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LA ORGANIZACIÓN MORFOSINTÁCTICA

LAS “GRAMÁTICAS INFANTILES”

La gramática no es sólo una estructura arbitraria que se impone a las


primeras realizaciones del niño: es un proceso de perfeccionamiento de las
estructuras lógicas primarias que se desarrolla paralelamente al proceso de
adaptación de estas estructuras a las claves del código específico de cada
idioma.

Las diferencias entre la sintaxis adulta y la infantil no se pueden


describir como una mera reducción del modelo adulto. En cada momento, el
sistema lingüístico del niño es autosuficiente y completo; aunque al mismo
tiempo está en continuo progreso, se reformula y reorganiza, en su esfuerzo
de adaptación al modelo lingüístico que le rodea.

El niño adquiere las estructuras morfosintácticas según dos


procedimientos diferentes: por imitación, utilizando las “unidades de
oración” aprendidas y recordadas como un todo; pero también se sirve de la
extensión analógica. Con estos dos mecanismos, el niño llega a tener un
sistema lingüístico propio que se adapta al del adulto por un gradual
desarrollo de las reglas y no necesariamente por la sustitución integral de
una regla por otra o por la adquisición de regalas una por una.

El progreso se basa en la formulación de una serie de hipótesis cada


vez más adaptadas y eficaces para explicar el modelo, fruto de un
mecanismo de interacción entre las producciones del niño y las que recibe
del entorno.

MECANISMOS DE APRENDIZAJE DE REGLAS

Para intentar explicar la facilidad que encuentra el niño para


generalizar el aprendizaje de reglas por analogía, se ha pensado que éste se
sirve de reglas morfológicas inducidas por la experiencia, es decir, por la
utilización de frases o “unidades de oración” emitidas al principio como un
todo. El niño infiere una gramática a partir de las regularidades de la
muestra de frases producidas por los adultos. Sin embargo, el lenguaje de
los niños presenta con frecuencia formas gramaticales enteramente
originales (sin analogía con la gramática del adulto) y en algún caso
totalmente aberrantes según la norma lingüística. Por ejemplo, en muchas
ocasiones, lo esencial del discurso del niño tiende a colocarse en primer
lugar. Esto constituye un fenómeno lógico, puesto que es por su calidad de
palabra más relevante, es decir, más cargada de información, por lo que ha
sido elegida y memorizada para transmitir al principio todo el contenido del
mensaje.

Slobin (1984) desarrolló un estudio comparativo del lenguaje infantil


en más de 40 idiomas y observó ciertas regularidades que propone como
mecanismos universales en las estrategias de adquisición de la comprensión
y producción del lenguaje:
 Prestan atención a los finales de las palabras.
 Prestan atención al orden de las palabras y de los morfemas.
 Tienden a asociar marcadores gramaticales y valores semánticos.
 Evitan las interrupciones y las exclamaciones
 Marcan claramente las relaciones semánticas

PAUTAS EVOLUTIVAS

El niño se sirve primero de palabras tomadas en un sentido lexical


para después proyectar en ellas el reflejo de las funciones gramaticales. Las
primeras palabras se suelen considerar desde un punto de vista funcional
como frases o palabras-frases (holofrases).

Al principio, para sus holofrases y para las primeras frases de dos o


tres palabras, el niño utiliza únicamente las palabras semánticamente “llenas
o palabras de contenido (sustantivos, verbos, adjetivos) y omite las “vacías”
o nexos (preposiciones y conjunciones).

No es fácil establecer una cronología exacta de la evolución de las


adquisiciones estructurales, para simplificar, podemos decir que se
desarrollan en tres niveles:

 El orden de la frase, cambia de un idioma a otro y responde a unas


normas arbitrarias que el niño tiene que aprender a respetar. Hasta
los 36-40 meses el niño dispone de pocas flexiones y nexos para
matizar su mensaje, y por eso recurre a veces a construcciones
personales y modificaciones de la entonación para dar más relieve a
ciertas palabras.
 Las flexiones, las variaciones dentro de una misma palabra (plural-
singular, masculino-femenino, tiempos de los verbos).
 El uso de nexos, preposiciones, conjunciones, pronombres relativos,
deícticos...

De 12 a 24 meses Frases holofrásticas: una sola palabra con un contenido


amplio
De 21 a 24 meses Aparecen las primeras combinaciones de 2 ó 3 palabras.
El orden natural SVO no está todavía integrado y no
existen flexiones ni uso de nexos.
La significación gramatical depende más bien de la
entonación, de gestos y mímica añadidos.
Estas frases expresan deseos, emociones y en ocasiones
dan un comentario sobre una persona u objeto.
A los 30 meses Enunciados de 3 ó 4 palabras.
Aparición del artículo indefinido y algunos pronombres
personales (yo, mí, tú, ti).
El orden se adapta progresivamente al idioma.
Uso rígido del plural y singular para las mismas palabras.
Se usan con cierta rigidez el imperativo, infinitivo,
presente de indicativo, gerundio y pretérito imperfecto.
Aparición de las primeras preposiciones (a, en, para, de)
A los 36 meses Artículos definidos y contractos.
En enunciados simples el orden de las palabras tiende a
ser correcto.
Mayor flexibilidad en el uso del plural-singular y de los
tiempos verbales.
Uso de la perífrasis “voy a...” como fórmula de futuro.
Inicio de relativos, interrogativos.
Aparecen nuevas proposiciones (por, con); pronombres
(él, ella, ellos, ellas, nosotros).
Primeras coordinaciones entre enunciados simples (y, o).
De 36 a 48 meses Es capaz de hacer frases correctas de 6-8 palabras,
aunque la media suele ser de 4 ó 5.
Gran número de adjetivos y adverbios, sobre todo de
lugar.
Añade fórmulas de futuro para los verbos y distingue
mejor el uso de los distintos tiempos del pasado.
Uso, frecuentemente incorrecto, del subjuntivo.
A los 54 meses Usa adverbios de tiempo (hoy, ayer, luego).
Empieza a construir proposiciones subordinadas
circunstanciales de causa y consecuencia.
A los 60 meses Uso correcto de los relativos y conjunciones,
pronombres posesivos y tiempos principales, incluyendo
el condicional.
Uso de subordinadas circunstanciales de tiempo, aunque
con problemas de concordancia.

En la comprensión de una frase, el niño adquiere progresivamente


tres tipos de estrategias que, luego, irá empleando en función de la
situación:

 Estrategia pragmática, se basa en el contenido lexical y su


combinación más probable; es decir, relaciona las palabras de
contenido en función del significado más lógico o previsible.

 Estrategia posicional, se basa en el orden y en las posiciones de las


palabras en la frase. Tiende a asignar los distintos papeles
gramaticales de las palabras de contenido según el orden típico del
castellano SVO.
Estas estrategias posicionales se desarrollan entre los 3 y 6 años.

 Estrategia morfosintáctica, viene a completar el proceso a partir de


los 6 ó 7 años, y se centra sobre las modificaciones sintácticas
significativas cuando las estrategias anteriores no pueden solucionar
el problema.
A partir de entonces, utilizará las tres estrategias en función de los
problemas planteados por el mensaje y la situación, siguiendo la ley de
economía del mínimo esfuerzo.

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