En la actualidad educar es una práctica que no suele realizarse de manera perfecta, ya que las nuevas generaciones viven intensamente relacionadas a la tecnología, en efecto se trata de jóvenes que no han conocido el mundo sin internet y para los cuales las tecnologías son mediadores de gran parte de sus experiencias. La educación es considerada el eje primordial para el progreso de nuestra sociedad, pero los cambios vertiginosos de las sociedades contemporáneas ponen en cuestión qué es lo que se debe enseñar y cómo se debe aprender, el acceso y generación de conocimientos pasan a ser los motores del desarrollo, pues ya nos encontramos en la era digital. Vivimos tiempos de grandes transformaciones tecnológicas que modifican de manera profunda las relaciones humanas, porque la tecnología digital está presente en todas las áreas de la actividad humana y colabora con los cambios que se da en los aspectos de la vida social dentro de la familia. Las instituciones educativas deben responsabilizarse de la formación de nuevas tecnologías para el uso de todos sus agentes participantes, aunque la calidad educativa no está fundamentada en saber muchos programas informáticos y tener equipos sofisticados sino en enseñar a comunicarse de manera eficiente. Es cada vez más exigente la necesidad de profundizar en el conocimiento de nuevas tecnologías y su aplicación en la enseñanza y aprendizaje donde los docentes de todos los niveles requieren alcanzar una formación específica en este campo, donde el docente como gestor didáctico de su aula debe hacer uso de estas tecnologías. Mientras debatimos las tecnologías digitales en sus distintos formatos no cesan de invadir las escuelas, las aulas y los diferentes espacios en que transcurre la vida de los estudiantes y es evidente que llegaron para quedarse. Los estudiantes están desarrollando algunas destrezas fuera de lo común, por ejemplo, adquieren gran cantidad de información y están acostumbrados a obtener respuestas rápidamente, teniendo una sorprendente capacidad de procesamiento. En resumen, el docente debe tener capacidad de liderazgo para poder orientar y guiar a los alumnos en su proceso de aprendizaje potenciando su autonomía y su responsabilidad frente a la era digital, pues hoy en día las Tecnologías de la Información y la Comunicación están presentes en todos los campos sociales y su utilidad es imprescindible para el correcto funcionamiento de los diferentes sectores.