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ENSAYO.

EL EMILIO DE ROUSSEAU

La educación ha sufrido una serie de cambios, lo cual la ha llevado a evolucionar


en muchos aspectos, culturales, filosóficos, políticos, económicos, religiosos y
sociales, estos cambios se han debido en gran parte a las aportaciones de
ciencias auxiliares como la psicología, sociología y pedagogía.

La educación infantil como campo de estudio es algo realmente nuevo, ya


que las concepciones del niños han ido de la mano acompañando la evolución de
la educación, partiendo en un comienzo de la idea de que el niño es igual que un
adulto y por esto merece el mismo trato y comparte junto con este, los mismos
intereses, necesidades y limitaciones, nada más alejado de la realidad, la escuela
era considerada no como un centro formador sino como un lugar para guardar a
los niños de clase trabajadora, este tipo de pensamiento predomino durante
décadas, hasta que los filósofos se decidieron a cambiar el rumbo de la historia,
defendiendo entonces la idea de una infancia inocente, necesitada de protección y
sobre todo de una educación que se adecuara a las necesidades específicas de
los alumnos.

Es ante esta revolución de ideas cuando el nombre de Rousseau trasciende


y cambia en gran parte las concepciones sobre, educación, sobre la infancia y
sobre lo que debe ser en esencia un docente, a la vez que inspira a grandes
pensadores que a pesar de mantener marcadas diferencias con su forma de
pensar, son inspirados en lo más profundo por los ideales de un hombre, un
hombre que decidió rechazar sus prejuicios a fin de convertirse en un “ser de
paradojas”, marco el centro de los movimientos antiguos y el comienzo de un
mundo nuevo en materia de educación, su obra más conocida “Emilio” inspiro a
Pestalozzi, Frobel, Makarenko, Dewey y Freinet.

Los aportes o mejor dicho la originalidad de pensamientos de Rousseau le


consiguieron un lugar privilegiado dentro de la historia de la educación, este
sostenía que el niño debería ser el centro en el proceso de educación, un
pensamiento a simple vista sencillo y carente de importancia, así que nos
encontramos ante una gran pregunta ¿qué hace diferente a Rousseau? bien, para
entenderlo es necesario analizar más a fondo las aportaciones en el ámbito de la
educación de aquella época, la mayoría de los esfuerzos iban dirigidos a
remodelar al hombre mediante la educación, esperando así convertirlo en una
buena persona, un buen católico, un buen ciudadano, un ser excepcional,
basando sus fundamentos en técnicas o metodologías llenas de teorismo poco
concreto, Juan Jacobo rompe con cada uno de estos pensamientos, atreviéndose
en cierta a forma a desafiar lo socialmente establecido, defendiendo la idea de que
el niño debe ser solo eso, un niño.

“Emilio” representa un momento culminante en la reflexión filosófica sobre


la educación, dándole mayor importancia al sujeto de la educación que ha el
contenido de estudio en sí mismo, interesándose en averiguar la evolución de las
capacidades del sujeto a lo largo de su evolución, retomando los principios de su
obra “El contrato social” manteniendo la idea de que el hombre es en naturaleza
bueno en esencia, al ser el hombre naturalmente bueno, la evolución del niño
representa un punto en el que se debe evitar ser flexible en cuestión a la violencia,
es decir el niño no debe ser violentado ya que eso representaría corromper su
naturaleza, determinando un factor que podría llegar a alterar su desarrollo.

La experimentación juega un rol de vital importancia dentro de la


metodología de Rousseau, ya que este insiste en un aprendizaje por medio del
contacto directo con el objeto de estudio, sentando las bases de lo que más tarde
se consideraría una educación para la vida, educando para la razón, ya que al
educar para la razón se educa también para una vida en sociedad.

El modelo educativo que se busca tras de estos ideales, rompe con la


educación tradicionalista que imperaba, al estar basada en una serie de principios:
rescatar al individuo brindándole la libertad de la que había sido privado al ser
regido por normas severas o pensamientos ajenos al suyo, diferenciando entre
tres tipos de educación, la naturaleza, las cosas y finalmente la del hombre, el
momento para el aprendizaje está determinado por las por las etapas de
crecimiento del niño, debido a esto el papel del docente debe ser el de facilitado y
de guía, brindando un sinfín de oportunidades para que este aprenda, en esta
obra se marca la concepción de un maestro humanista, siendo características
primordiales la razón y el respeto a la verdad, principios que en gran medida
siguen siendo la utopía de un maestro en la actualidad, respetando y buscando la
conservación de la esencia del hombre.

Según Rousseau (1762) los elementos a rescatar de su obra serian


primeramente la visión generalizada que se posee de los niños percibiéndolos
como adultos, el ser humano se desarrolla a través de varias etapas destacando la
importancia de adecuar la educación dependiendo de las necesidades
características de cada una de ellas, al tratar de enseñar se debe considerar la
naturaleza de la persona a fin de lograr un aprendizaje significativo, entendiendo
que de ninguna manera la educación debe ser generalizada, el ambiente en el que
se trabaja puede determinar el éxito o el fracaso de los encuentros educativos,
punto que más adelante retomaría Dewey, dándole así un papel importante al
ambiente de aprendizaje, Rousseau gracias a la concepción del sentido personal y
propio del mundo para lograr producir ideas, sienta las bases del “aprendizaje por
descubrimiento”.

En “El Emilio” se desglosa a través de cinco capítulos la educación del niño,


en el primer libro se habla de una educación desde el nacimiento, en el segundo
libro se abarca la etapa de la infancia hasta que comienza a hablar, en el libro
tercero se abarca la adolescencia, en el penúltimo libro se abordan las pasiones,
en el último libro se habla de las relaciones es decir noviazgo, matrimonio y en la
figura de Sofía se toca el tema de la educación de la mujer, siendo las diversas
etapas ejemplificadas como capítulos, ampliamente criticadas por su desfase con
lo que serían las etapas de desarrollo del ser humano.

Si bien es cierto que el libro “El Emilio” no fue el producto de la originalidad


sino que se basó en anteriores escritos de Rousseau tomando los principio de la
naturaleza buena del hombre desde su nacimiento, es un libro que merece ser
aplicado y analizado por cualquier persona, considero la importancia de este
principio a diferencia de diversos pensadores que lo han tachado de poco práctico,
como una herramienta útil para promover la paz o la bondad entre nuestros
alumnos, escrito hace décadas se amolda a las necesidades que se presentan
hoy en día en nuestro sistema educativo, en el cual se presentan cada vez más
casos de violencia, es cierto que no podemos mantener a un ser humano aislado y
que definitivamente se ve marcado por su contexto, pero estoy convencida de la
esencia buena de las personas, ateniéndome a este principio creo que el tipo de
educación que se promueve en dicha obra responde a las necesidades de la
actualidad, respetar la naturaleza y el desarrollo para potencializar las
capacidades en un ambiente que contribuya al aprendizaje.

Un pionero al atreverse a mezclar la educación con la política, ya que en


ciertos puntos de su narración se podían detectar tintes políticos, destaco su idea
de la familia como elemento central de su propuesta educación, elemento que
sigue jugando un papel fundamental hoy en día, dando esperanza a los docentes
y a la sociedad en general bajo su idea de que una reforma en la educación
posibilitara una reforma social, logrando que la educación sea capaz de crear una
sociedad basada en la familia pero también manteniendo una papel activo como
pueblo, como patria y como estado, se dignifica el papel del maestro mientras que
el alumno aprende de su maestro en su camino de convertirse en hombre.

Los ideales de Rousseau han modificado e influenciado las teorías


educativas de la actualidad, su aprendizaje por experiencia es hoy en día conocido
como constructivismo, su teoría de que el niño debe ser educado respetando su
desarrollo natural considerando sus destrezas e intereses personales es hoy la
teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, el niño considerado como el
centro del proceso educativo, es hoy la teoría de la educación paidocéntrica.
REFERENCIAS

Abbagnano, N., & Visalberghi, A. (1969). Rousseau. Historia de la pedagogía (pp.


387- 400). México: Fondo de Cultura Económica.

Demárquez, C. (2006). Rousseau, El hombre natural en su pensamiento moral y


político. Recuperado de http://www.fhuce.edu.uy/public/actio/Demarquez
%20primera%20parte.pdf

Rousseau, J. J. (1970). Emilio o de la Educación. México: Porrúa Recuperado de


http://escritoriodocentes.educ.ar/datos/recursos/libros/emilio.pdf

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