Honduras
y Nicaragua, firmado en San Vicente; pero Ferrera, que ejercía
la Comandancia General del ejército de Honduras, sentía por
Morazán los odios que inspiran la ambición y la impotencia, pues
bien comprendía que mientras el vencedor de Gualcho estuviera
en pie, el fraccionamiento de la República que Ferrera deseaba
les era poco menos que imposible a los separatistas. Así es que el
convenio de San Vicente, fué para el comandante hondureño una
simple tregua, mientras se preparaba con el desesperado anhelo de
derrotar a Morazán, siquiera una vez.
El triunfo de Espíritu Santo abrillantó aun más la aureola que
rodeaba de jefe invicto a Morazán; el pueblo de El Salvador lo
aclamó y debiendo renovarse el Jefe del Estado, lo eligió para este
alto cargo en julio de 1839. Conociendo Morazán los preparativos
de Ferrera, quien ya había obtenido la ayuda de Nicaragua, se
anticipó enviando al General Cabañas sobre Comayagua, que
la tomó después de varios combates. A su vez Ferrera invadió
El Salvador por el lado de Chalatenango. Morazán se puso al
frente del ejército y marchó a su encuentro. Pero el separatismo
salvadoreño maquinaba también, y al llegar a Suchitoto el caudillo
unionista detuvo su marcha al ser informado que los separatistas de
San Salvador habían dado un golpe de cuartel el 6 de septiembre y
aprisionado a la familia de Morazán, con la amenaza de matarla si el
Jefe no depositaba el mando en José Antonio Cañas. Morazán, sin
vacilar, contramarchó sobre la capital y el 18 la tomó y restableció
el orden. Los sublevados felizmente no realizaron su amenaza.
Al amparo de estos sucesos, Ferrera, avanzó al frente de 2000
hombres; llegando a San Pedro Perulapán, distante seis leguas de
compendio de historia de centroamerica 247

la capital. Morazán marchó a su encuentro con 700 veteranos


en el mismo momento que Carrera le amenazaba por el lado de
Guatemala. Morazán tomó la iniciativa, y después de una reñida
batalla, el hombre de la República Centroamericana obtiene un
nuevo triunfo y Ferrera, huye completamente derrotado.
Los separatistas de San Miguel habían asaltado el cuartel;
pero entonces el Coronel Gerardo Barrios lo recuperó por sorpresa.
Sin embargo Cabañas no pudo mantener su situación victoriosa en
Honduras y se replegó a San Miguel.
ULTIMO INTENTO DE MORAZAN CONTRA LOS
SEPARATISTAS.– El caudillo unionista quiso dar un golpe
decisivo contra los serviles, que eran los separatistas. Al saber
Morazán la sangrienta conducta de Carrera con los hombres de
Quezaltenango y la supresión del Estado de los Altos, al frente
de mil hombres se dirigió a marchas forzadas sobre Guatemala
con el fin de sorprender a los separatistas en su propio reducto.
Logró apoderarse de la plaza el 18 de marzo de 1840; pero pocas
horas después fué contraatacado por Carrera al frente de cuatro
mil hombres. Durante la pelea, las manadas del cabecilla de Mita
se aumentaban mientras los efectivos de Morazán disminuían, al
grado de que al verificar la retirada, a las cuatro de la mañana del 19,
abriéndose paso con extraordinario valor, lo hizo con unas pocas
compañías que le quedaban, y siguiendo el camino de La Antigua
se dirigió a San Salvador. Mientras tanto, Carrera se entregaba
en Guatemala a una orgía de sangre, como él lo acostumbraba,
fusilando por montones a los unionistas que cooperaban con
Morazán para mantener la Federación.
MORAZAN DISPONE EXPATRIARSE.– Después de su
desgraciada expedición a Guatemala, los salvadoreños recibieron
bien a Morazán. Es verdad que Ferrera había sido arrojado dos
veces a sus reductos, lo mismo que los separatistas de Nicaragua;
es verdad también que la última derrota no podía considerarse
definitiva, y que la superioridad mental del caudillo era más la
alta de Centroamérica; pero también es verdad que el separatismo
había tomado posiciones y los defensores de la Unión Nacional
sólo contaban en aquellas circunstancias con el núcleo decidido
248 sofonias salvatierra

de los unionista salvadoreños, rodeados también de separatistas.


Por otra parte, Morazán era naturalmente el blanco de los odios
de los destructores de la Federación, y su estada en El Salvador
seguiría trayendo sobre el pequeño Estado, cuya Jefatura se
le había confiado, agresiones del separatismo, además de que
concibiendo, como concebía a la Patria en toda su plenitud, no
podía con tranquilidad verla hecha fragmentos y gobernando
satisfecho en uno de ellos. Por esto decidió desterrarse, lo cual
verificó embarcándose en el puerto de La Libertad el 8 de abril del
mismo año de 1840. La Municipalidad de San Salvador quedó
encargada de guardar el orden, siendo Comandante de la Ciudad
el Capitán Ramón Belloso. Diez días después se hizo cargo de la
jefatura del Estado José Antonio Cañas. Con Morazán se fueron
al destierro Gerardo Barrios, Cabañas, Diego Vigil, José Miguel
Saravia y otros más, en la goleta Izalco. Se dirigió a Costa Rica
en donde el dictador Carrillo no permitió el desembarco, sino de
unos pocos, entre los cuales no se encontraba Morazán, por lo
cual continuó con todos sus viajes hacia el Sur y se detuvieron por
algún tiempo en David, ciudad de la hoy república de Panamá,
desde donde el caudillo lanzó su célebre Manifiesto (44).
DlSOLUCION DEL ESTADO DE LOS ALTOS.– Los
hombres que habían formado esta nueva entidad, eran todos
federalista, pertenecientes al partido fiebre. Los separatista que
mandaban en la ciudad de Guatemala no podían verlos con buenos
ojos, y Carrera marchó sobre Quezaltenango para destruirlo, y lo
hizo en forma cruel fusilando a montones. La táctica de Carrera
no era sólo destruir los núcleos dominados por los fiebres, que
eran los unionistas, sino sembrar en ellos el terror.

(44) Los siguientes conceptos del Manifiesto de David, arrojan mucha luz
sobre los motivos centrales de aquella lucha fatal entre los intereses del pasado y los
ideales del porvenir, no sólo de Centroamérica, sino de la América entera.
“Ni el oro del río Guayape, ni las perlas del golfo de Nicoya, volverán a
adornar la corona del marqués de Aycinena, ni el pueblo centroamericano verá
más esta señal oprobiosa de su antigua esclavitud; pero si alguna vez brillase en
su frente este símbolo de la aristocracia, será el blanco de los tiros del soldado
republicano”.
compendio de historia de centroamerica 249

SUCESOS EN GUATEMALA Y OTROS ESTADOS


DESPUES DE LA SALIDA DE MORAZAN.– En Guatemala
era Jefe de Estado el mismo Rivera Paz, lo cual consintió Carrera
por su completa incapacidad para el gobierno, reservándose la
jefatura del ejército con el título de Teniente General, el que daba
el gobierno español a los militares que realizaban las más altas
empresas militares. Quiso avanzar en son de guerra sobre El
Salvador; pero fué personalmente a arreglar la paz con Guatemala.
Entró en San Salvador a las doce del día del primero de mayo.
Le acompañaba el salvadoreño separatista Francisco Malespín
que tan ingratos recuerdos había de dejar en Centroamérica.
Exigió una contribución de guerra de diez mil pesos y un tratado
de paz humillante, en que a la vez imponía como Comandante
General del ejército a Malespín. La indignación del pueblo fué
muy grande al conocer las bases de la paz, y Carrera tuvo que
regresarse pronto. Se reunió el Congreso salvadoreño y declaró
a El Salvador República independiente. El Jefe Cañas tuvo que
renunciar el poder y fué electo en su lugar Don Juan Lindo. Hubo
conatos revolucionarios con el fin de restablecer en el gobierno a
los elementos unionistas.
En Honduras se sucedieron muchos Jefes de Estado y
Presidentes, desde 1838 a 1840, y tantos fueron los cambios que
se llamó a esa época Presidencia por Cordillera. Expatriado
Morazán, que era el obstáculo insuperable de las ambiciones
locales al por menor, fué electo Presidente de Honduras el General
Francisco Ferrera, el 30 de diciembre de 1840.
En Nicaragua conforme la Constitución de 1838, los Jefes
de Estado pasaron a llamarse Directores de Estado, con el mismo
período de dos años; pero no hubo elecciones y gobernaron
interinamente varios Senadores: Patricio Rivas, Hilario Ulloa,
Joaquín Cosio y Tomás Valladares. El 4 de Marzo de 1841, al fin,
el Congreso declaró electo al Licenciado Pablo Buitrago.
En Costa Rica mandaba dictatorialmente Braulio Carrillo, al
extremo de declararse jefe perpetuo e inviolable de la nación, como
los reyes absulutos, pretendiendo que sus poderes eran ilimitados.
De esta manera perseguía a los más prominentes ciudadanos, el
250 sofonias salvatierra

caldalso político y el destierro eran castigo frecuente y por esto


mismo, el odio general contra su régimen se tornó en deseo
vehemente por arrojado del poder. Morazán iba a ser el destinado
a realizar obra tan necesaria.
LA DIETA DE CHINANDEGA.– No bien consumada la
ruptura de la Federación, los tres Estados centrales del Istmo, los
ligados por el Golfo de Fonseca, sintieron la necesidad de unirse
con el fin de apoyarse recíprocamente, aparentando tendencias
federalistas, pero en realidad para sostenerse en el poder los
hombres de la política local, contra los que quisieran derrocarlos,
o para defenderse de las influencias exageradas de Carrera y
de sus camaradas políticos los aristócratas de Guatemala. Con
este propósito El Salvador, Honduras y Nicaragua, convinieron
en enviar en 1841 Delegados a una que llamaron Convención
Nacional, la cual se reunió en Chinandega en abril de 1842.
El 11 de este mismo mes la Convención acordó la formación
de un Gobierno Nacional Provisional, y nombraron Supremo
Delegado a José Antonio Cañas, prominente político separatista
de El Salvador. Dictaron una Constitución que llamaron Pacto
de Confederación, y acordaron que aceptarían a los otros dos
Estados si querían adherirse; a lo cual se opuso Ferrera, Presidente
de Honduras, respecto de Costa Rica, no la invitaron por estar en
esos días Morazán como Jefe de este último Estado. Los hombres
de Guatemala eran contrarios a estos trabajos.
EL ATENTADO INGLES CONTRA SAN JUAN DEL
NORTE.– En este mismo tiempo, en agosto de 1841, cuando
Centroamérica se desorganizaba por la anarquía separatista,
Nicaragua sufrió el primer insulto de Inglaterra. El Superintendente
de Belice; Alejandro Mcdonald; aprisionó en San Juan del Norte al
Comandante del puerto Coronel Manuel Quijano, lo embarcó en
la fragata Tiweed y lo fué a botar en un lugar lejano. El propósito
inglés era ejercer acto de dominio. El Cónsul británico Chatflield,
ante quien Nicaragua presentó su protesta, dió por bien hecho
el atentado de Mcdonald. Esta política de Inglaterra le dirigió
Federico Chatflield, quien en 1834 vino a Centroamérica con el
cargo de Cónsul de S. M. Británica. Su conducta fué de estorbo
compendio de historia de centroamerica 251

y de opresión, como el fin de realizar lo que la Gran Bretaña


ambicionó siempre: su hegemonía sobre el Istmo y su dominio
sobre la zona del probable canal interoceánico por territorio de
Nicaragua. Amparando este propósito pensó que el faccionamiento
de Centroamérica le era propicio. y con sus intrigas cooperó a la
ruptura de la Federación.
MORAZAN REGRESA A CENTROAMERICA.– Morazán
permaneció en David con su familia todo el resto del año de 1840
y parte del siguiente, Después se dirigió a la América del Sur,
deteniéndose en Lima, en donde fué recibido con las mejores
atenciones. Desde el primer momento de su emigración fué instado
por elementos políticos de Costa Rica para que encabezara la
opinión pública de ese Estado, con el fin de destruir la insoportable
tiranía de BrauIio Carrillo. Sea por falta de elementos, sea por
circunstancias desfavorables, Morazán optó por dirigirse hacia el
Sur. Listo en Lima para embarcarse con destino a Chile, llegó a sus
manos la proclama del Gobierno de Nicaragua, en que protestaba
contra los atentados de Inglaterra en San Juan del Norte, y a la vez
requería el auxilio de los otros Estados centroamericanos.
El caudillo unionista ésta debió sonreír con tristeza al ver
los desatinos del separatismo. Los hombres localistas rompieron
la Federación buscando, decían la felicidad, y ahí no más, el día
siguiente, al sentir ya fraccionados, la amenaza y el desprecio
de los poderes extraños absorbentes, piden ayuda a los otros
hermanos, cuya unión se repudió bajo la ilusión de ser “libres y
independientes por sí mismo”.
Morazán, impulsado por el deber que le imponía el
patriotismo, que llegó a la altura de la heroicidad en él prestó
atención al llamamiento de Nicaragua. y pensó, con toda seguridad,
que aquellos atentados alguna reacción favorable debían haber
producido en la conciencia de los separatistas. Bajo estas
perspectivas se embarcó en el Callao en el bergantín Cruzador
a fines de diciembre de 1841. Pasó por Guayaquil se detuvo en
Chiriquí, para ver ligeramente a su familia el 15 de febrero de
1842, y llegó a La Unión, puerto del Estado de El Salvador sobre el
Golfo de Fonseca. Aquí se dirigió a los gobiernos de El Salvador,
252 sofonias salvatierra

Honduras y Nicaragua ofreciéndoles sus servicios. Desembarcó


en el puerto y el 12 entró a San Miguel, en donde permaneció
seis días sin que se lo pudieran impedir, porque el pueblo se alzó
entusiasta aclamándolo al saber su llegada. Más de doscientos
hombres decidieron acompañarlo. Cuando el General Malespín
llegó al frente de 600 infantes con el fin de atacarlo, ya Morazán
se había embarcado. Se dirigió a Acajutla, en donde desembarcó
internándose hasta Sonsonate, ciudad en que permaneció cuatro
días. Se reembarcó nuevamente con su columna engroseda, y
en Misata recogió a los calvareños de San Salvador, que fueron
a la costa a incorporársele. Siguió al Golfo de Fonseca y se
detuvo en la isla Martín Pérez. Allí aumentó su flotilla además
del Cruzador, con los barcos El Cosmopolita, Josefa, Asunción
Granadino e Isabel II, esta última de propiedad del General
Isidoro Sarat; allí también se convirtió en determinación formal
la gestión de los hombres libres perseguidos por Carrillo de ir a
devolver a Costa Rica el Régimen constitucional anulado por la
dictadura. Morazán desembarcó en el antiguo puerto de Calera
el 7 de abril. Carrillo movilizó su ejército inmediatamente; pero
sea que no había en Costa Rica jefes militares capaces, o que
desconfiaba de los nativos, es lo cierto que casi todas sus tropas
estaban comandadas por jefes originarios de los otros Estados.
Todo indica que la opinión pública amparaba aquel movimiento,
porque al saber los Comandantes de Puntarenas y del Guanacaste
el desembarco de Morazán, se pronunciaron en su favor. La
misma conducta observó el General Vicente Villaseñor al frente
de 700 hombres cuando en el sitio denominado Jocote, ante la
inutilidad de un derramamiento de sangre para conservar en el
poder a un tirano que repudiaba la voluntad social, reconoció la
justicia de las observaciones de Morazán y celebró con éste el 11
del mismo abril un pacto por el cual el caudillo unionista se haría
cargo provisionalmente de la Jefatura del Estado, quedando sujeto
el acuerdo a la aprobación de una Asamblea Constituyente. El día
siguiente, Carrillo, sin fuerzas con qué sostener su tiranía, ratificó
el pacto, y el 13 hacía Morazán su entrada triunfal en San José,
aclamado como libertador por las principales ciudades de Costa
compendio de historia de centroamerica 253

Rica, que veían con júbilo la caída de Carrillo.


Para derogar la legislación dictatorial de Carrillo, Morazán
nombró una junta compuesta de dos personas distinguidas de
cada una de las cuatro ciudades de Costa Rica y luego convocó al
pueblo a elecciones para una Constituyente, habiendo designado
sólo nativos, a excepción del Presbítero Dr. Isidro Meléndez. Se
instaló el 10 de Julio, el 16 por unanimidad nombró a Morazán
jefe provisional del Estado, con el título de Libertador de Costa
Rica; el 20 autorizó al Ejecutivo para concurrir al restablecimiento
de la República de Centroamérica, y el 27 dió gracias a Morazán
y a la División Libertadora por su concurso para libertar a Costo
Rica de la tiranía y decretó una medalla de oro para el General
Villaseñor. La Asamblea estaba integrada por lo más notable de
Costa Rica, entre ellos el ilustre prócer Don Juan Mora Fernández,
lo que indica que la conciencia honrada de la ciudadanía era la que
dictaba esos acuerdos en presencia de las realidades de aquella
época y de lo que a su juicio convenía a Centroamérica.
MORAZAN SE PREPARA PARA LA CAMPAÑA
UNIONISTA, INSURRECCION MILITAR. MUERTE DE
MORAZAN.– Los reaccionarios, que eran los elementos apegados
a los modos coloniales, y que estuvieron siempre en atisbo del
momento propicio para adueñarse exclusivamente del poder y
retrotraer a Centroamérica al régimen del pasado, no dieron lugar
a Morazán a revelarse plenamente en otras actividades que la
de mantener, unas veces la independencia de la nación y otras
la unidad de la Patria. Primero los reaccionarios, no pudiendo
conservar la monarquía española, pretendieron implantar en
Centroamérica el imperio hechizo de Iturbide. Fracasados
en este intento porque América no es un sitio propicio para las
testas coronadas, ensayaron organizar la república en forma
unitaria, con el fin obtener el control completo de ella. También
fracasaron, porque los Estados quisieron ponerse a salvo de los
males del centralismo colonial que los reaccionarios explotaron,
y establecieron la forma federativa. Entonces optaron, sino por
restablecer el dominio español, a lo menos fraccionar a la nación
en cinco partes y quedarse cada uno en su reducto mandando
254 sofonias salvatierra

con los gastos del pasado. Morazán fué el hombre que encabezó
la oposición a este propósito mortal, y los Aycinena dirigieron
y despertaron el separatismo por todos los medios aun los muy
vedados; por lo tanto, el caudillo unionista tenía que ser el blanco
de los que ambicionaban el manejo y usufructo de las políticas
locales de Centroamérica, ya que jamás abandonó el ideario
elevado de toda su carrera política.
Por supuesto que los otros Estados rompieron relaciones con
Costa Rica, porque bien sabían que Morazán no aceptaría ver a su
patria fraccionada. En este caso, el caudillo, autorizado por la
Asamblea, empezó a organizar el ejército. Contaba él con su genio
militar y los poderosos elementos unionistas que había en todos los
Estados. Las fuerzas de Alajuela las puso al comando del General
Florentín Alfaro. Desde en junio se notaba una inquietud subversiva
estimulada por los caídos de Catrillo. Después, en agosto, cuando
se intensificaron los preparativos para la campaña unionista, el
trastorno revolucionario tomó mayor extensión haciéndose centro
en San José. En la capital no hallaban jefe, y ocurrieron al extranjero
Antonio Pinto quien aceptó encabezar el movimiento. En estos
días cayó en poder de los
conspiradores una gran cantidad de
pólvora y plomo que Morazán
enviaba a Puntarenas. La revolución
estalló en la mañana del 11 de
septiembre, en San José, cuando se
supo que el General Alfaro, qué había
recibido las armas para reconstruir la
República las volvía contra el que se
las había dado. Morazán estaba
virtualmente desarmado; apenas
contaba con ochenta calvareños, que
nunca le abandonaron, y unos
doscientos costarricenses. Así los
mantuvo a raya durante tres días. El General Francisco Morazán
capitán Mayorga, comandante de Cartago, vino a San José en
auxilio de Morazán pero cuando vió el posible triunfo de los
compendio de historia de centroamerica 255

separatistas se regresó a Cartago y se pronunció contra su jefe. En


aquella situación difícil, Morazán, animado siempre por su
extraordinario valor, rompió líneas a las cuatro de la mañana del
14, acompañado de un cuadro de oficiales, entre los cuales se
hallaban Saravia, Villaseñor y Vigil. Cabañas le seguía cubriendo
la retirada. Morazán iba herido y se dirigió a Cartago en busca de
su amigo Mayorga a cuya casa llegó. La esposa del voluble
comandante inquieta por la suerte de Morazán, le indicó que
siguiese el camino de Matina. pero era tarde: una fuerte escolta
rodeó la casa y los capturó a todos, bajo la promesa de respetarles
la vida. Se les engañaba. A las seis de la tarde le pusieron grillos a
Morazán; Villaseñor se hirió gravemente con la intención de
matarse, y Saravia, después de una convulsión nerviosa se tomó un
venemo, muriendo poco después. Todo esto ocurría en la misma
casa de Mayorga, en una de las piezas en que estaban los restos del
General La Mar, listos para ser enviados al Perú (45). A la mañana
siguiente los condujeron a San José. Al desfilar por las calles de la
capital, la multitud, agolpada en las casas, presenció la marcha de
los presos en profundo silencio, sin proferir una sola exclamación
ofensiva, lo que indica que en la sociedad josefina había respeto
para Morazán y no indignación y cólera.
Siendo Morazán la encarnación viviente de la Patria unida, era
lógico que el separatismo no le perdonaría la vida, porque siempre
sería una amenaza para ellos. A poco de su llegada le notificaron
que sería ejecutado tres horas después. Inmediatamente dictó a
su hijo Francisco su testamento, en el que campean la soberana
serenidad de un hombre superior y la elevación de un alto espíritu
y un patriota. De pie, sin vendarse él mismo, dirigió su ejecución,
con toda la sublimidad de un inmortal. A su lado estaba Villaseñor

(45) Un golpe militar dirigido por el General Gamarra, en los primeros días
de junio de 1829, derrocó de la Presidencia de Perú al General José La Mar, y le
obligó a expatiarse. Se embarcó en la goleta “Mercedes”; y llegó a Puntarenas el
23 del mismo junio. El Jefe del Estado, Juan Mora Fernández permitió la entrada,
tributándole los mayores honores: Fijó su residencia en Cartago, en donde murió
el 12 de octubre de 1830. A principios de septiembre de 1842 el General Morazán
había hecho exhumar sus cenizas, las cuales, guardadas en artística caja, esperaban
el día en que serían conducidas.
256 sofonias salvatierra

para ser fusilado también. Antes de morir, el héroe de la Unión


Nacional se inclinó hacia su amigo y abrazándolo le dijo: “Adiós
amigo, somos unos simples mortales, la posteridad nos hará
justicia”; palabras que revelan la magnífica claridad de aquella
conciencia incomprendida. La escena estaba iluminada por
los últimos resplandores del sol poniente del 15 de septiembre
de 1842, ese 15 de septiembre por cuya gloria Morazán tantas
veces se havía jugado la vida defendiendo de los reaccionarios la
integridad de la Patria.
LOS MORAZANISTAS VUELVEN A EL SALVADOR.–
Satisfechos los separatistas con la muerte del líder, y vengado
Carrillo con la muerte de ViIlaseñor, a quien por su actitud,
al contrario, la Asamblea Nacional los había condecorado,
respetaron la vida de los otros compañeros de Morazán y les
permitieron trasladarse a el Salvador, en donde fueron recibidos,
contra la oposición de Carrera. El viaje lo verificaron en la goleta
Coquimbo, por lo cual Ios llamaron coquimbos, sobrenombre que
pasó a ser después sinónimo de unionista, porque los compañeros
sobrevivientes de Morazán no abandonaron jamás el propósito de
reconstruir la República de Centroamérica.
SEGUNDA PARTE
desde la muerte de morazan hsta la invasion
de los filibusteros y la muerte de walker

LA HEGEMONIA DE CARRERA.– Libres los separatistas,


muerto el hombre que les quitaba el sueño, cada grupo sentó sus
reales en cada uno de los cinco Estados. La anarquía, que fué el
pretexto para fraccionar la República, jamás tuvo mayor actividad,
fomentada por las facciones que se disputaban el poder local ya
sea en el seno de cada Estado o entre los mismos Estados.
Desde 1839 mandaba en Guatemala Rivera Paz, aunque en
apariencia, pues se hacía solamente lo que quería Rafael Carrera.
A tanto llegó la humillación del llamado Jefe Supremo, que se vió
obligado a renunciar, porque la insolencia de las armas alcanzó
hasta poner preso al propio Presidente. Pero nadie quería hacerse
compendio de historia de centroamerica 257

cargo de aquel mando ficticio. Por fin lo aceptó Don Venancio


López, quien a su vez, no soportando a Carrera, entregó la
Presidencia a Rivera Paz. Esto ocurría en mayo de 1842.
EL PACTO DE CONFEDERACION COMO
INSTRUMENTO DE LA POLITICA LOCAL.– Dificultades de
Malespín con Carrera como se verá enseguida, determinaron al
salvadoreño a aliarse con el gobierno nicaragüense (tratado de
16 de agosto de 1843) obligándose éste a enviar su Delegado a
San Vicente, conforme el Pacto de Confederación, y a poner tres
mil hombres a la disposición de Malespín. Don Fruto Chamorro
fué nombrado Delegado por Nicaragua, Don Juan Lindo por
Honduras y Don Justo Herrera por El Salvador. Chamorro fue
designado por la suerte Supremo Delegado. Al servicio unas veces
de las facciones políticas, e instrumento otras de los gobiernos
locales sin ningún carácter que revelara realmente unión, la
Dieta confederada estuvo un año en San Vicente humillada y
despreciada, y se disolvió.
EXIGENCIAS HUMILLANTES DEL CONSUL lNGLES.–
Mientras los hombres del separatismo fomentaban la anarquía
de los Estados con sus ambiciones y rencillas, el gobierno inglés
presionaba con exigencias indebidas. Nuevamente el Cónsul
Chatfield maltrata a Nicaragua, señalándole caprichosamente, sin
ningún arreglo, el valor de los cupones de la deuda federal inglesa,
y asimismo, en términos depresivos, reclamando indemnizaciones
por falsos perjuicios a los señores Gleton y Maning. Con este
motivo, el Gobierno nicaragüense, que lo presidía don Manuel
Pérez como Supremo Director. dispuso enviar una Legación a
Europa a cargo del Licenciado Don Francisco Castellón, como
Ministro; y del Dr. Máximo Jerez, como Secretario. También
llevaban la representación de Honduras. Se fueron por San Juan
del Norte el 11 de marzo de 1844.
NUEVAS HUMILLACIONES RECIBIDAS EN EUROPA.–
No fueron mal escogidos los hombres de la misión diplomática
ante las naciones europeas. A Castellón le distinguían el talento y
la habilidad política, y Jerez, joven de veinte y seis años, había
obtenido con lucimiento los títulos de Licenciado y Doctor en
258 sofonias salvatierra

Jurisprudencia. Pero todo esto, más la justicia de Nicaragua, fué


a estrellarse contra la rotunda negación inglesa de reconocer
gobiernos sin ninguna responsabilidad, juzgándolo desdoroso
para las naciones del viejo mundo. Fué en presencia de tan
bochornosa realidad cuando Jerez resolvió al volver a su patria,
trabajar sin descanso por recontruir la República de Centroamérica,
resolución que no le abandonó durante toda su vida.
ARCE TOMA LAS ARMAS CONTRA EL SALVADOR.–
El General Manuel José Arce quiso probar fortuna por última vez,
y reincidiendo en sus inteligencias
con los hombres de la reacción,
recibió auxilio de Carrera, e invadió
El Salvador en abril de 1844; pero
fué completamente derrotado en
Coatepeque. Con este motivo se creó
una situación tirante entre el dictador
militar de Guatemala y Malespín, que
era, de la misma manera, dictador
militar de El Salvador. Ejercía la
Presidencia de ese último Estado Don
Joaquín Eufracio Guzmán. Malespín
para intimidar a Carrera se alió con los Gral. Manuel José Arce.
coquimbos y con cuatro mil hombres
avanzó hasta jutiapa, en territorio guatemalteco. El cálculo de
Malespín de aliarse con los morazanistas le dió el resultado que
buscaba. Carrera entró en reflexión y abrió pláticas con su viejo
amigo Malespín. Este se reconcentró a Chalchuapa y el 5 de
agosto se firmó la paz de Quesada. Cabañas, Gerardo Barrios y
los demás coquimbos sintieron en el rostro la burla de que fueron
objeto por los separatistas.
CARRERA SE HACE NOMBRAR PRESIDENTE DE
GUATEMALA.– Consolidada la amistad de Carrera con Malespín,
el dictador militar guatemalteco completó su dominio sobre aquel
Estado. En marzo de 1844 había hecho que se disolviera la
Asamblea Constituyente y que se organizara en cambio un Consejo
Constituyente, el cual nombró al propio Carrera Presidente en
compendio de historia de centroamerica 259

lugar de Rivera Paz, en diciembre del mismo año.


MALESPIN VUELVE SUS ARMAS CONTRA
NICARAGUA.– Estaba en la Presidencia de Honduras el
separatista Francisco Ferrera. Después de la paz de Quesada,
algunos morazanistas se levantaron en armas en Texiguat, y
fueron vencidos con el auxilio que Malespín prestó a Ferrera. Con
este motivo, Cabañas y Barrios emigraron a Nicaragua, en donde
fueron bien recibidos. Era Supremo Director de este último Estado
en sustitución de Don Pablo Buitrago, el magnífico ciudadano
Don Manuel Pérez, originario del pueblo de San Jorge en el
Departamento de Rivas, y Casto Fonseca Comandante General.
Conforme la Constitución de 1838, los poderes supremos, el civil
y el militar, eran funciones separadas.
Malespín y Ferrera no estaban en buenos términos con Casto
Fonseca, no obstante de practicar los tres una misma política en
sus respectivos Estados. Deseoso el Jefe salvadoreño de suprimir
a Cabañas y a Barrios, exigió del gobierno nicaragüense la entrega
de los refugiados, a la cual se negaron el Supremo Director Pérez
y el Comandante General Fonseca.
Ciego de ira vengativa, Malespín se alió con Ferrera, y
los ejércitos de los dos Estados marcharon sobre Nicaragua
comandado el Salvadoreño por el propio Malespín, quien
depositó la Presidencia en el Vice, Don Joaquín Eufracio
Guzmán; el hondureño tenía como Jefe al General Guardiola,
Segundo Jefe del ejército salvadoreño era el General Trinidad
Muñoz. Cuando los ejércitos atacantes se hallaban en Satoca, se
presentaron parlamentarios nicaragüenses con el fin de negociar
la paz, pero las condiciones propuestas por Malespín eran tan
terribles y humillantes, que fueron rechazadas con indignación.
Los aliados marcharon sobre León y le pusieron sitio. Cincuenta
y nueve días duró el asedio. El 24 de enero de 1845 Malespín
ocupó la ciudad y la entregó al más escandaloso saqueo, pasando
a cuchillo a sus moradores y fusilando sin distinguir a Ias más
prominentes y pacíficas personas. El personal del Poder Ejecutivo
fué todo pasado por las armas, el Senador Emiliano Madriz, en
quien había depositado Pérez, el Ministro General Don Cresencio
260 sofonias salvatierra

Navas y el Comandante General Casto Fonseca. También asesinó


a los enfermos del hospital San Juan de Dios. Al Padre Crispín,
capellán del hospital, quien fué a pedir a Malespín piedad para
los enfermos, lo mandó a ejecutar inmediatamente por esa causa.
Vivía siempre en estado de embriaguez, y en esta situación hacía
derramar la sangre de Ios Ieoneses en terrible profusión; pero
pronto sus mismos crímenes le traerían el castigo.
CAlDA Y MUERTE DE MALESPIN.– Estando el
sitio de León en todo su rigor, Cabañas y Barrios pudieron
escapar. Llegados a El Salvador, se pusieron al frente de la
opinión pública, que rugía indignada contra Malespín y pedía su
caída. La inquietud subversiva se sentía por todas partes. El
Vicepresidente Guzmán, cediendo a la presión popular ordenó la
detención del General Calixto Malespín, hermano del déspota, que
había quedado encargado de la Comandancia General; después
se hizo reconocer en los cuarteles como Jefe supremo militar,
y enseguida reunió la Asamblea Legislativa, la cual anuló los
poderes de Malespín y lo declaró depuesto. Esto ocurría en el
mismo momento que el sanguinario Militar escribía una página
negra en la historia de Centroamérica, en los primeros días de
febrero de 1845. Guzmán procediendo con admirable rectitud,
convocó al pueblo a elecciones.
Al tener conocimiento Malespín de estos sucesos, dejó a su
presa libre de sus garras y se regresó prontamente a El Salvador
con el fin de restaurarse en el poder; pero no le fué posible y tuvo
que internarse en Honduras, en donde sus camaradas, Ferrera y
Guardiola lo apoyaron y por consiguiente la guerra entre El Salvador
y Honduras fué la consecuencia. El General salvadoreño Indalecio
Cordero invadió a Honduras por el lado de Chaltenango y el General
hondureño Santos Guardiola invadió El Salvador por el puerto de
La Unión. El General salvadoreño Nicolás Angulo marchó sobre
Guardiola, que se había posesionado de San Miguel, y a mediados
de agosto lo derrotó completamente en la hacienda el Obrajuelo.
Después de su derrota, Guardiola pidió el armisticio que se firmó
el 26 del propio agosto. Pero siguiendo los modos del separatismo
de aquel tiempo, en que la traición y el patíbulo político eran sus
compendio de historia de centroamerica 261

mejores armas; Guardiola, al amparo del armisticio acordado, atacó


por sorpresa a La Unión, asesinando virtualmente a gran número de
militares. La guerra entre los dos Estados terminó al fin con la paz
de Sensenti, firmada el 27 de noviembre de 1845.
Antes de firmarse la paz, Malespín, estimulado por el obispo
Viteri, no obstante de haberlo excomulgado por el asesinato del
Padre Crispín, pero lleno de odio contra el gobierno salvadoreño,
intentó un nuevo esfuerzo bélico para restaurarse en el poder de El
Salvador. Fracasado en su propósito porque nadie le respondió, el
25 del mismo mes de la paz, de un machetazo le cortó la cabeza
en el pueblo de San Fernando el individuo Fernando Galdámez, la
colocó en una pica, y así la condujo en exhibición a San Salvador.
CANBIOS DE GOBIERNOS EN HONDURAS Y COSTA
RICA.– Para suceder a Ferrera en la Presidencia de Honduras fué
electo Don Coronado Chávez, quien tomó posesión el 12 de enero
de 1845. Sin más trascendencia esta administración que la de
pretender conservar por la fuerza en la Presidencia de El Salvador
al General Malespín, el 12 de febrero de 1847 se hizo cargo del
Poder el sucesor de Chávez Don Juan Lindo. Actitud destacada
fué la de este Presidente al protestar por la invasión de México por
los Estados Unidos verificada en el mismo año.
En Costa Rica, después de la muerte de Morazán, se hizo cargo
de hecho de la Presidencia José María Alfaro y de la Comandancia
General Antonio Pinto. Reunida la Asamblea Constituyente, Ios
confirmó en sus cargos, el primero de junio de 1843 y designó
a Don Francisco María Oreamuno para Vicepresidente. Se
consideraba tan grave y tan fuera de orden la ejecución de Morazán,
que la Asanblea ante quien Antonio Pinto informó de su violenta
conducta, no quiso tomar ninguna resolución, eludiendo así la
responsabilidad histórica que implica la fusilación del hombre que
nunca quiso el fraccionamiento de su Patria. (46)

(46) Cuenta el Dr. Lorenzo Montúfar, que Pinto le manifestó que fusiló a
Morazán por temor de que se muriera Josefina, hija de Don Antonio, la cual padecía
de neurastenia y tenía la obsesión de que si su padre no mataba a Morazán, éste lo
mataría a él.
262 sofonias salvatierra

El 9 de abril de 1844 fué sancionada una nueva Constitución


Política. Convocados los pueblos a elecciones, fué designado
Presidente Don Francisco María Oreamuno. El mal endémico de
las insurrecciones militares no se sació con el sacrificio del General
Morazán. El militarismo, estimulado por Ias ambiciones personales,
movía a las tropas y al pueblo a la revuelta anárquica. Los hechos
posteriores probaron de sobra que Ias acusaciones hechas a Morazán
fueron un pretexto para eliminarlo. Al señor Oremuno, hombre
probo y eminente ciudadano por sus virtudes cívicas, no le dejaron
a gusto las sublevaciones que acaudilló el mismo Don Florentín
Alfaro. La inseguridad política era la norma. El 21 de enero de 1847
fué sancionada de una nueva Constitución. Conforme este nuevo
Código fué electo Presidente el Dr. José María Castro, hombre por
demás sobresalientes en la vida PúbIica de Centroamérica y tomó
posesión de su cargo el 8 de mayo de 1847.
El Dr. Castro desarrolló su administración en beneficio
positivo para Costa Rica, y nada justificaba que se conspirará.
contra su Gobierno; pues los Alfaro, los mismos del 42, sin los
pretextos del propósito unionista de Morazán, que los llevó a
insurreccionarse en Alajuela, por hábito anárquico, en el mismo
lugar levantaron la revuelta contra el Presidente Castro el 5 de
octubre de 1847; pero después de sangrientos encuentros fueron
vencidos. La actitud del Gobernante fué magnánirma con los
revoltosos. Sin embargo, la tendencia anárquica revivió en el año
siguiente en una revuelta, que fué sofocada pronto, Era entonces
Vicepresidente Don Juan Rafael Mora. En 1849 el Gobierno del
Dr. Castro dispuso por medio de decreto que fueran exhumados
con toda solemnidad los restos del General Morazán, a quienes le
dieron en ese acto el título de Benemérito, para entregárselos a El
Salvador, según última voluntad del mártir de la Unión Nacional.
LA DIETA DE NACAOME.– Los tres Estados centrales
del Istmo volvieron a proponer la reconstrucción de la República
de Centroamérica. Gobernaba en El Salvador Don Eugenio
Aguilar en Honduras Don Juan Lindo, que había,sucedido a Don
Coronado Chávez, y en Nicaragua Don José Guerrero, sucesor
de Don José León Sandoval, que había sido electo después de la
compendio de historia de centroamerica 263

invasión de Malespín. Se instaló la Dieta el 6 de julio de 1847 en


Nacaome representando a El Salvador los señores Félix Quiroz
y Sixto Pineda, a Honduras Coronado Chávez y Mónico Bueso,
y a Nicaragua Máximo Jerez y José Sacasa. Se celebró un pacto
y se dispuso organizar un Gobierno Provisional que residiría en
Tegucigalpa. No pasó a más el proyecto. Carrera, como siempre
se negó a concurrir, alegando que ya Guatemala había declarado
su independencia absoluta y como tal había celebrado tratados
con las naciones extranjera, a la vez que estorbó los trabajos de
la Dieta.
ANARQUIA EN NICARAGUA.– En la década de 1839 a
1849 la anarquía no faltó en Nicaragua, lo mismo que en Costa
Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala. Al contrario de lo que
decían los separatistas con el fraccionamiento de la República se
aumentaron los pretextos de los trastornos sangrientos alegados
por los caudillos y hasta utilizaron muchas veces las fuerzas de los
Estados para asaltar el poder o para defenderse de los que querían
quitárselo. Lo lógico, lo juicioso, lo honesto hubiera sido que
los hombres responsables y serios apoyaran un gobierno federal
fuerte, de modo que pudiera encauzar la política de los Estados
por sendas ordenadas. Pero libres los caudillos Iocales, quedaron
a sus anchas promoviendo disturbios, en que los localismos y las
ambiciones personales tomaban su mayor parte. Los partidos
en Nicaragua no eran definidos, pues a los que se pudiera llamar
liberales o conservadores, no se les podía, distinguir por sus
actos, porque ambos hacían de todo y como en aquella política se
carecía de forma y aun de esencia, los grupos, que no partidos, se
reconocían por los apodos que recíprocamente se daban; desnudos
y mechudos, timbucos y calandracas, orientales, y occidentales
Granadinos y leoneses, según fuera el motivo del pleito. En 1847
se reunió una Constituyente con el fin de reformar la Constitución
vigente de 1838. Había en algunos el pensamiento de otorgar
al Poder Ejecutivo, facultades tan extraordinarias como la de
suspender la vigencia de la misma Constitución: lo cual chocó
con la mayoría de los Representantes, y la Asamblea se disolvió
sin verificar ninguna reforma.
264 sofonias salvatierra

NUEVOS ATENTADOS DE INGLATERRA.– lnglaterra no


se apartaba de su política de penetración sobre Nicaragua con el
objeto ostensible de posesionarse de la vía interoceánica. Para
este fin seguía protegiendo la existencia de una monarquía mulata
en la antigua Costa de las Mosquitos. El Gobernador de Jamaica
continuaba dirigiendo esta política en el Mar Caribe y el Cónsul
Chatfield en el lado del Pacífico. Como en 1840 dieron el título
de rey de los mosquitos a un mulato, el cual, protegido por el
Gobernador de Jamaica, expedía decretos y hacía concesiones de
tierras como si fuese dueño del territorio. En 1845 el Cónsul
Chatfield tuvo la osadía de notificar al Gobierno de Nicaragua la
coronación de ese rey, declarando que gozaba de la protección de
Su Majestad Británica. Prosiguiendo en su propósito, el mulato
Jorge Hogdson, bajo el título de Consejero del rey mulato, en
noviembre de 1848 envió al Gobierno de Nicaragua un ultimátum
para que desocupase el puerto de San Juan del Norte, por ser
propiedad del mulato coronado. Y yendo de las palabras a
los hechos, en enero de 1848 dos barcos de guerra ingleses
desembarcaron tropas regulares en San Juan del Norte, arriaron
el pabellón nacional e izaron la bandera mosquita. Luego se
retiraron. Nicaragua protestó y envió fuerzas al río San Juan. Tan
luego se fueron los ingleses, el General Muñoz, que comandaba
esas fuerzas, avanzó sobre el puerto, capturó a Hodgson,
nombrado Gobernador por los intrusos, y al inglés Little, que
hacía de Comandante, y los remitió presos a Granada. Poco
después un buque de guerra británico, el Alarma, desembarcó un
fuerte pelotón que avanzó río arriba hasta el fuerte de San Carlos
del cual se posesionaron, con la amenaza de ocupar todo el país.
Nicaragua tuvo que firmar un armisticio con los ínvasores, el 7
de marzo de 1849, en que el inglés exigió que se reconociera
la bandera mosquita como protegida por Inglaterra, de tal modo
que ultrajar a la primera era ofender a la segunda, y que no se
molestaría a las autoridades puestas por el rey mulato, dejando a
salvo el derecho de Nicaragua de reclamar ante el Gobierno de la
Gran Bretaña. Con este motivo hubo de nombrarse Encargado de
Negocios ante el Gabinete de Londres a Don José de Marcoleta
compendio de historia de centroamerica 265

que tan buenos servicios prestó entonces a Nicaragua. Con el


mismo fin fué a Europa el Licenciado Don Francisco Castellón:
pero volvieron a chocar con la negativa inglesa de relacionarse
con pequeños países sin valer ni seriedad .
LOS ESTADOS UNIDOS SE OPONEN A LA POLITICA
INGLESA.– En esos mismos días se presentó en Nicaragua el
señor George L. Squier, primer Representante diplomático que
los Estados Unidos acreditaban en la tierra de los lagos. Fué
recibido solemnemente el 9 de julio de 1849, y en esa ocasión
hizo declaraciones expresivas en relación con la policía inglesa.
Poco tiempo después, el 7 de octubre, la Asamblea Legislativa,
votó una declaración en que se adhería a la doctrina de exclusión
absoluta de las intervenciones extranjeras en los dominios de la
América democrática y negaba la tolerancia de propagandas
monárquicas y de propósitos de conquista, El Ministro Squier
aplaudió la declaración, manifestando que los Estados Unidos
concurrían siempre a sostener esos principios.
El Cónsul Chatfield a su vez en esos mismos días verificaba
la ocupación militar de la isla de Amapala por fuerzas regulares
británicas; pero poco después, variando de política la desocupó
por órdenes de su gobierno. También el desaforado Cónsul hizo
bloquear los puertos de El Salvador. El Gobierno de Nicaragua
protestó enérgicamente contra estos desmanes de la fuerza, en el
mismo momento que celebraba la primera contrata de canalización
por el Gran Lago y el río San Juan con el señor David L White,
apoderado de una Compañía norteamericana, y además un tratado
de alianza, amistad, comercio y navegación con los Estados
Unidos. El contrato de canalización fué modificado en el sentido
de establecer una ruta de tránsito, aun sin abrir el canal, trayendo
vapores que navegaran en el río y en el Iago. Gobernaba como
Supremo Director de Nicaragua Don Roberto Ramírez, de 1849 a
1851.
ESPAÑA RECONOCE LA INDEPENDENCIA DE
NICARAGUA.– Por tratado que se firmó en Madrid el 25 de
julio de 1850, España reconoció la Independencia de Nicaragua,
representada por Don José de Marcoleta.
266 sofonias salvatierra

REVOLUCIONES Y CAMBIOS DE GOBIERNOS EN


GUATEMALA.– En 1847 y 1848 hubo revolución en Guatemala
contra Carrera, acaudillada por el General Serapio Cruz. Se libraron
sangrientos combates, Carrera tuvo que renunciar, y retirarse a
México. Fué nombrado Presidente Don Juan Antonio Martínez.
Triunfo momentáneo de los liberales de Guatemala, porque no
supieron hallar la armonía entre sus hombres. Martínez era liberal,
pero no unionista. El General Cruz sí lo era. El Estado de Los Altos
volvió a constituirse con el propósito de reconstruir la Federación.
Así lo acordó la Municipalidad de Quezaltenango el 26 de agosto
de 1848. El Gobierno de El Salvador, que presidía don Doroteo
Vasconcelos, unionista, sincero, reconoció en el acto el Estado de
Los Altos. La revolución continuó contra el Presidente Martínez,
el cual se vió precisado a renunciar y la Asamblea nombró para
sustituirlo a Don Bernardo Escobar, quien tomó posesión el 28 de
noviembre de 1848. Hombre de ideas elevadas, buen orador y de
buenas intenciones, el señor Escobar, sin embargo, asumía el poder
en las peores circunstancias. Ardía la revolución que acaudillaba
el General Serapio Cruz; en la Asamblea los liberales estaban
divididos y subdivididos, divisiones que los conservadores y el
clero estimulaban y dirigían con la mira del regreso de Carrera,
uniéndose o separándose de los grupos liberales según conviniera.
Poco más de un mes estuvo en la Presidencia el señor Escobar.
Renunció el 27 de diciembre, y la Asamblea nombró en su lugar
al señor Manuel Tejada, quien, comprendiendo las dificultades del
momento renunció, con lo que se llegaba al plan oculto que los
carreristas, el cual era que el General Mariano Paredes se hiciera
carga de la presidencia para que llamara a Carrera y le entregara el
Poder, no obstante que al prestar el juramento de ley prometió otra
cosa. Paredes ya estaba entendido con los conservadores, y poco
después nombró Comandante General al Teniente General Rafael
Carrera. Sus divisiones perdieron a los liberales. El 8 de agosto de
1849 entró en la ciudad de Guatemala el antiguo caudillo de Mita
con todos los honores de un triunfador, y Barrundia y Montúfar
salían emigrados con destino a El Salvador. La presencia de
Carrera como jefe de las armas de Guatemala, trajo la inquietud
compendio de historia de centroamerica 267

en Centroamérica, porque su primera preocupación fué eliminar


de los gobiernos de Honduras y El Salvador a los políticos que no
le eran sumisos. Inició una política agresiva contra el Presidente
Lindo de Honduras, y aun excitó públicamente los salvadoreños
para que derrocaron a Vasconcelos. La guerra se produjo como
consecuencia en la que Honduras y El Salvador fueron aliados.
Carrera, bien prevenido, había ocupado lo hacienda La Arada.
Vasconcelos depositó la Presidencia en Don Francisco Dueñas,
amigo en el fondo de Carrera, y con disimulo también amigo
de Vasconcelos. Este, no siendo militar, nombró General en
Jefe a Isidoro Saget; el mismo que habiendo sido compañero de
Morazán; se había aliado con Malespín y cuya conducta ya era
dudosa. Las disposiciones torpes o calculadas de Saget dieron el
triunfo a Carrera. Tan seguro se consideraba de él que ni siquiera
contestó los proposiciones de arreglo que le dirigió Vasconcelos.
La batalla de La Arada se libró el 2 de febrero de 1851. Los
separatistas consideraron esta derrota de los unionistas como
cosa definitiva. Vasconcelos no volvió a la Presidencia. El señor
Dueñas, pasó a ser el Presidente efectivo, y en seguida celebró un
tratado de alianza con Carrera. En Guatemala, la reacción volvió
a las ideas de los viejos tiempos coloniales: nombraron Capitán
General a Carrera, y el pabellón que era el mismo federal fué
cambiado, agregándole los colores rojo y gualdo de la monarquía
española. Después se hizo nombrar Presidente por una Asamblea,
presidencia que la convirtieron por decreto en vitalicia.
EL TRATADO CLAYTON BULWER.– Cruzados los
Estados Unidos entre las pretensiones de Inglaterra y los derechos
de Nicaragua, enarbolaron como razón la llamada Doctrina
de Monroe, que negaba a Europa todo intento de conquista en
América, o a establecer protectorados, o a implantar el sistema
monárquico, y las relaciones entre los dos países sajones, en
diametral oposición, se pusieron tirantes. Inglaterra parecía
no querer retroceder en su sueño de dos siglos, de apoderarse
de la vía interoceánica de Nicaragua; pero los Estados Unidos
habían crecido lo suficiente para desvanecer el sueño. El Consul
Chatfield se había arrogado las facultades de gobernador en San
268 sofonias salvatierra

Juan del Norte: decretaba impuestos y apresaba y aun sometía a


tormento a los nicaragüenses que llegaban a comerciar al puerto.
Por último, antes que la guerra, Inglaterra prefirió firmar el tratado
Clayton Bulwer, en Washington, el 19 de abril de 1850. Por ese
tratado, tanto los Estados Unidos como Inglaterra convinieron
en “no ejercer dominio sobre parte alguna de Centroamérica,
ni hacer uso de protectorado de ninguna clase”. Así Nicaragua
pudo en este aspecto vivir con menos inquietud. Sensato hubiera
sido, en presencia de tan grave situación internacional para
Centroamérica, que aquellos hombres, procediendo como era
debido, reorganizaran la República Federal, dando de esta manera
estabilidad a la Patria Independiente, y sentando bases seguras
para un más rápido desarrollo de su progreso y su cultura. Pero
los reaccionarios de Guatemala prefirieron más bien armonizarse
con el Cónsul Chatfield.
OTRA REVOLUCION EN NICARAGUA.– El 14 de marzo
de 1851 fué declarado electo Supremo Director de Nicaragua, el
integérrimo ciudadano Licenciado Don Laureano Pineda, pero
renunció el cargo alegando insuficiencia. No era eso verdad.
El Licenciado Pineda se distinguía en el país por su ilustración
y notoria honestidad. Lo que pasaba era que los hombres de
esta clase, le tenían horror al ejercicio del poder, por la forma
primitiva de aquella política, cuya esencia se la daban los
egoísmos personalistas y los Iocalismos. No obstante, tuvo que
aceptar, y tomó posesión de su alto cargo el 12 de mayo de 1851.
La conciliación fué su primer deseo, y con el fin de realizarla
acordó la traslación de la sede del Gobierno a Managua, como
término medio entre Granada y León. También favoreció los
trabajos para que se realizara la reorganización de la República
Federal. Pero a la inquietud de los políticos se agregó la intriga
de los separatistas de Guatemala por medio del obispo Viteri,
que lo era de Nicaragua, y el General Trinidad Muñoz, que era el
Comandante General, redujo a prisión el 4 de agosto al Supremo
Director y a sus Ministros Días Zapata y Castellón y los expulsó
con dirección a Honduras, en donde el Presidente Lindo les prestó
auxilio para restablecer en Nicaragua el orden constitucional
compendio de historia de centroamerica 269

alterado. Las fuerzas hondureñas marcharon hacia Chinandega,


y los revolucionarios de León capitularon bajo la promesa de
un salvoconducto. Muñoz salió expatriado a El Salvador. La
capital se estableció definitivamente en Managua. Pudo de esta
manera nombrarse los diputados a la Asamblea Constituyente de
Centroamérica, que se reunió en Tegucigalpa el 9 de octubre de
1852. La Asamblea decretó un estatuto Federal. Pero como al
año siguiente gobernaba en Nicaragua Don Fruto Chamorro que
obedecía a las intrigas de Carrera, y Don Francisco Dueñas en
El Salvador separatista de la misma manera, el Estatuto no fué
aprobado.
Mientras en Nicaragua se peleaba en guerra civil por la
disputa de los partidos, Inglaterra proseguía en su propósito de la
vía interoceánica. Bajo su amparo San Juan del Norte se proclamó
en república independiente en 1852, y en el mismo momento
que conforme el tratado Clayton Bulwer reconocía los derechos
soberanos de Nicaragua sobre aquel lugar, la Gran Bretaña
declaraba que San Juan del Norte y la Costa de los Mosquitos
podían ser independientes. El Congreso de Nicaragua desconoció
los sucesos de San Juan del Norte en decreto de 9 de octubre de
aquel mismo año.
GUERRA ENTRE LEGITIMISTAS Y
DEMOCRATICOS
LA REFORMA CONSTITUCIONAL PROPUESTA POR
DON FRUTO CHAMORRO.–Electo Don Fruto Supremo
Director para suceder al Licenciado Pineda, tomó posesión
del cargo el primero de abril de 1853. Uno de los candidatos
derrotados en los comicios fué el Licenciado Francisco Castellón.
Ya sea por temperamento o por convicción, o por las dos cosas,
Chamorro subió al poder con el firme propósito de organizar un
Gobierno fuerte para mantener el “orden”, como él decía. Buena
y necesaria era la idea; pero Don Fruto para conseguirlo procedió
como caudillo que manda sin contradicción y sin consultar con
nadie, como Jefe de la Nación que obedece a un mandato. En su
mensaje inaugural reveló sus intensiones dictatoriales. “Prevenir
270 sofonias salvatierra

los males antes que remediarlos”, “hacer el bien del Estado tal
como él lo entendiese”, decía; con lo cual echaba por tierra el
principio democrático, y restablecía el sistema absolutista del
pasado. De este modo demostraba que tenía más capacidades para
mandar como dictador que para gobernar como estadista, y que
no entendía, que si en verdad buscaba el orden, con esa actitud
tan personal y violenta no obtendría otro fruto que el desorden,
como en efecto ocurrió. Para llevar adelante sus propósitos lo
primero que hizo fué convocar una Asamblea Constituyente con
el fin de formar una Constitución que confiriera mayores poderes
al Supremo Director. Juzgando sincero el pensamiento, para el
bien de la nación, Don Fruto no se equivocaba. Treinta años de
revueltas sangrientas reclamaban un reajuste constitucional más
en armonía con el estado anárquico de la sociedad y los modos
populares. Pero esto que debió ser la obra del Gobierno en armonía
con los altos círculos políticos del país, para darle un carácter de
necesidad social, Don Fruto quiso hacerlo como un acto de su
exclusiva voluntad y tal como él personalmente lo entendiese.
Con lo cual cometía una falta inexcusable, porque además de que
alteraba el orden democrático establecido en Nicaragua, como en
las antiguas colonias españolas, ni siquiera se cuidó de cubrir las
consecuencias oligárquicas que era lógico esperar. si esta política
personalísima de Don Fruto hubiera sido vista con indiferencia
por los otros sectores sociales del país.
Verificadas las elecciones para la Constituyente, el Gobierno
no pudo conseguir que en los Departamentos occidentales, en
León y Chinandega, no salieran designados representantes por el
partido de oposición. Y precisamente fueron electos los hombres
más notables: los Licenciados Francisco Castellón, Hermenegildo
Zepeda, Sebastián Salinas y José Guerrero, y los Drs. Máximo
Jerez y Rosalío Cortés.
Era natural que Don Fruto le tuviera miedo a esta
representación, con la cual era poco menos que imposible que se
hiciera una Constitución a todo su gusto. Con razones verdaderas
o falsas, el señor Chamorro acusó de conspiradores a casi todos
los diputados opositores y a los amigos de éstos, y a varios de ellos
compendio de historia de centroamerica 271

las hizo conducir presos a Managua. No se les probó nada, aunque


Don Fruto dijo que Ias pruebas obraban en el archivo secreto, el
cual jamás se conoció, y los expulsó por el lado de Honduras. Esta
expulsión produjo una gran sensación en el país. Sin detenerse, la
Asamblea Constituyente se instaló el 11 de diciembre de 1853,
ausente gran parte de la representación occidental. Antes de
elaborar el nuevo Código, la Asamblea se anticipó a decretar las
facultades extraordinarias al Ejecutivo que iban a establecerse, a
cambiar la denominación del Estado por la de República, y la de
Supremo Director por la de Presidente, lo cual era una notificación
a Honduras de que rompía Ios pactos federalistas, y de que Don
Fruto se enfilaba con la política de Carrera, enemigo de Cabañas,
que gobernaba en aquel Estado. La falta de tacto de Chamorro
provocaba dificultades en el interior y en el exterior de Nicaragua.
La Asamblea hizo aun más. Nombró presidente a Don Fruto para el
primer período, posponiendo el voto popular, con lo cual se creaba
un antecedente fatal. que después se ha repetido, y se declaraba
a sí misma en Legislativa, ejemplo indebido que no ha dejado
de reproducirse con perjuicio de las instituciones. Un estado de
guerra entre Honduras y Guatemala vino a determinar el apoyo
que Cabañas daría a emigrados nicaragüense; porque debiendo
el Presidente Chamorro prestar auxilio a Honduras por el tratado
recíproco celebrado en 1851, en virtud del cual el Presidente Lindo
se lo prestó al Licenciado Pineda para restablecerse en el Poder,
Don Fruto no lo hizo, sino que más bien pactó alianza con Carrera.
INVASION DE LOS EMIGRADOS.– Efectivamente con
el apoyo de Cabañas, los emigrados, dirigidos por Castellón y
Jerez, este último como General en Jefe, desembarcaron en El
Realejo el 5 de mayo de 1854. Don Fruto reunió un ejército
y se trasladó a León, en donde el 10 del mismo mayo dictó un
decreto terrible en que ordenaba que cualquiera de los emigrados
que se encontrara en el territorio de Nicaragua fuera fusilado, lo
mismo que el revolucionario que se tomara con las armas en las
manos, sin más trámite que la pronta ejecución, declarándose
responsable al que no lo hiciera, Jerez dictó también un decreto en
que llamaba a todos sin distinción de colores políticos, prometía
272 sofonias salvatierra

restaurar las instituciones y declaraba traidores a la patria a los


que directa o “inderectamente auxiliaron al tirano del Estado”.
La suerte de Nicaragua estaba en las manos de dos hombres,
que en armonía le hubieran ofrecido los más grandes bienes,
pero que separados darían origen a los mayores desastres. De
carácter terco los dos, firmes en sus resoluciones ninguno cedía
en su punto de vista. Ambos dominados por el capricho y el
amor propio. Los dos encarnaban ideologías contrarias. Jerez se
dirigía hacia la democratico y la Federación, Chamorro hacia el
centralismo y el fraccionamiento definitivo de la República. Los
dos amaban a su patria, aunque por opuestos caminos. Ambos
valientes y de talento. Jerez más ilustrado y más idealista. Fué
entonces cuando empezaron a definirse los partidos en Nicaragua.
Proposiciones doctrinarias y circunstancias Iocalistas, así como
conveniencias personales vinieron formando los que después se
han llamado liberales y conservadores. Dos hombres diferentes,
cada uno con su particularidad, dieron las líneas generales de este
hecho trascendental, que tan determinante ha sido en la suerte de
Nicaragua, además de su situación y accidentes geográficos.

Fruto Chamorro Máximo Jerez


compendio de historia de centroamerica 273

Jerez adoptó la divisa roja y dió a su partido el nombre


Democrático, y Don Fruto denominó al suyo Legitimista y le
puso la divisa blanca con la leyenda de legitimidad o muerte, que
revelaba el temperamento indomable del señor Chamorro Jerez
avanzó sobre Chinandega y de aquí sobre León. Don, Fruto salió
a su encuentro siendo derrotado en la hacienda. El Pozo el 13
del mismo mayo. La derrota hubiera sido definitiva, si Jerez lo
persigue inmediatamente hasta Granada. Chamorro logró llegar
a esta última ciudad el día 18, y entonces empezó a organizar la
defensa. Jerez no llegó hasta el 26 y ocupó el barrio de Jalteva,
que está en la parte alta de la ciudad. Sería largo y aun penoso
narrar en detalle las peripecias de la lucha sangrienta que tuvo
lugar en los alrededores de Granada. Durante ocho largos meses se
derramó sangre de hermanos con una obstinación de muy ingrato
recuerdo. Se intentó inútilmente la inteligencia de los dos bandos.
Cada uno quería ser reconocido, y el legitimista exigía aun más,
que los democráticos se entregaran a discreción con la amenaza
de ser fusilados o expatriados, sin excluir a soldados, porque debía
cumplirse el decreto del 10 de mayo. Los democráticos habían
organizado un Gobierno Provisional presidido por el Licenciado
Castellón como Supremo Director. Impotente Jerez para tomar
Granada, se reconcentró a León a principios de febrero de 1855, y
débil Don Fruto para vencer a su rival, no pudo perseguirlo hasta
derrotarlo.
LA EXPEDICION DE WILLlAM WALKER Y SU
FALANGE.– California era en aquel tiempo una región de
aventuras. Las minas de oro descubiertas allá atraían a los hombres
de oportunidad y los devolvían con la mente llena de ilusiones
aventureras. Uno de esos hombres, Byron Cole, vió desde lejos
la fratricida matanza nicaragüense, y pensando que se le ofrecía
una “oportunidad”, voló al campo mismo de la guerra civil, como
vuela el cuervo allá donde hay cadáveres en descomposición. Y
se dirigió a León y celebró con Castellón el 28 de Diciembre una
contrata para traer una partida de norteamericanos auxiliares de
los democráticos. También los Iegitimistas intentaron verificar
una contrata igual en el mismo centro de aventureros llamado
274 sofonias salvatierra

California; y Jerez otra con extranjeros. Aquello era la gran locura


de las pasiones ciegas y a la desbandada. La única contrata que
dió resultado fué la de Byron Cole. Este la traspasó a William
Walker, aventurero norteamericano que había expedicionado en el
Estado de Sonora, México, pretendiendo conquistas que no pudo
verificar. Walker nació en Nashville el 8 de marzo de 1824. Era
de espíritu inquieto y aventurero. Estudió en la Universidad, y
se hizo médico y abogado; también fué periodista, y por último
pensó que había nacido para filibustero, y siguió la carrera del
bandidaje. Salió de San Francisco el 4 de mayo de 1855, a bordo
del bergantín Vesta, con 58 de sus compañeros de Sonora, tan
desalmados como él.
NUEVOS TRABAJOS PARA LA PAZ.– Antes del arribo del
filibustero los hombres de la democracia quisieron hacer la paz
con los Iegitimistas, y aun interesaron al pueblo de El Salvador,
que lo presidía Don José María San Martín. Este envió como
mediador al Padre Manuel Alcayne. Uno de los democráticos
más interesados en la paz era el General Trinidad Muñoz,
quien Ilamado de El Salvador, donde estaba desterrado por los
sucesos contra Pineda, se había hecho cargo del comando de
las fuerzas democráticas, y estaba en inteligencias directas con
el General Ponciano Corral, que era en ese momento General en
Jefe de las fuerzas legitimistas. Los democráticos manifestaron
al mediador, que en último término aceptarían deponer las armas
con un salvoconducto. El 12 de Junio llegó a Granada el Padre
Alcayne, y el Licenciado Don José María Estrada, que presidía a
los legitimistas, porque Don Fruto Chamorro había muerto el 12
de marzo del mismo año, le manifiesto que el Gobierno legítimo
no podía tratar con rebeldes, y que lo más que podía conceder
era un indulto para lo democráticos de sargento abajo. Y esto
ocurría precisamente cuando Walker estaba ya en las playas de
Centroamérica.
compendio de historia de centroamerica 275

WALKER EXPEDICIONA EN EL DEPARTAMENTO DE


RIVAS Y SU DERROTA DEL 29 DE JUNIO.– El filibustero arribó
al Realejo el 18 de junio (47). Walker solicitó ser despachado a
la región de Rivas, con el oculto fin de apoderarse de la vía que
ocupaba la Compañía del Tránsito. Castellón se lo permitió muy
a disgusto, apremiado por la amenaza de los Iegitimistas que
amagaban León. Muñoz que sentía repugnancia por la presencia
del filibustero, facilitó que llegara a conocimiento de Corral el
avance de Walker sobre Rivas. Así prevenidos los legitimistas,
se salvaron de la sorpresa. Pusieron espías en las costas de Brito,
y así se dieron cuenta del desembarco del filibustero en la Playa
del Gigante. Los de la ciudad se aprestaron a la defensa. De
todos los pueblos del Departamento concurrieron. Agricultores
y artesanos tomaron las armas. El 29 de junio en la mañana
se presentó Walker con sus veteranos de Sonora. Reñido fué el
combate. Impotente Walker para tomar la plaza en las primeras
horas de lucha, se encerró en la casa de Don Máximo Espinosa,
y de allí con sus tiros certeros diezmaba a los rivenses. Entonces
el joven Manuel Mongalo se provee de una tea, y con heroica
resolución se adelanta y le pone fuego a la casa que servía de
guarida a los asaltantes. WaIker se ve obligado a desocupar la
casa y a emprender la retirada. Llegó a San Juan del Sur y de allí
a El Realejo. En el primer choque que los filibusteros tuvieron
con los nicaragüenses, los nativos supieron combatir con decisión
y vencer.
COMBATE EN EL SAUCE. MUERTE DE MUÑOZ.
WALKER DERROTA A GUARDIOLA EN LA VIRGEN.– En
esos días había llegado el General Santos Guardiola, caudillo
separatista hondureño, a hacer causa común con los legitimistas,
y expedicionaba por Segovia. Salió Muñoz de León a atacarlo.
El combate tuvo lugar en El Sauce, el 18 de agosto. Y al ser
derrotado Guardiola el jefe vencedor perdió la vida. Guardiola
se reconcentró a Granada y de aquí lo despacharon a Rivas a

(47) Gámez “Historia de Nicaragua”, dice que arribó el 13. El mismo Gámez,
“¿Quién era WaIker?”, que arribó el 18. Jerónimo Pérez “Memorias”, que arribó el
13. James Jeffrey Roche, “Historia de los filibusteros”, que arribó el 16.
276 sofonias salvatierra

atacar a Walker, que había regresado a posesionarse de la línea


del Tránsito. La Virgen se llamaba un puerto del Gran Lago que
la Compañía del Tránsito había formado. Allí estaba el filibustero
y allí fué Guardiola a darle batalla. Pero el hondureño adoptó la
extraña actitud de emborrachar a su tropa, borracho él mismo, y
de disparar sus piezas de artillería, como si quisiera dar aviso a
WaIker. Naturalmente el filibustero se preparó, parapetando a sus
camaradas tras los árboles y las casas, de manera que literalmente
fusiló al ejército atacante y lo puso a la desbandada. Esto ocurrió
al mediodía del 3 de Septiembre, y pocos días después Castellón
moría en León, del cólera, peste que entonces asolaba a Nicaragua.
LA TOMA DE GRANADA POR WALKER.– En esos días
cayeron en poder de Walker unas cartas en que se decía que
Granada estaba desocupada. Inmediatamente el filibustero se
apoderó del vapor Virgen, propiedad de la Compañía, embarcó
a su gente en la noche del 12 de octubre y se dirigió a la ciudad
desvalida, llevando apagadas las luces. Desembarcó cerca, en la
madragada del sábado 13, y tomó Granada casi sin disparar un solo
tiro. La columna de Walker se engrosó con una buena cantidad
de democráticos presos y encadenados por los legitimistas en las
cárceles de Granada y libertados por los asaltantes. La sorpresa
de los habitantes de la ciudad fué de terror; pero no tardaron en
reaccionar. Apartando el dogma de legitimidad o muerte, quisieron
atraerse al más ilegítimo de sus contrarios, al aventurero, y reunida
la Municipalidad el día siguiente 14, con asistencia de los más
prominentes vecinos, proclamó nada menos que Presidente de
Nicaragua al filibustero. Por otra parte, comprendiendo WaIker la
clase de propósitos que movía a los hombres de entonces, envió
una comisión compuesta de legitimistas notables al encuentro del
General Corral, que ya venía a marcha forzada de Rivas a recuperar
Granada, para proponerle que antes que pelear se unieran los dos
y gobernaran Nicaragua. Corral como Presidente y WaIker como
Jefe del Ejército. En Nandaime se encontraron al jefe legitimista,
el cual, estimulado por su vieja ambición, en vez de dirigirse a
desbaratar a Walker, marchó hacia la ciudad de Masaya, en donde
se había refugiado el Presidente legitimista Licenciado Don José
compendio de historia de centroamerica 277

María Estrada, con su Gabinete, el día de la toma de Granada.


WALKER IMPONE LA PAZ A LOS LEGITlMISTAS.
CONVENIO DEL 23 de Octubre.– Corral quería aceptar la
propuesta del aventurero; pero quería también la aprobación de
Don José María Estrada. Entonces Walker, adoptando medidas
drásticas, de Ia misma naturaleza de las que había tomado
Don Fruto con su decreto de 10 de mayo, que aplicó con todo
rigor, redujo a prisión a los principales legitimistas de Granada,
entre los cuales estaba el Ministro de Relaciones Exteriores,
Licenciado Mateo Mayorga. Este alto personaje, no pudo huir el
13 y el Ministro de los Estados Unidos, Mr. Weeler, le dió asilo
en la Legación, ofreciéndole expresamente toda garantía. Pero
cuando el filibustero apresó a los legitimistas, el Ministro Weeler,
amparando los planes de su compatriota, no tuvo inconveniente
de entregar a su refugiado. Para inclinar a Estrada a celebrar la
paz, Walker le notificó que si inmediatamente no se entendían con
él fusilaría a los presos, y como Estrada vaciló, Walker mandó
a ejecutar en la madrugada del 22 de octubre al Licenciado
Mayorga. Para escoger a su víctima, el filibustero deliberó con
sus oficiales extranjeros sobre cuál de los legitimistas era más
conveniente matar. Seguramente comprendió los modos de la
política de entonces, tan personal y Iocalista, y calculó que siendo
Mayorga originario de León y a la vez afiliado a la legitimidad,
sacrificándolo conseguía dos cosas: para los Ieoneses era al
legitimista al que mataba, para los granadinos era al leonés. Algo
de ésto pudo ser cierto, por la conducta que en seguida observó
Corral. Al saberse en Masaya el asesinato de Mayorga, como es
natural se produjo una gran consternación. Entonces Estrada,
cediendo a la súplica de los presos de que aceptaran las exigencias
de Walker, autorizó a Corral para que fuera a Granada a pactar la
paz con el filibustero. Se observa en la mayoría de los hombres
una poca airosa característica. Cuando otros son los que deben
morir, se es inflexible, máxime si la muerte de los otros es en
nuestra conveniencia, como en el caso de la legitimidad o muerte;
pero cuando los inflexibles son los que van a morir, los términos
se cambian y todo se concede aun las más extremas exigencias,
278 sofonias salvatierra

máxime en los negocios políticos tan personales de estos países. El


día siguiente 23 el jefe legitimista se trasladó a Granada y celebró
con Walker un convenio en que se acordaba que se disolvieran
los dos Gobiernos, el legitimista y el democrático, consiguiendo
Corral que se haría cargo del Poder Don Patricio Rivas, partidario
de la legitimidad, con el título de Presidente Provisional; que se
echaría un velo sobre todo lo pasado, y otras cosas más. Cuando
Corral regresó a Masaya con estos convenios, se manifestó muy
complacido de la caballerosidad y nobles sentimientos de Walker,
sin embargo de que aun estaba fresca la sangre de su compañero
Mayorga. Todavía pensaba quizá que Walker le daría el poder,
porque es constante en nuestra historia que la mayoría de los
políticos lo sacrifican todo a la ambición de mandar, y de ahí que
piensen y hagan las más penosas incoherencias. Don José María
Estrada disolvió su gobierno y emigró a Honduras.
MUERTE DE CORRAL.– Hasta que estaban bajo la férula
de un aventurero, los políticos no resolvieron hacer la paz. Estrada
emigró a Honduras. Corral volvió a
Granada a hacerse cargo del
Ministerio de la Guerra del nuevo
Gobierno, y lleno de alegría decía
públicamente: “le ganamos con el
mismo gallo a los democráticos”.
Pero cuando vió que también
nombraron Ministro de Relaciones
Exteriores a Jerez, y que el Gobierno
se repartía entre los hombres de los
dos partidos y no solamente entre el
propio Corral y Walker, se disgustó y
escribió unas cartas a Guardiola y a
otro hondureño, el General Pedro
Xatruch, suplicándoles que vinieran William Walker
en su ayuda, y las envió al General
Martínez, que era Comandante de Managua, para que las hiciera
llegar a su destino. Martínez se las confió a un tal Benito Lagos
que había sido perseguido por los legitimistas. Lagos en venganza
compendio de historia de centroamerica 279

se dirigió a Granada y entregó las cartas al General José María


Valle y éste a Walker. El aventurero apresó a Corral, lo hizo juzgar
en consejo de guerra compuesto de extranjeros y lo pasó por las
armas a las 2 de la tarde del 8 de Noviembre, diez y seis días
después de celebrados los convenios.
COSTA RICA LE DECLARA LA GUERRA A LOS
FILIBUSTEROS.– Don José María Estrada no pudo conseguir
auxilios de Guardiola quien desde febrero de 1856 era Presidente
de Honduras, ni aun los más pequeños. La misma actitud pasiva
observaban los Estados de El Salvador y Guatemala. En cambio
WaIker, aumentaba sin cesar el número de sus aventureros y el
18 de febrero se había apoderado de los vapores y demás bienes
de la Compañía del Tránsito, y aun planeaba hacer la conquista
de todo Centromérica. Y en Nicaragua timbucos y calandracas
persistían con tenacidad incalificable, frente a frente, con insensata
hostilidad, como en otros tiempos lo hicieron cakchiqueles quichés
ante el conquistador español.
En presencia de tantos peligros, en Costa Rica el Presidente
Mora le declaró la guerra a WaIker, y el 4 de marzo avanzó sobre
Nicaragua. Se encontró el 20 de marzo con las fuerzas filibusteras
en la hacienda Santa Rosa, cerca de Liberia, y las derrotó en
catorce minutos. Siguió hasta Rivas, ciudad que ocupó el 8 de
abril. Walker entonces al frente de 600 aventureros marchó
desde Granada contra los costarricenses, abriendo los fuegos en
la mañana del 11 de abril. Veinte horas duró la batalla, en que
se combatió duramente. Los filibusteros como era su costumbre,
se encerraron en una casa que llamaban mesón de Guerra, y
desde allí mataban a los costarricenses con su puntería certera.
Era necesario desalojarlos, y no había otro modo que hacer lo
que Manuel Mongalo ejecutó en el mismo Rivas el 29 de junio
del año anterior, esto es, incendiar el mesón. Para esta acción
heroica se ofreció decidido el soldado Juan Santamaría, originario
de Alajuela, y a quien por apodo le llamaban el erizo. Ataron
en la punta de una lanza un trapo que empaparon de brea, y le
prendieron fuego; con ella corrió resuelto el héroe, y al clavar la
lanza en el techo de la casa un certero disparo de los aventureros
280 sofonias salvatierra

le quitó la vida terrena, pero lo hizo inmortal en la historia. (48)El


fuego se comunicó rápidamente a todo el edificio, y los filibusteros
emprendieron la retirada, reconcentrándose a Granada. En medio
de un triunfo, los costarricenses fueron atacados de la terrible
plaga del cólera, y tanto por esto como por un aviso que recibió
Mora de conatos revolucionarios para arrojarlo del poder, ordenó
la retirada hacia su país.
EL CASO DE DOMINGO GOICURIA.– El General
Domingo Goicuria era un revolucionario cubano que pretendía
la independencia de su patria del dominio español. Vino a
Nicaragua en esos días y se presentó a Walker, ofreciéndole su
ayuda si el filibustero le auxiliaba en cambio para libertar a Cuba.
Esta terrible contradicción revela el estado de conciencia de tantos
hombres que han dirigido pueblos o acaudillado movimientos de
carácter libertador. Goicuría deseaba la independencia de Cuba y
cooperaba a la esclavitud de Nicaragua apoyando a un filibustero.
Expedicionó en Chontales por orden de Walker, en donde ejecutó
los actos más crueles, con lo cual dejó probado que no era
realmente un libertador; sino un verdadero aventureros. Andando
los años cayó en poder de los españoles de Cuba y lo ejecutaron
dándole garrote.
LOS DEMOCRATICOS ROMPEN CON WALKER.–
Poco a poco el Gobierno Provisional que presidía Don Patricio
Rivas, fué preparando el momento propicio para arrojar a Walker
del territorio centroamericano. Mientras el filibustero atacaba
a Mora en Rivas, Don Patricio trasladó la sede del Gobierno
de Granada a León, y se puso en comunicación secreta con el
Presidente de Costa Rica con el fin de establecer inteligencias. A
la vez envió comisionados ante los Gobiernos de Guatemala y El
Salvador al Licenciado Pedro Zeledón yal Dr. Gregorio Juárez,
con el objeto de concertar alianzas. Estas misiones tuvieron un
éxito feliz. Mediante tratados, concluidos el de El Salvador el
17 de junio de 1856, aquellos dos países hermanos resolvieron

(48) Al día siguiente, 12, era pública En Rivas la acción heroica de Juan
Santamaría, según testimonio de personas que estaban allí ese día.
compendio de historia de centroamerica 281

enviar sus ejércitos a Nicaragua para cooperar en la expulsión


del filibustero. Las tropas de Guatemala venían comandadas por
el General Mariano Paredes y las de El Salvador por el General
Ramón Belloso. En el mismo momento que Don Patricio
Rivas verificaba estas aproximaciones con los otros Estados de
Centroamérica, enviaba comisionados a Choluteca y a Somotillo
concertar la reconciliación con los legitimistas, pero Don José
María Estrada no quiso apartar su fatídico lema de legitimidad o
muerte.
En esos días Walker pretendía hacerse Presidente de
Nicaragua, y exigió del Gobierno Provisional un decreto en que
declararon nulas las elecciones que se habían verificado poco
antes, y convocara al pueblo a un nuevo acto electoral. Con
este objeto el cabecilla filibustero se trasladó a León al frente
de 300 de sus aventureros, El Presidente Rivas dictó el decreto;
pero al regresarse Walker a Granada lo derogó y declaró traidor
al filibustero. Este, sin embargo, se proclamó Presidente el 12
de julio, e inmediatamente restableció la esclavitud y propuso
a comerciantes norteamericanos le venta del Departamento de
Matagalpa, con lo cual incluía en la esclavitud a la raza indígena.
Tan seguro le parecía estar en su conquista el aventurero, que hasta
la bandera de la nación libre la cambió por la filibustera. Las fajas
azul las hizo más angostas y la blanca más ancha, y en el centro de
ésta puso una estrella roja.
MUERTE DE DON JOSE MARIA ESTRADA.– Durante
su emigración el Licenciado Estrada no pudo conseguir
ninguna ayuda de su antiguo amigo Guardiola, ni de Carrera
ni del Gobierno de El Salvador. Los hombres de esos Estados
entendieron seguramente, que lo sensato era sumar las fuerzas
de todos, para sacar al enemigo común, máxime cuando vieron
a los democráticos trabajando con decisión en tal sentido. Pero
el Licenciado Estrada. pensando todavía con mentalidad colonial,
como dos años antes, se internó en Nicaragua por el lado de
Somotillo, enarbolando la bandera de legitimidad o muerte.
Dispuso que su gente con los pocos elementos con que contaban
siguieran hasta Matagalpa y él insistió en dirigirse al Ocotal con
282 sofonias salvatierra

los hombres del gobierno legitimista y una pequeña escolta. Al


saberlo los de Somoto, enviaron un destacamento a desalojarlo
de Ocotal. Tomado por sorpresa el Licenciado Estrada, apenas
pudo huir; pero fue alcanzado y muerto al pasar el río que corre
cerca de la ciudad, el 13 de agosto de 1856. Para sustituirlo en
la jefatura del grupo legitimista, nombraron a Don Nicasio del
Castillo. En el Ocotal, Estrada todavía escribía en sus cartas, que
primero muerto que ceder al principio de la legitimidad.
GUERRA NACIONAL
LOS PACTOS DE CONCILIACION DE LOS PARTIDOS
DEL 12 DE SEPTIEMBRE.– Entre algunos hombres principales
de la legitimidad se agitaba por fin la idea de hacer la paz con
los democráticos, en presencia de las realidades insuperables
del momento. El Salvador y Guatemala habían reconocido al
Gobierno de Don Patricio y se habían negado a apoyar corno
gobierno legítimo al de Don José María Estrada; en virtud de
aquel reconocimiento los ejércitos de Guatemala y El Salvador
estaban en León desde el mes de julio, y se negaban a avanzar
sobre Walker mientras no hubiera conciliación entre los partidos
rivales de Nicaragua, de modo que no se combatiera sino a un
sólo enemigo: el filibustero, y además los elementos legitimistas
estaban mal armados, con lanzas. machetes y unos pocos rifles. A
la vez los Generales centroamericanos los invitaban a que pactaran
una avenencia para salvar a Nicaragua. Por fin dispusieron que el
General Tomás Martínez, jefe militar de los legitimistas y Don
Fernando Guzmán, se trasladaran a León en concepto de delegados
a verificar el convenio. Este se firmó el 12 de septiembre, en virtud
del cual se disolvía el gobierno legitimista, se reconocía el de Don
Patricio Rivas con un gabinete mixto, y se dejaba para después
de la expulsión del filibustero la organización de un Gobierno
constitucional (49). Para la consecución de estos fines elevados,
contribuyó mucho el Dr. Rosalío Cortés, consejero y amigo de
Martínez.

(49) Por muchos años llamaron en Nicaragua al arreglo conciliador del 12 de


septiembre de 1856, “pacto providencial”, Ojalá no se olvidara esto jamás.
compendio de historia de centroamerica 283

EL COMBATE DE SAN JACINTO.– Walker abastecía su


provisión de boca con los ganados de las haciendas de los Llanos,
que están en la región norte del Lago de Managua. Con el fin
de impedir esto, El General Martínez, antes de partir para León,
ordenó al entonces Coronel José Dolores Estrada, que unos cien
hombres se situaran en un lugar conveniente de esa región, y
ocupó la hacienda San Jacinto. Al saber esto Walker, destacó un
pelotón de sus filibusteros para observar la posición de Estrada.
El 5 de Septiembre se presentaron en San Jacinto, y fueron
rechazados después de un ligero tiroteo. Walker que no gustaba
de sufrir contradicciones, envió una columna más numerosa de
120 hombres, cuyo comando lo obtuvo Byron Cole, el mismo
que contrató a los aventureros. Al amanecer del 14 del mismo
septiembre abrieron los fuegos sobre la casa de la hacienda,
que estaba rodeada de corrales de piedra y de madera. Estrada
permanecía descuidado; pero la sorpresa no fué suficiente para
desconcertar a los nicaragüenses. Los filibusteros combatían con
armas de precisión, y los nativos con fusiles de chispa, que se
cargaban por la boca. Hubo actos de arrojo y sangre fría como la del
sargento Andrés Castro, quien habiendo disparado su fusil contra
un filibustero que lo atacaba con revólver, sin anonadarse ante el
peligro inminente, con toda rapidez logró derribar al contrario de
una pedrada. El Coronel Patricio Centeno, el segundo de Estrada,
aconsejó un movimiento de flanqueo contra los atacantes, y así
lograron ponerlos en completa derrota. Entre los aventureros
muertos se contó a Byron Cole. Estrada, desarmado como estaba,
no pudo perseguirlos.
LOS ALIADOS AVANZARON HASTA MASAYA,
CONBATES DEL 12 AL 19 DE OCTUBRE.– Los aliados, que
así se llamaron los ejércitos que en esa época combatieron contra
Walker, no avanzaron en busca de filibustero, sino hasta el 18
de septiembre; iban cabizbajos y pesimistas, porque lo creían
invencible, y porque no confiaban en la conciliación pactada entre
los partidos. Las avanzadas de Walker llegaban hasta Nagarote .
Estas se reconcentraron a Managua, en donde dieron fuego a la
casa del Gobierno y siguieron a Masaya. Los aliados llegaron
284 sofonias salvatierra

a Managua el 24 de septiembre, en donde supieron la victoria


de San Jacinto, la cual celebraron con estruendoso entusiasmo:
convenciéndose de que los hijos del país eran capaces de arrojar
a aquella gavilla de aventureros, cuya presencia en Nicaragua
sólo pudo hacerla posible la división fatal e irreconciliable de
los partidos. Los aliados pensaron que Walker Ios resistiría en
Masaya, y hacia esta ciudad se dirigieron, ocupándola sin pelear el
2 de octubre. Los filibusteros se habían reconcentrado a Granada.
A su vez el Coronel Estrada, al saber el avance del ejército aliado,
se puso él mismo en movimiento de San Jacinto a Masaya, en
donde entró el 6 del propio octubre entre los hurras clamorosos
de los soldados centroamericanos. Aquí el Coronel Estrada debía
demostrar la razón del pesimismo que enervaba el espíritu de la
generalidad. Cuando supo que su jefe y compañero de legitimidad,
el General Martínez, había pactado la conciliación con los
democráticos, se llenó de ira y amenazó con desconocerlo. Le
movía más el odio partidario que la necesidad patriótica de sacar a
Ios filibusteros, La intervención de los hombres más prominentes
de la legitimidad logró conjurar aquel verdadero peligro, puesto
que ocurría en el momento en que Walker pasaba revista a más de
mil de sus aventureros para atacar a los aliados.
En efecto, a la mañana del 13 abrieron los fuegos en
Monimbó, barrio de Masaya. La resistencia fué decidida, y el día
siguiente tuvieron que volver precipitadamente a Granada, porque
el Coronel Víctor Zavala, del ejército guatemalteco, amenazaba
con ocuparla. Jerez, bajo las órdenes del General Belloso,
avanzó sobre Rivas y la tomó. El 15 repitió Walker el ataque a
Masaya, y después de cuatro días de lucha, en que los filibusteros
incendiaron barrios enteros de la ciudad, volvieron, vencidos, las
espaldas. Es que por el lado de Rivas se aproximaba el ejército
costarricense. El General Martínez se portó con valor y decisión.
Dejó WaIker en Granada a Henningsen, uno de sus lugartenientes,
con instrucciones de reducir a cenizas la ciudad, lo cual ejecutó
el bárbaro, en presencia de tres mil hombres del ejército aliado,
que debilitado y por las rencillas y los celos no pudo evitarlo.
Debido a las pequeñeces de amor propio, comunes a todos, aun en
compendio de historia de centroamerica 285

momentos tan graves, Belloso había ordenado la desocupación de


la plaza de Rivas, de la cual Walker se posesionó inmediatamente.
LA CAPTURA DE LOS VAPORES DEL RIO SAN
JUAN Y DEL LAGO.– Se recordará que Walker despojó de los
vapores a la Compañía del Tránsito. Uno de los despojados, el
millonario Vanderbilt, envió ante el Gobierno de Costa Rica a dos
comisionados de apellido Webster y Spencer, con el fin de quitar
al filibustero el dominio del río y del lago. El Presidente Mora
aceptó inmediatamente el proyecto, y en diciembre del mismo
año de 1856 lo pusieron en ejecución. Con un destacamento bien
armado, bajo el mando del Mayor Máximo Blanco y dirigido por
Spencer, descendieron por el río San Carlos, afluente del San Juan,
y tomaron por sorpresa el fuerte de La Trinidad, en la confluencia
del Sarapiquí, defendido por los filibusteros. De aquí se dirigieron
a San Juan del Norte, y de la misma manera lograron capturar
varios, de los vapores con que Walker hacía el tráfico. En seguida
volvieron río arriba, se posesionaron de la fortaleza de El Castillo
y de otros vapores, y por último del fuerte de San Carlos. El 3 de
enero habían capturado los siete vapores de que se servía WaIker.
Da la impresión de una cosa fantástica la pronta y fácil aprehensión
de la flotilla filibustera. Es que Spencer había sido empleado de la
Compañía, conocía las señales y su condición de norteamericano le
permitió engañar con éxito completo a los que lo creían camarada.
WALKER ES REDUCIDO A LA PLAZA DE RIVAS.
CAPITULACION DEL PRIMERO DE MAYO.– Después de la
reconcentración de Henningsen a Rivas, los aliados avanzaron
también por el camino de Nandaime, y el 28 de enero de 1857 se
situaron en San Jorge, pueblo que está a media legua de Rivas,
en donde Walker estaba bien fortificado y con un numeroso
ejército. El día siguiente fueron atacados por los filibusteros,
comandados por Henningen, habiéndolos rechazado. El 3 de
febrero el propio Walker dirigió un nuevo ataque contra San Jorge,
con el mismo desastroso resultado. Lo repitió al día siguiente, y
sufrió el mismo descalabro. En estas ocasiones, Jerez combatió
con temerario valor. Después siguieron pequeños combates de
avanzadas, hasta el 15 de marzo que se libró el muy reñido de
286 sofonias salvatierra

las Cuatro Esquinas. Aunque cerrada la ruta del río San Juan,
Walker recibía refuerzos por el lado del pacífico para impedir el
avance de una partida de aventureros que había desembarcado
en San Juan del Sur, los aliados destacaron al General Fernando
Chamorro, al frente de una columna, que la encontró a medio
camino, en el punto denominado Jocote, y la dispersó. Walker
a su vez envió un grupo de doscientos de los suyos a proteger
a los que venían, y se encontraron con el Gral. Chamorro que
regresaba victorioso. El después Gral. Tomás Guardia peleó aquí
se parapetaron para sorprender a los nicaragüenses. Empeñada la
lucha, los filibusteros fueron derrotados, dejando en el campo 25
muertos. En seguida, los aliados pusieron sitio formal a Rivas.
El General José Joaquín Mora, fué designado Generalísimo, por
consideraciones a su hermano el Presidente de Costa Rica, y como
un medio de resolver la cuestión de celos entre salvadoreños y
guatemaltecos. Durante el sitio de Rivas, los aliados intentaron
varias veces tomar la ciudad por asalto, sin conseguirlo. Reducido
Walker a sus últimos extremos, por falta de provisión de boca y
por la deserción constante de sus camaradas aventureros, se vió
obligado a capitular el primero de mayo, por la intervención del
Capitán Davis, comandante de la Sant Mary, fragata de guerra
norteamericana, surta en San Juan del Sur, quién lo llevó a Panamá.
REORGANIZACION CONSTITUCIONAL DE
NICARAGUA.– Expulsado el filibustero, los partidos volvieron a
quedar frente a frente en Nicaragua. No encontraban la manera de
conciliarse, porque los dos querían el dominio político exclusivo.
Uno de los que más dificultaba el avenimiento con su terquedad era
el General José Dolores Estrada. Hasta proponer que se resolviera
el asunto en los campos de batalla. Cuando parecía que la guerra
civil estallaría nuevamente, Jerez, el caudillo principal de los
democráticos, asumiendo una actitud elevada y decisiva, propuso
al General Martínez, el militar más distinguido de los legitimistas,
que ejercieran ambos la dictadura, y sobre esta base convocaran
al pueblo a elecciones para una Constituyente y para Presidente
de la República. El 8 de noviembre se instaló la Asamblea y tres
días después declaró electo Presidente al General Martínez, quien
compendio de historia de centroamerica 287

tomó posesión el 15 del mismo mes. La Constituyente decretó la


Constitución de 1858, que estuvo vigilante durante treinta y cinco
años.
LAS PRETENSIONES DE COSTA RICA.– Aprovechando la
debilidad de Nicaragua y la posición en que quedaron los ejércitos
de Costa Rica sobre el río San Juan y el Lago, pues ocupaban los
vapores y la fortaleza de El Castillo, el Presidente Mora pretendió
su dominio por derecho de fuerza, y hasta avanzó a celebrar
contratos de tránsitos interoceánicos con el mismo Webster que
había enviado Vanderbilt para quitarle los vapores a Walker. La
protesta del Gobierno y pueblo nicaragüense, que se alzó como
un solo hombre para defender el territorio, más la negativa de
los Estados Unidos de reconocer tan ilegítimos contratos, hizo
retroceder a Mora, y más aún la presencia de Walker en San Juan
del Norte, que en el mes de noviembre de 1857 venía en una nueva
expedición filibustera. Todo se arregló mediante un tratado que
firmaron los Ministros Cañas y Jerez, y los dos países se aprestaron
a defender la soberanía de Centroamérica. Esa conducta nada
airosa de Mora ha sido olvidada para recordar solamente la
admirable actitud de su Gobierno ante los filibusteros.
NUEVAS EXPEDICIONES DE LOS FILIBUSTEROS.
MUERTE DE WALKER.– EI vencido el primero de mayo fué
llevado a Panamá a bordo de la Saint Mary, de allí trasladado
a Colón y por último a Nuevo Orleans, ciudad esclavista de los
Estados Unidos, y que por lo mismo le hizo un recibimiento
triunfal al fiIibusteros. Entonces se agitaba en aquella nación
el asunto le la abolición de la esclavitud. Los Estados del Sur
eran los que sostenían la trata abominable y soñaban con extender
a la América Central su bárbaro sistema. Había llevado mucho
oro de Nicaragua, con lo cual halagaba a la gente aventurera que
quisiera seguirle. Organizó una expedición y el 23 de noviembre
del mismo año de 1857 se presentó en San Juan del Norte, e hizo
avanzar a su gente sobre el río San Juan, en presencia de la corbeta
de guerra norteamericana Saratoga, que no se lo impidió. Uno de
sus lugartenientes logró apoderarse de varios vapores del río y
aun se posesionó de El Castillo. Mientras tanto, Walker ocupaba a
288 sofonias salvatierra

San Juan del Norte y su gente maleante se dedicaba a los mismos


robos y asesinatos. Lleno de cólera y de vergüensa el Comodoro
Paulding de los barcos norteamericanos Susquehana y Fulton, que
había llegado al saber la aproximación de Walker, bajó 350 de sus
marinos y capturó al jefe filibusteros y su pandilla y los condujo a
los Estados Unidos.
La actitud del gobierno de Washington, que presidía el
señor Buchanan, no era franco. No negaba lo indebido de su
compatriota Walker, pero no hacía nada formal para impedir sus
piraterías. Se animaban un poco cuando el cuerpo diplomático
hispanoamericano elevaba sus protestas al Departamento de
Estado. En reuniones públicas los esclavistas apoyaban a Walker
acordaron doce proposiciones, en que sostenían que siendo
los hispanoamericanos gente informal e incapaz de organizar
gobiernos serios y constitucionales, ellos tenían derecho de
intervenir en las naciones del Sur de América para llevarles la
civilización. Con el apoyo de las gentes que pensaban así en los
Estados Unidos, casi inmediatamente, a principios de 1858, salió
el conocido filibustero Anderson de Mobile en un nuevo intento
aventurero a bordo de la goleta Susan. Traía 40 compañeros y 500
rifles y su dotación, en esta vez por el lado de Honduras; pero al
entrar al puerto de Omoa se estrelló contra los arrecifes. El buque
de guerra británico Basilisk, que zarpó de Belice a perseguirlos,
los capturó, y los condujo a los Estados Unidos.
Al amparo de amigos entusiastas y con la tolerancia oficial,
Walker organizó una nueva expedición. El 25 de junio de 1860
estaba frente a Roatán, de las Islas de la Bahía de Honduras, a
bordo de la goleta John Taylor. De aquí se trasladó a Trujillo,
que ocupó el 6 de agosto con poca resistencia. Intimado por el
Comandante Salomón del buque de guerra británico lcarus para
que dejara libre Trujillo, cuya aduana estaba comprometida con
Inglaterra, Walker tuvo que desocupar el puerto y dirigirse por
tierra a río Tinto, en donde fué capturado por el Comandante
inglés y entregado a las autoridades hondureñas el 6 de septiembre.
Juzgado en consejo de guerra sumario, fué pasado por las armas a
las ocho de la mañana del 12 del mismo septiembre de 1860.
compendio de historia de centroamerica 289

TERCERA PARTE
DESDE LA MUERTE DE WALKER HASTA LA CAMPAÑA
UNIONISTA DE 1885
CAIDA Y MUERTE DEL PRESIDENTE MORA.– A pesar
de los actividades progresistas del Gobierno de Mora, la oposición
que se le hizo fué apasionada al extremo de desconocerle sus
triunfos sobre el filibustero y de acusarlo por la campaña contra
Walker, que juzgaron indebida. Mora renunció a la Presidencia:
pero el Congreso lo excitó para que no abandonara el Poder. La
oposición continuó cada vez más
intensa, hasta que al fin los Coroneles
Lorenzo Salazar y Máximo Blanco,
jefes de los cuarteles de San José, se
rebelaron el 14 de agosto de 1859,
depusieron a Mora y pusieron en su
lugar al Doctor José María
Montealegre, cuando del Presidente
caído. Montealegre, convocó una
Constituyente, y después fué
reelecto Presidente.
Mora fué expulsado del país lo
mismo que su hermano José Joaquín
y el General José María Cañas,
cuñado de Mora. Se dirigieron a El
Salvador, y de aquí el ex-Presidente Juan Rafael Mora
marchó para los Estados Unidos,
en donde compró elementos de guerra para venir a recuperar el
Poder que le habían arrebatado. Puesto en comunicación con
sus amigos políticos de Costa Rica, preparó la invasión. Don
Ignacio Arancibia, partidario del Presidente caído, se pronunció,
en Esparta el 14 de septiembre de 1860, y Mora desembarcó en
Puntarenas con su hermano José Joaquín, el General Cañas y
varios salvadoreños que quisieron acompañarles. Atrincherado,
en el puerto resistió el ataque de mil hombres comandados por
el ya General Máximo Blanco, que Montealegre envió contra los
290 sofonias salvatierra

invasores; pero vencidos por último cayeron prisioneros los dos


Mora, Cañas Arancibia, y muchos más. Inmediatamente, Blanco
reunió un Consejo consultivo para disponer lo que ya estaba
resuelto. Condenaron a muerte al ex Presidente, a General Cañas
y a Arancibia, habiendo sido pasados por las armas el primero
y el tercero, Comunicadas a Montealegre las dos ejecuciones,
excepto la del segundo, el presidente aprobó todo lo hecho,
menos no haber ejecutado también a Cañas, lo cual verificó
Blanco inmediatamente. Montealegre subestimó los méritos de
Mora y Cañas en la Guerra Nacional contra Walker, irrespetó
el sentimiento agradecido del pueblo centroamericano, que
siempre admira el patriotismo de Mora, y saltó sobre los sagrados
sentimientos de familia, pues Mora era su hermano político, lo
cual deja en claro que lo que a Montealegre le animaba era el odio
por cosas privadas, y se amparó en la política para satisfacerlo.
SUCESOS POLITICOS ENTRE HONDURAS Y EL
SALVADOR HASTA 1865.– Vencido en los campos de Masaguara
el General Cabañas, por los Generales Juan López y Josá
María Medina apoyados por Carrera, (6 de octubre de 1865), se
hicieron cargo de la Presidente de Honduras, sucesivamente, el
Vicepresidente Santiago Buezo, primero, y Don Francisco Aguilar
después, hasta que practicadas las elecciones, fué electo Presidente
el General Santos Guardiola, quien tomó posesión de su cargo el
17 de febrero de 1856. El Presidente Guardiola cooperó con los
otros Gobiernos de Centroamérica para expulsar de Nicaragua a los
filibusteros. También gestionó y obtuvo de Inglaterra la promesa,
mediante tratado (50) de devolver a la soberanía hondureña, las
Islas la bahía, que la Gran Bretaña controlaba indebidamente con
la obligación de parte de Honduras de respetar la libertad religiosa
de los habitantes de esas islas. Pero el fanatismo, que ciega a los

(50) A pesar del tratado Clayton Bulwer, Inglaterra ocupó como territorio
suyo las Islas de la Bahía de Honduras, en febrero de 1852. Este acto lo juzgó
el Gobierno de los Estados Unidos como violatorio de aquel tratado. Abierto
nuevamente el antiguo conflicto entre las dos naciones, Inglaterra se apresuró a
enviar a Comayagua, desde Guatemala, a su Ministro Carlos Lenox Wyke, quien
firmó con el Gobierno de Guardiola el tratado de devolución de las Islas de Honduras
el 28 de noviembre de 1869.
compendio de historia de centroamerica 291

hombres, más cuando se mezcla en la política, descargó sus iras


sobre el Presidente. Por esa tolerancia necesaria, el Vicario Capitular
Miguel del Cid fulminó contra Guardiola excomunión mayor y
provocó una revolución que llamaron guerra de los padres, la cual
fué prontamente debelada. Guardiola no obstante sus violencias,
respetó la libertad de imprenta. Fué reelecto en 1860; pero no
terminó su período, porque fué asesinado el 11 de enero de 1862.
Le sucedió el Vicepresidente Don Victoriano Castellanos. Aunque
por pocos meses, porque falleció el 11 de diciembre del mismo año.
En El Salvador a Don Rafael Campos sucedió en el Poder
Ejecutivo Don Miguel Santín del Castillo, el 7 de enero de 1858,
y después de varios trastornos, fué electo popularmente el General
Gerardo Barrios, quien tomó posesión de la Presidencia el primero
de febrero de 1860. La presencia de Barrios en el Poder exaltó las
animosidades de Carrera contra los coquimbos; más aún, al ver
que Barrios había prestado auxilio al Vicepresidente Castellanos
de Honduras para que el General José María Medina, amigo del
dictador de Guatemala no le arrebatara el Poder. La administración
del General Barrios fué enérgica y progresista; pero la paz no
podía conservarse mientras El Salvador no fuera gobernado por
hombres sumisos a Carrera.
REBELION DEL CLERO SALVADOREÑO. EL PAPA LE
DA LA RAZON AL GOBIERNO.– Se celebraba en San Salvador
el 15 de Septiembre de 1861, aniversario de la Independencia de
Centroamérica. El Licenciado Manuel Suárez pronunció un discurso
en los salones de la Universidad en que a la vez que exaltaba el
cristianismo señalaba alguna de las faltas históricas del clero. El
Presidente Barrios, que era católico y estaba presente, dijo con
este motivo algunas palabras en honor de la iglesia católica. No
satisfecho con esto el obispo de El Salvador, Tomás Miguel Pineda
y Saldaña, en tono iracundo exigió que el Gobierno debía imponer
al Licenciado Suárez el castigo de extrañamiento e inhabilitación
perpetua, pena que correspondía a los convictos de apostacía.
Barrios le contestó, que habiendo leído nuevamente el discurso
denunciado, no encontraba nada contrario a la iglesia católica,
solamente citas históricas de faltas de otros tiempos por parte del
292 sofonias salvatierra

clero, y le manifestó además, que él como Presidente, después


que el Licenciado Suárez había dicho su discurso, pronunció una
alocución elogiosa para el catolicismo. A pesar de tan cumplidas
explicaciones, el obispo Saldaña insistió en la forma más exigente,
e hizo que el clero predicara en las iglesias con acento colérico y
rebelde. Entonces Barrios dictó un decreto ordenando que el clero
salvadoreño prestara juramento de obediencia a las Ieyes y respeto
al Gobierno. El obispo Saldaña manifestó que el clero juraría
obediencia a todo lo que no se opusiera a las leyes de Dios y de la
Iglesia; lo cual implicaba la anulación completa del Estado, cosa
que no permitieron ni aun los reyes españoles, no obstante ser tan
católicos. Como Barrios mandara hacer cumplir la ley, el obispo
Saldaña, olvidándose que él mismo había prestado este juramento,
cuando en 1856 se hizo cargo de la diócesis, sin la condición que
ahora exigía, le dirigió furtivamente para Guatemala a estimular a
los enemigos de Barrios y amparar una nueva guerra fratricida. El
Gobierno salvadoreño presentó la queja ante la Santa Sede y envió
todos los documentos. El Papa le dió la razón a Barrios y ordenó al
obispo Saldaña que regresara a su diócesis. Pero el prelado no lo hizo
sino cuando Carrera avanzó sobre cadáveres hasta San Salvador.
MOVIMIENTOS UNIONISTAS EN 1862.– Después de la
muerte de Guardiola, el Presidente de Nícaragua General Martínez,
propuso al Gobierno de Don Victoriano Castellanos que se unieran
los dos Estados formando una sola nacionalidad. De esta manera el
General Martínez, que tenía proyectada su reelección quiso atraerse
al amigo y aliado del Presidente Barrios. El Señor Castellanos,
comprendiendo el motivo político de la propuesta, le contestó que
la experiencia había demostrado que Las uniones parciales no daban
resultado y en ese caso la Federación debía reconstruirse con los
cinco Estados. El Gobierno del señor Castellanos comunicó estas
pláticas a los otros Gobiernos de Centroamérica, y por otro lado
celebró un tratado de alianza con El Salvador, tratado que Barrios
a su vez se lo propuso al General Martínez. También el Presidente
de El Salvador escribió a Máximo Jerez, invitándolo a entrevistarse
con él en el puerto de La Unión, con el fin de promover trabajos
por la Nacionalidad, Jerez dispuso poner en conocimiento de
compendio de historia de centroamerica 293

Martinez el llamamiento de Barrios, y lo encontró bien dispuesto, al


extremo de que le dió una carta credencial, sobre cuya base celebró
con Barrios un convenio de unión. Este convenio, aceptado por
los antiguos legitimistas de Granada, lo aprobó Martínez, con la
condición de que lo aceptara también Carrera; a cuyo efecto fueron
a Guatemala como comisionados oficiales los Generales Jerez y
Fernando Chamorro, en el mismo momento que Martínez enviaba
en reserva otro comisionado ante Carrera, a Don Juan José Samayoa,
enemigo de Barrios, a negar lo que dijeran Jerez y Chamorro, y muy
al contrario a celebrar un tratado de alianza ofensiva y defensiva
entre Guatemala y Nicaragua. Era que Martínez no contaba con las
simpatías de sus viejos amigos los legitimistas para su reelección,
y no habiendo hallado punto de apoyo en el señor Castellanos, lo
buscaba en Carrera. A su vez éste, que pensaba derrocar a Gerardo
Barrios, concertaba el mutuo apoyo con Martínez.
En Honduras, por muerte del señor Castellanos se hizo
cargo de la Presidencia el Senador Francisco Montes, que siguió
la misma política de acuerdo con Barrios, porque su enemigo el
General José María Medina, era apoyado por Carrera.
GUERRA DE 1863.– Siguiendo Carrera en el propósito de
poner en el Gobierno de El Salvador un sumiso suyo, separatista
como él, se preparó para la guerra, rompió relaciones con Barrios
e invadió El Salvador en febrero de 1863. Ocupó Santa Ana y
Barrios se fortificó en Coatepeque. La batalla se libró el 24 del
mismo febrero, siendo derrotado Carrera. Brillante participación
tomaron en la lucha Cabañas y Jerez, y de tal manera valeroso y
eficaz fué este último, que en los boletines oficiales le llamaron el
León del Istmo.
Mientras Carrera se reorganizaba, Jerez invadía Nicaragua
con el auxilio de El Salvador y Honduras. Entró por Choluteca y
por Satoca, y siguió por el Valle de las Zapatas y por Telica. En
el punto llamado El Bosque derrotó a unas fuerzas avanzadas de
Martínez, y el 29 de abril atacaba a León. El triunfo de Jerez era
seguro, pero en sus filas traía un traidor, que vendió una posición,
y el desbande del ejército democrático no pudo impedirse. Aliados
con Jerez los legitimistas, el General Fernando Chamorro tomó el
294 sofonias salvatierra

vapor San Juan en el Gran Lago y se apoderó de San Carlos y


del Castillo, y el General José Dolores Estrada expedicionó por
los pueblos del Sur; pero la derrota de Jerez en León, obligó a
Estrada a emigrar a Costa Rica. El General Chamorro se dirigió
a Honduras. Expedicionaba en Choluteca cuando fué matado
traidoramente en momentos que había concertado un armisticio.
CONTINUA LA GUERRA DE 1863.– Reorganizado Carrera,
invadió nuevamente El Salvador a principios de junio. Una de las
armas de los enemigos de Barrios era el soborno, por dinero, o la
sedución por halagos ambiciosos. Así lo decía el mismo Carrera.
Algunos jefes de segunda categoría fueron comprados, y el jefe
de mayor importancia de Barrios. el General Santiago González,
traicionó a su jefe pronunciándose en Santa Ana el 30 de junio, en
la inteligencia de que Carrera lo aceptaría como Presidente de El
Salvador; pero no fué así porque algunos días después proclamaron
en el mismo Santa Ana al Licenciado Francisco Dueñas. Honduras
a su vez fué invadida por fuerzas guatemaltecas al mando del
General Vicente Cerna, en connivencia con el General José María
Medina, quien, vencido Don Francisco Montes, después de varios
combates, ocupó la Presidencia de Honduras el 16 de julio. Por
el lado de El Salvador, Carrera avanzaba hacia San Salvador, y le
puso sitio hasta el 26 de octubre que Barrios rompió líneas y se
dirigió a La Unión, en donde se embarcó en un barco de guerra
británico que lo condujo a Panamá.
COSTA RICA HASTA 1870.– Sin más trascendencia que la
fusilación de Mora y Cañas, el Gobierno del Dr. Montealegre cesó
al inaugurarse la administración de su sucesor el Licenciado Don
Jesús Jiménez el 8 de mayo de 1863. El señor Jiménez ha dejado
una página honrosa en los anales centroamericanos: la firmeza con
que sostuvo el sagrado derecho de asilo. Al llegar Barrios a Costa
Rica en 1865, los Gobiernos de los otros Estados de Centroamérica,
capitaneados por los reaccionarios de Guatemala, exigieron su
expulsión del territorio costarricense, con la amenaza de romper
relaciones, si no lo ejecutaba. El Gobierno del Licenciado Jiménez
se negó a tan humillante reclamo, manifestando que el territorio de
Costa Rica era libre para los que quisieran residir en él obedientss a
compendio de historia de centroamerica 295

las leyes. Sucedió al Licenciado Jiménez el Dr. José María Castro,


de 1866 a 1869. En esta segunda administración del Dr. Castro se
iniciaron tres grandes obras de progreso en Costa Rica: el proyecto
de un ferrocarril de Limón a Puntarenas, el Banco Nacional y el
establecimiento del telégrafo. No obstante, el espíritu de revuelta
de los militares, desde la insurrección contra Morazán, persistía
en Costa Rica. El antecedente indebido del General Florentino
Alfaro, hizo escuela, y se ha visto que siguiendo esta misma
conducta reprobable, los Generales Lorenzo Salazar y Máximo
Blanco, depusieron por traición al Presidente Mora. Ahora, diez
años después, estos militares vuelven a la anarquía deponiendo por
un golpe de cuartel al Dr. Castro. Le sucedió el Licenciado Don
Jesús Jiménez. Costa Rica tuvo la suerte de iniciar, debido a este
hombre ilustre, su proceso de cultura y eliminación del militarismo
anárquico, mediante una organización sistemática de la instrucción
pública. Sin embargo, viciada la política del Gobierno por los
modos rutinarios tradicionales: influencia del fanatismo religioso,
preminencias de círculos sociales, etc. un nuevo movimiento
revolucionario acaudillado por el General Tomás Guardia, derribó
al Licenciado Jiménez el 27 de abril de 1870.
NICARAGUA HASTA 1871.– El General Tomás Martínez
gobernaba Nicaragua desde la expulsión del filibustero. Cansada
la nación de partidos extremos: los Iegitimistas y los democráticos,
surgió un hombre término medio, que no era de León ni de
Granada, y que aunque pertenecía al bando legitimista no tenía
entronques de familia con los hombres que dirigían la policía
granadina. Este hombre fué el General Martínez. Durante su
primer período, que terminó en 1863, fué apoyado por todos los
círculos, particularmente por los martimistas, partido personal que
había formado con hombres de todos los bandos tradicionales.
Pero debiendo practicarse elecciones para el nuevo período,
al General Martínez se le antojó reelegirse, y con este motivo
surgió una fuerte oposición compuesta de los viejos legitimistas
de Granada en alianza con el General Máximo Jerez y su partido.
Disponiendo de las armas, la reelección se llevó a cabo, y los
hombres que le negaron su opinión permanecieron en el destierro
296 sofonias salvatierra

hasta que bajó de la Presidencia. En su primer período, en armonía


como estaba con los hombres de todos los partidos, realizó una
política administrativa benéfica a Nicaragua; pero cuando rompió
con los hombres independientes que querían la alternabilidad, el
General Martínez cometió muchos desaciertos, el más grave de
todos fué el de violar el sagrado derecho de asilo, entregando al
General Barrios a sus enemigos muy al revés de como procedió el
Presidente Jiménez de Costa Rica. Adelante se verá cómo ocurrió
eso. En 1867 entregó el Poder al General Fernando Guzmán. Este
gobernante se distinguió por el cumplimiento fiel de su promesa
de respetar la ley de imprenta. Los periódicos de oposición,
faltos de moralidad cívica, llegaron a ultrajar hasta la vida privada
del Presidente Guzmán. Este hombre ilustre era de espíritu
liberal, pero vacilante en cuanto a verificar reformas, las cuales
agitaban en esos días el pensamiento centroamericano. En Costa
Rica.,Guardia hacía una revolución popular enarbolando la bandera
de la reforma. En Guatemala ocurría lo mismo. En Nicaragua, una
alianza de Jerez con Martínez se propuso verificarla por medio de
una revolución, que estalló el 26 de junio de 1869; pero fueron
vencidos. A Guzmán le sucedió Don Vicente Cuadra en 1871.
HONDURAS HASTA 1872.– El Gobierno del General
Medina, impuesto por Carrera, fué muy pronto combatido por sus
propios partidarios, apoyados por el mismo Carrera, cuyo centro
fué Olancho, que se insurreccionó, y en donde el General Medina
desarrolló una crueldad extraordinaria fusilando revolucionarios
en tan gran cantidad que Olancho quedó casi despoblado. Producto
de las pasiones violentas y de las ambiciones inmoderadas, el
separatismo fué así cruel e irreflexivo. Incapaz el General Medina
para la política administrativa, de su tiempo data la gran deuda
hondureña con millonarios de Londres, contraída con el pretexto
de un ferrocarril. En 1871 se produjo la guerra en Honduras con
el El Salvador para quitar al Dr. Dueñas de la Presidencia de este
último Estado y colocar al General Santiago González. Triunfante
González volvió sus armas contra su protector, y de esta manera
fué derrocado Medina y sustituido por el Licenciado Don Céleo
Arias a mediados de 1872.
compendio de historia de centroamerica 297

EL SALVADOR HASTA 1871.– El Gobierno del Dr. Dueñas


impuesto por Carrera, se hizo tristemente inolvidable, porque
procediendo como buen separatista, usó el cadalso político para
eliminar a sus opositores. Los coquimbos eran el blanco de sus
odios, y éstos conspiraban para derrocarlo. Con este fin, Cabañas
se apoderó de San Miguel a mediados de mayo de 1865. La opinión
pública lo secundó entusiasta, pero no tenía armas. Atacado por
fuerzas que comandaba el General Santiago González se retiró
a La Unión, en donde fué derrotado el 29 del mismo mayo y
obligado a refugiarse en un barco de guerra norteamericano. En
ese mismo tiempo, el General Barrios salía de Panamá a bordo
de la goleta Manuela Planas, llevando los elementos de guerra.
Al llegar a la isla de Mianguera, en el Golfo de Fonseca, supo la
derrota de Cabañas y tuvo que regresarse a Panamá. De repente
se alzó una tempestad, y cuando navegaba frente a Cosigüina,
un rayo desmanteló la embarcación, y obligó a los náufragos a
refugiarse en el puerto de Corinto, en donde las autoridades
nicaragüenses, capitaneadas por el propio Ministro de Guatemala
Palacio, que en ese momento estaba allí, no sólo no le dieron
auxilio a Barrios, sino que lo hicieron prisionero y lo remitieron a
León, el 27 de junio. Las influencias del Presidente Dueñas, del
obispo Piñol y Aycinena y del Gobierno de Guatemala, a cuya
decisión última se atuvo el General Martínez, inclinaron a éste a
entregar al refugiado, a su mortal enemigo el Dr. Dueñas, con lo
cual demostraba su solidaridad con la política de aquellos Estados.
El propio Ministro de Relaciones Exteriores Don Gregario Arbizú,
que se había trasladado a Nicaragua con el objeto de gestionar
la entrega firmó un compromiso solemne de respetarle la vida a
Barrios. A nadie que en aquellos días se le ocultó que el proscrito
había sido entregado para el sacrificio. En efecto, el Presidente
Dueñas rompiendo los deberes que le imponía el tratado, lo mandó
fusilar el 29 de de agosto del mismo año de 1865. La popularidad
Barrios, su grande hombría y su unionismo irrenunciable les
quitaban el sueño a los separatistas. Un sordo rencor quedó en el
pueblo salvadoreño contra el matador del caudillo unionista: pero
Dueñas era sostenido por el partido reaccionario de Guatemala.
298 sofonias salvatierra

Sin embargo, una revolución acaudillada por el General Santiago


González y apoyada por el General José Matía Medina, entró
triunfante en San Salvador el 15 de abril de 1871 y el Presidente
Dueñas se refugió en la Legación de los Estados Unidos. Una
Asamblea Constituyente comfirmó la Presidencia del General
González, para que había sido electo.
ULTIMOS DIAS DEL REGIMEN DE CARRERA.– Después
de su triunfo de 1863, Carrera se sintió omnipotente en Centroamérica,
y Ios hombres de privilegios que le rodeaban pensaron que podían
restaurar los modos del pasado, abolidos por la Independencia. El
único Gobierno de América que reconoció el Imperio de Maximiliano
en México fué el de Guatemala, y hasta proyectaron convertir a
Centroamérica en un nuevo reino, coronando a un príncipe europeo.
Estos delirios del partido reaccionario, fueron causa constante en
gran medida de que la América Central permaneciera en perenne
anarquía y no se organizara convenientemente, de manera que
conquistara lo que tiene derecho y puede ser en el rol de las naciones
americanas. No se pudieron convencer de que el estado social
americano no puede entender otra forma de constitución política que
la democrática. En esos días murió Carrera, el 14 de abril de 1865,
y le sucedió el General Vicente Cerna. Los elementos reformistas
proclamaron al General Víctor Zavala; pero no triunfaron. Como
el régimen de Cerna era continuación del de Carrera, los que
deseaban la reforma, se lanzaron a la revolución. Hubo muchos
pronunciamientos, que fueron debelados, hasta que en abril de 1871,
estalló el que debía dar tierra con aquel régimen, acaudillado por el
General Miguel García Granados; se organizaron en Los Altos y allí
descendieron de triunfo en triunfo hasta ocupar la capital el 30 de
junio del mismo año.
Mientras se reunía la Asamblea Constituyente, el General
García Granados decretó algunas reformas; pero la conspiración
de los hombres caídos estorbaba toda labor. Tomó parte con El
Salvador en la caída del General Medina en Honduras y después
en la del sucesor de éste, Licenciado Arias.
La Asamblea Constituyente convocada no pudo ditar la
Constitución por el el del estado de guerra mantenido por los
compendio de historia de centroamerica 299

hombres del régimen caído. El Presidente García Granados,


afligido por aquella situación política tan complacida por la guerra
civil, dispuso retirarse, y en 1873 convocó al pueblo a elecciones y
resultó electo el General Justo Rufino Barrios. Este personaje, de
tanto relieve en la historia de Centroamérica, ha sido considerado
de manera contradictoria por los hombres de los diversos grupos
políticos del Istmo. Angel para unos, demonio para otros, ninguno de
estos extremos. Los elementos reaccionarios, de ideología colonial,
además de oponerse a un cambio de frente en las instituciones, no se
conformaban con haber perdido el poder que habían monopolizado
desde más de treinta años atrás y conspiraban por todos los medios,
hasta con el asesinato, con el fin de obtenerlo nuevamente. En
su lucha con ellos, Barrios no procedió como Morazán. Devolvió
golpe por golpe, hasta con crueldad, en muchos casos innecesaria
y vedada en toda circunstancia. Dió libertad para la discusión de
todo género de ideas, menos para examinar los actos del Gobierno.
Secularizó los bienes de las congregaciones religiosas, que eran
cuantiosos, y destinó los edificios de los conventos al servicio de
escuelas y colegios que fundó en abundancia. Disolvió la antigua
Universidad colonial, y fundó la Universidad Nacional, que tanto
prestigio alcanzó en Centroamérica; protegió el levantamiento
de las clases humildes, y su influencia en la política de los otros
Estados se dirigió a preparar el momento en que llevaría a cabo
la reconstrucción de la Repüblica de Centroamérica, idea que
siempre le dominó. Barrios se salva de sus enemigos, cuando
ellos al llamarle tirano o dictador, aplauden a Carrera que lo era
también, con la diferencia a favor de Barrios de que éste miraba
hacia adelante y el otro miraba hacia atrás.
HONDURAS Y EL SALVADOR EN ESTE TIEMPO.– El
Licenciado Dn. Céleo Arias no estuvo en el poder sino diez y ocho
meses. Habiendo acogido con benevolencia a los emigrados de
Guatemala, el gobierno de este último Estado concertó una alianza
con el de El Salvador; y como el de Honduras no entregara las
armas que los emigrados habían llevado, y antes bien invadiera El
Salvador, el General García Granados, después de una corta campaña
en cooperación con su aliado, despuso a Arias y elevó a poder de
300 sofonias salvatierra

Honduras a Don Ponciano Leiva, a fines de 1873. En El Salvador


se practicaron elecciones y Don Andrés Valle recibió la Presidencia
que ejercía el General Santiago González. Entrevistados Valle
y Barrios, que ya estaba en el Poder en Guatemala, convinieron
en colocar en la Presidencia de Honduras a Don Marco Aurelio
Soto: pero Valle a última hora cambió de parecer, por lo cual los
ejércitos de Guatemala, después de varios combates, lo obligaron a
renunciar y colocaron en su lugar al Dr. Rafael Zaldívar. Entonces
juntos El Salvador y Guatemala arrojaron del poder al Presidente
Leiva de Honduras y el Dr. Soto se posesionó de la Presidencia
en agosto de 1876. El Presidente Soto con su Ministro Dr. Ramón
Rosa a la verdad fué el verdadero organizador de la administración
hondureña. Emitió Códigos; fundó la Biblioteca Nacional; organizó
el servicio postal; fundó el Hospital General; introdujo el telégrafo
en 1877; erigió estatuas a los hombres más notables; construyó
parques; fomentó la cultura en General. En 1833, estando en los
Estados Unidos con permiso del Congreso, renunció la Presidencia
y le sustituyó por elección popular el General, Luis Bográn.
NICARAGUA Y COSTA RICA.– Terminado su período el
Presidente Guzmán, fué electo para sustituirlo Don Vicente Cuadra,
quien se hizo cargo del Poder en marzo de 1871. El señor Cuadra,
se distinguió por la severidad con que administró los caudales
públicos. Durante su administración se estableció el jurado para
conocer de los delitos comunes. Le sucedió, también por elección
popular, en marzo de 1875, el señor Don Pedro Joaquín Chamorro.
Este recordado hombre público nicaragüense, inició muchas obras
de progreso. Decretó la enseñanza elemental obligatoria; introdujo
el telégrafo; inició la construcción del Ferrocarril Nacional con
fondos públicos, empezando con muy buen acuerdo en el puerto
de Corinto. Durante su Gobierno sufrió Nicaragua la humillación
que le impuso el Imperio Alemán, sin motivo justificable y solo
por abuso de la fuerza. El señor Chamorro entregó el Poder a
su sucesor el General Don Joaquín Zavala, electo popularmente,
en marzo de 1869. En 1811 hacía nueve años que se habían
establecido los jesuitas en Nicaragua. En Matagalpa estaba el
núcleo principal y allí habían fundado un convento con noviciados.
compendio de historia de centroamerica 301

Quiso el Gobierno fundar un Instituto en León, pero el fanatismo


local se alzó contra su establecimiento, porque decían que los que
lo iban a regentar eran herejes. Esta manifestación se atribuyó
a la influencia de los jesuitas. Asimismo, en marzo de 1881 se
levantaron los indios de Matagalpa y cometieron los más horrorosos
atentados. Se atribuyó también este hecho a la influencia de los
hombres de la Compañía de Jesús. De la misma manera se les
acusaba oficialmente de propagar “doctrinas antirrepublicanas,
absolutistas, de absorción y predominio”. En mayo fueron
reconcentrados a Granada los que residían en Matagalpa, y el 2
de junio fué acordada la expulsión de todos los que residían en
Nicaragua. El 7 del mismo mes salieron los de Granada y Masaya
por San Juan del Norte, los de Rivas por San Juan del Sur y los
de León por el Barquito, desde donde los trasladaron a Corinto.
El Gobierno les dió mil pesos plata para sus gastos, más el pasaje
51). Representaba a Nicaragua en Washington el General Máximo

(51) El de marzo de 1881 se inició en Matagalpa el levantamiento de los


indios. Después de muchas investigaciones, el Gobierno ordenó el 4 de mayo la
reconcentración de los jesuitas de Matagalpa a granada. Se alojaron en esta ciudad en
casa de Doña Elena Arellano. El 2 de junio fué acordada por el Gobierno la expulsión
total. El 7 les hizo la notificación en Granada, el Prefecto del Departamento, don
Roberto Lacayo. Los jesuitas Cardella y Crispolti, italianos, pretendieron ampararse
bajo la bandera de su patria. Los de Masaya fueron conducidos a las siete de la noche
del mismo 7 de junio en carro a Granada, escoltados por un piquete de caballería.
Estos con los de Granada y Matagalpa, menos uno que quedó por enfermedad y
que se fue poco después, total 19, salieron por San Juan del Norte. Los de Rivas,
dos fueron llevados a embarcarse en San Juan del Sur, y el vecindario no hizo
ninguna manifestación; era Prefecto del Departamento Don Evaristo Carazo. Los
de León, que eran catorce, fueron notificados por el General Florencio Xatruch el
Coronel Narciso Talavera. Salieron de la ciudad en carro a las doce y tres cuartos
de la tarde, camino del Barquito, custodiados por doscientos hombres al mando del
Coronel Nicolás Méndez, hasta una finca de un señor Dubón, de donde se regresó
Méndez, con 150 de su tropa, y los otros 50 los tomó el Capitán Hipólito Saballos
H. más un escuadrón de caballería a las órdenes del Capitán Anastacio J. Ortiz, que
se había anticipado a despejar la ruta. Llegaron al Barquito a las cinco de la tarde,
y se embarcaron inmediatamente para Corinto, adonde arribaron a las siete de la
nohce. El Capitán Ortiz se regresó del Barquito y el Capitán Saballos los acompañó
hasta dejarlos en Corinto a bordo del vapor que los condujó a Panamá. Don Vicente
Navas, Ministro de la Gobernación y Delegado del Ejecutivo, dirigió en León el
extrañamiento. En el Ocotal había otros dos, los cuales por estar enfermos no se
fueron sino en octubre siguiente.
302 sofonias salvatierra

Jerez, ilustre personalidad nicaragüense, cuya vida y actuaciones


públicas las dedicó a procurar el restablecimiento de la República
de Centroamérica, finalidad suprema reconocida por todos como
la más alta aspiración del patriotismo centroamericano, y allá
murió el 11 de agosto de 1881. El Gobierno del General Zavala
continuó la construcción del Ferrocarril Nacional, en la misma
forma, con fondos propios y para propiedad de la nación. También
fundó la Biblioteca Nacional. Terminado su período, entregó la
presidencia al Dr. Adán Cárdenas, electo popularmente, en marzo
de 1883. Durante esta administración se prosiguieron los trabajos
del Ferrocarril Nacional, siempre como propiedad de la Nacion.
El Gobierno del Dr. Cárdenas, se opuso a la reconstrucion de la
República de Centroamérica decretada por el Presidente Barrios
de Guatemala. Prestó apoyo a la instrucción pública. Manejo con
honradez los caudales públicos.
En Costa Rica, la dictadura del General Tomás Guardia,
duró doce años hasta su muerte en 1882. Le sucedió por elección
popular el General Don Próspero Fernández. El restablecimiento
del orden constitucional que garantizaba la libertad de cultos y
abolía los modos reaccionarios de las anteriores constituciones
dió pretexto al clero y al fanatismo popular para promover
disturbios anárquicos. Con el fin de impedir que la paz se
interrumpiese, el congreso suspendió las garantías individuales y
facultó ampliamente al Ejecutivo para que procediese como fuese
necesario, buscando la salud de la República. Constatado que los
promotores de los disturbios eran el obispo Thiel y los jesuitas,
dictó un decreto 18 de julio de 1883 expulsándolos, “por prevenir
así a la tranquilidad interior del país y a las ideas de progreso”,
decía el Presidente Fernández. Siguiendo este Mandatario en
su afán reformador decretó la secularización de los cementerios.
Debeló con el aplauso y el apoyo de la opinión públicas, la
revuelta promovida por el cura Víctor Ortiz contra el Gobierno. El
Presidente Fernández murió el 12 de marzo de 1885. Le sucedió
el Primer Designado, General Don Bernardo Soto.
LA CAMPAÑA UNIONISTA FUE 1885.– El General Justo
Rufino Barrios siempre acarició la idea de reconstruir la República
compendio de historia de centroamerica 303

de Centroamérica. Su política interior fué de constante reforma,


poniendo a Guatemala en armonía con los adelantos de las
sociedades modernas, y su actitud con los otros Estados de
Centroamérica fué la de prevenirse contra la reacción de los
hombres de Carrera y en cooperación con los Estados vecinos de
Guatemala, El Salvador y Honduras, con el fin de que se
establecieran gobiernos propicios a la Unión Nacional, y siguiendo
estas miras prestó su apoyo a Zaldívar en El Salvador y a Bográn
en Honduras, con los cuales contaba para imponer la unión a los
separatistas si no la aceptaban de buen grado. En ese sentido
entabló gestiones diplomáticas con los Gobiernos de Nicaragua y
Costa Rica, sin resultado favorable. El 28 de febrero de 1885 el
General Barrios emitió un decreto proclamando la Unión de
Centroamérica y asumiendo la Comandancia General de las armas,
y el 6 de marzo lo aprobó el Congreso. El Presidente Bográn lo
aceptó: Zaldívar de El Salvador, faltando a sus promesas, lo
rechazó. La misma actitud
asumieron Nicaragua y Costa
Rica, las cuales se aprestaron
activamente para la defensa. Los
Gobiernos de los Estados Unidos y
México se mostraron hostiles.
Barrios cometió el error de retardar
mucho las operaciones militares.
Hasta el 10 de marzo no empezaron
a marchar a la frontera de El
Salvador los ejércitos unionistas y
el propio General Barrios no salió
hasta el 26. Quince mil hombres,
en que cooperaban personajes
prominentes de los cinco Estados Estatua erigida en Guatemala al
iban a corregir la falta de los Gral. JUSTO RUFINO BARRIOS
separatistas. El clero guatemalteco
aplaudió la actitud de Barrios, y el administrador apostólico del
Arzobispado de Guatemala expidió una pastoral apoyando el
movimiento unionista. La primera acción de armas se libró en el
304 sofonias salvatierra

lugar llamado El Coco. El primero de abril abrieron los fuegos


sobre la posiciones de Chalchuapa. Al proseguir la batalla en la
mañana del 2, el batallón Jalapa se negó a combatir a las órdenes
del jefe que lo mandaba. Avisado Barrios marchó a dirigirlo
personalmente en medio de las aclamaciones que el batallón le
tributó. Sería poco después de las nueve de la mañana, cuando el
General Barrios, con el objeto de inspeccionar el curso de la
batalla, se encaminó a una pequeña altura; y para ver mejor se
inclinó sobre la cruz de la yegua que montaba. De repente soltó
las riendas y se le vió caer. Una bala separatista le había entrado
por la clavícula hiriéndole el corazón. La muerte fué instantánea.
El ejército tocó retirada y de esta manera la América Central siguió
en su fatal fraccionamiento.
El General Manuel Lisandro Bairillas. uno de los Designados
asumió la Presidencia de Guatemala, se suspendieron las
hostilidades y un nuevo tratado ajustó las relaciones de los cinco
Estados.
CUARTA PARTE
CENTROAMERICA DESDE 1885 A 1911
SUCESOS POLITICOS DE EL SALVADOR.– El Presidente
Zaldívar decía que el pueblo de El Salvador no quería la unión
que había decretado Barrios. Sin embargo, uno de los hombres
que acompañaron al héroe de Chalchuapa,, el General Francisco
Meléndez, prominente patriota salvadoreño, con otros tantos
compañeros unionistas, pocas semanas después invadieron
El Salvador contra Zaldívar y suscribían, nada menos que en
Chalchuapa, un nuevo “Plan” con el fin de orientar por mejores
rumbos la política salvadoreña. El Presidente Zaldívar, a pesar
de su resistencia a Barrios, estaba completamente desprestigiado,
el pueblo de El Salvador aclamó entusiasta al mismo hombre que
pocos días antes, con miras elevadas; quería asegurar los destinos
de la patria en una forma superior centroamericana. Zaldívar se vió
obligado a depositar el poder en el General Fernando Figueroa, y
a salir del país. Aunque Nicaragua envió tres columnas en auxilio
de Figueroa, una por La Unión en el vapor medor, al mando del
compendio de historia de centroamerica 305

General Narciso Talavera, la otra por La Unión al mando del


General Eduardo Montiel y otra por tierra, que no fué más allá
de Pasaquina, al mando del General Agustín Avilés, el General
Meléndez entró triunfante en San Salvador el 22 de junio de 1885.
La administración del General Meléndez fué por extremo benéfica
a El Salvador. Una Constituyente elaboró una nueva Constitución
más avanzada. Protegió eficazmente la instrucción pública.
Secundó con sinceridad trabajos unionistas, y cuando creía que
ya se iba realizando el Máximo ideal de los centroamericanos,
una traición infame consumada por su más íntimo amigo, casi su
hijo, el General Carlos Exeta, lo depuso y le ocasionó la muerte
instantánea el 22 de junio de 1890, en momentos que se deba un
baile en recuerdo del triunfo de la revolución que elevó al poder
al General Meléndez.
Todo Centroamérica veía con repugnancia ese régimen de
origen viciado. Para sostenerse en el poder, Exeta implató el
terror, hasta que los famosos cuarenta y cuatro tomaron el cuartel
de Santa Ana el 29 de abril. Exeta no pudo resistir y salió camino
del destierro. en el cual murió abandonado y oscuro. Se hizo
cargo de la Presidencia el General Rafael A. Gutiérrez, electo
popularmente, el primero de marzo de 1895.
SUCESOS POLlTICOS DE HONDURAS.– El presidente
Bográn, que había acompañado a Barrios en la campaña unionista
después de la muerte de éste en Chalchuapa firmó con Nicaragua
y El Salvador la paz de Namasigüa, el 11 de abril del mismo año
de 1885. Firmaron la paz de Namasigüe por Nicaragua el General
Joaquín Zavala y por Honduras el Dr. Adolfo Zúniga. Continuó en
el poder hasta 1891, sin más novedad que dos revoluciones que le
hicieron: en 1886 el General Emilio Delgado, y en 1890 el General
Longino Sánchez, las cuales debeló el Gobierno. Terminado el
segundo período del General Bográn, y practicadas, las elecciones,
resultó electo el General Ponciano Leiva, quien tomó posesión de la
Presidencia al 30 de noviembre de 1891. El General Leiva ascendió
al poder no muy en armonía con la opinión pública, porque el partido
liberal promovió una revolución acaudillado por el Coronel Terencio
Sierra. Con este motivo fueron expatriados varios prominentes
306 sofonias salvatierra

liberales entre ellos el Dr. Policarpo Bonilla, que actuaba como jefe
de ese partido. Se establecieron en Nueva Segovia, desde donde
invadieron el territorio hondureño un poco después que el Coronel
liberal Leonardo Nuila se había apoderado del puerto de La Ceiba.
La rebelión fué debelada por el Gobierno. El Presidente Leiva era
más bien instrumento del General Domingo Vásquez, Comandante
de Armas de Tegucigalpa, por lo cual y por su mal estado de salud,
depositó el mando en el Ministro de Gobernación Dr. Rosendo Agüero
el 9 de febrero de 1893. Los liberales se lanzaron nuevamente a la
revolución; pero fueron vencidos, y se refugiaron en Nicaragua. La
Presidencia del Dr. Agüero era asimismo nominal: como lo fué la de
Leiva. hasta que se la entregó al que mandaba en verdad. que era el
General Domingo Vásquez, quien tomó posesión de la Presidencia
el 15 de septiembre de 1893.
SUCESOS POLITICOS DE NICARAGUA,– Terminado
su período el Dr. Adán Cárdenas entregó la Presidencia al electo
popularmente Don Evaristo Carazo, el primero de marzo de 1887.
El Presidente Carazo se distinguió por la sencillez republicana
y por el espíritu democrático con que gobernó a Nicaragua.
Apoyó la instrucción pública, hizo representar a Nicaragua en la
Exposición Universal de París en 1889. Su salud quebrantada no
le permitió terminar su período, pues murió de un ataque cardíaco
en la ciudad de Granada, a la una de la tarde del primero de
agosto de 1889. Inmediatamente que el Ministro de Gobernación
Dr. David Osorno supo en Managua, la capital, el desgraciado
acontecimiento, convocó a los altos funcionarios del Estado
para desinsacular el pliego del designado constitucionalmente.
Resultó ser el Dr. Roberto Sacasa, a quién entregó la Presidencia
el 6 del mismo agosto, no obstante las poderosas influencias para
que se quedara en el Poder. Este acto de civismo tan singular en
la anarquizada América Central, pone una nota de superioridad
republicana en la historia del Istmo. El Dr. Sacasa terminó el
periodo del ex-Presidente Carazo, y fué electo para el siguiente,
que principiaba el primero de marzo de 1891. Tomó parte en
las fiestas que tuvieron lugar en España con motivo del cuarto
centenario del Descubrimiento de América. Fué delegado Don
compendio de historia de centroamerica 307

Fulgencio Mayorga y secretario de la delegación Rubén Darío. El


Gobierno del Dr. Sacasa, al principio fué bien acogido por todos;
pero poco a poco se formó en su contra una fuerte oposición de
los dos partidos, el liberal y el conservador, al cual pertenecía
el propio Presidente. Por fin, el 28 de abril de 1893, el General
Francisco Gutiérrez, jefe militar de Granada, entregó el cuartel
de esta ciudad a la oposición conservadora y con esto estalló la
revolución. Los liberales, acaudillados por el General José Santos
Zelaya, hicieron cansa común con los conservadores, y después de
varios combates librados en el lugar denominado La Barranca, el
Dr. Sacasa resignó el poder en el Senador Salvador Machado, en
virtud de los pactos de Sabana Grande, celebrados el día anterior
31 de mayo. Poco tiempo después una junta de notables entregó
la Presidencia al General Joaquín Zavala. Este modo violento de
cambiar Gobiernos en Nicaragua no se usaba desde hacía muchos
años. Se sucedían Presidentes con regularidad, todos por elección
popular. Es verdad que no había una completa libertad en los
comicios, y que a las urnas iba un candidato oficial que siempre
triunfaba; pero también es cierto que había perfecta alternabilidad,
sin el repugnante continuismo, y que el partido de la oposición
ejercía sus derechos apoyando a uno de los candidatos y se
mantenía en paz. Con la revolución de abril de 1893 se cerró aquel
período que pudo ser de experiencia para perfeccionar el sistema
electoral nicaragüense y un modo evolutivo que condujera por
cauces pacíficos a la reforma de las instituciones que los hombres
del conservatismo juzgaban necesaria (52). La filosofía política
de estos hombres era liberal en su mayor parte. La era de la
violencia política dura sesenta años en Nicaragua.

(52) Decía el Presidente Cárdenas en su último Mensaje al Congreso, 16 de


enero de 1887, días antes de entregar el poder a Don Evaristo Carazo: “Al concluir
permitidme recomendaros nuevamente la reforma de la Constitución y de la ley
electoral. Importa sobremanera que la Constitución se coloque a la altura de los
adelantos alcanzados y de las necesidades que se experimentan, a fin de que sea más
conforme al sistema que nos rige… Las reformas que el año pasado hicisteis a la
ley electoral todavía no son suficientes, como la experiencia lo ha demostrado, para
garantizar el orden y la libertad en las elecciones. Conviene llenar todos los vacíos
que se han notado, a fin de que el sufragio sea genuina expresión de la voluntad
popular”.
308 sofonias salvatierra

Los revolucionarios de abril entraron triunfantes a Managua.


Ahí no más surgieron las diferencias políticas entre los vencedores,
por el afán de predominio. El nuevo Gobierno quiso desarmar a
León, centro el más numeroso entonces de los elementos liberales,
y para oponerse a ésto, el Gobernador militar y el Mayor de Plaza
de la ciudad, Generales Anastacio J. Ortiz y Paulino Godoy,
iniciaron una contrarrevolución el 11 de julio del mismo año.
Después de dos combates librados en Mateare y La Cuesta, la
revolución entró triunfante catorce días después en la capital, el
25 del propio julio, acaudillada por el General José Santos Zelaya.
Inmediatamente convocaron una Constituyente, que se instaló el
15 de septiembre, y siguiendo el mal ejemplo de la Asamblea que
nombró Presidente a Don Fruto Chamorro en 1854, ésta nombró
Presidente al General Zelaya. Fué elaborada una Constitución, la
más avanzada que ha tenido Nicaragua, en la cual se incorporaron
los principios de la filosofía política liberal. Esta Constitución, que
fué la inspiradora de las que se decretaron después, se cumplió,
menos en lo que se refiere a libertad electoral, en juzgar los actos
del gobernante y en lo relacionado con algunos de los derechos
y garantías de los ciudadanos. El pensamiento fué libre en todo
lo que hace relación con las ciencias, las escuelas filosóficas y la
religión. Se apoyó la instrucción pública de manera decidida y se
inició la construcción del ferrocarril a los pueblos del Sur. Pero
el desarrollo de la nueva administración encontró dos obstáculos,
uno interior y otro exterior: la conspiración de los hombres que
acababan de perder el poder y la actitud agresiva del Presidente
Vásquez de Honduras. La Asamblea de aquel Estado autorizó
al Poder Ejecutivo, el 30 de octubre de 1893, para declarar
la guerra a Nicaragua en el mismo momento que emigrados
hondureños entraran al territorio de Honduras por la frontera
con Nicaragua. El Gobierno del General Zelaya aceptó el reto.
Organizó a los emigrados hondureños, los cuales constituyeron
el Gobierno Provisional en el lugar denominado Los Amates, con
el Dr. Policarpo Bonilla como Presidente, el 24 de diciembre, y el
Gobierno de Managua lo reconoció y se declaró su aliado al día
siguiente. Los ejércitos de Nicaragua avanzaron apoyando a los
compendio de historia de centroamerica 309

emigrados hondureños, al mando del General Anastacio J. Ortiz.


Se peleó fuertemente en el Corpus, Choluteca y Tegucigalpa.
Después de un mes de campaña, el Presidente Vásquez salía, a
fines de enero de 1894, en retirada hacia la frontera salvadoreña.
Colocado el Dr. Bonilla en el poder de Honduras, el ejército de
Nicaragua se reconcentró inmediatamente.
ELIMINACION DE LA INFLUENCIA INGLESA SOBRE
LA COSTA ATLANTICA.– En el año de 1894, con ocasión de
esta guerra, tuvo lugar uno de los acontecimientos más memorables
en la vida particular de Nicaragua. Eran Comisario de la Reserva
Mosquitia el General Carlos Alberto Lacayo e Inspector General
de la Costa Atlántica el General
Rigoberto Cabezas. El Gobierno de
Nicaragua, con el fin de rechazar los
ataques de la facción de Vásquez por el
lado del Cabo de Gracias a Dios envió
fuerzas militares a la Costa. Al pasar por
Bluefields, ciudad en que residían las
autoridades principales, el rey mosco, el
mismo que Inglaterra había instituido y
apoyado siglos antes, se negó a permitir
a las fuerzas nicaragüenses la entrada a
la ciudad. Entonces el General Cabezas,
asumiendo una actitud admirable, dentro
de los derechos soberanos de Nicaragua,
depuso al rey el 12 de febrero de 1894.
Con lo cual quedó destruida la ridícula
General Rigoberto Cabezas
monarquía de los mulatos y eliminada,
por consiguiente, la influencia inglesa sobre la Costa Atlántica de
Nicaragua. Ciudadanos de los dos partidos cooperaron con el
General Cabeza para ejecutar aquel acto hermoso de patriotismo.
EL RECLAMO INGLES.– El Cónsul inglés Hatch, que residía
en Bluefields, procedió en forma de desacato, estimulando la
rebelión de los criollos contra las autoridades nicaragüenses, por lo
cual se acordó su expulsión. Con este pretexto, el Gobierno británico
impuso a Nicaragua una indemnización de quince mil quinientas
310 sofonias salvatierra

libras esterlinas. Una junta de notables reunida en Managua


aconsejó al Gobierno que pagara; pero el Presidente Zelaya no quiso
allanarse inmediatamente al ultimátum inglés Barcos de guerra de
la Gran Bretaña, surtos en Corinto, desembarcaron sus marinos
y ocuparon el puerto. Entabladas las gestiones diplomáticas, se
convino en que Nicaragua depositaría en un Banco de Nueva York
las quince mil Iibras exigidas, ocho días después de desocupado
el puerto, y cuando la flota británica estuviera anclada en Panamá;
pero antes de retirarse de Corinto, los marinos ingleses debían arriar
su pabellón, izar ellos mismos el pabellón de Nicaragua y saludarlo
con 21 cañonazos de la artillería británica, como reconocimiento
respetuoso a la soberanía de Nicaragua. El Gobierno de El Salvador
ofreció el dinero para el pago.
REVOLUCION DE 1896.– Durante los tres primeros años
de Gobierno, los liberales no pudieron conservar la unión, y la
política tomó un aspecto localista, ese localismo de otros tiempos
que tan funesto ha sido en la marcha del país. Los liberales
leoneses acusaron al General Zelaya de que quería hacerse
dictador, y con este motivo el Congreso reunido en León el 24
de febrero de 1896, dictó un decreto desconociéndolo y llamando
al ejercicio del Ejecutivo al Vicepresidente Dr. Francisco Baca h.,
y ese mismo día estalló la revolución. Los hombres del partido
caído en 1893 hicieron causa común con el Presidente Zelaya.
Después de la batalla de Nagarote y otros combates más, ganados
por la fuerzas del Gobierno, éstas entraron victoriosas en la ciudad
de León el primero de mayo. El Gobierno de Honduras auxilió al
de Nicaragua y envió un cuerpo de ejército al mando del General
Manuel Bonilla, que ocupó Chinandega. La revolución era fuerte,
pero las divisiones y celos de sus hombres Ia debilitaron, al extremo
de que durante la campaña todo fué derrota para ellos. Como
consecuencia, marcharon al destierro muchos de los principales
iniciadores y ejecutores de la contrarrevolución de julio.
LA REPUBLICA MAYOR DE CENTROAMERICA.– El
Presidente de Honduras, Dr. Policarpo Bonilla, devoto fiel de la
Reconstrucción de la República, invitó a los otros Presidentes
de Centroamérica a una conferencia con el fin de tratar del
compendio de historia de centroamerica 311

restablecimiento de la Unión Nacional. Solamente concurrieron


los de los tres Estados centrales, el General Rafael Antonio
Gutiérrez, el Dr. Bonilla y el General Zelaya. La entrevista tuvo
lugar a mediados de julio en Amapala. en donde el 20 del mismo
mes se firmó el llamado Pacto de Amapala, que sentó las bases
de la República Mayor de Centroamérica. El 15 de septiembre
de 1896 empezó a existir la nueva entidad. En 1898 se reunió
en Managua la Dieta que elaboró la Constitución, la cual fué
decretaba el 27 de agosto. Prosiguiendo los trabajos, de acuerdo
con la Constitución se estableció en Amapala el Consejo Ejecutivo
Federal, que convocó a los tres Estados para la elección del primer
Presidente. Pero el 13 de noviembre del mismo año el General
Tomás Regalado depuso al Presidente Gutiérrez y declaró a El
Salvador separado de la República Mayor. En vista de ello.
Honduras y Nicaragua reasumieron la plenitud de su soberanía, y
terminó así aquel nuevo intento de Unión Nacional.
CAMBIOS DE GOBIERNO EN GUATEMALA Y COSTA
RICA.– Terminada en 1886 la interinidad del gobierno del
General Manuel Lisandro Barillas, fué electo para el período
siguiente. Al concluir su mandato constitucional, el General
Barillas dejó el ejemplo edificante de respetar la plena libertad
del pueblo para elegir a su sucesor, que lo fué el General José
María Reyna Barrios, quien tomó posesión de su alto cargo en
marzo de 1892. Reyna Barrios fué un gobernante progresista.
Apoyó la industria, fomentó el ornato de la capital, continuó los
trabajos del Ferrocarril del Norte. respetó la libertad de la prensa,
y puede decirse que su administración en los primeros años
ilustró la historia de Guatemala. Después se ensoberbeció, lo cual
fué su ruina. El desequilibrio político que ésto produjo, le creó
enemigos, uno de los cuales descendiú al campo vedado y siempre
reprobable del asesinato, Oscar Zollinger, quien lo mató en la calle
en la noche del 8 de febrero de 1898. Pueblo que no reacciona con
virtudes cívicas ante los desmanes del poder y apela al crimen
para corregirlos, aumenta infaliblemente sus propias desgracias.
Asumió el poder el Ministro de Gobernación Licenciado Manuel
Estrada Cabrera. y estableció un régimen despótico, el más cruel
312 sofonias salvatierra

e infecundo que ha habido en Centroamérica.


El Licenciado Dn. Bernardo Soto, que sucedió al General
Próspero Fernández, fué electo para el período siguiente. No
faltaron los disturbios políticos; no obstante, el Presidente Soto
continuó, hasta terminarla la construcción del ferrocarril al
Atlántico, prosiguió, en el fomento de la instrucción pública, que
debía dar por resultado la consolidación del orden social en el
país, y levantó el destierro del obispo Thiel, bajo la promesa de
éste de consagrarse a su ministerio espiritual y no mezclarse en
la política militante. El 8 de mayo de 1890, por elección popular
ascendió a la Presidencia el Licenciado Don Joaquín Rodríguez.
Costa Rica prosiguió su marcha regular y progresista, sobre la
base de la educación pública. Al Presidente Rodríguez le sucedió
don Rafael Iglesias, en 1894. Durante este Gobierno se arregló la
cuestión de límites de Costa Rica y Nicaragua. El señor Iglesias
fué reelecto, y al terminar su nuevo período en 1902, le sucedió
el Licenciado Ascensión Ezquivel, originario de Nicaragua, pues
nació en el Departamento de Rivas. La vida social y política de
Costa Rica se sigue acentuando en un sentido verdaderamente
democrático. Sustituyó al Presidente Ezquivel, de la misma
manera, por elección popular, el Licenciado Don Cleto González
Víquez, el 8 de mayo de 1906, electo popularmente ascendió a la
Presidencia el Dr. Don Ricardo Jiménez.
ULTIMOS AÑOS DE LA ADMINISTRACION ZELAYA.–
El año de 1897, una revolución promovida, por el General Ignacio
Paiz, perturbó la paz; pero fué debelada. Otra revolución promovida
por el General Juan Pablo Reyes en 1899, fué también debelada.
En 1903 otra revolución, que llamaron del Iago, acaudillada por el
General Emiliano Chamorro, terminó con la toma de los vapores
revolucionarios en el Gran Lago el 13 de mayo. En 1907 se formó
una verdadera conflagración en Centroamérica contra el Gobierno
del General Zelaya. La guerra estalló entre Honduras y Nicaragua
en febrero de 1907. Gobernaba en aquel Estado el General
Manuel Bonilla, y El Salvador hizo causa común con Honduras.
Los aliados se presentaron en Namasigüe en marzo y allí se
libró una batalla reñidísima que duró siete días, resolviéndose a
compendio de historia de centroamerica 313

favor de Zelaya. Por el lado de San Marcos de Colón avanzaron


también los ejércitos de Zelaya hasta Tegucigalpa, determinando
la caída de Bonilla y la ascensión al poder del General Miguel
R. Dávila. Celebrada la paz, la armonía entre el Salvador y
Nicaragua no se restableció completamente. Interviniendo el
Presidente de los Estados Unidos Teodoro Roosevelt invitó a
los cinco Gobiernos del Istmo a enviar delegados a Washington
con el objeto de arreglar las diferencias existentes y de establecer
sobre bases sólidas las relaciones centroamericanas. Antes de
enviar a Washington los delegados los Presidentes en pleito, de El
Salvador y Nicaragua, celebraron una entrevista en Amapala, con
el altísimo fin de restablecer la armonía aquí en familia. de modo
que al abrirse las conferencias en el extranjero, en este punto nada
tuviera que hacer el mediador. El 20 de diciembre de 1907 se
firmaron en aquella capital los célebres Pactos de Washington: por
los cuales se establecía una Corte de Justicia, la cual conocería
hasta de las cuestiones de honor de los cinco Estados hermanos.
También se establecía una Oficina que debía residir en Guatemala,
con el objeto de promover todo lo que de algún modo llevara a
Centroamérica a su antigua unidad.
LA CAIDA DEL GENERAL ZELAYA.– En el interior de
Nicaragua tampoco se consolidaba la paz. El largo continuismo
del General Zelaya en el poder agitaba la opinión en sentido
subversivo. Es verdad que durante su Gobierno el General Zelaya
promovió el adelanto material del país, protegió la instrucción
pública Con plausible empeño, construyó ferrocarriles, extendió
la red telegráfica en todos los pueblos, amplió las relaciones
internacionales; pero en la necesaria alternabilidad del mando, le
faltó proceder siguiera como lo habían verificado los conservadores,
alternando los Presidentes dentro de su mismo partido, con lo cual
se hubiera ahorrado mucha sangre de hermanos en tantas guerras
civiles, y de este modo se habría llegado a encontrar el equilibrio de
los partidos en el manejo de la cosa pública, el perfeccionamiento
de las instituciones, el progreso y la cultura del país, y el prestigio
nacional habría sido la consecuencia inmediata. Pero no fué así. El
11 de octubre de 1909, de acuerdo con liberales y conservadores,
314 sofonias salvatierra

el Gobernador e Intendente de la Costa Atlántica, General Juan J.


Estrada, se insurreccionó contra el Gobierno. Los Generales Pedro
Andrés Fornos Díaz, prominente Iiberal, y el General Emiliano
Chamorro, caudillo principal del partido conservador, llegaron del
destierro a Bluefields a incorporarse a la revolución. El Gobierno
envió inmediatamente dos cuerpos de ejército contra la ciudad
alzada, uno por el río San Juan a San Juan del Norte, y otro por
Chontales al Rama. La revolución no tenía armas y difícilmente
pudo proveerse de ellas, cedidas por el Presidente Estrada Cabrera
de Guatemala. La resistencia que la revolución opuso en el río
fué débil; pero un hecho de guerra iba a determinar las actitudes
definitivas. Los norteamericanos Le Roy Connon y Leonardo Groce,
se habían enganchado en la revolución. Cannon era un aventurero,
Groce no. Este última estaba casado con una nicaragüense y antes
había militado en las fuerzas del Gobierno. Ambos intentaron volar
con dinamita uno de los vapores del río que transportaba tropas del
Gobierno; cayeron prisioneros y fueron fusilados en el viejo castillo
de la Inmaculada. Con este motivo, el Gobierno de los Estados
Unidos rompió relaciones con el de Nicaragua en nota dirigida el
2 de diciembre al Encargado de Negocios en Washington. Desde
entonces, el General Zelaya no pensó en resistir, sino en entregar el
poder al llamado por la ley. Las fuerzas que avanzaban hacia el Rama
por lado de Chontales, lo hacían lentamente por los grandes lodazales
del tránsito. Llegaron al lugar denominado Recreo, y cuando el jefe
que comandaba este ejército, General Nicasio Vásquez, supo que
el Presidente Zelaya iba a depositar el poder entregó el mando a su
segundo el General Roberto González. Los revolucionarios atacaron
a estas fuerzas en los días 21 y 22 de diciembre precisamente en eI
día que Zelaya entregaba el poder al Dr. José Madriz. Después de
tres horas de terrible batalla en que quedaron muertos y heridos más
de quinientos hombres de un efectivo total de dos mil quinientos
combatientes, las fuerzas del Gobierno se rindieron. El Presidente
Madriz ofreció la paz a los revolucionarios en términos no usados
antes en la historia política, de estos pueblos. se les propuso que
seis meses después de celebrada la paz, convocaría al pueblo a
elecciones para autoridades supremas; que el Gobierno reconocería
compendio de historia de centroamerica 315

todos los gastos de la revolución; que, el propio Dr. Madriz. no se


presentaría como candidato, y que como garantía Ias armas de los
revolucionarios no las entregarían al Gobierno, sino que, serían
depositadas en poder de un Cónsul amigo para su custodio. Los
revolucionarios no aceptaron, y más bien, amparados por la política
intervencionista de aquella época, avanzaron camino del interior de
Managua, en donde después de muchas victorias y derrotas, entraron
el 22 de agosto de 1910. El Dr. Madriz salió para el destierro.
SUCESOS POLITICOS DE HONDURAS HASTA 1911.– El
Dr. Bonilla, Presidente de Honduras, se distinguió por su respeto
a sus propios principios políticos, garantizando los derechos
de la ciudadanía hondureña y entregando el poder al concluir
su período al electo por el pueblo, General Terencio Sierra, en
1899. En la administración del General Sierra se inició el cultivo
del banano en gran escala en la Costa Norte de Honduras, y la
construcción de la carretera que va de San Lorenzo a Tegucigalpa.
Este Mandatario no siguió el ejemplo que había dado su antecesor
de respetar la libre manifestación del pueblo en los comicios, y
en vez de entregarle el poder al General Manuel Bonilla, quien
verdaderamente había obtenido mayoría absoluta de votos designó
como sucesor suyo al Dr. Juan Angel Arias. El General Bonilla se
pronunció el primero de febrero de 1903 en Amapala, y después de
varios combates con las fuerzas del Gobierno, que comandaba el
propio Sierra como General en Jefe fué desastrosamente derrotado
en Coray, y el General Bonilla entró triunfante en Tegucigalpa el
13 de abril del mismo año. Pronto se formó una fuerte oposición
contra el Gobierno, y el General Bonilla apartando toda mesura y
el respeto debido a la Constitución que él mismo había invocado
un año antes cuando le favorecía, hizo que sus soldados asaltaran
el Congreso Nacional, recluyó en la Penitenciaría al expresidente
Dr. Bonilla, que era Diputado, y a otros representantes más, y
mandó que les pusieran grillos: Disuelto así el Congreso, convocó
una Constituyente, la cual aprobó todo y nombró al dictador para
un nuevo período. En 1907 cayó a consecuencia de la revolución
que le llevaron los emigrados acaudillados por el General Dionisio
Gutiérrez, apoyados por el Gobierno de Nicaragua y ascendió en
316 sofonias salvatierra

su lugar el Dr. y General Miguel R. Dávila. Nada de notable deja


en la historia este gobernante. Una nueva revolución acaudillada
por el General Manuel Bonilla; lo obligó a depositar la Presidencia
en el Dr. Francisco Beltrand, el 28 de marzo de 1811, mientras se
Ilenaba Ia fórmula de elegir al caudillo de la revolución.
En El Salvador; el General Regalado, entregó el poder al
electo Don Pedro José Escalón, el primero de marzo de 1903,
aunque quien mandaba en realidad era el General Regalado.
Surgieron dificultades con el Presidente Estrada Cabrera, y
Regalado invadió Guatemala en 1906; pero retrocedió ante
los 30 mil hombres que Estrada Cabrera había colocado en la
frontera. Sin embargo, a principios de junio del mismo año, una
revolución organizada en territorio salvadoreño por emigrados
guatemaltecos, invadió Guatemala, pero fueron rechazados.
Entonces las fuerzas regulares de El Salvador avanzaron sobre
Guatemala, y la guerra entre los dos Estados hermanos quedó
declarada oficialmente el 10 de julio. La primera batalla empezó
a librarse el día 11 siguiente, sin resultado definitivo por la muerte
de Regalado, General en Jefe del ejército salvadoreño, al verificar
un ataque en el punto llamado El Entrecijo. El día siguiente bajo
el mando del General Félix Rodolfo Cristales, los salvadoreños
atacaron nuevamente. El General Manuel María Aguilar era
el Generalísimo de los guatemaltecos. Esta batalla tampoco se
dedicó porque, por mediación de los Estados Unidos y México, se
convino en un armisticio, y el 20 del mismo julio se firmó la paz
a bordo del Marblehead, buque de guerra de los Estados Unidos,
con la intervención de los cinco Estados centroamericanos. A Don
José Ecalón le sucedió por elección popular el General Fernando
Figueroa, en marzo de 1907. No obstante la paz del Marblehead, la
armonía no podía ser definitiva en Centroamérica, hecho éste que
ha sido constante desde que se fraccionó la República en 1838. Ese
malestar culminó en nueva guerra en-re Nicaragua y Honduras,
en la cual el Presidente Manuel Bonilla en 1907. practicadas las
elecciones presidenciales, obtuvo mayoría de votos el Dr. Manuel
Enrique Araujo, quien tomó posesión de su alto cargo el primero
de marzo de 1811.
compendio de historia de centroamerica 317

CULTURA PROGRESO Y DESARROLLO SOCIAL


Y POLlTICO DEL PUEBLO CENTROAMERICANO
EN LOS PRIMEROS NOVENTA AÑOS DE VIDA
INDEPENDIENTE.
REFORMASVERIFICADAS CON LAINDEPENDENCIA.–
Para iniciar una cultura más amplia, más completa y más
avanzada, Centroamérica al independizarse tuvo la necesidad
de destruir las limitaciones establecidas por el régimen colonial.
La independencia cambió la regla de las Cédulas Reales que se
daban en virtud del capricho soberano y en beneficio particular,
por la del interés general y en virtud de mandatos alternativos
del pueblo. Asimismo, abrió las puertas, antes cerradas para el
intercambio de personas. de cosas y de ideas con todas las naciones
del mundo. De esta manera pudieron libremente venir libros e ir
y venir hombres: los que iban a instruirse y los que traían las luces
del espíritu. Se declaró función obligatoria del Estado promover,
fomentar, dirigir la educación pública, como uno de los bienes
mayores que se buscaron con la independencia. Ahora todo acto
público es obligatorio que sea en bien de la colonia emancipada,
en vez de lo de antes, que todo se hacía según la conveniencia
de la nación colonizadora y de modo que la colonia no pudiera
jamás emanciparse. La enseñanza reducidísima de entonces se
limitaba a dos cosas invariables: a la religión exclusivamente
católica, tal como la enseñaba aquel clero no muy ilustrado,
con un fuerte sabor de fanatismo y de paciente sumisión, y al
acatamiento ciego y silencioso a la voluntad del rey. Era que no
habiendo, como ahora, libertad de cultos y de conciencia, el tronco
y el altar estaban íntimamente vinculados, de modo que ambos,
apoyándose recíprocamente, pudieran conservar su respectivo
dominio El Estado independiente, en cambio, garantizando la libre
determinación de la conciencia hacia la fe religiosa y el derecho
de estudiar toda ciencia y toda filosofía, así como el derecho
de crítica sobre todo lo que cae bajo el dominio de la razón, ha
dado oportunidad a la inteligencia popular de manifestarse y de
estimular el adelanto general de la cultura:
318 sofonias salvatierra

CULTURA CIENTIFICA.– España no tenía ni quería dar


la ciencia a sus colonias. Al constituirse las nuevas repúblicas
americanas, fueron libres de buscar los libros y los hombres
científicos y de traerlos de donde estuvieran. En el resto de Europa,
sobre todo en Francia, hallaron las nociones necesarias de los
modernos investigadores, en todos los modos del conocimiento,
principalmente en el positivo para el estudio de la naturaleza. En los
Seminarios y Universidades fundados en Guatemala y Nicaragua,
en esta última ya muy tarde, los estudios no pasaban en la colonia
en Ias Células Reales recopiladas, de las leyes conónicas y de una
que otra noción muy superficial de Derecho Civil y de filosofía,
siguiendo el método escolástico, que ya estaba, sin embargo, muy
desacreditado. A tal grado era deficiente la enseñanza dada en los
Seminarios, que al referirse al de León, decía Don Alonso de La
Cuesta, funcionario de la Regencia española en 1812, que no sabía
cómo podía merecer el nombre de Seminario un establecimiento
de plan de estudios tan pobre. Hubo, pues que reorganizarlo todo
después de la Independencia. Desde los primeros días se amplió
el radio de Ia enseñansa elemental en los cinco Estados.
En Guatemala se fundaron escuelas normales; se introdujo la
imprenta, que sólo la había en la capital, se fundaron periódicos
y se introdujeron libros, que circulaban libremente. Se fundaron
escuelas de Medicina, y después de Ingeniería, de Farmacia, de
Dentistería, dándole así a la Universidad el verdadero carácter de
un centro en que se estudian todas las ciencias.
El Salvador fundó su Universidad en 1841 la cual ha alcanzado
un desarrollo distinguido en Centroamérica.
En Tegucigalpa, se empezó en 1845 con la fundación de un
centro que denominaron “Sociedad del Genio Emprendedor y del
Buen Gusto”, con el presbítero José Trinidad Reyes de Rector; el
año siguiente se le llamó Academia Literaria de Estudios, y en 1849
se le dió el nombre de Universidad del Estado de Honduras. Con
el fin de perfeccionar los estudios secundarios y universitarios, el
Gobierno del Dr. Marco Aurelio Soto trajo de España catedráticos
altamente preparados.
compendio de historia de centroamerica 319

En Nicaragua se mejoró el plan de estudios de la Universidad


de León, se fundó otra en Granada y se organizaron medias
universidades en Managua y otras poblaciones, lo mismo que
Institutos de secundaria para varones y señoritas. Aunque
desgraciadamente, los estudios universitarios, no pasaron de las
Facultades de Derecho y Medicina y algo de Farmacia. En la
administración de Don Pedro Joaquín Chamorro se estableció la
enseñanza elemental obligatoria.
En Costa Rica es de los Estados centroamericanos, en donde
se ha entendido más claramente, porque se ha realizado, que es
en la educación pública en donde está la clave para resolver todos
los problema e sociales de todos los países del Istmo. Desde en
la Administración de Don Jesús Jiménez, en 1869, se procedió en
serio a organizar el progreso educacional de Costa Rica. Como
después lo verificó el Presidento Soto de Honduras, el Presidente
Jiménez trajo de España eminentes profesores para regentar el
Colegio San Luis Gonzaga, y a la Escuela Normal, fundados por
él. Ya desde el tiempo del Presidente Castro, en 1853, se había
fundado la Universidad de Santo Tomás. Pero fué en el Gobierno
de Don Bernardo Soto (1885 1890) y de su Ministro Don Mauro
Fernández, cuando la educación pública quedó definitivamente
organizada como fundamento de la prosperidad nacional, y del
recto funcionamiento de la república democrática, hasta hacerse
sentido común en ese Estado centroamericano.
Con esas nuevas bases de la enseñanza, Centroamérica ha
producido hombres distinguidos en la ciencia, aunque no en la
magnitud que le es posible, dadas las capacidades intelectuales
reconocidas del pueblo. El fraccionamiento de la República de
Centroamérica, fraccionó las posibilidades de los cinco Estados
para organizar mejor su economía y por consiguiente para elevar
los grados de la cultura en una medida verdaderamente superior y
apreciable dentro de la cultura general de América.
LA LITERATURA.– Dotado el pueblo centroamericano
de brillantes dotes intelectuales, sobre todo en aquellas en que
la imaginación es el primer elemento, el número de sus poetas
y literatos distinguidos es mayor relativamente a la cultura
320 sofonias salvatierra

acumulada. En tiempos de la colonia brilló el Padre Rafael


Landívar, insigne poeta bucólico, nacido en Guatemala, En
Guatemala también nació el insigne escritor clásico Antonio José
Irisarri, lo mismo que el literato novelista e historiador José Milla
y Vidaurre, y Enrique Gómez Carrillo, el cuentista maravilloso, y
Lorenzo Montúfar, orador e historiógrafo. De la misma manera,
aunque nacido en El Salvador, brilló en Guatemala el inspirado
poeta José Batres Montúfar.
Los Barberenas y los Gavidias, de altísima significación
literaria, científica y lingüística, nacieron en El Salvador, y Arturo
Ambrogi, quien con el cuento cosmopolita le dió nuevos matices
a la literatura Centroamericana.
El 2 de enero de 1883 apareció el primer diario publicado
en El Salvador. titulado “El Diario del Comercio” y dirigido por
F. Castañeda, y redactado por Federico Proaño, Román Mayorga
Rivas y Pedro Ortiz.
Ramón Rosa, tan destacado en las letras. y Juan Ramón
Molina, eminente poeta, nacieron en Honduras, lo mismo que el
Padre Reyes, el de las famosas pastorelas (53), y el insigne, José
Cecilio del Valle, bien llamado el sabio Valle, de lo más ilustrado
y talentoso de su tiempo en América, nació en Choluteca.
Nicaragua asimismo ha sido un campo donde ha florecido
con exuberancia la literatura. Miguel Larreynaga, escritor atildado
y castizo, nació en León. Máximo Jerez, intelectual de primera
fuerza. Anselmo H. Rivas, periodista y escritor de elevados
alcances. Enrique Guzmán, escritor saleroso y clásico, coloso del
bien decir castellano. Rigoberto Cabezas, fundador del diarismo
en Nicaragua. (54) Manuel Coronel Matus, escritor político
atildado. Tomás Ayón y José Dolores Gámez historiadores.
Santiago Argüello, poeta y literato eminente Manuel Maldonado,

(53) El Presbítero José Trinidad Reyes, nació en Tegucigalpa el 11 de junio


de 1797, Estudió en León, en donde se consagró de sacerdote. Fué un civilizador.
Murió en Tegucigalpa el 20 de septiembre de 1855.
(54) El primero de marzo de 1884 empezó a publicarse en Granada el primer
periódo diario de la prensa de Nicaragua, con el nombre de “Diario de Nicaragua”,
y dirigido por Rigoberto Cabezas.
compendio de historia de centroamerica 321

poeta y orador de gran prestigio, y cien más. En Nicaragua nació


asimismo, Rubén Darío, reconocido como el más grande de los
poetas de habla española, quien se elevó hasta encontrarle nuevas
formas a la expresión castellana. En Costa Rica nació el eminente
Fray José Antonio de Liendo y Goicoechea, el demoledor del
escolasticismo arcaico, y fundador de los estudios experimentales
sobre bases de investigación positiva; se le consideraba en el
despertar intelectual como el precursor de los próceres de la
Independencia del Istmo; Don León Fernández y su digno hijo
Don Ricardo Fernández Guardia, historiadores, lo mismo que
Don Manuel María de Peralta; Rafael Angel Troyo y Aquileo J.
Echeverría, poetas y literatos, y muchos más que hacen número
honroso en el catálogo de la literatura centroamericana hasta 1911.
EL ARTE.– En este aspecto de las manifestaciones superiores
del espíritu, Centroamérica no comparece en medida muy
apreciable. No hubo preparación en la colonia, de cuyo tiempo lo
poco que quedó fué obra de artistas peninsulares, o de aprendices,
sin la técnica necesaria. Sin embargo, mucho se ha adelantado
en la pintura, y algo en escultura y modelado. La fundación de
escuelas de bellas artes ofrecerá un medio para que se revelen las
evidentes aptitudes artísticas centroamericanas. La música es el
arte en que se ha realizado una más destacada producción. Varios
de los especialmente dotados han desenvuelto sus capacidades
en Conservatorios de Europa, ya sea en la composición, en la
ejecución o en el canto.
LAS INDUSTRIAS.– La colonia no dejó otra herencia
industrial, que la de fabricación de telas en el antiguo telar
movido a mano. El monopolio peninsular no permitía el
adelanto ni desarrollo de esta industria, la cual, al verificarse la
Independencia, desapareció casi por completo por el comercio
libre, mientras se establecían telares eficaces. En Guatemala era
donde estaba más adelantada. En los últimos tiempos se hacen
esfuerzos en los cinco Estados del Istmo por organizar telares
mecánicos modernos en gran escala. Lentamente, aunque en
muy pequeña proporción se elaboran productos químicos para el
servicio farmacéutico. En la fabricación de muebles y en objetos
322 sofonias salvatierra

de indumentaria se ha adelantado mucho. Casi todo se hace en


forma manual, obteniéndose un perfecto acabado, En la industria
agrícola, apenas si empiezan a difundirse las nociones técnicas en
modestas escuelas de agriculturas. no bien instaladas. En todo el
tiempo atrás se procedió por sistemas empíricos rutinarios atenido
el labriego, o el llamado agricultor, a la cantidad de, las lluvias
y a la calidad natural de la tierra, o a lo que Dios quisiera. Un
concepto equivocado de los bienes que la Divinidad difunde y
de los fines y razón de ser de la religión, herencia de los modos
defectuosos, que han sido fatales, con que se fomentó Ia fe
religiosa en la colonia llevó a estos pueblos a no empeñarse
en el esfuerzo trascendental, a no buscar las causas en todo, el
porqué de las cosas, a no estudiar la naturaleza directamente,
a no sistematizar por la técnica toda labor. Este es otro de los
motivos por los cuales el crecimiento centroamericano no se hace
apreciable en comparación con el volumen de desarrollo de los
pueblos de donde reciben estos países las primeras nociones de su
cultura. Los campos de experimentación agrícola, o no existen, o
son escasísimos. Por consiguiente, la agricultura, que es la base
de su vida económica, no crece. Las escuelas de artes y oficios,
son raras y tan deficientes, que el artesano no adelantaba lo que
pudiera y procede en su trabajo en forma lenta y costosa, por
lo cual es mejor la utilidad que le queda. Las instituciones de
crédito, si existen, no lo son en la medida y forma qué requiere
una economía bien dirigida, de tal manera que el padre de la
economía nacional, el agricultor, ha estado en manos del agiotista.
Todo esto debido a una defectuosa concepción del estado social y
del funcionamiento de sus órganos vitales, y desde luego, por la
deficiente constitución política de los Estados y la poca elasticidad
de los dirigentes políticos para las variaciones necesarias.
VIAS DE COMUNICACION.– Por mucho tiempo se
mantuvo el viejo sistema de caminos y transportes. el mismo
usado en los tiempos precolombinos y coloniales. La navegación
a vapor fué inventada en 1807, y por lo menos en el Gran Lago de
Nicaragua, no surcó sus ondas un barco sino hasta en 1851, traído
por la Compañía del Tránsito.
compendio de historia de centroamerica 323

El ferrocarril, inventado en 1814, no empezó su establecimiento


en Centroamérica, sino hasta en 1879.
En 1866, el Gobierno del Dr. José María Castro, en Costa
Rica, celebró contrato con una compañía norteamericana para
construir un ferrocarril interoceánico, de Limón a Puntarenas;
pero no se realizó. En 1869 se celebró una nueva contrata por
el Gobierno de Don Jesús Jiménez con firmas norteamericanas,
con el fin de construir la misma vía ferrocarrilera, y aunque se
comenzaron los trabajos, la obra no se hizo. En la administración
de Don Próspero Fernández, en 1884, se celebró la contrata
definitiva, para construir un ferrocarril de San José a Limón,
con Minor Cooper Keith, aunque en forma de concesión, con un
usufructo de noventa y nueve años, y con una dádiva en propiedad
de 800.000 acres de tierras labrantías. La debilidad económica
del Estado obligaba a hacer tan graves concesiones para poder
tener ferrocarril, sin fijarse, los separatistas, que esa debilidad se
debía al fraccionamiento de la República Federal. Después se
construyó también el ferrocarril de San José a Puntarenas. Por
siempre, desde en tiempos de la colonia, fué aspiración de Costa
Rica construir una carretera al Atlántico. Todos los Gobiernos lo
intentaran y ninguno pudo hacer la obra.
En Guatemala se dió en 1869 la concesión a un guatemalteco
para construir un ferrocarril de Escuintla al puerto de San José.
Esta primera línea ferroviaria de Guatemala, fué inaugurada el 19
de julio de 1880. En 1883 se inauguró también el ferrocarril del
puerto de Champerico a Retalhuleu. El 15 de septiembre de 1884 se
inauguró el de San José a la capital. En 1883 el Presidente Barrios
excitó al pueblo guatemalteco a que suscribiera cada persona cuatro
pesos en calidad de accionistas, por año, para la construcción del
Ferrocarril del Norte, que debía correr de Guatemala a puerto
Barrios. El pueblo respondió. Los trabajos se continuaron durante
las administraciones Barillas y Reyna Barrios concluyéndose
durante la de Estrada Cabrera. Últimamente la aparición del
automóvil, se pone más esfuerzo en la construcción de carreteras:
En El Salvador se construyó la primera vía férrea de Armenia
a Acajutla, durante la administración Zaldívar. Después, dos
324 sofonias salvatierra

compañías, una inglesa, y otra norteamericana, construyeron el


ferrocarril oriental, de La Unión a San Salvador, y otra de esta
última ciudad de Santa Ana. Ultimamente se ha construido una
línea de empalme con el ferrocarril del Norte de Guatemala, de
San Salvador a Zacapa, conectándose de esta manera El Salvador
con el Atlántico.
En Honduras, desde en tiempos del General Cabañas, en
1853, se proyectó la construcción del que llamaron ferrocarril
interoceánico. En 1866 se verificó el desastroso empréstito, por
fraudulento, para proseguir la vía, la cual pudo construirse de
Puerto Cortés a las riberas del río Ulúa. Después ha avanzado
hasta Potrerillos. Muchos otros ferrocarriles construidos en la
Costa Norte de Honduras han sido hechos por las Compañías
extranjeras explotadoras del banano.
En Nicaragua fué durante la administración de Don Pedro
Joaquín Chamorro (1875 1879) cuando se inició la construcción
de ferrocarriles, empezando por el puerto de Corinto hasta
León Viejo, a orillas del lago de Managua. Esta terminal se
inauguró el 27 de enero de 1884, lo cual indica, que los trabajos
ferroviarios no se interrumpieron y más bien se prosiguieron
durante las administraciones de Zavala y Cárdenas hasta llegar a
Granada. Desde entonces, León Viejo se llama Momotombo. El
modo inicial de construir ferrocarriles en Nicaragua, con fondos
nacionales, fue felizmente continuado por los Gobiernos. De esta
manera, las vías férreas son todas de la nación, y sus productos
han servido para construir otras, como las de Masaya a los pueblos
de Sur (1899) y de La Paz a la capital (1902, suprimiendo de esta
manera el tranborde que se hacía en Momotombo a los vapores
que navegaban en el lago de Managua.
Contemporáneamente con la construcción de la primera línea
ferroviaria se formó una conpañía por los señores Luis Palazio
y Pablo Giusto para traer vapores que hicieran más rápido el
transporte en el lago de Managua, y trajeron los vapores Amelia e
Isabel, a los cuales se sumaron años después, otros más grandes;
el Progreso, el Managua y el Angela.
Desde muy antiguo se ha pensado en la construcción de un
compendio de historia de centroamerica 325

ferrocarril que conecte el Gran Lago de Nicaragua con el Atlántico,


partiendo de San Miguelito y terminando en Monkey Point. En
1867 se trató en Londres, en el seno de la Real Sociedad Geográfica
de Inglaterra, de la construcción de un ferrocarril que conectara el
Pacífico con el Atlántico, por Nicaragua. Ante esa Corporación leyó
el ingeniero inglés Mr. Collinson un informe de sus exploraciones
hechas de San Miguelito a Monkey Point, manifestando que la obra
era perfectamente factible. En la administración Zelaya se proyectó
también construir un ferrocarril por esa vía, y aun se empezaron los
trabajos. Lo que determinó inmediatamente a introducir la vialidad
ferroviaria en Nicaragua, fué un simple cálculo económico que se
resolvía en verdadero ahorro. Desde en tiempos del Gobierno del
General Martínez estaba establecido el sistema de transportes por
las Ilamadas diligencias, grandes carruajes tirados por mulas, que
llevaban pasajeros de una a otra ciudad a largas distancias. Para
que este tráfico no se interrumpiera, el Gobierno se veía obligado a
invertir diez mil pesos mensuales en la reparación de los caminos.
Verificados los estudios de lo que en otros países se había gastado
en la construcción por milla de ferrocarril, se vino en conocimiento,
bajo la gestión inteligente del Ministro Don Emilio Benard, de
que dadas las facilidades que ofrecía el suelo parejo en que están
las ciudades del litoral del Pacífico nicaragüense, ningún gran
problema de ingeniería había que resolver para tender los rieles, lo
cual podía por consiguiente hacerse a poco costo, con los dineros
que se invertían en la reparación de caminos para la diligencias. La
contribución pecuniaria particular fué abundante y espontánea. De
esta manera la conciencia económica nicaragüense se familiarizó
felizmente con el método de construir ferrocarriles con dineros de
la nación. y de manera que ella fuera la dueña, de tal modo que la
conservación de la vía férrea como propiedad nacional es ya una
forma del patriotismo nicaragüense.
En Nicaragua fué donde hubo primero telégrafos, el construido
por la Compañía del Tránsito, de La Virgen a San Juan del Sur
en 1863. Su establecimiento como servicio para el país, y como
propiedad del Estado, se inició en la administración de Don Pedro
Joaquín Chamorro. Empezó a construirse de San Juan del Sur a
326 sofonias salvatierra

Rivas, y el 20 de abril de 1876 se enviaba el primer mensaje. En


Nicaragua, donde primero hubo teléfono fué en Granada, entre el
Cuartel Principal y la Pólvora, el 23 de octubre de 1884. Después,
el 14 de junio de 1886, se verificó la comunicación telefónica entre
Acoyapa y San Ubaldo. En mayo de 1887, en plan definitivo,
quedó instalado este servicio entre Granada, Masaya y Managua.
En septiembre de 1888 se estableció entre Momotombo y León;
y así ha seguido la red telefónica extendiéndose por todo el país.
En Honduras se tendió la primera línea telegráfica entre
Tegucigalpa y Comayagua, y se inauguró el 27 de agosta de 1882.
En Costa Rica empezó a tender en 1886 la primera línea
telegráfica, entre Puntarenas y Cartago, el norteamericano Liman
Reinolds, como propiedad suya, en virtud de concesión que le
hizo el Gobierno, más una subvención de diez mil pesos. En
Guatemala el desarrollo de este medio de comunicación fué rápido
pues en 1876 las líneas telegráficas alcanzaban a cerca de 300
leguas. En El Salvador se estableció durante la administración del
Dr. Dueñas, en 1870.
DESARROLLO POLITICO Y SOCIAL DE
CENTROAMERICA.– Salido de la colonia, el pueblo
centroamericano se componía de una minoría exigua con ideas
incompletas y defectuosas sobre la independencia y la libertad
democrática, y con una ignorancia casi total en la mayoría,
además del porcentaje con tendencias reaccionarias en la clase
dirigente, sin buena voluntad para renunciar a los privilegios
sociales y por tanto políticos y económicos. Con estos factores,
la revolución, anárquica tenía que ser la consecuencia, como en
efecto fué. La tendencia al dominio de los unos sobre los otros
se hizo característica en la formación de los partidos políticos y
produjo por último el fraccionamiento de la República en cinco
Estados que se han llamado independientes.
Dividida Centroamérica, la anarquía, la revuelta y el
desorden continuaron en un grado desesperante. Más de cincuenta
Constituyentes y otras tantas Constituciones decretadas en el
primer siglo independiente, dan la medida de Ia ineptitud, más
compendio de historia de centroamerica 327

moral que mental, para el reajuste cívico. Desconfianza entre


los celos entre las regiones locales, odios entre los políticos, por
querer cada uno una misma cosa exclusivamente: el poder público,
con un poco de patriotismo legítimo, pero todo envuelto en un
personalismo tan agudo, que rompía forzosamente el equilibrio
necesario para mantener el orden y asegurar la aplicación normal
de las instituciones basadas en una democracia sincera.
Dentro de la igualdad del sistema republicano adoptado
en Centroamérica ha habido alguna variedad en cuanto a las
actividades que impone su ejercicio. Los partidos políticos, que son
los grandes órganos de manifestación en los países democráticos,
en Centroamérica no han seguido esa misma forma.
Las divisiones de liberales y conservadores han sido más
características en Guatemala y Nicaragua, en este último Estado
la oposición entre los partidos se ha manifestado violenta aunque
con tendencias a unificar sus ideologías dentro de la patria y
las instituciones y a establecer la armonía dentro de la ley y la
convivencia social, además de que se han alternado en el ejercicio
del Gobíerno lo que ha permitido que se den a conocer a la opinión
popular, más allá de su propaganda interesada de los adeptos.
En Guatemala no ha habido alternabilidad frecuente. Allí sólo
se conocen dos partidos, el conservador que dominó treinta años
con Carrera y Cerna y el liberal, que domina todavía desde 1871.
En El Salvador un grupo de hombres políticos, sin
denominación específica instrumentos de Carrera para dominar
en el Estado, desde Malespín hasta Dueñas en 1871, sin embargo
de los esfuerzos del General Gerardo Barrios por romper aquella
hegemonía. Después los partidos, sin nombres y sin organización
permanentes, han sido agrupaciones de la opinión en cada caso
alrededor de un hombre para el ejercicio del Gobierno.
Lo mismo ha pasado en Costa Rica, aunque en forma más
pacífico y con una democracia más evidente.
En Honduras han militado los partidos liberales y conservador,
no tan separados como en Nicaragua, pero tal vez con odios más
violentos.
328 sofonias salvatierra

Cada uno de los Estados han manifestado un modo social


particular dentro de la unidad centroamericana. Guatemala, por
lo menos en la capital y Quezaltenango, muestra un relieve de
mayor cultura; El Salvador se distingue por su rebeldía hacia la
independencia nacional, y los esfuerzos que pone en el desarrollo
de su cultura: Honduras por su constante fidelidad a la Unión
Nacional, no obstante el pronunciado hondureñísimo de los
hondureños; Nicaragua se distingue por su sentimiento fraternal
con los centroamericanos, al extremo de que su conciencia los
confunde a todos como ciudadanos de la patria común; Costa Rica
se destaca en la familia centroamericana por su cultura cívica y
por su pacifismo ejemplar.
En los cinco Estados de que consta el conglomerado
centroamericano, la evolución jurídica ha sido uniforme. El
proceseso de formación ha seguido las mismas líneas; Por mucho
tiempo, después de la Independencia, continuaron vigentes las
leyes coloniales en su aplicación civil. Poco a poco se fueron
formando los Códigos conforme las nuevas normas e incorporando
en ellos los principios más avanzados.
En la formación de su cultura, Centroamérica sigue un
ritmo integral y de síntesis, determinado como es natural, por su
posición geográfica central en América y en el mundo. De manera,
que no sólo por las causas históricas que la han creado y por su
conformación uniforme territorial, sino también por el lugar en que
está situada en la geografía del mundo, Centroamérica significa
una unidad que la ha de caracterizar en la cultura de América.
Cabe entonces afirmar que la política nacional e internacional
de Centroamérica ha estado influida de una manera decisiva por
su posición central e istmica, particularmente en Nicaragua, en
donde un gran lago y un río ofrecen facilidades para construir un
canal interoceánico; y de tal manera ha sido esta influencia, que las
aproximaciones exteriores sobre el Istmo en su mayor interés, han
venido determinadas con miras a ese canal. Son las consecuencias
naturales del medio geográfico sobre la vida y destino de las
naciones. De ahí la mayor necesidad del orden y unidad social en
el agregado humano que habita en el istmo centroamericano.
compendio de historia de centroamerica 329

TRABAJOS A FAVOR DE LA UNION DE


CENTROAMERICA.– Regidos por una Audiencia, el antiguo
Reino de Guatemala formó un sólo cuerpo político y jurídico
durante la dominación española. Por eso es que el Acta del 15 de
septiembre de 1821, declaró por ese mismo acto independientes
a las cinco Provincias que componían el Reino. Reunida la
Asamblea Nacional Constituyente en junio de 1823, se constituyó
en República Federal; convirtiéndose las Provincias en Estados
Federados. Los modos defectuosos de la administración colonial
reaccionaron fatalmente en sentido separatista. Un hombre
superior, Francisco Morazán, quiso detener el fraccionamiento
hasta dejar su vida sacrificada en manos de los separatistas.
Pero el pensamiento unionista quedó latente, íntimamente
sentido como una necesidad primordial de Centroamérica. Es
doloroso sin embargo observar, que muchos de los dirigentes
políticos de los Estados convertidos en repúblicas independientes,
utilizaron más de una vez la idea unionista para apoderarse del
mando o para defenderse de los que querían quitárselo, actitud con
la cual burlaban a los hombres que sinceramente han querido la
reconstrucción de la República.
He aquí una síntesis de los esfuerzos hechos por Ia unidad
nacional.
En 1845 se instaló en Chinandega una Convención
Centroamericana con delegados de El Salvador, Honduras y
Nicaragua. Guatemala con Carrera y Costa Rica con Carrillo se
negaron a concurrir. Se acordó constituir un Gobierno Nacional con
el Licenciado Antonio José Cañas como Presidente. El Gobierno
confederado se trasladó a San Vicente, en donde lo presidió Don
Fruto Chamorro en 1844. Era tan informal aquello y tan poco
sincero, que en el mismo año dos de los Estados confederados, El
Salvador y Honduras, se echaron sobre el otro, Nicaragua, en la
forma más cruel que registran los anales centroamericanos.
En 1847 se reunió en Nacaome una Dieta con el mismo
propósito unionista, por concierto acordado entre los mismos
Estados centrales del Istmo: El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Guatemala y Costa Rica no quisieron concurrir. Esta Dieta convocó
330 sofonias salvatierra

a elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente que debía


reunirse en Tegucigalpa el primero de agosto de 1848, lo cual no
se verificó. El año siguiente de 1849, sin embargo se reunieron
en León otros delegados de los mismos tres Estados se convino
en construir en Chinandega una Representación Nacional. En
el tratado se hablaba de defenderse de las amenazas de un poder
extranjero (se referían a la Gran Bretaña); lo cual indica que las
simples necesidades del momento eran que los movían a juntarse,
olvidando las necesidades presentes y las del futuro. Guatemala y
Costa Rica nuevamente no quisieron cooperar.
Otra vez las amenazas de Inglaterra en la Costa Norte de
Honduras, animó al Gobierno de este Estado a invitar a los de El
Salvador y Nicaragua organizar un Gobierno Nacional. Se insaló
la Dieta el 9 de octubre de 1852 en Tegucigalpa. Decretaron
la unión de los tres Estados con el hombre de República de
Centroamérica. También convinieron en procurar la unión con las
repúblicas hispanoamericanas. Nada se concluyó en definitiva,
Porque hecho los Estatutos de la Entidad formada, cambios de
Gobiernos en Nicaragua y El Salvador cambiaron los propósitos,
y los Estatutos no fueron aprobados.
En 1862 hubo la propuesta unionista del General Gerardo
Barrios, Presidente de El Salvador. Se mandaron delegados, se
celebraron conferencia, y en nada quedó; más bien se hicieron la
guerra al año siguiente.
Por invitación del Presidente Barrios de Guatemala, se reunió
en aquella capital en 1876, un congreso de los cinco Estados con
el fin de ver si era posible realizar la unión. Pero, aunque parezca
una cosa absurda, estando reunido el Congreso estalló la guerra
entre Guatemala y el El Salvador; y asi terminó todo.
Pensando el Presidente Barrios en la necesidad de la Unión, se
decidió hacerla por la fuerza contra los Estados cuyos gobiernos la
resistieran. Los invitó primero por medios pacíficos. Solamente
Honduras con Bográn y El Salvador con Zaldívar respondieron.
Sin embargo al dar Barrios el grito de Unión, el 28 de febrero de
1885, solamente Bográn fué fiel; Zaldívar; defeccionó y se opuso.
En la batalla de Chalchuapa, el 2 de abril, murió Barrios con todos
compendio de historia de centroamerica 331

los perfiles del héroe, por devolver a Centroamérica las bases de


su antigua grandeza.
En noviembre de 1886, el General Manuel Lisandro Barillas,
que gobernaba en Guatemala, invitó a los cuatro Gobiernos con el
fin de convenir en el modus vivendi centroamericano, y en 1887
suscribieron varias convenciones: de paz y amistad, la extradición
de reos y de servido consular. Se convino en constituir una Dieta
que debía reunirse cada dos años, con el objeto de promover los
modos de llegar a la Unión Nacional. La primera reunión tuvo
lugar en San José de Costa Rica, y en 1889 la segunda en San
Salvador en donde celebraron el 15 de octubre un pacto de unión
provisional. Conforme ese pacto, la República de Centroamérica
debió inaugurarse el 15 de septiembre de 1890. De acuerdo con
lo convenido el primer Presidente de Centroamérica sería rifado
entre los Presidentes que gobernaban a los cinco Estados. Pero
ahí no más surgió lo inesperado. El General Carlos Ezeta, íntimo
del Presidente de El Salvador, General Francisco Menéndez, se
rebeló contra su jefe y lo depuso en una fiesta, causando lo muerte
instantánea del Gobernante. Así terminó este nuevo intento de
realizar la Unión Nacional.
En 1895 se reunieron en el puerto de Amapala los Presidentes
de El Salvador, Honduras y Nicaragua con el fin de llevar a su
realización la idea unionista. Se suscribió un pacto por el cual se
creaba la República Mayor de Centroamérica. Se reunió en 1898
la Asamblea Constituyente en Managua y decretó la Constitución,
y en el mismo año se instaló en Amapala el Consejo Ejecutivo
Federal. Convocado estaba el pueblo a elecciones para el primer
Presidente, cuando en noviembre de ese año, el General Tomás
Regalado derrocó al Presidente de El Salvador, General Rafael A.
Gutiérrez, y rompió la República naciente.
Centroamérica está esperando una generación mejor
inspirada, más sincera, con el alto propósito de reorganizar la
República y más hábil para escoger los medios más seguros de
sentar con la Unión las bases firmes sobre las cuales triunfen
los ideales máximos por Ios cuales el Istmo centroamericano se
declaró independiente el 15 de septiembre de 1821.
compendio de historia de centroamerica 333

BIBLlOGRAFIA
Verdadera y notable Relación del Descubrimiento y la
Conquista de Nueva España y Guatemala.– Bernal Díaz del
Castillo.
Popl-Vuj.
Recordación Florida.– Fuentes y Guzmán.
Historia de Chiapas y Guatemala.– Fr. Francisco Jiménez.
Memorial de Tecpán Atitlán.
Historia General de las Indias, etc.– Antonio Remesal.
Izagoge Histórica.
Historia de la América Central.– José Milla.
Historia de la América Central.– Agustín Gómez Carrillo.
Memorias de Jalapa.– Manuel Montúfar
Historia de las Revoluciones en Centroamérica.– Alejandro
Marure.
Reseña Histórica.– Lorenzo Mantúfar.
Historia Antigua y Moderna de El Salvador.– Santiago J.
Barberena.
Historia de Nicaragua.– Tomás Ayón.
Historia de Nicaragua.– José Dolores Gámez.
Historia de Cuarenta Años.– Francisco Ortega Arancibia
Memorias.– Jerónimo Pérez.
Historia de los filibusteros.– James Jefrey Roche.
Historia de Costa Rica.– León Fernández.
Historia de Costa Rica.– Francisco Montero Barrantes.
Elementos de Historia de Honduras.– Félix Salgado.
Lecciones de Historia General de Guatemala.– Rafael
Aguirre Cinta.
Historia de la literatura Centroamericana.– Leonardo
Montalbán.
334 sofonias salvatierra

Contribución a la Historia de Centroamérica.– Sofonías


Salvatierra.
Revista del Archivo y Biblioteca Nacional de Honduras.
Revista de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.
Revista de los Archivos Nacionales de Costa Rica.
Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala.
Historia de la Capitanía General de Guatemala.– J. Antonio
Villacorta.
compendio de historia de centroamerica 335

INDICE-PROGRAMA
CAPITULO I 9
NOCIONES GENERALES PRELIMINARES
Descripción Política y Geográfica de Centroamérica.
Períodos Históricos.– Fuentes Históricas.
Teorías sobre el Origen del Hombre americano.

CAPITULO II 16
PERIODO PRECOLOMBINO
Prosedencia de los Indios Autóctonos
Centroamericanos.– La tradión del Popol Vuj.– La
invasión de los Toltecas y otras tribus a Centroamérica.–
Los cuatro Caudillos Toltecas.– Los tres descendientes son
iniciados en el Gobierno.– Lugares donde se establecieron
las tribus Toltecas.– Lenguas que hablaban los indios de
Centroamérica
La Creación del Mundo y del Hombre.– El culto 22
Relgioso.– Formas de Gobierno.
La Ceremonia Matrimonial.– Los funerales.– 29
La medicina.– Los cultivos.– La industria.– La
indumentaria.– El Comercio.– La escultura y la pintura.–
El arte arquitectónico.– El arte militar de los indios.
El Calendario,– El Nagaulismo.– El futuro del 35
indio americano.

CAPITULO III 38
PERIODO COLONIAL
PRIMERA PARTE
Desde el Descubrimiento hasta la promulgación de las
Nuevas Leyes
336 sofonias salvatierra

EL DESCUBRIMIENTO DE AMERICA.
Estado de España en este tiempo.– Nacionalidad
del Descubridor de América.– Colón pide apoyo a los
Reyes.– El primer viaje colombino.– La Bula del Papa.
El cuarto viaje. Colón descubre la Costa Atlántica de la
América Central.– Muerte de Colón.

LA CONQUISTA DE CENTROAMERICA 46
Se inician las expediciones conquistadoras.– Caza
de indios en las Guanajas.–Expediciones exploradoras
organizadas por Pedrarias.– La expedición de Gil Gonnález
a Nicaragua.– Hernández de Córdoba verifica la conquista
de Nicaragua.–Gil González en Honduras.
Expedición de Cristóbal de Olid a Honduras.– 51
Francisco de las Casas en Honduras.– Muerte de Olid.– La
fundación de Trujillo.– Las fechorías del bachiller Pedro
Moreno.– Fin de Gil González.
La expedición de don Pedro de Alvarado.– 55
Alvarado quema vivos a los reyes del Quiché.– Alvarado
en el Iximché.– Alvarado avanza sobre Cuzcatlán.–
Primera fundación de Guatemala y San Salvador.
Expedición de Hernán Cortés a Honduras 60
Ejecución de Hernández de Córdoba.– El regreso 67
de Cortés a México.– Alvarado continúa la conquista
de Guatemala.– Los indios se sublevan por los malos
tratamientos.– Don Pedro de Alvarado resuelve regresar a
México.– Prosigue la campaña contra los indios.– Nueva
fundación de la Ciudad de Guatemala.– El Visitador
Orduña.– La sumisión de Uzpantlán, Mictlán y Copán.–
Otras expediciones contra los indios.
compendio de historia de centroamerica 337

SUSESOS EN HONDURAS Y NICARAGUA. 73


Pedrarias pretende extender su jurisdicción.–
Salcedo se traslada a León.– Pedrarias Dávila es nombrado
Gobernador de Nicaragua– Las correrías de Martín de
Estete.– Martín de Estete avanza hasta el Lempa.– Muerte
de Salcedo y nuevos Gobernadores de Honduras.– La obra
de Pedrarias.– El Gebernador Castañeda.

PRIMER VIAJE DE DON PEDRO DE 78


ALVARADO A ESPAÑA
Viaje de Don Pedro de Alvarado a España y su
regreso.– Disposiciones de Don Pedro de Alvarado al
hacerse cargo de la Gobernación,– Los Reyes cokchiqueles
piden la paz.

EL GOBERNADOR CONTRERAS Y FRAY 80


BARTOLOME DE LAS CASAS
Rodrigo de Contreras, Gobernador de Nicaragua.–
Rasgos biográficos de Fray Bartolomé de Ias Casas.
Conflicto entre las Casas y Contreras

EXPEDICION DE ALVARADO AL PERU. 87


Preparativos.– Alvarado cambia de propósito.–
Marcha penosa de Alvarado.– Actitud de Gabriel de
Rojas.– Alvarado se encuentra con Almagro. Su regreso a
Guatemala.

ALVARADO RESUELVE IR A ESPAÑA. 91


SUCESOS EN HONDURAS.
La Audiencia de México manda procesar a
Alvarado.– Estado deplorable de los colonos de Naco.–
Montejo, Gobernador de Honduras.– Fundación de
Comayagua y muerte de Lempira.
338 sofonias salvatierra

SUCESOS EN NICARAGUA. 93
Exploración del Desaguadero,– Marcha de
Contreras contra Badajoz,– Contreras es enviado preso
a España.– Abusos de Pedro de los Ríos y motines en
Granada y León.

FRAY BARTOLOME DE LAS CASAS PRUEBA QUE 96


LA CONQUISTA PUDO HACERSE EN FORMA
PACIFICA
La tesis de las Casas.– Las Casas convierte en
tierra de paz la tierra de guerra.– El Papa viene en auxilio
de las Casas.– Las Casas se dirige a España.

ULTIMO VIAJE DE DON PEDRO DE ALVARADO A 99


ESPAÑA. SU REGRESO Y MUERTE
Alvarado llega a Guatemala y prepara la expedición.
Ejecución de los reyes quiché y cakchiquel.– Alvarado
vuelve a cambiar el propósito.– Muerte de Alvarado.
Doña Beatriz Gobernadora. La destrucción de
Guatemala. Alonso de Maldonado vuelve de Gobernador.

SEGUNDA PARTE 104


Desde la promulgación de las Nuevas Leyes hasta la
Independencia.

LA AUDIENCIA DE LOS CONFINES.


Insistencia de las Casas en su obra generosa. Lo
que disponían las Nuevas Leyes. Las Casas es nombrado
obispo de Chiapas, Instalación de la Audiencia en Gracias.
La Audiencia asume la gobernación de las provincias. La
presencia de las Casas en Gracias exacerba los ánimos.
compendio de historia de centroamerica 339

LA REBELION DE CONTRERAS 109


Rodrigo de Contreras se opone a las Nuevas
Leyes.– El asesinato del obispo Valdivieso.– Doña María
de Peñalosa fué procesada. Los Contreras se trasladan
al Perú. Nicaragua es gobernada por Alcaldes Mayores,
La Audiencia fué trasladada a Guatemala. Se restablecen
los Gobernadores en Honduras, El Presidente Cerrato
favorece la libertad del indio. El Dr. Sepúlveda se opone a
tesis de Las Casas. La Audiencia es trasladada a Panamá y
de aquí vuelve a Guatemala. Ultimos servicios prestados
por Las Casas. Muerte de Fray Bartolomé de Las Casas.

CONQUISTA DEFINITIVA DE COSTA RICA 116


Primeros intentos, Expediciones de Caballón,
Estrada Rávago y Juan Vásquez de Coronado.

ORGANIZACION POLITICA DEL REINO 118


DE GUATEMALA.
División del territorio. El Capitán General y la
Audiencia. Los Ayuntamientos. Los Oficiales Reales. El
Juez de Residencia. Diócesis que se establecieron.
El Consejo de Indias. La Casa de la Contratación.
Comunicaciones marítimas entre España y el Reino de
Guatemala. Restricciones para los funcionarios públicos

LOS PIRATAS Y LOS CORSARIOS. 128


Origen histórico de los piratas y corsarios. Primeras
incursiones de los piratas.

LOS CASTILLOS. 132


Castillo de San Felipe. El parapeto de San Carlos
de Austria. El Castillo de la Inmaculada. Parapetos de San
Ildelfonso y de Matima. El Castillo de Petén. Castillos de
Trujillo y Omoa.
340 sofonias salvatierra

EL COMERCIO EN EL REINO DE GUATEMALA. 137


Puntos por donde se hacía el comercio. El
contrabando. El Consulado.

LA COSTA DE LOS MOSQUITOS. 142


Término geográficos de esta región. Origen de
la Tragedia de la Costa de los Mosquitos. Los zambos
empiezan sus correrías por mar y por tierra. Las actividades
del obispo Garret y Arloví. Los ingleses persistían en su
política de penetración. Modos de organizar la defensa. El
afán de lucro fomenta el mal en la Costa de los Mosquitos.
El Pacto de Familia defiende la Costa de los
Mosquitos.
Los ingleses se comprometen a desocupar la Costa.
Los ingleses prosiguen su misma política de penetración.
Estalla nuevamente la guerra entre España e Inglaterra.
Ataque inglés al castillo de Omoa. Los ingleses
Son arrojados de Omoa. Los ingleses se apoderaron del
Castillo de la Inmaculada. El Castillo de la Inmaculada es
abandonado por los ingleses. Los ingleses son arrojados
de Roatán y de la Costa. El tratado de paz y su aplicación.
Intento de poblar con familias españolas la Costa
de los Mosquitos. Episodio de Doña María Manuela
Rodríguez. El destino ulterior de la Costa de los Mosquitos.

PROYECTOS DEL CANAL INTEROCEANICO 154


DURANTE LA COLONIA
Los primeros pensamientos sobre la vía
interoceánica. El Canal por Nicaragua.

LAS RENTAS COLONIALES 156


El quinto real. Las almojarifazgos. Las penas de
compendio de historia de centroamerica 341

cámara. Los tributos. La renta del papel sellado. La renta


del tabaco, La renta del aguardiente. Los diezmos. Otras
rentas. El correo.

LOS HOSPITALES 160


LAS INDUSTRIAS. 162
El añil. El cacao. El ganado. Otras industrias.

LA CULTURA INTELECTUAL EN EL REINO 170


DE GUATEMALA
Escasa difusión de la cultura. Los seminarios. Las
Universidades. La Sociedad Económica. La Arquitectura,
las Ballas Artes y la Literatura.
La Imprenta y la Gaceta. Libros y Bibliotecas, 172

COSTUMBRES DURANTE LA COLONIA. 174


La vida privada. La vida social.

REGIMEN PENAL Y GUBERNATIVO. 175


La legislación colonial. El sistema penal. El
sistema judicial.

FUNDACION Y TRASLACION DE CIUDADES 177


TERREMOTOS
La fundación de León. La ciudad de Guatemala
abatida por los terremotos. Otras ciudades destruidas.

COSTUMBRES DE LOS INDIOS Y TRATO 180


QUE SE LES DABA
El dolor del indio. Modo de vida de los indios.
Las mitas. Las encomiendas. Los tributos. Las Cajas de
Comunidades.
342 sofonias salvatierra

LAS CORTES DE CADIZ 185


Sucesos de España a principios del siglo XIX.
Junta Central Gubernativa. Organización de las Cortes.
Las instrucciones dadas a los Diputados. Representación
conjunta de los Diputados de Indias ante las Cortes. Las
Diputaciones Provinciales. Fernando VII disuelve las
Cortes y restablece el absolutismo:

LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS 192


REVOLUCIONARIOS POR LA INDEPENDENCIA.
Estado Social del Reino de Guatemala. Primeras
muestras de rebeldía. El movimiento insurreccional del 5
de noviembre.
LAS INSURRECCIONES DE NICARAGUA 195
Estado de los ánimos en León. Las jornadas del 13
y el 14 de diciembre.
Los sucesos de Granada del 22 de diciembre. El
pronunciamiento de la Villa de Rivas. Tres cuerpos de
ejército se mueven sobre Nicaragua. Los independientes
granadinos son procesados y deportados a ultramar. La
conjuración de Belén. La asonana de 1814 en San Salvador.

CAPITULO IV 203
PERIODO INDEPENDIENTE
Desde la Independencia hasta 1911
ANTECEDENTES INMEDIATOS
La caída de Bustamante y Guerra: El
restablecimiento de la Constitución de Cádiz.
Consecuencias en Guatemala, del orden constitucional. El
Plan de Iguala.
compendio de historia de centroamerica 343

EL REINO DE GUATEMALA SE TRANSFORMA 206


EN REPUBLICA INDEPENDIENTE.
División administrativa del Reino de Guatemala
en 1820.– Proclamación de la Independencia de
Centroamérica.– Actitud de las Provincias después de la
Independencia.

ANEXION AL IMPERIO DE ITURBIDE. 209


La junta Provisional Consultiva declara la anexión
al imperio.– Actitud de las Provincias.– La División
imperial avanza sobre Guatemala. - Actitud de Valle en el
Congreso Mexicano.

ORGANIZACION CONSTITUCIONAL
DE CENTROAMERICA. 213

Se reúne la Primera Asamblea Nacional


Constituyente de Centroamérica.– Primeras disposiciones
de la Asamblea Nacional.– El retiro de las tropas de
Filísola y la asonada de Ariza Torres.– Los partidos que se
formaron como órganos de las diferentes tendencias.– La
abolición de la esclavitud.
La Constitución Federal de Centroamérica.–
La Constitución de los Estados.– La guerra civil en
Nicaragua.–
Nicaragua pierde la provincia de Guanacaste.–
Manuel José Arce es electo primer Presidente de Centro
América.– El incidente de la mitra en San Salvador.–
Centroamérica en el Congreso de Panamá.

GUERRA DE 1826 A 1829 223


Arce provoca la guerra con la deposición del Jefe
de Estado de Guatemala.– Guerra de Cerda y Argüello en
Nicaragua.
344 sofonias salvatierra

Actitud de El Salvador ante el golpe de Estado


de Arce.– Arce invade Honduras y depone a Herrera.–
Aparece en la escena política el General Morazán.– Las
fuerzas reaccionarias de Guatemala ponen sitio a San
Salvador.– Muerte del General Merino.– Morazán avanza
hacia San Salvador.– Los reaccionarios son vencidos en su
última reducto.– Actitud de Costa Rica en estas guerras.–
Expulsión de los Caudillos reaccionarios.

CENTROAMERICA DESDE 1829 HASTA 1842. 233


Reorganización de la República, El General
Morazán Presidente de la República. Surge de nuevo
el estado de guerra. Nuevas dificultades en El Salvador
Mueren dos prominentes centroamericanos, Morazán es
reelecto Presidente de la República.
Lo que sucedía en los Estados de la Federación. El 237
toro amarrillo. Aparece Rafael Carrera. Caída de Gálvez.
Ruptura de la Federación. Morazán se opone a 243
la ruptura de la Federación. Ultimo intento de Morazán
contra los separatistas. Morazán dispone expatriarse.
Disolución del Estado de los Altos. Sucesos en Guatemala
y otros Estados después de la salida de Morazán. La Dieta
de Chinandega. El atentado inglés contra San Juan del
Norte.
Morazán regresa a Centroamérica. Morazán se 251
prepara para la compaña unionista. Insurrección militar.
Muerte de Morazán. Los morazanistas vuelven a El
Salvador.

SEGUNDA PARTE 256


Desde la muerte de Morazán hasta la invasión
de los filibusteros y la muerte de Walker.
La hegemonía de Carrera. El Pacto de
Confederación como instrumento de la política local.
compendio de historia de centroamerica 345

Exigencias humillantes del Cónsul inglés. Nuevas


humillaciones recibidas en Europa. Arce toma las armas
contra El Salvador Carrera se hace nombrar Presidente de
Guatemala. Malespín vuelve sus armas contra Nicaragua.
Caída y Muerte de Malespín. Cambios de Gobiernos en
Honduras y Costa Rica. La Dieta de Nacaome.
Anarquía en Nicaragua. Nuevos atentados de 263
Inglaterra. Los Estados Unidos se oponen a la política
inglesa. España reconoce la independencia de Nicaragua.
Revoluciones y cambios de Gobiernos en Guatemala. El
Tratado Clayton Bulwer. Otra revolución en Nicaragua.

GUERRA ENTRE LEGITIMISTAS Y 269


DEMOCRATICOS
La reforma constitucional propuesta por Don Fruto
Chamorro.– Invasión de los emigrados.– La expedición de
William Walker y su Falange.– Nuevos trabajos para la paz.
Walker expediciona en el Departamento de Rivas 275
y su derrota del 29 de junio. Combate en El Sauce. Muerte
de Muñoz. Walker derrota a Guardiola en La Virgen. La
toma de Granada por Walker. Walker impone la paz a los
legitimistas. Convenio del 23 de octubre. Muerte de corral.
Costa Rica le declara la guerra a los filibusteros. El caso de
Domingo Goicuría. Los democráticos rompen con Walker.
Muerte de Don José María Estrada.

GUERRA NACIONAL 282


Los pactos de conciliación de los partidos, del 12
de septiembre. El combate de San Jacinto. Los aliados
avanzaron hasta Masaya. Combates del 12 al 19 de
octubre. La captura de los vapores del río San Juan y del
Lago. Walker es reducido a la plaza de Rivas. Capitulación
del primero de mayo. Reorganización constitucional
de Nicaragua. Las pretensiones de Costa Rica. Nuevas
expediciones de los filibusteros. Muerte de Walker.
346 sofonias salvatierra

TERCERA PARTE 289


Desde la muerte de Walker hasta la campaña unionista de
1885
Caída y muerte del Presidente Mora. Sucesos
políticos entre Honduras y El Salvador hasta 1863.
Rebelión del clero salvadoreño. El Papa le da la razón
al Gobierno. Movimiento Unionista en 1862. Guerra de
1863.
Continúa la guerra de 1863. 294
Costa Rica hasta 1870. Nicaragua hasta 1871.
Honduras hasta 1872. El Salvador hasta 1871. Ultimos
días del régimen de Carrera.
Honduras y El Salvador en este tiempo. Nicaragua
y Costa Rica. En campaña unionista de 1885

CUARTA PARTE 304


Centroamérica desde 1885 a 1911
Sucesos políticos de El Salvador. Sucesos políticos
de Honduras. Sucesos políticos de Nicaragua. Eliminación
de la influencia inglesa sobre la Costa Atlántica. El reclamo
inglés. Revolución de 1896.
La República Mayor de Centroamérica. Cambios 310
de gobierno en Guatemala y Costa Rica. Ultimos años de
la administración Zelaya. La caída del General Zelaya.
Sucesos políticos de Honduras hasta 1911

CULTURA, PROGRESO Y DESARROLLO SOCIAL 317


Y POLITICO DEL PUEBLO CENTROAMERICANO
EN LOS PRIMEROS
NOVENTA AÑOS DE VIDA INDEPENDIENTE.
Reformas verificadas con la independencia.
compendio de historia de centroamerica 347

Cultura científica. La literatura. El Arte.


Las Industrias, Vías de comunicación. Desarrollo 321
Político Social de Centroamérica. Trabajos a favor de la
Unión de Centroamérica.

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