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Apologética

La apologética es la rama del cristianismo que trata con la defensa y


establecimiento de la fe cristiana. La apologética cristiana es algo en lo que cada
creyente verdadero debería involucrarse, así sea un poco.

 1ª Pedro 3:15: “sino santificad al Mesías como Señor en vuestros corazones, y


estad siempre prestos para presentar defensa ante todo el que os demande razón
acerca de la esperanza que hay en vosotros” (Biblia Textual – BTX3 – 3ª Edición
2010).
DEFINICIÓN DE

TELEOLÓGICO

Teleológico es un adjetivo que refiere a aquello que está vinculado a la teleología.


Según define el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la teleología es
la doctrina centrada en las llamadas causas finales (es decir, los fines).

La teleología forma parte de la metafísica, una rama de la filosofía. Puede


entenderse la teleología como el análisis de los propósitos o de los objetivos que
persigue un ser o un objeto.

El concepto de la teleología se originó en la época de la Antigua Grecia, y es en


este punto de la historia de la humanidad en el cual se estudiaron en profundidad
los asuntos universales; de acuerdo a Aristóteles, los mismos se rigen por cuatro
causas: la formal (que otorga el ser a algo), la material (la composición), la
eficiente (lo que se provoca) y la final (indica para qué existe). Los estudios
teleológicos, por lo tanto, se orientan a esta causa final.

Además de Aristóteles, Diógenes de Apolonia, Epicuro y otros varios autores de la


antigüedad consideraban que no existía causa más importante que la final para
hallar explicaciones en el campo de la Filosofía Práctica, la cual acentúa las
distintas relaciones que existen entre el pensamiento, la acción y los efectos
resultantes. Por otro lado, no debemos desestimar las otras tres causas: todas y
cada una de ellas son necesarias para explicar el universo en su totalidad.

Las reflexiones teleológicas fueron muy importantes a lo largo de la historia en


distintas ramas del pensamiento. En el ámbito de la religión, algunos pensadores
afirmaron que el único acceso posible a los misterios de las divinidades era a
través de sus fines; esta visión comenzó una vez que el cristianismo se organizó
del modo en el que lo conocemos hoy en día, luego del Concilio de Nicea, en el
siglo IV.
Para llegar a este cambio de perspectiva de los misterios divinos fue necesario en
primer lugar que la filosofía clásica se adentrara en otros campos, en este caso en
la teología; es importante señalar que durante la Edad Media casi no era posible
distinguirlas. Dicho movimiento se conoce con el nombre de Escolástica, y se trata
de una corriente filosófica y teológica que buscaba respuestas para la revelación
religiosa del cristianismo, basada en la relación entre la fe y la razón.

Esto cambió con la llegada de la Edad Moderna, durante la cual los filósofos
comenzaron a pensar que intentar hallar explicaciones por medio de causas
finales era un recurso poco preciso, ya que no podemos afirmar que el universo
opera de este modo simplemente porque el ser humano así lo haga. Fue por esta
razón que nació un movimiento denominado mecanicismo, que buscaba llegar a
las explicaciones del mundo a través de las causas eficientes, y así se abrieron las
puertas al surgimiento de la ciencia moderna.

La teoría de la selección natural que propuso Charles Darwin, por otro lado,
indicaba que las especies que se conocen en la actualidad son el resultado de un
proceso de evolución previa: conocemos, de este modo, la causa final de dicho
proceso.

En la actualidad hay quienes definen los desarrollos cibernéticos como


teleológicos debido a que existen de acuerdo a la orientación hacia un fin, cuya
determinación está dada por el ser humano a la hora de la programación del
sistema o equipo en cuestión.

Se conoce como argumento teleológico a aquél que intenta apoyar la existencia


de Dios basado en que el ser humano es capaz de percibir que el universo ha sido
diseñado por un ser superior. En su versión básica, la cual puede presentarse con
ciertas variaciones según el documento, se propone que la única explicación para
la existencia de elementos de una cierta complejidad es que un ser inteligente y
superior a nosotros los haya creado.

DEFINICIÓN DE

RACIONALISMO

Antes de entrar a establecer el significado del término racionalismo, vamos a


proceder a determinar el origen etimológico del mismo. Así, podemos decir que se
trata de una palabra que deriva del latín, ya que parte de la palabra “ratio”, que
puede traducirse como “razón”.

El racionalismo es un movimiento que tiene a la razón como pilar y sostén. Esta


filosofía, surgida en el siglo XVII y con manifestaciones en diversas ramas del arte,
sostiene que el raciocinio es la principal herramienta para generar saber, dejando
a la percepción y la experiencia en un segundo plano.

El filósofo francés René Descartes suele ser señalado como el padre del
racionalismo. Para Descartes, la razón era la vía para acceder a verdades
universales de las cuales se desprendían todos los demás conocimientos de la
ciencia.

No obstante, además de la figura de René Descartes, no podemos pasar por alto


la existencia de otros ilustres pensadores que también abogaron por el
racionalismo y que lo llevaron a su máxima expresión y estudio. Así, destacan
especialmente tanto el alemán Gottfried Wilhelm Leibniz (1646 – 1716), que está
considerado como “el último genio universal” y que llevó a cabo interesantes obras
como “De ars combinatoria”, como el filósofo holandés Baruch Spinoza (1632 –
1677). Este ha sido calificado por muchos como el “padre del pensamiento
moderno” y legó trabajos de gran calado como “Tratado teológico político” o
“Principios de la filosofía de Descartes. Pensamientos metafísicos”.

El empirismo, en cambio, sostenía que el conocimiento siempre derivaba de la


experiencia y de aquello que se registraba a través de los sentidos. Es interesante
conocer que fue desarrollado especialmente por figuras de la talla del sociólogo
escocés David Hume (1711 – 1776) y del filósofo y médico inglés John Locke
(1632 – 1704).

El racionalismo, de este modo, postulaba a la razón como generadora de saber.


Lo que permite la razón es llegar a saberes innatos que, de alguna forma, se
encuentran ocultos en la mente. Para los racionalistas, los sentidos pueden llegar
a engañar a una persona, no así la razón.

Poco a poco, empezó a asociarse al racionalismo con todas aquellas posturas que
anteponían la razón sobre lo experimental o sobre la fe. Por eso muchas veces se
asocia el ateísmo con el racionalismo.

Se conoce como racionalismo arquitectónico, por otra parte, a una rama de la


arquitectura desarrollada al finalizar la Primera Guerra Mundial, que se oponía a la
ornamentación excesiva que proponía el Art Nouveau.

El racionalismo arquitectónico, en este sentido, privilegiaba las formas simples y


apostaba por construcciones dinámicas, realizadas con materiales como hormigón
o acero.

La apuesta contundente por el detalle constructivo e incluso lo que es el uso


constante y permanente del color son también otras dos de las principales señas
de identidad del racionalismo arquitectónico, que contó con insignes artistas que lo
desarrollaron y dieron a conocer tales como el francés Le Corbusier o los
españoles Fernando García Mercadal, Rafael Bergamín o José Manuel Aizpurúa.

DEFINICIÓN DE

VERDAD

Verdad es un concepto abstracto de difícil definición. El término procede del latín


verĭtas y está asociado con la conformidad de lo que se dice con lo que se piensa
o siente. Por ejemplo: si una persona tiene pensado vender su casa y, ante una
pregunta, responde “Yo nunca vendería mi casa”, no está diciendo la verdad (y,
por lo tanto, está mintiendo, que es lo opuesto a la verdad).

La verdad también es la conformidad de las cosas con el concepto que se tiene


formado en la mente sobre ellas: “Es verdad, el camino está en mal estado”, “Lo
que suponíamos resultó ser verdad: el dueño de la empresa planea declararse en
bancarrota”.

Otra forma de entender la verdad es como el juicio que no se puede negar


racionalmente. Si alguien dice “Esta mesa pesa cinco kilogramos” y, tras proceder
a pesarla, confirma dicho peso en la balanza, nadie puede decir que la afirmación
no era verdadera.

En este sentido tendríamos que destacar que se habla de lo que se conoce como
verdad de Perogrullo o perogrullada. En el lenguaje coloquial se hace uso de dicha
expresión que viene a referirse a toda aquella verdad que es sabida de manera
notoria y que, por tanto, se considera que es una necedad el tener que decirla.

Un claro ejemplo de esa mencionada acepción sería la siguiente oración: “En su


exposición oral ante la clase el alumno dijo una verdad de perogrullo: todos
acabamos muriendo”.

Asimismo existen otras expresiones muy habituales que también hacen uso del
concepto que estamos analizando. Este sería el caso de “verdad como puños”,
que se emplea para referirse a aquella que es evidente.

De la misma forma está la locución “una verdad como un templo”. En este caso,
se utiliza frecuentemente para referirse a aquella que es absolutamente evidente y
que, por tanto, no puede refutarse de ninguna de las maneras.

La existencia real de algo también se asocia a la verdad: “¿Ese perro es de


verdad?”, “Quiero comprar una batería de verdad, me aburrí de ensayar con
tachos y baldes”. Si el perro o la batería no son de verdad, no quiere decir que no
existan, sino que se trata de algo diferente a lo que uno imagina como un perro o
una batería real (podría tratarse de un perro de juguete y de una batería
improvisada con otros elementos).

Además de todo lo expuesto tampoco podemos pasar por alto el empleo del
término que nos ocupa en ámbitos tales como el cine. Así, por ejemplo, nos
encontramos con películas tales como “Las dos caras de la verdad”. En el año
1996 fue cuando se estrenó la misma, dirigida por Gregory Hoblit y protagonizada
por Richard Gere y Eduard Norton.

En ella se nos cuenta como un abogado lleva a cabo la defensa de un joven que
ha sido detenido por matar a un arzobispo que, presumiblemente, abusaba
sexualmente de aquel y de sus compañeros.

Las verdades, por último, son expresiones claras con que se reprende o corrige a
alguien: “Te voy a decir una gran verdad: nadie con tu actitud puede llegar
demasiado lejos en la vida”.

Agnosticismo es una doctrina filosófica que afirma que solo podemos extraer
conocimiento, especialmente de las nociones relacionadas con el absoluto y con
Dios, a partir de nuestras experiencias personales y sus fenómenos afines.

Agnosticismo deriva del griego ἄγνωστος (agnostos) que significa “desconocido”, y


hace referencia a la postura de los agnósticos sobre el hecho que no es posible
tener conocimiento total sobre ciertas cosas, especialmente en términos religiosos.

El término agnosticismo fue acuñado por primera vez por el biólogo británico
Thomas Henry Huxley (1825-1895), en el Encuentro de la Sociedad Metafísica, en
Londres, en el año 1869. El concepto se crea como oposición al gnosticismo, que
se basa en conocimientos de verdades ocultas que, según T.H.Huxley, no son
posibles al no incluir el conocimiento a través de la experiencia

El agnosticismo se suele asociar al escepticismo ya que ambos cuestionan y


rechazan las creencias tradicionales religiosas, específicamente cristianas, frente
al impacto de los descubrimientos científicos modernos.
El escepticismo se diferencia del agnosticismo porque se basa en la duda más
que en la razón o la experiencia. El escéptico es incrédulo, y su filosofía se suele
asociar con la expresión popular: “ver para creer”.

La diferencia entre el agnosticismo y el ateísmo radica en que el primero afirma la


imposibilidad de obtener certezas y conocimientos sobre Dios y otros
conocimientos religiosos derivados, en cambio, el ateísmo afirma que no existe
Dios.

https://www.significados.com/agnosticismo/

Qué es Ateísmo:

El ateísmo es la postura o la convicción de que no existe ningún dios o ser


supremo. Niega, además, la verdad de toda fe o creencia relacionada con seres
divinos o sobrenaturales, o doctrinas basadas en su existencia.

La palabra, como tal, se forma a partir del vocablo ateo, que proviene del griego
ἄθεος (átheos), que a su vez se compone del prefijo ἄ- (a-), que significa ‘sin’, y el
sustantivo θεος (theos), que significa ‘dios’. Se forma con el sufijo -ismo, que
significa ‘doctrina’ o ‘tendencia’.

Filosóficamente, los seguidores del ateísmo esgrimen varios argumentos para


cuestionar la existencia de Dios. Por un lado, ponen en duda la evidencia empírica
de su existencia, por otro, señalan las contradicciones de su naturaleza
omnipotente y benevolente, según la cual Dios entonces no debería permitir la
existencia del mal y el sufrimiento en el mundo, así como el argumento de las
revelaciones, inconsistente y contradictorio entre sí en las distintas religiones del
mundo, etc.

Existen dos tipos diferentes de ateísmo en cuanto a su postura y concepción del


hecho divino. A saber:

Ateísmo fuerte o positivo, que niega de plano la existencia de cualquier dios o


entidad sobrenatural.

Ateísmo débil o negativo, que es más laxo, y, en consecuencia, más próximo al


agnosticismo, pues no niega de manera categórica la posibilidad de la existencia
de dioses, sino que simplemente no cree en estos.

Por su parte, lo opuesto al ateísmo es el teísmo, que es la creencia en Dios o en


dioses o seres supremos que trascienden el plano terrenal. Por lo general, el
teísmo es encauzado y dogmatizado por una determinada doctrina religiosa.
Ateísmo y agnosticismo

El ateísmo y el agnosticismo son dos posturas diferentes frente a la existencia y la


naturaleza de lo divino. El agnosticismo, aunque no puede afirmar la existencia de
Dios, pues considera que este conocimiento se escapa a la capacidad de
comprensión humana, tampoco la niega de plano. El ateísmo, en cambio, es una
postura que niega categóricamente la existencia de Dios, de los dioses o de
cualquiPANTEÍSMO

El panteísmo es el sistema de creencia de quienes sostienen que la totalidad del


universo es el único Dios. Esta cosmovisión y doctrina filosófica afirma que el
universo entero, la naturaleza y Dios son lo mismo. En otras palabras, la
existencia (todo lo que fue, es y será) puede ser representada a través de la
noción teológica de Dios.er forma de entidad superior que trascienda el plano
estrictamente material.

Cada criatura existente, según el panteísmo, es una manifestación de Dios, que


adopta forma humana, animal, vegetal, etc. Para muchos expertos, el panteísmo
es el nexo que une a las religiones no creacionistas, además de aparecer en la
esencia de los politeísmos.

El panteísmo, de todas formas, no suele ser considerado como una religión, sino
más bien como una concepción del mundo o una filosofía. Por su amplitud, puede
entenderse de distintas maneras.

El panteísmo, en un sentido, puede considerar que la realidad divina es la única


realidad existente. El universo entero, por lo tanto, es una manifestación o una
emanación de Dios. En otro sentido, el panteísmo puede entender que el mundo
es la única realidad verdadera: Dios, en este caso, queda reducido al mundo y se
convierte en la autoconciencia del universo o en el principio orgánico de lo natural.

Varios de los principales pensadores de la historia de la humanidad son


considerados como panteístas. Heráclito, por ejemplo, sostenía que lo divino se
encuentra presente en la totalidad de las cosas. Para Plotino, Dios es el principio
del todo, aunque no el todo. Giordano Bruno, por su parte, sostenía la existencia
del alma del mundo, que es la forma general del universo. Para Baruch de
Spinoza, por último, nada puede ser ni concebirse fuera de Dios.

Es posible distinguir entre los dos siguientes tipos de panteísmo:

Panteísmo Acosmista: según sus principios, Dios es la única realidad y el mundo


(el cual se concibe como desarrollo, manifestación o emanación) se reduce a ella.
Por su parte, el término «acosmista» deriva del «acosmismo», que se define como
una tesis filosófica que no acepta la existencia del mundo sensible, o bien lo hace
pero solamente de forma hipotética; Ateo: también llamado ateísta, se trata de una
visión que considera como única realidad verdadera al mundo mismo, al cual es
reducido Dios. En otras palabras, la divinidad se concibe como la unidad del
mundo, como principio y fin de la Naturaleza si se entiende como la consciencia
que el mundo tiene de sí mismo.

Existen organizaciones que promueven el panteísmo, generalmente proponiendo


un camino para salvar al planeta, para enfocarse en la Tierra y en el Cosmos en
lugar de aprender acerca de un supuesto más allá y de preocuparse porque
nuestra alma alcance la eternidad. Con claras referencias despectivas a las
principales religiones, buscan reivindicar la belleza que podemos percibir, que
podemos tocar, que nos genera admiración cuando nos acercamos a la
naturaleza, en detrimento de la perfección de dioses sobrenaturales.

El panteísmo tiene una fuerte presencia en la ficción, dado que aparece de forma
implícita o explícita en diversas obras de variada importancia a nivel internacional.
Uno de los ejemplos más sobresalientes es la saga de películas Star Wars, que
habla de La Fuerza, entendida como la energía que reside en todos los seres
vivos del universo y que los conecta entre sí.

Por otro lado se encuentra Avatar, una de las películas más exitosas de los
últimos tiempos, en la cual los extraterrestres tan característicos de esta obra
maestra de James Cameron poseen una forma de entender la vida absolutamente
panteísta. Earth Girl Arjuna, por su parte, es una serie japonesa de anime que
también tiene una visión que gira en torno al panteísmo, dado que aborda la
conexión que hay entre todos los elementos que forman parte del Planeta.

Qué es el Materialismo:

En filosofía, el materialismo es una corriente de pensamiento según la cual el


mundo puede explicarse en función de la idea de materia, pues todas las cosas
son causa de la acción de la materia y no del espíritu. La materia es así la primera
realidad de las cosas, independientemente de que pueda o no ser percibida por
los seres vivos.

Se opone al idealismo, según el cual las cosas solo existen en la medida en que
pueden ser ideadas o percibidas conscientemente por los seres vivos.
El enfoque materialista comprende que las cosas son increadas y que todas ellas
pueden ser estudiadas y comprendidas por el ser humano. Para los materialistas,
la causa de todas las cosas es solo atribuible a la materia.

Tipos de materialismo

Materialismo metafísico o cosmológico

Para los materialistas metafísicos, no existe otra sustancia que no sea la materia y
no existe un mundo fuera del orden material. En este contexto, la materia es el
origen y la causa de todo.

Materialismo práctico o moral

El materialismo práctico o moral sostiene que todo el bien del ser humano se
deriva de los bienes materiales. Esto engloba diferentes aspectos como el placer,
la salud y las posesiones.

Materialismo metódico

Este sistema se propone explicar cómo se conforman las cosas a partir de sus
elementos materiales. Sus seguidores postulan que solo a través de la materia
(cuerpo y movimiento) se pueden explicar los fenómenos.

Materialismo psicofísico

Para esta tendencia del materialismo, cualquier actividad del espíritu está
determinada o causada por factores materiales, como la actividad cerebral.

Materialismo dialéctico y materialismo histórico

El materialismo dialéctico sostiene que la materia es el fondo y la causa de todas


las cosas, incluso de los fenómenos del pensamiento. Para este tipo de
materialismo, la realidad material es la causa de los cambios y movimientos y se
desarrolla en medio de tensiones y luchas ente contrarios.

Forma parte de los postulados de Marx y Engels y se complementa con la


perspectiva del materialismo histórico, que estudia el desarrollo de la historia
humana a partir de las relaciones materiales (economía, política, entre otros).

Ver Materialismo histórico.

https://www.significados.com/materialismo/
IDEALISMO

La noción de idealismo posee dos grandes acepciones. Por un lado, se emplea


para describir la posibilidad de la inteligencia para idealizar. Por otra parte, el
idealismo se presenta como un sistema de carácter filosófico que concibe las
ideas como el principio del ser y del conocer.

El idealismo de perfil filosófico, por lo tanto, sostiene que la realidad que se halla
fuera de la propia mente no es comprensible en sí misma, ya que el objeto del
conocimiento del hombre siempre es construido a partir de la acción cognoscitiva.

Puede decirse entonces que el idealismo se opone al materialismo, una doctrina


que asegura que la única realidad es la materia. Los idealistas subjetivos creen
que la entidad en sí es incognoscible, pero la reflexión brinda la posibilidad de
acercarse al conocimiento. Para los idealistas objetivos, en cambio, el único objeto
que puede conocerse es aquel que existe en el pensamiento del individuo.

Es posible distinguir, de acuerdo al idealismo, entre el fenómeno (el objeto que


puede conocerse de acuerdo a la percepción de los sentidos) y el noúmeno (es
decir, los objetos en sí mismos, con sus propias características naturales). La
realidad está conformada por el contenido de la conciencia del hombre: o sea, por
lo que percibimos y no por lo que realmente es.

Diferencias con el realismo

En general, los términos idealismo y realismo suelen confundirse, pero existen


muchas diferencias entre ambos que resulta necesario señalar.

En principio, ambos conciben el origen del conocimiento de manera diversa; el


realismo sostiene que se da en las cosas, mientras que el idealismo lo define
como una actividad que realiza el hombre para elaborar conceptos.

El realismo plantea la existencia de las cosas independientemente de nuestro


razonamiento o de nuestros procesos intelectuales. Por otro lado, el idealismo
defiende la participación de la mente para la concepción, por ejemplo, de las
leyes, las matemáticas o el arte, las cuales no tendrían lugar sin nuestra
intervención.
De esta forma, se entiende que el idealismo se centra en el ser humano como
sujeto necesario para dar lugar a la realidad, mientras que el realismo parte de ella
y va en su búsqueda. Depende del grado de conocimiento de ambos conceptos,
algunos afirman que están muy cerca de ser opuestos, mientras que otros los
conciben como complementarios.

Otras acepciones

En el lenguaje coloquial, el idealismo está asociado a la confianza en valores que


al día de hoy cayeron en desuso y al optimismo. Un idealista cree que la moral, la
ética, la bondad y la solidaridad, por ejemplo, logran imponerse frente a conceptos
contrarios. Por ejemplo: “Mi abuelo siempre fue un idealista que luchó por un
mundo mejor”.

Lamentablemente, este sentido de idealismo se acerca peligrosamente a la


negación, que es una de las mayores causas del fracaso del ser humano como
especie. Creer de manera firme e inquebrantable en algo, ignorando la posibilidad
de un cambio, haciendo oídos sordos a la diversidad de opiniones, es lo mismo
que morir; es poner límites que no permitan que nada avance, estancar el aire
para que con las corrientes no traiga nuevos aromas. Esta actitud suele estar
asociada con personas mayores pero, como otras actitudes autodestructivas, no
repara en edad, género ni raza.

En la pintura, el idealismo es una forma de representar la realidad con un nivel


muy alto de fidelidad, similar al realismo artístico. Sin embargo, se opone a este
último ya que intenta purificarla de cualquier elemento vulgar o carente de belleza,
según la visión propia de cada artista. Sólo los aspectos de mayor elegancia y
refinamiento pasan el filtro de dicha abstracción, dando como resultado escenas
forzosamente fluidas, sin mucho contraste y equilibradas artificialmente.

POLITEÍSMO

Hasta el griego hay que marcharse para encontrar el origen etimológico del
término politeísmo, que significa “doctrina que sigue a muchos dioses”. Es fruto de
la suma de tres componentes de dicho idioma:

-El prefijo “poli”, que puede traducirse como “muchos”.

-El sustantivo “theos”, que es sinónimo de “dios”.

-El sufijo “-ismo”, que viene a indicar doctrina.


Politeísmo es un concepto que puede entenderse como “muchos dioses”. Se trata,
por lo tanto, de la doctrina que siguen aquellos que creen en más de un dios.

El politeísmo, de este modo, resulta opuesto al monoteísmo (la doctrina basada en


la existencia de un único dios). El catolicismo, el judaísmo y el islamismo son
religiones monoteístas; en cambio, el hinduismo es politeísta

Aunque existen diferentes grupos, puede decirse que los hindúes adoran a Shivá,
Visnú, Kali, Krisná y otros dioses. De este modo, es fácil advertir que se trata de
una religión orientada al politeísmo. Si comparamos este sistema de creencias con
el catolicismo, es fácil advertir las diferencias, ya que los católicos creen en un
único dios (el Dios Todopoderoso).

En la antigüedad, los pueblos romanos, griegos, egipcios, celtas y americanos


eran politeístas. Por lo general estas culturas tenían un panteón de dioses en los
que creían y con los cuales se comunicaban a través de ciertas personas que
dispondrían de dicha capacidad de intermediación, como diferentes clases de
brujos.

En el caso de la religión politeísta romana podemos encontrar una gran variedad


de dioses, entre los que destacarían los siguientes:

-Júpiter, el equivalente al Zeus griego, que era el padre de los dioses y de los
hombres. Se identificaba por su rayo.

-Juno, era la reina de los dioses así como protectora de la familia.

-Neptuno, el dios del mar.

-Marte, el dios de la guerra.

-Minerva, la diosa de la sabiduría y la inteligencia.

-Venus, la diosa del amor.

-Mercurio, el dios del comercio.

Muchas son las discusiones que han girado sobre si es mejor el politeísmo o el
monoteísmo. Por eso, nada mejor que tener en cuenta sus pros o ventajas al
respecto:

-El monoteísmo, por ejemplo, se puede volver absolutamente intolerante. Y eso se


traduciría luego en atrocidades de todo tipo.
-En el politeísmo hay “explicación” para todo ya que cualquier hecho o situación se
atribuye a uno u otro dios.

-Asimismo no hay que pasar por alto que se considera que en el politeísmo se le
da más oportunidades al hombre si comete un “pecado”. Y es que pueda apelar a
un dios para que interceda por él ante otro dios. De la misma manera, se le da
más libertad de actuación al hombre y a la mujer porque sus dioses no son
omnipotentes.

Entre el politeísmo y el monoteísmo se encuentra el henoteísmo. En el


henoteísmo, se cree en varios dioses, aunque uno tiene preponderancia sobre el
resto y, por lo tanto, es el que recibe la adoración. Los antropólogos sostienen que
muchas sociedades antiguas pasaron del politeísmo al henoteísmo y, a partir de
éste, finalmente llegaron al monoteísmo.

En la actualidad, se conoce como neopaganismo a ciertas doctrinas que son


politeístas y que combinan diferentes elementos de religiones previas al
cristianismo.

DEÍSMO

El deísmo es una corriente de la filosofía que admite, mediante el raciocinio y la


experiencia, la existencia de Dios como creador del mundo natural. La doctrina,
sin embargo, no acepta otros elementos característicos de las religiones en su
relación con la divinidad, como la existencia de revelaciones o la práctica de
cultos.

Puede decirse, por lo tanto, que los deístas creen en Dios pero no en las prácticas
y los dogmas religiosos. El deísmo reconoce que Dios ha creado el universo
aunque no cree en su intervención posterior para orquestar su destino.

Para los deístas, no existen los milagros ni la Santísima Trinidad. La manifestación


de Dios se produce a través de las leyes naturales, que pueden analizarse desde
la ciencia. En general el deísmo acepta de manera racional que no se puede
probar que Dios existe ya que el acto de creer, en última instancia, es una
cuestión de fe.

El movimiento deísta, por lo tanto, se acerca a Dios a través de la reflexión. No


apoya la religión organizada e institucionalizada, ni tampoco las doctrinas y los
preceptos emanados de libros supuestamente sagrados.
Los deístas orientan su conducta a partir del pensamiento racional y de la ética
vinculada a su propia conciencia. Por eso también rechazan las órdenes
impuestas por líderes eclesiásticos que aseguran actuar como mensajeros de Dios
y comunicadores de su Palabra.

El deísmo no está de acuerdo con las afirmaciones más importantes de las


religiones, y las cuestionan una y otra vez ante la falta de respuestas satisfactorias
por parte de sus dogmas. Algunas características propias de las personas deístas
son las siguientes:

Deísmo* no aceptan que la existencia de Dios haya sido representada o explicada


completamente en las escrituras generalmente denominadas sagradas;

* Para reflexionar acerca de las características de Dios utilizan la razón y no


permiten que una doctrina les imponga una serie de conceptos inamovibles;

* Con respecto a la ética, intentan guiarse por su propia consciencia y sus


razonamientos a la hora de tomar decisiones importantes, en lugar de seguir
reglas impuestas por instituciones;

* buscan la espiritualidad por caminos espontáneos e inexplorados, a diferencia de


quienes adoptan una tradición;

* No suelen autodenominarse religiosos, sino que prefieren el término espiritual


para describir su relación con Dios;

* dejan a un lado las supersticiones que contaminan ciertas enseñanzas religiosas


y rescatan los aspectos racionales que pueden resultar verdaderamente útiles
para la vida de cualquier persona, religiosa o no.

Muchas personas autodenominadas religiosas deberían considerarse adeptas al


deísmo, ya que no practican ni respetan los dogmas de la religión que aseguran
seguir. Esto sucede especialmente con el cristianismo: en países como España y
Argentina, decenas de personas dicen ser cristianas aunque jamás van a misa,
nunca han leído la Biblia ni pueden relatar con fluidez la historia de Jesucristo, sin
contar que se oponen a la mayoría de las ideas de la Iglesia.

El origen del deísmo se remonta a la Antigua Grecia y su apogeo tuvo lugar sobre
el final del siglo XVII. Grandes personalidades de la historia han sido identificadas
o se han considerado como deístas. Aristóteles, Platón, Immanuel Kant, Thomas
Edison, Voltaire y Walt Whitman son sólo algunas de ellas.

En gramática, se entiende por deísmo la tendencia incorrecta a usar la preposición


de; si bien no tiene tanto protagonismo como el dequeísmo y el queísmo, también
representa un problema que contamina la comunicación de muchas personas
hispanohablantes. Veamos algunos ejemplos de deísmo: «Me dijeron de que iban
a venir a la tarde», «Le dije de quedar en su casa mañana»; en el primer caso
debería omitirse la preposición «de», y en el segundo es aconsejable decir «le
propuse quedar».

DOCETISMO: (Del griego dokein, que significa parecer, aparentar.) Herejía


cristiana. Con orígenes helenísticos y orientales, el docetismo sostiene que Jesús
no era real como ser humano, sino que parecía serlo. Según algunos
historiadores, esta herejía puede proceder de Alejandría, pero hay evidencias de
que ya había partidarios de esa teoría en el primer siglo y puede encontrarse en
grupos gnósticos y pregnósticos. Cierto grado de docetismo se encuentra en
herejías como el ® APOLINARISMO, el ® MONOFISISMO y el ®
EUTIQUIANISMO.

MONTANISMO: Movimiento cristiano de la antigüedad. Seguidores de Montano,


líder cristiano del siglo II en la región de Frigia en el Asia Menor, quien proclamó el
inminente advenimiento de la Nueva Jerusalén.

Montano se opuso a cierto relajamiento de las estrictas normas que caracterizaron


al cristianismo original. Montano y dos mujeres de su iglesia afirmaban tener el
don de profecía. La mayor dificultad para otros cristianos fue que algunos de sus
seguidores le consideraban el «Consolador» que Jesús prometió.

Entre sus partidarios estuvo el famoso teólogo Tertuliano, quien se unió a los
montanistas durante los últimos años de su vida.

El rigorismo ético de los montanistas provocó reacciones negativas entre otros


grupos.

NESTORIANOS: (Hoy se les conoce mayormente como «cristianos asirios» y


como «Iglesia del Este».)

Corriente teológica de la antigüedad. Nestorio, un discípulo de Teodoro de


Mopsuestia elevado al Patriarcado de Constantinopla en 428 d.C., rechazó el título
de Theotokos (madre de Dios) otorgado a la virgen María insistiendo en el de
Christotokos (madre de Cristo).

Nestorio enseñó que en Jesucristo existían dos naturalezas no unidas entre sí: la
divina y la humana. En la teología nestoriana, a la humanidad de Jesús se le
otorgó la forma de la deidad y la humanidad asumió forma de siervo, con el
resultado del prosopon de Jesús de Nazaret, una persona con dos naturalezas. El
Concilio de Éfeso (431) lo declaró hereje y fue depuesto como Patriarca y
deportado a Antioquía. Sus principales opositores fueron los partidarios del
MONOFISISMO.

Nestorio murió en Libia. Sus partidarios lo consideran santo. Los obispos


orientales que rechazaron las decisiones del concilio se organizaron aparte y se
les dio el nombre de nestorianas a sus iglesias y al movimiento considerado como
un todo y conocido también como Iglesia Siríaca Oriental de Mesopotamia. El
centro eclesiástico del movimiento se radicó en Seleucia-Ctesifonte sobre el Tigris
y luego en Bagdad. En Edesa y Nsibis se fundaron escuelas teológicas
nestorianas.

La iglesia se extendió hacia el oriente con misiones en India y China, pero se


redujo considerablemente su influencia por la extensión del Islam en la región
donde se había desarrollado con mayor intensidad. En el siglo XVI un sector se
unió a Roma con el nombre de cristianos caldeos. Otros adoptaron una teología
jacobita o monofisita, y un sector se ha mantenido activo con las doctrinas
originales, en especial en lo que respecta al Kurdistán.

GNOSTICISMO: Movimiento religioso de los primeros siglos de la era cristiana


considerado herético por la Iglesia Católica Antigua (® CATÓLICA ANTIGUA,
IGLESIA), aunque no existe consenso acerca de sus orígenes. Sus raíces vienen
del helenismo grecorromano.

Insistían en la salvación mediante una sabiduría secreta o gnosis. Proclamaban el


conocimiento superior basado especialmente en principios filosóficos, misterios de
iniciación, ciertas doctrinas cristianas y elementos de magia. Su carácter ecléctico
le permitió penetrar las comunidades cristianas de los primeros siglos.

El gnosticismo se caracteriza por un dualismo ontológico, la lucha entre el Dios


trascendente y un demiurgo. La creación del mundo material es el resultado de la
caída de la «Sofía». Un redentor enviado por Dios trae la salvación mediante la
gnosis secreta.

Algunos estudiosos hablan de tres tipos importantes de gnosticismo: mitológico,


filosófico-religioso y mágico vulgar. Otros señalan particularmente su mixtura con
la fe cristiana, así como con ciertas creencias orientales y judías, y su presunción
de alcanzar un conocimiento intuitivo y misterioso acerca de los asuntos divinos.
Debe hablarse, sin embargo, de «sistemas gnósticos» más que de gnosticismo,
debido a la variedad de ideas e interpretaciones respecto a ciertos principios más
o menos básicos.
En las últimas décadas se ha organizado un alto número de «iglesias gnósticas»
en varios países latinoamericanos. La proliferación de sectas ha sido una
constante en la historia del gnosticismo y de los sistemas gnósticos.

El ebionismo

La herejía ebionitaNació de una rama del cristianismo judío quein tentaba explicar
a Jesucristo en función de sus preconcepciones judíassobre Dios. Para algunos
de aquellos primeros cristianos, el monoteísmo signicaba que sólo el Padre era
Dios. En Hechos 15:1–2, 5, se atestigua la presencia de fariseos entre los
creyentes, y los ebionitas, de signo farisaico, comenzaron a enseñar que Jesús
sólo era un hombre, engendrado por José y María. Algunos enseñaban que Jesús
había sido hecho el Hijo de Dios al ser bautizado por Juan. Obviamente, su
enseñanza, llamada adopcionismo, no estaba de acuerdo con las armaciones de
Juan y Pablo en el Nuevo Testamento acerca de los orígenes de Cristo.

El arrianismo
A principios del cuarto siglo, un hombre llamado Arrio presentó con vigor sus
enseñanzas, que fueron aceptadas por muchas personas. Probablemente, la
mejor forma de comprender estas enseñanzas sea expresándolas en ocho
declaraciones lógicamente entrelazadas.
1. La característica fundamental de Dios es la soledad. Él existe solo.
2. En Dios habitan dos poderes: la Palabra y la Sabiduría.
3. La creación fue realizada por una sustancia independiente creada por
Dios.
4. El ser del Hijo es diferente al ser del Padre.
5. El Hijo no es verdaderamente Dios.
6. El Hijo es una Creación Perfecta del Padre.
7. El alma humana de Cristo fue reemplazada por el Verbo o Lógos.
8. El Espíritu Santo es una tercera sustancia creada.
El problema básico de la enseñanza de Arrio era su insistencia en que el Hijo
había sido creado por el Padre. El Concilio Niceno estudió esto, y Atanasio
defendió con éxito la posición de la ortodoxia. Aunque la batalla doctrinal con los
Arrianos siguió en pie durante varias décadas, la Cristología de Nicea quedó jada,
y permanece hasta nuestros días como un baluarte de la ortodoxia.

El apolinarianismo

Apolinar de Laodicea vivió a lo largo de casi todo el siglo cuatro, de manera que
fue testigo presencial de la controversia arriana. Participó en la refutación contra
Arrio y tuvo comunión con los Padres ortodoxos de sus tiempos, incluso con
Atanasio. En su edad madura, se dio a la contemplación de la persona de Cristo a
partir de la premisa losóca de que dos seres perfectos no se pueden hacer uno
solo. Creía en la denición nicena sobre la divinidad de Cristo, pero sostenía que,
como hombre, Jesús habría tenido espíritu, alma y cuerpo. Añadir a esto la
completa divinidad del Hijo tendría por consecuencia un ser cuatripartito, lo cual
para Apolinar sería una monstruosidad. La solución a este problema para Apolinar
consistía en que el Lógos, que representa la divinidad completa del Hijo, habría
reemplazado al espíritu humano en el hombre llamado Jesús. Por este medio,
Apolinar realizaba la unión de lo divino y lo humano en Jesús. Sin embargo, ¿qué
decir de la naturaleza humana que ahora existía sin espíritu? Para comprender la
Cristología de Apolinar, necesitamos comprender su punto de vista sobre la
naturaleza humana. Él creía que el ser humano está compuesto por un cuerpo (el
elemento carnal), un alma (el principio animador de vida) y un espíritu (la mente y
la voluntad de la persona). Según sus enseñanzas, la mente de Jesús era la
mente divina, y no una mente humana. Ahora bien, ¿es éste el Jesús que
presenta el Nuevo Testamento? ¿Cómo habría podido pasar realmente por
tentaciones un Cristo así? Los Padres ortodoxos le hicieron estas y otras
preguntas a Apolinar. Cuando se negó a cambiar de posición, se convocó el
Concilio de Constantinopla, en el año 381, en el que se rechazaron sus
enseñanzas. Ciertamente, tenemos aquí una pregunta importante acerca de
Jesús. ¿Tuvo una mente humana? Hay varios pasajes que parecen pertinentes en
cuanto a este tema. En Lucas 23:46 leemos que, en el momento de su muerte,
“Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.
Esto indica que el espíritu era un aspecto de la existencia humana de Jesús, y
aquí lo menciona como aquello que regresa a Dios al producirse la muerte.
Hebreos 2:14, 17 dice:

Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó
de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo… Por lo cual debía ser en todo semejante a sus
hermanos, para venir a ser misericordioso y el sumo sacerdote en lo que a Dios se
refiere, para expiar los pecados del pueblo. Aquí se arma de la humanidad de
Jesús que es igual a la nuestra. Él ha sido hecho igual a nosotros en todo sentido,
lo cual evidentemente incluye el tener una mente humana, de manera que se
pudiera realizar la Expiación. Las consecuencias doctrinales de la herejía de
Apolinar son un reto a la Expiación misma

El eutiquianismo
Las enseñanzas de Eutiques fueron populares en algunas zonas durante la
primera mitad del quinto siglo. El eutiquianismo comenzó con la afirmación de que
el cuerpo de Jesús no era idéntico al nuestro, sino que era un cuerpo especial
formado para la condición mesiánica de Jesús. Según Eutiques, esto creaba la
posibilidad de que lo divino y lo humano se hubiesen mezclado para crear una
sola naturaleza, en lugar de dos. Por consiguiente, en la encarnación, Jesús era
una persona con una naturaleza, una humanidad divinizada, distinta a toda otra
humanidad.
Esta enseñanza fue examinada por el Concilio de Calcedonia (año
451). Prontamente se reconoció que el tema principal de la enseñanza era la
naturaleza humana de Cristo. De manera creativa, el Concilio usó la terminología
jada en Nicea, de que Cristo era homoúsia con el Padre, para rechazar la
enseñanza de Eutiques. El Concilio armó que Jesús es homoúsia hemín, lo cual
significa que tenía en su humanidad el mismo ser o esencia que nosotros. Esta
conclusión parecerá radical, pero hay varios pasajes de las Escrituras que la
hacen necesaria, siendo uno de los principales el de Hebreos 2:14, 17. Esta clara
defensa de la humanidad de Cristo, al mismo tiempo que se hace una armación
igualmente clara sobre su divinidad, es una indicación de que los miembros del
Concilio estaban dispuestos a mantener las tensiones y las paradojas de la
revelación bíblica. De hecho, la Cristología de Calcedonia ha permanecido en el
cristianismo como el baluarte de la ortodoxia por cerca de quince siglos.

UNIÓN HIPOSTÁTICA: Es un término técnico que designa la unión de las dos


naturalezas, divina y humana, en la persona de Jesús. Cristo es Dios en la carne
(Juan 1:1,14; Col. 2:9; Juan 8:58; 10:30-34; Heb. 1:8). El es plenamente Dios y
plenamente hombre (Col. 2:9); así, tiene dos naturalezas, la de Dios y la humana.
Decididamente, no es "mitad Dios, mitad hombre". Nunca perdió su divinidad, ni
hubiese podido hacerlo. Continuó existiendo como Dios cuando se encarnó y
agregó la naturaleza humana a Su eterna naturaleza divina (Fil. 2:5-11).
Consecuentemente, en Jesucristo está la "unión, en una sola persona, de una
plena naturaleza humana y una plena naturaleza divina".

Ahora mismo, en el cielo hay un hombre, Jesús, quien es nuestro Mediador entre
el Padre y nosotros (1 Tim. 2:5) y nuestro Abogado ante el Padre (1 Juan 2:1).
Para información relacionada sobre Jesús y Sus dos naturalezas vea también
Encarnación; sobre los errores concernientes a sus dos naturalezas, vea
Eutiquianismo, Monofisismo, y Nestorianismo.

NACIMIENTO VIRGINAL DE JESUS:

Es probable que ninguna doctrina del cristianismo haya sufrido un escrutinio tan
extenso como el nacimiento virginal, por dos razones principales. En primer lugar,
la doctrina depende, en cuanto a su existencia, de la realidad de lo sobrenatural.
Muchos eruditos de los dos siglos pasados han tenido prejuicios contra lo
sobrenatural; por esto, han actuado prejuiciadamente al estudiar el nacimiento de
Jesús. La segunda razón para la crítica del nacimiento virginal es que la doctrina
ha tenido una historia de desarrollo que nos lleva mucho más allá de los sencillos
datos que nos proporciona la Biblia. La misma expresión “nacimiento virginal”
refleja esta realidad. El nacimiento virginal fique Jesús fue concebido siendo María
una virgen, y que ella seguía siendo virgen cuando Él nació (no que las partes del
cuerpo de María hayan sido preservadas sobrenaturalmente del curso de
acontecimientos que tienen lugar en un nacimiento humano).1 Uno de los
aspectos en disputa con respecto al nacimiento virginal es el origen del concepto
mismo. Algunos eruditos han tratado de explicar dicho origen por medio de
paralelos helenísticos.2 Se alega que las uniones de dioses y diosas con humanos
en la literatura griega de la antigüedad son los antecedentes de la idea bíblica. No
obstante, esto ciertamente equivale a ignorar el uso de Isaías 7 en Mateo 1. Isaías
7, con su promesa de un hijo que habría de venir, es el fondo para el concepto del
nacimiento virginal. Abundantes controversias han girado en torno al término
hebreo almá, usado en Isaías 7:14. Se suele traducir esta palabra como “virgen”,
aunque algunas versiones la traducen “doncella” o “mujer joven”. En el Antiguo
Testamento, cuando el contexto da una indicación clara, se usa para referirse a
las vírgenes en edad casadera.3 Dijo entonces Isaías: Oíd ahora, casa de David.
¿Os es poco el ser molestos a los hombres, sino que también lo seáis a mi Dios?
Por tanto, el Señor mismo os dará [plural, a toda la casa de David] señal: He aquí
que la virgen [almá] concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Isaías 7:13–14 Parece que, en el contexto de los capítulos 7 y 8 de Isaías, la
profecía acerca de la almá tenía un signiɹcado para los tiempos de Isaías que era
muy importante. En primer lugar, la profecía no fue dicha para el rey Acaz, sino
para toda la casa de David. El rey Acaz se estaba enfrentando a una amenaza
militar de parte de los ejércitos aliados del Reino del Norte y de la nación de Aram
(7:1–9). En un intento por asegurarle que la amenaza no se convertiría en
realidad, Isaías lo animó a pedir la señal espiritual que quisiera, pero él se negó.
Entonces, el Señor prometió una señal sobrenatural, no para Acaz, sino para toda
la casa de David; una señal que sería importante a lo largo de la historia.4
Recordemos que el nombre del niño sería Emanuel, “Dios con nosotros”. El uso de
Isaías 7:14 en Mateo 1:18–22 señala su gran importanciapara comprender el
nacimiento del Señor Jesucristo. Aquí se tratan la concepción virginal y el
nacimiento de Jesús con respeto y dignidad. El Evangelio según San Mateo
informa que María quedó encinta por la acción del Espíritu Santo sobre ella, al
concebir ella a Jesús en su vientre. José, el prometido de María, no quiso creer
esto hasta que el ángel se lo informó. Una vez ocurrida la concepción, fue claro
que era un cumplimiento divino de la profecía de Isaías 7:14. Otro aspecto de las
narraciones sobre el nacimiento de Jesús en los evangelios es el enfoque tomado
por cada escritor. Mateo se centra en el papel de José dentro del relato. Describe
las apariciones del ángel y las acciones justas de José en obediencia a los
mandatos. En cambio, Lucas parece contar la historia desde la perspectiva de
María. Por él conocemos los sucesos relacionados con Zacarías y Elisabet, y el
parentesco entre María y Elisabet. Lucas describe también la aparición del ángel
Gabriel a María (Lucas 1:26–31) y la hermosa respuesta de María en el Magníɹcat
(Lucas 1:46–55). Tanto Mateo como Lucas usan la palabra griega parzénos para
describir a María como una joven soltera y sexualmente pura. En Mateo 1:23, esta
palabra griega traduce la palabra hebrea almá, tomada de Isaías 7:14. Conlleva un
claro signiɹcado contextual que indica la virginidad corporal de María, quien
entonces se convirtió en la madre de nuestro Señor Jesus

REAL

Real es aquello que existe de manera verdadera o auténtica. Lo real, por lo tanto,
pertenece al plano de la realidad. Este concepto (realidad), de todas maneras, es
de difícil definición y se presta a diversos debates filosóficos

El unitarismo: Niega la doctrina de la Trinidad y clama de que hay una persona en


la Divinidad quien se manifiesta en tres formas diferentes: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo. Estas “formas” no son tres personas separadas sino una, la cual
ocupa formas consecutivas

Teología sistemática, es una disciplina de la teología cristiana, cuyo fin es formular


una coherente, ordenada y racional presentación de la fe y creencias cristianas,
inherentes a un sistema de pensamiento teológico que se desarrolla con un
método, que puede aplicarse tanto en lo general como en lo particular. Si bien una
teología sistemática debe tener en cuenta los textos sagrados de su fe, también
debe mirar a la historia, la filosofía, la ciencia, la ética.

Qué es Paganismo:

Por paganismo se entiende la práctica de religiones politeístas que no son


aceptadas por el cristianismo, el judaísmo y el Islam. Originalmente, el término
pagano proviene del latín “paganus” que quiere decir ‘habitante del campo o
aldea’.

La teología bíblica es el estudio de las doctrinas de la biblia, organizadas según


su cronología y antecedentes históricos. A diferencia de la teología sistemática,
que clasifica la doctrina de acuerdo a temas específicos, la teología bíblica
muestra la manifestación de la revelación de Dios mientras sucedía a través de la
historia. La teología bíblica puede tratar de aislar y expresar las enseñanzas
teológicas de una determinada porción de las escrituras, tales como la teología del
pentateuco (los primeros cinco libros del antiguo testamento), o la teología
contenida en los escritos de Juan, etc. O también podría centrarse en un
determinado período de tiempo, tal como la teología de los años del reino
unificado. Otra rama de la teología bíblica puede estudiar un asunto o tema
particular en la biblia: por ejemplo, un estudio sobre el "remanente", podría buscar
cómo es que se presenta y se desarrolla el tema a lo largo de las escrituras.

Existencialismo

Corriente filosófica europea que considera que la cuestión fundamental en el ser


es la existencia, en cuanto existencia humana, y no la esencia, y que respecto al
conocimiento es más importante la vivencia subjetiva que la objetividad.

"Kierkegaard, Heidegger y Sartre son los principales representantes del


existencialismo; el existencialismo se desarrolló sobre todo en el período de
entreguerras y después de la Segunda Guerra Mundial"

Ontológico es el adjetivo que indica que algo es relativo o perteneciente a la


ontología, es decir, a la rama de la filosofía metafísica que estudia la naturaleza
del ser en cuanto ser, y busca determinar las categorías fundamentales de la
existencia y la realidad, así como la manera en que estas se relacionan entre sí.
Filósofos como Parménides y Platón sentaron las bases del pensamiento
ontológico, que luego Aristóteles abordaría de manera más amplia en su libro
Metafísica.

Etimológicamente, su origen se encuentra en el término griego ὄντος (óntos), que


significa ‘el ser’, ‘ente’, y λóγος (lógos), que traduce ‘ciencia, tratado’; y el sufijo del
español -ico, -ica, que designa que algo es ‘relativo a’.

Evidencia

Una evidencia es una muestra verificada y certera obtenida en una investigación.

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