Generalmente, las peores gobiernos son aquellos que no
tienen enemigo que se les enfrente °.
Roberto'Nino' Chiari,
presidente de
la dignidad
En el plano internacional, Panamá
experimentó una de sus crisis más
delicadas a raíz de los trágicos
acontecimientos de enero de 1964
ALFREDO FIGUEROA NAVARRO
ació el 2 de marzo de 1905, hijo
de Rodolfo Chiari Robles y de
,l Ofelina Remón Arias.
Tanto por la rama paterna como por la
materna descendía de militares urbanos
dieciochescos y de veteranas gentes de
Parita (Arrue) y de Panamá y Azuero
(Goytía ).
El fundador de la familia Chiari en Pa-
namá fue un italiano, de Florencia, dedi-
cado a las armas.
Entre los miembros de su familia de-
cimonónica descuella el doctor Miguel
Chiari Jiménez ( 1808-1881 ), nacido en
Penonomé, quien realizó estudios de De-
recho en el Colegio Mayor de Nuestra
Señora del Rosario en Bogotá . Allí fue
catedrático de leyes . Fungió como go-
bernador de Panamá hacia 1842 . En Co-
lombia ofició como ministro de guerra y
marina, de relaciones exteriores y llegó a
ser magistrado de la Corte Suprema.
Fundó el rama] de los Chiari bogotanos.
En el Interior, los ascendientes del fu-
turo primer mandatario fueron hacenda-
dos en Herrera y Coclé.
Roberto Francisco Chiari Remón per-
feccionó los estudios primarios y secun-
darios en el Colegio de La Salle donde
obtuvo certificados de perito mercantil y
bachiller.
Fue escribiente en el Juzgado Tercero
Municipal, edecán del Presidente de la
República ( 1924-1931 ), diputado a la
Asamblea Nacional ( 1940-1945 ), mi-
nistro de salubridad y ¡ "°
obras públicas (1945) 1
en el gabinete del presi- i
dente Ricardo Adolfo de ! j
la Guardia . En 1945 fi- `
guró como candidato a la ~.
presidencia de la república ~.
con ocasión de la Asamblea
Nacional Constituyente.
Hacia 1948 fue elegido segun- '
do vicepresidente durante la ad-
ministración de Domingo Díaz
Arosemena . Se hizo cargo del poder
ejecutivo de120 al 24 de noviembre
de 1949.
No obtuvo la victoria en los co-
micios de 1952 .
Trabajó en el ingenio Ofelina en
Natá, junto con su padre y hermanos . Fue
gerente de la compañía azucarera "La
Estrella", S.A. y uno de los principales
hombres de negocios y de industrias del
país.
Presidió la Cámara de Comercio y el
Directorio del Partido Liberal . En 1960
ascendió a la presidencia.
Coincidió su gestión con el auge de la
Alianza para el Progreso impulsada por
el presidente norteamericano John E
Kennedy.
Su gobierno impulsó la reforma
agraria y la siembra de escuelas . Se
inauguró el Hospital General de la Caja
de Seguro Social (1962 ) . Se emprendió
un vasto programa de vacunación . Se
crearon el Instituto de Recursos
Hidráulicos y Electrificación (IRHE) y
f Juan Franco.
Roberto Francisco Chiari Remón
--~••–
el Instituto de Acueductos y Alcantari-
llados (IDAAN ) . Iniciose la obra hi-
droeléctrica de La Yeguada.
En el plano internacional, Panamá ex-
perimentó una de sus crisis más delica-
das a raíz de los trágicos acontecimientos
de enero de 1964 que llevaron al rompi-
miento de relaciones diplomáticas con
los Estados Unidos de América . A partir
de esa magna crisis arrancan las negocia-
ciones que, interrumpidas en 1970, cul-
minan con la firma de los Tratados Torri-
jos-Carter en 1977.
Roberto Francisco Chiari Remón
contrajo nupcias con Cecilia Orillac con
quien tuvo a su única hija, Carmen Ceci-
lia, esposa de Raúl Arango Gasteazoro.
Falleció el expresidente Chiari el 1 de
marzo de 1981 . n
Guillermo Andreve
(1879 - 1940)
`°
i
x>
el p eriodo de la
nameña que va de 1951 a
1968 fue de agitación vio
historia pa-
lenta y trastornos de la vida
colectiva.
Habiendo llegado a la presi-
dencia doctor
el Arnulfo
Arias en extrañas
circunstancias en 1949, deroga la
Constitución de 1946 y re
toma a la de 1941, Desata
así una grave crisis
institucional, que precipita su en-
juíciamiento y destitución
por la Asamblea Nacional.
El repudio ciudadano es in-
menso y efectivo. Y la Po-
licía Nacional pone fin a su
régimen.
La llegada a la presidencia
de la República de José An-
tonio Remón Cantera un
año después marca el inicio
de un gobierno fuerte y
emprendedor, que termina
abruptamente el 2 de enero
de 1955 en el Hipódromo de
En circunstancias difíciles se
encarga dei gobierno Ricar-
do Manuel Arias Espinosa, a
quien toca presidir, en 1956,
una reunión de todos los pre-
sidentes de América . El, tam-
bién, robustece su partido, la
Coalición Patriótica Nacional
(CPN), en vísperas de la elec-
ción presidencia{ de Ernesto
de la Guardia Jr.
El Presidente de la Guardia
resulta un verdadero esta-
dista, y un hombre de noble-
za y honradez fuera de
serie . Sus enemigos, h jos
de la reacción, tratan de de-
rroceri'o sin éxito . A la pos-
tre sólo consiguen acrecen-
tar su figura ante los ojos de
la historia.
Roberto Chiari es el 9 de
enero . Marco Robles un
mandatario de calidad
media.


Dos fechas
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que cambiaron

la historia
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CARLOS IVAN ZUÑIGA sean una convención adicional".
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A los 12 días de la firma del tratado, se
md mía st atida Timi6an. n la década de¡ 60 el país panameño inicia el extraordinario periplo revisionista

v
saa e joyaan, atam *a flor,
qua deffeaC4 n u ac ttm emmbi mna,
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Joyem, alan ta flor,
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affwdad y er mz6an
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cual Mate ac,ºWor.
E vivió acontecimientos que cambia-
ron el curso de su historia . El 9 de
enero de 1964 y el 11 de octubre de 1968
son fechas que registran sucesos que alte-
raron el ritmo habitual de la vida nacional.
Una, relativa a nuestras relaciones con Es-
tados Unidos por razón de la existencia del
Canal de Panamá; otra referible a hechos
que estremecieron la institucionalidad de-
mocrática panameña durante 21 anos.
Ambos acontecimientos no guardan entre
sí ninguna relación espiritual ni mucho
menos de causa efecto, pero cada uno tiene
sus antecedentes en episodios que los nu-
trieron históricamente.
El 9 de enero de 1964 no es un fogonazo
aislado del patriotismo popular ni constitu-
ye el producto de una política miope de Es-
tados Unidos, estrenada en esa fecha . El
origen del 9 de enero de 1964 se encuentra
en el aprovechamiento indebido que hizo
Estados Unidos de las circunstancias an-
gustiosas o precarias que dieron origen a la
independencia . Ese aprovechamiento se
concretó en el leonino Tratado General de
1903 que lesionaba profundamente la so-
beranía nacional.
Aún fresca ]a tinta que dibujó la firma de
Felipe Bunau-Varilla al suscribir el 18 de
noviembre de 1903 el nefasto documento,
el subsecretario de Relaciones Exteriores
Honorio González Guill envió una nota al
citado Bunau Varilla, el 30 de noviembre de
1903, en cuyo punto 4° decía:
"A juzgar por el extracto del tratado que
su excelencia me envió por cable y por el
texto que la prensa ha publicado aquí, di-
ciendo que procede de la Secretaría de Es-
tado de los Estados Unidos, el tratado pre-
senta algunos puntos cuya aclaratoria pare-
ce indispensable, para lo cual sería de de-
que culminó el 9 de enero de 1964 para dar
comienzo en la misma fecha a la memora-
ble cruzada abrogacionista tan absoluta-
mente identificada con el anhelo de perfec-
cionar la independencia nacional.
Las aprensiones patrióticas de González
Guill, –panameño perdido entre las brumas
del olvido— fueron concretadas, ampliadas
y francamente definidas, según el criterio
del momento, en el memoria] que preparó
Eusebio A. Morales, y que fue presentado
ante el Gobierno de Washington el 11 de
agosto de 1904 por el ministro plenipoten-
ciario José Domingo de Obaldía.
El 28 de noviembre de 1904, Belisario
Porras y Francisco Filós entregaron al pre-
sidente Amador Guerrero un estudio inte-
gral sobre el Tratado de 1903 y en él se afir-
ma que no hubo cesión de soberanía en las
cláusulas pactadas ni la garantía de la inde-
pendencia debe ser considerada como la
consagración de un protectorado . El estu-
dio respondía a la inquietud oficial del mo-
mento.
Es que el 9 de enero de 1964 tiene por an-
tecedentes decenas de jornadas colectivas
e individuales dirigidas a la consolidación
jurídica y soberana del Estado panameño.
La primera clarinada de carácter guber-
namental para sustituir el Tratado General
de 1903 por uno nuevo que consagrara para
el Istmo los provechos del Canal la dio el
presidente Belisario Porras, una vez se ter-
minó la construcción del Canal . En la Me-
moria de 1916, el presidente Porras ex-
presó:
"El tratado que nos ligó a Estados Uni-
dos en 1903 es ya inadecuado para regular
las relaciones existentes entre los dos paí-
ses . . ." . Y termina solicitando "la contrata-
ción de un nuevo tratado que defina cuáles

Los estudiantes panameños hicieron frente a la policía zoneíta el 9 de enero de 1964, en defensa de la soberanía .
FOTOS CA PRFhCSMAj~
Gaddis Walí, capitán de la Policía de la Zona del Canal, discute con estudiantes zonians el derecho de los estudiantes pana-
meños de izarla bandera en ese sector.
son nuestras obligaciones después de ter-
minado del Canal y cuáles son nuestros
beneficios que en él nos correspondan".
Anteriormente, en 1915 se dio a cono-
cer un proyecto de tratado elaborado por
Eusebio A . Morales, que procuraba algu-
nos beneficios para el comercio y la in-
dustria . Se contempló la construcción de
dos ferrocarriles, uno que conduzca de la
ribera derecha del Río Bayano a la ciudad
de David, y otro de la Bahía de Almirante
a la átftigua ciudad de San Lorenzo de
Chagres . Se establecía que la concesión
de nuevas tierras para los fines del Canal
debía ser materia de contratación . Se
aclaraba el derecho de intervención con-
sagrado en el Artículo 136 constitucional
y establecía que tal poder conferido solo
se daba para mantener el orden público en
casos "de rebeldía armada o de movi-
mientos revolucionarios armados" pero
que debía mediar la solicitud expresa del
Gobierno panameño . Otras cláusulas,
como la VII relativa a la defensa del
Canal, eran absolutamente inadmisibles
porque establecían la enseñanza militar
obligatoria, la cesión de tierras para la
construcción de fortificaciones y eI com-
promiso del Gobierno del Istmo de llamar
a servicio militar a los panameños en caso
de una guerra de Estados Unidos con cual-
quier país del mundo . Son curiosidades
del museo que colecciona la mentalidad
política de una época.
En la posición oficial y popular pana-
meña con motivo de la oprobiosa imposi-
ción del Fallo White y que degeneró en la
lamentable confrontación de Coto; en la
actitud levantada del Gobierno Nacional
y del pueblo tabogano cuando Estados
Unidos pretendió apoderarse de la isla, en
la decisión de la Asamblea Nacional de
suspender –rechazo técnico– la conside-
ración del Tratado de 1926 por no satisfa-
cer las aspiraciones nacionales ; el anterior
rechazo del Convenio Urrutia – Thomp-
son negociado entre Estados Unidos y
Colombia en el que se fijaba la línea fron-
teriza entre Panamá y Colombia, sin que
Panamá diera su parecer, fueron antece-
dentes dignos del 9 de enero de 1964 ocu-
rridos, la mayoría, en la década del 20.
Entre 1930y 1940 ocurrieron otros su-
cesos importantes que encontraron en los
héroes de enero de 1964 a sus albaceas
legítimos . Es preciso recordar una acción
colectiva importante y de gran contenido
patriótico . Con motivo del trigésimo ani-
El pueblo panameño se enfrenta a soldados estadounidenses.
versario de la firma del Tratado de 1903,
la Sociedad Panameña de Acción Interna-
cional, integrada por los Turner, los Rive-
ra Reyes, los Garay, los Vázquez, los
Crespo y otros, declaró el 18 de noviem-
bre día de dolor, de meditación y de lucha,
y pidió que cada panameño reflexionase a
las 6 :40 p.m ., hora de la firma del Hay-
Bunau Varilla, sobre la mejor manera de
lograr la revisión del tratado de 1903 . El
país entero respaldó con repiques de cam-
pana, sonidos de sirenas y concentracio-
nes la iniciativa apuntada.
Estos precedentes inmediatos tan ubi-
cados en la cresta de la emoción cívica
condujeron a las negociaciones del Trata-
do General de 1936, durante el mandato
de Harmodio Arias, las que se iniciaron, a
petición de Estados Unidos, el 5 de no-
viembre de 1934 con Ricardo J . Alfaro,
Narciso Garay y Carlos L . López como
negociadores.
El Tratado de 1936 es un triunfo del re-
visionismo, sobre todo porque eliminó
muchas cláusulas humillantes como las
que otorgaban a Estados Unidos el dere-
cho de intervención en nuestra vida inte-
rior y la obligación de garantizar la inde-
pendencia nacional, ambos compromisos
de viejo cuño, muy del destino manifies-
to, ubicados de modo semejante en la
Cláusula 35, del tratado Bidlack-Mallari-
no de 1846.
Los posteriores antecedentes de19 de
enero de 1964 los encontramos en múlti-
ples manifestaciones del patriotismo pa-
nameño . El rechazo del primer gobierno
de Arnulfo Arias a las pretensiones del
Gobierno de Estados Unidos de obtenerla
cesión de bases militares por un periodo
de 999 años, el rechazo del Convenio
Filós-Hines el 22 de diciembre de 1947 ; la
oposición del Frente Patriótico al Conve-
nio de Aviación que concedía derechos a
Estados Unidos sobre el espacio aéreo pa-
nameño ; la Operación Soberanía, puesta
en marcha el 2 de mayo de 1958, dirigida
por la Unión Universitaria con Carlos
Arellano Lennox a la cabeza y que con-
sistió en colocar la bandera panameña en
diversos sitios estratégicos de la Zona del
Canal, acción simbólica que se repitió en
el gran paseo que distinguidos panameños
–Aquilino Boyd, Ernesto Castillero padre
e hijo y otros– llevaron a cabo el 3 de no-
viembre de 1959 por los predios de la
Zona del Canal, portando decenas de ban-
deras panameñas, son algunos de los
muchísimos movimientos populares que
sazonaron la concienciá de la juventud
que el 9 de enero de 1964 entró al templo
de la historia por las puertas del dolor, la
gloria y el patriotismo.
Las causas inmediatas del, 9 de enero de
1964 son conocidas . El gobierno del pre-
sidente Ernesto de la Guardia había acor-
dado con el de Estados Unidos izar la ban-
dera de ambos países en el llamado Trián-
gulo Shaler. Posteriormente, en 1962, los
gobiernos de Panamá y Estados Unidos
acordaron que la bandera panameña on-
dearía permanentemente en los estableci-
mientos civiles de la Zona del Canal . Aquí
comienza la miopía, la mentalidad colo-
El 9 de enero de
1964 y el 11 de
octubre de 1968
son fechas que
registran sucesos
que alteraron el
ritmo habitual de
la vida nacional
nial y prepotente que caracterizaba a las
autoridades norteamericanas impidió
poner en practica lo acordado . Unas es-
cuelas zoneitas destruyeron los mástiles
para sus banderas ; otras dejaron de izar la
estadounidense . Esta conspiración contra
los acuerdos la estimulaban los maestros
y el propio gobernador de la llamada Zona
del Canal . Al enterarse los institutores de
lo que venía aconteciendo partieron en
delegación con la bandera del Instituto
Nacional, entregada para tal efecto por su
rector Dídimo Ríos, con el objeto de izar-
la en los mástiles de las escuelas que se
oponían a esa sencilla ceremonia de fra-
ternidad . La intolerancia de los estudian-
tes y de las autoridades zoneitas llegó al
extremo de agredir a los panameños y de
destrozar la bandera.
Lo que ocurrió después fue la confron-
tación entre un ejército con armas para
"cazar patos", como las definió el general
O'Meara, y la juventud panameña, unida
al pueblo para hacerle frente a la agresión.
Una a una fueron cayendo las víctimas.
En esos momentos cruciales la Guardia
Nacional se cruzó de brazos y nada hizo
en defensa del pueblo panameño . En un
paréntesis de incertidumbre, en el Palacio
Presidencial, el general Bolívar Vallarino
recibió una llamada de las autoridades zo-
neitas, las que pedían la intervención de la
policía local para disolver la resistencia
de los panameños patriotas . Me cuenta el
viceministro de Gobierno y Justicia de en-
tonces, Julio Gómez Amador, que ante el
inaudito pedido, el Dr . Sergio González
Ruiz aconsejó con energía patriótica que
no se cometiera semejante acción por
considerarla desventurada y alevosa.
Nadie abundó a favor de la solicitud de los
victimarios.
A partir de ese momento, el presidente
Roberto F. Chiari asumió el control de la
diplomacia . Se le encomendó al asesor de
la Cancillería, Eloy Benedetti, la redac-
ción de un borrador de nota en la que se le
comunicaba a Dean Rusk, secretario de
Estado, el rompimiento de relaciones . El
canciller Galileo Solís revisó el proyecto
y lo entregó al presidente de la República
para su aprobación, lo que hizo por en-
contrarlo conforme a sus instrucciones.
En la madrugada del 10 de enero de 1964,
el canciller Solís puso en conocimiento
del Gobierno norteamericano el rompi-
miento de relaciones diplomáticas . En esa
forma el gobierno del presidente Chiari se

Mlguel J. Moreno (al centro y sentado), recién nombrado embajador de Panamá en Estados Unidos en 1964. A la izquierda,
Jorge Illueca. En el extremo derecho el presidente de Estados Unidos en ese entonces, Lyndon B. Johnson.
4 PRENS~i :~Lr_niv:.~
/' 1 `
Marco Robles
convirtió en el artífice de un gesto pa-
triótico y altivo, sin antecedentes en la
diplomacia continental.
La reacción del pueblo panameño fue
de respaldo absoluto a la política inter-
nacional del presidente Chiari . No hubo
organización pública y privada que no
censurara con dureza la conducta del go-
bierno de Estados Unidos como agresor.
Y para usar la reciente frase del magis-
trado Adán Amulfo Arjona, a partir de19
de enero "la nación no seria la misma".
De las tumbas de los mártires del 9 de
enero salió un mandato de cumplimien-
to inexorable : ¡No más revisionismo!
La nacionalización del Canal se convir-
tió en la consigna de todo un pueblo . Un
nuevo tratado que diera por terminada la
presencia militar de Estados Unidos en
Panamá era la agenda única del clamor
popular.
El Consejo General Universitario
aprobó de inmediato una resolución ex¡-
giendo unas negociaciones que culmi-
naran con la nacionalización del Canal.
Se dio inicio, a partir de ese momen-
to, a la nueva aventura del panameño por
el perfeccionamiento de la independen-
Tomada de la Rewva Lo(ena
cia nacional . Nadie podria negociar contenían los objetivos globales de las
fuera de los parámetros morales del 9 de negociaciones . A los pocos meses de
enero de 1964. instalado el equipo negociador pana-
El 3 de abril de 1964, bajo los auspi- meño, el presidente Chiari terminó su
cios de la Organización de Estados mandato presidencial y lo sucedió en el
Americanos y gracias a la intervención cargo Marco A . Robles, tras unas elec-
patriótica del embajador panameño, Mi- ciones tan controvertidas y de resulta-
guel J . Moreno, se acordó restablecer las dos tan dudosos como la >, de 1948.
relaciones diplomáticas que se man- El nuevo gobierno designó como mi-
tenían rotas desde el 10 de enero último. nistro de Relaciones Exteriores a Fer-
Igualmente se llegó al siguiente acuerdo nando Eleta. A las pocas semanas de
entre las dos partes : "lro . designar sin haber iniciado su gestión oficial, surgie-
demora embajadores especiales con po- ron diferencias conceptuales con el ne-
deres suficientes para.procurarla pronta __& ciádór Illueca . Entre ellos se suscitó
eliminación de las causas de conflicto un debate interno que trascendió a la opi-
entre los dos países, sin limitaciones ni nión publica. Fue tan alarmante el con-
precondiciones de ninguna clase . 2do. tenido de la controversia que algunos
en consecuencia, los embajadores de- miembros de la Asamblea Nacional, in-
signados iniciarán de inmediato los pro- cluida mi persona, decidieron convocar
cedimientos necesarios con el objeto de una sesión secreta para dirimir, sin re-
llegar a un convenio justo y equitativo servas, la discordia suscitada entre los
que estará sujeto a los procedimientos dos protagonistas máximos de las nego-
constitucionales de cada país" . Este ciaciones . La sesión secreta se llevó a
acuerdo fue el fruto de una tenaz batalla cabo con la presencia de los miembros
diplomática que libró el embajador Mo- del nuevo equipo negociador. Para en-
reno iniciada el 17 de enero y terminada tonces ya Illueca se había apartado, me-
el 3 de abril de 1964, fecha de la decla- diante renuncia, de la misión negociado-
ración conjunta. La diplomacia esta- ra. Las particularidades de las diferen-
dounidense se oponía a consagrar el cias, por no recordarlas en detalle, omito
compromiso expreso de negociar un dilucidarlas aquí para no caer en inexac-
nuevo pacto y preferia adquirir el com- titudes no intencionales lo que podria
promiso de discutir, dialogar o conver- granjear la antipatía de los actores, pero
sarsobrelascausasdeconflicto . Estoes, mi impresión de aquella noche es que el
deseaban repetir la estrategia de 1961 discurso de ambos tenían tantos entrete-
para igualmente repetir el fracaso de las lones, enraizados en la sospecha mutua
iniciativas del presidente Chiari cuando de las intenciones que subyacían en
acordó con el presidente Kennedy dis- ambas políticas -la de Illueca y la de
cutir los "puntos de insatisfacción"' . Al Eleta— que la sesión secreta no guardó
no arribarse durante el gobierno de en el fondo de las diferencias ningún se-
Chiari a ningún resultado concreto y creto de Estado, pero quedó en eviden-
dado el transcurso del tiempo, Estados cia que los diputados estábamos en pre-
Unidos alegó que su compromiso era sencia de un problema de confianza, sin
discutir y no negociar . El embajador duda recíproco . Pero lo que sí quedó
Moreno, con su perspicacia incorporó claro en esa sesión tan extraordinaria es
en la declaración conjunta una fraseo- que los tratados por elaborar, discutir y
logía que no se prestara a equívocos ni a aprobar tenían que obtener el cese de la
interpretaciones realmente burlescas. perpetuidad, la eliminación de los encla-
En su reciente libro Misión a Washing- ves militares, la devolución de las áreas
ton, Miguel J . Moreno presenta con gran canaleras y todo en función del perfec-
rigor históricos las interioridades de cionamiento de la independencia nacio-
aquellos episodios nacionales. nal.
El presidente Chiari nombró de in- El nuevo equipo negociador culminó
mediato el equipo negociador pana- su trabajo con los proyectos de Tratados
meño y designó como negociador al de 1967 . En vista que la Asamblea Na-
doctor Jorge Illueca . Era la figura indi- cional se encontraba en receso, los
cada dados sus compromisos morales miembros de la Comisión Legislativa
con el Congreso de la Soberanía que se Permanente, de la que formaba parte,
integró una vez se produjo la agresión fundados en el Artículo 123, numeral
del 9 de enero de 1964 y del cual fue su 7mo. de la Constitución de 1946, enton-
presidente . Las primeras sesiones de los ces vigentes, decidimos citar al ministro
negociadores eran, sin duda, para plan- de Relaciones Exteriores, Fernando
teamientos de carácter general o que Eleta, con su equipo negociador y a los