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CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

Número de registro: 21409


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XXIX, Febrero de 2009
Página: 960

CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR LOS


TRIBUNALES COLEGIADOS PRIMERO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO Y
SEGUNDO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE TRABAJO, AMBOS DEL
DÉCIMO SEXTO CIRCUITO.

MINISTRO PONENTE: JOSÉ FERNANDO FRANCO GONZÁLEZ SALAS.


SECRETARIA: SOFÍA VERÓNICA ÁVALOS DÍAZ.

CONSIDERANDO:

PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente


para conocer y resolver la presente denuncia de contradicción de tesis, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, 197-A de la Ley de Amparo y 21, fracción VIII, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con los puntos segundo y cuarto del
Acuerdo 5/2001, dictado por el Pleno de este Alto Tribunal, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el veintinueve de junio de dos mil uno, en virtud de que las ejecutorias y el auto
de trámite de los cuales deriva la denuncia, corresponden a la materia laboral en cuyo
conocimiento está especializada esta Segunda Sala.

SEGUNDO. La denuncia de contradicción de tesis proviene de parte legítima en términos del


artículo 197-A de la Ley de Amparo, en razón de que fue formulada por el Magistrado
presidente del Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del
Décimo Sexto Circuito, con residencia en la ciudad de Guanajuato, Guanajuato, que fue
quien resolvió uno de los juicios que participan en esta contradicción de tesis.

En efecto, de acuerdo con dicho numeral, cuando se sustenten criterios contradictorios entre
Tribunales Colegiados de Circuito, en asuntos que son de su competencia, la denuncia
correspondiente ante esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, sólo puede plantearse por:

a) Los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

b) El procurador general de la República.

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c) Los Tribunales Colegiados o los Magistrados que los integren o las partes que
intervinieron en los juicios en que tales criterios contradictorios se hayan sustentado.

En el caso que nos ocupa la denuncia de contradicción de tesis provino, como se dijo antes,
del presidente de uno de los tribunales cuya resolución participa en la contradicción de
criterios; por lo tanto, queda patente que quien realiza la propuesta tiene legitimación para
motivar la denuncia.

TERCERO. El Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del


Décimo Sexto Circuito, al resolver el juicio de amparo directo laboral número 520/2007,
promovido por **********, por sí y en representación de sus menores hijas **********,
ambas de apellidos **********, en fecha seis de junio del año dos mil ocho, en lo que
interesa al tema de esta contradicción, sostuvo:

"... QUINTO. Es infundado el anterior concepto de violación, limitado a cuestionar la


decisión de la Junta de omitir el estudio de todas las pruebas ofrecidas por las partes.

"Con independencia de lo anterior, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 76 Bis,


fracción IV, de la Ley de Amparo, tomando en cuenta que la parte actora, ahora quejosa, se
ostenta beneficiaria de un trabajador fallecido, este Tribunal Colegiado, en suplencia de la
deficiencia de la queja, deja establecido que la Junta del conocimiento acató las formalidades
esenciales que rigen la vía especial laboral por la que se tramitó el juicio de origen, lo que
desde ahora se precisa, ya que, de no hacerlo en esta oportunidad, volvería nugatoria la
posibilidad de estudiarlo en otro juicio de amparo posterior y porque además en el amparo en
materia laboral la suplencia de la queja se surte aun ante la ausencia total de conceptos de
violación.

"Lo anterior, con apoyo en las jurisprudencias 2a./J. 39/95 y 2a./J. 57/2003, de la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicadas, la primera, en la página 333
del Tomo II, septiembre de 1995, y la segunda en la página 196 del Tomo XVIII, julio de
2003, ambas de la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que a
la letra dicen:

"‘SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA LABORAL A FAVOR DEL


TRABAJADOR. OPERA AUN ANTE LA AUSENCIA TOTAL DE CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN O AGRAVIOS.’ (Se transcribe).

"‘CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. SON INOPERANTES CUANDO LAS VIOLACIONES


ALEGADAS EN UN SEGUNDO O ULTERIOR JUICIO DE AMPARO, SE
COMETIERON EN UN LAUDO ANTERIOR, Y NO FUERON IMPUGNADAS
OPORTUNAMENTE, AUNQUE NO SE HUBIERA SUPLIDO LA QUEJA DEFICIENTE.’

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(se transcribe).

"En principio, es de señalarse que la Ley Federal del Trabajo, respecto al tema de la demanda
laboral y resuelto por la Junta responsable, dispone en sus artículos 473, 474 y 477, fracción
IV, que son riesgos de trabajo los accidentes y enfermedades a que están expuestos los
trabajadores en ejercicio o con motivo del trabajo; que accidente de trabajo es toda lesión
orgánica o perturbación funcional, inmediata o posterior, o la muerte, producida
repentinamente en ejercicio o con motivo del trabajo, cualesquiera que sean el lugar y el
tiempo en que se preste, quedando incluidos en la definición los accidentes que se produzcan
al trasladarse el trabajador directamente de su domicilio al lugar del trabajo y de éste a aquél;
y que cuando los riesgos se realizan pueden producir, entre otros supuestos, la muerte.

"...

"De las constancias del juicio de origen se desprende que ********** demandó a
********** y a la empresa **********, precisamente por el pago de la indemnización
consistente en dos meses de salario por concepto de gastos funerarios y setecientos treinta
días de salario a razón de ********** diarios, en su calidad de esposa y madre de las
menores **********, ambas de apellidos **********, nacidas del matrimonio civil que
contrajo con **********, quien fue trabajador de los demandados desde el mes de julio de
dos mil dos y falleció el seis de julio de dos mil seis, en un accidente automovilístico en el
desempeño de su trabajo.

"La pretensión que hizo valer la parte actora es aquella que encuentra sustento en los
artículos 500, 501, fracción I y 503 de la Ley Federal del Trabajo.

"...

"El tribunal de amparo reseñó la totalidad de los antecedentes del asunto, destacando que se
admitió la demanda laboral y se siguió el procedimiento especial previsto en el capítulo
XVIII del título catorce de la Ley Federal del Trabajo.

"Se afirma que la Junta del conocimiento acató las formalidades esenciales que rigen la vía
especial laboral por la que se tramitó el juicio de origen, toda vez que en el acuerdo de
admisión dispuso que se practicara en el último domicilio del trabajador, la investigación
encaminada a averiguar qué personas dependían económicamente de él.

"Se convocó a los posibles beneficiarios y se citó fecha para audiencia que se desahogó en las
oficinas de la autoridad con las formalidades que prevé la ley de la materia que precisa.

"Se examina la decisión de la Junta de desechar pruebas documental y testimonial de la

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actora, calificándose de correcta. Así como la diversa de admitir pruebas documentales a la


demandada.

"En relación con el desahogo de la confesional a cargo de ambas partes se advierte que fue
correcto el desechamiento de las que decretó la Junta, concluyendo el Tribunal Colegiado que
por tales motivos no se advertía que en el trámite del juicio laboral de origen alguna situación
que pudiera representar afectación de garantías individuales de la parte actora y quejosa en el
amparo, que motive su reposición.

"Enseguida examinó la constitucionalidad del laudo reclamado señalando cómo fue fijada la
litis, y las cargas procesales, sin advertir alguna violación al respecto, precisando que la
responsable las reconoció como únicas beneficiarias del trabajador fallecido.

"Que la resolución no viola garantías porque fue correcta la absolución de los demandados
del pago de las prestaciones que a título indemnizatorio reclamaron las actoras, porque quedó
acreditado con las confesionales expresas la existencia de una relación de trabajo, ... e
indiciariamente con las copias certificadas del proceso penal 104/2006, presentadas por
ambas partes, que quien en vida respondió al nombre de **********, fue trabajador de la
empresa **********, desde el mes de julio del año dos mil dos hasta el seis de julio de dos
mil seis, fecha en la cual falleció a consecuencia de un accidente automovilístico que sufrió
en el desempeño de las labores que le tenían asignadas.

"También quedó demostrado con la constancia relativa a la propuesta de cédula de


determinación de cuotas obrero patronales y con la copia del aviso para calificar probable
riesgo de trabajo, no objetadas en autenticidad por los demandados, que la empresa
**********, tenía dado de alta a ********** como trabajador a su servicio en el Instituto
Mexicano del Seguro Social. Incluso ese hecho no se advierte rebatido por la parte actora,
ahora quejosa, una vez que se introdujo a la controversia del juicio de origen.

"Además, las pruebas del sumario, específicamente la copia del aviso para calificar probable
riesgo de trabajo, la copia certificada del acta de defunción, la copia certificada del proceso
penal 104/2006 y las respuestas afirmativas de los demandados a las posiciones formuladas
en las confesionales a su cargo, justifican que ********** murió el seis de julio de dos mil
seis, a consecuencia de un accidente automovilístico al encontrarse desempeñando sus
labores, catalogado por la ley y reconocido por el Instituto Mexicano del Seguro Social y los
propios demandados como un riesgo de trabajo.

"Ahora, cabe señalar que, si bien, de acuerdo al articulado que integra el título noveno de la
Ley Federal del Trabajo, relativo a los riesgos de trabajo, a la parte patronal corresponde en
principio la obligación de cubrir las indemnizaciones por tales riesgos, sin embargo, por
disposición expresa del artículo 53 de la Ley del Seguro Social, el patrón queda relevado de

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aquella responsabilidad, si asegura a sus trabajadores contra esos riesgos.

"El artículo 53 de la Ley del Seguro Social, en vigor mientras duró la relación de trabajo,
dispone literalmente lo siguiente:

"‘Artículo 53. El patrón que haya asegurado a los trabajadores a su servicio contra riesgos de
trabajo, quedará relevado en los términos que señala esta ley, del cumplimiento de las
obligaciones que sobre responsabilidad por esta clase de riesgos establece la Ley Federal del
Trabajo.’

"De acuerdo con este precepto (atendiendo sólo a los sujetos obligados), existe
sustantivamente una subrogación personal pasiva, pues la obligación derivada del riesgo del
trabajo, por disposición de ley y por efecto del aseguramiento, ya no es del patrón sino del
Instituto Mexicano del Seguro Social.

"En ese sentido, cabe citar las jurisprudencias de la entonces Cuarta Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, publicadas con los números 525 y 526 en las páginas 428 y 429 del
Tomo V, Materia del Trabajo, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-
2000, que respectivamente señalan:

"‘RIESGOS DE TRABAJO, INDEMNIZACIÓN A CARGO DEL INSTITUTO


MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL EN CASO DE. BENEFICIARIOS.’ (Se transcribe).

"‘RIESGOS DE TRABAJO, INDEMNIZACIÓN EN CASO DE SUBROGACIÓN POR EL


SEGURO SOCIAL. EQUIVALENCIA JURÍDICA DE LAS PRESTACIONES.’ (Se
transcribe).

"En tal virtud, si en el juicio de origen está demostrado que **********, a la fecha de su
fallecimiento, estaba asegurado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social por la empresa
**********, entonces, dicho organismo, conforme al artículo 53 de la Ley del Seguro Social,
se subrogó con motivo de ese aseguramiento en la obligación que la Ley Federal del Trabajo
imponía al patrón de aquél para el caso de riesgos de trabajo, de manera que el derecho a
recibir las prestaciones que conforme a la ley que lo rige para el supuesto de muerte del
trabajador, de ser procedentes, deberán pagarse a las actoras, ahora quejosas, a cargo del
patrimonio de dicho instituto.

"Consecuentemente, como se expuso en la resolución combatida, los demandados acreditaron


sus excepciones y defensas, siendo improcedentes respecto de ellos las prestaciones
reclamadas, de ahí que si con la propuesta de cédula de determinación de cuotas obrero
patronales y el aviso para calificar probable riesgo de trabajo se demuestra el hecho
sustancial que sustenta la referida decisión absolutoria, entonces, son inoperantes los

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argumentos del único concepto de violación.

"Es así, porque no afecta a las quejosas en sus garantías individuales, la decisión deliberada
de la Junta de omitir en cuanto a ese aspecto el estudio de las restantes pruebas, pues de las
confesionales de los demandados se obtiene que el trabajador fallecido desde el mes de julio
de dos mil dos trabajaba para la empresa **********, la ubicación de su planta de
fabricación, que el trabajador murió el seis de julio de dos mil seis, en la carretera San Felipe-
Dolores Hidalgo, Guanajuato, a causa de un accidente automovilístico en el desempeño de
sus labores; las actas del estado civil presentadas con la demanda justifican la defunción del
trabajador y el entroncamiento de éste con las actoras; las copias del proceso penal 104/2006,
indiciariamente la relación de trabajo y la causa del deceso; los documentos presentados por
los demandados acreditan diversos pagos por compra de ataud metálico y demás servicios
funerarios, seguro de daños a vehículo automotor, y la aplicabilidad del artículo 53 de la Ley
del Seguro Social en vigor, de manera que aun habiendo sido analizadas, el resultado sería el
mismo que se obtiene de las sí estudiadas por la autoridad responsable.

"Por lo demás, no pasa inadvertido que la Junta también decidió dejar a salvo los derechos de
las actoras, ahora quejosas, para que si lo estiman pertinente los hagan valer en la vía y ante
la autoridad respectiva, que lo es el Instituto Mexicano del Seguro Social, en términos de la
ley que lo rige, lo que se traduce en que por la muerte del trabajador asegurado podrán en su
caso reclamarle el pago de las pensiones de viudez y de orfandad.

"En conclusión, si por un lado el concepto de violación es infundado, y por otro, este
Tribunal Colegiado en suplencia de la queja deficiente no encontró algún motivo por el cual
la resolución reclamada viole garantías individuales de las actoras, ahora quejosas, entonces,
debe negárseles el amparo que solicitan, en el entendido de que resultan inatendibles los
argumentos expresados por los terceros perjudicados en el escrito agregado a fojas 31 y 32 de
este expediente, pues los alegatos de fondo no forman parte de la litis constitucional, siendo
de señalarse al respecto que sólo contestan los argumentos expuestos por la parte quejosa."

CUARTO. El Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Décimo Sexto
Circuito, al resolver en sesión de fecha ocho de febrero de dos mil ocho, el amparo directo
número DT. 1101/2007, promovido por **********, en su calidad de cónyuge supérstite del
extinto trabajador **********, en la parte que interesa, consideró:

"... QUINTO. Los conceptos de violación transcritos son infundados.

"Acorde con el artículo 474, párrafo primero, de la ley laboral, accidente de trabajo es toda
lesión orgánica o perturbación funcional, inmediata o posterior, o la muerte, producida
repentinamente en ejercicio o con motivo del trabajo, cualesquiera que sean el lugar y el
tiempo en que se preste.

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"De lo anterior se desprende que para reclamar una indemnización o pensión derivada de un
accidente de trabajo, es menester acreditar que el trabajador sufra una lesión que le origine en
forma directa una perturbación permanente o temporal, o incluso la muerte; y que dicha
lesión se ocasione durante, en ejercicio o con motivo de su trabajo.

"En el caso, al emitir su laudo la Junta responsable expuso: ‘... en autos no existe prueba
alguna con la cual se demuestre que el ********** murió a consecuencia de un accidente de
trabajo. Y que por el contrario existe en autos la prueba documental consistente en acta de
defunción, la averiguación previa número 603/2006 llevada ante la Agente del Ministerio
Público número II de la ciudad de Cortazar, Guanajuato, así como documental consistente en
escrito dirigido a la empresa **********, por la empresa **********, documentos de los
cuales se desprende que el de cujus no falleció por accidente por riesgo de trabajo sino por
hipertensión intracraneana no traumática, es decir, una embolia que se genera a causa de
enfermedad general y no constituye ésta un riesgo de trabajo ... De las documentales
consistentes en alta ante el IMSS a nombre del actor, queda plenamente acreditado que el
actor estaba dado de alta ante dicha institución, lo cual se robustece con las constancias de
pago de aportaciones hechas por la empresa al IMSS, Afores e Infonavit, toda vez que el
patrón cumplió con su obligación de dar de alta al trabajador ante la mencionada institución,
es ésta quien absorbe la responsabilidad obrero-patronal en el presente caso ...’

"La apreciación de la Junta responsable es correcta, pues si bien está demostrado en autos que
**********, que fue esposo de la actora, hoy quejosa, falleció mientras conducía un
vehículo de motor propiedad de la empresa demandada, esto es, en el desempeño de sus
labores y dentro de su horario de trabajo, no menos cierto lo es que ninguna evidencia existe
acerca de que la causa de su muerte, hipertensión intracraneana no traumática, también
conocida como embolia, tuvo su origen o que fue consecuencia directa e inmediata de las
condiciones de trabajo a que estaba sometido.

"Luego, si la actora no aportó pruebas tendentes a demostrar aquella relación causal, no es


posible concluir que el deceso de su consorte derivó de un riesgo de trabajo en términos del
artículo 474 del ordenamiento legal en cita.

"En consecuencia, encontrándose que el laudo reclamado se dictó conforme a lo dispuesto


por los artículos 841 y 842 de la Ley Federal del Trabajo, y no actualizándose ninguna de las
hipótesis por la que deba suplírsele la queja deficiente, procede negarle a la promovente del
amparo la protección federal solicitada."

QUINTO. Ante todo, cabe precisar que para establecer qué criterio es el que debe prevalecer,
debe existir, cuando menos formalmente, una discrepancia de criterios jurídicos entre dos
órganos, en los que se analice la misma cuestión, es decir, que debe recaer sobre las

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consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas vertidos dentro de la parte


considerativa de las sentencias respectivas; por tanto, existe materia para resolver una
contradicción de criterios cuando concurren los siguientes supuestos:

a) Que al resolver los negocios se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se


adopten posiciones o criterios jurídicos discrepantes;

b) Que la diferencia de criterios se presente en las consideraciones, razonamientos o


interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas; y

c) Que los diferentes criterios provengan del examen de los mismos elementos.

Es aplicable la jurisprudencia sustentada por el Tribunal Pleno de este Alto Tribunal(1) bajo
el rubro de: "CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE
CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA."

SEXTO. A fin de facilitar la resolución del presente asunto es conveniente precisar los
antecedentes de los juicios laborales, así como sintetizar las resoluciones de los Tribunales
Colegiados, destacando sólo los aspectos fundamentales que se dieron en cada caso y que
pueden dar origen a la contradicción de tesis que ha sido denunciada.

A) El Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo


Sexto Circuito conoció de un laudo dictado en un procedimiento especial relativo a la
designación de beneficiarios de un trabajador fallecido donde se reclamaron del patrón
prestaciones vinculadas con un riesgo de trabajo que se afirma provocó el deceso de aquél.
Dicho juicio se promovió por la cónyuge supérstite y las menores hijas de ésta, el cual se
registró ante el tribunal de amparo referido con el número DT. 520/2007, en el que se negó el
amparo, con la particularidad de que dentro de las consideraciones que apoyan tal decisión, el
Tribunal Colegiado de referencia, como punto de partida de su estudio, destacó que los
conceptos de violación se limitan a cuestionar la omisión del estudio de las pruebas rendidas
al sumario.

Dicho órgano colegiado consideró que en la especie, tomando en cuenta la calidad con que se
ostenta la quejosa de beneficiaria de un trabajador fallecido con motivo de un riesgo de
trabajo, con fundamento en el artículo 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo, se debe
suplir la deficiencia de la queja, cuyo alcance debe ser a través del examen oficioso del
asunto, esto es, analizando la forma en que la responsable llevó adelante la etapa procesal en
la que no advirtió algún tipo de violación que amerite su reposición, y en cuanto al laudo,
consideró que tampoco hubo violación de garantías, ni en la fijación de la litis, carga procesal
o decisión absolutoria del asunto, puesto que como el patrón demostró tener inscrito al
trabajador fallecido ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, éste se subrogó en el

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cumplimiento de las obligaciones que aquél tuvo en materia de riesgos profesionales, por lo
que es dicho instituto el que debe responder por el accidente ocurrido al trabajador fallecido.

B) El Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito
conoció de un laudo dictado en un procedimiento especial relativo a la designación de
beneficiaria de un trabajador fallecido donde se reclamaron del patrón prestaciones
vinculadas con un riesgo de trabajo que se afirma provocó el deceso de aquél. Dicho juicio se
promovió por la cónyuge supérstite, el cual se registró ante el tribunal de amparo referido con
el número DT. 1101/2007, en el que se negó el amparo, con la particularidad de que dicho
órgano colegiado se limitó a examinar los argumentos expuestos en los conceptos de
violación asentándose en la parte final de la resolución lo siguiente:

"En consecuencia, encontrándose que el laudo reclamado se dictó conforme a lo dispuesto


por los artículos 841 y 842 de la Ley Federal del Trabajo, y no actualizándose ninguna de las
hipótesis por la que deba suplírsele la queja deficiente, procede negarle a la promovente del
amparo la protección federal solicitada."

Lo anterior evidencia la identidad de elementos de los juicios de garantías materia de esta


contradicción, toda vez que se trata de resoluciones recaídas a procedimientos especiales
ventilados con el objeto de establecer quiénes son los legítimos beneficiarios de un trabajador
que se afirmó falleció a causa de un riesgo profesional, donde además se demandaron
prestaciones al patrón derivadas del mencionado deceso.

Asimismo, los laudos dictados en los procedimientos correspondientes fueron adversos a las
promoventes del juicio natural, lo que motivó que acudieran al juicio de garantías reclamando
el laudo respectivo, pues aunque fueron declaradas beneficiarias de los trabajadores
fallecidos, no obtuvieron todas las prestaciones que demandaron, en especial la relativa a la
indemnización derivada del mencionado riesgo, aunque las razones de la absolución fueron
distintas; sin embargo, el resultado fue el mismo, como ya se anotó, adverso a los intereses.

Ahora bien, no obstante que a las actoras laborales les fue reconocida la calidad de
beneficiarias de trabajadores fallecidos que se encontraban en activo al ocurrir su muerte, el
tratamiento en cuanto al estudio del amparo directo, que dieron cada uno de los Tribunales
Colegiados fue distinto.

En efecto, el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del


Décimo Sexto Circuito consideró, con fundamento en el artículo 76 Bis, fracción IV, de la
Ley de Amparo, que debía suplir la queja deficiente en forma total e incluso realizar un
estudio oficioso del asunto tanto en su etapa procesal como en lo atinente al laudo, lo anterior
con independencia del resultado que se obtuviera, que en la especie no fue favorable a la
parte quejosa, ya que al no advertir violación de garantías, negó el amparo solicitado.

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Por su parte, el Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Décimo Sexto
Circuito, le dio un tratamiento distinto al asunto, al haberlo examinado únicamente a la luz de
lo expuesto en los conceptos de violación, esto es, lo estudió como si se tratara de un asunto
donde opera el principio de estricto derecho y, por ende, excluyendo toda posibilidad de
algún tipo de suplencia de queja, lo que incluso así se advierte de las expresiones que realizó
en el párrafo conclusivo de dicha sentencia, donde destaca la afirmación en el sentido de que
como el laudo reclamado se había dictado conforme a los artículos 841 y 842 de la Ley
Federal del Trabajo, "y no actualizándose ninguna de las hipótesis por la que deba suplírsele
la queja deficiente" lo procedente era negar el amparo solicitado.

Así, esta Segunda Sala advierte la existencia de un punto jurídico divergente en las decisiones
adoptadas por ambos órganos colegiados, que no coincide con el que fue denunciado, sino
que se trata de uno diverso, que enseguida se precisa.

Ciertamente, el punto jurídico en el que se oponen ambos criterios, es en el relativo a si en los


juicios de amparo que se promueven contra laudos emitidos en procedimientos especiales
entablados por beneficiarios de trabajadores fallecidos, cuyo deceso se atribuye a un riesgo
de trabajo, opera o no la suplencia de la queja deficiente prevista en el artículo 76 Bis,
fracción IV, de la Ley de Amparo.

No modifica la conclusión alcanzada, la circunstancia de que en el asunto del Segundo


Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito, no
sólo se declaró beneficiara a la esposa del extinto trabajador, sino también a sus menores
hijas, hipótesis diferente a la que examinó el Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y
de Trabajo del Décimo Sexto Circuito a cuyo juicio sólo concurrió la esposa del fallecido
trabajador; sin embargo, esa diferencia no es relevante para considerar que el primero de los
órganos suplió la queja deficiente con fundamento en la fracción V del propio artículo 76 Bis,
al tratarse de asuntos donde se debaten derechos de menores de edad, toda vez que dicho
órgano colegiado apoyó su decisión de suplir la queja deficiente en la fracción IV del
mencionado artículo 76 Bis, esto es, no lo hizo por considerar que esa figura operara por
acudir al amparo menores de edad, pues en tal caso su decisión la hubiera apoyado en la
diversa fracción V del propio artículo 76 Bis, pero como no lo hizo así, lo cual de suyo
permite fijar el punto de oposición de ambos criterios en el establecimiento de si dentro de
los sujetos que comprende aquélla quedan incluidos los beneficiarios de un extinto
trabajador.

Bajo ese tenor, el punto de contradicción de tesis a que este asunto se refiere, se reduce a
determinar si a los beneficiarios de los trabajadores que se dice fallecieron con motivo de un
riesgo de trabajo cuando acuden al amparo, se les debe suplir la deficiencia de la queja con
fundamento en el artículo 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo.

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SÉPTIMO. Debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio sostenido por esta
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, basado en las siguientes
consideraciones.

En primer lugar, cabe decir que esta Segunda Sala dentro de los principios que deben
observar los Jueces y Magistrados para resolver coherentemente todas las cuestiones
planteadas en los juicios de garantías, ha considerado la institución de la suplencia de la queja
deficiente como uno de esos principios rectores, lo cual deriva del criterio siguiente:

"SENTENCIAS DE AMPARO. PRINCIPIOS BÁSICOS QUE DEBEN OBSERVAR LOS


JUECES Y MAGISTRADOS PARA RESOLVER COHERENTEMENTE TODAS LAS
CUESTIONES PLANTEADAS EN JUICIO, SALVO LOS CASOS EN QUE ELLO
RESULTE INNECESARIO. El artículo 351 del Código Federal de Procedimientos Civiles
establece la obligación de los Jueces de resolver todas las cuestiones que hayan sido
debatidas en juicio, la cual resulta aplicable supletoriamente a los tribunales de amparo. Lo
anterior, en virtud de que la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales
regula, en su capítulo X, la forma de dictar las sentencias en los juicios de garantías,
conforme a los siguientes principios básicos: a) relatividad de los efectos de dichos fallos; b)
suplencia de la deficiencia de los conceptos de violación de la demanda y de los agravios en
los recursos que establece la ley; c) fijación clara y precisa del acto reclamado, de las pruebas
conducentes a demostrarlo, de los fundamentos legales y de los puntos resolutivos en los que
se concrete el acto o actos por los que se sobresea, conceda o niegue el amparo; d)
apreciación del acto reclamado tal como haya sido probado ante la autoridad responsable; e)
corrección de los errores que se adviertan en la cita de los preceptos constitucionales y
legales que se estimen violados; y f) el de sancionar con multa la promoción frívola de los
juicios de amparo y la omisión de rendir informes por parte de las autoridades responsables.
Las reglas y principios descritos tienen el objetivo de asegurar a los gobernados una tutela de
sus garantías individuales congruente, completa y eficaz. En tal virtud, la obligación
establecida en el artículo 351 invocado para que los Jueces resuelvan íntegramente las
cuestiones que se les plantean, lejos de ser contraria al espíritu de la Ley de Amparo, está en
armonía con ella y debe aplicarse supletoriamente a los juicios de garantías, debiéndose en
éstos emitir las sentencias respectivas examinando y solucionando todas las cuestiones
controvertidas que sean necesarias para emitir la decisión, de lo que se sigue que en los casos
de inoperancia de los conceptos de violación o agravios, en los que no proceda suplir su
deficiencia o de causas de improcedencia fundadas, con su estudio y resolución se agota la
necesidad señalada y, por lo mismo, no deben hacerse pronunciamientos de fondo."(2)

En ese mismo orden de ideas, esta Segunda Sala también ha definido jurisprudencialmente en
qué consiste la denominada suplencia de queja deficiente, lo cual realizó en la siguiente tesis:

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"SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE. CONSISTE EN EXAMINAR CUESTIONES


NO PROPUESTAS, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE RESULTEN FAVORABLES A
QUIEN SE SUPLE. La figura de la suplencia de la queja prevista en el artículo 76 Bis de la
Ley de Amparo, tanto en relación con el juicio de garantías como con los recursos en ella
establecidos consiste, en esencia, en examinar cuestiones no propuestas por el quejoso o
recurrente, en sus conceptos de violación o en sus agravios, respectivamente, que podrían
resultar favorables, independientemente de que finalmente lo sean. Así, es incorrecto
entender que sólo debe suplirse cuando ello favorezca a quien se le suple, pues para
determinar si procede dicha figura tendría que examinarse previamente la cuestión relativa, lo
que implicaría necesariamente haber realizado la suplencia. Por consiguiente, es suficiente
que el análisis de un problema no propuesto pudiera resultar benéfico para que se deba suplir,
realizando el estudio correspondiente."(3)

Cabe recordar que aunque la suplencia de la queja deficiente, doctrinalmente ha sido


entendida como una excepción al principio de estricto derecho, del que deriva la obligación
de los juzgadores de resolver congruentemente las pretensiones que se hagan valer en el
juicio, esto es, contrastando los fundamentos del acto reclamado con los conceptos de
violación, o en su caso la sentencia recurrida con los agravios expuestos, lo cierto es que este
Alto Tribunal ha considerado a aquél como uno de los principios básicos que el juzgador
debe considerar al resolver un juicio de garantías.

De esa manera pese a que la institución de la suplencia de la queja deficiente se ha


considerado como una excepción al principio de estricto derecho, lo cierto es que su
evolución legislativa y jurisprudencial ha permitido ganar terreno al principio en cuestión a
tal grado que parece ser que la suplencia de la queja deficiente se ha instituido como un
principio general que rige el dictado de las sentencias de amparo y el estricto derecho como
su excepción.

En efecto, la suplencia de la queja deficiente surge en el derecho mexicano por primera


ocasión en la Constitución de mil novecientos diecisiete, como una facultad conferida
exclusivamente a la Suprema Corte y limitada a la materia penal, en cuya materia
actualmente está autorizado ejercer esta obligación aun en ausencia total de conceptos de
violación y agravios cuando el recurrente sea el reo.

A propósito de que la suplencia de la queja deficiente en la materia penal opera aun en


ausencia total de conceptos de violación o agravios, e incluso permite introducir cuestiones
novedosas que se refieran a la inconstitucionalidad de una ley que no se hicieron valer en los
conceptos de violación, se pronunció el Tribunal Pleno en la siguiente tesis:

"SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA PENAL. OPERA EN


LOS RECURSOS DE REVISIÓN COMPETENCIA DE LA SUPREMA CORTE DE

-12-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

JUSTICIA DE LA NACIÓN, AUN CUANDO LOS AGRAVIOS QUE LOS SUSTENTAN,


REFERIDOS A LA CONSTITUCIONALIDAD DE UNA LEY, SEAN NOVEDOSOS
RESPECTO DE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN AUSENTES EN LA DEMANDA
ORIGINAL. Si se toma en consideración que en la materia penal la suplencia de la
deficiencia de la queja debe aplicarse como una verdadera integración de planteamientos
ausentes, y que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis P. LXXXV/95,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II,
octubre de 1995, página 162, de rubro: ‘SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA
PENAL. OPERA RESPECTO DE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN REFERIDOS A
LA CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY.’, estableció que cuando se trate de la suplencia
prevista en el artículo 76 Bis, fracción II, de la Ley de Amparo, relativo al juicio de garantías
en materia penal, no existe distinción alguna con relación a si debe aplicarse a cuestiones de
mera legalidad o de inconstitucionalidad de leyes, así como que tampoco hay impedimento
para suplir los conceptos de violación referidos a la constitucionalidad de una ley, siempre y
cuando figure como acto reclamado y se haya emplazado a las autoridades que la expidieron,
puede concluirse que también resulta procedente dicha suplencia, cuando se trate de recursos
de revisión competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en los que se
introducen, vía agravios, planteamientos novedosos en cuanto a que no formaron parte de los
conceptos de violación sostenidos en la demanda de garantías natural, que versen sobre
inconstitucionalidad de leyes. Ello es así, en primer lugar, porque ni la Constitución Federal
ni la Ley de Amparo contienen disposición expresa que lo prohíba y, en segundo, la referida
suplencia se hace extensiva hacia los agravios que se formulen en los recursos previstos en
las leyes respectivas. Además, si la citada figura constituye una obligación para los Jueces de
amparo, entre los que se encuentra la Suprema Corte, y el recurso de revisión, cuyo
conocimiento le compete, tiene su razón de ser en que en alguna de las hipótesis del asunto,
sujeto a estudio, subsista el problema de constitucionalidad, no puede aceptarse que dicha
institución opere privativamente para los negocios de mera legalidad, pues ello generaría el
riesgo de hacer nugatorio su efectivo alcance."(4)

En su origen, la suplencia de la queja se contempló en el artículo 163 de la Ley de Amparo de


mil novecientos treinta y seis, y al ser reformada en mil novecientos cincuenta, se reguló con
mayor amplitud en el artículo 76.

Fue precisamente con las reformas a la Ley de Amparo aprobadas en el año de mil
novecientos cincuenta, cuando las bondades de la institución de la suplencia de la queja se
hicieron extensivas a la materia laboral a favor de la clase trabajadora, donde también se
incluyó la hipótesis del amparo contra leyes que hubieran sido declaradas inconstitucionales
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En mil novecientos setenta y cuatro, se incluyó la hipótesis de tutela a favor de los menores e
incapaces, y finalmente en mil novecientos ochenta y seis, se instituyó como obligatoria para

-13-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

los juzgadores y se hizo extensiva a los agravios, ya que con anterioridad sólo se refería a los
conceptos de violación.

En lo que atañe a la materia laboral, la figura examinada también ha tendido su propia


evolución, que no sólo se refiere al concepto genérico ya destacado, que avanzó de suplir sólo
los conceptos de violación a los agravios, a suplirlos también en cuanto a su alcance.

Ciertamente, la Cuarta Sala en la Quinta Época del Semanario Judicial de la Federación sentó
el criterio de que la suplencia de la queja deficiente en amparos laborales operaba cuando la
Suprema Corte advertía una violación manifiesta de la ley que dejaba sin defensa al
trabajador.

Las tesis de referencia dicen:

"AMPARO EN MATERIA DE TRABAJO, SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE


EN EL. Si de las argumentaciones en que se apoya un laudo se advierte notoria
incongruencia, que no fue atacada específicamente por el trabajador quejoso, esta Suprema
Corte suple la deficiencia de la queja con apoyo en los artículos 107 constitucional y 76, de la
Ley de Amparo, en vigor, por estimar que la actitud de la autoridad responsable entraña una
violación manifiesta de la ley que deja sin defensa al referido trabajador."(5)

"SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN EL AMPARO EN MATERIA DE


TRABAJO. La imperfecta estructuración de los conceptos de violación alegados por el
trabajador inclina a esta Suprema Corte a completarlos y ampliarlos, haciendo uso de la
facultad que el artículo 107 constitucional, fracción II y el 76 de la Ley de Amparo le
otorgan, si consultados las constancias del juicio arbitral se advierte que la autoridad
responsable cometió en perjuicio del trabajador violaciones que lo dejaron sin defensa."(6)

En la Sexta Época, la propia Cuarta Sala expuso que el fundamento de la suplencia de la


queja, tratándose del trabajador, se encontraba en los artículos 107, fracción II, constitucional
y 76, parte final, de la Ley de Amparo, como deriva del siguiente criterio.

"SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE. Si el trabajador no combate debidamente en


su demanda de garantías las violaciones que implica el laudo que reclama, procede suplir la
deficiencia de la queja, de conformidad con lo estatuido en los artículos 107, fracción II, de la
Constitución Federal y 76, párrafo final, de la Ley de Amparo."(7)

Asimismo, consideró que la figura jurídica de la suplencia de la queja a favor de la clase


trabajadora estaba limitada a completar los conceptos de violación o agravios relacionados
con el tema a tratar, esto es, exigía que hubiera un principio de argumentos que requirieron
ser completados por el juzgador, pues la suplencia total originalmente se consideró como un

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

aspecto exclusivo de la materia penal.

Apoya lo anterior la jurisprudencia que dice:

"SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA LABORAL TRATÁNDOSE DEL


TRABAJADOR. CASO EN QUE NO OPERA. De conformidad con el artículo 76 Bis,
fracción IV, de la Ley de Amparo, debe suplirse en favor del trabajador la deficiencia de sus
conceptos de violación o de sus agravios, según sea el caso. Esto es así, por pretenderse
trascender formulismos técnicos y resolver conforme a la realidad. Ahora bien, para que el
tribunal de amparo esté en aptitud de aplicar tal suplencia, es necesario en materia laboral,
que existan y se expresen de alguna manera conceptos de violación o agravios deficientes en
relación con el tema del asunto a tratar, pues si no existen, no hay nada que suplir, y si se
llegara a hacer, lejos de una suplencia de queja se estaría creando en realidad un concepto de
violación o un agravio que antes no existía, en un caso no permitido por la ley, pues la citada
disposición sólo autoriza, en su fracción II, a que se supla la deficiencia de la queja, aun ante
la ausencia de conceptos de violación o de agravios, exclusivamente en materia penal a favor
del reo, dados los valores e intereses humanos de la más alta jerarquía que se protegen, como
son la vida y la libertad de la persona, muy superiores y de mayor relevancia que los que en
lo laboral se pretenden proteger."(8)

En esta evolución jurisprudencial, el criterio anterior fue superado por el criterio de esta
Segunda Sala en el sentido de que la suplencia de la queja tratándose de la materia laboral
opera al igual que la penal, en ausencia total de conceptos de violación o agravios, lo que
deriva de la siguiente jurisprudencia.

"SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA LABORAL A FAVOR DEL


TRABAJADOR. OPERA AUN ANTE LA AUSENCIA TOTAL DE CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN O AGRAVIOS. La jurisprudencia 47/94 de la entonces Cuarta Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, que lleva por rubro: ‘SUPLENCIA DE LA QUEJA
EN MATERIA LABORAL TRATÁNDOSE DEL TRABAJADOR. CASO EN QUE NO
OPERA.’, establece que para la operancia de la suplencia de la queja en materia laboral a
favor del trabajador es necesario que se expresen conceptos de violación o agravios
deficientes en relación con el tema del asunto a tratar, criterio que responde a una
interpretación rigurosamente literal del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo para negar al
amparo promovido por el trabajador el mismo tratamiento que la norma establece para el
amparo penal, a través de comparar palabra a palabra la redacción de las fracciones II y IV de
dicho numeral, cuando que la evolución legislativa y jurisprudencial de la suplencia de la
queja en el juicio de garantías lleva a concluir que la diversa redacción de una y otra
fracciones obedeció sencillamente a una cuestión de técnica jurídica para recoger y convertir
en texto positivo la jurisprudencia reiterada tratándose del reo, lo que no se hizo en otras
materias quizá por no existir una jurisprudencia tan clara y reiterada como aquélla, pero de

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

ello no se sigue que la intención del legislador haya sido la de establecer principios diferentes
para uno y otro caso. Por ello, se estima que debe interrumpirse la jurisprudencia de
referencia para determinar que la suplencia de la queja a favor del trabajador en la materia
laboral opera aun ante la ausencia total de conceptos de violación o agravios, criterio que
abandona las formalidades y tecnicismos contrarios a la administración de justicia para
garantizar a los trabajadores el acceso real y efectivo a la Justicia Federal, considerando no
sólo los valores cuya integridad y prevalencia pueden estar en juego en los juicios en que
participan, que no son menos importantes que la vida y la libertad, pues conciernen a la
subsistencia de los obreros y a los recursos que les hacen posible conservar la vida y vivir en
libertad, sino también su posición debilitada y manifiestamente inferior a la que gozan los
patrones."(9)

Finalmente, tratándose del patrón, la postura del Poder Judicial de la Federación ha sido en el
sentido de su improcedencia, salvo el caso de leyes declaradas inconstitucionales por la
Suprema Corte, como deriva del siguiente criterio.

"SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN FAVOR DE LA PARTE


PATRONAL, IMPROCEDENCIA DE LA. El artículo 76 Bis de la Ley de Amparo, en su
fracción IV, establece que en materia laboral la suplencia sólo se aplicará en favor del
trabajador; luego, resulta inconcuso que no es dable la operancia de dicha institución jurídica
en favor del patrón. El anterior aserto deriva de una interpretación gramatical, histórica,
sistemática y finalista, que lleva a esta Segunda Sala a concluir que la suplencia de la queja
en la materia laboral únicamente se justifica en favor del trabajador, en tanto que su finalidad
es solventar la desigualdad procesal de las partes y la necesidad de proteger bienes básicos.
La desigualdad procesal se sustenta, primordialmente, en el artículo 123 constitucional y en
la Ley Federal del Trabajo, que regulan la relación laboral como un derecho de clases; así
como en la circunstancia genérica, consistente en la mayor posibilidad económica del patrón,
lo cual le permite acceder a los servicios de mejores abogados, caso contrario del trabajador;
así también, porque al tener el patrón la administración de la empresa, cuenta con una mejor
posibilidad de allegarse medios probatorios para el juicio. La protección a bienes básicos
tiene como base el hecho de que la subsistencia del trabajador y de su familia, con todo lo
que lleva implícito, depende de su salario y prestaciones inherentes, razón que evidencia la
importancia que tiene para el trabajador un litigio derivado de la relación laboral. En tal
virtud, al no existir tales justificantes para el patrón, por ningún motivo o pretexto es correcto
apartarse de los lineamientos del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo, ni menos todavía
interpretarlos o pretender soslayarlos por analogía o mayoría de razón, habida cuenta de que
la fracción VI del susodicho artículo 76 Bis no es aplicable para suplir la deficiencia de la
queja en favor del patrón, ni aun excepcionalmente, tratándose de una violación manifiesta de
la ley que lo haya dejado sin defensa, tal y como ocurre por la falta de emplazamiento o su
práctica defectuosa, toda vez que la norma específica debe prevalecer sobre la genérica, esto
es, si la voluntad del legislador hubiera sido que en materia laboral se aplicara en favor del

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

patrón la fracción VI, hubiese utilizado un texto distinto, por ejemplo, la suplencia de la queja
sólo se aplicará en favor del trabajador ‘con excepción de lo previsto (o cualquier otra
similar) en la fracción VI’, lo cual no ocurrió así; entonces, no tiene por qué interpretarse en
otro sentido. Es menester indicar que existe una excepción derivada de lo previsto en la
fracción I del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo, esto es, únicamente para el caso de que el
acto reclamado se funde en leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, supuesto en el cual sí es factible la suplencia en
favor del patrón. Conviene agregar que el artículo 107, fracción III, inciso c), en
concordancia con la fracción VII, constitucional, establece la figura de ‘tercero extraño a
juicio’, hipótesis normativa recogida por el artículo 114, fracción V, de la Ley de Amparo,
figura jurídica que, trasladada a la materia laboral, permite al patrón impugnar todo lo
actuado en el juicio natural a través del amparo indirecto, aunque necesariamente debe
realizar el razonamiento lógico-jurídico que demuestre la transgresión de garantías
impugnada, porque pretender lo contrario implicaría dejar en estado de indefensión a la otra
parte, la trabajadora; situación que se agudiza en el recurso de revisión, pues aceptarse otra
cosa implicaría atentar contra la naturaleza jurídica del recurso y en perjuicio de la parte
trabajadora."(10)

En lo que atañe a los sujetos que comprende, cabe decir que la figura de la suplencia de la
queja deficiente está casi vedada en asuntos donde quien acude al juicio o al recurso sea el
patrón, pues sólo se permite tratándose de leyes declaradas inconstitucionales por
jurisprudencia, la cual se funda en lo previsto en el artículo 76 Bis, fracción I, de la Ley de
Amparo.

En lo que concierne a la parte trabajadora, la figura examinada opera en toda su extensión,


esto es, aun en ausencia total de conceptos de violación y agravios.

Igualmente, este Alto Tribunal también se ha pronunciado respecto a los casos en que
procede suplir la queja deficiente a favor de los sindicatos, cuyo alcance se puede apreciar en
el siguiente criterio:

"SINDICATOS DE TRABAJADORES. CASOS EN QUE SE LES DEBE SUPLIR LA


QUEJA DEFICIENTE EN LOS JUICIOS DE AMPARO. Del análisis de la evolución
histórica de la institución de la suplencia de la queja, prevista en el artículo 76 Bis, fracción
IV, de la Ley de Amparo, se advierte que el legislador, basado en el principio de justicia
distributiva, la instituyó, exclusivamente, en favor de la clase trabajadora que acude al juicio
de garantías, ya sea como persona física o moral constituida por un sindicato de trabajadores,
en defensa de sus derechos laborales consagrados en el artículo 123 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la legislación reglamentaria, para lograr el
equilibrio procesal de las partes que intervienen en dicho juicio, y con la única finalidad de
velar por el apego de los actos de autoridad al marco constitucional para garantizar a ese

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

sector de la sociedad el acceso real y efectivo a la Justicia Federal. En consecuencia, la


referida institución opera a favor de los sindicatos de trabajadores, cuando defienden
derechos laborales que han sido vulnerados por cualquier acto de autoridad sin importar su
origen, siempre y cuando éste trascienda directamente a los derechos laborales de sus
agremiados, y no intervengan diferentes organizaciones sindicales como partes quejosa y
tercero perjudicada, toda vez que esta peculiaridad procesal implica que ninguna de las partes
se coloque en una situación de desigualdad jurídica que requiera ser equilibrada y dé lugar a
la obligación de suplir la queja en tanto las dos partes, al ser sindicatos, deben estimarse parte
trabajadora en igualdad de condiciones. En otras palabras, cuando un sindicato acude al juicio
de garantías y su contraparte es también un sindicato al que le interesa que subsista el acto
reclamado con el fin de tutelar los derechos del propio sindicato, significa que no subsiste la
desventaja técnico procesal que tanto el Poder Revisor de la Constitución como el legislador
ordinario tomaron en cuenta para establecer tal obligación."(11)

Por último, en torno a los beneficiarios de los trabajadores cuando éstos han fallecido, esta
Segunda Sala ha sostenido el criterio aislado siguiente:

"SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE. PARA QUE PROCEDA BASTA CON QUE


EL PROMOVENTE DEL AMPARO SE OSTENTE COMO BENEFICIARIO DE UN
TRABAJADOR PROTEGIDO POR LA SEGURIDAD SOCIAL. Si el juicio de amparo es
promovido por una persona que se ostenta como beneficiaria de un trabajador protegido por
la seguridad social, resulta procedente suplir la queja deficiente con base en lo dispuesto por
la fracción IV del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo, en primer lugar, porque ante la duda
de que aquélla tenga o no derecho a alguno de los beneficios que establece dicho régimen, el
rechazo de la suplencia equivaldría a prejuzgar que no lo tiene, con lo que se renuncia de
antemano a la posibilidad de descubrir la verdad jurídica y, en segundo, porque un
beneficiario del trabajador se asimila a éste para efectos de la mencionada disposición."(12)

En el criterio anterior, esta Segunda Sala consideró que la institución de la suplencia de la


queja deficiente también debe operar a favor de los beneficiarios de un trabajador, lo cual se
apoyó en la fracción IV del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo, criterio que esencialmente
se apoya en que ante la duda de que aquéllos tengan o no derecho a alguno de los beneficios
del trabajador fallecido, el rechazo de la suplencia equivaldría a prejuzgar que no lo tienen,
con lo que se renuncia de antemano a la posibilidad de descubrir la verdad jurídica; como
otra razón adicional, se expuso la circunstancia de que un beneficiario del trabajador se
asimila a éste para efectos de la mencionada disposición.

Ahora bien, esta Segunda Sala estima pertinente reiterar, en lo esencial, las consideraciones
que sostuvo en la tesis aislada acabada de reproducir, pues con independencia de que el
artículo 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo no incluye de manera expresa a los
beneficiarios de los trabajadores, cuando sus reclamaciones derivan de los derechos que

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

correspondían a éstos, es obvio que se le debe asimilar a éste para efectos de la mencionada
disposición legal que rige al juicio constitucional, porque los derechos cuestionados siguen
teniendo su fundamento en las normas protectoras que a favor de la clase trabajadora derivan
del artículo 123, fracción XXIX, constitucional, las cuales no sólo comprenden a los
trabajadores, sino también a sus familiares en caso de accidentes y enfermedades.

Para constatar lo anterior, enseguida se reproduce la fracción XXIX del apartado "A" del
artículo 123 constitucional, que señala:

"Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se
promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley.

"El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el
trabajo, las cuales regirán:

"A. Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general,
todo contrato de trabajo:

"I. ...

"XXIX. Es de utilidad pública la Ley del Seguro Social, y ella comprenderá seguros de
invalidez, de vejez, de vida, de cesación involuntaria del trabajo, de enfermedades y
accidentes, de servicios de guardería y cualquier otro encaminado a la protección y bienestar
de los trabajadores, campesinos, no asalariados y otros sectores sociales y sus familiares."

Así las cosas, es dable concluir que los tribunales de amparo tienen el imperativo de suplir la
deficiencia de la queja cuando quienes comparezcan a juicio, sea como quejosos o terceros
perjudicados, con independencia de su edad, sean los beneficiarios de los trabajadores ya
fallecidos demandando las prestaciones que derivan del nexo laboral, sea con su patrón, la
institución de seguridad social o cualquier otro demandado, pues en este caso, su situación
debe ser asimilada a la del trabajador, lo que justifica la aplicación de la fracción IV del
artículo 76 Bis de la Ley de Amparo, ya que de no considerarse así se estaría prejuzgando
que no tienen esa calidad, sin permitir al juzgador a través del ejercicio de esa facultad
descubrir la verdad legal en torno a los derechos controvertidos.

Ciertamente, sería un contrasentido que en el conocimiento de un juicio constitucional, los


recursos e instancias que de él derivan, se exigiera a los quejosos, recurrentes o promoventes
que estuviera debidamente acreditada su calidad de beneficiarios de un extinto trabajador,
para que operara a su favor el beneficio de la suplencia de la queja deficiente prevista en el
artículo 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo, pues esta postura traería consigo el
desconocimiento a priori de aquella calidad que ostentan los quejosos, la cual en un momento

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

dado puede ser precisamente la cuestión de fondo debatida; consecuentemente, impediría al


juzgador conocer la verdad histórica y resolver el asunto con argumentos que sin haberse
esgrimido por las partes, no puedan ser introducidos oficiosamente por quien resuelve, a
pesar de observar que existe algún tipo de deficiencia, que de invocarse propiciaría la
solución correcta del asunto, en un supuesto donde quien acude al juicio debe ser considerado
la parte débil en el proceso, en cuyo beneficio se instituyó la referida suplencia de la queja.

OCTAVO. En consecuencia, el criterio jurisprudencial que debe prevalecer es el siguiente:

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE. OPERA A FAVOR DE LOS


BENEFICIARIOS DEL TRABAJADOR FALLECIDO INDEPENDIENTEMENTE DE SU
EDAD Y DE QUIENES FIGUREN COMO DEMANDADOS. Si se tiene en cuenta, por un
lado, que la institución de la suplencia de la queja deficiente ha tenido una evolución tanto
legal como jurisprudencial para ampliar su ámbito de aplicación y, por otro, que en materia
laboral actualmente se aplica de manera total y aun en suplencia de conceptos de violación o
agravios a favor de la clase trabajadora, es indudable que la suplencia de la queja deficiente
prevista en el artículo 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo, debe comprender a los
beneficiarios de los trabajadores, independientemente de su edad, cuando acudan al juicio de
garantías o a los recursos que derivan del ordenamiento citado en defensa de los derechos que
les corresponden como beneficiarios de un trabajador fallecido, sin importar quienes figuren
como demandados, esto es, si la reclamación se entabló contra el patrón, una institución de
seguridad social o cualquier otro obligado, pues en este caso su situación debe asimilarse a la
del trabajador, ya que de no considerarse así se estaría desconociendo, a priori, que los
reclamantes son beneficiarios directos de éste, sin permitir al juzgador, a través del ejercicio
de esa facultad, descubrir la verdad legal en torno a su calidad de derechohabientes del
trabajador fallecido y sobre los derechos controvertidos.

Por lo expuesto y fundado se resuelve:

PRIMERO. Sí existe la contradicción de tesis que ha sido denunciada en autos.

SEGUNDO. Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por esta
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los términos que han quedado
precisados en el último considerando de esta resolución.

Notifíquese; remítase la tesis jurisprudencial aprobada por esta Segunda Sala, al Pleno y a la
Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los Tribunales Colegiados de
Circuito que no intervinieron en la contradicción y al Semanario Judicial de la Federación,
para su correspondiente publicación, y envíese testimonio de la presente resolución a los
Tribunales Colegiados de Circuito que intervinieron en esta contradicción y, en su
oportunidad, archívese este expediente como asunto concluido.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cuatro votos de los señores Ministros Mariano Azuela Güitrón, Sergio Salvador Aguirre
Anguiano, Margarita Beatriz Luna Ramos y presidente José Fernando Franco González
Salas.

El señor Ministro Genaro David Góngora Pimentel estuvo ausente por atender comisión
oficial.

En términos de lo previsto en los artículos 8, 18, fracción II y 20 de la Ley Federal de


Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se
suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra
en esos supuestos normativos.

______________
1. Novena Época, Pleno, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XIII, abril
de 2001, tesis P./J. 26/2001, página 76.

2. Tesis aislada 2a. XXVIII/2000, Segunda Sala, Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XI, abril de 2000, página 235.

3. No. Registro 170,008, Jurisprudencia, Materia Común, Novena Época, Segunda Sala,
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVII, marzo de 2008, tesis 2a./J.
26/2008, página 242.

4. Novena Época, Pleno, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XII, octubre
de 2000, tesis P. CLXVI/2000, página 45.

5. No. Registro 367,496, tesis aislada, Materia Laboral, Quinta Época, Cuarta Sala,
Semanario Judicial de la Federación, Tomo CXX, página 845.

6. No. Registro 367,337, tesis aislada, Materia Laboral, Quinta Época, Cuarta Sala,
Semanario Judicial de la Federación, Tomo CXXI, página 1703.

7. No. Registro 802,719, tesis aislada, Materia Laboral, Sexta Época, Cuarta Sala, Semanario
Judicial de la Federación, Quinta Parte, II, página 67.

8. No. Registro 207,671, Jurisprudencia, Materia Laboral, Octava Época, Cuarta Sala, Gaceta
del Semanario Judicial de la Federación, 83, noviembre de 1994, tesis 4a./J. 47/94, página 29.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 165/2008-SS.

9. No. Registro 200,727, Jurisprudencia, Materia Laboral, Novena Época, Segunda Sala,
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, II, septiembre de 1995, tesis 2a./J. 39/95,
página 333.

10. Registro No. 197,696, Novena Época, Segunda Sala, Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Tomo VI, septiembre de 1997, página 305, tesis 2a./J. 42/97, Jurisprudencia,
Materia Laboral.

11. No. Registro 184,002, Jurisprudencia, Materia Laboral, Novena Época, Segunda Sala,
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XVII, junio de 2003, tesis 2a./J.
42/2003, página 285.

12. No. Registro 185,879, Tesis aislada, Materia Laboral, Novena Época, Segunda Sala,
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XVI, septiembre de 2002, tesis 2a.
CXI/2002, página 351.

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