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SALA CIVIL
CONSIDERANDO I:
Resolución que fue apelada por Miguel Santos Carriazo, en base al mismo se
emitió el Auto de Vista Nº SCCI-0238/2017, que CONFIRMA la Sentencia
apelada, Tribunal de apelación que en respuesta a los agravios de la apelación
expuso lo siguiente: 1) Sobre el error de valoración de la confesión judicial
provocada, los demandados admiten que no tienen títulos o documentos sobre
el terreno objeto de la litis, según el juez esto no significa admisión o confesión
que el demandante sea el propietario, describe que la acción reivindicatoria
debe acreditar el derecho propietario. 2) Respecto al error de valoración de la
prueba testifical de descargo, no fundamenta cómo se ha incurrido en error de
valoración, siendo que las declaraciones testificales de descargo, no tienen
relevancia en cuanto a la decisión de fondo, por cuanto la pretensión de los
demandados no existe, no hay pretensión concreta de reconvención, por lo que
no existe esa mala valoración alegada. 3) En relación al error de valoración de
la prueba pericial, el trabajo del perito responde a la propuesta de trabajo del
demandante, donde concluye que el terreno objeto de la Litis no es parte de los
terrenos comprados por el demandante, ni está demostrado que sea de los
demandados. Consiguientemente no existe error de derecho en la valoración
de dicha prueba. 4) Sobre el error de la interpretación del art. 1453 del CC, es
evidente que la nueva línea jurisprudencial del Tribunal Supremo, ha
modulado que el único requisito es demostrar el derecho propietario para
demandar la reivindicación, este derecho propietario debe ser demostrado con
documento fehaciente, que en el caso de autos no se ha demostrado. 5)
Finalmente, sobre el error de derecho en la valoración de la prueba
documental que acredita su derecho propietario, el Tribunal llego a la
convicción apoyado en la prueba pericial, que el terreno objeto de la litis, no
está inmerso dentro la extensión de compra de terrenos que describe el
documento de fs. 2 a 4 vta., entonces no existe una mala interpretación, nadie
debe arrogarse derecho propietario fuera de lo que no le corresponde.
CONSIDERANDO II:
II.1.1. En el fondo
Refiere que la sentencia de fs. 400 a 406 emitida por el Juez de Tarabuco del
departamento de Chuquisaca consolida el derecho de propiedad del recurrente
en el proceso de usucapión, extremo que jamás debió desconocerse, ya que
según el actor mediante esa vía se consolida el derecho de propiedad.
Señala que el recurso de casación debe ser declarado improcedente en sus seis
motivos, por no cumplir con los requisitos que exige el art. 274.I de la Ley 439,
subsumidos en los arts. 270, 271, 273, 274, 276 y 220 del Código Procesal
Civil, al no precisar las leyes que considere infringidas, violadas o aplicadas
indebida o erróneamente.
CONSIDERANDO III:
En este marco y en relación a lo dispuesto por el art. 1330 del Código Civil,
respecto a la valoración de la prueba testifical este Supremo Tribunal en el
Auto Supremo N° 703/2014 ha orientado que: “…al respecto debemos señalar
que la prueba testifical constituye un medio probatorio por el cual una persona
ajena al proceso realiza declaraciones sobre determinados hechos de los que
tenga conocimiento, siendo el objeto de dicha prueba la demostración de las
pretensiones formuladas ya sea en la demanda o en la contestación a la
misma, estas atestaciones, versarán sobre hechos ocurridos con anterioridad a
la demanda o contestación a la misma, pues el testigo emitirá un juicio de valor
sobre la existencia, inexistencia o la manera en cómo se produjeron los hechos,
de esta manera es que el art. 1327 del Código Civil prevé su admisibilidad, al
igual que su eficacia probatoria que conforme lo establece el art. 1330 de la
norma ya citada, esta se encuentra reservada al Juez quien deberá apreciar la
misma considerando la credibilidad personal de los testigos, las circunstancias
y la eficacia probatoria suficiente que de sus declaraciones sobre los hechos
pueda resultar, por lo que se deduce que este medio de prueba en lo que
respecta a su apreciación y valoración se encuentra inmerso en las reglas de la
sana critica”.
De acuerdo a una interpretación sistemática del art. 1453 del Código Civil
debe tomarse en cuenta lo descrito en los arts. 6 y 72 del Decreto Supremo
27957 de 24 de diciembre de 2004, las que describen los requisitos de fondo
del título a ser inscrito y de folio real; el primero de los artículos descritos
describe lo siguiente: “De acuerdo a lo dispuesto por el Artículo 6º de la Ley de
Inscripción de Derechos Reales, concordante con los Artículos 1548 y 1556 del
Código Civil, todo título cuya inscripción se solicite deberá designar con
absoluta claridad el nombre, apellido, estado, nacionalidad, profesión, cédula
de identidad y domicilio de las partes; los bienes sujetos a inscripción con
especificación de su naturaleza, situación, ubicación, limites, superficie, planos
aprobados legalmente y otras circunstancias que sirvan para identificarlos clara
y distintamente; además de respetar las formalidades legales establecidas por
los artículos 491 y 1421 del Código Civil”. También corresponde citar el
contenido del art. 72 de la misma disposición, que refiere: “el folio real
comprende los siguientes elementos: en la parte superior: datos del dominio
sobre el inmueble, tales como número de la Matricula, fecha de emisión, código
catastral, ubicación, designación según el titulo (lote, casa, urbanización, etc.),
superficie, medidas y linderos o colindancias, con relación a los puntos
cardinales (este, oeste, norte y sur). También consignara los antecedentes
dominiales de Libros o Matriculas, que identifiquen el derecho propietario…”
CONSIDERANDO IV:
FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN
Sobre dicha acusación corresponde señalar que las atestaciones de fs. 304
(Marina Espada de Tórrez), fs. 305 (Esperanza Martínez Padilla), fs. 306 (Ayda
Garnica Velásquez), fs. 306 vta. (Francisco Estepa Núñez), los que hacen
referencia a la posesión de la parte demandada, los que no refieren la
titularidad del recurrente, no siendo evidente lo acusado por el recurrente, en
sentido de que los testigos de descargo lo reconocen como propietario; pese a
la descripción anotada, la prueba de testigos es inconducente, no resulta ser
idónea para demostrar la superficie del derecho de propiedad del recurrente,
aspecto el cual fue el óbice para declarar la inviabilidad de la pretensión del
actor.
Ahora en cuanto a que dicha prueba de descargo no debía ser considerada por
atentar en contra del título de propiedad del actor; corresponde señalar que el
fundamento principal por el que el Ad quem confirma la sentencia, es en base
a la prueba pericial, razón por la cual las declaraciones de los testigos de
descargo –que refieren desconocer al propietario del predio litigado- lo cual no
significa que se esté alterando el contenido del documento del derecho de
propiedad del actor.
Tampoco puede acusarse de vulnerado el art. 1538 del Código Civil que señala
lo siguiente: “(Publicidad de los Derechos Reales; regla general) I. Ningún
derecho real sobre inmuebles surte efectos contra terceros sino desde el
momento en que se hace público según la forma prevista por este Código. II. La
publicidad se adquiere mediante la inscripción del título que origina el derecho
en el registro de los Derechos Reales. III. Los actos por los que se constituyen,
transmiten, modifican o limitan los Derechos Reales sobre bienes inmuebles, y
en los cuales no se hubiesen llenado las formalidades de inscripción, surten sus
efectos sólo entre las partes contratantes con arreglo a las leyes, sin perjudicar
a terceros interesados…”, pues la norma en cuestión no puede ser
interpretada de forma individual sino en forma sistemática, en forma conjunta
con el resto de las normas del ordenamiento jurídico, como son los arts. 6 y 72
del D.S. 27957 de 24 de diciembre de 2004, pues si refiere la infracción de
dicho artículo, la propiedad descrita en el folio de fs. 208, tampoco se
encuentra descrita con precisión los límites del derecho de propiedad.
POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado
Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por el art. 42 num. 1) de la
Ley del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010 y en aplicación del art. 220.II
de la Ley Nº 439 Código Procesal Civil, declara INFUNDADO el recurso de
casación en la forma y en el fondo de fs. 607 a 617, interpuesto por el Miguel
Santos Carriazo, contra el Auto de Vista Nº SCCI-0238/2017 de 21 de agosto
de fs. 602 a 604 vta., pronunciado por la Sala Civil Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Chuquisaca. Con costas y costos.