Вы находитесь на странице: 1из 2

EL NUEVO CAPITALISMO

(Capitalismo Flexible)

Somos lo que hacemos. Este principio, que consagra el puesto de trabajo


como un factor fundamental en la formación del carácter y la identidad de
las personas, sufre una mutación de enormes consecuencias. El escenario
laboral -lo que hacemos- del capitalismo moderno propicia una economía
más dinámica pero, al mismo tiempo, desbanca antiguos valores, como la
integridad y el compromiso, y los sustituye por otros nuevos que van
conformando al individuo de nuestro tiempo: el que se reiventa cada día a sí
mismo.Richard Sennett, sociólogo norteamericano afincado en Londres y
actual profesor de la London School of Economics, aborda en su libro La
corrosión del carácter (Las consecuencias personales del trabajo en el
nuevo capitalismo) -publicado por Anagrama- una investigación
multidisciplinaria en la que conviven antropología, economía y sociología
para diseccionar lo más sustantivo en el tránsito desde el "capitalismo de
clase al sistema actual o capitalismo flexible".

El editor de Anagrama, Jorge Herralde, señaló ayer, en la presentación del


libro a la prensa, que La corrosión del carácter es un texto mestizo, nómada
entre géneros, a medio camino entre el reportaje, la teoría, la autobiografía
y la investigación de campo del antropólogo, "en el que el autor ha sabido
mantenerse alejado de la terminología doctrinal de los académicos".
Salvando las distancias de tema y de ámbitos, Herralde comparó el libro de
Sennett con otro ensayo sobresaliente de los últimos años: El Danubio, de
Claudio Magris.

Sennett realizó decenas de entrevistas con ejecutivos de IBM despedidos


durante la gran reestructuración de la compañía en los años noventa, y con
otros empleados, como los trabajadores de una panificadora de Boston
(Estados Unidos), que pertenecen a la misma familia. Después sintetizó o
desglosó (según el caso) estas conversaciones para ponerlas en boca de
personajes imaginarios. Uno de ellos, Enrico, revive en el libro la historia del
portero de un garaje que, gracias al ahorro de muchas décadas, dio
estudios superiores a su hijo y se instaló en un barrio residencial. Sennett
reconoce que Enrico es el último eslabón de la jaula de hierro, un refugio
burocrático que racionaliza el tiempo -tal como lo teorizó Max Weber-
apoyándose en el sueldo, primero, y después en la pensión.

Enrico ya no es posible. Al trabajador del capitalismo flexible no se le exige


paciencia, sino cambio permanente. Transitoriedad, innovación, proyectos a
corto plazo y movilidad sin límites son, entre otros, los aspectos
característicos del capitalismo moderno, que ha desplazado al viejo orden,
basado en la estabilidad del puesto de trabajo.

Sennett dedica su libro a los lectores europeos. Al interior del continente


todavía no han llegado las recetas neoliberales que se aplican en Estados
Unidos. "El ataque al Estado de bienestar comenzó en los regímenes
anglosajones y ahora se extiende a otras economías más renanas, que
tratan a los que dependen del Estado como parásitos sociales más que
como personas verdaderamente indefensas".

A criterio de Sennett, la nueva situación "está haciendo imposible que los


trabajadores logren una identidad moral, lo que provoca la indiferencia de
muchos como arma defensiva". La falta de interés, el pasotismo, es la
respuesta de los que se sienten desincentivados, un número cada vez más
creciente de personas cuyo denominador común es la no implicación, tanto
en las empresas como en los proyectos profesionales. Este desinterés de
millones de nuevos emboscados es, además, una forma de protesta, que
suple hoy al viejo instinto de clase en el que se forjaron las organizaciones
sindicales.

La desincentivación laboral es también la pantalla del miedo. El sentido del


riesgo y los cambios constantes en el mundo del trabajo que pregona el
nuevo capitalismo "están siendo percibidos con miedo por las clases
medias, que se sienten inestables y vulnerables", explica Sennett. Y el
miedo permeabiliza las membranas del mundo familiar: "Cada día hay
menos solidaridad entre los trabajadores; los padres de familia ya no les
pueden inculcar a los hijos valores como la solidaridad o la lealtad, porque
saben que crecerán en un mundo sin ningún tipo de organización".

El buceo de Sennett en los mecanismos del capitalismo moderno desvela


las perversiones del sistema. Una de estas perversiones, la ilusión del
emprendedor, es hoy un arquetipo en decadencia por el uso y abuso de su
concepto. De la América de Rockefeller, en la que cualquiera podía llegar
ser millonario, se ha pasado a la ilusión de que "todos podemos ser
emprendedores si nos arriesgamos". Mentira: "En los últimos 10 años, el
93% de las nuevas empresas creadas en Estados Unidos han fracasado
antes de los tres años".

Вам также может понравиться