Cuauhtémoc A.

Enríquez Coronel
Aporías o paradojas en el discurso de Manuel
Atienza respecto de la argumentación

Aporías o paradojas en el discurso de Manuel Atienza respecto de la argumentación

jurídica.
El discurso de Manuel Atienza sobre argumentación
jurídica, presenta paradojas o aporías, y además recurre
a una petición de principio, o lo que podrá calificarse del
recurso de autoridad, al afirmar que las expresiones:
“«argumentación jurídica», «teoría de la argumentación
jurídica», «método jurídico» y «metodología jurídica»”, se
refieren a lo mismo, y en relación a sus comentarios sobre
la tópica de Theodor Viehweg, a la que realiza una serie de
críticas, y al parecer solo es rescatable el deseo de una
mayor razonamiento, sin embargo menciona que su postura
es paradójicamente (sic) punto de partida en las
investigaciones de los sistema jurídico expertos para la
construcción de como razonan los profesionales del
derecho.

En el libro El derecho como argumentación, Atienza comenta
que las expresiones: “«argumentación jurídica», «teoría de la
argumentación jurídica», «método jurídico» y «metodología
jurídica»” se emplearon al parecer en forma sinónima, lo que
implica varios problemas, el primer problema se refiere a si son
o no sinónimas, el segundo problema se refiere al caso de no
ser expresiones sinónimas, omite indicar a que se refiere cada
una de estas expresiones y cuáles son sus diferencias. En el
libro Las razones del derecho, realiza diversas críticas la postura
de Theodor Viehweg sobre la tópica, que en su opinión al
parecer carece de utilidad, sin embargo, menciona que es
considerada en las investigaciones de sistemas jurídicos
expertos para la construcción de programas que reproduzcan la
forma de razonar de los profesionales del derecho.
El discurso de Manuel Atienza, es una postura de defensa del
positivismo jurídico, en que una de las principales corrientes
contemporáneas son las teorías de la argumentación, en lo que
tiene razón es que la tópica no puede ser considerada como una
teoría de la argumentación, y la postura de Atienza, es un
ejemplo de lo afirmado por Thomas S. Kuhn:
“… Ninguna parte del objetivo de la ciencia normal está
encaminada a provocar nuevos tipos de fenómenos; en realidad,
a los fenómenos que no encajarían dentro de los límites
mencionados frecuentemente ni siquiera se los ve. Tampoco
tienden normalmente los científicos a descubrir nuevas teorías y
a menudo se muestran intolerantes con las formuladas por
otros.”
Es evidente que «argumentación jurídica», «teoría de la
argumentación jurídica», «método jurídico» y «metodología
jurídica» no son expresiones sinónimas por tener objetos
diferentes, por lo que es necesario determinar el ámbito objetual
que refiere cada una de estas expresiones, con la finalidad de
indicar cual es la expresión correcta conforme al ámbito objetual
a que se refiere, de lo contrario Atienza recurre a una petición de
principio, en el sentido que sin demostrar que estas expresiones
se emplearon para referir el mismo ámbito objetual, debemos
aceptarlo por lo que el lo dice, y en ese sentido constituye el
principio de autoridad.
Método jurídico. Etimológicamente la expresión ‘método’ se
refiere a un camino a seguir, debemos entender como el
procedimiento a seguir para lograr un resultado, en ese sentido
el método jurídico sería el procedimiento para obtener el
conocimiento de los fenómenos jurídicos, su objeto es el
procedimiento que se sigue para conocer los fenómenos
jurídicos, en ese sentido Hegel afirma que método es el
desarrollo del concepto.
La metodología jurídica, tiene por objeto de estudio o de
investigación el procedimiento que se siguen en la investigación
o conocimiento de los fenómenos jurídicos.
La argumentación jurídica tiene demostrar la validez o no de un
determinado discurso.
La teoría de la argumentación jurídica, tiene por objeto las
construcciones que se aplican para demostrar la validez o no de
un determinado discurso, en este sentido Jürgen Habermas:
“… la argumentación es un acto de habla, es un medio para
conseguir un entendimiento lingüístico, que es el fundamento de
una comunidad intersubjetiva donde se logra un consenso que
se apoya en un saber proporcional compartido, en un acuerdo
normativo y una mutua confianza en la sinceridad subjetiva de
cada uno … Llamo argumentación al tipo de habla en que los
participantes tematizan las pretensiones de validez que se han
vuelto dudosas y tratan de desempeñarlas o de recusarlas por
medio de argumentos… la argumentación contiene razones que
están conectadas de forma sistemática con la pretensión de
validez de la manifestación o emisión problematizadas. La
fuerza de una argumentación se mide en un contexto dado por
la pertinencia de las razones” Habermas: 2002: 185.
Se ha afirmado que el paradigma de la argumentación es la
demostración, por lo que su finalidad no es convencer o
persuadir, sino proporcionar un argumento que no pueda ser
refutado.

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“En la argumentación el discurso (i.e. la forma en que se
expresan los argumentos) no busca persuadir (disuadir) o
convencer, la idea es proveer un argumento que en el caso no
pueda ser “vencido”, un argumento que no pueda ser refutado,
contra el cual no se pueda proporcionar un contra ejemplo: un
argumentum fides. Este argumento “cierra” la confrontación. La
argumentación no persigue la adhesión a una tesis, sino mostrar
un argumento que, ex tunc, no puede ser vencido … Sobre el
particular cabe recordar que el paradigma de la argumentación
es la demostración. En ella claramente la convicción o consenso
no cuentan.” (Tamayo: 2003, 196-198)
La argumentación ha sido considerada como un tipo de habla en
que los participantes exponen argumentos a favor o en contra de
la validez de una determinada cuestión:
“Llamo argumentación al tipo de habla en que los participantes
tematizan las pretensiones de validez que se han vuelto
dudosas y tratan de desempeñarlas o de recusarlas por medio
de argumentos. Una argumentación contiene razones que están
conectadas de forma sistemática con la pretensión de validez de
la manifestación o emisión problematizadas.” (Habermas: 1999,
37)
La argumentación ha sido considerada como un proceso interno
al discurso, en el encadenamiento de los enunciados
lingüísticos:
“… la argumentación, por el contrario, consiste en un
encadenamiento basado en la naturaleza misma de los
enunciados; es un proceso interno al discurso. Por ello, se trata
de un fenómeno de la lengua: la orientación argumentativa del
enunciado está impuesta mediante procedimientos puramente
lingüísticos”. (Caron: 1983,153)
Tópica.
La tópica para Aristóteles es un método para formular toda clase
de silogismos sobre cualquier cuestión, partiendo de
proposiciones probables.
“El fin de este tratado es encontrar un método con cuyo auxilio
podamos formar toda clase de silogismos sobre todo género de
cuestiones, partiendo de proposiciones simplemente probables,
y que nos enseñe, cuando sostenemos una discusión, a no
adelantar nada que sea contradictorio a nuestras propias ideas
… “ Aristóteles.
La tópica se refiere (Viehweg 1991) a un razonamiento
heurístico, a la búsqueda de solución de problemas, a partir de
los topoi o lugares comunes, entre los que menciona la
jurisprudencia, sin embargo, si consideramos que el derecho
positivo, se íntegra a partir de principios, estos serían los
principales topoi, en este sentido (Coseriu: ), el descubrimiento
de la verdad no responde a un procedimiento específico que de
seguirlo se llegue a conclusiones verdaderas, ya que el
descubrimiento de una verdad primaria es un acto de
conocimiento, y agrega que la inferencia misma es un acto que
escapa a la lógica.
“En cuanto a la relación entre la lógica apofántica y la noción de
verdad, hay que observar que la lógica concierne a la manera de
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Aporías o paradojas en el discurso de Manuel Atienza respecto de la argumentación
exponer, no a la manera de descubrir la verdad. El
descubrimiento de una verdad primaria es un acto de
conocimiento que no depende de la técnica del pensamiento
apofántico. Este pensamiento puede, sin embargo, deducir otras
verdades de las verdades ya descubiertas o admitidas como
tales; por consiguiente, la lógica apofántica es también teoría de
la deducción. Asimismo, en cuanto lógica inductiva, es teoría de
las condiciones y formas de inferencia; pero la inferencia misma
es un acto intuitivo que escapa a la lógica”. Coseriu 1987.
“La pone en movimiento la heuresis o inventio. La tópica o ars
inveniendi proporciona indicaciones útiles, los topoi o loci
ofrecen ayudas iniciales concretas. Funcionan como “fórmulas
de búsqueda”, en el sentido retórico, como directrices ofrecidas,
aceptadas, o de alguna manera impuestas o rechazadas, para la
invención, es decir, para descubrir puntos de vista que
solucionen el problema en la dirección indicada dentro de una
tópica de primer o segundo grado, como posibilidades para
ingresar en conversaciones, como objetos de negociación, etc.”
Viehweg 1991.
La tópica como menciona Atienza no es una forma de
argumentación, sino como menciona Aristóteles un método o
procedimiento para la búsqueda de la verdad, así como para la
solución de problemas, y como menciona Coserieu, la verdad
primaria es un acto de conocimiento que no resulta de seguir un
procedimiento específico, y que al igual que la “inferencia misma
es un acto intuitivo que escapa a lógica”.
La tópica es un procedimiento heurístico, que no adopta o sigue
un determinado procedimiento, es algo incomprensible para las
teorías positivistas que afines a procedimientos dogmáticos.
Aristóteles
Atienza, Manuel. El derecho como argumentación.
Atienza, Manuel. Las razones del derecho.
Caron, Jean. Las regulaciones del discurso, psicolingüística y
pragmática del lenguaje. Madrid, España, Gredos 1983
Coserieu, Eugenio. Gramática, semántica, universales. Madrid,
España, Editorial Gredos
Madrid1987
Habermas, Jürgen. Teroria de la acción comunicativa.
Kauffmann, Arthur. Hermenéutica y derecho. Granada, España,
Editorial Comares 2007.
Kuhn, Thomas S. La estructura de las revoluciones científicas.
México, Fondo de Cultura Económica 1971
Rivano Fischer, Emilio. De la Argumentación. Bravo y Alende
Editores 1999.
Tamayo y Salmorán, Rolando. Razonamiento y argumentación
jurídica. México. UNAM 2003
Viehweg, Theodor. Tópica y Filosofíadel derecho. España,
Gedisa 1991.