Вы находитесь на странице: 1из 8

LA PRÁCTICA DE LA MESA DEL SEÑOR

Mensaje dos
Adorar al Padre
Lectura bíblica: Mt. 26:30; He. 2:11-12; Jn. 4:23-24
¿Entraron en el bosquejo de anoche? Parece que olvidaron. Espero que encuentren tiempo para entrar en todos estos
bosquejos. Un mensaje simplemente es un mensaje, él viene y él se va. Puede ser como el vapor, cuando el viento viene
ya se va. Lo importante es que ustedes mismos entren en él. De hecho, la mejor manera de acercarse a una conferencia
como esta es como si fuera un entrenamiento. Hay muchas conferencias pero les pregunto ¿Qué se recuerdan de las
conferencias? Probablemente no recuerden mucho pero si estudian lo que escucharon; la palabra con la ayuda de los
bosquejos, a veces sus apuntes, eso se quedará con usted y eso que se queda con usted no solo estará en su memoria
sino que llegará a ser su suministro a largo plazo, su nutrimiento a largo plazo. Espero que todos tengamos un cambio
en nuestra actitud, incluso en nuestra práctica. Espero que pronto lo puedan hacer. Fácilmente nos olvidamos, nos
dirán ¿Cómo fue la conferencia? Oh estuvo grandioso, fantástico, maravilloso. Bueno ¿de qué hablaron? Bueno, algo
de la mesa del Señor. Eso es todo lo recuerdo pero fue maravilloso, fantástico. y ¿Qué de eso? Ese es nuestro
problema. El tema de éste fin de semana tiene que ver con la práctica y aun especialmente requiere, de hecho, le exige
que lleven y hagan algo de lo que han oído, no solo saber lo que oyeron o recordarlo sino ponerlo en práctica. Practicar
lo que han oído. Tengo mucha carga por eso. Los apóstoles especialmente el apóstol pablo recalcó la práctica mucho,
les doy dos versículos; uno es en Filipenses capítulo cuatro. Al final de ésta epístola pablo habló tanto a los filipenses,
en el versículo nueve “lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto poned en práctica y el Dios de
paz estará con vosotros” el apóstol no estaba contento con simplemente enseñar las experiencias, simplemente ser un
modelo para ellos o instruirlos; él quería que ellos practicaran lo que habían oído, aun lo que habían visto. Ellos vieron
el apóstol cómo vivió, cómo se condujo entre ellos y dice “hagan eso, imítenme, esto poned en práctica” para la palabra
práctica en el nuevo testamento hay diferentes palabras griegas pero tiene un significado específico que significa que
requiere que usted se esfuerce, que alcance ciertas metas, no es algo a la ligera sino que se ejercita, usted se esfuerza
para hacer algo según lo que aprendió una y otra vez. Como un atleta tiene que hacer lo mismo una y otra vez hasta
que sobresalga, hasta que sea bueno en so, no solo eso, necesita practicar al grado que haya resultados. El apóstol
buscaba resultados, no solo la inspiración como el vapor sino algunos resultados. Él tiene otra palabra que es a Timoteo
en el capítulo 4 de primera de Timoteo y le dijo a su joven colaborador en el versículo 15 “practica estas cosas,
permanece en ellas y es sumérgete en ellas para que tu progreso sea manifiesto a todos” hay una gran diferencia
entre conocer y hacer, una gran diferencia entre comprender y practicar. Esta brecha se cierra mediante el ejercicio.
Ahora practica estas cosas, permanece en ellas, casi día y noche para que tu progreso sea manifiesto a todos. Significa
que hay un mejoramiento visible, es algo que se puede ver. ¿Qué le paso a ese hermano? El año pasado no era así, mira
ahora cómo es, hay un mejoramiento visible, esto alegraba al apóstol. Lamento ¿cuántas conferencias he tenido aquí?
¿Hay un mejoramiento visible? No sé porque no los conozco a ustedes también, debería preguntarle a los esposos ¿ha
tenido tu esposa un mejoramiento visible? A las esposas les pregunto ¿Tuvo tu esposo un mejoramiento visible? ¿Ves
algún cambio? Muchos dirían: oh, no… de verdad que no. Él puede hablar más, puede explicar más, aun hablar más pero
algún cambio, no, no ha habido cambio. Eso es una vergüenza, una decepción. Les doy esta breve palabra de apertura
para que todos tengamos una actitud nueva en cuanto a conocer la palabra y recibir el ministerio de que el corazón de
todo esto no es solo presentar alguna revelación o algunas visiones sino que las revelaciones y visiones sean su práctica,
su experiencia, sea su práctica diaria. En cuanto a la mesa del Señor hay muchas revelaciones, mucha visión. Por
ejemplo anoche mencionamos que toda la economía de Dios se ve en la mesa del Señor con ese pan y esa copa, revelan
toda la economía de Dios toda la impartición del Dios triuno, es abarcador, todo-inclusivo. Es rico, así que lo puede
estudiar y apreciar y es necesario pero ¿Qué tal la mesa del Señor en nuestra iglesia local? semana tras semana ¿Ha
habido algún cambio? Y ni siquiera hablo de la reunión de media hora o una hora sino ¿está afectando su vida diaria
esa mesa del Señor? O ¿Acaso su vivir diario afecta la mesa? Permítame decir algo, el Señor dijo y el apóstol lo
repitió, nos dijo “haced esto en memoria de Mí” en 1 Corintios él lo repite y en el capítulo 11 versículos 23 al 25, esto
es lo que pablo aprendió y lo relata a los corintios acerca de la mesa del Señor… presten atención “en memoria de Mí”,
presten a tención a la preposición en memoria de Mí… ¿lo ven? claro, el Señor partió el pan y lo dio a los discípulo y
dijo “haced esto en memoria de mí”, después de haber comido hizo lo mismo con la copa, ésta copa es el nuevo pacto
establecido en mi sangre, bébanla en memoria de mí. La preposición no es para memoria de mí, ni siquiera en memoria
de mí sino en, hacia la memoria de mí. O sea, cada vez que partimos el pan y bebamos la copa apropiadamente habrá
un resultado ¡un resultado!, este resultado no se ve en 30, 40 o 60 minutos en la propia mesa el Señor. El resultado es
que después de esa mesa, siempre recordarán al Señor ¡habrá un resultado! esa hora es solo una hora de la semana, la
semana tiene 168 horas y eso es solo una hora y hoy en día las mesas del señor, hay veces media hora, un breve tiempo
¿Creen que el Señor solo quiere que lo recordemos 30 minutos a la semana? ¿Qué quiere el Señor? El señor quiere
que lo recordemos ¡cada minuto de cada día!, ¡cada hora de cada semana! Y, de hecho, cuando el Señor estableció la
mesa era la noche de la pascua, algo que era para nosotros como viernes en la noche. Después fue arrestado y aun el
sanedrín, se reunieron esa noche con el sumo sacerdote porque era una sesión urgente, querían deshacerse de Él, lo
ponen en prueba, temprano en la mañana lo llevan a Pilato, al final dice: No encontré nada, solo porque todos decían
crucifícalo él se los devolvió a ellos y ahí lo llevaron a Gólgota y fue clavado en la cruz por 6 horas; de 9 de la mañana
a medio día y de medio día a las tres de la tarde. Cuando expiró y entregó Su Espíritu y murió. Aquí hay mucho, las
primeras tres horas; la persecución del hombre, las segundas tres horas es Dios juzgando. Él murió no en la mano de
los hombres, parecía que sí, en realidad murió en las manos de Dios para lograr la redención. Luego lo bajan ¿estoy en
lo correcto?, tres días, tal vez no fue el viernes… mi punto es, el Señor resucitó el primer día de la semana que no es
lunes ¿saben cuál es el primer día de la semana cristiano? Es el día del Señor, nuestro día no comienza el lunes,
nuestro día comienza el domingo, ese es el día donde partimos el pan ¿Saben para qué? Para que a lo largo de toda la
próxima semana vivamos una vida que resulte en la memoria de Él. ¡Comenzamos la semana y lo primero que hacemos
es partir el pan! Y el resto de la semana vivimos en la realidad de esta remembranza de Jesús. No es solo estos 30
minutos, claro, lo hacemos, pero ni siquiera una hora, aunque es importante, lo que el Señor quiere es hacer esto hacía,
que resulte “en memoria de Mí”. Vimos claramente que la verdadera remembranza no es pensar en su mente, no es
meditar en su mente o repasar en su mente las cosas por la que pasó el Señor, la verdadera remembranza es al
recibirlo, dije que hacer memoria es igual que recibir. Hacer memoria del Señor cada día es recibir al Señor cada día,
es que lo disfrutamos, participamos de Él, lo comemos, lo bebemos ¡cada día! Y lo hacemos para hacer memoria de Él,
cada día de la vida cristiana es un día de remembranza y entonces es real la mesa del Señor, deja de ser un formalismo,
solo un ritual, aun entre nosotros 30 minutos en la semana. Debemos vivir la mesa del Señor cada día. Ahora mismo
estoy comiendo la mesa del señor ¿están ustedes? Ahora mismo estoy haciendo memoria del Señor, aunque mañana
partiremos el pan y beberemos la copa ¡ahora! ¡Ahora!, esto sigue siendo la semana pasada, el domingo pasado partí el
pan y aún sigo haciendo memoria del Señor pero mañana cuando me reúna con los santos tendré una remembranza
fresca, no olvides…el hermano Víctor encontró una porción en el estudio vida de 1 y 2 de crónicas, ni siquiera yo lo
recordaba. No sé en qué año… tal vez en 1994. Un estudio vida muy claro y ahí él habla de la degradación de Israel,
estos malos reyes que guiaron erradamente al pueblo de Israel, al dejar a Jehová y adorar ídolos. Hubo unos buenos
reyes que causaron que causaron que los israelitas regresaran… establecieran altares en lugares altos, de los dioses
cananeos que son ídolos, dioses falsos y abandonaron las fiestas. Aun en el antiguo testamento, la adoración a Dios
tenía mucho que ver con las fiestas acompañadas con las ofrendas. El pasado entrenamiento de invierno vimos las
ofrendas y Así adoramos a Dios, de un tipo del antiguo testamento, así adoraban a Dios, también tenían las fiestas; la
primera fiesta, una fiesta de desbordamiento es la fiesta de la pascua, es para recordar a los hijos de Israel cómo
Jehová los sacó de Egipto, los salvó de esa esclavitud, los liberó de la mano de faraón y los introdujo al desierto para
celebrar fiesta a Jehová, para adorar a Jehová ¿cierto? Luego Quería que los israelitas olvidaran esto, así que, cada
año en ese tiempo, es el inicio del nuevo año para los judíos, en el abib guardaban esa primera fiesta, la primera fiesta
es la pascua; la pascua es importante porque el Señor Jesús estableció Su mesa en la fiesta de la pascua indicando
que esa es la última pascua. A partir de esa noche en adelante las fiestas de las pascua ya no existen, han sido
reemplazadas por otra fiesta; la mesa del Señor; ¡la mesa del Señor es hoy día nuestra pascua! Para que no olvidemos
lo que el Señor hizo como el cordero de Dios fue inmolado, derramó Su sangre para nuestra redención y hemos de
comer el cordero y salir de Egipto para adorar a Dios ¡esa es la nueva pascua! Cumplida por el propio Señor. En 1
Corintios. Sabemos que 1 Corintios es un libro de problemas, 9 grandes problemas, uno de los problemas es de la mesa
del Señor, la tratan como algo común, no estimaban la mesa del Señor, no discernían esa mesa y habían divisiones
entre ellos porque en esos días su práctica era comer y después de haber comido la cena partían el pan y bebían la
copa. Bueno, había algunas personas ricas entre ellos y algunos pobres entre ellos y los ricos traían comida muy
elaborada y vinos cros y los pobres no traían nada, los ricos comían y bebían, los pobres no tenían nada que comer y
se levantó un problema entre ellos y entre esa situación tratan de partir el pan; no discernieron la mesa del Señor.
Muchos saben eso pero en el capítulo 5 de 1 Corintios, versículos 7 y 8. La pascua no es solo una fiesta, la pascua a la
postre es una persona, esa persona es Cristo, no solo es el cordero de Dios, Cristo es la fiesta misma. Junto con comer
el cordero también comían pan sin levadura, después de comer la fiesta de la pascua tenían una fiesta de 7 días que
se llamaba la fiesta de los panes sin levadura, es una continuación de la pascua ¿me siguen? Después de comer la
pascua se supone que guarden las fiestas, el significado de eso es que la pascua misma es la mesa del Señor, la pregunta
es ¿Qué es la fiesta de los panes sin levaduras? Según la nota que se nos da aquí, la fiesta de los panes sin levadura
significa todo el periodo de la vida cristiana, desde el día de nuestra salvación hasta el día de nuestro arrebatamiento,
el día en que veamos el Señor, el día del reino cuando el Señor físicamente beberá esa copa con nosotros de nuevo ¡es
toda nuestra vida! ¿Lo ven? Queridos hermanos, por lo tanto, el día del Señor tenemos la pascua y ¿Qué de la semana?
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y el domingo ¿Qué hacemos? ¿Simplemente esperan la próxima
semana que vuelva la mesa del Señor? No, esa semana cada día tenemos que guardar la fiesta de los panes sin levadura
como una continuación de la pascua, sin esa fiesta la pascua no tiene continuación, yo diría que no tiene resultado o no
hay “hacia” la memoria de Él. Queridos hermanos, les quiero decir un gran problema entre nosotros ¿Por qué nuestra
mesa del Señor es débil? ¿Por qué nuestra mesa del Señor está vacía? ¿Por qué nuestra mesa del Señor ha llegado a
ser un formalismo? ¿Por qué nuestra mesa del Señor no satisface tanto? porque ha llegado a ser un asunto de 30 a
60 minutos, hacemos algo durante ese tiempo, aun tratamos hacer memoria del Señor, pero les digo queridos
hermanos, la mesa del Señor tiene todo que ver con todo nuestro vivir diario, casi que si o vivimos un vivir diario
adecuado haciendo memoria del Señor comiéndole y bebiéndole, entonces, la mesa del Señor el domingo por la mañana
será un espectáculo, o vivimos de esa manera, venimos a observar un momento importante, esto es mi carga, esto toca
nuestro vivir diario y después de participar de la mesa del Señor debería recordarnos que así es que viviré ésta
semana hasta la próxima semana y entonces, guardamos la fiesta de los panes sin levadura. Hermanos y hermanas,
nuestra vida es una vida de festejar, la mesa del Señor es la fiesta más elevada. ¿Qué hacemos? Si lo practicamos la
mesa del Señor ascenderá y tendremos la vista dela realidad y tendremos experiencias de Cristo que traeremos a
presentarlas a Dios. Ahora, volviendo al estudio vida de crónicas les leo lo que dijo el hermano Lee: “los hijos de Israel
en Jerusalén celebraron la fiesta de los panes sin levadura por siete días con gran regocijo y alabanzas y lo volvían a
hacer con gozo por otros siete días…” solo se requieren 7 días pero lo disfrutaban tanto que extendían las fiestas
por otros siete días más, 2 Cr. 30, el hermano lee continua “¿Ha disfrutado usted alguna vez la mesa del Señor hasta
el punto de celebrarla nuevamente al día siguiente? ¡Qué bueno sería eso!” ¿Qué iglesia tiene la mesa del Señor el
lunes, el martes? Qué tal si cambiamos esto, tendremos la mesa del Señor el lunes, martes no por formalismo sino
porque estamos gozosos, tan alegres y aunque tal vez no partamos el pan físico ni bebamos la copa física pero del
lunes al domingo cada día tengamos la mesa del Señor ¿que de eso? Debería ser así, esa es la mesa del Señor que
tiene que ser recobrada en nosotros. Y él dijo “¡Qué bueno sería eso!”, “Después de que el pueblo celebró nuevamente
la fiesta de los panes sin levadura otros siete días, los sacerdotes y los levitas bendijeron al pueblo, y la voz de ellos
fue oída, y sus oraciones subieron al santuario de Jehová, al cielo (v. 27).”¿Qué de esto? Quiero que presten atención
a esto: estas fiestas están llenas de gran gozo, regocijo y alabanzas. Ahora, si hoy termino este bosquejo, comenzaré
a hablar de cantar himnos. Y de nuevo mañana hablaré de alabar y acciones de gracias ¿Qué es nuestro vivir diario?
No es así, haciendo memoria del Señor; hacemos memoria del Señor alabando; al cantar regocijándonos. De eso está
carente nuestra vida de iglesia. Simplemente venimos el domingo a alabar al Señor, durante la semana quejándonos,
chismeando, reprendiendo, mintiendo, haciendo gestos, bromeando, ese es nuestro vivir diario y el domingo ¡oh, hay
que ir a la mesa del Señor! Llegamos a ser como una langosta, en la semana amatamos a las personas y el domingo a la
catedral, frente al cura “ah… (Saca lengua)” es un espectáculo, una mentira, una vergüenza, es despreciable a Dios, es
una ofensa a Dios. No estoy diciendo que matan personas pero sus palabras han matado muchas personas en vez de
regocijarse, alabar, hablar bien aleluyando ¿Qué de esto? Hace falta mucha práctica, tenemos mucho trabajo por
delante. Mi carga no es decirles: así es que tiene que hacer la mesa del Señor, primero este himno, luego parten el
pan en este momento; eso es solo 30 minutos, eso es solo ayudarlo que su espectáculo quede mejor. La carga es nuestro
vivir diario, eso es lo que da significado a la mesa del Señor y satisfacción, pueda el Señor ayudarnos ¿Saldrán a
practicar estas cosas?
No estamos aquí para explicar todos los significados de la mesa el Señor: la persona del Señor, la obra del Señor, el
significado del pan, el significado de la copa. Está lleno de significado. La copa es una porción, es la bendición, no hay
tiempo para interpretar esto, tampoco es el propósito de este fin de semana; el propósito es el de practicar, hay que
llegar a la segunda parte de esta ocasión, no lo llamo una reunión es la ocasión del partimiento del pan; la adoración al
Padre, al decir esto mi corazón está muy lleno, muy lleno. Desde ese pasado entrenamiento, este asunto de la adoración
al padre me ha tomado y no me deja ir. Yo pensaba usar este fin de semana solo para hablar de la adoración al Padre,
pero siento que la necesidad de los santos es aún más amplia que eso, tengo tanta carga que preparé tanto: 12 temas
acerca de la adoración al padre según las escrituras y tal vez hayan más puntos. El punto es que cuando más entro en
esto digo: “oh Padre Dios, totalmente hemos quedado cortos ante ti, no te hemos adorado como deberíamos “en el
versículo que leímos. Jn. 4. Necesito liberar mi carga, siento que es del Señor. En Jn. 4. El Señor tuvo una conversación
con una mujer, no una teóloga, es una mujer terrible y esta mujer pensaba qué es lo que era la adoración “nosotros los
samaritanos adoramos en este monte, ustedes los judíos en Jerusalén en su propio monte” ella pensaba que de verdad
sabía. El Señor le dijo “más la hora viene” no es ese monte, ni Jerusalén donde en esos lugares adorarán al Padre “más
la hora viene y ahora es”… el Señor está aquí, la era está cambiando del antiguo testamento al nuevo “cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con veracidad” escuchen “porque también el Padre tales
adoradores busca” presten atención. El Padre está buscando, está añorando, deseando algunos verdaderos, genuinos
adoradores que lo adoren a Él mismo. Dios necesita adoración; la adoración satisface a Dios. Luego dice “Dios es
Espíritu y los que le adoran en Espíritu y con veracidad es necesario que adoren” estos breves versículos están tan
relacionados con la economía de Dios. Necesitamos aprender a adorar al Padre, no al hijo, esa es la primera parte de
la reunión, esa es la mesa del Señor cuando el hijo es el centro, cuando todas las adoraciones, todo nuestro hablar, el
cantar de himnos, el enfoque completo y la concentración total es sobre Jesús el hijo de Dios, nuestro redentor,
nuestro salvador, nuestro santificador, nuestro rey, nuestro Señor, nuestra cabeza, nuestro todo. Pero es muy
interesante, después que el Señor estableció la mesa del Señor esa noche, llevó a los discípulos al monte los olivos y
en el camino cantaron un himno, no sé qué himno cantaron. Tengo que creer que el Señor condujo el cantar, un coro de
doce personas, judas ya se había ido, estaba ocupado traicionando a Jesús. Ese breve versículo en Mt. 26:30 ese
breve versículo junto con He. 2:12, citando el Sal. 22. Una profecía acerca de la resurrección del Señor. De manera
que en la resurrección todos los discípulos no serán discípulos o amigos o seguidores. En la resurrección esa mañana
le dijo a la mujer “asciendo a mi Dios y a vuestro Dios” ahí no hay problema, aun en el antiguo testamento Jehová es
nuestro Dios. Pero escuche la segunda parte “a mi Padre y vuestro Padre” ¿qué ocurrió? En la resurrección hubo un
gran parto, no solo el hijo unigénito de Dios con Su muerte y resurrección fue engendrado como el primogénito hijo
de Dios, sino que en ese engendrar todos nosotros, todos los creyentes escogidos fueron resucitados juntamente con
Él y todos volvieron a nacer regenerados a una esperanza viva que en ese momento todos llegamos a ser hijos de Dios
y a partir de ese día, el Dios de éste universo ya no solo es nuestro Dios sino ¡nuestro Padre! ¡Nuestro Padre! ¡Hoy
Dios es nuestro Padre! No solo nuestro creador sino ¡nuestro querido Padre! ¡Esto es algo maravilloso! ¡Esto es lo que
es volver a nacer! ¿Quién es tu padre? ¡Dios! El mismo Dios de este universo. Por eso Él anuncia Tu nombre, ese no
solo es el nombre de Dios, el nombre de Jehová, Su nombre es Padre. Anunciaré este nombre a mis hermanos,
comenzando con mis discípulos, anunciaré ese nombre a todos los hijos de Dios, yo no había nacido, a los ojos de Dios
no hay tiempo, ese Día según Pedro todos fuimos regenerados y llegamos a ser hijos de Dios. En medio de la iglesia,
¡La iglesia! ¿Qué es la iglesia? Es la asamblea de todos los hijos de Dios, de todos los creyentes regenerados. En medio
de esta iglesia ¡te cantaré!, el Señor dijo ¡te cantaré! Él cantó esa noche un himno con los 11 antes de morir, antes de
que ocurriera todo. Ahora en resurrección produjo la iglesia y en medio de la iglesia Él hará una sola cosa que es cantar
¡cantar! himnos de alabanza ¡a ti Padre! El hijo primogénito de Dios, Jesucristo, hace una cosa en la iglesia hoy que es
cantar, alabar a Su Padre. Quiero preguntar ¿para qué es la iglesia? Bueno, hay muchas funciones de la iglesia pero
les digo, en hebreos la función primordial, la iglesia es donde Jesús canta al Padre. Usted dice: “es maravilloso que Él
cante, nosotros lo observamos, tal vez aplaudimos cuando Él termine” ¿es esa nuestra práctica? Les pregunto ¿Cómo
canta el Señor en medio de la iglesia, cómo? Primero que nada Él guía a los discípulos a cantar un himno. Tiene que
creer que el hijo primogénito está guiando a los muchos hijos cantar, no solo Él canta, todos nosotros deberíamos
cantar ¿Saben qué es la vida de iglesia? La vida de iglesia es simplemente una vida de cantar y alabar siguiendo nuestro
hermano mayor, Nuestro hermano mayor Jesús y cantar juntamente con Él. Segundo, hoy en día Jesús en medio de
la iglesia no puede cantar solo. Él puede cantar pero en medio de la iglesia hay una sola manera que Él puede cantar,
tiene que cantar en nuestro cantar ¿por qué? porque hoy en día el Señor Jesús, el hijo primogénito y todos nosotros,
sus muchos engendrados no somos dos partidos, en resurrección hemos sido unidos juntamente como una sola filiación,
un grupo de hijos que se llama filiación, así que, hoy ¿en dónde está el que canta? ¡En nuestro espíritu! y ¿dónde está
usted? Está en el que canta, hay una unidad, una unión orgánica entre el Señor Jesús y nosotros. Así que hoy el Hijo
canta en nuestro cantar y nosotros cantaremos en Su cantar y si nosotros no cantamos, Él no puede cantar y si Él no
canta, nosotros no podemos cantar, pero ese no creo que sea el problema. Creo que el Señor está cantando, el problema
es: Nosotros no cantamos. Mañana hablaremos de la alabanza, daré una cita de Watchman Nee “la alabanza es la obra
más elevada de un cristiano” ni siquiera la oración. Un día se acabará la oración en todo el universo, ya no habrá
necesidad, Dios ganó Su reino, Dios logró Su voluntad. La oración no será necesaria pero les digo, la alabanza tiene
que continuar y el Padre busca adoradores y ésta adoración tiene que estar incluida aquí en hebreos capítulo 2. Éste
cantar al Padre. Ahora ven por qué al final de la mesa del Señor tomamos un tiempo para concentrarnos únicamente
en el Padre, solo en el Padre, para cantar con el Hijo primogénito, para darle a nuestro Padre la alabanza. No creo que
ni siquiera aquí sentados ustedes sienten cuán hambriento está el Padre y sediento por la adoración de Sus hijos, no
lo creo porque o sino lo adorarían mucho más. Lo que me molesta es que cuando vengo a la mesa del Señor, los santos
están sentados, solo se sientan. En mi corazón me pregunto ¿Por qué están aquí? ¿Por qué vino? ¿Solo porque se supone
que esté aquí? ¿Está aquí para guardar la mesa del Señor? Eso está bien, pero ahora está aquí ¿Qué estás haciendo
aquí? Nuestra mesa del Señor está muy carente en las alabanzas y algunos de nosotros podemos orar, algunos oran en
la mesa del Señor ¡no!, la mesa del Señor no es una reunión de oración, eso es para otro tiempo, este tiempo es para
cantar, para alabar, para bendecir al Señor, para adorar al Padre. Esa es la razón por la cual nos reunimos y es así que
hacemos memoria, ejercitando nuestro espíritu de esa manera. Aun al decir esto, lo practicarán, ¡practiquen estas
cosas! Aquellos que no tienen el hábito de abrir la boca, les reto, abran su boca. Los que lleguen y que no usen su
espíritu ¡usen su espíritu! De lo contrario el Padre está ahí y el Hijo está guiando las alabanzas y usted está ahí en su
mente pensando de cómo su esposo la ofendió. Si usted es el Padre ¿cómo se sentiría? Yo creo que muy triste, muy
decepcionado, “de los cientos, miles de hijos nadie me alaba, nadie canta”.
I. La reunión de la mesa del Señor no sólo incluye el hecho de hacer memoria del Señor en la primera
parte, sino también la adoración al Padre en la última parte:
Por eso la hacemos al final, no es algo programado sino es algo natural. Después de hacer memoria del
Señor, espontáneamente lo seguimos como nuestro hermano mayo a adorar al Padre.
A. Según el procedimiento de la salvación de Dios, primero recibimos al Señor y después nos
acercamos al Padre.
B. En Mateo 26:26-30, después que el Señor Jesús partió el pan y cantó un himno con los discípulos,
Él los condujo al monte de los Olivos:
1. Él los condujo al monte de los Olivos para reunirse con el Padre.
Él fue al huerto a adorar al Padre
2. Aquí se establece y se halla implícito un principio, a saber, después que hemos partido el pan
para recordar al Señor, deberíamos permitir que Él nos guie para adorar juntos al Padre.
II. Mateo 26:30 dice: “Cuando hubieron cantado un himno, salieron al monte de los Olivos”:
A. Ésta fue una alabanza que el Señor ofreció al Padre junto con Sus discípulos después de la mesa
del Señor.
B. Es con base en estos versículos que cantamos alabanzas al Padre al final de la mesa del Señor
como adoración a Él:
1. Debemos tener un momento específico y realizar una acción específica en la iglesia para
adorar al Padre.
2. Creemos que el mejor momento para ello es inmediatamente después que hemos hecho memoria
del Señor en Su mesa.
Podemos adorar al Padre en cualquier momento, no solo al final de la mesa del Señor, todo el día,
lo debemos hacer, en Efesios y Colosenses, dando gracias al Padre por el Señor, todo el tiempo,
en todas las cosas, dando gracias. Pero aquí dice que también hace falta un tiempo específico y
realizar una acción específica en la iglesia para adorar al padre ¿Cuándo es eso? es al final, después
de haber recordado al Señor. Queridos hermanos y hermanas no pierdan esta oportunidad para
alabar al padre con los hermanos. No estén silenciosos. El Señor dice que si ustedes no alaban las
rocas se levantarán para adorar. No somos piedras, no adoramos ídolos mudos ¡Tenemos un Padre
viviente! ¿Qué tal si lo alegramos? Tengo 4 nietos, dos de ellos los veo todo el tiempo y cuando
vienen a mi casa lo único que espero, que busco es que me llamen, no abuelo porque quiero
entrenarlos que hablen chino, en chino llamar al abuelo del lado materno es… siempre que vienen
de inmediato vienen a los juguetes y a jugar ¡Qué decepción…! A veces lo dicen, a veces no lo dicen,
qué triste me pone. Yo no espero nada de ellos, no les pediré un millón de dólares, busco que lo
digan, que me den un besito ¿Qué de nuestro Padre celestial? ¿Qué creen que él quiere? ¿Un millón
de dólares suyos? Yo creo que Él solo quiere que ustedes digan ¡Padre! ¡Abba Padre! Solo dígalo.
Uno de los doce puntos que llegarán a ser un mensaje es en esta única cosa: invocar ¡Abba Padre!
No piensen que es algo liviano. Di dos mensajes en la iglesia en San francisco, basado en Romanos
8 y Gálatas capítulo 4, en dos lugares se habla de clamar ¡Abba Padre! Tomamos esos versículos,
después de hablar eso dije: “Santos no solo debemos invocar el nombre del Señor Jesús, debemos
practicar, aún más a menudo invocar ¡Abba Padre!” lo digo en serio, esa práctica tiene ser
recobrada, dice que es un clamor, no es un “hola papá”, es con ternura, con dulzura, con intimidad,
incluso con un beso. Miren en Lucas 15 esas tres parábolas hablan de la obra dispensacional del
Dios triuno y también apuntan a nuestra adoración dispensacional. Tiene al Hijo buscándonos, el
Espíritu barriendo para encontrarnos y al final el Padre recibiéndonos y dice, el único lugar en la
biblia, que el Padre esperaba que el hijo pródigo, pecador y desde lejos que lo vio el padre ¡corrió!,
corrió a su hijo, tal vez usted no corra pero el Padre corrió a usted y cuando corrió y encontró al
pecador Él lo abrazó y lo besó. Tal vez usted no besa al Padre pero Él lo quiere besar a usted, besó
al hijo pródigo que regreso. ¡regocijémonos! Él estaba perdido y fue hallado, estaba muerto y ahora
vive, ¡gocémonos! ¡Éste es el sentimiento del Padre! Y usted está así, Él dándole besos por todo
lado y usted “papá llegué”. Yo creo que esto no está bien. Queridos hermanos y hermanas hay
muchos movimientos pero no hay emociones. Hacemos esto y aquello pero el corazón no está ahí.
¡Un clamor! ¡Abba Padre!
III. Hebreos 2:12 dice: “Anunciaré a Mis hermanos Tu nombre, en medio de la iglesia te cantaré himnos
de alabanzas”:
A. Aquí vemos que el Hijo anuncia el “nombre” del Padre a Sus hermanos, es decir, les da a conocer
al Padre como la fuente de vida y como el Dios que engendra.
Al clamar padre indica que vinimos de Él, que debemos toda nuestra vida a Él, que Él es nuestra fuente
de vida, fuente de vida eres oh Dios, cuán libre es tu caudal. Él nos engendró, vino de Él. Abrácenlo,
bésenlo, estén a Su oído y díganle querido Padre ¡Abba Padre! Dígalo una y otra y otra vez a ver cómo
se siente. Yo sé cómo se siente, tan satisfecho
B. Este versículo también nos dice que el Hijo canta himnos de alabanza al Padre en medio de la
iglesia.
C. Este versículo nos permite ver que los hermanos son la iglesia; individualmente somos los
hermanos, y colectivamente somos la iglesia que fue producida en la resurrección de Cristo.
D. Ahora Jesús como Espíritu que mora en nosotros canta alabanzas al Padre por medio de nosotros,
la iglesia:
1. Jesús en medio de la iglesia canta himnos de alabanza al Padre—He. 2:12b.
2. Éste es el Hijo primogénito que alaba al Padre dentro de los muchos hijos del Padre en las
reuniones de la iglesia:
a. No es que Él alaba al Padre aparte de nosotros y por Sí mismo, sino que más bien lo hace
dentro de nosotros y con nosotros por medio de nuestra alabanza.
b. Cada vez que los hermanos de Cristo cantan alabanzas al Padre, Él canta en el cantar de
ellos; así que, si nosotros no cantamos, ¿cómo podrá Él cantar? A fin de que Jesús pueda
cantar alabanzas al Padre, nosotros tenemos que cantar.
E. Después que ofrecemos nuestras alabanzas a Cristo en memoria de Él, Él nos llevará al Padre,
y nosotros seguiremos a nuestro Hermano mayor, quien mora en nosotros y nos guía a cantar.
Cuántas mesas del Señor he estado y la parte más dulce íntima es ésta; cuando adoramos al Padre,
espero que haya un verdadero recobro de esto.
IV. El Padre busca verdaderos adoradores, quienes le adoren en espíritu y realidad—Jn. 4:23-24:
A. Debemos adorar al Padre en Su habitación, Su morada, que es nuestro espíritu humano—Ef.
2:22.
B. Puesto que nuestro Padre Dios es Espíritu, nosotros debemos ejercitar nuestro espíritu para
contactarlo; nuestro espíritu mezclado con el Espíritu divino es un espíritu de filiación en el cual
clamamos: “Abba, Padre”—Ro. 8:15.
V. Necesitamos aprender cuál es el momento específico para adorar al Padre y la manera específica de
hacerlo:
A. El momento apropiado para que el Padre sea alabado no es al comienzo de la reunión de la mesa
ni en la mitad, sino al final.
B. Necesitamos acercarnos primero al Hijo a fin de que Él pueda llevarnos al Padre; en nuestra
experiencia espiritual no venimos primero al Padre sino al Hijo, y luego el Hijo nos lleva al Padre—
Jn. 14:6; Ef. 2:18.
C. El momento específico para adorar al Padre es después de haber hecho memoria del Señor en
Su mesa, y la manera de adorarlo consiste en adorar bajo el liderazgo de Cristo, nuestro
Hermano mayor; si hacemos esto, nuestra adoración en la mesa del Señor será completa.
Cuando hay una adoración completa y adecuada del Padre hay un sentir profundo de gozo y satisfacción
que tanto el padre como nosotros y nuestro hermano mayor el Señor compartimos juntos y en tal
sentimiento de esta familia divina y al tenerlo, queridos santos, es el disfrute más elevado. Esta
adoración es la adoración en la impartición divina. Ef. 2:18 el Dios triuno participa mediante Cristo el
Hijo tenemos acceso en un mismo espíritu, Dios el Espíritu a Dios el Padre. Todo esto es en realidad
al adorar al Señor, esto requiere de mucha más comunión. Por favor practiquen, tengamos un cambio
en la vida de iglesia con una práctica nueva y viviente.
VI. Deberíamos guardar el orden apropiado en la reunión de la mesa del Señor y llevar a cabo la mesa
del Señor en dos secciones:
A. Cuando participamos del pan y bebemos la copa, deberíamos hacer memoria del Señor; todas
nuestras alabanzas, acciones de gracias, oraciones y cánticos deberían dirigirse directamente al
Señor y centrarse en el Señor.
B. Después de recordar al Señor, deberíamos estar agradecidos con el Padre; por tanto, deberíamos
seguir al Señor interiormente a fin de adorar al Padre y darle gracias.
C. No es lógico ni acertado dirigir nuestras acciones de gracias y alabanzas al Padre mientras
recordamos al Señor; en vez de ello, deberíamos permitir que el Señor tome la delantera para
introducirnos en el Padre y luego seguirlo para alabar al Padre, darle gracias y adorarlo según
la revelación presentada en Hebreos 2:10-12.
D. No deberíamos permitir que estas dos secciones de la mesa del Señor se confundan:
1. Durante la primera sección de la reunión, todas nuestras alabanzas deberían ser dirigidas a
Cristo.
2. Durante la segunda sección de la reunión, deberíamos dirigir nuestras alabanzas a Dios el
Padre.
3. No deberíamos ofrecer adoración al Padre mientras recordamos al Señor; tampoco
deberíamos alabar al Señor mientras adoramos al Padre.
4. Es mejor apartar una tercera parte o dos quintas partes del tiempo para la adoración al
Padre.
E. Se debería reservar una cantidad de tiempo suficiente para la adoración al Padre:
1. A fin de permitir que haya suficiente tiempo para la adoración al Padre, quizás necesitemos
pasar el pan y la copa simultáneamente, o distribuir el pan en dos platillos.
2. Si dedicamos demasiado tiempo a pasar el pan y la copa, no habrá tiempo suficiente para la
adoración al Padre.
3. Necesitamos aprender estas cosas de modo que podamos tener una reunión de la mesa del
Señor apropiada en la que se haga memoria del Señor y se adore al Padre.
VII. En la mesa del Señor, necesitamos considerar la manera en que pedimos los himnos en la sección de
la adoración al Padre:
A. Necesitamos pedir himnos según el ser mismo del Padre:
1. El nombre del Padre no fue revelado hasta que vino el Señor Jesús; Él vino a revelar el
nombre del Padre (Jn. 17:6, 26), es decir, la persona del Padre (Véase Hymns, #10-13).
2. Por consiguiente, debemos pedir himnos según la persona del Padre, el ser del Padre.
B. Necesitamos pedir himnos según los atributos del Padre:
1. También debemos pedir himnos según los atributos del Padre, tales como Su amor, Su bondad
y Su gloria (Véase Hymns, #14-31).
2. En la tabla de contenido de nuestro himnario, bajo la sección titulada “Adoración al Padre”,
tenemos varios himnos clasificados según los atributos del Padre.
3. Estos atributos incluyen Su fidelidad, Su grandeza, Su sabiduría, Su misericordia y Su amor.
C. Tenemos que diferenciar y discernir los himnos según estas dos categorías: el ser del Padre, lo
que el Padre es y los atributos del Padre.

Вам также может понравиться