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La cárcel en Colombia.

ESTUDIANTE: DIEGO FERNANDO ORTIZ GALEANO CODIGO:


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El sistema carcelario colombiano es uno de los tantos que pueden ser


cuestionados en el mundo. Por las circunstancias que ha atravesado Colombia
a lo largo de su historia, es cierto que vivimos en una sociedad con unos altos
indices de criminalidad, que sumado a una creciente tendencia a creer que
aumentando el máximo de las penas se van a reducir los niveles de delincuencia,
han conllevado a una fisura en la estabilidad de nuestro sistema penitenciario.
Deberíamos reflexionar si nuestro sistema es realmente uno que conlleve a
resocializar a las personas que son condenadas por diversos delitos. Uno de los
sistemas más eficientes y que ha dado mucho de qué hablar
contemporáneamente es el noruego, ellos dicen que su sistema es el más
humano de todos. En la isla de Bastoey, en el sur de Oslo, por ejemplo, los
reclusos pueden caminar alrededor de una cárcel que parece un pueblo rodeado
de granjas, allí practican el esquí, cocinan, juegan al tenis y a las cartas. Tienen
su propia playa e incluso son los encargados de administrar el ferry que conecta
a la isla. Utilizan el llamado "principio de normalidad": la idea de que un día en la
cárcel no debería ser muy diferente al del mundo real.
En cuanto a la rehabilitación, la mayoría de los presos comienza a pagar sus
penas en cárceles de alta seguridad. Luego se considera una transferencia a
una prisión de menor seguridad, con la idea de crear una transición gradual de
la prisión a la libertad. En esta etapa los reclusos pueden tener algunos
"permisos" dentro de su encarcelamiento, para hacer viajes a sus casas y
enfocarse en su reintegración a la sociedad.
De acuerdo al Sistema Correccional Noruego, la prisión debe imponer una
restricción de la libertad, pero nada más. Eso significa que todos los presos
tienen los mismos derechos que las otras personas que viven en Noruega y la
vida en la cárcel debe ser parecida, en lo posible, a la del mundo exterior. Todos
los reos noruegos tienen derecho a estudiar y a votar.
El sistema ha sido blanco de críticas, pues muchos lo consideran demasiado
blando. Pero es difícil argumentar que no funciona. Cuando los presos dejan la
cárcel, la mayoría de ellos logra mantenerse fuera de las rejas, en mi opinión
porque este es más un modelo activo en el cual cada una de sus acciones es en
virtud de promover un verdadero cambio en la humanidad de una persona, no
como pasa en nuestro sistema que es simplemente una persona encerrada por
mucho tiempo en la cárcel sin hacer algo realmente eficaz para cambiar, lo cual
solo promueve sentimientos negativos como alimentar una venganza para el día
en el que recupere su libertad.
En la isla-cárcel de Bastoey los prisioneros trabajan en una granja y aprenden
realmente a redirigir e rumbo de sus vidas con base en un trabajo resocializador
lo que conlleva a que la reincidencia criminal en Noruega sea del 20%, la tasa
más baja del mundo, en Reino Unido, es del 46% y en EE.UU. el 76% de las
personas que salen de la cárcel regresan a ella en los siguientes cinco años.
Ahora, con base en esto debemos preguntarnos, ¿tenemos realmente un
sistema carcelario resocializador que ayude a recuperar el rumbo positivo en la
vida de una persona que algún día delinquió y se transforme en alguien al
servicio de la sociedad?

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