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vida de la escuela
Jesús Domingo Segovia1
Resumen Summary
El artículo presenta la tesis principal de The article presents the principal thesis
una investigación sobre el desarrollo or- of a research on the organizational
ganizativo de la escuela. Defiende que los development of the school. It defends that
centros educativos son culturas en de- the schools are cultures in development
sarrollo y disponen de una memoria ins- and they have an institutional memory,
titucional, aunque –en muchos casos- no though - in many cases - they aren’t
son conscientes de ello. Los centros –si conscious of it. The schools - if they want
quieren mejorar- necesitan de una memo- to improve – they need from a memory.
ria que organice y guarde toda la infor- That It organizes and guards all the
mación relevante de que dispone. Esta relevant information which they have. This
memoria va más allá de los documentos memory goes beyond the documents or
o evidencias. Integra un sistema colecti- evidences. It composes a collective
vo de experiencias y significados. Está system of experiences and meanings. It
formada por recuerdos, narraciones, vi- is form by recollections, stories,
vencias y otros elementos culturales experiences and other less tangible
menos tangibles. Esta memoria permiti- cultural elements. This memory will allow
rá aprender de la experiencia (positiva o learning of the experience (positive or
negativa), ser menos vulnerables y ace- negative), it is less vulnerable and to
lerar procesos de deliberación y toma de accelerate deliberation processes and
decisiones. De este modo, el artículo ar- take decisions. Thus, the article argues
gumenta cómo las historias de vida insti- as the histories of institutional life, as
tucional, cómo relatos de experiencia de- statements of experience debated and
batidos y reinterpretados colectiva y dia- reinterpreted collectively and dialectically,
lécticamente, son historias de aprendiza- they are histories of learning and powerful
je y potentes herramientas para recons- tools to reconstruct the schools and they
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Revista de Educación
truir las escuelas y proyectarlas al futuro project them to the future of a significant
de manera significativa y realista. and realistic way.
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Aprendiendo de la experiencia: memoria institucional y relatos de vida de la escuela
La memoria nos une al futuro y nos ade- tor determinante y valor añadido en la
lanta el camino recuperando los proce- capacidad de desarrollo de una institución
sos, decisiones y saberes ya experimen- educativa, debe necesaria y coherente-
tados en el pasado. De acuerdo con la mente reivindicarse el papel e importan-
advertencia del viejo dicho de que «a na- cia de la memoria institucional como poso
die le es permitido saltar hacia delante de tal conocimiento. Así, Zárraga (2004,
sin arrastrar su sombra», no se puede 93) la define como el «lugar físico o vir-
olvidar que ésta es parte inherente de la tual, donde se encuentra ‘lo que sabe-
vida, y lo sepamos o no, nos acompaña mos’ en la empresa», o bien como con-
siempre. junto de rutinas casi involuntarias que lle-
Sabemos quiénes somos, porque he- van implícitas un conocimiento organiza-
mos sido y nos recordamos cada día cuan- tivo y que es internalizado por los miem-
do confrontamos nuestra realidad, accio- bros de la institución (Gran, 2001). Como
nes y decisiones con quienes pensamos señala Ackerman (1996), la memoria pue-
que somos y con la identidad que nos de incluir una banda ancha de elemen-
hemos ido construyendo con el tiempo. tos, materiales, razones para las decisio-
Coincidiendo con Emilio Lledó (1998), nes, descripciones formales y de proce-
podemos decir que «los hombres y los dimiento, etc.; ahora bien –continúa–, bajo
colectivos somos memoria». Si se deja esta metáfora evocadora e idealizada tam-
pasar y se olvida, quedan condenados a bién se esconde una premisa que es más
desorientarse y repetir errores..., dando deseo que realidad, puesto que parte del
como resultado un proceso vital absurdo supuesto –por otra parte, más que discu-
y auto–repetitivo, sentenciado a perma- tible– según el cual este conocimiento y
necer siempre donde mismo o a ser un experiencia son fácil y permanentemente
centro descaminado que no termina de recuperables.
cuajar una línea o propósito. Y, muchas Frente a esta idea, Gagnon (en Mari-
veces, tal vez, los centros no aprenden, nas y Santamarina, 1993) discute que la
porque no recuerdan o se dejan arrastrar memoria esté hecha de esencialmente
por cierto «pesimismo institucional» an- conocimiento y que se constituye por
clado en rutinas ancestrales nunca cues- datos del pasado sólidamente retenidos,
tionadas o sacadas a la luz del debate, alegando que ésta se expresa esencial-
para descubrir y corregir los errores, des- mente en forma anecdótica y se consti-
de una filosofía inculcada, que atiende a tuye de imágenes, sentimientos y cono-
la incertidumbre y complejidad actual, cimiento contextual en los que ubicar di-
anticipándose desde lo que ya sabe (ba- chos sentimientos y las experiencias que
sándose en huellas pasadas de éxito o le dan soporte. De este modo, no es una
en decisiones experimentadas), lo que les simple suma de conocimientos, sino una
permite también «comprender». integración colectiva de significados cons-
En un momento en que se pone espe- cientes e inconscientes, que han sido
cial énfasis en el conocimiento como fac- adquiridos o incorporados a la organiza-
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ción, distribuidos e intercambiados entre que los hacen dignos de ser recordados.
sus miembros, interpretados y discutidos «La imagen del yo [organizativo en este
entre ellos y, finalmente, asumidos como caso] nunca es una mera reflexión de las
patrimonio común para ser usado a modo experiencias referidas al yo: incluye siem-
de rutina o analizador. La memoria no es pre una respuesta específica al ‘porqué’
fría y obsoleta arqueología de rincones del del desarrollo del yo» (Hankis, en Mari-
olvido movidos por la curiosidad, ni una nas y Santamarina, 1993, 251). Según
simple y aséptica herramienta para apren- esto, cada vez que se guarda algo o se
der, con ella interacciona «el deseo» (Es- relata, se hace intentando clasificar e in-
colano, en Escolano y Hernández, 2002), terrelacionar los éxitos y azares, errores
como expresión de las motivaciones, de y razones, etc. de acuerdo con un princi-
los intereses y de los ideales, que pre- pio de explicación coherente que se in-
ñan el recuerdo de orientaciones y signi- corpore e integre globalmente, dentro de
ficados contextuales. una unidad histórica de pasado, presen-
Más que en los documentos formales te y futuro, en la dualidad deseo–realidad,
archivados está inscrita en la cultura or- permitiendo una reafirmación permanen-
ganizativa, a modo de rutinas, que en una te de las decisiones tomas.
concepción amplia incluye la estructura Balasubramanian (1994) defiende que
de creencias, marcos, paradigmas, códi- en la memoria institucional existen datos
gos, culturas y conocimiento que refuer- duros, (hechos, figuras y reglas) y sua-
zan, elaboran y contradicen las rutinas ves (conocimiento tácito, experiencias,
formales (Lewitt y March, 1988; Bolívar, anécdotas, historias y detalles sobre de-
2000). Por lo que puede ser a la par la cisiones estratégicas), además de los
mayor barrera y el mejor puente para la elementos sagrados de la propia cultura
mejora significativa. Esta memoria laten- de la institución y los sentimientos y ana-
te es sólo recuperable desde los relatos lizadores particulares de la misma, en los
de vida organizativa, que ponen en juego que se guardan las estructuras de creen-
todo el potencial de memoria de individuos cia (elementos culturales) a modo de re-
y colectivos cuando se esfuerzan –desde gla–base que se aplica automáticamente
la realidad actual– por capturar los indi- a cualquier información entrante, para que
cios de las razones y de los procesos pueda aplicarse o integrarse significati-
que ocurrieron, para poder ser utilizados vamente a lo que se sabe, al tiempo que
en el futuro. sirven para «evitar la vulnerabilidad, el ries-
Serán los restos e indicios de memo- go, la turbación y la apariencia de incom-
ria, cargados de significado, valores, sen- petencia» (Argyris, 1994, 80).
timientos e identidad, los soportes anali- La memoria (de las cohortes y cultu-
zadores y catalizadores desde los surgi- ras) se constituye y moldea mediante la
rán los relatos de vida cargados de signi- reedición de relatos de primera y segun-
ficados particulares, contextuales y ex- da mano que sacan a la luz pequeñas y
perienciales y las intenciones presentes personales experiencias y decisiones
personales y/o grupales –de cierto impac- titucional también es «memoria del futu-
to o como ejemplo–, que apoyan o reba- ro» (Lledó, 1994), con propósito ético y
ten los argumentos discursivos y expli- como proyección de lo vivido hacia los
cativos válidos para todos; con lo que se propósitos, desde la intimidad, mismidad
van cargando con el paso del tiempo de y significado común –como lenguaje y
poder ontológico para definir su realidad texto de la comunidad discursiva–; de
y sensaciones. Y, con este proceso dia- modo que las prácticas narrativas prolon-
léctico, las organizaciones van adquirien- gan la textualidad de los recuerdos insti-
do un corpus de conocimiento y una per- tucionales, haciendo perdurar la identidad
sonalidad propia que es, a la vez, causa pese al cambio y atemperar los propósi-
y efecto de su historia vital. De ahí que la tos con el realismo de las posibilidades
clave de esta memoria colectiva es que mostradas y las experiencias realizadas.
esté asumida personalmente para que De este modo, la memoria también otor-
sea fácilmente accesible. ga perspectiva y permite revivir para ver y
Ackerman (1996) distingue entre para no avanzar a ciegas (Zambrano,
dos tipologías de memoria igualmente 1989).
útiles para aportar luz a la comprensión
de la organización y para seguir apren-
diendo: 1) una memoria ideal, más acor- 2. Algunos rasgos problemáticos de la
de con las intenciones y deseos, o lo for- memoria institucional
mal que idealiza y racionaliza la realidad
y la organización, pero obviando los pro- La memoria sufre a lo largo del tiempo
blemas orgánicos o funcionales; y 2) otra de una serie de problemas y disfuncio-
encogida o constreñida –que Zambrano nes para su recuperación provechosa que
(1989) denomina «imagen simulacro»–, no se deben obviar. En los procesos na-
compuesta por pistas de acción, estereo- turales de almacenaje y permanencia en
tipos, signos y símbolos, a modo de me- el tiempo se dan a la par ventajas y dis-
canismos orgánicos, técnicos o intencio- funciones. Así, no todo se puede guardar
nales que minimizan y seleccionan lo que o memorizar. Existe una clara distancia
hay que se conserva o recuerda. Como entre lo que se quiere y lo que es posible
los miembros de una organización poseen memorizar/recordar. Guardar sin más blo-
referencias personales y contextuales y quea el mecanismo y no es útil, y si se
comparten un universo de sentido con sus desposeen los recuerdos y artefactos de
colegas, comprenderán las referencias los datos colaterales y concomitantes con
sintetizadas y los modos de acceso al esa información llegan a no tener senti-
conocimiento común inducidos, aún sin do. Pero si se sobrecargan con estas pis-
información explícita; cosa ésta que no tas, se producen problemas innegables
ocurre con otros (nuevos y extraños). de generalización, transferencia, acceso
Junto a esta misión de anclaje y de y de gestión útil de la información. Lo que
anticipación estratégica, la memoria ins- nos lleva a replantear los sistemas de
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memoria (desde medios informáticos), da. Penosa dificultad ésta que puede ter-
con procesos constantes de revisión y minar –como alertara Emilio Lledó (1994)–
selección y desde estrategias que pue- , sin duda inducidos por el «espasmo del
dan estimular el recuerdo, haciendo emer- presente», en incauta «invitación a la
ger el texto, el contexto y la dialéctica desmemoria»; que se transforma en des-
discursiva en la que se produjeron y se- honesta cuando –y de ello nuestra histo-
leccionaron o por los que impactaron o ria reciente tiene palpables experiencias–
se sintieron como importantes. se trata de un proceso depurativo para
Con el tiempo se producen procesos borrar intencionalmente algo del recuer-
de corrupción y de decaimiento de la do o de acallar la memoria contraria (Fer-
memoria. Los hechos y datos se van re- nández, en Escolano y Hernández, 2002)
estructurando y manipulando de acuerdo o minoritaria. Cuando ello ocurre se han
con las cambiantes condiciones de la or- de recurrir a los discursos alternativos de
ganización y de los juegos de poder e in- la desmemoria, sacando a la luz «tam-
terés a los que ha debido ir respondien- bién» aquellos otros relatos de «los sin
do, pero también por la propia lógica del voz» y de los que simularon una pérdida
desarrollo institucional y profesional. La de memoria.
memoria y los relatos de la misma evolu- Con la simplificación se producen dos
cionan con el tiempo y son fruto natural efectos también divergentes, en el prime-
de una dialéctica entre ellos (Humphreys ro de ello se facilita que entre los viejos
y Brown, 2002) y de los diferentes mo- actores se recuerde con sólo un signo que
dos de identificación institucional (Elsba- agiliza la comprensión y la comunicación,
ch, 1999), de lo contrario podrían inducir al tiempo que permite una mayor funcio-
al peligroso error del «determinismo his- nalidad, pero que para los nuevos miem-
tórico» o de la «esterotipación del pasa- bros de la organización es una traba im-
do» como cliché cerrado y anecdótico. portante para acceder a la memoria co-
Para evitar la saturación, las posibili- lectiva y el acceso a los significados,
dades de acceso y la calidad de los re- pues los descontextualiza y reduce a lo
cuerdos van decayendo lentamente, sin mínimo.
tener demasiada conciencia de este pro- María Zambrano nos advierte que no
ceso de olvido y de depuración simplifi- es posible recuperar los contenidos origi-
cadora, que pueden resultar dificultades narios del tiempo pasado en su genuina
o mecanismo de defensa que posibilita forma e intencionalidad, sino los que re-
limpiar lo inútil o dañino para poder re- quiere el tiempo discursivo que los recuer-
componer o reutilizar. Desde el olvido se da. Desde esta circunstancia emerge la
pierden pasajes, explicaciones, elemen- necesidad de retomar, debatir, narrar, ha-
tos, etc. irremplazables, que sólo pueden cer pública, contrastar y repensar la rea-
quedar en determinados casos latentes, lidad y el futuro desde la memoria colec-
en espera de un indicio o pista para vol- tiva, sin obsesionarse demasiado por la
ver a ser, pero de manera muy aminora- pureza y exactitud del recuerdo, puesto
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Notas
1
Profesor del Deapartamento de Didáctica y Organización Escolar. Universidad de
Granada (España). E-mail: jdomingo@ugr.es;
http://www.ugr.es/local/jdomingo
Bibliografía
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