TRABAJO PRÁCTICO Nº 1

Frontera y límites del arte: el hilo en el mundo.

Introducción
En el presente trabajo se decidió abordar los siguientes relatos artísticos: Contingente de
Adriana Varejão, Walking a Painting y The loop de Francis Alys, y Toy an Horse de
Marcos Ramirez Erre. Estos cuatro relatos tienen una problemática en común: el
territorio; lo ponen en cuestión junto con los límites geopolíticos que lo delimitan. Vamos
a desarrollar un análisis de cada uno de estos relatos teniendo en cuenta la paradoja que
hay entre el desplazamiento y el pertenecimiento a un lugar.
Hablamos de paradoja porque, por un lado, la existencia del mapa y de las fronteras
delimita un τοπος (topos); pero, por el otro, nos permite pensar en la imposibilidad de
fijación para la frontera en el dominio del arte y esta hipótesis se sostiene en el análisis
de los relatos. Por esto, vemos la frontera como algo artificial, posible de ser traducida en
dominación, y en contra del arte contemporáneo que se presenta con la intención de borrar
estas fronteras.
Basados en estos presupuestos y en las lecturas de los textos de Agamben (2008) y Smith
(2012) estableceremos un análisis de tres relatos que están en el libro Atlas Portátil de
América Latina de Graciela Speranza y un relatos del libro La sociedad sin relato de
Néstor García Canclini. Por cuenta del eje elegido - Frontera y sus desplazamientos - nos
pareció pertinente agregar el relato de Canclini acerca del Toy and Horse, pues este junto
con el relato The loop ponen en cuestión una misma frontera geopolítica/física, que es la
de Tijuana y San Diego. Tenemos así un espacio más amplio, incluso acerca de las
posibilidades performativas que una misma tensión, en un mismo lugar permite a artistas
contemporáneos apropiarse de modos distintos.

Desarrollo
Contingente de Adriana Varejao(2000)
De este modo empezamos a trabajar con el relato de Varejão que fue nombrado
Contingente. Allí podemos ver que el nombre tiene una relación estrecha con una
inespecificidad. La obra está compuesta por una mano sobre una pared verde con una
línea roja que la atraviesa por la mitad, sobre dicha línea se encuentra la palabra Ecuador.
Los colores verde y rojo (complementarios) no son casuales. El color rojo puede estar por
la sangre que derrama la violencia ejercida sobre los cuerpos y el verde presenta al
territorio mismo. En este sentido vemos la mano como una sinécdoque del cuerpo.
El mundo cabe en un cuerpo.
Nos preguntamos ¿qué sucede cuando esa mano se corre? ¿Qué queda de la línea? Por
detrás de estos interrogantes, para los cuales no tenemos respuestas, podemos pensar en
lo artificial de las líneas divisorias, en cómo esta noción territorial es simbólica e
inconsistente. Esa afirmación nos permite reflexionar sobre lo dudoso e incierto que hay
en las divisiones geopolíticas que el arte deja de manifiesto.
También nos parece sumamente interesante el título, “Contingente”. Según la R.A.E.,
la palabra posee dos significados: 1-adj: “que puede suceder o no suceder”y 2- “Parte
proporcional que cada uno aporta cuando son varios los que contribuyen a un mismo fin.”
La primera definición conduce de lleno a la incertidumbre. Igual que el arte, la
contingencia no se puede predecir. La segunda acepción lleva a pensar en este relato como
el aporte de Varejão al arte contemporáneo, un grano de arena que busca denunciar la
violencia, generar un concepto que salga de los límites geográficos y por qué no políticos.

The loop de Francis Alÿs (1977)

Vemos en The loop, que el artista plantea un recorrido propio, alternativo, al cruce de la
frontera entre México y Estados Unidos por el paso San Diego-Tijuana. En 1997, en pos
de llegar a la muestra internacional inSITE, a celebrarse en San Diego, Alÿs evita pasar
por dicha frontera. Para esto emprende un viaje que le lleva varios días.
“Para viajar de Tijuana a San Diego sin cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, tomaré un ruta
perpendicular a la barda divisoria. Desplazándome 67° SE, luego hacia el NE, y de nuevo hacia el SE,
circunnavegaré la Tierra hasta llegar al punto de partida. Los objetos generados por el viaje darán fe de la
realización del proyecto, que quedará libre de cualquier contenido crítico más allá del desplazamiento físico
del artista” (Speranza, 2012:26),
esto leemos en la explicación que da el artista mismo sobre el periplo realizado.
En lógica convencional la realidad del mundo estaría sujeta por hilos, con fronteras,
caminos fijos y en el sentido contrario de ese movimiento el artista propone romper estos
hilos y evitar la frontera, por más que el propio artista hable “desplazamiento físico de
artista sin un contenido crítico”, percibimos que la crítica está en proponer posibilidades
que supere/ ultrapase estas fronteras, presentándonos un modo de romperlas y este
rompimiento es sin duda un contenido crítico y político, pues cuando uno se recusa a
cruzar una frontera y hace un camino más complejo presenta la posibilidad de cambiar
algo que estaba estable, algo que era considerado como posibilidad exclusiva. El valor de
esa obra es presentar la mirada multidireccional que no aceptar caminos fijos y sin crear
nuevos modos de ver, sentir y estar en el mundo.
Walking a Painting de Francis Alÿs (2002)
En Walking a Painting, se rompe el espacio del museo como límite al arte, al mismo
tiempo que los límites que señalan que pertenece a los dominios del arte. El relato es el
recorrido que hace el artista por una ciudad llevando una pintura. Alys es un flaneur, aquel
vagabundo que va por las calles, abierto a toda experiencia que pueda ocurrirle y al mismo
tiempo el arte del que va por las calles se presente como un arte efímero y transitorio
como el mundo contemporáneo que está expreso en el arte. La participación del cuerpo
es lo que hace posible el movimiento del arte y es lo que pone de manifiesto, como en
Contingente, la artificiosidad de las fronteras, en este caso artísticas. Lo que constituye la
obra es la acción de moverse, es un cuerpo que mueve otra obra de arte, o que mueve lo
que tradicionalmente es considerado como tal. La recursividad es evidente. Se trata de un
arte metatextual, que habla de sí mismo, que se dice y que reafirma su propio estatuto de
arte. ¿Qué es lo que hace que Walking a Painting sea arte?
Es un arte que no sólo se mueve por fuera de los límites del museo, sino que además es
anónimo. Un arte que incluso nos resultó difícil de rastrear, ya que de la caminata sólo
queda alguna foto y el relato oral, el mito urbano que pretende generar. Un arte efímero,
del que sólo queda alguna huella. ¿Esas huellas, ese relato urbano forman parte de la
obra?. En este punto se relaciona con The loop en el sentido de que lo que queda son las
huellas del viaje, pero en The loop se borra el cuerpo del artista y lo que queda son las
evidencias físicas del viaje. En cambio, aquí, como ya se dijo, el cuerpo está presente pero
no deja más huella que ese relato urbano. En definitiva, nos preguntamos ¿qué es la obra?.

Toy an Horse de Marcos Ramirez Erres (1997)

El Caballo de Troya o Toy an Horse está puesto/expuesto en la frontera entre México y
Estados Unidos cerca de los gabinetes que controlan el pasaje de Tijuana a San Diego.
Este relato tiene por objetivo proponer una mirada multidireccional entre los dos países y
un modo de hacerlo era no favorecer la “mirada” a ninguno de los lados.
Con eso se propone una mirada no convencional acerca de la territorialidad que nos lleva
a reflexionar sobre los límites y las posibilidades que las fronteras nos imponen y por otro
lado nos permite percibir que sí se puede romperlas.
El juego con el nombre y la representación de un caballo nos deja claro la intertextualidad
con la Ilíada y esto nos permitir pensar sobre en el canon, más precisamente en una
representación de un relato canonizado que está por deshacerse. La cuestión de ser una
intertextualidad con la Ilíada puede ser leída como una posibilidad de violentar los límites
de los relatos canónicos y en nuestro contexto específico ese límite tiene que ver con el
rompimiento de las múltiples fronteras que en otro momento fueron impuestas.
O sea, la representación de un caballo de troya con dos cabezas en la frontera de México
y San Diego no deja dudas de la intención del artística que es proponer que los relatos
canonizados y los límites - conceptos fijos - sean revisitados y por medio de eso tengamos
la posibilidad de pensar nuevas narrativas en el mundo contemporáneo que puedan
expresar efectivamente nuestras necesidad e inquietudes.
De ese modo, ese relato translúcido, por dejar claro sus intenciones, es una invitación
para que reflejamos acerca de las fronteras, pero además de eso creemos que la verdadera
invitación está en la posibilidad de romperlas.

Consideraciones Finales
El recorrido por estos cuatro relatos nos permite señalar algunas de las cuestiones que
conciernen al arte contemporáneo: primero, por medio del cuestionamiento de la
frontera podemos pensar en el momento en que vivimos, un tiempo en el cual los efectos
tecnológicos son potencializados, posibilitando a los artistas vivir en una multitud y tener
ganas de representar el arte sin fijarse a un solo sitio.
Las obras brevemente analizadas expresan como los artistas están relacionándose con el
presente y al mismo tiempo desplazándose del para pensarlo.
Utilizar el arte para pensar los límites geopolíticos es en cierta medida una contribución
para que nuevos valores históricos, sociales y artísticos sean transmitidos. El arte es
siempre política y la política implica poner el cuerpo, y en ese sentido podemos ver por
medio de los relatos que el arte no violenta solo los límites políticos, sociales e históricos,
sino también los límites del propio artista y de su propio trabajo, pues cuando uno crea
relatos artísticos con su propia mano, pone un caballo de madera en una frontera, saca
fotos del artista con su obra o la obra son líneas dibujadas en un mapa está siendo
propuestas la ruptura de los límites artísticos, con que se puede crear el artístico, con que
tipos de materiales se puede crear el arte, una de las cuestiones contemporáneas es la
apropiación de objetos otros en el medio artístico.
En un sentido más general podemos decir que el arte contemporáneo tiene su
característica emancipada, de romper los límites psicológicos, fijos, físicos, políticos y
artísticos y dejar que uno piense y crea, desarrollé nuevas formar de ver y relacionarse
con el mundo.