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INTRODUCCION

Los principios y garantías procesales expuestas en el Código Orgánico Procesal


Penal venezolano, confiere una idea amplia de las modificaciones que le han
realizado al sistema procesal penal. Estas garantías procesales, conforma un
conjunto de elementos que protegen al ciudadano para que el ejercicio del poder
penal del Estado no sea aplicado de forma arbitraria, de allí la importancia de las
Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad, pues son mecanismos para hacer
efectivas tales garantías, igualmente, se pudo determinar que deben guardar
proporcionalidad y pertinencia con lo que se pretende asegurar.

En cuanto al artículo 244 del mencionado Código, no puede ordenarse una


medida de esta última naturaleza, cuando aparezca desproporcionada con la
gravedad del delito, las circunstancias de comisión y la sanción probable. Las
medidas cautelares en el proceso penal están reservadas, en lo que a su creación se
refiere, al legislador, según lo establecido en el Código Orgánico Procesal Penal, en
el libro primero, capítulo IV, contenido en el título VIII de las Medidas de Coerción
Personal.

Para Cafferata, 1983 citado por Becerra, (2000: 25) afirma, las medidas
cautelares son mecanismos o instrumentos de que se vale el Estado para lograr el
descubrimiento de la verdad material y la aplicación de la ley sustantiva en la
dilucidación de los distintos conflictos sociales que se presentan ante los tribunales
de justicia.

El objetivo del informe, es el de Determinar la eficacia de las medidas cautelares


sustitutivas de libertad como garantía efectiva de aseguramiento en el proceso
judicial penal, además de establecer si son eficaces estas medidas cautelares
sustitutivas de libertad y analizar la clasificación de las medidas cautelares

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sustitutivas de libertad. Determinar la eficacia de estas medidas es el objetivo de la
autora, y para ello se recurre al estudio de la doctrina nacional y se hace necesario
cumplir esta función pues conocer su naturaleza jurídica, su finalidad y sus
características implica poder determinar si en verdad son eficaces estas medidas.

Los jueces brindan mucha importancia a la sanción probable del delito, para
presumir el delito de fuga y negar la medida cautelar sustitutiva. En opinión
personal de la autora si un imputado exhibe arraigo familiar y un trabajo estable,
eso hace desaparecer salvo prueba en contrario la presunción de fuga y el juez debe
acordar la medida cautelar sustitutiva de libertad.

En esta investigación de tipo documental se ha formulado como objetivo


principal el análisis de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad como
garantía efectiva para el aseguramiento de la responsabilidad del imputado en el
proceso judicial penal, este objetivo se ha integrado con una serie de objetivos
específicos que motivan a decretar la naturaleza jurídica, identificación, tipos,
fundamentos de aplicación y el análisis de los elementos que debe contener la
decisión del juez al momento de otorgar dichas medidas cautelares sustitutivas de
libertad.

Metodológicamente el presente trabajo se ubica en una investigación teórica con


un enfoque racionalista deductivo, en los textos legales, jurisprudenciales y
doctrinales, analizados con sentido crítico y temático configurando una
investigación analítica y de desarrollo conceptual, con apoyo de una amplia revisión
bibliográfica, el cual está estructurado en tres capítulos:

Capítulo I: La Institución: En este Capítulo la autora identifica a la institución en


la cual desempeño sus pasantías, así como también establece su ubicación, misión,

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valores, visión, objetivos y su Estructura organizativa con el fin de determinar los
cargos y las funciones de los Abogados que forman parte de la Institución.

Capítulo II: El Problema: Este Capitulo desarrolla la problemática, en donde la


autora establece el planteamiento el problema, la formulación del mismo, determina
los objetivos de la investigación, además de justificarla, determinar su alcance y
limitación de estudio.

Capítulo III: El Marco Referencial Conceptual: En este Capítulo la autora


establece el marco teórico de la investigación, donde se determinan los antecedentes
de la investigación, las bases teóricas, así como también los términos empleados en
el desarrollo de la investigación.

Capítulo IV: Las Fases Metodológicas: En este Capítulo la autora determina las
fases metodológicas en que se desarrolla la investigación, tales como el tipo de
investigación, el diseño, los instrumentos de recolección de datos y las fases en que
se desarrollo el presente informe de pasantías. De igual forma este Capitulo
establece los recursos empleados en el desarrollo de la investigación, en el cual se
describen los recursos materiales, profesionales e institucionales utilizados para llevar
a cabo el presente trabajo.

Capítulo V: Los Resultados: Este Capitulo Consiste en presentar los resultados


obtenidos después de haber desarrollado cada uno de los objetivos específicos, las
conclusiones y las recomendaciones y por último se muestran las Referencias
Bibliográficas.

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CAPÍTULO I
LA INSTITUCION

Nombre de la Institución.

El nombre de la institución en donde la autora desarrollo sus pasantías es el


Escritorio Jurídico Licon, Rodríguez, Abreo y asociados.

Ubicación de la Institución.

El Escritorio Jurídico Licòn, Rodríguez, Abreo y asociados, se encuentra ubicado


en el Centro Comercial y Profesional el Añil, en el Primer Piso, Oficina 17, de la
Urbanización Prebo, Valencia, Estado Carabobo.

Descripción de la Institución.

En lo profesional son una firma de Abogados multidisciplinarios, y que además


cuentan con un personal seleccionado acorde al grado de experiencia, en el área
requerida y con capacidad de atender casos legales judiciales o extra judiciales a nivel
tanto regional como nacional, cuentan además con sede propia y están a la par con la
vanguardia tecnológica como firma legal.

Comparten un criterio en su política de calidad, la cual está orientada a satisfacer


los requerimientos jurídicos y mercantiles exigidos en procura de sobrepasar las
expectativas e intereses de sus clientes, procuran mantener un alto nivel de
comunicación y asesoramiento en la proyección y definición de los procedimiento
jurídicos que acontezcan, actuando de esta manera en conjunto e integrando las áreas
del negocio, sin perder la capacidad de los valores de su empresa, donde asumen el

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compromiso de lograr la implementación y mantenimiento de este sistema, sin
invadir su metodología de trabajo.

En el servicio de representación Legal su último fin es la protección de su


personal, así como también sus propiedades, y demás activos operacionales, prevén
como estricta normativa del secreto profesional ya que dan por hecho que la
confidencialidad de su información va en resguardo de su imagen corporativa, y
hacen tanto las observaciones como las consultas para evitar los ilícitos, errores u
omisiones, por desconocimiento de ley, ya que su firma ofrece un amplio servicio de
logística legal como parte de sus Socios, y al contratarlos garantizan una mayor
efectividad, cobertura y control de su entorno empresarial y patronal.

Pensando en un mundo donde cada día más empresas se incorporan al proceso de


globalización se hace fundamental la capacitación técnica y legal ya que esto es
fundamental y constituye un factor clave en la supervivencia de estos tiempos, su
ética profesional los hace garantes del silencio profesional que es vital para
vinculación de confianza entre las partes, con el objeto de procurar dar el mejor
consejo jurídico como también el mejor aporte legal ya que solo pueden medir sus
actuaciones individuales por el grado de confianza que les tienen sus clientes al
preferirlos.

Organización de la Institución.

En relación a la estructura organizativa, el Escritorio Jurídico Licòn, Rodríguez,


Abreo y asociados, se encuentra integrado por los siguientes abogados:

 Abogado Guillermo Licòn Garzaro: Especialista en Derecho

Procesal Civil con postgrado en la Universidad Rómulo Gallegos, con experiencia en

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el ramo inmobiliario, se ha desempeñado como promotor inmobiliario, igualmente
como jefe de cobranza extrajudicial, en el cual se ejecutaba los embargos y secuestros
inmobiliarios, con estudios Dirigidos por la Alcaldía de Valencia en Régimen de
Propiedad Horizontal y Arbitraje a conflictos Vecinales, y en el sistema de protección
al menor en su nuevo régimen de la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niñas y
Adolescentes, también en el ejercicio del Derecho Laboral en defensa del Patrono.

Además ha participado en talleres de logística de eventos publicitarios, casting,


promotoras e impulsadoras de marketing; ha desempeñado cargos de directiva del
ROTARY Valencia del Rey, siendo Presidente Fundador por más de dos años. En la
actualidad abogado asesor de Empresas Constructoras y Cooperativas en el ejercicio
como Abogado Patronal, en el ramo de la construcción y actividades conexas también
en la discusión de contratos colectivos y discusión de este mismo con Sindicatos de la
construcción, además de Asesorar a Empresa del ramo de la importación y
exportación.

 
 Abogado Víctor Rodríguez Morillo: Dentro de las actividades académicas,

destaca su constante actualización sobre los distintos cursos legales y el desarrollo de


la materia penal que se ha destacado como profesional de la abogacía en derecho
penal y criminalística, y que en la actualidad se encuentra realizando estudios
superiores de Post grado en Mención de especialización Criminalística además cuenta
con Taller de Proceso Civil Ordinario, Jornadas de Derecho Procesal Laboral a La
Luz de la Nueva Ley, Formación para El Manejo de las Nuevas Tecnologías, Nuevas
Tendencias del Amparo Constitucionalidad, y Taller Prestaciones Sociales.

Estos estudios son realizados en vinculación de la materia penal con laboral por
la estreches del roce interpersonal que surgen de las distintas mediaciones y
problemas que se suscitan durante las discusiones, además actualmente se encuentra

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prestando servicios como asesor externo de la Gobernación Del Estado Carabobo,
como Abogado Especialista en la secretaria de planificación presupuesto y control de
gestión.

 Abogado Danny José Linarez Mendoza:


Mendoza Egresado de la Universidad
de Carabobo, Facultad De Ciencias Jurídicas Y Políticas, se ha dedicado al ejercicio
libre de la profesión, básicamente en lo referente a la resolución de conflictos en el
área del Derecho Colectivo del Trabajo, incluida la discusión de contratos colectivos,
su interpretación y aplicación; el asesoramiento de empresas constructoras y de otras
áreas productivas, en materia laboral y mercantil.

Dedicado durante sus años de ejercicio a la actividad jurídica en tribunales civiles


y del trabajo, ha participado en numerosos juicios en los cuales se ha litigado el pago
de diversos beneficios laborales, entre otras prestaciones sociales, calificaciones de
despido, procedimientos de reenganche y pagos de salarios caídos, diferencia o
complemento de indemnizaciones laborales y otros de similar naturaleza.

Considero importante la recreación ya que sus actividades extra curriculares son


de diferente índole: tantos musicales, eventos artísticos y culturales, ya que esto
mantiene el estable la capacidad de discernimiento. Actualmente realizo la tesis del
diplomado de Derecho Laboral, sobre la estructura y funcionamiento de la
LOPCYMAT. Participa en seminarios como cursante libre del Doctorado en Ciencias
Sociales, relacionados con la evolución de los Sistemas de Relaciones Laborales en
Venezuela, Latinoamérica y el mundo y el tema de la Seguridad Social, fundamental
ya que de aquí se deriva la lógica jurídica de la estructura del derecho.

 Abogado Armando Abreo: Cuenta con estudios de globalización en

Venezuela sus alcances y efectos, estudios de diplomado en materia criminalística,

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actualmente en estudios de post grado de materia penal, excelente pacificador y
orador, demostrando constancia por alcanzar el éxito de la solución de conflictos en
las distintas áreas que domina su escritorio tales como la Penal adulto y la ley
Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, haciendo una
complementación integral de asistencia entre los asociados y de asistencia en derecho
penal que es su materia por razón natural y es en la que mayor éxitos ha cosechado.

 Abogado Bergman Monasterios: Ha realizado estudios de derecho


inmobiliario, ha ejercido la administración en propiedad de derecho horizontal
además con estudios de Analista de Nominas y Contabilidad Danaven-Sidaforjas,
Analista de Nominas Vicson S.A., Analista de Nominas Droguería San Antonio C.A,
ya que su constancia la hace meritoria del éxito de las conversaciones de mediación y
solución de conflictos en las distintas áreas que domina su escritorio tales como la
laboral y las civiles haciendo una complementación de asistencia entre los asociados
y de asistencia a nivel inmobiliario que es su materia por razón natural.

 Abogado Jorge Luis Rojas Villalobos: Ha realizado cursos de informática


aplicaciones ofimáticas Microsoft, base de datos, herramientas de edición y diseño
gráfico, como también taller de Legislación Laboral, Reforma al Código Penal,
Seminarios Protección al Consumidor, Gobernabilidad y Participación Ciudadana,
quien también es un ávido lector de culturas populares de novelas literarias
internacionales y se desempeña como un excelente negociador, su desempeño
extracurricular lo denota como una persona extrovertida y auto didacta.

 Abogado Mizrael González Vásquez: Abogado, egresada de la

Universidad de Carabobo, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. En la trayectoria


de mi carrera me he dedicado al libre ejercicio en la rama del Derecho Civil y el
Derecho Mercantil, Así como también a la asesoría Jurídica del Derecho en su parte

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General, he participado en foros en el área del Derecho mercantil, Derecho
Constitucional, Derecho Civil y Derecho de Familia, tales como el Matrimonio y el
Concubinato, Drogas y Narcotráfico, Mala Praxis Médica, La Reforma
Constitucional I, II y III, Una Ley con Letra de Mujer.

Misión de la Institución.

Cubrir de manera oportuna y eficaz las necesidades de los clientes, ofreciéndoles


la mejor respuesta y un abanico de alternativas, mediante el máximo
aprovechamiento del conocimiento y talento de sus profesionales. Brindarles una
atención personalizada convirtiéndolo a sus clientes en los miembros más importantes
de su organización.

Visión de la Institución.

Tiene como visión, ser un Escritorio Jurídico, que contribuya con el desarrollo del
País, están involucrados y comprometidos a enaltecer la Justicia, con sólidos
conocimientos legales, de la mano del Poder Judicial y de sus diversas dependencias;
con la práctica de Mecanismo de Conciliación como medio de Resolución de
Conflictos.

Así desean Convertirse en una herramienta útil, expedita y eficaz, que por
excelencia le otorgue al cliente la tranquilidad de sentirse verdaderamente atendido,
que pueda confiar sus necesidades y problemáticas al equipo multidisciplinario de
profesionales, ya que con su seriedad, profesionalismo y transparencia, son capaces
de Asesorarle, Orientarle y Representarle, para gestionar y tramitar asuntos de
carácter legal, comercial, administrativo y corporativo.

Valores de la Institución.

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Los principales valores que guían a esta Institución son:
• Honestidad.
• Innovación.
• Lealtad.
• Respeto.
• Constancia.
• Trabajo en equipo.

Organigrama del Escritorio Jurídico Licòn, Rodríguez, Abreo y asociados.

Presidente
Abogado en el Área Civil
Guillermo Licon Garzaro

Vicepresidente
Abogado Penalista
Víctor Rodríguez Morillo

Abogado N. 1 Abogado N. 5
Danny Mizrael
Mendoza Gonzales
Abogado N. 3 Área:
Área: Laboral.
Berman Mercantil.
Monasterio
Área:
Inquilinaria.
Abogado N. 2
Armando Abreo Abogado N. 4
Área: Jorge Luis
Criminalística. Villalobos
Área: Penal.

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Fuente: Escritorio Jurídico Licòn, Rodríguez, Abreo y asociados (2012).

CAPÍTULO II
EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema.

Las condiciones materiales de vida de una sociedad, sea ésta desarrollada o


subdesarrollada ameritan del establecimiento de normas, reglamentos, leyes,
políticas carcelarias y de rehabilitación de los individuos que han infringido los
preceptos legales.

Siendo necesario traer a colación, que desde hace años, en la historia judicial
venezolana se podía señalar que es el imputado quien sufre de la falta de aplicación
correcta de las garantías constitucionales, cuando no se aplica el derecho
correctamente, pero a todo evento, con estos defectos o sin ellos, la presencia y
participación del imputado en el proceso es obligatoria.

Por tal motivo el conocido autor Muñoz (1958), establecía lo siguiente: “El
imputado es la parte necesaria del proceso contra quien se formula la pretensión
punitiva, eventualmente en la pretensión civil derivada del hecho punible ocurrido
por su acción”. En todo caso el imputado es aquella persona a la que se le atribuye
participación en un delito, siendo uno de los más relevantes sujetos del proceso penal.

Así pues, se puede determinar que hay dos partes que juegan un importante rol en
el proceso penal, y estas son: el imputado y el acusador, que puede estar representado
por la victima ó el querellante; el primero en algunas sociedades es considerado como
el lado positivo de la relación sobre el cual se ejercerá la acción punible, y por otro

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lado, la medida que se deriva del hecho de atribuir a otro la culpa, delito o acción; y
el segundo de estos sujetos, representado bien por una persona natural o bien por una
persona jurídica, viene a ser la víctima que busca el resarcimiento
del daño ocasionado a través de la acción efectiva del Estado en la procura de
la justicia.

En este sentido, el Delito es definido como una conducta, acción u


omisión típica (descrita por la ley), antijurídica (contraria a Derecho) y culpable a la
que corresponde una sanción denominada Pena con condiciones objetivas de
punibilidad. Supone una conducta infraccional del Derecho penal, es decir, una
acción u omisión tipificada y penada por la ley.

Ahora bien, la pena es la sanción penal que se aplica a una persona cuando
procesalmente se ha demostrado que realizó una conducta típica, antijurídica y
culpable. Dicha sanción consiste normalmente en la privación de la libertad del sujeto
que delinque, sin embargo en nuestra legislación, al igual que en algunos pactos,
tratados y legislaciones extranjeras, están consagradas unas modalidades diferentes a
la cárcel por medio de las cuales se pueden cumplir las penas, dichas modalidades son
lo que se define como: Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad.

Estas Medidas Cautelares, tienen su fundamento en el artículo 44 ordinal primero


de la Constitución Nacional, el cual establece el derecho a ser juzgado en libertad con
las excepciones previstas por la ley o por aquellas que decida el juez en cada caso en
concreto. Las mismas pueden ser solicitadas por el imputado en cualquier momento o
instancia del proceso, posterior a la Audiencia de Presentación ante un Tribunal de
Control el cual puede otorgar como máximo tres de estas medidas.

Dichas Medidas se encuentran reguladas en el artículo 256 del Código Orgánico


Procesal Penal, y consisten en un conjunto de “Medidas Sustitutivas de Libertad

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dictadas por el juez penal correspondiente (en la mayoría de los casos en funciones de
control) siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de
libertad puedan ser razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida
menos gravosa para el imputado.”

Estas medidas sustitutivas se deben adecuar a la naturaleza del delito y al perfil


delictual del imputado; es decir, aquellas personas que hubiesen infringido la ley con
delitos graves y sean reincidentes no gozarán de estas medidas sustitutivas, sino se les
impondrá en su lugar la privación de la libertad, por ello resulta pertinente poder
divulgar con mayor énfasis las distintas medidas y/o las funciones a las cuales van
dirigidas, dado que es posible falsas interpretaciones acerca de su naturaleza e
importancia.

Sin embargo, la norma adjetiva penal prevé además la posibilidad de diversos


tipos de fianzas ó cauciones, las cuales son las siguientes: caución económica,
caución personal y la caución juratoria establecidas a partir del artículo 257 del
Código Orgánico Procesal Penal. Para tal efecto se debe tener en consideración que
dichas medidas poseen ciertas virtudes y características las cuales nos enfocan a la
noción de ellas mismas; considerando como la más importante de sus virtudes su
finalidad asegurar las resultas de todo un proceso.

Es por ello la importancia de que el Poder Judicial Penal esté atento y se avoque a
revisar estas medidas cautelares sustitutivas de la libertad, porque debemos estar
claros en cuanto a que toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo
contrario (Art. 49, Ord. 2. CRBV), como también, a que toda persona a quien se le
impute participación en un hecho punible permanecerá en libertad durante el proceso,
salvo las excepciones establecidas en el COPP (Art. 243).

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Pero lo que no se debe permitir es que presuntos delincuentes después de haber
cometido hechos delictivos, y haber sido procesados, soliciten una medida cautelar
sustitutiva, y salgan a seguir rompiendo las reglas sociales, manteniendo en zozobra a
toda una colectividad.

De igual manera es importante la revisión de estas medidas por los operadores de


justicia, mientras se mantenga vigente el articulado respectivo en el sentido de
generar confianza en la sociedad de que se está aplicando justicia correctamente. Por
otro lado, es legal y constitucional conceder estas medidas por parte de los
administradores de justicia competentes en la materia penal, debido a que la libertad
personal es la regla y la coerción personal es decir, tener una persona detenida, es la
excepción.

Ahora bien es necesario precisar la naturaleza jurídica de estas Medidas


Cautelares Sustitutivas de Libertad para que en su uso por parte de los operadores
del sistema de justicia, no traiga consigo contradicción ni errónea aplicación, que
por una parte haga ineficaz los mecanismos implantados por la ley para combatir
los Delitos y por otro lado se violenten los principios constitucionales y garantías
procesales del presunto agresor quien a fin de cuentas es un ciudadano común
sujeto de esos derechos.

En el mismo orden de ideas, la necesidad de que existan medidas cautelares en el


proceso penal viene dada por la combinación de dos factores: por un lado, todo
proceso con las debidas garantías se desarrolla siguiendo unas normas de
procedimiento por lo que tiene una duración temporal; y por otro, la actitud de la
persona a la que afecta el proceso, que si es culpable o así se siente, su tendencia
natural le llevará a realizar actos que dificulten o impidan que el proceso penal
cumpla su fin (hará desaparecer los datos que hagan referencia al hecho punible, se
ocultará, entre otros.).

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Por ello, la Ley faculta al órgano jurisdiccional a que adopte determinadas
precauciones para asegurar que puedan realizarse adecuadamente los diversos actos
que conforman el proceso, y para que al término del mismo la sentencia que se dicte
sea plenamente eficaz.

Solo haciendo un recorrido por toda la doctrina que al respecto se pronuncie y


analizando los diferentes instrumentos legales nacionales que hacen mención a las
Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad es que se podría llegar a determinar la
eficacia de estas figuras procesales contempladas en el artículo 256 del Código
Orgánico Procesal Penal, así como también conocer cada una de esas Medidas
Cautelares Sustitutivas de Libertad con la finalidad de asegurar que el Imputado no
evada las consecuencias de su conducta en el Proceso Judicial Penal, en donde el juez
las decretara y establecerá a favor del Imputado.

Formulación del Problema.

Debido a la situación planteada se hace necesario determinar si ¿son eficaces las


medidas cautelares sustitutivas de libertad como garantía efectiva de aseguramiento
en el Proceso Judicial Penal?

Objetivos de la Investigación.

Objetivo general.

Determinar la Eficacia de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad como


garantía efectiva de Aseguramiento en el Proceso Judicial Penal.

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Objetivos específicos.

 Identificar las características, finalidad y naturaleza Jurídica de las Medidas


Cautelares Sustitutivas de Libertad como garantía efectiva de aseguramiento
en el Proceso Judicial Penal.

 Analizar la clasificación de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad


como garantía efectiva de aseguramiento en el Proceso Judicial Penal.

 Conocer las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad establecidas en el


Código Orgánico Procesal Penal para asegurar la Responsabilidad del
Imputado en el Proceso Judicial Penal.

Justificación y alcance.

En el Código Orgánico Procesal Penal se establece en su artículo 256 las


Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad las cuales constituyen en la actualidad
una temática de sumo interés para las ciencias jurídicas, la sociedad en general y
para los imputados; dado que su instrumentación ha generado innumerables
controversias por el desconocimiento de las diversas modalidades que ello implica,
tanto la privación preventiva de libertad como las sustitutivas de Libertad.

De esta forma al comprender y precisar la naturaleza jurídica de las Medidas


Cautelares Sustitutivas de Libertad establecida en el Código Orgánico Procesal
Penal por parte de los órganos jurisdiccionales se reduce la posibilidad de
contradicciones técnicas y jurídicas que dificulten su aplicación en el Proceso
Judicial Penal.

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En definitiva esta investigación tiene la finalidad de complementar y justificar lo
planteado en relación a los requisitos que deben cumplirse para poder decretarse
una Medida Cautelar Sustitutiva de Libertad. Además en este informe la autora
estudiara las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad establecidas en el Código
Orgánico Procesal Penal con el objeto principal de asegurar la Responsabilidad del
Imputado que se encuentra incurso en un Proceso Judicial Penal.

Así mismo la autora buscara determinar si son eficaces dichas medidas


Cautelares al momento en el cual los órganos jurisdiccionales encargados de
administrar justicia las aplican al imputado con la finalidad de asegurar el
cumplimiento y responsabilidad del mismo a la hora de enfrentar un proceso
Judicial Penal.

Ahora bien en cuanto al alcance que tiene esta investigación, es buscar que sea
de gran beneficio para los operadores del sistema de justicia, todos esos órganos
especializados con competencia en Derecho Penal, ya que son ellos a través de un
proceso judicial penal los que aplican estas Medidas Cautelares Sustitutivas de
Libertad y de esta manera pueden ellos informarse y obtener conocimiento más
detallado sobre el tema, así como también a los estudiantes de Derecho y al Público
en general, para que este informe de Pasantías les sirva como base para sus estudios
y para su formación integral y profesional.

Limitaciones del estudio

En términos generales no existieron limitaciones algunas que impidieran el


cumplimiento de los objetivos establecidos para la investigación, ya que la
información ha sido proporcionada por cada uno de los funcionarios y expertos con
Competencia, responsables de llevar dentro de cada organismo e institución las

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informaciones y documentos, por considerarse las personas más idóneas en facilitar la
información y soportes necesarios a la disposición del investigador.

CAPITULO III
MARCO REFERENCIAL CONCEPTUAL

Con el propósito de realizar una revisión exhaustiva y profunda para darle a la


investigación un sistema coordinado y coherente de conceptos y proposiciones que
permitan abordar el problema y que muestre una visión completa del sistema teórico
y del conocimiento científico que se tiene acerca del tema, la autora colecto una serie
de material documental de diversos medios con el objetivo de que ayudaran a
determinar la descripción de la misma.

De igual manera es importante recalcar que en todo proceso de investigación se


debe considerar los estudios previos que hayan realizado otros autores con la
finalidad de estudiar, diagnosticar y analizar problemas similares al planteado por el
autor, los cuales le ayudaran a sustentar, sostener y fomentar la investigación
realizada.

Antecedentes del Estudio.

Para llevar a cabo la elaboración del siguiente informe es de gran importancia la


revisión de documentos o trabajos de investigación anteriores que sustenten la
presente y hagan referencia al tema a desarrollar para que sirvan de gran aporte.
Dentro de los trabajos más destacados que guardan relación con esta investigación, se
pueden mencionar algunos:

-Saca Miranda, Carlos Eduardo, Medidas de Aseguramiento Preventivo, Según en el


COPP y la LOPNNA, Manual Práctico, (Agosto, 2.004: 4), Caracas, Venezuela. Este

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autor establece en su investigación realizada previamente, la definición de las
Medidas Cautelares de la siguiente manera:
Las medidas cautelares son medidas de aseguramiento preventivo, de
carácter transitorio y excepcional, que le imponen un límite al
principio de Libertad del cual gozan el imputado de delito penal y en
general todas las personas, y que a su vez, previo cumplimiento de los
requisitos para su procedencia, deben ser aplicadas únicamente para
garantizar que el imputado cumplirá las obligaciones que se le
impongan y las ordenes del tribunal, y en su caso, que se someterá a la
ejecución de una posible sentencia condenatoria, y/o para resguardar
la integridad de personas en particular que intervienen en el proceso,
mientras se demuestra la culpabilidad del imputado de un delito que
merece pena privativa de Libertad.

Este trabajo previo ayudara al presente informe realizado por la Autora, ya que
servirá de gran base y fundamento para determinar la definición, objeto, principios,
tipos y características de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad impuestas a
favor del Imputado siempre que se cumplan con los requisitos de procedencia de las
mismas.

-Saca Miranda, Carlos Eduardo, (Agosto, 2.004: 41), Caracas, Venezuela. Este autor
con su trabajo previo sigue sirviendo de base a la investigación, toda vez que plantea
lo relacionado a la transitoriedad de Aseguramiento Preventivo, expresando lo
siguiente:

La transitoriedad de las medidas de aseguramiento Preventivo consiste


en que, en virtud de su naturaleza cautelar y en razón de la posibilidad
de que los requisitos que la hicieron procedente varíen o desaparezcan,
en consecuencia, la medida también deba variar o desaparecer.

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Para garantizar que la transitoriedad de las medidas y sus efectos se
cumplan, el legislador ha dispuesto que el imputado puede, cada vez
que lo considere pertinente y apropiado y en todo grado y estado del
proceso, solicitarle al juez que le sea revisada la media de
aseguramiento impuesta.

Como se puede observar al imponer las medidas de aseguramiento preventivo se


otorga al imputado el derecho de solicitar que le sean revisadas dichas medidas de
aseguramiento toda vez que los requisitos que las hicieron procedentes pueden variar
o desaparecer, es por ello el aporte del autor a este informe en virtud de la
importancia que tienen estas medidas cautelares sustitutivas de libertad en el proceso
y para el imputado pues ellas afectan de una u otra forma la libertad personal del
imputado.

- Sentencia Nro. 158 de fecha 03 de Mayo de 2.005 de Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia de la Republica Bolivariana de Venezuela. Esta
sentencia señala lo siguiente en función de las Medidas Cautelares Sustitutivas de
libertad a favor del imputado:

El legislador le concede al imputado el derecho a solicitar la


sustitución de la medida judicial de privación preventiva de libertad,
las veces que lo considere pertinente, tanto es así que el precepto le
impone al juez la obligación de examinar la necesidad del
mantenimiento de las medidas cautelares cada tres meses, y cuando lo
estime conveniente la sustituirá por otras menos gravosas, es decir,
que el juez decidirá, de acuerdo con su prudente arbitrio.

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También dispone esta norma que no es susceptible de ser apelada
aquella decisión del juez mediante la cual niegue la revocación o
sustitución de la medida privativa de libertad.

Ahora bien el aporte que ofrece dicha sentencia a la investigación está relacionado
con el Derecho que tiene el Imputado de solicitar una Medida Cautelar Sustitutiva de
Libertad en el proceso judicial Penal, además de imponerle al juez la obligación de
examinar las Medidas Cautelares impuestas a favor del Imputado.

- Sentencia Nro. 1568 de fecha 29 de Noviembre de 2.000 de Sala de Casación Penal


del Tribunal Supremo de Justicia de la Republica Bolivariana de Venezuela. Entre
otras cosas la sentencia establece de igual forma en relación a las Medidas Cautelares
Sustitutivas de libertad a favor del imputado lo siguiente:

Las medidas cautelares, van dirigidas a que el imputado se encuentre


en libertad mientras se dilucida el hecho a investigar, cosa distinta a
que éstas sustituyan el auto de detención apelado, que debe ser
resuelto, puesto que el objeto del recurso es que se revise una
determinada decisión por un órgano de mayor gradación de aquel que
la dictó.

El aporte de esta sentencia con la investigación desarrollada por la autora, se debe


a su contenido relacionado con el Objeto que tiene las Medidas Cautelares
Sustitutivas de Libertad, las cuales se dictan en el momento en el que el imputado se
encuentra envuelto en un proceso judicial penal y estas medidas buscan que el
imputado se encuentre en libertad mientras se realiza el proceso.

- Dr. Alejandro Leal, Especialista en Derecho Penal, (Julio, 2.002: 9), en su trabajo
especial de Grado titulado Las Medidas Cautelares en el Proceso Penal, realizado en

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la Universidad Santa María de Caracas, Venezuela, señalo lo siguiente, en torno a las
Medidas Cautelares:

La adopción de medidas cautelares constituye uno de los aspectos más


relevantes en las actuaciones judiciales, las cuales traen como
consecuencia criterios de prevención para el imputado, es decir, la
detención y privación provisional, o la libertad bajo fianza u otra
garantías documentales.

De esta manera se denota el especial cuidado que señala el autor que se debe tener
por parte de los administradores de justicia, al momento de interpretar las
disposiciones referidas a la libertad del imputado, para evitar criterios diversos que no
garanticen el correcto espíritu que tuvo el legislador al momento de limitar la libertad
de cualquier ciudadano por haber transgredido la ley.

-Saca Miranda, Carlos Eduardo, (Agosto, 2.004: 41), Caracas, Venezuela. Este autor
sigue expresando lo siguiente en relación a los requisitos de procedencia de las
Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad, para que dichas Medidas puedan ser
Decretadas a favor del imputado:

Las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad son aquellas medidas


de aseguramiento preventivo, las cuales, aunque imponen menos
agravio que la privación judicial preventiva de libertad, igualmente
constituyen una restricción a la libertad del imputado; medidas que a
su vez, para ser aplicadas, deben encontrarse llenos determinados
requisitos para su procedencia. En general, serán procedentes cuando
se encuentren llenos los tres requisitos de procedencia para la
privación preventiva, establecidos en el COPP.

30
En este sentido se puede determinar la importancia de los requisitos de
procedencia para que puedan dictarse las medidas cautelares sustitutivas de
libertad al imputado y su vinculación con el aporte que ofrece este informe de
pasantías, el cual busca determinar la eficacia de las medidas como garantía
efectiva de aseguramiento en el proceso penal.

-Pérez Sarmiento, Eric Lorenzo, Manuel de Derecho Procesal Penal, Tercera Edición,
(Mayo, 2.009: 167), Caracas, Venezuela. Este autor en su trabajo de investigación
realizado previamente, estipula lo relacionado al imputado y su función en el Proceso
Judicial Penal:

El imputado es la persona contra quien se dirige la acción penal y que


tiene la necesidad de defenderse. Puede considerarse imputado a toda
persona a quien se le señale como autor o participe de un hecho
punible, por un acto de procedimiento de las autoridades encargadas
de la persecución penal.

Para que una persona natural pueda ser considerada imputado en el


proceso penal es condición indispensable que se trate de una persona
que se mantenga con vida desde el momento de incoación del proceso
hasta el proferimiento de la sentencia firme que le ponga fin por lo
que ella respecta; que tenga, además, la edad que la ley requiere para
ser considerado válidamente como imputado y que goce de la salud
mental necesaria para ser sujeto de responsabilidad penal. Por tanto,
toda persona mayor de edad y civilmente hábil es capaz a los efectos
de ser imputado en el proceso penal.

El aporte de este estudio con la investigación realizada por el autor, está


relacionado con la definición y descripción del Imputado, su función en el proceso y

31
los requisitos que se deben cumplir para determinar si una persona es o no es
Imputado, dicha investigación ayudara al desarrollo del Informe de Pasantías toda
vez que el objeto de estudio es las medidas cautelares sustitutivas de libertad en
función del Imputado, es decir, dictadas a favor del Imputado.

- Pérez Sarmiento, Eric Lorenzo, (2.009: 185), Manuel de Derecho Procesal Penal,
Caracas, Venezuela. Dicho autor además expresa el objeto del Proceso Penal, es
decir, lo que se persigue con el Proceso Penal y su repercusión en el imputado y
demás partes del proceso, tal objeto lo expresa como:

El objeto del Proceso Penal se refiere esencialmente a las


circunstancias concretas del hecho o de los hechos sobre los que recae
la investigación, el juzgamiento y la sentencia, considerados en cada
momento concreto del iter procesal; ósea antes de iniciarse el proceso,
durante su desarrollo y después de terminado este.

En este sentido la autora pudo observar y analizar el objeto que busca un proceso
penal el cual no es más que un conjunto de hechos atribuidos a determinadas personas
con la finalidad de determinar las consecuencias o no de una conducta, es decir el
proceso penal busca determinar si una persona es la culpable o no de un hecho
punible. En todo caso este estudio sirve de base a la presente investigación ya que es
durante el proceso penal que se dictan las medidas cautelares sustitutivas de libertad a
favor del imputado.

-Dra. Jacqueline Graziani, quien para optar al Grado de Especialista en Derecho


Penal, elaboro su respectivo Trabajo titulado Las Medidas Asegurativas Provisionales
en el Proceso Penal, (Febrero, 2.003: 75), en la Universidad Santa María, Caracas,
Venezuela, en dicho estudio se puede apreciar el siguiente planteamiento:

32
La libertad individual constituye uno de los valores más apreciados
por el hombre, es así, que al ser limitado ó desprovisto de esto, se le
causa un daño o perjuicio a la vida. La privación de libertad, es
entendida siempre como una pena o sanción, y no debería de ser
decretada medida privativa de libertad alguna, hasta tanto no se
demuestre la participación criminal del imputado en el hecho que se
investiga.

Del planteamiento reflejado, se denota su evidente preocupación e interés para


garantizar y respaldar uno de los derechos humanos más importantes del hombre, el
derecho a la libertad, consagrado en la Constitución Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela y reflejado en la norma adjetiva penal; que guarda estrecha
relación con el tema que el presente Informe de Pasantías analiza.

-Abg. Ramón Aguiar, para optar al Grado de Magíster en Derecho Penal, elaboro un
trabajo de grado titulado Estudio de los Principios de Defensa e Igualdad entre las
Partes, (Mayo, 2002: 68), en la Universidad Santa María, Caracas, Venezuela, entre
otras cosas señalo lo siguiente:

Con la reforma por parte del extinto Congreso nacional del sistema
Inquisitivo regido por el Código de Enjuiciamiento Criminal, el
sistema judicial sufre una completa transformación, que está acorde
con el nuevo milenio y que la sociedad necesita, para conciliarse con
un sistema señalado de corrupto y mal administrado, lo que da origen
a un sistema acusatorio regido por el Código Orgánico Procesal Penal
para el cual es muy importante proteger al ciudadano del poder del
estado, pero teniendo como base una verdadera justicia.

33
En este orden de ideas, de los trabajos señalados, se observa una uniformidad de
criterios quedando demostrado su inclinación hacia la preservación de la libertad del
imputado, aplicándole las medidas cautelares solo bajo interpretaciones restrictivas,
lo cual establece el sistema acusatorio, ya que el sistema inquisitivo en materia de
medidas privativas de libertad y de las cautelares era mucho más amplio,
permitiéndole al juez una mayor discrecionalidad subjetiva; además de imponerle una
serie de pruebas que por sí solas ya decidían la suerte del imputado en cuanto a los
beneficios que podía obtener en el proceso penal al que se encontraba sometido.

Siendo que el objeto principal de este informe es el análisis de aquellas Medidas


Cautelares Sustitutivas de Libertad, que limitan preventivamente la libertad del
Imputado, los principios que rigen la libertad penal serán estudiados estrictamente
respecto a este acto coercitivo. Para ello no solo serán analizados los principios
generales consagrados en el Código Orgánico Procesal Penal, sino también serán
analizados todos aquellos principios que en materia de restricción preventiva de la
Libertad personal contenga la constitución nacional y las demás fuentes de Derecho
que han de regular sobre esta materia.

Bases Teóricas.

El Derecho Penal.

Con origen en el vocablo latino directum, el derecho se refiere a los postulados de


justicia que conforman el orden normativo de una sociedad. Basándose en las
relaciones sociales, el derecho es el conjunto de normas que ayudan a resolver los
conflictos derivados de la conducta humana.

El derecho penal es la rama del derecho que establece y regula el castigo de los
crímenes o delitos, a través de la imposición de ciertas penas (como la reclusión en
prisión, por ejemplo). Se sabe que el derecho se encarga de regular las actividades de
los hombres que viven en sociedad y que mantienen relaciones con el resto de los

34
hombres. De esta forma, el derecho busca proteger la paz social con normas que son
impuestas por la autoridad, quien, a su vez, tiene el monopolio del uso de la fuerza.

El principal objetivo del derecho penal es promover el respeto a los bienes


jurídicos (todo bien vital de la comunidad o del individuo). Para esto, prohíbe las
conductas que están dirigidas a lesionar o poner en peligro un bien jurídico. Lo que
no puede hacer el derecho penal es evitar que sucedan ciertos efectos.
El Estado dispone de dos herramientas para reaccionar frente al delito: las medidas de
seguridad (que buscan la prevención) y las penas (que suponen el castigo). La pena,
por lo tanto, implica una restricción a los derechos del responsable.

Evolución del Proceso Penal.

Los procesos penales antiguos constituyeron el estudio para el desarrollo de los


procesos actuales (proceso acusatorio y el inquisitivo), donde el estado del proceso se
constituye el sistema mixto, el cual es el que se practica de conformidad con la ley en
el Derecho Procesal actual venezolano.

Los sistemas de enjuiciamiento desarrollados por la humanidad son esencialmente


dos: el sistema acusatorio y el sistema inquisitivo. En el sistema acusatorio, basado en
el predominio de la oralidad, el juez no actúa nunca de oficio, sino a instancia de una
parte acusadora que tiene la carga de probar los hechos que imputa. El sistema
inquisitivo, en cambio, se caracteriza por ser totalmente escrito y funciona en base de
la actuación de oficio y sin límites del juez.

Absolutamente opuestos en su esencia, estos sistemas son, por su propia


naturaleza, representativos de los momentos de mayor esplendor (el acusatorio) o de
mayor oscuridad (el inquisitivo) en la vida de las naciones. Así pues por ejemplo, el
sistema acusatorio fue característico de las grandes democracias esclavistas de la

35
antigüedad (Atenas, Cartago, Roma, etc.), en las cuales los hombres libres tenían
derecho a un juicio oral, público y en libertad, y podían además aspirar a ello.

Por el contrario, los habitantes de los estados feudales del Medievo, incluidos los
nobles y los clérigos, eran juzgados, cuando mucho, por jueces ignotos y por causas
que a menudo nunca llegaban a conocer hasta la sentencia definitiva; eso si es que no
eran sometidos a las ordalías o juicios de Dios, consistentes en pruebas objetivas tales
como inflicción de heridas o quemaduras a los acusados para observar si sanaban o
no en un lapso determinado, transcurrido el cual, el sanado era absuelto y el insano
era declarado culpable.

Si se aplica la infalible lógica de la naturaleza de las cosas al proceso penal, no


podremos menos que concluir, y así lo corrobora la historia del Derecho, que el
procedimiento Penal nació oral y acusatorio. Si se observa detenidamente la conducta
de los niños al denunciar a su hermano o a un compañero de clases, ante sus padres o
maestros, se encuentra el modelo más puro y expedito juicio incriminatorio que pueda
existir. En este tipo de procedimiento, el órgano jurisdiccional, generalmente escucha
al acusador y al acusado, evacua las pruebas a que haya lugar y finalmente dicta
sentencia sumariamente y suele ejecutarla inmediatamente.

Este modelo, absolutamente sociológico, que concito en su día la atención de los


más eminentes investigadores sociales, tales como Henry Lewis Morgan, Federico
Engels, Theodor Mommsen y Emile Durkheim, es la base original del juicio oral
como forma de conocimiento jurídico y como tal aparece en las culturas de la
antigüedad, tal como se trasluce de documentos tan vetustos como el código de
Hammurabi, las leyes de Manu, el libro de los muertos, las leyes de Solom, la ley de
las doce tablas y el Popol Vuh. No es difícil corroborar esto si se tiene en cuenta que
el derecho era consuetudinario y no escrito en la etapa inicial de la historia de todos
los pueblos antiguos.

36
De tal manera el procedimiento penal, una vez superada la fase de la venganza
privada y tomado el control de la punición el estado, comenzó teniendo forma de
juicio oral, aunque matizado de las formalidades míticas y religiosas propias de las
culturas primigenias. El posterior surgimiento de la escritura y el desarrollo de la
burocracia estatal, mucho más alejada de las preocupaciones de la comunidad y del
interés común que los antiguos jefes tribales, condujeron a la aparición de los
procedimientos escritos.

Por una parte, la escritura, si bien garantizaba de manera indudable, la fijación en


el tiempo de los resultados procesales, tenia resultados altamente negativos, pues, por
una parte, el funcionario encargado de resolver el asunto, escondido tras los
expedientes del proceso, se alejaba de la realidad vivida de la litis, es decir, dejaba de
lado la inmediación como instrumento del conocimiento de los hechos y, por otra
parte, su decisión podía ser postergada indefinidamente so pretexto que necesitaba
tiempo para instruirse en el contenido del expediente.

En este mismo orden de ideas, la burocratización de la dirección de los asuntos


sociales incremento aun más estas consecuencias negativas de la escritura. El mejor
ejemplo de lo que decimos lo encontramos en la misma historia del procedimiento
romano, cuyo iter va desde las llamadas legis actionis o acciones de la Ley,
básicamente orales, pasando luego al proceso per formula o formulario, totalmente
escrito, para desembocar luego en la extraordinaria cognitio o proceso extraordinario,
de carácter mixto.

A la caída del imperio Romano de Occidente, como es sabido, la vida de todo el


mundo occidental quedo dominada por la Iglesia Católica, único elemento unificador
de una Europa fragmentada en pequeñísimos Estados. La Iglesia Católica era
portadora de un orden absolutamente diferente al de los grandes estados paganos de la
antigüedad y por ello, el carácter reservado, totalizador, misterioso y corporativo de la

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vida monacal, que caracteriza a la Iglesia Romana, fue rápidamente trasladado a un
orden jurídico dominado por el Derecho Canónico, cuyas fuentes eran, precisamente,
esos caracteres.

De tal manera, a partir de 1215, con la oficialización de los tribunales del Santo
Oficio por el IV Concilio de Letrán, el procedimiento penal se hizo inquisitivo,
escrito y secreto. Los acusados nunca sabían a ciencia cierta de que se les acusaba
hasta que se dictaba sentencia definitiva, y los poderes del juzgador eran infinitos, sin
que, por otra parte, el procesado tuviera derecho a una defensa justa, con iguales
posibilidades de actuación que los acusadores. Además, el proceso se hace totalmente
escrito en esta época en la cual, a diferencia de las antiguas polis griegas y de las
grandes ciudades romanas, el analfabetismo es dominante y no solo entre las grandes
masas populares, sino incluso entre nobles.

Esta situación duro, en la Europa Continental, desde el siglo VI hasta


prácticamente la Revolución Francesa en 1789, durante la cual, y como consecuencia
de las ideas iluministas que le precedieron, se echaron las bases para el resurgimiento
y desarrollo del procedimiento acusatorio y del juicio oral, que ya en cambio, venia
abriéndose paso en Inglaterra a partir de la promulgación de la llamada Carta Magna
en 1215 y cuya consagración en las Islas Británicas, se logra después de las
revoluciones de 1640 y 1689, gracias al desarrollo del capitalismo, al consiguiente
debilitamiento de los estamentos feudales y a la pérdida progresiva de poder terrenal
de la Iglesia Romana.

Así, ya a fines del siglo XVIII y a principios del XIX, se encuentran perfilados los
dos grandes sistemas del enjuiciamiento criminal que, con sus variantes, ha conocido
la humanidad. Sin embargo, hoy no existen en los ordenamientos jurídicos
contemporáneos formas puras de estos sistemas y solo puede hablarse de formas

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mixtas, las que serán catalogadas como acusatorias o inquisitivas en la medida en que
recojan mayoritariamente las características de un sistema u otro sistema.

Ahora bien, como consecuencia irrefrenable del avance de la democratización de


las sociedades, con el aumento del llamado factor subjetivo (Particos Políticos,
Sindicatos, Organizaciones Sociales, etc.) y la cristalización de clases medias fuertes
y cultas, para mediados del siglo XX se produce la consolidación definitiva del
sistema acusatorio y del juicio oral en las naciones más adelantadas del planeta, y ya
para ese momento se presentan claramente definidos los diversos modelos de
ordenamientos procesales con predominio del sistema acusatorio que podemos
encontrar en la actualidad.

De esta manera al abocarnos al estudio del sistema acusatorio y del juicio oral,
como fundamentos esenciales del procedimiento penal Venezolano, no podemos
olvidar por un instante, que el desarrollo histórico de los pueblos nos ha traído
consigo variados modelos de tratamiento del sistema acusatorio, que presentan, en
ocasiones, marcadas diferencias unos de otros, en la misma medida en que conjugan o
combinan los elementos de ambos sistemas de enjuiciar, habida cuenta de dos razones
fundamentales: primera, que hoy en día no hay sistema procesalmente puro ni en uno
ni otro sentido, sino solo sistemas mixtos con predominio de rasgos acusatorios,
fundamentalmente caracterizados por tener como colofón un juicio oral y público; y
segunda, que el sistema inquisitivo ha sido considerado siempre como más apropiado
para salvaguardar los derechos de la sociedad desvalida frente al delincuente
embozado, sobre todo por su proclividad al secreto sumarial y a la reserva de pruebas,
con olvido absoluto de que todo acusado parte del principio generalizado de la
presunción de inocencia y por tanto del juzgamiento en libertad, sin considerar la real
existencia de delincuentes contumaces. De ahí la necesidad practica de combinar, en
cada país o estado en grado distinto según su historia, los elementos de ambos
sistemas.

39
Por otro lado es importante determinar brevemente las principales diferencias que
existen entre el Sistema Inquisitivo y el Sistema Acusatorio:

Sistema Inquisitivo Sistema Acusatorio


• Predomina la escritura. • Predomina la oralidad.
• Es clandestino y secreto. • Es público y abierto.
• Viola los derechos humanos. • Defiende los derechos humanos.
• No hay participación • Los ciudadanos participan como
ciudadana. escabinos y jurados.
• Rige la presunción de • Rige la presunción de inocencia
culpabilidad.

El Proceso Penal.

El Proceso Penal es el conjunto de actos sucesivos y ordenados, regulados por el


Derecho, que deben realizar los particulares y el Estado para la investigación y
esclarecimiento de hechos punibles y para la determinación de la responsabilidad de
las personas involucradas en aquellos y que, si bien implica el uso de medios
coercitivos por parte del Estado, también debe comportar el respeto a los Derechos
fundamentales de la persona y garantía del Derecho a la Defensa.

En Venezuela, el proceso penal se rige por un sistema acusatorio en donde el


Estado, por el carácter social que reviste la realización de un hecho punible, es quien
mediante sus órganos, tiene la facultad de perseguir y procurar la consecución de este
proceso.

De tal manera, el proceso penal es una necesidad vital para el orden social y la
convivencia civilizada en cualquier clase de sociedad humana. Y lo que es más

40
importante, cuanto más justo y equitativo sea ese iter procesal, tanto mayor serán las
posibilidades de cumplimiento exitoso de sus fines y más firmes serán los valores de
convivencia y acatamiento consciente de las leyes. En ello reside el inmenso valor
político-social del proceso penal.

Los Principios y Garantías del Proceso Penal.

Los principios del Derecho penal son aquellas directrices de la doctrina que le han
impuesto barreras a la construcción del Derecho penal, de tal forma que éste no se
extralimite y afecte el Estado de Derecho. Los principios fundamentales por los que
ahora está regido el proceso penal venezolano son los siguientes:

Los principios fundamentales por los está regido el proceso penal venezolano de
acuerdo al Código Orgánico Procesal Penal, son los siguientes:

1. El Principio del Juicio Previo y Debido Proceso: El artículo 1º establece las


pautas de un juicio previo y del debido proceso. El enunciado de este principio es
bastante amplio y expreso. Sin embargo, el juicio previo está relacionado con el
principio de exclusivismo de la ley o de legalidad, por el cual toda persona tiene
derecho a que se le juzgue conforme, no sólo a una ley que establezca previamente el
delito y la pena, sino también a una ley que señale el procedimiento a seguir. En
virtud de este postulado, nadie puede ser condenado sin ser sometido previamente a
un juicio penal, oral y público. En cuanto al debido proceso, existe la necesidad de
un Juez imparcial, que no tenga más interés que el de administrar justicia. También
resulta necesaria la observancia de todos los derechos y garantías en el proceso, así
como que el juicio se realice sin dilaciones indebidas, es decir, sin retrasos o demora
alguna, lo que está vinculado con el principio de preclusión, por el cual el proceso
penal debe ir siempre hacia adelante en el tiempo, buscando constantemente el
resultado procesal natural, o sea, la sentencia firme.

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2. El Principio de la Participación Ciudadana: Este principio se encuentra
consagrado en el artículo 3º. En virtud de este principio, los ciudadanos podrán
participar directamente en la administración de la justicia penal, a través de la figura
de los escabinos o jueces legos y el jurado. Los escabinos o jueces legos son personas
ajenas al Poder Judicial elegidas del pueblo por el Consejo de la Judicatura, a través
de sorteo. Dos (2) escabinos y un Juez profesional conforman lo que se ha
denominado Tribunal Mixto, competente para conocer de las causas por delitos cuya
pena sea mayor de 4 años en su límite superior hasta un máximo de 16 años, el
Tribunal Mixto conocerá de las causas por delitos cuya pena en su límite superior
exceda de 16 años y sea menor de 20. Por su parte, el tribunal de jurados está
integrado por nueve (9) ciudadanos, al igual que los escabinos, ajenos a la rama
judicial, e igualmente elegidos por sorteo. El Tribunal de Jurados conoce de las
causas por delitos cuya pena en su límite superior exceda de 16 años, este Tribunal
conocerá de las causas por delitos cuya pena privativa de libertad, en su límite
superior, exceda de 20 años.
3. El Principio de Afirmación de la Libertad: Establecido en los artículos 9º,
consiste en que el imputado gozará de su libertad durante todo el desarrollo del
proceso, en principio, puesto que pueden aplicarse diversas medidas de coerción
personal, tales como la privación de libertad, como última opción y siempre
subsidiaria de las demás medidas, que son excepciones al principio. La consagración
de este principio se fundamenta en el hecho de dejar atrás la concepción del proceso
como pena anticipada, que era lo que sucedía en el Sistema Inquisitivo venezolano.
4. El Principio de Presunción de Inocencia: es fundamental en el Sistema
Acusatorio que el imputado se presuma inocente. Así, el artículo 8º señala:
"Cualquiera a quien se le impute la comisión de un hecho punible tiene derecho a que
se le presuma inocente y a que se la trate como tal, mientras no se establezca su
culpabilidad mediante sentencia firme". De esta manera, toda persona es inocente
hasta que se demuestre lo contrario, dejando atrás la preminencia que tenía en el
Sistema Inquisitivo la premisa de que toda persona es culpable, a menos que se

42
pruebe lo contrario. En este mismo sentido, en el sistema vigente, el imputado no
debe probar, o sea, no tiene la carga de la prueba de su inocencia (como era en el
sistema derogado), sino que el acusador es el que tiene la carga de la prueba de la
culpabilidad del imputado.
5. El Principio de Oralidad: Este principio está pautado en el artículo 14 y 338,
que se refiere a que "el juicio será oral y sólo se apreciarán las pruebas incorporadas
en la audiencia". La oralidad es sumamente importante porque contribuye a la
transparencia y celeridad del proceso, y porque aporta una carga de percepción por
parte del Juez, escabinos, jurados, abogados, fiscales y público en general, de la
aptitud y la forma de expresión de aquellos que intervienen durante el proceso.
6. El Principio de Oportunidad: Otro importante principio es el de oportunidad,
establecido en el artículo 37, que se incluyó en el Código con el objetivo
de descongestionar la administración de justicia y evitar el hacinamiento carcelario.
Este principio permite al fiscal del Ministerio Público prescindir del ejercicio de la
acción penal o ejercerla en cuanto alguno de los sujetos que intervinieron en el hecho,
siempre que medie aprobación del Juez de control. Existen diversos supuestos de
aplicación de este principio, tales como los acuerdos reparatorios (referidos a bienes
patrimoniales o delitos culposos), la suspensión condicional del proceso u otros
supuestos señalados taxativamente en el prenombrado artículo 37, cuando, por
ejemplo, se trate de un hecho que por su insignificancia no afecte gravemente el
interés público.
7. El Principio de Publicidad: Sin duda, algo que es característico de este
proceso penal es su publicidad, establecida en el artículo 15. El hecho de ser público
garantiza su transparencia, al mismo tiempo que elimina la clandestinidad que
predominaba anteriormente. Debemos distinguir, como señala Eric Pérez, entre
publicidad inter partes y publicidad erga omnes. La primera se refiere al
conocimiento que del proceso pueden tener las partes, publicidad ésta que hayamos
presente en todo momento. La publicidad erga omnes o universal, entretanto, viene a
concretarse plenamente en la fase de juicio, que como sabemos, corresponde al

43
llamado juicio oral y público. Además, la publicidad controla indirectamente la
probidad de los jueces y hasta de las propias partes. Por ejemplo, a un testigo falso le
costará mucho más dar declaraciones contrarias a la verdad, al verse presionado
psicológicamente por el público asistente al juicio. Hay, sin embargo, ciertas
excepciones al principio de publicidad, establecidas en el artículo 333 del Código en
comento.
8. El Principio de Inmediación: Otro principio fundamental es el de la
inmediación. El artículo 16 señala que "los jueces que han de pronunciar la sentencia
deben presenciar, ininterrumpidamente, el debate y la incorporación de las pruebas de
las cuales obtienen su convencimiento". Lo mismo rige para los jurados y escabinos.
9. El Principio de Concentración: De conformidad con este postulado, enunciado
en el artículo 17, una vez que se inicia el debate, éste debe concluir en el mismo día.
Si ello no fuera posible, continuará durante los días que fueran necesarios hasta su
conclusión. Se podrá suspender por un plazo máximo de 10 días, en determinados
casos. Como vemos, esto, obviamente, coadyuva a la celeridad procesal, es decir, a
una más expedita administración de justicia.
10. El Principio de Contradicción: El artículo 18 establece que el proceso tendrá
carácter contradictorio. Este principio es garante de la seguridad jurídica y del
derecho a la defensa, ya que, desde el primer instante, ambas partes podrán exponer
sus argumentos y alegatos, lo cual permitirá conservar al Juez una visión
verdaderamente objetiva e imparcial de los hechos controvertidos.
11. El Principio de Apreciación de las Pruebas: El artículo 22 dispone que "las
pruebas se apreciarán por el tribunal según su libre convicción, observando las reglas
de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de experiencia". Hay
libertad de prueba.

Ahora brevemente las garantías procesales establecidas en el instrumento procesal


penal.

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1. Ejercicio de la jurisdicción: el artículo 2º establece que "la justicia penal se
administrará en nombre de la República y por autoridad de la ley", y además que
"corresponde a los tribunales juzgar y hacer ejecutar lo juzgado", es decir, el Juez ya
no se encargará ni de acusar ni de investigar al peor estilo de Sherlock Holmes.
2. Autonomía e Independencia de los Jueces: Se establece en el artículo 4º y se
refiere no sólo a la autonomía e independencia frente al Poder Ejecutivo y el Poder
Legislativo, sino frente a todos los órganos del Poder Público, incluso el mismo
Poder Judicial; o sea, frente a otros jueces. En todo caso, los jueces sólo deben
obediencia a la ley, pero no sólo a ésta, sino también al derecho.
3. Autoridad del Juez: En virtud de esta garantía, contenida en el artículo 5º, "los
jueces cumplirán y harán cumplir las sentencias y autos dictados en ejercicio de sus
atribuciones legales". Además, las diversas autoridades de la República están
obligadas a prestarles la colaboración que necesiten.
4. Obligación de Decidir: El artículo 6º garantiza la necesidad de decisión de los
jueces al señalar que "no podrán abstenerse de decidir so pretexto de silencio,
contradicción, deficiencia, oscuridad o ambigüedad en los términos de las leyes, ni
retardar indebidamente alguna decisión. Si lo hicieren incurrirán en denegación de
justicia".
5. Juez Natural: Es una garantía derivada del artículo 69 de la Constitución
Nacional, reflejado en el artículo 7º del C.O.P.P., por el que se prohíbe expresamente
la posibilidad de procesar o juzgar a una persona por jueces o tribunales ad hoc; es
decir, exclusivamente impuestos para ello.
6. Respeto a la Dignidad Humana: También se garantiza en el Código, en su
artículo 10, la observancia de los derechos humanos y la dignidad de la persona. De
igual manera, se menciona que la persona puede exigir a la autoridad el derecho de
estar acompañada de un abogado de su confianza. El numeral 10 del artículo 125,
expresa como derecho del imputado "no ser sometido a tortura u otros tratos crueles,
inhumanos o degradantes de su dignidad personal".

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7. Titularidad de la Acción Penal: En este sistema "la acción penal corresponde
al Estado a través del Ministerio Público, quien está obligado a ejercerla, salvo las
excepciones legales", tal y como lo expresa el artículo 11.
8. Defensa e Igualdad entre las Partes: Se establece en el artículo 12 el derecho a
la defensa en todo estado y grado del proceso, y la igualdad entre las partes. Se
prohíbe además, expresamente, que "los jueces profesionales, escabinos, jurados y
demás funcionarios judiciales" mantengan directa o indirectamente, ninguna clase de
comunicación con alguna de las partes o sus abogados, sobre los asuntos sometidos a
su conocimiento, salvo con la presencia de todas ellas. Esta disposición concuerda
con lo establecido en el numeral 9 del artículo 38 de la Ley Orgánica del Consejo de
la Judicatura, que señala dicho acto como una causal de suspensión del Juez.
9. Finalidad del Proceso: El artículo 13 establece que la finalidad del proceso es
el obtenimiento de la verdad por las vías jurídicas y el logro de la justicia en la
aplicación del derecho.
10. Control de la Constitucionalidad: Esto es lo que se conoce como control
difuso de la Constitución, en virtud del cual los jueces deben velar por la incolumidad
de ésta y, por tanto, aplicar preferentemente las normas constitucionales cuando las
del Código colidieren con estas; así lo ordena el artículo 19.
11. De única persecución: Se garantiza en el artículo 20 la no persecución penal
más de una vez por el mismo hecho, es decir, que nadie puede ser juzgado por algo
por lo cual ya se le ha juzgado anteriormente en los mismos términos. Es de anotar
que existen 2 excepciones, en las que sí puede producirse una nueva persecución
penal; tales supuestos son: 1º Cuando la primera fue intentada ante un tribunal
incompetente y por eso concluyó el procedimiento; y 2º Cuando la primera fue
desestimada por defectos en su promoción o en su ejercicio. Así, esta garantía está
vinculada con la de la cosa juzgada, que veremos en este momento.
12. La cosa Juzgada: El artículo 21 establece la garantía de la cosa juzgada, la
cual manda que una vez concluido el juicio por sentencia firme, no puede ser
reabierto, es decir, que no puede irse contra la cosa juzgada. Lo único que puede

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hacerse es la revisión de la sentencia firme, únicamente a favor del imputado, según
lo que dispone el artículo 470, por ejemplo, cuando se produzca un caso de
despenalización de un delito.

El Objeto del Proceso Penal.

El objeto del proceso penal se refiere esencialmente a las circunstancias concretas


del hecho o de los hechos sobre los que recae la investigación, el juzgamiento y la
sentencia, considerados en cada momento concreto del iter procesal; ósea antes de
iniciarse el proceso, durante su desarrollo y después de terminado este. De ahí la
relación entre objeto del proceso y el principio de Congruencia. De tal manera, el
objeto del proceso tiene un aspecto dinámico y un aspecto estático, según sea el punto
en que tomemos en consideración el estado de los hechos en el proceso o respecto a
este.

Así por ejemplo, los hechos establecidos en un proceso ya decidido por sentencia
firme y que conforman su objeto, constituyen, desde el punto de vista estático un
elemento excluyente de la posibilidad de un nuevo juzgamiento de esos mismos
hechos en un nuevo proceso, donde serian aducidos con toda seguridad, a través de
una excepción de cosa juzgada. Como se puede apreciar del ejemplo precedente, los
hechos que fueron objeto de un proceso terminado y que constituyen cosa juzgada,
están ahí detenidos y cristalizados en el tiempo, pero aun así, en ese estado estático,
surten un efecto preventivo respecto a la posibilidad de reexaminarlos en un nuevo
proceso.

Por otra parte, dentro del tracto de un proceso penal determinado el objeto del
proceso puede variar, de acuerdo con los resultados mismos de la investigación y del
juzgamiento, ya sea porque aparecen nuevos elementos que exculpan, que agravan o
atenúan la visión original de los hechos, o que indican la existencia de alguna forma

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de concurso, o situaciones similares que hacen variar la percepción y fijación de los
hechos del proceso.

De acuerdo a todo lo dicho, se puede afirmar que el objeto del proceso es el


conjunto de hechos atribuidos a determinadas personas dentro de un proceso penal,
apreciados con relación a un momento concreto del proceso en cuestión, a fin de
deducir consecuencias dentro de ese mismo proceso o en otro.

Las Funciones del Objeto del Proceso.

La importancia del objeto del proceso se concreta en lo que la doctrina ha dado en


llamar, las funciones del objeto del proceso penal, las cuales pueden resumirse en lo
siguiente:

1. Brindar las Bases para la determinación de la competencia: pues en todo


objeto del proceso deben estar contenidas todos los indicadores facticos y subjetivos
que permitan decidir si el hecho debe ser juzgado por tal o cual tribunal. Estos
indicadores son el tipo de delito imputado, los bienes jurídicos que afecta, el lugar de
ocurrencia. La edad del imputado, su ocupación, etc.
2. Establecer los límites de la investigación, del proceso y de la sentencia: una
vez establecido, la investigación no puede desviarse hacia cuestiones ajenas a dicho
objeto con el solo propósito de amedrentar o de ver que otra cosa consigue. De igual
manera, una vez establecido el objeto definitivo del proceso a través de la acusación y
del auto de apertura, no se le puede variar en perjuicio del acusado, agregando nuevos
hechos o circunstancias a capricho de los acusadores o del tribunal, y por ello mismo,
en caso de condena, la sentencia no puede ir, como regla general, mas allá del hecho
establecido en la acusación y el auto de apertura.
3. Determinar los marcos del ejercicio de la defensa en el proceso: ya que el
imputado solo debe defenderse de aquello que concretamente se le imputa y no tiene

48
que usar defensas preventivas o por si acaso, para el supuesto de que la investigación
se desvié hacia extremos insospechados o de que pueda ser sorprendido por el hecho
de que se le acuse de hechos que no fueron objeto de la investigación o que se les
condene por ellos.
4. Determinar los alcances del efecto extensivo del juzgamiento de los
coimputados: que se encuentren en idénticas circunstancias respecto a los hechos del
proceso.
5. Fijar la procedencia o no de la litispendencia: porque para que pueda decirse
que esta existe entre un proceso y otro, es necesario comprar el objeto de ambos
procesos y determinar si concurren las identidades subjetivas y fácticas.
6. Definir la extensión de la cosa juzgada: pues toda sentencia firme en materia
penal, al contener un pronunciamiento de fondo sobre unos hechos punibles concretos
atribuidos a determinadas personas, produce el efecto de que esas personas no puedan
ser nuevamente juzgadas por esos mismos hechos.

Las Medidas de Coerción Personal.

Consagra la Constitución Nacional en su artículo 44 la inviolabilidad de la libertad


personal, estableciendo que la libertad y seguridad es inviolable. Este derecho
individual aparece además garantizado en pactos de Derechos Humanos ratificados
por Venezuela. La Constitución Nacional en su artículo 44 ordinal 1° establece:

Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden
judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso será llevada
ante una autoridad judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas
a partir del momento de la detención. Será juzgada en libertad, excepto por
las razones determinadas por la ley y apreciadas por el juez o jueza en cada
caso.

49
Derecho, por lo demás, garantizado en Pactos aprobados por nuestro país, como el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en cuyo artículo 9, ordinal 1°, se
consagra: Todo individuo tiene Derecho a la Libertad y a la seguridad personales.
Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado
de su Libertad, salvo por las causas fijadas por la Ley y con arreglo al procedimiento
establecido en esta.

Y la convención Americana sobre Derechos Humanos Pacto de San José de Costa


Rica, en cuyo artículo 7 consagrado al Derecho a la Libertad personal, establece:
1. Toda persona tiene Derecho a la Libertad y a la seguridad personal.
2. Nadie puede ser privado de su Libertad Física, salvo las causas y las
condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los
Estados Partes o por las Leyes dictadas conforme ellas.

Así mismo, consagra nuestra Carta Magna en su artículo 49 el Debido Proceso en


todas las actuaciones judiciales y administrativas, y, en consecuencia, de manera
expresa en su ordinal 2°, la presunción de inocencia mientras no se pruebe lo
contrario.

Principio, del juicio previo y debido proceso, establecido en el artículo 1 del título
preliminar del Código Orgánico Procesal Penal, dedicado a los principios y garantías
procesales, y que reza así: Nadie podrá ser condenado sin un juicio previo, oral
y público, realizado sin dilaciones indebidas, ante un Juez o Jueza, o tribunal
imparcial, conforme a las disposiciones de este Código y con salvaguarda de todos
los derechos y garantías del debido proceso, consagrados en la Constitución de la
República, las leyes, los tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos por
la República.

50
Titulo en el cual el artículo 8 consagra la presunción de inocencia en los
siguientes términos: Cualquiera a quien se le impute la comisión de un hecho punible
tiene derecho a que se le presuma inocente y a que se le trate como tal, mientras no
se establezca su culpabilidad mediante sentencia firme.

De todas estas previsiones se deduce la Libertad como regla y la detención como


excepción, no obstante en el caso de Venezuela, la forma como se ha conducido el
proceso penal, ha llevado a que tal principio se invierta y la detención para después
investigar, se hubiere convertido en el principio general.

Quizás una de las mayores bondades del Código Orgánico Procesal Penal la
constituye el hecho de que el legislador no se ha conformado con una declaración de
principios como la que se hace en el título preliminar, sino que a todo lo largo del
articulado se establecen mecanismos para hacer efectivas tales garantías, así se
advierte claramente del régimen de las medidas de coerción personal. En efecto, si a
toda persona imputada de la comisión de un delito se le presume inocente hasta tanto
una sentencia condenatoria declare su culpabilidad, es obvio que la privación de su
libertad solo podrá acordarse por excepción y por fines únicamente procesales.

La regulación de las medidas de coerción personal constituye un indicativo de lo


más o menos democrático que puede ser un procedimiento penal. Dentro de tales
medidas destaca la privación de libertad. Dado que la posibilidad de limitar la
libertad de una persona sometida a proceso es la mayor interferencia que el
ordenamiento jurídico procesal concede al juez, se hace necesario regular lo
excepcional de su aplicación; en ese sentido, el Código Orgánico Procesal Penal
prevé tal excepcionalidad y la necesidad de que todas las disposiciones que tienen que
ver con la limitación o restricción de la libertad o menoscabo de su facultades sean de
interpretación restrictiva, en tal virtud solo puede hacerse uso de esta limitación

51
cuando las demás medidas cautelares sean insuficientes para asegurar las finalidad del
proceso.

Ello supone tener presente que la única finalidad de la detención preventiva es


asegurar que el imputado estará a disposición del juez para ser juzgado, de ahí que no
resulte legitimo evitar la desinstitucionalización con otros fines para evitar escándalos
probables, anticipar una pena segura o evitar la comisión de nuevos delitos.

Esto supone que en ningún caso el fin de la detención preventiva puede ser
asegurar el cumplimiento de la pena, lo que supondría una finalidad sustantiva que
violaría la presunción de inocencia, sino el fin procesal de asegurar la comparecencia
del imputado cada vez que fuere requerido. En consecuencia, de la presunción o
estado de inocencia se derivan las siguientes exigencias:

a. Fin procesal de la privación de libertad.


b. Principio de excepcionalidad.
c. Principio de Proporcionalidad.
d. Sospecha material de responsabilidad penal del imputado.
e. Provisionalidad.

El Código Orgánico Procesal Penal obliga a que toda medida cautelar de la que se
haga uso sea proporcional, en tal virtud se prevé que no se podrá ordenar una medida
de coerción personal cuando esta parezca desproporcionada en relación con la
gravedad del delito, las circunstancias de su comisión y la sanción probable y que, de
la misma manera, en ningún caso podrá sobrepasar la pena mínima prevista para cada
delito, ni exceder del plazo de dos años. Si fuera varios delitos imputados debe
tomarse en cuenta la pena mínima correspondiente al delito mas grave.

52
Considerando algunos regímenes particulares referidos a la situación personal del
imputado, como es el caso de la senilidad, la situación de mujer embarazada o
lactante, o la de imputados que padecen enfermedades de gravedad e irreversibles,
prohíbe el articulo 245 decretar la privación judicial preventiva de libertad de las
personas mayores de setenta años, de las mujeres en los últimos tres meses de
embarazo, de las madres durante la lactancia de sus hijos, hasta los seis meses
posteriores al nacimiento, o de las personas afectadas por una enfermedad en fase
terminal, debidamente comprobada.

En estos casos, si se estima que es imprescindible alguna medida cautelar de


carácter personal, deberá el juez decretar la detención domiciliaria o la reclusión en
un centro especializado. Otra limitación al decreto de la medida cautelar de privación
de libertad atiende al aspecto objetivo y está referida al quantum punitivo del delito
objeto del proceso. En este caso si tal delito merece pena privativa de libertad que no
exceda de tres años en su límite máximo, y el imputado ha tenido una buena conducta
predelictual, la cual podrá ser acreditada de cualquier manera idónea, solo procederán
medidas cautelares sustitutivas.

Respecto de esta limitación debe recordarse que el Código Orgánico Procesal


Penal, a fin de no desmejorar el régimen establecido con la institución del
sometimiento a juicio previsto en la ley de beneficios en el proceso penal, estableció
que cuando el delito materia del proceso mereciera una pena privativa de libertad
menor a cinco años en su límite máximo, y el imputado careciera de antecedentes
penales, solo podían imponérsele medidas cautelares sustitutivas, es decir, en este
caso no tenía lugar el análisis sobre el riesgo de fuga o de obstaculización de la
investigación, sin embargo en la reforma de 2001 ese límite de cinco años se redujo a
tres en franca violación del principio de progresividad en materia de Derechos
Humanos.

53
Las medidas de coerción personal previstas en el Código Orgánico Procesal Penal
tienen las siguientes notas características:
a. Solo pueden ser solicitadas por el fiscal del Ministerio Publico pues es este
quien conoce el curso de la investigación y la necesidad de la medida a los efectos de
una investigación eficiente.
b. Judicialidad. Solo puede ser decretada por un órgano investido de jurisdicción.
c. La solicitud y la decisión que la decreta deben ser fundadas (exposición de los
presupuestos legales que la motivan).
d. Solo pueden imponerse las medidas previstas en la ley (legalidad).
e. No pueden sobrepasar la pena mínima prevista para cada delito ni exceder del
plazo de dos años.
f. Las disposiciones que la regulan deben interpretarse restrictivamente.
g. Deben ser proporcionales a la gravedad del delito, las circunstancias de su
comisión y la sanción probable. En consecuencia, la privación de la libertad debe ser
la ultima ratio (principio de la necesidad).
h. Carácter intrumental, pues solo deben permitir asegurar el fin del proceso.
i. En atención al principio de respeto a la dignidad humana el juez puede,
inclusive de oficio, imponer una medida menos gravosa para el imputado.

La constitución de 1999 admite solo dos posibles limitaciones a la libertad


personal: en casos de flagrancia y por orden judicial. Consagra así entonces nuestra
legislación procesal penal, de manera expresa, el principio de la Libertad, y la
privación o restricción de ella o de otros derechos del imputado, como medidas de
carácter excepcional y de interpretación restrictiva, estableciendo, en consecuencia,
como regla general el Derecho del imputado a permanecer en libertad durante el
proceso, con las excepciones que el propio Código contempla.

Excepciones establecidas por el Código Orgánico Procesal Penal referidas a las


siguientes medidas de coerción personal:

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 La Aprehensión por Flagrancia.
 La Privación Judicial Preventiva de Libertad.
 Las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad.

Tales medidas de coerción personal deben responder a dos principios


fundamentales: Excepcionalidad y Proporcionalidad, consagrados en los artículos 9,
243 y 244 del Código Orgánico Procesal Penal, suficientemente explícitos en tal
sentido.

La Aprehensión por Flagrancia.

Hurtado (2001), define Flagrancia como "el que se realiza luego de ocurrido el
delito o el que acaba de cometerse" (p. 268). La Aprehensión en Flagrancia, es la
captura de un individuo bien sea en el momento mismo de haber cometido el hecho
delictivo o a pocos instantes de haberlo ejecutado. La captura no solo es potestativa
de las autoridades competentes, este individuo puede ser detenido por la propia
víctima o por el clamor público.

Un requisito importante para imputar el delito cometido es la presencia de testigos,


tal y como señala Cabanellas (2005) al mencionar éste como: "hecho delictivo que se
descubre en el momento de su realización; y cuya comisión en público, ante diversos
testigos, facilita la prueba y permite abreviar el procedimiento" (p. 166).

Siendo la libertad personal un derecho fundamental con rango constitucional, la


detención de una persona, como excepción o restricción de aquel derecho, se
consiente únicamente cuando se materializa cualquiera de estos dos supuestos:
flagrancia y orden judicial. El flagrante delito, que motiva la aprehensión, es
delimitado por el Código Orgánico Procesal Penal no por antojo, sino en atención al
carácter restrictivo que impera en las disposiciones que limitan el derecho de libertad

55
de las personas, que como bien jurídico protegido por el Derecho Penal ocasiona la
necesidad de realizar una formulación conceptual, para determinar con claridad las
fronteras entre una detención legal y una arbitraria.

Artículo 248. Definición. Para los efectos de este Capítulo se tendrá como delito
flagrante el que se esté cometiendo o el que acaba de cometerse. También se tendrá
como delito flagrante aquel por el cual el sospechoso se vea perseguido por la
autoridad policial, por la víctima o por el clamor público, o en el que se le sorprenda a
poco de haberse cometido el hecho, en el mismo lugar o cerca del lugar donde se
cometió, con armas, instrumentos u otros objetos que de alguna manera hagan
presumir con fundamento que él es el autor.

En estos casos, cualquier autoridad deberá, y cualquier particular podrá,


aprehender al sospechoso, siempre que el delito amerite pena privativa de libertad,
entregándolo a la autoridad más cercana, quien lo pondrá a disposición del Ministerio
Público dentro de un lapso que no excederá de doce horas a partir del momento de la
aprehensión, sin perjuicio de lo dispuesto en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en relación con la inmunidad de los diputados a la
Asamblea Nacional y a los Consejos Legislativos de los Estados. En todo caso, el
Estado protegerá al particular que colabore con la aprehensión del imputado.
Entonces, desde un punto de vista exegético, la aprehensión por flagrancia se
autoriza, siempre y cuando:

1. Exista un hecho que se está cometiendo o acaba de cometerse.


2. El hecho en cuestión este previsto en la ley como delito.
3. El delito merezca pena privativa de libertad.

Igualmente para que pueda producirse la flagrancia es necesario que esta cumpla
con ciertas condiciones; a saber:

56
1. Debe ser un hecho delictivo actual o reciente: El sujeto activo debe ser
aprehendido cometiendo el delito o a pocos momentos de ejecutarlo.
2. Debe haber certeza plena de la Identificación del Sujeto Activo: Dentro de
todas las circunstancias que rodean el hecho y al momento de la aprehensión, debe
existir la certeza de establecer con precisión que la persona aprehendida ha sido la
que cometió el delito y no otra y;
3. El hecho cometido debe ser un tipo penal: lo que la Ley no prohíbe está
permitido, en tal sentido si el hecho acontecido no se encuentra tipificado como
delito, no constituye un hecho delictivo.

La Privación Judicial Preventiva de Libertad.

El Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo 250 y siguientes, regula la


procedencia, condiciones, limites y formalidades de la privación judicial preventiva
de la libertad, la más grave de las medidas de coerción personal, que se impone en el
proceso penal, excepcionalmente, por exigencias estrictas del enjuiciamiento, para
garantizar la presencia del procesado y para que no se frustre el resultado del juicio.

La privación judicial preventiva de la libertad, según lo dispone el artículo 250 del


Código Orgánico Procesal Penal, podrá ser decretada por el Juez de Control, a
solicitud del Ministerio Público y exige la concurrencia de determinadas condiciones
o presupuestos que la doctrina concreta en las exigencias del fumus boni iuris y del
periculum in mora.

El fumus boni iuris o la apariencia del buen derecho implica un juicio de valor,
por parte del juez, sobre la probabilidad de que el imputado sea responsable
penalmente, tomando como base la exigencia de un hecho con las características o

57
notas que lo hacen punible y la estimación de que el sujeto ha sido autor o partícipe
en ese hecho.
A esta exigencia hace referencia el artículo en comento cuando señala que la
medida judicial de privación de la libertad supone que se acredite la existencia de:
1. Un hecho punible que merezca pena privativa de libertad y cuya acción no se
encuentre evidentemente prescrita.
2. Fundados elementos de convicción para estimar que el imputado ha sido autor
o partícipe con la comisión de un hecho punible.
3. Una presunción razonable, por la apreciación de las circunstancias del caso
particular, de peligro de fuga o de obstaculización en la búsqueda de la verdad
respecto de un acto concreto de investigación.

Ello significa que sólo puede decretarse la privación de la libertad ante la


constatación de los extremos o elementos constitutivos de la materialidad del hecho
típico sancionado con pena privativa de libertad, cuya acción no se encuentre
evidentemente prescrita. En cuanto al hecho punible de que se trate, se impone
señalar que éste ha de ser un delito que tenga una pena mayor de tres años en su
límite máximo, ya que el artículo 253 del Código Orgánico Procesal Penal declara
improcedente la medida cuando la pena es menor, salvo que el imputado tenga
antecedentes penales.

El periculum in mora, a su vez, constituye el segundo extremo requerido para


dictar la medida de privación judicial preventiva de la libertad y, en síntesis, no es
otra cosa que el riesgo de que el retardo en el proceso pueda neutralizar la acción de
la justicia, ante la posible fuga del imputado o la obstaculización, por su parte, de la
búsqueda de la verdad. Ciertamente, la potestad del Estado para investigar y
sancionar los delitos cometidos se podría ver frustrada por la fuga del imputado que
impide la continuación del juicio, como regla general, o hace imposible la ejecución

58
de la sentencia que pudiese sobrevenir; o por la amenaza de obstaculización en la
búsqueda de la verdad en el curso de una averiguación penal.
El Código Orgánico Procesal Penal recoge esta exigencia del peligro de fuga en el
artículo 251, en el cual se hace referencia a los criterios para fundamentar esa
presunción, señalando que para decidir acerca del peligro de fuga se tendrán en
cuenta, especialmente, las siguientes circunstancias:
1. Arraigo en el país, determinado por el domicilio residencia habitual, asiento
de la familia, de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar
definitivamente el país o permanecer oculto.
2. La pena que podría llegar a imponerse en el caso;
3. La magnitud del daño causado;
4. El comportamiento del imputado durante el proceso, o en otro proceso
anterior en la medida que indique su voluntad de someterse a la persecución penal.
5. La conducta predelictual del imputado o imputada.

Estas circunstancias, pues, debidamente evaluadas y probadas, servirán para que el


juez dictamine sobre el peligro de fuga, del cual constituyen indicios, en definitiva, la
gravedad del delito cometido y su posible pena, calculada sobre la base del término
medio, la desvinculación familiar, profesional y en cuanto a domicilio en el país en el
que está sometido a juicio el imputado; la importancia del daño causado; el
comportamiento renuente al proceso en curso o a otro anterior; y las mayores
posibilidades o recursos para trasladarse fuera del país o mantenerse oculto.

De la misma manera, en el artículo 252, el legislador hace referencia al criterio


para decidir sobre el peligro de obstaculización para averiguar la verdad, pero, en este
caso, simplemente alude a la grave sospecha acerca de la posible actuación del
imputado orientada a destruir, ocultar o falsificar elementos de prueba o a influir
sobre coimputados, testigos, victimas o expertos para que informen falsamente o se
comporten de manera desleal o reticente, o induzcan a otros a realizar tales

59
comportamientos poniendo en peligro la investigación, la verdad de los hechos y la
realización de la justicia.
Tratándose de criterios que orientarán la privación de libertad del imputado, los
mismos deberán interpretarse restrictivamente y, en consecuencia, esas sospechas
sobre posibles acciones dirigidas a obstaculizar la averiguación de la verdad deben
asentarse en circunstancias objetivas, relativas al delito que se averigua y sus
implicaciones (gravedad del hecho punible y expresiones concretas de su comisión) y
circunstancias subjetivas (modus operandi y comportamiento del imputado desde el
inicio de la investigación).

Las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad.

Así como el Derecho Penal tiende a sustituir cada vez más la pena privativa de
libertad, el Derecho Procesal Penal modernamente procura evitar la privación de
libertad como la medida cautelar por excelencia. Siguiendo esta tendencia, el
legislador venezolano enumera ocho medidas que puede el juez imponer al imputado,
previa solicitud del fiscal del Ministerio Publico. Respecto de la ubicación de tales
medidas se advierte que si lo que se perseguía era denotar la excepcionalidad de la
privación de libertad aquellas debieron ubicarse antes de la medida de detención
judicial dado que no proceden después de decretada la detención sino antes,
justamente para evitar que aquella se decrete.

Las medidas cautelares sustitutivas de libertad son todas aquellas medidas o


sanciones que vienen a dar una respuesta inmediata y coyuntural a los graves
problemas de hacinamiento que presenta nuestro sistema penitenciario, en busca de
un cambio de política criminal menos represivo, mas humanizado, representando un
carácter menos punitivo y más restrictivo en la aplicación de las penas privativas de
libertad, promoviendo la transferencia de los conflictos penales a solucionarse.

60
Estas medidas cautelares, tienen su fundamento en el articulo 44 ordinal primero
de la Constitución Nacional, el cual establece el derecho a ser juzgado en libertad con
las excepciones previstas por la ley o por aquellas que decida el juez en cada caso en
concreto. Dichas medidas son aquellas que se dictan a las personas procesadas, es
decir, aquellas en cuyo caso no se ha dictado una sentencia definitivamente firme sino
que su proceso continúa en curso.

Se encuentran reguladas en el artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal, y


consisten en un conjunto de medidas sustitutivas a la prisión dictadas por el juez
penal correspondiente (en la mayoría de los casos en funciones de control) siempre
que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser
razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida menos gravosa para el
imputado.

La Naturaleza Jurídica de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad.

Sin duda alguna, puede afirmarse que las medidas cautelares corresponden al
ámbito jurisdiccional. Es por ello que la naturaleza jurídica, está constituida por la
tutela que tiene por finalidad garantizar los resultados del proceso ante los peligros
que entrañan la duración de la fase de investigación sobre todo cuando no existe
detención preventiva del imputado (Becerra, 2000: 23).

Del mismo modo Armenta, 1995, citado por Becerra (2000: 23), considera que las
medidas cautelares de índole coercitivo son restricciones a derechos personales o
patrimoniales impuestos en la realización penal para obtener o asegurar los fines del
proceso, el descubrimiento de la verdad o actuación de la ley sustantiva, es decir, la
aplicación de la sanción punitiva.

61
Finalmente, las medidas cautelares sustitutivas de libertad, insertas en el Libro
Primero, del título VIII, del capítulo IV del Código Orgánico Procesal Penal; implica
que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser
razonadamente satisfechos con la aplicación de otra medida menos gravosa para el
imputado, el tribunal competente, de oficio o a solicitud del Ministerio Publico o del
Imputado, deberá imponerle en su lugar, mediante resolución motivada.

La Finalidad de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad.

Las medidas cautelares tienen como finalidad otorgar garantías de salvaguardar el


contexto de lo reclamado, cuando es ejercida oportunamente y con fundamento, logra
su propósito. El imputado al considerarse eventualmente condenado por la razón y
verdad de los hechos alegados, o por cualquier otra circunstancia, puede realizar y en
efecto se han visto numerosos casos en la praxis forense, actos de insolventación,
para evitar el efecto de la decisión judicial adversa, dejando insatisfecha la pretensión
del actor que ha justificado y probado los hechos alegados y consecuencialmente
vulnerando la seguridad jurídica implícita en los actos jurisdiccionales.

Por otro lado la finalidad de las medidas cautelares en el proceso penal, se traduce
en la necesidad de garantizar la efectividad de la comparecencia del imputado al
juicio seguido en su contra, a fin de evitar que el fallo que llegare a dictarse resulte en
definitiva ilusorio. Sobre este aspecto, la sala constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en decisión del 27 de Noviembre de 2001, afirma que “… las distintas
medidas cautelares en el proceso penal, tiene por objeto, como carácter general,
asegurar el eventual cumplimiento de los posibles resultados del proceso penal y
garantizar la estabilidad en la tramitación del proceso…”

En este contexto, la sala ha señalado que “…la protección de los derechos del
imputado a la libertad y a ser tratado como inocente, mientras no se establezca de

62
manera plena su culpabilidad, tampoco puede significar el absoluto abandono de los
mecanismos cautelares destinados a garantizar los objetivos del proceso, esto es su
normal desarrollo y la seguridad del cumplimiento de sus resultas…”.
Las Características las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad.

De acuerdo con la mayor parte de la doctrina nacional y sin pretender afirmar


categóricamente que las características son exclusivas de las medidas cautelares
sustitutivas de libertad, toda vez que algunas de ellas se pueden encontrar en otras
instituciones jurídicas, cabe puntualizar que las características que contribuyen a su
particularización son las siguientes:

1. Instrumentalidad: Según Fábrega J. (1998), la instrumentalidad consiste en su


relación de dependencia o subordinación respecto a la resolución definitiva sobre
el fondo. Otros autores sostienen que este instrumento eminentemente procesal, no
es un fin en sí mismo, sino que constituye un instrumento, un medio para permitir
que el proceso se lleve a cabo.

Refiriéndose a este punto el autor Rafael Ortiz Ortiz (1997), sostiene que las
medidas cautelares sustitutivas de libertad, son esencialmente instrumentales, habida
consideración que están al servicio o dependen de un juicio principal al cual aseguran
su resultado.

2. Provisionalidad: Una de las características que mas individualizan a la institución


de las medidas cautelares, es precisamente el carácter provisorio de las mismas. Se
refiere a los efectos de su duración limitada en el tiempo, pues se extinguen una
vez que se dicta la resolución final. La temporalidad, como lo expresa Asencio
Mellado, implica que esas medidas están sujetas a un plazo, el cual una vez
cumplido las hace cesar independientemente de las incidencias del proceso.

63
3. Jurisdiccionalidad: La potestad cautelar compete exclusivamente al órgano
jurisdiccional, dada la naturaleza y fin de estas medidas. Si la medida es dictada
por el juez de control a solicitud del Ministerio Publico, es a este mismo Órgano
Jurisdiccional a quien corresponde, bien sea de oficio o a solicitud de la
representación fiscal, hacer cesar la medida cautelar sustitutiva decretada en contra
del imputado.

4. Proporcionalidad: Debe guardar proporcionalidad y pertinencia con lo que se


pretenda asegurar. Conforme a lo que establece el Código Orgánico Procesal Penal
en su artículo 244, no puede ordenarse una medida cautelar, cuando la misma
parezca desproporcionada en relación con la gravedad del delito, las circunstancias
de su comisión y la sanción probable.

5. De Interpretación Restrictiva: Dado el carácter coercitivo de las medidas


cautelares, resulta importante recalcar que todas aquellas decisiones que impliquen
la restricción de la libertad del imputado, limiten sus facultades de locomoción y
las que definen la flagrancia, deben ser interpretadas restrictivamente, no solo en
lo que respecta a su aplicación, sino también en cuanto a su ámbito de duración
temporal.

6. Revocabilidad: Partiendo de las circunstancias bajo las cuales se adoptan las


medidas cautelares, resulta más significativo puntualizar que tales medidas
obedecen a la aplicación de la regla del Rebus Sic Stantibus, lo cual permite que
esta ultima esté sujeta a revocación o sustitución a solicitud del imputado cuantas
veces este lo considere pertinente, o bien a revisión ex officio por parte del juez
competente cada tres meses, quien cuando lo estime prudente, las sustituirá por
otras menos gravosas.

64
7. De Tramite Sumarísimo: Las medidas Cautelares, y en especial las sustitutivas o
alternativas de la privación judicial preventiva, deben ser sustanciadas y decididas
mediante tramites sumarísimos. La adopción de una modalidad cautelar de esa
naturaleza, requiere de una actuación rápida por parte del juez competente, porque
de otra forma se corre el riesgo inminente de que sus efectos resulten ilusorios.

8. Taxatividad: Las Medidas Cautelares sustitutivas de Libertad establecidas en el


Código Orgánico Procesal Penal, se encuentran taxativamente enumeradas en el
artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal.

9. Autonomía: Sin perjuicio del carácter instrumental que caracteriza a las medidas
cautelares en general, puede afirmarse que, en cuanto a su objeto estas son
autónomas. Su finalidad es garantizar la comparecencia del imputado al proceso,
lo cual entraña un objeto distinto a los fines del proceso en si mismo. Dicho en
otras palabras, esta autonomía se refiere al aspecto finalista de la medida, mas no a
la estructura del proceso.

10. Motivación: Todas las decisiones en virtud de la cual se acuerde o niegue una
medida cautelar, deben ser emitidas mediante resolución judicial fundada. El
fundamento legal de ello, se encuentra en el artículo 246 del Código Orgánico
Procesal Penal, el cual expresa lo siguiente:

Las medidas de coerción personal sólo podrán ser decretadas conforme


a las disposiciones de este Código, mediante resolución judicial
fundada. Ésta se ejecutará de modo que perjudique lo menos posible a
los afectados o afectadas.

La Clasificación o Tipos de Cauciones Cautelares Sustitutivas de Libertad.

65
Estas modalidades se encuentran establecidas en el capítulo IV, en los artículos
257, 258 y 259 del Código Orgánico Procesal Penal. Al respecto, Vásquez (2007:
169) señala “las medidas cautelares supone un compromiso que asume el imputado
de someterse a las condiciones fijadas por el tribunal”.
Al respecto el Código Orgánico Procesal Penal reza tres modalidades de cauciones
a saber: La Caución Económica, establecida en el articulo 257; La Caución Personal,
tipificada en el articulo 258 y finalmente La Caución Juratoria, dispuesta en el
artículo 259 del instrumento procesal penal.

 La Caución Económica o Real: De conformidad con el Artículo 257, para la


fijación del monto de la Caución económica el tribunal tomara en cuenta,
principalmente:
1. El arraigo en el país del imputado determinado por la nacionalidad, el domicilio,
la residencia, el asiento de su familia, así como las facilidades para abandonar
definitivamente el país, o permanecer oculto;
2. La capacidad económica del imputado;
3. La entidad del delito y del daño causado.

Se fijara la caución económica se fijará entre el equivalente en bolívares de treinta


a ciento ochenta unidades tributarias. Podrá, sin embargo, fijarse un monto mayor, de
ser procedente, en el caso que sea acreditada ante el tribunal la especial capacidad
económica del imputado o imputada o la magnitud del daño causado. Así mismo,
cuando se trate de delitos que estén sancionados con penas privativas de libertad cuyo
límite máximo exceda de ocho años, el tribunal, adicionalmente, prohibirá la salida
del país del imputado o imputada hasta la conclusión del proceso.

Sólo en casos extremos plenamente justificados, podrá el tribunal autorizar la


salida del imputado o imputada fuera del país por un lapso determinado. Y
finalmente, establece la misma disposición que el Juez o Jueza podrá igualmente

66
imponer otras medidas cautelares según las circunstancias del caso, mediante auto
motivado.
 La Caución Personal: Consiste la caución personal en la fianza personal de
terceros, mediante la cual, de conformidad con el Artículo 258, Los fiadores que
presente el imputado deberán ser de reconocida buena conducta, responsables, tener
capacidad económica para atender las obligaciones que contraen, y estar domiciliados
en el territorio nacional, los cuales se obligan a:

1. Que el imputado no se ausentará de la jurisdicción del tribunal;


2. Presentarlo a la autoridad que designe el Juez, cada vez que así lo ordene;
3. Satisfacer los gastos de captura y las costas procésales causadas hasta el día en
que el afianzado se hubiere ocultado o fugado;
4. Pagar por vía de multa, en caso de no presentar al imputado dentro del término
que al efecto se les señale, la cantidad que se fije en el acta constitutiva de la
fianza.

 La Caución Juratoria: Cuando a juicio del tribunal el imputado se encuentre en


la imposibilidad manifiesta de presentar fiador, o no tenga capacidad económica para
ofrecer la caución, y siempre que el imputado prometa someterse al proceso, no
obstaculizar la investigación y abstenerse de cometer nuevos delitos, podrá eximirlo
de la obligación de prestarla y le impondrá entonces la caución juratoria, mediante la
cual, en todo caso que se le conceda una medida cautelar sustitutiva de libertad, el
imputado se obligara, mediante acta firmada, a no ausentarse de la jurisdicción del
tribunal o de la que este le fije, y a presentarse ante el tribunal o ante la autoridad que
el juez le designe en las oportunidades que se le señalen.

Y el artículo 259 en su parte final remite al artículo 260 del Código Orgánico
Procesal Penal, el cual establece cuales son todas las obligaciones que debe cumplir
el imputado para que sea merecedor de la medida cautelar sustitutiva de caución

67
juratoria. A tal efecto, el imputado se identificara plenamente, aportando sus datos
personales, dirección de residencia, y el lugar donde debe ser notificado, bastando
para ello que se le dirija allí la convocatoria.

El conjunto de medidas cautelares sustitutivas de la privación judicial preventiva


de libertad buscan un resultado final igual al de la detención, el cual es asegurar la
presencia del imputado durante todo el proceso hasta el final del mismo, pero existen
opiniones en las cuales se señala que la detención del imputado durante el proceso
equivale al cumplimiento de una pena.

Las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad establecidas en el Código


Orgánico Procesal Penal.

Según lo establece el artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal, siempre
que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser
razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida menos gravosa para el
imputado o imputada, el tribunal competente, de oficio o a solicitud del Ministerio
Público o del imputado o imputada, deberá imponerle en su lugar, mediante
resolución motivada, alguna de las medidas siguientes:
1. La detención domiciliaria. Que puede ser bajo la custodia de la autoridad o sin
vigilancia según lo que ordene el Tribunal.
2. La obligación de estar bajo el cuidado o vigilancia de una persona o institución
determinada por el Tribunal.
3. La presentación periódica ante el Tribunal o ante la autoridad que este designe.
4. La prohibición de salir del país o de determinada área que el Tribunal señale.
5. La Prohibición de concurrir a los lugares que así determine el Tribunal.
6. La prohibición de comunicarse con determinadas personas.
7. El abandono del domicilio.
8. La caución o fianza que puede ser económica, personal ó juratoria.

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9. Cualquier otra que el Tribunal estime procedente o necesaria.
Una vez otorgadas estas medidas cautelares sustitutivas a la prisión, el imputado
se obligará mediante un acta firmada, a no ausentarse de la jurisdicción del Tribunal o
de la que este le fije, y a presentarse al tribunal o ante la autoridad que el Juez designe
en las oportunidades que se señalen.

Este tipo de medidas están sujetas a la revocatoria por parte del Juez de control, en
los casos cuando el imputado apareciere fuera del lugar donde debe pertenecer,
cuando no comparezca injustificadamente ante la autoridad judicial o del Ministerio
Público que lo cite o cuando incumpla injustificadamente alguna de las
presentaciones a las que está obligado, según lo establecido en el artículo 262 del
Código Orgánico Procesal Penal.

Definición de términos básicos.

-Aseguramiento: Poner a alguien en condiciones que le imposibiliten la huida o la


defensa.
-Conducta: Cualquier actividad humana o animal que pueda observarse y medirse
objetivamente. Es la manera de proceder que tienen las personas u , en relación con
su entorno o mundo de estímulos. El comportamiento puede ser
consciente o inconsciente, voluntario o involuntario, público o privado, según las
circunstancias que lo afecten.
-Delito o Hecho Punible: es definido como una conducta, acción u omisión típica,
antijurídica y culpable a la que corresponde una sanción denominada pena. Supone
una conducta infraccional del Derecho Penal, es decir, una acción u omisión
tipificada y penada por la ley. En sentido legal, los códigos penales y la doctrina
definen al Delito como toda aquella conducta contraria al ordenamiento jurídico del
país donde se produce.

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-Detención: es una medida cautelar personal que consiste en la privación temporal de
la libertad ambulatoria, ordenada por una autoridad competente, salvo el caso
de delito flagrante.
- Flagrancia: se define como delito flagrante el que se esté cometiendo o el que
acaba de cometerse. También, se tendrá como delito flagrante aquel por el cual el
sospechoso se vea perseguido por la autoridad policial, por la víctima o por el clamor
público, o en el que se le sorprenda a poco de haberse cometido el hecho, en el mismo
lugar o cerca del lugar donde se cometió, con armas, instrumentos u otros objetos que
de alguna manera hagan presumir con fundamento que él es el autor.
-Garantía: En términos generales, por garantía se refiere a la acción que una persona,
una empresa o comercio despliegan con el objeto de afianzar aquello que se haya
estipulado, es decir, a través de la concreción o presentación de una garantía, lo que
se pretenderá hacer es dotar de una mayor seguridad al cumplimiento de una
obligación o al pago de una deuda, según corresponda.
-Ilícito: un ilícito es aquello que no está permitido legal o moralmente. Se trata, por
lo tanto, de un delito (un quebrantamiento de la ley) o de una falta ética. Lo prohibido
por la ley a causa de oponerse a la justicia, a la equidad, a la razón o a las buenas
costumbres.
-Juez: El juez es la autoridad pública que sirve en un tribunal de justicia y que se
encuentra investido de la potestad jurisdiccional. También se caracteriza como la
persona que resuelve una controversia o que decide el destino de un imputado,
tomando en cuenta las evidencias o pruebas presentadas en un juicio,
administrando justicia.
-Justicia: La justicia del latín, Iustitia es la concepción que cada época
y civilización tiene acerca del sentido de sus normas jurídicas. Es un valor
determinado por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus
integrantes. Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado
para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y
permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones.

70
-Libertad: Se entiende por libertad a una de las condiciones más intrínsecas del ser
humano, aquella que sin embargo ha sido por muchos siglos restringida para muy
importantes grupos de la sociedad. De acuerdo a las Declaración Universal
de Derechos Humanos, la libertad no puede ser separada de la condición humana ya
que todos los individuos nacen libres y no pueden ni deben ser sojuzgados de ninguna
forma. La libertad es entonces la capacidad que tiene el sujeto humano para tomar
todo tipo de decisiones en lo que respecta a su estilo de vida, a sus creencias, a sus
valores y a sus modos de conocimiento.
-Ministerio Público: es la fiscalía u órgano acusador del estado, el ministerio
público, como representante sociedad, monopoliza el ejercicio de la acción penal, en
nombre del estado. Suele ser considerado como la parte acusadora, de carácter
público, encargada por el estado, de exigir la actuación de la pretensión punitiva y de
su resarcimiento, en el proceso penal.
-Pena: La pena es el medio con que cuenta el Estado para reaccionar frente al delito,
expresándose como la "restricción de derechos del responsable". Por ello, el Derecho
que regula los delitos se denomina habitualmente Derecho penal. La pena también se
define como una sanción que produce la pérdida o restricción de derechos personales,
contemplada en la ley e impuesta por el órgano jurisdiccional, mediante un proceso,
al individuo responsable de la comisión de un delito.
-Principios: Los principios son el conjunto de valores, creencias, normas, que
orientan y regulan la vida de la organización. Son el soporte de la visión, la misión, la
estrategia y los objetivos estratégicos. Estos principios se manifiestan y se hacen
realidad en nuestra cultura, en nuestra forma de ser, pensar y conducirnos.

71
CAPÍTULO IV
FASES METODOLOGICAS

La redacción de las fases metodológicas toma en consideración los objetivos


específicos. Se hace una descripción exhaustiva de las técnicas, procedimientos e
instrumentos más apropiados según la naturaleza del trabajo que se realiza. Las fases
metodológicas están referidas al momento que alude al proceso de investigación, con
el objeto de ponerlos de manifestó y sistematizarlos; a propósito de permitir descubrir
y analizar los supuestos del estudio y de reconstruir los datos, a partir de los
conceptos teóricos convencionalmente operacionalizados.

Un buen instrumento determina en gran medida la calidad de la información,


siendo esta la base para las etapas subsiguientes y para los resultados. Desde el inicio
de la investigación se hace necesario decidir sobre el enfoque a utilizar, lo que
determina las características de todo el estudio. Para la elección y desarrollo del
instrumento se debe tomar en cuenta todos los momentos anteriores de la
investigación. La metodología utilizada en la recolección de datos debe estar acorde
con el enfoque teórico conceptual que se ha desarrollado en el resto del estudio.

De esta manera se puede observar que la metodología constituye la descripción de


las unidades de la investigación, las técnicas de análisis, así como también la
recolección de datos, ya que por medio de la metodología el autor va realizando una
serie de pasos y procedimientos que lo llevaran a realizar la investigación y a obtener
resultados eficaces y positivos. Cada aspecto debe estar sustento por el criterio de
autores de libros de metodología, por lo que es importante que se acompañen de citas
con sus correspondientes soportes de autor.

72
Tipo de Investigación.

La metodología de la cual se valió la autora para desarrollar el presente informe,


es de tipo documental, ya que lo que se pretende es dar análisis crítico y valorativo a
la información recolectada. La investigación documental tiene la particularidad de
utilizar como una fuente primaria de insumos, más no la única y exclusiva, el
documento escrito en sus diferentes formas: documentos impresos, electrónicos y
audiovisuales.

La investigación documental es la presentación de un escrito formal que sigue una


metodología reconocida. Esta investigación documental consiste primordialmente en
la presentación selectiva de lo que expertos ya han dicho o escrito sobre un tema
determinado. Además, puede presentar la posible conexión de ideas entre varios
autores y las ideas del investigador. Su preparación requiere que éste reúna,
interprete, evalúe y reporte datos e ideas en forma imparcial, honesta y clara. Se
realiza a través de la consulta de documentos, libros, revistas, periódicos, memorias,
anuarios, registros, códices, constituciones, etc.

Ahora bien, el presente informe de pasantías se identifica metodológicamente en


un tipo de investigación documental debido a que a través del estudio de diversas
fuentes bibliográficas y documentales fue que el autor llego a cumplir sus objetivos
trazados, y fue gracias a ellas que el autor pudo llegar a las conclusiones y
recomendaciones necesarias de acuerdo al tema, fundamentado y apoyado en el
análisis y estudio de las fuentes documentales.

Es importante recalcar que la investigación documental va a depender


fundamentalmente de toda la información que se logro recolectar y consultar en el
transcurso del desarrollo del informe, identificada por el documento entendiéndose
este como todo material de índole permanente, al que se puede acudir como fuente o

73
referencia en cualquier momento necesario, sin que se altere su sentido, origen y
naturaleza, con la finalidad de que aporte información de una realidad o
acontecimiento.

Por otro lado, en la presente investigación es conveniente emplear el método


analítico, que de acuerdo a Sabino (2.001) sostiene que:
El análisis inicia su proceso de conocimiento a partir de la identificación
de cada uno de los elementos que caracterizan una realidad, de esta forma
se establecen las relaciones causa-efecto entre los aspectos que componen
el objeto de la investigación.

En cuanto al análisis, será entendido como un proceso mediante el cual, usando un


conjunto de informaciones pertinentes como elementos de juicio, raciocinamos con la
finalidad de descubrir causas, efectos, cualidades, motivos, posibilidades, riesgos,
etc., como base para el conocimiento de una situación. (Fernández, 1.997). Además
de esto, se realizo un análisis jurídico de la información utilizándose el análisis y la
síntesis, en forma combinada, pues ambos métodos científicos se complementan el
uno al otro. Por un lado el análisis descompone en partes el problema objeto de
estudio y por el otro lado la síntesis puntualiza los resultados.

Diseño de la Investigación.

En este capítulo se muestran aspectos tales como el tipo de investigaciones, las


técnicas y procedimientos que fueron utilizados para llevar a cabo la presente
investigación, la cual se basa en determinar la eficacia de las medidas cautelares
sustitutivas de libertad como garantía efectiva de aseguramiento en el proceso judicial
penal, que permitieron al autor desarrollar eficazmente el presente informe de
pasantía.

74
Metodológicamente para el desarrollo de este informe fue necesario utilizar
herramientas que permitieran colectar un gran número de información necesaria, con
la principal finalidad de obtener un conocimiento más amplio y profundo de la
problemática presentada y la eficacia de las medidas cautelares sustitutivas de libertad
como garantía del proceso penal.

Se requirió la recopilación documental, que se trata del acopio de los antecedentes


relacionados con las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad, ofreciendo la
ventaja de precisar elementos empíricos del tema, a través de una investigación en los
textos legales, jurisprudenciales y doctrinales, analizados con sentido crítico y
temático, esto es, a través de los variados aspectos que las decisiones de los tribunales
puedan tratar y a las consideraciones que haga la doctrina y las diferentes leyes
involucradas.

Para tal fin se consultaron además documentos escritos, sentencias, textos


bibliográficos, Revistas Jurídicas, Trabajos de Grado realizados por Abogados en el
área de Postgrado, así como también el análisis exhaustivo del Código Orgánico
Procesal Penal.

Técnica e Instrumentos de Recolección de Datos.

Para el desarrollo de esta investigación fue necesario utilizar herramientas que


permitieron recolectar el mayor número de información necesaria, con el fin de
obtener un conocimiento más amplio de la realidad de la problemática. Por la
naturaleza del estudio se requirió la recopilación documental, que se trata del acopio
de los antecedentes relacionados con la investigación. Para tal fin se consultaron
documentos escritos, formales e informales, también se usó la observación directa y
las entrevistas, las cuales complementaran las dos evaluaciones que se utilizaron.

75
En cuanto a las técnicas que se emplearon para la recolección de datos, durante el
desarrollo de este informe se utilizo la observación documental, en donde el autor
indaga, interpreta, presenta datos e informaciones sobre un tema determinado de
cualquier ciencia, valiéndose para ello, de una metódica de análisis, teniendo como
finalidad obtener resultados que pudiesen ser base para el desarrollo de la creación
científica.

Al tomar como base los objetivos del presente informe se profundizo en la


búsqueda de la eficacia de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad contenidas
en el Código Orgánico Procesal penal en su artículo 256, de su naturaleza jurídica
propiamente dicha, con el fin de determinar dichas medidas como garantía efectiva de
aseguramiento en el Proceso Judicial Penal, las técnicas que se utilizaron fueron las
propias de la investigación documental tales como: el análisis de contenido de
naturaleza cualitativa, la observación documental, la lectura evaluativa y la técnica
del resumen. (Hernández, 2.003).

El análisis de contenido de naturaleza cualitativa, sirvió para clasificar la


información que se recolecto, ya que esta es una técnica de investigación para hacer
inferencias validas y confiables de datos con respecto a su contexto. En cuanto a la
observación documental se utiliza como punto de partida en el análisis de las fuentes
documentales, mediante una lectura general de los textos, se inicia la búsqueda y
observación de los hechos presentes en los materiales escritos consultados que son de
interés para esta investigación.

Por otro lado, la lectura evaluativa se entenderá como aquella lectura que es
esencialmente crítica, pues no solo se trata de comprender el pensamiento de un autor
sino de valorarlo. En ese sentido, se puede decir que la lectura que se realiza para la
recolección de los datos tiene un carácter sumamente complejo, ya que la misma
constituye el nivel más difícil que puede alcanzarse en la actividad de leer (Alfonzo,

76
1.999; p.115) y en cuanto a la técnica del resumen, se entiende como la exposición de
un escrito en el cual se refleja fielmente las ideas expresadas en el texto original, su
extensión es variable, pues puede referirse desde un párrafo hasta un libro.

Fases de la Investigación.

En relación al tipo de investigación es que se determinaran las fases que se deben


cubrir sistemáticamente en el desarrollo del informe, todo esto con la finalidad de
alcanzar y cumplir los objetivos trazados por la autora a través de este análisis, las
cuales están vinculadas y relacionadas con todas aquellas actividades que realizo,
ejecuto y empleo la autora para cubrir, cumplir y satisfacer los objetivos propuestos,
es por esto que en la presente investigación se tomaron en cuenta las siguientes fases
de investigación:

Fase I: Identificar las Características, Finalidad y Naturaleza Jurídica de las


Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad como Garantía Efectiva de
Aseguramiento en el Proceso Judicial Penal.

Las medidas cautelares sustitutivas de libertad son todas aquellas medidas o


sanciones que vienen a dar una respuesta inmediata y coyuntural a los graves
problemas de hacinamiento que presenta nuestro sistema penitenciario, en busca de
un cambio de política criminal menos represivo, mas humanizado, representando un
carácter menos punitivo y más restrictivo en la aplicación de las penas privativas de
libertad, promoviendo la transferencia de los conflictos penales a solucionarse.

Se encuentran reguladas en el artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal, y


consisten en un conjunto de medidas sustitutivas a la prisión dictadas por el juez
penal correspondiente (en la mayoría de los casos en funciones de control) siempre
que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser

77
razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida menos gravosa para el
imputado.

Sin duda alguna, puede afirmarse que las medidas cautelares corresponden al
ámbito jurisdiccional. Es por ello que la naturaleza jurídica, está constituida por la
tutela que tiene por finalidad garantizar los resultados del proceso ante los peligros
que entrañan la duración de la fase de investigación sobre todo cuando no existe
detención preventiva del imputado (Becerra, 2000: 23).

Ahora bien, las medidas cautelares tienen como finalidad otorgar garantías de
salvaguardar el contexto de lo reclamado, cuando es ejercida oportunamente y con
fundamento, logra su propósito. Por otro lado la finalidad de las medidas cautelares
en el proceso penal, se traduce en la necesidad de garantizar la efectividad de la
comparecencia del imputado al juicio seguido en su contra, a fin de evitar que el fallo
que llegare a dictarse resulte en definitiva ilusorio.

Esta fase consistió en explorar todo lo relacionado a las fuentes útiles para el
autor, necesarias para el desarrollo del informe. El desarrollo de esta fase se llevo a
cabo mediante una revisión de fuentes bibliográficas y documentales, además de
realizar un estudio al Código Orgánico Procesal Penal a partir del artículo 256.

Así como también a la Constitución Nacional en su artículo 44, los cuales


establecen las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad, las cuales son la base de
estudio de este informe, con la finalidad de hacer una comparación sobre el enfoque
que tiene esta figura procesal en ambas leyes, aunado a esto, se consultaron a diversos
expertos para conformar un adecuado marco de referencia, el cual permitió precisar,
delimitar, conceptualizar, formular el problema y definir los objetivos de la
investigación.

78
Fase II: Analizar la Clasificación de las Cauciones o Modalidades de las Medidas
Cautelares Sustitutivas de Libertad como Garantía Efectiva de Aseguramiento
en el Proceso Judicial Penal.

El Código Orgánico Procesal Penal establece a partir de su artículo 257 la


clasificación de las cauciones como otra modalidad de Garantía Efectiva de
Aseguramiento en el Proceso Judicial Penal, las cuales se clasifican en tres: Caución
Económica o Real, Caución Personal y la Caución Juratoria, es por ello que la autora
se avoco a investigar en el Código Orgánico Procesal Penal y en la Doctrina Nacional
con el objeto de analizar con profundidad estas figuras jurídicas que forman un papel
importante en relación a las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad.

Esta fase estuvo orientada a la recolección de la información, extrayendo los


puntos importantes y concernientes al tema objeto de estudio. Esta fase se cumplió a
través de la elaboración preliminar del informe, la sistematización y ordenamiento de
la información, así como también el procesamiento de las informaciones obtenidas de
las fuentes consultadas.

Fase III: Conocer las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad establecidas


en el código Orgánico procesal Penal como Garantía efectiva de Aseguramiento
en el Proceso Judicial Penal.

En esta fase se busca Conocer las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad


establecidas en el código Orgánico procesal Penal como Garantía efectiva de
Aseguramiento en el Proceso Judicial Penal, las cuales constituyen el instrumento
más efectivo para reducir el uso de esta institución y ejercer efectivo el principio de la
prisión como último recurso, ya que la Libertad es la Regla y la Prisión es la
excepción.

79
Según establece el artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal, siempre que
los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser
razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida menos gravosa para el
imputado o imputada, el tribunal competente, de oficio o a solicitud del Ministerio
Público o del imputado o imputada, deberá imponerle en su lugar, mediante
resolución motivada.

Gracias a esta fase la autora pudo conocer, analizar y estudiar a profundidad todas
y cada una de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad como Garantía efectiva
de Aseguramiento en el Proceso Judicial Penal, las cuales son la base y objeto de
estudio de este informe preliminar de pasantías.

Fase IV: Esta fase consiste en el análisis e interpretación de la información


relacionada con la problemática.

En ella, se aplico el análisis de contenido y comparativo de la información,


además de analizarse de forma clara, lógica y coherente, lo que implica de forma
simultánea y combinada, es decir por inducción y deducción, que fue la forma como
se percibió el objeto de estudio. Además gracias a ese análisis que se realizo, fue que
surgieron las conclusiones y recomendaciones. Luego se procedió a la redacción y
transcripción del cuerpo del informe.

Recursos.

En todo tipo de investigación es necesario considerar los aspectos administrativos


que expresan los recursos y el tiempo necesario para la ejecución de la investigación.
Dentro de los recursos utilizados para la elaboración del presente trabajo de
investigación y el desarrollo de las prácticas profesionales se tienen los siguientes:

80
Recursos Humanos.

Los recursos humanos que se manejaron y utilizaron en el transcurso del


desarrollo de esta investigación fueron en primer lugar, el personal del escritorio
Jurídico Licon, Rodríguez, Abreo y asociados; y en segundo lugar, se tiene también
como recursos humanos a aquellas personas que colaboraron y dieron su apoyo a la
investigación realizada por la autora entre ellos se tiene a la Tutora Académica: Abg.
Hilda Villanueva, el Tutor Institucional: Abg. Víctor Rodríguez y como Tutor
Metodológico: Rubén Vives.

Recursos Institucionales.

Los recursos institucionales empleados por la autora en el desarrollo del presente


informe preliminar de pasantías fueron todas aquellas oficinas, así como también
todas esas áreas del ejercicio del Escritorio Jurídico Licon, Rodríguez, Abrea y
asociados.

Recursos Materiales.

Los recursos materiales son los medios físicos y concretos que ayudan a conseguir
algún objetivo. Son todos aquellos equipos, dispositivos, materiales de oficinas, entre
otros, que utilizo la autora en el desarrollo del informe de pasantía. Dentro de los
materiales utilizados se tienen los siguientes:

 Papel: El papel utilizado es de tipo bond blanco, tamaño carta, base veinte
(20), de peso y textura uniformes, con los cuales la autora utilizo para realizar las
diversas impresiones del informe preliminar y del informe final de pasantías.

81
 Tinta: La tinta para impresoras utilizada es del Nro. 74 y 75 de HP, con la
finalidad de poder imprimir el informe final de pasantías.

 Impresora: El modelo de la impresora utilizada es HP Photosmart C2400


Series.

 Computadora: Este equipo tecnológico se utilizo por la autora tanto para el


trabajo desempeñado dentro de las instalaciones del escritorio Jurídico Licon,
Rodríguez, Abreo y asociados, como para el desarrollo y la elaboración del presente
informe final de pasantías.

 Entrevistas no Estructuradas: a través de conversaciones no guiadas


buscando las impresiones de las personas en este tema de gran relevancia.

 Otros Recursos Materiales: Entre ellos se encuentran bolígrafos, lápices,


borradores, sacapuntas, formatos, ligas, clip, carpetas, resaltadores, ganchos para
carpetas, corrector liquido, saca grapas, engrapadoras, etc.

 Código Orgánico Procesal Penal.

 Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela.

 Diversas Fuentes Bibliográficas.

82
CAPITULO V
RESULTADOS

Por consiguiente, se presenta los resultados que fueron obtenidos a través de la


aplicación de las técnicas empleadas en las fases metodológicas, con el fin de
determinar si son Eficaces las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad para
Asegurar la Responsabilidad del Imputado en el Proceso Judicial Penal.

En esta parte del informe, se evalúan los resultados obtenidos, gracias a la


aplicación de los instrumentos y técnicas empleadas, las cuales van en función a los
objetivos específicos planteados por la autora y cuyo fin es el de cumplir con el
objetivo general de la investigación realizada el cual es el de determinar la Eficacia
de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad para Asegurar la Responsabilidad
del Imputado en el Proceso Judicial Penal.

Las medidas cautelares Sustitutivas de Libertad son mecanismos o instrumentos


de que se vale el Estado para lograr el descubrimiento de la verdad material y la
aplicación de la ley sustantiva en la dilucidación de los distintos conflictos sociales
que se presentan ante los tribunales de justicia.

Estas Medidas Cautelares, tienen su fundamento en el artículo 44 ordinal primero


de la Constitución Nacional, el cual establece el derecho a ser juzgado en libertad con
las excepciones previstas por la ley o por aquellas que decida el juez en cada caso en
concreto. Las mismas pueden ser solicitadas por el imputado en cualquier momento o
instancia del proceso, posterior a la Audiencia de Presentación ante un Tribunal de
Control el cual puede otorgar como máximo tres de estas medidas.

83
Dichas Medidas se encuentran reguladas en el artículo 256 del Código Orgánico
Procesal Penal, y consisten en un conjunto de Medidas Sustitutivas de Libertad
dictadas por el juez penal correspondiente, en la mayoría de los casos en funciones de
control, siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de
libertad puedan ser razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida
menos gravosa para el imputado.

Estas medidas sustitutivas se deben adecuar a la naturaleza del delito y al perfil


delictual del imputado; es decir, aquellas personas que hubiesen infringido la ley con
delitos graves y sean reincidentes no gozarán de estas medidas sustitutivas, sino se les
impondrá en su lugar la privación de la libertad, por ello resulta pertinente poder
divulgar con mayor énfasis las distintas medidas y/o las funciones a las cuales van
dirigidas, dado que es posible falsas interpretaciones acerca de su naturaleza e
importancia.

Por otro lado, el diagnóstico sobre la situación en las cárceles en Venezuela en la


última década sigue arrojando una conclusión común, a saber, que en la mayoría de
los centros de reclusión persisten condiciones infrahumanas y se registra una
violación generalizada de los derechos humanos, esto producto de la lentitud procesal
y la falta de otorgamiento de las distintas modalidades de Medidas Cautelares
Sustitutivas de Libertad para el cumplimiento de las responsabilidades de los
imputados.

La precariedad jurídica e institucional de los presos sin condena, así como la


incertidumbre que genera la indefinición acerca de su situación legal, implica un serio
cuestionamiento a la legitimidad del sistema de justicia penal y un motivo de
conflictos en la vida de las cárceles del país.

84
Durante este lapso, la gran mayoría de las huelgas de hambre y protestas, tanto de
internos como de familiares y organizaciones de defensa de los privados de libertad,
tiene como exigencia central el reclamo de celeridad procesal y de otorgamiento de
beneficios procesales y penales. Lo que nos lleva a la conclusión de que si se
aplicaran medidas cautelares sustitutivas de libertad menos gravosas a aquellos que
cumplen con los requisitos de procedencia de las mismas medidas, se estaría
descongestionando las cárceles del país y así se evitarían tantas huelgas y protestas
generadas por los imputados y reos que se encuentran en los centros penitenciarios.

Ahora bien, el objetivo central de la presente investigación es la de Determinar si


son Eficaces las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad como Garantía Efectiva
de Aseguramiento en el Proceso Judicial Penal; en este sentido, podría decirse que
por una parte son eficaces estas Medidas porque una vez que los jueces de la
Republica verifican los supuestos de procedencia, decretan las Medidas Cautelares
Sustitutivas de Libertad que consideren pertinentes, cumpliendo con el Derecho del
Imputado y cumpliendo igualmente con las leyes de la republica.

Esto es, siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de
libertad puedan ser razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida
menos gravosa para el imputado, en este caso, el tribunal competente, de oficio o a
solicitud del Ministerio Público o del imputado, deberá imponerle en su lugar,
algunas de las medidas contempladas en el artículo 256 del COPP.

Por la otra parte, podría decirse que son ineficaces estas Medidas Cautelares
Sustitutivas de Libertad, en función de que una vez decretadas no hay un organismo
que se encargue de velar y mantener un seguimiento periódico al imputado para que
el mismo cumpla con esas medidas que le fueron impuestas, creando así
incertidumbre de que el Imputado evada las consecuencias de su conducta en el
Proceso Judicial Penal, al no cumplir con dichas Medidas impuestas.

85
CONCLUSION

La culminación del presente informe de Pasantías sobre la Eficacia de las Medidas


Cautelares Sustitutivas de Libertad como Garantía efectiva de aseguramiento en el
Proceso Judicial Penal, permitió cumplir con los objetivos trazados y emitir las
siguientes conclusiones:

Se pudo observar que las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad, son


mecanismos e instrumentos de que se vale el Estado para lograr el descubrimiento de
la verdad material y la siguiente aplicación de la Ley sustitutiva en la disolución de
distintos conflictos sociales que se presentan ante los tribunales de justicia.

Así mismo, se confirmo que la naturaleza jurídica de las Medidas Cautelares


Sustitutivas de Libertad, son de carácter e índole coercitivas, es decir, son
restricciones a Derechos personales o patrimoniales impuestos en la realización penal
para obtener o asegurar los fines del proceso penal.

Del mismo modo, se estableció la finalidad de las Medidas Cautelares Sustitutivas


de Libertad, la cual no es más que otorgar garantías de salvaguardar el contexto de lo
reclamado, cuando es ejercida oportunamente y con fundamento, para lograr su
propósito.

En este orden de ideas, el artículo 244 del Código Orgánico Procesal Penal,
establece que no puede ordenarse una medida de esta naturaleza, cuando aparezca
desproporcionada con la gravedad del delito, las circunstancias de comisión y la
sanción probable. Las medidas cautelares en el proceso penal se encuentran
establecidas en el Código Orgánico Procesal Penal, en el libro primero, capítulo IV,
contenido en el título VIII de las Medidas de Coerción Personal.

86
Para tal efecto se debe tener en consideración que dichas medidas poseen ciertas
virtudes y características las cuales enfocan a la noción de ellas mismas;
considerando como la más importante de sus virtudes su finalidad lo cual no es más
que asegurar las resultas de todo un proceso, y entre sus características debemos
resaltar la temporalidad ya que aparecen en el presente para asegurar el futuro y la
consistencia, ya que deben ser concretas y variadas.

Ahora bien estas medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad, se encuentran


estipuladas y consagras en el Código Orgánico Procesal Penal en su artículo 256
entre ellas se encuentran: La detención domiciliaria en su propio domicilio o en
custodia de otra persona, sin vigilancia alguna o con la que el tribunal ordene; La
obligación de someterse al cuidado o vigilancia de una persona o institución
determinada, la que informará regularmente al tribunal; La presentación periódica
ante el tribunal o la autoridad que aquel designe.

De igual manera, la prohibición de salir sin autorización del país, de la localidad


en la cual reside o del ámbito territorial que fije el tribunal; La prohibición de
concurrir a determinadas reuniones o lugares; La prohibición de comunicarse con
personas determinadas, siempre que no se afecte el derecho de defensa; El
abandono inmediato del domicilio si se trata de agresiones a mujeres, niños o niñas,
o de delitos sexuales, cuando la víctima conviva con el imputado o imputada;

Además, la prestación de una caución económica adecuada, de posible


cumplimiento por el propio imputado o imputada, o por otra persona, atendiendo al
principio de proporcionalidad, mediante depósito de dinero, valores, fianza de dos o
más personas idóneas, o garantías reales; y Cualquier otra medida preventiva o
cautelar que el tribunal, mediante auto razonado, estime procedente o necesaria.
También es importante recordar que existen establecidas en el Código una serie de

87
cauciones que fungen como medidas cautelares sustitutivas tales como: la Caución
Personal, la Caución Juratoria y la Caución Económica.

A tal efecto, el mencionado artículo 256 establece que si la privación judicial


preventiva de libertad puede ser razonablemente satisfecha con la aplicación de otra
medida menos gravosa para el imputado, el tribunal competente, de oficio o a
solicitud del Ministerio Público o del imputado, deberá imponerle en su lugar,
mediante resolución motivada, algunas de las Medidas Cautelares Sustitutivas de
Libertad mencionadas.

Finalmente es importante recalcar que los principios y garantías procesales


expuestos en el Código Orgánico Procesal Penal venezolano, confieren una idea
amplia de las modificaciones que le han realizado al sistema procesal penal. Estas
garantías procesales, conforman un conjunto de elementos que protegen al
ciudadano para que el ejercicio del poder penal del Estado no sea aplicado de forma
arbitraria, de allí la importancia de las Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad,
pues son mecanismos para hacer efectivas tales garantías, igualmente, se pudo
determinar que deben guardar proporcionalidad y pertinencia con lo que se pretende
asegurar.

Para concluir es menester razonar sobre el siguiente pensamiento de Cesare


Beccaria, en su obra De los Delitos y de las Penas, del año 1764, el cual establece:
¿Cuál es, pues, el derecho si no es el de la fuerza, que da potestad a un juez para
aplicar una pena a un ciudadano mientras se duda todavía si es culpable o inocente?
El rigor de la cárcel no puede ser más que el necesario para impedir la fuga o para
que no se oculten las pruebas de los delitos.

88
RECOMENDACIONES

Que los Tribunales de la Republica creen o asignen a un organismo o


institución para que se encarguen de velar por el fiel cumplimiento de las Medidas
Cautelares Sustitutivas de Libertad impuestas al imputado, para que de esta forma no
se vuelvan ineficaces esas Medidas, ya que los tribunales las decretan pero no hay
ninguna institución que vele porque los imputados en verdad las cumplan.

Que los tribunales a la hora de resolver un caso penal concreto, analicen todos
los factores y elementos del mismo y verifiquen si el imputado cumple con los
requisitos de procedencia para decretarle una medida Cautelar sustitutivas de Libertad
y de ser así la decreten, todo esto, con el fin de descongestionar los centros
penitenciarios del País en virtud de que los mismos están al máximo de su capacidad
y si el juez decreta estas medidas cumpliendo con los requisitos de procedencia se
estaría dando un paso importante al avance y descongestionamiento de los mismos.

De igual manera para procurar el descongestionamiento pero esta vez de los


mismos Tribunales, otra recomendación seria designar a otra autoridad tal como las
prefecturas, la responsabilidad de que se presenten las personas a las que se les
decreto una Medida cautelar Sustitutiva, en forma periódica, para de esta forma los
tribunales se descongestionen un poco a la hora de que los imputados tengan que
acudir al tribunal a presentarse y así de esta forma en vez de acudir al tribunal los
imputado acudan de forma periódica a las prefecturas que designe el mismo tribunal.

Crear instituciones y capacitar personal especializado en las áreas de salud,


educación, psicología y formación para el trabajo, para atender a los que necesiten ser
recluidos en centros o instituciones como las establecidas en el artículo 256 ord.2 del
Código Orgánico Procesal Penal.

89
Que los funcionarios Públicos tales como jueces, Ministerio Publico,
organismos especializados como el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas y los Cuerpos u Organismos Policiales cumplan con los
procedimientos sin violentar los derechos constitucionales del imputado y en las
formas establecidas en la ley, para evitar que se produzca una violación del debido
proceso y por ende una violación a las Derechos del Imputado.

Difundir campañas de información sobre el alcance de la importancia de las


Medidas Cautelares Sustitutivas de Libertad a favor del imputado, a todo el público
en general para que los mismos tengan conocimiento de tales medidas y puedan
ejercer sus Derechos como imputados, ya que la regla es la libertad y la excepción es
la prisión; además puedan conocer las opciones con las que cuentan, si cumplen con
los requisitos de procedencia para decretar esas medidas.

Abordar el tema a profundidad en todas las universidades, escuelas e institutos


de educación del país, para que todos tengan conocimiento sobre el alcance de estas
Medidas Cautelares Sustitutivas de libertad y cuando son procedentes para que
pueden ejercer su Derecho de solicitarlas cuando estas sean procedentes.

90
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Becerra C. Humberto, Las Medidas Cautelares Sustitutivas en el nuevo Proceso Penal


Venezolano, Segunda Edición, 2.003, Maracay, Venezuela.

Beltrán Juárez, R (2.002) Flagrancia Equiparada: Violación a las Garantías de


Seguridad Jurídica. Revista en Línea 16-17, art. 3,
http://www.Cedhsinaloa.org.mx/revista/num16-17/art3.htm.

Cabanellas de Torres, Guillermo, Diccionario Jurídico Elemental, editorial Heliasta,


Primera Edición, 1.979.

Camerlingo, Ciro Fernando, Estudios Básicos sobre el Derecho Procesal Penal,


editorial Buchivacoa, Primera Edición, 2.011, Caracas, Venezuela.

Código Orgánico Procesal Penal, Gaceta Oficial Nro. 5.894, de fecha 26 de Agosto
de 2.008.

Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, Gaceta Oficial Nro. 36.860,


de fecha 30 de Diciembre de 1.999.

Moreno Brandt, Carlos E, El Proceso Penal Venezolano, Editorial Vadell Hermanos,


Cuarta Edición, 2.011, Caracas, Venezuela.

Pérez Sarmiento, Eric Lorenzo (2008) Comentarios al Código Orgánico Procesal


Penal, Editorial Vadell Hermanos, Caracas, Venezuela.

Pérez Sarmiento, Eric Lorenzo, Manual de Derecho Procesal Penal, Tercera Edición,
2.011, Editorial Vadell Hermanos, Caracas, Venezuela.

91
Saca Miranda Carlos Eduardo, (2.004) Medidas de Aseguramiento Preventivo Según
el COPP y la LOPNA, Manual Práctico, Caracas. Editorial Vadell Hermanos.

Vásquez González, Magaly, Nuevo Derecho Procesal Penal Venezolano, Segunda


Edición, 2.001, Universidad Católica Andrés Bello, Editorial Publicaciones UCAB,
Caracas, Venezuela.

Vásquez González, Magaly, Derecho Procesal Penal Venezolano, Cuarta Edición,


2.011, Universidad Católica Andrés Bello, Editorial Publicaciones UCAB, Caracas,
Venezuela.

92
93
Anexo Nro. 1.

Ponencia de la Magistrado Doctora Deyanira Nieves Bastidas

El Juzgado Décimo Tercero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito


Judicial Penal del Estado Zulia, en fecha 24 de noviembre de 2004, en Audiencia Preliminar dictó los
siguientes pronunciamientos: Primero: “Se admite totalmente la acusación presentada formalmente por
la Fiscalía Octava del Ministerio Público, representada en este acto por la Abogada YANNIS
DOMÍNGUEZ, en contra del imputado ARNALDO BENITO RIVAS BRACHO, por la presunta
comisión de los delitos de OCULTAMIENTO ILÍCITO DE SUSTANCIAS O ARTEFACTOS
EXPLOSIVOS, OCULTAMIENTO DE ARMA DE FUEGO, previstos y sancionados en los artículos
297 y 278, ambos del Código Penal, perjuicio del Estado Venezolano y el delito de Y
APROVECHAMIENTO DE COSAS PROVENIENTES DE DELITO, previsto y sancionado en el
artículo 472 del mismo Código Penal, cometido en perjuicio de la ciudadana INGRID
TORRES…Tercero: En relación a las excepcionales opuestas por la defensa del imputado de
autos…de conformidad con lo dispuesto en el numeral 1 del Artículo 328 del Código Orgánico
Procesal Penal, en relación con lo dispuesto en el umeral 4°, literal i, del artículo 25 ejusdem, esta
juzgadora evidencia que en el acta Policial de fecha 14-08-04, referida por la defensa los funcionarios
actuantes adscritos a la División de Servicio de Inteligencia y Prevención (DISIP), siendo las once y
cincuenta horas minutos de la noche del día 13-089-04, se trasladaron hasta el sector el Paraíso,
avenida 20, casa 83H-21, con la finalidad de darle cumplimiento a una orden de allanamiento emanada
del Juzgado 12 de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, siendo acompañar de los
ciudadanos VERGEL CAMACHO ANGEL y VALENCIA LA MADRID HENERY ALBERTO,
fungiendo como testigos y dándole cumplimiento a todos los requisitos para llevar a cabo la orden de
Allanamiento de conformidad con el artículo 210, 211 y 212 del Código Orgánico Procesal Penal, la
cual fue confirmada la validez de la misma por el Tribunal de Control y no obstante la defensa recurre
ante la Instancia superior confirmando dicho allanamiento y consecuencialmente el procedimiento
practicado. Igualmente es necesario aclarar que dichos funcionarios comparecen al despacho de la
División de Servicio de Inteligencia y Prevención (DISIP). CUARTO: En relación a la excepción
opuesta por la defensa en el capítulo segundo, conforme a los dispuesto en el numeral 1° del artículo
338 del Código Orgánico Procesal Penal, relativo a lo establecido en el numeral 4, literal “i” del
artículo 28 ejudem, con fundamente en el numeral 3° del artículo 326 del Código Orgánico Procesal
Penal, se declara Sin Lugar lo solicitado por la defensa, por cuanto se evidencia de la acusación fiscal,
que si están llenos los extremos exigidos en el referido artículo 326…QUINTO: Con respecto a la
excepción opuesta por la defensa, conforme al numeral 4° letra e del artículo 328 del Código Orgánico
Procesal Penal, en concordancia con el artículo 28 letra “e”, relativo al delito de Aprovechamiento de
Cosas Provenientes del delito, este Tribunal considera que no se violento el debido proceso, ni el
derecho a la defensa en relación a dicho delito, ya que se evidencia de las actas que integran la
presente causa que si existe la comisión del delito previsto en el 472 del Código Penal, ya que el
allanamiento practicado por funcionarios adscritos a la División de Servicio de Inteligencia y
Prevención (DISIP), se incauto un arma de fuego tipo PISTOLA, marca LORCIN, modelo LH3809,
calibra 9 milímetro, serial LH05069, y una vez verificada a través del sistema integrado del sistema
policial SIPOL, se constato que presenta solicitud por el delito de ROBO, según expediente N° G-
221.462, de fecha 15-08-02, por la Sub Delegación de Valencia, según se evidencia del acta Policial de

94
fecha 11-03-04, por lo que se declara Sin Lugar…SEXTO: En relación a la Nulidad absoluta
solicitada por la defensa, esta Juzgadora, observa que el origen de la presente investigación se inicio
con la orden de allanamiento emanada del Juzgado 12 de Control del Circuito Judicial penal del estado
Zulia, de fecha 12 de agosto de presente año 2004, a solicitud del Ministerio Público, lo cual riela al
folio 7 de la compulsa de apelación que guarda relación con la presente causa, evidenciándose
demuestra que dichos funcionarios actuaron bajo la orden y requerimiento de la Fiscalía Octava del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia y no de oficio tal y como lo alega la
defensa. Así mismo el imputado ciudadano ARNALDO BENITO RIVAS BRAVO, fue presentado por
ante este Juzgado de Control el día 16 de agosto de 2004, acogiéndose al lapso establecido en el
artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, a fin de pronunciarse sobre su detención,
decretándose Medida de Privación Judicial Preventiva de Libertad, en fecha 17 del mismo mes y año y
posteriormente la Fiscalía del Ministerio Público ordena el inicio de la investigación, con la finalidad
de practicas todas las investigaciones pertinentes a la presente causa, conforme lo establece el artículo
283 y 300 del Código Orgánico Procesal Penal, por lo que considera este Tribunal de Instancia que la
misma no esta viciada de Nulidad Absoluta, declarándose sin ligar la solicitud planteada. Y ASÍ SE
DECIDE. SÉPTIMO: Con respecto a la solicitud de la revocatoria de la Medida de Privación Judicial
Preventiva de Libertad, se declara Sin Lugar, debido a que la circunstancia de modo, tiempo y lugar
que motivo la misma en fecha 17-08-04, no han variado, de igual forme se evidencia que se encuentran
llenos los extremos de los artículos 250, 251 y 252 del Código Orgánico Procesal Penal, vista la
magnitud del delito causado, y la posible pena aplicable, cualquier otra medida cautelar seria
insuficiente para garantizar la finalidad del proceso. Y ASÍ SE DECIDE. Examinada la acusación
presentada y admitida como ha sido la misma, declarando acerca de la pertinencia de las pruebas
ofrecidas por las partes, así como la admisión de las pruebas de la defensa y una vez resueltas las
excepciones opuestas por la Defensa del imputado, por haber lugar en Derecho ordena el AUTO DE
LA APERTURA A JUICIO de la presente causa en contra del CiudadanoARNALDO BENITO
RIVAS BRAVO, por la presunta comisión de los delitos de: OCULTAMIENTO ILÍCITO DE
SUSTANCIAS O ARTEFACTOS EXPLOSIVOS, OCULTAMIENTO DE ARMA DE FUEGO,
previstos y sancionados en los artículos 297 y 278, ambos del Código Penal, perjuicio del Estado
Venezolano y el delito de Y APROVECHAMIENTO DE COSAS PROVENIENTES DE DELITO,
previsto y sancionado en el artículo 472 del mismo Código Penal, cometido en perjuicio de la
ciudadana INGRID TORRES, en virtud de lo cual este Tribunal emplaza las partes para que en el
plazo común de cinco días concurran al JUEZ DE JUICIO respectivo…”.
En contra dicha decisión ejercieron recurso de apelación en fecha 30 de septiembre de 2004,
los ciudadanos ALVARO CASTILLO ZEPPENFELDT, FERNANDO URDANETA TABORDA y
SILVESTRE SEGUNDO ESCOBAR, inscritos en el I.P.S.A. bajo los números 5970; 22.858 y 10.953,
defensores del ciudadano ARNALDO BENITO RIVAS BRACHO, venezolano, mayor de edad y
titular de la cédula de identidad N° V-5.835.728.
Notificadas las partes y contestado el recurso de apelación por el Ministerio Público, se
compulsó el expediente, siendo remitidas las actuaciones a la oficina distribuidora de expedientes,
correspondiéndole la causa a la Sala Dos de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia, integrada por los jueces, Gladys Mejía Zambrano, Alida Caldera de Méndez (Ponente) y
Juan José Barrios León, que en fecha 22 de diciembre de 2004 dictó decisión mediante la cual declaró
INADMISIBLE el recurso de apelación interpuesto por los defensores del imputado ARNALDO
BENITO RIVAS BRACHO, por considerar que los motivos expresados son inimpugnables o
irrecurribles por expresa disposición de los artículos 477 ordinal 2° y 437 literal “C” del Código
Orgánico Procesal Penal .
Contra dicha decisión interpusieron recurso de casación en fecha 17 de enero de 2005 los
defensores del imputado. Notificadas las partes conforme a la ley, el recurso no fue contestado, y se
remitieron las actuaciones al Tribunal Supremo de Justicia, en donde fue recibido en fecha 08 de
marzo del presente año se dio cuenta en Sala de Casación Penal, y se designó Ponente a la Magistrada
que con tal carácter suscribe la presente decisión.

95
Cumplidos como han sido los trámites procedimentales del caso y encontrándose la Sala en la
oportunidad de pronunciarse sobre la admisibilidad o desestimación del presente recurso de casación,
conforme a lo previsto en los artículos 462 y 465 del Código Orgánico Procesal Penal, pasa dictar
sentencia en los términos siguientes:
En el presente caso, los recurrente pretenden impugnar mediante el recurso de casación, la
decisión de la corte de apelaciones que declaró inadmisible el recurso de apelación propuesto contra la
decisión del Juzgado Décimo Tercero de Primera Instancia en lo Penal en función de Control, en la
que declaró sin lugar la solicitud de revocatoria de la medida de privación de libertad solicitada por la
defensa en la audiencia preliminar.
El artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal establece: “EXAMEN Y REVISIÓN. El
imputado podrá solicitar la revocación o sustitución de la medida judicial de privación preventiva de
libertad las veces que lo considere pertinente. En todo caso el Juez deberá examinar la necesidad del
mantenimiento de las medidas cautelares cada tres meses, y cuando lo estime prudente la sustituirá por
otras menos gravosas. La negativa del tribunal a revocar o sustituir la medida no tendrá apelación”.
De la norma anteriormente transcrita, se evidencia que el legislador le concede al imputado el
derecho a solicitar la sustitución de la medida judicial de privación preventiva de libertad, las veces
que lo considere pertinente, tanto es así que el precepto le impone al juez la obligación de examinar la
necesidad del mantenimiento de las medidas cautelares cada tres meses, y cuando lo estime
conveniente la sustituirá por otras menos gravosas, es decir, que el juez decidirá, de acuerdo con su
prudente arbitrio. También dispone esta norma que no es susceptible de ser apelada aquella decisión
del juez mediante la cual niegue la revocación o sustitución de la medida privativa de libertad, es decir
que aquel dispositivo sin lugar respecto a la solicitud de la revocatoria de la medida de privación
judicial preventiva de libertad, no es apelable, y por ende, no puede ser recurrida en casación.
En consecuencia, y visto lo anteriormente expuesto, la Sala considera procedente y ajustado a
derecho, desestimar por inadmisible el recurso de casación propuesto por la defensa del imputado
ARNALDO BENITO RIVAS BRACHO, de conformidad con lo previsto en el artículo 465 del
Código Orgánico Procesal Penal. Así se decide.
DECISIÓN
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación
Penal, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, DESESTIMA
POR INADMISIBLE el recurso de casación propuesto por los defensores del imputado ARNALDO
BENITO RIVAS BRACHO.
Publíquese, regístrese y bájese el expediente. Ofíciese lo conducente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala

de Casación Penal en Caracas, a los TRES (3) días del mes de MAYO del año 2005. Años 194º de la

Independencia y 146º de la Federación.

El Presidente de la Sala,
ELADIO APONTE APONTE
El Vice-Presidente,
HÉCTOR CORONADO FLORES
Los Magistrados,
ALEJANDRO ANGULO FONTIVEROS
BLANCA ROSA MÁRMOL DE LEÓN
DEYANIRA NIEVES BASTIDAS
Ponente
La Secretaria,
GLADYS HERNÁNDEZ GONZÁLEZ
DNB/eams

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EXP. RC05-0103

VOTO CONCURRENTE

Quien suscribe, Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada de la Sala de Casación Penal, del

Tribunal Supremo de Justicia, realiza el siguiente voto concurrente en la presente decisión, con base en

las razones siguientes:

La mayoría de la Sala DESESTIMO POR INADMISIBLE el recurso de casación propuesto

por los defensores del imputado ARNALDO BENITO RIVAS BRACHO.

A pesar de estar de acuerdo con la dispositiva, disiento de esta sentencia en la parte donde

expresa que se desestima por inadmisible, en virtud de que “los recurrentes pretenden impugnar

mediante el recurso de casación, la decisión de la Corte de Apelaciones que declaró inadmisible el

recurso de apelación propuesto contra la decisión del Juzgado Décimo Tercero de Primera Instancia en

lo Penal en función de Control, en la que DECLARO SIN LUGAR la solicitud de revocatoria de la

medida de privación solicitada por la defensa en la audiencia preliminar, es decir, que aquel dispositivo

sin lugar respecto a la solicitud de revocatoria de la medida de privación judicial privativa de libertad,

no es apelable, y por ende, no puede ser recurrida en casación”.

No comparto tal declaratoria de inadmisibilidad efectuada por la Sala por tal motivo, ya que

consta en autos que el Tribunal Décimo Tercero de Primera Instancia en Función de Control del

Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, entre sus pronunciamientos, aparte de declarar sin lugar la

solicitud de revocatoria de la medida privativa de libertad, admitió la acusación y ORDENO el auto de

apertura a juicio de la presente causa.

Considero que la declaratoria de inadmisibilidad de la Sala ha debido fundarse en que, a tenor

de lo dispuesto en el artículo 331 del Código Orgánico Procesal Penal, el auto de apertura a juicio será

“inapelable”; y no en los motivos señalados en la decisión.

Queda en estos términos expuestas las razones de mi voto concurrente en la presente sentencia.

Fecha ut supra.

97
Anexo Nro. 2.

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


TRIBUNAL PRIMERO DE CONTROL EXTENSIÓN BARLOVENTO

CAUSA: 1C-121429-08

JUEZ: FRANCISCO JAVIER LARA

SECRETARIA: Abg. MARYS DUARTE

IMPUTADO: ROMERO DIAZ JESUS ENRIQUE, venezolano, natural de Caracas, donde nació en
fecha 21-12-1969, de 38 años de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-9.962.227, de estado civil
casado, de profesión u oficio: Latonero, hijo de: Herminia Díaz (v) y Jesús Romero, residenciado en:
Cupira, final de la Calle Luis Manuel Laya, Casa S/N, color blanco con portón de hierro vinotinto,
Estado Miranda.
DEFENSA PÚBLICA: DR. CIPRIANO ESCOBAR.
VÍCTIMA: ARREAZA HERNANDEZ CARMEN LUCERO.
FISCAL: Abg. MARIELA CABEZA, Fiscal Octavo del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Miranda.

Revisada como ha sido la presente causa, signada con el Nº 1C-12-1429-08, seguida en contra del
ciudadano imputado ROMERO DIAZ JESUS ENRIQUE, por la presunta comisión del delito de
ROBO GENERICO, previsto y sancionado en el artículo 455 del Código Penal, en perjuicio de la
ciudadana: ARREAZA HERNANDEZ CARMEN LUCERO, este Tribunal a los fines de proveer
observa lo siguiente:
Cursa a los autos, Acta de Audiencia Oral de Presentación celebrada en fecha 06 de Diciembre
2008; en la cual este Juzgado Primero de Control, decretó la medida CAUTELAR SUSTITUTIVA DE
LIBERTAD, prevista en los artículos 256 numerales 3º y 8º del Código Orgánico Procesal Penal, a
favor del imputado ROMERO DIAZ JESUS ENRIQUE.
Establece el artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal lo siguiente:
“……Siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser
satisfechos, razonablemente, con la aplicación de otra medida menos gravosa para el imputado, el
tribunal competente, de oficio o a solicitud del interesado, deberá imponerle en su lugar, mediante
resolución motivada, alguna de las medidas siguientes…”
Ahora bien, el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal establece:
“….Vencido este lapso y su prórroga, si fuere el caso, sin que el fiscal haya presentado la acusación, el
detenido quedará en libertad, mediante decisión del juez de control, quien podrá imponerle una medida
cautelar sustitutiva….”.
Asi y las cosas, debe tenerse presente lo establecido en el Artículo 243 del Código Orgánico
Procesal Penal, según el cual:
“Toda persona a quién se le impute participación en un hecho punible permanecerá en libertad durante
el proceso, salvo las excepciones establecidas en este Código. La privación de libertad es una medida
cautelar, que sólo procederá cuando las demás medidas cautelares sean insuficientes para asegurar las
finalidades del proceso.”
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 44, establece el
principio y derecho de toda persona de ser juzgada en libertad; el cual también se encuentra
desarrollado en Tratados Internacionales; así como en el Código Orgánico Procesal Penal en sus

98
artículos 9° y 243. En virtud de ello nuestro Código Orgánico Procesal Penal en su Libro Primero,
Título VIII, Capítulo IV, prevé lo relacionado con las Medidas Cautelares Sustitutivas; expresando en
su artículo 256 que siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad
puedan ser satisfechos razonablemente con la aplicación de otra medida menos gravosa para el
imputado, el Juez deberá imponerle una de ellas; de lo que se desprende que la privación judicial
preventiva de libertad debe dictarse sólo cuando sea estrictamente indispensable a fin de garantizar el
buen desarrollo del proceso en la búsqueda de la verdad y las resultas del mismo. Por otra parte, todo
lo concerniente a la Privación de libertad debe ser interpretado de manera restrictiva por los jueces,
quienes deben velar por el cumplimiento de las garantías y respeto a los derechos humanos, así como
por el correcto ejercicio de las facultades procesales y en el presente caso, podemos observar que el
imputado ha permanecido detenido por un lapso superior inclusive que el establecido en el artículo 250
de nuestra ley adjetiva Penal, es decir, el imputado ROMERO DIAZ JESUS ENRIQUE, lleva detenido
desde el día 06 de Diciembre de 2008 hasta el día de hoy inclusive un lapso de CINCO (05) MESES,
sin que el Ministerio Público haya interpuesto algún acto conclusivo; en consecuencia quien aquí
decide, tomando en consideración los principios rectores previstos en el Código Orgánico Procesal
Penal, cuando consagra como regla la libertad de los imputados, tal como lo señalan los artículos 9 y
243 del instrumento adjetivo penal, considera que lo procedente y ajustado a derecho es MODIFICAR
la medida CAUTELAR SUSTITUTIVA DE LIBERTAD, prevista en los artículos 256 numerales 3º y
8º del Código Orgánico Procesal Penal, por la medida cautelar prevista en el numeral 3 del artículo 256
del Código Orgánico Procesal Penal; esto es la obligación de presentarse cada treinta (30) días por ante
la Oficina de Alguacilazgo de este mismo Circuito Judicial Penal, con sede en Guarenas, debiendo
consignar fotocopia de la cédula de identidad y una fotografía tipo carnet, a los fines que les sea
aperturado un folio en el Libro de Presentaciones. Y ASÍ SE DECIDE.

DISPOSITIVA

Por todos los razonamientos expuestos, es por lo que este Juzgado Primero de Primera Instancia en
funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Miranda, Extensión Barlovento;
Administrado Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley,
hace los siguientes pronunciamientos: PRIMERO: ACUERDA MODIFICAR LA MEDIDA
CAUTELAR SUSTITUTIVA DE LIBERTAD, que le fuera impuesta al imputado ROMERO DIAZ
JESUS ENRIQUE, venezolano, natural de Caracas, donde nació en fecha 21-12-1969, de 38 años de
edad, titular de la cédula de identidad Nº V-9.962.227, de estado civil casado, de profesión u oficio:
Latonero, hijo de: Herminia Díaz (v) y Jesús Romero, residenciado en: Cupira, final de la Calle Luis
Manuel Laya, Casa S/N, color blanco con portón de hierro vinotinto, Estado Miranda, en fecha 06 de
diciembre de 2008, por este Juzgado Primero de Control; por la Medida Cautelar Sustitutiva de
Libertad prevista en el numeral 3º del artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal; esto es, la
obligación de presentarse cada treinta (30) días por ante la Oficina de Alguacilazgo de este mismo
Circuito Judicial Penal, con sede en Guarenas, debiendo consignar fotocopia de la cédula de identidad
y una fotografía tipo carnet, a los fines que les sea aperturado un folio en el Libro de Presentaciones.
Todo conforme con lo previsto en el artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal. ASI SE
DECIDE.-
Regístrese, déjese constancia en el libro diario, publíquese, notifíquese a las partes conforme con lo
dispuesto en el único aparte del artículo 175 del Código Orgánico Procesal Penal. Cúmplase.

EL JUEZ PRIMERO DE CONTROL LA SECRETARIA


FRANCISCO JAVIER LARA Abg. MARYS DUARTE

En esta misma fecha se dio cumplimiento a lo ordenado.

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