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_,¡\\ '; ,¡-',"l ff;/) 1 miento de Ja preocnpación ética a lo :argo de la historia del
pe-nsamíento, esbozarido las pregunt:1s que presidieron la re-
flexíén de los mayorespeúsadores en el área, hombres de diverso
origen y ge.ogrnf\a, Comienza por preguntarse si el problema
It,!'~ JiC;JJTJCC:IQl\f
central de la ética -qué es bueno, qué es malo, y cómo se
est<0blece un punto y otro- es tan absoluto, o eterno, como
parecen postularlo las grandes religiones. O si debe enfocarse
históricamente, como un emergente de culturas especificas.
~
En ei mundo antig-uo, Sócrn'..es pern;6 en Dl1 principio bási.co
del bien y el mal, donde el escalón rruí$ alto' del bien estaba
ocupado por el conocimiento. Para Platón, Ui razón debía go-
·L.::. T{c-:ali'l.caden1:ín, "ética" es "la pa.rtG de bernar b voluntad y Jos apetitos, Siguiendo ese camino, Aristó-
¡,,__ :: ·"::;-,· ··l.(:: la r:noral. y de las obligaciones del teles enténdió que el hombre octuoba con arreglo a propósiws,
j' que el rnás alto de ellos era ln nutorrealización, a la que sólo se
en genera1, se ocupa de accedia por la razón. Epicuro desvió su punto de mira hacia un
a Drornover el bienestar de la principio del placer-porticularmenle. el pÍacer de la mente-,y
g:~tc<. ::::, ... j !.. ,~-:F:: .- \.l.:::-.' 2:r ce':' iu 1.:1.\tnp~ren.::i6n de lo que constlti.tye los estoicos, hacia la idea del bien en tanto ligada a la armonfn
'.''' ;,y;·,~ucl.1~)2"~lón por crear las condic.ío11es entre ios actos de los hombres y el universo.
l",i;~n.2 que yer con las cuestiones qtte La fíloso!fa cristiana, posteriormente, buscó vínculos con
, E:.~'~·· ·-··_~\-icL1 CBuchholz, fl. 1989). 1
Oriente, y asf San Agustín imaginó ni. mal sólo como ausencia del
·:r•: ;'., i "t l :\ --~ ti.11 :in t.8'nto sL-:tenü5.tico de usa:r la bien. Pero Santo Tomás retoma el hilo aristotélico aJ unir la idea
\Ti.;: ()o:i_ ri:: · ', ·, ;·,·1,1 ; :; . - j -,~,) i1uos. :-¡·ü e~(0t::r.ie.ncia mor·al de la bondad de Dios con las observaciones racionales del Esta-
·j:. -' i 1 ,' ' 1'-~ regl[ts que deben girita: elhombr~nde la bondad di1cinacuando percibe -por
1
f,"r"\." 1(1, d.ig¡).OS de ser per- vla dceJ saber- el :propósito de su propia creación. El abandono
'\ del mundo result:a ser, por consiguiente, el mejor camino de
·i:·'· 1\l s t;\ sig-r.Uficado de la c.ondllcta perfección. Sin embargo, después de Sa.nto Tomás, Meister
:,··'"1 : :.!ii: i) duos efectivarrn.::J1te re·rtlizanj y lo' Eckhart hizo hínrapié en !a Pureza de Dios con quien debla el
(i"i,\- \,\·.~':'· -<~"¡' i\ cu.estiona.rse ai:.~rc-a de la acción 11on1bre fu.ndirse'.o sepulLTise. Eckart, traspauido por la idea
; ,. "1.:.1; •• moral de ,Dios, sugería que aparla.rse de él ii11plicó el mal c.n.mino
{\
211 \.{JT.i.!D a la r1ecesidacl de nor.ma- (el pec.sdo origin:ü), representado en Satanás, el espíritu del
~- ¡·: :.'I:' ,__ pr-:r1·L' qpe ést..ct ~·.e sust'i:.:nte en valores q11e 1 en maL
'l ·,_-.:, · ··.-,~ -· con.vivencia, facilitru1<lo el desa-
12\ ~¡nen nuestra propia edad, Rousseau descubre a un hombre
,]-· -1,·; ;·,j· !i.,.; d1;¡:"' qu:.: i.:c1-_21;:;c:·.1\D.n en. l.lll sisten1a socittl
\ anterior al pecad~) orí5ri11al, E.:ln conseguír con ello resolver el
problema del bien y del mal, ngitado por la evolución de la ciencia
por Ja fílosofía y existe ya, 1 cnc;1rnada en los;pnsos de Copérnico Desearles y otros, que
1

rnuy con,so!.itlada del desarrollo aluden a nuevos fúctores y pceparan el "rl.arn~nismo ·social" del
siglo XJX. . ,
ucZor_es en ¡Jsicotera¡Jict j'.v1a.x:: 1 En el frngor deÍ. siglo XVII, Thonrns Hobbe.s había supuesto
(,)J.i:¡dor, t'rc~?,Ú el .d~;;;e_nvolvi::· que el hornbre es d t::vravado ele nv.cín1icnto. En Ls. encrucijada del

-1'..
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18
b "
UI. PéRSPECT!VA ETlf..A EN El ,\NAllS!S. ORGAfllZ.<'l:ION.AL

Según Stuart Mil!, el bien es "lo que arrastra rnayor beneficio


al mayor número ele gente", Para este clásico economista y
pensador decimonónico toda la gente tiene derecho a iguales
oportirni.dadeo dentro de sus talentos o habilidades, y el egoísmo
se define como lo contrarío al grupo.
La escuela pn¡gmatista -WilliamJarnes, ,fohn Dewey, y otros
conocidos pensadores norteamericanos- define igualmente el
bien y el 1na1 en relaciói.1 c.~-1~ _E;)_gyt~-p_g: gl.._.bi.en. .es . así.. un--acto--qt1e-
de ava:HZd.l hd(JJ la plena co1nprension de lo real, Sp.n1oza. .no t.:d grupo,
lb'gr6 '"-es·e iütetito,----Y en -c~'lmbio afif!ii'ó "'1á-- cualidad liiJD18ii"ií Max Rosenbaumfínalizá síl recorrido con una rá¡Jida revisión
racional y su deseo de auLopreservación: tal como el bien con- de lo que ,e;¡ considera las teorfas más influyentes en el área, en
sistía en el logro de objiztivos propuestos, el mal proven_Ia dé· los el siglo XX -t;eorfa del aprendizaje social, do! desárroUo cog-
obsLGct!los en el c21r1ino de tales objeti,.1os. El bien, según Spi~ noscitivo~¡ psicoar1úJisis freuclia.no-, en sus aproximaciones y
noza, aparece cu.ando el hombre entíende completamente lo que alej¡irn.i_entos del can1po de 1.a ética.
hoce y alcanza aquello 1wr lo que lucha, ' En.tendernos que los valores que susten:,an la ética tíene11 un
1)or su parte. el hornbre de "la "revo1ución ingles.a" de fines del carácter rnaral en ·stt esencia, pero no se trata sólo df; u11a n1oral
siglo X\TiI, J ohn Locke, es hobbcsiano, y corisidera que lo b11eno represiva ligadu a la prol1ibicíón cercenante, sino de L1112 moral
produce placery su con Lrarío, dolor, El hombre sería una "tabu.ln copstrnctiva, apur1talnclora de las con_dú:iones que potencian la
1
rasa' donde van a inscribirs-e todas las ide4s sobre el bien y e) mal, _conti::1uidad de la especie. ·Se trata de una rnoral compatible cor1
emn1iadas del mundo externo, A Locke le ímeresa, más que un el deseo con la reafirmación vitaL
1
1·•
bieú o un mal estableciclos por ley divina)as simples nociones de La tesis que expus'O ·Lacan en su seminario sobre la ética es la
t¡:t:_~·- 11
!tcorrecto·'' e "incorrecto originndas en la ley cívil. Por eso
, de que "la Ley moral, el mandamiento moral, la presencia de la
eslima in1portnnLe el cnsLigo que ésta es qi.paz de prever, y la instancia n1oral, es _aquello por lo cual, en nuestra actividad en
op·inión de lo·s dé·rriás sobr"e la ·pro·pin persona en tanto bases de
1
tanto estructurada por lo simbólico, se presentifica 10' real -lo
t1n con1porL--'in11en to recto, Eran tíe1npos en que el ínt_in10 11011or re.al como tal- el peso de lo real" (Lacan, J,, 1986), El origen de la
de la cabali'ería iba dando paso al "common sense" y a la "public moral tiene que ver con la oposición dialécLica entre el principio
(' opiníon". 11ncer el bien era, s8nCl-1lomentB, ha_cer loconvefiiente. de placer y principio de realidad o surge de ella, La acción moral
Se babia establecido, dice Ma:x Rosenbaum, ei "egoísmo ilus- está inserta en el ámbito de lo real, en el cual crea un surco que
4

trado". sanciona el punto de la presencia humana. ,


El mJs influyente de 1os filósofos del siglo J{D{, l{nnt se oc11p6
1
Las defi.11iciones apu11Ladas_ responden a u.n enfoqt1e prescrip-
.;,~
w-
(y preocupó) por la le,y rnoral y el deber por arnor a1 deber. tivo de la ética que, por supuesto, no es el único posible, pero en
Coincidente con 11'..0llssenu) cr8e que el 11on1bre es natt1r:::Ume11te él nos. sustentarerr1os a fi11 de vincularlo con el tem.a de la
bueno¡ pero CTtUtan1er1te subr2ya 1 sí.n erGbargo 1 las consecuen- prornocíón de las co11diciones -profesio11ales por-una Parte y
1
cias de sus actos. Proclarri.<?. al ·'i.n1perativo categórico., co1110 regla laborales por la otra- compatibles con el desarrollo humano.
nioral con sede e:n r1osotros r1llsn1os, Yd,ice ql1e cada pcrsor1a Se:: ha dicho que las concepciones éticas de· uu gn1po se
· actUa como sí su acto f\1era..,:¡Jn p.rincip.io uJ1iversa.i. Por U.lti1no1 constituyen s-oci1..U1ne11te a tr'Ll\iés de la i.nteracción y en esta 1

sehala la necesidad de coJ1side:i"f~r a la gente co1no fin) yno 11s.a:rl.o. l:rJ.edída, tienen que ver con J.a cultura. Pero l:ambíén se funda-
e.o lJ.1 o 111 edi o. mentan en ciertos valores básicos (en el sentido de permanen-
tes) qur; parten de u.na concepción profunda. del set 1:1urr:u:tr10 -de
'")
,;1J¡.,,i
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¡¡.¡TROOllCCION 19 ·parte de una metodología de abordaje. Y su importancia es t;;J
que sin una propuesta clara desde el punto de vist.¡i ético no hay
sus necesidades, anhelos, deseos y conilictos lIJ,cox:rncientes- abordaíe posible. Lo ético integra las condici.ones contraclqales
basada en las invest.igaciones psicológicas. pero aden:rási se a}}oya en las actitudes del anrdíst-a º.investiga~
1
Es muy frecu.ente er1 psicolog(ay en psicoanálisis lirnitarse a dor que deben ser coherentes con sus p1 :ncípios. El cliente, por
un enfoque purani.ent.e cl..escriptivo de la i;:onducta. hwuanal c1erto 1 prueba wJnuciosa y sistemática:rnerlte la coherencia e
büscan.do profun.di'tar e:n la explicación de los nJ.otivos ;gJ.rededor integrítlacl del investigador en estos aspectos, y el resnlt.ado de '
de los cuales giran los fer1ór:r1enos que le preocupan. Perol co1no las prue'oas se ad,.~erte en el afianzamiento de 1r rehwi ón o bien
lo señal.a el m.isn10 l.ucar1 en la obra antes cit.ada la psicología se
1 en .su in~errupción o bloqueo.
qL1ed~ía en el u n1bral de l¿·._s cosas sí no diera un paso nl.4-s en el
plano de la prax.is,si no intentara dar respuesta a la pregunta de El análisrs organiwcional delimitación
lo "que debemos hacer, dada nuestra condición de hombres para
actua.r de rn.a.o.era recta". ·y al decir de J. Bleger (1966)) esta. Corno Jo señalamos en una obra antr::rior, ¡;;l aná1is.is organi~
re_spuesta !10 pu.ede ser contestada sólo con ia psicología: pero zacional co.nstituye t1na dlscíplina en proceso de adquirir status
tampoco sin ella. cienLifico. Este i1r1plic.a los siguíentes aspectos:
Cor1 la introdu.cción de esta problernútica se adiciona.ría a la
detern1inaci6n l1istórico~g.12néttca una visióu fina.lisL-.'l p1~ospec­ a) [lnn tcoi-ia rc(critlo a un ol:.:/ef9 de conocin1ú2nto. Debc::n1os
üva que o¡mnta al "para qué" de labonducta. 8n ella, la excplicación reconocer que esL:"l teoría. que r1penas se ln)ció }1nce no n1ucho
nos~ ago41en1.a cau.:;aUdad referid.a a los eventos o circu.nst.:'lnci.as 1nás de cu2renta años, se encuentr;;¡ en clc:s2rroll.o, f.Jo se tro_L3. de
previas slno al senti.do o $lgr1iflcado de lo que se qL1iere conseguir, llD.:l leor\a confor1nada pot conceplos y preceptos unívocos, y
o de !as rnetEls. a las que. se desea llegar. al~n es po.Sible que l1aya t2nt.as teorías com.o· jn.vestigadores yn
;·.,
fjS a::¡í corno, desde ei ínic'lo; la ten1át'lca ética :r·esr)o11de a un que supropio objeto, la organiz::ición, es susceptible -como
con1pronüso co~1 la acción a la luz cte una .f)c;rspecti·va que fenórneno- de a·brit,di.sti.ntas interpret.ac.iones (véans·e capílulos
conr,empla la existencia de valorr~:s es.e-ncia.les del género h.u- 5 y 6). Se nutre de la s 0 cío)ogía organízacíonal, de la p.sicología
rnano --los que, en (11.tirna lnst11n.cia oriE·nt.an su condl1cta dán~
1 soci2J, del psicoanáli.sis, de las ciencias de la ad1rllr:iistracíón o
dole snntid1>- 1 ) ' cpJf:J por ende, n1erecen ser pi-otegidos. "'rnannge.:ne:nl"., de 18. ai1L·¡·0p(dogfa1 dr~ la econon1J.a, etc.
Co·n·10 cQnsec11e1YcÜ1, si no se d~ei-a respuesta a los irnperativos b) Un rriéioclo de inuest.igación, acorde con dicho objeto, que
ético~;, ios dc::sa.rrollos di:: l:t psicologia -y, en partlct.llar, los del pe·t·1n1t.a él acceso a los problemas especíJJ.cos de la i::x.per.iencin
("> ari.ál.i:3is org.anizn.cíonaJ.-· se. vf:'rlan frE;nados:.de ·hecho, la crisis J1uxn2nn y de la d.isciplí.na. Este n1étodo es original)' distint.o de
de las Lnslitu.c.iones est.3 seüala11do la necesidad de 1Jn replanteo cualqui.·er otro de investigación social.
profundo de ·1a ética. Ciertos princiPios básicos que h.acen a la e) Una estrateg1~a ele ca.111.hio de Jn conducta y de las organi-
v-ida civilizada; a la interacción en un árnbito social (por ejen1plo 1 zaciones.
u. el principio de a u,toriJ;,1.d), est.á.n en crisis al hallarse imbricados d) Una práctica profesional susceptible de dar lugar a una
en di.Jc·ma.s éticos i\1ndament.ales. formad.e consultoría.
En la prictica dE1l análisis organiz2cionnl hemos nprec.i2.do la
in1por~rtncia de cor1tar con un bagaje de ideas y conceptos que Como corolario de :nuestrn descripción, podemoS decir que,
hacen n \a 2tic<J, bng::ije que debe ponerse a disposición del cliente desde el pu11to de vista 2r.etodol.ógico, el análisis organizacional
en f;111i:o sr:. tro.tti. de '!11Jrn1a0 que conten1pla11 sus detechos y quei constituye un proceso de cambio pactado contractualm~nte entre
po;:' lo tantof c-orifi1r11ran ut~ s·i~3t8ma de g·arantü1.S j un i:iM.t<:b de los n1ie1nbros ele un sist.enia organizacion.al detenninado y un
referencia ptotector que da sentí<1o y significs.do a tma deter-
;--ninada i..nterve11ción. t:stH bag1:je si; integra a 1.11 práctica con.10
::,

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analislo. indepen.cliente -·considerado canto un "a.!},en.terleca1iibio a)El carácter independiente delanalislalila(·e::!.el hecho de que
externo''- 1 ¡)ara e.n.cíirar JtJrcJ:Jlcn1as qiLe obs:io.culi2an el clesL2rrollo no for1:11a parte d-el sis terna interno de at1toridact, y de qt1e p-osee
de los cornponentes del sis tenia. El contrato legitima una relación autonornia limitadit para fijar ciertos objetivos y establecer los
de colaboración voluntaria que compromete la e.xploración con- est:Andares de su intervención. Por ser de af11era, no está invo-
junta de todos los implicados, tendiente a desarrollar la com- lucrado en los problemas organizacionales internos y, por lo
prensión ele los aspectos interpersonales, organizativos, produc- tanto, puede desarrolLir respecto de su ciie11te cierta "<lisl.'lncia
tivos, palíticos CL-i:.i.ológicos, contextuales, que afectan el desa-
1
óptilna" para tlbicarse en 1111 rol observador y para regular las
rrollo de la organ.ízación y la realí.zaciOn de sus niienibros. Todo condiciones que encuadran contractualmente la relación. Si
ello involucra y compromete un sistema de va.lores. bien, corno lo descriciremos más adelante, el analista muchas
Nuestro interés por E>l terna de la ética surge dela práctica: ella veces no esca.pa a los í.r1flujos de 1u a~sin1etría clel'poder, se asume
nos lleva Hver que la étir2 constituye un aspecto funclament.al que puede mcmipula.r constructivamente ciertas condiciones
de1 método de investígación, del abordnje para el carr1bio y para que hacen al diseüo de su intérvenclón para poder ubicarse en el
Ja consultoría. Sin 1..111 rnarco de.referencia adecuado (que l1ace, lugar d.e l.e. escucha y del acompañamiento al servicio del cliente.
en generai. n los valores), 1as í11Ler1ciones de can1bio se ven b) El carácter analítico del rol permite de::;entraD.ar y deco-
lin1it.2d<J.s. ddlcar si[.;nificados (hermenéutica) y favo:~=$CGr un conocimiento
a través de un proceso rr.ayéutico (Sch.ierr1enson) A., 1981 y
1087).
El rol del anali.sta orgnrLiz.acional La ayuda artalítica se desarrolla a través de comentarios del
analista, tendientes n so.car 8. luz los conflictos, señalar i.rlcon~
l,a descripción y deftn.ición dol an.ál.':sis orgar1izacioJ1al no sist~·nci2s o contr::i.di-ccionr.:s) revelar prill.cipios o conceptos que
quedarían completgs si no se puntu_al)z.asen las características est/mrnás;1llá de lo apnrente)y realizar síntesis que suponen una
¡-., esenciales que hacen al rol del analista organlzacional. E-st::is ntteva co11ceptualización {12 la situación. Tales síntesis, cuando
pueder: s)nletízar~se con1.c1 si_gi,1e:
4

'· tienen suficie,nte nivel de ab'3tr,1.cción, pueden 111tegrar un in-


forme --cuyo carácter l1ur1ca es definitiVo- y que se somete a ta
a) in.cle¡:iendcn.cia ¡)rofe$1:onal 1 consideración del cliente.
b) car6.ct.er a.n.alftico de 18 función (que garantiza la autode- e) El carácter colciboratiuo de la rebción diente-analista implica.
termü1ación del clleHLe y la aut.onom5a del analista), participaóón voluntasiay coloca. la responsabilidad del proyecto
e) relación cola.borativa entre analisl.a y cliente, en las personas involucradas. E:l analista y los miembros de la
('
d) nelltralidad. organizacióU¡ er1 forma conjunta negocian acuerdos qLte incluyen
1

el est.ablecimiento de las condiciones de trabajo y la elaboración


Estas caracterí.:sticas co11forman un. modelo de desempeño conjun.ta de la información, que si? curnple con la forrnulai::ión de
~.;:
que se ajusta a los fenómenos en juego, ya que los aspectos los cambíos deseados.
signifi.cativos de la conducta individual y de Ins relaciones so- Para que pl..1.eda darse una relación verdaderaxnente colabo-
ciu1.es no .son de: acceso di.recto a u11 observador externo. Gene- rativa, la participación vol untarla es tui reqLÜsito destacable.
ralrnent.e se on·üt211 los }Jroblerrias esencírJes, a n1en.os que d) Lci nwtralidad alude esencialmente al complejo sistema
medie t1n acue::-do explicito q11e p,:ute de 1a existencia de condi- de inl:e::·eses en juego en u11a organización derivados de la
1

ciones de seguridad; confiabilidad y confort' psicológico . exístcmcia inevitable de grupos signlfioativos de poder que ejer-
P.Jgt_moS. bre 1e::;.·, seD.t2Jatn1entos perrni.Leri_ :o.l-1ond;1r las car.sc-
1 cen. ur1a. inflt1r.:nei.a rec(·procl determinar1do Lrna dinámica
1

terizaciones pro1)l.1estas: pcuticular. su·preseµcia debe1omarse com.o dato de una realidad

4
IN l'ROOUCC){)r-J 2:J
formu1icionL<s teóricas de EJUottJaques. Tratamos a.W un enfoque
rnultifacética de partes en conflicto. El b;ma del poder es central y Ul:!a polític:i s·obre las condiciones que debe reunir el objeto
eri el an¿J;sis organizacion;;il y la neubulidnd se refiere esen- organizacional, marco continente de las condu:tas individuales.
cialmente a él. En síntesis, hemos de ocuparnos, pues, ceni.ralmente, de dos
aspectos éticos: a) el que hace a la metodología de abordaje y que
Para favorecer el flujo de información relevante entre analista se refiere a pautas, normas, procedimientos y garantlas reque-
y cliente es necesntio establecer ciertas normas que enrnarcan la ridos parn poder acceder a las organizaciones y a su problemá-
re 1ación. tica, .Y b) .a aquellas consideraciones. que tienen que f ornmr parte
Las lnqtüetudes aquí plai-1teadas surgen de Lnvestigaciones del b8gaje teórico dei a;1alista relativas a la necesaria formula-
1

que ht:rnos venido r122JLzando con la apl.ic.;:1,r.:i6n del tnodelo me- ción d~ Ciertos valores que t'rascienden la rr¡e_ra práctjca y van
todológico en los ú1ti.111os veinte a.ños, e1110riencias que nos más 2Jlá de la resolución eficaz de los problernas que originan la
pe.rmiten ~/a el suficiente decanbuniento de las conclusiones. l,a consulta.
pr.üccica nos 11n puesto en contncto con procedjnlientos YB.9.IrQ::-'3.S
de uondLtcLa nue el consultor ha de te.ner en claro y al rnismo
dernpo ofrecer a sus cl[¡.:ntes corr.o garantías qlle posibil.itE..n el Teoría y práctica: su interrelación con10 in1pcrativo ético
a.n·álisis.
Las garµntíns afianzan !;-1 relación y pern1iten el acceso a La sepor2ción --y 2un ln divergencia- de teoría y práctica en
he.chas y fenómenos verdaderan1ente significo.tivos, cuya con· el c2n1po def anjJisis organi;;;ncional,. que 2lgt1nos nrgu:11enlos
s ldcración es. ~\..tn dan:-,. en tal p :1r~L perrrtiti.r autér.ticos ca1r1bios. En parecer.ínn s.ancionar, ha sic.lo viva111ente disculída no sólo con10
el capitulo 4, nos ocuparemos de describir y fundamentar estas un pi-oblema puramente teórico o mcrnmente práctico, sino
garantías que enrnarcnri ei proceso de un deterrn.inado análisís como un dilema éticq.
'}'.e organ Lzucionc1 l. . El nnnlistn organiZ,1.1cional esLü lejos de ser un 1112go o un
·• No todo -en efe:to- es cuestión d;~ procedimientos sino hechicero o alguie11 Que por su sola personalidad carisrn,1tic.a
tilrnbién de enfoque y posición frente nl objeto.ya que en el caso vaya a poner orden en las situaciones de conílicto. El .a na] isla es,
Lan1bién escrin cornpron1etidos valDres. Las cuestiones que tle· en primera inst.aJ1cja, rxperlo en un área muy específica del
n.en que ver con la interacción hurnana en.unámbito social, con co11ocii'niento. Su ptáctim pre\~fl le faciJit6 investigar, y su for-
la coordirú1ción del esfuerzo personal con la pro·ductividnd y la
1
m.2ci611, incorporar tln bagaje sígniíic.ativo de experiencía.s rea,
eficiencia, son de una profundacS;.igniJí.c.nción étiwy por ende nó.
1 1
liz.·.Hlas por rnlen1bros promin€nles de la comt1nidad científica,
(\
pueden ser relegadas. o. una n1era cuestión de conciencia lncii- que se suman a su propia intuicí6n 1 C-5.ipacidad crítica, actitud
vid ual.. Los profesior10.les que se dedican. a E!ste quehacer tienen a.nalitica y creativídad, neces...:1.rías para arrjbar, prírnero, a un
que dar respuesta ~Y o.sur:rür en conjunto responsabilidades re- buen diagnóstico de la situación planteada por el cliente, y pRr;i
t;¡;. feridas u córno debe orientarse la conducta individual y social desplegar 1 luego¡ una propue.st..,1 e.stratégie.R que acompañe el
po.ro. respo:ider a las neces!dndes de constructividad y desarrollo proceso de resolución y cambio que se le solícit.a.
en gene1·a!, y .'.ll crec~rr1iento de los individuos que intervie11en en Para encarar el diagnóstico y Ja estrat.egia de cambio, es
los procesos observados. Si esto no se trata, y !a responsabilidad probable que haya elegido una orientación y en esta medida,
adscripto a una ~ete.rrr1jnada tcorí;:i en el campo orgasUzacionaL
1

no se asume, ln disciplina se !~ni.ita a ser una mera -y potcn-


cia.1111ente rel.ig·rosa- tecnologia, desprovistr. de Cünlenido hlll:t.1[;;110 Perderá el tiempo si enfrenta los hechos con la mente. abs.o!u,
(J2q11es, ¡976). •· lamente eli. blanco, cuando la historia del co~ocimiento es ya lo
Pura dar respuesta a estas cu~::stiones) d.esan·oUru·emos e11 el suiicienten1ente :rjc.:1 corno para ofrecerle marcos referenciales
capítulo f) el concepto ele "organización requerid11" to1nado d"e las
b
'.16 LA PEflS1~ECT!V1\ GTJC,\ EN EL ;\J'¡P.,USJS 0A(.}..!.NJZACIONAL
INTRODUCCIOH 25
Por todo esto, la teoría, an1én de cui:nplir con una Ci.r1alidad
cóherentes que lt: pern1iten ubicHr,se. f~o es deserlble soslayar absoLJta1nente práctica, aporta al desarrollo general del conoM
tales expcriencic1.s: e11 ellas es posible basarse pa:rn riJ1oi-rw ci.miento y a los il~tereses de la comunidi.1d científica.
tiempo y 0viL1r errores. El met'o resulta.do eficiente en lo inmediato, q110 satisface la
En el campo del sistema-diente, y en muchas oportunidades, necesidad de un contratante particular, no constituye 1m crite-
quienes tienen responsabilidades ejecutivas en una organiza- rio que baste para validar la intervención.
ción poseen una visión exclusivamente pragm:ítica de los pro- Así puede decirse que la "buena" intervención se completa
blemas y pueden subestimar la importancia de la investigación sólo cuando está seguida, o acompañada, de la investigación, que
y de la teoria. Lat-; aspiraciones ac.adé11Ucas de un analista in- in1plica un diseño especial para el tratan1iento de los datos que
vestígador son evaluadas prejuicio&u11ente. IYJuchas veces se surget1 de la indagación. ~Jo se trata de u11 díse'ño para operar
ubíca lo teórico fuera de la realidad y se considera a q11ien datos con µn criterio estadístico de validez y confiabilidad, sino,
sustenta un punto de visea semejante como poco práctico e por el contrado, de una investigación cu81itativa. El enfoque
irrealistc,, atribuyéndoseJe. ima actitud despreocupada de los metodológico del análisis organizacional supone el abordaje de
resulé<idos. Ylo que ocurre es que, a veces, et enfoque excesi- las n1.otivaciones, de 18.s intenciones arraigadas ~n procesos
vamente restringido a lo inn1ediato, que pretende reso1ver un inconsciente-s, irnbricadB.s en las prohlernátlcas de const1.ltn fuera
tema urgen te, dejad e l nd o y tien<l e a pos poner indefin idiunente del a.lcance de los métodos de t:hcu.esta soci1:il h1)bituale.s basados
n.specto,s fundn:r:nental es. Conceptual·izar, abstraer, gE~nerallzar 1
en ltn enfoque positivist.a ló¡;rico.
no irnpJica disocin.rse de lo concreto y de la rea.lida.d. Por el Tía.Y un punto en el que la resolución del prolJen10..que dio
contrsrio, la concqptualización de la práct.lc"'..:-'l pern1ite .l1na <.risió~1 lugar n. la consulta se vincula con la satisfo.ccíón o µporte a un
e.strátégjca de los problernns· - "ver el bosque"-, adquirir una problerná social más .0-mplio, a la const:rUctividad ger1eral, al
perspectiva que p.errnite ~1nalizar el probltn1a desde distintos desarrollo del conocin_:iiento. Esta síntesis es la que llna lnter~
·¡., vértices. e integrcJr estns diversas visiq.9es en tinídades signifi- vención específica pretende alcanzar.
cativas superiores. De esL.J forma, Ja te8rí.a nutre la práctic..a y La investigación de la que aquí se habla puede t·ealizarse
ella, de su lBdo, ~;u~·.tent.a -el desarrollo de 1a priroera. después de la intervención concreta qüe provee los datos ob-
Trúsi;gncler el plano de estas demanlbs concretas provenien- servacionalBs básicos 'para la conceptualización rigurosa. Este
tes de ln práclico profesionnL para desarrollar un i11arco con- segundo componente ha sido postulado como una premisa fun-
ceptual que vaya enriqueciénúose a partir del abordaje empírico damental de la "investigación-acción", formulada inicialmente
constituye un iinperatívo éticm. de nuestra disciplina. La .reíle-, por K I,e·v1,rin quieh sostiene que la disociación entre teoría y
1
r; xión sobre Ja prá!:ti.ca permitirá enriquecer el desarrollo de la práctica deS<J.ctualiz~ ambas instancias. Por Lllla parte,. el desa-
investigación ..Ur1111arco conceptual teórico: a su vez, orie11ta el rrollo ele las cienciao soci8l'es se empobrece al desvincularse del
análisis y los procesos de resolución de problemas, implícitos en análisis: concreto de los problemas rea.tes; por otra parte, para
tf';, las den1andas. resolver los problemas que plantea la realidad, no hay nada más
Una teoría es. as.í, u:na herrzmüenta absolutamente práctica práctico que una buena teoría (Le1,vin, I(.i 1943~~14). Por lo Lanto1
que va sc~ñalando el ca1Tlirici.pa.rti·-e1 enfoque y las indag:.:1ciones puede afirrnarse que el antUisis estratégico de una situación
pertinentes. La teoría tiene valor pr::dictivo, permite r~.ntici­ concreta supone,justan1ente, un buen nivel de conceptualiza-
parso y encua<lrnr In observaéioi1·aelosn(:chos dentro de un ción pue~to al servicio de Lt·n enfoque prcict:.eo.
contexTODe senfiilii-efr ün ·g-r·ado de simbolizacíó'O super.ior. De La protección de los objetivos cierMtíficos que hc.cen al desa-
é$fá fQj-ffi8,~}Üteoría D}ru.da 7t la fo·~·rnulación· de principios gene~ J;Tallo del conocimíer1to no co11stiti.1yen ur.la taxer.i. sencilla.
rales que llevan 2 resol ver 1·en el futtrrc1, s:1t11aciones siwjj:J.res a El esfuerzo teórico st~,r.gid~. de una 9bstil1adit prD.ctic.a .en et
las de }a realidad in1r1ediat~L

.6
IN! HUlllK.. CiUN :!.'/
práctica: su prescindencia actúa como una barrera que les im-
análisis organizacionnl y los recursos conceptuales puestos en pide llegar al sistema .en estudio ..
juego, dieron corno resultado el desarrollo -en los últimos El analista, señala Rapoport, debe resguardar sus objetivos
años- de centros de la importancia del Tavistock lnstitute of cientfllcos a fin de estar en condiciones de resolver el problema,
Human Helat\ons O~ondres), del National Training Lahoratory pero también para aporlar a la comunidad académica y al pro-
Institute for Applied Bchavioral Sciences (EEUU.), de la Asso- greso de la ciencia las conclusiones satisfactorias de su t.area. El
ciation pour la Recherche et l'lntervention Psychosociologíque mismo autor enumera algunas alternativas que tienden a sal-
(París), entre otros de primer nivel mundial. vaguardar este delicado equilibrio, observando que no todas son
Como lo señala R. Rapoport (1970), l" tarea demanda tiempo igualrnente buenas.
suficiente para cornpietm: el trabajo de recolección de datos,
análisis'::' pres~nt.ación, de rnanera qu._1$ los restdtados puedan - I. . aprirnera -y la 1nenos conveniente- co~siste en trabajar
iJSarse no sólo a lo::; fíne.s de la situación específica de con.sulta, tiempo extraordinario para aportar a la investigación el
sino tnn1bién. de u:'.1a presentación a la ce rnunidad cient1fí.ca para nivel exigido por el probleh1a: ello requiere un esfuerzo
sorrteters~ a uria consüle.raci.ó.1:i. nco,clén:1íca crítica. inmeuso. c:apaz de c.omprometer los propósil;os del in Lento.
La oposición ele la teoría pura y la pnra práctica adquiere visos -- Otrn posibilidad consiste en logrnr de la propia organiza-
controversia.les en el func!onan-iiento rnismo de tn profesión. ción,clienLe el tiempo para invesUgnciones, a través de
f)esde la teoría de l.a investígación"acción, Rapoport busca re- subsidios adicionales.
solvei' el dile_rnh_ que plantearían las exigencias de u11a de111anda -- TJn lercer recurso serio npelar a fondos de oLrns fuentes,
de. serv~cios frenl,-:; s. los n-.etas ncncLórnic0s, proponiendo recur- con10 fundociones, institutos, ccnlros de ínvestignción. Lo
sos tales con10: que ocurre. e11 general, en estos casos es que las institu~
ciones son ren1isas n spoyar otra c:O.sa que sus vropíos
J+< -· exp\icLUu· en t.:l conLrauJ de servicios l::1 "agenda el u.al" propt1esta proyectos, nunque n1ás de una vez se han const.ituido en
fff'kí.·· por la teorín de investigaci'Ün·ntCión: una buena ft1ente de npoyo.
;} pnrtir de e$le runto, conceder a los problernas tietnpo
suCicicnte de i.nvestig~1ción de alt.:1 calidad u Cu1 de contribuir En nut~strns condieionr.s nctu;:iles. es 1nuy frecuente que el
efer::tivn.n1ente a un;:i adecuada. torntL-Oe decisiones, o a la investigndor debo proveer el tieinpo extra necesario parn su-
solución que requieren los t.e111as en análi_sis. La asignaci611 ple111entar el anj~isís y la inve.<;tigación.
de ti12mpo di:: penderá ele la personn.Edatl del [Lnalista y de R"apoport su&,riere en car,Jcter de alternativa, planificar
(\
IB.S circunstancias concretas, con t.al de que 110 se caiga en progTamnsa.d J1oc de investignc1ohes. como los llevados 2d el ante
la tentación de aceptar una investigación apurada e irnprolija en Glacier por Elliott Jaques, sobre la participación de obreros
sólo para nvnnzur soluciones) o de postergar éstas siTre die en consejos de Lrabajo. A este respecto. acola Rapoport que la
;t,5:-. para cornpletar una investigación perfecta. experiencia Glaci er no hubiera d3do los resultados que consigna
Jaques ele no haber sido parte de un programa más amplio de
Lo recon:end.:ib;e es atender-al biene~:tar del cliente n1e.diante estudios. Si bien esos resultados no pudieron predecirse, en
est:·at.ebrias correctas en contexto, ritrno e intervenciones. can1bio hubo efecliva1nente una linea p¡·evia de trabajo teórico,
Desde el punto de 'fist:i científico, el hecho de que el a.nalista reJ3tíva a las interrelncione.s entre L:i organización del trabajo y
eslé comprometido a través de la práctica con el sisten1a~cliente los procesos tecnolóf;icos.
reconoce lns vf:;nL:i.jas qut! provienen de tL°na m·ejor inforn1acióu El análisis de Jos sisternas parti·cipati\1o:s· 8ú 1Ei compaJ'lía
por su rele1cién ele. sírr1pat(a o de ·.rientificació11 con el clie.nle, perrni.licro11 a Jaq11es ]?oste.riorme11te, n1erced al esfuerzo per·
situación a 1d q1Je:; r:o ~1ccc:de11 los investigO:ti"o·t'es frf os, fljerios a la
7-
sonnl de investigoción reaH7~fl<lo y a1 respaldo de inslitucio11es otro campo de la ps1cologfa social, la teorfa y la práctica se
dedícadru; a la investigación (co!:no el :rbencion·..:~d·o 1I'o\ri.Stoc1<. imbrican metodológicamente de t:ü forma que pueden ya ofre-
Institute o[ J1un1;.1n Ile1aLions y ln Brune11Jniv0rSity), llegar 2 cer respuestas a los problemas teóricos, pe1Tnitiendo al rnisrno
formular u.na teoría que explica las característicn.s n1ás ímH tiemno fortalecer er enfoque racional de prcb1emas 'Práctíc;os
porL.1ntes de lns organ.izaciones de e1npl120 y sen.ala una orie11H que ~eclamru:1 soluciones pragináticas, El. r,; l de ay~da y la
tación para su n1anejo. relacíón de colaboración. qu8 se estabi.i:;cen con ·una determinada
Esfuerzos similares fueron los realizados por Tríst y colabo- organización-cliente constituye un respaldo importante paro.
radores (195] y 1962), a pa.rtir de los estudíos en las minas de indagar algunos aspectos relevantes de las motivaciones persa~
cqrbón en Inglaterra, que dieron lugar a la teor!.a de los g1'Upos nales que suelen incidir en situaciones de conllicto y en áreas
1

autónomos y de los sistemas socio~téccic.os 1 de·vssta repercusión fo.timas de la personalidad involucrada en los jlroblemas de la
mundial. 1.;o rnismo ocU.rrió con las conclusiones elabora.das a vida cotidiana} y qtte no son de fácil accesn parti un investigador
partir de los trabajos ccniclucidos en Dína.1narca po~ E.n:iery y a través de un método cor1venciontll de entrevista o er1cuesta
Tborsrud (1969) sobre la democracia industrial. que contaron social.
con un apoyo conjunt.o de las confederaciones de empleadores,
los sindicatos y la universidad. Si nos renütimos a los 1notivos de consulta presentados en el
En la Argentina la.s posibilidBdes de investigación están. res- capítulo 4 advertirnos q11e los lemilS esen-ciahnent.e org·2..riiz.ativos
1

tringi1hs por la falt,3 de prioridad que tiene la acliv.idad acadé- están cons11stancindos¡ o entreverados, con_ aspectos ir1terper~
mica. La disciplina que nos ocupa surge en la Universidad de sonales de la conducta que soslayan, por ende, el plano de hlS
J3uen.os J~ires en la década del 70 dentro de la carrera de motivacio11es inconsC.ientes: encontrar las solucio·nes organiza~
Psicología, con el nombre de Psicologfr1 Ln,st.ituciona), in1pt11sada tivas requorírJas ex..ii-e-, el). copsecuencia, m1 cuidadoso pro.ceso
por José Bleger y Fernando Ulloa. El marco académico generó de ruu.Uísis para poder entender e incorp·:n-ar estas tlirne11Siones
J·~
un in1portante desarrollo orienU1do rn;;ísa la prf.<~tica profesional psicológicas en ju-egd. 1~1 .trata11llento de tales temas necesita
Y?i~ ·- que a la investigación científica (aún eh ciernes), que ha sido establecer vínculos e~pecificos co11 el análisis externo· vír1culos
1

auspiciado por congresos y otros eventos cientlfi.cos de la cspe- qne deben mantenerse como tales parn no prod Llcir mayores
ci.alidac!'. confusiones que las existentes en las relaciones de poder. Pero
El presente trabDj o constituye así un intento dr~ contin11ar co11 la condición de no ser parte del sistema-diente que se est.á
ln conerpLualizaciór1de1.111a pr3ctica profesíon::J inde:pendiente, observando n9 es la única premísa del tnétodo.
qt1e nace de la.s dernar1das ~~ clientes particulares -J)OT lo El qn.foque de lru·go plnzo) las con.d.icioues de SBg'uridad} la
i''
genera1 empres.as- y que nos ha perr.nitido re11rllr una consis- conveníencia de la ll-i.icia!:iva del clie11te y ln. con. fídencíalidad
tente inrormnció11 y experie11cia. La.. necesldad de concept1Jali~ pe:nnite11 una. Lnd.agnción ric'1 en contenidos sig:vificatí.vos, que
z.ar dicha práctica n través del análisis re::iljza.do a posieriori ii.os po11e11 en contacto con u.na dimer1sión Inuy pai-tícular de la
i.t<- irnpulsa a ofrecer los desarrollos aquí expl1estos. conducta 11urnan.a, inclispen&able p<:.tra entender el ftLr1ciona-
'En el campo del J11áli sis orga11ízacionnJ, nláS que en ct1a.Jq·uier DJ.ie11to de las organí.zaci.ories.
No existe, en suma, des11rrollo de la disciplina sin desarrollo de
~Prirneras J'ornD<lns de Sociologi;:, del Trabajo, UA.DE, Bs.As .., 1978. í)ct.avo la ír1vestigaciór1 y del conocirrüento: esta convicción conduce a
Congreso Lotin.omncric:ano de P:;icologla y Psicot(;r¡ipia de Grupo (Asocinclón una postura más trascendente del operador, con ur1 comproirüso
Argentina de Psicología y Pióicot.cr;:;.pia de Grupo), Bui:.ncs'Aírcs, 1979, Simpo.s:o
de Análisis 0.r.ganiz<icicna! ((Jolq.0o de Gradu2.dos en Cicl1cla.s Ei:::.onó1r¡.ica.s) 1 fort2.lecid.o ep. los valores e .intereses de la comu.nidad profesio~
Buen Os Aíres, 1980. Congrc~;o A.r@cntino de Psicología del Trabajo (lJniversidnd na! a la. que pertenece,
de Bclgranó), J883. c,ongrcso f\_rgcntino de Psicología Labora\ {A.soc.iac:íón de En el ca,:;o particular del presente trabajo y por L'lS conclirJones
Psicólogos de Bueno:;; A.ir es), 1\;37,19.SíJ, J.Q89.
especiaJ.es de la labor profesional cientffica en n~1estro paí~ 1 la
ói
conjunto constitu.ye11 una franja intern1edia -tal como lo señaln
conceptualizació1;1 de la ¿ro pin práctica fu.e re2liui.ndos.e "'fuera Jaques (1970)-. que regula las relacícnes del individuo con la
de hora·, en fines de semana, en momentos qaitados al descanso. Gociedud: como sedar, son un ag,;nte mediatizador y promolor
De esa =era pudieron ponerse en c,bra !as propuestas que aqu1 de bienesLnr y paz social, o -en st: defecto- d.e polución, tensión
se formulan. y co11ílicto.
Por ello,Jo forma en que se maneja cr;ta zona intermedia y l:is
¿Y POR QUE IL\BL.ARDE ETICA? políticas que la gobiernan hacen al interés general y compromel.cn
a la sociedad UJda. ''
l. Ernpresas y organ;'.zacione.s corno JJroniotores de bie-nestar ·El concepto de responsabilidad social, de naturaleza funda-
social: crccie1itr.:: preocu_,rJación por ta ética en los negocios. mentalmente ética, enfatiza la consíli,2ración de lo social en el
contrato organizacíonal o empres.ario que, en forn1a implícita o
E:l temade fa ética em¡)resaria, seil.3.la B\J.clil.\olz (1989), ha ido explí.cita, reguLa las relaciones de tales entidades con la comu-
creciendo en. la consideración de los D1vest!G-adoresi en la lite- nidad que las engloba.
ratUia, en el debate soci<ll, y ocupar·.do un lugux carla vez inás La preocupación e.reciente de las empresas por su imagen ma·
destac·ado en los cu.rricu1a de las princlpales escuelas de ad1ni- rrifi-esLl.1 la importancia que la cor1111nidad otorga a ciertos valores
nistraci6n de negoclos del rr111ndo. percibidos que se vinculan con Ja contribución socioJ de aquéllas<
Esta incrementada atencirín constltuye, por otro lado, el Se traW, básican1ente, de la bondad y cali<lnd -de sus productos o
refl.ejo <le \rn terna de debute típico de la década de los 70 y 80: el servicios, pero-Lan1bién de lns oportunidades que ofrecen para el
de la ~re;:;po11sabilidatl soci[Jlu) qüe concitó el interés del pensa- crer::imiento econón1jco en general y corrto fuehLe de trabajo.
rni.en-to contemporáneo en ur,n vru·iedad de aspectos vinculados Pai·n ubicar ln proble1T1dtica de ln responsabi1id8d social hay
·.. con el rneclio social. L.as preocupacion12s por el tt...n.a de los que considern.r lj:)11bi8n las carncleristicas cada vez n18S com-
'f., · derect1os h urn<.rnos, la ubicación de la n1ujet,en la so·ciedad la 1 petitivns que fué·'adquiríendo el rr:ercado, que dete:rmin3ron
pro~_e,_cción del rnedio an1bienU;·, los.~problernas .relativos a la una lucha a veces cruenta por obt1?.ner el fovor del consumidor o
c.ontanúnnciór1, la. sefp_u·Ldad industrial, las condiciones de tra- usuario.
bajo, la calidad de 'riela en e! t.rnbajo, el cuidado de los recursos A este respecto, los períodos de lucho.s prGeleccionaríns per~
naturales son car:i-eterísr.ícos .de este perfo<lo. f...,os deba.tes ocu- miten advertir hasta r¡ué punlo t.ales condiciones afect.an Ja
rridos en el seno de l'a soclednd yq_ue afectan al runbiente externo ntn1ósfera social, hnciéndol2 progresivnn1ente más incierta e
·i- . contribuyeron ''
a cuesti.ono.r
··--·- --- ------ .. ' " '..
"•"'........... '\"' ...los_ objeti"'.os
"" '-·· ·-de la ernnr.-.. .esa
. . . •....s._·u
" · ' ' " ' - " " ' " " " ' ' " ' ' ,. .,, ""'"""' " --------~--
insalubre.
(:\ ori enWic:i6rt_L_§l.JS nronósitos:~,.Y llegaron rnás allá de los meros L3 LeXt,uré c41T1bi;:i º'·'
criterios de; efic'iencir1 técnica e de economía de esc:.Ja. cienes, como lo sef13)aron Emery y Trist (1965 ). fue haciéndose
I-Iasta el pei-íodo mencio11a<lo, '1a ·tendencia al creci:miento progresivamente rnás lurbulent<:i a partir de la década anterior,
expor1encial de l.)s org211iz.1ciones -en áreas de UJL:'l supuesta y est.;:;. condición trnjo modificaciones sub~~tanciaJes en las prác-
. 1~J.:
mayor prcducl:i.V:.datl- no parecía te11er límites en la aspiración ticas y en Jas formas organi.zat1vas mismas. La fusión de en1-
de_ 0.rg.ar:i.i¡_adorJ;s._y conductores de emptesns. Pero, _ cox.no fu_~ pr:_e$.'.JS1 .o los. empr:endin1i.e-nlos conjuntos, n-o so'l1 -si110 aJgu·n·as--de
posible advertir luego, el crecimiento tiene a veceS algunos las formas que fueron surgiendo. I.ins prácticas con1petitivas de
efectos coLoJ-er;ile:3 que represe11U1n costo:::: para la sociedad en su lucha por conquist.nrsectoresdc mercado llegaron muchas veces
conjur1to. 1~:11 111Ltch.os c. .a:;;os, cs'~:o se echa Je VBr en e.l deterioro a alterar cie~to.s valores tradicionales en las relaciones entre
o manejo poco rai:.iu~;,nl ílel n1cclio runbientf', er1 los lugares de competí dores.
trnbnjo ins..c:Llubre::. er1 la.~, pr<icb.cas disr.:rin1in.o:torias o la falt.a de
1 1 K Bíanchard y N.W. Peale (1988), mediante una parábola
protección a los consuxnidores) cte. J~as organi.w.cíones en ~su

,..,
''I
-,,~'''•'"'
'"'!.'.Y'"' ·:o.·cn:,~·>¡~··-··· ~-----·--~.~"0'-¡<~,'T:--··
relatnda en primera persona, plantean un dilema ético cuya :3. ¿Córuo rne ser1tiré ante n1í rn.ismo?
solución exige sucesivas reflexiones que clesen1bocan en la ne·· ¿Estaré feliz si se publica en el diario?
cesidad de cllscutir \111 código de con1port.arnientos en las en1~ ¿O si tni familia lo sabe?

prri~unLo ¡\e p2,Itida esladecisiónque un gerente de ventas En eLcampo . . de..la publicidad, por ejemplo, es objeto de un
confronta cuando d cbe incorporar a un nuevo vendedor: uno de debate mundial "la publicidad comparativ¡c", concepto que se
los postulantes, de brill<J.11te foja en la empresa que acaba de utiliza para caracterizar una particular estrategia empleada
dejar, conocedor del ramo y de la pla:ca, lleno de calidades para para ganar porciones significativas del mercado, y que consiste
el cargo ofrecido. cuando ya el gerente ha d.ecidHio to_marlo, en tomar como relevancia de los propios méritos los sc:puestos
s.ornrP~ivn 1 nentE· le_of1~ce un .. disqüE·tte" con i11for.rna<::I{)P:__ g:qg_~_ _ _ .i._ '·: "1 '· 1 i .1 •

fíd~nciaJ _ _d_e_su .1~x-:_ernpresa d_e ___peri.?n.~11.cJg 1 j,tt§J@8}1:_t_~_:er:n.:i~~ ut:::"Hc¡ •~7~ -~~-~ --~-~.-.~_i,..,.,.~,.,._, ·~, ... u~·-~-·~~--~~''".. ~~ '"~- . -~~-y-~.,~~-
import.&'1te cornpeti.dor en los inayores r1egocios que está enea... E?t.°s 11 ec.h?s no afectaron ú·n1can1ente a lus e·mpr-esas.··c-O"mO
rancio Ja empresa que lo con trataría. es fa7ü perc1brrlo, los.parUdos políticos en su lucha por conquis-
:En ln rnente del g:erents se ent'récruzan dos sentimjentbs: el ~:ir ei poder en una s1tuac1ón eleccionaria democrática ha.nido
enojo por la áctituc( deslenl de tan brillnnJe hon1bre de ventas, y incorpor~1do tambi.ét1 estrategias cada vez rru.ls agresivas en \ns
lo tenlnción por estn única oportunid' el para su empre~a y para que, por e3emplo, hob lar mal del oponente, resaltar debilidades
s~ pr_o_pin c2rre1~a. L.os ~iernpo·s se present~b8;11 dificiles para su o i_nc~r~1onar e~ la vída,..pri~ada de los candidatos constittlyen 1

dr,;1s1on, no babn::in. tenido gran.des logros 1,.1lt.J.n1an1ent-e, y rio se algund.s de las for·rr1as O[erts1vas.
avizornbnn n1ejor.es condiciones paru el futu.ro inn1ediato.
l.a inquielud por esln decisión lie·ne nochqs y nocl18S dcsve- 2. El progreso de '1a disciplina: su status científico y el reco-
:·lndo ol alto ej8cutivo, y f1nalrncnte decide consultar a personas nociniiento cornu.n.itario csLán directarnente ligados con la
¡~,
··c.nlificDdn~. de su ernpresa. R,2cibe de eHas .dos Ópuestas suge~ preocupació1i cr.~&,t:ieritc por la ética profesional,
renci2s, y queda nt1n inás desconcert-0do, Sabe que el postulante
nctú3 rnaL pero, ¿córr10 rechazar a un tn]enLoso ve11declor qtie al La profesionrJli.Z:ación de t.tna discip~.\na cumple un prnceso
mísn10 tien1po le trne vnJiosn inforn1nción para los r1egocíos de la que [·.ransita distlnt.n.t; fases y desarrollos) entre ellos:
ernpresn? .
EsLq1parábob
l permite
. · n B.hnchard
, ·~ _ . l y Peale .,profundáar ¡· .. ,_. __ el
l .1 . a). El entrenamiento
. · 'll"Olona·JCJo
.t- ·
r ,.· º' , en ur1a
--o'· e·j,e ¡os pro.e,-,J.oD~üet:o
·--~"ñ·n,.,'+?-11.
l c~e con:po1,t--<.~1-~~L.? __ eth,O "eu n.s en1prc~;:x:1s, ~ is:111~11 :1 ; 1n~-;t.1tuc 1 ~n acac~éruica Lln_iversítaria_,
, · dt deod.\ .·, 1o.~Jc.lj t;, e1rt1 e1.1ar.ne~1te d ct"OT"'""'""="'*"'"===~~---------'--
pOSit;Ilil:.hrd 1
ll ,cl,_J. personal
d , . e11 el 1 uJ t·i-exrst"'!léTI".
0
t:.: ue Uil cuerpo ú8 UJ.VCStic1ac1on 3¡crruf1catl"O q -··----
C.Jtnpo et1co, y con el o, legar a est..f1 J ecer codJgos e et1ca. ! nerrn.Íti? el desar-' U , , -,_· . . ' ºct . º.~ . " Lle
'!' "º d · · ,. "· . . íl . 1' ' " ro o r.eo.1co nutnente e la disciplina
res l regunta~:; e cuest1onarrilento 1
. 1rnoan. a re e:xión,
. et1co ¡ e) \r::.l-recon
: .· · · t o pu)
oc1m1er1 - 11 1co
- .
e 1 status legal etc "
como uno. rorn1a de examen ¡l e conc1enc1a para qu1e11es se ven ¡ - ' ·-' · 1

ante la necesidad de decidir temas éticos coyunturales. Son · Dentro de los requísíl:os de profesionalización, la preocupa-
ellas: ción por otorgar a la dis·ciplirta u:na orientación de servicio 1
1. ¿Es legal? respaldada por un co1nportarniento ético conse11sualmer1te
¿Estaré violando la ley civil o la política empresaria? aceptado por los miembros de la comunidad científica, consti-
2. ¿f~s jusLa? . . tuye una estrategia fundamental de consolidación.
¿I_,o que hago es jl1sto para todos los iI1vOlucracloS, tanto a.· A pesar de que los códigos de ética están frecuentemente
corto co1n0 a largo plazo? ¿!Jienla relaciones descarnada- asociados con las profesiones tradicionales 1 las m$s recientes
mente competitivas? hari ido escalar1do en Sll reputación y prestigio al incorporar la

/f)
35

b. Cornpctenc.ia y dC'.;arTollo profesional El traba_j,ildor !.odal debe csforzarsc


:·,;-----. 'i: ):'.; ',"¡ ;-;_[).),,;.¡~ enge11drar
L"'- '"
partl ur~g·a; tl ser un E'.xpcrto y seguir siCndo'lo C!) Ja ;:ráclít:a profesional y en el
dcscmpcno de sus funciones profcsionaJcs.
del público. c. Scrvício, El trabajadbr social debe considerar como prioritarias. las obll-
ci5digos legales ele g<H:\oncs de si:!rvldo de su ,profcsíón.
ci<.:i.;¡¡¡•to¡ ocupacionales. d. i.nLcgridad. El trabaj3dor social debe actuar sc:¡5ún las noi·inas 1nás elevada.<;
Je la íl1legr'1<lad profesional.
.. ,''t; >.~,:- . -: .
(\·~- et ,.J-11rB.ine'nto Hi pocrático 1
c. Estudios e lDvestigac'ioncs. E\ trabajador social que se oc;.1pa de estudios e
"\l' fotfi:Lulncio·!:1l·;s pueden considerarse invc:sL)g-acioncs debe guiaf-se por Lis convcncionc~ del trabajo ac.adérnico,
· · ..... : ·'~ médica dotándola de t1n
-.·.--;· "., ~·, p;:;xongó:n.
;;:;_;_Si. pl.'(:r..:ef1tos o co11Cil1ctas IL L11 tcspon.sabilid¿~J élica del trabaji:ulor social ar~te los clientes.
; ', -:. >: ·. ~ \ ~ ::s lf.l. devoc:ión por el
,. f. Priniacf a de los intereses del diente. La n:.'Spon~::hilidadfundarncntal de los'
.-"¡;-;
trabwjc:dorcs sociales c:s h:;cia l'os clic-nlcs .•
dr'.to di.stinti.V\; d.e fina profi;;$ió11 lo g. Derechos y prcrrog:itivas de los dientes. El tnihaj:idor social debe hacer
d.2 serviclo, que se acon1pa.na con la todo el csf11cr1.c de su pari e pura alenu1r en los dientes un máxin10 r:(~ autodc-
-,:,J. ta ~:0.;:1 L'-:1 cornunldüd. Los códigos 1 a f1~1 de dar tcrrnin_1!ción.
. ¡;y;;pliciL1ü-<:ie(La.s rela'cio.nes deseables h. Co_nfidencia-1idad y privacidad. El lrab¡¡jador sodai ÜL'bc rt:!;pcLar hi
priva'cidad de los clientes, y rnontcncr en rc.'>l'rV<J cualquier infornn1ción obt('·
C'-Yil lc1:3 ciientt=:s y entre los pTofesionales. para pro- nida durrrntc su servido profcsíon;1L
y de L:. profesión en Sll conj;,_1nto i. l-lonor:irio.s. AJ esL:i.b\'t'c:cr sus hononnio!O, ol trabajndor ,;;ocia] debe :i:;C'gu-
rarsc de quQ ::;can justos, rlszonall}ec;, l'On.~idcrados, y npropiados al servicio qu('
~-·~orteameri.cana forrnuló lo qtte dió brlnda Lon1ündo i~n cucr;_~;~ 12 cwpacid"d de p;JD;O d,: los clientes.
-y., éticos de !os psicólogqsi', adoptados por
I!L L.a rcsponsabilidnd f:.iico del lrr1b1~jador social rcs_nccto de los
nt-nr1t?-:s el 24-de en~e-ro de 1981. I~os puntos
colegas. -
Lra;~udos ·c~n dí ch u decli.J.ración son:
~~) co.tnpetencia 3) norn1as moro.les y 1 j. Rcspcto,justicÍ<1 y corf c.sf <J, El lr;ib::jador soci;t) debe tratar a sus colegas con
d2daraicwne'' públicas, 6) confidencialídad, 6) bie- respeto, cortc-sla, cr¡t1iclad_y buena re.
:_\,;~ :·,·, · ..-i_,, C\1n.s1·L~1:\ldor, 7) relnciones proD~sionales, 8) técnicas k, T;;ito con los r:J.icntc0 di:: ios cole-gas. Ei trabaja Cor socíaJ tiene la rcspon-
· -,.\,~:· con p~tici.p~nLes l1urrlllilos) 10)
¡i..
sabilid;id _de tratar a los c.licntc:s de sus colegas con 1-<bsolut::i consideración
. (\ profesional .

,,,, , :;'.·' .·';C(\l.ü t::s aceptada . corrio mi!~mbro de la Aso- 1

[\!,La rcspons.abi lidaé f ét fru del t robojodor social anic /.as organi:z.oc101i.cs
r-L:i-rL:;:rxc;e:ricana se cow.promete a adh-erir a de ernpleadores J-' de emf;/eados.
':· ndo por iVfax Rosenbaum, 1982,1985).
J\soci4ción NationuJ de Trabf).jadores L Con;promiso cf.ln lns'.arg;_inh·.iJciones de empleo. El tnibajndor social debe
,,,_.1,nc:!:c.do 0n 1979 pcr esta Asociaci.ó11, estn- adherir a Jos con1prornisoS p2clados con.las organizncioncs de crnplc-o.
': ,,.
"V. La responsabilidad ét icn del trah0.Jador social (rente a la profesión
del trallnjo social.
.'/;) socio( y sus actitud1·:s en tanto tal
m. ~.1anten ín1icb lo dC! l ~- inti:g-rjd:td dC' la profc-sión. El trubajaclor socia] de-be
sostener y hacer <ivnnzar ·los v;1Jorc.s, ótíca, conoclnlicnto y niisíón de la profe-
c-;:>c·;.;:..t c'.ebe r-n.1~n.~::ne1- elt.'t'ada.s norma.:> de con-
sión.
:, e: id::ntid.Hl como laL

!/
n.. Sc.rrício cornunit~ario. El trabajador social d(,:b.c ayudar a lu prof'!.!síóri en sus " Obl.igación de prestar atención médica (art. 8).
t.nrcas de scn'ido socinl bacín el público general. ru ()bligacióu <le iufo"Cn1ru· -al enfe1.mo o a s11s más próximos-
o. Dqs.arrollo de\ conO!:imienLo ..El trabnjndor social dcbr? ton1ar rcspo1'\:;abi- sobre la situación real del paciente (arts. 9 y 10).
i ida des en la idcntlfíc.::.ció:.::1, dezarrollo y ple.na utüi:r.ación del conocirnicnlo en la m 1\ntorización previ<:l en cirugía, en neuropsiquiatría, y en
práctica proiesional.
otros casos (arts. 15 a 20).
m Consu..ltas médica.:3i en sus diversiJ.S formas (particul.arme11te,
\TI. La re$ponsabilidad ética del lrübc¡jador social frente a la sociedad. ¡crtículos 41 a 51).
p. Prornodón del bienestar general. El trnlnQu.dor sociel clcbc prornovcr e! :> Secreto profesiona.1 co1no mandato ético '"que nace de lo.
1

bienestar gcncrriL esencia rn.isrna de la profesión" (arts. 66 a 76).


" La publicidad de los servicios mé<iicos esta cuidadosamente
El código de ética de la profesló_n rnérlicn nrgentin.a, a.probado
regulada en los arts. 77 a 80. E',specialn1en.te este líltimo
por lu Confederación M.éclica Argenbmi. (COMHA) el 17 de abril
establece forro.ns d.e anuncios "'expresanren.te ref1.idos con
de i955, es extremadamer.tt.e circunslanciado: no sólo regu.la 1as
calidades del profesionttl sin.o que contempla las car;:i:cterís:tic·as
toda norma ética" entre ellos los que "ofrezcan la pronta, a
1

del bombre, incluso fuera del ejercicio médico. plazo fijo e infalible curación", los que "prometen la pres-
Consta de 125 a1tfculos distribuidos en 28 capltulos, que tación de servicios gratuitos o los que explída o implícita·
tratan de los más diversos temas relativos a las delimiblciones de mente mencionan ta.rifas de honorarios" t' etc.
la Conducl.3 profesional en las distintas siti..taciones particulares ' Ho.no.rnrios médicos (arts. 84n 92), dond~ se indica que ·~debe
a las que el n1édico s·e ve co.nfront.ado en su práctica concreta: sus haber un entendirnie-nto directo del inéclico con· e-1 enfe-rn10
con1porU:unientos y deberes para con la {ociedad, los e.nfei"mo;;, o co'n SllS fan"lillares ... tratando que Sll estimación r10
los talegas -en todos 1os aspectos; aslst.~ncia médica a otro perjudíque a los dernás colegas".
médico, relaciones profesionales, códigc ético especííico. y re-
)'.,
laciones cientificas y gremiales-, y los d~beres del médico con las Entre lns incompatibilidndes sef1nla<las por el código se en-
1
t;;;t...;,··.- profesiones afines y con los sux.ilia.Tes médicos. Se refiere, cuentra el manifiesto rechazo de las prácticas de "percepción de
adcn1'is, n lo..5 conductas requeridas en cons11ltas y jt1n.las rnérLcas 1 porcentaje derivado de la prescripción de medicamentos o apa-
en casos de urgencias, reemplazos o atención conjunta de enfer- ratos ortopédicos, lentes, etc." ... y otrnssü:nilares (art. 100). y la
1nos1 aJ terna de la;;;· especíulírl;:ides, del secreto profesional 1 1a 1
prohibición cie orienta.!' clientes hacía cletermlnádos cómercios
1
publi.cidaCl de la profesión médica, la lebo.r en los hospitales, los (art. 101). Otro ru:tícu.lo, el 102, regula lasactitudescompetitivas
honorarios y las i.ncon1natibi4idades. Con esnecial cu..idado a- aJlte t':<lrgos -piJ.blícos o no-, que segúb. el código deben defmirse
r;\ borda las :r~Eiponsabilid¿des d·~¡ médico en l~ aplicación de sn .por conc11rso. .
ci8ncia, y especíCtcame11te en el abo.rto terapéut~co y la et1Lana- La responsabilfdad p'rofesional en los diagr1ó$tlcos y· trak1.-
s1a. rri.ientos es n:iateria de los. a.rt.ículos 109 y 110. }~Stas prescrip-
~<.;¡,; F'inalr;nente, el c1Jdigo :-:üsternatiza Jos derechos del r:nétlico ciones so11 particu..larrnente Unportantes· en el h.oy zára11·deado
corno Lal y estable-ce Ios ¡;;st.att1tos y eI Te.g'..1.u:ne:11to interno del
1 terna de la mala práctica n1édíca, dunde freclLenteme·nte el
· TribunnJ de la COMRA litigio se centra en. defi11ir el senlido de l,o que el código de110~
Se señai'an alg11nos aspectos rrtuY Í;.-nporlm1t2s desde el 1n1nto ruina "negligencia.~' 1 "i.mpericia" e "ignorar1cia o abando110 irres-
de vista de nuest.r:..1s vreocupnciones: ponsables".
Como se advierte, el Código de Eticade los médicosarr;entinos
" Hespelo genérico por fus "leyes de la humanidad" (art. 1), que constituye un modelo regulador -muy completo y complejo-
luego se especifican a lo largo ¿,,¡ <>ídigo. para 11na de las p_:r:_of~sio11e_s que So reconocen como de rnayor

j'l
1 Ú.i
riesgo tanto para el prestador cuai1to para quien recibe el desnat11rallz.ación de t1na prB.ctica cornprornet.ida con el servicio
serv1cio. p¡;rsonalízado ~ dientes particulares. práctica que requiere
Para consolid::u· su. desarrollo, el análisis organizacionaJ debe enfoques y soluciones ad hoc.
igualmente ocuparse de formular los principios éticos especlfi- La preocupación por "enlatar" servicios (a los qus: se denomina
C:OS qlie incumben a Sl..l labor y a su tipo particular de cliente. A productos) faciLit.a su vent.a y estandarización, recayendo su
fin de esclru·ecer este propósito, es conveniente prof\1)1cli231· la desarrollo en ro.unos de empleados con lll1 tra.ining y experiencia
consideración de los aspectos centrales del modelo de análisis menores. Esta modalidad responde más al concepto ·de optimi-
organizacionali qtte -e-amo surge de ta dE·firUción antes expuesta- zación económica de los resultados que al mantenüniento de los
s e orienta b1mbién a la prestación ele servicios a clientes estándares profosíonales ligados a la idea de que "el interés del
particu.lares. cliente eslá primero". Los requerimientos de excelencia propios
del artesm.ado y del trabajo a medida se ven as\ afect.ados. La
orienl:ación de vent.8.s desplaza el foco de la atención hacia
3. Sobre la ori.e.nlación marhetinera del irabajo profesional y de atributos especiales de los productos vendidos, rodeados o im-
consu/toria buidos de promesas mágicas. Los productos se ponen de moda,
pero t:Jmbiénse desgast.an o dcsacredil,on fácilmente. Tenemos
~ Ei;. )as úllimas dos décadas .se ha producido una ·eclosión. a.sí en el tuea de c,011sultorí2 ofe:rt.as que prometen la exc€lencía
significntivn en el desarrollo profesiont.!_l de ln.s cienci.as so.cif:.Ues, y eJ é;:ilo, y que van variando a Lravés de los tiempos. Dirección
la psicolog\a, la consultoría y el rruinagern~;nt1 que afect....'l por Objetivos, Circulas de Calidad, Planeamiento Estratégico,
sensibleinente ios desarrollos de la Ji5c_iplina, y pron1us;ve el Liderazgo Í'\Sertivol etc, ele. rr'od~·s ellas,, en t)U 1119111ento, tu-
i-nt.erés por los .d.iJernas éticos que estos cambios hai1 creado. vieron aj re de soluciones para el oroblema. de la organiznción. Si
Ea núrnero del. 13 de febrero de 1988 de la revista ?'he Econorni.st bien no puede decí,rse que haya ;rnda esencialmente malo en la
"' dc:dlca un D..rtíct1lo a este fenón1eno bajo Et títtüo de"~.\. Sllr;rey of ídf:J de vender, esLo. idea ha sido tuestionnda· por las asociaciones
tv1n_nnge:rne nt Con:3uit.o..r1cy", E~n él obSCrvn ctue e:l incrernento de profe;;ionales lradlcionr1les que t3mbién se han oc.upado de
firmas dt: constdtc res ir1dcpenrlientes no ha ido acornpaf1ado de censurar la publicidad de tales servicios, y poner e11 Lela de juicio
una legíslació.n_y de ur1 desarrollo .suficiente de !ns normris éticas su of:recin1iento, pero sin decir qu-é es lo que reaJrnente se
vinculndiµ con la práctica. Como consecuencia, ha creó<lo tlntl cuestiona y cómo podria resolverse el probkma desde el punto
0

ton.·e de Babel que provocó el escepticismo de grandes sectores de vista ético. Seg1.1raJnenLe· e] cuestionamjento provLene del
.' (\
del público, y descrédito deJ¡1 ac.tivi<lad . hecho de que la actitud que busca desarrollar una clie11Lela
La obtención y conservación del cliente¡ como lo seña1'l el masiva degrada un servicio sofisticado a un plano dermsiado
nstículo, constituye tino de los problernas fwida.mentnJes de. la concreto, que lo desnntnraliza y le hace perder nivel.
actividad. Esto ha favorecido el desarrollo de prácticas ele "'1er1ta
.' 'Z:b de serv·icios y de n1ark.eting aplicndas ;:.. la consultoría. Algi..1nrts 1. J_,a crisis actzw.l y la turbulencia del c::nlexto
veces, dichas prü.cticas il1troducen nuevas modalidades y c~un­
bian las concepciones y orient.aciones con1prom~tidas en el ideal Para su supervivencii'.l, u.na orgrilliZ<J.cíón un grupo, o sin1ple- 1

de servicio, y la protecció11. de los intereses del público. El mente los individuos quo conforman la sociedad, tienen la
incren1ento de ln Con1.petit~vi.dad fue otro factor que i1npulsó a necesidad vital de establecer predicciones cotidianas y realistas
adoptar técn.ic..::i.s provenientes de r.r1ode.los empresarios orie11- referidas a la variabilidad de los eventos externos que pueblan el
L1dos al mercado rru1sivD. La transoolación· de .conceptos y de contexto.
rnodelos Jel rruu,lceti.ng lle productos rnasivos ccntribuye· t1 la Predecir es esLr:t1)lecer lltJ código de signos que pernDte acce-

I~
.,,)

" .. ,.,·,,~ ""-1."•·~:-·;- ••,., ';·:.-,.¡;\ ''"""·'-" "''"T'.;'~""''º"~-,-···· ----~~"'.':'?;':"\""i"C~-···


der a los hechos y de ese modo interpreta,•:losy darles re¡;puesta, tendencia universal: la resistencia al Ciin1bio tiende a -ser acep-
No hay planificación posible de la conc.ucta sin predicciones tada como un hecho común de la vida IMatris, 1974), ·
conlíables, y la falLn de planilícación i.rnµlir.a panilisis, Ne hay duda' de que la crisis y la tnrbulenda del contexto
Necesik1rnos confiar en nuestra_s predicciones sobre lo que afectru1 y son afect.adas por un sistema corr11pto de valores que
nos rodea y para eUo ser capaces ele abstraer -a partir de la acentúa la incredulidad y la desconfianza. Impulsa as[ la defensa
lectura de los eventos externos- las leyes subyacentes que los de intere$eS individuales, sectoriales que ade11lás de ser mez-
1

gobiernan y hacerlo de mi modo relevante para los propósitos de quinos, <;stiin reiiidos con la ética. La pérdida progresiva de los
la conducta individual, grnpal u orga.nizsc,on.aL valores en los que se confiaba contribuye al decaimlento de la
A partir de las predicciones se deciden paránJctros, se de-
1
moral sociaL Asu vez, incide en d debilitamiento de los lazos de
terminan objetivos, políticas, planes, que van a encm1zar Ja colaboración y·perte.nencia que constitttyen el entramado básico
trayectori.a ii1mediata, a.sirni.lable a illl int.ercarnbio de iníorma- en eJ que se sustenta todo sistema social. Esto se trn.d11ce en una
cione.s con el. a11.1biente. progresiva desestructuracióndel sistema social y de la identidad
Los p2ní..n1etros l'i:)t151ibles establecen regu12Tid.adcs para redi..1cir i11d.iv-idual que se expresa en una variedad de condu_ctas paro-
la incerlidumbte y con lrolat la in11rc2<la yariabilidad externa, xísticas capaces de retroalimentar positivo..n1ente 1a crisis en una
Son,- por ende, prt>tectores: otorgar1 .identid.orl y legitirn.nn t1n espiral infern_al que pa:rece sin retorno,
espacio de ;íbre mov1n1i en to _para la org<~-niz..ación, el grU.po, o los l,os rttrnores y profecías catastróficas -que tiendGr1 a auto-
in.dividuos, en reL~ci6r1 con su rnedio an1bie;nte. rrerJizarse-, las lucl1as er1tre grupos significativos de ·poder, ln.
I·Ioy es un lugar con<l~ll1 -y no por eso :tne.nos ciert_o- decir'que pará1isis fre·nte a la plrLnifi·caci6n y la acción prospectiva, sor1
estarnos pas~mdo é_pocas de ·crisis) de ·inestabli1idad e incerti~ algunos ejerr1plos de dichas conductas. 1,a necesldad <le atitode-
dun1bre pron10\rJ.dns por ·un contexto r.uY1bieütal turbule11.to, ql1e
1 fensa ins11me gran paft(~ de las energias ptoductivas disponililes.
·~:.~ ' irnpide predecir lo que ve. n ocurrir ina1:1ano. y 1 en est.a medida 1 Durante la crisis económica, todüs percibirr1os el poder de las
plaiiifica.r, El contexto tui·bulento -fobceptó desarrollndo por profec\as catastróficas en la acentuación del derrotero deses-
Emery y Trist ( 1965)- se ca.racter.íza por una extn;ma variabili- trucLurante.
dad y CH1nbio, que afecLa a.spectos deterrrJnados y relevantes del Al destacar el fenómeno de las profecías y su tendencia a
arnbiente. autorrealizarse Paul ·wutzla\vick precisa qtte "'una profecía que
1

Para la olg~u::tizacióD., }ei::; grupos, los indivlduos, la crisis im- se autocLrmple es u.na suposición o predicción que, por la sola
pone una alteración repentina y brusca de los modelos de razón. dt: haberse hecl10) convierte en realidad el sucesci su pues~
{',
', interacción. con el ·~trnblenfé·. La necr,sidad pe.ro, a su. vez, la to, es¡1erado y profetizado, y de esta manera confirrna su propia
Í.:!:nposibilidad de adnpf..-B_rse a los can::tbio0-representa 1J.11a a:rn.e~ exactitud" (1981-1988),
nnz..,'1, y los 1.in1ites correr,1 el riesgo rJB ser desbo"rdndos. L,n 1nasiva L.oS directores de bancos y los n1ir1lstros de econorn.ía snben
i.nvasión de 111 tusbi.1le11r::ia externa aparece corno una posibilidad bien que no hay solidez ecor1dn1icn ni probidad técnica de ur1 plan
'f&·
cierta de pérd:~dn del sisten1a inte1·.no. qt1e puedan resistir ei poder de una "'corrida" provocada por el
Lamnsi,ritlndy\'Íole.ncis. de los carnbiosimpide11 laasirril1ació:n descrédito y la desesperan.za. En la determinación de efectos
paulatina, reque:r-ida por el proceso norrnal de .elabornción del dGstructivos) la corrí.~la originada en una profecia ·den1uestrn
duelo que dicbos c.n. :crlbios irnplícnn y que¡ 1ror su naturaleza 1 11asta qué punto larnotivaciÓr1 psicoló~tca -- un. hecl10 inn1.aterial
demandan m,1s tiempo que el qu~~ perecen otorgar los hechos. basado en una ínquiett1d colectin- es tan contt1ndente y objetiva
Am1 cuando los cambio~., CórJ.levan la invitación a adaptarse a corno el rayo que es objeto d.e estudio en la fbica,
ellos, el deseo de hacerlo tendrá que rnperat el impulso con- Debe destacarse que los fenómenos psicológicos aludidos se
servador ele test-:iurar e1 pltSndo i1npu.ls.o que obedece a i1na
1
bas<J.n en :piincipios de causalidad intencional ql1e reflejan la
,,
1
. e¡
existencia de hechos explicables por de.terminados supuestos tan te gira alrededor de la corrupción generada por la fascinación
referidos a acontecimientos futuros, antes que por una causa del poder. No es que haya nada esencialrnrnte 'roa.lo" en la
retrospectiva y mecánicamente lineal. La causalidad intencio- ambiciün por el poder, siempre y cuando ella esté respaldada en
nal es, por ende, prospcctivista y tiende a modelos el futuro. valores pi:xm.anent.es como lo son la C3pacidad el cono-eirniento 1

Este enfoque i11t:erpret.at.ívo cte la conduct...'l hun-ia.na repre- y la experiencia en lo que r,e desea orientnr, ru;! como la honestidad
senta tLn cambio paradign·1ütico en las concepciones vi.gentes de y la vocación de servicio. Estos ítltimos valores son, por cierto,
la ciencia, que por siglos la don1.inaron haciendo prevalecer 1 más Msícos y perdurables qne la seducctún, la sugestión y /o el
corno "verdaderam1,nte" científicas lru; metodologías inspiradas ca.risrr¡¿ que, como y.a dijimos, sólo tienen un efecto hipnótico
e:n el rnodelo de la física, i.n1pregnado, por otl'a parte, por el tr211sitorio.
posltivismo lógico . (::orno se ·desprende de Jo lLD.terior, lo que s.e r12cesita para
Retor11a1."1do el ter11a inic~al parece haber, e·n el proceso deses- conducir una crisis son figt1ras de autoridad resp;:ddadas por
tructurnr.¡te que pro,voca ta crisis¡ u11 punto de iJ1.ílex.ii5n n1ás allá dichos valores pern1...:1ner1tes pe'ro a su vez.insertas en un proceso
d.el cual. sólo cnbi;:n dos altcr11ativo.s: o tratar de revertir 1a de legitimación que les otorgue el reconocimiento socinl de
t:endenciq aprovecl1B.'r1do oportunídndes igual.mente presentes dichos iiaJotes.
en el ambiente y desarrollando estrategias de supervivencia que Volviendo a la figuro del analista organizncional -que es
involucran .carnbios sig11iflcativo.¡:¡ y profundos, o s1tcumbir a lns Lambié.n una figura de au t.oridad--· poden1os decir que asi.n1jsn10
presiones an1bie11ta.1es y desaparecer. necesito de 12 crediDilidad dr::i cliente para que su inLervención
Pa.ra in.terpretar 1a naturnlez.n .de h1 crisis y del proceso dínú- tenga las chnnc·es de arribar a buen puerto. El. convencimiento,
rrüco qL1t,; corL elln 22 clesnt.,::1 es menest.E~;.- destacar, u11a vez r11tí.s, la esperantn., la c.onflrrnza, vinculados con la posibilidad de éxito
el pnpel que en {l\c:ho proceso juegrl e.l vinculo colectiuo que se del análísta ant~ el cl_iente, .constituyen una condi'ción i1ecesnria
-¡:, estCJ,b{ece con lo. cLuioriclod que t.ondur:r: el sistema socíal. Y e11 que h.ace posible el proceso de consuíta. Es, por ende, indis-
relncí.ón con dicl1c vinculo, surgí; cori:to funfÍa1ne.ntal el senti- pensable que el analista se ddique en forma explícita y plani-
n·iiento de conj"ianzrL ligado a su vez con la continencia e$perada flcad8 a conocer y trnbnjar esk1s expectativas. Pero 12 solvencia,
de dlcha figura de auturirJn,c.L La confianza y la contir.encia son el conocirn.iento, la experier1cia la honestid2d y la vocación de 1

lns que pcrtniten r;:1itigar las fuentes irrnclonales de la o_r1siedad servicio configuran valóres básicos en los que se suste11La la
Y e'l miedo, que conftirurnn los e:::Lra.tos nuis pr"ofu:ndos de las confianza.
n1ot.ivaciones h1.1l1;"Lill1rlS. El trabajo realiz8do 8 travós ele nu(~stra práctir-...01 del análisjs
Podrí2.,,arg\1.i;r?§~. 9.l:l~,.::;i:. h~ cl01.si:J !1P . 1o_gra con te·~:rs_e .~~ _0r1 ?;ll·te or&.ª.~1iz_a_~:i9.na1. no_s _per_n_1~Jt? .~~.4vertir g~~_)()S. -~e:1~_.t_i_n1i~_~1t2.s __ d~
por la Liltade figuras de autoridad capt1é:éS.de sUs.citill: i::óJ:1~f1anza. cr~dibi1idad y confianza· en los que se sus ten La la· continuidad de
Si bien muchas veces se alude a~ la credibi.llcLad corno factor la experiencia socia] pueden des.J.rrollarse curu1do los que tienen
dete.rrcina.nte de la co11t2nción, S:e subestima la ünp6rtru1cia de las responsabilidades de cLiseñar las políticas que encuqdran
~
e:·'.te factor, o se lo considera aso<;:iado a ciertos rasgos de suges- organizatÍ\ amente las co11ductas indívidua1es asu111en la di-
1

tión, cari.srnfit.icos se<luctores qunsi hipnóticos de la autoridad


1 1 rnensión ética como una cuestión fundah1ental.
que tos i.nspira sLt::ndc· que estos aspectos ~'.on efín1eros dado qt.1e
1
IntenUunos deniostrar 1 en los siguientes capitulo1:; 1 108 senti-
r10 responden a las expectativas de fondo de los individl1os qi..1e mientos que se encuentran en juego y 1os.procedintientos que
confor1nru1 un grupo social. perrrrlten una mejor co11tencíón de la ansiedad desestructu-
Ladesconfian za en las[lguras de autoridad está ligada co11 ttna ra.nte,
crisis de valores. Lu percepción colecti,/a es h:lüy ~J.guda en la
detección de inconsistc;r.ci~s éticas. Y el problerua ético irr1por-

1
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