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Una de las causas del bajo rendimiento escolar es el uso excesivo del celular ya que la
adicción de los estudiantes a la tecnología los expone a múltiples riesgos. El uso del celular
se ha convertido en una práctica habitual debido al avance constante de la tecnología y al
sin número de redes que presentan nuevas formas de comunicación con las cuales los
jóvenes se sienten identificados.
Cada minuto que pasa dentro de un salón de clases tiene una finalidad: aprender. El
problema radica en que los estudiantes tienden a olvidar que para aprender es necesario
mantener una concentración total es decir, las interrupciones y distracciones, sean nulas; sin
embargo los jóvenes que presentan adicción a equipos electrónicos revisan su celular a cada
instante sin importar la hora o e lugar en el que se encuentren y esto no les permite
concentrarse en las actividades a realizar en el aula de clases, en las tareas en casa y en su
tiempo de sueño.
Este tipo de estudiantes se sienten ansiosos cuando están lejos del celular y se sienten
obligados a responder inmediatamente los mensajes recibidos y es así como en un descuido
del profesor revisan su celular para entrar a sus redes sociales, dejando de lado su atención
en clase.
Las distracciones son fáciles de encontrar pero muchos estudiantes ignoran el hecho de que,
mientras más se concentren y presten atención en clase, mayor es la probabilidad de que
obtengan buenos resultados académicos y menor es el tiempo que tienen que dedicarle a
una materia.
Las personas que usan mucho su celular presentan problemas para memorizar y recordar lo
descrito en clase, además al terminar el horario académico los estudiantes regresan a sus
casas en donde permanecen usando el celular e internet hasta muy tarde y esto genera
dificultades en el hábito del sueño y provoca que los jóvenes duerman menos horas, es así
que en el transcurso de la noche no pudieron retomar energías para comenzar el siguiente
día y se despiertan muy tarde e incluso cansados. La capacidad de comunicación constante
en cualquier momento del día genera que a los jóvenes les cueste cada vez más conciliar un
sueño interrumpido.
Los estudiantes pueden sufrir bullying a través de las redes sociales o acoso escolar que
afecta la salud emocional y es así que por su permanencia en las redes están inseguros ya
que el anonimato puede enmascarar perfiles criminales. El uso excesivo del celular hace
que se distraigan de sus obligaciones y puede conllevarlos a una vida sedentaria para evitar
esfuerzos físicos.
El uso del celular en horas de clase puede presentar diversas modalidades como adictiva,
compulsiva, habitual, dependiente y obligatoria, esto no permite al estudiante recordar lo
visto en clases pasadas, tomar apuntes concretos, llegar puntual al aula de clase y mantener
su concentración.